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CURSO
DE DERECHO
CONSTITUCIONAL
V
LA CONSTITUCIÓN COMO GARANTÍA
LOS DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE
ABELEDO-PERROT
BUENOS AIRES
Todos !os derechos reservados
© by ABELEDO�PERROT
LEXTS-NEXIS ARGENTINA S.A.
LavaHe 1280- (C1048AAF)- Buenos Aires - Argentina
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Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
!.S.B.N.: 950�20�13!8�2
equilibrada.
Hasta fines del siglo XVIII predominó, en las instituciones, la noción de autori sido puestap _or DiOS y nadie logrará borrarla. Por otro lado, l<_.t-anarquía podrá devol
dad, encarnada en su última etapa en el absolutismo monárquico, en tanto en el terreno 'Véfñ OS Ciurante algunas jornadas a la ley de la selva (en defiÓÜiva�Ia te)r-dCl lnáS fuer
· -
de las ideas iba cobrando fuerza la propuesta personalista. te}; p�rOla-���i�dad sobrevivirá rehaciendo su propio orden,_ o desaparecerá y sus
mierrÍbros pasarát�-a- int�gfar aira �omunidad ordenada, auténtíCi-Ambos, al!�Q.�:úi<lJtY
A más de dos siglos del nacimiento de las modernas constituciones,
Iíbeftád, descienden de Dios.
__
y
albores del moderno derecho constitucional, una técnica para la preserva en-sociedad, siendo de toda necesidad para su formación y permanencia la
ción de la libertad, conjuga ahora ambas finalidades y se presenta como una ��i;;(��ci-;;de una autoridad que coordine las acciones individuales, esta
técnica para proclamar y poner en práctica los principios fundamentales a blezca el orden y encarne la unidad.
que acude una sociedad para lograr !a justa y equilibrada coexistencia de la
libertad personal y el orden social (Curso ... , T. I, nro. 63). Señalaba Aristó
No debe confundirse el origen de la autoridad -invariable en el tiempo y en el
espacio y que radica en la ley natural- con la forma de investir de autoridad a deter
teles: así como el exceso y el defecto destruirían la perfixción, sólo el justo minados hombres -variable según las circunstancias históricas-. (:ualqllier régimen
me!liiJ..]JUf!.de aS"!S_UT(lrTa{};tica a Nicómaco ). - -
. . .
"'iúii:l"(iUC·s·UboÍ dina la sociedad a las utilidades egoístas del individuo (Pío XI, DR, nro.
--:Hay· un- ejercicio correcto,
- beneficioso, de la libertad, que tiende a actuarse conforme a 29; v_ también León XIII, AMS, nro_ 5; Pío XI, MBS, nro_ 35; Pío XII, MRN, 1942,
ll��!ra iii C![�iiCióll il�turai a hacer el bien y evitar el ffial, y a los consejos dictados por nros_ 9 y 16; Vaticano ll, GS, nm 25)_
t._,_ la razón. De__�llo resultan entonces esos beneficios de la libertad a que aspira nuestra
\ Constitución. Pero también es posible su ejercicio det'éctuoso hasta el extremo de con 965. En el orden de los fines,la sociedad tiene como jin propio el bien
\ vertirla en Su desfigurada imagen, el libertinaje.
r--- - -
común,el
- bien . de todos
___ en miras al objeto de la asociación.
_
964. En definitiva,la libertad del hombre y la autoridad política son
"' "' ........, _., ._________,_,
mediata en lo que llamamos "la voz de la conciencia", en esa íntima satlsfacción y 41; Pablo VI, PP, oros. 6111, 14/21, 29/55, 66, 76/80; Vaticano II, GS, nros. 8, 9, 29,
gozo que sentimos por nuestras buenas acciones y en esa tristeza y vergüenza que nos 63/66, 83/86; Juan Pablo Il, LE, oros. 8, 11).
atormenta después de haber actuado mal. Entre el hombre y cada una de las sociedades que integra, incluida la sociedad
polítiCa, se entablan relaciones e · n las que pueden estar en conflicto el bien privadoy e:_l
El bien común específico del Estado consiste en establecer "las condiciones ex
ternas que son necesarias al conjunto de los ciudadanos para el desarrollo de sus cua bien .�9.:Q1ú
. n� La regla para la solución de estos conflictos la ha dado Santo Tomás: "El
lidades y oficios, de su vida material, intelectual y religiosa" (Pío XII, MRN, 1942, mo. bien común es superior al bien privado si es del mismo género; pero puede suceder que
el bien privado sea superior según su género" (Swn. Teol., II, 4, 3). El hombre se subor
13). De la vida social y de la unión ordenada de todos en el Estado se derivan condicio
nes que permiten y favorecen el desarrollo integral de la persona (Juan XXIII, MM, dina todo, _entero, a cadª _ u na _ de l_ at; comunidf!ó_e_s d� que_ es par:t;e, p ·ero no totalmente
nro. 11 y PT, nro. 42; Vaticano II, DH, nro. 6): la paz, la justicia, la seguridad, la defen S�!!º_sólq a los fines para los c:ual�s ha nacido la asociación. Esto--se ve--éiafamellte -en
sa común, el ejercicio armónico de la libertad, la igualdad ante la ley, la protección de el caso de una sociedad comercial, deportiva, cultural, etcétera, pero también vale para
los derechos, la ayuda solidaria, el acceso a la educación, la cultura, la ciencia, etcétera. la sociedad política. El hombre, al asociarse para perseguir un determinado bien tem
AdemAs-�d. 9Lbien_ c:mmJn_t�mp.o.ral_o
_ -�11manente, hay un bien común sobrenatural poral, no renuncia a la persecución de otros bienes temporales, por sí o integrando
o_tr:asc�nd�D!�,-,_Si_l_�-�ºc_ie
_ @q €3S_t_� Qrdel)ada al hombre y éste se encuentra ordenado a otras comunidades y, sobre todo, no renuncia a la búsqueda de su fin trascendental. "Es
]a sumisión del socio, no la del hombre" (Graneris, op. cit., nros. 125/153, 179/184).
___
nro. 51; Vaticano II, GS, nros. 30, 65, 75). Pertenece a todos de manera general y de él todos
participan individualmente en medida variable, según sus propi�s funciones, méritos y �
a uso razonable de su libertad" (op. cit., oros. 162/178).
condiciones (Pío XI, QA, nro. 25 y DR, nro. 51; Juan XXIII, PT, nm. 42). Es deber del Es
966. En esta última parte del curso veremos cómo nuestra_Constitn·�
tado mejorar las condiciones materiales y espirituales para que se obtenga una más equili
ci�_!!.E 1loll1Plte,en el terreno normativo, su f'IJnción de armonizar la relación
necesaria �tre libertad y autoridad.
brada participación, conforme a los principios de la justicia distributiva. La injusta distri
bución de los bienes temporales, en el orden nacional e internacional, es uno de los
fenómenos que generan desunión en el seno de las sociedades. Al promover el bien común �---Recordarnos nuevamente que Carl Schrnitt señala que en la base de to
los gobernantes no deben dar preferencia a determinados grupos, pero "razones de justicia das las constituciones de Estados liberales se encuentra el principio de dis
y equidad pueden tal vez exigir que los poderes públicos tengan especiales consideraciones tribución, según el cual "la libertad de la persona es,en principio,ilimitada,
hacia los miembros más débiles del cuerpo social, encontrándose estos en condiciones de en tanto la facultad del Estado de restringirla es, en principio, limitada".
inferioridad para hacer valer sus propios derechos y para conseguir sus legítimos inte En nuestra Constitución,la primera parte de ese principio (la libertad,
reses" (Juan XXIII, PT, nro. 42; v. León XIII, ID, nro. 7 y RN, nros. 26, 27; Pío XI, QA, en principio, es ilimitada) se evidencia en el reconocimiento de derechos
nros. 25/27; Pío XII, discurso a la Unión Internacional de Asociaciones Femeninas Ca enumerados más o menos específicamente, pero también de otros no enu
tólicas, 1947 y a la Unión de Hombres de A.C.!., 1947; Juan XXIII, MM, 12/15, nro. merados (art. 33) que abarcan un número indeterminado de derechos ante-
16 CARLOS MARÍA BIDEGAJN - EUGENIO LUIS PALAZZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 17
riores y superiores a la Constitución misma, según la intención de sus auto elásticas de la razonabilidad del poder reglamentario (art. 28) y del bienestar o prospe
res (infra, nro. 1008). Agréguese a ello que en la fórmula del art. 1 9 está ridad general (arl. 75, incs. 1 8 y 19) permiten regular la relación libertad-autoridad
contenido el axioma según el cual está jurídicamente permitido todo lo que para ajustarla a las mutaciones y crisis sociales.
no está jurídicamente prohibido (infra, nro. 1005). 967. . La libertad del hombre es uncgn<::�PtQ qnedabo_mnla. teología..y
La otra parte del principio de distribución (la facultad del Estado, en la filosofÍa. Su c�n'versión en acto dentro del orden social y,más precisa
principio limitada,de restringir la libertad) también se epcuentra consagra m.;nt�en-�1 campo,jurídico,se conceptúa genéricamtonte coulos plurales
da. La interferencia estatal en la esfera de la libertad no está excluida abso las [íbertades O [os dei-echos; y en forma específica, según los ámbitos en
lutamente, salvo en las zonas íntimas de la vida privada y espiritual que el quelá.Tib-értad�potencia tiende a convertirse en acto, se la menciona como
art. 19 declara "sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los ma [a libertad de... o el derecho de.. (asociación, prensa, propiedad, etc.).
