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Derecho Mercantil.

Tema 6

Los Comerciantes

Definición legal de los comerciantes:

El Código de Comercio define la figura del comerciante en el artículo 10, según el cual son comerciantes los
que teniendo capacidad para contratar hacen del comercio su profesión habitual, y las sociedades
mercantiles.

Señala Goldschmidt (2009) en su Curso de Derecho Mercantil, que dentro de un régimen con base objetiva el
concepto primario no es el del comerciante sino el del acto de comercio y que el comerciante es la persona
que realiza profesionalmente actos de comercio.

Esta es, según el autor citado, por lo menos, la regla para el comerciante individual. En lo que se refiere a las
sociedades mercantiles, desde la reforma de 1955, hay ciertos tipos sociales cuya comercialidad depende de
su forma y no del objeto de sus actividades: artículo 200, primera parte; así, al menos en principio, las
sociedades anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada, y lo mismo puede decirse, por aplicación
analógica de la disposición citada, para la sociedad en comandita por acciones.

La definición correcta del comerciante, para Goldschmidt es la siguiente: son comerciantes quienes ejercen
profesionalmente en nombre propio y con fines de lucro actos de comercio.

El comerciante individual y las sociedades mercantiles

El artículo 10 del código de Comercio, se refiere no sólo a los comerciantes individuales sino también a las
sociedades mercantiles. Éstas, por lo menos las regularmente constituidas, son comerciantes desde el
momento en que se constituyen, o sea, respecto de ellas no se requiere a tal efecto la realización profesional
de actos de comercio.

La diferencia entre uno y otro radica en que los criterios conforme a los cuales se califica de comerciante a un
sujeto individual no son los mismos criterios para calificar de comerciante a una sociedad.

Para el caso del comerciante individual, deben considerarse supuestos de: Capacidad, habitualidad,
profesionalidad, de realización de actos objetivos de comercio, de titularidad de las relaciones jurídicas en las
cuales se producen estos actos de comercio como profesión habitual y según algunos autores, es también
requisito, que quien realice la actividad lo haga con la finalidad de obtener un beneficio económico o
patrimonial.

Para las sociedades, los criterios para que puedan ser calificadas como comerciantes están orientados con
los aspectos siguientes:

1. El objeto social, es decir, la actividad que aparece como objetivo común a realizar por los asociados en
vista de los cuales se ha creado la sociedad, cuando el objeto es realizar uno o más actos de comercio, la
sociedad es mercantil; puede darse el caso incluso de que en la práctica no realice ninguno, lo cual no puede
ocurrir con el comerciante individual.

2. La forma de organización que adopte, es decir, el tipo societario que se tome. Cuando el tipo es de
Sociedad Anónima o de Responsabilidad Limitada, esa sociedad es sujeto de comercio, salvo que tenga por
objeto una actividad agrícola o pecuaria o que exista alguna disposición de leyes especiales en virtud de las
cuales, aún adoptando una de las formas (C.A o S.R.L), dicha disposición especial declara que el sujeto no es
comerciante, ejemplo: Ley de Minas, donde se encuentran disposiciones que declara civil la actividad de
explotación de la riqueza minera, y en consecuencia, aun cuando la sociedad minera sea anónima, no es
comerciante.

Requisitos del comerciante individual, capacidad, limitaciones de la capacidad. El ejercicio del


comercio como profesión habitual. El ejercicio en nombre propio

Indica Goldschmidt (ob. Cit.), que la definición del artículo 10 de la Ley Mercantil, es muy defectuosa y ha sido
criticada desde distintos puntos de vista. En primer lugar, no es correcto decir que el comerciante debe tener
capacidad para contratar, por cuanto del artículo 13 del mismo cuerpo normativo, resulta que son
comerciantes los menores en cuyo nombre su representante legal ejerce el comercio. Del artículo 11 ejusdem,
se desprende que es comerciante el menor emancipado autorizado para el ejercicio del comercio, el cual, sin
embargo, no tiene capacidad general para contratar. Por otra parte, una persona puede tener capacidad
general para contratar pero quedar excluida del ejercicio del comercio; este es el caso del fallido no
rehabilitado a que se refiere el artículo 941.

Por otra parte, se debe apuntar que la definición del artículo 10 en comento, no contiene dos elementos, los
cuales, sin embargo, según la doctrina, son esenciales.

En primer término, el comerciante debe obrar en nombre propio. Por esto, no son comerciantes los factores
que ejercen el comercio en nombre del principal o los administradores de las sociedades mercantiles que
realizan actos de comercio en nombre de la sociedad.

Un caso muy discutido es el de los socios de la sociedad en nombre colectivo, o sea, de la sociedad en la cual
existe la responsabilidad ilimi-tada y solidaria, aunque subsidiaria, de todos los socios por las obliga-ciones
sociales. La sociedad ejerce el comercio en nombre propio, por lo cual ella es comerciante y como tal está
sometida al régimen de la quiebra. No obstante, aunque el Código no lo indica expresamente, resulta de una
serie de disposiciones: artículos 954, 1.026, 1.063, aparte único, que la quiebra de la sociedad se extiende a
los socios. Dado que, en principio, el régimen de la quiebra sólo se aplica a los comerciantes, se ha sostenido
en razón de dicha extensión que también los socios deben considerarse como comerciantes. Sin embargo,
este argumento no convence. El legislador ha podido introducir muy bien una excepción al principio de que la
quiebra sólo se aplica a los comerciantes y ha podido someter el procedimiento de la quiebra a personas
íntimamente vinculadas con el comerciante quebrado; es esto lo que ocurre respecto de la sociedad en
nombre colectivo y sus socios. Puede agregarse que en el extranjero, verbigracia en Francia, se hacen, a
veces responsables, en ciertas circunstancias, a alguno o algunos de los administradores de la sociedad
anónima quebrada, del pasivo social y se le somete, incluso a su presidente, considerado a tal efecto como
comerciante, a las san-ciones establecidas para los deudores quebrados.

En segundo término, el comerciante debe realizar sus actividades con fines de lucro. No es necesario que
cada acto de comercio se haga con tales fines, pero la actividad profesional debe perseguir tal finalidad.
Verbigracia, puede ser que un comerciante compre bienes muebles con el ánimo de re-venderlos sin la
intención de hacer en el caso concreto una ganancia, así, cuando todavía no tiene una clientela por lo cual
ofrece sus mercan cías a precios más bajos que sus competidores con la esperanza de poder aumentar
dichos precios en el futuro.

Finalmente, el ejercicio de los actos de comercio debe ser la base de la pro-fesión de la persona que los
realiza. No es suficiente la realización aunque continuada de actos de comercio si el ejercicio de dichos actos
no cons-tituye la base de la profesión; verbigracia, no es comerciante el agricultor aunque emita
continuamente letras de cambio.

Arguye Goldschmidt (ob. cit.) que el Código habla de profesión habitual, pero puede dudarse de si la palabra
habitual era necesaria, ya que parece incluida en el requisito de la profesionalidad.
Los menores en el ejercicio del comercio, los entredichos e inhábiles

El Código de Comercio, se ocupa del menor comerciante desde distintos puntos de vista. El artículo 11 de
dicho Código se refiere al menor emancipado autorizado para el ejercicio del comercio. A tal fin el menor
emancipado, acerca del cual debe concatenarse con los artículos 382 y siguientes, en particular el artículo
388, Código Civil, necesita una autorización de su curador y cuando éste no fuere el padre o la madre,
también la aprobación del Juez de Primera Instancia en lo Civil de su domicilio.

La autorización puede ser general o limitada a determinada rama del comercio. El Juez no acordará la
aprobación sino después de tomar por escrito y bajo juramento los infor-mes que creyere necesarios sobre la
buena conducta y discreción del menor. La autorización del curador y en su caso el auto de aprobación deben
registrarse, en primer término enla Oficina Subalternadel Registro Público del domicilio del menor y luego en
el Registro de Comercio donde quedarán fijados por seis meses: artículo 11, último aparte, artículo 19, Nº 1.
De conformidad con el artículo 12, los menores autorizados para comerciar se reputan mayores en el uso que
hagan de esta auto-rización y pueden comparecer en juicio por sí y enajenar sus bienes inmuebles, siempre
que tales actos de enajenación se vinculen al ejercicio del comercio.

El menor, aunque tenga autorización general para comerciar, la necesita especial para asociarse en nombre
colectivo: artículo 229. Res-pecto de esta autorización se aplicará el artículo 11.

Explica Goldschmidt, que se ha discutido, pero aceptado en general, la posibilidad de una sociedad en
nombre colectivo entre el padre y el hijo menor autorizado a tal efecto. Por otra parte, el artículo 67 del Código
de Comercio establece que no se podrá conceder habilitación de edad para ser corredor; se cree que esa
norma constituye otra limitación a la autorización para comerciar.

La autorización dada al menor para comerciar puede ser revocada: artículo 14. La revocación presupone la
aprobación del Juez de Primera Instancia en lo Civil del domicilio del menor, el cual debe ser oído
previamente. La revocación se hará por documento público que también será registrado y fijado: artículo 19,
Nº 3º. La revocación no perjudica los derechos adquiridos por terceros.

Según el artículo 15, las personas inhábil para comerciar siempre que su incapacidad no fuere notoria, o si la
ocultaren con actos de fal-sedad, quedan obligadas por sus actos mercantiles, a menos que se probare mala
fe en el otro comerciante. Este artículo, aplicable antes de la reforma de 1955 también a la mujer casada, no
coincide con el artículo 1.348, Código Civil, según el cual la obligación no puede atacarse por el menor que,
por maquinaciones o medios dolosos, ha ocultado su mino-ridad. La diferencia consiste en que, según el
artículo 15, Código de Comercio, la responsabilidad ya existe si la incapacidad no fuere notoria, salvo que se
probare mala fe, o sea, conocimiento de la misma en el otro contratante. En el Anteproyecto de reforma no
figura el artículo 15, por lo cual sería siempre aplicable el artículo 1.348, Código Civil.

Ciertas dificultades de interpretación, ha originado el artículo 13, que concierne al ejercicio del comercio en
interés del menor por parte del padre o de la madre que ejerza la patria potestad o por parte del tutor respecto
del cual el artículo de referencia remite al artículo 369, Código Civil.

Un caso típico que apunta Goldschmidt, es el siguiente: Un tío deja en su testamento a un menor de 7 años su
fondo de comercio. En este caso el padre o la madre que ejerza la patria potestad, necesita, para continuar en
el ejercicio del comercio en interés del menor, una autorización previa del Tribunal de Primera Instancia en lo
Civil. Otorgada la autorización, el representante legal ejerce el comercio en nombre del menor, de lo cual
resulta que el comerciante es el menor y no el representante legal.

Ahora bien, el Código de Comercio y el Código Penal: artículos 916 y siguientes, Código de Comercio y 342,
Código Penal, castigan al comerciante quebrado en los casos de quiebra culpable o fraudulenta. Estas penas
no pueden aplicarse al menor quebrado que no ha ejercido personalmente el co-mercio y, por lo tanto, no ha
realizado los hechos en que se funda la calificación de la quiebra como culpable o fraudulenta. La cuestión es
de si se pueden aplicar las sanciones penales al representante legal. A pesar de que se ha sostenido, a
veces, la solución afirmativa, el problema debe ser resuelto en sentido negativo, ya que la aplicación de las
normas penales, dictadas en relación al comerciante quebrado, a un representante legal del mismo
constituiría la aplicación analógica de una norma penal, lo cual no es admitido por los principios generales del
derecho penal (artículo 1, Código Penal). En los casos en que el legislador ha querido castigar al
representante de un comerciante quebrado, así, a los admi-nistradores de una sociedad por acciones, lo ha
enunciado expresamente: ver artículo 920. Código de Comercio. El Anteproyecto de reforma es-tablece la
responsabilidad penal del representante legal en aquella hipó-tesis, artículo 8, última disposición.

Aclaratoria

Es importante destacar que la Reforma del Código Civil venezolano, promulgado en 1982, ha sus-citado
pronunciamientos divergentes en la doctrina, en razón de que los cambios efectuados repercuten en el
articulado del Código de Comercio. Así, la emancipación voluntaria quedó eliminada por declararse la
mayoridad a los dieciocho años (art.18 C.C.), subsistiendo únicamente la emancipación legal, esto es, la que
adquiere el menor de pleno derecho en virtud del matrimonio (art.382, C.C.). Igualmente se aumentó la edad
para contraer nupcias a 16 años los hombres y a 14 años la mujer (art. 46 eiusdem).

Además -y éste constituye el punto álgido de la cuestión- dicha reforma modificó sustancialmente el régimen
de curatela establecido en los textos derogados. Valdría decir que la clásica institución ha variado su
característica de asistencia permanente al emancipado; pero, con-trariamente a algunas respetables
opiniones, la figura jurídica subsis-te, aunque no con aplicación general sino casuística. Ejemplos de ello
consagran los arts.383 a386 del citado Código Civil.

Ahora bien, la aludida reforma pareciera plantear eventual coli-sión entre el arto 383 del C.C. por un lado y los
arts. 11 y 14 del Código de Comercio por el otro; hasta llegar a sostenerse la derogatoria de los textos
mercan-tiles y se afirma enfáticamente que el emancipado puede ejercer el comercio libremente, sin más, sin
requisito o formalidad alguna. Criterio éste que, al reconocer la vigencia del nuevo dispositivo civil, equival-dría
a caracterizar el ejercicio del comercio como un acto de simple administración. El dispositivo novedoso (civil)
dispone que el emancipado, para realizar actos que excedan de la simple administración, requerirá
autorización del Juez competente. En tanto que el art. 11 exige para el ejercicio del comercio por el
emancipado, la autorización del curador, con el trámite adicional de la aprobación del Juez cuando el curador
no sea alguno de los padres. El difundido criterio de la especialidad del Derecho Mercantil con base en el
artículo 14 del C.C., haría el artículo 11 de aplicación preferente y se entendería que dicha norma conforma un
caso más de curatela para el emancipado. O, en la hipótesis contraria, siendo como es, el ejercicio del
comercio una actividad que excede la simple administración, se re-querirá según la norma civil (art. 383) -para
que el menor pueda co-merciar- la autorización del juez competente. En todo caso, los dispo-sitivos citados
conducen a la necesidad de complementar la capacidad del menor emancipado con una autorización: del
curador o del juez, por la severa responsabilidad ilimitada que el tráfico mercantil le impone.

