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UNIVERSIDAD LAICA ELOY ALFARO DE MANABÍ

FACULTAD DE ENFERMERÍA
ENFERMERÍA PEDIATRICA
TRASTORNOS RENALES
LIC. ESTELIA GARCÍA
Grupo # 4
Integrantes:
Farfán López María Fernanda
Guanoluisa Franco Jennifer Katherine
Vélez Rivera Karen Rebeca
Vera Bailón Sunny Elva
Vidal Intriago Yeraldi Tamara
Zamora Vera Ana Melba
Quinto semestre “B”
2016 - 2017

LAS ENFERMEDADES DE LOS RIÑONES EN LOS NIÑOS


Los riñones juegan un rol importante en el cuerpo: Actuando como los filtros del cuerpo, ayudan
a controlar los niveles de agua y a eliminar impurezas a través de la orina. También ayudan a
regular la tensión arterial, la producción de glóbulos rojos, y los niveles de calcio y minerales.

Pero algunas veces los riñones no se desarrollan adecuadamente y como resultado no funcionan
de la forma en que deberían. Generalmente estos problemas son de origen genético y no tienen
nada que ver con lo que los padres hicieron o dejaron de hacer.

Muchos de estos problemas se diagnostican antes de que los bebés


nazcan a través de pruebas prenatales de rutina y son tratados con
medicamentos u operaciones mientras que el niño(a) aún es joven. Otros
problemas pueden surgir posteriormente tales como síntomas de
infecciones urinarias, retrasos en el crecimiento y tensión arterial alta,
etc. En algunos casos, los problemas son más severos y requieren un
tratamiento quirúrgico más extenso.

Cómo funcionan los riñones

Los riñones actúan como el sistema de recolección y procesamiento de


desperdicios del cuerpo humano. A través de unidades microscópicas
denominadas nefrones, los riñones eliminan los productos de
desperdicio y el exceso de agua del alimento de las personas,
devolviendo al torrente sanguíneo del cuerpo las sustancias químicas que necesita (como el sodio,
fósforo y potasio). El exceso de agua se combina con otros desperdicios para transformarse en
orina, la cual fluye a través de conductos delgados denominados uréteres hacia la vejiga, donde
permanece hasta que se elimina del cuerpo a través de la uretra (el conducto que transporta la
orina desde la vejiga hacia el exterior) cuando alguien tiene la necesidad de orinar.

Los riñones también producen tres hormonas importantes:erythropoietin, la cual estimula a la


médula ósea para producir glóbulos rojos; renin, la cual ayuda a regular la tensión arterial; y la
forma activa de la vitamina D, la cual ayuda a controlar el balance de calcio en el cuerpo y a
mantener los huesos sanos

INSUFICIENCIA RENAL AGUDA

Es la pérdida rápida (en menos de 2 días) de la capacidad de sus riñones para eliminar los
residuos y ayudar con el equilibrio de líquidos y electrólitos en el cuerpo.

Causas
Existen numerosas causas posibles de daño a los riñones. Estas causas incluyen:

 Necrosis tubular aguda (NTA)


 Enfermedad renal autoinmunitaria
 Coágulo de sangre por el colesterol (émbolo por colesterol)
 Disminución del flujo sanguíneo debido a presión arterial muy baja, lo cual puede resultar
dequemaduras, deshidratación, hemorragia, lesión, shock séptico, enfermedad grave o cirugía
 Trastornos que causan coagulación dentro de los vasos sanguíneos del riñón
 Infecciones que causan lesión directamente al riñón como pielonefritis aguda, septicemia
 Complicaciones del embarazo, incluso desprendimiento prematuro de placenta o placenta
previa
 Obstrucción de las vías urinarias

Síntomas

Los síntomas de la insuficiencia renal aguda pueden incluir


cualquiera de los siguientes:

 Heces con sangre


 Mal aliento y sabor metálico en la boca
 Tendencia a la formación de hematomas
 Cambios en el estado mental o en el estado de ánimo
 Inapetencia
 Disminución de la sensibilidad, especialmente en las manos
o en los pies
 Fatiga (cansancio)
 Dolor de costado (entre las costillas y las caderas)
 Temblor en la mano
 Hipertensión arterial
 Náuseas o vómitos que pueden durar días
 Hemorragia nasal
 Hipo persistente
 Sangrado prolongado
 Crisis epiléptica
 Dificultad para respirar
 Movimientos letárgicos y lentos
 Hinchazón por retención de líquidos en el cuerpo (puede presentarse en las piernas, los
tobillos y los pies)
 Cambios en la micción como poca o ninguna orina, micción excesiva durante la noche o
suspensión completa de la micción
Exámenes

Un médico o el personal de enfermería lo examinarán. Muchos pacientes con enfermedad renal


presentan hinchazón corporal a causa de la retención de líquidos. El médico puede oír un soplo
cardíaco, crepitaciones en los pulmones u otros sonidos anormales al auscultar el corazón y los
pulmones con un estetoscopio.

Los resultados de los exámenes de laboratorio pueden cambiar repentinamente (en cuestión de
unos pocos días a 2 semanas). Dichos exámenes pueden
incluir:

 BUN
 Depuración de la creatinina
 Creatinina en suero
 Potasio en suero
 Análisis de orina
Una ecografía renal o abdominal es el examen preferido para
diagnosticar una obstrucción en las vías urinarias.
Las radiografías, la tomografía computarizada o la resonancia magnética del abdomen también
pueden indicar si hay una obstrucción.

