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DE
UNA VIDA
PASADA.
7-18
1
I
I
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I JOSÉ F° ANT° MARTÍNEZ Y DÍAZ-SANCHEZ
I SUBOFICIAL DE ARTILLERÍA
Biografía o memorias
de
una vida pasada.
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I
I
I La relación de los hechos de estas memorias está
desglosado así:
- Período de la preguerra, de Abril de 1.910 a Julio
I de.1.936.
- Periodo de la guerra 1.936-1.939.
Periodo de la posguerra y Academia de
I Suboficiales.
Periodo del Colegio de Huérfanos de Militares.
SEGUNDA PARTE
Casos excepcionales
y
Originales
i,**"
INTRODUCCIÓN O PREÁMBULO.
I EJEMPLOS
ÍNDICE
I PRIMERA PARTE
I Título
21 Periodo de Preguerra, 1.910-1.936.
i , 2Í
23 Papá regresa de América.
Primera salida del hogar paterno.
35 Periodo guerra civil, 1.936-1.939.
I 43
47
Operación suministro.
Salida de la Universitaria.
49 Último parte de guerra.
I 51
*» 53
Consideración final de la guerra en Universitaria.
La guerra civil en España.
jtt 55 Periodo de la posguerra y academias,
I tó. 63
\. 67
Empezó la academia.
Entrega de despachos.
69 Destino a los Pirineos.
77 Destinado al Gobierno Militar.
79 Sargento I o y el nuevo general.
83 Colegio de huérfanos de militares.
89 Ascenso a brigada.
93 Pasé a retirado.
99 Terminó el colegio.
103 Consideración final.
105 Vicisitudes de la vida. (Buenas)
107 Vicisitudes de la vida. (Malas)
109 Toda una vida bajo el signo del n°13.
16
ADVERTENCIA.
SEGUNDA PARTE
Página Titulo Antes de entrar en el camino de la lectura de estas
115 Hechos, casos y cosas. memorias y por si en alguno de sus pasajes me refiero a
117 La infancia. algo relacionado con la política o con la guerra, no es nada
119 La adolescencia. más que comentar como si fuese una copia o una foto de lo
123 Las madrinas de guerra. que era comentario común en la calle y sin secretos para
127 La tragedia de Valladolid. nadie.
129 Los combates de la Sierra de la Grana.
133
Nada más lejos de mi que la política, soy totalmente
El día que fui herido. refractario a todo lo relacionado con la política, por lo que
135 Las madrinas de hospital.
139 nunca he pertenecido a ningún partido político, ni siquiera
Las fiebres de Fuenteovejuna.
141 El fraile de Lebrija. a una central sindical, que dicen ser el organismo donde se
143 El buen Arturito, gestiona y se trabaja por el dereeho.de los trabajadores.
145 El levantamiento Nacional. No obstante me ha dolido-mucho que mi Patria a la
147 Llegó la REVOLUCIÓN NACIONAL. que adoro, haya tenido' que soportar; tres años de guerra
149 La gran fatalidad. cruel y que tan trágicas consecuencias • tuvo para tantas
151 Los errores. familias.
155 Nada de correctivos físicos. También para mi propia madre que tuvo que
157 Las felicitaciones. soportar su tragedia con dos hijos en la guerra y cada uno
159 Premios honoríficos. combatiendo frente al otro. Y tan frente a. frente, que en
161 Las recorn endación es. unas operaciones que realizó el-'ejército en el que él estaba,
165 Visita del Capitán G. al Gobierno Militar atacó las posiciones en las que estaba yo. .
167 La novia de Vaimojado. Y que al final lo pudimos contar.. •:
171 De soltero a casado. Si hago alguna referencia a algo que pudiera parecer
175 La Academia que me inclino por algún lado, ello .no es así, es
177 Dura situación. simplemente que he vivido situaciones muy diversas y he
181 La mocedad. creído necesario referirme a ellas para ordenar y poner en
183 Influencia de la familia en mi vida. claro mis vicisitudes.'
185 El descanso del soldado.
189 Los mayores traumas.
191 Y descarriló el tren.
193 El gran susto.
197 Vida social.
201 El Ángel de la Guarda.
207 Punto final.
209 Después de punto final.
I 19
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I PRIMERA PARTE
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21
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veces con unos otras con otros, pues todos hacían cosas
distintas cosas distintas y había que imponerse todo lo que
se pudiera.
Asi las cosas, iba pasando el tiempo y yo, recadero de
todos, procuraba hacerlo todo lo mejor que podía, siempre
tratando de granjearme el aprecio y la confianza de todos.
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República, el ambiente era así, cosa que no me hizo '" El director general de la misma era español, y lo digo
ninguna gracia. porque la empresa era una multinacional formada por un
De cómo cayó en mi y en todos mis compañeros eso, consorcio de ingleses, franceses y españoles. Se dio la
de enemigos de los trabajadores, se puede ver en la página circunstancia de que el director tenia un hermano general
88 y en el episodio titulado EL BUEN ARTURITO. y al empezar la guerra lo fusilaron en Barcelona, así es que
r todo cambió. A la vista de la situación ya me hacía un lío y
Debo decir que en mi nueva situación me- no acertaba a ordenar mis ideas. Todos creíamos que
encontraba como pez en el agua, mi empleo fijo de plantilla. aquello de la guerra seria cosa de unos días y con eso nos
en una gran empresa y con un sueldo fijo mensual. Yo ya conformábamos, pero para mis adentros decía, cuando
había llegado a donde deseaba. Y que ilusión me hacía, •acabe la guerra, que va a ser de mí, ahora que ya me había
como he dicho ante^poder ayudar a mis padres. Que bien situado después de tantos trajines.
me aprendí la lección' de mi madre. Y que además de Pero todo se arregló y vaya si se arregló. A los pocos
pedirme que les ayudara, me encargó muy mucho que días me llaman a filas por la movilización, como a tantos
seleccionara muy bien mis amistades, que huyera de los • otros, y me tuve que incorporar al regimiento que había en
•Zamora, donde me encontraba.
viciua y que antes de gastar un céntimo en algo inútil, que Se acabó mi vida de paisano, se acabó mi empleo y
me lo pensara dos veces. : se acabó la empresa a la que yo adoraba pues en ella me
Todo esto quedó tan gravado en mi, que unido a qut hice hombre.
mi padre había cambiado tanto en su trato de como era A partir de ahora, una vida nueva. Y yo me
antes a como era ahora. Ahora era un verdadero padrazo,
mi mejor padre, mi mejor amigo, mi mejor compañero. Ei preguntaba, ¿cuándo acabaré yo de situarme?.
fin, una maravilla. Y yo, no en agradecimiento, sino porqut
era condición mía de ser obediente y sumiso, he tenido lt
fuerza de voluntad tan en primera página de mi vida qm
hasta, que me casé casi al cumplir los treinta años, todoí
mis ahorros han sido siempre para mis padres, hasta i
punto que cuando me casé solo contaba con el sueldo qm
había cobrado ese mes. Así de valiente. ¡
Cuando le expuse a la novia como estaba 1¡
situación, lo aceptó y a casarse. Y no pasó nada y nos fui
de maravilla.
Andando ya por el camino de los hombres y tam;
gusto que me encontraba en mi nueva situación... s
presenta la guerra civil. Yo ya con mis veintiséis años,;
ocurre que la empresa cierra la puerta y desaparece i
.España.
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36 v --•
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Eso tenía que ser después de ocupar la Sierra-de la comandante mengano". Esto quería decir que el enemigo lo
Grana donde se realizaron los combates y desde donde no sabía todo y nosotros nada.
pasaron y que fue donde yo caí herido, y que dicha Aparte de que el sermón que nos echó el enemigo
operación, si la hubiera realizado el enemigo y la hubiese entre loshelados,
nos dejó tengo que decir que nuestra camaradería
componentes, compañeros y amigos del Bon,
ganado, hubiesen cortado el ferrocarril y la carretera, en cuando estábamos en campo abierto y que atenuaba un
Llera (Badajoz), pero como digo, no pasaron de la Sierra de poco el peso de la guerra, se fue esfumando para
la Grana. convertirse en un infierno.