.
la vigencia transitoria de instituciones extraordinarias, como el estado de sitio, que im estado de gravidez) se vincula directamente con el desarrollo o perfeccionamiento de
plican una libertad más restringida y una autoridad vigorizada; además, las cláusulas la humanidad en cuanto tal, independientemente de la relación jurídica concreta en la
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Tamb1en debe recordarse que la expresión derechos humanos fue una idea fuerza
que ayudó a s�p�rar una etapa de autoritarismo que se había generalizado. A principios de Il. EL DERECHO NATURAL Y LOS DERECHOS HUMANOS
los setenta practtcamente la totalidad de América Central y del Sur, África, Asia y el este y
sur de Europa estaban dominados por gobiernos autoritarios, cuando no totalitarios . 970.La explicación de los derechos varía sustancialmente según se
c e tU l y
acepte o se rechace su fundamenta ión n la ley na ra , indeptmdiente
969. Hemos empezado el tratamiento del tema refiriéndonos a las Ji superior a la voluntad humana. En el primer caso, debe admitirs e la existen
bertades, a los derechos. Nos place proclamarlos, exigir su reconocimiento tiildederechosfundamentales qué tienen el carácter de derechos naturales,
Y protección, lo que es correcto y en ocasiones puede ser imperioso. Pero no i
.sean o no reconocidos por la ley positiva humana. La otra expl cación
atri
solemos recordar nuestros deberes. La liberación de todo deber interno 0 buye a todos los derechos el carácter de derecho s histórico s, existent es sólo
d
···· ·
externo, divino o humano, es considerada condición de la liberta por quie en tanto y en cuanto sean consagrados por normas positiva s.
nes la enuenden corno el poder irrestricto de nuestra voluntad.
Se ignora así que los deberes y derechos fundamentales están indisolu 971. Consideraremos, en primer lugar, la explicación de quienes nie
blemente unidos en la persona, ya que unos y otros tienen su raíz en la ley gan que de la esencia del hombre se deriven derechos que el Estado no pue
natural que los confiere o impone (PT, nros. 27/30). de válidamente desconocer. Sostiene que es la sociedad (en realidad, el Es
�.6sadªd�- recho nuestro corresponde el deber de los demás de respetar tado, su forma actual de organización política) la que en el curso de su
lo ypo Impedir su correcto ejercicio;,Y._a: cada derecho de los otros corres evolución inviste a los hombres con derechos variables y sometidos a con
m mfestaciones de .
p onde n u.estro. deber de noirnpedirlo arhi.i.l:w_a,weiite. IÍe este deber no es tingencias de la vida social. Los derechos serían meras a
tán excluidas las personas investidas con autorid�d� statal, sino que recae la soberanía del Estado, voluntarias decisiones de autolimitación. El Estado
sobre ellos con mayor rigor, porque en su obligación de gestionar el bien los crea y puede suprimirlos.
común está incluida la promoción y protección de los derechos de las per Así, Kelse_n r�ch���_!���i���I?-�!-�!!__CP:�re 19.�-�ere�hos subjetivos y el¡jerecho obje
sonas (id. , 42/44). e]l _ GJl�_nto._Qqbilita
tbc9LPJ.!.��-"§g�tJ9n�...qº�- ªquéllos _se_id_enJifica,n c_Ql!_la norma jurídica
��U}� j_n�ividuo � expresar su vo!unta� a fin de poner en marcha qbien _el__proceso de_
Tanto debo porque tanto derecho tengo. Porque la ley natural me impone ciertos la sanción
. ���-�'!�i_qn_ 9,�1_d_�r�c.lwJQ.�;r,echos subjetivos políticos) o bien la imposición de
deberes (honrar a �IOs, res �etar mi vida y la ajena, vivir en sociedad, conducirme dig (derechos subjetivo s civiles). A partir de ello las decla
que integra la norma ya creada
namente, hacer el b1en y evitar el mal, no causar daño injustamente, etc.) tengo derecho e conceden al individuo un derecho, en el sentido técnico
raciones de derechos "solament
a que se me permitan y no se impidan los actos tendientes a su cumplimiento. Así, por d de proceder contra el acto inconstitu cio
de la palabra, cuando éste tiene la posibilida
.
eJemplo, del ?eber de hon �ar a Dios surgen los derechos de libertad de conciencia y ente, poner en movimie nto un procedim iento
nal del órgano del Estado y, especialm
cult ?, d � elegn el sacerdocio o la vida religiosa, de educar en los valores y la religión
que culmine en la nulificación del propio acto inconstitucional. Tal posibilidad sólo
puede darla la ley positiva" (Teoría General del Derecho y del Estado, 1944).
.
a rrus hiJOS, etc.
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hy.mana común; 2) el existencial�smo, sobre todo en la visión de Sartre, para el cual el laica. ''\ \ : ,
hecho de existir PL�CJ�de�� la.e_sencia,_dy modo tal que la libertad no tiene límite alguno La primera es la más antig;ua y se la conoce como la escuela clásica del
y_nada puede ser objeto de reproche moral; 3) los diversos positivismos, Para los que derecho natural. Tiene sus antecedentes más remotos en GreCia, principal
la C<?_!]dición hum�na, _alno_ ser suscyptible _de verificación empírica, no puede conocer ;;;¿te en el pen-saffiiento de Aristóteles; continúa en Roma con los grandes
se;_ 1) el marxismo,_ _ q_ue s_9�tiene que �� hombre, en cuanto ser genérico, se realiza, se p:;ri �t�s; es elaborada por los Padres de la Iglesia (San Agustín, San Ambro:
a��?crea a través del trabajo; 5) los distintqs esc�pticismos, que niegan que se puedan sio y San Isidoro) y alcanza su apogeo en el siglo XIII con el expositor emi
con<;>cer las estructuras de la rea1idad, los principios morales, etcétera -(Massini
Co nente de la escolástiéa,Santo Tomás de Aquino (Curso... , T. I,nros. 33/35);
rreas, op. cit. ). eñlos siglos XVI y XVII retoma las huellas de esta escuela la llamada neoes
La idea de unaj;umm�-�c!r::__cf_g_��!�C:.q�sJ}:}.e l!E-Ee_ con Feuerbach y llega a las estruc colástica, en la que se destacan los grandes teólogos españoles Francisco de
\ t;:r�� -�����les con �-�x, culmin _ a 9!!_ �� ho
_
_ l(smo, afín _c;oll
_ exageraciop�s _ecol_Ügist_¡s y Vitoria ( 1 4 73- 1 546), Juan de Mariana ( 1 563- 1 624) y, en forma sobresalien
\
cétera. Así se fundamenta, por ejemplo, un control demográfico al servicio de los inte
reses del cuerpo social o del Planeta Tierra. 973. En páginas anteriores hemos hecho referencia a los conceptos en
Estas posiciones resultan coherentes con el rechazo de la ley natural. trelazados de ley natural,libertad, autoridad,bien común, derechos y debe
Otros autores, incómodos por las perversas derivaciones a las qne pueden res, según la escuela clásica. Los derechos y deberes naturales son de distin
conducir tales premisas (la justificación de aberrantes leyes de gobiernos to grado y se los conoce de distinto modo.
totalitarios, relegando la crítica al orden de la moral), pretenden eludirla En una zona central se encuentran los que se siguen necesariame_!lte de la ley re
afirmando que hay derechos humanos derivados de la dignidad del hombre, veiiidayderCOnócirrilent6- lniult1Vo, dífecto�- de loS-Prin-cipios primarios de la ley natu
pero sm reconocerle los sólidos cimientos que les acuerdan la fundamenta ral, emanados de las inclinaciones inscriptas por Dios en nuestra naturaleza. Tales, por
ción realista del derecho natural. ejemplo, los derechos y deberes de existencia, honrar a Dios, hablar, transitar, reunión,
as6ciaci9J1, formar una familia, prqcrear, cuidar y educ;ar a la prole, etcétera. Estos de-
� 1 totalitarismo ha sido también condenado en sus otras formas contemporáneas, L2!-'?fhOs y deb_�r_es so_n jn_\'_adables,_.ll!li.Y.�.mª!�.�.LººJ_!gatq:r:�º�--���·�()��� �Il�.i -��·�unqu� �las
el !.asctsmo y el nazismo. Varias cartas y alocuciones de Pío XI anticiparon la crítica nonn_1;1s posi!ivas no lo_�_ consagren y aun los nieguen. Son tan obvios- que esas normaS
al
pnmero que contiene la encíclica Non Abbiamo Bisogno (1931, nros. 59, 60). Hacia p��\0 gene�al-�o los proclaman, sino que los dan por supuestos y se limitan a sancionar
la
Pascua de 1937 aparecieron casi simultáneamente tres encíclicas condenatorias a quienes los vulneren.
de
esas formas de dictadura. A la protesta de Pío XI contra las persecuciones del nazismo En una segunda región se hallan otros derechos y deberes naturale� que son des
hecha en la encíclica Mit Brennender Sorge, siguieron la Divini Redemptoris contra cubiertos por la razón, en operaciones deductivas que los vinculan en forma más o me
el
comunismo y la Firmissimam Constantiam que denunció la persecución religiosa nos�Ínmediata a los primeros principios de la ley natural. Valgan como ejemplo los de
que
se llevaba a cabo en-México. La advertencia de Pío XI sobre el peligro del totalitari iechos de trabajar, comerciar, apropiación de bienes de consumo y producción, prensa,
s
mo objetivo (Dobbiamo lntrattenarla, 7) fue reafirmada por Pío XII, que etcétera. No es posible hacer una enumeración exhaustiva de ellos, porque su descubri
llamó la aten
CIÓn sobre los tremendos errores de la concepción totalitaria del poder en la encíclica miento es�Progfesivo, a medida que el desarrollo moral, intelectual y material y las
Summi Pontificatus (1939, nros. 29/59; v. también MRN, 1944, 27/29;
id., 1945, c-C)ndiciones de convivencia van haciendo aparente su relación con la ley natural. Aun
�2/50) y es� condena ha sido reiterada en múltiples documentos y alocuciones poste que de enunciación progresiva, son también necesarios y universales siempre que se
nares de la Jerarquía eclesiástica (Vaticano II, GS, nro. 75; Juan Pablo 11, RH, nro. den ciertas condiciones de hecho, y sus modalidades están condicionadas por la ley hu
17).
mana. Es en este sentido que se hace referencia al historicismo de los derechos y debe
972. j\1ucho más influyente en la historia de las ideas políticas es la
res de esta clase, sin que ello implique negar su carácter necesario y universal, sino
afirmación de que algunos derechos, los fiuídamentales, tienen su origen en
apuntar las circunstancias históricas de su descubrimiento por la razón y de su consa
gración por el derecho positivo. Otra posición antigua los incl11ye en d llamado dere�
22 CARLOS MARÍA BIDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 23
para oponerse a él
5.��.É.�)I_e'}t�s, dive�so del derecho natural pr?piamente dicho y del derecho positivo. dose tanto para justificar al absolutismo (Hobbes) como
Una enumeración amplia de los derechos y deberes naturales, sin pretensión de agotar ó y cum
(Locke). Fue esta última tendencia la que en definitiva predomin
el tema, se encuentra en la encíclica Pacem in Terris (nros. 8/34).
plió un papel importante en la revoluci n ?
liberal que obtuvo sus prime �os
triunfos a fmes del srglo XVIII y contmua
Hay, además, regiones muy alejadas de la ley natural, en las que la naturalidad sus tmpulsos hasta nuestros dras
del derecho es mínima. El derecho positivo se hace cargo de esta tercera zona del mun
do jurídico mediante determinaciones de la razón que se traducen en normas que reco (Curso . , T. I, nro. 37).
