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BARRIO
PABLO SÁNCHEZ LEÓN
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QUIÉN HACE ESTA GUÍA
Pablo Sánchez León tiene formación como historiador, es investigador en la Universidad del País Vas-
co, trabaja sobre temas de historia y memoria desde una perspectiva ciudadana; es también director de
Postmetropolis editorial (www.postmetropolis.com)
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ÍNDICE
R O D U C C IÓN
4 INT LATOS
A D E R E
ND
UNA AGE NTES
5 G R E D I E
AT E R I A LES E IN i dad
6 M a re a l
P A S O d e s d e nuestr
7 PASO A m o v i miento e l a m e moria
n erse e n e s desd
1 . P o s o r a l ria...
11 FASE i m o n i o a h i s t o
c o p i l a r test a c e r c a de l
e onible s
13 FASE 2. R o s d i s p
. R e u n i r relat i s t ó r i c os ...
18 FASE 3 r e l atos h
u s c a r ot r o s
i o y r e f lexivo
FASE 4. B t o prop
21 n r e l a
5 . E l a b orar u
24 FASE
S
26 CONSEJO
P R Á C T ICOS
28 3 CASOS
S
RECURSO
30
F O T O G R AFÍAS
S
33 CRÉDITO
3
INTRODUCCIÓN
Reclama tu barrio y constrúyete con dignidad
Reclama tu barrio. O Todo esto hay que rescatarlo del olvido, pero
tu pueblo, para ello hay que rescatar la conciencia del va-
lor del tiempo, sacarla de la situación en que se
o tu ciudad, el lugar donde vives y
encuentra por inercia y por herencia. Esta tarea
que te vincula en primer lugar con nos emplaza a todos, no es asunto de las insti-
tus conciudadanos. tuciones.
La información es poder, dicen; pero en cam-
Allí de donde te sientas, o al revés: ese es- bio no es conocimiento. Conocimiento es solo
pacio que no termina de ser del todo tuyo, aquella forma de información que al ser integra-
nuestro, es el objeto de esta guía. Apropiarse da transforma la percepción o la conciencia de
del espacio a través del reconocimiento del quien se hace con ella. Y tampoco basta con
tiempo. Hacer nuestro el barrio a través del conocer: también hay que re-conocer, caer en la
sentido que damos a los relatos que nos acer- cuenta acerca de cuánto de lo que se aprende
can al pasado. Este pensar históricamente el en realidad ya se sabía, solo faltaba darle otra
entorno vuelve sobre nosotros, nos interpela y vuelta implicándose uno en el acto de integrar
nos cambia. esa información. El conocimiento que empodera
España es un país construido de silencios y es el que te cambia.
vacíos: vacíos de territorios que ha dejado la
modernización impuesta, silencios de suce-
sos que ha dejado la imposición política. Más
de cien mil ciudadanos olvidados en cunetas
se reparten en decenas de miles de fosas co-
munes por toda la geografía; más de diez mil
pueblos y localidades diezmados que esperan
ser revisitados y revividos; todos nuestros ba-
rrios tienen lugares extraños, inconexos entre
sí, o donde han sucedido acontecimientos im-
portantes en nuestras vidas pero que apenas
hemos integrado en una geografía emocional.
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RELATOS
ENDA DE
UNA AG historia de Europa. Quienes lo protagonizaron
han entrado ya en la tercera edad y pronto no
podrán dejar testimonio.
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TE RIA L ES
MA TES
GR E DIE N
E IN A la hora de hacer una devolución de lo apren-
dido, en forma de un relato, los materiales po-
sibles se multiplican: no se pretende escribir un
¿QUÉ NECESITO? cuento sin más, sino desarrollar mi creatividad.
Así que los soportes cuentan: fotografías, recor-
Además de disposición, para realizar esta acti-
tes de prensa de época…
vidad hacen falta varios tipos de ingredientes y
recursos.