De otra parte, se sostiene por algunos autores la aplicación prefe-rente del arto 12 del Código de Comercio en
contraposición con el aparte único del artículo 383 citado. Así, el emancipado que ejerce el comercio puede –
con el argumento de la especialidad- estar en juicio por si, contrariamente a lo previsto en la disposición civil,
según la cual deberá estar asistido por aquel de los padres que ejercería la patria potestad o por un curador
especial que el mismo menor nombrará con la aprobación del Juez.

El comerciante casado

Un caso especial que regula el Código de Comercio es el dela Mujer casada y las sociedades mercantiles
entre esposos.
En relación con el caso de la mujer casada mayor de edad hay que distinguir entre el ejercicio separado del
comercio por parte de ella y el ejercicio común con el marido.

De conformidad con el artículo 16, del Código de Comercio, la mujer puede ejercer el comercio sin
autorización del marido y obliga a la responsabilidad de sus actos sus bienes propios -lo que ocurre incluso
cuando en el acto intervenga también el marido, por ejemplo, cuando ambos conjuntamente firman una letra
de cambio- y los bienes de la comunidad que ella administra.

Para poder afectar igual-mente a dicha responsabilidad los demás bienes comunes, o sea, los bienes
administrados por el marido, se necesita el consentimiento expreso de éste, el cual, de acuerdo con el N° 2
del artículo 19, debe ser anotado en el Registro de Comercio.

Expone Goldschmidt, que una vez formalizado el consentimiento no es necesario, a pesar de la redacción
ambigua del artículo 16, que la mujer declare en cada caso frente a los terceros que quiere responsabilizar
también los bienes comunes administrados por el marido. Existe una presunción natural de que ella ha
estipulado en este sentido.

En caso de explotación común del comercio por parte de marido y mujer, se desprendía de los textos legales
anteriores a 1955, que el legislador consideraba como comerciante al marido y a la mujer como su auxiliar.
Después de 1955, es una cuestión de hecho de si es comer-ciante el marido o la mujer y quién es el auxiliar
del otro. A veces, especialmente en los pequeños almacenes y cuando la firma no ha sido registrada, resulta
difícil saber en qué nombre se realiza el comercio. En tales casos, la jurisprudencia francesa ha resuelto que
deben considerase comerciantes ambos, lo que permite aplicar a ambos el régimen de la quiebra. Esta
jurisprudencia se justifica por los intereses de los terceros. Se ha hablado también de una aplicación analógica
del artículo 238 según el cual los comanditarios de la sociedad en comandita simple, que estén excluidos de la
administración, quedan ilimitadamente responsables, si intervienen en ella.

También pueden surgir dificultades que, sin embargo, no tienen nada que ver con el problema fundamental,
respecto de los bienes aportados, por ejemplo, cuando la mujer que vive bajo el régimen de la comunidad
aporta en una sociedad mercantil bienes comunes adminis-trados por el marido. En estas hipótesis, el aporte
implica una previa liquidación parcial voluntaria de la comunidad, lo que el último aparte del artículo 173,
Código Civil, expresamente prohíbe.

En otros casos, la constitución de la sociedad puede tener como finalidad eludir una disposición dictada por el
legislador. Así, el Código Civil, artículo 1.481, prohíbe las ventas entre esposos y el artículo 1.451 del mismo
Código establece la libre revocabilidad de las donaciones entre los cónyuges. Si los esposos en realidad no
quisieren constituir una sociedad sino realizar una venta prohibida, deberían aplicarse los principios relativos a
la simulación fraudulenta. Sin embargo, tampoco esto permite negar en principio la validez de las sociedades
mercantiles entre esposos. Aclaratoria

La reforma de 1982 del Código Civil, introduce cambios en el régimen de administración de bienes en el
matrimonio que repercuten en el artículo 16 del Código de Comercio, basado sobre los textos derogados.
Cambios, que en opinión de algunos autores, han puesto en crisis la vigencia de dicho dispositivo mercantil.
Sin embargo, dado el carácter especial de la norma, se propug-naron los necesarios ajustes que la reforma
impone, en aras a resguardar la controversial aplicación del mencionado artículo 16, cuyo texto permite a la
mujer casada mayor de edad, ejercer libremente el comercio y obligar a la responsabilidad de sus actos sus
bienes propios y los de la comunidad conyugal cuya administración le corresponde. Pero, para afectar a su
giro mercantil los demás bienes comunes requiere del consentimiento expreso del marido.
TEMA 7

AUXILIARES, INTERMEDIARIOS DE COMERCIO

Los auxiliares de comercio son los que ejercen sus actividades con el propósito de realizar negocios
comerciales ajenos o facilitar su conclusión.

También podemos agregar que son aquellas personas que realizan como profesión habitual actividades que
no suponen su participación en la intermediación por cuenta propia entre la oferta y demanda de mercancía,
pero que cumplen una función accesoria en dicha intermediación.

AUXILIARES E INTERMEDIARIOS DEL COMERCIO

Son organismos que sirven de intermediarios, protectores, facilitadores y promotores de la actividad comercial
y de quienes intervienen en ellas. Formados por particulares, que revisten la forma de personas jurídicas de
carácter privado, pero de interés público por la participación de la sociedad como consumidor y adquirente de
los bienes y servicios en el mercado. Estos organismos son:

La Cámara de Comercio

La Bolsa de Valores y

Las Ferias y los Mercados

La Cámara de Comercio:

Es una Asociación Civil integrada por propietarios o jefes de establecimientos industriales, comerciantes por
mayor, capitanes de buques, corredores y venduteros de carácter público, que tiene por objeto la protección
de los intereses mercantiles de los afiliados, la protección y promoción del comercio en general y de servir de
interlocutor entre la sociedad y el Estado en materia mercantil.

La ley reconoce una Cámara de Comercio en la Capital de la República, una en cada Estado y en los Puertos
habilitados para la importación y exportación; y dada su personalidad jurídica, dicta su propio reglamento en el
cual determinará lo relativo a su administración, funcionamiento y complementación de sus funciones que
sutilmente le señala el Código de Comercio.

Fundamentos legales: Artículos 45, 46,47 del Código de Comercio.

Funciones de la cámara de Comercio y sus fundamentos legales:

Organizar el centro de Arbitraje, según lo dispuesto en el artículo 11 de la Ley de Arbitraje Comercial.

Designar los delegados trimestrales de la Bolsa de Valores (Art. 62 C.Com).

Presentar mediante tema a la Asamblea de la Bolsa de Valores el representante de la Cámara de Comercio,


junto con FEDECAMARAS, que los representará en la Junta Directiva de la Bolsa de Valores (Art. 100 LMC).

Dar su opinión a la municipalidad respectiva sobre el establecimiento de las Ferias y Mercados (Art. 63
C.Com).

Presenta el informe requerido por el Juez de Comercio a los efectos de la autorización para el ejercicio de
venduteros y corredores públicos (Art. 75, 83 C.Com. y 75 LMC).

Revisión de los asientos de los Libros de Corredores Públicos sobre las manifestaciones que deben hacer
respecto a determinadas operaciones de Bolsa (art. 80 C.Com).
Dictar su propio Reglamento y remitir copia a las Cámaras de Comercio del país y al Ministerio de la
Producción y el Comercio (art. 48 C.Com).

Las Bolsas de Comercio:

Son instituciones privadas, controladas por la Comisión Nacional De Valores (Art. 9, numeral 21 y 22), que
revisten la forma de compañías anónimas (C.A o SACA), las cuales constituyen centros de operaciones
mercantiles relativas al mercado de títulos valores (Art. 86 LMC).

La Bolsa de Valores tiene por objeto negociar los valores que estén previamente inscritos en el Registro
Nacional De Valores, que lleva la Comisión Nacional de Valores. La Bolsa de Valores, también, lleva el
Registro en el cual se inscriben los valores a los fines de su cotización. Por lo tanto, la Bolsa de Valores
negocia los valores inscritos en su Registro, previamente inscritos en el Registro Nacional de Valores.

Fundamentos legales:

el Código de Comercio (C.Com) y la Ley de Mercado de Capitales, (LMC), (Art. 150 LMC), y por las normas y
resoluciones que dicte la Comisión Nacional de Valores, a las cuales debe ajustarse su Reglamento (Art. 92
LMCJ), al igual que las normativa de la Comisión Nacional De valores(CNV).

Requisitos para la constitución de La Bolsas de Valores: (Art. 87 LMC):

Forma de compañía anónima (C.A) o sociedades de capital abierto (SACA).

Debe mediar autorización de la Comisión Nacional de Valores.

El capital inicial no puede ser menor de doscientos millones de bolívares (Bs. 200 Millones), totalmente
pagado en efectivo, dividido en acciones comunes nominativas que otorguen los mismos derechos, sin que
ninguna persona pueda tener más de una acción.
El número de socios constituyentes no puede ser menor de veinte (Art. 88 LMC).

Para ser miembro de la Bolsa de Valores, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 89 de la Ley de Mercado
de Capitales, se requiere:

Estar autorizado por la Comisión Nacional de Valores para ejercer la actividad de corredor público de valores.

Otorgar una garantía a juicio de la Junta Directiva de CNV.

Los demás requisitos que señalen las normas internas de la Bolsa de Valores.

Las Ferias y Mercados:

Son centros de negociación o intercambio de bienes y servicios, a través de la mediación de particulares a


instancias de las municipalidades, para satisfacer necesidades de abastecimiento de la población.

Los Mercados son abastos públicos reducidos a espacios y a establecimientos divididos en puestos
conformados por negocios independientes de distintos productos y de variada naturaleza, cuyos comerciantes
o intervinientes están vinculados a la administración municipal por medio de contratos administrativos (Art. 63
C.Com).

Las Ferias son promovidas por los particulares o por la municipalidad, periódica u ocasionalmente, para
procurar en espacios determinados y acondicionados especialmente al efecto el comercio de bienes y
servicios y, a la vez, el abastecimiento en interés de las necesidades generales o especiales de la población.
En ese sentido, la municipalidad requiere la opinión previa de la Cámara de Comercio respectiva, con el
objeto de estimular el comercio y de evitar la competencia desleal con los negocios establecidos (Art. 63
C.Com).

Las Ferias y Mercados son regidos por normas que dictan los Consejos Municipales en cuanto a su
organización, adjudicación de locales o espacios, sobre la comercialidad de los productos, contratación
administrativa con los adjudicatarios de puestos y espacios, y el nombramiento y funciones de los Regidores
que tendrán a su cargo velar por el cumplimiento de las normas que las rigen en atención a la legalidad y
mantenimiento del orden interno (Art. 65 C.Com).

Fundamentos legales: Código de Comercio, ordenanzas municipales referidas a la materia.

AGENTES Y MEDIADORES DE COMERCIO

Existen personas que ejecutan y facilitan diversas operaciones mercantiles bajo su responsabilidad y
provecho, es decir, sin que se comprometan o involucren personalmente en los derechos y obligaciones del
comerciante, pero sus acciones si comprometen la responsabilidad del comerciante ya que actúan bajo sus
órdenes y están a su servicio. Están vinculados con el comerciante por una relación laboral regulada por la
Ley Orgánica del Trabajo. Estos son los Factores Mercantiles y dependientes u operarios. También
nombraremos a los corredores y venduteros, los cuales están relacionados con el comerciante de manera
mercantil y no por un contrato laboral .Independientemente son considerados agentes y mediadores de
comercio que, en virtud de las relaciones que los vinculan al comerciante, se generan derechos y obligaciones
que interesan al Derecho Mercantil.

LOS CORREDORES:

Sus operaciones están determinadas como actos de comercio objetivos a tenor de lo dispuesto en el Ordinal
15 del Artículo 2 del Código de Comercio, que se refiere a “Las operaciones de corretaje en materia
mercantil”.

El Código de Comercio, los define: “Los corredores son agentes de comercio que dispensan su mediación a
los comerciantes para facilitarles la conclusión de sus contratos” (Art. 66 C.Com). Deduciendo que el corredor
no está autorizado para recibir o hacer pagos, o exigir el cumplimiento de obligaciones privativas de las partes
contratantes. El corredor es apenas un facilitador de operaciones (Art. 69 C.Com).

Requisitos para ejercer como corredores:

Tener capacidad para contratar, es decir, ser mayor de edad.

No ser objeto de interdicción civil o inhabilitada por atraso o quiebra.

No haber sido destituido del cargo de corredor o vendutero.

No se podrá conceder la habilitación de edad para ser corredor. El menor emancipado no puede ser
habilitado para ser corredor. Es un caso de excepción (Art. 67 C.Com).

Relación Laboral entre el Corredor y el Comerciante

Se denomina Contrato de Corretaje la relación contractual entre el comerciante y el corredor.

Es de naturaleza mercantil. Más no laboral porque el corredor conserva su autonomía e independencia,


puesto que se refiere a una profesión libre.

No es de la naturaleza jurídica del mandato o de la representación, porque el corredor no actúa en nombre del
comerciante.
No es de la naturaleza jurídica del contrato de comisión porque, si bien obtiene una comisión como
remuneración de su trabajo, el comisionista actúa por cuenta del comitente.

Retribución de los corredores

El comerciante que se sirve de los servicios de un corredor, que le facilite la conclusión de un negocio, está en
la obligación de retribuirlo mediante una comisión si la operación se lleva a efecto, la cual se denomina
Corretaje (Art.71 C.Com).

Si el negocio es para el vendedor y para el comprador, ambas partes están en la obligación de remunerar el
trabajo del corredor.

El corredor responde por la identidad y capacidad de las personas que contraten por su intermedio; de la
realidad de las negociaciones en que intervenga; y de la realidad de los endosos, si se trata de títulos de
crédito endosables. (Art.68 C.Com).

El corredor no compromete su responsabilidad con ninguno de los contratantes, salvo que no le comunique a
uno de ellos la identidad del otro, en cuyo caso, se subroga en los derechos y obligaciones de éste (Art. 70
C.Com).

Tipos de corredores:

Pueden ser carácter privado y público.