. .
nocen, expresa o implícitamente, su relación con los derechos y deberes naturales, En lo que concierne específicamente a la teoría de los derechos naturales, la es
agregando o suprimiendo otras normas que aunque no están vinculadas en forma nece cuela moderna cortó el vinculo de la ley natural con Dios y se aplicó a deducir racio
saria a la ley natural se estiman ajustadas a ciertas circunstancias presentes (v.gr. , el de nalmente su contenido, a partir de ciertas ideas sobre la naturaleza del hombre-indivi
recho de los trabajadores a participar en las ganancias de las empresas); además, el de duo a quien, contra la evidencia de su natural condición de ser social, supuso en un
recho positivo establece las modalidades de ejercicio de los derechos y deberes, las estado de vida aislada, anterior a la sociedad, absolutamente libre, autónomo e inde
sanciones aplicables a quienes los vulneren y las instituciones encargadas de proteger pendiente de la voluntad de Dios. Esta escuela se hizo así responsable de las tendencias
los o hacerlos efectivos. En estos aspectos caben criterios divergentes y a medida que individualista y voluntarista que caracterizaron al posterior desarrollo de la ciencia del
la reglamentación se aplica a materias más alejadas de la ley natural, el legislador dis derecho. En la elaboración de la teoría de los derechos del hombre Hobbes introdujo el
pone de mayor elasticidad en la elección de los medios, hasta llegar a una vasta franja viejo mito del estado de naturaleza, que obtuvo una inmerecida difusión. Los derechos
.
muy aleJada del núcleo, en la que las indicaciones de la ley natural son mínimas. Nada fueron deducidos racionalmente de ese imaginado estado presocial del que los indivi
\¡ duos habrían salido por propia voluntad para entrar a vivir en sociedad en virtud de un
dice éste, por ejemplo, si el derecho de transitar ha de ejercerse en calles de una o dos
manos, por la derecha o por la izquierda, ni tampoco sobre la clase y medida de las san pacto o contrato . Se sustituyó de este modo la explicación realista sobre la condición
ciones que se aplicarán a los transgresores. Sin embmgo, sin mengua de la latitud de las social del hombre para elaborar otra a partir de ese fantasioso estado de naturaleza, re
facultades del legislador en estas alejadas regiones, sigue vinculado a la ley natural por conocidamente inexistente en la realidad, que cada uno pudo imaginar a su antojo,
a�gunas exigencias mínimas, pero esenciales, de cuyo respeto depende la validezjurí como lo hicieron, entre otros, Hobbes, Locke y Rousscau. En lugar de fundar la liber
dtca de sus normas. En efecto, siempre las determinaciones del legislador humano han tad del hombre en el sentido de la dignidad que nos da sabernos hijos de Dios, se ima
de es�ar regidas por estas exigencias de la ley natural: a) que sean sancionadas por la ginó un hombre absolutamente libre en aquel estadio anterior, que habría trasladado a
autondad competente; y b) que las reglamentaciones sean razonables, justas (Curso , la vida social el modo irrestricto de ejercer la libertad, salvo las mínimas concesiones
T. IV, nros. 7 1 8/725). Estas condiciones de validez de toda reglamentación positiva de
...
974. De inspiración laica es la escuela moderna del derecho natural 975. Hubo considerables diferencias entre las versiones anglosajona y
(también denominada escuela clásica del derecho natural y de gentes). Es francesa del iusnaturalismo liberal (aunque algunos destacados franceses
un desprendimiento y desviación de la escuela clásica, que empezó a desa abrazaron la anglosajona y viceversa). E l liberalismo político inglés fue
rrollarse en los siglos XVI y xvn, teniéndose por fundador a Hugo Gracia moderado por la firmeza de su cultura religiosa y por la evolución de la mo
( 1 583- 1 645) y por miembros conspicuos a S amuel Puffendorf ( 1632- narquía y de la nobleza. El liberalismo galo, convencido del poder ilimitado
1 694), John Locke ( 1 632- 1704), Gottfried Leibniz ( 1 646- 1 7 1 6), Christian de la razón y de la bondad innata del hombre, se destacó por su carácter sis
Thomasius ( 1 655- 1 728) y Christian Wolff ( 1 679- 1 754). Deriva de la Re temático, revolucionario y antirreligioso.
forma protestante y se le sumó, en el siglo xvm (el llamado siglo de las lu
Se opuso así a la tradición y a las creencias religiosas, exaltando el papel de la ra
ces), el movimiento del Iluminismo o de la Ilustración, del que fueron des zón como instrumento liberador del hombre que debía aplicarse a la experiencia y ob
tacadas figuras Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Condorcet, los fisiócratas servación de los fenómenos de la naturaleza. Pretendió que el hombre no está sometido
Y los colaboradores de la Enciclopedia dirigida por Diderot. El iusnaturalis a otra ley que la de su voluntad, pues toda limitación, como la impuesta por el ordena
mo laico obedeció a inspiraciones predominantemente políticas, utilizán- miento divino, significaría la pérdida de su libertad y dignidad.
24 CARLOS MARÍA BIDEGAI N - EUG
ENIO LUIS PALAZZO
CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 25
Se vinculan con estas ideas algunas apli
caciones del liberali smo a la
filosofía, a la economía y a la política. 976. Fue contra las formas individualistas e� tre�as del liberalismo,
El liberalismo filosófico se ha caracteri muy activas en el siglo xrx, que la Iglesia formulo senas advertencias.
zado por su base racionalista y su opos
c:ión a todo Q_Qgma_t_i_smQ, inclUido el relig
ioso. Algunas doctrinas modernas que
i En la Encíclica Quanta Cura ( 1 864) con un Syllabus anexo, Pío 1� condenó
canzado singular auge (Heidegger, Sart han al
re), luego de afirmar en la forma más
enfática ochenta prop osiciones heréticas muchas de ellas sostenidas por autores liberales . A
'
la libertad, concluyen en una desesper · · er on otros documentos pontificios que contienen pasajes cnttcos a ese l'b
. .
1 era-
ella srgut
• .
1
tad �- -� la q'Ue considera constitutiva liber
r
del ser del hombre (yo soy mi libertad) demptons (P'10 XI ' 1937 nro . 29)·, las cartas Quo Aliquantum y al cardena R oy, de
y de exte
·
n
'
sióll ilimitada. Pero ese optinlismo se Paulo V ( 1 97 1 ) ; y, con particular referencra al hberahsmo caprtahsta, l s encrc rcas
'
I
. . . . �
cor�zón del hombre, como un gusano, 23 54) Mater et Magistra (Juan XXIII, 1 961, nros . 2, 58), Populorum Progres
�;:�
está la nada (soy librepara nada). Es la
libertad que, en Ultima instancia
, se reduce a la muerte y que en la vida
horr ible
Pab Ío VI, 1 967, nro. 26) y Laborem Exercens (Juan Pablo II, 1981, nro. 7�.
1ua n Pablo II en la Encíclica Centesimus Annus ( 1 99 1 , nro. 42), condeno al ca-
tos simbólicos del suicidio, se man , com o sust itu
ifiesta en diversos modos de la práctica
cons
pita1 tsmo en cuant � se lo entienda como un sistema en el cual la libertad en el ámbito
del mal : la libertad se realiza en una cien te· . .
espontaneidad irrazonable, en el egoí
pecado, en la corrupción y, finalmen smo , en el . , . o que 1a pon a a1 serv1· 10
te, en la muerte, que no es el comienz
o de la vida
económico no está encuadrada en un sólido contexto JUndt � . � �·
eterna sino la irremediable inmersión de 1 a l'bertad
1 humana integral y la considere como una particular dimensión de la mts
en la nada. La angustia, la náusea, ator
· Jismo en ten d'd
hombre liberado de Dio s, de todo orde mentan al
n legal y moral, de todo deber y responsa ma, cuyo centro es ético y religioso, aceptando en camb.10 a1 caplta 1 o eomo
dad, pero sometido a sus propios insti bili . .
ntos y pasiones, vacío de toda fe y espe el sistema económico que reconoce el papel fundamenta1 y p �sItlvo de l a empresa, del
____13] Hber�ismo económico tuvo, en sus ranz a. . .
q1-
orígenes, una raíz religiosa, en 1ª ética rriercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsab1hd�d para con los medms
vin��� �-da�_a en la creencia de qu�
�f� _ l<?s hombre� _IlO se _salvan por $US méritos de roducción y de la libre creatividad en el sector de la econom¡a_ (la llamada econo
obra -excl usiva de la gracia de Dios, derivánd sino por �
mí de empresa, economía de mercado, economía libre) . Reseñaremos el co�temdo de
.
ose de ello que es deber del hombre dedi
carse sin cansancio a actividades mate
riales y que el éxito revela la aprobaci
la doctrina pontificia de los derechos humanos más adelante (nros. 998 Y s1gs.).
