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ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

Índice
Paginas

Presentación 3
Introducción 4
Objetivo general 5
Objetivo especifico 6
1- Historia 7
2-Síntomas Enfermedad de Alzheimer 8
Etapas y síntomas de la enfermedad de Alzheimer 9
3- Causas de la Enfermedad de Alzheimer 9
4-Manifestaciones motoras, y características no motoras 10
5- Efectos secundarios la Enfermedad de Alzheimer 11
6- Factores de riesgo de las enfermedades Alzheimer 11
7-Los posibles factores contribuyentes 12
8-Diagnóstico 13
Diagnóstico de demencia de Alzheimer 13
9. Escenarios de la escala de evaluación de la enfermedad. 13
10- Tratamiento 14
Síntomas cognitivos: Tratamientos con medicamento 14
Síntomas de comportamiento: Causas y tratamientos 14
11-Diagnóstico 15
Exploración física y neurológica 15
Análisis de laboratorio 15
Análisis neuropsicológicos y del estado mental 15
Diagnóstico por imágenes del cerebro 15
Pruebas de diagnóstico futuras 16
12-Evaluación. 16
Aspectos clínicos de la EA 16
13 - Rehabilitación. 17
Tratamientos Preventivos Farmacológicos 17
Conexión Cabeza-Corazón 18
Ejercicio Físico y Dieta 18
Conexiones Sociales y la Actividad Intelectual 18
Traumatismo Craneal 18
14 -Prevención 18
15-Avances para la cura de la enfermedad del Alzheimer en los últimos 5 años 19
Los 10 últimos avances en la lucha contra el 20
Conclusión 23
Bibliografía 24
Anexos 25

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Universidad Abierta Para Adultos (UAPA)
Tema:
Trabajo final (Enfermedad Enfermedad de Alzheimer)

Facilitadora:
Dra: Providencia Hernández

Participante:

Matricula:

Fecha:

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Introducción
La demencia es un síndrome clínico caracterizado por un deterioro adquirido que afecta
a más de un dominio cognitivo, que representa un declinar respecto a un nivel previo y
que es lo bastante grave para afectar al funcionamiento personal y social. En la mayoría
de los casos se añaden síntomas conductuales y psicológicos.

Todos los estudios epidemiológicos han confirmado que la edad es el principal factor
de riesgo para el desarrollo de una demencia; de manera que tanto la prevalencia como
la incidencia prácticamente se duplican cada 5 años a partir de los 65 años de edad

.1 Dado el incremento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento de la


población en los países desarrollados y en vías de desarrollo, se comprende que la
demencia represente un enorme reto para los sistemas de salud públicos de esas
sociedades. Diferentes revisiones sistemáticas (RS) sobre estudios.

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Objetivo general
Facilitar información y orientación a las personas que sufran síntomas de la Enfermedad
de Alzheimer o que deseen una asistencia preventiva de la misma, así como a los
familiares y allegados de las mismas; proporcionar y procurar asistencia sanitaria y
técnica a las personas que se encuentren afectadas por la llamada Enfermedad de
Alzheimer y otras demencias, bien en centros y establecimientos de la propia
Fundación, bien mediante conciertos y acuerdos con Centros hospitalarios
institucionales o centros privado

Ofrecer ayuda y apoyo a los familiares y afectados de Alzheime y otras demencias.


Sensibilizar a los ciudadanos, organismos privados, instituciones y administraciones
públicas para que se interesen y resuelvan los problemas que esta Enfermedad plantea al
enfermo, su familia y a la sociedad en general

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Objetivo especifico

 Favorecer la ralentización del deterioro cognitivo y físico de los afectados


de demencia a través de los servicios de estimulación, favoreciendo la
preservación de las capacidades el máximo tiempo posible y potenciando
su funcionalidad y autonomía.
 Contribuir a mejorar y amortiguar las alteraciones conductuales y
anímicas que las demencias provocan, favoreciendo el sentimiento de
utilidad, el refuerzo positivo y la promoción de actividades.
 Reducir el aislamiento social de la persona afectada con demencia.
 Mejorar la calidad de vida del afectado de Alzheimer u otra demencia.
 Prestar asistencia psicológica y moral a los familiares afectados por la
enfermedad de Alzheimer.

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Marco teórico o desarrollo
Enfermedad de Alzheimer
1- Historia
Médicos griegos y romanos asociaron a la vejez con la demencia, pero no fue hasta
1901 cuando el neuropsiquiatra alemán Alois Alzheimer identificó el primer caso de lo
que se conoce hoy como enfermedad de Alzheimer, en una mujer de cincuenta años de
edad, a quien llamó «Auguste D». El investigador hizo seguimiento de su paciente hasta
su muerte en 1906, momento en que reportó el primer caso de la enfermedad que lleva
su nombre. Se trataba de una mujer con deterioro cognitivo, alucinaciones, delirios y
problemas en el habla, cuyo estudio cerebral post-mortem reveló la existencia de atrofia
y cambios en la estructura del mismo.

A inicios del siglo XX, el interés por las demencias disminuyó considerablemente. Se
consideraba que la enfermedad de Alzheimer era una forma rara de demencia presenil.
Incluso en una época tan cercana como los años cincuenta y sesenta, se creía que la
mayoría de las personas que desarrollaban un síndrome demencial después de los 65
años (la llamada “demencia senil”) sufrían de alguna forma de insuficiencia
cerebrovascular, la llamada “demencia arteriosclerótica”.