Los exámenes de sangre pueden ayudar a revelar las causas de fondo de la insuficiencia renal. La
gasometría arterial y el análisis bioquímico de la sangre pueden mostrar acidosis metabólica.

Tratamiento

Una vez que se encuentra la causa, el objetivo del tratamiento es restaurar el funcionamiento de
los riñones y evitar que el líquido y los residuos se acumulen en el cuerpo, mientras estos órganos
sanan. Generalmente es necesario permanecer una noche en el hospital para el tratamiento.

La cantidad de líquido que usted beba se limitará a la cantidad de orina que pueda producir. Le
dirán lo que puede o no comer con el fin de reducir la acumulación de toxinas que los riñones
normalmente eliminarían. Es posible que necesite consumir una dieta rica en carbohidratos y baja
enproteínas, sal y potasio.
Se pueden necesitar antibióticos para tratar o prevenir la infección. Se pueden emplear diuréticos
para ayudar a eliminar el líquido del cuerpo.
Se administrarán medicamentos por vía intravenosa para ayudar a controlar los niveles de potasio
en la sangre.

Es posible que necesite diálisis. Este es un tratamiento que hace lo que normalmente hacen los
riñones: eliminar los desechos dañinos, la sal extra y el agua del cuerpo. La diálisis puede
salvarle la vida si los niveles de potasio están peligrosamente elevados. La diálisis también se
utilizará si:

 Su estado mental cambia


 Si deja de orinar
 Presenta pericarditis
 Retiene demasiado líquido
 No puede eliminar los productos de desecho nitrogenados del cuerpo

La diálisis casi siempre será por corto tiempo. En casos poco comunes, el daño renal es tan
grande que la diálisis se puede necesitar de manera permanente.

Cuidados de enfermería

 Tomaremos la TA, pulso y temperatura.


 Valoración física del paciente: Palidez, edema (periférico, periobital, sacro) y presencia
de fovea, crepitación (estertores).
 Signos de uremia (retención de productos de desecho metabólicos):
 Alteración del estado mental, astenia, vómitos, diarrea, convulsiones, púrpura, piel cetrina
y pálida, etc.
 Tomaremos una muestra de orina lo más precozmente posible que incluya iones, urea,
creatinina, osmolaridad, densidad y sedimento.
 Se realizará sondaje vesical con medición de la diuresis si es necesario, observando las
medidas de asepsia, pues estos pacientes presentan un riesgo elevado de infección
asociado a la uremia. Canalizaremos una vía venosa y obtendremos una muestra
sanguínea: ÿ Bioquímica: Urea, creatinina, glucosa, sodio, potasio, calcio, proteínas
totales, CK y AST.
 Los aportes de líquidos varían dependiendo del grado de hidratación del paciente.
 Es necesario el balance hídrico en estos pacientes y pesar al paciente diariamente para
medir las pérdidas insensibles de líquido.
 Administrar tratamiento farmacológico según la prescripción médica
 Tomar medidas de seguridad para el paciente: barandillas, almohadillado, etc. ÿ Realizar
fisioterapia respiratoria para evitar o facilitar la expulsión de secreciones.
 Realizar cambios posturales cada 3-4 horas
INFECCIÓN URINARIA EN NIÑOS
La infección urinaria es una infección de las vías urinarias. Este artículo aborda las infecciones
urinarias en niños.

La infección puede afectar diversas partes de las vías urinarias,


que incluyen la vejiga (cistitis), los riñones (pielonefritis) y la
uretra, que es el conducto que saca la orina desde la vejiga hacia
fuera.

Causas
Las infecciones urinarias (IU) pueden ocurrir cuando entran
bacterias a la vejiga o a los riñones. Estas bacterias son comunes
en la piel alrededor del ano. También pueden estar presentes cerca
de la vagina.

Normalmente, no hay bacterias en las vías urinarias. Sin embargo, ciertos factores pueden
facilitar la entrada o permanencia de bacterias en dichas vías urinarias. Estas incluyen:

 Un problema en las vías urinarias, llamado reflujo vesicoureteral. Esta afección, que
normalmente está presente al nacer, permite que la orina fluya de vuelta hacia los uréteres
y los riñones.
 Enfermedades del sistema nervioso o del cerebro (como mielomeningocele, lesión de la
médula espinal, hidrocefalia) que dificultan vaciar la vejiga.
 Baños de burbuja o prendas de vestir demasiado ajustadas (niñas).
 Cambios o anomalías congénitas en la estructura de las vías urinarias.
 No orinar con la suficiente frecuencia durante el día.
 Limpiarse de atrás (cerca del ano) hacia adelante después de ir al baño. En las niñas, esto
puede llevar bacterias hasta la abertura por donde sale la orina.
 Las IU son más comunes en las niñas. Pueden ocurrir generalmente alrededor de los 3
años, a medida que los niños empiezan con la educación de los esfínteres. Los niños que
no fueron circuncidados tienen un riesgo ligeramente más alto de infecciones urinarias
antes del primer año de vida.

