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AGUJEROS NEGROS: REALIDAD ESPACIO -

TIEMPO

Resumen: Abstract:
En este trabajo se analizara uno de los objetos
de estudio más relevantes en la humanidad que
ha estimulado la imaginación de millones de In this paper we analyze one of the most
personas: los agujeros negros, me centrare en important objects of study in humanity that
es explicar del porque el electrón representa has stimulated the imagination of millions of
un agujero negro extremo. Comenzamos people: black holes, I will focus on it is to
diciendo que si el electrón caracterizado por el explain the because the electron represents a
teorema de no pelo como agujero negro no black hole end. We started saying that if the
fuera extremo, a esa cantidad de masa precisa electron characterized by the no hair theorem
que realmente tiene un electrón le as a black hole is not extreme, that amount of
correspondería tener exactamente una carga mass states that actually has an electron will
eléctrica aproximada de 6,7x10-51 Coulomb. have exactly correspond approximately
O lo contrario, a esa cantidad de carga eléctrica 6,7x10-51 Coulomb electric charge. Or
que realmente tiene el electrón, sino fuera un otherwise, that amount of electrical charge
agujero negro extremo, le correspondería that actually has the electron, but it was a black
entonces tener una cantidad de masa de 21,7 hole end, would correspond then have a mass
kg. Lo que sería interesante saber es que si es amount of 21.7 kg. What would be interesting
solo el electrón como agujero negro el to know is that if only the electron black hole
extremo, porque es factible que todos los as the end, because it is possible that all black
agujeros negros que existan sean extremos. holes there are extreme. Furthermore, if the
Además si el electrón no fuera extremo tendría electron were not extreme would have a single
un solo horizonte de sucesos el de event horizon of the Schwarzschild which is
Schwarzschild que precisamente es el precisely inconsistent with general relativity,
inconsistente con la relatividad general, lo que suggesting that mathematical inconsistency
sugiere que la inconsistencia matemática con with general relativity is not the amount of
la relatividad general no es la cantidad de masa mass of the electron, but it is precisely the
del electrón, sino precisamente es el radio de Schwarzschild radius. In the observational
Schwarzschild. En el aspecto observacional el aspect the text tries to give an overview of the
texto intenta dar una visión global de los different methods used today to identify black
diferentes métodos que se utilizan en la holes and perhaps methods could be used in
actualidad para identificar agujeros negros, así the future, as in the case of gravitational
como de los métodos que quizá pudieran waves.
utilizarse en un futuro, como es el caso de las Keywords : Black Holes , Black Hole Extreme,
ondas gravitacionales. Micro black holes , science, space - time,
electron.
Palabras claves: Agujeros Negros, Agujero
Negro Extremo, Micro agujeros negros,
ciencia, espacio – tiempo, electrón.

