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INTRODUCCIÓN
A través de las perspectivas de los distintos actores en escena, estos sucesos pueden
ser apreciados desde un punto de vista estadístico o como auténticos impulsores de
una verdadera revolución creativa en pro de la sostenibilidad mundial.
RESUMEN
No hace muchos años, se tenía la creencia de que los recursos naturales podrían ser
ilimitados, o al menos, la sociedad se movía y desarrollaba bajo esa premisa, quizá de
forma subconsciente. Dejamos de observar el comportamiento histórico de los
fenómenos naturales y sólo algunos cuantos pudieron percibir la tendencia cíclica de las
distintas eras en la historia del hombre, de forma que la era en la que vivimos, tarde o
temprano tendría que llegar a su fin. ¿Cuánto tiempo queda? ¿Estaremos listos? Son
quizá algunas de las preguntas que surgieron en las mentes de algunos visionarios,
pioneros de una revolución interna orientada a una abstracción de la cotidianeidad de
los procesos actuales de producción-consumo-desperdicio, y salir de las áreas de
confort en busca de un nuevo modelo de pensamiento, una nueva forma de hacer las
cosas, siguiendo quizá el modelo inmediato que nos muestra nuestro medio ambiente a
través del aprovechamiento máximo de los recursos en la medida justa para su
restitución, al punto de lograr un ambiente sostenible.
Y esa es quizá la parte más difícil, encontrar la conjunción de los elementos adecuados
para iniciar; el equipo adecuado, los planteamientos correctos, “el plan perfecto”. Pero
esperar a que todo llegue de repente, no es la opción, se tienen que evaluar y elegir los
riesgos que se tomarán de cara a un futuro cercano que empieza hoy.
Hoy en día, el futuro de una empresa está íntimamente relacionado con un adecuado
diseño e implementación de su visión y misión como una entidad socialmente
responsable. Para ello es necesario innovar estrategias que sean capaces transformar
los ideales y objetivos de la empresa, en ciclos de renovación sustentable.
Un factor que incrementa los consumos desmedidos de los recursos de toda índole, es
la política proteccionista que persiste en nuestros gobiernos actuales, provocando que
el uso de energía barata no sea un tema de interés de las grandes empresas, ya que su
desperdicio no impacta sustancialmente en sus finanzas.
Sin embargo, estas son situaciones que no se podrán modificar tan fácilmente desde el
exterior; la creación de sistemas de regulación ambiental en los procesos
administrativos, impulsado a través de las distintas cámaras de comercio y asociaciones
de industriales podría ser un buen principio.
En la actualidad existen ecotecnias que asemejan a los “edificios verdes” que operan
bajo la Norma LEED, y fomentan el uso de accesorios que maximicen el
aprovechamiento energético y que reduzcan la huella ambiental. Esto un cambio
significativo en el enfoque del desarrollo sustentable, ya que buscan obtener ambientes
que faciliten el reciclaje de agua, el aprovechamiento máximo de energía eléctrica,
incluso la producción de los propios alimentos.
Las acciones inmediatas parten de acciones sencillas y muy cotidianas que sumadas al
consumo del total de la población empresarial representaría un cambio significativo.
Ejemplos:
• Impresión forzosamente necesaria. Reemplazando las autorizaciones físicas por
firmas digitales para intercambio y validación de documentos internos y buscar
proveedores que puedan operar bajo ese sistema
• Facturación electrónica. Aunque esta modalidad solamente traslada el gasto del
recurso a otra entidad, ya que alguien finalmente tendrá que imprimirla para
efectos fiscales.
• Transacciones financieras por medios electrónicos. Reducir los traslados y la
comprobación impresa.
• Expedientes electrónicos. Tanto de empleados como de prospectos de
reclutamiento.
CONCLUSIONES
El fin de la era industrial está más cerca de lo que pensamos, y debemos subirnos al
tren de la Eco-evolución, muchas empresas han empezado a surcar el camino y
debemos capitalizar de forma productiva las oportunidades que aún se presentan a
nuestro alcance.
El cambio más radical está en nuestros patrones mentales, en nuestros actos cotidianos
y en las elecciones subconscientes que hacemos, tanto en nuestros consumos, como
en nuestras actividades cotidianas, si echamos un vistazo a nuestra huella ambiental,
nos sorprenderíamos del daño que le causamos a nuestro medio ambiente y de la
responsabilidad que esto implica.
Axel Gutiérrez
Empresa y su entorno
Administración de Negocios