Síntomas
Los niños pequeños con IU pueden tener fiebre, inapetencia, vómitos o no tener síntomas en
absoluto.

La mayoría de las IU en los niños sólo compromete la vejiga. Si la infección se disemina a los
riñones (denominada pielonefritis), puede ser más seria.
Los síntomas de una infección de la vejiga en niños incluyen:

 Sangre en la orina
 Orina turbia
 Olor de la orina fuerte o maloliente
 Necesidad urgente o frecuente de orinar
 Indisposición general (malestar)
 Dolor o ardor al orinar
 Presión o dolor en la parte inferior de la pelvis o en la región lumbar
 Problemas de enuresis después de que el niño ha sido educado en el control de esfínteres
 Las señales de que la infección puede haberse extendido a los riñones incluyen:
 Escalofrío con temblores
 Fiebre
 Piel ruborizada, caliente o enrojecida
 Náuseas y vómitos
 Dolor de costado o de espalda
 Dolor intenso en la zona abdominal

Pruebas y exámenes
Se necesita una muestra de orina para diagnosticar una IU
en los niños. La muestra se examina con un microscopio y
se envía a un laboratorio para realizar un urocultivo. En
los niños que no tienen control de esfínteres, obtener una
muestra de orina puede ser difícil. El examen no puede hacerse usando un pañal mojado.

Las maneras de recoger una muestra de orina en niños muy pequeños incluyen:

 Bolsa de recolección de orina: Se coloca una bolsa plástica especial sobre el pene del niño
o la vagina de la niña para recoger la orina. Este no es el mejor método debido a que la
muestra puede contaminarse.
 Urocultivo en muestra por sondaje: Una sonda plástica (catéter) puesta dentro de la punta
del pene en los niños o directamente dentro de la uretra en las niñas, recoge la orina
directamente de la vejiga.
 Recolección de orina suprapúbica: Se coloca una aguja a través de la piel de la parte baja
del abdomen y los músculos, hasta llegar a la vejiga, y se utiliza para recoger la orina.

Si esta es la primera IU de su hijo, se pueden llevar a cabo exámenes imagenológicos para


averiguar la causa de la infección o para ver si hay algún daño al riñón. Los exámenes pueden
incluir:

 Ecografía del riñón.


 Radiografía tomada mientras el niño está orinando (cistouretrograma miccional).

Estos estudios se pueden efectuar mientras el niño tiene una infección. La mayoría de las veces se
hacen en un período que va de semanas hasta varios meses después.

Su proveedor de atención médica considerará muchos factores al decidir si se necesita un estudio


especial y cuándo, los cuales incluyen:

La edad del niño y su historial de otras IU (los lactantes y niños pequeños generalmente necesitan
exámenes de control).

La gravedad de la infección y qué tan bien responde al tratamiento.

Otras afecciones o defectos físicos que el niño pueda tener.

Tratamiento
En los niños, las IU deben tratarse rápidamente con antibióticos para proteger los riñones.
Cualquier niño de menos de 6 meses o que tenga otras complicaciones debe ser visto por una
especialista inmediatamente.

En la mayoría de los casos será necesario que los bebés más pequeños permanezcan
hospitalizados y se les administrarán antibióticos a través de una vena. Los bebés mayores y los
niños se tratan con antibióticos por vía oral. Si esto no es posible, podrían necesitar recibir
tratamiento en el hospital.

Su hijo debe tomar mucho líquido cuando le estén tratando una IU.

Algunos niños se pueden tratar con antibióticos por períodos de hasta 6 meses a 2 años. Este
tratamiento es más probable cuando el niño ha tenido infecciones repetitivas o reflujo
vesicoureteral.

Después de terminar los antibióticos, el proveedor de atención de su hijo puede pedirle que
vuelva a llevarlo para hacerle otro examen de orina. Este puede ser necesario para comprobar que
ya no haya bacterias en la vejiga.

Intervenciones de enfermería
 Vigilar la eliminación urinaria, lo que incluye frecuencia, volumen. consistencia, color,
con el fin de identificar posibles alteraciones.
 Administración de medicamentos antibióticos, antipiréticos y analgésicos según lo
prescrito para eliminar los síntomas mostrados por la proliferación microbiana.
 Enseñar a la persona los signos y síntomas de infección de vías urinarias para vigilar la
efectividad de tratamiento y reconocer síntomas de recurrencia de la infección.
 Incentivar a la persona para que aumente la ingesta de líquidos adecuados para prevenir la
infección y deshidratación.
 Explicar a la persona la necesidad de practicar pruebas diagnósticas para el seguimiento
de la infección

PIELONEFRITIS
La pielonefritis aguda se define como la infección de la vía urinaria superior que afecta a la pelvis
y al parénquima renal. Es un síndrome clínico caracterizado por dolor lumbar, fiebre y
escalofríos; sin embargo, sólo en el 60% de los pacientes con esta tríada se comprueba después
que tienen una pielonefritis.

Su importancia se debe a las graves complicaciones que


puede originar, si bien la mayoría de las veces un
diagnóstico temprano y un tratamiento precoz posibilitan
que el paciente evolucione d e forma favorable. La
pielonefritis aguda se divide en complicada o no
complicada, según exista o no un trastorno anatómico o
funcional de la vía urinaria que pueda influir en la respuesta
al tratamiento y en la evolución clínica del paciente. La
presencia de cistitis recurrentes, cálculos (piedras) en el
riñón o alteraciones en la forma normal de losriñones o de
las vías urinarias aumentan el riesgo de desarrollar esta
enfermedad.