INTRODUCCIÓN
Los agujeros negros son, sin duda, unos de los objetos astrofísicos más interesantes y exóticos de la
física moderna. Resultan fascinantes tanto para el público en general como el investigador que busca
descubrir sus propiedades. El primer antecedente del concepto de agujero negro proviene del siglo
XVIII, y en particular de las especulaciones de John Michel, en el Reino Unido, y Pierre Simón de
Laplace, en Francia. De manera independiente, ambos se preguntaron de qué tamaño tendría que ser
una estrella de una masa dada para que su velocidad de escape fuera tan alta que no pudiera escapar
de ella ni siquiera la luz, que se propaga a una velocidad altísima (cerca de 300,000 kilómetros por
segundo). Semejante estrella no emitiría luz y podría llamarse “estrella oscura”. Michel y Laplace
encontraron independientemente una ecuación para el radio que tendría que tener la estrella para no
dejar escapar la luz, valor que hoy se conoce como el “radio gravitacional”, y que está dado por:
2𝐺𝑀
𝑅 = 1.
𝑐2
Donde:
M es la masa de la estrella, G la constante gravitacional de Newton, y c la velocidad de la luz. El radio
gravitacional es distinto para cada cuerpo y depende solo de su masa. ´ Para objetos celestes comunes
el radio gravitacional es siempre mucho más pequeño que su tamaño real. Por ejemplo, para convertir
a la Tierra en una estrella oscura sería necesario comprimir toda su masa en una esfera de
aproximadamente un centímetro de radio. En el caso del Sol, sería necesario concentrar su masa en
una esfera con un radio de unos 3 kilómetros. Si se compara esto con los radios reales de la Tierra y
el Sol, de aproximadamente 6,000 y 700,000 kilómetros respectivamente, podemos ver que para una
masa dada las estrellas oscuras tendrían radios casi un millón de veces menores que los objetos
astrofísicos usuales. Las estrellas oscuras se consideraron solo como una curiosidad matemática que
no correspondía a ningún objeto real hasta que, a fines de 1915, Albert Einstein publico la teoría
general de la relatividad, una teoría moderna de la gravitación que reemplazo a la gravitación universal
de Newton. Pocas semanas después de que Einstein postulara su teoría, Karl Schwarzschild la utilizo
para calcular el campo gravitacional que produce un objeto esférico y estático. Con el cálculo
relativista de Schwarzschild se puede deducir una nueva fórmula para el radio gravitacional, pero
ahora desde el punto de vista de la teoría de Einstein. Resulta que la expresión matemática que se
obtiene con la teoría de Einstein es exactamente igual a la que se obtiene con la de Newton dada por
la ecuación 1.
En la teoría de Newton, la luz que sale de la superficie de una estrella oscura subiría hasta cierta altura
y luego volvería a caer, igual que una piedra. Pero en la teoría de Einstein la luz simplemente se queda
atrapada en el radio gravitacional y no sale nunca. Esto tiene consecuencias sorprendentes. En la
teoría de la relatividad la velocidad de la luz es la máxima posible en el Universo: nada puede viajar
más rápido. Si la luz se queda atrapada en el radio gravitacional entonces la materia no solo no puede
salir, sino que tiene ´ por fuerza que moverse hacia abajo, hacia el centro de la estrella oscura. Esto
implica, en particular, que la estrella oscura no puede tener una superficie material. En la vieja teoría
de Newton, en cambio, nada impide que la estrella, por más comprimida que este, tenga una superficie
material. En la teoría general de la relatividad el radio gravitacional marca la frontera de una región
sin retorno: si te encuentras afuera, siempre puedes escapar con una nave lo suficientemente potente.
Pero si estas adentro, escapar es imposible y caerías inevitablemente hacia el centro. Un objeto con
estas propiedades no es ya la relativamente inofensiva estrella oscura de Michel y Laplace, sino una
especie de agujero en el espacio, del que, una vez dentro, resulta imposible salir. En la década de los
60 el físico estadounidense John A. Wheeler bautizo a estos extraños objetos como “agujeros negros”.