Carácter Privado: depende de su personalidad, conocimientos y experiencia.

Carácter público: debe ser autorizado por el Juez de Comercio, previo informe favorable de la Cámara de
Comercio.

Debe constituir una garantía para responder por su encargo.

La autorización judicial debe ser inscrita en el Registro de Comercio, fijada y publicada (Art.75C.Com).

Los corredores públicos son los competentes para ejecutar aquellos actos propios de su profesión requeridos
por la ley o por sentencia, como es el caso de la venta de las acciones suscritas y no pagadas (Art. 74 Y 295
C.Com).

Existen Corredores Públicos de Bolsa, cuya constitución, ejercicio, prohibiciones, derechos y obligaciones
están reguladas por la Ley de Mercado de Capitales, los cuales deben estar inscritos en el Registro Nacional
de Valores llevados por la Comisión Nacional de Valores (CNV), quien autoriza su ejercicio y somete la
correduría a la autoridad de sus normas, en términos semejantes a los anteriormente expuestos.

Libros llevados por los corredores:

Están en la obligación de llevar dos libros de comercio:

En uno los asientos de manera sucinta de todas operaciones realizadas.

Y en el otro, los asientos de manera detallada y explícita de las operaciones diarias llevadas y concluidas (Art.
72 C.Com).

En este sentido, el Juez de Comercio puede exigir la exhibición de los Libros para confrontar las operaciones
con las copias que expidan a las partes (Art. 73 C.Com).
Retiro de los corredores: puede retirarse de la profesión, en cuyo caso debe solicitar la extinción de la fianza
que garantiza su responsabilidad por los trabajos ejecutados. En este sentido, se fijará y publicará la solicitud
a los efectos de que los interesados hagan valer los derechos que estimen afectados. Transcurridos tres
meses de la publicación sin que haya oposición, el Tribunal declarará la cancelación de la fianza. Si hubiere
oposición, se mantendrá la fianza hasta tanto sea retirada o decidida sin lugar la oposición (Art. 79 C.Com).

Las acciones que se deriven de los contratos de corretaje prescriben a los dos años contados a partir de la
fecha de conclusión del contrato que facilitó el corredor (Art. 81 C.Com).

LOS VENDUTEROS:

También se le conocen como rematadores o martilleros, y son las personas que se dedican a vender en
pública subasta toda clase de bienes muebles en el estado en que se encuentren (Art.82 C.Com).

También existen venduteros que rematan bienes inmuebles, como ocurre con los bienes de las instituciones
financieras en proceso de liquidación.

No pueden ser Venduteros:

Quienes no tengan capacidad para comerciar, los inhabilitados y entredichos, y los que hayan sido destituidos
de los cargos de corredores o venduteros. Aplica el mismo efecto del (Art. 74 C.Com.)

Tipos de Venduteros:

Pueden ser carácter privado y público.

Pueden ser venduteros de carácter privado: Es una profesión libre. Aplica el mismo efecto del (Art. 67
C.Com.)

Carácter público: son los competentes para vender en pública subasta los bienes que requieran de realización
mediante remate por imposición de la ley o de una sentencia.

Requisitos para ser vendutero público: se requiere autorización del Juez de Comercio y constitución de
garantía a juicio del Tribunal para responder por su gestión frente a terceros. Está garantía afecta con
privilegio los créditos que garantiza como resultantes de su gestión. La garantía permanecerá vigente durante
el tiempo que se mantenga en el ejercicio de la profesión. La autorización debe ir precedida del informe
favorable de la Cámara de Comercio, y estar inscrita y fijada en el Registro Mercantil y debidamente publicada
los Artículos 67, 74, 75,77 y 78 del Código de Comercio, por remisión que ordena el Artículo 83 del Código de
Comercio.

Libros llevados por los Venduteros:

Los venduteros deben llevar tres libros:

El Primero, para asentar en orden sucesivo las fechas de entrada de las mercancías y los bienes en su
cantidad, calidad, peso, medida y estado, así como la identificación de la persona de quien los recibe y de
aquella por cuya cuenta deben ser vendidas y su precio.

El Segundo, para asentar los bienes vendidos, el precio, la identificación de la persona por cuya cuenta fueron
vendidos y de la persona del comprador.

Y en El Tercero, llevará la cuenta corriente con cada uno de sus comitentes, con referencia de los asientos
respectivos en los libros de entrada y de salida, antes mencionados. Todos estos libros están sometidos a los
mismos requisitos previstos para los Libros de Comercio regulados por los Artículos del 36 al 44 del Código de
Comercio.

Participación de los Venduteros:

Los venduteros deben participar mediante Carteles publicados en la prensa y fijados en lugares públicos con
suficiente antelación, el lugar, fecha y hora del acto de remate, con indicación pormenorizada de los bienes
objetos del mismo y las demás características y condiciones que estimen convenientes, así como el lugar y
establecimiento donde se encuentran depositadas para que sean inspeccionadas por los interesados en los
días y horas que se señalen al efecto (Art.86 C.Com).

Prohibiciones para los Venduteros:

Se prohíbe, especialmente, a los venduteros, darle efectos a la puja que el postor no haya expresado en voz
clara e inteligible

Participar por sí mismo o por interpuesta persona en la licitación del bien objeto de remate;

Adquirir el objeto del remate de quienes hayan resultado sus adjudicatarios por la venta que haya hecho.

La violación a esta prohibición acarrea multa y suspensión o destitución del oficio de vendutero, aparte del
resarcimiento de los daños y perjuicios que dicha conducta pudiere haber causado a los terceros
intervinientes en el acto de remate. (Art.87 C.Com.)

Realización de la Venta por medio de los Venduteros:

El acto de venta en almoneda no podrá suspenderse después de iniciado, y se adjudicará el bien al mejor
postor, salvo que no hubiese ofertas por el precio base fijado (Art. 88 C.Com). Toda venta en almoneda es de
contado (Art.89 C.Com).

Podrá haber un nuevo acto de subasta sobre el mismo bien cuando ocurran los siguientes supuestos:

1.- cuando existiere confusión respecto a la persona del adjudicatario y a la conclusión del remate, en cuyo
caso no hay lugar a reclamación.

2.- cuando transcurrido el plazo de cuarenta y ocho horas de verificado el remate el adjudicatario no hubiese
pagado el precio. En este caso, el adjudicatario que no pagó, será responsable de los gastos ocasionados en
el remate frustrado y del bajo precio del bien en el nuevo acto, en cuyo caso, podrá obligarse al causante del
daño a adquirir el bien rematado y a pagar el precio (Art. 91 C.Com).

Retribución de los Venduteros:

El vendutero queda obligado con la persona por cuenta de quien hizo la venta en almoneda en rendirle
cuentas de la gestión dentro del plazo de cuatro días de verificado el acto. En este sentido, entregará al
interesado el saldo del precio que resulte a su favor después de deducirse los gastos del remate y la comisión
del vendutero. En caso de mora del vendutero en rendir cuentas y pagar el precio que resulte a su favor al
interesado, el vendutero perderá la comisión y responderá por los daños y perjuicios que resulten de su
incumplimiento (Art. 92 C.Com).

Contrato de los Venduteros:

Estos hechos determinan la naturaleza jurídica de la relación comercial entre el comitente y el vendutero. Se
trata de un contrato de comisión. Por esta razón, cualquiera otra situación no prevista se rige por las
disposiciones relativas al contrato de comisión (Art. 93 C.Com).
Los Factores Mercantiles:

Son personas dependientes del comerciante con quien están vinculados por una relación laboral. Son,
prácticamente, los gerentes, las personas a quien el principal, como se le llama al comerciante que constituye
factor mercantil, encomienda el manejo de un negocio en particular con amplias o limitadas facultades.

Relaciones con terceros:

El factor mercantil es un mandatario del principal, puesto que actúa en su nombre y lo compromete con sus
actos. Para comprometer la responsabilidad del principal y evitar que el factor mercantil se exceda en los
límites de su mandato, debe indicar cuando contrata que actúa con poder. Si no lo hace se obliga
personalmente a cumplir el contrato y en los límites de su exceso. (Art. 94,96 y 97 C.Com).

Constitución del Factor Mercantil:

Se constituye por medio de documento registrado en el Registro Inmobiliario, luego se inscribe en el Registro
de Comercio y después se fija en la cartelera de la sala de dicho registro mercantil, por cuanto se trata de un
mandatario especial que ejerce actos de administración y de disposición de bienes muebles, inmuebles,
derechos, acciones y títulos propiedad de la empresa o del comerciante en ejecución de los negocios que le
han sido confiados (Art. 95 C.Com)

Responsabilidad Personal de los Factores Mercantiles:

Están exentos de responsabilidad personal y, por tanto, se entiende que han contratado para el principal, en
los casos siguientes (Art. 97 C.Com):

Cuando el contrato corresponda al giro ordinario del establecimiento que administran.

Si hubieren contratado por orden del principal, aunque la operación no esté comprendida en el giro ordinario
del establecimiento.

Cuando el principal hubiere ratificado expresa o tácitamente el contrato, aunque lo haya celebrado sin su
orden.

Si el resultado de la negociación se hubiese invertido en provecho del principal.

En caso de que los terceros que han contratado con el factor mercantil que no indicó que actuaba con poder
del principal, se vean en la necesidad de promover juicio con fundamento en causa del convenio, podrán
promover la acción alternativamente contra el factor mercantil o el principal, en cuyo caso deberán demostrar
los supuestos de hecho que contemplan los ordinales mencionados.

LOS DEPENDIENTES DE COMERCIO:

Son operarios sin facultades de administración ni de disposición, es decir, personas que el comerciante
principal emplea para que le sirvan bajo sus órdenes y subordinación y el pago de un salario, en la realización
de sus negocios en un establecimiento determinado.

Están vinculados con el principal por medio de una relación laboral de ser mediadores de bienes y servicios
del comerciante. Y, frente a los terceros, actúan como mandatarios del principal reducidos a un campo de
acción de servicios determinados (Art. 101 C.Com).

En este sentido, la actuación del dependiente, debe entenderse como si fuera hecha por el mismo principal
(Art.102 C.Com).
Contratos celebrados por los dependientes:

Los contratos celebrados a título personal por los dependientes no comprometen la responsabilidad del
principal. No obstante, el principal, para facilitar el desenvolvimiento de sus negocios, puede conceder
autorización expresa a los dependientes para ejecutar determinados actos, con lo cual compromete el
principal su responsabilidad (Art. 99 C.Com)

Constitución de los Dependientes:

cuando se trate de ejercer actos de disposición de bienes y de títulos de crédito, el dependiente requiere de
mandato expreso autenticado o registrado, según el caso, que se inscribirá en el Registro Mercantil, sometido
al régimen de fijación, publicación y agregado (Art. 100 C.Com).

Medidas Generales para los Factores Mercantiles y los Dependientes

Los factores mercantiles y a los dependientes, se le está prohibido salvo que estén expresamente autorizados
por el principal, celebrar por cuenta propia o ajena negocios u operaciones mercantiles semejantes al ramo
comercial que explota el principal en el establecimiento en que sirven. Se trata de una competencia desleal. Y,
en el supuesto de que hicieren caso omiso y actuaren en contravención de esta prohibición, el principal
aplicará en su provecho las utilidades del negocio y cargaría las pérdidas a los factores o dependientes que
hubiesen actuado deslealmente (Art. 98 C.Com).

Así como el principal autoriza expresamente por carta, circular o escritura pública al factor mercantil o al
dependiente para la realización de determinados actos independientes de sus operaciones habituales, y se
revisten de la publicidad del caso para el conocimiento público, de la misma manera debe revocarlos y darle
publicidad para el conocimiento de los terceros interesados. Es decir, debe hacerse la revocatoria de la misma
forma como se confirió el mandato. Por consiguiente, el principal no puede eludir su responsabilidad o
sustraerse de su obligación, oponiendo a los terceros de buena fe la revocación del poder del factor o
dependiente con ocasión de los actos celebrados por éstos después de la revocación si ésta no se hubiere
hecho de la misma forma que revistió la autorización o el poder otorgado (Art. 106 C.Com).

En virtud de que el factor mercantil y los dependientes están vinculados al principal por medio de una Relación
Laboral, la cual la rige la Ley Orgánica del Trabajo de preferente aplicación, toda consecuencia jurídica
relativa al cumplimiento, interpretación y resolución del contrato laboral escapa de las regulaciones del Código
de Comercio, salvo que dichas normas establezcan mejores beneficios a favor del trabajador (Art. 103, 104 Y
105 C.Com).

Tema 8
1. LAS OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES:
No se refieren a las fuentes de las obligaciones mercantiles. Simplemente se refieren a determinadas
obligaciones que el código de comercio les impone a los comerciantes respecto a las formalidades que deben
cumplir si se quiere que determinados actos surtan los efectos jurídicos esperados. Tales obligaciones están
referidas al registro mercantil en cuanto a los actos que deben registrarse, a la publicación, fijación y agregado
de los actos al expediente que lleva el registro mercantil en cada caso, a la contabilidad mercantil y a los libros
que los comerciantes deben llevar en su actividad comercial.

OBLIGACIONES PROFESIONALES DE LOS COMERCIANTES

¿Cuáles son?: son imposiciones o exigencias establecidas en las leyes de naturaleza mercantil para todos los
comerciantes cuyo incumplimiento le ocasiona una situación jurídica irregular. Articulo 17 C.Com “en la
secretaria de los tribunales de comercio se llevara un registro en que los comerciantes harán asentar todos los
documentos que según este código deben anotarse en el registro de comercio”. Articulo 19 C.Com “leerlo”
Dichos documentos expresados deberán efectuarse por el comerciante dentro de 15 días contados según
sea el caso desde la fecha del documento o ejecutorias de las sentencias sujetas a registro. Así mismo
el funcionario público antes que se otorgaren los documentos que deben registrarse, hará la comunicación
bajo la pena de 100 bs de multas, y si se le probare fraude, indemnizara los daños y perjuicios que causaron
y será destituido Artículo 21 C.Com, aunado las respectivas sanciones que disponga la ley. Articulo 151
C.Com“leerlo”

La inscripción en el Registro de los Documentos cuya inscripción la ley sujeta a esas formalidades que no
hayan sido inscritas: no pueden ser opuestos a terceros de buena fe que hayan contratado con el comerciante
salvo que el comerciante pruebe que los terceros conocían la falta de inscripción.