La pielonefritis es una de las enfermedades que más frecuentemente afectan al riñón, aunque no
es tan frecuente como las infecciones urinarias bajas. Ocurren unos 4-8 casos por cada 10.000
habitantes. Es más frecuente en mujeres que en hombres, debido a la anatomía del aparato genital
femenino (la uretra es más corta y está más expuesta al exterior, por lo que el acceso a ella es más
fácil), que facilita que las bacterias colonicen la vejiga y lleguen hasta los riñones a través de los
uréteres, produciendo así la pielonefritis. Con la edad, la incidencia de la pielonefritis se
incrementa en los varones, debido al desarrollo y agrandamiento de la próstata.

Causas
El mecanismo más frecuente por el que se produce la pielonefritis aguda es el ascenso
de microorganismos procedentes de la flora fecal a través de los uréteres, que son los conductos
que comunican los riñones con la vejiga. Con menor frecuencia, se produce por propagación
hematógena, es decir, a través de la sangre. Entre los gérmenes que tienden a invadir la vía
urinaria por este método destacan Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Salmonella
spp y Mycobacterium tuberculosis.
Los microorganismos que con mayor frecuencia producen pielonefritis son las enterobacterias
comoEscherichia coli, Klebsiella spp y Proteus spp, siendo E. Coli la causa más frecuente de
pielonefritis en pacientes sin enfermedades urológicas conocidas (produce más del 80% de los
casos).

Por otro lado, en pacientes con factores de riesgo (manipulación reciente de la vía urinaria,
portadores de sondas vesicales, que han recibido tratamiento con antibióticos recientemente, o
que han adquirido la infección en el hospital) son más frecuentes los gérmenes resistentes a los
antibióticos convencionales.

Síntomas
Los síntomas más frecuentes que aparecen en los pacientes con pielonefritis son los siguientes:

 Fiebre (temperatura corporal mayor de 38.5ºC) y


escalofríos.
 Dolor en la región lumbar, aunque en ocasiones puede
irradiarse hacia otras zonas del abdomen. Si el dolor es
de tipo cólico (espasmódico, intenso, que empieza y
acaba repentinamente) y se irradia hacia la ingle sugiere
la presencia de litiasis renal (presencia de piedras o
cálculos en el riñón).
 Náuseas y vómitos.
 Disminución del apetito.
 Dolor de cabeza.

Hasta un 30% de los pacientes presenta síntomas de infección de


las vías urinarias bajas, que pueden preceder en 1 o 2 días a los
síntomas propios de la pielonefritis. Estos síntomas son:

 Aumento de la frecuencia de las micciones, pero de escasa cantidad (polaquiuria).


 Escozor o dolor al orinar (disuria).
 Sensación de no haber orinado totalmente (tenesmo vesical).
 Sensación de no poder contener la orina y tener la necesidad de orinar de forma urgente
por riesgo de incontinencia urinaria (urgencia miccional).
 Dolor abdominal en la parte baja del abdomen.
 La persistencia de fiebre a las 72 horas de haber iniciado el tratamiento, o el
empeoramiento de los síntomas en cualquier momento de la evolución, pueden deberse a
infección por un microorganismo resistente al tratamiento suministrado, o a la presencia
de complicaciones como absceso renal o sepsis
Examenes y pruebas
Ante la sospecha de pielonefritis deben realizarse las siguientes pruebas complementarias:

 Analítica de sangre: debe incluir un hemograma (prueba analítica que ofrece información
acerca de los diferentes tipos de células presentes en la sangre, fundamentalmente
glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas) y una bioquímica que permita comprobar el
funcionamiento del riñón.
En el hemograma suele existir un aumento del número de glóbulos blancos, aunque en
casos evolucionados el numero de estos puede ser normal o incluso bajo. Este dato
(presencia de pocos glóbulos blancos) se considera de mal pronóstico, ya que aumenta la
posibilidad de que se desarrolle unasepsis de origen renal. En la bioquímica son datos de
mal pronóstico la elevación de parámetros como la creatinina o la urea, que
indican insuficiencia renal (la medición en sangre de estas sustancias se utiliza para
monitorizar la correcta función de los riñones).
 Análisis de orina: la presencia de piuria (pus en la orina) es un hallazgo casi constante,
aunque puede no estar presente en algunos casos. Por otro lado, la presencia de nitritos en
orina es también bastante frecuente, aunque algunos gérmenes causantes de pielonefritis
no producen nitritos (los nitratos son unas sustancias presentes en la orina que son
convertidos a nitritos por la acción de bacterias, lo que sugiere la existencia de infección
urinaria).
 Cultivo de orina o urocultivo: es la prueba fundamental para establecer qué
microorganismo es el causante de la pielonefritis. Debe recogerse de la mitad del chorro,
desechando la primera parte de la micción, y habiéndose lavado previamente la región
genital. La muestra debe recogerse antes de iniciar tratamiento con antibióticos.
 Hemocultivo o cultivo de una muestra de sangre: se debe obtener si el paciente presenta
fiebre. Sólo es positivo en el 20-30% de los pacientes, siendo más frecuente en ancianos,
diabéticos, enfermos con insuficiencia renal, o si existe obstrucción del flujo urinario.
 Pruebas de imagen: las pruebas de imagen no son necesarias en las pielonefritis agudas no
complicadas. La radiografía simple de abdomen está indicada si se sospecha la existencia
de urolitiasis por los síntomas que describe el paciente, por sus antecedentes, o si el
paciente es diabético y sufre una pielonefritis grave. La ecografía abdominal está indicada
sólo en pacientes con afectación importante del estado general, signos de sepsis, o
factores de riesgo por anomalías en la vía urinaria, para descartar la existencia de
obstrucción. Igualmente, la persistencia de fiebre después de 48-72 horas a pesar de un
tratamiento antibiótico correcto, es indicación de realizar una ecografía abdominal para
descartar la existencia de un absceso renal.
Tratamiento
Dado que es una enfermedad de causa infecciosa, el tratamiento fundamental de la pielonefritis
aguda se basa en la administración de antibióticos, bien por vía oral o bien por vía intravenosa,
dependiendo de cada caso. La duración del tratamiento debe ser de 14 días en las pielonefritis no
complicadas, y de 14-21 días en las complicadas.