El diagnóstico de la enfermedad del Alzheimer se reservaba a personas de entre 45 y 65


años con demencia, lo que cambió a partir de 1977, en una conferencia sobre el
Alzheimer, donde se llegó a la conclusión de que el diagnóstico de la enfermedad del
Alzheimer era independiente de la edad.

Desde entonces, el interés por este grupo de enfermedades ha crecido


considerablemente, cuando antes apenas ocupaba una mínima parte de los tratados de
Psiquiatría y Neurología. Entre los factores que han contribuido a ello es el aumento de
la esperanza de vida en todo el mundo, incrementando el número de ancianos.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, es incurable y


terminal, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad.3
Aunque también en raros casos puede ser desarrollada desde los 40 años. Los síntomas
de la enfermedad como una entidad nosológica definida fueron identificados por Emil
Kraepelin,4 mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez
por Alois Alzheimer en 1906. Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de
ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio.

Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base
neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar a la enfermedad
Alzheimer en honor a su compañero.

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Por lo general, el síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero
suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. Ante la sospecha
de Alzheimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conductas cognitivas, así
como neuroimágenes, si están disponibles.

A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y


agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de corto
plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente.

Gradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte.


El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de 7
años, menos del 3% de los pacientes viven más de 14 años después del diagnóstico.

2-Síntomas Enfermedad de Alzheimer

Los signos y síntomas de la enfermedad de Alzheimer

Muchas personas experimentan olvidos o retrasos leves de memoria, que son parte del
proceso normal de envejecimiento. Todos tenemos dificultad ocasional para recordar
una palabra o el nombre de alguien. Sin embargo, una persona con la enfermedad de
Alzheimer u otros tipos de demencia, encontrará estos síntomas cada vez más frecuentes
y graves.

Por ejemplo, cualquiera de nosotros podría olvidar donde colocamos nuestras llaves del
vehículo. Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede colocar las llaves en un
lugar inusual, como el refrigerador. O, él o ella no pueden recordar para que se usen las
llaves.

Los signos que indican la enfermedad de Alzheimer pueden incluir:

 Cambios en la personalidad
 Deterioro en la capacidad de movimiento o al caminar
 Dificultad para comunicarse
 Bajo nivel de energía
 Cambios de estado de ánimo
 Problemas de atención y orientación
 Incapacidad de resolver operaciones aritméticas sencillas

En general, puede ser el momento de solicitar una evaluación por un médico cualificado
para determinar si la pérdida de memoria u otro síntoma en usted o un ser amado, esta:

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Etapas y síntomas de la enfermedad de Alzheimer
Por lo general la enfermedad de Alzheimer avanza gradualmente, con una duración de
dos a 20 años, con un promedio de siete años en los Estados Unidos. Los científicos
ahora saben que la enfermedad de Alzheimer existe en el cuerpo de una persona mucho
antes de que aparezcan los síntomas. Los investigadores llaman a esto la fase preclínica
o pre-sintomática. Una vez que aparecen los síntomas, aumentan en intensidad a medida
que una persona con la enfermedad de Alzheimer va desde la primera hasta las etapas
finales de la enfermedad.

3- Causas de de la Enfermedad de Alzheimer


No existe una causa concreta a la que se le pueda atribuir la responsabilidad de la
aparición de la Enfermedad de Alzheimer. Al contrario, su etiología es multifactorial, es
decir, existen una serie de factores de riesgo, tanto genéticos como ambientales que, al
interferir entre sí, dan lugar a una serie de acontecimientos que resultan en el inicio de la
enfermedad.

Los principales factores de riesgo implicados en la etiopatogenia del Alzheimer


son:
 Influencia genética: Existen varios genes implicados, sobre todo en el tipo de
inicio precoz. En los casos en los que un familiar directo padece la enfermedad,
la probabilidad de que su descendencia la desarrolle es 2-4 veces mayor.
 Edad: El riesgo se duplica cada 5 años. A los 65 la probabilidad de padecerla es
del 10%, llegando hasta el 50% a los 85 años.
 Sexo: Cuestión controvertida. Existe un mayor porcentaje de mujeres que
presentan la enfermedad, sin embargo, se cree que puede ser debido a su mayor
esperanza de vida.
 Escolarización y nivel educativo: La ejercitación cognitiva y el aprendizaje
estimulan la comunicación neuronal (plasticidad Hipertensión Arterial de larga
evolución:
 Antecedentes de Traumatismo Craneal
 Nutrición: Una dieta basada en productos de gran contenido calórico, con altos
niveles de ácidos grasos saturados y/o de ácidos grasos omega 6, están
relacionados con un mayor riesgo de sufrir Alzheimer. Hay dietas especializadas
para la prevención y tratamiento del Alzheimer
 Antecedentes de procesos depresivos o Sd. de Down.
 Otros: Tabaco, estilo de vida sedentaria, diabetes y obesidad.
Es importante mencionar que, obviamente, algunos de estos factores como son la edad,
la predisposición genética o el sexo, no se pueden evitar. Sin embargo, otros muchos
como el sedentarismo, la conducta alimenticia, el hábito tabáquico, etc., son factores de
riesgo potencialmente modificables en los que se debe incidir a la hora de desarrollar

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planes preventivos que promuevan un estilo de vida saludable y un envejecimiento
activo.