�� su versión decirponónica, el liberalis ón divina.
rreg,2.1_�_<!_<?�a�__gu� o��a!l__e!l_el �creado
mo postuló el liºre_jtl�gQ__g�)f!§_fuerz�
a través_ de la oferta y la demanda y se
auto 977. J:ln I!!l>'Stra Co!lstituci¡)n, la cgnfesión de fe teísta ·�� el Preám �
;
�
toda intervención del Estado que pud opuso a lg,y la cmÍ.dición de relevancia que confiere a la Iglesia C �toh � a, Apostoh
ca, Romana (art. 2", Curso. .. , T. II, nros. 303/308), 11ev¡tn rmphCJta la adop
iera alterarlo, señalándole su deber de
cer, dejar pasar. En tanto sus tend dejar ha
¿¡ón de la visión iusnaturalista de los derechos y deberes de las personas.
encias no sean contrarrestadas por fren
morales o jurídicos, conduce al hedo os religiosos,
nismo y al capitalismo, que otorga neta
primacía
al capital sobre el trabajo en el jueg
o de los factores de la producción. Los
excesos del
u;� evidencia más directa d_e esa influencia la suministra la cláusula de los
liberalismo decimonónico fueron denu
nciados por la Iglesia, cuya doctrina soci derechos no enumerados (art. 33, infra, nro. 1008),,incorporada en la refo;
�ezó a ela�orarse en las grandes encíclicas de León XIII, entr al em
rllii cte 1 86Ó con el confesado propósito de sus autores de abarcar, ademas
Importancm la Rerum Novarum. e las cuales tiene especial
d��iós enu �erados, todos aquellos que nacen de la propia naturaleza del
/�l libe:_al�smo po_líti�o se presenta ��,_f!l?Y. variadas vers
bl�-�.9!1 _1� doct_ rina de la ! �esia y tras iones, algunas compati hombre.
�- _� qu � � a � mefecido su cond na. No la cont
en absoluto-el ilbiiifiSm de nuestra � radice Es innegable la filiación iusnaturalista de nuestro movimiento constitucionalista.
� Coli Sfltución, que adhiere a la concepci
-
tUr1llfsta de loS derechos y que, a la par ón iusn a Lo que se debate es qué grado de participación corre �ponde reconocer � una � otra �s
. C¡ue los reconoce y garantiza, los inse
_ noción armonizadora del bien común, rta en la cuela de derecho natural. Se ha enfatizado la intluencm de la escuela racwnal_tsta, lmca
admitiendo las restricciones que establez
glamentaciones razonables . Conduce can re 0 liberal, la que no puede negarse. Pero a menudo se ha omitido s�ñalar q�e e� ese pro
n en cambio a conclusiones inadmisibles
dencias crudamente individualistas las ten ceso confluyó el trabajo docente de la Iglesia en púlpitos, colegms Y �n� verstdades, a
.
y el anarquismo, opuesto a todo gobierno
institución que disponga de poder
coactivo, material o espiritual.
y a toda lo largo de muchos siglos, antes y despu�s de la �e�orma, que arrmgo v1�orosamente
en los pueblos que se mantuvieron fieles al catohctsmo. En e�e extcndtdo curso los
hombres fueron instruidos por ella sobre la dignidad y libertad mherentes a s� natura
.
leza de hijos de Dios, sobre el carácter servicial del poder político que se leg1ttma por
UCIONAL 27
CURSO DE DERECHO CONSTIT
CARLOS MARÍA BIDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO
. Y Pol como el Pacto Int. D. Ec., Soc. y Cult. reconocen
26
su correcta gestión del bien común y sobre el derecho de resistencia a la opresión con inherente a la persona h umana.
·
. de¡1
f' ·-
o fundament o la Importancia
_dig�idad y derechos. misma época. Debe tenerse presente com
,,_
.
gios a. Este Ju;amento, por e �ua
-
··
� ··-
La Decl. Am., por su parte, comienza su Preámbulo con ese texto y luego recuerda vínculo or el juramento, dada su raíz reli .
que, en repetidas ocasiones, los Estados americanos han reconocido que los derechos
. . 'r;;y
el ¡ttfrll1ann
régimen jurí dico y el pue blo JUTa segmr al rey, ..,S elqf1gen
asientan eJ1 cartas locales. En tal
sentido, en
de/!erecJ¡gs y libertades ue se
esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de un detenninado &tado sino
que tienen comofundanzento los atributos de la persona humana. Una expresión similar
se encuentra en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
_ guerra- de_q
el curso de la___ ..
· · de la Península Ibérica se fueron otor
..
. ··¡ sta
reco··· ·nqu
28 CARLOS MARÍA B!DEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 29
.
gando cartas forales a León ( 1 020), Jaca ( 1 064), Nájera ( 1 076), Burgos caso de toma de propiedades
de los súbditos y otras conductas que, aunque previstas
( 1 073), Calatayud ( 1 1 20), Zaragoza ( 1 1 1 5) , Puebla de Organ ·
viOs determinados fueron ·
posterwrm ente apl-Icadas
· de modo genera1.
zón ( 1 1 9 1 ) , ·para agra
León ( 1 1 88) y Aragón ( 1283) (Linares Quintana, Tratado de la Ciencia
•
del 981. El tránsito de las declaraciones antiguas a las modernas reflejó las.
·Derecho Constitucional, nros. 38/41) , pero la importancia de lo ocurrido en XVII Y
Inglaterra superó aquéllas por su continuidad y porque culminó, en las rofu ndas 'transformaciones de la socied_ad eurogeª entre_]os Siglos
ex p El régimen de privilegios estamentales no pudo mantenerse con ¡gua
colonias americanas, con las primeras constituciones escritas modern
as. f:�a racteríiti¿as cuando los grupos p!�feridos e� aqu�llos docun1e� tos
�-
tos
ingl.!lse_s _tiene_SlJS llitos más importantes en la Carta Magna dada por Juan
sip Tierra en 1 2 1 5 , ratificada y en algún aspecto ampliada por la Con./ir integrantes dejaron de tener ese carácter � pasaron a ser cons1derad?� dere
tio Cartarum de Eduardo I, en el año 1297; la Petición de Derechos, presen
ma cÍ;os de todas las personas en su condJcJOn de !lliembros de la Nacton.
tada a Carlos I en 1622 por el Parlamento y a la que aquél prestó su En e1 Pasa]· e a la denominada Edad Moderna coníluyeron factores técnicos (el d�sa-
asenti
11 de las comunicaciones), económicos (avances del sistema captta tsta
¡· ) y portl1 cos
miento (soit droit fait comme il est desiré) ; la Ley de Hábeas Corpu
�: � �ra�
.
n
·
bres "del juicio legal de sus pares, según la ley del país", prometiéndose asimismo
multas razonables, justicia como algÓ que corresponde por derecho, indemnización en ell�s los del a vida, la libertad y la persecución de la felic1dad. Que para ase
g;�ar esos derechos son instituidos los gobiernos entre los hombres, den-
30 CARLOS MARÍA BIDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO
CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 31
vando sus justos poderes del consentimiento de los gobern
ados. Que cuan
fundamentales (la denominada !:mrte dogmática) y la segunda a la organiza-
·
más de veinte días . ligios as tradicionales. Su tono grandilocuente, con la pretensmn ' de proc 1 amar
verdades de Validez y aplicación , universales,
. contrasta con el de las decla-
ci6n y Uni6n Per racwnes uorteamericanas. Estas se caractenzan por su estilo so bno Y precJ-
983. Sin embargo, ni en los Artículos de Confedera · · ' ·
prtua de 17� 1 , ni en el texio original de la Cons
e
titución de los Estados Uni so, proveyendo remedios específicos para distintas situaciOnes concretas en
• •
enmiendas, metodología que se ha zas sociales en ascenso, acotar una esfera de ac�ividad_ pr,iv ada exe,nta de la
seguido aplicando a las posteriores reformas. _
introfuisión estatal, fueron los objetivos inici ales. Las relVlndJcacwnes en
984. Hacia la fuisma época, el 26 de agosto de focaron aquellos aspectos en que más se habían sentido l �s restnccwnes �� a
1789 , la Asamblea N a ,
ciof1¡¡l fra¡¡cesa apro_!Jó la DeclaráciÓÍÍ�c!e los libertad personal: el culto, la igualdad, la expreswn de 1deas, la actuacwn
Derechos del Hombre y del
Ciudqdano. La Constitución de 1791 incluyó en ante los órganos represivos. Los obstáculos opuestos al desarrollo de la Re
su Preámbulo la Declara
ción de 1789 , iniciando el método adoptado por volución Industrial y sus consecuencias, originaron reaccwnes a favm de
la mayoría de las constitu
ciones, entre ellas la nuestra, de dedicar la prim las libertades de comercio, navegación, contratación, circulac�ón tenJto
era parte a los principios
rial, competencia, etcétera. Esa resistencia al poder se concreto en lo que
32 CARLOS MARÍA BJDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 33
Burdeau llama {!b§.rtCf� aUt(Jn J11 Í (Les libertés publiques, 1 2ª ed.,
; i? (J_
1 96 1 , nros. 10/1 1 ) , consistente en'la ausencia de compu
Paris, ento nces marginados de los procesos políticos y los sistemas electorales
lsión estatal y el permitieron el acceso de la� minorías'a los órganos legislativos. Paralela
sentimiento personal de independencia y autodeterminación respec mente, la libertad-auwnomra consagrada en las declaraciOnes constttucw
to del
Estado. Otros las califican libertades-negativas, porque imponen al
E_stado nale s perdió para muchos su anterior poder de atracción.
el deber de abstenerse, de no invadir el reducto personal, de proteg
erlo ac La cuestión social, el problema creado por las injustas condiciones de vida a que
tuando como un mero Estado gendanne que debe dejar hacer, dejar pasar.