Varios meses duró nuestra estancia en aquel frente El tiempo que duró nuestra estancia en aquel sitio,
y con muchos altibajos dada la importancia de la zona, no tuvimos contacto con nadie más que cada uno con los
como he dicho. \ componentes de su pelotón, que es la unidad de cada
Y llegó la hora ü"e la salida de aquel frente y la sargento y sin más movimiento que del refugio al sótano y
tomamos al parapeto. Todo el pelotón lo componían de 18 a 20,
en aquellacomozonauntan
regalo por tanto
conflictiva que se había que
y pensábamos soportado
como ocupando un frente de unos 30 m. Nadie se podía retirar
premio nos llevarían a algún J l i i sitio más ábamos
pacífico yque
quecomo
nos de su sitio sino era para algún servicio.
sirviera c^io plan de descanso. • Al entrar en la Universitaria, relevamos a
Pero gran sorpresa, en una estación que no pudimos I Bandera del Tercio y entre la estrechura en que una
urcamos en otra que| desenvolvíamos y el silencio de los legionarios, que nos
que no
tempoco lo a
nue después y advertirnos
de siempre de que ^-articulaban palabra, estábamos asustados y acobardados.
4uc UA, F n el fin de no? A parte del martilleo constante a que nos tenían sometidos
i " fespSer«tee r t S c T u n a tormenta *$» ametralladoras, los morteros y las granadas de mano
sin e&pcicu u ^ ^^ trituraban.piQue era lo típico en aquel frente. Y esto sin contar con la
ametralladoras y artillería, q nasarlpguerra d e minas que constantemente y sobre todo de
Desconcertados llegamos a un P ™ ^ " A \ Ciudadfnoche, se oía el chirrear de las carretillas por debajo de
un _ o ser nacionales t e n í a 4 n u e s t r a s trincheras transportando los materiales de
Universitaria, único que
¡n Madrid al T^T^Zls & ™ ^ - c i a solo *á una muestra de ,a la ^erra
guerra de
alguiennada
se de donde ^
encargo s m aon c u b i e r l a s minas... los edificios del instituto del cáncer y Rubio,
iuciun v t u a a o s c o n
íbamos llegando a amados
hacerlo. Po^ gal ena^> en-v^ ^ ^ ^ ^ sendas
^ ^ minas ios ^ aos
^ a& la^ vez
y^ y ^
^ »
trincheras y parapetos cubiertos " ¿hierro %
^ de t ftquedó
y cemen o Je(voluntarios de ellos ni rastro. Un Bon que había
dó d ll de iToledo se llamaba), desapareció con en este sector
los
oorque a partir de ahora nuestro habitat iba a s e r ®¡~ _ 1>r. .
Voy a hacer un ligero retrato de un día de guerra en
del día y asi IOUU ci ucmpu H - |ia unidad Universitaria: a partir de primera hora de la
que fue de nueve meses. ¿mañana, se levanta el servicio de la noche de las trincheras
Este a l g u i e n ^ dye antes hablo y ^ Q u e ^ d e primera línea. Aquí ojo avizor durante todo el tiempo
colegas, estáis en la Ciudad Universitaria estáis a ^ J : q u e s e está en el parapeto, en las armas portátiles — -
metros de nosotros, vuestro Bon el fulano y vuestn.
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pie. Alrededor, todos los servicios de intendencia,
dedo en el gatillo, los lanzadores de granadas, una en cada ingenieros, minadores, transmisiones, etc. y el hospital de
mano, además de un par de cajas a su lado, y los morteros sangre. Este hospital tenía los mejores equipos quirúrgicos
con una granada en el tubo y varios cajones al lado. Esto y los mejores cirujanos que había en España y todo dada la
cuando descansaban, que era poco tiempo, pues lo mismo cantidad de heridos de tantas clases que había que
que el enemigo nos acosaba a nosotros, nosotros los atender. De muertos mejor dejarlos en paz y que Dios se
acosábamos a ellos. No he dicho y lo digo ahora, que los apiade de ellos, fueron muchos.
lanzadores de granadas, por las noches tenían que estar a
cuerpo descubierto, pues el campo hasta el enemigo, que
estaba a unos treinta metros más o menos, tenia que estar
vigilado constantemente.
A partir de ahora se monta el servicio de día. Un
tercio a los parapetos dé'lá trinchera de primera linea, otro
tercio, a trabajos y otro a transporte de materiales
cemento, hierro, grava y todo lo necesario para las obra;
trinchera." refugios, sótanos, etc.
Para el aseo personal se disponía de muy poco!
tiempo, todo lo absorbían los servicios. Una cantimplora de¡,
agua de vez en cuando y a repartirla. Repito que no hayj
más campo de movimiento para el pelotón, que del refugio;
al parapeto o al sótano y sin más contacto con nadie más1
;
que con los componentes del pelotón.
El sargento va de vez en cuando a dar novedades y a
recibir órdenes. ,
El sector de la Universitaria, está pasado el
Manzanares, cercado en todo su perímetro por el enemigo'
y con las trincheras de primera línea, a unos 20 ó 30
metros, unas de otras. El fuego de ametralladoras;
morteros, granadas, minas, etc. es nuestro compañerí
durante las veinticuatro horas del día, con alguno!
.. . altibajos pero poca "cosa.
Este sector está ocupado por 10 ó 12 unidades tipt
batallón, y para los no enterados, un batallón tiene sobr^
unos 500 hombres y ocupan las trincheras de primer!
línea, más una segunda linea un poco más atrás e(
prevención de un ataque, para poder salir a su encuentro,
En el centroudel sector está el mando de todo, eru
edificio de la escuela de arquitectura, en lo que queda <f
43
OPERACIÓN SUMINISTRO.
1
1
que se quisiera, y cada uno a coger lo que podía como si se
tratara de robarnos los unos a los otros y que en realidad
hacer?. Pues se me ocurre aquello de "Señor, si he de
tomar este cáliz, que sea pronto". Así se le ocurrió a Jesús
así era y que no podía ser de otra manera.
1 Terminado todo esto y antes de emprender la
marcha, las bajas de muertos y heridos, que siempre los
en la Cruz. Yo no encontraba otro remedio, tan abatido
estaba. Pero de abatirse nada, hay que hacerse el valiente,
porque los subordinados están ahí, y dice el dicho militar
había y quizás más de la cuenta.
1
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que la mejor voz de mando que se puede dar al soldado es
A Y ahora a emprender la marcha cuando se pueda el ejemplo, y si ven que tú no eres el primero en dar la cara
•'••
¡
hasta las posiciones, con lo que hemos podido recuperar y ante el peligro, ¿qué harán ellos?. Y haciendo de tripas
por las galerías cubiertas y con la carga a cuestas y
1 •
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I ífíívf-.'•'• 49
I objetivos.
La Guerra Civil en España ha terminado.
I
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I
I CONSIDERACIÓN FINAL DEL PERIODO DE GUERRA EN
LA CIUDAD UNIVERSITARIA.
I Como colofón final de esta narración, quiero hacer
presente que al referirme a la operación suministro no me
I he extendido demasiado para no dañar la sensibilidad de
alguien, pues a parte de lo ya relatado no lo ha sido todo ni
todo lo trágico que era.
I De todas formas no solamente era trágica la
operación suministro, que ya lo era, pero ¿y las otras?.
¡
de dinamita, desde lejos la explotan y destruyen todas las
galerías de alrededor, y ya está todo dicho.
53
I 52
! I,
seguía en calidad de provisional, mi reemplazo licenciado y
yo pendiente de lo mismo, pues siempre tuve estaTctea en
la mente. Harto de andar de un lado para otro, aquí como,
allí duermo, en otro sitio mis enseres, y viendo que otros
compañeros habían rehecho su vida casándose y viviendo
en casas con familias realquilados, me lo pensé, porque
con mis casi treinta <Jios, ya estaba hafto de rodar y estar
solo. Se lo propuse a la novia y nos casamos, y no nos fue
mal, sino todo lo contrario.
Ella en nuestro improvisado hogar y yo en mis
servicios en el cuartel, pasaba el tiempo y siempre
pendientes de aquella llamada fatídica para mí,
licénciamiento que tenía que llegar y que llegó.
Pero mientras esto llegaba o no, ocurrieron muchas
cosas, y contentos porque va a haber tiempo, nada menos
que tres años, y todos los pasé en Cuenca donde estaba mi
batallón y siempre esperando la llamada que tenía que
llegar para una cosa u otra.
