You are on page 1of 193

La siguiente es una traducción sin fines de lucro de la novela

web Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu.

El autor original de la obra es Nagatsuki Tappei, cuyo trabajo se


encuentra disponible en japonés, en la siguiente página:
http://ncode.syosetu.com/n2267be/

La traducción y edición al inglés corre por parte de Translation-


Chicken y su grupo de traductores.

La traducción al español está hecha por Pretinaverse.

Para poder leer los nuevos capítulos y estar al tanto de las úl-
timas noticias sobre Re:Zero, visita mi blog en el siguiente en-
lace:

Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu


Capítulo 1 - El Lugar al que Regresaron ............................................... 4
Capítulo 2 – Insultos y gratitud ............................................................... 47
Extracto – La chica en la Biblioteca Prohibida ................................ 79
Capítulo 3 – Reunión y abandono ...................................................... 102
Capítulo 4 – El siguiente lugar ............................................................. 131
Capítulo 5 – La facción de Emilia ........................................................ 169
El grisáceo brillo del cielo, reflejaba el estado del corazón de
Subaru.

En frente de la mansión de Crusch, seis carruajes dragón se


encontraban alineados en fila. Aquellos que habían escapado
de las tierras de Roswaal, los aldeanos de Arlam, se encontra-
ban todos arriba. Solo el último carruaje era especial, pues es-
taba reservado únicamente para Subaru y Emilia.

El camino sería largo. Así que, a diferencia de cuando llegaron,


no irían acompañados de los niños, debido a que había una
montaña de cosas que quería decirle a Emilia… Además, tam-
poco quería ponerlos en un aprieto al pedirle a los chicos que
fueran junto a ella…

『 Me sentiré bastante sola ahora. 』

Mientras miraba en silencio los carruajes de dragón, Subaru es-


cuchó una voz detrás de él.

Girándose para ver, se encontró a Crusch observándole, con su


largo y verde cabello, suavemente acariciado por el brumoso
viento. Ella cerró los ojos y alcanzó con su mano el cabello de
Subaru, desordenándolo.

『 Subaru: No es como si fuera a pasar algo quedándome aquí.


Además, me siento mal aprovechándome de tu hospitalidad —
Para ser honestos, debería tomarme un tiempo para recupe-
rarme, pero es lo que hay. 』

Abriendo y cerrando sus manos, Subaru pensó acerca del es-


tado de su salud, sonriendo avergonzado. En aquel entonces,
fue para recuperar su salud que había ido a la mansión de
Crusch en primer lugar. Roswaal había apoyado aquella deci-
sión, pero aun así le molestaba ver que los deseos de ese pa-
yaso se fueran cumpliendo a la perfección. Como una cuestión
de principios, incluso si él ayudaba a cumplir los deseos de ese
sujeto, debía ser a base de pisotearlos constantemente.

『 Crusch: Natsuki Subaru-sama, usted sabe que es bienvenido


a aprovecharse de mi hospitalidad todo lo que quiera… aun
cuando sea algo difícil de decir en voz alta. 』

『 Subaru: Gracias por la oferta… Pero a pesar de que me gus-


taría, todavía quedan un montón de cabos sueltos que nece-
sito revisar. Está el tema de la Ballena Blanca, "Pereza", y todo
el asunto con el gremio de mercaderes… 』

Rechazando la oferta de Crusch, Subaru sacudió la cabeza. Es-


taba pensando en Julius y Anastasia.

De las tres facciones que unieron fuerzas contra la Ballena


Blanca y Pereza, solo Anastasia se benefició completamente.
Por el lado de Crusch, al derrotar a la Ballena Blanca, lograron
una gloriosa hazaña que nadie más había podido llevar a cabo
en 400 años —pero la amnesia de Crusch fue un golpe devas-
tador.

En cuanto al grupo de Subaru y Emilia, a pesar de haber derro-


tado a Pereza, la completa ausencia del supuestamente bien
informado Roswaal no parecía ser un muy buen augurio.

En términos de pérdidas, a pesar de que ni ellos ni el grupo de


Crusch sufrieran grandes daños, para Subaru, lo que él perdió
fue mucho más de lo que podía soportar.

En comparación, dejando de lado una pequeña porción de


mercenarios y provisiones, las fuerzas de Anastasia estaban
prácticamente intactas. Y, a pesar de que ella no protagonizó
ninguna de las dos batallas, sus fuerzas fueron una importante
contribución, sufriendo mínimas pérdidas… Una inversión alta-
mente lucrativa.

A pesar de que el daño en sus fuerzas hizo que las dos faccio-
nes dudaran sobre si hacer pública o no su victoria, eso no fue
para nada un problema para Anastasia.

Si querían frenar el continuo ascenso de Anastasia, una fuerte


coordinación entre las facciones de Emilia y Crusch sería ne-
cesaria…

Viendo a Subaru perdido en sus pensamientos, Crusch bostezó


perezosamente. Subaru frunció el ceño al ver esto y, Crusch,
con una expresión avergonzada en su rostro, agitó sus manos
como diciendo 『 Lo siento 』.

『 Subaru: Lamento ser tan sentimental… pero me avergüenza


no ser capaz de pagar de vuelta tu amabilidad… 』

『Crusch: Aquellos que buscan devolver los favores inmedia-


tamente no son dignos oponentes. No te preocupes por ello
después de todo lo que has hecho. Además, ya hemos recibido
bastante a cambio. 』

Escuchando las atentas palabras de Crusch, Subaru observó el


carruaje especial. Comparado con los otros, se veía como un
carruaje VIP de clase alta, excesivamente decorado y, el honor
de tirar de él fue para—

『 Crusch: Una petición tan poco ambiciosa… ¿Quieres hacerte


cargo de dragón y cuidar de sus heridas? 』

『 Subaru: Le debo una gran cantidad a este dragón de tierra.


A pesar de que ha sido por un corto período de tiempo, la can-
tidad de veces que corrimos al borde de la muerte son más de
las que puedo contar. Además, es muy probable que debamos
pasar por muchas más adversidades juntos, por lo que no con-
sidero a Patrasche como un simple juguete. 』
『 Crusch: —En ese caso, me quedo tranquila. 』

El dragón de tierra —Patrasche— miraba a Subaru mientras ha-


blaba y, demostrando cierta molestia ante sus palabras de ad-
miración, se giró hacia Wilhelm. El viejo espadachín, que hasta
ahora había estado revisando los carruajes antes de su salida,
asintió frente a su conversación.

『 Wilhelm: Diana es la raza de dragones de tierra más difícil


de contentar. Para que ella sea capaz de proteger a su maestro
con su propio cuerpo, Subaru debe ser bastante adorado por
esta dragona de tierra. 』

『 Subaru: A pesar de que no tengo idea de por qué, antes de


ir a la batalla contra la Ballena Blanca, decidí quedarme con
ella. 』

Había una conexión verdadera entre ellos. Aquello fue más


que simple suerte, ya que, si se hubiera quedado con cualquier
otro dragón de tierra, ya sea contra la Ballena Blanca o contra
Betelgeuse, probablemente no habría salido con vida. Como
sea,

『 Subaru: Ya no puedo estar satisfecho con ningún otro dra-


gón de tierra que no seas tú… Ah, ¡Patrasche seductora! 』
Tocando, con la palma de su mano, la suave textura de un lado
del estómago de Patrasche, Subaru demostraba su cariño a una
Patrasche cuya mirada denotaba bastante irritación ante tal
acto en particular.

Ante el abuso íntimo de Subaru, la dragona de tierra reaccionó


con un profundo disgusto desde el fondo de su corazón y sa-
cudió bruscamente su cuerpo como si intentara romper los de-
dos de Subaru.

『 Subaru: ¡Auch! ¡Sobreactuando de esa manera para ocultar


tu pena! ¡Pero con todas las ventanas que tuve que limpiar en
secundaria, mis dedos no se romperán tan fácilmente! 』

『 Wilhelm: Bromeando con un dragón de tierra de esa manera.


Una comunicación tan amistosa es indicadora de una con-
fianza inquebrantable entre ustedes dos. 』

『 Subaru: ¿Eso te pareció comunicación? ¡Pues para mí, se sin-


tió más como si yo le ofreciera todo mi amor unilateral y Pa-
trasche lo rechazara con todo su cuerpo! 』

La confianza implícita que habían tenido en el campo de bata-


lla… lamentablemente parece no encontrarse en estos mo-
mentos. Ahora solo queda una actitud malhumorada… Pero al
final, pese a su frío comportamiento, Patrasche le permitió aca-
riciarle.
Como sea,

『 Subaru: Mi nombre aparece en los créditos por derrotar a la


Ballena Blanca, logré salvar a Emilia matando a Pereza. Y ahora,
conseguí a mi querida dragona de tierra… La recompensa es
bastante buena, ¿no? 』

『 Wilhelm: Matar a la Ballena Blanca, ciertamente fue algo ad-


mirable y de gran importancia, cuestión en la que Subaru-dono
no parece haber caído en la cuenta. Quizás algún día el mundo
le agradecerá como corresponde por este gran logro. Espero
ansioso ese día. 』

『 Subaru: ¡Sí, yo también lo creo! Espera… ¿Qué acaso lo único


que hice no fue correr de lado a lado ante las narices de la Ba-
llena Blanca como carnada? 』

Ante las palabras más que humildes de Subaru, Wilhelm le


miró con una cálida sonrisa. El interior de Subaru hormigueaba
ante tal calidez, por lo que sacudió su cabeza intentando des-
hacerse de aquel sentimiento.

『 Subaru: Dejando de lado todo aquello… No nos veremos por


un tiempo Wilhelm-san. Cuida de tu herida. 』

『 Wilhem: Lamento haber hecho que te preocuparas. Parece


que la distancia se ha agrandado, ya que el sangrado se detuvo.
Pero no importa qué, el día en que pelee de nuevo al lado de
Subaru-dono llegará. Hasta entonces… 』

La herida de Wilhelm —la incurable herida causada por la an-


terior generación de Santo de la Espada, Thearesia van Astrea.
Al mencionarla, la mirada de Wilhelm se agudizó. Su mente di-
vagó hacia los Arzobispos del Pecado que asaltaron a Crusch,
Codicia y Glotonería.

Si la muerte de la esposa del Demonio de la Espada hubiese


sido causada por alguien diferente a la Ballena Blanca, enton-
ces esos dos serían los principales sospechosos.

Subaru, al igual que Wilhelm, mantiene un poderoso odio hacia


Glotonería. No importa lo que ocurra, eventualmente deberá
encontrarse cara a cara con ese Arzobispo del Pecado. Pese a
que el Culto de la Bruja es algo que deberían evitar, en el caso
de Glotonería es todo lo contrario, ya que es esencial que lo
derroten para recuperar aquellas cosas más preciadas… La me-
moria de Crusch y, mucho más importante—

『 Subaru-kyun, Rem-chan ya está lista. ¿Quieres mirar? 』

Diciendo esto, una cabeza con orejas de gato se había aso-


mado desde la ventana del carruaje —Ferris. Al ver bajar a Fe-
rris del carruaje especial de Patrasche, Subaru fue a revisar. Mi-
rando en aquel espacioso interior, algunos asientos habían
sido reemplazados por una cama improvisada en la que una
joven se encontraba durmiendo.
Ya no llevaba el típico traje de sirvienta, sino un vestido de
dormir azul suave, que hacía juego con el color de su pelo. Una
chica en un sueño eterno, olvidada por todo el mundo. Ella
amaba a Subaru y Subaru la amaba a ella. Quizás, ese era el
tipo de chica que ella era.

『 Subaru: Esa cosa es segura, ¿verdad? 』

『 Ferris: Hey, tuve mucho cuidado… soy un sanador, nyan.


Aunque sus heridas físicas ya están curadas, por lo que ya no
es una paciente, nyan. 』

Silenciosamente, Subaru observó su rostro durmiente. Las pa-


labras de Ferris sonaron algo bruscas, pero su cara se veía algo
diferente a su usual expresión bromista. Quizás, Ferris estaba
sintiendo el dolor de su propia impotencia, claramente no en
lo relativo a Rem, sino más bien, en consideración a su irrem-
plazable maestra, Crusch.

『 Ferris: ¿De verdad quieres llevarla contigo? 』

『 Subaru: Sí, la llevaré conmigo. Quedándose aquí no le va


ayudar a ponerse mejor… no, no quise insinuar que fuera tu
cul… 』

『 Ferris: Lo sé, nyan, Subaru-kyun no es tan malo, nyan 』


Viendo lo avergonzado que estaba Subaru después de haber
dicho aquello, Ferris sonrió incómodamente.

『 Ferris: De hecho… 』

Señalando a Subaru con el dedo,

『 Ferris: Además de Rem, Subaru-kyun tiene otra gran preocu-


pación, ¿verdad? 』

『 Subaru: ¿Yo? 』

『 Ferris: No te hagas el tonto, nyan. Tu puerta está excesiva-


mente desgastada, nyan. Mientras te sanaba tuve que inyectar
forzosamente una gran cantidad de maná a través de ella. Pa-
rece que incluso se encuentra dañada. ¿Te sientes débil o can-
sado, física o mágicamente? 』

Ante la pregunta de Ferris, Subaru giró la cabeza y sus hombros.


Dando una vuelta, no pudo encontrar nada malo. Dio un par de
saltos, pero no parecía haber nada de qué preocuparse.

『 Subaru: Ningún problema. Tanto las partes que uso como las
que no, se encuentran en perfecto estado. Dejando la puerta
de lado, no suelo usar magia de todos modos. 』
『 Ferris: Después de todo no eres un usuario mágico. Es Fe-
rris… Ferris debería evitar usar magia salvo en casos de emer-
gencia, nyan… eeh, eso es bueno nyan. 』

Viendo a Subaru completamente indiferente ante su crítico es-


tado de salud, Ferris se rindió. Con sus amplios y redondos ojos,
Ferris miró el cuello de Subaru y lo tomó del cuello de la ca-
misa.

『 Ferris: Pero nada de sobre exigirse. Aun cuando Ferris puede


exprimir hasta la última gota de toxina del cuerpo de Subaru,
si tu puerta se rompe en miles de pedacitos no seré capaz de
arreglarlo, nyan. Así que tómate el tiempo necesario para que
se recupere… unos dos meses, nyan. 』

『 Subaru: Dos meses sin magia… ¡Para alguien que no ha


usado magia por 17 años, dos meses no es nada! 』

Bromeando después de oír el diagnóstico… ahora que lo pen-


saba, Subaru ni siquiera había estado en este mundo más de
dos meses, aun cuando, desde su perspectiva, habían sido
como 4 —Se siente como si hubiese pasado bastante tiempo.

Pensando en todo lo que había ocurrido desde que llegó a este


mundo, ¿será posible descansar por lo menos dos meses?

No estaba seguro de eso.


『 Subaru: Eh, a pesar de que siempre me las arreglo para me-
terme en problemas… Espera, ¿acabo de gatillar un mal augu-
rio? ¡¡Hasta creo haber escuchado el efecto de sonido!! 』

『 Ferris: Que mal, pero Ferris no es experto tratando proble-


mas mentales, nyan. 』

Subaru aparentemente horrorizado ante sus propias afirmacio-


nes, era mirado desinteresadamente por Ferris.

Afectado por esta reacción, Subaru decidió que esta conversa-


ción había llegado a su final. Después de pensarlo, extendió su
mano a Ferris.

『 Ferris: ¿Nyan? 』

『 Subaru: Debería agradecerte por todo lo que has hecho


hasta ahora para ayudarme. Por sanarme y, cuando peleamos
contra la Ballena Blanca y contra Pereza, si no hubiese sido por
ti, habría sido un desastre… Y también por Rem, gracias. 』

『 Ferris: …Nyan. No pareces estar tomándome el pelo, así que


supongo que está bien. 』

『 Subaru: ¡Oooh! ¡Mi habilidad《Lectura de Atmósfera》se ha


activado! ¡Tengan cuidado! 』
Una torpe expresión de agradecimiento, pero a Ferris pareció
agradarle. En cualquier caso, sus sentimientos le habían lle-
gado. Ferris sujetó la mano extendida y se dieron un apretón
de manos.

『 Subaru: Unos dedos tan suaves y delgados… No puedo ni


imaginar cómo serías con manos más masculinas. 』

『 Ferris: ¿No sería eso un desperdicio en el lindo y perfecto


Ferris? Ya sea vello corporal o piel, todo en Ferris es comple-
tamente natural, nyan. 』

Ferris levantó su mano con orgullo. Subaru pudo ver de reojo


unas impecables y blancas piernas bajo la falda de Ferris. Ob-
servando la belleza pura de su forma, los hombros de Subaru
cayeron desanimadamente.

『 Subaru: Pero lamentablemente, eres un chico… 』

『 Ferris: Sip, Ferris es un hombre en cuerpo y alma, nyan 』

『 Subaru: ¿Cómo puedes presumir de eso? ¿Qué parte de ti


es la de un hombre? 』
Vestido como una preciosa chica, decir que Ferris era un hom-
bre, era demasiado —A pesar de que Subaru no es del tipo pre-
juicioso, incluso él sabía que la forma de ser de Ferris era com-
pletamente opuesta a lo que uno llamaría un hombre.

Ante la pregunta de Subaru, Ferris puso su dedo en el borde


de su labio y, con un encantador movimiento de cintura,

『 Ferris: Debido a que Crusch-sama dijo que esta forma se


acomodaba a Ferris, soy lo que soy, lo cual se acomoda mejor
al resplandor del alma de Ferris. —Las palabras de Crusch-
sama, Ferris las retribuirá con todo su ser. 』

『 Subaru: Pero… 』

La actual Crusch no recuerda eso… pero Subaru se calló aquellas


palabras. Sin embargo, a pesar de no haberlas dicho, Ferris ya
lo sabía. Aun así, de haberlo dicho, solo le habría lastimado.

Subaru, más que cualquier otro, odiaría hacer algo así. Si al-
guien más hablara de Rem, Subaru no podría soportarlo. Qui-
zás Ferris también sabía eso.

『 —No importa que suceda con la Casa de Karsten. 』

『 Subaru: ¿……? 』

Inesperadamente, aquella voz atravesó los oídos de Subaru.


Calmada y fría, una voz carente de emociones.

El dueño de esa voz… aun después de haberlo escuchado, se-


guía siendo algo difícil de asimilar.

Con su cabeza agachada, la expresión de Ferris era imposible


de determinar debido al cabello que cubría su frente.

De aquella manera, Ferris sujetó firmemente la mano de


Subaru.

『 Ferris: Solo a Crusch-sama, protegeré con mi vida. 』

『 Subaru: ¿…Ferris? 』

『 Ferris: Es —por eso —que… 』

Frente al estupefacto Subaru, la cabeza de Ferris inesperada-


mente se levantó, sonriente y con una voz alegre. Pero compa-
rado con la usual mirada juguetona y traviesa que Subaru es-
taba acostumbrado a ver, en ese momento, sus ojos parecían
estar mintiendo.

『 Ferris: Recuerda nuestro acuerdo, Subaru-kyun. Si no lo ha-


ces, todo el maná de tu cuerpo se saldrá de control friendo tu
cerebro hasta que mueras, nyan. 』
『 Subaru: ¡¿Pero qué cosas dices con una sonrisa en tu ros-
tro?! ¡¿Y por qué amenazas a un aliado?!

『 Ferris: ¿Amenazando? Es más bien una sentencia de muerte,


nyan. 』

『 Subaru: ¡Eso es peor! 』

Soltando la mano de Ferris, Subaru se dio la vuelta. Por un ins-


tante había pensado que toda esa conmoción,

—tenía una vaga esperanza de que Rem pudiera haber reaccio-


nado.

Suspirando suavemente, descartó sus esperanzas destrozadas


de su mente.

Cerca del equipaje, afuera del carruaje, encontró a Emilia y a


Crusch conversando.

『 Emilia: Ah, Subaru. ¿Está lista la cama de Rem? 』

『 Subaru: Sip, Ferris lo arregló todo perfectamente. ¡Obser-


vad! ¡Este es el GRAN COMBO CIRCENSE de mí y Patrasche! ¡Te
enseñaremos algo que ni siquiera el Gran Circo Kinoshita sería
capaz de mostrarte! 』
『 Emilia: Aun cuando no tengo ni idea de qué estás hablando,
tengo una mala sensación acerca de esto… mejor no hagamos
lo del Gran Circo. 』

『 Subaru: ¡El cielo! ¡Es tan desafortunado! ¡Pero mi corazón ya


latía a mil de antemano esperando las indiferentes palabras de
Emilia-tan! 』

Subaru llamó a este plan auto dirigido como el "En este carruaje
sin frenos, mi vida está en peligro. ¿Podría ser que este aumento
de mi frecuencia cardíaca sea AMOR?!".

Era su manera de lidiar con Emilia al pronunciar las palabras


"Rem-san"… Un dolor agudo, de niveles desproporcionados,
permanecía en el corazón de Subaru, negándose a desapare-
cer.

Por un instante, los ojos de Emilia se fijaron en la boca de


Subaru que, inesperadamente, dejó de moverse. Pero antes de
que pudiera decir algo, Ferris apareció por detrás de Subaru.

『 Ferris: Bueno, el carruaje dragón está listo, nyan. Disculpen


la tardanza. Es triste decir adiós, pero —Crusch-sama, ¿tiene
algo que decir? 』

『 Crusch: Eh, sí. 』


Ferris se puso al lado de Crusch. Subaru fue donde Emilia. Te-
niéndolos a ambos a la vista, Crusch tomó un profundo respiro
y colocó su mano en el pecho.

『 Crusch: Primero, aunque debo haberlo dicho muchas veces


antes, tienen mi más profunda gratitud. Aun cuando soy inca-
paz de recordar, sé que antes de perder la memoria quería que
cooperáramos y que fuéramos amigos. Se los agradezco otra
vez. 』

『 Emilia: No… Yo, Crusch-sama, no tiene nada que agrade-


cerme. Estos días me he mantenido en la oscuridad y no he
hecho nada… 』

『 Subaru: Eh, es verdad que Emilia-tan no hizo nada. Pero yo


me hice cargo de todo, así que no te preocupes. ¡Después de
todo, mis logros son los logros de mi Emilia-tan también! 』

Al ver como Emilia se encogía de la vergüenza, Subaru golpeó


su pecho mientras decía esto. Mirando de reojo a Subaru, Emi-
lia asintió levemente.

『 Emilia: Gracias Subaru… Aunque no recuerdo haberme


vuelto tu Emilia… 』
『 Subaru: ¡¿M-Mi plan de "subconscientemente crear en otros
la impresión de que existe una relación romántica entre noso-
tros" ha sido descubierta…?! 』

『 Emilia: Eso es porque estaba escuchando atentamente… oh,


disculpen esto. 』

Subaru se hundió mientras su pecho en alto se desinflaba ante


aquellas palabras, y Emilia se disculpó con Crusch, que obser-
vaba silenciosamente su amistoso intercambio.

『 Crusch: No, la relación entre ustedes dos me parece maravi-


llosa. Debo apresurarme en regresar al modo en que era antes
con Ferris y con Wilhelm. 』

『 Ferris: ¡Ferris siempre estará disponible para Crusch-sama


en cuerpo y alma, nyan! 』

Ferris, cubriendo sus mejillas con ambas manos, se giraba de


lado a lado. Mientras Ferris se movía como un pulpo detrás de
ella, Crusch pareció aceptarlo con una cálida e incluso feme-
nina sonrisa en su rostro.

『 Crusch: Nos veremos de nuevo muy pronto, o eso creo, Emi-


lia-sama y Subaru-sama. Espero que seamos amigos para siem-
pre. 』
Aquello no era mentira. Debían ser sus verdaderos sentimien-
tos… O por lo menos, eso pensó Subaru.

A pesar de perder sus recuerdos, jamás perdió la nobleza en


su corazón. La honestidad ilumina su conducta. Falsos elogios
y mentiras no son compatibles con eso.

Quizás porque expresó su sentir tan claramente, los ojos de


Emilia se abrieron en sorpresa, con sus labios temblando leve-
mente.

『 Emilia: Yo soy… Para Crusch-sama, yo soy su oponente como


Candidato. La Alianza… algún día tendremos que volver a com-
petir entre nosotras. 』

『 Crusch: Eh, eso es verdad. Con Emilia-sama como oponente,


procuraré no quedarme atrás, así que daré lo mejor de mí tam-
bién. 』

『 Emilia: Pero aun si dejamos eso de lado, soy una semi elfa
de cabello plateado… ¿Acaso no le asusta? 』

『 Subaru: Emilia-tan, eso… 』

No era necesario que preguntara eso —Subaru pensó mientras


intentaba detenerla. Viendo la desesperada determinación en
el rostro de Emilia, lo mejor era que aquella conversación no
continuara.

Emilia hablaba en serio al preguntar eso. La parte emocional


de ella sabía que jamás podría tomar su identidad a la ligera.

Pero, sobre todo, decir aquello en frente de Crusch Karsten.


Subaru sabía que si dejaba que esta conversación continuara…

『 Crusch: El alma es la que determina el valor de nuestra pro-


pia existencia. Para mí y para los demás también. Vivir con un
alma radiante, libre de remordimientos, es la forma en la que
debemos pasar nuestros días. 』

『 Emilia: —— 』

『 Crusch: De alguna manera, se siente como si ya hubiese di-


cho esto muchas veces antes. Cómo podría explicarlo… Ahora
que me escuché decirlo, sonó bastante sofisticado, ¿verdad? 』

Crusch se cubrió la boca incapaz de aguantar la risa. Oyendo


esto, Emilia se quedó estupefacta y no dijo ninguna palabra.

『 Crusch: Emilia-sama, ¿está avergonzada del modo en que ha


vivido su vida? 』
『 Emilia: …N-no, no lo estoy. Incluso si los demás no me acep-
tan, mientras no me odie a mí misma puedo seguir viviendo de
esta manera. 』

『 Crusch: Entonces, no se arrepienta de nada, mejórese a sí


misma, de lo mejor de sí y manténgase fiel a su propio yo. —
Tiene una hermosa alma. 』

Sonriendo, Crusch extendió la mano que tenía en su pecho, en


dirección a Emilia.

『 Crusch: En cuanto al hecho de haberla conocido, me siento


feliz. ¿Miedo? Ni siquiera un poco. 』

Mordiéndose el labio, Emilia talló aquellas palabras en su me-


moria, con su pecho adolorido de la emoción. Miró la mano ex-
tendida de Crusch, que pacientemente le esperaba. Entonces,
los dedos de Emilia alcanzaron la palma de Crusch, e intercam-
biaron un suave apretón de manos.

『 Crusch: No importa lo que ocurra, espero que nos veamos


pronto de nuevo. 』

『 Emilia: Y-yo…… No, yo también. Esta vez debería mantener


la frente en alto delante de Crusch-sama, ¿verdad? Hasta en-
tonces, le deseo buena salud. 』
De esta manera, ambas Candidatas de la Selección Real, sella-
ron su promesa de dar lo mejor de sí mismas.

Mirando desde un costado, el corazón de Subaru se hinchó con


una sensación de logro. Ese era uno de los objetivos por los
que Subaru se esforzaba tanto día a día… Aunque, al final, era
imposible que todo saliera perfecto…

『 Subaru: Después de todo lo que hemos logrado… ¿Por qué no


puedo quitar esta triste expresión de mi rostro? No quiero cul-
parte… No quiero… 』

Mirando hacia el carruaje dragón, quien se reflejaba en los ojos


de Subaru, era la joven durmiendo en su interior.