¿Qué es el Registro de Comercio?:

Es un organismo público con autonomía funcional y administrativa, adscrito a la dirección general de registros
y del notariado del ministerio del interior y justicia, que tiene por objeto inscribir los actos y documentos de las
personas naturales y jurídicas de carácter público o privado, que determina el código de comercio y la ley, a
fin de que dichos actos y documentos surtan efectos frente a terceros, en razón de la seguridad jurídica que
tiene como fin el estado.

Potestad de control:

Articulo 56 Ley de Registro Público y del Notariado“corresponde al registrador(a) mercantil vigilar el


cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la constitución y funcionamiento de las compañías
anónimas y de las sociedades de responsabilidad limitada de conformidad con el parágrafo único del artículo
200 del código de comercio. A tal efecto, el registrador(a) mercantil deberá cumplir, entre otras, las siguientes
obligaciones:
1. Rechazar la inscripción de las sociedades con capital insuficiente, aplicando criterios de racionabilidad
relacionados con el objeto social.
2. Asegurar que los aportes en especie tengan el valor declarado en el documento de constitución, en los
aumentos de capital, en las funciones o en cualquier otro acto que implique cesión de aporte de bienes o
derechos, a cuyo efecto se acompañara un avaluó realizado por un(a) perito independiente colegiado (a).
3. Exigir la indicación de la dirección en donde tenga su asiento la sociedad, el cual se considerara su
domicilio a todos los efectos legales.
4. Homologar o rechazar el termino de duración de la sociedad, respetando la manifestación de voluntad de
los socios (as), menos que la duración sea estimada excesiva.
5. Registrar la decisión de reactivación de las sociedades después de haber expirado su término.
6. Inscribir los actos de las sociedades disueltas que se encuentren en estado de liquidación”.

Contabilidad Mercantil en Venezuela

La Contabilidad constituye una herramienta de vital importancia para las empresas, ya que a través de ella
se obtiene información confiable sobre su rendimiento económico, a fin de desarrollar políticas de control que
coadyuven a mejorar su situación económica actual, sirviendo de termómetro para medir el nivel de calidad de
la gestión administrativa, la cual se refleja al finalizar el ejercicio económico, en virtud de los resultados
obtenidos.

A través de la Contabilidad, es posible tanto para los administradores como para los socios, conocer de
antemano la productividad económica de su compañía, lo que determinará su capacidad de endeudamiento
en función de su liquidez, solvencia patrimonial y valor efectivo del capital social. En otras palabras,
constituye un medio de información confiable para establecer la capacidad económica que tiene la empresa
para obligarse.

La Contabilidad Mercantil se define a grandes rasgos, como una forma de registrar, clasificar y resumir
todas las operaciones mercantiles realizadas por una empresa, para interpretar posteriormente sus
resultados, en función de conocer con certeza su situación financiera. Ofrece la practicidad de llevar un
registro descriptivo, -el cual puede ser de forma manual o mecánica-, de los distintos procesos que se
ejecutan en el libre desenvolvimiento de la actividad mercantil, permitiendo a los sujetos intervinientes,
conocer los resultados obtenidos durante un determinado periodo de tiempo. [1.]

De Los Libros Obligatorios y de Los Libros Auxiliares

El Código de Comercio establece en su articulo 32, la obligación para todo comerciante de llevar la
contabilidad de la empresa, mediante el uso de los libros principales, lo cuales comprenden: el Libro Diario, el
Libro Mayor y el Libro de Inventarios. Además, la misma ley le otorga al empresario, de modo facultativo, la
potestad de llevar cualquier otro libro auxiliar que considere pertinente para el mayor orden y claridad en sus
operaciones, como por ejemplo, el Libro de Caja, el Libro de Operaciones o el Libro Copiador de Cartas.

Libros obligatorios.

Libro Diario En este libro se registran en orden cronológico las operaciones realizadas día por día,
expresando los datos del acreedor, deudor y especificaciones de la negociación. Existe la posibilidad, para
aquellos comerciantes con el carácter de minorista, de cumplir con tales obligaciones, asentando diariamente
un resumen de las operaciones hechas de contado, y aplicando mayor énfasis a las que se hicieron a crédito.
Estas facultades se encuentran establecidas en el artículo 34 del citado Código.

El Libro Diario es conocido como el libro de entrada original, por el hecho de que en él se registran por
primera vez las operaciones de la empresa. Este libro no puede ponerse en uso sin que se haya hecho la
previa presentación por ante el Registrador Mercantil, con la finalidad de que sea debidamente habilitado,
según lo previsto en el artículo 33 eiusdem.

Libro Mayor En él se ordenan todos los asientos que fueron registrados en el Libro Diario, haciendo
especial énfasis en la identificación de los clientes. Se registran las operaciones de contado, a crédito, los
pagos, y las garantías contraídas. Este libro representa el lugar a donde se trasladan todas las operaciones
que se plasman en el Libro Diario, colocando entre otros datos, la fecha de cada operación, su naturaleza, y
clase. Una particularidad de este libro es que en él puede apreciarse la situación o estado de cuenta particular
con cada cliente, acreedor o deudor.

Es considerado el libro más importante en cualquier contabilidad, toda vez que en ella se registran cuentas
individuales o colectivas de los bienes materiales, derechos y créditos que integran el activo; las deudas y
obligaciones que forman el pasivo; el capital; las ganancias y pérdidas, y en general todas las operaciones de
una empresa.

Libro de Inventario

En el Libro de Inventario se establece una valoración estimada de los bienes muebles, inmuebles y
créditos. Este libro permite al comerciante tener una apreciación del activo circulante, al inicio y luego al cierre
de cada ejercicio económico, expresando la clase y naturaleza del bien, su valor, cuándo fue adquirido,
depreciación y ajuste por inflación, entre otros aspectos.

Dentro de sus características esenciales, está su más que necesario cierre con el Balance y la Cuenta de
Ganancias y Pérdidas. Según el artículo 35 eiusdem, el Libro de Inventario debe ser firmado por aquellas
personas del establecimiento que han intervenido en su formación.

Libros Auxiliares El Código de Comercio establece en el único aparte del artículo 32, la facultad para los
comerciantes de llevar todos los libros auxiliares que estimare conveniente para el mayor orden y claridad de
sus operaciones.

Dentro de los libros auxiliares o facultativos están: el Libro de Caja, el Libro de Facturas y el Copiador de
Cartas.

Al igual que todos los demás libros contables, deben cumplir con los requisitos generales establecidos en
la ley para su correcto uso, dentro de los cuales están, entre otras: la habilitación, así como el de no poseer
ningún tipo de alteración.
Cuentas de Ganancias y Pérdidas y Balances

El primer aparte del artículo 35 del Código de Comercio exige que el inventario se cierre con el Balance y
la Cuenta de Ganancias y Pérdidas. Ambos estados financieros se preparan con el objeto de presentar un
informe periódico acerca de la situación actual del negocio, sobre los procesos de la Administración, y los
resultados obtenidos durante un determinado periodo económico.

Para Barboza, E (2007) el balance “constituye un estado demostrativo de la situación patrimonial de la


empresa…” (p.107); representa: "Un reporte producido […] con el propósito de medir el valor neto contable de
una empresa en cierta fecha, y su riesgo ante acreedores potenciales. En este documento […] se reflejan los
activos, pasivos y el patrimonio de los propietarios. (Disponible:
http://www.degerencia.com/glosario.php?pid=22), incluyendo los excedentes de las operaciones, (superávit), o
crecimiento natural de la empresa.

La preparación de dicho balance es de gran importancia para todo ente económico, ya que muestra en
forma ordenada todas las cuentas que constituyen los bienes, derechos, obligaciones y el capital para una
determinada fecha. Establece, de forma más detallada, dónde se encuentran invertidos los fondos de la
empresa (activos) y el origen de los mismos (pasivo y capital).

Este informe debe elaborarse por lo menos una vez al año, al finalizar el ejercicio económico, o por
períodos menores (mensual, trimestral, semestral) de acuerdo con las leyes vigentes y los estatutos de la
empresa.

En materia de Sociedades Anónimas, el artículo 304 del Código de Comercio, exige que el balance
demuestre con exactitud los beneficios realmente obtenidos y las pérdidas experimentadas, fijando las
partidas del acervo social por el valor que realmente tengan o se les presuma.

Con respecto a las Cuentas de Ganancias y Pérdidas, o Estado de Resultados, éstas se definen como
aquellas donde se clasifican sumariamente los negocios, desde el punto de vista de las utilidades (ingresos) y
las pérdidas (gastos), que se hayan producido durante el respectivo ejercicio económico.

Según el citado Artículo 35, la Cuenta de Ganancias y Pérdidas, o Estado de Resultado, debe
demostrar con evidencia y verdad los beneficios obtenidos y las pérdidas sufridas, haciendo mención expresa
de las fianzas otorgadas, así como de cualesquiera otras obligaciones contraídas bajo condición suspensiva,
con anotación a la respectiva contrapartida.

Los ingresos vendrían siendo las cantidades obtenidas por la venta de los bienes o servicios producidos
por la empresa, mientras que los gastos reflejan todas aquellas transacciones que hacen posible que la
empresa desarrolle su actividad, por lo que en ellos se incluyen los salarios, los alquileres, el pago de
intereses y los impuestos, entre otros.

Su importancia consiste en el hecho de que por medio de ésta, describe las transacciones que dan
como resultado una ganancia o una pérdida, examinando desde un punto de vista general, la efectividad y el
rendimiento económico de la compañía.

Valor Probatorio de los Libros y su Producción en Juicio

El artículo 38 del Código de Comercio establece:

Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores podrán hacer prueba entre comerciantes por hechos
de comercio. Respecto a otra persona que no fuere comerciante, los asientos de los libros solo harán fe
contra su dueño; Pero la otra parte, no podrá aceptar lo favorable, sin admitir también lo adverso que ellos
contengan.

Según este dispositivo, en principio, los Libros de Comercio no constituyen por si solos prueba alguna.
Valeri, P. (2004) expresa que: “La prueba se concreta a los asientos bien llevados en los Libros de Comercio
obligatorios, es decir, que no se haya incurrido en alguno de los supuestos prohibidos por el Código de
Comercio” (p.88). Por tanto, dichos asientos constituyen prueba entre comerciantes, en todo lo que les
beneficie o los perjudique.
Ahora bien, para los no comerciantes, los asientos hacen fe únicamente contra su dueño, pero la otra
parte, no podrá aceptar lo favorable que se desprenda de esos libros, si al mismo tiempo no acepta también lo
adverso que de ellos se derive. Barboza, E. (2007) agrega: “los libros de contabilidad darán fe contra su
dueño, ya que, virtualmente, estos libros recogen una confesión extrajudicial de los negocios y obligaciones
que contrae el comerciante” (p.89).

Asímismo, el artículo 124 ejusdem, establece que: “Las obligaciones mercantiles y su liberación se
prueban: …Con los libros mercantiles de las partes contratantes…”. Es decir, los Libros de Comercio sólo
serán objeto de prueba entre comerciantes por hechos de comercio, y la fuerza y eficacia probatoria de estos
quedará sometida al prudente arbitrio del juez.

En este sentido, Morles, A. (2004) señala:

El grado probatorio de los libros es cuestión que la ley deja a la apreciación del juez y, en consecuencia, éste
puede considerarlos desde prueba plena de la obligación hasta simple presunción hominis dependiendo de la
extensión y claridad de los asientos y de los restantes elementos que el magistrado considere. (p. 416)

Con respecto a los Libros Auxiliares, para que sus asientos surtan efectos jurídicos, estos deben ser
legalizados por el Registrador Mercantil y ser llevados correctamente sin incurrir en los supuestos prohibitivos
del artículo 37 del Código de Comercio.

Del mismo modo, el Código de Comercio en su artículo 40, prohíbe hacer pesquisas de oficio por Tribunal
o autoridad alguna, para inquirir si los comerciantes llevan o no libros, o si éstos están con arreglo a las
prescripciones legales. Pero si el comerciante intenta hacer valer los asientos alterados, podrá incurrir en
responsabilidad tanto civil como penal, según sean las circunstancias del caso. Además, en el supuesto de
cesación de pago por parte de éste, tales hechos contribuyen a conformar hechos demostrativos de quiebra
culpable o quiebra fraudulenta, tipificados en el Código Penal Venezolano como delitos. (Valeri, P. 2004, p.
88).

Por otro lado, es importante tomar en cuenta la llamada manifestación o examen general de los libros de
Comercio, los cuales podrán acordarse de oficio o a instancia de parte, sólo en los casos taxativos del artículo
41 Código de Comercio, es decir, en materia de sucesión universal, comunidad de bienes, liquidación de
sociedades legales o convencionales, y en los casos de atraso y quiebra.

Finalmente, con respecto a la prueba de las obligaciones contraídas entre venezolanos y extranjeros, se
debe atender a las leyes del país en el que el comerciante ejerce su actividad, en lo relativo a los libros y a la
forma de llevarlos (locus regit actum), y para estimar su valor probatorio, debe tomarse en consideración la ley
del país antes cuyos tribunales se haga valer la correspondiente pretensión (lex fori). (Barboza, E. 2007,
p.109). En este orden de ideas, el artículo 116 del Código de Comercio dispone: “Todos los actos
concernientes a la ejecución de los contratos mercantiles celebrados en país extranjero y cumplideros en
Venezuela, serán recogidos por la ley venezolana, a menos que las partes hubieren acordado otra cosa”. En
estos casos, deberá atenderse a los principios generales de Derecho Internacional Privado y la respectiva ley
(Código de Bustamante).

La Contabilidad Mercantil

Aparte de la obligación del comerciante de inscribir y agregar los actos y documentos en el Registro
Mercantil que exige el Código de Comercio y las leyes que así lo determinen, que incluye la firma mercantil en
sus distintas modalidades, está también la de llevar correctamente contabilidad mercantil.

