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CAPÍTULO 2

NIÑOS CON DEFICIENCIA MENTAL

OBJETIVOS

1. Conocer los aspectos generales de la deficiencia mental.


2. Conocer las características de los niños con necesidades educativas especiales asociadas a la
deficiencia mental.
3. Identificar los recursos educativos de apoyo para facilitar aprendizajes significativos.
4. Comprender las adaptaciones curriculares como una herramienta para la adquisición de
aprendizajes significativos.
5. Identificar los criterios de evaluación y promoción de los niños del Primer Ciclo de Enseñanza
Básica que presentan deficiencia mental.
6. Identificar prácticas relacionadas con los hábitos de higiene y alimentación.

CONTENIDOS

1. Aspectos propios de la deficiencia mental.


2. Características de los niños con deficiencia mental.
3. Recursos educativos de apoyo.
4. Adaptaciones curriculares.
5. Evaluación y promoción.
6. Hábitos de higiene y alimentación.

Introducción

Los niños y niñas que presentan algún grado de deficiencia mental necesitan apoyos
extraordinarios para avanzar en los aprendizajes del currículo escolar de la educación regular. Por
ello es que se identifican como niños que presentan necesidades educativas especiales. Estos
apoyos pueden implicar desde materiales específicos, elementos tecnológicos, adaptaciones en los
diferentes elementos del currículo escolar, en la organización del aula, hasta de profesionales
especializados.

Estos apoyos tienen relación, por una parte, con la capacitación y las estrategias pedagógicas que
los profesores posean para atender la diversidad en sus aulas y, por otra parte, con el grado de
profundidad de la deficiencia mental y sus concomitantes.

Entre los niños y niñas con deficiencia mental están aquellas con síndrome de Down. Ellos
presentan distintos grados de deficiencia mental y forman parte de un grupo muy disímil que
también se encuentra integrado en las escuelas básicas. Nos referiremos a ellos también,
informándoles brevemente de algunas de sus características.

De este gran desafío que la sociedad le está exigiendo a la escuela de hoy, se desprende la
importancia de aumentar las competencias de los profesores en la atención educativa de los niños
que presentan necesidades educativas especiales derivadas de una deficiencia mental.

Desde esta perspectiva es que se presenta este módulo como un apoyo a la tarea de los docentes,
aportándoles información sobre las características propias de la deficiencia mental, así como
también sugerencias y estrategias pedagógicas para atender las necesidades educativas que
presentan estos niños. Además, incluye información sobre los distintos recursos pedagógicos y
profesionales que pueden facilitar sus aprendizajes en el contexto del aula común.

1
Actividad de Aprendizaje 1

1. ¿Qué aprendizajes esperas lograr con el niño o la niña con deficiencia mental que está en
tu curso y qué expectativas tiene él o ella de lo que desea aprender? Escríbelo y
compártelo con él o ella.
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1. ASPECTOS GENERALES DE LA DEFICIENCIA MENTAL

Al referirnos a la deficiencia mental es importante tener presente que estamos hablando de


alteraciones que se relacionan directamente con la inteligencia.
Es sabida la complejidad que implica este concepto (inteligencia): desde entenderse como una
facultad única del ser humano hasta las actuales que hablan sobre un conjunto de factores que
estarían constituyendo la inteligencia. En definitiva, estas teorías conducen a una concepción
estática y determinista de la inteligencia, reduciendo la capacidad mental a una cifra, llamada
Coeficiente Intelectual (C.I.) (ver glorsario).
Es importante tomar con mucha precaución la información que se tenga sobre el C.I. y tener
siempre presente al menos dos factores:
 Que la inteligencia es modificable, que hoy un niño puede ser diagnosticado con un bajo C.I.,
pero que, después de haber recibido los apoyos pedagógicos necesarios, su capacidad
intelectual ya no es la misma, superando muchas veces el diagnóstico inicial.
 Que dos personas con el mismo C.I. tienen diferente capacidad de respuesta y de adaptación al
medio, como consecuencia de sus condiciones personales y de los factores socioculturales que
los rodean.

Reuven Feuerstein, psicólogo clínico israelita, define inteligencia como: “el proceso mediante el
cual un sujeto es capaz de utilizar su experiencia para adaptarse a nuevas situaciones” 1
En esta definición queda implícita la idea de cambio, de un proceso dinámico influido por las
múltiples experiencias e interacciones que se producen entre las personas y el medio, experiencias
que modifican su funcionamiento y calidad de ejecución ante nuevas situaciones. Así, este
concepto ha ido reemplazando al de inteligencia como algo fijo y predeterminado por el propio
organismo.
Desde esta concepción de inteligencia tenemos que comprender a las personas con deficiencia
mental. Ellas presentan diferentes grados de dificultades en sus procesos mentales, por lo que
necesitan apoyo y mediación de otros para aprovechar su experiencia, y así utilizarla para
responder eficientemente ante situaciones nuevas.

1
Citado en Revista “Desafíos del Síndrome de Down” Nº 2, agosto 1999.

2
Por otra parte, tradicionalmente existen varios criterios para definir la deficiencia mental. En este
capítulo se hará referencia a aquellos que se consideran relevantes para la labor del docente.
 Criterio pedagógico:

Deficiente mental es aquel niño o persona que tiene una mayor o menor dificultad en seguir el
proceso de aprendizaje de los demás y que, por tanto, tiene necesidades educativas especiales, es
decir, requiere apoyos y adaptaciones del currículo que le permitan seguir el proceso de enseñanza
común.
 Criterio sociológico (o social):

Deficiente mental es aquella persona que presenta en mayor o menor medida una dificultad para
adaptarse al medio social en que vive y para llevar a cabo una vida con autonomía personal. Este
concepto ha sido utilizado por diversos autores tales como Doll, Kanner y Tredgold (1993, en R.
Bautista).
 Criterio psicológico o psicométrico:

Define a la persona con deficiencia mental como aquella que presenta un déficit o disminución en
sus capacidades intelectuales medidas a través de instrumentos o test psicológicos
estandarizados.
 Criterio médico o biológico:

La deficiencia mental tiene una base biológica, anatómica o fisiológica que se manifiesta durante la
edad del desarrollo (hasta los 18 años). Este criterio se refiere a una descripción de las causas
médicas que afectan el desarrollo de la inteligencia. Fue muy utilizado históricamente, cuando se
empezó a hablar de la deficiencia mental.
Por otra parte la Ley de Integración Social Nº 19.284 dice que la deficiencia mental es aquella que
presentan las personas cuyo rendimiento intelectual es igual o inferior a 70 puntos de coeficiente
intelectual, medidos por un test validado por la Organización Mundial de la Salud y administrado
individualmente, y/o que presenten trastornos en el comportamiento adaptativo (ver glosario),
previsiblemente permanentes.
Normalmente es en la escuela en donde se detectan la mayoría de las deficiencias de grado leve y
límite, ya que estas pasan inadvertidas más fácilmente entre la población infantil no escolar, sobre
todo en las primeras etapas del desarrollo.