La inteligencia de este señor, su personalidad, su Felicidad quizás incompleta, porque aquellaaquel llamada
don de gentes, su capacidad de seducir y todo unido a una fatídica que esperaba tenia que llegar y LLEGÓ.
bastísima educación, hacían de él un personaje
incomparable. Sí, el oficinista con un recado: "Me Sargento, el
Él no era militar, era movilizado, como yo, quería capitán que vaya usted a la oficina".
licenciarse pero el mando retenia a quien le hacía falta. Era
ingeniero electricista, gerente de un^- empresa de Creí que caía de espaldas al suelo. Me decía, ya está
electricidad, catedrático de música i .^Reclamación del aquí la licencia. Antes de llegar a la puerta, el capitán se
conservatorio
t r i dde B
Badajoz
dj y áB¡ó^2^Í&á^'en el Estado levantó, me dio la mano y me dijo LA GRAN NOTICIA:
Mayor del gobierno militar de ráww
do lo tenían
allí por algo seria. Era jefe de mi ct ayudante del
comandante del batallón. Cuánto, át lado de este "Está usted admitido como cadete alumno a la
señor y cuánto me alegro por ello.,. Academia de Suboficiales y destinado al Regt° de Art*
n° 13 en Getafe. El curso empieza el I o de Septiembre.
Transcurría el tiempo de -i uérra y seguía la Mi más ferviente enhorabuena".
guerra mundial. Muestras unidac^, T ^ i ...... oguerra se
_. iban "Muchas gracias, mi capitán".
deshaciendo y formando las unidade.s^e, la posguerra. En
Cuenca, donde estábamos se formó uri} depósito, así le
llamaban, donde el personal de las unidades deshechas se Corrí a casa y el abrazo que nos dimos los tres no
iban concentrando y desde allí sé;-;riban mandando tuvo comparación, y le decía a mi esposa, nena se nos han
expediciones para formar el que sería el Regt° de Inf* n° 42 abierto las puertas del mundo. |Se nos han abierto las
en Leganés. ••.''':.::•}.($• puertas del camino de nuestra vid 1. Y así fue.
Al capitán mío la hacen catgó de este depósito y Los tres años de guerraAho los vamos a olvidar
hace tres apartados. ';vi,v nunca, pero los tres de posgue^/a, con toda su pesadilla,
El primero, que recibe y distribuye al personal tampoco. Ahora a respirar hondo.
recibido.
El segundo que se hace cargo del armamento,
municiones, equipos, utensilios, ganado, etc.
Y el tercero que es la cocina, de la que me hizo cargo
a mi.
Terminado este periodo de tantos trabajos, queda en
la ciudad de Cuenca el Bon, al que pertenecíamos mi
capitán y yo, y en el que la cocina me tocaba mes sí, mesí
no. í
Y ahora toca decir que allí en Cuenca, nació nuestra,
; hija, María del Sagrario, .,que nos colmó de felicidad.!
I
I Terminado el pe
riodo de Acade-
I mia, fi esta de
fin de curso y
entrega de....
despachos
I Es nombrado
suboficiales.
Cadete Alumno de la Academia i{
I
ILA DE APLICACIÓN
D ESPECIAL DE INSTRUCCIÓN
I •¿tS&Lj&^r
I
I EMPEZÓ LA ACADEMIA.
¡
íbmana.
, i • Y como decía la fábula: "Ahora que estamos
despacio vamos a contar mentiras, o verdades o lo que
sea".
¿Pero quién es el personaje de la portada?. ¿Quién
soy yo?. Hay veces que opino que soy un hombre de
\
gE-
67
64
I oficina.
Como la estancia allí se iba alargando, tanto jefes
como oficiales y suboficiales nos llevamos a las familias. A
mí se me dio bien, porque en la casa del portero nos
I colocamos, y cuando vino el artificiero también, pues había
sitio para las dos familias.
Transcurrían los meses sin pena ni gloria pues para
I eso estábamos en paz y he de decir que lo pasábamos
mejor que en Murcia.
Pero llegó el día y regresamos a nuestro cuartel de
Murcia a seguir con nuestros rutinarios servicios de Plaza
y cuartel.
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^^ -. .^
Pero ocurrió que a los pocos días me, llama el
Comandante ayudante y me dice que me ponga en
contacto con el capitán fulano, que era el del parque de
Sabiñánigo, y ahora era el encargado del departamento de
armamento, material y municionamiento del Regt", y me
dice: "Tiene usted que hacerse cargo de la oficina de este
departamento".
Como el ayudante, que lo es del coronel, éste entera
de todo al coronel, ese es su oficio, el coronel ve que el
sargento Martínez esta otra vez en ruta y llama al capitán
mío y le dice: "¿Y como es que este sargento está aquí y en
I
V
todos los sitios y no es otro?". El capitán le dice: "Mí
coronel, este sargento es el que organizó y llevó el parque
de Sabiñánigo y usted es el primero que sabe que aquello
I funcionó bien. Además este sargento ha estado en oficinas
desde que terminó la guerra y ha demostrado que se puede
confiar en él".
i
74
I
77
I
•' : |
SARGENTO Io Y EL NUEVO GENERAL.
•!¡!!
despacho a saludarle". ¿Y eso, Martínez?. Pues que deseo Por aquellas fechas una Ley creó esta agrupación til
I saludarle en privado, si me lo permite. Pues nada, se lo
dijo y, ahora mismo, que suba, ya en la puerta, ya venia él
hacia acá y me decía: "Martínez',shábleme de usted y yo lo
para destinos civiles y quería decir que dependencias del
Estado, de las provincias y de los municipios e incluso
empresas privadas, podían solicitar personal de oficiales y I!. ;
I
solicitar un destino de administrativo en el colegio Ruiz Todas las noches en la cena, la cuenta del día al
Mendoza (así se llamaba el colegio), y vendría usted aquí jefe y dinero para las compras de mañana. Ahora
con el encargo de administrar la cocina. Como usted sabe, empezó el jefe a darse cuenta de que esto no era tan :
i I
al venirse del ejército, usted cobraría todo el sueldo de allí complicado como él creía. Era así de sencillo, cosa que 11
más los demás emolumentos y aquí lo que usted y el él no esperaba.
director acuerden. Píenselo y mañana continuaremos
dialogando".
Pues si, me lo pensé y dije que sí.
Solicité y a los 17 días ya estaba destinado en el
colegio.
Aún faltaba mes y medio para empezar el curso y
tuvimos que preparar muchos\ detalles, muchos
improvisados, el tiempo apremiaba, pero nunca copiando
nada del colegio anterior.
Se dispuso que se llevara un libro de cocina tal
como se hacía en los regimientos. En el que figura la
minuta de cada día así como el importe, las especies que
entran en la composición de las comidas, y que tienen que
coincidir con el importe asignado a cada niño por día.
Estos acuerdos parece que el director no lo veía
claro, pues decía, que sabía que qué sabía Martínez de
esto. El teniente coronel, profesor, le dijo: "Martínez ha
hecho en su vida más cocinas que milagros. Comencemos,
y si a fin de mes cuando hagamos balance no interesa,
pues se deja y se dispone otra cosa". Bien, el señor dijo que
I vayamos tirando y a ver que pasa.
El resultado fue que no estuve nada más que trece
años, y porque se acabó el internado y porque yo pasé a
I situación de baja por invalidez.
Esto de hacer balance al final del mes, no era
necesario", porque se hacía todos los días, pues si cada día
se gasta el importe de lo que se recibe, no hay nada que
liquidar.
Todos los días se mandaba una copia de la minuta
al comandante del patronato de Murcia y otra al general
del patronato de Madrid.