En una ocasión tan alegre como esta, Rem no me perdonaría


por estar así… Rem no querría verme así… Soy demasiado
egoísta, ¿verdad?

『 Crusch: Natsuki Subaru-sama, por favor cuídese. Esperaré


ansiosamente por sus futuras actividades… y por la recupera-
ción de ella. 』

『 Subaru: Más actividades para mí… No creo que sea una


buena idea… Para ser honestos, soy el tipo de chico que corre
por todos lados tratando de hacer todo a última hora y que, al
final, termina siendo completamente inútil. En cuanto a Rem…
la señorita Crusch no es una desconocida. No importa cómo,
ella se recuperará. Lo prometo, lo hará. 』

Crusch extendió su mano a Subaru. Pero un apretón de manos


en su estado, ¿no sería un poco embarazoso? Por lo que, para
disimular su vergüenza, Subaru decidió chocarle los cinco.

Un pequeño sonido se escuchó y, el breve contacto entre las


manos de Subaru y Crusch terminó. Con su mano siendo gol-
peada, Crusch pestañeó ligeramente.

『 Crusch: Ciertamente nos encontraremos de nuevo. 』

Con estas palabras, la maestra y el sirviente se inclinaron,


viendo como Emilia y Subaru por fin se marchaban.

Camino a casa, una extraña y sofocante melancolía se mante-


nía en el interior del carruaje dragón.

El mismo carruaje, había sido un regalo de Crusch para Subaru,


junto con Patrasche, como otro signo de gratitud. Incluso sin
los ornamentos, era claro que se trataba de una costosa pieza
de artesanía. Pero desde la suavidad de los asientos hasta el
glamour interior, todo se sentía un poco excesivo.

El espacioso interior podía resguardar a 10 personas y aun así


tener espacio para más, por lo que era normal que no supieran
que hacer estando solo los 3 en su interior.
En el carruaje, Emilia, Subaru y Rem se mantenían en silencio.
Rem, por supuesto, estaba durmiendo. Sentado junto a ella,
Subaru esperaba, sin siquiera pensar en moverse del lugar.
Quizás por consideración a la inconsciente Rem, Emilia no se
atrevía a hablar.

『 Subaru: …m 』

Esto es malo, pensó Subaru cruzándose de brazos. Aunque se-


ría imperdonable tener una conversación alegre bajo aquellas
circunstancias, hay tantas cosas de las que tenían que hablar.
Tenían que decidir su posición en cuanto a la Selección Real,
ponerse al día sobre la Alianza con la facción de Crusch y ni
siquiera habían podido hablar todavía, sobre lo que había ocu-
rrido en los últimos días.

Pero también estaba Rem. ¿Cómo iban a cuidarla en la mansión


si nadie más que Subaru la recordaba? Aunque sabía que era
inevitable, el solo pensar en lo que diría Ram cuando viera a la
inconsciente Rem, le daban escalofríos en la espina.

『 Emilia: Sé que estás preocupado, pero creo que la atmósfera


habría sido mejor si los niños hubieran venido con nosotros… 』

Por supuesto que los niños también iban de vuelta a los terre-
nos de Roswaal. Pero iban con sus padres ahora. Si hubiesen
preguntado acerca de Rem, habría sido difícil de explicar. Ni
que decir lo que hubiese ocurrido si los aldeanos hubiesen
creído que se trataba de alguna enfermedad… Desafortunada-
mente, el resultado es el actual silencio.

Qué hacer ahora. —Era inusual para Subaru sentirse tan cohi-
bido. Miró el techo mientras pensaba.

『 No sé sobre qué, ¡¿pero no podrías pensar en algo de qué


hablar?! ¡Aaah, no puedo soportar este incómodo silencio por
más tiempo! 』

『 Subaru: ¡¿Pero qué diablos dices metiéndote así de la


nada?! Espera, ¿estuviste ahí todo el tiempo? 』

『 Otto: ¡Pero que grosero! ¡Por supuesto que estaba aquí! ¿Si
quiera recuerdas las condiciones bajo las cuales acepté ayu-
darte? 』

Otto habló con un tono bastante exagerado mientras metía la


cabeza en el carruaje a través de la abertura del frente, salpi-
cando un poco de saliva al tiempo que su voz resonaba. Otto
manejaba el carruaje, sentado en el asiento del conductor. Ha-
bía metido la cabeza por el agujero que conectaba con el inte-
rior del carruaje solo para comentar acerca del exasperante si-
lencio que había ahí dentro.

Frente a las objeciones de Otto, Subaru inclinó la cabeza mur-


murando 『 Ah, ah 』.
『 Subaru: Lo recuerdo, lo recuerdo. Es verdad, recuerdo que
me pediste que te ayudara a conocer a Roswaal, ¿verdad?… Ah,
pero, como decirlo… 』

『 Otto: ¡¿Qué cosa?! 』

『 Subaru: Bueno, si te interesan los hombres, está bien, pero


si se trata de Roswaal… En todo caso que sepas que soy hetero,
y además ya tengo a Emilia, así que ni se te ocurra ir detrás de
mí. 』

『 Otto: ¡¡No es por eso que quiero hablar con él!! ¡¿Qué dia-
blos crees que soy?! 』

『 Subaru: ¿Un comerciante en busca de algo excitante? 』

『 Otto: ¡¿Por qué me tratas como a un pervertido?! 』

Mirando a Otto como si le compadeciera desde el fondo de su


corazón, Subaru sacudió la cabeza tristemente de lado a lado.
Emilia, que había estado silenciosamente observando su con-
versación, abrió grande los ojos con una expresión de sorpresa.

『 Emilia: Ustedes dos… De verdad son buenos amigos, ¿no es


así? ¡Estoy sorprendida! 』
『 Subaru: Oy, oy, Emilia-tan. Por favor deja de bromear. Po-
niéndome al mismo nivel que este codicioso mercader… ¡Yo lo
único que codicio es tu amor! 』

『 Otto: ¡Pues tú también eres un codicioso! Ah, espera. ¡Nunca


he sido codicioso! 』

『 Subaru: Otto, cállate. 』

Suspirando ante el mercader ambulante, Subaru se levantó y


cerró la ventana que daba al asiento del conductor.

『 Otto: Ah, espera, ¡no me trates como si fuera un entrome-


tido! 』

『 Subaru: Ok, ya está bien. 』

Tirando de la solapa con un "clap", la cara del hombre inten-


tando hablar hasta el último momento, finalmente desapareció.
Entrejuntando sus dedos y estirando sus brazos como alguien
que acababa de completar una dura tarea, Subaru se dio la
vuelta para ver a Emilia que le miraba fijamente.

『 Subaru: Puh… 』

『 Emilia: ¡Jajajaja! 』
Mirándose a la cara, repentinamente comenzaron a reír.

Por un rato se dejaron llevar por sus risas hasta que, pasado un
momento, las risas se fueron apagando, hasta que el silencio
llenó de nuevo el carruaje.

En ese instante,

『 Subaru: Dejar que la atmósfera se vuelva tan pesada, real-


mente no es mi estilo, ¿verdad? 』

『 Emilia: Tienes razón, no es tu estilo. El Subaru que conozco


es mucho más enérgico, poco razonable y animado. Tanto así
que, no importa como yo me sienta, él es capaz de alejar de
golpe todas mis preocupaciones. 』

『 Subaru: Creo que eso es lo mismo que decir que soy un ca-
beza hueca incapaz de leer el ambiente… 』

En cualquier caso, la intromisión de Otto había logrado mejorar


la atmósfera enormemente… Agradecerle por esto, probable-
mente le haría enojar, sin embargo, Subaru le agradeció en su
mente mientras se levantaba para ir a sentarse junto a Emilia
como si fuera la cosa más natural del mundo. Al ver esto, una
sonrisa juguetona apareció en el rostro de Emilia.
『 Emilia: Siempre te sientas como si nada a mi lado, ¿no es así,
Subaru? 』

『 Subaru: Bueno, es natural querer sentarse al lado de la chica


que a uno le gusta, por lo que quiero sentarme lo más cerca de
ti que pueda, respirando incluso el aire que exhalas. 』

『 Emilia: Cielos, la primera mitad de esa oración fue bastante


embarazosa y, sin embargo, lo último que dijiste da algo de
grima. 』

Oír a Subaru confesar de aquella manera sus sentimientos, ha-


bía hecho que el rostro de Emilia se pusiera rojo, pero la per-
versión de aquella segunda parte le hizo fruncir el ceño. Diri-
giendo su cabeza hacia ella ante su reacción, Subaru dijo,

『 Subaru: Hmm, solo intentaba actuar como siempre, ¿sabes? 』

『 Emilia: Ahora que lo dices, siempre has sido de esta manera.


Es por eso que se me hace tan difícil tomar en serio todo lo
que dices… 』

Mientras Emilia lo miraba, su voz se fue convirtiendo en un


murmullo hasta desaparecer completamente. Subaru se rascó
la cabeza pensando en si debía o no continuar el hilo de la
conversación…
『 Subaru: Los chicos tienen dificultades a la hora de expresar
sus sentimientos, por lo que suelen bromear siempre en este
tipo de situación. Yo queriendo a Emilia-tan, yo mirando a Emi-
lia-tan de forma pervertida, yo queriendo ayudar a Emilia-tan,
son todos mis verdaderos y honestos sentimientos. Puedes
creer en eso, ¿sabes? 』

『 Emilia: Lo creo, pero creerlo y aceptarlo son dos cosas dis-


tintas… 』

『 Subaru: Por mí está bien. Mientras me creas, seguiré esfor-


zándome hasta que algún día aceptes mis sentimientos. 』

Pensando en ello, era una proclamación bastante agresiva. De


hecho, al oírle decir eso, el rostro de Emilia se había ruborizado.

Luchando por no parecer nerviosa, sus mejillas y orejas se vol-


vieron aún más rojas de lo que su expresión podía demostrar.
Probablemente nunca nadie le había confesado antes su amor
incondicional por ella. Por supuesto que, Subaru, intentando
ligar con ella, tampoco tenía nada de experiencia, por lo que
su cara también estaba completamente roja.

Aun así,

『 Subaru: En vez de andar por ahí con una expresión cabizbaja,


esto se parece más a mí, ¿verdad, Rem? 』
『 Emilia: ¿…Dijiste algo? 』

『 Subaru: Solo estaba pensando en lo bueno que sería poder


levantar tu cabello y observar tu cuello de forma pervertida. 』

『 Emilia: Justo ahí, estás intentando distraerme de nuevo… Te


preocupas un montón por Rem-san, ¿no? 』

Subaru, intentando salir de aquel embrollo, fue bloqueado por


las incisivas palabras de Emilia. Aceptando la derrota, Subaru
sonrió amargamente y observó a Rem que dormía en la cama.

『 Subaru: Lo hago, sí. Inmensamente… Me preocupo por ella.


Siempre estoy pensando en que debería haber algo que pu-
diera hacer y continúo pensando en ello. Aun cuando me gus-
taría que Emilia fuera la principal persona en mis pensamien-
tos, esto no se puede comparar… lo siento. 』

『 Emilia: No soy una niña que se va a molestar armando un


berrinche. No me molestaré sobre algo tan importante… Puedo
saberlo con solo mirarlos. Ella es muy importante para Subaru. 』

Al igual que Subaru, Emilia se quedó mirando a Rem mientras


dormía. Sus labios temblaban, pero después de un momento
de duda, preguntó
『 Emilia: Tú… le quieres, ¿verdad? 』

『 Subaru: Le quiero. Le amo. Le amo tanto como te amo a ti. 』

『 Emilia: No sé cómo debería sentirme ante eso, pero… Subaru,


¿Eres el tipo de chico que anda por ahí coqueteando con to-
das? 』

『 Subaru: Siempre me he considerado a mí mismo como al-


guien leal. Pero, teniendo a una chica tan devota hacia uno…
un chico cuyo corazón no se emocione frente eso, no creo que
alguien así pudiera tener una gota de sangre o lágrimas en su
interior. 』

Pensando en las repeticiones que tuvo que vivir en los últimos


días, recordó todas aquellas veces que recibió el amor incon-
dicional de Rem. Después de recibir todo eso, ¿cómo podría no
sentirlo en su interior? Para cuando se había dado cuenta, su
existencia había crecido de tal manera en su corazón, que era
imposible de ignorar.

『 Emilia: Aun cuando me dijiste que me amabas. 』

『 Subaru: Solo para dejarlo claro, amo a Rem un montón, pero


Rem me ama a mí MUCHO más, ¿sabes? Está completamente
enamorada de mí y no puedo entender por qué. 』
Levantando los hombros, se preguntaba cómo era posible que
ella lo amara tan desinteresadamente. Ser tan amado por una
chica como Rem, ¿de verdad lo merecía?

Todavía no podía evitar preguntárselo. Pero aun así… como el


hombre de quien ella se enamoró, lo mínimo que podía hacer
era vivir a las expectativas que ella tenía de él.

Viendo la expresión alicaída de Subaru mientras se autoanali-


zaba, los labios de Emilia se relajaron.

『 Emilia: Creo que la entiendo. 』

『 Subaru: ¿Uh? 』

『 Emilia: La razón por la cual Rem-san llegó a amarte tanto.


Estoy segura de que fue debido a que pudo ver el lado bueno
de Subaru desde cerca y una gran cantidad de veces. Eres
como una enfermedad que de pronto se vuelve realmente in-
creíble y hace cosas realmente increíbles. 』

『 Subaru: ¿Una enfermedad? Yo… no puedo negar eso. 』

Subaru rascó su mejilla e hizo pucheros demostrando su dis-


conformidad. Emilia, sin ser afectada, mantuvo una expresión
severa que decía 『 Es verdad, ¿sabes? 』, entonces, cerrando
sus ojos
『 Emilia: No me enamoraré de ti tan fácil, ¿sabes? 』

『 Subaru: ¡Eso hace que el esfuerzo valga la pena! Algún día


haré que Emilia-tan sea toda melosa conmigo y que se ena-
more de mí. Despertaré a Rem de su sueño y resolveré esto de
la mejor manera. ¡Aaah, no puedo dejar de sonreír de solo pen-
sarlo! 』

Tener a Emilia y a Rem tomadas de la mano, mientras se pelean


por su único e inigualable cuerpo. Esa sería una maravillosa e
increíble vista.

Por eso es que, definitivamente, definitivamente algún día—

『 Subaru: ¡Las tendré tirando de mí hasta que me rompa en


miles de pedacitos! 』

『 Emilia: No tengo ni idea de en qué estás pensando, pero


siento que debo decir esto: ¡No pienso hacer nunca nada como
eso! 』

Después de aquella conversación, la discusión dentro del ca-


rruaje continuó sin problemas.

Después de todo, habían esperado la mayor parte del día para


poder hablar. Pero debido a la gran cantidad de cosas de las
que tenían que hablar, tuvieron el tiempo justo para hacerlo.
Compartiendo todo lo que ocurrió en los últimos días con Emi-
lia, eventualmente Otto también se unió a la conversación e,
incluso, tomó parte en sus planes para el futuro.

Para resumir,

『 Subaru: Básicamente, mientras no nos reunamos con Ros-


waal, no podremos decidir qué hacer, ¿verdad? 』

Después de todo, la conclusión seguía siendo la misma que al


principio de la conversación.

Roswaal era la única persona que sabía el alcance total de la


fuerza y capacidades de la Facción de Emilia, así que nada se
podía hacer sin él.

『 Subaru: Bueno, ya que Ram fue al Santuario a reunirse con


Roswaal1, puede que ya hayan regresado a la Mansión. Sin em-
bargo, le daré un buen golpe en el rostro antes de hablar con
él. 』

1
En el capítulo 24 del anime, en el minuto 6, Wilhelm le dice
a Emilia que en la aldea hay demasiada gente como para trans-
portarlos a todos a la Capital… Entonces Ram dice que ella se
llevará la mitad del pueblo al Santuario (una pequeña aldea
como a 7 u 8 horas de Arlam) y que Roswaal ya se había ido
antes para allá.
『 Otto: Eres bastante agresivo con tu jefe, ¿eh, Natsuki-san? 』

『 Subaru: ¡Creo que tengo derecho a comportarme así des-


pués de todo lo que ese tipo ha hecho! ¡Se merece esto y más! 』

Pensando en todo el estropicio que Roswaal dejó de lado y que


Subaru tuvo que arreglar, aquella era, más o menos, una res-
puesta apropiada. De hecho, Emilia parecía no tener ninguna
intención de detener a Subaru, como si dijera que "por esta vez
está bien".

A medida que la discusión avanzaba, llegando a tratar los asun-


tos del dominio de Roswaal, el carruaje dragón salió del bos-
que y entró a la aldea.

—Inmediatamente supieron que algo andaba mal.

La aldea que Subaru estaba acostumbrado a ver, ahora se en-


contraba tan desolada y triste como justo después de la batalla
contra Betelgeuse. Ni siquiera había signos de los soldados de
la expedición que se habían quedado atrás.

Dicho de otro modo, parecía que ninguno de los aldeanos que


se habían ido con Ram habían regresado.

『 Otto: No veo a nadie Natsuki-san. No parece que el lugar


haya sido atacado ni nada. Simplemente no hay nadie aquí. 』
Bajándose del carruaje dragón, Otto expresó sus pensamientos
mientras miraba alrededor de la aldea, junto a los aldeanos
que volvieron con ellos. Incluso Subaru llegó a la misma con-
clusión.

En aquel sombrío silencio, los recuerdos de repeticiones ante-


riores —donde los aldeanos eran masacrados y descuartizados
por los dedos de Betelgeuse, golpearon a Subaru como una pe-
sadilla que regresaba. Sin embargo, estaba seguro de que lo
estaba dándole demasiadas vueltas.

Pero entonces, eso generaba otra pregunta,

『 Subaru: Ram dijo que el Santuario estaba solo a 7 u 8 horas


de aquí… Pero entonces, ¿por qué no han llegado antes que
nosotros, si estuvimos en la Capital por 3 días? 』

『 Otto: ¿Quizás todavía no saben que derrotaron al Culto de


la Bruja, por lo que solo están siendo precavidos? 』

『 Subaru: ¿Roswaal abandonando sus tierras? Creo que es co-


rrecto asumir que, si Roswaal se enfrentara a Pereza, probable-
mente le ganaría. Incluso aunque Pereza no fuera el tipo de
persona que se enfrenta directamente a sus oponentes, Ros-
waal podría, por lo menos, haber venido a revisar. 』
Roswaal, que incluso puede volar, podría fácilmente haber re-
gresado a su territorio. Si hubiese querido, podría haber revi-
sado los perímetros de la Mansión en busca de alguna ame-
naza que haya quedado atrás y asegurarse de que fuera seguro
regresar. Pero no lo hizo.

『 Subaru: O está siendo demasiado precavido o… 』

『 Emilia: ¿…Algo ocurrió en el Santuario? 』

Tanto Emilia como Subaru pensaron lo mismo. Mirándose el


uno al otro, ambos asintieron.

No importa qué, debían descubrir cuál era la situación en el


Santuario.

Además de ellos, los aldeanos también estaban preocupados.

Después de todo, cerca del 60% de los aldeanos se habían ido


al Santuario. Los que regresaron de la Capital (los niños que
decidieron acompañar a Emilia, sus padres y los jóvenes de la
milicia) solo conformaban un 40% de los aldeanos. Sin el resto,
las funciones de la aldea se verían seriamente afectadas.

Además, la mente de las personas tiende siempre a pensar lo


peor.
『 Subaru: En cualquier caso, tenemos que hacer algo… Por
ahora, regresemos a la Mansión. Quiero acomodar a Rem pri-
mero. Además, Otto, no tienes dónde quedarte, ¿verdad?, así
que ven a la Mansión con nosotros. 』

『 Otto: ¡¿Qué?! ¡¿Importunar al Margrave pidiéndole aloja-


miento?! ¡Si me encontrara en la situación de hacer algo así,
preferiría dormir en el mismo carruaje dragón!

『 Subaru: Cállate, que ya estás involucrado en esto. ¡Mejor


acostúmbrate porque planeo utilizarte hasta el día en que
mueras! 』

Ignorando las objeciones de Otto, Subaru se despidió de los


aldeanos y le pidió a Patrasche que se dirigiera a la Mansión.

A una distancia de 15 minutos a pie y a 5 minutos en carruaje,


se encontraba la nostálgica Mansión Roswaal.

La vez anterior, no tuvo la oportunidad de apreciar el paisaje,


por lo que, al tener la oportunidad ahora, había algo emotivo
en todo ello.

『 Subaru: Bueno, nada parece haber cambiado… Ram y el


resto no parecen haber regresado tampoco. 』
『 Emilia: Pero, Beatrice debería estar adentro. Espero que ella
sepa donde se encuentra el Santuario. 』

『 Subaru: ¿Pero q… en serio? Mierda… Pensé que Emilia sabía


dónde estaba el Santuario. ¿Cómo vamos a descubrir entonces
si Roswaal está bien? 』

El pilar fundamental de su plan había colapsado. Subaru frun-


ció el ceño ante la oscuridad que tenían por delante.

El precioso rostro de Emilia también mostró colores de la-


mento. Otto, incapaz de unirse a la conversación, solo miró ha-
cia arriba, encantado por la gran Mansión y sus alrededores,
como si estuviera manejando a través de un sueño.

『 Subaru: Tch. Mierda. Bueno, solo nos queda esperar que


Beatrice sepa algo al respecto. 』

『 Otto: Hey, ¿por qué chasqueas la lengua mientras me miras


a mí? 』

『 Subaru: Tch. Es solo tu imaginación. Nadie se preocupa tanto


por ti como tú crees. 』

『 Otto: ¡Wow, pero que cosa más horrible has dicho! 』


Ignorando al parcialmente deprimido Otto, Subaru dejó el ca-
rruaje dragón en el patio frontal y se dirigió directo a la entrada.

Primero, encontrar a Beatrice, después revisar la Mansión,


luego asegurarle una cama a Rem, a continuación, pensar en lo
que tendrían hacer de nuevo—

『 Subaru: ¡Estoy de vuelta Mansión Roswaal! Aquí viene mi


nostálgico… 』

Diciendo eso, al abrir la gran puerta, la voz de Subaru se cortó.


Debido a que, lo que había ahí era algo completamente dis-
tinto a lo que él esperaba.

La entrada estaba cubierta de maravillosas alfombras, las es-


quinas de las escaleras que llevaban a los pisos superiores, te-
nían costosas vasijas llenas de coloridas flores.

En el tejado, colgaban hermosas lámparas de cristal que de-


bían ser como los candelabros de este Mundo Paralelo.

La entrada tan familiar… era completamente diferente a lo es-


perado—

『 Subaru: No es que hayan robado… ¡¿sino que redecoraron


todo?! 』

El felpudo de la entrada estaba completamente derecho y sin


ni siquiera un pliegue. Las flores de las vasijas en las esquinas
de las escaleras, estaban vibrantemente florecidas. Los cande-
labros habían sido cuidados delicadamente, brillando con gra-
cia, incluso más de lo normal.

Paralizado por una escena tan surrealista, Subaru se quedó sin


palabras, completamente perplejo.

Debido a su asombro, su reacción fue demasiado lenta.

『 Subaru: —¡¿Quién anda ahí?! 』

Un pequeño, débil, casi inaudible sonido. Subaru frenética-


mente miró en aquella dirección.

Pero, cuando notó la Sombra, ya era demasiado tarde.

La Sombra había corrido detrás de él y entonces—

Subaru lo vio. Por detrás de él, como si fuera un eclipse de luna,


la sombra lo engulló entero.

En aquella sombra… una boca llena de colmillos blancos, como


los de una bestia, se reflejaba claramente en el interior de sus
ojos.

—Y, en el siguiente instante, antes siquiera de que pudiera


darse cuenta… la consciencia de Subaru, y su mundo, fueron
arrastrados a la oscuridad.
—Oy, Subaru, morir aquí sería bastante miserable.

Aun confundido y recostado, mientras sacudía su cabeza,


Subaru se enderezó y miró a su alrededor.

Normalmente suele despertar más fácilmente, pero la razón


por la cual se le estaba dificultando esta vez, era porque no
estaba exactamente durmiendo. Intentó con todo su esfuerzo
recordar lo que había ocurrido antes de perder la consciencia,
pero la primera cosa que se le vino a la cabeza fue que estaba
en una habitación familiar.

『 Subaru: Esta es la sala de estar de la Mansión… ¿verdad? 』

『 Oh, Subaru, ¿estás despierto? 』

Una voz murmuró como si intentara asegurarse, entonces la


puerta se abrió y el rostro de Emilia se asomó por ella.

Su plateado cabello estaba trenzado y la expresión en su ros-


tro era ligeramente brillante mientras caminaba hacia Subaru
en el sofá. Se inclinó sobre él y sus miradas se cruzaron. Al ser
mirado con tanta intensidad por aquellos amplios y redondos
ojos, Subaru se encogió un poco.

『 Subaru: Uhm, Emilia-tan, ¿qué ocurrió? 』


『 Emilia: Tan pronto como entraste a la Mansión, te escucha-
mos gritar. Otto y yo quedamos bastante sorprendidos. Enton-
ces, cuando corrimos dentro… 』

『 Subaru: Yo… ¿estaba durmiendo? 』

『 Emilia: Diciéndolo de esa manera, suena un poco enga-


ñoso… pero técnicamente no es incorrecto, ¿creo? 』

Emilia puso un dedo en su labio, ladeando ligeramente la ca-


beza. No había ningún sentido de urgencia en sus respuestas.

Después de luchar para despertarse a toda prisa, al ver la ex-


presión relajada en ella, Subaru se dio cuenta de que no había
ningún peligro inmediato. Aun así, no podía quitarse de la ca-
beza que algo raro pasaba ahí.

Estaba seguro de que, antes de perder la consciencia, alguna


clase de animal con afilados colmillos había—

『 Señorita Emilia, ¿puedo molestarla un momento? 』

Alguien golpeó la puerta desde afuera, seguido por la voz de


una mujer que llamaba a Emilia.

Mirando en dirección a la voz, ella asintió con un pequeño


『 Seguro 』, y la puerta se abrió lentamente.
Al ver la puerta recién abierta, Subaru no pudo evitar sentirse
desconcertado.

—No recuerdo haber escuchado esa voz antes.

Sus dudas fueron pronto confirmadas cuando vio a la persona


que apareció por la puerta.

『 Traje unas bebidas y toallas adicionales —Oh, veo que ya


despertó. 』

La forma de la sonrisa de aquella mujer se quedó grabada en


los ojos de Subaru.

Era una mujer con cabellos largos de un rubio casi transpa-


rente. La línea de su espalda mantenía una postura perfecta.
Su apariencia y comportamiento eran completamente refina-
dos y, en sus fluidos movimientos, no había ni una pizca de
movimientos innecesarios.

Llevaba puesto el mismo y familiar traje que el resto de las sir-


vientas de la Mansión Roswaal —el lindo y práctico uniforme
de maid, sin siquiera un pliegue o arruga visible.

La bandeja en sus manos, con una jarra de agua y toallitas de


mano, que dejó suavemente en la mesita de centro de la habi-
tación, no provocó ningún ruido. —Si la estuvieran evaluando,
definitivamente pasaría con las mejores notas…
…o eso sería, si no tomaras en cuenta su feroz apariencia física
y su diabólica sonrisa.

El uniforme podía estar siendo usado de manera perfecta, pero


la persona que lo llevaba era levemente más alta que Subaru,
con una constitución física similar a la de él. Si ella hubiese
sido un él, se hubiese visto sano y fuerte, pero como era una
chica, todo aquello colapsaba.