Las personas con deficiencia mental necesitan apoyo y mediación de otros para
aprovechar su experiencia y responder eficientemente a situaciones nuevas.

1.1. Clasificación de la deficiencia mental

A pesar de lo anterior, necesariamente hay que abordar los grados de la deficiencia mental y las
características de cada grupo, en el entendido que pueda ser una información relevante a la hora
de programar el trabajo educativo.
Si bien existen distintos criterios para determinar los grados de afectación de la deficiencia mental,
aún se impone el criterio psicológico, utilizándose el C.I. (coeficiente intelectual) para la
clasificación de la deficiencia mental.
Atendiendo al C.I., existen cinco niveles o grados de deficiencia mental propuestos por la
Asociación Americana para la Deficiencia Mental y la Organización Mundial de la Salud, de los
cuales se describirán dos que corresponden a aquellos niños que comúnmente se integran
en la enseñanza regular:
1. Deficiencia mental ligera o leve (C.I. entre 55- 69/70): Desarrollan habilidades sociales y
de comunicación; se adaptan e integran al mundo laboral. Presentan un mínimo retraso en
las áreas perceptivas motoras. Presentan dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura
y cálculo. En general alcanzan una autonomía normal.

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2. Deficiencia mental moderada o media (C.I. entre 40 y 54): Adquieren hábitos de
autonomía personal y social. Aprenden a comunicarse mediante el lenguaje oral, aunque
suelen presentar dificultades en la expresión oral y en la comprensión de los
convencionalismos sociales. Tienen un aceptable desarrollo motor y adquieren las
habilidades sociales, laborales y tecnológicas básicas para desempeñar algún trabajo
sencillo. Difícilmente llegan a dominar la lectoescritura y el cálculo.
Una clasificación que requiere una explicación aparte es aquella que se refiere a los “límite o
bordeline” (en Chile también se dice limítrofes) cuyos C.I. fluctúan entre los 68 /70, y 85. Hay
discrepancia entre los diversos autores en cuanto a si deberían o no formar parte de esta
clasificación de deficientes mentales. En realidad no puede decirse que sean deficientes mentales,
ya que son niños con muchas posibilidades, que tan sólo manifiestan un retraso en el aprendizaje o
alguna dificultad concreta de aprendizaje. Muchos de estos niños provienen de ambientes con
deprivación sociocultural, es decir, con carencias de estimulación por parte de los padres o adultos
a cargo del niño.
1.2. Causas de la deficiencia mental
Como otros déficit, las causas se pueden organizar en factores genéticos y factores extrínsecos.
 Factores genéticos: La deficiencia mental viene determinada por los genes o herencia
genética, incluso antes de la concepción.
 Factores extrínsecos: Estos factores pueden ser perinatales (afecciones antes del
nacimiento), neonatales (infecciones durante el momento del parto o recién nacido, aplicación
indebida de fórceps, niños prematuros, etc.), postnatales (afecciones después del parto, tales
como meningitis, encefalitis; factores ambientales, es decir, que no se detecta patología
orgánica).
Existen también algunas de las causas extrínsecas que se pueden derivar de situaciones de
deprivación sociocultural, es decir, de un conjunto de condiciones deficitarias de carácter ambiental
y personal que influyen de manera decisiva en el desarrollo del niño y en su proyección en la
actividad escolar. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en aquellos niños que provienen de sectores
más desfavorecidos en cuanto a su situación socioeconómica, en donde las personas adultas
(padre, madre u otra persona a cargo del niño) que los rodean presentan dificultades para
transmitir las tradiciones propias del grupo al que pertenecen, presentan poco interés en las tareas
escolares de sus hijos, tienen una actitud pasiva y pesimista, y carecen de metas para sí mismos y
para sus hijos.
De acuerdo a la evaluación psicométrica, pueden ser considerados deficientes mentales leves, los
niños provenientes de grupos familiares con una fuerte deprivación sociocultural.
Estos niños pueden mejorar considerablemente su condición, a través de programas educativos
adaptados y con la incorporación de la familia al proceso pedagógico. Además, se requiere una
escuela que tenga altas expectativas con respecto a las potencialidades de sus alumnos y que su
profesorado se sienta motivado y con interés por aprender.

2. CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS CON DEFICIENCIA MENTAL

Los niños con deficiencia mental, así como aquellos que presentan otros déficit, muestran una gran
variabilidad en su conducta personal y social, las que están influidas por la estimulación de su
medio ambiente, por la propia condición de su discapacidad y otros concomitantes. Es difícil
identificar características que sean semejantes para todo el grupo. No existen dos personas
deficientes que posean las mismas experiencias ambientales ni la misma constitución biológica.
Estas características condicionan la respuesta educativa, por lo que su desconocimiento o no
consideración en la programación escolar, afectará el aprendizaje del niño.

2.1. Aspectos cognitivos

Intentaremos presentar las características cognitivas del niño(a) con deficiencia mental, desde un
enfoque curricular y contextualizadas en la escuela, considerando a esta última como posible factor
determinante de dichas necesidades educativas especiales.

4
 Presenta dificultades en la percepción de la información del entorno causada por una
disminución en sus capacidades de atención y captación sensorial. Por ejemplo, no registra los
estímulos del entorno, no pone atención para escuchar las instrucciones.
Necesita que se le organicen actividades breves y variadas, y que los objetivos sean a corto
plazo.
 Presenta dificultades en la organización de la información, provocada por una insuficiente
comprensión y percepción del entorno y de la memoria (almacenamiento de la información). Por
ejemplo: capta una parte de la información, no relaciona los distintos estímulos entre sí y
comprende parcialmente las instrucciones, por lo cual olvida lo que aprendió fácilmente.
Necesita mejorar su memoria haciendo más ejercitación y práctica. Necesita una adecuada
organización de los contenidos (cuadros esquemáticos, pequeños mapas conceptuales,
etc) y apoyo por parte de otro compañero.
 Tiene dificultades en la capacidad de responder adecuadamente a las exigencias del
entorno. Presenta una disminución en las capacidades de concentración, planificación y toma
de decisiones. Por ejemplo, se le hace difícil organizar el tiempo, puede mantenerse en una
actividad sin darse cuenta de que tiene otras tareas que desarrollar; le cuesta ordenar las
acciones paso a paso, primero esto, después esto otro. Esto se observa claramente en los
juegos y en las tareas escolares.
Necesita ayuda para relacionar los contenidos con situaciones de la vida diaria,
especialmente aquellos referidos a procedimientos, normas y actitudes. Necesita establecer
horarios y rutinas con el apoyo de letreros y señales.