Un vídeo grabado durante el desarrollo de la
práctica, o como colofón de esta, es una apuesta
Es importante tener toda la información recopila- más elaborada y tal vez también más arriesgada
da, los listados de entrevistables y las notas que pero que puede resultar mucho más interesante.
tomamos en las entrevistas en un cuaderno que Se trata de mostrar, de compartir nuestra reelabo-
dedicamos entero a esta actividad. ración, y para ello esta ha de ser todo lo personal
y nuestra que consideremos. Tras la re-construc-
Las entrevistas han de quedar registradas, así ción, la imaginación debe guiar nuestro relato.
que hace falta una grabadora, aunque hoy día
los teléfonos móviles permiten grabaciones so-
¿CON QUIÉN CUENTO?
noras de calidad suficiente y cuentan con memo-
ria también suficiente, gestionadas desde algu- Con colegas motivados. Es importante intentar
na app o programa de software. acometer esta actividad en grupo, contando con
personas cercanas de la misma localidad, del ba-
Para la realización de contactos y búsqueda ne- rrio, el pueblo, el colegio. Trabajar en grupo ase-
cesitamos hacernos con un mapa de nuestra lo- gura que la experiencia y el cambio que se puede
calidad sobre el que señalar los lugares donde esperar de ella se viva colectivamente y pase a
vamos a ir en busca de informantes clave. formar parte del bagaje personal; permite ade-
más una cierta división del trabajo, que en esta
Navegar por internet es esencial también a la actividad puede resultar de ayuda, aunque com-
práctica, a la hora de buscar páginas en las que partiendo resultados parciales y manteniendo la
aparezcan relatos sobre mi localidad o mi barrio, actividad final, la de la fase 4, como individual. En
o sobre la ciudad y el territorio más amplio del cualquier caso, aunque conviene intentar realizar
que estos forman parte. También voy a necesitar la actividad en grupo, colaborando con otros en
un USB o un disco duro en el que albergar la todo el proceso hasta la reelaboración de relatos,
información que recabe, creando una o varias la guía sirve igualmente en caso de decidirse o
carpetas para ir almacenando toda la informa- asumir las tareas de manera individual.
ción que produzca con la investigación: páginas
y textos obtenidos en internet, los audios de las Por otro lado, el asesoramiento nunca sobra, así
entrevistas, algunas partes transcritas de ellas, y que se puede empezar la práctica con ayuda de
mis notas para elaborar un relato propio. nuestros profesores en el colegio, o de algún fa-
Lo mejor es contar con un ordenador donde al- miliar.
macenar todo, pero no es imprescindible.
6
o a paso
pas PIARNOS DE NUESTRAS CO MUN I D A D ES EN E L T IE M PO
7
El que nosotros queremos elaborar tiene en
cambio por trama el contraste entre el pasado y
e s t a m os dis-
propio,
o ra r u n r e la to
nt i d o q ue ellas
– Al ela
b
u c i o n es el se hacen
a s i ns tit o s a q u e
al nidad, c
putando en c o m u
ción.–
a vi d a a n a rr a
dan a l ed i o d e algun
por m
siempre
por el camino podemos haber perdido maneras
de hacer y vivir que nos han empobrecido cultu-
ralmente y que es importante rescatar para me-
un relato. Al elaborar un relato propio, estamos
jorar nuestra vida en comunidad.
disputando a las instituciones el sentido que
ellas dan a la vida en comunidad, cosa que ha-
Comprender esto no es solo una manera de dar
cen siempre por medio de alguna narración.
a quienes nos han precedido reconocimiento en
su diversidad, es también el mejor punto de par-
Ahora bien, nuestro relato ha de ser distinto a
tida para elaborar relatos sobre nuestro barrio o
los oficiales o convencionales. No puede que-
nuestro pueblo distintos a los establecidos.
darse en un cuento que empieza en un punto
del pasado y simplemente describe cómo se
A eso lo llamamos pensar históricamente.
llega hasta el presente. Así es como son nor-
malmente los relatos que las instituciones y los
Lo que se piensa históricamente es siempre el
grupos organizados nos imponen: nos cuentan
presente; pensar históricamente es una manera
una historia natural acerca de cómo somos a
de apropiarse del mundo que incluye el pasado
partir de dónde venimos y lo que ha ido suce-
y a quienes lo poblaron como un «otro» que re-
diendo hasta hoy.
clama reconocimiento en su diversidad.