En la actualidad no existe ninguna prueba específica para el Diagnóstico de Certeza de


la Enfermedad de Alzheimer, sino que es necesario realizar una valoración integral que
abarque las áreas neurológica, psíquica y física del paciente, para llegar a un
Diagnóstico. De manera general, se realiza una anamnesis completa y se elabora una
Historia Clínica personal que incluya todos los datos de interés para el médico. Del
mismo modo, se lleva a cabo una exploración física integral detallando la funcionalidad
de cada uno de los sistemas y aparatos.

El Neuropsicólogo, por su parte, realiza una batería de pruebas, test y cuestionarios


destinados a valorar el estado cognitivo del paciente. De ser necesario, y tas llegarse a
un consenso entre el equipo médico y el de neuropsicología, se programarán las pruebas
complementarias que dichos profesionales consideren adecuadas.

4-Manifestaciones motoras, y características no motoras.


Hay varias escalas de evaluación que se pueden utilizar como herramientas para
determinar la progresión de la enfermedad. Los criterios para evaluar la enfermedad de
Parkinson se centran en la severidad de las alteraciones motoras y en el grado de
deterioro en las actividades diarias de una persona.
Las escalas de evaluación de uso general, como la de Hoehn y Yahr, se centran en las
alteraciones motoras. Estas alteraciones se evalúan según su severidad en una escala del
1 a 5. En esta escala, dependiendo de las dificultades de una persona para realizar sus
actividades, se asigna un puntaje de 1 y 2 (leve a moderado) en la etapa temprana del
cuadro, puntaje de 2 y 3 (moderado a severo) en la etapa media y un puntaje de 4 y 5
(severo a invalídate) en la etapa más avanzada de la enfermedad.
La Escala de evaluación de la enfermedad de Parkinson (UPDRS) es más completa que
la escala de Hoehn y de Yahr. Toma en cuenta la alteración para la realización de las
actividades diarias, el comportamiento, el humor, las complicaciones cognoscitivas y
los efectos del tratamiento respecto de las alteraciones motoras.

Debido generalmente a la falta de oxígeno (hipoxia) en el hemisferio afectado por el


angioma leptomeníngeo, la mayoría de los pacientes con el SSW sufren hemiparesia. La
hemiparesia es por tanto una condición neurológica que dificulta el movimiento de una
mitad del cuerpo pero sin llegar a la parálisis (hemiplejia). Supone una disminución de
la fuerza motora en el brazo o la pierna del lado contrario al del hemangioma cerebral
afectado. Así, si un paciente tiene afectación cerebral en el hemisferio derecho,
sufrirá posiblemente problemas de hemiparesia izquierda.

La hemiparesia puede ser leve o moderada, en función de su impacto. Se recomienda la


realización de terapias de atención temprana, estimulación precoz y fisioterapia desde
muy pequeños para ayudar al desarrollo psicomotor del bebé. Cuando hablamos del

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niño con hemiparesia, uno de los aspectos que más preocupa tanto a padres como a
profesionales es que sea lo más hábil posible con su mano y que la use (“que la
integre”).

La hemiparesia comúnmente aparece por primera vez después de un episodio de


epilepsia y puede llegar a ser más severa con la recurrencia de las mismas. Sin embargo,
es habitual detectar en bebés, una preferencia demasiado temprana para su edad (la
lateralidad se define en la infancia hacia los 4-5 años de edad) en la utilización del lado
“sano”, lo que suele avisar sobre un posible diagnóstico de hemiparesia del lado
contrario.

5- Efectos secundarios la Enfermedad de Alzheimer


Los efectos secundarios más comunes:

Náusea, diarrea, aumento en la frecuencia de las deposiciones, vómito, debilidad


muscular, pérdida de apetito, pérdida de peso, mareo, somnolencia y malestar
estomacal.
Nota: En el 2007, la FDA aprobó el Exelon Patch (sistema transdérmico de
rivastigmina) para absorber este medicamento a través de un parche para la piel como
una opción para la cápsula oral

Efectos secundarios más comunes:

Estreñimiento, diarrea, gases, pérdida de apetito, dolores musculares o dolor, náusea,


malestar estomacal, congestión nasal, vómito, pérdida de peso, con posible daño
hepático.
Nota: Cognex aún está disponible, pero ya no es comercializado activamente por el
fabricante, debido a los graves efectos secundarios.

6- Factores de riesgo de las enfermedades Alzheimer


Los científicos han identificado factores que parecen jugar un papel en el desarrollo de
la enfermedad de Alzheimer, pero todavía no han llegado a ninguna conclusión firme en
cuanto a las causas exactas de esta compleja enfermedad. Hay probablemente muchos
factores que contribuyen a ello, en lugar de una sola causa.

Edad: El riesgo mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es la edad. Alrededor


del 5 por ciento de los estadounidenses de edades comprendidas entre los 65 y 74, y casi
la mitad de aquellos de 85 años y más, se estima que tienen la enfermedad de
Alzheimer.