El niño con deficiencia mental tiene dificultades para responder adecuadamente a las
exigencias del entorno, presentando una disminución en la capacidad de concentración,
planificación y toma de decisiones.

 Tiene dificultades en la formación de conceptos y procesos intelectuales superiores. Esta


es, sin duda, la fuente más amplia de dificultades. Por ejemplo: extraer o deducir una
información de un contexto o experiencia; establecer generalizaciones de los conocimientos y
experiencias vividas en el aula, hacia la vida cotidiana y a otros contextos laborales o
comunitarios.
Necesita oportunidades para aplicar los aprendizajes en distintos contextos (escuela,
hogar y comunidad) y asociar los nuevos conceptos con objetos, láminas, fotografías, etc.
Requiere apoyo para representar la realidad través de distintas modalidades: lenguaje,
dibujos, dramatizaciones, imaginación.
 Presenta lentitud en la adquisición y dificultades en el uso del lenguaje. Por ejemplo: su
vocabulario es bastante pobre, lo que no le permite comprender el lenguaje normal utilizado por
el profesor; posee un lenguaje más concreto que los demás niños de su edad.
Necesita explicaciones con apoyo ilustrado y ejemplificaciones concretas para que
comprenda el significado de las palabras y frases. Es necesario hacerle escuchar historias,
favorecer respuestas orales, completar cuentos, inventar finales, debatir con otro
compañero, confeccionar letreros de apoyo, etc.
 Presenta dificultades provenientes del fracaso para dominar técnicas de estudio. Por ejemplo:
falta de conducta de anticipación, adelantarse a lo que vendrá, priorizar y secuenciar las
acciones, uso de estrategias de subrayado, de esquemas, síntesis, etc.
Necesita supervisión frecuente del profesor.

 Presenta dificultades para memorizar, debido al insuficiente uso de claves de apoyo para
ayudarse a recordar. Esto se relaciona con la falta de estrategias metacognitivas y con la no
utilización de estas estrategias en el aula, por parte de los profesores.
Necesita símbolos y letreros que él asuma como propios, tanto en la escuela como en el
hogar.

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 Presenta dificultades por la insuficiente utilización de estrategias de resolución de problemas
relacionados con el currículo escolar y con la vida cotidiana.
Necesita que, tanto en su casa como en la escuela, le ayuden a ejercitar los pasos de la
resolución de problemas a través de situaciones reales.

Actividad de Aprendizaje 2

1. Muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida hemos presentado algunas de las
dificultades cognitivas que recién hemos visto. ¿Qué o quién te ayudó a superarlas?

2. ¿Identificas a alguno de tus alumnos con alguna de estas características? Descríbelas.

3. Busca una actividad de aprendizaje para el subsector de Educación Matemática, que


facilite que el alumno mejore sus habilidades dentro de la sala de clases.

4. Trata de identificar las necesidades educativas de tus alumnos y busca estrategias y


actividades para apoyarlos en sus aprendizajes.

2.2. Aspectos sociales, afectivos y de autonomía

En este ámbito es frecuente encontrar alteraciones del comportamiento y adaptación social en la


sala de clase provocadas en parte por una inadecuada metodología de trabajo.
El niño deficiente mental necesita una planificación de la clase que diferencie los ritmos de
aprendizaje de los alumnos, una dosificación de las actividades de la clase, respetando las
necesidades de desplazamiento, una combinación de trabajo individual y grupal, y una entrega de
reforzamientos sociales oportunos, entre otras cosas. Todos estos son factores que ayudarán al
comportamiento social del niño con deficiencia mental.
Por el contrario, al sentirse poco considerado y estimulado puede llegar a crear situaciones de
desorden, alterando el funcionamiento de la clase.
Como se le hace muy difícil adaptarse a nuevas situaciones, el faltar a clases muy a menudo
afecta el comportamiento del niño con deficiencia mental, pierde el vínculo afectivo con sus pares y
con la profesora, retrayéndose y/o violentándose. Así también las inasistencias del profesor a
clases, los cambios ocasionales de una sala a otra sin una adecuada explicación, también son
causa de dificultades en sus interacciones sociales, por el esfuerzo e inseguridad que le significa.
También es afectado este ámbito cuando no están bien establecidas las normas y reglas de
comportamiento y no han sido explicitadas claramente para él a través de letreros, cuadros de
control murales, etc. Este tipo de niño tiene tendencia a un menor control interno y a un bajo
autocontrol, sobre todo ante situaciones complejas que exigen un mayor esfuerzo de comprensión.
Las dificultades de interacción social y las insuficientes habilidades de adaptación (ver recuadro)
que el niño con deficiencia mental presenta, en gran medida tienen relación con las actitudes sobre
protectoras de los adultos que están a su alrededor.

Habilidades de adaptación

Se definen como aquellas que son necesarias en la vida diaria para convivir, trabajar y jugar en la
comunidad. Entre ellas se incluyen habilidades en la comunicación, cuidado personal, destrezas
sociales para participar en actividades recreativas, para cuidar de la propia salud y seguridad,
claridad en los objetivos personales, en el funcionamiento académico, utilización de las
instituciones de la comunidad y del trabajo.

Según los apoyos que haya recibido y el contexto en que el niño con deficiencia mental se haya
desarrollado, puede ser eficiente en la gran mayoría de estas habilidades de adaptación o tendrá
serias falencias y dificultades para ejercerlas.

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A los refuerzos sociales, hay que incorporar refuerzos verbales, es decir, mensajes directos y
precisos de modo de ayudar al niño a internalizar el comportamiento.
Una estrategia mediadora que apoya a este proceso es hacer que el niño acompañe el
comportamiento con la verbalización de la instrucción. Ejemplo: “Voy a sentarme”. “No voy a
molestar a Juanito”.
Otra de las dificultades genéricas que afectan a los niños y a las personas con deficiencia mental
es el insuficiente desarrollo de las habilidades sociales. Ejemplo: saludar oportunamente y no cada
vez que vea a la persona; escuchar y llevar el ritmo de la conversación (nivel pragmático del
lenguaje); empatizar con el otro, ponerse en la situación del otro.