Una breve historia de la física de agujeros negros


Un agujero negro es, por definición, una región del espacio-tiempo en la cual el campo gravitacional
es tan sumamente intenso que ni siquiera la luz puede escapar. Se forma cuando un cuerpo de masa
(M) se contrae a un tamaño menor que el llamado radio gravitacional o radio de Schwarzschild, visto
en la Ecuación 1. Puesto que ningún tipo de señal puede escapar de un agujero negro la superficie
que bordea un agujero negro es una superficie de tipo luz. El término “agujero negro” fue introducido
por primera vez por Wheeler en 1967 aunque el estudio teórico de estos objetos dentro del marco de
la Relatividad General tenía ya una larga historia. La posibilidad de existencia de tales objetos fue
discutida por primera vez por Michel y Laplace dentro del marco de la teoría newtoniana allá en el
siglo XV III. De hecho, en Relatividad General, el problema afloraría solo un año después de que
Einstein publicara su maravilloso trabajo, es decir, en 1916, cuando Schwarzschild obtuvo la solución
de las ecuaciones de Einstein en el vacío. Además de una singularidad en el centro de simetría (r =
0), esta solución presentaba una singularidad en el radio gravitacional (r = rg). Tuvo que pasar más
de un siglo para que se produjera un entendimiento profundo de la estructura del espacio tiempo en
regímenes de campo fuerte. Quizá la longitud de este intervalo temporal pudo haber sido influenciada
por la creencia general de que la naturaleza no podría admitir un objeto cuyo tamaño fuera
comparable a su radio gravitacional, opinión compartida por el propio Einstein. Algunas de las
propiedades de sistemas gravitacionales muy compactos se vieron estimuladas en los años 30 después
de los trabajos de Chandraseckar en enanas blancas (1931), Landau (1932) y Oppenheimer y Volkoff,
que demostraron que es posible la existencia de estrellas de neutrones con un radio de tan solo unas
pocas veces el radio gravitacional. El colapso gravitacional de una estrella masiva para producir un
agujero negro fue descrito por primera vez en 1939 por Oppenheimer y Snyder. El siguiente periodo
comenzó a mediados de los sesenta cuando se llevaron a cabo numerosos 3 estudios sobre las
propiedades de los agujeros negros y sus interacciones a nivel clásico, entre ellos el descubrimiento
de Kerr en 1963, que descubrió la solución de las ecuaciones de Einstein para un agujero negro en
rotación. Antes de este periodo los agujeros negros eran considerados “objetos muertos”, estadios
finales de la evolución de las estrellas masivas, y probablemente, de objetos más masivos; los nombres
usados por los especialistas de la época, estrellas congeladas o estrellas colapsadas reflejan este hecho.
A mediados de los años 60 cobro fuerza un nuevo paradigma entre la comunidad de teóricos que
trabajaban en Relatividad General (pero no entre los astrónomos, quienes principalmente estaban
muy lejos de los problemas relacionados con los agujeros negros, e incluso las discusiones de esto
problemas no eran bienvenidas en, cito textualmente, la “sociedad decente”). El nuevo punto de vista
implicaba que un objeto formado después de un colapso gravitacional podría considerarse en algún
sentido como un agujero en el espacio-tiempo. Fue en este momento (1968) cuando Wheeler acunó
el nombre de “agujero negro”. Poco después el nombre fue adoptado de manera entusiasta por todo
el mundo. Durante este periodo se probaron numerosos teoremas estableciendo que, “un agujero
negro no tiene pelo” (esto es, no tiene ningún tipo de atributo externo salvo la masa el momento
angular y la carga), que un agujero negro contiene una singularidad en su interior y que el área del
agujero negro no puede decrecer, entre otros. A finales de los 60 se descubrieron los pulsares (estrellas
de neutrones en rotación). Era el momento en el que los astrofísicos debían entrar en acción. El
análisis de la acreción de materia en agujeros negros aislados y en agujeros negros en sistemas binarios
predijo que los agujeros negros “acertantes” podían constituir una fuente poderosa de rayos X. El
progreso de la astronomía y los estudios realizados utilizando satélites de rayos X en los años 70 llevo
al descubrimiento de un gran número de fuentes de rayos X. Hoy en día, a principios del nuevo
milenio, estamos seguros de que agujeros negros con masas estelares existen en un cierto número de
sistemas binarios de nuestra galaxia [Thorne (1994)]1. Es interesante darse cuenta de que hace tan
solo unos 20 − 25 años, los agujeros negros se consideraban objetos extremadamente exóticos, y la
actitud general de la comunidad científica y astrofísica (a excepción de los científicos que trabajaban
en este tema) era de cautela. La situación ha cambiado drásticamente tanto por el extraordinario

1
De hecho, existen razones fundadas para pensar que los núcleos de galaxias activas y cuásares contienen agujeros
negros supe masivos. Dos descubrimientos relativamente recientes -uno por astrónomos usando el telescopio Hubble
[Ford et al. (1994)], el otro por radio astrónomos [Miyoshi et al. (1995)]-muestran discos de gas orbitando en torno a
objetos centrales y constituyen una clara evidencia de agujeros negros masivos en los centros de las galaxias.
desarrollo de la teoría como por la obtención de nuevos datos astrofísicos. Dejemos la historia y
adentrémonos en el maravilloso mundo de la física de los agujeros negros.

