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Tarea II
El contacto con libros para niños se puede presentar desde antes de nacer o desde la
cuna, cuando se coloca en las manos del niño su primer libro o cuando escucha las
rimas y nanas que por generaciones cantaron madres y abuelas. Cómo olvidar: Arroz
con leche, El chorrito, Los pollitos, La muñeca vestida de azul, Duérmete mi niño,
Mambrú, El Barquito.
Los niños aprenden a partir del lenguaje que escuchan, es ahí que, cuanto más rico
sea el entorno lingüístico, más rico será el desarrollo del lenguaje. El proceso de
apropiación del lenguaje continúa a lo largo de los años escolares, así que esos años
deben estar llenos de las imágenes y el vocabulario excitante que ofrece la literatura
para niños. Entendemos la literatura como la construcción imaginaria de la vida y el
pensamiento en formas y estructuras de lenguaje, integrados en un conjunto de
símbolos que provocan una experiencia estética.
Se puede afirmar que el niño, desde muy pequeño, participa de la literatura como
juego, diversión o entretenimiento. Dentro de las primeras actividades espontáneas de
expresión oral y de lectura en el niño está el disfrute de los cuentos, este género
literario es el más utilizado por los docentes para enseñar a leer.
La poesía, a pesar del valor literario que tiene en si misma, es una excelente
herramienta didáctica para formar los valores que necesitan los niños/as para aprender
a convivir en una sociedad democrática teniendo como norte la cooperación, la
solidaridad, la tolerancia y el compromiso social, se justifica su uso como una excelente
estrategia ya que ella para los niños/as al igual que la ternura, la espontaneidad, la
curiosidad, la imaginación, la fantasía, el deseo de conocer el mundo que le rodea, y el
sentido crítico; es una actitud hacia la vida. Actitud que, a pesar de ser atacada
certeramente por un proceso de socialización concebido ideológicamente
para convertir estos seres en miembros sumisos de una sociedad de consumos ávida
de ocultar los principales valores humanos y de mantener aquellos antivalores que
ayuden a perpetuarla, debe ser, por tanto, alimentada en la escuela para preservar y si
se quiere mejorar la sensibilidad y convivencia social a fin de salvaguardar la
solidaridad y la civilidad entre todos lo miembros de una comunidad.
Las letras de canciones, acompañadas de su música, son una estrategia didáctica
sumamente eficaz en todos los niveles de la enseñanza, y para múltiples contenidos.
Estimula el gusto por la música, desarrolla el placer estético, motiva, y agrega a las
clases ritmo, armonía y relajación.
Las adivinanzas infantiles son juegos de ingenio sencillos dirigidos al público infantil
que tiene como objetivo entretener y divertir a los niños, preguntando o describiendo
algo para que sea adivinado.
Las adivinanzas infantiles, además de resultar entretenidas a los niños y niñas, son
igualmente educativas e incitan al niño a ampliar sus horizontes y poner en
funcionamiento todas sus capacidades. Con nuestra recopilación de adivinanzas
infantiles, el niño aprenderá de forma amena e inconsciente, aprovechando de manera
efectiva el tiempo invertido en resolver las adivinanzas infantiles que se le presentan.
Por si fuera poco, con las adivinanzas infantiles, los niños tienen la oportunidad de
aprender cosas nuevas y desconocidas, como tradiciones, hábitos, pautas y normas de
conducta o costumbres al tiempo que se divierten como nunca, tal y como ha de ser
todo buen aprendizaje.
Los trabalenguas son ideales para divertirse con los niños, aumentar el vocabulario y
aprender, aún más, los fonemas de las palabras.
Las retahílas tienen su origen remoto en dichos y cantares populares divulgados desde
el siglo de oro. En la literatura popular infantil, el término retahíla se suele usar para
denominar ciertos juegos de palabras, juegos sonoros y rítmicos, juegos, con o sin
sentido, juegos con mensajes especiales, valores, etc.
Se entienden como composiciones cortas en forma de poemas, muchas veces
dialogadas, o casi siempre en series, encadenamientos, entronques, sonsonetes
humorísticos… Hay piezas de valor literario, algunas de autores muy prestantes y
reconocidos, pero también las hay humorísticas, picarescas y hasta absurdas, ilógicas
o sin sentido aparente.