Actividad de Aprendizaje 3

1. Una vez leído este capítulo y visto el programa de la televisión, elabora un cuadro
sinóptico con las principales características de los niños con deficiencia mental. Este
ejercicio le ayudará a encontrar estrategias pedagógicas más adecuadas para responder
a sus necesidades de aprendizaje.

2.3. Síndrome de Down

Los niños y niñas con síndrome de Down presentan distintos grados de deficiencia mental y
poseen características propias que se expresan en la relación social y con el aprendizaje. Por ello
a continuación nos detendremos en algunas de las características de estos niños.
El niño con Síndrome de Down tiene una anomalía cromosómica que implica un cuadro muy
característico. En él se encuentra la presencia de 47 cromosomas en las células, en lugar de las 46
que se encuentran en las personas comunes (ver recuadro).

Un cromosoma de más

Los 46 cromosomas que posee un individuo se dividen en 23 pares, 22 de ellos formados por
autosomas y un par de cromosomas sexuales.

El niño común recibe 23 pares de cromosomas, uno de cada par de su madre y el otro de cada
par de su padre. En el momento de la fecundación, los 46 cromosomas se unen en la formación
de la nueva célula, agrupándose para formar los 23 pares específicos. El óvulo fecundado por esta
única célula crece por división celular. Los cromosomas idénticos se separan y cada uno de ellos
integra una nueva célula. De esta manera, las células formadas mantienen los 46 cromosomas de
forma constante hasta la formación completa del embrión.

En el niño con síndrome de Down la división celular presenta una distribución defectuosa de los
cromosomas: la presencia de un cromosoma suplementario, esto es tres en lugar de dos, en el par
21. Por esta razón se denomina también Trisomía 21.

Es muy difícil aún definir los factores que intervienen para que nazca un niño con síndrome de
Down. Casi todos los especialistas concuerdan en que existe una multiplicidad de factores
etiológicos (causales) que interactúan entre sí, dando lugar a la trisomía. Sin embargo, se
desconoce cómo se relacionan, por lo que siempre hay que tener precaución al hablar de las
posibles causas.
Uno de los factores que se mencionan es la edad de la madre; el nacimiento de niños con
síndrome de Down es significativamente más frecuente a partir de los 35 años; llegando a una

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proporción aproximada del 50% en madres con edad superior de 40 años. No hay información con
respecto al padre.
Otras posibles causas lo constituyen factores externos: enfermedades infecciosas, radiaciones,
contaminación atmosférica, etc.

2.3.1. Aspectos cognitivos

Los niños con síndrome de Down pueden presentar diversos grados de deficiencia mental y, en
general, tienen dificultades para funcionar en todo aquello que requiera operaciones mentales
abstractas. Sus necesidades educativas son muy semejantes a las de otros niños con deficiencia
mental.
Con respecto al lenguaje, el niño con síndrome de Down presenta dificultades en formas y grados
diversos. Sin embargo, está comprobado que el lenguaje sufre un retraso considerable con
respecto a otras áreas del desarrollo. Este retraso que no se relaciona con su capacidad
intelectual, sino más bien con:
- Dificultades respiratorias: mala organización de la actividad respiratoria, falta de potencia y
capacidad para mantener y prolongar la respiración que le dificultan el habla.
- Trastornos fonatorios: implican alteraciones en el timbre de la voz, que se hace más bien grave,
de timbre monótono, a veces gutural.
- Trastornos de audición: entre estos niños existe una incidencia alta de pérdida auditiva, que varía
entre ligera a moderada, lo que hace que la capacidad auditiva, sin estar gravemente alterada, sea
inferior a la normal.
- Trastornos articulatorios, producida por la confluencia de varios factores: hipotonía lingual
(excesiva relajación del músculo de la lengua) y bucofacial (excesiva relajación muscular de boca y
músculos de la cara), malformación del paladar (paladar ojival), inadecuada implantación dentaria,
inmadurez motriz. Comúnmente los niños con deficiencia mental no presentan este tipo de
alteraciones.
Así también, se produce un gran desajuste entre los niveles comprensivos y expresivos, siendo
muy superior el primero. Es decir, el niño comprende más que lo que puede expresar verbalmente.
Incluso, los autores dicen que en cuanto a la comprensión, la evolución de un niño con síndrome
de Down es paralela a la de un niño normal, aunque más lenta.
En el caso de los niños con deficiencia mental sin síndrome de Down, el grado de su deficiencia es
lo que influirá más o menos en el lenguaje.

2.3.2. Aspectos sociales, afectivos y de autonomía

Los niños con síndrome de Down presentarán mayor o menor dificultad en el ámbito social,
afectivo y de autonomía, según el tipo de escolarización que hayan tenido en sus primeros años, el
grado de integración familiar, el trato recibido (sobreprotección, rechazo, aceptación y acogida) y el
nivel de exigencias en cuanto al respeto de normas, entre otras cosas.

El retraso de lenguaje en los niños con Síndrome de Down no se relaciona con su


capacidad intelectual, sino con trastornos respiratorios, fonatorios, auditivos y de
articulación.

De sus aspectos positivos en esta área, se destacan el gusto por el juego, la competición, la
tenacidad, imaginación y deseos de agradar y aprender. Estos factores son muy aprovechables y
es necesario tenerlos en cuenta para trabajar en las actividades escolares.
Algunos factores negativos y obstaculizadores del proceso de aprendizaje son la fatigabilidad
(producto de sus características físicas de falta de tonicidad muscular y de sus problemas
cardiacos), la apatía y la inestabilidad emocional que lo llevan fácilmente a perder la atención y
concentración en la tarea.

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En síntesis, con los niños con deficiencia mental, cualquiera sean sus causas, no se debe perder
tiempo. Mientras más pronto se inicie su educación, mayores logros obtendrá el niño, pudiendo
llegar a ser un adulto integrado al mundo laboral, con una vida personal gratificante y relativamente
autónoma.