Lo que era más, la sonrisa al final de sus fluidos movimientos


—era completamente arruinada por una fila de afilados colmi-
llos que sobresalían por el borde de su boca. Mirando más de
cerca, había algo poco natural acerca de ese filo, y sus verdes
ojos tenían una chispa como la de una bestia felina, carnívora,
que miraba a su presa.

『 Frederica: Es un placer conocerle. Soy una sirvienta de la


casa del Margrave Roswaal L. Mathers, Frederica Baumann2… 』

『 Subaru: ¡Que miedo de cara—! 』

Su respetuosa presentación había sido interrumpida por las


palabras demasiado honestas que resbalaron de la boca de

2
La verdad es que no tenía ni idea de que Frederica ya había
salido en el anime de Re:Zero. Su aparición había sido tan corta
que ya ni me acordaba. Por si les interesa, aparece en un flash-
back del episodio 11, en el minuto 8.
Subaru. Al oír esto, la expresión de la mujer se congeló y, des-
pués de que sus diabólicos ojos pestañearan un par de veces
—lágrimas empezaron a salir.

『 Frederica: …snif, snif… 』

『 Subaru: ¿Qu…?

『 Emilia: ¡¡Subaru, tú, burro!! 』

Sin decir ni una palabra, la mujer miró a otro lado, e incluso


Subaru estaba perplejo. Justo después de haber sido asaltado
por una voz enojada y la dolorosa sensación de tener su oreja
tirada 『 ¡Auch, auch! 』 dejó salir un grito y se giró para ver a
Emilia cuyo rostro, usualmente gentil, ahora tenía el ceño com-
pletamente fruncido en señal de disgusto.

『 Emilia: ¡Eso es algo espantoso que decir a una chica! Frede-


rica hizo tanto para poder cuidarte y tú… 』

『 Frederica: L-le pido que le perdone, señorita Emilia. No hay


problema. Yo era… yo era la que estaba mal después de todo.
Estaba tan feliz de haber regresado a la Mansión, que me emo-
cioné demasiado… y olvidé que mi apariencia es normalmente
desagradable para muchos… 』
Tirando del dobladillo de la manga de Emilia, ella— la mujer
llamada Frederica, sacudía la cabeza. Con su otra mano se cu-
bría la boca.

『 Frederica: Me disculpo por haberle alarmado. Más que eso,


hice algo bastante inapropiado hace algunos momentos.
Nunca pensé que confundiría a Natsuki Subaru-sama con un
intruso. 』

『 Subaru: Intruso… ah, espera un momento. Creo que ahora


entiendo lo que pasó. 』

Liberado del castigo de Emilia por el momento, Subaru masa-


jeaba su oreja al escuchar aquellas palabras. De hecho, logró
comprender más o menos lo que había ocurrido.

Básicamente, la misteriosa figura con la que se encontró inme-


diatamente después de haber entrado a la Mansión fue—

『 Subaru: Cuando entré a la mansión, Frederica pensó que era


un intruso e intentó echarme. Pero entonces, Emilia-tan llegó
y aclaró el malentendido, lo que nos lleva a este preciso ins-
tante… ¿verdad? 』

『 Frederica: Eso es exactamente lo que pasó… ya veo que pro-


cesa las cosas con bastante rapidez, ¿verdad? 』
『 Subaru: Aunque hay cosas que no puedo saber solo con ha-
berlas mirado… no, pero antes que eso 』

Las palabras de Frederica habían confirmado sus pensamien-


tos. Subaru entonces miró a Emilia que ahora estaba de pie
justo atrás de Frederica apuntando con su barbilla hacia ella.
Sabía lo que Emilia estaba tratando de decirle, por lo que se
puso de pie y, mirando a Frederica, dijo,

『 Subaru: Un gusto conocerte. Lamento mucho haber dicho


algo tan irrespetuoso de buenas a primeras. Sé que podría ex-
cusarme diciendo que estaba medio dormido o que solo bro-
meaba esperando que me perdones, sin embargo, lo que dije
no estuvo bien, por lo que es tu decisión si quieres hervirme o
freírme… aunque, si pudiera elegir, preferiría algo que no invo-
lucrara demasiado dolor. 』

Decir que había actuado como hombre era, quizás, demasiado.


Más bien parecía que hubiese sumergido su cabeza en una dis-
culpa demasiado pobre.

Definitivamente empezaron con el pie izquierdo, pero a dife-


rencia de ella, que solo atacó a un sospechoso intruso, las pa-
labras de Subaru habían sido definitivamente groseras. Así que,
tal y como dijo, con tal de disipar su molestia, estaba dispuesto
a aceptar cualquier tipo de castigo.
Preferiblemente sin dolor físico, por lo que sus esperanzas iban
dirigidas hacia un abuso puramente emocional…

Eso era todo el compromiso al que aquel hombre, Subaru, es-


taba dispuesto en su disculpa más bien afeminada.

『 Frederica: —Jaja, de verdad que eres un tipo gracioso. 』

Con aquellas palabras, y su sonrisa cubierta por su mano, Fre-


derica dejó salir su risa.

Frente al signo de pregunta flotando sobre la cabeza de Sub-


aru, Frederica inclinó la cabeza, junto con su translúcido cabe-
llo dorado fluyendo por su rostro.

『 Frederica: Yo debería ser la que se estuviera disculpando. A


petición de la señorita Emilia, te estaba probando. 』

『 Subaru: ¿Probando? 』

Frente a las palabras de Frederica, tanto Subaru como Emilia


ladearon sus cabezas. No tenían ni idea de qué estaba ha-
blando.

Era esperable que Subaru estuviera confundido, pero si lo que


dijo ella era verdad, entonces no tenía sentido que Emilia mos-
trara la misma expresión de confusión que él. Mirando sus res-
puestas sincronizadas, Frederica sonrió profundamente.
『 Frederica: Aun cuando estaba actuando de acuerdo a mi
sentido del deber protegiendo la mansión, lo que hice a
Subaru-sama no deja de ser grosero. Estaba preparada o, mejor
dicho, no tenía más opción, que ser relevada de mi posición
luego de tal comportamiento. 』

『 Subaru: No… creo que te apresuraste demasiado en llegar a


esa conclusión. Soy del tipo de persona que sabe entender las
cosas cuando se conversan apropiadamente, ¿sabes? 』

『 Frederica: Eso, fue lo que la señorita Emilia intentó decirme


tan firmemente. Se esforzó tanto en hacerme entender, que in-
cluso mi rostro se enrojeció ante las floridas palabras que dijo
sobre Subaru…

『 Subaru: ¡¿Qué?! 』

Perplejo ante lo que acababa de escuchar, Subaru dejo salir un


gritito ahogado mientras miraba a Emilia. Mientras tanto, Emilia
intentaba con todas sus fuerzas ocultar su rostro de un pro-
fundo escarlata.

『 Emilia: ¡Fre-de-ri-ca! 』

Con sus manos en la cintura, Emilia gritó con una voz histérica,
impropia de ella, observando severamente a la sirvienta. Ante
todo eso, Frederica calmadamente respondió,
『 Frederica: Oh, Dios, que miedo… Veo que la señorita Emilia
no ha cambiado nada, todavía le falta lindura. Lo normal sería
que, independientemente de si lo que digo sea verdad o no,
con solo ponerse roja y avergonzada hubiese sido una bonita
respuesta. 』

『 Emilia: Eh, ¿en serio…? ¡Espera, no me engañaras esta vez!


¡Incluso alguien como yo, si siempre me están engañando,
aprenderé a darme cuenta! ¡Eso es, se cuando estás mintiendo
porque uno de tus ojos se afloja completamente! 』

『 Frederica: No tenía idea de que eso era así. Por cierto, seño-
rita Emilia, ¿sabía que cada vez que miente, sus orejas se alar-
gan un poquito? 』

『 Emilia: ¡¿No puede ser?! 』

La expresión de victoria de Emilia, con su brazo estirado y su


dedo apuntando a Frederica, fue interrumpida regresando am-
bas manos para tomar sus orejas. Con aquella respuesta, la vic-
toria de Frederica estaba completa.

Todavía avergonzada, Emilia no parecía haberse dado cuenta


de que había perdido, pero Subaru, quien la había estado ob-
servando intensamente, dejó salir un suspiro y se encogió de
hombros.
『 Subaru: Parece que he sido completamente derrotado… Mi
nombre es Natsuki Subaru y… ¿acaso vale la pena presen-
tarme? 』

『 Frederica: Sí, por supuesto. Me encantaría escucharlo. Em-


pecemos de nuevo y conozcámonos apropiadamente esta vez. 』

Con esas palabras, Frederica retiró la mano que cubría su boca,


revelando una sonrisa llena de colmillos puntiagudos. Esta vez,
viendo aquella arma de sonrisa, todo el aire abandonó los pul-
mones de Subaru.

『 Subaru: Ahora que lo pienso, creo que ya había oído hablar


sobre ti… una sirvienta que renunció un tiempo antes de que
yo llegara, ¿verdad? Yo llegué a la mansión hace como un
mes… ¿por lo que ya deben de ser unos tres meses desde que
te fuiste? 』

『 Frederica: Creo que más o menos así es. Renuncié a mi po-


sición por razones personales y aún recuerdo lo dolorosa-
mente solitario que se sintió irse de aquí… Pero por lo visto fui
capaz de regresar mucho antes de lo que esperaba. 』

Cubriéndose la boca con su manga, Frederica sonrió. Mientras


se cubriera la boca, su hermoso cabello dorado y su fría y ape-
nas llevadera mirada, se combinaban en algo ligeramente cer-
cano a la belleza femenina. Pero su personalidad traviesa y su
boca llena de colmillos, tendían a negar esa belleza no impor-
taba qué.

En la sala de estar de la Mansión Roswaal, Subaru y Frederica


acababan de intercambiar algo de información básica sobre
ellos mismos, más allá de sus nombres. Escuchando su presen-
tación otra vez, Subaru recordó haber escuchado sobre ella an-
tes.

『 Subaru: Tres meses atrás, eso significa que estás familiari-


zada con Emilia-tan, ¿verdad? 』

『 Emilia: ¡Hrmph! es correcto, sí. 』

『 Subaru: ¿Quién dice "Hrmph" en estos días? En todo caso,


quejarse de esa manera es algo lindo, sabes. 』

Ante la pregunta y mirada de Subaru, Emilia se sentó en el sofá


apartando la mirada como si no quisiera unirse a la conversa-
ción, a pesar de que estaba claramente escuchando atenta-
mente. Se había puesto así desde que se dio cuenta, dema-
siado tarde, de que Frederica la había engañado. Pero dejando
eso de lado,

『 Subaru: Solo han sido unos dos o tres días desde que regre-
saste, ¿verdad? Salimos de la aldea hace tres días… cuatro si
cuentas el tiempo de viaje. Parece una gran coincidencia. 』
『 Frederica: Yo también estaba sorprendida cuando regresé a
la mansión y la encontré vacía. Por suerte, había una carta en
el estudio del maestro explicando las cosas, así que mi confu-
sión no duró mucho. 』

『 Subaru: ¿Una carta? 』

『 Frederica: Sí, de Ram. Ella fue la que me pidió que volviera


a la mansión, aunque no es muy buena explicando las cosas…
Sé que es consentirla demasiado el dejarlo pasar como parte
de su personalidad, pero así es como me siento 』

A través de la sonrisa medio incómoda de Frederica, Subaru


pudo notar el lazo forjado en el tiempo, que ella y Ram debían
compartir y todos los maravillosos días que debían haber pa-
sado juntas. Al mismo tiempo, borrada de sus memorias, el
tiempo que había pasado con Rem debía de ser igual de largo.

『 Subaru: ¿Puedes decirme por qué Ram te pidió que volvie-


ras? 』

『 Frederica: No pude entenderle muy bien la razón. Pero la


señorita Emilia estaba ahí, por lo que seguramente ella debe
saber. 』
Al mismo tiempo, ambas miradas se posaron sobre Emilia en
forma de pregunta. Pero incluso ahora, Emilia continuaba man-
teniendo su actitud de "Todavía estoy muy, muy, muy enojada",
mirando hacia otro lado. Pero, debido a que, poco a poco fue
volviéndose incapaz de soportar las miradas de atención sobre
ella, intentó mirarlos sutilmente. Solo que, terminó siendo una
mirada más que obvia.

『 Subaru: Emilia-tan, anímate… o, de hecho, esta vez no fui yo


quien te hizo molestar. Frederica, discúlpate como corres-
ponde, ¿vale? 』

『 Frederica: Le pido su perdón, Señorita Emilia. Lo que hice


hace unos momentos no fue agradable y me disculpo. Estaba
tan feliz de volverla a ver después de tanto tiempo, que mi
lado malo se dejó ver sin querer. 』

『 Emilia: ¿…No me volverás a molestar de ese modo de


nuevo? 』

『 Frederica: No, por supuesto que evitaré hacerlo de nuevo.


Que el mundo sea testigo de que no volveré a molestar a la
Señorita Emilia de aquella forma de nuevo. 』

Subaru no pudo quitarse de encima la sensación de que las


palabras de disculpa de Frederica tenían algunas lagunas de
interpretación en ellas. Sin embargo, nuestra Diosa Emilia pa-
reció creer en aquellas palabras sin pensarlo dos veces y, su
hasta ahora expresión molesta, se relajó en una que parecía
decir, "Supongo que no se puede hacer nada al respecto".

『 Emilia: Entiendo. Ya no estoy molesta. ¿Está eso bien? 』

『 Frederica: Sí, siento mucho lo de antes señorita Emilia. —


Demasiado fácil. 』

De alguna manera, solo Subaru escuchó la última parte. Giró


bruscamente la cabeza para mirar a Frederica, pero ella se hizo
la tonta. Emilia, que no tenía idea de que la consideraban "de-
masiado fácil", puso un dedo en su mejilla y dijo,

『 Emilia: A ver, veamos. La razón por la que llamamos a Frede-


rica de vuelta a la mansión… umm 』

『 Subaru: Sí, sí. Apurarse en llamar a alguien que acababa de


renunciar hace poco, debe significar que había alguna clase de
emergencia… aunque creo que tengo una idea sobre eso. 』

De hecho, es verdad que había habido una emergencia. Solo


hace algunos días la Mansión y la aldea de Arlam habían sido
el objetivo del Culto de la Bruja. Considerando la habilidad de-
mostrada al dejar inconsciente a Subaru en un instante, Frede-
rica debía ser otra sirvienta peligrosa de la Mansión Roswaal
con unas locas habilidades de combate. En otras palabras, Ram
debe haberle pedido que volviera para aumentar las defensas
de la Mansión durante el estado en el que—

『 Emilia: Fue debido a que las habilidades de Ram para el tra-


bajo de hogar son catastróficas, y la mansión terminó en un
inimaginable estado de desorden. Solo fueron unos pocos días,
pero se seguía haciendo cada vez más difícil vivir aquí. 』

『 Subaru: ¡Esa es una razón bastante fuerte! De hecho, es ver-


dad ella era puras palabras y nada de… esperen, Ram sabía que
era una inútil, ¡incluso ella misma lo dijo! A pesar de que tenía
toda la razón al decirlo, ¡¡podría haber puesto algo de esfuerzo
en mejorar!! ¡¿Verdad?! 』

El pecho de Subaru parecía que iba a explotar al darse cuenta


de la potente razón que tenían, a diferencia de lo que él se
había imaginado.

Emilia dejó salir una sonrisa juguetona mientras miraba a


Subaru despotricar, y luego se quedó mirando la habitación —
o más bien, la mansión entera, como si pudiera ver a través de
las paredes.

『 Emilia: Pero, ahora que Frederica regresó, de verdad que la


Mansión se ha vuelto bastante ordenada. Creo que Ram tomó
la decisión correcta al dejarlo en manos de alguien capaz, en
vez de hacerlo peor haciendo como si no pasara nada. 』
『 Subaru: Emilia-tan, no creo que lo hayas hecho a propósito,
pero ese comentario ¡fue como una bofetada en el rostro! Y,
bueno, no creo que esa haya sido una buena razón como para
darse por vencida tan pronto. 』

『 Frederica: Poniendo de lado la evaluación de Ram por ahora,


había pasado tanto tiempo desde que tuve la oportunidad de
realizar un trabajo que de verdad valiera la pena, que por
suerte no había nadie alrededor, ya que pude pasar el tiempo
limpiando profundamente la mansión. 』

Escuchando a Frederica hablar tan diligentemente sobre las ta-


reas del hogar, Subaru sostuvo el aliento, incapaz de ignorar el
dolor en su corazón. Después de todo, esta era la manera que
tenía el mundo de compensar la erradicación de la existencia
de Rem por la Autoridad de Glotonería.

『 Subaru: Supongo que, como era imposible para Ram cuidar


la mansión ella sola, la solución obvia era llamar a alguien
más… 』

Entonces Ram contactó a Frederica que había renunciado, pi-


diéndole que regresara a la Mansión. Sin la existencia de Rem,
la propiedad de Roswaal no podía seguir funcionando como
siempre, por lo que, el reemplazo de Rem, Frederica, había lle-
gado.
Sin embargo, la única persona en el mundo que sabía sobre
esta triste verdad, era Subaru. Ram solo había hecho lo que la
necesidad le demandaba, sin ponerse a pensar en por qué de
pronto necesitaba la ayuda de Frederica o cómo se las había
arreglado para manejar la mansión hasta ahora. Era lo que era.

Pero,

『 Subaru: Disculpen por ponerme todo serio de pronto, pero…


¿Es un requisito para todas las sirvientas de la Mansión Ros-
waal ser tan raritas? 』

『 Frederica: ¿…? Considerando quien es nuestro maestro,


¿cuál es el punto de preguntar eso? 』

『 Subaru: Aunque es algo molesto, ¡tienes toda la razón! 』

En este momento, todas las dudas de Subaru habían sido res-


pondidas. Viendo la respuesta que dio, Frederica asintió feliz-
mente y, resumiendo su postura perfecta, se quedó mirando
fijamente a Subaru. Entonces, casualmente, dijo en voz baja,

『 Frederica: Por cierto, el conductor del carruaje dragón lleva


fuera de la mansión por casi una hora ya… ¿está eso bien? 』

『 Subaru: ¿Hmm? Oh, te refieres a Otto. Ya veo, ha pasado casi


una hora… Bueno, no creo que sea un gran problema. Es verdad
que me gustaría apurarme y dejar a Patrasche descansar en el
establo, pero no necesitas prestarle mucha atención a ese tal
Otto… 』

『 Otto: Para hablar así de un compañero con el que compar-


tiste una experiencia cercana a la muerte, ¡eso es bastante
cruel Natsuki-san! ¡Nunca pensé que valdría menos que un
dragón de tierra! 』

Justo a tiempo, Otto abrió dramáticamente la puerta de la sala


de estar. Sus hombros levantados del enojo, mirando a Subaru
mientras respiraba con desapruebo por sus fosas nasales. Ante
su entrada, Subaru se levantó calmadamente, sacudió la ca-
beza y suspiró.

『 Subaru: No, Otto, estás equivocado. 』

『 Otto: ¿En qué estoy equivocado? Es demasiado tarde para


retirar lo que has dicho hace un rato…

『 Subaru: No es que tuvieras un menor valor que un dragón


de tierra. Es que tienes mucho, pero mucho menos valor que
un dragón de tierra. 』

『 Otto: ¡Eso es dos veces menos! ¡Es mucho peor! 』


Feliz con la reacción de Otto mientras pateaba el suelo, Subaru
miró hacia la ventana. En dirección hacia donde el carruaje de
Patrasche estaba aparcado.

Otto observó su mirada, y pareció entender su significado. To-


davía con un rostro amargo, dijo,

『 Otto: Ya dejé a Patrasche en los establos. Ella es orgullosa y


un poco difícil de tratar, pero no quería causar ningún pro-
blema a Natsuki-san, por lo que fue bastante dócil. 』

『 Subaru: Escuchar eso de ti, me hace dudar sobre tu Protec-


ción Divina del Lenguaje del Alma.3 Si fuera humana, Patrasche
sería una completa kuudere4, por mucho que sea amable en su
interior. Así que, ¡¿Cuándo fue que eso cambió?! 』

『 Otto: ¿Cómo podría saber eso? Más importante… 』

3
Otto tiene la protección divina de Kotodama (言霊) o "Len-
guaje del Alma", lo que le permite hablar con todo tipo de seres
y criaturas.

4
Kuudere (クーデレ), a veces escrito coldere por el inglés cold
(frío en español), es un término japonés referido a un estereo-
tipo de personalidad que describe una actitud indiferente o
inexpresiva.
Mientras Subaru se esforzaba en entender por qué Patrasche
se había vuelto tan devota por él, Otto cambió la conversación
a otro tema referido al carruaje… eso era,

『 Otto: ¿Que vamos a hacer con la joven dormida en el ca-


rruaje? Creo que da bastante pena dejara ahí, nada más. Si es-
tás ocupado puedo llevarla yo mismo a una habitación… 』

『 Subaru: —Ni se te ocurra tocar a Rem. 』

No había ni una pizca de malicia en la propuesta de Otto. Pero


la voz de Subaru se escuchó fría como el hielo…

Al ver a Otto retroceder, el mismo Subaru quedó sorprendido


ante lo extremadamente afilada que salió su voz. Era algo
bueno que las chicas no le hubieran escuchado, pero, aun así,
Subaru estaba genuinamente preocupado por la anormalidad
del sonido que había escapado de su garganta.

『 Subaru: …Yo la traeré, así que no tienes que hacer nada. De


todas formas, tu espalda estaría gritando si tuvieras que cargar
con una chica. 』

『 Otto: Sabes, los mercaderes siempre están cargando objetos


pesados durante su trabajo. No somos tan débiles como tú
crees, Natsuki-san. 』
Subaru intentó cubrir su última frase con un sarcasmo, y se sin-
tió agradecido ante la respuesta conciliadora de Otto, la cual
vino después de un momento de duda, por lo que dejó salir un
suspiro.

Independientemente de todo lo demás, su reacción había sido


demasiado extrema. Aun cuando no fuera intencional —O, me-
jor dicho, precisamente por no haber sido intencional, es que
era un problema. Sus nervios se habían mantenido al límite,
por lo que, cualquiera que intentase interferir con Rem, inde-
pendientemente de sus intenciones, eran vistos por él como
enemigos.

『 Subaru: Este no es un buen comportamiento… Maldición, me


siento tan desdichado. Por qué tengo que ser siempre tan… 』

Se suponía que ya debería haber superado esto y, sin embargo,


aquí estaba, tropezando contra la primera piedra en su camino.
¿Por qué no podía tener las fuerzas suficientes para mantener
la frente en alto?

Si Rem estuviera aquí, si Emilia hubiese estado mirando —Si


las dos estuvieran aquí con él, probablemente tendría una
fuerza inquebrantable.

『 Subaru: Me lo tengo merecido… Es mi culpa que Rem pagara


ese precio. 』
Tendría que haber habido una mejor manera, una forma más per-
fecta.

Hasta ahora había creído que había hecho todo lo posible. Al


final de la última repetición estaba profundamente seguro de
eso. Pero, en algún lugar, tiene que haber habido una manera
de lograr un resultado mucho mejor y perfecto. Pero Subaru
perdió la oportunidad de encontrarlo, en su complacencia, en
su cobardía, se comprometió en un futuro imperfecto. Y el sa-
crificio de Rem fue el precio.

Si hubiese sido más competente, se habría dado cuenta.

Antes de evacuar a Emilia y Ram de la mansión, la carta escrita


a mano, que le había dado al mensajero de Crusch, se había
quedado en blanco. Pensó que algún Cultista de la Bruja acom-
pañando al mensajero, había cambiado la carta para causar
confusión, pero eso era irrisorio.

No había ninguna manera de que el Culto de la Bruja supiera


de sus movimientos en esos momentos. Y aunque así fuera,
¿quién pensaría que el Culto de la Bruja se tomaría las moles-
tias de utilizar un método tan rebuscado solo para plantar se-
millas de desconfianza entre ambos bandos? Pero incluso si
de verdad se tomaran las molestias de hacer algo así, ¿no hu-
biese sido más efectivo alterar el contenido de la carta?

¿Entonces por qué, por qué estaba la carta en blanco? Si no era


obra del Culto de la Bruja, entonces solo había una respuesta
posible.
『 Subaru: Rem escribió la carta. Yo fui quién pidió que sea en-
viada. Y Crusch fue quien se la entregó al mensajero. Por lo que,
la realidad de haberla entregado se mantenía, y solo el conte-
nido fue borrado. 』

Esa era la Autoridad de Glotonería y el destino de aquellos


cuyo nombre y memorias eran comidos. Una existencia bo-
rrada del mundo, dejando solo una compleja telaraña de in-
congruencias detrás. Si no eres consciente de esto, nunca sen-
tirás extrañeza, por lo que jamás te darías cuenta de lo que ha-
bías perdido.

Si ese fuera el caso, entonces para quién o para qué, fue el


propósito de aquella existencia—.

Si hubiese mirado con mayor atención el hecho de que la carta


estaba en blanco, investigando apropiadamente, profundi-
zando más en ello, ahondando en la verdad, quizás podría ha-
berlo logrado.

Lo que Emilia dijo en ese momento, ahora que lo pensaba… la


carta había llegado la tarde anterior al último día. En ese mo-
mento, los contenidos de la carta ya se habían borrado, lo que
quería decir que Rem había sido atacada antes de llegar la
carta. Si eso era verdad, entonces había pasado muy poco
tiempo desde que Subaru y Rem se habían separado. Las posi-
bilidades de alcanzarla eran minúsculas, pero no por ello im-
posible.
Solo que, Subaru, había dejado escapar esa posibilidad. ¿Por
qué dejó que se escapara? Eso no lo sabía. ¿De verdad no se
había dado cuenta de que algo estaba fuera de lugar?

Ram, con su complejo de hermana, Emilia, que sabía que Rem


se había quedado con él en la Capital y, aun así, ninguna de
ellas había mencionado a Rem para nada, entonces por qué—

『 Subaru: —Ah. 』

Por fin se había dado cuenta.

En ese momento, Subaru dejó salir un estúpido llanto, llevando


ambas manos sobre su frente. Moviéndose temblorosamente,
se deslizó hasta la pared, golpeando su cabeza tan fuerte como
pudo contra ella.

Conmoción y dolor. Pero una vez no era suficiente, otra vez,


otra vez ¡y otra vez! repitió.

『 Emilia: ¡¿Qu… Subaru?! 』

Ante tal inexplicable acto, los tres se habían quedado perple-


jos y sin habla. Pero Emilia fue la primera en recuperar sus sen-
tidos y le gritó aturdida. Lo tomó de los hombros por detrás y
lo giró.
『 Emilia: ¿Qué es lo que ocurre? No es la primera vez que ha-
ces algo extraño así de la nada, pero esto es… Oh— mira, ¡tú
frente está toda roja! 』

『 Subaru: La extensión de mi estupidez, desde el fondo de mi


corazón, me sorprende, en serio. 』

Sintiendo los dedos helados de Emilia en su frente, Subaru sa-


cudió la cabeza en un arrebato de auto aborrecimiento. Como
había dicho antes, no era capaz de soportar la vista de su pro-
pia idiotez.

Entonces, acercándose repentinamente a Emilia, Subaru se


quedó mirándole a los ojos.

