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En este tipo de climas la temperatura promedio durante el año se eleva por sobre los
18º C, por lo que no se presenta una estación invernal y las precipitaciones son frecuentes e
intensas.
Grupo B (climas secos)
En esta clase de clima la gran evaporación que producen las elevadas temperaturas
impiden la presencia de precipitaciones, generando la escasez de los recursos hídricos.
Grupo C (climas templados y húmedos)
En este clima la temperatura promedio durante el mes más cálido supera los 10º C,
mientras que durante el mes más frío oscila entre 18 y -3º C.
Grupo D (climas templados de invierno frío)
La temperatura promedio del mes más helado no sobrepasa los -3º C, y la del más
cálido supera los 10º C.
Grupo E (climas polares)
En los climas polares no existe la estación cálida y las temperaturas anuales no
sobrepasan los 10º C; no obstante, cuando durante el mes más cálido las temperaturas
promedio oscilan entre los 0 y los 10º C, Köeppen distingue el grupo ET (clima de tundra),
y en la posibilidad de que las temperaturas medias de ningún mes superen los 0º C
establece el grupo EF (clima de hielo permanentes).
CLIMA DE ZONA MONTAÑOSA
El clima de montañas es propio de las zonas situadas a más de 1.200 metros de
altitud. En España es propio de los Pirineos, Sistema Central y las Cordilleras Béticas.
Se caracteriza por unos inviernos fríos y largos con temperaturas negativas, y
veranos frescos y cortos. Tiene una oscilación térmica de 10,5ºC. Las precipitaciones son
muy escasas en forma de agua en primavera y verano y de nieve en invierno y primavera.
Es una variante del clima de la tundra, aunque más suave.
Las montañas tienden a tener condiciones climáticas diferentes del clima zonal
donde se encuentran, debido a un descenso de la temperatura con la altura. El gradiente
térmico negativo de 0,5-1 ºC cada 100 m supone un descenso de la humedad relativa del
aire y la presencia de lluvias orográficas abundantes en la vertiente de barlovento; y
menores en la vertiente de sotavento. La orientación con respecto a los vientos dominantes
y el sol es de transcendencia vital (ver efecto foehn).
También reciben una mayor insolación y un régimen de vientos específico, creando
un topoclima diferenciado. Sin embargo, los centros de acción, las masas de aire y los
frentes que le afectan son los mismos que en el clima zonal.