87
Debo decir que cuando salí del ejército para el En la cocina había instalados:
colegio, me faltaban siete años para el retiro por la edad y Un motor para la expulsión de cualquier
a todos los efectos dependíamos del gobierno militar y partícula de butano que pudiese haber por el
cobrar por pagaduría de haberes de la plaza. suelo y que se ponía en marcha antes de dar
El colegio no fue para mí un camino de rosas, digo paso til gas a los quemadores.
esto porque me pasó a mí lo que a aquel de la fábula, se Un motor para máquina de pelar patatas.
fue de un sitio huyendo de la zorra y lo cogió el lobo. Mí Un motor para la máquina del lavavajülas.
faena aquí era más complicada que en el gobierno. Me Un motor para la máquina de cortar
levantaba a las seis de la mañana para estar en el colegio a congelados.
las siete, a las ocho en la lonja a hacer las compras al por En la despensa una cámara frigorífica donde
mayor, a las nueve en la plaza para hacer las compras al colocaban cajas de hortalizas y frutas, donde se
por menor, y de diez a doce /en el colegio a preparar las colgaban los cerdos en dos piezas cada uno.
cosas para la primera comida. I Un gran congelador donde se colocaban diez o
Los fines de semana eran aún más complicados,! doce cajas de congelados.
pues imaginemos 300 alumnos dos días dando guerra poi
el colegio que ho^ta ni dejaban a las mujeres de la limpieza En la terraza tenía el lavadero y el ropero.
trabajar. Por otra parte a hacer compras para dos días. Poi La máquina de lavar, admitía de 20 a 30 sábanas de
otra parte esos días no había en el colegio a quien aeudirsi una vez.
algo se presentaba, incluso si alguien tenía una pega y veía Y en el ropero había que tener preparados todos los
al director y le decía algo, este le contestaba: "Eso al sábados, las ropas de 360 niños, y cuidado con los
Martínez". Porque yo era el elemento permanente. mayores que estos eran muy exigentes, y con razón, ya
A la vista de estos apuros, se dispuso que ui eran mayorcitos.
sacerdote joven se encargara del control y orden del Y no olvidemos que cada vez que se cambiaban las
alumnado, lo que me alivió un poco. sábanas en los dormitorios, eran 720. No se cambiaban
todas a la vez, se establecía un turno y nos íbamos
Siguiendo con las cosas del colegio pero cambiará arreglando.
un poco de tema, diré que el comedor tenía capacidad pac
400 alumnos cómodamente. De los cuatro laterales di
local, tres daban a la calle con u n a s quince ventanas en a
contorno.
En la cocina había una olla, empotrada en la obra,
presión y no cocía a fuego directo sino al baño María, ya
capacidad era de 600 plazas. Cuando la olla pitaba por
cocción y por los pulgadores del baño, no había qui
parara en la cocina, pero gracias al potente expulsor de
chimenea que lo absorbía todo, menos cuando se averiabí
89
ASCENSO A BRIGADA.
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MI PASO A LA SITUACIÓN DE RETIRADO.
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Todo esto tuvo origen, quizás en que por aquellos
primeros tiempos del nuevo sistema, se probaba una
película en toda España que se titulaba REBELIÓN en las conílicüvós, llLul esg ad,d TC " - 0S8 0 8 ' desobedientes,
aulas. sé ssi ^alguien/ s a'b°r á c' o n^t e s t a¿rP a° resto.
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I Y consistía en que los alumnos abucheaban y se
mofaban del profesor. Cuando se ponía a hablar le
ocurrido es o?:io
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ACLARACIÓN:
Quiero hacer presente que el nombre del colegio de
Ruiz Mendoza, en honor al héroe: "Teniente Don José Ruiz Bill-:
Mendoza", que junto con los de artillería Daoiz y Belarde,
que murieron acuchillados en la defensa del Parque de
Monteleón, en Madrid, a manos de los franceses en la
Guerra de la Independencia. lili
CONCLUSIÓN FINAL.
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LA INFANCIA
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LA TRAGEDIA DE VALLADOLID
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I EL DÍA QUE FUI HERIDO
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141
EL FRAILE DE LEBRIJA
I A los 8 o 10 días nos traen de Azuaga y arreglaron
con las autoridades del pueblo y nos alojaron en casas de
los vecinos hasta que nos fuimos reponiendo, pues las Siguiendo el relato de Fuenteovejuna y antes de la
I tales fiebres palúdicas, no lo eran. Decían que eran
recurrentes, y procedían de unos insectos que llamaban
chinchorros de cerdo, nos cambiaron el tratamiento y nos
evacuación a Azuaga, una mañana después del desayuno,
y todos en la cama, unos cantando, otros quejándose,
otros charlando, etc., pues todos no estábamos,tan malos
I recuperamos. A los pocos días ya estábamos en nuestros
puestos que eran las trincheras, pero dos meses o más nos
costó la broma de las fiebres.
ni tan buenos a la misma hora, se presenta un fraile que
dice ser de un convento de Lebrija (Sevilla) no sé si dijo
dominico o qué, el tío tenía unos 40 años, bien fornido,
He de decir que las gentes del pueblo, donde nos
I alojaron fueron maravillosas con nosotros, qué bien.nos
recibieron y nos atendieron, parecía que éramos de la
bien hecho.
Empieza a pasar revista por las camas y le dice al
primero: "¿A ti que te pasa chico?"- "pues mire usted padre
familia. •. ;:
I Me referiré a una episodio muy curioso. Con el
que tengo una calenturas que mire cómo me está dejando"-
"pues a reponerse que vayas pronto al frente". Llega a otro
y casi lo mismo, y llega a un tercero y le dice: "¿Tú también
contingente que el enemigo atacó, venía un hermano mío.
I
' '••• • i.
Estuvo en el pueblo hasta su retirada y no contó nada
extraño. Y digo nada extraño porque cuando la guerra
tienes fiebres, no?" - "sí, padre" - "pues a ponerse buenos
pronto que el frente os espera, que es allí donde está ahora
la obligación de todos los españoles, allí es donde está la
terminó y yo pude llegar a casa de mis padres, él estaba en
I el ejército rojo y prisionero, de lo que he hablado ya. En el
próximo viaje que hice a casa, ya estaba él allí y fue
obligación y allí es donde hay que estar para defender a
nuestra patria, y allí es donde se hacen los héroes y se
gana la gloria, así es que a ponerse bien pronto y para el
cuando nos enteramos de aquellas andanzas. Lo que podía puesto que hay allí".
I haber pasado, y luego todo lo contábamos después como
anécdotas y nos servía de risa. De todo tiene qué haber, no
Cuando el fraile acabó el sermón, se levantó de la
cama un soldado, cogió una banqueta y le dijo al fraile:
I
va a ser todo tiros y bombas. "¿Tú quién cono eres y a qué has venido aquí?, ¿Porqué no
Este era el hermano al qu e con ayuda de mis jefes estás tú allí con una ametralladora?, porque más fuerte
yo intentaba sacar del campo de concentración dónde estás tú que yo, y si alguien tiene que defenderse del
estuvo al acabar la guerra. enemigo más lo serás tú que yo".
Ya todos juntos en familia, pudimos dar gracias a El fraile le dijo que cada uno tiene una misión en la
Dios, pues después de tanto, rodos estábamos sanos y vida y él tenía la suya, la que Dios le había asignado,
I
142
para lo que podía haber sido. El fraile no corría, es que EL BUEN AR TURITO
volaba.
Al poco entró el director y preguntó que qué pasaba J
y el soldado le dijo que había venido un fraile a Ya me referí en algún pasaje anterior que la venida
reconocernos, a darnos su diagnóstico y darnos el alta de la república, trajo a España el desmadre. Las huestes
cuando a él le pareciera, que para él allí no había nadie comunistas, marxistas, anarquistas, etc. Las consabidas
que por lo visto él era el que mandaba y que cuando él lo j pandas de forajidos, saqueos, incendios, robos, lu'chas
dijera pues para el frente, porque según él, allí es donde callejeras con sus heridos y sus muertos, la locura.
estaba la gloria, pero no para él sino para nosotros. Estas huestes tenían su cuartel general en la casa
También le dijo que si hubiera podido la gloria se la del pueblo, centro de su estado mayor de donde partían
había dado él, así es que hiciera con él lo que quisiera que i todas las órdenes para todos los sitios.
allí estaba. La casa del pueblo tenía en cada cuadrilla de
El director que ya he dicho era paisano movilizado y trabajadores un delegado, para que según ellos, los
no quería trajines militares, dijo que estaba bien y que por j empresarios y sus empleados no abusaran de los
esta vez pasaba que la próxima ya veríamos. trabajadores, y por las noches iban estos delegados y
contaban a sus jefes lo que les parecía, según sus
intenciones.
En mi cuadrilla había un chico joven, Arturito, le
llamaban y era el enlace entre todas las cuadrillas. Total
que el chico cobraba como uno más y estaba al servicio de
sus jefes e ir chivateando. Los jefes de aquél estado mayor
de la casa del pueblo, llevaban un fichero non los nombres
de todas las personas que por alguna causa no les
gustaban o tenían que ser ejecutados el día de la
revolución comunista que según ellos, estaba ya cerca; con
la victoria de su revolución en sus manos, los amos de
España.