『 Subaru: Emilia-tan, tengo un favor que pedirte. 』

『 Emilia: ¿Qu, qué—? Espera un momento, Subaru, tu cara está


muy cerca y tus ojos me están asustando… 』

『 Subaru: Mi estupidez sin arreglo… ¿podrías insultarme un


poco? 』

『 Emilia: ¿Huh? 』

Sorprendida, Emilia abrió ampliamente los ojos. Viendo re-


chazo en su respuesta, Subaru colocó ambas manos sobre sus
hombros, evitando así que saliera corriendo. Entonces, acercó
su cara incluso más que antes.

『 Subaru: Por favor. No me disculpes, solo insúltame. 』

『 Emilia: E, eso, no puedo hacerlo. No creo que hayas hecho


nada malo o algo así… 』

『 Subaru: ¡SOLO HAZLO! 』

『 Emilia: Incluso si me lo pides… 』

『 Subaru: ¡Por favor! ¡Si haces esto por mí, te daré incluso mi
alma…! 』

『 Emilia: ¡Diciendo algo tan enorme como eso, lo único que


logras es hacerme sentir más incómoda! ¡Cielos! Supongo que
no tengo otra opción. 』

Emilia dudó agonizantemente frente a la desesperada y per-


versa petición de Subaru, pero finalmente asintió en resigna-
ción. Aclaró su garganta y miró a Subaru.

『 Emilia: ¡Subaru eres un estúpido! 』

『 Subaru: Uuu— 』
『 Emilia: ¡Tú, pervertido, hiperactivo, obstinado, egoísta, gra-
nuja, no sabes cuándo rendirte y te das aires de grandeza, im-
bécil! 』

『 Subaru: Gu..gu..gul… 』

『 Emilia: ¡Nadie te lo pidió, pero aun así te preocupas dema-


siado por los demás sin siquiera conocer tus propios límites!
¡Eres un blandengue que apoya a una semielfa! ¡Cuando soy
reprendida y me siento deprimida, te pones en mi lugar y te
comportas precipitadamente! ¡Debido a eso, eres maltratado y
haces cosas peligrosas! 』

『 Subaru: Gu… ¿Eh? 』

『 Emilia: ¡Escuchas pero no respondes apropiadamente! ¡Eres


un cobarde que coquetea con una y luego escapa a la primera!
¡Un idiota que corre a salvar a alguien en peligro, incluso des-
pués de haberse peleado con esa persona! ¡Cuando las cosas
no salen como las esperas, dices lo correcto en vez de lo que
quieres… es tan injusto! ¡Entonces, cuando todo ha terminado
y los demás van por ahí resolviendo cabos sueltos, tú te vas a
dormir y sacas la vuelta! ¡Tú, zoquete! 』

『 Subaru: Zoquete… he ahí una palabra que no se usa a me-


nudo… ¿Sabías, Emilia-tan? 』
Él estaba esperando una reprimenda, pero el abuso que reci-
bió fue distinto a lo que esperaba. Las palabras no hirieron su
corazón ni dejaron horribles cicatrices. En cambio, eran pro-
fundas y amables, dejando una marca en ambos corazones,
tanto en el suyo como en el de Emilia.

Ante las palabras de Subaru, Emilia continuó mirándole mien-


tras apretaba sus labios.

『 Emilia: ¿Qué? 』

『 Subaru: ¿Cómo digo esto?… ¿Así es cómo te sientes por mí? 』

『 Emilia: Lo sé, es como si mis sentimientos simplemente se


hubieran desbordado. Entonces, simplemente me dejé llevar y,
al final, no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. Subaru,
¿Crees que así es como de verdad me siento? 』

『 Subaru: Me pregunto si así es. Cuando uno se deja llevar por


el momento, suele sacar a relucir sus verdaderos sentimien-
tos… aunque no sabría decir si este fue el caso. 』

Por lo menos, Subaru tenía experiencia en arrepentirse de co-


sas que había dicho en el calor del momento.

¿Serían, aquellos, sentimientos reprimidos que finalmente es-


caparon de su corazón, o solo una sarta de palabrerías sin sen-
tido que soltó dejándose llevar por la emoción?
Pensó que nadie sabría la respuesta a esa pregunta.

『 Subaru: Gracias, Emilia-tan. 』

『 Emilia: Todo lo que hice fue decir cosas malas sobre ti. Agra-
decerme por algo como eso… Subaru, ¿de verdad que eres
anormal, sabes? 』

『 Subaru: "Anormal", pero solo para Emilia-tan. Mientras


venga de ti, no me importa si se trata de un insulto, un abuso
o de una ley del tránsito… sea lo que sea, estimulará mi sentido
del placer. 』

『 Emilia: Lo último que dijiste no lo entendí, pero parece ser


algo que no necesito saber, así que lo olvidaré. —Entonces,
¿estás mejor ahora? 』

Intentó responder reprimiendo una sonrisa, pero al final, sus


ojos estaban teñidos de tristeza.

Era injusta la expresión pura que ella le mostraba de vez en


cuando, razón por la cual, no podía dejarla por su cuenta.

En respuesta a su expresión, Subaru sonrió con una amplia


sonrisa que mostraba sus dientes.
『 Subaru: Sí, estoy mejor ahora. De hecho, todavía no estoy
del todo bien. Pero si fuera a recibir un beso de Emilia-tan para
romper mi maldición, debería ser capaz de encontrar el coraje
que necesito. Si tan solo… 』

『 Emilia: Que mal, porque la oficina de solicitudes acaba de


cerrar por el día de hoy. 』

『 Subaru: ¡Maldición! ¡Lo eché a perder! ¡Por qué es que siem-


pre… llego demasiado tarde… ah! 』

Como si estuviera lleno de arrepentimientos, Subaru se rompió


en mil pedazos. Viendo esto, Emilia dejó salir una sonrisa tra-
viesa. Después de permanecer un rato con una apariencia mi-
serable, Subaru finalmente se levantó y miró alrededor de la
habitación.

『 Subaru: Dicho eso, me temo que hay algunas cosas de las


que me tengo que hacer cargo. Me siento mal por dejarlos a
todos y a Emilia-tan, pero necesito un poco de tiempo. En todo
caso, no creo que tome demasiado, pero… ¿Qué hay con ese
rostro, Otto? 』

『 Otto: Siento que debería cobrarte por las reparaciones des-


pués de ver una escena tan bizarra, pero dejaré las negociacio-
nes para después… ¿Dónde dijiste que ibas? 』
Otto, de quien se habían olvidado completamente, dejó salir
su descontento, ante lo cual Subaru se cruzó de brazos y ladeó
la cabeza en contemplación. Ahora que lo pensaba, Otto aun
no sabía nada sobre la otra persona que quedaba en la casa y
que eventualmente debería conocer.

En ese caso, para decirle a Otto donde iría a continuación, ¿qué


palabras serían las más apropiadas?

Después de agonizar frente a ese problema, solo por un mo-


mento, Subaru bajó los brazos y dijo,

『 Subaru: Bueno, voy a encontrarme con una loli que tiene


unos taladros por rizos, y que se encuentra atrincherada en
una habitación mohosa. 』

Y con esas palabras, abandonó completamente la responsabi-


lidad de explicar la situación, dejando a Otto en un estado total
de confusión.
En una de las tantas repeticiones de Natsuki
Subaru, olvidada por todos, excepto por él…

Betelgeuse fue dejado inconsciente y capturado


vivo para evitar que poseyera otro cuerpo. El Evan-
gelio que llevaba encima ahora estaba guardado
en el interior de la chaqueta de Subaru.

Sin ocultar su apariencia, Subaru fue a la Mansión


para poder evacuar a Emilia y a Ram. Solo faltaba
Beatrice que todavía estaba en la Biblioteca Prohi-
bida y Subaru se quedó atrás para encontrarla…

『 Subaru: ¡¿Pero qu—?! ¡Esto es extraño! 』

A pesar de que Subaru se había ofrecido heroicamente a bus-


car a Beatrice, marchándose con aires de superioridad… no es-
taba yendo muy bien.

Usualmente, cuando Subaru quería llamar a Beatrice a comer,


todo lo que tenía que hacer era abrir la primera puerta que veía
para encontrarla en la Biblioteca Prohibida. En una ocasión, in-
cluso pudo hallarla abriendo la puerta del mismísimo comedor.
La magia de Beatrice, Pasaje de la Puerta, es una magia negra
de transición espacial de un nivel mucho más allá de lo que la
mente de Subaru pudiera entender.

Una niña pequeña y, aun así, una usuaria experta de Magia Ne-
gra. Beatrice usa las puertas de la mansión para cambiar alea-
toriamente la entrada a la Biblioteca Prohibida. Básicamente,
solo hay una elección, pero como si se divirtiera jugando con
todo aquel que intentase encontrarla, la elección correcta con-
tinuaba cambiando constantemente.

De algún modo, Subaru, siempre se las arreglaba para encon-


trarla, con lo que él llamaba su habilidad Rompe Puertas. Es
inexplicable que, justamente la única persona capaz de encon-
trar la puerta correcta al primer intento, sea también alguien
incapaz de leer el estado de ánimo de los demás.

『 Subaru: Pensar que dejaría de funcionar en un momento


como este… es un nuevo nivel de desilusión, maldición. Des-
pués de alardear de esa manera frente a Emilia y Ram, si no
logro encontrarte — No creo que pueda simplemente hacerme
el lindo una vez salga de aquí… ¡Así que por favor aparece
luego, oy…! 』

Subaru balbuceaba mientras abría todas las puertas del área


de sirvientes, una tras otra. Después de haber abierto, además,
todas las puertas del edificio central, había perdido un montón
de tiempo. Esta era la primera vez que se le hacía tan difícil
encontrar a Beatrice y, aun cuando intentaba parecer calmado,
el sudor corría por su frente.

『 ……… 』

Independientemente de todo lo demás, abrir una tras otra to-


das las puertas de una mansión vacía, solo para quedar decep-
cionado una y otra vez, debía de ser algo bastante lamentable
de ver para un extraño.

『 Subaru: ¡Maldición, no puedo encontrarla! ¡Esto es malo, me


estoy quedando sin tiempo! ¡¿Debería rendirme e irme de-
jando las cosas así?! Mi conciencia me duele al pensar en cómo
me miraba Emilia-tan con toda esa fe en sus ojos… pero por lo
visto no tengo elección. Solo les diré a todos que Beatrice tenía
un serio dolor de estómago y no podía salir del baño— 』

『 —Supongo que un imbécil como tú es incapaz de pensar en


una mejor excusa, parece. 』

Mientras Subaru se rascaba la cabeza, lamentando su situación,


se encontró con una abrupta respuesta al abrir la puerta.

Frente a sus ojos, la habitación que se suponía debía ser el


baño, estaba llena de papel apilado, muy distinto del que se
supone que se utiliza para limpiarse el trasero— En otras pala-
bras, había sido reemplazado por una biblioteca llena de libros.
La Biblioteca Prohibida, una vista que estaba acostumbrado a
ver, pero que, sin embargo, hacía tiempo que no la veía. Su
guardián, una pequeña niña con ropas extravagantes, se man-
tenía sentada en frente de él, justo como de costumbre.

Entrando en la habitación, había un pequeño taburete de ma-


dera justo en frente de él y, sentada justo encima, había una
chica con un grueso libro recostado en su regazo.

『 Subaru: Beako encontrada en el baño sana y salva— Al final


mis instintos no eran tan malos como yo pensaba. 』

『 Beatrice: Solo fue por la lástima que sentí al ver que no te


rendías nunca, parece. Y también por el bien del nombre de
Betty… Sería problemático si vas por ahí diciéndole a la gente
cosas extrañas sobre mí. 』

『 Subaru: ¡No te preocupes por eso! Todo el mundo caga y, en


una emergencia con el estómago malito, no mucha gente está
dispuesta a responder cuando le llaman. Pero no debería decir
algo tan insensible mientras estás esforzándote tanto, ¡lo
siento! 』

『 Beatrice: ¡Lo que acabas de decir ya es la cosa más insensi-


ble del mundo, parece! 』
Levantándose de su taburete, Beatrice resoplaba con total in-
dignación. Viendo sus rizos agitándose salvajemente, Subaru
intentó calmarla diciendo 『 Mi culpa, mi culpa 』, mientras
sacudía sus manos suavemente.

『 Subaru: Dejando eso de lado, ha pasado un tiempo. Te bus-


qué por toda la mansión, pero, por alguna razón, parecía que
no querías que te encontrara. 』

『 Beatrice: …Así es como se supone que el Pasaje de la Puerta


funcione cuando presto atención. Incluso tú, si yo lo intentara
en serio, no serías capaz de encontrarme jamás, parece. 』

『 Subaru: ¡El hecho de que me permitieras entrar ahora, hace


que eso sea algo difícil de creer! ¡Tsundere!5 』

『 Beatrice: ¡Si no te hubiese dejado entrar, habrías ido por ahí


soltando barbaridades sobre mí! 』

5
Me imagino que la mayoría sabe a qué se refiere la palabra
tsundere, sin embargo, para los que no están acostumbrados a
oírla, tsundere hace alusión a la personalidad de ciertas perso-
nas que, avergonzadas de mostrar su lado amable, terminan
actuando de manera fría para ocultar su verdadera forma de
ser.
Después de gritar furiosamente, Beatrice parecía avergonzada
de su arranque explosivo, poniendo una expresión incómoda
en su rostro. Viendo su cambio de actitud, la esquina de la boca
de Subaru se relajó un poco mientras se acercaba donde ella
estaba sentada.

『 Subaru: Dejando eso de lado, me alegra haberte encontrado.


Lamento lo repentino de todo esto, pero ¿podrías alistarte para
irnos? Sería problemático que te quedaras aquí. 』

『 Beatrice: Betty no se va a ningún lado. 』

『 Subaru: ¿Ah? 』

Ante aquellas abruptas palabras rechazando su sugerencia,


Subaru se frenó en seco.

La quedó mirando y, mirándolo de vuelta, ella suspiró ante su


expresión estupefacta.

『 Beatrice: "Betty no se va a ningún lado", es lo que dije. No


tengo ninguna intención de abandonar la Biblioteca Prohibida
ni tampoco la mansión. Sería lo mejor para ti que lo aceptaras
pronto y que te marches de aquí. 』
『 Subaru: ¡Espera un momento, lo que pasa es que no entien-
des la situación. No puedes quedarte aquí, es demasiado peli-
groso, así que vámonos pronto. ¡Te explico enseguida! 』

『 Beatrice: Incluso si no me lo explicas, más o menos sé lo que


está ocurriendo. Además, deja de tratarme como a una niña. 』

Mirando a Subaru, Beatrice se acercó a una de las estanterías,


tomó un libro demasiado grande para sus pequeñas manos, el
cual parecía una enciclopedia ilustrada. Regresó a su taburete
mientras abrazaba el libro contra su pecho como siempre hacía
y se sentó con el libro abierto sobre sus piernas como si nada
hubiese cambiado, sin ninguna intención de irse.

『 Subaru: Oy, vamos, no termines la conversación así como si


nada. 』

『 Beatrice: No hay nada más que decir para Betty, parece. Eres
libre para continuar debatiendo por tu propia cuenta, pero mi
respuesta nunca va a cambiar. Además, a diferencia de mí, no
puedes seguir perdiendo el tiempo, ¿verdad? 』

『 Subaru: Guu… Si sabes lo que está pasando, entonces ayú-


dame. Te voy a llevar conmigo. Vienes conmigo, ¿vale? 』
『 Beatrice: No gracias. Y no importa quién venga, seguirá
siendo lo mismo. —Sí, no importa de quien se trate, no pienso
dejarles poner un solo pie dentro de la Biblioteca Prohibida,
parece. 』

Sus ojos descendieron hacia el libro. La respuesta tranquila y


firme de Beatrice era contundente. Rascándose la cabeza
frente a su terquedad, Subaru soltó un suspiro,

『 Subaru: Mira, no es como si hubiese venido a molestar o a


llamarte porque Ram tuviera lista la comida. No quiero sonar
fastidioso, pero el Culto de la Bruja viene en camino. Ellos no
discriminan ante quien atacan, y si te quedas en la mansión… 』

『 Beatrice: Deberías saber mejor que nadie el poder que tiene


mi Pasaje de la Puerta. E incluso si alguien lograra entrar aquí
dentro… No les mostraría ninguna misericordia, parece. 』

『 Subaru: —¡ ! 』

Por unos instantes, Subaru sintió una peligrosa presencia ema-


nando de Beatrice mientras decía aquellas palabras. Un esca-
lofrío helado recorrió su espalda. Tomando una bocanada de
aire, se dio cuenta de que aquello era debido a las olas de ma-
gia que irradiaban por todo el cuerpo de ella.
La enormidad de aquel flujo de maná era tal, que incluso
Subaru, que tenía muy poca experiencia en magia, podía saber
lo abrumadora que era.

『 Subaru: —¡ ! Incluso así, te llevaré conmigo. 』

『 Beatrice: De nuevo con lo mismo… 』

『 Subaru: ¡No importa lo fuerte que seas… no tiene nada que


ver con todo esto! ¡Eres una chica y eres pequeña, esos son
motivos suficientes! ¡Tampoco quiero dejarte sola en un lugar
tan peligroso, ¿acaso necesito más razones que esas?! 』

Incluso siendo presionado por su poderoso maná, Subaru


plantó sus pies con firmeza en el suelo mientras gritaba.

Viendo al hombre en frente de ella argumentar incluso con


más energías, Beatrice no pudo más que abrir sus ojos en sor-
presa. Pero entonces, como si estuviera soportando algo dolo-
roso, los cerró otra vez.

Subaru frunció el ceño ante aquella respuesta, pero aun así


mantuvo su intención de querer llevarla consigo.

『 Beatrice: Betty no puede ir contigo. Por favor no confundas


más las cosas. 』
『 Subaru: No estoy equivocado. Te vienes conmigo. —No hay
nada más que hablar. 』

『 Beatrice: Eres bastante terco, parece. —¿Sabes? Odio la ter-


quedad. 』

Beatrice murmuró algo inentendible, pero justo antes de que


Subaru pudiera preguntarle lo que dijo, Beatrice se levantó de
su taburete.

『 Beatrice: Ya veo, supongo que tú ganas. Haré lo que me pi-


des, parece. 』

『 Subaru: ¿Oh? ¡O-oh!, eso es genial. Por fin entendiste, eso


es bueno. Por un momento, después de levantarte, me había
preparado para ser lanzado fuera de aquí volando, ¿sabías? 』

『 ……… 』

『 Beatrice: Para Betty, lanzarte fuera de aquí con tanta fuerza


que solo tu sombra quedara en el suelo, sería demasiado fácil…
pero no haré nada tan cruel como eso, parece. 』

Diciendo algo tan horrible como si no fuera nada, Beatrice re-


gresó el libro que tenía a la estantería. Curioso frente a sus mo-
vimientos, Subaru se dio cuenta de algo y levantó sus cejas.
Quizás, debido a que ella había aceptado ir con él, bajó com-
pletamente la guardia. En un capricho, preguntó,

『 Subaru: Por cierto, hay un montón de libros aquí, pero cono-


ces algún otro lenguaje distinto al sistema Yi Ro Ha? 』

『 Beatrice: Me preguntaba lo que ibas a decir de forma tan


repentina… Por Yi Ro Ha me imagino que te refieres a los alfa-
betos como el Yi y los demás, ¿verdad? Usar una expresión
como esa haría enojar a cualquier lingüista que se precie. 』

『 Subaru: Sí, sí, lo siento, es mi culpa. Pero volviendo al tema… 』

Dándole a Beatrice, que lo miraba con agudeza, una nerviosa


sonrisa, Subaru sacó un simple libro de su chaqueta. El libro
tenía una cubierta completamente negra, y su contenido—

『 Subaru: Bueno, es esta cosa. Las letras en su interior no son


nada como lo que haya visto antes. Me preguntaba si sabías
algo al respecto… 』

『 Beatrice: —Me gustaría mucho saber, como es que tienes


eso en tus manos, parece. 』

De pronto, su rígida voz sobrepasó las palabras de Subaru, cor-


tándolo en seco. Al mirarla, los ojos de Beatrice se habían
abierto completamente mientras se enfocaban en el "Evange-
lio" en sus manos.

Subaru se había sorprendido ante la intensidad de su reacción,


luego de haber sacado el tema de forma tan casual.

『 Beatrice: Me gustaría saber por qué tienes eso. Contéstame. 』

『 Subaru: Incluso siendo solo un trozo de basura… se lo quité


a un idiota del Culto de la Bruja. Lo trataba con un loco entu-
siasmo religioso por lo que pensé que podría tener alguna
pista en su interior. 』

『 Beatrice: ¿Quitado? ¿Del Culto de la Bruja? Tú, de todas las


personas… 』

Poniendo una mano en su frente, levemente balanceándose


de adelante a atrás, la expresión de Beatrice cambió. La sangre
drenada de su ya pálida piel… Subaru estaba desconcertado
por la forma en que sus ojos se movían desconcertados.

Parecía que se fuera a caer en cualquier momento, así que, sin


pensar, Subaru usó sus manos para sostenerla.

『 Subaru: Oy, oy, oy, ¿estás bien? Si no te sientes bien, no te


esfuerces demasiado. 』
『 Beatrice: Betty está… si las cosas son así, no es para nada
bueno. Pero, dejándolo a su cuidado… No puede ser verdad,
pero ¿quizás Roswaal ha estado, hasta ahora…? 』

『 Subaru: ¿Ho—la—? Disculpa por molestarte cuando luces


tan seria, pero ¿pue—des—es—cu—char—me—? 』

『 Beatrice: Justo ahora estoy pensando, parece, así que espera


un momento. 』

Beatrice hizo callar a Subaru con una mirada seria, lo cual hizo
que se calmara un poco. Cerró su boca mientras miraba a Bea-
trice cerrar los ojos, cambiando su expresión.

Después de un momento, debido a que ella parecía no estar


prestando atención, Subaru abrió el evangelio por primera vez
en bastante tiempo, pasando las hojas que aún no era capaz
de comprender.

Entonces, se dio cuenta de algo…

『 Subaru: Este libro, la última mitad está completamente en


blanco… Pero, esta página, ¿estaba ahí antes? 』

Estaba escrito en un alfabeto desconocido y la segunda mitad


estaba completamente en blanco. Estos dos hechos no habían
cambiado. Solo la última página con algo escrito en ella, pare-
cía tener nuevas palabras añadidas.

En todo caso, no podía leerlas, así que puede que fueran ima-
ginaciones suyas, por lo que no tenía mucho sentido preocu-
parse por ello.

『 Beatrice: —Ese libro, ¿qué planeas hacer con él, parece? 』

Beatrice, que había estado callada por un buen rato, preguntó…

Colocando su mano en sus labios, como si hubiera llegado a


una conclusión, Beatrice le lanzó aquella pregunta a Subaru.
『 Incluso si me lo preguntas… 』 Subaru respondió, afectado
por su comportamiento,

『 Subaru: Quisiera descifrar su contenido… Eso no significa


que esté interesado en las enseñanzas del Culto de la Bruja ni
nada de eso, es solo que, podría haber alguna clase de infor-
mación útil aquí dentro. De otra manera, no andaría por ahí con
el libro que ese horripilante tipo idolatraba con tantas ganas. 』

『 Beatrice: …Por lo menos puedo decirte, que Betty es incapaz


de leer lo que dice ahí dentro. Sin embargo, si no quieres lle-
varlo contigo, podrías dejarlo a mi cuidado, parece. 』

『 Subaru: ¿A tu cuidado? 』
『 Beatrice: Es un libro extraño que era apreciado por un dueño
extraño, parece. Si no te agrada la idea de llevarlo contigo, pue-
des dejarlo conmigo. 』

Beatrice se acercó tímidamente hacia él.

De aquel gesto, podía saber que, por lo menos, ese libro no era
algo que ella en realidad deseara tener. Aquellas no eran las
palabras de alguien que estuviera planeando comprar barato
y revender por una buena ganancia.

Eran palabras llenas de buenas intenciones. Eso, y conside-


rando cómo se había comportado, daban a entender que ella
sabía que aquel libro era indudablemente un Evangelio. Aun
así,

『 Subaru: Lo siento, pero debo rechazar tu oferta. 』

Ante esas palabras, los ojos de Beatrice temblaron solo por un


momento, antes de que su cariñosa expresión se volviera seria
y pesada.

『 Beatrice: ¿Por qué, parece? Instintivamente sabes que esa


cosa es maligna, ¿no? Por lo menos, eres capaz de darte cuenta
de que no es algo bueno obsesionarse con él. En ese caso, en
vez de quedártelo para ti, Betty… 』
『 Subaru: Soy como un malvado diablillo que no le gusta en-
tregar a otros algo que se ha encontrado, incluso si la otra per-
sona lo desea con todas sus fuerzas… así es como soy yo, en
serio. 』

Este libro, llamado Evangelio, parece tener un gran significado


para los discípulos del Culto de la Bruja. Aún más, su dueño era
Betelgeuse, un alto rango del Culto de la Bruja. Los recuerdos
de lo unido que era ese tipo a este libro aún se mantenían fres-
cos en su mente. A pesar de que ya lo habían capturado y de-
bilitado, Subaru todavía era cauteloso.

『 Subaru: Es un libro por el que algún espantoso viejo podría


venir babeando a obtenerlo de regreso. No habría ninguna ex-
cusa para un chico, en entregarle algo así a una pequeña niña
solo porque da un poco de grima. 』

『 Beatrice: —¡ ! 』

『 Subaru: Si es peligroso, entonces me lo quedaré yo. Des-


pués de todo, se supone que estoy aquí para mantenerte a
salvo, ¿sabes? Ponerte en peligro entregándote deliberada-
mente esto, echaría abajo completamente el propósito de ha-
ber venido aquí. No me trates como si fuera un tipo sin corazón,
vamos. 』
Con una leve sonrisa, Subaru volvió a poner el libro en su cha-
queta, escondiéndolo de la vista de Beatrice. No tenía forma
de saber lo que pasaba por la mente de ella mientras veía esto.

Pestañeó solo una vez y sus labios se separaron levemente


como si quisiera decir algo.

『 Beatrice: — 』

Pero incapaz de decir nada, su boca se cerró de nuevo y miró


hacia otro lado.

Había algo poco natural en su respuesta, pero la expresión que


tenía previno que Subaru preguntara sobre ello. En cambio,
hizo sonar su cuello y procedió a cambiar el tema.

『 Subaru: Ah, bueno, tampoco es la gran cosa. Por ahora, como


decidiste acompañarme, te dejaré las preparaciones a ti. No
traigas nada demasiado grande. Supongo que dos o tres libros
no serán problema. ¿Quizás dos o tres mudas de ropa tam-
bién? 』

『 Beatrice: …La Biblioteca seguirá a Betty donde sea que ella


vaya. Más importante, ¿ya convenciste a las otras dos también,
parece? 』
『 Subaru: ¡Acabo de escuchar algo realmente conveniente! Sí,
ya las convencí. Eres la única que faltaba. Vamos todos a eva-
cuar hacia el Santuario, donde se encuentra Roswaal. 』

『 Beatrice: Roswaal, parece… Subaru, ¿qué ocurrió con la her-


mana menor de la sirvienta? Aquella que fue contigo a la Capi-
tal. 』

Inesperadamente, Beatrice cambió el tema a Rem.

