El califato Fatimí. (909-1171).

Ubayd Allah al-Mahdi, que abandonó apresuradamente Salamiyya en torno al 900 contaba
con una red propia de dais. Destaca la gran importancia de la propaganda y el proselitismo
ismaeli (dais, misioneros= aprovechan los momentos de crisis del califato abasida, y van
tejiendo una red muy importante con un gran afán de proselitismo, venden su religión
verdadera, la shia).
En primer lugar, se desarrollan en el norte de África, intentarán atraerse a la población
sunni al chiismo septimano, y luego conquistan Egipto.
Uno de estos dais, Abu abd Allah, proveniente del Yemen, de origen argelino, se establece
entre los bereberes de Kotama (Vasallos de los aglabies) en el 893. Los convierte al shiismo
israelita, y con su ayuda se establece en Ifriquiya (Tunez) y en el 902 ataca sus bereberes,
derrotando a los aglabies siete años más tarde.
Los aglabies (800-909); califato oficial que fue nombrado en su momento por los abasies
creado para controlar el norte de África, (Ifriquiya), se inaugura en el año 800 con
Ibrahim ibn Aglab, de religión sunni.
Los fatimies establecen su poder en Qarywan. A partir del 909 forman este califato en el
norte de África.
Ubayd Allah (909-934) se convierte en el primero de los califas fatimíes, presunto
descendiente directo de Ali y Fatima y del séptimo iman ismaeli, se intitula príncipe de los
creyentes (califa) y Mahdi (septimano).
Aunque las aspiraciones de dominio universal de la nueva dinastía se vieron frustradas en
914 y 919-921, cuando sendas expediciones militares enviadas para invadir Egipto fueron
dererotadas. En las zonas de la actual Argelia y Marruecos tuvo que enfrentarse a un doble
enemigo, las poblaciones bereberes de la zona, y el renacido poder de los omeyas en Al-
Andalus. Hubo descontentos, y entre ellos sobresalió abu Abd Allah, quien en 911 fue
asesinado acusado de conspirar contra el Mahdi.
Gran afrenta para el califato abasida y para los omeyas, (que acabaron proclamándose
califas).
Tras la muerte de Ubayd y la llegada de Muhammad al-Qaim (934-946), se produce una
revuelta jariyi encabezada por Abu Yazid, entre los 945-947. En 944 conquistó Qayrawan y
sometió a un duro asedio a la ciudad de Mahdiyya, en la costa tunecina, que el padre de al-
Qaim había hecho construir. Aunque el califato resistió y su hijo y sucesor al-Muizz (953-
975) (Ismail al-Mansur) pasó a la ofensiva derrotando y dando merte a Abu Yazid (947).
Posteriormente doblegan toda Ifriquiya, a los rustemies (Argelia), isdrisies (marruecos) y
aglabies.
Implantaron una política fiscal muy feroz, y religiosa, intentando convertir por la fuerza a
una población sunní.
Conquistan toda Ifriquiya, e intentar dominar el mediterráneo central y se lanzan a la
conquista de Egipto bajo el mandato de al-Muizz, en una operación en la que aprovechó un
momento de crisis en el que se sucedieron años agrícolas desastrosos rebeliones de tribus y
enfrentamientos en el seno de la administración de los Ijsíes. En el año 969, el general del
ejército Fatimí Yawhar emprendió una expedición de conquista que esta vez no encontró
resistencia. Tres años después, al-Muizz hizo su entrada en al-Qahira (El Cairo), ciudad
que Yawhar había hecho construir. Además construyen la mezquita de Azhar y fundan una
casa de la sabiduría. A partir de aquí el califato fatimí se va fortaleciendo (969-1171). Por
la importancia del proselitismo (misioneros), su capacidad militar (orientales y
occidentales).
Será en el año 973 momento en el que trasladan la capital a Egipto, El Cairo.
Se producen movimientos cismáticos. Su capacidad militar fue un elemento a destacar, por
un lado, crean un ejército de mercenarios fuerte, conformado por los llamados bereberes
reclutados en el norte de África llamados Magariba, y los turcos denominados Masariqa.
Los problemas del expansionismo fatimí: sus ansias universales serán difíciles de cumplir.