Por lo que se veía estaban tan convencidos de su
revolución y de su victoria, que llegaron a poner en los
alrededores del cuartel de infantería unos centinelas
establecidos por turno entre los trabajadores, todo esto
para evitar que los militares se sublevasen. Hasta ahí
llegaba su ingenuidad.
Este hecho de cercar al regimiento y ver que este no
reaccionaba, los envalentonó y creían que ya estaba
ganado, y el buen Arturito me dice: "Porque le estimo le
aconsejo que se venga a militar con nosotros en alguno de
144 145
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I
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148
LA GRAN FATALIDAD
empleo, un uniforme majísimo, un buen sueldo, unos
buenos pluses, una pistola al cinto, ¿qué más quiere usted
Arturo?, ¿0 esperaba usted algo más?. Yo creo que ya está
bien, ¿no le parece?". Y dijo él: "Déjeme que le diga, Sr. Del pueblo de Gálvez (Toledo) donde terminamos la
Martínez, cuando esto empezó, yo huí como todos mis guerra, salí con mi batallón en marchas por carretera y a
compañeros y fui a Sevilla sin saber a dónde iba. Por todas pie, primero a un pueblo antes de Toledo y después a otro
se leía: españoles la falange os espera ahora o nunca. Por después de Toledo, hasta llegar a Valmojado "que era
otras se leía: españoles la legión os espera, nada importa nuestra meta final. Pero 6 Km antes de este pueblo,
pasamos por unos grandes polvorines y el personal de allí,
vuestra vida anterior. Yo no lo 'pensé y me presenté en mandos y tropa salían a saludarnos y a dar gracias por la
regulares. Un corto periodo de instrucción y a operar por la terminación de la guerra. Paramos a descansar, los
ruta de Madrid, la toma de Badajoz, El Alcázar de Toledo y soldados nuestros les decían a los otros: "Sois unos
hasta la universitaria. Al poco de estar operando me enchufados, que os habéis pasado la guerra en la
hicieron cabo, y después de la universitaria, hicieron unos retaguardia mientras nosotros en el frente y combatiendo.
ascensos y me tocó y aquí estoy. Sois unos enchufados hijos de papá". Y los otros decían:
Cuando me presenté nada me preguntaron, sólo de "Pues a fastidiarse que la suerte no es del que la busca, es
dónde era y mi nombre y apellidos, y dije que era de un del que la encuentra".
pueblo de Segovia que estaba en la otra zona, pero mentí.
Y siempre espero no sé que. A algunos compañeros Terminado el descanso emprendemos la marcha y a
los cinco minutos una gran explosión, al poco otra y así
incorporados como yo, lo han expulsado y nada sabemos hasta cinco que eran los polvorines que había en cinco
de ellos. Con lo mío no sé que pasará, pues lo mío estará grandes túneles.
ahí y en Zamora me estarán esperando. Por último, Sr.
Martínez, pedirle que me permita arrodillarme ante usted y Pronto llegaron ambulancias, bomberos y otros
servicios de Toledo y Valmojado. No lo supimos porque no
pedirle perdón por todo lo que les he hecho padecer con mi lo vimos, pero se salvaron muy pocos, y entre mandos y
comportamiento a usted y sus compañeros y jefes". tropa habría más de cuarenta.
Yo por mi parte dije: "Arturo, con el corazón en la Y ahora viene aquello de fastidiaros que la suerte no
mano, puedo decirte que no siento hacia ti ni odio ni es del que la busca sino del que la encuentra. Y mira por
rencor, solo ofrecerme con toda mi buena voluntad para si donde lo que les vino a aquellos enchufados, dónde
en algo te puedo ser útil. Que Dios te proteja y piensa que í encontraron la muerte después de acabada la guerra, y
en Zamora te estarán esperando, y te advierto que en mal ; qué paradoja, nosotros dando gracias a Dios porque nos
sitio te has escondido. Que tengas suerte". cogió a más de un Km.
eran más que una banda de delincuentes y borrachos. Sí, los errores se pagan caros y en la guerra aún
I Este pueblo es muy rico en cereales y vinos y hay
más.
De las baterías que había detrás de nosotros en el
bodegas inmensas instaladas al último grito en técnica. frente, venían e iban los soldados a entretenerse en'juegos
I Los mandos fuimos alojados en casas de vecinos
muy acomodados.
y deportes que los mandos organizaban para \
entretenimiento de la tropa.
Aprovechando esta circunstancia de ir y venir y por
El cine del pueblo lo habían transformado en salón
I de baile y casi todos los días era fiesta. Al terminar el baile,
los mayores de los padres de las chicas y chicos, de estos
tanto conocer el terreno, dos soldados de los de artillería,
disponen jnarcharse al enemigo. En sus visitas estudian el
terreñcTy por la casa de Los Lobos (ver croquis) al atardecer
había pocos, les pasaba como a nosotros, estaban en el pasan nuestras líneas y emprenden la marcha una vez
I ejército. Como digo, estos traían de todo lo habido y por
haber, como si se tratara de una pequeña boda.
llegada la noche.
Las líneas enemigas estaban de las nuestras a dos
I No acabaría de contar como nos fue los dos meses o
más que nos pasamos allí, pero creo que bien lo
Km y ellos tomaron como referencia la torre de los
Blázquez, pero no contaban que el terreno era de grandes
árboles de encinas y robles y monte bajo que hacía muy
merecíamos después del infierno que habíamos pasado en
í
la guerra y cuánto nos alegramos de haber caído en aquel difícil el paso y menos de noche. Mientras esperaban que
fuese de noche, estudiaron que tenían que decir cuando
pueblo. llegaran a las líneas de los rojos, y pensaron que cuando 1I
Y a los que tuvieron tanta suerte de haber pasado la les echaran el alto, dirían: "Venimos a pasarnos, somos
guerra en la retaguardia, y que ahora la suerte les cambió, comunistas y venimos del campo enemigo a unirnos a
que Dios les dé tanta gloria como yo les deseo. nuestros camaradas".
Llegada la hora emprenden la marcha y como digo,
í
el bosque los aturde, pierden el rumbo y cuando pueden
salir después de vueltas y más vueltas, siguen la ruta de
puntos, siguen la del punto A que era una posición
avanzada nuestra, que tenía la misión de vigilar las zonas
XyZ.
Por lo que llevamos andado, debemos estar cerca y
I sí que estaban. El centinela nuestro siente algo extraño y
hablar, les echa el alto y contestan lo dicho: "Camaradas,
somos comunistas y venimos a pasarnos, no traemos
armas y somos dos". El centinela les dice: "Venir con las
manos en alto haciendo palmas". Al dar el alto hizo unos
152
I!
escasos de estas cosas, suelen tener estos resultados.
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MAS ERRORES
En la guerra, ademes de verse envuelto en—
tre tantas armas de destrucción masiva,se
presentan situaciones inesperadas-
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I I
bles, Ve V a sé
é sino,
o el episodio de la Sierra
de la (¿rene,página 129,en los que dos uni-
dades nuestras se enfrentan y cuyos resul-
tados fueron denestrosos entre muertos,he-^-
I ridos y. desaparecidos.
iin el enisidio titulado Los Errores en
1 P página 1^1,donde dos soldados nuestros
I i •
disponen pesarse al enemigo (enemi'gfos son
los de enfrente ou^nue sean hermanos) se
eouivocan y \melven a nuestras posiciones
I
156 157
i
I todo tal como había ocurrido sin omitir nada. El capitán .se
echó las manos a la cabeza y le dijo: "¡Hombre, sargento!,
lo primero que ha dicho el coronel y lo primero que ha
LAS FELICITACIONES
esa armonía para que todos lo hagan bien y lodos lo habéis PREMIOS HONORÍFICOS
1 hecho muy bien. Y tengo que hacer presente que esto no es
labor del capitán ni de los oficiales, esto no es misión suya,
Poco llevaba yo retirado cuando me llaman del
I esto es labor del sargento de semana que es el que ha
sabido coordinar, dirigir, mandar, corregir, ayudar a todos
para que la cosa saliese como él lo había intentado. Esto
gobierno militar para decirme que del ministerio ordenan
se haga una propuesta entre los oficiales y suboficiales
i
• I
fusil, y cuando llegamos al campo de tiro, el comandante
del mismo y con todo el grupo formado me llamó y dijo:
"Martínez, ayer le felicitó el coronel y hoy lo hago yo muy
Al poco de llegar estas propuestas a Madrid, llaman
un día y dicen: "La junta que estudia estas propuestas dice
que el premio será un diploma que expresará por escrito
í
161
160
LAS RECOMENDACIONES
Valencia, sino también en Barcelona donde la cosa era
poco más o menos.