Genética: La mayoría de los casos de la enfermedad de Alzheimer son de aparición


tardía, generalmente se desarrolla después de los 65 años. El Alzheimer de aparición
tardía no tiene causa conocida y no muestra patrón de herencia evidente. Sin embargo,

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en algunas familias, grupos de casos son vistos. Un gene llamado apolipoproteína E
(ApoE), parece ser un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer de aparición
tardía. Hay tres formas de este gene: ApoE2, ApoE3 y ApoE4.

Aproximadamente uno de cada cuatro norteamericanos tiene ApoE4 y uno de cada


veinte tiene ApoE2. Si bien heredar el ApoE4 aumenta el riesgo de desarrollar el
trastorno, ApoE2 sustancialmente protege contra la enfermedad. Algunas
investigaciones actuales se centran en la asociación entre estas dos como de 35. Es
causada por una de las tres mutaciones genéticas en los cromosomas 1, 14 y 21.

7-Los posibles factores contribuyentes


Enfermedad cardiovascular: Factores de riesgo asociados a enfermedades del corazón y
accidentes cerebro vasculares, tales como alta presión arterial y el colesterol alto,
también pueden aumentar el riesgo de desarrollar AD. La presión sanguínea alta puede
dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, alterando las regiones que son importantes en
la toma de decisiones, la memoria y habilidad verbal. Esto podría contribuir a la
progresión de la AD. El colesterol elevado puede inhibir la capacidad de la sangre para
eliminar las proteínas del cerebro.

Diabetes tipo 2: Hay una creciente evidencia de un vínculo entre la AD y la diabetes


tipo 2. En la diabetes tipo 2 la insulina no funciona eficazmente para convertir la azúcar
en la sangre en energía. Esta ineficiencia se traduce en la producción de mayores niveles
de insulina y azúcar en la sangre que pueden dañar el cerebro y contribuyen a la
progresión de la AD.

Daño exudativa: Los radicales libres son moléculas inestables que a veces resultan de
reacciones químicas dentro de las células. Estas moléculas buscan la estabilidad
atacando a otras moléculas, lo cual puede dañar células y tejidos y pueden contribuir a
dañar las células neuronas del cerebro causados por AD.

Inflamación: La inflamación es un natural, pero a veces nociva, es una función de


sanidad corporal donde las células inmunitarias se liberan de las células muertas y otros
productos de desecho. Cuando placas de proteína se desarrollan en AD, resulta en
inflamación, pero lo que no se sabe es si este proceso es perjudicial y causa de AD, o
parte de una respuesta inmune para intentar contener la enfermedad.

Otros posibles factores de riesgo: Algunos estudios han implicado previa lesión
traumática en la cabeza, bajo nivel educativo y el género femenino como posibles
factores de riesgo. AD también puede estar asociada con una reacción del sistema
inmunológico o un virus.

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8-Diagnóstico

Para diagnosticar demencia de Alzheimer, los médicos realizan pruebas para evaluar el
deterioro de la memoria y otras habilidades de razonamiento, determinar las
capacidades funcionales e identificar cambios en la conducta. También llevan a cabo
una serie de pruebas para descartar otras posibles causas de deterioro.
Diagnóstico de demencia de Alzheimer

Para diagnosticar demencia de Alzheimer, el médico de cabecera, un médico capacitado


en trastornos cerebrales (neurólogo) o un médico capacitado para tratar a adultos
mayores (geriatra) revisarán tu historia clínica, tus antecedentes farmacológicos y tus
síntomas. El médico también realizará varias pruebas.

Durante tu consulta, el médico evaluará:

 Si presentas deterioro de las habilidades de memoria y razonamiento


(cognitivas)
 Si presentas cambios de conducta o personalidad
 El grado de deterioro de la memoria o el razonamiento o cambios en ellos
 La manera en la que los problemas de razonamiento afectan tu capacidad de
desenvolverte en la vida diaria
 La causa de tus síntomas

Los médicos pueden solicitar análisis de laboratorio o pruebas de diagnóstico por


imágenes del cerebro adicionales, o indicarte análisis de memoria.

9. Escenarios de la escala de evaluación de la enfermedad.


Para evaluar tus síntomas, el médico puede pedirte que respondas preguntas o realices
tareas relacionadas con tus habilidades cognitivas, como tu memoria, tu pensamiento
abstracto y tus habilidades de resolución de problemas, de uso del lenguaje y otras
habilidades relacionadas.

 Análisis del estado mental. El médico puede realizar análisis del estado mental
para evaluar tus habilidades de razonamiento (cognitivas) y memoria. Los médicos
usan los resultados de estos análisis para evaluar el grado de deterioro cognitivo.
 Pruebas neuropsicológicas. Te puede evaluar un especialista capacitado en
enfermedades cerebrales y de salud mental (neuropsicólogo). La evaluación puede
comprender pruebas exhaustivas para evaluar tus habilidades de memoria y
razonamiento (cognitivas).

Estas pruebas ayudan a los médicos a determinar si tienes demencia y si puedes


realizar tareas diarias de manera segura, como conducir y administrar tus finanzas.
Ofrecen información acerca de lo que todavía puedes hacer y también acerca de lo

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que podrías haber perdido. Estas pruebas también pueden determinar si es posible
que la depresión esté causando tus síntomas.

 Entrevistas con amigos y familiares. Los médicos pueden hacerles preguntas a tus
amigos o familiares acerca de ti y tu comportamiento.