La mayoría de las veces el tratamiento de la pielonefritis aguda es empírico; es decir, se inicia el


tratamiento con antibiótico a ciegas, sin conocer realmente qué germen es el causante de la
infección. Los antibióticos empleados de forma empírica deben tener las siguientes
características: ser activos frente a más del 95% de las cepas de Escherichia coli, alcanzar
concentraciones elevadas y mantenidas en la vía urinaria y en la sangre, y respetar la flora vaginal
y rectal (si no lo hacen, aumenta el riesgo de que haya recurrencias).

El tratamiento de la pielonefritis puede hacerse ambulatoriamente algunas veces; es decir, el


paciente puede tratarse en su domicilio, mientras que en otras es necesario ingresar en el hospital.
Son criterios de ingreso la existencia de sepsis, las complicaciones locales (dolor intenso, emisión
de sangre abundante en la orina,insuficiencia renal aguda…), que el paciente presente
enfermedades importantes que puedan influir en la respuesta al tratamiento (diabetes, cirrosis,
tumores, trasplantes, problemas asociados al envejecimiento…), que no pueda cumplir el
tratamiento por vía oral, o que haya una mala evolución después de 6-12 horas de observación
una vez se haya iniciado el tratamiento con antibiótico.

Los antibióticos a elegir dependen de cada caso concreto. Por ejemplo, en aquellos pacientes con
riesgo de desarrollar pielonefritis por gérmenes resistentes se utilizan antibióticos más potentes
que en pacientes que no los tienen. Además, en cada zona del mundo, la resistencia de los
gérmenes a los antibióticos es diferente.

Cuidados de enfermeria
Aparte del tratamiento con antibiótico es importante instaurar medidas generales, como por
ejemplo:

 Reposo en cama, si hay afectación del estado general.


 Abundante ingesta de líquidos (unos tres litros al día), para aumentar la cantidad de orina.
En caso de existencia de obstrucción de la vía urinaria la hidratación del paciente tiene
que ser realizada con mucha precaución, porque si no pueden aparecer complicaciones.
 Administración de fármacos para bajar la fiebre y para calmar el dolor.
 Si existen otros síntomas asociados (vómitos, etcétera) se tratarán estos con los fármacos
adecuados para ello.
 pielonefritis
 Tomar constantes vitales.
 Diuresis.
 Aumentar la ingesta de agua para favorecer la eliminación de gérmenes.
 Valorar el aspecto de la orina.
 Recoger la muestra para hacer un uricultivo de forma aséptica y correcta

GLOMERULONEFRITIS
Los riñones son órganos que tienen el tamaño de un puño, la forma de un frijol rojo y se
encuentran en la espalda de una persona. Son los responsables de filtrar la sangre y eliminar
residuos del cuerpo. Esto es posible gracias a las unidades de filtrado que existen dentro de los
riñones y a la ayuda de los vasos sanguíneos denominados "glomérulos". Cuando los glomérulos
se inflaman, se produce una glomerulonefritis.

La glomerulonefritis impide el funcionamiento normal de


los riñones, lo cual suele provocar una inflamación (edema)
en todo el cuerpo, y otros síntomas. La glomerulonefritis
puede ser aguda (aparece repentinamente) o crónica (se
desarrolla a lo largo de muchos años). Por lo general, la
gente no sabe que tiene glomerulonefritis hasta que lo
detecta un análisis de orina de rutina.

En muchos casos la glomerulonefritis se cura sola. Cuando


no se cura sola, habrá que hacer un tratamiento, que por lo
general es efectivo. Cuando la glomerulonefritis no se trata,
puede provocar una insuficiencia renal o una enfermedad
renal crónica, si bien esto no es muy común.

El funcionamiento de los riñones


Los riñones funcionan como un sistema de recogida y eliminación de residuos. El cuerpo no
utiliza todo lo que comemos y bebemos, y esto crea residuos. Algunos de estos residuos terminan
en la sangre, junto con otros desperdicios de reacciones químicas en el cuerpo. Los riñones filtran
la sangre y eliminan el exceso de líquidos y residuos a través de la orina (pis).