Pero a Franco se le ocurrió una idea salomónica, Cuando yo militaba en los cuarteles existía la
quizás pensó que con esto iba a solucionar el daño costumbre práctica o vicio de que los hijos de jefes hacían
causado. La idea fue, dictar una orden que decía: "Con el servicio militar desde sus casas. Eran voluntarios como
motivo de las inundaciones ocurridas en Barcelona y los demás pero ellos no venían al cuartel para nada.
Valencia, y en solidaridad con los damnificados, quedan Cuando cumplían, los papas les llevaban la licencia a casa.
suprimidos todos los premios honoríficos pendientes de y a vivir.
entrega, a los interesados". Pero ocurría que el señor que tenía un amigo jefe
Nos quedamos de piedra, no está mal decíamos militar, pues su hijo también hacía el servicio como hijo de
nosotros. Quizá el jefe ha echado cuentas y resultará que jefe.
con lo que ha ahorrado ya se pueden hacer nuevos ríos A este grupo de voluntarios se les llamaban hijos de
Turia. Pero si él lo creyó así, pues bien está. jefes, todos tenían la obligación de presentarse en ciertas
fechas pero no lo hacían.
A nosotros nos queda la satisfacción de que el honor
está salvado, pues en los archivos del gobierno de Murcia y En mi batería teníamos un voluntario que no del
la dirección de personal del ministerio, están nuestras grupo citado, este era de los que actúan como los demás.
propuestas con nuestros nombres y apellidos. Era pintor, universitario, profesor de dibujo y pintura en la
El que no se conforma es porque no quiere. Tan Escuela de Formación Profesional, estaba casado y con
tres hijos, y disponía de pase para pernoctar fuera del
ilusionados que estábamos y qué desilusión. Adiós cuartel, pero que tenía que atender a sus quehaceres como
obsequio honorífico, otra vez será. los demás y después a comer y dormir .; su casa.
Por necesidades de familia se le concedió por parte
del capitán nuestro, que no viniese a ciertas horas para
poder ayudarse algo.
El coronel tenía la costumbre d estar siempre en el
balcón de su despacho observando la puerta del cuartel y
cuando le parecía llamaba al cabo de la puerta para que le
diera pelos y señales de todos los que entraban y salían.
Yo había advertido a mi capitán de las costumbres
del coronel y le dije que un día tendríamos algún lío con
nuestro voluntario, por entrar y salir a deshoras, y éste me
dijo que no me preocupara que allí estaba él.
Pero llegó la tormenta. Un día al entrar el soldado, el
coronel desde el balcón le llama, y la subir le dice: "¿Cómo
vienes a esta hora?"- "Yo tengo pase para pernoctar fuera"-
"¿Tú sabes que a estas horas hay que estar en los
I 162
i que lo haga en el local del hogar del soldado, que era buen
sitio.
Realizó un trabajo que nadie esperaba lo que hizo.
Una cuadro al óleo de 2.50 por 1.50, en él plasmó un tema
militar de la época de Felipe II, cuando los tercios
españoles se señoreaban por tierras de Flandes, con una
bosquejo de la ciudad de Breda como reminiscencia del
cuadro de las lanzas de la rendición de esta ciudad. Esto al
fondo, más al centro, una formación de lanceros a caballo
y en primer plano, tres altos jefes de la más alta
graduación, en uniforme de la época, en situación de
diálogo sobre un tema de estrategia militar, y un poco a
cierta distancia de ellos, un ordenanza en uniforme de
batidor.
Cuando terminó nos dijo al caoitán y a mí que
fuésemos a verlo y que les dijese a los jefes que si querían
verlo.
Así se hizo, y a cierta hora vinieron, el coronel y los
demás jefes. Al destapar el cuadro, que lo hicimos el pintor
y yo, todos nos quedamos con la boca abierta, como se
suele decir, pues nadie esperaba aquella maravilla y sobre
todo el secreto que allí se encerraba.
Sería imposible hablar de los elogios y todos
lamentaban que no hubiese allí un crítico de arte para que
hubiese explicado el valor artístico de la obra.
Por su parte el coronel decía, que no perdonaba al
mayor que no le hubiese facilitado un lienzo apropiado
para el caso, pues en la pared, con el tiempo se
desconcharía. Y a nuestro soldado, al incumplidor, el
coronel lo abrazó y le dijo: "No es usted un gran soldado
solamente, es usted un gran señor. Un gran español que
I 164
165
168 169
DE SOLTERO A CASADO.
para arreglar nuestra improvisada casa. Mi esposa, ya lo La estancia con mi familia duró poco, pues yo tenía
era, se familiarizó tan pronto con las familias de la casa que preparar nuestra primera casa para dejarlas a ellas
que parecíamos todos una familia. acomodadas para incorporarme yo a la academia desde
Todos los días dábamos gracias por el paso que donde todos los fines de semana a pasarlos con ellas.
habíamos dado y nos felicitábamos. Asi transcurría el tiempo en Getafe mientras duró la
Pasan los días y los meses, y todo tan maravilloso. academia encantados y felices.
Pero llega lo que tenia que llegar, el embarazo, Y pasaban los años, y terminé la academia, y solicito
francamente no lo esperábamos, pero después nos destino y me destinan a Murcia. Aquí nos situamos bien,
alegramos, pues los hijos cuánto «antes mejor. un piso estupendo en el barrio más bonito de Murcia.
Pero también llegó lo que tampoco esperábamos, Y pasaba más tiempo, haciendo nuestra vida
después del parto que se dio estupendo, y con una ordinariamente. La niña creciendo, estudiando, hasta que
se hizo mayor y nosotros más, y ella se situó de
preciosa niña a la que le pusimos el nombre de María del funcionaría del Estado, y se casó y se fue a vivir a Fines
Sagrario, a la mamá se le pone un pecho malo y le tienen (Almería) y vino el nieto, encantador y nos hicimos viejos, y
que intervenir quirúrgicamente. Y aquí estoy yo, con los achaques propios de la vejez, la familia, en su
i'i atendiendo a la mamá, a la niña, con sus pañales, sus momento oportuno, disponen que nos vengamos a vivir con
baños, etc. y de compras, de cocina, de fregados, etc. ellos, y todos juntos a esperar lo que Dios nos depare.
i '!;.'• , Tuve que pedirles a mis jefes que me dieran el Y aquí en unión con los hijos, cumplimos nuestros
servicio de noche para poder hacer mis deberes. No está 53 años de feliz matrimonio en paz y en gracia de Dios, y
mal para empezar, nos decíamos. Aquello fue un calvario, y donde a los 80 años de edad, fallece mi esposa entre mis
nos decíamos que ya empezó Cristo a padecer. Claro, todo brazos y los de mi hija, que lo hizo sin enterarse ni ella ni
no iba a ser rosas y flores, pero todo se superó. Donde nosotros. Por lo que siempre estoy danao infinitas gracias,
reina la paz y el amor, todo tiene arreglo, y al poco tiempo y que si más veces naciera, más veces repetiría y con otra
Hii".. Í;Í-
I „.;].'
como si no hubiese ocurrido nada. hija como la que hemos tenido.
La nena crecía y era una verdadera joya. Ella nos Al lado de la cual pienso agotar mis últimos días... si
inyectaba alientos y ánimos para trabajar y vivir. Dios me lo permite.
Y cambia la ruta. Me comunican que estoy admitido
en la academia de suboficiales.
El periodo de academia lo pasamos en Getafe a
donde nos habíamos trasladado al ser destinado a la
academia, y que no se nos dio mal para situarnos.
Hasta el ingreso en la academia, nos fuimos una
temporadita a nuestro pueblo, Suflí (Almería) a casa de los
abuelos /paternos^ y que desde que nos casamos no
habíamos vuelto, y que la niña ya tenía cuatro años. Ni
qué decir como cayó la nena, con su lenguaje de castellano
perfecto, y muy expresiva y muy vivaracha que era.
175
LA ACADEMIA.
al aseo personal, y que dicho hueco era el tiempo que los DURA. SITUACIÓN.