La Contabilidad Mercantil, consiste en registrar en idioma castellano en los libros de comercio: libro
diario, libro mayor y libros de inventario y balances, y en cualquier otro libro auxiliar, las operaciones
mercantiles (Art. 32 C.Com). Para tales efectos, los Libros de Comercio los llevan los Contadores Públicos
que contratan los comerciantes, quienes utilizan el sistema contable universalmente aceptado. La contabilidad
mercantil constituye la base fundamental para conocer los costos de producción, los gastos operativos, el
monto de los impuestos, tasas y contribuciones y las ganancias, utilidades y dividendos o, por el contrario, la
situación de pérdida, atraso y quiebra. No se trata, pues, de explicar cuál es el sistema contable y cómo deben
ser llevados contab1emente los Libros de los Comerciantes, sino establecer la manera formal como deben ser
manejados y lo que compete asentar en cada libro, a los efectos de su eficacia jurídica, que es 10 que
concierne al Derecho Mercantil.

En efecto, en el Libro Diario se asientan en orden cronológico las operaciones diarias de modo que
cada partida exprese el nombre del acreedor, del deudor y la negociación a que se refiere. También, puede
hacerse un resumen mensual de las operaciones diarias con sus respectivos totales, manteniéndose en los
archivos los apoyos documentales que justifiquen las distintas partidas.

Los comerciantes por menor o detallistas, o sean aquellos que venden directamente al consumidor,
cumplen con su obligación con sólo asentar diariamente un resumen de sus operaciones hechas al contado; y
detalladamente las que se hicieren a crédito, y los pagos y cobros con motivo de estas operaciones (Art. 34
C.Com). Este libro permite conocer e1 total de operaciones diarias, que comprenden ingresos por venta y
gastos, y, por tanto, el saldo del comerciante.

En el Libro Mayor se sistematizan los asientos por cliente, de acuerdo con lo cual se asientan las
clases de operaciones mercantiles de contado y a crédito, los pagos recibidos, las garantías contraídas, que
se realizan diariamente. Al Libro Mayor se trasladan los asientos del Libro Diario en atención a cada cliente,
tomando en cuenta las fechas de las operaciones, su naturaleza y clase, el pago de contado o a cuenta, el
crédito adeudado, as garantías contraídas. Se mantienen las clásicas columnas contables del Debe y el
Haber. Por consiguiente, este Libro permite conocer la situación o estado de cuenta con cada cliente,
acreedor o deudor.

En el Libro de Inventarios se hace la estimación de los bienes muebles, inmuebles y créditos.


Prácticamente, el inventario es una determinación del activo fijo y circulante del comerciante al inicio y, luego,
al cierre del ejercicio económico. Se determina la clase y naturaleza del bien, el valor de adquisición, la
depreciación, el ajuste por inflación, las garantías que los graven, la parte del precio debido, las pérdidas
experimentadas de los mismos.

En el Libro de Balances se determinan los activos y pasivos, cuya diferencia es el patrimonio. Los
activos son todos los bienes que figuran en los inventarios. Los pasivos son los créditos debidos por
préstamos, prestaciones sociales, o saldos de cuentas corrientes entre comerciantes, que incluyen las
garantías prestadas y las contrapartidas del capital empleado.

En este Libro de Balances se pueden llevar los Estados Financieros de Ganancias y Pérdida, para los
cuales se toman en cuenta el inventario y los balances, y se establecen las ganancias obtenidas en el
ejercicio fiscal y la pérdida obtenida. En todos estos balances se expresan las fianzas y demás obligaciones
contraídas bajo condición suspensiva y su respectiva contrapartida vinculados a las operaciones de
naturaleza mercantil o no, porque se trata de establecer la situación económica y financiera del comerciante.

El inventario, el balance y el estado de ganancias y pérdida se elaboran al cierre de cada ejercicio


fiscal. Los inventarios deben ser firmados por todos los interesados en el establecimiento de comercio que se
hallen presentes en su formación (Art. 35 C.Com).

Manejo de los Libros. Prohibición.

Los Libros de Comercio deben ser llevados por el comerciante, previa legalización por el Registro
Mercantil, en los términos que las normas de contabilidad exijan. El Código de Comercio lo que hace es
indicar 1os libros que debe llevar el comerciante y lo que le está prohibido hacer en los asientos, para
salvaguardar la integridad de la contabilidad y los efectos jurídicos que le atribuye.

En este sentido, el artículo 36 del Código de Comercio prohíbe a los comerciantes lo siguiente:

1º Alterar el orden y fecha de las operaciones descritas.

2° Dejar blancos en el cuerpo de los asientos o a continuación de ellos.

3° Poner asientos al margen y hacer interlineaciones, raspaduras o enmendaduras.

4° Borrar los asientos o parte de ellos.


5° Arrancar hojas, alterar la encuadernación o foliatura y mutilar alguna parte de los libros.

Los errores y omisiones que se cometieren al formar un asiento se salvarán en otro distinto, en la
fecha que se notare la falta (Art. 37 C.Com).

Valor Probatorio de los Asientos.

Los Libros de Comercio no constituyen prueba alguna. La prueba se concreta a los asientos bien
llevados en los Libros de Comercio obligatorios, es decir, que no hayan incurrido en alguno de los supuestos
prohibidos por el Código de Comercio. En ese sentido, dichos asientos constituyen prueba entre comerciantes
en todo lo que les favorezca o los perjudique. Es indivisible en este sentido. Respecto a quien no sea
comerciante, los asientos hacen fe contra su dueño, pero el no comerciante no podrá aceptar lo favorable sin
admitir también lo que ellos contengan (Art. 38 C.Com).

Los libros auxiliares de los comerciantes, para que sus asientos surtan efectos jurídicos, deben ser
legalizados por el Registrador Mercantil y ser llevados correctamente sin incurrir en los supuestos prohibitivos
del Artículo 37 del Código de Comercio.

Prescindir de los libros de comercio o llevados contra los postulados legales, es potestativo de la parte,
privándose de una prueba en un momento dado. Pero si pretenden hacer valer sus asientos alterados, puede
incurrir en responsabilidad penal o civil, según las circunstancias del caso. También, en caso de cesación de
pagos del comerciante, tales hechos contribuyen a conformar los hechos demostrativos de la quiebra culpable
(Art. 917 Ord. 6° C.Com) o fraudulenta (Art. 918 C.Com), según las circunstancias.

Prohibición de Exhibición de Libros. Excepciones.

Los Libros de Comercio deben permanecer en poder del comerciante (Art. 42 C.Com). A nadie se
podrá requerir ni por orden judicial ni por autoridad alguna para inquirir si lleva o no Libros de Comercio; y si
los lleva correctamente o no (Art. 40 C.Com). Lo contrario es violatorio de un derecho constitucional que tiene
que ver con la privacidad de la correspondencia en cualquiera de sus formas (Art. 48 CN). No podrán ser
objeto de exhibición fuera del recinto o local donde se llevan. Por lo tanto, pueden ser exhibidos para constituir
medio de prueba como se establece en los Artículos 436 y 437 del Código de Procedimiento Civil.

No obstante, con base en la disposición constitucional citada y el Artículo 41 del Código de Comercio,
se puede hacer un examen general (experticia) de los libros de comercio, en los casos siguientes:

1 ° Sucesión universal (Casos de herencia).

2° Comunidad de bienes (Casos de sociedad de gananciales).

3° Liquidación de sociedades legales o convencionales (Caso de liquidación de una compañía


Anónima).

4° y de quiebra y atraso (Los Libros los lleva el Síndico en representación del fallido como
administrador de los bienes de la quiebra y por efecto declarativo de la sentencia de quiebra).

También, los libros de los comerciantes pueden ser objeto de inspección y fiscalización por parte del
SENIAT, conforme lo establece el artículo 145 del Código Orgánico Tributario.

Por otra parte, el Artículo 42 del Código de Comercio permite que, en el curso de un juicio, el Juez, a
solicitud de parte y aun de oficio, puede acordar la presentación de los Libros de Comercio a los efectos del
examen parcial, es decir, de los asientos que interesen al proceso judicial. Los Libros de Comercio no deben
desprenderse del poder del comerciante y, por el contrario, deben permanecer en el lugar donde se llevan.
Por consiguiente, la experticia o inspección ocular que se realicen sobre los asientos que interesan a las
partes, previamente determinados por la parte y acordadas por el Tribunal, deben practicarse en el lugar
donde los Libros se encuentran.

Puede ocurrir que el comerciante a quien se le solicite y ordene la exhibición de los Libros de Comercio
a los efectos del examen parcial, con el objeto de someterse el interesado a lo que resulte del contenido del
asiento motivo de la solicitud, se negare a hacerlo sin causa justificada, el Tribunal podrá diferirle a la otra
parte el juramento o sentenciar la controversia tomando en cuenta lo que resulte de los asientos de sus Libros
de Comercio, si estuviesen llevados en debida forma (Art. 43 C.Com).

Los Libros de Comercio y sus comprobantes deben conservarse por diez años a partir del último
asiento de cada Libro. Igualmente, la correspondencia recibida y las copias de la correspondencia enviada,
serán clasificadas y conservadas durante diez años (Art. 44 C.Com)

Se entiende por obligaciones legales de los comerciantes, aquellas establecidas en la ley mercantil
para todo comerciante, y cuyo cumplimiento le ocasiona una situación irregular en su comportamiento jurídico.

En relación con las obligaciones legales el comerciante debe cumplir fundamentalmente con dos
obligaciones y evntualmente con una tercera obligación:

La inscripción en el registro de comercio de ciertos documentos expresamente señalados en la ley

La obligación de llevar la contabilidad mercantil.

Se señala también la firma de comercio.

Registro de Comercio:

El Registro de Comercio es una institución de carácter público creada con el fin de suministrar para el
interés de la colectividad y también el del comerciante, datos importantes sobre la situación jurídica de éstos,
ya que tienen los documentos que allí se registren, efectos contra terceros.

Importancia del Registro de Comercio

El Registro de Comercio sirve de fuente de información, tanto para la colectividad en general como
también para los comerciantes, de la situación jurídica y económica del comerciante en particular. El
comerciante al inscribir determinado documento en el registro de comercio, convierte dicho acto en un acto
público, y por tanto, su conocimiento está al alcance de toda persona, lo cual indica así mismo, la naturaleza
del registro de comercio, esto es, la de ser una institución de carácter público.

Firma de Comercio: Se ha establecido que la firma de comercio puede tener la característica de una
obligación legal del comerciante y conceptualmente la firma de comercio es el nombre que adopta el
comerciante o que se asigna a las sociedades mercantiles para distinguirse de los otros comerciantes en el
ejercicio de sus actividades.

Clases de Firmas:

La firma personal

La firma social o colectiva

La contabilidad Mercantil: Es un instrumento de control sobre el desarrollo de la actividad comercial del


comerciante tanto en el orden interno como en el externo, que le posibilita en el momento que así lo considere
oportuno, reconstruir sus relaciones celebradas con otros comerciantes o con terceros, y en caso de crisis
económica, precisar las causas que la determinaron y establecer un cálculo aproximado sobre la consistencia
de su patrimonio para superar dichas crisis.

Forma de llevar la contabilidad y libros de la contabilidad:

De acuerdo con el Código de Comercio todo comerciante debe llevar en idioma castellano su
contabilidad la cual comprenderá:

Libro Diario ; Libro Mayor ;Libro de Inventario

Valor probatorio de los libros de contabilidad:

Constituye un medio de prueba entre comerciante por hechos de comerciante.


En relación a otra persona que no fuera comerciante los asuntos de los libros sólo harán prueba contra
su dueño.

En relación con los libros auxiliares pueden constituir medios de prueba si son llevados por los
comerciantes cumpliendo con los requisitos de los libros principales o necesarios.

Importancia del Registro Mercantil

El Registro de Comercio sirve de fuente de información, tanto para la colectividad en general como
también para los comerciantes, de la situación jurídica y económica (en algunos aspectos) del comerciante
en particular.El comerciante al inscribir determinado documento en el registro mercantil, convierte dicho
acto en un acto público, y por lo tanto cualquier persona tiene la posibilidad de acudir al registro de
comercio y verificar en el archivo del mismo las actuaciones que se inscriben; por consiguiente el Registro
de Comercio o el Registro Mercantil es una institución de carácter público que se manifiesta de la siguiente
manera:

a) Atendiendo a la publicidad o notoriedad que recibe el documento que se ha registrado.

b) En sus efectos erga omnes que produce contra terceros.

“De esta publicidad en sentido formal hay que diferenciar el principio de la publicidad material”
(Goldschmidt, R, p. 71).

En este sentido las leyes extranjeras modernas, de inspiración germánica, verbigracia, el artículo
2.193, Código de Comercio Italiano de 1942, y también el Anteproyecto de reforma del Código de Comercio
venezolano, artículo 24, distinguen en relación con los terceros, entre los efectos de los hechos no inscritos
y de los hechos inscritos y publicados. Desde el primer aspecto, se consagra que los hechos cuya
inscripción la ley requiere y que no hayan sido inscritos, no pueden ser opuestos por aquellos que
estaban obligados a solicitar la inscripción a menos que prueben que los terceros los conocían.

Desde el segundo aspecto, se indica que la ignorancia de los hechos cuya inscripción la ley
requiere, no puede ser opuesta por los terceros a partir del momento en que la inscripción y publicación se
hayan efectuado. Se solía diferenciar entre el sistema alemán que siguen, por ejemplo, Suiza, Italia y, en
parte, España , y el sistema francés que atribuía al registro una trascendencia menor, pero las diferencias
se han atenuado desde la reforma francesa del año 1953.

Por lo anteriormente expuesto se verifica que al inscribir un documento en el Registro Mercantil, los
terceros tienen el derecho de informarse sobre su contenido; teniendo la obligación el Registrador a cargo
de ese despacho de expedir al interesado las copias certificadas que se le soliciten de determinadas
actuaciones o la certificación al pie del escrito de alguna situación o circunstancia que consten en el
expediente de una determinada sociedad mercantil sobre el cual una persona tenga interés; la obligación
de fijar una copia durante seis meses en la cartelera; de cada documento que se inscriba, con su número,
orden y fecha, de admitir o rechazar los documentos que se le presenten para su registro; entre otros.