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 1. Complejidad de la región egipcia por la diversidad social y económica.
2. Luchas con los poderes locales.
3. Luchas con los poderes bizantinos, queriéndose expandir hasta más allá de Siria,
Palestina. Pues, aunque tuvieron el control del sur de Siria y Damasco gobernadas
desde el Cairo entre 978-1076 nada pudo impedir que cayeran en manos de
emperadores bizantinos.
4. Irrupción de los turcos Selyuquies, traspasan fronteras aprovechando debilidades del
califato.
5. Perdida de los territorios del Norte de África que quedan en manos de los ziries
bereberes (1051) y que pasan a reconocer al Califa de Bagdad. Con Husein al
Hakim bi amrillah, y maas al-Mustansir billah.
El cambio de influencia de los territorios del norte de África tendrá como consecuencia la
perdida de Sicilia, defendida por los bereberes (ziries), conquistada por los normandos en el
año 1071, como venganza a la traición de los bereberes, los fatimíes envían a los Banu
Hilal (nómadas del desierto beduinos). Los fatimíes también impusieron un dominio en
Yemen a partir del 1038.

El auge del comercio.

El dominio fatimí en Egipto coincidió con un aumento de los intercambios a través del
Mediterráneo. Desde mediados del s.X el comercio mediterráneo comenzó a reactivarse
tras una recesión entre ss. VII y IX. Egipto se convirtió durante el período fatimí en uno de
los principales centros comerciales del mediterráneo, debido a varios factores. El primero
es el control sobre las rutas del comercio transahariano, que le proporcionaba cantidades de
oro de las minas de Sudan. Por otr aparte, la ruta del Mar Rojo pasó a convertirse en la
principal vía del comercio con la India.
La cristalización de los dos nuevos califatos en el s.X se crean polos económicos
(reactivación del comercio, nuevas rutas e itinerarios, creación de ciudades. La ruta del mar
rojo se convierte en una de las principales rutas de comercio. Además, hubo una pujanza
del comercio por parte de las ciudades italianas (Venecia, Amalfi, Pisa y Génova)
intermediarias del comercio entre el Mediterráneo y el mar Rojo. Cuyos mercaderes se
convirtieron en asiduos visitantes de los puertos de Damietta y Alejandría. Llevando en sus
barcos, madera, pieles y metales.

Cismas del califato fatimí.

El cisma Druso
Se produjo tras la muerte del califa Al-Hakim (996-1021), que accedió al trono cuando era
un niño. Denominado como ‘’el califa loco’’ pues su política está llena de excentricidades y
medidas muy radicales. Persecución a judíos y a cristianos, ejecuciones sumarias de altos
personajes de la administración y confiscaciones y destrucciones de templos, ejemplo:
Destrucción de la iglesia del santo Sepulcro (1010). Persigue a la población sunni, por su
carácter marcado shii (ismaili). Al Hakim ‘’ la reencarnación de Dios en la tierra’’. (al-
Darazi).
La muerte de al-hakim (posiblemente asesinado) lo convierte para el misionero al-Darazi y
sus seguidores en un iman oculto. Estos grupos abandonaron Egipto y se trasladan a Siria y
se genera el movimiento Druso (Hamza ibn Ali Ahmad).
Algunas características de los Drusos:
Movimiento muy difícil de conocer, se encuentran en una gran ocultación. Se asientan en
Siria, Libano, Jersualén. Se trata de un movimiento esotérico. Shiies septimanos.
Creen en la transmutación de las almas (no en el infierno ni en el paraíso), esperan la
llegada de Armagedón. Practican la taquiyya (el arte del disimulo).
Sus creencias tienen influencias judías, cristianas y sufíes (religión esotérica).