I profesores dedicaban a la comida.
Al pasar lista en clase, había que contestar por el
Ni durante la guerra, ni antes ni después, pudo
I segundo apellido, por ejemplo, Sr. Martínez y yo
contestaría, Díaz, si es que era a mí. presentárseme una situación tan dura como esta.
Estando en las posiciones del frente, el capitán me
Un caso muy curioso. Al regresar de un fin de llama y me dice: "Vaya usted con esta nota a las "oficinas
I semana, el tren llega tarde, a alguien se le ocurre que el
jefe de estación nos dé un justificante de lo ocurrido. Pero
del sector y presente allí y ya le dirán".
Claro que en la nota no decía nada más que quien
al llegar, diré que eran unos doscientos, el oficial de era yo y quien me mandaba. El tiempo que tardé en llegar
I
I
guardia los forma y les dice: "Nada de justificarse ni de
palabra ni por escrito, dentro de media hora en traje de
allí se me hizo un siglo. En la puerta de la oficina había un
sargento y le digo lo que hay. Avisó y salió un capitán y me
paseo y a la media hora en traje de faena". Asi los tuvo llevó a una oficina y allí esperé.
hasta el toque de diana. Durante el trayecto y mientras esperaba allí, yo no
hacía más que pensar en si me habrían confundido con
Otro caso: Un alumno, Cerrajería Hierro se llamaba, • alguien que fuese reo de algo malo y lo pagara yo. Y digo
tenía tan mala suerte que casi todos los días salía en el ; esto porque en la guerra se dan casos que mucho cuidado.
sermón, que le llamábamos nosotros a la relación de .; La noche de los combates cuando yo fui herido, por cosas
arrestados, y era muy buen chico, pero cosas de la vida, ] de estas o parecidas, fusilaron a un sargento del batallón
agotó las diez pesetas y a la tarde leen: "Sr. Cerrajería 1 nuestro. El primer golpe que nos asestó la guerra, y me
Hierro, causa baja en la academia por haber agotado la decía una y mil veces, a ver si me veo en algún lío, que aún
no siendo mío, me puede costar algo fe •>
garantía". Por fin llega un coronel, el comité de Estado Mayor y
Otro caso: Un alumno sale de madrugada, una i el capitán que me recibió.
necesidad menor, lo hace en el campo de instrucción, lo ve 1 Sentado el coronel y la carpeta en la mesa, no hacía
el oficial de guardia, la toma el número y aquella tarde eii| nada más que leer folios.y más leer y de vez en cuando me
la orden: "Sr. Fulano, causa baja en la academia por faltasí miraba por encima de las gafas. Me ponía los nervios de
de comportamiento grave". punta, más que los tenía ya, y venga leer y mirarme, yo ya
no aguantaba más. Y por fin se dirige a mí el coronel:
Se podrían llenar cuartillas y cuartillas. Como no "¿Entonces usted es fulano de tal y tal?" -"Pues sí mi
hay mal ni bien que cien años dure, termina el curso y la coronel"- "Su familia en Almería, ¿esto a que es debido?" -
entrega de despachos. El día más feliz de mi vida. Vaya con: "Pues porque a mí me cogió la guerra en Zamora, donde
Dios la academia. trabajaba, allí me incorporé, salí para Asturias, después
aquí, después al hospital y aquí estoy de nuevo"- "¿A qué
rama política pertenecen su familia y usted?"- "A ninguna"-
"¿Qué aficiones son las suyas, qué deportes, hobbies,
etc.?". Así me preguntó muchas cosas más, y yo ya estaba
178 179
que parecía que las tripas las tenia rodeadas al cuello y me Y volviendo a que alguien paga culpas de otros diré
asfixiaban, y no se iba la idea de que yo iba al paredón. que a mí me ocurrió que tuve que pedir un certificado de
Por fin dice: "Sargento, ha sido usted-entre otros penales para asuntos de documentación, al centro de
seleccionado para servicios especiales, est quiere decir que rebeldes y penales de Madrid, y me dicen que tengo una
de llegar a ello, a usted le daría una misión a cumplir en nota de rebeldía de la audiencia de Huelva de fecha tal.
zona enemiga. Para esto tendrían ustedes que recibir una Fuimos allá y resultó que el tal de nota, se llamaba
especie de cursillos, pues es necesario sobre todo para el como yo pero que no era yo, como se pudo comprobar.
manejo de aparatos, con emisoras en miniatura para Pero hasta que comprobamos, pues me dio en qué.
transmitir y recibir, aparte • las claves para las pensar. Cosas de esta vida que es muy complicada. '
transmisiones".
I ! Cuando yo ya vi por donde iban los tiros, parece que
:ii ¡
respiré y le dije: "Mi coronel, ¿y si la misión no se puede
:
j ! cumplir?"- "Pues en ese caso, tendría usted que justificarse
en su día ante el mando"- "Mi coronel, he de decirle que
agradezco al mando haber sido elegido para esta misión y
que cabe duda de que a quien la realiza le honra en
I! extremo, pero por mi parte debo decirle que para cumplir
esta misión hay que tener una gran dosis de disciplina,
una gran preparación cultural, una gran astucia, mucha
decisión y mucha sangre fría, para emplearse en estas
situaciones, es decir, una destreza de la que yo carezco.
Quizás mis servicios pudieran ser útiles a mi patria en
cualquier otro campo, pero para esos, mi coronel, no me
encuentro capacitado"- "Pues nada sargento, esto es cosa
más bien voluntaria y si usted no se encuentra en
condiciones para ello, que además ha de ser vocacional,
pues regiese usted a su puesto, donde le deseo toda la
suerte del mundo". Se levantó, me dio la mano y vaya
usted con Dios. También yo le deseé mucha suerte y me
despedí y nos despedimos muy afectuosamente.
Pero no paró ahí la cosa, cuando llegué a la
posición, al verme llegar, se reían.
Yo no bronqueé al capitán, porque lo era, pero si
hubiese sido al contrario, se la carga. No obstante le dije:
"Mi capitán, ya me podía usted haber dicho por lo menos
de qué se trataba, porque el día que me han dado entre
todos para mí queda". ;
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183
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La relación familiar en casa entre mis hermanos y
yo, era inusual dada la diferencia de edad y por otra parte
el acoso para todos de tantas y tantas cosas a donde
acudir a un tiempo.
Cuando yo salí de casa para situarme por otros
sitios, el hermano que me sigue sólo tenía cinco años, tres,
dos y uno aproximadamente. Esto de cinco que éramos,
más otro que murió a poco de nacer.
O sea, que el diálogo entre los hermanos no existia,
ellos más bien veían en mí a un segundo padre, por mi
edad y porque el que los manejaba y el que de vez en
i
cuando les daba algún que otro azotillo en el culete era yo.
Siempre me sentía superior y más cuando veían que yo
desde fuera ayudaba a la casa más que mi padre desde
dentro.
Como digo, la vida familiar era tan escasa y vino a
colmara el vaso el hecho de que cuando se fueron haciendo
mayores y situándose, uno lo hizo por Málaga, otro por el
pueblo, dos por Barcelona y yo por Murcia. Así hemos
estado siempre desparramados y con contacto escaso.
Cuando falleció mi padre, que fue demasiado pronto, mi
madre unas veces con uno y otras veces con otro, y por
último murió en casa de una hermana en Barcelona, a
edad avanzada.
Aunque parezca paradójico no ocurría igual con la
familia de mi esposa, pues aparte de lo dicho con la
dispersión de mi familia, y que la casa de mi esposa era la
de sus padres, y que he de decir que yo los quería y
respetaba tanto como a los míos propios y que no
encuentro palabras para alabarlos, pues no solo eran los
padres de mi esposa, sino los míos también, porque no
decirlo, y los de nuestra hija.