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LA IMPORTANCIA DE LOS RELATOS DE CUALQUIERA
SO
El periodista Sergio del Molino –autor del ensa-
9
cimiento se llega a partir de la curiosidad, pero
eso es solo muy parcialmente cierto. Hay otras
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A PASO
.
PASO
ovimien
rse en m
Pone
Hay
des territoriales nacionalistas no llegó a alterar
algo anterior a todo: para esta tendencia de modo significativo, tan solo
que brote o bien la sospe- reorientó su escala hacia la dimensión regional.
cha hacia lo que antes se mostraba En medio, sobre todo a lo largo del siglo XIX,
incuestionable o se daba por descon- quedaron truncadas numerosas experiencias de
tado, o bien el deseo de reivindicar lo construcción local de la ciudadanía, tachadas de
propio, hay que estar en movimiento, localistas. En suma, lo local quedó como el es-
pacio de las costumbres sociales y la cultura, no
incomodados o atraídos por algo. Es
el de la realización de ningún ideal cívico.
la acción la que produce el marco des-
de el que toda información adquiere Nosotros queremos trascender este estereotipo,
significado. y para ello operamos al revés: empezamos por
lo local. Pero además empezamos por lo más
Se empieza por algún lugar, y se necesita una localizado: nosotros mismos.
cuestión concreta. Esto no quiere decir que la
conciencia acerca del pasado no pueda arran- Nosotros mismos quiere decir exactamente eso:
car de grandes asuntos globales, o que incluso no es lo mismo ser mujer, inmigrante, discapaci-
esté motivada por el internacionalismo más uni- tado o enfermo crónico; no es lo mismo vivir en
versalista; pero el arranque de toda indagación una zona degradada o en una residencial, en un
histórica o en torno de la memoria suele ser a pueblo en fase de repoblación por jóvenes que
través de un asunto cercano que motive a mirar se marchan de la ciudad o en una aldea remo-
hacia el pasado. ta y en declive. Todas estas situaciones tienen
algo en común, sin embargo: son igualmente
En el caso de España este sencillo presupuesto legítimas y valiosas para desde ellas tener una
de sentido común se ha visto muy deformado experiencia de exponernos a relatos de memoria
a lo largo de toda la historia moderna. Ya en el e historia y cambiar nuestra percepción de nues-
siglo XVIII proliferó una literatura que menospre- tro entorno y nuestra relación con él.
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Por otro lado, todo depende de la actitud hacia Sea como fuere, esa forma de apropiarse del
el presente. En realidad el acercamiento al pa- barrio o la localidad es indisociable de la po-
sado está predefinido por la manera en que nos sición que se ocupa en la comunidad, y de la
situamos en el presente y hacia la actualidad. actitud que se exhibe ante esos problemas. Lo
Puede suceder que no haya nada en el presente personal es aquí, como de costumbre, político,
de tu comunidad que te parezca que desentona, y viceversa:expresión de unas necesidades y
nada en la situación de tu barrio o tu localidad escalas de valores que son personales aunque
que llame la atención ni a ti ni a nadie. En ese refieren a unas coordenadas colectivas.
caso es muy probable que el acercamiento al
pasado no se convierta en la oportunidad para Es precisamente esto lo que permite hacer una
su re-apropiación crítica. actividad cuyo centro, recordemos, no es la in-
formación o el conocimiento acerca del barrio
Lo habitual es sin embargo que haya no una o la localidad sino una efectiva reapropiación
sino muchas cuestiones que permanecen sin simbólica, valorativa, de la comunidad a través
resolver y que se palpan en la vida cotidiana, nuestra exposición a relatos sobre el pasado.
desde el déficit en las dotaciones de servicios a
la gentrificación creciente hasta la creación de
ghetos o la desigualdad de género, la desapari-
ción de los menores de nuestras calles... En el
trasfondo de este tipo de problemas subyace el
pasado de esa comunidad.
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A PASO
.