Se se vieron sometidos los proletarios en la etapa de consolidación del sistema de econo
concluye que e(menor gobiqiJO es el mejor gobiern o. Llamados
también mía capitalista, provocó reacciones diversas . Hubo coincidencia en el reconocimiento
derechos civiles;Tmsta su reconoCimiento constitucional para que
tengan de la gravedad de la situación y la necesidad de afrontarla y resolverla, pero profundas
de sus causas y la propuesta de soluciones.J�1M�!_fJlfi�.t/Q__9o-
op_eratividad y pueda reclamarse su protección por el Estado , sin que
su vi dife rencias en el análisis
gencia quede suspendida por la falta de reglamentación. ll.UiJÜSla___QeJv1arx y Enge].sJtª.4 �} propuso � a solu�ión rnate�i�lista . Según su criterio,
986. Junto a esa libertad-autonomía aparece la qu� el autor la lucha de clases s_ería el motor de los cambiOs soctalcs y pol� ttcos sobre la base de una
citado lla int��pfetación materialista de la historia; la dictadura del proletarfado sefía la solUción
ma,Zíbertgd:pff!�!Ei, !� Es consecuencia de la s�stitu ión e la doctfin
R,t?;� l � � a en y[la prjmera etapa socialista, enJa que un Estado_ qf[lnipp�ente baJqJll_GODd,l!��iQ,D. Q.�-
de_l derecho dlVlno de Tos reyes como fundame_I!to de_eJer
un partido único,_ e_! comupista, _ ac:;tuarí[L C9_ID9H�Presentante exclusivo de lo?.Jn.t�I!::�.9§
.
s). Se lle y derechos de la clase trabajado�ª; la libertad pers�:mal se . lograría a tra�é� �� l�s r� ali
g¡¡ a la conclusión de que los hombres serán libres aunque vivan en zaGiones_ igualadoras del Estado socialista, hasta que se dteran las condtcwnes tdíhcas
-sacie-·
dad y obedeciendo leyes, si tienen participación en el proceso de forma cte· una sociedad comunista sin Estado, en una etapa futura para la que nadie pudo pro
ción
de la voluntad del Estado; si, en definitiva,Jas leyes son hecha poner una fecha siquiera aproximada.4_�S4_ concepción_opuso la s�yll_lalgle �ia Cató
s por ellos
mismos o por sus representantes. La libertad-participación reclama lic.a,.. gue encontró en su doctrina tradicional suficientes razones para d�_nunctar _1�ex
los de
rech.l)s políticos, la organización democrática del poder que, media plQtación a que eran sometidos los obreros, con olvido de su dignidad como hombres
nte di por su condición de hijos de Dios. Condenó simult�neamente la falsa solución socia
versas técnicas, obtiene la participación del pueblo en la elección
y control lista, señalando que la verdadera se encuentra en el cumplimiento de los deberes de
de los gobernantes y su influencia en los procesos de decisión.
. justicia y caridad que el cristianismo impone a los patrones, en la fraternidad, en la ar
Las primeras constituciones y leyes electorales introdujeron con timi
monía y no en la lucha de clases . León XIII, en su encíclica RN, del 15 de mayo de
dez y hasta temor, los derechos políticos, especialmente el de sufrag
io, re 189l,J_{{_clamó que el Estado actuara para promover y defender el bien moral y material
duciendo considerablemente el número de personas elegibles
y electoras del obrero, y destacó la importancia de la inicíat��� particular de patro!l��__y_gJ?.I:e_tq_�_en
mediante criterios discriminatorios (la propiedad, la instrucción, el efªcQrtamiento de las distanci&-5 que -los separan, especialmente a través de sus rcspeC:..
sexo, la
edad, la nacionalidad) . .P.DcP a pom el. sufragio calificado fue cedien tivas asociaciones.
do el
pasP al sufragio universal (Curso... , T. II, nros. 375/380) y las leyes
rales extendieron la participación en el gPbierno a las minorías
elecw En re"spuesta a las inquietudes provocadas pm la cuestión so cial in gre
(Curso ... ,
,
T. II, nros. 390/3 95). saron en las declaraciones los derechPs sociales, diferentes en varios aspec
No trataremps en esta parte del Curso los derechPs pPlítiws, que han tos a 1P_s_dne_c]1_os_ civile_s )' políticos. S1J reivindicación, lejos de entrañar
sido estudiados en el Capítulo VII dedicado a los instrumentos una postura de resistencia al poder, se manifiesta en exigencias al po�er que
de partici deben traducirse en un ejercicio más activo del poder de policía estatal en la
pación. Su fundamentP no es la libertad sino la democracia como forma
de esfera hasta entonces poco menos que inviolable de la libertad-autonomía:
gobierno, que funciona como garantía institucional de la libertad.
en la actividad ecPnómica; en la creación de servicios y realización de obras
987. AvanzadP el siglP XIX, especialmente en su segunda mitad in públicas, el agrandamiento de las funciones y responsabilidades del Esta
quieta por la cuestión social, otro tipo de reivindicaciones empezó a mani do· en síntesis en !a conversión del Estado gendarme en el Estado inter
festarse wn creciente vigor. A medida que el sufragio calificado fue cedien ve �cionista o Estado social o Estado de blenestar�Si !os derechos civiles
do paso al sufragio universal, se hizo sentir la fuerza numérica de lPs hasta er�Ii: d�sc�ipios�como liberiadesnegativas, esfps otros son lhirnados liber-
34 CARLOS MARÍA BIDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 35
tades positiJ;as Hay pocos derechos socia
análogas a los dere
._ les que presentan características
chos civiles y son directamente operativos. Para
1�
precedidas brevemente en América por Co11stitución mexicana de
más, no basta su proclamación constituciona los de l917 . Especial importancia se atnbuye a las clausulas de este tJ �o mcorpo
l para que se incorporen efec
l!varnente al arsenal defensivo de cada uno. radas en la Constitución alemana de Weimar (1919), qu� marco un r�mbo
Muchas veces se expresan en nido por otras constituciones de la época. Establec10 la obhgacwn del
cláusulas programáticas, carentes de inm
tos derechos puedan ser reclamados etlca
ediata operatividad. Para que es
zmente deben ser implementados
�� ado de proteger el matrimonio; de velar por la familia; de proteg�r y
-
por leyes reglamentarias que además de pres tar ayuda a la maternidad·' de cuidar a la juventud
.
contra la explotacwn
. -
contemplar múltiples detalles, dis
pongan la recaudación de recursos fina e¡ abando no · de proteger y fomentar el arte, la Ciencia y su ensenanza; de
ncieros, el funcionamiento de orga y i
mgarúzar la v da económica conforme a los principios de l a justicia, ten-
msrnos burocráticos o la realización de serv
. ndo a asegurar a todos una existencia digna; de proteger al trab aJ o; de or-
die
icios u obras. En tanto ello no
ocurra permanecen corno programas .
·
que las legislaturas ordinarias irán un sisterná de seguros contra Jos inforturúos, etcétera. Garantizo, 1 a
realizando a medida que se den circunst g nizar
ancias propicia��_Si los derechos : opiedad, pero proclamó el principio de que la propiedad obliga e impuso
resiStencia fueron entendidos corno dere
abstractamente, sin tener en cuenta sus part
chos del hombre, considerad� éste
icularidades y ubicación en la
�1 deber del propietario territorial de cultivar y explotar el suelo.
comumdad,.es.toKderechos-exigencia obed Un carácter totalmente diferente tuvo la Declaración de los Derechos del Pueblo
ecen al fenómeno de socialíza
Trabajador y Explotado, redactada por Lenin y aprobada en 1918, que ��só a f?;�ar
_ción_de)a yig;upp<Jema (MM, nros. 1 01 1 1 ; GS, nros. 6, 25, 63, 75) que mul
lipilca las relaciones de cada persona la primera parte de la Constitución inicial, del mismo año, de la Revolucton sovtetlca.
con grupos o asociaciones interme E dice Mirkine-Guetzevitch, más bien una declaración de los derechos del Estado
dws encargadas de la promoción y defensa
de diversos intereses colectivos. q�� de la persona (Las Nuevas Constitucio�es del Mund�, 2"- ed., �adrid, 1931, pág.
E? vez del l) mbre abstracto, estos nuev
� os derechos tienen como sujeto, se 47). Esta Declaración, a la que algunos atribuyeron una I�P?�tan �m co �para�le a la
gun expreswn de Burdeau (op. cit. , nro. 1
9,1_aJm JLu !:>re§ituªdo, al honibre francesa de 1789, ha quedado olvidada y su mayor valor s1gmhcattvo, senala Sanchez
concreto definido no por su esencia o su Agesta (Curso de Derecho Constitucional Comp�rado, Nacional, �adrid, 19 �3, p�g.
pertenencia a un tipo abstra�to,
smo por las particularidades de l a situ
ación en que se encuentra como 354) consiste en ser la expresión brutal y un poco mgenua de la acct�n revolucwnana.
�mernbm de u? a familia, trabajador, menesteroso, desocupado, enferm Su art. 23 ponía en descubierto el concepto de sus autores so?re la hberta? de las p�r
JUb!lado, mqmlmo, ahprnsta, deudor, etcé � sonas: "Guiada por los intereses_ de la clase obrera en su conJunto, la repubhca_ socia
tera. Se proclaman así nuevos dere
chos constitucionales(S on derechos a... lista federativa soviética rusa priva a ciertos individuos y ciertos grupos de los dere
: derechos a obtener algo (los medios
i!),'!�SJ:lf:f1Sitbles para un nivel digno de vida chos que usan, por ser contrarios a Jos intereses de la revolución soci �l� sta". Las
, socorro en casos de infortuni�
trabajo, descanso, participación en los bien posteriores constituciones soviéticas, producto de una mayor madurez po �lttca, e�t�n
es de la cultura, recreación, etcé� ciaron derechos económico-sociales (al trabajo, al reposo, a seguros, a la mstruccwn,
tera (MM, nros. 1 011 1 ; PT, nros. 8/26).