“A luminous star of the same density as the Earth, and whose diameter should be
two hundred and fifty times larger than that of the Sun, would not, in consequence
of this attraction, allow any of its rays to arrive at us; it is therefore possible that the
largest luminous bodies in the Universe may, through this cause, be invisible.”
P.S.Laplace (1798).

Lo que pasaría si viajaras a uno de estos objetos, los más extraños del cosmos.
“Todo lo que sube tiene que bajar", dice el dicho. En efecto, en la vida cotidiana, si lanzamos un
objeto al aire, éste siempre vuelve a caer. Una pelota lanzada hacia arriba llega hasta cierta altura,
generalmente no muy grande, y regresa. Una bala sube mucho más alto, y luego vuelve a caer (cosa
en la que parecen no pensar quienes disparan balas al aire en lugares no apropiados; la bala que cae
de regreso puede fácilmente matar a alguien).
Quizá debería añadirse al dicho que mientras más rápido se lance el objeto al aire, más alto llegará y
más tiempo tardará en caer. Esta observación nos lleva inmediatamente a la siguiente pregunta: ¿será
posible lanzar un objeto tan rápido que no caiga nunca?

Estrellas oscuras
Así, la velocidad de escape depende tanto de la masa del cuerpo celeste como de su tamaño. A fines
del siglo XVIII, John Michel, en el Reino Unido, y Pierre Simón de Laplace, en Francia, se
preguntaron de qué tamaño tendría que ser una estrella de una masa dada para que su velocidad de
escape fuera tan alta que no pudiera escapar de ella ni siquiera la luz, que se propaga a una velocidad
altísima (de cerca de 300 000 kilómetros por segundo). Semejante estrella no emitiría luz y podría
llamarse "estrella oscura". Michel y Laplace encontraron independientemente una fórmula para el
radio que tendría que tener la estrella para no dejar escapar la luz (véase recuadro), valor que se El
radio gravitacional es distinto para cada cuerpo y depende sólo de la masa de éste. Y por cierto, el
cuerpo no tiene que ser una estrella: puede ser cualquier cosa, desde un planeta hasta una taza de café.
Con la fórmula del radio gravitacional de Michel y Laplace se pueden hacer cálculos muy divertidos.
Por ejemplo, una taza de café de 500 gramos tendría que reducirse a una bolita de una cuatrillonesima
de milímetro (un 1 colocado después de 23 ceros a la derecha del punto decimal) para convertirse en
una estrella oscura. Este tamaño es tan pequeño comparado con el núcleo de un átomo como el
núcleo comparado con, digamos, la taza original.
Para objetos celestes comunes (planetas, estrellas...), el radio gravitacional es siempre mucho más
pequeño que su tamaño real. Por ejemplo, para convertir a la Tierra en una estrella oscura sería
necesario comprimir toda su masa en una esfera de aproximadamente un centímetro de radio. En el
caso del Sol, sería necesario concentrar su masa en una esfera con un radio de unos tres kilómetros.
Agujeros negros
Las estrellas oscuras se consideraron sólo como una curiosidad matemática que no correspondía a
ningún objeto real, hasta que, a fines de 1915, Albert Einstein publicó la teoría general de la
relatividad, una teoría moderna de la gravitación que reemplazó a la famosa gravitación universal de
Newton (aunque esta última se sigue usando, por ejemplo, para mandar naves al espacio). Pocas
semanas después de que Einstein postulara su teoría, Karl Schwarzschild la aplicó al campo
gravitacional que produce un objeto esférico (por ejemplo, un planeta, una estrella, o una canica).
Con el cálculo relativista de Schwarzschild se puede deducir una nueva fórmula para el radio
gravitacional, pero ahora desde el punto de vista de la teoría de Einstein. Pues bien, resulta que la
expresión matemática que se obtiene con la teoría de Einstein es exactamente igual a la que se obtiene
con la de Newton.
Pero ahí termina el parecido entre ambas teorías. En la teoría de Newton, la luz que sale de la
superficie de una estrella oscura subiría hasta cierta altura y luego volvería a caer, igual que una piedra.