Los médicos buscan detalles que no se ajusten a tu nivel de funcionamiento previo.


En general, tus amigos o familiares pueden explicar cómo han cambiado tus
habilidades de razonamiento (cognitivas), tus capacidades funcionales y tus
comportamientos con el paso del tiempo. No existe un examen único que pueda
determinar si una persona tiene la enfermedad de Alzheimer. El diagnóstico se
realiza determinando la presencia de ciertos síntomas y descartando otras causas de
demencia.

10- Tratamiento

Obstante, existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas
durante algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos
tratamientos ayudan a controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos
(alucinaciones o delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa. Consulte a
un médico antes de tomar cualquier medicamento. Los tratamientos comúnmente
prescritos incluyen inhibidores de la colinesterasa, inhibidores de glutamato, la
combinación de medicamentos y la intervención no médica

Síntomas cognitivos: Tratamientos con medicamento

Los síntomas cognitivos afectan la memoria, la sensibilidad, el lenguaje, el juicio y


otros procesos de pensamiento. La organización FDA de Estados Unidos
(Administración de Alimentos y Drogas de Los Estados Unidos) ha aprobado dos tipos
de drogas para tratar los síntomas cognitivos de la enfermedad de Alzheimer.

Los inhibidores de la Colinesterasa que previenen la descomposición de la Acetilcolina


que es un mensajero químico muy importante para la memoria y el aprendizaje. Al
mantener los niveles de Acetilcolina altos, estas drogas apoyan la comunicación entre
las células del sistema nervioso.

Memantine (Namenda) trabaja regulando la actividad del glúteamente, un mensajero


químico diferente que juega un papel en el aprendizaje y la memoria. Este medicamento
está aprobado para tratar el Alzheimer de moderada a severa.

Síntomas de comportamiento: Causas y tratamientos

Mucha gente encuentra que los cambios en el comportamiento de la persona es una de


las cosas más difíciles y estresantes de la enfermedad. Esto incluye la ansiedad,

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agitación agresión y cambios en el dormir. La principal causa detrás de los síntomas de
comportamiento o psiquiátricos es el daño progresivo de las células del cerebro.

11-Diagnóstico

No hay una prueba específica disponible en este momento que confirme la enfermedad
de Alzheimer. El médico determinará si la enfermedad de Alzheimer es la causa más
probable de los síntomas que tienes según la información que proporciones y los
resultados de las distintas pruebas que puedan ayudar a aclarar el diagnóstico.

Casi siempre los médicos pueden determinar si tienes demencia y, con frecuencia,
pueden identificar si esta se debe a la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de
Alzheimer se puede diagnosticar con total seguridad solo después de la muerte,
momento en que el examen con microscopio del cerebro revela las placas y los ovillos
característicos.

Exploración física y neurológica

El médico te realizará una exploración física y probablemente controle tu salud mental


general al analizar lo siguiente:

 Reflejos
 Tono muscular y fuerza
 Habilidad para levantarte de una silla y caminar por la habitación
 Sentido de la vista y de la audición
 Coordinación
 Equilibrio
Análisis de laboratorio

Los análisis de sangre permiten que el médico descarte posibles causas de la pérdida de
la memoria y la confusión, como trastornos de la tiroides o carencia vitamínica.

Análisis neuropsicológicos y del estado mental

El médico puede realizar una breve prueba del estado mental para evaluar tu memoria y
tus habilidades para pensar. Además, puede recomendar una evaluación más extensa de
tu capacidad para pensar y de tu memoria. Las formas más extensas de análisis
neuropsicológicos pueden ofrecer detalles adicionales sobre la función mental en
comparación con otras personas con una edad y con un nivel educativo similares.

Diagnóstico por imágenes del cerebro

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Ahora se utilizan imágenes del cerebro, sobre todo, para detectar anomalías visibles
relacionadas con enfermedades que no sean Alzheimer, como accidentes cerebro
vascular, traumatismos o tumores, que pueden ocasionar cambios cognitivos. Las
nuevas aplicaciones de obtención de imágenes, que actualmente se utilizan en centros
médicos o ensayos clínicos importantes, pueden permitir que los médicos detecten
cambios específicos en el cerebro efectuados por la enfermedad de Alzheimer

Pruebas de diagnóstico futuras

Los investigadores colaboran con los médicos en el desarrollo de nuevas herramientas


de diagnóstico que les permitan diagnosticar la enfermedad de Alzheimer con
seguridad. Otro objetivo importante es detectar la enfermedad antes de que cause los
síntomas.

En términos generales, no se recomienda realizar análisis genéticos como parte de una


evaluación de rutina de la enfermedad de Alzheimer. Salvo en el caso de las personas
con antecedentes de enfermedad de Alzheimer de aparición temprana.

12-Evaluación.

L a enfermedad de Alzheimer (EA) es una afección neurodegenerativa caracterizada por


deterioro cognitivo, conductual y del funcionamiento global, de inicio insidioso y curso
progresivo, de aparición en edad adulta, primordialmente en la vejez1. Su prevalencia
aumenta con la edad, estimándose unos valores entre 0,6% y 1% en el rango de los 65-
69 años y cercano al 30% en edades iguales o superiores a los 90 años2. La EA de inicio
temprano es poco frecuente (antes de los 60 años de edad), y sólo representa entre el 1%
y el 3% de los casos. Debido a que no existen pruebas biológicas definitivas para su
detección, el diagnóstico se basa fundamentalmente en la aplicación de criterios
clínicos.