Escuchándola nombrar repentinamente a Rem fue sorpresivo


y Subaru no pudo evitar levantar sus cejas en una expresión
levemente perpleja. Dándose cuenta de que aquella no era la
mejor de las respuestas, intentó relajar su rostro, diciendo,

『 Subaru: Si te refieres a Rem, en estos momentos se está ocu-


pando de algunas cosas en la Capital. Derrotamos a este pes-
cado gigante de camino a la Mansión o algo así. Era tan grande,
que tuvo que regresar a la Capital para preparar un lujoso fes-
tín. Una vez que todo esto esté arreglado, iremos todos y nos
llenaremos hasta reventar. 』

『 Beatrice: Te ves bastante feliz cuando hablas de ella, ¿sa-


bías?. —¿Acaso pasó algo? 』

『 Subaru: Erm… 』
Al escuchar el nombre de Rem, Subaru sobre reaccionó un
poco. No podía negar que estaba hablando más rápido de lo
normal. La observación de Beatrice había dado justo en el
clavo, por lo que Subaru miró a otro lado silbando con indife-
rencia.

『 Subaru: N, n-nada pasó… 』

『 Beatrice: Siendo atendido cariñosamente, sería extraño si


no surgieran sentimientos, parece. Betty no dirá nada al res-
pecto, así que puedes hacer lo que quieras. 』

『 Subaru: N, no estoy intentando ocultar nada, ¿sabes? Solo


que necesitaré bastante coraje para decirle a Emilia y a su her-
mana sobre esto… así que supongo que, es más como una reti-
rada estratégica. 』

Rebuscando en sus palabras, Subaru presionaba ambos índi-


ces de sus manos y, avergonzado, le dio la espalda a Beatrice
con su cabeza mirando al suelo.

Así eran las cosas, y era verdad que Subaru necesitaba coraje
para poder aclararlas. Obviamente Emilia no querría oírle decir
de pronto "¡Me quedaré contigo y con Rem!"… Sería como
echarle agua en las orejas. Aunque, de todas formas, era lo que
planeaba hacer al final.
『 Subaru: Es algo bueno tener grandes metas. De esa manera
la motivación y el esfuerzo son mayores. No me molesta traba-
jar duro por algo, ¿sabes? ¡Es solo que todavía no he planeado
tanto hacia futuro—! 』

Sus excusas se seguían apilando una tras otra, dejándose llevar


por sus emociones, hasta que se detuvo repentinamente de-
bido a una extraña sensación.

Sintió calor en la espalda, seguido de unos brazos que envol-


vieron su cintura, sujetándolo con firmeza. Eran unos peque-
ños y delgados brazos, y supo enseguida a quien pertenecían.

Beatrice.

『 Subaru: Oh, es solo Beako. Por un momento me asusté. No


me sorprendas de esa manera, vamos… 』

『 Beatrice: Esa reacción me irrita bastante, parece. —Pero ya


es suficiente. 』

『 Subaru: ¿Huh? 』

Justo cuando ladeó la cabeza ante aquellas inesperadas pala-


bras, una repentina luz brillante lo dejó ciego.

Antes de darse cuenta, la puerta se abrió por su cuenta,


『 Beatrice: Hasta luego — 』

『 Subaru: Huh, ¡¿Qu—!? 』

Los brazos que lo estaban sujetando lo soltaron, siendo empu-


jado por una inmensa presión por detrás. Incapaz de resistirla,
comenzó a deslizarse hacia adelante en dirección a la puerta.

De esa manera, como si fuera succionado, voló hacia la


puerta—

『 Subaru: ¡Beatrice—! 』

『 Beatrice: Betty… no puede ir contigo. 』

Girando su cuerpo en el aire, Subaru miró al interior de la ha-


bitación justo antes de atravesar la puerta. La silueta de una
chica, con grandes lágrimas cayendo de sus ojos, apareció
frente a él.

『 Subaru: —¡ ! 』

Incapaz de articular palabra, su visión se retorció. Atravesando


el cambiante espacio dimensional de la puerta, su cuerpo pasó
por un camino a punto de desaparecer a medida que el enlace
con la Biblioteca Prohibida comenzaba a menguar.

De esa manera, el cuerpo de Subaru abandonó el espacio de la


Biblioteca Prohibida, que desapareció en algún lugar lejano.
『 Beatrice: —Otro… 』

Viendo a Subaru desaparecer, Beatrice cerró la puerta que aún


estaba abierta.

Hubo un sonido como si el espacio se rasgara, seguido por un


profundo silencio que llenó completamente la Biblioteca
Prohibida.

『 Beatrice: —Madre… 』

Con una pequeña voz, a punto de llorar, Beatrice llamó ese


nombre. Las grandes lágrimas de hace unos momentos, ya ha-
bían desaparecido de sus ojos, aunque su expresión aún se
mantenía.

『 Beatrice: Solo… por cuánto tiempo más… debe Betty… 』

A punto de romper en llanto, Beatrice caminó hacia su taburete,


dejando caer todo su peso sobre él. Llevó su brazo hacia la
parte trasera del taburete —y, de un estante que usualmente
estaba ahí, sacó un pequeño libro que abrazó con fuerzas.

『 Beatrice: ¡Madre… madre… madre…! 』


Como una pequeña niña perdida, aferrándose con fuerza al li-
bro que presionaba contra su pecho, el silencioso llanto de
Beatrice resonó en toda la Biblioteca.

El libro en sus brazos, con una cubierta completamente negra,


nunca respondió.

Más tarde, Subaru murió camino al Santuario, de-


bido a una emboscada que el Culto de la Bruja les
tendió, por lo que, todo lo ocurrido hasta entonces,
se perdió. A excepción de aquello que, como tantas
otras cosas más, solo él era capaz de recordar.
—Lentamente, centrándose solo en girar la manilla de la
puerta, Subaru sostuvo el aliento.

Tenía la sensación de que aquella era la correcta.

Caminando tranquilamente por la mansión, notó una puerta


que particularmente llamaba su atención.

Dejando a Emilia y a los demás en la sala de estar, quienes le


dieron un poco de tiempo a solas, Subaru comenzó a pasearse
por la mansión, hasta encontrar lo que buscaba justo al llegar
al pasillo del segundo piso.

El instante en que tocó la manilla de la puerta, sus sospechas


se convirtieron en seguridad y, mientras abría la puerta, las du-
das de su mente se dispersaron en su totalidad.

Y, aceptando la existencia de aquella habitación, en ese lugar,


en aquel mismo instante, se dispuso a entrar.

『 Subaru: Hey, ha pasado un tiempo. 』

La Biblioteca Prohibida, tal cual como la recordaba, ahora se


encontraba en frente de sus ojos.
La pequeña niña, maestra de esta tenuemente iluminada habi-
tación, tampoco había cambiado en nada. —Sentada en su ta-
burete, como si fuera una silla hecha a la medida, se encon-
traba a la mitad de hojear un libro.

『 Beatrice: —Había bastante bullicio en la mansión hoy día.


Me imaginé que habías regresado, parece. 』

Sus ojos se elevaron un momento para mirar a Subaru. —Sin


embargo, después de murmurar como si estuviera aburrida, in-
mediatamente perdió el interés, regresando su vista al libro
que estaba leyendo.

『 Beatrice: Si estás de vuelta, significa que Nii-cha debe haber


regresado también. Puedo sentir a esa niña y a otros insectos
molestos también, parece. 』

『 Subaru: Puck todavía no se ha presentado. Debe estar recar-


gando sus baterías, creo. ¡Ah, y no me gusta como hablas de
Emilia, poniéndola en la misma categoría que a los demás!
Aunque tratándose de Otto, me da igual. 』

『 Beatrice: Eres bastante ruidoso. 』


Beatrice resopló con su nariz frente a las palabras sin impor-
tancia de Subaru, reacomodando sus piernas bajo su extrava-
gante vestido. Viendo esto, Subaru continuó acercándose
mientras hablaba.

『 Subaru: Pero de verdad que ha pasado bastante tiempo


desde la última vez que te vi. Creo que desde aquella vez que
Betel… Ah, espera, eso nunca pasó… La última vez fue antes de
irme a la Capital, ¿verdad? Deben ser unos 10 días ya… 』

『 Beatrice: No el suficiente tiempo, parece. Mientras Betty se


encuentra en esta habitación, el flujo del tiempo en el exterior
no importa demasiado. 』

『 Subaru: Y ahí estás diciendo cosas extrañas de nuevo, cielos.


Además, cuando hables con alguien, ¡no deberías tener tu nariz
metida en un libro, ¿sabes?! Viéndome después de diez largos
días, entiendo que te hayas puesto tan feliz que necesitas es-
conder tu rostro ruborizado, pero aun así… 』

『 Beatrice: Si quisiera podría hacerte escupir sangre en vez de


palabras, hasta que tu rostro se quedara completamente pá-
lido, ¿sabes? 』

Frente a la visible molestia de la chica, Subaru relajó la tensión


de su rostro.
Cada vez que venía a hablar con aquella niña protegiendo la
Biblioteca Prohibida, Subaru no podía evitar meterse con la
terca actitud e inexpresivo rostro de ella.

Lanzándole bromas y haciéndose el payaso, molestándola


hasta realmente hacerla enojar y luego continuar fastidiándola
hasta que ya no aguante más y lo lance fuera del lugar.

Hay una parte de él que verdaderamente disfruta de aquel in-


tercambio entre ellos. Pero, en cuanto a por qué se sentía así
cuando estaba junto a ella… no estaba muy seguro de ello.

『 Beatrice: Doy por hecho que la razón por la que has regre-
sado es debido a que los disturbios alrededor de la mansión
han cesado, parece. 』

『 Subaru: Lo notaste… Bueno, supongo que es natural, ya que


Emilia y Ram recorrieron toda la mansión buscándote, ¿sabías?
Sería bueno que te disculparas con ellas más tarde. 』

『 Beatrice: ¿Betty? ¿Disculparse? ¿Ante quién y por qué? Ni


siquiera puedo imaginar por qué tendría que hacer algo así. 』

Resoplando con su perfectamente formada nariz, Beatrice ce-


rró el libro con un sonoro clap, bajándose de su taburete. En-
tonces, después de poner el libro de vuelta en su estante, se
estiró con todas sus fuerzas para alcanzar el que estaba justo
al lado ese.
Viendo lo difícil que era para ella poder sacarlo, Subaru caminó
hasta quedar detrás de ella.

『 Subaru: ¿Éste? —Toma. 』

『 Beatrice: …No, es el que está al lado, parece. Si vas a ayudar


alguien sin que te lo hayan pedido, al menos intenta hacerlo
bien. 』

『 Subaru: Pero que loli tan agradecida… Oy, ten cuidado de no


tirarlo. Te harás daño si ese ladrillo de libro cae sobre tus pies. 』

Al sacar el libro del estante, Subaru lo encontró sorpresiva-


mente pesado. Cuando por fin se lo entregó cuidadosamente
a Beatrice, ella lo sostuvo abrazándolo contra su pecho como
siempre hacía. Subaru intentó leer el título, pero como alguien
que apenas podía entender nada más que el alfabeto Yi, fue
incapaz de comprender lo que ahí decía.

『 Beatrice: No creo que deba agradecerte, parece. 』

『 Subaru: Sé que intentas seguir el camino de una tsundere,


pero francamente, ya sea que digas eso, o simplemente gracias,
es la misma cosa para mí a estas alturas. 』
Por lo menos, el hecho de que haya pensado que sus acciones
podrían merecerse un “gracias”, era en sí mismo una muestra
de su buena voluntad.

En respuesta a las palabras de Subaru, Beatrice frunció el ceño


y giró la cabeza hacia el otro lado. Viendo la obstinada actitud
de ella, Subaru se rascó la cabeza,

『 Subaru: No me importa que no me agradezcas nunca nada,


pero por lo menos asegúrate de agradecerle a esas dos, ¿vale?
Estaban terriblemente preocupadas de dejarte sola en la man-
sión. 』

『 Beatrice: No es como si se los hubiera pedido… 』

『 Subaru: No digas algo tan penoso como eso. Ninguna per-


sona le pidió a nadie haber nacido y aun así nacieron… Del
mismo modo, no necesitas pedirle a los demás que se preocu-
pen por ti, ya que aun así se preocuparán… Y seguirá siendo así
mientras te rodees de gente con buen corazón. 』

No había necesidad de aclarar que Emilia y Ram eran esa clase


de personas. El modo en que Emilia vivía el día a día, clara-
mente le darían 100 puntos de 100 como buena persona y,
pese a que el puntaje de Ram probablemente sea un número
negativo, lo más importante era su forma de ser en el interior.
Sin embargo, Beatrice no mostraba ninguna señal de estar de
acuerdo con él. En vez de eso, girándose hacia el otro lado,
mordió suavemente su labio y dijo,

『 Beatrice: Pero al final, aun así dejaron la mansión… sin Betty. 』

『 Subaru: ¿Qué significa eso? ¿Acaso intentas decir que no


querías ser dejada atrás? Te encerraste con ese hechizo de
Puerta Hikikomori, lejos de todos los demás… ¿Habría sido muy
difícil salir por tu propia cuenta? 』

『 Beatrice: Es el Pasaje de la Puerta. No vayas por ahí ponién-


dole nombres ridículos a las habilidades de los demás, parece.
Además, una sugerencia como esa es insultante para Betty. 』

Sin aceptar las palabras de Subaru, Beatrice continuó mirando


hacia otro lado con su actitud obstinada intacta. En cuanto a
Subaru, sintió algo diferente esta vez en sus palabras… algo
peligroso en su comportamiento actual. Frunció el ceño sin sa-
ber qué hacer.

Con ella actuando de esa manera, antes siquiera de poder pre-


guntarle aquello de lo que realmente quería hablar, se pregun-
taba cómo podría sacar el tema ahora. Aun así, puede que to-
davía tuviera un último truco bajo la manga para mejorarle el
estado de ánimo…
『 Subaru: Oh, bueno. Si vas a ser así de obstinada, solo le diré
a Emilia-tan que no parabas de repetir "gracias" con lágrimas
corriendo de tus ojos. 』

『 Beatrice: ¡No deberías inventar mentiras! Ha pasado mucho


tiempo desde la última vez que dejé caer una lágrima, parece. 』

『 Subaru: ¿Qué? ¿Estás diciendo que te avergüenza dema-


siado llorar? Si dices ese tipo de cosas todavía siendo una niña,
entonces cuando crezcas se te hará mucho más difícil expresar
lo que sientes, ¿sabes? Los niños no deberían preocuparse por
lo que los demás puedan pensar. Si están tristes, solo tienen
que llorar. 』

『 Beatrice: Tengo sentimientos encontrados al escucharle de-


cir eso a alguien que es capaz de llorar a moco tendido sobre
el regazo de la chica que le gusta. 』

『 Subaru: ¡¿Podrías por favor olvidarte de eso?! 』

Puede que Emilia hubiese evitado a propósito recordarle sobre


aquel momento tan vergonzoso durante el regaño que recibió
hace un rato atrás.
Aquella vez, actuaba como un idiota para distraerse del temor
que venía acumulando en su corazón. Sus sentimientos repri-
midos habían aumentado tanto que estaban a punto de des-
bordarse.

Al final terminó colapsando sobre el regazo de Emilia y, todas


esas emociones que se había estado guardando desde el mo-
mento en que fue convocado a este mundo, fluyeron en un
mar de lágrimas que salieron de sus ojos.

Al recordar ese momento, su rostro parecía estar al rojo vivo.


Aunque, junto a ese calor, también pudo sentir, en lo profundo
de su corazón, una radiante luz emanando de aquella memoria.

Rascándose la mejilla, mientras intentaba volver a sellar ese


específico recuerdo, Subaru dio una rápida mirada a Beatrice.

Luciendo igual de aburrida que siempre, se volvió a sentar en


su taburete con el libro que Subaru le había ayudado a sacar
antes. Lentamente había resumido la lectura de su contenido.

Claramente estaba intentando terminar ahí la conversación,


pero si le dejaba salirse con la suya, entonces no tendría sen-
tido haber ido ahí en primer lugar.

『 Subaru: De todas formas, dejando de lado el tema de llorar


o no… Tengo algo que quiero preguntarte, si eso está bien para
ti. 』
『 Beatrice: Eres libre de preguntar, parece. 』

En su respuesta, acompañada por el sonido de pasar una pá-


gina en su libro, había un mensaje implícito que decía "si con-
testo o no, esa es otra historia". No había ninguna intención de
cooperar por parte de ella, pero por lo menos, le había dado
permiso para preguntar. Subaru murmuró en voz baja 『 me
parece bien 』 y se dispuso a preguntar por el tema que lo ha-
bía traído ahí en primer lugar.

『 Subaru: —Ahora que lo pienso, considerando todo lo que


estaba ocurriendo afuera, ¿no crees que tu reacción fue un
poco pobre? 』

Sin embargo, lo que salió de su boca, no era para nada lo que


había ido a preguntar y solo sirvió para reanudar la conversa-
ción que hasta ahora había intentado terminar.

Al escuchar las palabras de Subaru, Beatrice levantó la mirada


de su libro. Viendo su propio reflejo en aquellos claros e inma-
culados ojos, Subaru tragó una pequeña bocanada de aire.

『 Subaru: Mien… mientras estabas aquí sentada como si nada,


afuera era un verdadero caos, ¿sabes? Este extraño grupo de
personas tenían completamente rodeada la mansión y… 』

『 Beatrice: Detente. 』
『 Subaru: Si no hubiese logrado, de alguna manera, traer re-
fuerzos conmigo desde la Capital, no tienes ni idea de lo que
podría haber pasado. Y tampoco es como si hubiese sido fácil
para mí hacer el viaje de regreso… 』

『 Beatrice: De verdad quisiera que te detuvieras ahora, pa-


rece. 』

『 Subaru: De hecho, el viaje de vuelta fue tan duro, que si te


contara todo lo que ocurrió, los dos estaríamos llorando ahora.
Pero después de haber logrado superar ese obstáculo… 』

¡!

Con un fuerte y estruendoso ruido, la verborrea de Subaru se


cortó de golpe.

Buscando el origen de ese sonido, descubrió que Beatrice ha-


bía cerrado con tremenda fuerza el libro que sostenía en sus
manos. Subaru intentó comprender la expresión de Beatrice y
sus intenciones, pero ella, en cambio, se giró hacia él con una
agresiva mirada sin misericordia, y dijo,

『 Beatrice: ¿Qué te parece si mejor me dices a qué has venido,


cobarde indeciso? 』

『 Subaru: …Sí. 』
No podía negarlo.

Ella tenía razón y, claramente, había visto a través del intento


de escapar de Subaru… Escapar de la respuesta a la pregunta
que había venido a hacer.

『 Subaru: ¿Tú…? 』

Tragando un poco de saliva, cerró con fuerza sus ojos mientras


escuchaba el latido de su corazón.

Detrás de sus párpados cerrados, aun podía ver su dulce son-


risa, sonriéndole de vuelta.

『 Subaru: ¿Tú… recuerdas a Rem? 』

—Su pregunta se convirtió en sonido y, habiéndose convertido


en realidad, no había forma de que pudiera volver atrás.

En las repeticiones que vivió luego de derrotar a la Ballena


Blanca, Subaru había hablado tan solo una vez con Beatriz en
la Biblioteca Prohibida.

El propósito de aquella conversación era convencerla para es-


capar del Culto de la Bruja, a lo cual ella se rehusó. Al final, la
chica fue dejada sola en la mansión.

A pesar de que era imposible recordar cada detalle de aquella


conversación, había una sola cosa en la que no podía dejar de
pensar.
Beatrice, en ese momento, le había preguntado por Rem, quien se
supone había ido con él a la Capital.

Para ese entonces, la carta que Rem había escrito a mano, lle-
vaba bastante tiempo de haber llegado en blanco a la mansión.

En otras palabras, la conversación tuvo lugar después de que


Rem fuera atacada por los Arzobispos del Pecado y, Beatrice,
quien nunca se había preocupado mucho por Rem que diga-
mos, inesperadamente había preguntado por ella—

『 Subaru: Respóndeme. ¿Recuerdas a Rem, quién solía vivir


en esta mansión? 』

Él quería que ella recordara. Debe recordar. Pensando en esto,


la voz de Subaru se había distorsionado al final.

Las profundidades de su memoria confirmaban esto y su debi-


litado corazón, tan cerca de hundirse, de ahogarse, luchando
por sobrevivir, no quería negarlo.

Beatrice silenciosamente miraba a Subaru.

En sus ojos no demostraba ningún sentimiento o emoción. Lo


que sea que estuviera pensando, era imposible de saber.

Normalmente era una chica con emociones fáciles de entender,


pero en este momento, Subaru era incapaz de leerla. Sus dien-
tes comenzaron a rechinar. El tiempo parecía haberse detenido
y el corazón de Subaru se consumía en cenizas.
『 Subaru: Hey… 』

¿Por qué no decía nada?

O recordaba o no. No era una respuesta difícil de decir.

…Por supuesto que solo había una respuesta que él quería es-
cuchar. Que Beatrice recordaba a Rem y que se reiría ante una
pregunta tan estúpida.

Sus memorias engullidas y su nombre tragado, removidos del


mundo… qué estúpido sonaba todo aquello.

Que se sienta del mismo modo que él se sentía. Que sintiera la


misma indignación ante la enorme crueldad de este mundo. O
incluso si no se sintiera así, con el solo hecho de recordar la
realidad de su existencia, podrían trabajar juntos para encon-
trar una solución. Solo eso era suficiente para él.

Así que, dime que la recuerdas.

Como Emilia, Crusch, Wilhelm o los demás… Rem —no me di-


gas que la has olvidado.

Esperando escuchar su respuesta… Temiendo escuchar su res-


puesta… Agitación, contradicción, sus emociones eran un lío.

Entonces, frente al corazón vacilante y agitado de Subaru, Bea-


trice habló,
『 Beatrice: —No quiero responder 』

Miró hacia otro lado sin contestar ni sí, ni no.

Perdiendo el aliento en un 『 ¿Ha? 』, por un instante le mente


de su Subaru se congeló. Entonces, moviendo salvajemente
sus brazos en el aire,

『 Subaru: ¡E-espera! ¿Qué quieres decir con que no quieres


responder? ¡Solo tienes que decir sí o no! 』

『 Beatrice: No sé a qué te refieres con '/sí/' o '/no/', parece. Y


mi respuesta no va a cambiar. No quiero responder. 』

『 Subaru: ¡ESA NO ES UNA RESPUESTA! 』

Dejando caer sus brazos, Subaru pisoteó el suelo con rabia.

La niña sentada en el taburete ni siquiera prestó atención a su


violenta reacción. Tan solo apretó firmemente sus labios.

Viendo su obstinada actitud, llamas de ira envolvieron su pe-


cho, imposibles de detener.

『 Subaru: ¡Esas no son las palabras que quería oírte decir! 』


『 Beatrice: ¿Por qué Betty tendría que responder en palabras
que quieras oír? Deja de hacer tanto alboroto. La Biblioteca se
desordenará de ese modo, parece. 』

『 Subaru: ¡Tú…! 』

Subaru se abalanzó sobre Beatrice.

Aquel rostro que no quería mirarlo, Subaru quería forzarlo para


poder preguntarle cara a cara cómo podía ser tan fría. Pero,

『 Subaru: — 』

En el momento antes de poder tocarla, Beatrice miró a Subaru.

Y entonces, en ese instante, con sus ojos llenos de olas de


emoción, las manos de Subaru se detuvieron. Parecía que ella
por fin…

『 Beatrice: Esa pregunta que hiciste, es como si preguntaras


por alguien comido por Glotonería. 』

『 Subaru: —¡Entonces tú…! 』

『 Beatrice: Algo como eso es fácil de deducir si se conoce la


Autoridad de Glotonería, parece. Roswaal también, Nii-cha y
Shaula, cualquiera podría haberlo adivinado. 』
『 Subaru: ¿¡Ros…!? 』

Un inesperado nombre había salido a colación. La garganta de


Subaru se obstruyó.

Roswaal conocía la Autoridad de Glotonería —¿No significa eso


que a lo mejor él también recordaba a Rem? No, pero antes de
eso,

『 Subaru: ¿Cuánto saben ustedes realmente sobre el Culto de


la Bruja? Incluso Roswaal tenía que saber que, una vez que
Emilia se identificara públicamente como una semielfa, el
Culto de la Bruja no se quedaría de brazos cruzados. ¡Sin em-
bargo, si no hubiese sido por todo lo que hice, la Mansión y la
aldea hubiesen sido destruidas! ¡¿Qué diablos ocurre aquí?! 』

『 Beatrice: … 』

『 Subaru: No hay manera de que no hubiese tenido un plan.


Eso fue lo que Rem y Crusch-san dijeron. Sin embargo, me pa-
rece a mí, que no tenía preparado nada en absoluto, porque de
haber planeado algo, las cosas no habrían llegado a un punto
tan catastrófico… 』

『 Beatrice: Betty no sabe lo que pasa por la cabeza de Roswaal,


parece. Pero… no creo que Roswaal ignorara la posibilidad de
que algo así ocurriera. 』
Escuchando las palabras de Beatrice, Subaru frunció el ceño
intentando encontrar en sus memorias alguna indicación de
que Roswaal tuviera algo planeado durante la batalla contra
Betelgeuse. Sin embargo, no importaba lo mucho que intentara
recordar, no podía encontrar nada por el estilo.

『 Subaru: ¿Será alguna clase de error? ¿O estamos sobresti-


mando sus capacidades? Si Roswaal hubiese hecho algo, ¿en-
tonces por qué tuve que pasar por tantos problemas…? 』

『 Beatrice: Si no lo sabes tú, entonces por qué tendría que


saberlo yo… 』

Un suspiro desilusionado escapó de Beatrice, quien parecía


haberse rendido ante su falta de entendimiento. Aun cuando
estaba molesto por su actitud, Subaru notó que la conversa-
ción se había desviado del tema.

『 Subaru: Espera, dejando eso de lado, si sabes algo sobre el


Culto de la Bruja, deberías decírmelo todo. Acerca de los Arzo-
bispos del Pecado, acerca de Glotonería. Hay una montaña de
cosas que quiero saber… y sobre esto también. 』

Una tras otra, las preguntas de Subaru seguían aumentando.

Puso una mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó un libro


con una cubierta completamente negra.
El libro, ensuciado con sangre, la que ya estaba oscurecida,
tanto en su cubierta como en su interior, era el botín que había
obtenido de un formidable oponente con el que había luchado
unos días atrás.

『 Subaru: Sé que esta cosa es algo realmente importante para


el Culto de la Bruja… No puedo leer lo que tiene escrito, pero
como guardiana de la Biblioteca Prohibida, tú deberías de sa-
ber algo… 』

『 Beatrice: —Un Evangelio. 』

Mirando el libro en las manos de Subaru, los ojos de Beatrice


se abrieron completamente.

Sus labios color durazno temblaban, mientras observaba el


Evangelio con una mirada congelada.

Las palabras ilegibles en su portada —les dio una mirada y, con


una expresión de incredulidad,

『 Beatrice: Por qué tú, de entre todas las personas, tiene… 』

『 Subaru: Lo robé, pero no porque realmente lo quisiera o


algo así. Como dije antes, el Culto de la Bruja tenía rodeada la
mansión. Así que tomé esto de su líder… su dueño que ya dejó
de existir en este mundo. 』
『 Beatrice: Lo tomaste… pero, eso… 』

La voz de Beatrice temblaba, mientras acercaba sus manos al


Evangelio sostenido por Subaru.

A pesar de que dudó un momento, al ver los pequeños dedos


de Beatrice temblando, Subaru lentamente le entregó el Evan-
gelio en sus manos. Recibiendo el libro, como si se cerciorara,
arrastró su dedo sobre las misteriosas letras de la portada, y

『 Beatrice: Su dueño… ¿dijiste que murió, parece? 』

『 Subaru: …Sí, murió. Fue arrastrado por las ruedas del ca-
rruaje y… yo lo maté. 』

Estrictamente hablando, Subaru no mató directamente a Betel-


geuse. Sin embargo, todo lo que había ocurrido, las razones, las
circunstancias, los eventos que habían llevado a su muerte, ha-
bían sido el resultado inevitable de sus propias acciones.