PASO
stimonio
opilar te
Rec
qué tiene esa placa de inauguración en la que solo
se mencionan autoridades…? Por donde hay algo
que no cuadra, un episodio o rastro de la propia
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economía de las zonas rurales, sino que favorece
pa
cance apenas empieza a atisbarse.
or otro
sado el último medio siglo desde que comenzó el
o e s p
-ruralism
despoblamiento: cómo ha sido la vida, no en el
terreno de las costumbres, que también, sino en
— E l n e o
o s o c i o lógico
nómen
relación con la condición ciudadana: la dotación
o u n fe el cre-
y gestión de servicios, las relaciones de poder a
lad t i ci p a
q ue a n
o de las
escala local, las protestas vecinales…. También
en a u g e t
interesan los contrastes de ese mundo rural en
a m i e n
declive demográfico con la etapa anterior, antes
n te d esdibuj ntre el
ci e s e
eredada
de que llegase el éxodo rural y se fuese despo-
e ra s h
blando, un tiempo que se puede rastrear a partir
front
de las huellas que ha dejado.
p o y la ciudad—
cam
Puedes también preguntarte por la transforma-
ción de propiedad comunitaria en pública (y
eventualmente su privatización), fenómeno que
se despliega sobre todo desde la segunda mitad
del siglo XIX, y que ha marcado profundamente
la estructura de muchas localidades a lo largo
de los últimos dos siglos y hasta la actualidad, EL INFORMANTE CLAVE ES, EN EFECTO, CLAVE
incluidas las pautas de la emigración a las ciu- Lo siguiente en esta fase es identificar personas
dades. de las que recabar un testimonio. Para llegar
hasta ellas tenemos a su vez que buscar infor-
El neo-ruralismo es por otro lado un fenómeno so- mantes clave. ¿Hay personas en condiciones de
ciológico en auge que anticipa el creciente des- ofrecer testimonios de su salida del campo y/o
dibujamiento de las fronteras heredadas entre el su llegada a la ciudad? ¿Dónde están?
campo y la ciudad, especialmente marcadas en
el caso de la España contemporánea. La llega- Podemos tenerlas en nuestro entorno familiar.
da de jóvenes –y no tan jóvenes– educados en Tanto si no como si sí, los centros de día y re-
la ciudad no solo incide sobre la demografía y la sidencias de ancianos del barrio acogen con re-
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sado reciente de los barrios. Otros son figuras
públicas o representantes del barrio en algún ni-
15
ermite
so a paso testim o n i o p
pa – ...el
n uevas n a rr a t ivas del
ela b o ra r
o t ra s versio-
s a d o, ofrecer entos y
pa te c i m i
s s o b re acon s p ers-
ne ev a
EL PROCESO DE RECOGIDA DE TESTIMONIOS
m a a p o rtar nu
La experiencia subjetiva puede ser recuperada en su
re e l p asado–
sob
pectivas
a través de testimonios. El testimonio rescata
el valor de la memoria como agente activo en
la producción de significados y a menudo con
sentidos diferentes a los hegemónicos o al relato
lo que podemos saber sobre determinadas face-
plano y homogéneo de la historia.
tas del pasado en los barrios es lo que puedan
aportar los testimonios de los y las activistas.
En esta actividad el testimonio no se busca en
En suma, la naturaleza subjetiva del testimonio
primer término por la información que aporta
tampoco lo vuelve inexacto y no fiable: la memo-
sino por la dimensión que posee como discur-
ria suele ser exquisitamente detallada y precisa
so mediado por los contextos del recuerdo de
en su funcionamiento.
un lado, y de su elaboración de otro, lo que le
dota de una capacidad creadora como discurso.