El Registro Mercantil o también llamado Registro de Comercio, es aquel instrumento creado por el
Estado para regular las constituciones de sociedades de carácter mercantil por parte de los distintos
sujetos de derecho en las relaciones de carácter mercantil en cuanto a la obligación en que se encuentran
los que voluntariamente deseen constituir una sociedad mercantil , como quienes la conforman, su capital,
objeto, su domicilio, las disposiciones estatutarias las cuales consagran cual es la estructura y
funcionamiento de la sociedad; con la única finalidad que todas las personas interesadas puedan conocer tal
información así como otras, por medio del Registro Mercantil, ya que si no existiera la regulación que realiza
el Estado pueden originarse fraudes y deslealtades entre los comerciantes , y es eso precisamente lo que
el Estado trata de lograr regulando de esta forma la actividad mercantil, por lo tanto, los actos que efectué
el comerciante sean del conocimiento público, ya que se supone de que su objeto es licito, el capital
aportado existe, es decir, que cumple con todos los requisitos exigidos por el Código de Comercio para su
posterior inscripción en el Registro Mercantil.

El Estado a través de su derecho adjetivo crea el instrumento necesario para que satisfaga a los
intereses de los comerciantes y de la propia actividad mercantil, como es el Registro de Comercio; en donde
los terceros y cualquier interesado puedan saber y obtener la información necesaria a sus propios
intereses, a través de las actas de constitución y Estatutos de ellas, que debe estar formalizadas en los
Registros Mercantiles de las respectivas circunscripciones del domicilio de una empresa determinada.

Características del Registro Mercantil

Es legitimador, ya que impone la credibilidad de las actuaciones inscritas en el Registro Mercantil;


garantizando así la seguridad de los derechos; que toda persona necesita para que puedan celebrar sus
negocios jurídicos. El Registro Mercantil contiene la verdad jurídica, tanto inter- partes como frente a
terceros, con prescindencia de la buena o mala fe; es decir, lo que expresan los asientos regístrales se
reputa siempre exacto. Siendo la función primordial del Registro Mercantil dar seguridad al comercio, por
eso la publicidad registral crea una apariencia legitimadora suficiente como para proteger a quien en ella
confía, orientando y dando a conocer los derechos que se inscriben en esta institución a los interesados
(terceros).

Es regulador de la publicidad, tiende a dar conocimiento a los interesados de una determinada


situación, de un hecho, acto o negocio jurídico, está contemplado en el artículo 215 del Código de Comercio,
al indicar “El funcionario respectivo, previa comprobación de estar cumplidos los requisitos legales, ordenará
su registro y publicación”. Igualmente el Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado,
señala que “la inscripción de un acto en el Registro Mercantil y su posterior publicación, cuando ésta es
requerida, crea una presunción iuris et de iure sobre el conocimiento universal del acto inscrito”.

Es un Servicio Autónomo sin personalidad jurídica, adscrito al Ministerio de Interior y Justicia,


ya que recauda sus propios ingresos teniendo un patrimonio propio.

Posee un predominio de los sistemas convalidante y de folio personal, siendo un sistema


convalidante porque además de la oponibilidad de lo inscrito, establece a favor de quien inscribe una
presunción legal relativa o “ iuris tantum” acerca de la veracidad que implica la coincidencia de la verdad
real y la registral e integridad del contenido del registro, es decir, que comprende la titularidad del derecho
en todos los aspectos jurídicos en cuanto al contenido y legitimidad del titular y la forma exigida si fuera el
caso. Este carácter está en el artículo 59 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado.

Las actuaciones que se inscriben en el Registro mercantil se consideran exactas y validas, carácter
incluido en el artículo 58 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del notariado, al indicar: “El
contenido del registro se presume exacto y válido, pero la inscripción no convalida los actos y contratos
nulos”.

Es una institución de carácter público creada con el fin de suministrar para el interés de la
colectividad y también el del comerciante, datos importantes sobre la situación jurídica de éstos, está
contemplado en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado.

Efectos que produce la inscripción de documentos en el Registro Mercantil

En el derecho venezolano, los actos cuya inscripción obligatoria es proclamada por el Código de
Comercio surten efectos frente a terceros cuando la inscripción se ha realizado.

Así lo señala el Código de Comercio en el artículo 25 al consagrar:

Los documentos expresados en los números 1°, 2°, 3°, 7°, 8°, 9° 10° 11°, 12° y 13° del artículo 19, no
producen efecto sino después de registrados y fijados. Sin embargo, la falta de oportuno registro y fijación no
podrán oponerla a terceros de buena fe los interesados en los documentos a que se refieren esos números.

La falta de oportuno registro y fijación no incide en la validez del acto. Los actos son válidos, pero
ineficaces frente a terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la publicación.

Los documentos que deben registrarse están contemplados en el artículo 19 del Código de Comercio
dentro de los cuales destaca:
a) Documentos relativos a situaciones de derecho de familia: 1. autorización al menor emancipado y su
revocación. 2. Autorización a quien ejerce la patria potestad para representar al menor en la actividad
mercantil. 3. Autorización a la mujer para afectar los bienes conyugales.

b) Documentos relativos al comerciante individual o colectivo: 1. Firmas de comercio. 2. Venta de


fondo de comercio. 3. Extracto de escrituras de sociedad. 4. Poderes del comerciante a sus factores. 5.
Autorización del Juez para ejercer su profesión a corredores y venduteros.

La no inserción en el Registro de Comercio de los documentos enumerados en el artículo 19, es la de


hacerlos ineficaces frente a terceros de buena fe, es decir, que contra estos no podría alegarse válidamente el
otorgamiento de un determinado documento, si previamente no se cumplió con la formalidad de su inscripción
en el Registro de Comercio. Ahora bien, frente a terceros de mala fe y aún entre los mismos contratantes,
dichos documentos carentes de la formalidad anotada, si podrían ser opuestos.

En cuanto a los efectos del registro pueden ser: Constitutivos y declarativos:

Constitutivos: Los constitutivos del registro consisten en que la inscripción del respectivo documento,
crea una nueva condición jurídica entre las partes y los terceros, como es la eficacia total.

Declarativos: Es un acto celebrado entre las partes y por lo tanto hace constar hechos y que no
produce con el registro ningún efecto jurídico nuevo. Dentro de esta categoría de efectos, se pueden ubicar,
los documentos señalados en los numerales 4, 5 y 6 del artículo 19 del Código de Comercio. En defecto de su
inscripción, el negocio jurídico o el acto no tiene efectos ante terceros, como es la eficacia parcial.

Señala Morles, A. (2002: .376) lo siguiente: “El efecto principal general de la inscripción de los actos en
el Registro Mercantil es el de la oponibilidad de éstos a terceros: 1.- El efecto es inmediato y pleno, en el caso
de los supuestos indicados en los ordinales 1º, 2º, 3º, 7º, 8º (en cuanto concierne a firmas personales), 11º,
12º y 13º”.

Del mencionado efecto uno de los ejemplos que se pueden mencionar son: La autorización del curador
y la aprobación del Juez, en su caso, habilitando a los menores para comerciar, el registro del documento
constitutivo de una sociedad para que adquiera personalidad jurídica, el registro de los poderes que los
comerciantes otorgan a sus factores y dependientes para administrar negocios.

Igualmente Morles, A. (2002: 376), hace referencia a otros efectos dentro de los cuales destaca:

2. El efecto suspensivo en los otros casos del ordinal 8° (en cuanto concierne a las firmas sociales).
En efecto, la sociedad registrada no se considera legalmente constituida hasta que no se publique el registro,
entre tanto no se puede pedir la liquidación de la sociedad.

3. El efecto es parcialmente constitutivo en el caso de las reformas estatutarias (Ord. 9° del artículo 19
en concordancia con el art. 221 del Código de Comercio). Solo con el registro y posterior publicación surten
efectos las reformas estatutarias. No surten ningún efecto antes.

4. El efecto es declarativo en el caso de los ordinales 4º, 5º y 6º, puesto que no se requiere el registro
para que surtan efectos frente a terceros.

Del estudio y análisis del sistema registral, se induce que los documentos, actos y sentencias que la
Ley sujeta a las formalidades del registro y que no hayan sido anteriormente registrados, no tienen ningún
efecto contra terceros que, por cualquier título hayan adquirido y conservado legalmente derechos. Cuando la
ley exige un titulo registrado para hacer valer un derecho, no puede suplirse aquel con otra clase de pruebas,
salvo disposiciones especiales.

Morles, A. (1998, pp. 374 – 375): Señala que en el derecho mercantil venezolano:

…los actos cuya inscripción obligatoria es proclamada por el Código de Comercio surten efectos frente
a terceros cuando la inscripción se ha realizado. La falta de oportuno registro y fijación no incide en la validez
del acto. Los actos son válidos, pero ineficaces frente a terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la
publicación. El efecto principal general de la inscripción de los actos en el Registro Mercantil, es el de la
oponibilidad de éstos a terceros. El registro no es completo si no está acompañado de la fijación de una copia
en la sede del Registro Mercantil (arts. 22 y 25 del Código de Comercio). La falta de fijación impide que el acto
surta efectos frente a terceros.

Cuando el artículo 25 del Código de Comercio dispone que los documentos a que en este se aluden,
no producirían efectos sino después de registrados y fijados, no esta estableciendo que los actos allí
indicados sean jurídicamente inexistentes por el incumplimiento de dichos requisitos. Muy por el contrario,
existen y son oponibles entre las partes, lo que sucede es que para que produzcan efectos frente a terceros,
es decir, que dichos actos puedan ser oponibles a personas distintas de las que forman parte de los mismos,
requerirán del cumplimento previo de registro y fijación.

El texto de las anteriores disposiciones debe ser coordinado con el contendido de la Sección Segunda,
Título VII, Libro Primero del Código de Comercio, en cuyos artículos 211 a 226 se explicita el régimen de
publicidad de las sociedades mercantiles, esto es señalado por el autor Goldschmidt, R. (2002,p.139) al
señalar:

Los artículos 19 y 25, se refieren, incluso a las escrituras relativas a las sociedades. No obstante, en
materia de sociedades encontramos disposiciones especiales que son de aplicación preferente. En primer
lugar, allí se prevé, además de la anotación, la publicación en un periódico (artículo 212), cosa diferente de la
fijación del artículo 22. En segundo lugar, si el contrato de sociedad, que conforme al artículo 211 debe
otorgarse por documento privado o público, no tuviese esta forma o si los documentos respectivos no
hubiesen sido registrados y publicados, las sanciones previstas no son las del artículo 25 sino que están
establecidas en forma especial en los artículos 219 y 220.

En este orden de ideas, existen consecuencias del incumplimiento de las formalidades legales, del
contenido del artículo 219 del Código de Comercio se infiere que la ley no fija término para el cumplimiento de
ciertas formalidades, pues dicho artículo dice:

Si en la formación de la compañía no se cumplieren oportunamente las formalidades que ordenan los


artículos 211, 212, 213, 214, y 215, según sea el caso, y mientras no se cumplan, la compañía no se tendrá
por legalmente constituida. Los socios fundadores, los administradores o cualesquiera otras personas que
hayan obrado en nombre de ella, quedarán personal y solidariamente responsables por sus operaciones.

Esta disposición legal contempla dos sanciones que es necesario destacar: a) La sociedad no está
legalmente constituida y b) Los fundadores, administradores o cualesquiera personas que hayan actuado en
nombre de la sociedad, son personal y solidariamente responsables.

Como se puede apreciar, la sociedad que no cumple con las exigencias legales, no está legalmente
constituida y por lo tanto no tiene personalidad jurídica, y los socios son personal y solidariamente
responsables.-

Es importante destacar sentencia Nº. 201 del 14-06-2000, de la Sala de Casación Civil, la cual señala:

La doctrina nacional, salvo aisladas voces discrepantes, ha puntualizado que la sociedad no nace por
el hecho de su registro y publicación, pues como su existencia se deriva de un contrato, nace junto con el
contrato mismo. Las formalidades del registro y publicación no tienen entre nosotros carácter constitutivo sino
simplemente declarativo, a los fines de publicidad frente a terceros, de modo que el incumplimiento de dichas
formalidades no entrañan la inexistencia de la sociedad, puesto que la sanción que establece no es la
inexistencia ni la nulidad, sino la de que la sociedad no se debe considerar entonces como legalmente
constituida, es una sociedad irregular, pero de todos modos sujeto de derechos y obligaciones, dado que su
`objetividad jurídica es sustancialmente del contrato que es el que crea el ente…`

Efectos de la Inscripción. Publicidad Formal y Publicidad Material

Los efectos de la inscripción producen dos clases de publicidad:

a) Publicidad Formal: Significa que los terceros pueden acudir al Registro Mercantil con el fin de tener
conocimiento de la vida mercantil del comerciante y están facultados para exigir copias certificadas de los
documentos. (Esta clase de publicidad está reconocida en el en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley
de Registro Público y del Notariado).

b) Publicidad Material: Significa que: 1.Los interesados no pueden oponer los hechos a los terceros si
esos hechos no han sido registrados. (En este sentido está reconocida la publicidad material en nuestro
Código de Comercio en el artículo 25). 2. Los terceros no podrán alegar desconocimiento de los hechos si
éstos han sido registrados según la Ley. (En este sentido no ha sido reconocida todavía la publicidad material
en el Código venezolano.

La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia en sentencia de fecha 28-05-1987, señaló que la falta de
oportuno registro y fijación no podrá oponerse a terceros de buena fe, al indicar:

….En el artículo 19 (no el 18 como lo denuncia el recurrente) en su ordinal 9°, entre los documentos
que deben registrarse en el Registro de Comercio está ‘un extracto de las escrituras en que se forma, se
prorroga, se hace alteración que interese a terceros o se disuelva una sociedad y en las que se nombren
liquidadores’; y es igualmente cierto que a tenor del artículo 25 ejusdem, en su primera parte, los documentos
que deban registrarse ‘no producen efecto sino después de registrados y fijados’. Sin embargo, conforme al
aparte del mismo artículo, ‘la falta de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de buena fe
los interesados en los documentos a que se refieren esos números’ y tal sería el caso de autos, como lo
declaró la recurrida, fundada en que ‘no hay prueba en autos de que el Banco Industrial actor hubiera
procedido de mala fe, ni en la preparación, ni en la celebración de ese convenio’ y ‘tampoco se puede
presumir que en las diligencias practicadas por ella ante el Registro Mercantil la expresada… haya faltado a la
buena fe’, en cuyo caso sí podrían oponerse la sanción a tenor de la jurisprudencia de la Corte.