El filtrado de la sangre ocurre en estructuras pequeñísimas denominadas "nefronas". Cada riñón


cuenta con aproximadamente un millón de nefronas, y cada nefrona contiene un glomérulo (una
pelota de vasos sanguíneos o capilares microscópicos). El glomérulo es el filtro de las nefronas,
lugar donde se inicia el proceso de eliminación de residuos y líquidos de la sangre.

Si los glomérulos de una persona no realizan su función de una manera adecuada, pueden causar
un número de problemas en los riñones y afectar la salud en general.
Causas
Las siguientes son algunas de las causas de una glomerulonefritis aguda:

 Afecciones que afectan el sistema inmunológico (como el


lupus o el VIH).
 Las afecciones que afectan los vasos sanguíneos (como la
vasculitis o la púrpura de Schönlein-Henoch).
 Las infecciones con el estreptococos del grupo A (la
bacteria que causa amigdalitis estreptocócica).
 Los médicos por lo general saben cuál es la causa de la
glomerulonefritis aguda, pero es posible que sea difícil
identificar la causa de la glomerulonefritis crónica. A
veces, los médicos no saben por qué las personas
desarrollan esta afección. En ciertos casos excepcionales,
los niños pueden heredar la glomerulonefritis de sus padres; esto se denomina síndrome
de Alport.

Síntomas
En el caso de la glomerulonefritis aguda, los síntomas aparecen repentinamente, posiblemente
después de una infección cutánea o un caso de amigdalitis estreptocócica. La glomerulonefritis
crónica puede tomar muchos años desarrollarse y se la detecta mediante un análisis de orina.

Las primeras señales de la glomerulonefritis son las siguientes:

 Sangre en la orina (hematuria, que provoca orina de color rojo o marrón).


 Proteína en la orina, que puede hacer que la orina tenga un aspecto "espumoso" en el
inodoro.
 Hinchazón, especialmente por la mañana, en la cara, los ojos, los tobillos, las piernas y el
abdomen.
 Presión arterial elevada (hipertensión).

Si la afección no se detecta y trata temprano, es posible que se produzca un daño en el riñón.


Algunos de los síntomas de una insuficiencia renal o lesiones renales son los siguientes:

 Orinar con frecuencia


 Menos cantidad de orina
 Falta de apetito
 Náuseas y vómitos
 Pérdida de peso
 Calambres durante la noche
 Cansancio
 Pálidez
 Hipertensión
 Dolor de cabeza
 Retención de líquido en el tejido

Existen otras afecciones que presentan estos síntomas, de manera que tener estos síntomas no
significa que exista una insuficiencia renal. Pero si su hijo tiene alguno de estos síntomas, es
importante que vea a un médico de inmediato para determinar la causa.

Diagnóstico
En el consultorio del médico, explique los síntomas de su hijo. El médico examinará al niño y es
posible que extraiga muestras de sangre y de orina para que sean
analizadas. También es posible que el médico solicite una
ecografía del riñón para poder observar los riñones. Las
ecografías son imágenes de los órganos y otras partes del cuerpo
que se crean a partir de ondas sonoras.

En algunos casos, tal vez sea necesaria una biopsia. En este


procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido del
riñón que se envía al laboratorio para ser analizado y determinar
la causa de la glomerulonefritis, y ver si existe daño en los
riñones.

Tratamiento
Si bien ciertos casos de glomerulonefritis aguda se resuelven solos, otros requieren tratamiento.
Cuando antes comience el tratamiento, menor será el daño a los riñones.

El tratamiento para la glomerulonefritis varía según la edad del niño, su estado de salud general,
cómo estén funcionando los riñones y la causa de la inflamación.

El tratamiento puede incluir lo siguiente:

 Restricción de líquidos (límites en la cantidad de líquidos que el niño puede tomar


diariamente).
 Una dieta baja en proteínas, sal y potasio.
 Diuréticos (medicinas que aumentan la producción de orina).
 Medicinas para reducir la presión sanguínea
 Antibióticos (cuando la glomerulonefritis haya sido causada por una infección bacteriana)
 Esteroides y otras drogas inmunodepresoras (cuando la glomerulonefritis haya sido
causada por un problema del sistema inmunológico) en casos graves, diálisis de riñón.
La glomerulonefritis crónica es una afección que puede no responder al tratamiento, o seguir
apareciendo durante meses o años. En estos casos, los médicos recomendarán hacer un cambio en
el estilo de vida para evitar dañar aún más los riñones y frenar el progreso de la enfermedad.

Los cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a los niños con glomerulonefritis crónica son
los siguientes:

 Ingerir una dieta saludable limitando la cantidad de proteína, potasio y sal.