Subaru quería matar a Betelgeuse, tanto así que, si no hubiese


logrado quitarle la vida, jamás habría sido capaz de perdonarse
a sí mismo.

Por esa razón, Subaru no tenía ninguna intención de ocultar su


intención de asesinar a Betelgeuse.

Pero incluso si no le importaba admitirlo, tampoco podía decir


que no le hubiera afectado ensuciarse las manos de aquella
manera, sin remordimientos. No podía pretender que no le ha-
bía afectado. No era como si pudiera mentirle a su propio co-
razón.

El hecho de haber matado a Betelgeuse y de haber sido asesi-


nado también por Betelgeuse, eran cosas que jamás sería ca-
paz de olvidar.

Durante todo el tiempo que le quede de vida, llevará consigo


la vida de aquel hombre que mató —pero estos sentimientos,
no salieron de la boca de Subaru.

Betelgeuse era una existencia que merecía morir y, Subaru,


creyendo firmemente eso, lo asesinó.

Eso fue todo.

Pero, frente a todos esos sentimientos incrustados en sus pa-


labras, Beatrice no mostró ninguna reacción.

Ella solo murmuró 『 Ya veo… 』, mientras miraba el Evangelio


en sus manos,

『 Beatrice: Así que incluso tú abandonaste a Betty, ¿eh,


Juice…? 』

『 Subaru: —¿ ? ¿Quién es ese? 』


『 Beatrice: No necesitas saberlo. ¿Qué ocurrió con el Gen de
la Bruja después de que mataras a Pereza, parece? 』

『 Subaru: ¿Gen… de la Bruja? 』

Ante la pregunta de Beatrice, Subaru levantó las cejas, la-


deando la cabeza.

Viendo aquel gesto por parte de Subaru, la expresión de Bea-


trice se llenó de desconcierto. Entrecerró los ojos como si in-
tentara leer las emociones de Subaru a partir de su rostro, pero
por más que buscó, no pudo encontrar lo que buscaba.

Subaru chasqueó la lengua en agitación,

『 Subaru: Tch, no uses terminología profesional en un tipo


que no sabe nada. ¿Qué es eso…? El Gen de la Bruja… Ugh, solo
el nombre suena increíble. 』

『 Beatrice: ¿No lo sabes…? Espera, ¿En serio? ¿Entonces, por


qué mataste a Pereza, parece? No lo entiendo. 』

『 Subaru: ¡Solo me deshacía de algunas moscas! ¡¿Qué quie-


res decir con eso?! 』
La conversación, que no parecía llegar a ningún lado, estaba
colmando la paciencia de Subaru, pero a pesar de que él inten-
taba mantener el hilo, Beatrice poco a poco comenzó a guardar
silencio. Poniendo el dorso de su mano sobre sus labios, como
si pensara profundamente, continuó mirando la portada del li-
bro,

『 Beatrice: Yo, no sé… esto va más allá de la capacidad de


Betty para decidir. 』

『 Subaru: ¿Qué estás intentando decidir por tu cuenta? —Oy. 』

Sacudiendo la cabeza, Beatrice lanzó de vuelta el Evangelio a


Subaru.

Rápidamente, atrapando el libro en el aire, Subaru soltó un pe-


queño suspiro de alivio y,

『 Subaru: ¿Qué crees que haces tan repentinamente? No es-


toy diciendo que sea peligroso, pero aun así es un libro extraño.
¡Trátalo con más cuidado! 』

『 Beatrice: —Deberías quedarte con él, parece. Lo que el Gen


de la Bruja elija, o no elija… Sea como sea, tarde o temprano
tendrá que decidir. Cuando ese momento llegue, si ese libro te
sirve de ayuda al decidir, puede que Juice sea capaz de des-
cansar en paz también, parece. 』
『 Subaru: ¿Eh? ¿Juice? ¿Jugo? ¡¿Cómo puede un jugo descan-
sar en paz?! ¡¿De qué estás…! 』

Nada de nada, Subaru no pudo comprender ninguna de aque-


llas incoherentes palabras. Pero antes de que Subaru pudiera
decir algo, sintió algo extraño formándose detrás de él.

—Era el sonido del espacio torciéndose de forma antinatural.


Subaru instintivamente se dio cuenta de esto, aunque no es-
taba seguro de cómo podía saberlo,

『 Subaru: ¿¡Me vas a echar así como así!? Todavía no he sido


capaz de preguntar nada… ¡¿Quieres que me vaya solo así?!
¡¿En serio?! 』

『 Beatrice: Las respuestas que buscas y las palabras que quie-


res oír — ¿Por qué Betty debería decirlas? Egoísta… Deja de ser
tan Orgulloso. 』

『 Subaru: ¡Orgu…! —¡Solo dime! ¡Necesito saber! ¡No te pre-


guntaré nada más! Así que, por favor… 』

『 Beatrice: —Betty está… 』

Los cabellos de su nuca se pusieron completamente de punta,


mientras eran jalados por una fuerza misteriosa junto con el
resto del cuerpo de Subaru.
El espacio se distorsionaba — Solo cuando giró su cabeza para
mirar, se dio cuenta de que la puerta que antes estaba cerrada,
ahora estaba abierta de par en par. Sabía que aquel espacio de
absoluta oscuridad pronto lo absorbería.

Ningún viento soplaba, ni sus piernas ni sus brazos eran soste-


nidos por nada.

Solo había una increíble presión por todo su cuerpo que lo em-
pujaba por delante, como una fuerza gravitacional invisible
que lo envolvía completamente.

—Absoluta y poderosa, era la verdadera fuerza del "Peaje de


la Puerta".

『 Subaru: Beako… ¡Beatrice! 』

『 Beatrice: Lo que está siendo empujado es tu cuerpo, y tu


alma. 』

『 Subaru: ¿Qué crees que haces—? 』

『 Beatrice: Tu corazón no quiere escuchar la verdad, debido a


tu debilidad, tu mirada evita la realidad, y tu mente egoísta no
es capaz de advertir tus propios Pecados. Todo esto, distancia
más y más a tu cuerpo de la Biblioteca Prohibida. 』

Pero,
『 Subaru: — 』

『 Beatrice: Betty no es… una herramienta conveniente que te


pertenezca 』

『 Subaru: — ¡¿ ?! 』

『 Beatrice: Lo que quieres oír, en el momento que quieres


oírlo, en palabras que quieres escuchar de la forma en que
deseas oírlo… no soy una existencia tan conveniente como
esa. 』

Ante las palabras que acababan de salir de la boca de Beatrice,


Subaru fue incapaz de decir nada.

Aquellas palabras penetraron profundamente dando en el


clavo y, completamente desprevenido, Subaru fue dejado sin
palabras y totalmente sorprendido.

Entonces, como si un vacío hubiese aparecido de la nada, la


resistencia del cuerpo de Subaru colapsó y

『 Subaru: Mier— 』

De esta manera, absorbido por la puerta detrás de él, el cuerpo


de Subaru fue arrastrado hacia el Peaje de la Puerta.
Si lo atravesaba, abandonaría la Biblioteca Prohibida… En el úl-
timo momento, sujetó el borde de la puerta y, mientras su otra
mitad ya se encontraba fuera, logró sostenerse en ese extremo.

Jadeando, apretando sus dientes con fuerza, miró hacia arriba


—En frente de él, había una niña con una expresión llena de
pena.

『 Beatrice: Si hay algo que quieres saber, entonces pregúntale


a Roswaal. —Nii-cha o Betty, ninguno de los dos te diremos
nada. 』

『 Subaru: ¿…Por qué parece, que estuvieras a punto de llorar? 』

Ante la última pregunta de Subaru, Beatrice bajó la vista y no


respondió.

Al final, la chica extendió sus dedos y los puso encima de los


dedos de Subaru sobre el borde de la puerta —y los soltó.

Succionado. Absorbido. Tirado.

Hacia la puerta de la Biblioteca Prohibida —por el corazón de


una niña llamada Beatrice.

『 Subaru: ……… 』

Deslizándose a través de ella, la puerta lo vomitó mandándolo


a volar hasta el pasillo.
En frente de sus ojos, la puerta que acababa de lanzarlo se ce-
rró violentamente. Al ver esto, Subaru rápidamente volvió a
abrirla, pero era demasiado tarde.

『 Subaru: Esa loli con rizos de taladro… 』

El otro lado de la puerta ya no era la Biblioteca Prohibida, sino


una habitación vacía de invitados.

Buscó por toda la Mansión, pero fue incapaz de sentir ese sexto
sentido que lo conectaba con la Biblioteca Prohibida.

—Por lo menos hoy día, no podría volver a verla.

Esta realización cayó sobre el corazón de Subaru.

Aquello que quería oír, aquello que quería saber más que
nada… En vez de eso solo terminó con más preguntas debido
a las desconcertantes palabras de la chica, quien lo echó del
lugar antes de poder obtener nada.

『 Subaru: ¡Pero qué diablos! ¡Sí sabías algo solo tenías que
escupirlo mocosa tacaña! ¡Tú, antisocial depresiva, hikikomori!
¡¿Qué clase de hija de la familia Natsuki eres?! 』

Subaru pateó la puerta que hasta hace unos momentos estaba


conectada a la Biblioteca Prohibida, y dejó salir un suspiro.
Sacudiendo su cabeza, intentó alejar esa última imagen en su
cerebro —Lo último que vio antes de ser lanzado, la expresión
que Beatrice tenía en aquel momento, no quería irse de su
mente.

Pero, seguramente ella estaba…

『 Subaru: ¡Con una cara a punto de llorar como esa, deja de


encerrarte completamente sola, estúpida! 』

Pensando que había sido su culpa que ella tuviera esa expre-
sión en su rostro, y sin haber logrado nada, no podía culparla
del todo.
—Después de que Beatrice lo lanzara fuera de la Biblioteca
Prohibida, Subaru regresó a la sala de estar donde estaban los
demás. Por la expresión que llevaba, parecía estar bastante
avergonzado de sí mismo.

Esperándolo, la habitación parecía estar igual que cuando la


dejó. La única diferencia era que Otto ya no estaba sentado en
el asiento de Subaru y que parecía haber terminado de discutir
algo con Emilia.

Poniendo una cara, la cual no dejaba ninguna duda en los de-


más lo furioso que estaba de que otro tipo hablara de manera
relativamente íntima con Emilia, Subaru se dirigió hacia Otto.

『 Subaru: Veo que estabas hablando felizmente con Emilia-


tan mientras yo no estaba, pero ya puedes ir y morirte en algún
otro lado. 』

『 Otto: No soy el tipo de persona que se sienta por ahí en si-


lencio dejando el tiempo pasar… Pero más importante, ¿qué
clase de persona en sus cabales dice algo así inmediatamente
después de regresar? ¡Es bastante desagradable que siempre
enfoques tu ira hacia mí, ¿sabes?! 』
『 Subaru (con voz afeminada): ¡N-no hables como si me enten-
dieras! ¡En cuanto haya comprado tu aceite y cumpla mi pro-
mesa, será todo entre nosotros… terminamos! ¡Así que no te
hagas la idea equivocada aquí! 』

『 Otto: ¿Podrías por favor no hablar como si hubiera algo en-


tre nosotros que pudiera causar un malentendido? 』

En el corto espacio de tiempo que le tomó a Otto gritarle por


actuar como un tsundere, Subaru, como si hubiera perdido
completamente el interés, se giró hacia Emilia.

Habiéndose mantenido fuera de la conversación, ella clara-


mente estaba esperando que él y Otto terminaran de hablar y,
al ver que le estaba mirando, le devolvió la mirada y preguntó,

『 Emilia: —¿Pudiste hablar con Beatrice? 』

Una pregunta sorprendentemente difícil. Por una parte, la res-


puesta a esa pregunta era SÍ, pero la respuesta a lo que ella
realmente estaba preguntando, era más cercana a un NO.

Aunque había logrado hablar con ella, no fue capaz de sacar


nada en claro de aquella conversación. Casi tenía ganas de llo-
rar ante el torpe, indeciso y cobarde protagonista de RPG que
era.

『 Subaru: No exactamente. 』
『 Emilia: Oh… Oh bueno. Supongo que era de esperarse.
Cuando Beatrice se esconde usando su Pasaje de la Puerta no
hay manera de poder encontrarla. Ni Ram ni yo somos capaces
de dar con ella, así que… 』

『 Subaru: Ehm, de hecho, sí que pude encontrarla. Pero ella,


cómo decirlo… Supongo que estaba de mal humor o algo…
Como sea, no fui capaz de obtener ninguna respuesta de ella.
Estúpido, ¿eh? 』

『 Emilia: ¿Tú… la encontraste? 』

Teniendo en cuenta que ella nunca había sido capaz de encon-


trarla, los ojos de Emilia se abrieron de asombro. Un poco sor-
prendido por su reacción, Subaru dejó salir un 『 ¿Ah? 』, la-
deando la cabeza.

『 Emilia: Hace tiempo que vengo pensando en esto, pero… Tú


y Beatrice son bastante unidos, ¿no? 』

Emilia murmuró en voz baja mientras se tocaba el labio inferior


con su dedo como si pensara en algo.

En respuesta, Subaru puso su mejor mirada de desaprobación,


esforzándose todo lo posible en enfatizar su expresión para
asegurarse de que nadie pudiera malinterpretarla.
『 Subaru: ¿Yo y Beako, amigos? Por favor… Ella es algo así
como mi archienemiga desde el momento en que la vi. La pri-
mera vez que me la encontré, absorbió todo mi maná, ¿sabías?
¡No creo que haya suficiente tiempo en el mundo como para
que aquella horrible primera impresión se pueda desvanecer! 』

『 Emilia: ¿Incluso cuando arreglaste las cosas con Julius, des-


pués de todo lo que pasó entre ustedes dos? Subaru, a veces
te comportas así, siendo completamente obstinado de manera
bastante insensata. 』

『 Subaru: ¡Ser insensatamente obstinado es la medida de un


hombre! Soy el tipo de chico que continúa llevando por ahí la
misma clase de idea estúpida aun cuando sepa perfectamente
que es pura mierda. Además, TAMPOCO arreglé las cosas con
Julius. Yo, odio, a ese, tipo, POR-TO-DA-LA-E-TER-NI-DAD. 』

『 Emilia: Claro, claro. 』

Emilia respondió de manera poco sincera con una pequeña


sonrisa. Viendo esto, Subaru torció su rostro en disgusto. Pero
en el fondo, estaba aliviado de que el tema haya sido dejado
de lado.

Todavía no había tenido tiempo de procesar su conversación


con Beatrice. La triste expresión de su rostro al final, no tenía
ni idea de cómo empezar a darle sentido a todo eso.
『 Subaru: Por cierto, ¿dónde fue Frederica? ¿Cómo puede ser
que tenga tan mal juicio como para dejar a Emilia-tan a solas
con Otto…? 』

『 Emilia: Dejando de lado el hecho de que supuestamente yo


le pueda pertenecer a alguien… Frederica fue a preparar una
de las habitaciones para visitas… Ya que vamos a necesitar una
habitación para que Rem se quede. 』

『 Subaru: Ah, ya veo. 』

Subaru respondió casi susurrando. Emilia, sintiéndose ape-


nada, entrecerró sus ojos.

Pese a que se odiaba a sí mismo por causar aquella expresión


en su rostro, simplemente no podía evitar el dolor desgarrador
que llenaba su pecho, cada vez que le recordaban a Rem.

Sin embargo, con un parpadeo y sacudiendo la cabeza, extin-


guió el sufrimiento en su expresión para evitar que su dolor se
transfiriera a Emilia. Relajando sus labios, dijo,

『 Subaru: En ese caso, mejor voy a buscar a Rem al carruaje.


No debería estar ahí sola… Oh, siento lo que dije antes Otto. 』
『 Otto: No, no, no te culpo. Después de todo, creo que… un
montón de cosas han pasado entre ella y Natsuki-san. Difícil-
mente podría pedirte que controlaras tus emociones dadas las
circunstancias. 』

『 Subaru: Es solo que, cuando te imagino tocando a Rem con


tus sucias manos sobadoras de dinero, simplemente no puedo
contenerme… de verdad lo siento. 』

『 Otto: ¡Es difícil creer que de verdad lo sientas diciendo algo


así! ¡¡Tampoco creo que sea algo que debiera decir una per-
sona que hace unos segundos etiquetó a una chica completa-
mente diferente como si fuera suya!! 』

『 Subaru: Ese solo soy yo usándote para poner a Emilia-tan


celosa de amor por mí. No me hagas decirlo en voz alta, idiota. 』

『 Otto: ¡¡Lo dijiste en voz alta por tu propia cuenta!! 』

Sonriendo ante la esperable reacción explosiva de Otto,


Subaru miró de reojo el rostro de Emilia. Habiendo observado
intensamente su intercambio, los labios de Emilia parecían
haberse relajado y, la pena de hace solo unos momentos, había
desaparecido por completo. Confirmando esto, Subaru dejó
salir un pequeño suspiro de alivio.
『 Emilia: Subaru y Otto-kun parecen realmente cercanos, a pe-
sar de que solo se conocieron hace poco. 』

『 Subaru: ¿Huh, de eso es que te pones celosa? ¡Comparado


con mis sentimientos por ti, Otto es solo un juguete, una chu-
chería tirada en el suelo! ¡Lo que yo quiero es una real y apa-
sionada relación contigo, Emilia-tan! 』

『 Otto: ¡¿Por qué tengo que ser tan fácilmente descartado?!


Aun cuando no tenga ningún sentido con la realidad, ¡¡todavía
no me gusta para nada!! 』

Viendo como los dos chicos se enfrascaban cada vez más en


su discusión, Emilia repentinamente comenzó a reír. Cu-
briendo su boca con sus manos, sus hombros se sacudían de
la risa. Emilia, de alguna forma, se las arregló para soltar un
『 Lo siento 』 antes de por fin ser capaz de continuar.

『 Emilia: No creo que sea un buen momento para estar riendo


así, pero no pude evitarlo… ¿Están seguros de que en realidad
no se conocen de más tiempo? 』

『 Subaru: Él es un comerciante ambulante, ¿sabes? Una vez


que sus negocios hayan terminado, se irá de aquí antes de que
lo notes… De hecho, solo la idea de tener otro personaje mas-
culino aparte de mí, rondando cerca de Emilia-tan, ¡Aaah, no lo
soporto! 』

『 Otto: ¡No sé a qué te refieres, pero por el poco tiempo que


te conozco, definitivamente no me agrada! 』

Viendo a Otto poner sus manos sobre la cabeza con una espe-
cie de expresión traumatizada en su rostro, Subaru resopló con
fuerza, torciendo la boca.

De alguna manera, aquellas exageraciones eran de hecho sus


verdaderos sentimientos. Desde que dejó al descubierto su
corazón frente a Emilia, Subaru la ha perseguido con aires de
invencibilidad indomable. Debido a lo mismo, su corazón ardía
en celos cada vez que otro hombre se aproximaba a ella.

Seguramente aquello era debido a que, tanto las profundida-


des de su positivismo, como las de sus celos, eran muchas ve-
ces más grandes que las de cualquier persona normal.

La desenfrenada conversación, en la sala de estar, estaba lle-


gando a su fin justo cuando Frederica volvía de preparar la ha-
bitación de invitados.

『 Otto: Estaba pensando… Me gustaría revisar cómo van las


cosas en la aldea de al lado. Debido a que me estoy haciendo
cargo de los certificados del resto de los mercaderes en cuanto
a la compra de sus cargamentos, también podría encargarme,
hasta cierto punto, de distribuirlos por la aldea. Obviamente,
el Margrave deberá pagar por los costos más tarde. 』

Después de decir esto, como si no estuviera para nada cansado


después del largo viaje que acababan de hacer para llegar,
Otto se apresuró de vuelta a la aldea.

No importaba que tan calculador podía ser como mercader, su


proposición, tomando en cuenta que el 60% de los aldeanos
aún no habían regresado, más que para obtener beneficios, era
una ayuda y un apoyo para la aldea de Arlam, que aún no podía
funcionar como corresponde.

Mientras miraba a Otto ocultar su buena disposición detrás de


un comportamiento hambriento de dinero, Subaru se forzó a sí
mismo para ocultar su gratitud pretendiendo escupir al suelo.

『 Frederica: Como me habían pedido, preparé una habitación


en el sector de sirvientes… Extrañamente, solo había una habi-
tación completamente vacía. 』

『 Subaru: Completamente vacía… ¿La habitación al fondo del


segundo piso? 』
『 Frederica: —Sí, así es. Solo esa habitación estaba vacía,
como si hubiesen tirado todo excepto la cama… ¿Sabes algo
acerca de eso? 』

Mientras Frederica hablaba de la habitación que acababa de


preparar, Subaru se esforzaba para ocultar el dolor que emer-
gía en sus ojos.

La habitación de la cual hablaba — La habitación al fondo del


segundo piso de la Mansión en el ala oeste, era la habitación
que Rem solía usar. Al escuchar la explicación de cómo parecía
haber sido completamente vaciada, Subaru sintió la profunda
presencia del sobrecogedor poder de la Autoridad de Glotone-
ría: La erradicación de la existencia.

『 Subaru: …No. Solo fue una corazonada. No hay ningún otro


significado detrás de eso. 』

Frederica, que parecía haber visto la verdad detrás de las pa-


labras de Subaru, no dijo nada.

Ella también parecía tener una extraordinaria disposición


como sirvienta. Probablemente, junto con Rem, Frederica ayu-
daba a mantener la demasiado espaciosa Mansión de Roswaal
funcionando. Sin contar a Ram, claro.
Después de rodear la mansión, un sonido parecido a un suave
resoplido, saludó a Subaru mientras se dirigía hacia el carruaje
dragón.

Mirando hacia donde el carruaje estaba aparcado, observó un


edificio poco familiar parecido a un almacén. Probablemente
se trataba de una especie de refugio para los carruajes dragón,
como un garaje.

En el cobertizo de al lado se encontraba Patrasche.

El dragón de tierra con piel de color negro azabache, dejó salir


un grito mientras estiraba su cuello para acercarse a Subaru en
un gesto de ternura.

Poniendo la punta de su dedo sobre las fosas nasales que se


le acercaban, le hizo cosquillas sobre su rugosa piel.

『 Subaru: Disculpa por no haberte agradecido apropiada-


mente todavía, Patrasche. Un montón de cosas han pasado, y
sé que es un poco tarde, pero cuento contigo de ahora en ade-
lante, my friend. 』

『 Patrasche: … 』

En respuesta a las palabras de Subaru, Patrasche lamió la


palma de su mano con su áspera lengua. Viendo aquel amiga-
ble intercambio, Frederica inclinó su cabeza.
『 Frederica: Ella de verdad te aprecia mucho. Una mirada es
suficiente para saber de lo que es capaz esa dragona de tierra
y, sin embargo, ver lo domesticada que está… Es increíble. 』

『 Subaru: No he hecho nada cercano a domesticarla. Si se su-


pone que los dragones de tierra no se dejan normalmente aca-
riciar o abrazar, entonces supongo que Patrasche tiene una ca-
pacidad emocional más profunda que los otros. O quizás, soy
tan inútil que ella simplemente no puede dejarme solo. 』

No era que Subaru estuviera siendo humilde, era simplemente


su manera de apreciar el cariño de Patrasche.

En tan solo 3 o 4 días de haberla conocido, ¿cuántas veces le


había salvado la vida esta dragona de corazón blando?

Al contrario, Subaru todavía no había podido hacer nada por


ella en agradecimiento. Lo único que podía pensar era que, su
encuentro con esta dragona de tierra, no era nada menos que
una bendición.

Como si hubiera entendido las palabras auto dirigidas de Sub-


aru, Patrasche acercó su cabeza y frotó su hocico contra la dis-
traída mejilla de Subaru.

Sorprendido frente a tal inesperado acto, Subaru sonrió incó-


modamente ante la rasposa sensación en su rostro.
『 Frederica: Creo, que entiendo la clase de persona que
Subaru-sama es. Tienes tus propias dificultades. 』

『 Subaru: … 』

Sus palabras no iban dirigidas a Subaru, quien tenía las manos


llenas con Patrasche. Sus palabras y amable mirada iban dirigi-
das a Patrasche, quien jugueteaba con él.

Patrasche se detuvo un momento ante las profundas emocio-


nes tras las palabras de Frederica, mientras la miraba con sus
pupilas de reptil. Entonces continuó jugando con Subaru.

En ese momento, aquellas dos mujeres habían llegado a al-


guna clase de entendimiento y Subaru ni siquiera se había
dado cuenta.

Como sea,

『 Subaru: Lamento haberte hecho esperar, Rem. Seguro que


esto estaba estrecho y oscuro, ¿no? Te llevaré a tu habitación
ahora, ¿vale? 』

Después de haber pasado un poco de rato jugando con Patras-


che, se dirigió hacia donde estaba aparcado el carruaje —En
otras palabras, hacia donde Rem estaba durmiendo.
No había habido ningún cambio. Rem se mantenía en un sueño
profundo. No hizo ninguna objeción. Molesta por haber sido
dejada en ese lugar, miraría hacia otro lado con sus mejillas
infladas… diciendo 『 ¡Subaru-kun es tan malo! 』 y luego son-
reiría ante la torpe disculpa de Subaru —Pero nada de eso po-
día pasar.

『 Frederica: —Ya me lo habían dicho antes, pero aun así estoy


sorprendida. 』

Detrás de Subaru e inmersa en nostalgia, Frederica, que veía a


Rem por primera vez, fue incapaz de ocultar su sorpresa.
Cuando Subaru inclinó su cabeza frente a la respuesta de sor-
presa de Frederica, ella sacudió suavemente su cabeza.

『 Frederica: No es nada. Es solo que, su rostro es tan parecido


a la Ram que conozco. La única diferencia es el color de su ca-
bello… Gemelas, dijiste. 』

『 Subaru: Estoy seguro que debe ser difícil de creer después


de haber perdido todos los recuerdos sobre ella, pero me ale-
gra que me hayas creído. Me gustaría que pudieras recordarla,
aunque todo esto pareciera una broma de mal gusto. 』

Asintiendo ante la sorpresa de Frederica, Subaru acarició la


mejilla de Rem con la palma de su mano.
De alguna manera, no podía sentir ni calor ni frío. No había
duda de que sus funciones vitales estaban activas, pero no
quedaba ninguna otra prueba de que estuviera viva.

Confirmando lo mismo que ya había confirmado incontables


veces, Subaru nuevamente recibió una herida incurable en el
fondo de su corazón. Aun sabiendo que esto pasaría, no podía
evitar seguir revisando.

『 Frederica: Subaru-sama. Si quiere no tengo problemas en


cargarla… 』

『 Subaru: Quiero hacerlo yo. Por favor déjame. Quiero ser


quien lleve a Rem a la Mansión… a su habitación. Perdón por
ser tan egoísta. 』

『 Frederica: Para nada. Es bastante emotivo. Tus ojos parecen


los de un asesino, pero eres bastante amable por lo que veo. 』

『 Subaru: ¡Y también tengo un corazón sensible que se daña


ante tales insultos casuales! 』

Respondiendo a las palabras de Frederica, Subaru levantó a


Rem en sus brazos. Ya la había cargado numerosas veces para
moverla, pero aun así se seguía sorprendiendo de lo liviana
que era. Era con ese cuerpo que ella se había levantado frente
a él, luchando para proteger a su inútil persona. Mientras más
pensaba en ello, más crecían sus sentimientos sobre ella.