En tales circunstancias, la prenombrada Directora habría hipotecado validamente el inmueble de su


representada y por consiguiente no se habría violado por parte de la recurrida el artículo 1890 del Código Civil
al declarar valida la hipoteca en referencia. Y tampoco los artículos 19, ordinal 9° y 25° del Código de
Comercio…”.

De lo antes expuesto, se deduce que la inscripción de los documentos y actos en el Registro de


Comercio tienen doble finalidad: la de hacer públicos dichos documentos y actos, con la posibilidad para los
interesados de examinarlos y pedir copias de ellos, sin que la inscripción tenga o no algún efecto jurídico; y la
de dar o no determinados efectos jurídicos a los documentos y actos, inscritos o no inscritos. A lo primero se
le ha llamado publicidad en sentido formal o declarativa, en cambio que, a lo segundo se le ha llamado
publicidad en sentido material, constitutiva o notificativa hacia los terceros.

Efectos del Registro Extemporáneo y de la Falta de Registro.

Si los efectos del oportuno registro son los declarativos y constitutivos, la falta de registro o del registro
extemporáneo de algún documento, motiva que se presenten dos situaciones distintas: En efecto, cuando un
documento se registra después del término legal, dicho registro es válido y el acto queda convalidado y por lo
tanto produce plenos efectos ante terceros.

La falta definitiva del registro, por el contrario, determina que el negocio jurídico celebrado, no produce
efectos ante terceros; sin embargo, la falta de oportuno registro o la falta definitiva de registro no podrá
oponerla a terceros de buena fe, los interesados en los documentos a que se refieren los números ya
señalados, por cuanto, atendiendo al principio de buena fe, el contrato celebrado es válido y en consecuencia,
producen plenos efectos legales vinculantes para los contratantes.

Es decir, el acto en sí es válido y obliga a las personas que han intervenido en su formación. Lo que no
quiere decir que dicho acto también tenga efectos ante terceros. Tiene en este caso plena vigencia el principio
de la relatividad de los contratos acogida en el artículo 1159 del Código Civil, que establece: ‘Los contratos
tienen fuerza de ley entre las partes’. De tal manera, una cosa son los efectos que no producen ante terceros
la falta de registro de determinados documentos a los cuales está obligado el comerciante registrar, y otra
cosa, es el efecto jurídico que produce entre las partes contratantes, el contrato celebrado. Las partes
contratantes tienen que cumplir con lo pactado independientemente si para ello se hubiere cumplido con el
requisito del registro del documento en el registro de comercio. Esto interesa para que produzca efectos ante
los terceros, pero no impide la celebración de contratos y la validez de los mismos, el contrato celebrado
existe y por lo tanto, son válidas las obligaciones nacientes del mismo.

Libros que deben ser sellados en el Registro Mercantil

La contabilidad de un comerciante debe ser llevada de conformidad con lo dispuesto en el Código de


Comercio y es necesaria para que el comerciante conozca en cada instante la situación activa y pasiva de su
comercio y de igual manera desde el punto de vista fiscal y estadístico del Estado, por las normas que ha
dictado el Estado para regular la contabilidad de ciertos comerciantes, cuyo estado financiero influye en el
equilibrio económico del país. Obligatoriamente todo comerciante debe llevar los siguientes libros de
contabilidad: 1. Libro Diario 2. Libro Mayor. 3. Libro de Inventarios. Igualmente son obligatorios para todo
comerciante los Libros de las sociedades anónimas contemplados en el artículo 260 del Código de Comercio,
dentro de los cuales se mencionan, el libro de accionistas, el libro de actas de asambleas y el libro de actas de
juntas de administradores, además de estos tres libros los comerciantes podrán llevar además todos los libros
auxiliares que estimen convenientes para el mayor orden y claridad de sus operaciones, pero deben reunir
todos los requisitos que se prescriben con respecto a los Libros necesarios.

Goldschmidt , (2002. p. 186), hace referencia a los libros auxiliares al indicar: “Los libros auxiliares,…
para ser aprovechados en juicio deben reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto a los libros
necesarios. Hay que observar, sin embargo que los jueces pueden tomar en cuenta, hasta libros irregulares,
considerando que constituyen un principio de prueba por escrito, en el sentido del artículo 1392, del Código
Civil, como, por otra parte, los jueces quedan en libertad para no tomar en consideración los asientos de un
libro regularmente llevado”.

Los libros obligatorios son:

1. Libro Diario: El libro diario contiene el registro, la demostración escrita de todas las operaciones
realizadas, día a día, y con su orden cronológico. No obstante, algunas casas de ventas al detal acostumbran
a anotar en libros borradores las sumas provenientes de ventas, y al cerrar las labores del día anotan en
conjunto todos estos ingresos de dinero en el Diario, sin que por ello contraríen el ordenamiento legal.

El libro diario es analítico, cada asiento debe corresponder a una sola operación realizada en el día,
por otro lado, las anotaciones sintéticas no podrán hacerse sino al siguiente día y se manumitiría el cabal
cumplimiento del artículo 34 del Código de Comercio, que exige que las anotaciones se hagan día a día. El
único asiento sintético reconocido, es el de los gastos generales del establecimiento y los domésticos del
comerciante, y los asientos de los comerciantes por menor.

2. Libro Mayor: En este libro se abrirán las cuentas con cada persona u objeto por Debe y Haber,
trasladándose las partidas que les correspondan con referencia al Diario, y por el mismo orden de fechas que
tengan en éste. Aparecen así abiertas todas las cuentas particulares o personales, sin anotarse en él las
operaciones al contado que sí debe hacerse en el Diario. El libro mayor sirve para facilitar el uso del Diario, el
cual contiene la certeza de las operaciones.

3. Libro De Inventario: Contiene la discriminación exacta de todos los bienes, créditos, débitos y todo lo
que exista realmente, y su valor venal. El inventario puede definirse como la cuenta general de la casa de
Comercio. El inventario debe contener la expresión perfecta de la verdad, y de esta manera suministrar la
prueba llena de certeza moral y jurídica de la situación económica del comerciante, tanto al iniciarse como al
finalizar los ejercicios.

El inventario se formalizará por el comerciante y por todos los interesados en el establecimiento que se
hallen presentes, pudiendo los ausentes hacerse representar por tratarse de un acto trascendental, de la vida
y salud del negocio y de los resultados beneficiosos o adversos obtenidos en la especulación comercial, y del
cual se deduce las posibilidades existenciales del mismo. No reviste el carácter de un acto autentico sino
cuando el caso de que se hubiese exagerado fraudulentamente los valores.

El comerciante que omitiere llevar los libros y registros especiales exigidos por la ley y los reglamentos
o no los conserve por el plazo previsto en la ley, referentes a las actividades u operaciones que se vinculan a
la tributación será penado con multa de 50 unidades tributarias a 200 unidades tributarias. (50 U.T. a 200
U.T.). En la misma pena, disminuida en la mitad, incurrirá el que no lleve los libros y registros especiales
conforme a las formalidades establecidas en las leyes o en los reglamentos. En caso de impuestos al
consumo la reiteración de la presente infracción acarreará, además, la clausura del establecimiento por un
término de 15 a 30 días continuos.

TEMA 9

LA FIRMA

Las sociedades de comercio y los comerciantes tienen un nombre y un apellido para identificarse de los de los demás
que también ejercen el comercio. Las sociedades comerciales son capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones,
en razón de la ficción legal.

LA FIRMA MERCANTIL O RAZÓN DE COMERCIO.

Es el medio de identificación de los comerciantes y de las sociedades de comercio, que nace de su inscripción en el
Registro Mercantil. La Firma Mercantil o razón de comercio tiene varia modalidades:

La Firma personal o individual,

Reservada al comerciante en particular. Artículo 26 código de comercio “Un comerciante que no tiene asociado o que
no tiene sino un participante, no puede usar otra firma o razón de comercio, que su apellido con o sin el nombre. Puede
agregarle todo lo que crea útil para la más precisa designación de su persona o de su negocio; pero no hacer le adición
alguna que haga creer en la existencia de una sociedad.”

La firma personal o individual se circunscribe al comerciante en particular que no tiene asociado, es solo de un
participante, como es el caso con la asociación de cuentas en participación, según la cual, una persona puede asociarse a
un comerciante para participar en las ganancias y en las perdidas, manteniendo éste la representación de los actos
jurídicos que suscriba, tal como lo establece el Artículo 359 “La asociación en participación es aquella en que un
comerciante o una compañía mercantil, da a una o más personas participación en las utilidades o pérdidas de una o más
operaciones o de todas las de su comercio.

Puede también tener lugar en operaciones comerciales hechas por no comerciantes.” Artículo 360 “Los terceros no
tienen derechos ni obligaciones sino respecto de aquel con quien han contratado.”.

Esta firma Mercantil Personal o individual debe contener el nombre del comerciante que es su nombre de pila, el
nombre patronímico (Apellido del Padre) y el Apellido de la madre, pudiendo comprender cualquier otro agregado que
individualice y caracterice su persona y su negocio, sin que contenga adiciones que dejen entrever la existencia de una
sociedad. Es así como el nombre civil (subjetivo), puede coincidir con la Firma Mercantil. La Firma Personal Mercantil
responde a un concepto mixto, porque no se toma en forma exclusiva el nombre y apellido conjunto de la persona, sino
el apellido obligatoriamente (subjetivo) y por otra parte el nombre o cualquier otro agregado, opcionalmente (objetivo)

La Firma Social o Razón Social, reservada a las sociedades en nombre colectivo y en comandita.

Artículo 27 código de comercio. La firma de una compañía en nombre colectivo, a falta del nombre de todos los
asociados, debe contener, por lo menos, el de algunos de ellos, con una mención que haga conocer la existencia de una
sociedad. La firma de una sociedad en comandita debe contener el nombre de uno, por lo menos, de los asociados
personalmente responsable, y una mención que revele la existencia de una sociedad. La firma no puede contener otros
nombres que los de los asociados personalmente responsables. Lo dispuesto en este artículo es sin perjuicio de lo
contenido en el Artículo 29.
Tercer Aparte Artículo 201 “La compañía en nombre colectivo y la compañía en comandita simple o por acciones existen
bajo una razón social.”

Las sociedades en Nombre Colectivo son aquellas sociedades de personas, no de capital, en las que las obligaciones
sociales están garantizadas con la responsabilidad ilimitada y solidaria de todos los socios (ordinal 1° art. 201 Cod Com.
Artículo 201” Las compañías de comercio son de las especies siguientes: 1º La compañía en nombre colectivo, en la cual
las obligaciones sociales están garantizadas por la responsabilidad limitada y solidaria de todos los socios. “), la razón
social debe contener al menos el nombre de alguno de los socios, con una mención que haga creer en una mención en la
existencia de una sociedad.

Las sociedades en Comandita, son aquellas sociedades de personas, no de capital, en la que las obligaciones sociales
están garantizadas con la responsabilidad ilimitada y solidaria de uno o más socios llamados Comanditantes y por la
responsabilidad limitada a una suma determinada de uno o más socios, llamados comanditarios (ord 2° Cód. Com. Art.
201 “2º La compañía en comandita, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por la responsabilidad
limitada y solidaria de uno o más socios, llamados socios solidarios o Comanditantes y por la responsabilidad limitada a
una suma determinada de uno o más socios, llamados comanditarios. El capital de los comanditarios puede estar
dividido en acciones.”), la razón social debe contener al menos el nombre de uno de los socios Comanditantes, con una
mención que haga creer en la existencia de una sociedad, por ejemplo “SANCHEZ & CÍA”. El capital social de las
sociedades en comandita, el aporte de los socios comanditarios puede estar representado en acciones, por ejemplo
“SÁNCHEZ & CCA” (Compañía en comandita por acciones)

La Denominación Social.

Reservadas a las Compañías Anónimas y de Responsabilidad Limitada. Artículo 202 Código de Comercio “La compañía
anónima y la compañía de responsabilidad limitada deben girar bajo una denominación social, la cual puede referirse a
su objeto o bien formarse con cualquier nombre de fantasía o de persona, pero deberá necesariamente agregarse la
mención de “Compañía Anónima” o “Compañía de Responsabilidad Limitada”, escritas con todas sus letras o en la forma
que usualmente se abrevian, legibles sin dificultad.”

En relación con las Compañías Anónimas, en las cuales las cuales las obligaciones están garantizadas por un capital
determinado y en las que los socios están obligados hasta por el monto de su acción (Ord. 3° Cód. Com. Art. 201 “La
compañía anónima, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por un capital determinado y en la que los
socios no están obligados sino por el monto de su acción.”) y en las de responsabilidad limitada, en las cuales las
obligaciones sociales están garantizadas por un capital determinado, dividido en cuotas de participación (ord. 4° Cod.
Com art. 201 La compañía de responsabilidad limitada, en la cual las obligaciones sociales están garantizadas por un
capital determinado, dividido en cuotas de participación, las cuales no podrán estar representadas en ningún caso por
acciones o títulos negociables.”), la denominación social no está sometida a un régimen formal, como ocurre con las
sociedades en Nombre Colectivo y en Comandita, sino que en éstas, la denominación social puede referirse a su objeto o
bien formarse con cualquier nombre de fantasía o de persona, pero deberá agregarse, necesariamente, la mención de
compañía anónima o compañía de responsabilidad limitada, en letras o en las formas que usualmente se abrevian,
legibles sin dificultad. Por ejemplo: “MOTORES UNIDOS, C.A”.; “PANADERIA LA FLOESTA S.R.L.”