Actividad de Aprendizaje 4

1. Describe brevemente una característica cognitiva y una social que influya favorablemente
en los aprendizajes de los niños con síndrome de Down.

a)

b)

3. RECURSOS EDUCATIVOS DE APOYO

Para educar a niños con deficiencia mental en el contexto integrador de la enseñanza básica, se
requiere incorporar estrategias pedagógicas innovadoras, recursos materiales adecuados y
recursos profesionales de apoyo.
Estos recursos pueden estar en la escuela (contexto escuela) o en la sala de clases (contexto
aula).

3.1. Recursos humanos

- Profesor de aula comprometido y capacitado.


- Profesionales de apoyo en la escuela y/o externos (profesores especialistas en deficiencia
mental, psicólogo, fonoaudiólogo y otros si fuese necesario).
- Padres y hermanos colaborando en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
- Otros funcionarios del establecimiento escolar. Alumnos(as) en práctica.

3.2. Contexto escuela

La escuela es una gran fuente de recursos de aprendizaje para los niños con deficiencia mental, en
la medida que adapta e intenciona su quehacer en función de hacer más comprensible el mundo
para estos niños y, seguramente, para muchos otros niños de la escuela. Entre estos recursos
podemos destacar:
 Presentación de diarios murales ilustrados y atractivos, de fácil acceso.
 Implementación de espacios con áreas verdes que acerquen al niño al conocimiento del medio
natural.
 Existencia de espacios con pequeños animales en su hábitat, que faciliten al niño la
comprensión del mundo de los seres vivos.
 Organización de un espacio para mantener materiales didácticos clasificados y ordenados, de
fácil acceso de la profesora/or.
 Formación de equipos de apoderados para elaborar y reproducir materiales.

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 Organización de la comunidad escolar con una concepción participativa y de trabajo
colaborativo, y en función de mejorar los aprendizajes de los alumnos con necesidades
educativas especiales de la escuela.
 Flexibilidad en la organización del tiempo, en la ocupación de los espacios y en la planificación
curricular.
 Participación de otras personas dentro de aula integradora; pueden ser alumnos de cursos más
avanzados, apoderados cumpliendo turnos, asistentes técnicos o paradocentes, personas
voluntarias de la comunidad, etc. Para ello se requiere un breve programa de capacitación de
estas personas, indicando sus funciones, el tipo de relación que deberán establecer con los
alumnos y conocer la dinámica de la sala de clase (sugerencia válida para todas las
discapacidades).

3.3. Contexto aula

En cuanto a los recursos utilizables dentro del aula, más que considerar materiales específicos
(como veremos más adelante para los déficit visual y auditivo), aquí señalaremos criterios de ajuste
de los diferentes materiales a las características específicas que puedan presentar los niños con
deficiencia mental. Estos criterios tienen relación con las exigencias del currículo y el estilo de
enseñanza del profesor.
3.3.1. Características generales del material

 Dificultades en los procesos de abstracción y simbolización.

Para ayudar al niño a transitar desde aprendizajes concretos, manipulativos hacia procesos
simbólicos o abstractos, se presenta un ejemplo de jerarquía de materiales:
1. Objetos de tamaño natural familiares al niño: tazas, pelotas y otros elementos.
2. Objetos de tamaño natural en general más lejanos al niño: silla, mesa, pizarra, cajas y otros.
3. Objetos reales en miniatura: animalitos en su hábitat (granja, zoológico, etc.).
4. Fotos de objetos reales en color: fotos de sí mismo, de miembros de la familia, etc.
5. Fotos de objetos reales en blanco y negro: paseos, barcos, etc.
6. Dibujos de objetos reales en color: cuentos ilustrados, cuadros.
7. Dibujos de objetos reales en blanco y negro: dibujos del cuerpo humano.
8. Dibujos de siluetas de todo tipo de objetos: silueta del cuerpo humano.

 Dificultades en la generalización de los aprendizajes (contextualización y funcionalidad


de los aprendizajes).

1. Utilización de materiales propios de la vida diaria (hogar como recurso de aprendizaje).


2. Utilización de los medios comunitarios como recursos de aprendizaje (comercio, espacios
recreativos, empresas, vías de transporte, kioscos, etc.).

 Dificultades de percepción, atención y motivación.

Ante estas dificultades el material debe hacer llegar la información en forma clara, sin
interferencias, por diversos canales, resaltando los estímulos más relevantes o significativos. Por
tanto, los materiales presentarán los siguientes criterios: ser llamativos, presentar información
precisa, tener formas grandes y, en general, ser muy atractivos.

 Dificultades para aprender de las experiencias cotidianas, seguir pasos lógicos de un


proceso de aprendizaje y trabajar autónomamente.

Para mejorar estos procesos será necesario que se utilicen materiales para secuenciar y reconocer
los pasos lógicos de experiencias cotidianas y de procesos de aprendizaje, así como las maneras
de trabajar autónomamente con ellos.

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Ejemplos: tarjetas con secuencias sobre actividades de la vida cotidiana (levantarse, bañarse,
desayunar, ir a la escuela), secuencias de cuentos, secuencias de trabajos en el aula, etc.

 Aspectos de seguridad, protección, según grado de dependencia del niño.

Para ello es necesario conocer muy bien al niño y revisar acuciosamente cada material, teniendo
en cuenta las limitaciones y controles que sean necesarios.

3.3.2. Ajustes del material

Estos ajustes se relacionan tanto con las competencias del alumno, como también con la toma de
decisiones respecto a priorizar o secuenciar ciertos objetivos o contenidos.
Según lo que se decida se adaptarán también los materiales que se van a ocupar para dichas
actividades de enseñanza-aprendizaje. Pero, generalmente, los materiales no son específicos o
diferentes de los habitualmente utilizados con la generalidad de los alumnos. Más bien puede
variar la “complejidad del material”, manteniendo aquellos elementos que lo hacen más
normalizador.
Algunos ejemplos de ajustes son:

 Simplicar el vocabulario de un cuento, acortar las guías de aprendizaje, hacer preguntas


cortas y en lenguaje sencillo.
 Utilizar tarjetones con dibujos y letras para la enseñanza de la lectura.
 En una segunda etapa, utilizar letras sueltas y sílabas sin dibujo.
 Para escribir, utilizar lápices anchos o plumones, cuadernos de dibujo inicialmente, para
que aprenda a inhibir el trazo, progresivamente, sin inhibir su entusiasmo.