『 Subaru: Te despertaré lo antes posible. Así que, por favor,


regáñame pronto por manosear tu suave cuerpo con estos de-
dos míos. 』

『 Frederica: Había empezado como una frase digna de admi-


rar, hasta que lo arruinaste con esa última parte. 』

Subaru salió del carruaje dejando atrás a Frederica con sus pa-
labras de disgusto. Inclinó su cabeza despidiéndose de Patras-
che, quien había asomado la cabeza mirándolo desde el esta-
blo. Entonces Subaru entró a la mansión, guiado por Frederica.

Al fondo del pasillo, correspondiente al área de sirvientes —


estaba la pieza que alguna vez fuera de Rem.

『 Frederica: Hablaste con Beatrice-sama. 』

El tema salió abruptamente mientras caminaban.

Subaru, que subía cuidadosamente las escaleras, miró en di-


rección a la espalda de Frederica. Ella entrecerró sus agudos
ojos y se giró para observar a Subaru con una mirada que des-
prendía solo intimidación. Sin embargo, Subaru sabía que
aquella intimidación no era su intención ya que él tenía esa
misma clase de ojos.
Llegando a la conclusión de que aquel silencio era una confir-
mación a su pregunta, Frederica dijo,

『 Frederica: ¿Se encuentra ella bien? Pregunto, porque desde


que llegué a la mansión, no he sido capaz de verla. 』

『 Subaru: Ya se lo dije a Emilia-tan, pero ella estaba bien… o


eso creo. Aunque no pude hablar con ella lo suficiente, debido
a que no se encontraba de muy buen humor. 』

『 Frederica: Así que… es así. 』

Aunque se veía un poco ansiosa, la expresión que puso ante la


respuesta de Subaru fue un poco desanimada.

Viendo aquella mirada, Subaru no pudo evitar preguntarse


algo. Era sobre el papel que la niña llamada Beatrice tenía real-
mente en la mansión.

Hasta ahora, Subaru no había indagado demasiado sobre su


posición o pasado.

La niña, en la mansión del Margrave Roswaal, se recluía a sí


misma en un misterioso y mágico espacio, la Biblioteca Prohi-
bida, y era tratada por Rem y por Ram como una invitada y
como alguien de la nobleza.
Además, ella parecía adorar infantilmente a Puck, el espíritu
con un contrato con Emilia, candidata para la Selección Real,
como si fuera su hermano mayor.

Por otro lado, la forma en que se comportaba frente a Subaru,


parecía apropiada para su edad, sin embargo, sus acciones du-
rante su último encuentro —estaban llenas de misterios.

『 Subaru: Umm, Frederica, ¿trabajaste por mucho tiempo en


la mansión? 』

『 Frederica: Oh, ¿estás interesado? Emilia-sama, la mujer que


llevas ahora en tus brazos y Beatrice-sama… parece que tienes
bastantes intereses. 』

『 Subaru: Deja de hablar de Beako de esa forma, no me in-


teresan los niños. Como puedes ver, tengo mis manos llenas
con Emilia-tan y con Rem, ¿vale? Frederica por otra parte… Ho-
nestamente, aunque ha sido por poco tiempo, no eres mi tipo. 』

『 Frederica: Oh, ¿es que me odias? 』

『 Subaru: No he dicho eso. Es solo una cuestión de preferen-


cia personal. No es que te odie ni nada. 』

Los ojos de Frederica se desplazaron como danzando mientras


soltaba una risotada frente a la respuesta de Subaru, al mismo
tiempo que se cubría la boca evitando que sus colmillos que-
daran a la vista.

『 Frederica: No es que me importe demasiado. De todas for-


mas, pareces tener bastantes preocupaciones. 』

『 Subaru: Es solo que fui un poco hiriente al conocerte. Te


reíste de eso, pero aun así te dolió un poco, ¿no? 』

『 Frederica: …… 』

Ante las palabras de Subaru, los ojos de Frederica temblaron


en una expresión de sorpresa esta vez. La sonrisa que tenía
había desaparecido y se quedó mirándole. Sus ojos brillaban
mientras buscaba con su mirada la de él. Subaru al ver sus ojos,
pudo sentir como si estuviera intentando ver a través de él.

Lentamente dejando salir un suspiro, Frederica dijo,

『 Frederica: Las personas no suelen ver muy seguido lo que


hay en mi corazón. Te pediré que por favor te abstengas de
volver a hacerlo. 』

『 Subaru: Solo fue cuestión de unir las piezas nada más. Ade-
más, lo mismo pasa conmigo. Es difícil que los demás sepan lo
que pienso con una mirada tan de pocos amigos como la que
tengo… Aunque en mi caso, es de familia. 』
Debido a que los dos padres tenían una fiera expresión en su
mirada, el hijo también la tenía. Durante el almuerzo, todos
mantenían la misma expresión mientras exprimían la mayo-
nesa en sus platos. Cualquiera que viera aquella escena desde
fuera, podría haber pensado que estaban realizando algún ri-
tual de magia negra en la mesa del comedor.

Frunciendo el ceño mientras pensaba seriamente en aquellos


recuerdos, Frederica dejó salir un suspiro incluso más largo.

『 Frederica: No eres alguien incómodo de tratar, pero defini-


tivamente eres extraño. Creo que entiendo por qué Emilia-
sama se comporta del modo en que lo hace. 』

『 Subaru: ¿Emilia-tan, qué? 』

『 Frederica: No es nada. Si te dijera, Emilia-sama se molestaría


de verdad conmigo. Por otro lado, ¿para qué quieres saber
cuánto tiempo trabajé en la mansión? 』

Sacudiendo la cabeza, Frederica cambió rápidamente de tema.

Aun cuando no pudo darles mucho sentido a sus palabras,


Subaru decidió continuar con el tema original.

『 Subaru: La verdad es que, me gustaría hablar sobre Beako…


Beatrice. Si trabajaste aquí como sirvienta por mucho tiempo,
entonces a lo mejor podrías decirme cuánto tiempo lleva ella
en la mansión. 』

No lo había preguntado en voz alta, pero Frederica debía tener


alrededor de 23 o 24 años. Incluso si había estado solo unos
10 años en la mansión, tomando en cuenta que Beatrice pare-
cía estar alrededor de los 12, debería poder tener un cálculo
aproximado sobre el tiempo que ella llevaba viviendo ahí.

Pero, ante la pregunta de Subaru, Frederica sacudió la cabeza.

『 Frederica: Lo siento, pero no lo sé. Beatrice-sama se ha re-


cluido en la Biblioteca durante bastante tiempo, incluso antes
de que yo entrara a trabajar en la mansión. 』

『 Subaru: Ah, bueno. Supongo que no hay nada que hacer.


Que seas una sirvienta no quiere decir que hayas trabajado ex-
clusivamente en la Mansión Roswaal. Lo que significa que
cuando llegaste a la mansión, ya llevabas un tiempo en el ofi-
cio… 』

『 Frederica: No es eso, Subaru-sama 』

Frederica interrumpió a Subaru, cuya plausible conclusión ha-


bía sido negada repentinamente con esas palabras.
Mientras Subaru fruncía el ceño, ella se enderezó completa-
mente y, junto a su perverso rostro y una notable preocupa-
ción, ella dijo,

『 Frederica: El único lugar en el que he trabajado como sir-


vienta, es aquí, en la Mansión del Maestro. Comencé cuando
tenía 12 años, por lo que ya deben ser poco más de 10 años
que llevo trabajando aquí. 』

『 Subaru: …Espera, ¿no es eso un poco raro? Porque si hace-


mos el cálculo hacia atrás, eso significaría que Beako se ha es-
tado encerrando en esa mohosa habitación desde que solo era
un bebé. 』

『 Frederica: ¿Es que no lo sabes? 』

Como si criticara el desconocimiento de Subaru, Frederica sa-


cudió su cabeza.

Con su actitud confirmando una duda que había tenido desde


hace tiempo en su corazón, Subaru entendió aquello en lo que
había evitado pensar por tanto tiempo.

En otras palabras, la niña de la biblioteca—

『 Subaru: Su apariencia no ha cambiado en todo ese tiempo…


supongo que eso significa que no es humana entonces. 』
『 Frederica: Desde los inicios de la familia Mathers, la biblio-
tecaria que hizo el juramento de proteger la Biblioteca Prohi-
bida —Es ella, el Gran Espíritu, Beatrice-sama. 』

Incapaz de ver mentiras en sus palabras, Subaru no tuvo más


opción que aceptarlas. La verdadera identidad de la niña con
la que había interactuado hasta ahora, era una existencia que
pertenecía a una dimensión enteramente diferente.

『 Subaru: Gran Espíritu… Es el mismo título de Puck, a pesar


de que luce completamente diferente a él. 』

『 Frederica: Tiene algo que ver con la ausencia de contrato y


el juramento hecho… no, eso es más de lo que tengo permitido
decir. Por favor disculpa. 』

『 Subaru: Imposible… totalmente imposible. 』

¿Cuántas veces la ignorancia de Subaru había causado que


fuera arrastrado en los problemas de otros que sabían lo que
ocurría, pero jamás lo dirían?

A Frederica no le importó la mirada de desprecio que le lan-


zaba Subaru, y apretó los labios. Por lo visto, no tenía ninguna
intención de tocar aquel tema de nuevo. Ante su actitud y com-
portamiento, Subaru suspiró en resignación, sabiendo que no
tenía sentido seguir indagando sobre Beatrice en ese mo-
mento.

Mientras avanzaba, pensó unos momentos en la conversación


que recién habían tenido, pero, de pronto, sus piernas se de-
tuvieron.

『 Subaru: Frederica… 』

『 Frederica: Discúlpame Subaru-sama. Hablé demasiado. Es


solo que estaba feliz de que alguien se preocupara tanto por
Beatrice-sama. Por favor, perdóname. 』

『 Subaru: Está bien, pero mis brazos ya no pueden más. 』

Sus brazos temblaban. Subaru miró a Frederica con una expre-


sión rígida en su rostro.

Había estado actuando como si le sobraran las fuerzas, debido


a que se trataba de "un cuerpo super liviano" y "todo es posible
con el poder del amor", pero cosas como la fuerza de sus brazos
y su resistencia muscular, ignoraron completamente esos pen-
samientos, atacándolo de golpe.

『 Frederica: Oh, oh 』

『 Subaru: Así que, ¡hazte a un lado, por favor! 』


Subaru se juró a sí mismo que nunca haría algo tan estúpido
como dejar a Rem en el suelo o entregársela a Frederica, por lo
que, ignorando completamente su oferta de cargarla en su lu-
gar, Subaru dejó atrás a Frederica mientras trotaba en direc-
ción a la habitación de invitados.

El sonido de pasos trotando detrás de él indicaban que Frede-


rica lo seguía de cerca. A pesar de la terrible manera en que
habían terminado su conversación, llegó a la habitación de
Rem.

『 Emilia: —De verdad que te tomaste tu tiempo. 』

Emilia dijo con una expresión que indicaba lo aburrida que es-
taba de haber esperado por tanto tiempo a Subaru.

Dejando a Rem en la cama, Subaru cubrió su cuerpo con la col-


cha hasta su pecho. El latido de su corazón, su tórax expan-
diéndose y contrayéndose mientras respiraba, eran todas
pruebas de que aún estaba viva. Hasta el día en que abriera
sus ojos de nuevo, se preguntó cuánto tiempo tendría que per-
manecer en ese lugar.

『 Subaru: Supongo que eso depende de lo mucho que me es-


fuerce, ¿huh? 』

Convirtiendo sus sentimientos en una nueva promesa, Subaru


gentilmente movió el pelo sobre la frente de Rem y, entonces,
se giró para ver a Emilia, quien se mantenía de pie en silencio,
detrás de él.

『 Subaru: Lamento haberte hecho esperar. Frederica y yo ter-


minamos hablando de varias cosas y yo me lesioné los brazos
por un exceso de ácido láctico en mis bíceps. 』

『 Emilia: Es genial que pudieran conversar. ¿Y de qué habla-


ron Frederica y tú? 』

『 Subaru: Le pregunté sobre cosas que pudieran servir para


rehabilitar a esa chica auto recluida. Cuánto tiempo llevaba en-
cerrándose a sí misma, cuándo comenzó, cómo era su trato con
los demás después de comenzar a recluirse… Puras cosas que
pudieran servir en su recuperación. 』

『 Emilia: Hmmm, ya veo. Subaru, de verdad que sabes mucho


sobre personas recluidas. Es sorprendente. 』

『 Subaru: Emilia-tan, sé que no es tu intención… pero tus pa-


labras a veces me desgarran el alma. Justo como ahora. 』

Era un poco desconcertante que le elogiara tan genuinamente


a pesar de no haber sido del todo honesto con ella. Emilia, con
una expresión completamente inocente, ladeó la cabeza y
miró a Subaru, quien tenía el ceño fruncido. Le había respon-
dido con una incómoda sonrisa mientras se encogía de hom-
bros.

『 Emilia: Entonces, ¿no lograste que Beatrice te dijera nada? 』

『 Subaru: Sus labios estaban sellados y no había forma de que


soltara prenda. Por cierto, sé que lo he preguntado ya varias
veces, pero ¿dónde está Puck? 』

『 Emilia: —No hay suerte, todavía no responde. Esto ocurre


de vez en cuando, pero esta vez no es para nada oportuno. Cie-
los, esto es bastante angustioso. 』

Buscando dentro de su blusa, Emilia sacó un cristal de color


verde. Encajado en un pendiente, la piedra brillaba tenue-
mente. En su interior, una fascinante luz se arremolinaba en el
lugar donde el Gran Espíritu residía. Era el enlace que sellaba
el contrato entre Emilia y Puck. Habiendo visto su forma mate-
rializada ir y venir del cristal, Subaru sabía esto muy bien. Es
solo que, tomando en cuenta lo que acababan de decir, hacía
tiempo que no había indicios de él dentro del cristal. Se había
ido —Era difícil de creer, pero no estaba respondiendo a sus
llamadas.

『 Subaru: ¿Esto, ocurre a veces? Pero eso debe ser bastante


molesto para ti. 』
『 Emilia: Cuando de verdad, pero de verdad necesito la ayuda
de Puck, el siempre aparece. Así que no creo que no esté mi-
rando… Le he preguntado qué es lo que hace cuando no está
por aquí, pero nunca me lo ha dicho. 』

Escuchando las palabras de disculpa de Emilia, Subaru se rascó


la cabeza diciendo 『 Eso… 』. Era incapaz de esconder su de-
cepción ante el hecho de que Puck, consciente de todo lo que
ocurría, había decidido permanecer en silencio. Con eso, todos
los que podrían haberle ayudado a disipar las dudas que tenía,
habían desaparecido sin decir palabra.

『 Subaru: Puck y Beako. Los dos negándose a hablar conmigo


al mismo tiempo… Esto apesta. 』

『 Emilia: Lo sé… Hey, Subaru, ¿qué deberíamos hacer? 』

Subaru, con la mano sobre su frente, pensaba profundamente


cuando Emilia le preguntó sobre qué hacer.

Bajó la mirada ante sus palabras. Viendo la confianza que había


en sus ojos cuando le hablaba, se despreció a sí mismo por
sentirse feliz en un momento como este. Sin embargo, to-
mando en cuenta lo mucho que creía en él, dejó de lado aquel
pensamiento sofocante, comprendiendo lo que debía hacer.
『 Subaru: Ya que los dos que podrían saber algo, decidieron
quedarse callados al mismo tiempo, realmente no tenemos
más opción que seguir adelante… Aunque, incluso si encontra-
mos a ese tipo, no hay manera de saber si nos dirá o no algo… 』

『 Emilia: Te refieres a Roswaal, ¿verdad? 』

『 Subaru: Sí, ya es momento de que lo escupa todo y nos diga


que rayos está ocurriendo, creo. 』

Viendo a Emilia comprender la situación, Subaru asintió con la


cabeza. Debido a que había sido capaz de seguir el hilo de sus
pensamientos, Emilia probablemente estaba pensando lo
mismo que él.

Emilia se puso una mano sobre el pecho, aliviada de que sus


opiniones se hubieran alineado de tal manera.

『 Emilia: Estoy tan feliz de que Subaru pensara igual que yo.
Me preguntaba qué haría si de pronto estuvieras en
desacuerdo conmigo igual que Roswaal y Ram lo hacían. 』

『 Subaru: Puede que hayan detalles en los que no siempre


esté de acuerdo contigo, pero en general, siempre estaré cien
por ciento apoyando a Emilia-tan, ¿sabes? Incluso si no es
completamente de mi agrado, seguiré estando a tu lado de-
bido al amor que siento por Emilia-tan. Espero que puedas
creer eso. 』

『 Emilia: Amor… —Subaru, de verdaaaad que sabes elegir el


momento oportuno para ligar. 』

La irresponsable línea de Subaru tomó por sorpresa a Emilia,


quien rápidamente miró hacia otro lado. Las mejillas de Subaru
estaban levemente sonrojadas mientras apretaba ambos pu-
ños, mientras que Emilia, todavía mirando en dirección contra-
ria, dijo

『 Emilia: Entonces, tengo una propuesta para ti, Subaru, ya


que siempre estarás de mi lado. 』

『 Subaru: Muy bien, déjame oírlo, haré lo que sea. 』

Subaru se puso una mano sobre el pecho como un subordi-


nado que muestra respeto. Viendo esto, Emilia cerró uno de
sus ojos diciendo 『 Ya que lo pides tan amablemente… 』,
apretando los labios y mirándolo de vuelta.

Entonces, después de dejar salir un gran suspiro, Emilia miró


directamente a las oscuras pupilas de Subaru.
『 Emilia: Hay varias cosas de las que tenemos que hablar con
Roswaal, además tenemos que descubrir lo que sucedió con
los aldeanos que partieron con Ram. Es por eso, que quiero ir
al Santuario. 』

『 Subaru: Santuario… 』

Era el nombre de un lugar que había escuchado varias veces


durante su estadía en la Mansión Roswaal. Desafortunada-
mente, Subaru desconocía como llegar a aquel lugar, pero era
un hecho de que, los aldeanos evacuados por Ram, se dirigie-
ron hacia allá para escapar del Culto de la Bruja. Por lo menos,
ahora que la secta del Culto de la Bruja liderada por Betelgeuse
había sido aniquilada, el nivel de peligro en el Santuario no
debía ser mayor que el de la mansión.

『 Emilia: De todas formas, me han dicho varias veces que se


trata de un lugar que tendré que visitar tarde o temprano, por
lo que creo que este el mejor momento para eso. He decidido
que, esta vez, hablaré seriamente con Roswaal sobre todo lo
ocurrido. 』

『 Subaru: ¡E—es—esp—espera un segundo! ¡¿No estarás


pensando en dejarme atrás, verdad?! 』

『 Emilia: ¡¿Eh?! 』
Levantando ambas manos frente a las entusiastas palabras de
Emilia, Subaru puso un alto a su decisiva declaración. Entonces
continuó,

『 Subaru: Emilia-tan, sé que estás entusiasmada y yo estoy de


acuerdo, pero no puedes simplemente dejarme atrás. Reco-
nozco que soy un debilucho y también un poco tonto, pero
odiaría no poder dar lo mejor de mí estando a tu lado. Sé que
estoy siendo egoísta, ¡pero por favor compréndeme! 』

Escuchando las ardientes e implacables palabras de Subaru,


los ojos de Emilia se abrieron de sorpresa.

Definitivamente eran sus verdaderos pensamientos. Subaru


permanecería al lado de Emilia. Si no estaba junto a ella, en-
tonces no podría protegerla. No podría hacer nada por ella. No
había ninguna intención oculta en sus sentimientos, era sim-
plemente que su existencia era necesaria para ayudarla. No te-
nía nada que ver con él queriendo algo a cambio, era solo algo
que él quería hacer.

La expresión de Emilia todavía mostraba sorpresa ante las pa-


labras de Subaru y, decidiendo que ese sería un buen mo-
mento para darle el golpe de gracia, él continuó.

『 Subaru: No me importa si intentas detenerme, iré contigo.


No tengo ninguna intención de ser dejado atrás. Ya sea yendo
al Santuario o encontrarse con Roswaal, nada se interpondrá
en el camino de mi ardiente amor por— 』

『 Emilia: Nunca pensé en dejarte atrás. Tú vienes conmigo. 』

『 Subaru: ¡No quiero que me dejes atrás! ¡No, no, NO! —Es-
pera, ¿qué dijiste? 』

Subaru, que estaba a punto de postrarse en el suelo, preparado


para rogar con todo su cuerpo, le hizo a Emilia esa pregunta.

Viendo las acciones de Subaru, Emilia se puso un dedo en los


labios y su rostro se enrojeció levemente.

『 Emilia: Como dije, tú vienes conmigo. Estaría demasiado an-


siosa si fuera solo yo. 』

『 Subaru: Eh, Emilia-tan… 』

『 Emilia: Subaru, cuento contigo. No creo que seas débil o


tonto. Necesito tu fuerza. 』

『 Subaru: ……… 』
El impacto que tuvieron esas palabras en Subaru no puede ser
descrito. Había quedado completamente boquiabierto. El ros-
tro de Emilia se nubló con incertidumbre ante su estado inmó-
vil. Levantando una mano, indecisa sobre si tocarlo o no,

『 Emilia: Ah, uhm. ¿Qu—qué ocurre? ¿Dije algo extraño de


nuevo? 』

『 Subaru: El interruptor de mi motivación está completamente


en tus manos. Ya sea que esté encendido o no, depende ente-
ramente de lo que tú digas. No puedo soportarlo. 』

Cubriéndose la cara con las manos, Subaru le dijo aquello con


un tono burlón a Emilia. 『 ¿Eh? ¿¿Eh?? ¿Qué quieres decir? 』,
incapaz de leer su intención detrás de sus palabras, Emilia pre-
guntó nerviosa.

Viéndola tan confundida, le daban ganas de restregárselo en


la cara. Después de todo lo que Subaru había tenido que pasar
por ella, estaba saboreando totalmente el momento.

『 Frederica: —Parece que han llegado a un acuerdo. 』

『 Subaru: ¡¿Gyaa—!? 』
Su conversación, que para otros habría parecido puro coque-
teo, fue trágicamente interrumpido por un golpe en la puerta
seguido por la entrada de Frederica.

Emilia no se sobresaltó con su llegada, pero Subaru, que inten-


taba con toda su fuerza calmar los latidos de su corazón, no
pudo evitar la sorpresa. Aun cuando Frederica debió haber no-
tado fácilmente lo que Subaru estaba sintiendo en ese mo-
mento, no mostró ningún rastro de ello en su calmada, pero
aun perversa expresión.

『 Frederica: No tengo ninguna objeción con ustedes dos


yendo al Santuario. Sin embargo, las preparaciones tomarán al-
rededor de dos días. 』

『 Subaru: ¿Con preparaciones, te refieres a que vendrás con


nosotros? 』

『 Frederica: No es eso. Debido a que tengo deberes que cum-


plir aquí, soy incapaz de acompañarlos. En cambio, le daré di-
recciones al dragón de tierra que trajiste contigo para que
pueda llevarles hasta el Santuario. 』

『 Subaru: ¿Te refieres a Patrasche? 』


Subaru abrió los ojos en sorpresa ante la inesperada propuesta.
Ante su pregunta recibió un 『 Pero por supuesto 』 de Frede-
rica, quien continuó hablando como si fuera de lo más normal.

『 Frederica: Los dragones de tierra son criaturas muy inteli-


gentes. Si les instruyes apropiadamente, son capaces de en-
tender que caminos tomar haciendo innecesario el uso de un
guía. Además, puesto que ella luce especialmente inteligente,
no creo que haya problemas. 』

『 Subaru: Patrasche, ¡cada vez te vuelves más valiosa! En serio,


¿cómo es posible que hayamos llegado a esto? 』

Subaru ladeó la cabeza intentando comprender a su compa-


ñera, pero Frederica ignoró su pregunta y, enderezando su
cuerpo, los miró a ambos,

『 Frederica: Si terminan yendo al Santuario, hay varias cosas


que me gustaría que recordaran. Especialmente Emilia, me
gustaría que fuera cuidadosa con el tema de su nacimiento y
apariencia. 』

『 Emilia: —Sí, estoy preparada. Después de todo, había escu-


chado que era un lugar con un trasfondo complicado. 』
Ante las calamitosas advertencias de Frederica, Emilia tensó la
mandíbula. La mirada en sus ojos cargaba con su fuerza de vo-
luntad. Para mostrar que respetaba su decisión, Subaru se paró
a su lado.

『 Subaru: Honestamente, no sé nada sobre el lugar excepto


que lo llaman Santuario… pero mi único objetivo es apoyar a
Emilia-tan, por lo que haré cualquier cosa que ella diga. 』

『 Frederica: De hecho, puedo sentir un puro y refrescante mo-


tivo oculto en ti. 』

Exasperación y admiración pasaron por los ojos de Frederica al


mismo tiempo, entonces, pestañeando una vez, alejó esos sen-
timientos y levantó un dedo.

『 Frederica: En ese caso, déjenme contarles sobre el Santuario.


Pero antes, hay una cosa que necesito que recuerden. 』

『 Subaru: ¿Necesitas… 』

『 Emilia: ¿…que recordemos? 』


Las cabezas de Emilia y Subaru se ladearon al mismo tiempo.
Viendo esto, Frederica asintió con un 『 Sí 』, bajando leve-
mente el tono de su voz.

『 Frederica: —Cuídense de alguien llamado Garfiel. Una vez


que estén en el Santuario, deben tener mucho cuidado de no
entrar en contacto con ese hombre. 』
Tal como había dicho Frederica, pasaron dos días antes de que
pudieran marcharse al Santuario.

Entremedio de sus deberes de la mansión, Frederica estuvo


enseñándole a Patrasche, en los establos, cómo llegar al San-
tuario. Debido a que prácticamente era responsable de todo el
trabajo de la mansión, Subaru le había sugerido que simple-
mente le dijera a él la localización para que no tuviera que tra-
bajar tanto, pero

『 Frederica: Mis disculpas, pero la ubicación del Santuario es


de gran importancia para nuestro maestro. Como una simple
sirvienta, no puedo permitirme actuar negligentemente sobre
este tema. Incluso habría preferido no enseñarle ni siquiera al
dragón de tierra sobre cómo llegar. 』

De esa manera se negó amablemente a enseñarle a él.

A pesar de que no había quedado conforme con eso y que no


llegaría más rápido al Santuario quejándose de lo receloso que
era Roswaal con la ubicación del lugar, Subaru no tuvo más op-
ción que aceptar el juicio de Frederica.

Y así, Subaru pasó dos días sin novedades hablando con los
aldeanos y retomando su rol como sirviente mientras realizaba
algunas tareas secundarias en la mansión.
En todo ese tiempo continuó molesto, apretando loa labios,
debido a que Puck aún no se dignaba a aparecer.

Emilia, que tampoco tenía nada que hacer, siguió tímidamente


a Subaru a la aldea, haciendo un esfuerzo para disminuir la dis-
tancia que existía entre ella y los aldeanos. Además, aprovechó
de leerle a Subaru varios libros y textos que él no podía enten-
der, aprovechando, de paso, de aumentar su propio conoci-
miento.

Y mientras ambos pasaban el tiempo de la mejor manera que


podían, hubo un par de cambios.

El primero fue,

『 Otto: ¡Aaah! ¡¿Por qué está todo esto en un solo montón!?