La detección de la EA en etapas tempranas se ha convertido en uno de los principales


focos de investigación en enfermedades neurodegenerativas. Su detección y diagnóstico
temprano permite realizar ensayos clínicos e intervenciones eficaces cuando el daño
neurológico es aún relativamente leve.

Esta revisión pretende exponer algunas generalidades clínicas de la EA, tanto respecto a
sus criterios diagnósticos como a su curso y perfil neuropsicológico, además de sus
correlatos neurobiológicos característicos, para luego señalar estrategias para el
diagnóstico temprano en la EA. Incluimos la exposición de biomarcadores y pruebas
neuropsicológicas utilizadas actualmente.

Aspectos clínicos de la EA

Criterios diagnósticos

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Los criterios para diagnosticar EA se basan principalmente en síntomas del orden
cognitivo, conductual y social, a través de una evaluación neurocognitiva del paciente y
de entrevista a familiares. En el caso de los criterios expuestos en el DSM IV- entre
otros, para realizar el diagnóstico es necesario que el paciente presente déficit en la
memoria y, en segundo lugar, deterioro en al menos una de las siguientes funciones:
lenguaje, praxis, gnosis y funcionamiento ejecutivo, causando un deterioro significativo
en su actividad social y laboral en comparación al estadio premórbido. Este deterioro
debe ser gradual y continuo, y no deberse a otras enfermedades neurológicas, sistémicas
o por consumo de sustancias.

El aumento progresivo de la esperanza de vida ha impuesto nuevos desafíos en el


abordaje de las patologías que sufren los adultos mayores. Las demencias son unas de
las patologías más frecuentes en este grupo etario, causando la pérdida de autonomía de
los pacientes y afectando la salud y calidad de vida de sus cuidadores. En conjunto con
otros exámenes, la evaluación neuropsicológica cumple un rol fundamental en el
proceso de diagnóstico de las demencias, objetivando el Deterioro Cognitivo,
entregando información sobre la autonomía de los pacientes y cumpliendo un rol
indispensable en el seguimiento de estas enfermedades. La siguiente revisión presentará
la problemática y los primeros estudios cognitivos de las demencias, finalizando con
una síntesis de las investigaciones que han contribuido a establecer los perfiles
neuropsicológicos de las demencias con mayor incidencia en la población.

13 - Rehabilitación.

Puede prevenirse la enfermedad del Alzheimer? Actualmente no hay una respuesta


clara. Se necesitan realizar más estudios e investigaciones sobre ello. Lo que si parece
es que ciertas condiciones y situaciones favorecen a la protección del organismo frente
al Alzheimer, pero no podemos decir que existan medidas definitivas para prevenir la
aparición del Alzheimer.
A continuación, nombraremos algunas situaciones que parece que si pueden ayudar a
prevenirla:

1. Tratamientos Preventivos Farmacológicos

2. Conexión Cabeza-Corazón

3. Ejercicio Físico y Dieta

4. Conexiones Sociales y Actividad Intelectual

5. Traumatismo Craneal

1. Tratamientos Preventivos Farmacológicos

Muchos expertos coinciden en que la enfermedad del Alzheimer, al igual que otras
enfermedades crónicas comunes, se desarrollan como resultado de múltiples factores:

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edad, genética, estilo de vida, condiciones médicas, etc... Hay factores de riesgo como la
edad o la genética donde no podemos hacer nada, pero sí en los otros. Entre diferentes
estudios que se han realizado encontramos los medicamentos antiinflamatorios no
esteroides, antioxidantes, terapia de sustitución de estrógenos y el ginkgo biloba.

Actualmente, no se recomienda ninguno de estos medicamentos preventivos debido a


sus efectos colaterales. Ante cualquier duda siempre debe consultar a su médico.

2. Conexión Cabeza-Corazón

Parece que existe una conexión entre las enfermedades vasculares con la del Alzheimer.
En algunos estudios donde se realizaron autopsias a enfermos de Alzheimer, en el 80%
de los casos padecían también alguna enfermedad cardiovascular.

Esto parece deberse a los fuertes vínculos que tiene la salud del cerebro con las del
corazón. El cerebro se nutre de la sangre que le llega del corazón. Cada latido bombea
entre el 20-25% de la sangre que llega a la cabeza, donde las células del cerebro utilizan
un 20% de los alimentos y el oxígeno que lleva dicha sangre.

3. Ejercicio Físico y Dieta

Hay evidencias que sugieren que el ejercicio físico puede beneficiar a las células del
cerebro debido al aumento del flujo de oxígeno que se produce al realizarlo. Además de
verse beneficiado el sistema cardiovascular lo que lleva consigo una doble protección.

Junto con el ejercicio, realizar una dieta saludable favorece la salud del corazón. La
dieta Mediterránea es un buen ejemplo de ello: un poco de carne roja, frutas, verduras,
pescados, mariscos, nueces, aceite de oliva y otras grasas saludables.

4. Conexiones Sociales y la Actividad Intelectual

Numerosos estudios indican que el mantener fuertes vínculos sociales y mantener una
vida mentalmente activa puede reducir el riesgo de Alzheimer.