3.3.2. Ajustes entre material y metodología

Este es un aspecto relevante. En efecto, muchos materiales para trabajar con niños con deficiencia
mental no se diferencian tanto de aquellos que usan los demás alumnos. La diferencia está en el
uso funcional que se hace de ellos.
Los materiales se utilizan en directa relación con la metodología que se lleve a cabo: si se va a
trabajar en grupo o en forma individualizada, si se cuenta con ayuda de otro profesional o de los
padres. En general, más que hablar de materiales específicos, en la situación de los niños con
deficiencia mental, habría que hablar de metodologías adecuadas.
Si bien aquí no podemos extendernos en estos aspectos, se recomienda que la metodología que
se utilice considere algunos de los siguientes criterios generales:
 que sea sistemática, bien planificada y persistente en el tiempo;
 que sea inclusiva, es decir, que en algunos de los momentos de la clase se incorpore a
todos los alumnos del curso (si no se puede en toda la clase);
 que sea activa y participativa, es decir, que el niño tenga oportunidad de elegir entre
dos materiales, entre dos o tres colores, entre dos actividades parecidas, etc.;
 que tenga momentos de trabajo autónomo (uso de carpetas y espacios propios) y
momentos de aprendizaje con apoyo de un compañero (aprendizaje cooperativo).

Actividad de Aprendizaje 5

Modelo de adaptación de materiales

Criterio: Simplificar el material y agregar material concreto de apoyo.


Curso: NB 1
Subsector: Educación Matemática.
Objetivo del curso: Comprender la cantidad representada por cada número en diversos contextos

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y situaciones.
Material para el curso: Cuaderno, lápices grafito y de colores. Los alumnos reciben tarjetas con
números en el ámbito de 0 - 100, ellos leen cada tarjeta y dibujan conjuntos de acuerdo a cada
número.
Material para alumna con deficiencia mental: Tarjetas con números en el ámbito de 0 – 50; lee el
numeral y dibuja conjuntos de acuerdo a cada número que aparece en las tarjetas, con apoyo
verbal de la profesora. Se puede agregar material de fichas para ayudarle a contar.

A partir del modelo aquí presentado, realiza los siguientes ejercicios:

1. Elige un objetivo del subsector de Educación Matemática.

2. Define el material que el curso va a utilizar (puede ser una guía de aprendizaje, resolución
de problemas, etc.).

3. Adapta ese material para una niña con deficiencia mental leve.

4. ADAPTACIONES CURRICULARES

4.1. Sugerencias generales


Como ya se definió en el capítulo 1, las adaptaciones curriculares son aquellas que se refieren a
hacer cambios significativos o menos significativos en algún aspecto del currículo (objetivos
fundamentales, contenidos, metodologías, estrategias o actividades, evaluación) para responder a
las necesidades educativas especiales de los niños y niñas.
En el caso de los niños con deficiencia mental, como criterio general para elaborar las
adaptaciones curriculares es probable que se requiera cambiar la temporalización de los objetivos
y contenidos, de modo de darles más tiempo para que los logren. Así, por ejemplo, los mismos
objetivos se alcanzan en dos o tres años, modificando la metodología de la enseñanza.
También es necesario establecer una jerarquía de objetivos y contenidos. Por ejemplo: en el
subsector del lenguaje, los más relevantes y prioritarios son la lectura y escritura; en matemáticas,
la numeración y la operatoria.
Otro aspecto a considerar en estas adaptaciones es realizar una buena secuenciación y
simplificación de contenidos, ordenándolos en complejidad creciente y en unidades pequeñas, de
modo que el alumno tome conciencia de sus progresos.
Por ejemplo, para el siguiente contenido: números naturales 0-999 como identificadores,
cuantificadores y ordenadores. Para el alumno deficiente mental se puede secuenciar en: números
naturales 0-10 y trabajar en ese ámbito hasta que logre comprender conceptos de cantidad,
sentido ordenador de la numeración, etc. Así, se puede avanzar aumentando el ámbito
gradualmente.

4.2. Sugerencias específicas

- Entregar instrucciones claras, cortas y secuenciadas, de manera que el niño sepa lo que
viene ahora y después.
- Realizar una adecuada división de la tarea que se le solicita, teniendo siempre presente
explicar el propósito de la tarea y su significado. El profesor tendrá que volver constantemente al
significado y propósito de la actividad Por ejemplo: “Estamos conociendo los distintos medios de
transporte de personas. ¿Por qué tenemos que conocer los medios de transporte? ¿De qué nos
sirve conocerlos?
- Seleccionar el estímulo relacionado con el tema de la clase, que más despierta el interés
del niño, mantenerlo cerca mientras realiza la actividad.

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- Evitar exponer al niño a una gran cantidad de estímulos, sin propósitos claros, pues esto lo
llevará a distraerse, irritarse y dejar la actividad.

4.3. Lenguaje y Comunicación

Se ha explicado largamente el desarrollo más lento que, en general, se da en el lenguaje, tanto


comprensivo como expresivo de estos niños. Esto lentifica el proceso de enseñanza y aprendizaje
de la lectoescritura. Es probable que se requiera más de dos años para que los niños con
deficiencia mental aprendan a leer y escribir.
Para avanzar en este subsector es necesario enfatizar el mejoramiento de la comprensión y del
vocabulario, así como también intencionar los procesos de generalización a través de una
multiplicidad de actividades encaminadas al logro de un mismo objetivo. Se trata de distintos
caminos para una misma meta.
Entre algunas sugerencias generales podemos destacar:
- Estimular el lenguaje oral: nominar, describir, narrar, utilizando materiales ilustrado,
cuentos, vivencias de la comunidad (material del programa de las 900 escuelas, por
ejemplo).
- Acompañar con actividades que apunten hacia el mejoramiento de la orientación espacial y
temporal, de la coordinación visual y motora, y de la atención y concentración. Ejemplo:
partes del cuerpo, orientación izquierda y derecha en sí mismo, en otros y en el espacio.
- Utilizar tarjetas con dibujos y letras; acompañar los signos con ilustración es una buena
estrategia. Llevar al alumno a asociar signo y símbolo (dibujo) y hacer esta relación lo más
explicita posible.
- Pedir el apoyo de los compañeros del curso (pueden ir rotándose) para que le vayan
leyendo lentamente mientras él sigue la lectura. También pueden compartir sus
apreciaciones y comentarios sobre la lectura. Estas actividades no sólo ayudan al niño a
mejorar su expresión oral, a mejorar su vocabulario y comprensión lectora, sino que
además se enriquecen su formación valórica y social y la de sus compañeros, pues
aprenden a escuchar y a respetar la opinión de otros.