Pero en la teoría de Einstein la luz simplemente se queda atrapada en el radio gravitacional y no sale
nunca. Esto tiene consecuencias sorprendentes. En la teoría de la relatividad la velocidad de la luz es
la máxima posible en el Universo: nada puede viajar más rápido. Si la luz se queda atrapada en el radio
gravitacional entonces la materia no sólo no puede salir, sino que tiene por fuerza que moverse hacia
abajo, hacia el centro de la estrella oscura. Esto implica, por extraño que parezca, que la estrella oscura
no puede tener una superficie material. En la vieja teoría de Newton, en cambio, nada impide que la
estrella, por más comprimida que esté, tenga una superficie material.
En la teoría general de la relatividad el radio gravitacional marca la frontera de una región sin retorno:
si te encuentras afuera, siempre puedes escapar con una nave lo suficientemente potente. Pero si estás
adentro, escapar es imposible y caerás inevitablemente hacia el centro. Un objeto con estas
propiedades no es ya la relativamente inofensiva estrella oscura de Michel y Laplace, sino una especie
de agujero en el espacio, del que, una vez dentro, resulta imposible salir. En la década de los 60 el
físico estadounidense John A. Wheeler llamó a estos extraños objetos agujeros negros.
Triste final del explorador de agujeros negros
Si el transcurrir del tiempo te lleva irremediablemente al centro, la siguiente pregunta que se te puede
ocurrir es: ¿qué ocurre al llegar al centro? En el centro del agujero negro se encuentra lo que los
científicos llaman una singularidad, un punto del espacio-tiempo donde los campos gravitacionales
se vuelven infinitos y la física ya no es válida. Pero tú no llegarías a la singularidad con vida. Antes de
llegar, las llamadas fuerzas de marea, que son la diferencia del campo gravitacional entre un punto y
otro, te despedazarían al jalarte con mucho más fuerza los pies que la cabeza (véase recuadro). Tú y
tu nave quedarían convertidos en un enjambre de partículas elementales, al partirse en pedazos que a
su vez se parten en pedazos que se parten en pedazos… que finalmente chocarían con la singularidad.
Lo peligroso de acercarse a un agujero negro son las fuerzas de marea y la intensidad de éstas depende
de la masa del agujero negro. Las fuerzas de marea son infinitas al llegar a la singularidad en cualquier
agujero negro, pero la distancia a la que se vuelven peligrosas puede variar enormemente de uno a
otro. Para un agujero negro con masa igual a la del Sol, las fuerzas de marea en la región cercana al
horizonte de eventos son gigantescas. Pero, contra lo que podría esperarse, los agujeros negros de
masa mucho mayor — (como los que existen, según se cree, en el centro de casi todas las galaxias
(con masas millones de veces mayores que la del Sol) —, tienen horizontes de eventos donde las
fuerzas de marea son muy pequeñas. Si cruzáramos el horizonte de uno de estos monstruos no
notaríamos nada, y tardaríamos varios días en caer hasta el centro.
Lo demás es silencio
¿Y después de la singularidad qué? Pues después, nada. La singularidad marca la frontera donde
terminan el espacio y el tiempo, o si se prefiere, el punto donde y nada se puede decir de lo que ocurre
una vez ahí. Una de las propiedades más exóticas de la singularidad es que, debido a la mezcla entre
espacio y tiempo que ocurre dentro del horizonte, la singularidad no es un punto en el espacio, sino
más bien un instante en el tiempo. Una vez que hemos cruzado el horizonte de eventos del agujero
negro, la singularidad no es un lugar adonde llegar, sino un tiempo en nuestro futuro: predeterminado
e irremediable.
ANÁLISIS DEL ELECTRÓN
Siguiendo el ejemplo de lo que hizo Newton cuando formuló a la constante de gravitación universal,
que le resultó de relacionar a la constante de Kepler por kilogramos correspondiéndola con respecto
a la imaginaria masa solar de la siguiente manera:

(5)
Donde ω es la velocidad angular, R es la distancia del planeta con el sol, Ms es la masa del sol, π es
una constante geométrica, K es la constante de Kepler y G es la reconocida constante de gravitación
universal.

(6)
Donde ω es la velocidad angular, R es la distancia del planeta con el sol, v es la velocidad orbital del
planeta, G es la reconocida constante de gravitación universal y Ms es la masa del sol.
Si esta misma maniobra matemática que hizo Newton con la masa imaginaria del sol la realizamos
ahora con respecto a la respectiva supuesta carga eléctrica de la estrella, de la misma manera como el
sabio ingles relacionó a la constante de Kepler con la imaginaria masa del astro, ahora al mismo
Kepler lo relacionamos con la pretendida carga eléctrica del sol de la siguiente manera:

(7)
Donde ω es la velocidad angular, R es la distancia del planeta con el sol, Q sería la carga eléctrica del
cuerpo másico, π es una constante geométrica, m es la longitud en metros, K es la constante de Kepler
y GQ sería una nueva constante de gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica.

(8)
Donde ω es la velocidad angular, R es la distancia del planeta con el sol, v es la velocidad orbital del
planeta, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con respecto a la carga eléctrica
másica y Q es la carga eléctrica del sol.
Ahora igualamos el equivalente del cuadrado de la velocidad orbital en las anteriores ecuaciones
número seis (6) y ocho (8) de la siguiente manera:

(9)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, Ms es la masa del sol, Res la distancia
del planeta con el sol, v es la velocidad orbital del planeta, GQ sería una nueva constante de
gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica y Q es la carga eléctrica del sol.
Incluyendo el radio del sol o cuerpo masivo central queda la anterior relación número nueve (9) con
respecto a un planeta de la siguiente manera:

(10)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, Ms es la masa del sol, r es el radio del
sol o cuerpo masivo, h es la altura sobre la superficie del astro, v es la velocidad orbital del
planeta, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica
y Q es la carga eléctrica del sol.
Estas relaciones número nueve (9) y diez (10) corresponden a objetos masivos que precisamente no
son agujeros negros mucho menos extremos como el electrón y que cumplen entonces la siguiente
relación de la densidad de carga eléctrica por cada kilogramo con respecto a la masa del mismo objeto
central masivo:

(11)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, Ms es la masa del sol, GQ sería una
nueva constante de gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica y Q es la carga
eléctrica del sol.
En estas anteriores relaciones número nueve (9) y diez (10) hay dos constantes y cinco variables, si
multiplicamos a ambas relaciones por el número entero de dos (2), enseguida en estas relaciones la
velocidad orbital del supuesto planeta dejaría de ser simplemente una velocidad orbital y se convierte
entonces en la relación en una “velocidad de escape” (ve) que tendría una ubicación imaginaria de
acuerdo a la variación de la carga eléctrica y la masa del cuerpo masivo incidirá compensatoriamente
en las alturas (h) representado de la siguiente manera:

(12)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, Ms es la masa del sol o cuerpo
masivo, R sería el radio o distancia que hay entre el sitio correspondiente a determinada velocidad de
escape y el cuerpo masivo, ve es la velocidad de escape, GQ sería una nueva constante de gravitación
universal con respecto a la carga eléctrica másica y Q es la carga eléctrica del sol.
Cuando la velocidad de escape es de máximo valor a la velocidad de la luz, entonces esta anterior
relación número doce (12) queda expresando o describiendo a un agujero negro con la masa y carga
eléctrica del sol en la siguiente relación:

(13)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, Ms es la masa del sol o cuerpo
masivo, R sería el radio o distancia que hay entre el sitio correspondiente a determinada velocidad de
escape y el cuerpo masivo, c es la velocidad de escape máxima, GQ sería una nueva constante de
gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica y Q es la carga eléctrica del sol.
Esta descripción anterior número trece (13) corresponde a un agujero negro con la masa solar y se
puede observar en este caso, que el radio de Schwarzschild coincide con el mismo valor que tiene el
radio que pertenece a la carga eléctrica.

(14)
Donde R sería el radio o distancia que hay entre el sitio correspondiente a determinada velocidad de
escape y el cuerpo masivo, rs es el radio de Schwarzschild y rQ es el nuevo radio con respecto a la
carga eléctrica del cuerpo masivo
Pues si el electrón aunque fuera un agujero negro pero no fuera extremo, con esa carga eléctrica que
tiene un determinado electrón, debiera entonces tener una masa aproximada de 21,7 kg ó lo contrario,
con esa misma masa que realmente tiene el electrón sino se tratara de un agujero negro extremo, le
correspondería tener entonces una carga eléctrica aproximada de 6,7x10-51 Coulomb.
Recordando que la masa y la carga eléctrica acompañan al espín como propiedades intrínsecas de la
materia y tratando pues al electrón, como un micro agujero negro extremo y estable, que presenta
además la masa mínima posible que puede ser compatible con determinado radio, carga eléctrica y
momento angular.
Esta anterior relación número trece (13) se la vamos a aplicar al electrón tratándolo como un agujero
negro extremo con una velocidad de escape máxima, cuestión que origina definitivamente una
desconexión compensatoria relativa de los radios con respecto al origen en la misma velocidad de
escape. Radios que divergirán su valor en el electrón agujero negro extremo de la siguiente forma:
como la masa se deprime en el electrón, también lo hace compensatoriamente el radio de
Schwarzschild para el horizonte de sucesos interno, también como la carga eléctrica del electrón se
incrementa, pues también lo hace el radio que daría origen a un horizonte sucesos externo del mismo
electrón agujero negro extremo de la siguiente manera:

(15)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, M es la masa del electrón, rs es el radio
de Schwarzschild, c es la velocidad de escape, GQ sería una nueva constante de gravitación universal
con respecto a la carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón y rQ es el radio del
horizonte de sucesos externo.
Se puede detallar la relación entre el radio de Schwarzschild y el llamado por nosotros como el radio
del horizonte sucesos externo del electrón agujero negro extremo:

(16)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, M es la masa del electrón, rs es el radio
de Schwarzschild del electrón, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con respecto a
la carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón y rQ es el radio del horizonte de sucesos
externo del electrón agujero negro extremo.

(17)
Donde rQ es el radio del horizonte de sucesos externo del electrón agujero negro extremo, GQ sería
una nueva constante de gravitación universal con respecto a la carga eléctrica másica, Q es la carga
eléctrica del electrón, G es la reconocida constante de gravitación universal, M es la masa del
electrón, rs es el radio de Schwarzschild del electrón.