5. Traumatismo Craneal

Parece que hay un fuerte vínculo entre el riesgo de tener un futuro Alzheimer y un
trauma craneal grave, especialmente cuando la lesión implica la pérdida de la
conciencia. Proteja la cabeza para evitar cualquier riesgo: use cinturón de seguridad en
el coche, use casco cuando participe en deportes que lo requieran, etc...

14 -Prevención

Reviene la descomposición de la acetilcolina en el cerebro. Inhibidor de colinesterasa


recetado para el tratamiento de los síntomas de grado leve, moderado, y severo de
la enfermedad de Alzheimer. Náusea, vómitos, diarrea, calambres musculares, fatiga,
pérdida de peso.

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Para proteger al cerebro de esta patología o bien para retrasar su aparición se
recomienda:

 Cuidar el corazón: preservar los factores de riesgo vascular como así también el
colesterol, la glucemia, la hipertensión y no fumar. Los controles periódicos son
de suma importancia.
 Hacer actividad física: caminata, yoga, pilates.
 Realizar actividades que desafíen al cerebro y lo saquen de una zona de comfort:
estudiar cosas nuevas, aprender idiomas, aprender jardinería, leer más, ir más al
cine, etc.
 Mantener una actividad social y recreativa activa: esto aleja de la depresión y
siempre la vida social enriquece a las personas.
 Tener una buena alimentación: verduras, frutas, carnes blancas, legumbres, es
decir, todos los componentes de la dieta mediterránea.

15-Avances para la cura de la enfermedad del Alzheimer en los últimos 5


años.

El Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia en el mundo.


Aproximadamente 6 de cada 10 personas mayores de 80 años pueden sufrir esta
patología que incluye en sus síntomas confusión, problemas de memoria y pérdida del
habla.

Hasta el momento no se había conocido de medicamentos que pudieran revertir el


avance físico de la enfermedad. Sin embargo, dos investigaciones, una en Gran Bretaña
y otra en Singapur, parecen haber encontrado un fármaco que hace que el cerebro pueda
protegerse de los coágulos nocivos de proteínas que caracterizan la enfermedad, según
un estudio publicado por la revista Nature.

Científicos británicos han hecho pruebas con una inyección que podría romper los
grumos venenosos que se forman en el cerebro. Además este tratamiento también puede
retrasar el deterioro cognitivo o incluso detenerlo por completo.
David Reynolds, director científico Alzheimer Research UK, dijo a The Times que el
tratamiento podría estar disponible en el NHS (Sistema de Salud Pública de Gran
Bretaña) en cinco años si los resultados de la investigación logran ser confirmados en
una escala más grande y si los beneficios eran mayores que los efectos secundarios.

Este avance se anunció después de que una compañía farmacéutica de Singapur hizo
público que había detenido el deterioro mental en uno de cada siete de sus pacientes con
una pastilla llamada LMTX o LMTM.

Los especialistas explican que la lucha contra el Alzheimer requiere de una


combinación de terapias, a expensas de la condición específica de cada persona. A lo

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largo del tiempo se realizaron diferentes tipos de investigaciones para encontrar un
tratamiento eficaz todavía desconocido. Sin embargo, la luz de esperanza volvió a
encenderse a raíz de un reciente análisis publicado en la revista Nature, basado en la
aparición de un fármaco experimental que dio resultados alentadores.

Investigadores suizos y estadounidenses del laboratorio especializado en


bioquímica Biogen revelaron que el anticuerpo llamado aducanumab puede contribuir a
la descomposición de la proteína amiloide, que se acumula en cantidades anormales en
el cerebro de pacientes con Alzheimer. Además, informaron que la terapia puede
ralentizar el deterioro de las capacidades mentales. Eso significaría un importante paso
para el tratamiento de la enfermedad.

Concretamente, el estudio refuerza la controvertida hipótesis amiloide, que sostiene que


el Alzheimer se desencadena por acumulaciones anómalas de proteína amiloide (o beta-
amiloide) en el cerebro. Con el tiempo, esa aglomeración provoca otros daños en el
cerebro que merman progresivamente las facultades cognitivas. La demencia, la
manifestación más visible del Alzheimer, es la fase final de un proceso iniciado décadas
antes.

LOS 10 ÚLTIMOS AVANCES EN LA LUCHA CONTRA EL


Con motivo del Día Mundial del Alzhéimer, desde ORPEA Ibérica queremos realizar
un repaso a los últimos estudios, investigaciones, terapias y avances en relación a esta
enfermedad degenerativa cerebral. Todavía no se ha encontrado una cura para el
alzhéimer, ni siquiera conocemos su origen y causas; pero hay numerosos trabajos en
todo el mundo que persiguen este fin.

1. Uno de los principales descubrimientos realizados en los últimos doce meses vio la
luz gracias al estudio liderado por Dena Dubal, profesora adjunta de neurología y
decana de la cátedra de envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas en la
Universidad de California.

Los resultados de la investigación defienden que un fragmento de la hormona Klotho


puede mejorar las funciones cerebrales durante toda la vida del paciente.

2. Otro importante avance ha venido de la mano de un grupo de investigadores


argentinos liderados por el doctor Tomás Falcone, investigador del CONICET.
Especializados en el estudio del sistema nervioso y enfermedades.