Por todo esto, recabar un testimonio es un pro-
En efecto, el testimonio permite elaborar nuevas
ceso que merece la mayor atención y cuidado.
narrativas del pasado, ofrecer otras versiones
No consiste en elaborar un cuestionario y diri-
sobre acontecimientos y en suma aportar nue-
girlo hacia el testigo. Se trata de un proceso en
vas perspectivas sobre el pasado.
el que interactúan dos personas y que por tanto
no es unidireccional, aunque la iniciativa corra
Como subraya Miren Llona, la memoria que re-
a cargo de quien recaba el testimonio de otro.
caba el testimonio opera desde el presente, y
Tampoco se agota en el encuentro o los encuen-
por tanto en ella «las circunstancias personales
tros con el testigo sino que continúa en la trans-
del momento de la rememoración interactúan
cripción y análisis del texto resultante.
con el recuerdo del pasado». Con todo, no se
trata de despreciar la dimensión puramente in-
Se trata en suma de una tarea difícil, que implica
formativa del testimonio. Muchos sucesos no
con sus cinco sentidos al entrevistador, y com-
dejan otras huellas que los recuerdos de quie-
pleja, ya que obliga a trabajar la escucha tanto
nes los experimentaron: en ocasiones no hay un
como cultivar la intuición y la sistematicidad en
solo documento, ni apenas reseñas en la prensa
todo el proceso que culmina en el análisis crítico
de lo que el testigo incorpora a su relato. Todo
del texto final transcrito.
16
so a paso
pa
17
A PASO
.
PASO
os dis po
r re lat
Reuni o el p ue blo
b ar rio
del tantos desestructurados o redimensionados por
el éxodo rural. Puede, como es también habitual,
que aunque figure como una jurisdicción institu-
18
so a paso
pa
19
factura: aquí el pasado se mitifica como ese es-
pa
a pesar de haberse visto acosado desde fuera,
o que fue experimentando un deterioro hasta
desnaturalizarse, o que reclama una reacción
con objeto de recuperar su condición originaria y
superar la discontinuidad entre el ayer y el hoy.
Nos interesa el contraste entre estos dos tipos
La ausencia de un relato subalterno mínima- de relato, si damos con ello. Pero no para elegir
mente trabado tiene consecuencias que también entre ellos, sino para subrayar que ambos son
deben dar pie a la reflexión, pues establece lími- limitadores. Uno, el subalterno, normalmente ve
tes de partida a la hora de disputar al dominante en el pasado una balsa de aceite, un lugar pláci-
su hegemonía. do y armónico que progresiva o súbitamente se
ha visto sacudido por alguna tendencia o algún
¿QUÉ ES LO QUE BUSCAMOS EN LOS RELATOS SUBAL- proceso que la ha llevado al estado presente de
TERNOS? postración; el otro, hegemónico, normalmente ve
en el pasado un presente incompleto, un tiempo
También en este caso no interesan de este tipo
presidido por el atraso, la pobreza y la injusticia,
de relatos los argumentos concretos ni los datos
que en cambio aparecen superadas en el pre-
sino el relato-dentro-del-relato que contienen:
sente. Ambos pierden de vista cuánto del pasa-
los supuestos de fondo, las referencias valorati-
do está en el presente, hasta qué punto el pasa-
vas, el sentido último del relato.
do sigue aquí. Los dos resultan estrechos, dejan
mucha parte de la realidad pasada y presente
Frente a la manera de abordar el pasado de los
fuera de atención, invisibilizada. Nosotros que-
relatos hegemónicos –como una suerte de línea
remos hacernos cargo de ella, de ese patrimonio
recta que une el pasado con el presente– los re-
común invisible que aguarda a ser okupado.
latos subalternos, especialmente cuando brotan
de conflictos y protestas o en torno de crisis en
las formas de vida o las expectativas tienen otra
20
A PASO
.
PASO
relatosh
car otros
Bus
teriores, y encontrar parecidos o continuidades
y diferencias. Es en cualquier caso importante
leer este apartado aunque no se vaya a realizar
21
les, en principio más distinto en sus significados
22
us camos
so a paso – ¿Qué
es lo q u e b
elatos?
pa s e c ontras te d e r
co n e
ex tr a ñ eza. –
La
CONTRASTAR LOS DISTINTOS RELATOS SOBRE PASA-
DOS DE MI COMUNIDAD
Toda la actividad de esta guía consiste en la bús- ¿QUÉ ES LO QUE BUSCAMOS CON ESE CONTRASTE DE
queda y análisis de relatos, pero no se queda RELATOS?