(18)
Donde rs es el radio de Schwarzschild del electrón, G es la reconocida constante de gravitación
universal, M es la masa del electrón, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con
respecto a la carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón y rQ es el radio del horizonte
de sucesos externo del electrón agujero negro extremo.
Esta anterior relación número quince (15) también se puede separar precisamente en dos igualdades
diferentes de la siguiente manera:
(19) (20)
Donde G es la reconocida constante de gravitación universal, M es la masa del electrón, rs es el radio
de Schwarzschild del electrón, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con respecto a
la carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón y rQ es el radio del horizonte de sucesos
externo del electrón agujero negro extremo y c es la velocidad de la luz.

(21) (22)
Donde rs es el radio de Schwarzschild del electrón, G es la reconocida constante de gravitación
universal, M es la masa del electrón, GQ sería una nueva constante de gravitación universal con
respecto a la carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón, rQ es el radio del horizonte de
sucesos externo del electrón agujero negro extremo y c es la velocidad de la luz.
Se puede decir que esta anterior relación número veinte y uno (21) es la misma anterior relación
número uno (1) del radio de Schwarzschild ya descrito en la introducción de este trabajo, relación
que además fue tomada precisamente de la enciclopedia libre de Wikipedia1. Pero la anterior relación
número veinte y dos (22) sería el radio del horizonte de sucesos externo del electrón agujero negro
extremo:

(22)
Donde rQ es el radio del horizonte de sucesos externo del electrón agujero negro
extremo, GQ=9x109 m3/c.seg2 y es la nueva constante de gravitación universal con respecto a la
carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón=-1,602x10-19 coulomb y c es la velocidad
de la luz.
Lo cual deducimos que el electrón lo interpretamos como un micro agujero negro extremo estable,
este trabajo consigue al radio del horizonte sucesos externo del electrón originado por la carga
eléctrica, radio que resulta de mucho mayor extensión que la longitud de Planck y que el mismo radio
encontrado con la métrica de Reissner-Nordström de quienes estaría demasiado lejos, sin la
posibilidad de corresponder a una singularidad desnuda ni un inestable agujero negro súper extremo:

(23)
Donde rQ es el radio del horizonte de sucesos externo del electrón agujero negro
extremo, GQ=9x109 m3/c.seg22 y es la nueva constante de gravitación universal con respecto a la
carga eléctrica másica, Q es la carga eléctrica del electrón=-1,602x10-19 coulomb, m es la longitud
en metros y c es la velocidad de la luz.

REFERENCIAS

2
Hoy existen pruebas de que la velocidad de la luz no ha sido siempre constante. http://www.tendencias21.net/La-
velocidad-de-la-luz-no-siempre-ha-sido-constante_a372.html
1. Serway, Raymond A.; Jewett, John W. (2004). Physics for Scientists and Engineers, 6th ed.
edición, Brooks/Cole. ISBN 0-534-40842-7.
2. Tipler, Paul (2004). Physics for Scientists and Engineers: Mechanics, Oscillations and Waves,
Thermodynamics, 5th ed. edición, W. H. Freeman. ISBN 0-7167-0809-4.
3. Tipler, Paul; Llewellyn, Ralph (2002). Modern Physics, 4th ed. edición, W. H. Freeman. ISBN
0-7167-4345-0.
4. Tipler, Paul; Llewellyn, Ralph (2002). Modern Physics (4th ed.), W. H. Freeman. ISBN 0-7167-
4345-0.
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Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-09906-4.
6. Girbau, J.: “Geometria diferencial i relativitat”, Ed. Universitat Autónoma de Catalunya, 1993.
ISBM 84-7929-776-X
7. Sean M. Carrol, An introduction to General Relativity: Spacetime and Geometry, Addison
Wesley (2004)
8. Evidence for Black Holes in Stellar Systems, Cowley, A.P., (1992), ARAA,30,287
9. Miguel Alcubierre, Octavio Miramontes y Karen Volke . (junio 12, 2013). Fronteras de la
F´ısica en el Siglo XXI. Julio 03, 2016, de CopIt-arXives, 2013 Sitio web:
http://scifunam.fisica.unam.mx/mir/copit/TS0011ES/Alcubierre.pdf

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