Los titulares inmediatos de algunos a la protección de la maternidad) que no diferían mucho de los que otorgan las conSti
de ellps no so11 las personas individuales
sino entes colectivos corno la fa tuciones de los Estados democráticos; también se proclamaban supuestos derechos po
.rnilia, el sindicato, la escuela, la universid
ad, el organismo asiste cial, etcéte
� líticos y personales que carecían de virtualidad y eran muestras, al decir del autor cita
ra, alcanzando a las personas individu
_ de mie ales en forma mediata, por su condi do, de humorismo cónstitucional (op. cit., pág. 389).
cwn mbros del grupo o por alguna función (usu
arios, consumidores). La mayoría de las constituciones actuales y las declaraci@es interna
El constitucionalismo social se hizo pres
ente en la Constitución fran
c�sa de 1 848, En ella se proclamó el cionales contienen una enunciación de derechos económico-sociales. Debido
derecho al trabajo y a una existencia
digna. A los principios de libertad e igua a su falta de inmediata operatividad muchas de estas disposiciones perma
ldad proclamados en 1 789 , se
JI República, a la que en 1 852 suce
ag;egó el defraternidad. Poco duró la necen en estado de hibernación, a la espera de circunstancias, principal
dw el Segundo Imperio de Luis Napoleó mente económicas, que hagan posible su realización.
n.
Fueron las constituciones europeas posterio Oportunamente ha de verse cómo se introdujeron este tipo de cláusu
res a la primera Gran Gue
rra del siglo xx las que iniciaron efec las en nuestra Constitución, primero en la reforma de 1949, luego de su
anulación, en el art. 14 bis, incorporado en 1957, y por último, en la refor-
tivamente el constitucionalismo so-
36 CARLOS MARÍA BIDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO
CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 37
mad e 1994, en la que también se encuentra
la protección de los intereses di
fusos o derechos de tercera generación, a Quizá el último ejemplo, y el más dramático, se da en el campo de la medicina
. los que nos referiremos en Jos pá
n·afo s que s1guen. Z:�-�ética, donde clpai�ce n nuevos holocaustos, como, por ejemplo, la matan_z_a�po:r de�_
.
�-�·¿���elamiento de embrtones.
988. Así como abusos de la lib�rtad del
empleador condujeron, según 989. Como una respuesta a toda esta problen;ática nacen nuevos dere
hemos explicado, al planteo de la cues
tión social y a su laboriosa recepción ' hos y garantías , llamados "de tercera generació¡i¡", que incluyen los reJa
por el derecho, otros excesos en las liber
a las empresas Y de las potestades esta
tades reconocidas a los individuos
tales, llevaron a males advertidos má
�
. i�nados con el me_c]jg ambiente, el usuario y el consumidor; la sall!d y la_
reCientemente. ; calidad de vida; el patrimonio histórico, etcétera.
�"""�"
Las rccunentes crisis económicas a las Tuvieron una primera recepción en algunas constitucio�es de la segunda posgue
ron, con ?ostcrioridad a la caída de la Bolsa
que condujo el sistema capitalista lleva rra. La Constitución, itali'!nfl d� 1947 y la �ey Fundampual de Bonn de 1 949_ sc__rc11r,ie
de Nueva York a fines de 1 929 y sus efec -;;-a Úcprotección_ de _diversos �ecursos naturales y del �_omerci9 -�1__4is�r_ib_�ir compe
t�s rccesJVos, gene alizados como reacc
� ión en cadena, a la implantación del Estado teñcTáS;- ía 'Priincra entre el EstadO y las regiones y la segunda entre la federación y sus
hlenestar, caractenzado por un creciente de
intervencionismo del Estado en la econ miembros; la Constitución de Brasil de 1 946 y la uruguaya de 1951 prevén regulacio
La Segunda Guerra Mundial patentizó el pelig omía .
, ro del uso desmedido de la tecno nes de las empresas concesionarias de servicios públicos.
Iogm en los holocaustos de Hiroshima y
Nagasaki. La posterior utilización masiva
adelanto� gue procuran una mayor com de
odidad, pero dañan el ambiente, llega a amen Pero su formulación más acabada se inicia con la renovación constitu
cional que se produce al comenzar el último cuarto del siglo XX �Curso... , T. I,
zar la extstencia de la vida humana y a
la conservación de su hábitat.
. Simultá�e�e :e, �.tro fenó�eno CJ
� .�- .? t l!l�!�!:!_l.Jl).)mportante impacjo so- nr.;: 55). Incluyen esta temática con amplitud los textos constitucionales de
ctal��J<l _�llltIphcact _n .<:fe 1? �f.�rta_de � 9.��� _ �
de comumcactón . m stva ?
-
�i�J?.es y_ servicios. La difusión por los medi
os Grecia (1975), 1:urtuga!(l 976), Esp, ña {l 978 ) , Brasil ( 1 988), etcétera.
� de tdeal es de bienestar material, la publicidad agre
otros fa�;ores, ontnbuyer a la crea siva, entre Nuestro ordenamiento los acepta expresamente en la reforma de 1 994, en
. � �� ción de hábitos de permanente requerim
sustttucw? de btenes Y serviciOs que conf iento y - . 1\)S arts. 4 1 a 43, y se inclina por la denominación de :derechos de incidencia
iguran la llamada sociedad de consumo
de el tenet es más iJ;np_qrtante que el ser don GOle ctiva (art. 43), frente a otras alternativas tales como derechos o intere
. Por otra parle, ello derivó en una actit�d de:
per�_anente abuso de Jos prestadores de
bienes o servicioS, sean estatales 0 privadoS, !;erdifusos o colectivos. Se los denomina también derechos de tercera ge
h �cia 1?� consumidores y lJ SUa!'ios. ti eración, distinguiéndolos de los reconocidos por el constitucionalismo
_
Vinculados con ello, la ;e��ción contra .
IÜ�··tr tados de paz y por otras declaraciones y acuerdos poste_riore.<?. CLJ.9? 8, que l� s
�
- !t fi��iP�on derechos pohticos, religiosos, educati:o� Y �ingüísticos de ampho con�e�1-
d.. . _L_as actividades de la Liga en materia humamtana
e) L¡¡s l}eclaraciones internacionales
_ mcluyeron la ayuda a los Icfu .
��
990. Al reconocimiento de la persona en docu
mentos nacionales como �� �d�m desaloj·ados de sus países durante . . '
la Primera Guerra Mundial. A tal fin, el Con-
sujeto de derechos que deben ser protegidos
por el Estado, que, como vimos, ·
se] O e d la Liga nombró un Alto Cormswnado para atender esta cuestwn.
. " .
responde a una larga evolución, le ha sucedido . . , InternaCio-
La Parte XIII del Tratad,o co_ntenía la c_qnstltqcwn de 1a Qrgamzac1on
la aparición de instrumentos
internacionales referidos a estos temas (Curso
.
. . , T. I, nros. 1 1 2/ 120). nal del Trabajo (OIT). Aunque formaba parte del mismo ! nstrumento desde su ini cio,
se.t"Uvo la intención de que la OIT fuera un orgamsmo autonomo, lo que le pemutlo, es
tablecerse sobre una base institucional independiente y perdurar hasta el presente .
l. Antecedentes
Y las libertades constituye una cuestión internacional (A. Verdross, Dere tivamente sea ratifica
da por un número significativo de países como para su puesta en
cho Internacional Público, 42 ed., AguiJar, Madrid, 1 963, pág. 505). rnarcha . Nuestro país
depositó su ratificación a comienzos del año 2001.
En punto a determinar hasta dónde tienen facultades las Naciones Uni
3. Documentos gener
das de tratar l�s denuncias referentes a violación de derechos humanos por ales en el ámbi to universal
miembros mdividuales, cabe traer a colación el art. 2.7 de la Carta que se
993. La Carta no trajo una enunciación de derech
os. Ésta fue suplida
ñala: "Ninguna disposición de esta Carta autorizará a Naciones Unidas a in
de Derechos Humanos, aprobada el 10 de di
tervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de por ]a Declaración Universal
los Estados". Sin embargo, la Asamblea General, basándose también en ]a ciembre de 1948.
los derechos fundamentales tie
Carta, ha considerado en varias ocasiones denuncias sobre violación de Jos El Preámbulo enuncia las ideas básicas de que
- - �� "VUíüf--CieXa p_eiSO�a-·hllrpalli;--q_uc_ poi�eifü e-o�
derechos humanos y efectuado recomendaciones a los gobiernos. En casos nen su tienen su raíz en la digni.dacfY
la familia humana derechos_ iguales e inalienables;
de violación abierta y extendida la acción de los foros internacionales ejer rre;,Ponden a todos los miembros de
en de derecho para que el hombre no se
ce una presión tal que difícilmente puede ser desoída. que ellos han de ser protegidos por un régim
rebelión contra la tiranía y la opresión . Hay
La tendencia de llevar al terreno de las organizaciones i_nternacionales Vea compelido al supremo recurso de la
ación no provee remedios en casos de in
1� defensa d� los derechos humanOs cóiiienzo; segun-heñi"�s visto, en el pe una enunciación de derechos, pero la Declar
miembros de la organización, y en la
nodo ele la Lrga de las NaciOnes y continuó con la creación de las Naciones fracción. Es indiscutible su fuerza moral para los
o interno con rango constitucional
República Argentina ha sido incorporada al derech
Unidas, en 1 945. ·· · ····· ··· · ·· · 75, inc. 22; Curso ... , T. I, nro. 105).
. .
Mod �rnamente, _:I r�cono ��J?ie��? de derechos humanos en el campo interna�1 o- aJlEO])ó eJ1J2§§_
En busca de una mayor fuerza jurídica, _La_AsarnJ:>l�a
Derechos Económicos, Sociales y
,
nal ha seguido, en general el siguiente camino:
dQS pactos: el Pacto Internacional de
·
. El primer paso s.�el� consistir en una resoluciói? de un organismo internacional o s y Políticos. A este
r� g�onal, a vec�s especializado en la materia de que se trate : Pr �_s�.4ido de informes téc Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civile
· ece un Comité de De
n� co�: Jndica la preocupación de la comunidad· iitternacionáTÓ �egional y su enfoque 4Í.timo se agrega un Protocolo facultativo que establ
.
de violaciones a los
sobre el tema. rechos Humanos encargado de considerar denuncias
Lueg � d? �llo suele producirse una declaración, a veces una carta, en general e � d�rechos del Pacto.