La escritura también suele requerir algunas consideraciones específicas. El ritmo es más lento en
algunos (niños con síndrome de Down, por ejemplo), pero en otros no hay muchos problemas.
Sugerencias: que el niño realice muchos ejercicios de dibujos en forma libre al comienzo, ojalá en
los niveles de educación parvularia. Algunos autores aconsejan enseñar a escribir, previo un
aprestamiento psicomotor; es decir, haciendo que el alumno ejecute los trazos en el suelo y en
forma amplia, caminando, haciendo rondas, tendido en el suelo con el cuerpo hacer la “C”, por
ejemplo. Luego pasarlo a trabajar en cuaderno de dibujo, con lápices de colores gruesos, y
posteriormente llevarlo a escribir en un cuaderno universitario.

Actividad de Aprendizaje 6

1. Planifica una clase de acuerdo al modelo de planificación que te proponemos a


continuación:

Subsector: Lenguaje y Comunicación.


Curso: Tercer año básico.
Alumno: Rogelio, 10 años, deficiencia mental leve.
Objetivo General para el curso: “Escribir y leer con destreza textos que contengan a lo
menos seis párrafos con tres oraciones cada uno, respetando aspectos básicos de la
lengua”.

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Competencias del Objetivos específicos Secuencia didáctica- Evaluación
alumno integrado: para el alumno actividades
integrado
- Se comunica, a
pesar de presentar
dificultades de
articulación.
- Escribe copiando y
utilizando letra
imprenta.
- Se apoya con líneas
gruesas que le marca
un compañero.
- Copia palabras de
tres sílabas utilizando
MPSLDCRy
vocales.

4.4. Educación Matemática

Los criterios generales sobre adaptaciones curriculares también tienen que ser considerados al
decidir qué tipo de adaptaciones serán necesarias en este subsector para el niño en forma
particular.
Hay que recordar que las adaptaciones son estrategias de individualización de la enseñanza y
responden a las necesidades educativas especiales de cada alumno (en este caso, al niño con
deficiencia metal).
Este subsector posee grandes exigencias relacionadas con un razonamiento lógico-matemático,
que es más abstracto. Por ello, es necesario incorporar gran cantidad de materiales concretos al
inicio de la escolaridad para, progresivamente, disminuir y reemplazar por símbolos.
En este sector es necesario jerarquizar los objetivos y contenidos, dándole más importancia a la
numeración y la operatoria.
A través de objetos de la vida diaria, se debe ayudar al niño a:
- Descubrir las relaciones entre los objetos (taza---plato; pie---zapato; cabeza—sombrero,
etc.).
- Relacionar objetos y números (una pera - número 1).
- Agrupar objetos según criterios (color, forma, tamaño).
- Establecer relaciones de cantidad (más – menos; igualdad: este grupo tiene más fichas).
- Establecer relaciones de diferencias y semejanzas (este conjunto es rojo, este es azul,
este conjunto es igual en tamaño y diferente en color, etc.).
- Establecer relaciones entre cantidad y numeral; a nivel concreto y (entre objetos) simbólico
(dibujos de pelotitas, luego el número).

Es importante seguir una secuencia que progresivamente lleve al niño a lograr los objetivos. Esta
secuencia es paso a paso, más lenta que para los demás alumnos y requiere mayor cantidad
de materiales concretos e ilustrados de apoyo.
Se recomienda utilizar la teoría de conjuntos para el aprendizaje de este subsector. Además, es
conveniente relacionar los conceptos de cantidad con la percepción espacial. Ejemplo: más
grande, ocupa más espacio; más pequeño, casi no ocupa espacio.
En general la enseñanza deberá enfocarse desde un punto de vista funcional y práctico, ya que
incidirá en un buen desenvolvimiento social del niño. Ejemplo: uso del dinero, resolución de

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situaciones prácticas del cálculo operativo en situaciones concretas, mucha utilización de material
concreto, etc.

5. EVALUACIÓN Y PROMOCIÓN

Como parte del currículo, también la evaluación es adaptada a las necesidades educativas del
alumno y debe ser coherente con la programación curricular individualizada propuesta para él.
En la propuesta curricular adaptada que se planifique para el niño con deficiencia mental, la
evaluación está incorporada como parte del proceso. Esta se realizará en los mismos tiempos en
que se aplique la evaluación del curso, sin embargo, si el niño lo necesita, se le puede dar más
tiempo para que termine su prueba.
El niño puede ser apoyado o asistido durante la prueba, lo que no significa que se le den las
respuestas. Se trata de orientarlo en cuanto a instrucciones específicas como dónde poner la
respuesta, qué tiene que remarcar, etc.
Los instrumentos a utilizar pueden ser:

- Pruebas informales adaptadas: con instrucciones más breves, acompañadas de dibujos,


letra un poco más grande y más separada.
- Objetos concretos y una secuencia de acciones o lista de cotejo de lo que se espera que el
alumno ejecute. En general los profesores básicos utilizan estos instrumentos
frecuentemente. La adaptación aquí es del material y del nivel de complejidad de lo que se
quiere evaluar.
- Observación directa y registro de observación: este es el mejor material para conocer a un
niño y es aconsejable que los profesores lo usen con más frecuencia y que lo puedan
cruzar con otras observaciones realizadas por los padres u otros profesores.
- Observación y evaluación de la producción del niño, previa elaboración de algunos
indicadores. Ejemplo: escribió sobre la línea, enlaza las letras formando sílabas, deja
separaciones entre las palabras, etc.

Durante la realización de pruebas, este niño debe ser apoyado, de manera que pueda
entender claramente las instrucciones y, si lo necesita, contar con más tiempo para
responder.

La modalidad de evaluación debe considerar a lo menos dos actividades diferentes. Se debe


propender a combinar la evaluación formal (prueba escrita) con actividades de aplicación funcional
del contenido (dramatizaciones, salidas a la comunidad, problemas orales contextualizados).
Es aconsejable que la evaluación considere:
- Interés, motivación esfuerzo por lograr los objetivos: una nota.
- Nivel de autonomía: una nota.
- Logro de aprendizajes propiamente tales: una nota.
La evaluación final será el promedio aritmético de estas tres dimensiones.
Los resultados de las evaluaciones serán compartidos con el alumno, de modo de comprometerlo
en su aprendizaje.