En materia Mercantil, aún en caso de matrícula, la firma mercantil debe diferenciarse de las existentes y que estén
inscritas en el Registro Mercantil para evitar confusión y perjuicios a terceros. Y el comerciante que quiera identificar su
firma con un nombre a inscrito, debe agregarle alguna enunciación para la más precisa designación y diferenciación de
su firma con la ya existente en el Registro Mercantil. Artículo 28 Código de Comercio “Toda razón de comercio nueva
debe distinguirse claramente de las existentes y que estén inscritas en el Registro de Comercio. Si un comerciante lleva
el mismo nombre y apellido de otro que ya lo ha registrado como firma mercantil suya, para servirse de él debe
agregarle alguna enunciación que lo distinga claramente de la razón de comercio precedentemente inscrita.”

MARCAS Y PATENTES

La Ley de Propiedad Industrial, regula en el comercio, instituciones que aparentemente pueden llegar a confundirse con
la institución de la Firma Mercantil, regulada por el Código de Comercio, las cuales están comprendidas dentro del
concepto genérico de Marca Comercial (Art. 27 De La Ley De Propiedad Industrial “Bajo la denominación de marca
comercial se comprende todo signo, figura, dibujo, palabra o combinación de palabras, leyenda y cualquiera otra señal
que revista novedad, usados por una persona natural o jurídica para distinguir los artículos que produce, aquéllos con
los cuales comercia o su propia empresa. La marca que tiene por objeto distinguir una empresa, negocio, explotación o
establecimiento mercantil, industrial, agrícola o minero, se llama denominación comercial. Lema comercial es la marca
que consiste en una palabra, frase o leyenda utilizada por un industrial, comerciante o agricultor, como complemento de
una marca o denominación comercial.”). Este concepto comprende la denominación con que el industrial o el
comerciante identifican el artículo que produce, el producto que intercambia o el negocio que realiza. Las marcas
también comprenden: los lemas, enseñas y emblemas.

La Marca de fábrica o Industrial es la denominación que el fabricante o industrial le asigna al artículo que elabora, por
ejemplo: Marca CHEVROLET, vehículo producido por la Industria Automotriz GENERAL MOTORS.CHEVROLET, es una
marca industrial.

La Marca del Comerciante, también puede ser la denominación que el comerciante le asigna al producto que adquiere
para el intercambio entre el productor y el mercado, sin que haya intervenido en su elaboración, por ejemplo, la
Empresa Comercial MG, C.A., contrata con el industrial el suministro de jugo para ser colocados en sus máquinas para el
expendio automático y lo denomina “JUGO REAL”. Esta denominación, también es una marca comercial.

La Denominación comercial es el nombre que el industrial o el comerciante le asigna a su negocio que produce el
artículo, que intercambia bienes o presta un servicio. Por ejemplo Mc Donald’s, ésta empresa produce y expende
hamburguesas en el mercado nacional e internacional. Otro ejemplo seria la denominación de la industria automotriz
GENERAL MOTORS, la cual es una denominación del negocio en el ámbito internacional. Esta denominación comercial,
puede coincidir con la Firma Mercantil. Es también una marca comercial.

El Lema es la frase, oración o leyenda que el industrial o el comerciante le agrega a la denominación del negocio, a la
marca del producto o al servicio que presta. Por ejemplo la empresa de publicidad “CARS”, tiene como lema
“permítame pensar por usted”. “SÁNCHEZ & CÍA”, tiene como lema “NO LO PIENSE, HÁGALO YA”

Las enseñas o emblemas, consisten en figuras o símbolos para identificar un negocio o producto. Por ejemplo la entidad
bancaria CONFINANZAS, muestra un CARNERO, como emblema del ente financiero. Cervecería POLAR, muestra UN
OSO BLANCO EN LA NIEVE, como emblema o símbolo de la empresa y del producto. EPA, muestra un CANGREJO como
símbolo de la Empresa.

Las marcas, los lemas, las enseñas y emblemas, distintas a las firmas mercantiles, están comprendidas dentro del
concepto genérico de Marca Comercial y son creaciones comerciales que tienen por objeto identificar e individualizar las
industrias, los negocios y los productos, para su promoción y fomento en el mercado, en búsqueda de una reputación
industrial y comercial en base a la calidad en los servicios prestados y de los artículos producidos. En base a dicha
reputación que se produce con el uso continuo y prolongado en el tiempo, nace la oferta y la demanda de la tecnología y
de las franquicias para su aplicación y explotación industrial y comercial por terceros.
Las marcas, los lemas, las enseñas y emblemas, por tener un sentido más que de mera identificación, que es lo que
busca la Firma Mercantil y obedecer a la promoción industrial y comercial de un negocio o producto, se inscribe en el
Registro de Propiedad Industrial. Aquí también se inscriben las patentes de invención de tecnologías y productos, que
no son otra cosa que el resultado del ingenio científico de métodos de realización para la producción de bienes y
servicios (Art. 37 ley de propiedad industrial “Todo lo relativo a la propiedad industrial estará a cargo de una oficina que
se denominará Registro de la Propiedad Industrial.”)

TRANSFERENCIAS DE FIRMAS MERCANTILES

Las Firmas Mercantiles personales se transfieren por:

CESIÓN:

Debe comprender el fondo de comercio, la Ley no permite la cesión de la solo firma mercantil, ella está íntimamente
ligada al establecimiento o negocio que opera bajo su responsabilidad, es indivisible, Art. 30 Cód. Com. Se prohíbe la
cesión de una firma mercantil como tal e independientemente del establecimiento mercantil de que forma parte. ART.
150 Cód. Com “La cesión o transmisión mercantiles de derechos y de documentos que no estén constituidos a la orden
del beneficiario, se hará en la forma y con los efectos establecidos en el Código Civil; las de documentos a la orden se
harán por endoso en la forma v con los efectos establecidos en este Código; las de los documentos al portador, con la
entrega de éstos.”.

HERENCIA:

Se transmite la propiedad del fondo, que comprende la firma mercantil. Es un bien que forma parte del acervo
hereditario. Para continuar el heredero en la explotación del fondo de comercio, debe indicar el carácter de sucesor.
Por ejemplo: CASA PINED, SUCESORES.

La razón social reservada a las sociedades en nombre colectivo y en comandita, es parte del patrimonio de las mismas
por aportes de los socios. No es de los socios, quienes son personas distintas de la sociedad. La razón social, en la cual
aparece el nombre del causante como parte de la firma mercantil, no es parte del acervo hereditario porque pertenece
a la sociedad, como si lo son los derechos y la responsabilidad solidaria del causante, que se transmite a los herederos.
La continuidad del uso de la firma mercantil con el nombre del causante, debe indicar tal como lo establece el Artículo
29 del Cód. Com, el carácter de sucesores, porque implica la responsabilidad solidaria de sus herederos. Por ejemplo:
“RAMIRES SUCESORES & CÍA.

La Cesión de la Razón Social como Firma Mercantil, no puede hacerse independientemente del establecimiento o
negocio de la cual forma parte. Pero como la sociedad de comercio es una persona distinta a los socios y la razón social
es parte de la sociedad, la única manera de hacer la transferencia conjunta (firma y establecimiento), es mediante la
Cesión de los derechos, que implica la responsabilidad solidaria del socio que aparece en la razón social siempre que
acepte y de su consentimiento para que su nombre continúe como parte de la razón social, lo cual lo libra de la
responsabilidad solidaria. Si se separa de la empresa sin reserva, se hace solidariamente responsable con la sociedad.
Por consiguiente, el socio que se separa de la sociedad en nombre colectivo o en comandita, puede solicitar la
eliminación de su nombre de la razón social, así lo establece el Artículo 31 Cód. de Com “Si una compañía mercantil
cambia, sea la incorporación de otro asociado, sea por la separación de alguno de los que la forman, la razón mercantil
puede subsistir; pero es necesario el consentimiento expreso del asociado que se retira, si su nombre figura en la
firma.”. La supresión del socio solidario en la razón social con ocasión a su separación, implica practicante, una
devolución de su aporte en este sentido.
Cuando una sociedad de personas adquiere o absorbe a otra, debe agregar a la razón social de la empresa adquirida o
absorbida el complemento de sucesores. Por ejemplo: “PINEDA RAMIREZ SUCESORES Y CÍA”

¿QUE ES UNA FIRMA PERSONAL? ¿Y COMO SE REGISTRA?

En esta entrada explicaremos ¿Que es una firma personal?, ¿Cuáles son sus requisitos?, así como un paso a paso, para
registrar una firma personal, de acuerdo a la norma vigente venezolana.

¿QUE ES UNA FIRMA PERSONAL?

Una firma personal es un documento donde te declaras comerciante ante el registrador mercantil y eso te da derecho a
usar un nombre comercial y a asumir las funciones que cumpliría cualquier empresa o sociedad mercantil, con las
limitaciones que tú eres el/la único/a socio/a, te da derecho a utilizar facturación con todas las de la ley.

Normas que aplican: (CÓDIGO DE COMERCIO 1950)

Artículo 2; Para la tramitación de todos los actos o negocios jurídicos que se realizan ante los registros principales,
mercantiles, públicos y notarías, toda persona interesada, sea presentante u otorgante, salvo las excepciones previstas
en la presente Resolución, deberá presentar como requisitos obligatorios los siguientes documentos:

1) Documento de identificación vigente.

2) Documento redactado y visado por abogado o abogada, o sentencia definitivamente firme, o cualquier otro acto
emanado de autoridad competente.

3) Tributos nacionales, estadales y/o municipales, según sea el caso.

Artículo 24. —Para la tramitación de constitución de firmas personales, además de los requisitos obligatorios deberá
presentar los siguientes requisitos:

1) Reserva del nombre. Para ello se deberá realizar previamente la búsqueda de la denominación, en cuyo trámite se
consignará:

– Cédula de identidad legible y vigente.

– Denominación Mercantil a solicitar.

2) Copia de la cédula de identidad y Registro de Información Fiscal (RIF) del comerciante. Si es extranjero copia del
Pasaporte con la respectiva Visa TR-N (transeúnte de negocios), TR-I (transeúnte inversionista), TR-E (transeúnte
empresario).

Para aquellas personas interesadas en registrar una firma personal, he aquí los requisitos que deben presentar ante un
registro mercantil para poder hacer efectivo el trámite. Probablemente puedan existir variaciones en cuanto a la
cantidad y tipo de documentos a consignar dependiendo de la jurisdicción o zona de Venezuela, por ello, instamos a
consultar antes en el registro mercantil cercano a su domicilio

Pasó a paso:

I.- REQUISITOS PARA EL REGISTRO DE UNA FIRMA PERSONAL

– Solicitud de la “búsqueda de nombre” (art.26 y 28 del código de comercio).


– Pago de “reserva del nombre”, este pago se expresa en U.T. El solicitante debe consultar la cantidad de U.T. en la
oficina del R.M.

– Documento constitutivo visado por el abogado, (art.19 ordinal 8 del código de comercio).

– Fotocopia de la cedula de identidad y R.I.F personal.

– Estampillas.

– Soporte del capital, si es en efectivo “referencias bancarias y sus últimos movimientos. “Si es en bienes “presentar la(s)
factura(a) original(es)”.

– Planilla de liquidación de tributos bolívar (lo entregan en el registro cuando se consignan los documentos).

Registro_Mercantil.jpg

II.- PASOS PARA SOLICITAR LA FIRMA PERSONAL

1.- Solicitar la búsqueda del nombre o denominación social de la firma.

Esto se realiza mediante un formato que es entregado en el registro mercantil. Este debe ser llenado con letra clara y de
imprenta, los resultados son informados en los 3 días hábiles siguientes a la fecha en que se introdujo la petición
(podrían ser 3 días hábiles o más, dependerá de la temporalidad). Luego se debe obtener la planilla para constituir la
FIRMA PERSONAL y depositar en la cuenta bancaria señalada por el registro de comercio.

2.- Reserva de nombre o denominación social

Si el nombre o denominación social solicitado está libre, hay que pagar el monto correspondiente por concepto de
derechos de reserva, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la fecha en la cual se dio la respuesta positiva, de no
hacerse esto, el nombre o denominación quedará automáticamente disponible para otro usuario(a).

3.- Sello de “Visto Bueno”

Dentro de los TREINTA (30) días hábiles siguientes a efectuada la reserva de nombre, debe dirigirse a la taquilla 2 con el
acta constitutiva de la firma personal para que le estampen el sello de visto bueno después de revisar que el nombre o
denominación social se encuentre bien escrito es decir, que se corresponda exactamente con la denominación
reservada.

4.- Compra de planillas

Por lo general se adquieren en la taquilla de timbres fiscales de la oficina del registro mercantil, se pueden obtener toda
la cantidad de planillas de liquidación como documentos que se deseen inscribir.

5.- Cálculo del precio a pagar por la inscripción

Al presentarse en la taquilla de cálculo -con su documento y la planilla de liquidación-, el funcionario del Registro
calculará las cantidades que se deben pagar por conceptos de estampillas o timbres fiscales y aranceles.

6.- Elaboración de planilla de derechos del fisco

En la misma taquilla, un funcionario rellenará la planilla conforme a lo calculado de acuerdo a la Ley de Timbre Fiscal y
posteriormente (cuando la tenga lista) será llamado para entregársela.
7.- Pago de los derechos correspondientes al fisco

Se paga la cantidad expresada en la planilla, por medio de un depósito a nombre del ente contralor correspondiente.

8.- Otorgamiento o firma del documento

Se establecerá una fecha específico para acudir al Registro Mercantil. Esto es para el otorgamiento y presentación del
recibo de pago al funcionario de la sala de otorgamientos, por alguna razón, este funcionario anota las horas de llegada.
Los funcionarios de ese Departamento ubicarán el documento y verificarán nuevamente si existe en el sistema alguna
prohibición legal para la firma.

9.- Revisión final y firma del Registrador

Los abogados del Departamento de Otorgamiento revisarán el documento para constatar el cumplimiento de todos los
extremos legales –entre otras cosas- sellos, notas de certificación, entre otros. Con esto, introducirán los datos relativos
al acto en el sistema informático. Posteriormente, el documento original, las copias certificadas solicitadas por el usuario
y las destinadas a los Libros de Protocolo y Registro Principal, que luego pasarán al Despacho del Registrador(a), quien
firmará cada uno de ellos, por orden de llegada.

10.- Entrega del documento otorgado

Una vez firmado por el Registrador(a), los funcionarios de la entrada de la sala de otorgamiento le llamarán para
entregarle su copia certificada u original según sea el caso.

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