, smos para ha
caracter pnnc1p1sta y programático. Con todo, lq§__ g_oJ!.!l::EI1f?S___ son _más cuidadosos con , .. A diferencia de la Declaración, los Pactos prevén organi
estos textos, porque sienten que comienzan a comprometerse. --
- en el plano
cerlos efectivos (infra, nro. 1 389), pero el control sólo fun_ciona
-
permitan el ac
El t�!cer paso es el de la· codificación, -con el Í1ombre de Pácto, Convenio, Con
int�rnacional y aún falta perfeccionar los mecanismos que
ven �·ión u otro similar. A veces primero aparece un Tratado Marco que crea ciertos me otra parte, ha habido cier
ceso de los particulares a dichos organismos. Por
camsmos para que, por medio de otros compromisos, se arribe a decisiones más con or que establece
cretas que lo vayan llenando. ta resistencia de algunos Estados a aceptar el control exteri
que depende
E�-"�_§ t� R!:Q.C:_�.§º-�-� !<:Jrrrtl}_��-�i�-�-�-()l__q¡;::!_�cho internacional de los derechos huma el Protocolo y ello ba retrasado el proceso de ratificación del
mento s han sido elevados al
�o-� , Y en otros campos del - derecho internacional y del derecho de la integración, se uti su entrada en vigencia. También estos instru
lt�ª-.co_n frecuencia, para adoptar decisiones, la regla del. consenso, es decir, un enten rango constitucional por la reforma de 1994.
dimiento que se alcanza sin que ninguno de los participantes considere que necesita
4. Documentos particulares
oponerse al acuerdo para proteger su interés, pero sin que ello signifique su adhesión
plena.
Con muchas reticencias por parte de lús Estados Unidos, entre otros, se ha negociado 994. Además de la Declaración y de estos pactos gener
ales, existe un
buen número de declaraciones y convenios <le Naciones Urüda
en Roma, durante 1998, un tratadO multilateral que da origen a una Corte Internacional Pe s y de s¡Js Ór- · ·
ular (Cur
nal de protección de estos derechos, no siendo previsible por ahora, portal razón, que efec- ganizaciones especializadas, sobre derechos humanos en partic
so. . . , T. I, nros. 1 13 y 1 14).
42 CARLOS MARÍA BIDEGAIN
- EUGENIO LUIS PALAZ
ZO CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 43
De ello s merecen destacars
. e los. que pos,een rango con
nuestro país. stitucional en En sus considerandos, el instrumento declara que todos los hombres son iguales
iu�t� Ia ley y tienen derecho a igual protección con_tra toda discrimina,ción _e incitació_n
a) Cp_nvenci�'n para la Pr a ella, y que '-��_ Naciones Unidas han condenado el colonialismo y todas las prácticas
evención y la Sanción de
d_ !!_ Genoczdlo l Delito de, �egregación y discriminación que lo acompañan, cualquiera que sea su forma y
. .
Jó�dequiera que existan
En distintos períodos de
1 a h'is·tona e1 genocidio Según la Convención, 1� expresión discriminación racial denota toda distinción,
pérdidas a la hUJ�anid ha infligido grandes exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de.razar colm;-linaje--u origen_
ad . Sól o en lo que va del
·
�Q.cional o étnico, que tenga por objeto o por res_ultado anular_ o_m�nosc;l]ªr _d rec_QD_Q:_
gimen del "Khmer Rouge , c Sig lo, bas ta mencionar al ré-
en amboya 0 al exterm
por parte de los turcos rm o del pueblo armenio
-
cf� !ellto, goce o ejercicio,_ en condiciones _ de igll�Iq�c!. de_ los derechqs _humal)QS yJi-
· · .
.
-
miembros I . " _
ave a la tegndad física o
__tj�_ü:: n t_q fL _ qp ndjc;�Qnes_de �xistenc i a ���:;: I�
_ a
mental, sÜme movieron en los países occidentales la necesidad de uua declaración explícita
ID!�ntos en el seno del grupo y traslado p�r
ed t � �s destm �
;; �
laf ;z d mnos (art. 2-). Su
as a impedir oaci como medio para lograr una mayor igualdad de derechos y oportunidades entre
gobernantes, funcionarios � s autores, sean varones y muj eres (gender gap). Nuestro país la adoptó por ley 23.179.
o particulares podran... ser JUzgados por un t . bun
tente del Estado donde se
comet'lO, e1 acto, o ante la e n al compe-
orte pena1 mternacwnal que A los efectos de dicha Convención, la expresión discriminación contra la mujer
a 1 a parte contratante que
te competente respecto resul-
.
·
(arts. 4 !:! y 6!:!). hubiere reconocido su jur denota toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto
isdicción
o Por resultado menoscabar o anular el reconoCimiento, goc-e-o-ejercicio -por la mujer,
-
En atención a estos pri
ncipw s, 1 a �entencm. i'ndependientemente de su esiado CIVil, -sobre la base de la igualdad del hombre y la
de la Corte Suprema de mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política,
·
Justicia de l a Nación
.
in re "Pnebke, Ench si
1 99 5 ' califico' 1 a eJe
. ., sol ici tud de extradición" de económica, social, cultural y civil (art. 1 ') .
cucion de setenta y cmco CIVIles
Guerra Mundial como durante la Segunda En su art. 22, los Estados Parte condenan la discriminación contra la mujer en to
'
' d' ,
·
delito d .
·
·
I y con s �der �
del ius cagens del Derec
y procedía la extradición
ho Inte :::��� t�
a a prescnpcwn no hab
que por aplicación
ía operado
das sus formas y convienen en seguir políticas encaminadas a eliminar dicha discrimi
nación. A tal tln, se comprometen a tomar medidas apropiadas para modificar los pa
requerida po r el gobierno trones socioculturales de conducta del hombre; eliminar la discriminación contra la
(Fallos, 3 1 8:2 1 48). de la Repúbli ca de Italia
mujer en la vida política y pública del pafs y, en particular, garantizar el derecho al voto
y a la participación, así como su desarrollo en la esfera de la educación, del empleo, y
de la atención médica, entre otros aspectos (conf. arts. 10, 1 1 y J 2).
b) .Convención Internaci
onal sobre la Elz'mmacw
El art. 1 5 es enfático respecto al deber de los Estados Parte de reconocer la igual
de todas las Formas de n . "
D rsc
' nmmacwn Racial
dad de la mujer con el hombre, ante la ley.
· ·
� �� d �
"
22.
44 CARLOS MARÍA BID
EGAIN - EUGENIO
45
LUIS PALAZZO
la y; tura y otros
d) Convención contra CURSÓ DE DERECHO CONSTITUCIONAL
Inhumanos o Degr
adan ;� Tratos o Penas Cruel
es, La Con venciq_n inst<:Ila la obliga�ci9I1. mQr;:¡J de conservar la vida -protegiendo a
:'!iJ.íllli!<!'' "·,··',_·,·m_ una dé las franjªs más_ vull)er�Ples�d_�_l(l_SQf�_gad- y genera una lógica
Fue adop tada por la
Asambl ea General
1 984 y aprobada de las Nacio nes Unid ·c:o:rrespondencia del derecho a ella y del deber de los demás de respetarla.
por nuestro país me as en
dIante la ley 23.338 . En este orden de ideas, la Iglesia Católica ha señalado qucc "Defendcr y promo
'r�_,?pe_t!:)I y am� la vicia es una tarea que_Dio_? confía a cad� _l:l_9_1!1bre . . . ", y que �-'la vi?a
El af1:_. 1 º defi ne el términ
nat�e nte a una persona o
tortu ra com - o todo a�J() _p()r__el cual :
- ---:-:�·_:�"
· __
dolores o sufr . .cntos se inflij a in tencio-
hqtxmn�J�_s_ s(lgrada e_ioviolable en_cad<lJ11 QIJl9D-to__d_� su existencia, también �I:t_�l_ini�jq_@�.
el ftl} de obten er de
,, ,,IJJx<;!'\Lo, a nacimiento",. y ha reafirmado como decisiva la responsabilidad de la fami
ella o de un terccron�ll graves, ya sean físicos o
mentale·s---, co
·
--- n
, para el futuro de la humanidad (Juan Pablo Il, 1995, EV, nros. 42, 6 1 y 92).
Ul)___acto _que haya come mfo rmacton o una confe ·
sión, de castigarla po
· , ...
tido, etcétera .
. ' . Cada Estado Parte se compromete a to --- r
JU dletales o de otra
índol e ef'Icaces para Im. mar med'd1 as legisl ativas adm,·nts . as Al tiempo que planteó la contradicción entre los postulados de estas
· 1 os actos de tortura en
pedIr · trattv
que esté bajo su juris . declara ciones y los ataques a la vida humana, l a Iglesia también destacó que
•
o de la Convención (arts . sensibilidad moral más atenta a reconocer el valor y dignidad de todo ser
· ·
·
1 7 y s1gs.).
. efectivo
ln; m;Í�o_¡m cuanto tal, sin distinción de ra�a, nacionalidad, religión, opinión
re ¡os Derechos
e) Convención sob
del lVl/1 política o clase social" (EV, nro. 1 8.2).
.,. 0
- · -
a Asambl Gen?ral .
-
el r�S]leto a la vida
otras declara
humana y la nece��l a
��
s mternacwnales que
23.849.
reconocían 995. Con pocas excepciones, la comunidad organizada de Estados ha
Sld�ración especial de proporcionar al -- - con alcanzado universalidad. Paralelamente a este proceso, se generó una rápi
esta Con venc1on _ niño un� -
n ace �omo conse
qente concientizaci cuencia de la- ere- da expansión del regionalismo a través de un crecimiento importante de or
· ' -
ón de que en todos
VIVen en con kione o del mundo hay niños ganizaciones y acuerdos regionales, que encuentran su lugar dentro del sis
�
s excepcionalment
i � ; ���=: que
Su propos¡ to es afian tema universal (Max Sorensen, Manual de Derecho Internacional Público.