6. HÁBITOS DE HIGIENE Y ALIMENTACIÓN

La educación en hábitos de higiene y alimentación suele verse interferida por la actitud


sobreprotectora de la familia o por el descuido en que a veces viven estos niños.
La labor de las educadoras de párvulos y de los profesores de los primeros años de enseñanza
básica es fundamental para influir positivamente en los padres y personas que cuidan al niño. En
esto sentido, deberán enseñarles a establecer con claridad las reglas y normas de convivencia
social, así como también los sistemas de refuerzo social (afecto, una sonrisa, aplausos, felicitarlo
en público, etc.) que son un buen mecanismo de control externo, sin tener que acudir a premios
concretos.

15
La escuela puede tener un efecto muy favorable en las posibilidades futuras del niño al lograr que
adquiera una buena formación en estos aspectos. Una de las maneras en que las personas con
deficiencia mental adultas logran incorporarse mejor al mundo laboral y social, es a través de sus
habilidades y competencias personales, pero también a través de su presentación personal,
cuidado de su salud y bienestar.
El desarrollo de este tipo de habilidades y competencias (vestuario, alimentación y otros aspectos
de la vida social) en personas con deficiencia mental se enfoca desde el principio de
normalización. Este principio se define como la utilización de medios culturalmente normativos
(familiares, técnicas valoradas, instrumentos, métodos) para permitir que las condiciones de vida
de una persona (ingresos, vivienda, servicios de salud, etc.) sean al menos tan buenas como las
de un ciudadano medio. Con ello también se pretende mejorar y dar soporte en la mayor medida
posible a su conducta (habilidades, competencias, etc.), apariencia (vestido, higiene, etc.),
experiencias (adaptación, sentimientos, etc.), estatus y reputación (etiquetas, actitudes de los
demás, etc.).2
Esto se puede lograr a través del modelado paso a paso de ciertas rutinas de aseo, en conjunto
con otros compañeros. El estar integrado es un factor muy positivo también para la formación de
estos hábitos, ya que son exigencias para todos los niños del curso. Así, las habilidades de sus
compañeros pasan a ser un modelo permanente de comportamiento que ayudará a instalar estas
rutinas de alimentación y aseo normalizadoras.
En general, en la educación de hábitos y de habilidades sociales, las estrategias de imitación y de
modelado son muy valiosas y efectivas, siempre que sean fuertes, sistemáticas y muy bien
reforzadas con el afecto y la aprobación social.
Algunas estrategias para instalar los hábitos de higiene, son:
- Cuadro de control mural que indique en forma precisa y breve lo que se le exige al niño:
peinarse, lavarse los dientes, etc.
- Dramatizaciones sobre técnicas de aseo.
- Conversaciones con el curso, ojalá todos los días unos minutos, sobre algún tema
relacionado con el aseo y la presentación personal.
En cuanto a la alimentación, en algunos niños aparentemente no hay un control interno del
hartazgo (de quedar satisfecho), y pueden comer y comer. En estos casos hay que tener un control
muy cercano y advertir a los padres para que controlen y guarden la comida, y si es necesario,
buscar apoyo médico para inhibir esa ansiedad de comer. Generalmente esto ocurre en edades
entre los seis y los diez años. Si están bien apoyados por sus familias, y la escuela le ofrece una
variedad de actividades para que participen, es muy probable que ese comportamiento
desaparezca.

SÍNTESIS

La deficiencia mental es producida por un déficit en la inteligencia del niño que provoca otros déficit
no estrictamente intelectuales, pero sí relacionados; en particular, incluye comportamientos
sociales no adaptados a las exigencias del entorno. La conjunción de estos dos elementos es lo
que define la deficiencia mental.
Al definirse como un déficit en la inteligencia, las características de funcionamiento cognitivo se ven
descendidas y lentificadas de acuerdo a los distintos grados que ella implica y a la influencia del
ambiente sociocultural en que el niño se desarrolla.
Las dificultades en las habilidades adaptativas se ven agravadas por el comportamiento que el
contexto familiar y escolar tiene con respecto a los niños con deficiencia mental.
Los niños con Síndrome de Down poseen características muy similares a los niños con deficiencia
mental, sin embargo, presentan mayores dificultades en el ámbito del lenguaje expresivo que estos
últimos. Por otra parte, se aprecia en ellos un considerable mejor nivel en su lenguaje comprensivo
con respecto al de los niños con deficiencia mental, de rangos semejantes.

2
Wolfensberger, 1986, pág. 15, citado en Jiménez, 1999, pág. 110.

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Los elementos que les permiten a los niños con deficiencia mental acceder al currículo común,
implican adaptaciones en los materiales didácticos, en las estrategias metodológicas y en el
currículo.
A la hora de definir y diseñar las adaptaciones curriculares es importante considerar los criterios de
simplificación, secuenciación, jerarquización y temporalización de los contenidos y de los objetivos
del plan de estudio correspondientes al curso al que pertenece el niño con deficiencia mental.

GLOSARIO

Coeficiente intelectual: Este concepto fue introducido por Stern y es el resultado de dividir la edad
mental (cifra que surge después que el niño ha sido sometido a un test estandarizado de
inteligencia) por la edad cronológica y luego multiplicarlo por 100. El resultado arroja una
cifra que indica el nivel de funcionamiento o capacidad mental de la persona.

Comportamiento adaptativo: Es el conjunto de habilidades que son necesarias en la vida diaria


para convivir, trabajar y jugar en la comunidad.

Bibliografía

Bautista, Rafael. Necesidades Educativas Especiales (Compilación). Ediciones Aljibe, España, 1993.

Blanco, R. Sotorrio B. La integración en el ciclo medio. Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid, España, 1998.

Blanco, R. Orientaciones para evaluación de niños con necesidades educativas especiales. Documento de apoyo. Chile,
1996.

Giné, C. Necesidades educativas especiales y sus implicaciones en Educación y Evaluación. Apuntes conferencia
Universidad Diego Portales, Chile, 1996.

González, M.A. El currículo en talleres en un centro de integración. Editorial Popular, España, 1988.

Hegarty, S. Educación de niños y jóvenes con discapacidad. UNESCO, 1994.

Heward, William L.; Orlansky, Michael D. Programas de Educación Especial. Tomo 1 y 2, Ediciones CEAC, 1992, España.

Jiménez Martínez, Paco; Vila Suñé, Montserrat. De educación especial a educación en la diversidad. Ediciones Aljibe,
Málaga España, 1999.

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especiales. 1991.

Muntaner, Joan. La sociedad ante el deficiente mental. Normalización, Integración educativa, Inserción social y laboral.
Editorial Narcea, España, 1998.
Van Steelandt, D. La integración de niños personas con discapacidad de la educación. 1991.

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