ahí. Esos relatos no adquieren significado hoy si
no es contrastándolos unos con otros: los relatos La extrañeza. Normalmente cuando interpre-
disponibles, los hegemónicos y los subalternos, tamos textos lo que hacemos es traducirlos a
los recabados desde el testimonio. nuestro lenguaje convencional, que es la úni-
ca manera de hacer comunicable a otros su
Lo que hacemos con todos esos textos es una sentido. Al contrastar unos textos con otros se
hermenéutica, es decir, tratamos de darles sig- marcan las diferencias entre ellos, pero además
nificado. Y una manera de abordar esto es preci- emergen aspectos que no cuadran, o partes que
samente contrastando unos con otros, buscando no se relacionan bien entre unos textos y otros.
sus diferencias y analogías, no formales sino en Esta inconmensurabilidad de unos textos por
cuanto a su relato-dentro-del-relato. otros es fuente de extrañeza.
Esto se puede hacer siguiendo un cierto orden. Todo aquello que no permite reunir todos los
Comenzamos contrastando el relato hegemóni- textos en uno solo que los sintetice es lo que
co sobre el barrio con el subalterno cuando lo se busca aislar en esta fase de la actividad. Se
hay. ¿En qué se parecen y en qué se diferen- trata de subrayar todo lo que en los textos no
cian? resulta natural al contrastarlos entre sí, lo que no
adquiere sentido claro o no cuadra con lo espe-
Después contrastamos los relatos disponibles rado. Esa extrañeza es un potente artefacto, tie-
con los relatos de memoria, intentando ver si ne la clave para el conocimiento crítico. El hecho
pueden o no ser acogidos en el hegemónico, y mismo de contrastar relatos acerca del pasado
aislar matices y diferencias significativas entre favorece la extrañeza.
ellos; lo mismo respecto al subalterno.
23
A PASO
.
PASO
24
cimiento producidos al exponerse a distintos En principio los relatos se pueden compartir por
relatos han podido favorecer en nosotros una escrito o en forma de presentaciones orales en
transformación en relación con nuestros refe- público. Pueden ser recopilados y subidos a
rentes valorativos acerca de nuestra comunidad páginas web o publicados. Pero asimismo pue-
vista en el tiempo, acerca de la temporalidad, de den adoptar otro formato, aprovechando nuevas
lo común, y de nosotros mismos. Ese re-conoci- tecnologías que están cada vez más a mano:
miento puede tener mucho de encuentro, de re- grabaciones de imágenes, de sonido, tiras de
descubrimiento de parcelas de nuestra identidad cómic, etc. Las posibilidades son aquí enormes,
marginadas o desactivadas, sentidos de nuestra y dependen del criterio de cada uno: el único
percepción cultural intuidos pero nunca explora- requisito es que se elabore un relato que de al-
dos. O bien plantearnos una nueva visión acer- guna manera re-elabore los que se han recaba-
ca de nuestra comunidad y de nosotros en ella. do y exponga de qué manera esa actividad ha
En cualquier caso, el relato que ofrezcamos de influido en quien la ha realizado.
nuestro barrio o localidad será nuestro.
Finalmente, es importante tratar de encontrar un
En principio el relato que se busca tiene un for- espacio público en el barrio o la localidad donde
mato de emulación de los relatos testimoniales: presentar los relatos individuales en grupo, ex-
se trata de que quien lo elabora exponga su poniéndonos a los comentarios y el diálogo con
proceso de re-conocimiento desde sus propios otros vecinos.
parámetros de memoria, jugando con las posibi-
lidades creativas e imaginativas de esta; no obs- En conjunto la actividad puede realizarse en
tante, el relato puede ordenarse tratando de dar unos tres meses a seis; no debería prolongarse
respuesta a alguna de estas cuestiones: más de un año.