Bueno dejemos a los abuelos, ya mayores y vayamos
con la tita Isabel, la menor de siete hermanos y ahora la
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jefa de la casa. La que manda en todos, la que nos atendía EL DESCANSO DEL SOLDADO.
cuando íbamos y la que se llevaba a nuestra hija con ella
varias temporadas y que la atendía mejor que nosotros,
cuan agradecidos le estábamos. Y tanto la apreciamos que | Terminada la guerra en el norte, el mando crea unos
hoy, después de tanto tiempo, tiene que pasarse las ! centros llamados descanso del soldado. Creó uno en Bilbao
vacaciones todos los veranos con nosotros en la playa, ! para los del norte y otro en Sevilla para los del sur.
claro, siempre que alguna fuerza mayor no lo impida. No A estos centros se mandaban a los soldados que por
solo nos honra ella con su amistad sino toda la familia ; alguna causa no lo pudiesen hacer a su casa, este era el
Pelayo, a la que como digo quierb y adoro, de la que formo | caso mío.
parte aunque de forma colateral. ¡ Al poco de estar en Fuenteovejuna yo veía que se
daba permiso a muchos y que a mí no llegaba nunca, y le
Y si tanto es así con nuestra querida Isabel, no • dije a mi capitán, que porqué a mí no me tocaba nunca, el
digamos de nuestra queridísima Virtudes, flor y nata de la capitán me dijo que como yo no tenía familia: allí que para
,belleza personificada, que bien se puede decir que flota qué me iba a ir. Yo me sublevé y le dije: "Yo soy tan digno
sobre las olas de la gran familia. Y tan es así Virtuditas, como cualquier otro español a ocupar un puesto de peligro
que estás en posesiva de las más hermosas virtudes que se en defensa de mi patria en cualquier momento y en
pueden dar y pueden adornar a una persona como son, no cualquier sitio como ya lo he hecho. He derramado mi
sólo las físicas, de las que ya hemos hablado, sino de sangre en defensa de mi patria tal y como lo juré al besarla
tantas y tantas que afectan a tu educación, a tu el día de la jura. No le he entregado mi vida porque, aún no
11- humanidad, a tu espiritualidad y a tantas otras que llevas ;
a flor de piel y que tanto te adornan como la bondad, la
me la ha pedido, cuando la necesite, aquí estoy.' No
necesito testigos, porque los dos, usted y yo hemos caído
honradez, la moralidad y muchas más que te convierten en heridos juntos, y trabajamos juntos, luchamos:juntos en
una verdadera prenda de mujer. Que buen ojo tuvo tu defensa de nuestra patria como dignos hijos• de ella".
esposo cuando te eligió, que ya puede considerarse el Cuando terminé el capitán sonriendo me dijo:.."Bueno, no
hombre más feliz del mundo, porque se ha llevado a la me eche usted la bronca, todo se arreglará". -.<..,-;.•
mujer más guapa del mundo. : Así las cosas ascendí a sargento y rae dijo.'*" Ahora
Y no digamos de esta otra prenda como nuestra ¡ no podrá usted ir, pues le tenía preparado que fuese usted
Celita, la chica mona de la familia. Esa criatura divina que : al descanso del soldado pero de sargento esto no puede
ha sido agraciada con el don de la juventud, y yo le digo ser". Otra vez me sublevo y de digo: "Cuando me
que cada vez que la veo la encuentro más joven. En ella '• propusieron ustedes para servicios secretos, ya sabíamos
esa personificada simpatía y la gracia, es el prototipo de la que para estos servicios habrá veces que tendremos que
finura, de la delicadeza y del buen gusto. quitarnos las estrellas y los galones y ponerse lo que haga
Bueno y para terminar, pues eso de que Dios ] falta y si ahora hay que ir al descanso del soldado de
bendiga a las guapas y a las feas, pues si le parece bien, j paisano pues vamos de paisano y de soldado raso porque
que las parta un... y que perdonen. en la guerra hay que hacer de todo, y usted no manda en
Bilbao ni en Sevilla, pero aquí sí". Así fue, ni sorteo ni
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VIDA SOCIAL.
VIDA CONYUGAL.
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tanto que me ha dado a mí.
Ese de los guantes es también de Serón,y
le digo: llámalo y al- decir" Faustino ven--,
me dio• ÍITJÍ vue£o la sangre. Le pregunto,tu
eres elcue hizo la mili conmigo en Malaga
cue ndo -eramos reclutas? Dice- sí,pero no
he querido decirle nada pero le habia 'co-
nocido. Recordamos aquellos tiempos de bues-
tra estancia en Malaga y tan contentos.
Habia otro mas de T5jola,-de Lucucar y
gtnos mas. Y que pasó?., pues que hice
dil.la. con ellos.
Yo ]iabia preparado una buena mochila con
comida para el viaje y el aro,terminado el
í
de viajeros viejísimos y nos disponemos a <•
día había que cenar. Nos acomodemos en un si4? | entrar en ellos pero estaban cerrados a cal
tío,tiro de machila y a cenar,'claro,que menosj y canto. A todo esto se presenta une patru-
Seis chorizos, uña docena de huevos, seis lati-Hi- lla militar y nos toman por saJLteadores 5? .':.
tes de sardinas, siete obrizos y siete chuscos,', ladrones y gracias nue el ;Sargento de la pa-
detoddolo cual no ouedó ni rastro,y porqué no
habia mes,pues ganas ño faltaban,
trulla era muy benévolo y dijo <t|ue nos aeom-
í
d.asemos en unas: vagones de carga que" habia
~h todo esto y ya de noche,se corre la voz de por allí abandonados,y'pasamos una' noche de
ene el tren de ' Cartagena saldrá .a las, a su rosas,gracias al Sargento tan compasivo,al
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hora., y clero,todos a la estación y a los-.co-' : que no me descubrí pues yo venia como un mi-
ches. El tren se llenó hasta no caber de pié. ' liciano más desde hacia dos o tres dias que
Los empleadas trataban de poner un poco de pr~ me despoje de todos los sjalon.es.. y demás para
den pero RIO podia ser s" desaparecieron y nos \ poder convivir entre ellos.
dejaron solos. En Aranjuez y Albacete hubo ;-.-. i
hasta algpnos accidentes,pero por fin llegamos: A la mañana siguiente el tren, llegamos a .
e Alcpnterills cuando'el tren de Granada que Purchena a las 9 de la noche y ya despedido
me llevarla a Purchena,ye habia pasado. de los compañeros de fatigas emprendo el c
camino a Purchena. Y en marcha me cuelgo mis
galones,insignias y demás? y demás andrajos
Se podia decir que- la primera parte de este y otra vez, ya era Sargento,pues como he di^
^'iaje habia terminado. Del viene de la esperan! cho sntes,los tres días anteriores era un
za,de Is ilusión $ el tan deseado,y con razón miliciano más.
pues se trataba nada mas ni ni nada menos que \
presentarse a la: familia despiies de tres años : A la "alida de Purchen^,veo un centinela y
de infierno y mi familia,sá yo estaba vivo o i le pregunto que era aauello y dice nue une
muerto. conrnsñis de Infantería,y le dije: Llame a ,
Ahorato-abiaque esperar al otro dia y habia ! alguien a qfiien me pueda presentar y salió
que comer y dormir. Ni por la estación ni por un Sartrertto,le saludo y me presenta a los
ía ciudad ni bares " ni tiendas ni nada dé nada jefes. Al Canitán y a. todos les conté mi odi-
hasta las puertas de las casas cerradas como sea ;?j como 'fló,aue en dos dias no habia comi-
si se temieran al malo, pero es que si hubie- do nada mas que )una tortilla de cebollas.
se algo cue se ifeg. gt comprar, na ^^bia un cen4? El Capitán le 4i ce al S'TS'ento aue me den
timo . domo lEiltimo remedió se dispuso. i±ra?pe~ de cenar, que buena "falta me haria. La sartén,
dir por Is ;is casas y dijimos ojye seria mejor de patatas fritas con dos huevos con todo su
por las cegas de le huerta porque los huertas aceite done esiíve majando mientras me quedó
nos estánraeñor preparados que los de la ciüda^ pan y me puse a. reventar.
y así lo hicimos.. Una señora h uertana nos
:
hizo una tortilla de cebolla pues decía que nc El Cantan y todos me dijeron qu^ me quedara
tenían ni patatas,'éso decia ella, esta misma a dormir allí pero yo no podría soportar no
señora habló con otras vecinas y todos comiraog irme a rasa que estaba ya a tres Km.
tortilla de seb&lla. iCl Ccpitan insiste y dice que podría ser pe-
ligroso toda vez que por aquellos alrededores
Llegada ls noche habia aue buscar cama y en u ¡ había f$snte huido y podría peligrar- Yo se
una vi a: muerta de1 1 P estación habia' des vagoncj lo agradezco mucho,mi Cspitán, pero me iré y
np-creo quépase nada. Y así fue.
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salvé.
Este fue mi primer encuentro con la guerra, pero me