 Hacer ejercicio físico (por lo menos una hora diaria para los niños mayores de 2 años)
 Reducir la cantidad de líquido que se bebe
 Tomar suplementos de calcio

Acciones de enfermería
1. Brindar apoyo psicológico al niño y familiares para que se sientan seguros y disminuya su
temor
2. Observar que el niño repose durante la fase aguda de la enfermedad
3. Observar el cumplimiento de una dieta hiposódica e hipoproteica, no jugos de frutas
4. Pesar al paciente diariamente para valorar la evolución del mismo
5. Medir signos vitales haciendo énfasis en temperatura y tensión arterial
6. Observar signos de deshidratación por el uso de los diuréticos
7. Observar color, frecuencia y cantidad de la orina del paciente
8. Observar síntomas de encefalopatías hipertensiva como convulsiones
9. Cumplir medidas antitérmicas si fiebre más 38 °C

SÍNDROME NEFRÓTICO
Es un grupo de síntomas que incluyen proteína en la orina, bajos niveles de proteína en la sangre,
niveles altos de colesterol y de triglicéridos e hinchazón.
Causas

El síndrome nefrótico es causado por diversos trastornos que dañan los riñones. Este daño
ocasiona la liberación de demasiada proteína en la orina.

La causa más común en los niños es la enfermedad de cambios


mínimos. La glomerulonefritis membranosa es la causa más
común en adultos. En ambas enfermedades, los glomérulos de
los riñones resultan dañados. Los glomérulos son las
estructuras que ayudan a filtrar los desechos y los líquidos.
Esta afección también puede ocurrir como resultado de:

 Cáncer
 Enfermedades como la diabetes, lupus eritematoso sistémico,mieloma múltiple y amiloidosis
 Trastornos genéticos
 Trastornos inmunitarios
 Infecciones (como amigdalitis estreptocócica, hepatitis o mononucleosis)
 Uso de ciertas drogas

También puede ocurrir con trastornos renales, como:

 Glomeruloesclerosis segmentaria y focal


 Glomerulonefritis
 Glomerulonefritis mesangiocapilar

El síndrome nefrótico puede afectar a todos los grupos de edades. En los niños, es más común
entre los 2 y los 6 años de edad. Este trastorno se presenta con una frecuencia ligeramente mayor
en los hombres que en las mujeres.

Síntomas
 La hinchazón (edema) es el síntoma más común. Puede ocurrir:
 En la cara y alrededor de los ojos (hinchazón facial)
 En los brazos y las piernas, especialmente en los pies y los tobillos
 En la zona abdominal (abdomen inflamado)
 Llagas o erupción cutánea
 Apariencia espumosa en la orina
 Inapetencia
 Aumento de peso (involuntario) por retención de líquidos
 Convulsiones

Pruebas y exámenes

El médico llevará a cabo un examen físico. Asimismo, se harán pruebas de laboratorio para ver
qué tan bien están funcionado los riñones. Entre ellas están:

 Examen de albúmina en la sangre


 Exámenes de química sanguínea tales como grupo de pruebas metabólicas básicas y el grupo
de pruebas metabólicas completas
 Nitrógeno ureico en sangre (BUN)
 Examen de creatinina en la sangre
 Depuración de creatinina, examen de orina
 Análisis de orina
Con frecuencia, también hay presencia de grasas en la orina. Los niveles de colesterol y
triglicéridos en la sangre se pueden incrementar.

Se puede necesitar una biopsia del riñón para


encontrar la causa del trastorno.
Los exámenes para descartar diversas causas
pueden abarcar los siguientes:

 Anticuerpo antinuclear
 Crioglobulinas
 Niveles del complemento
 Examen de tolerancia a la glucosa
 Anticuerpos para hepatitis B y C
 Prueba de VIH
 Factor reumatoideo
 Electroforesis de proteínas séricas (EPS)
 Serología para sífilis
 Electroforesis de proteínas urinarias (EPU)
 Esta enfermedad también puede alterar los resultados de los siguientes exámenes:
 Nivel de vitamina D
 Hierro sérico
 Cilindros urinarios
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, prevenir las complicaciones y retrasar
el daño renal. Para controlar el síndrome nefrótico se debe tratar el trastorno que lo está
causando. El tratamiento se puede requerir de por vida.
Los tratamientos pueden incluir cualquiera de los siguientes:

 Mantener la presión arterial en o por debajo de 130/80 mm Hg para demorar el daño renal.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los
receptores de angiotensina (BRA) son los medicamentos que se emplean con mayor
frecuencia. Los inhibidores ECA y los BRA también pueden ayudar a disminuir la cantidad
de pérdida de proteína en la orina.
 Corticosteroides y otros fármacos que inhiban o calmen el sistema inmunitario.
 Tratar los niveles altos de colesterol para reducir el riesgo de problemas vasculares y
cardíacos. Una dieta baja en grasas y en colesterol por lo general no es suficiente para las
personas con síndrome nefrótico. Es posible que necesiten medicamentos para reducir el
colesterol y los triglicéridos (por lo regular las estatinas).
 Una dieta baja en sal puede ayudar con la hinchazón en las manos y las piernas. Los
diuréticos también pueden aliviar este problema.
 Las dietas bajas en proteínas pueden servir. Su proveedor de atención médica puede
recomendar una dieta moderada en proteínas (1 gramo [gm] de proteína diario por kilogramo
[kg] de peso corporal).
 Tomar suplementos de vitamina D si el síndrome nefrótico es crónico y no responde a la
terapia.
 Tomar anticoagulantes para tratar o prevenir la formación de coágulos

Intervenciones de enfermeria
 Seguimiento regular de funciones vitales, incluída la Presión Arterial ya que una HTA
puede provocar un ACV.
 Control de peso diario.
 Control del equilibrio hídrico estricto.
 Favorecer el reposo.
 Proporcionar nutrientes y estimular el apetito.
 Verificar dieta adecuada, baja en proteínas.
 Prevenir y observar la aparición de complicaciones

INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

La insuficiencia renal crónica, a diferencia de la aguda, es cuando ésta se presenta por más de 3
meses en los niños y es muy peligrosa ya que si descuidan su salud pueden llegar a presentar
obesidad y otras enfermedades.