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El Hikma o libro de la sabiduría es su obra sagrada.
La comunidad se divide en dos categorías: los uqgal (sabios) y los yuhhail (ignorantes). A
los sabios también pueden pertenecer las mujeres y se distinguen dentro de este grupo a los
sayjs (maestros, conocedores de lo más profundo de la religión).
No aceptan matrimonios mixtos (judíos, cristianos), rechazan el proselitismo. Creen en la
transmutación de las almas (uno nace druso, muere druso y se convierte en druso).
Rechazan la poligamia y las mujeres están en igualdad de condiciones que los hombres.

El cisma nizari
El origen se encuentra en ciertos problemas que se originan dentro del califato fatimí. se
crean varias facciones que quieren ganar cotas de poder: turcos (Cairo), sudaneses (antiguo
Egipto), y bereberes. Este momento coincide con un momento de hambruna, y malas
cosechas. Los turcos saquean El Cairo (1067) crea una profunda crisis. Para sofocar está
crisis el califa (al-Mustansir) nombra con poderes casi absolutos a un jefe militar llamado
Badr al-Yamali (jefe militar y gobernador de Acre, armenio), que decide ayudar al califa
para sofocar está revuelta.
Se logra sofocar la revuelta, pero Siria se quedará sin tropas lo que será aprovechado por
los turcos selyuquies.
Badr al-Yamali: el sello de una nueva era. Fue nombrado visir con todos los poderes, y jefe
de los misioneros (dai-al-duat), por el califa, algo que disgustó a los círculos más cercanos
del califa.
Impuso un nuevo sistema fiscal (iqta); concesión a largo plazo o perpetua, de los ingresos
de una determinada propiedad, a cambio de los servicios prestados. Con este nuevo sistema
se intenta conseguir, la eficacia en el arrendamiento, el concepto de recaudar impuestos es
difícil.

Al Yamali, es nombrado jefe de los misioneros (dai-al-duat) por el califa, algo que disgustó
a los círculos más cercanos del califa. El descontento de los dais, fue representado por un
personaje oriundo de origen persa llamado Hassan-Sabbah (el viejo de la montaña,
fundador de la secta de los asesinos), era chií duodecimano y entra en contacto en un
septimano, y se convierte al ismaelismo, al entrar en contacto con dais fatimís (amira
Zarrab). Viaja a Egipto, forma un grupo de misioneros quienes lograron conquistar la
foraleza de Alamut (fortaleza del mar del Caspio).
En 1104 tras la muerte de al-Mustansir, se producen problemas de sucesión en el califato
fatimí. Su primogénito Nizar, parecía ser el candidato a la sucesión, pero fue rechazado por
al-Afdal, hijo de al-Yamali, y se eligió como candidato a otro hijo del difunto califa, al-
Mustali, casado con una hija de al-Afdal. Nizar emprendió una revuelta que pronto fue
sofocada y hecho prisionero y poco después asesinado en prisión. Hasan, representante de
los dais, se independiza ahora de la obediencia a los califas fatimís y crea un nuevo
movimiento basado en la creencia de que Nizar es el imam oculto: nace el movimiento
nizarí.
Obtuvieron una gran relevancia, importancia y fama, coinciden con el movimiento cruzado,
se dedican a asesinar con gran maestría a importantes líderes y jefes religiosos. Conforman
una red cohesionada, y bien comunicada de castillos.
Llamados como los asesinos, al-Hasisiya o hashshashin (asesinos, hashis).
Se convirtieron en un movimiento político de primer orden hasta que en el año 1265
Alamut fue conquistada y derruida por los mongoles (los nizaríes no desaparecen, se
dispersan).
Entre sus posibles víctimas se encuentran Nizam al-Mulk (gran visir turco selyucida,
Conrrado de Montferrato rey de Jerusalén y los intentos de asesinato a Saladino).