¡Documentos que tienen prioridad! ¡Documentos que pueden
ser descartados tan pronto son leídos! ¡Y documentos que ni
merecen la pena ser revisados! ¡Están todos juntos y desorde-
nados…! 』

Rascando su cabeza violentamente mientras regañaba, Otto


ordenó los documentos frente a él a una increíble velocidad.
Con tan solo echarle un vistazo a un documento, inmediata-
mente se hacía una idea de su contenido, dejándolo en alguna
de las gigantes pilas que había formado en la mesa, y así siguió
y siguió, separando y organizando.
Viendo los ojos y manos de Otto desplazarse de aquí para allá
a una gran velocidad, mientras movía la cabeza de lado a lado
tan rápido que parecía que se iba a incendiar en llamas en
cualquier momento, Subaru descansó la barbilla sobre sus ma-
nos suspirando en asombro,

『 Subaru: Haa, ¡eso es increíble! Si fuera yo, incluso si esos


papeles hubiesen sido imprimidos con gran calidad, aun así, no
sabría entenderlos con esa velocidad… 』

『 Otto: No es como si realmente entendiera el contenido de


todo esto. Tan solo los estoy separando en aquellos documen-
tos relacionados con finanzas, peticiones y otros tipos. Si tan
solo hubiesen estado ordenados desde el principio… Pero,
viendo como estaban, me temo que el único capaz de enten-
der todo esto es la persona que organizó estos papeles. 』

Subaru no lo iba a decir, pero por un momento pudo sentir algo


de admiración por Otto, quien observaba la montaña de docu-
mentos con una mirada bastante horrorizada. Escuchándolo
hablar del organizador de aquellos documentos —el rostro de
Roswaal se apareció en la mente de Subaru y no pudo evitar
pensar que, a pesar de que Otto hubiese hablado sin pensar,
probablemente tuviera razón.

Da un poquito de miedo pensar que Roswaal pudiera ser capaz


de darle algún sentido a esa gigantesca ruma de papeles. Pero
el verdadero problema era que, sin él por aquí, no había más
opción que ordenarlos desde cero.

『 Otto: Ok, por lo menos ahora están ordenados por catego-


rías. Lo siguiente es ordenarlos por orden cronológico… Pero
antes, creo que debería separarlos entre aquellos que ya fue-
ron procesados y aquellos que no… 』

『 Subaru: No sé si llamarte meticuloso u obsesivo compulsivo,


pero Otto, definitivamente eres Tipo A, ¿sabías? 』

『 Otto: ¿Qué es un "Tipo A"? No suena para nada algo bueno… 』

Viendo como Otto le miraba, Subaru agitó una mano de un lado


a otro desentendiéndose de darle alguna explicación. No es
como si realmente él creyera que el tipo de sangre tuviera algo
que ver con la personalidad de uno, aparte de ser útil como
tema de conversación.

Por cierto, Subaru es Tipo B —o mejor dicho, la familia Natsuki


en su totalidad es Tipo B. Siempre que le decía esto a alguien,
recibía la misma respuesta 『 ¡Lo sabía! 』, por lo que no era
para nada un tema del cual le gustara conversar.

『 Otto: Espera, ahora que lo pienso… 』


『 Subaru: ¿Qué ocurre, por qué te detienes? Estabas hacién-
dolo tan bien, sigue así. 』

『 Otto: Para alguien como yo, que se preocupa mucho por la


eficiencia, realmente no me importaría seguir haciendo esto,
pero ¿no es un poco raro? ¿Por qué yo, un mercader ambulante,
tengo que estar en la oficina del Margrave, sudando la gota
gorda, mientras me esfuerzo un montón por ordenar sus docu-
mentos? ¿No crees que es un poquito extraño? 』

『 Subaru: Te tomó bastante darte cuenta, ¿huh? 』

Viendo que Otto recién se daba cuenta de aquello, Subaru bajó


la cabeza y se rio maliciosamente. La razón por la cual Otto es-
taba realizando aquella tarea —reordenando los documentos
relacionados con los asuntos del Margrave, fue todo gracias a
las maquinaciones de Subaru…

De tal manera, intentando asegurar talentos útiles para la fac-


ción de Emilia fuera del grupo de Roswaal.

De la manera en que están las cosas ahora y tal como lo ve


Subaru, la posición de Emilia en la Selección Real no está muy
bien que digamos. Como su Caballero, o por lo menos como
algo parecido, su presencia fue decisiva para derrotar al Culto
de la Bruja y a la Ballena Blanca, pero, comparado con la abis-
mal negatividad que aun rodea a la situación de Emilia, es
cuestionable la cantidad de efecto que sus acciones hayan po-
dido tener.

Comparado con las otras facciones, Emilia se ha encontrado


por detrás de la carrera incluso antes de comenzar. Además,
para dificultar aún más las cosas, su principal contribuyente,
Roswaal, aun no dejaba ver sus verdaderas intenciones. No
solo eso, sino que su desempeño como patrocinador hasta
ahora solo puede ser descrito con la palabra "fracaso".

Fracasó en preparar contramedidas contra el Culto de la Bruja,


a pesar de que debía haber sospechado que algo así podía pa-
sar y, ahora, después de haber superado la crisis, ni siquiera
dejó alguna manera para poder contactarle. Ya sea que se trate
de un aliado o de un enemigo… ciertamente es una existencia
perturbadora.

Además de eso, las personas que rodean a Roswaal tienden a


mantener sus labios sellados en cuanto a las verdaderas inten-
ciones de éste. Reverenciando a Roswaal por sobre todas las
cosas con una incuestionable devoción. El comportamiento de
Ram era esperable y, Frederica, con su fuerte dedicación en su
rol de sirvienta, tampoco diría nada. Incluso Puck y Beatrice se
mantendrían callados evitando el tema ya sea con Subaru o
Emilia.

En otras palabras, no existe absolutamente ninguna persona


en la que Emilia pudiera confiar al cien por ciento.
Por supuesto, a Subaru le encantaría ser esa persona para ella
y, de hecho, ha intentado actuar en consecuencia, pero el al-
cance que tiene es muy pequeño, incluso comparado con una
persona promedio. Lamentablemente, era consciente de que
no era capaz, por sí solo, de superar cualquier problema que
ella pudiera tener, lo cual le causaba un gran malestar.

Y mientras pensaba todo eso, Subaru pudo ver a un chico que


iba y venía de la aldea de Arlam y de la Mansión y que, gol-
peándose los labios después de cenar diría cosas como
『 Aaah, alguien sin ambiciones y que se acostumbre a todo
esto, seguramente terminaría pudriéndose… 』 mientras son-
riera relajadamente… Otto.

『 Subaru: En otras palabras, sería el plan de "a falta de aliados,


mejor cultivar los propios". 』

『 Otto: Creo que lo que acabas de decir es un poco perturba-


dor, ¿pero qué tiene que ver conmigo? 』

『 Subaru: Hmm, no lo sé… Quizás… Ah, Otto-san. Todavía no


has ordenado los documentos de por ahí. 』

『 Otto: Oh, lo siento. Déjame ver, la ubicación de las vetas de


minerales arcanos y las cantidades de reserva, más esto de…
¡¿NO SE SUPONE QUE ESTOS DOCUMENTOS SON ALGO QUE
NINGÚN EXTRAÑO DEBERÍA VER?! 』

『 Subaru: Aah, los viste… Ya veo, viste todo eso… Aaah, vale,
vale. Bueno, no importa, ya se lo explico yo a Roswaal así que
no te preocupes, ¿vale? 』

『 Otto: ¡Es increíble cómo es posible que nada de lo que aca-


bas de decir me tranquilice! 』

Mientras Otto se quejaba e intentaba alejar los documentos


que acababa de ver lo más lejos posible de él, Subaru sonrió,
actuando como si fuera solo un inocente observador. Viendo
la actitud de Subaru, la expresión de Otto cambió a una de
susto y, con sus labios temblando, dijo

『 Otto: No quisiera creerlo, ¿pero no será que estás inten-


tando hacerme desaparecer haciendo que vea documentos
que ningún extraño debería ver y luego desentendiéndote del
asunto en cuanto hayan problemas por eso, quedando así libe-
rado de nuestro acuerdo? 』

『 Subaru: ¡Por supuesto que no! El pago por tu cargamento y


el favor que me pediste, planeo cumplirlos seriamente. Y en-
cima de eso, pienso arrastrarte tan profundamente en todo
esto, que no habrá manera de que puedas irte. 』
『 Otto: ¡¿De verdad tienes que ser tan retorcido?! Solo soy un
pequeño mercader ambulante, así que no entiendo por qué in-
tentas poner tanto peso sobre mis hombros, ¡pero por favor
detente! 』

Con un rostro completamente abrumado, Otto intentó objetar.


Oyendo esto, Subaru sintió que se había excedido un poco por
lo que, inclinando levemente la cabeza y cambiando su expre-
sión, murmuró 『 Mi culpa… 』 suavemente.

『 Subaru: Creo que me pasé un poco. Tengo tantas cosas de


las que preocuparme y tantos cabos sueltos que cerrar, que ni
siquiera se me ocurrió pensar en cómo te sentirías al respecto.
Disculpa. 』

『 Otto: Ah, no, si me hablas de esa manera así de pronto, no


sé qué decir… Uh, me gustaría preguntar… ¿Por qué esperas
tanto de mí? 』

Viendo a Subaru hablarle tan normalmente de forma repentina,


Otto quedó un poco confundido, pero al final lo aceptó e hizo
esa pregunta.

Después de todo, desde su perspectiva, él solo había conocido


a Subaru hace muy poco y no podía entender que hubiera
tanta confianza entre ellos. Por supuesto que, incluso para
Subaru, su relación no era de las más fuertes.
Aun así, ya se había encontrado con Otto en varias ocasiones
durante las repeticiones que había vivido, por lo que tenía una
impresión ligeramente favorable de él, pero eso era todo.

Pero entonces, ¿por qué se había interesado tanto por Otto?

『 Subaru: Honestamente, no es como si tuviera una razón en


particular para estar interesado en ti. Tampoco es como si te
valorara como individuo… así que en realidad solo se trata de
que cumples con los requisitos que busco. 』

『 Otto: ¡Eso fue dolorosamente honesto! —Creo que en-


tiendo… pero, ¿cuáles son esos requisitos? 』

『 Subaru: El hecho de que no estés relacionado de ninguna


forma con ninguna de las facciones de la Selección Real. Ade-
más, eres bueno en sopesar ganancias y pérdidas y, tus habili-
dades para negociar y reunir apoyo son obviamente valiosas
cualidades. Y, más importante, no pareces discriminar a Emilia
por ser semielfa, ni la ves de manera distinta debido a eso. 』

『 Otto: ……… 』

Escuchando sus razones, Otto se le quedó viendo sin decir pa-


labra.
Considerando la situación en que Subaru y los demás se en-
contraban, estos eran buenos requisitos que no pueden ser re-
chazados. Y hasta ahora, como Subaru había juzgado, este
chico, Otto Suwen, era el único que los cumplía a cabalidad.

Otto aun sin palabras, esperaba a Subaru.

A diferencia de su intercambio jocoso de hace unos momentos,


sus ojos estaban calmados, con un leve brillo calculador, mien-
tras se movían de un lado a otro como si intentara observar lo
que había en la mente de Subaru.

Subaru entendió que estaba siendo evaluado, pero no tenía


nada que ocultar. Además, él había estado evaluando a Otto
desde el principio, por lo que era completamente justo, pero…

『 Subaru: Además, y esta es solo mi opinión personal… 』

『 Otto: —¿Qué cosa? 』

『 Subaru: Creo que puedo llevarme bien contigo. Franca-


mente, a pesar de que no tiene nada que ver con aumentar los
aliados de Emilia-tan, sería un bono extra si pudiéramos llevar-
nos bien. Ah, esto lo digo, además, porque no parece que tu-
vieras ningún sentimiento oculto por Emilia-tan como mujer.
¡Pero si alguna vez llegara a eso, incluso si fuéramos amigos de
toda la vida, te cortaría por la mitad…! 』
『 Otto: ¡¿Matarías a tus rivales en el amor?! 』

『 Subaru: ¡Si tuviera algún rival, no tendría ninguna confianza


en poder ganar! ¡¡No subestimes mi falta de autoestima!! ¡En
toda la vida, el número de personas a las que realmente les
gusto, pueden ser contadas con solo una de mis manos, ¿sa-
bías?! 』

Específicamente, sus padres, Rem, Wilhelm, Emilia y, con algu-


nas reservas, Julius y Reinhard… y eso sería. De hecho, ahora
que lo pensaba, la cuenta había aumentado a más de una mano.

Viendo como había aumentado el número de gente que le


apreciaba después de llegar a este mundo… quizás se había
vuelto alguien más respetable después de todo. Aun así, le era
difícil ver aquello en un espejo.

Como sea,

『 Otto: Cielos, eres una persona demasiado franca y directa.


Pero si no aprendes a ocultar tus verdaderas intenciones mien-
tras negocias con un mercader, entonces también te converti-
rías en un blanco fácil, ¿sabes? 』

『 Subaru: Si esto fuera una negociación, ciertamente no deja-


ría ver mis verdaderas intenciones, pero ahora mismo no so-
mos ni un mercader ni un blanco fácil los que estamos senta-
dos aquí, solo somos tú y yo, ¿cierto? Pero si tanto te molesta,
supongo que puedo cambiar mi equipo y mi actitud… 』

『 Otto: ¿Después de alabarme tanto por mi aptitud como mer-


cante, vas y dices algo así? La facilidad con la cual dices una
cosa y luego otra es increíble… ¿por qué eres así? 』

Con una expresión algo molesta, Otto suspiró, y entonces to-


dos los signos de desconfianza y alerta desaparecieron de su
rostro. Echó una mirada rápida a Subaru, quien intentaba lucir
indiferente, y dijo,

『 Otto: No sé ni por qué voy a decir esto aquí, pero, Natsuki-


san, yo también tengo una meta… No es algo tan grandioso
como para ir alardeando por ahí, pero aun así es mi sueño. 』

『 Subaru: Creo que los sueños de un hombre pueden ser tan


ridículos que necesitan exagerarse de forma igual de ridícula,
o pueden ser tan ridículos que lo mejor sería no contárselos a
nadie. Esos dos son los únicos tipos de sueños que existen, o
por lo menos eso es lo que creo. Sin embargo, ¿me dirías cuál
es el tuyo? 』

『 Otto: El hecho de estar de acuerdo contigo es bastante mo-


lesto… Sin embargo, sabes, yo nací como el segundo hijo de
una familia de mercaderes bastante exitosa. Incluso desde pe-
queño me crie en un ambiente de bastante abundancia, a pe-
sar de que, cuando por fin llegó el momento de volverme in-
dependiente, no recibí mucho apoyo que digamos. 』

Subaru desconocía las similitudes que pudieran haber en las


situaciones de los hermanos, ya sea en este mundo o en el
mundo del que venía, pero por lo menos, el tema relativo a la
sucesión de títulos y a las herencias, parecían aplicarse de
forma similar aquí también —específicamente, siendo el ma-
yor de los hermanos el principal heredero.

En este caso, tal como Subaru lo habría esperado de un mundo


de fantasía de tono medieval, Otto, habiendo nacido como el
segundo de los hijos, solo tenía dos opciones: o se convertía
en el asistente de su hermano mayor o se hacía independiente.

『 Otto: Mientras ayudaba a mi hermano a administrar sus ne-


gocios, aprendí las bases sobre el mercadeo, arreglándomelas
de alguna manera para juntar suficiente dinero para indepen-
dizarme. Con ese dinero compré a Furufu, mi dragón de tierra,
junto al carruaje para ir con él… Y bueno, gracias a que además
tengo la Protección Divina con la que nací, la verdad es que las
cosas de alguna forma me han ido bien, creo. 』

『 Subaru: Por Protección Divina te refieres al "Lenguaje del


Alma", ¿verdad? Ser capaz de hablar con diferentes tipos de
animales, dependiendo de cómo lo uses, me imagino que po-
drías lograr una enorme cantidad de ganancias. 』

『 Otto: Pero tampoco es que sea tan útil así como dices… Hay
varios problemas o inconvenientes que esta protección trae
consigo y en los que Subaru-san no ha pensado. En todo caso,
solo después de haber pasado varios años yendo de un lado a
otro y viviendo con lo justo, comencé a pensar en este sueño… 』

Continuando con su historia sobre cómo se había vuelto inde-


pendiente, la palabra sueño volvió a surgir en sus palabras. Es-
cuchando aquello, y sin ninguna razón en particular, Subaru se
sentó apropiadamente, como para escuchar atentamente. Al
ver como ponía atención, Otto dejó salir una amable sonrisa y
continuó diciendo 『 Es un sueño bastante normal, ¿sabes? 』,

『 Otto: Cualquier mercader viajero ha tenido este sueño al-


guna vez. —Me refiero a tener mi propio lugar. Así como mu-
chos quisieran tener su propio castillo, yo quisiera tener mi
propia tienda… Un lugar donde echar raíces y donde establecer
un negocio. Y si pudiera ser en una de las grandes ciudades,
probablemente sería la mayor felicidad que un mercader pu-
diera desear. 』

『 Subaru: ¿Ese es tu sueño, Otto? 』


『 Otto: Supongo que es una cosa bastante aburrida de
desear… Pero después de tanto viajar y seguir viajando, al final,
lo único que quiero es tener lo mismo que tenía mientras solo
era un niño. Pero bueno, supongo que podrías decir que aquel
ambiente ha sido un símbolo de alegría para mí. 』

Rascando su mejilla avergonzado, Otto hablaba cada vez más


rápido para intentar ocultarlo. Subaru escuchó la respuesta de
Otto y, preguntándose si al final aceptaría unirse a ellos, se re-
costó dejando caer todo su peso en la silla.

Pero, desconociendo las preocupaciones de Subaru, Otto con-


tinuó con un 『 Es por eso que… 』

『 Otto: La gran oportunidad de hacer que alguien como el


Margrave quedara en deuda conmigo… como el segundo hijo
de una familia de mercaderes, como mercader ambulante y
como un gran mercader que piensa en el futuro, no sería capaz
de dejar pasar algo así. Especialmente considerando que esta-
ría vendiéndole un favor a alguien que podría convertirse en
el futuro Rey de este país, es una oportunidad de negocio tan
enorme que, incluso si volviera a repetir mi vida desde el co-
mienzo, dudo mucho que una oportunidad como esta volviera
a aparecer, ¿no? 』
『 Subaru: Vale, entonces te unirás a nosotros. Gracias, me ale-
gra. Sabía que harías la elección correcta, Otto. Ahora continúa
ordenando esos documentos. 』

『 Otto: ¡¿Qué?! ¡Acabo de dar un discurso increíble justo


ahora! ¡¿No crees que esa reacción es un poco pobre?! 』

『 Subaru: Es que creo que si algo como eso me dejara alguna


impresión, significaría que de alguna manera habría perdido…
Como sea, en el momento que pusiste tus manos sobre esos
documentos que se supone ningún forastero debiera ver, no
había forma de que pudieras huir. ¡Kekkekeke! 』

『 Otto: ¡No importa cómo te vea, sigues siendo una terrible


persona! 』

Al final de esta larga conversación, parecía que nada había


cambiado, y Otto no obtuvo ninguna compensación de su ad-
quirida nueva determinación.

Pero aun cuando seguía fastidiando a Otto, en el fondo, Subaru


le estaba agradecido… Aunque jamás diría algo así en voz alta.

『 Otto: Pero hay una cosa que debo dejar clara. A diferencia
de Natsuki-san que apoya a Emilia-sama de manera incondi-
cional, yo solo cooperaré debido a las circunstancias actuales.
Si se llegara a dar el caso de que el Margrave y Emilia-sama se
enfrentaran entre ellos dentro de la facción, necesitaré sope-
sar los pros y los contras antes de elegir a uno de ellos. Así que,
por favor, no me confundas con un aliado de pleno derecho. 』

『 Subaru: Si se trata de elegir entre Emilia-tan y Roswaal, en-


tonces ya te encuentras en la palma de mi mano. Lenta y segu-
ramente iré alimentándote con las buenas cualidades de Emi-
lia-tan, así que no te preocupes. —Escuchaste todo fuerte y
claro, ¿verdad? 』

Ignorando la débil excusa de Otto, Subaru giró la cabeza mi-


rando en una dirección completamente diferente mientras de-
cía aquella última frase. Otto, que tenía una confusa expresión
en el rostro, miró en la dirección que Subaru estaba viendo. Y
ahí,

『 Sip… quiero decir, Sí. Lo escuché adecuadamente, Subaru-


sama. 』

Con una encantadora sonrisa, la chica vestida con un traje de


sirvienta balanceó su castaño cabello, mientras permanecía de
pie en la entrada de la habitación.

De los cambios que tuvieron lugar en la mansión en aquellos


dos días, este fue el segundo.
Si se trataba solo de Frederica (Subaru también ayudaba, pero
su habilidad como sirviente no era de las mejores, además de
que todavía no se había recuperado de su salud completa-
mente), cuidar de la mansión por si sola era físicamente impo-
sible. Por esa razón, Frederica, fue hacia la aldea a reclutar algo
de ayuda y, así fue como esta chica se ofreció con los brazos
abiertos —Petra Leyte.

Siendo una residente de la aldea de Arlam, y también una de


las personas que evacuaron hacia la Capital, había retornado a
salvo con ellos. Pero el hecho de que la mayoría de los aldea-
nos aún no había regresado, debería haber sido algo inquie-
tante para ella.

Sin embargo, cuando Frederica andaba buscando a una nueva


sirvienta para la mansión, ella inmediatamente se ofreció vo-
luntaria. Y como no había más candidatos interesados, fue ele-
gida y, ahora, se encuentra trabajando en la Mansión como em-
pleada temporal.

『 Subaru: A pesar de que todavía eres muy pequeña, te sepa-


raste de tus padres para poder venir a trabajar aquí como sir-
vienta… Eres increíble Petra. 』

『 Petra: Ya cumplí los 12, así que soy una adulta y además
puedo trabajar… de hecho, simplemente soy una adulta, así
que ¿podrías tratarme como tal por favor? 』
『 Subaru: Lo consideraré, ya que lo pides tan amablemente,
siempre y cuando elimines la parte de "temporal" de tu puesto
como "empleada temporal" y obtengas un certificado oficial de
Frederica. Hasta entonces, siempre te trataré como a una niñita
linda~ 』

Mientras frotaba torpemente su mano en la cabeza de la chica,


desordenando completamente su cabello perfectamente arre-
glado, la chica se retorció dejando salir un silencioso
『 Eeek— 』 mientras se aferraba firmemente a él. Era una
reacción totalmente diferente a la que había esperado, pero
ciertamente mucho mejor que ser abusado y escupido.

En cualquier caso, ella se encontraba en una edad en la que


quisiera ser mayor de lo que actualmente es. Petra, con su sor-
prendente carácter fuerte y su propia manera de madurar, te-
nía una aptitud como sirvienta bastante alta. Y aun cuando le
faltaba mucho que aprender, en lo que se refiere a limpiar la
Mansión y preparar la comida, gracias a la ayuda de Frederica
había superado con creces la habilidad de Subaru.

…Bueno, tampoco es que Subaru fuera muy bueno en eso.

Y así, desde afuera de la puerta de la oficina del Maestro, ella


se había mantenido oculta escuchando la conversación de
adentro. Por supuesto que estaba actuando bajo las instruccio-
nes de Subaru, por lo que no hace falta decir, que era parte de
su ardid para asegurar el compromiso de Otto y evitar su es-
cape.

Dándose cuenta de todo esto, la cara de Otto se tornó roja


mientras miraba a Subaru,

『 Otto: ¡¿E-e-era una trampa—?! 』

『 Subaru: No hay nada de qué preocuparse. Es solo que ha-


biendo una tercera persona escuchando, tus declaraciones de
antes ahora son legalmente oficiales. Fue una manipulación
emotiva para poder asegurar la presencia de un testigo que
pudiera declarar ante un jurado más tarde en caso de cualquier
cosa… puedes pensar en esto de esa forma. 』

『 Otto: ¡¿Qué tiene de emotivo un hombre hablando de "ma-


nipulación"?! 』

Agarrándose su propia cabeza, Otto finalmente comprendió


que no tenía manera de escapar, gritándoles mientras se en-
contraba casi al borde del llanto, pero era demasiado tarde.
Dándole a Otto una sonrisa, Subaru levantó el pulgar en direc-
ción a Petra, quien todavía se encontraba en la puerta.

『 Subaru: ¡Buen trabajo, Petra! ¿Pero no te regañará Frederica


por usar tu tiempo en algo como esto? 』
『 Petra: Justo ahora se supone que estoy trapeando el piso
del pasillo. Si me tomo más tiempo en trapear el piso frente a
la oficina del Margrave, no debería ser regañada. 』

『 Subaru: Eres bastante perspicaz~. Incluso una pequeña niña


sigue siendo una mujer después de todo… 』

Escuchando solo la última parte de las emocionales palabras


de Subaru, Petra relajó alegremente sus mejillas. Viendo sus
predecibles reacciones y actitudes, ciertamente había algo en
ella que calmaba el corazón de Subaru.

Petra, al igual que Otto, era otro aliado que no se encontraba


bajo la influencia de Roswaal.

Comparada con Otto, no había mucho que ella pudiera hacer


por Emilia, y su importancia e influencia eran probablemente
menores que las de Subaru. Pero, ella no le temía a Emilia. Ca-
mino a la Capital, durante la evacuación, permaneció de todo
corazón al lado de Emilia. Subaru jamás olvidará ese gesto y,
probablemente, Emilia tampoco.

Ella estando ahí, quizás llegue el día en que Emilia sea salvada
simplemente por su existencia.

『 Subaru: Nunca dolerá tener más aliados. Lo que puedan ha-


cer o no, no es ningún problema…Lo único importante es lo
que están dispuestos a hacer y el esfuerzo que pongan en ha-
cer aquello por esa persona. Después de todo, si me pusiera a
contar las cosas que puedo hacer, sería bastante malo para
mí… 』

Sus méritos y deficiencias. Si Subaru sacara las cuentas, proba-


blemente terminaría con más deficiencias que méritos. Pero,
aun así, quería ser aliado de ella, por lo que usaría lo poco que
tenía a su mayor capacidad, siguiendo adelante de una manera
u otra.

Con una actitud de "al diablo con todo", sin nada que pudiera
detenerle, abrazando su sobreestimada explicación,

『 Subaru: Definitivamente somos algo pequeños, pero debe-


mos dar lo mejor de nosotros. Esto es lo que somos, ¡los pri-
meros miembros de la facción de Emilia! 』

Haciendo un puño y lanzándolo al aire, Subaru hizo su decla-


ración.

Viendo aquello, Petra y Otto, al ser dejados de lado, se miraron


el uno al otro y,

『 Otto: Nunca dije que me haya unido a esa facción, ¿no? Por
favor no me malentiendas, ¿vale? 』
『 Petra: Me gustaría poder aliarme con la hermana mayor pero,
no quiero perder contra ella en lo que de verdad me importa… 』

Otto parecía un poco asustado mientras sostenía su cabeza y


Petra, con sus manos tomadas tras la espalda, miró al suelo
murmurando aquellas palabras con algo de duda.

Pero al final, lograron llegar a un acuerdo chocando sus puños,


de manera que no quedara ninguna duda en cualquier extraño
que viera esa escena, de que sabían lo que estaban haciendo.

—Los dos días antes de partir camino al Santuario, incluso aun-


que se hubiese tratado de un pequeño paso, había algo real en
todo eso y, pensando en aquello, la espera había llegado a su
final.

You might also like