Causas

 Displasia renal (formación de quistes o sacos


rellenos de líquido en uno o ambos riñones)
 Enfermedad glomerular (enfermedad que
dañe el funcionamiento de los riñones)
 Reflujo nefropático
 Desórdenes tubulares
 Síndrome nefrótico
 Enfermedades metabólicas
 Tumores malignos
La enfermedad renal crónica en niños no se relaciona con la diabetes.

Síntomas

Los niños con esta enfermedad pueden presentar una


pérdida de líquidos y electrolitos, edema (inflamación
o hinchazón en el cuerpo), aumento de la presión
arterial, talla baja, porque pueden presentar
complicaciones en los huesos y esto, a su vez,
problemas en el crecimiento del niño. Cuando les
realizan diálisis peritoneal a los niños, es decir, una
filtración de la sangre por la cavidad peritoneal que se
encuentra en el abdomen, los niños presentan una
mayor posibilidad de desnutrición.

Pruebas y exámenes
La mayoría de las personas presentará hipertensión arterial durante todas las etapas de la ERC. Al
hacer un examen, su proveedor de atención médica también podría oír ruidos cardíacos o
pulmonares anormales en su pecho. En un examen del sistema nervioso, usted podría mostrar
signos de daño a nervios.

Un análisis de orina puede revelar proteína u otros cambios. Estos cambios pueden surgir de 6 a
10 meses antes de que aparezcan los síntomas.
Los exámenes para verificar qué tan bien están funcionando los riñones incluyen:

 Depuración de creatinina
 Niveles de creatinina
 Nitrógeno uréico en la sangre (BUN, por sus siglas en inglés)
 La ERC cambia los resultados de muchos otros exámenes. Usted deberá realizarse los
siguientes estudios incluso cada 2 a 3 meses cuando la enfermedad renal empeore:

Otros exámenes que pueden llevarse a cabo para buscar la causa o el tipo de enfermedad renal
incluyen:

 Tomografía computarizada del abdomen


 Resonancia magnética del abdomen
 Ecografía abdominal
 Biopsia de riñón
 Gammagrafía de riñón
 Ecografía de riñón

Tratamiento
 El control de la presión arterial retrasará un mayor daño al riñón.
 Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los bloqueadores
de los receptores de angiotensina (BRA) se emplean con mayor frecuencia.
 El objetivo es mantener la presión arterial en o por debajo de 130/80 mm Hg.
 Hacer cambios al estilo de vida como los siguientes puede ayudar a proteger los
riñones y prevenir cardiopatía y ataque cerebral (accidente cerebrovascular):
 NO fume.
 Consuma comidas con un contenido bajo de grasa y colesterol.
 Haga ejercicio regularmente (hable con su médico o enfermera antes de empezar).
 Tome medicamentos para bajar el colesterol, si es necesario.
 Mantenga controlado el nivel de azúcar en la sangre.
 Evite ingerir demasiada sal o potasio.
 Siempre hable con el especialista en riñones antes de tomar cualquier medicamento de
venta libre. Esto incluye vitaminas, hierbas y suplementos. Asegúrese de que todos los
proveedores de atención que usted visita sepan que padece ERC.

Otros tratamientos pueden incluir:

 Medicamentos llamados fijadores de fosfato para ayudar a evitar los niveles altos de
fósforo.
 Hierro extra en la alimentación, comprimidos de hierro, hierro a través de una vena
(hierro intravenoso) inyecciones especiales de un medicamento llamado eritropoyetina
y transfusiones de sangre para tratar la anemia.
 Calcio y vitamina D extra (siempre hable con el proveedor de atención antes de
tomarlos).
 Su proveedor de atención puede solicitarle que siga una dieta para la ERC especial.
 Limitar los líquidos
 Comer menos proteína
 Restringir la sal, el potasio, el fósforo y otros electrólitos
 Obtener suficientes calorías para prevenir la pérdida de peso

Todas las personas con ERC deben mantener al día las siguientes vacunas:
 Vacuna contra la hepatitis A
 Vacuna contra la hepatitis B
 Vacuna antigripal
 Vacuna contra la neumonía (PPV, por sus siglas en inglés)
Cuidados de enfermería

 Valoración de hábitos higiénicos personales, vivienda, vestido.


 Valoración de su situación inmunológica en relación a: vacunación antineumocócica,
antigripal y antitetánica.
 Valoración del estado de salud: • Alergias. • Antecedentes de enfermedad: Diabetes
Mellitus, HTA, dislipemia, enfermedad cardiovascular.
 Vigilancia de factores de progresión. • Medicación prescrita: Polimedicación.
 Valoración de la adherencia mediante test Morisky‐Green. Revisión de medicación y uso
de fármacos nefrotóxicos: diuréticos ahorradores de potasio, IECAS, ARA II y AINES.

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