3. En España, un equipo de investigadores liderado por José L. Marco-Contelles,


Instituto de Química Orgánica General de Madrid, del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), también ha aportado su granito de arena en la lucha
contra esta terrible enfermedad. Se trata de uno de los descubrimientos más relevantes
de los últimos años, puesto que ha hallado una molécula multipotente que actúa como
un agente protector y es capaz de frenar los mecanismos que provocan el desarrollo de
la enfermedad.

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4. Un estudio del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Leicester
(Reino Unido), dirigido por Andrew Tobin, ha probado en ratones un nuevo fármaco
que mejora los síntomas de la degeneración cerebral y prolonga la vida. “Nuestro
estudio abre vías para que los investigadores busquen nuevos medicamentos para los
síntomas del alzhéimer y ralenticen la progresión de la enfermedad”, asegura Tobin.

5. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Estados


Unidos, han descubierto el genTMEM106B, que tiene relación directa con el
envejecimiento del cerebro y que, a partir de los 65 años, influye en el riesgo de
enfermedades neurodegenerativas. Tras analizar el material genético de 1.904 muestras
de cerebros humanos, llegaron al concepto de envejecimiento diferencial: la diferencia
entre la edad aparente (biológica) de un individuo y su edad verdadera (cronológica) e
identificaron el TMEM106B como responsable por esa edad diferencial.

6. U equipo del Imperial College de Londres, liderado por la bióloga española


Magdalena Sastre, logró a finales de 2016 frenar el desarrollo de la enfermedad de
alzhéimer en ratones, inyectando en su cerebro un virus portador del genPGC1-alpha.
Los ratones tratados con el gen produjeron muchas menos placas amiloides que sus
hermanos que no lo recibieron y tenían la misma memoria que los normales.

7. Una investigación llevada a cabo por investigadores del Hospital General de


Massachusetts (Boston, EE.UU) y dirigida por Robert Moir, ha demostrado que la
proteína beta-amiloide es un componente fundamental del sistema inmune y en la lucha
frente a muchas infecciones. Este estudio sugiere que esta proteína Moir aseguró a
mediados de 2016 que “nuestros resultados sugieren la posibilidad, ciertamente
intrigante, de que el alzhéimer aparezca cuando el cerebro percibe que está siendo
atacado por patógenos invasores. Pero necesitamos más estudios para identificar si el
proceso requiere de la presencia de una infección.

8. El equipo de Carlos Dotti, investigador del Centro de Biología Molecular Severo


Ochoa, en Madrid, ha descubierto que el cerebro produce su propio colesterol, que
resulta esencial para mantener las neuronas vivas y sanas. Cada vez que se forma un
recuerdo, las neuronas encienden determinados genes para fijarlo y deben tener
suficiente colesterol en la parte exterior de su membrana para poder hacerlo. La
presencia de esta molécula en el encéfalo tiende a perderse con la edad, y tanto personas
mayores sanas como otras que sufren alzhéimer suelen presentar niveles de colesterol
cerebral más bajos de lo normal.

9. Un equipo dirigido por Tony Wyss-Coray en la de la Universidad de Stamford (EE


UU, busca remedios a la degeneración neurológica que a menudo desemboca en el
alzhéimer. Han organizado el primer ensayo clínico para analizar los efectos de realizar
transfusiones de plasma de personas de menos de 30 años en 18 personas mayores con
alzhéimer.

10. Se están realizando numerosos ensayos clínicos que investigan fármacos para el
tratamiento y prevención del alzhéimer. Alzheimer Europe ha lanzado el servicio

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‘Clinical Trials Watch’, con información actualizada de ensayos en fase En España
tenemos el Registro Español de Estudios Clínicos, una base de datos pública, de uso
libre y gratuito.

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Conclusión
Como ya estudiamos la demencia senil es un síndrome de carácter crónico y progresivo,
asociado a trastornos en múltiples funciones corticales superiores, incluyendo memoria,
pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, capacidad de aprendizaje, lenguaje y
juicio, y con un nivel de conciencia claro. Estos trastornos de la función cognitiva están
comúnmente acompañados (y ocasionalmente precedidos) por deterioro del control
emocional y social, o de la motivación

El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten


diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades
habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de los
pacientes y de sus familiares. Si bien muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer
viven en geriátricos la mayoría son cuidados por sus familias en el seno de
la comunidad. A medida que los pacientes se hacen menos independientes, recae una
mayor responsabilidad sobre el cuidador, quien a su vez está expuesto a un alto riesgo
de enfermedades físicas y psicológicas. Estos efectos adversos sobre los cuidadores
pueden acelerar la internación de los pacientes en instituciones geriátricas.

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Bibliografía
 Alzheimer's disease: Unraveling the Mystery, Government Printing
Office, 12/02/2003

 Alzheimer: La vida de un médico y la historia de una enfermedad, Konrad


Maurer, Ulrike Maurer, Ediciones Díaz de Santos, 26/12/2005

 Enfermedad de Alzheimer. Neurología caso a caso, Antoni Rey Pérez, Alberto


Lleo Bisa, Edición Médica Panamericana, 25/06/ 2010,

 Enfermedad de Alzheimer: Clínica, tratamiento y rehabilitación, Rafael


González Mas, Rafael Masa González, Elzevir España, 2000

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Anexos

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