.
. � en el seno de
-
, una _ �
_
_
Crtn ciOn y castig o, tras] aro'� legal con tra toda form medidas para l a realización de sus propósitos, uno de los cuales es el respe
ados o retencw . a de di s-
nes ilícitos en el extr 'to a los derechos humanos.
Su ar�_:___ I- establece anjero.
que se entie 1 . -o
'
eiectuó una reserva en .: Convención, �1 República sede en Estrasburgo. Una de las condiciones para el ingreso al Consejo es el rcconod
el sentido d� ue nmo
_.
Esta Convención cstabieci � puestos rapidamente en vigencia . A fin de dar efectividad a esas declaraciones, los países de la región
rar e1 cumplimiento de sus
� dos rnecamsmos de aplica
I n efIcaces para asegu-
c'ó aprobaron en la Asamblea de la OEA del año 1969 la Convención America
disposiciones .· 1a Con . . .,
na sobre Derechos Humanos, llamada Pacto de San José de Costq Rica,
y el TribunalEuropeo de De usw n Eur ope (t de Derechos Humanos
rechos Humanos (art 19)
am b os con
EJ Tratado de Arnsterdam sede en Estrasburgo. que se encuentra en vigor desde 1 976 al obtenerse el número necesario de
2�:��� � :
.'
�. n vtgencia l �- � de mayo de 1999�
•.
en a polític - erior y la
a ext .
seg d:id co n
�e la Unión Europea, uno de uri conformidad con el art. 28 del rí@T]9 laS instituciones democráticas, _ un régimen de libertad personal y de justicia so
:� � Tratado
_,.,
sus ob'jeti � s � efo rzar la proteccIÓn _ de c_i_ª-l ft.;mdad9_ en el_ r�speto d_e_los dc�echos esenciales del hombre.
-
mt<::rese's de los naciofiJ.lC - . � los der echos e
. S d e sus E"-stados miembro _ --- -- La Convención establece el deber de los Estados Parte de adoptar las disposicio
Umo
�
-, híbe la esclavitud y la servidumbre (arL 6'). El art. 8' consagra las garantías judiciales,
r ea smo · tamb"'
de loS Derechos Humanos
cwn de la Corte Europea ron ten a la jurisdic- .
e
'
en Estrasburgo, como . del ons ej o d e Europa, con sede .- tales como el debido proceso, el derecho de defensa, la presunción de inocencia, el de
a la supervisión de l Comite � .
Cmta Social y a la del Co � de Expertos Independientes recho a no declarar contra sf mismo y la asistencia del inculpado por un defensor del
m·t
t e Europeo para la Prevenció . de la :
. n de la Tortura. Estado, y el art. 25 contempla la protección judicial a interponer recursos. El art. 98 re
-- titu
La�--s ins -
cwnes que velan por el res
rn.�_nt9 E_u· rop_�o y su Defen peto de 1o dcreeh s humano cepta el principio de legalidad y el 10 el derecho a indemnización en caso de condena
---
Carta Internacional Am ,
� e apr obo en Bo got á la pactos citados esta Convención ha sido dotada de rango constitucional en 1 994.
eric��a de Ga antza ; y la Declaración
hos y Deberes del Homb
Americana · de los Derec s Soe za/e s
Cabe recordar que en 1992, aun antes de la reforma constitucional, nuestro más
· ·
re. alto ttibunal consagró en "E� ekdjian c/S?_fo_vi�?h" la primacía del dcrech9_ internacio
Antes de 194 5, la única org .
Panamericana, establecida
anización reg io nal de cier .
ta Importancia era la Unión nal sobre el derecho interno y la operatividad de los derechos protegidos en la Conv.
a fines del sig1o XIX, que A�n- P.ara así resolver, tuvo en cuenta que, en nuestro ordenamiento jurídico, el derecho
rra Mundial fue denominad . poco después de la Segunda Gu
a Orgamzacwn , de e-
. .
nencia ha sido aprovecha Estados Amen· canos (OEA). Esa de respuesta o rectificación ha sido establecido en el art. 14 del Pacto de San José de
da en el Med"10 Onen . � exp e-
te, en Europa y en Al- rica para la crea- Costa Rica que, al ser aprobado por ley 23.054 y ratificado por nuestro país el 5 de se-
CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL 49
48 CARLOS MARÍA BlDEGAIN - EUGENIO LUIS PALAZZO
ón un procedimiento de
Así, ha quedado establecido en la Constituci
de los tratados de derechos humanos: �1 ]2fi
tiembre de 1 984, es ley suprema de la Nación conforme a lo dispuesto por el art. 3 1 de
la Constitución Nacional (Fallos, 3 1 5[2]: 1503) (Curso . . . , T. I. nro. 102).
doble lectura por el Congreso
con jerarquía supeJior aJas ley¡;s, y el
mero para aprobarlos simplemente
�·- · con mayoría de dos tercios
b) El Protocolo de Buenos Aires �egundo para dotarlos de rango coustitucional las Cámaras.
Cabe también contabilizar con jerarquía constitucional a las previsio d� la totalidad de los miembros de cada una dela reforma constitucional, la
.�-
�
ntes térmi nos: "Para los efect os de la
en los siguie
.
cuestwnes respecto de los cuales no abundan normas en los restantes documentos nas (art. II) como una figura penal
la libertad a
desaparición forzada la privación de
!
con �t tucionalizados por la reforma de 1994, e introducir otros aspectos novedosos, presente Conv enció n, se consi dera
que fuere su form a, come tida por agent es del Estado o
equtlibrando mejor temas vinculados a los derechos sociales (Eugenio Palazzo, Los una o más personas, cualquiera ia del
aquie scenc
�uev�s aspectos de la cuestión social en la doctrina de la Iglesia y en la reforma cons n con la autorizació n, el apoy o o la
por personas o grupos que actúe los
e el ejerci cio de
titucwnal de 1994. Rango constitucional del Protocolo de Buenos Aires, Prudentia Iu
mación ... , con lo cual se impid
Estado, seguida de la falta de infor
procesales pertinente s" .
ris, nro. 38, págs. 9 y sigs.). recursos legales y de las garantías ario
como d e lesa humanidad, esto es, contr
En la Asamblea Generalcle la OEA de 1988, realizada en El Salvador, se adoptó L a Convención califica a este delito
al de
la extra dició n, y lo dc
el frotocolo Adu:wnal a la Convención f.J1Jericana sobre Derechos Humanos en roa Í�� �
�_Q- _�_gel!_te�, no_!_q �onsidera político,
lo cual posib ilita
tena de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, denominado Protocolo de San élara imprescriptible.
,Sa_lv_a_(l_�r. �a entrado en vigor a partir de la ratificación de once países. El nuestro, has ya que inaugura la etapa
La ley 24.82 0 tiene importancia i nstitucional
ta la redacción de estas líneas, no lo ratillcó, si bien fue aprobado por la ley 24.658 de n sobre derechos humanos por
199 ? . Se da �sí la curiosa situación de que tenemos, con rango constitucional, una nor
de la coristitucionalización de una convenció
y Legislativo. Constituye
la voluntad concurrente de los Poderes Ejecutivo
ma mte rnacwnal ---el Protocolo de Buenos Aires- que en realidad se encuentra de
ncias constituyentes por parte
.
sactuahzada, ?ucs ha sido superada en el mismo ámbito -el americano- por una el primer caso de ejercicio formal de compete
semirrígido que ha adquirido
de ellos, y evidencia el carácter disperso y
so. .. , T. I, nro. 105; Néstor
nueva preceptiva.
nuestra Constitución luego de su reforma (Cur
e) La Convención Interamericano sobre Desaparición Forzada
ención Interamericana sobre
S agüés, Jerarquía constitucional de la Conv
, 173- 888) .
de Personas Desaparición Forzada de Personas, E. D.
Adm1mstrat1vo ' Buenos A"ues, 1997 pag. II 5) . c 0 miÍs, se encuentra la afirmación de la persona con sus derechos. La apari
ción del Estado moderno y el descubrimiento de América crearon, a partir
- · Este enten. a fue reiterado en el fallo
"Arce , de 1997.
• ,
del siglo XVI, muchos problemas, que incitaron a los pensadores cristianos
(Suarez, Victoria, De las Casas y otros) a elaborar una doctrina sobre la per
El art. 75, i c. 22 de la Constit ción Naci
. � � onal dispone también que los
sona y sus derechos fundamentales. Más adelante, sin embargo, el Ilumi
tratados mtermcwnales con Jerarqma constitucional no derogan artículo al
ción y deben entenderse comple nismQ y]a Revolución Francesa, con sus manifestaciones laicistas y anti
guno d la Pnmera Parte de la Constitu
�
mentanos de los derechos y garantías por
ella reconocidos (Curso . .. , T I cleJicales, agresivas e intolerantes contra la Iglesia, provocaron en los Papas
una actitud de precaución y, algunas veces, de condenación (Pío VI, carta
uro. 105) .
·
·
· •
�n la sentencia :·chocobar" de 1996 (Fallos, 3 1 9:3241), la Corte apostólica Past Tam Diuturnas, 1 8 14; Gregario XVI, encíclica Mirari Vos,
1 832; Pío IX, encíclica Noscitis et Nobiscum, 1 849 y Quanta Cura, 1 864,
cha cla�sula en el sentido de que los constituye interpretó di
. d del cual ntes habían efectuado un juici o de com-
probacwn� n VIrtu habían cotejado los tratados y los artículos constitucio
.� na- con el Syllabus anexo).
Con León XIII se inició un cambio moderado en la actitud de la Iglesia
l cs y venftcado que no se pr0ducia ' derogacwn ·" · · ·
alguna, JUIC I O que no podrí an
desconocer o contradectr los poderes constituid
os.
.