¿Cómo ha afectado el encuentro con un relato En la medida en que somos los relatos con los
de memoria acerca del pasado de mi comunidad que contamos –acerca del mundo, pero asimis-
a mi percepción del valor del tiempo? ¿Cómo ha mo acerca de nosotros mismos– si llegamos a
afectado el relato histórico recuperado a mi per- elaborar uno que contenga reflexiones acerca
cepción de mi comunidad? de cómo la recuperación de historias de vida y
el contraste con relatos testimoniales e históri-
¿Han influido ambos sobre mi concepción del cos ha afectado a nuestra propia identidad, ha-
patrimonio común? ¿Cómo ha afectado toda bremos logrado okupar el tiempo simbólico de
esta actividad a mi percepción de mi propia nuestra localidad, un recurso inexpugnable que
inserción en la comunidad? ¿En qué sentido he nos puede permitir actuar de manera consciente
modificado mi comprensión de la dinámica de mi y original en nuestra comunidad.
comunidad en el tiempo? ¿Sigo compartiendo
los relatos disponibles acerca de mi barrio o Por delante se abre un mundo de posibilidades y
localidad? ¿Hasta qué punto? sinergias: el universo de la cultura del recuerdo,
clave para aprender a influir sobre la memoria
Hasta ahora las tareas establecidas en las fases colectiva desde los procesos comunitarios. Pero
1, 2, 3 y 4 eran a ser posible colectivas. Esta eso ya es para otra guía diferente.
fase 4 en cambio es una actividad individual en
primer término, pero que no deja de poseer una
dimensión colectiva, porque los relatos elabora-
dos están para ser compartidos, diseminados.
De hecho la tarea no culmina en la elaboración
del relato de identidad sino en su transmisión y
comunicación.
25
onsejos
c AB ORAR RELATOS Q UE NOS CAMBIEN
PARA EL
SOBRE LA RECOGIDA DE LOS RELATOS DISPONIBLES Cuando no somos conscientes de las condicio-
Cuando no somos conscientes de nuestra con- nes en las que tiene lugar nuestra contribución
tribución activa a la construcción colectiva del al cambio, la historia anterior a nuestras luchas
pasado, la historia que se nos termina contando aparece con facilidad resumida en una ausen-
no es la de los ciudadanos y las comunidades cia total y permanente de representación y un
de las que formamos parte. Es la del Estado, el pasado sin justicia, irredento. Además de poder
ayuntamiento, el museo, la fundación cultural o llegar a desmotivar a la acción, este estilo narra-
hasta una empresa; también la del movimiento tivo no consigue dar reconocimiento a las cons-
social y sus organizaciones en la medida en que tricciones que flanquean las luchas ciudadanas,
establecen un relato ortodoxo acerca del funcio- que pueden ser muchas e intrincadas de desen-
namiento del poder contra el que surgen y de su trañar. No es solo que se pierda la oportunidad
propia configuración y fisonomía. del conocimiento procedente de experiencias
pasadas sino que además se desdibuja el víncu-
Que unas y otros cuenten su historia como si lo con quienes nos precedieron en los avatares
fuera la de nosotros y nuestros antepasados es de la condición ciudadana.
algo que de por sí no tiene por qué reflejar una
usurpación: lo habitual es que alguna institución Seguramente a nadie le gustará escuchar dentro
u organización nos represente. El problema, de un par de décadas un relato en el que las lu-
como hemos experimentado en los últimos años, chas ciudadanas de hoy aparezcan diluidas hasta
es cuando las instituciones o las organizaciones la irrelevancia o el olvido por no haber logrado los
dejan de representarnos… objetivos ambicionados. Esta sensibilidad es la que
debe presidir la recogida de relatos disponibles, así
Súbitamente el relato hasta entonces compartido como su posterior análisis e interpretación.
o dominante aparece ahora como un constructo
ideológico del poder. En torno del desengaño sur- SOBRE LA RECOGIDA DE TESTIMONIOS
ge la necesidad de un relato diferente que como En relación con la recogida de testimonios hay
mínimo subraye la fractura de significado entre algunos consejos que nos ofrece Miren Llona.
nosotros y las instituciones, y que a ser posible
presente a los ciudadanos resistiendo las embes- Es conveniente documentarse sobre la persona y
tidas del poder. Estos relatos contienen una enor- los temas de los que en principio se va a tratar,
26
subrayando algunas preguntas clave centradas en ñándole en el proceso de rememoración. Más en
cómo vivió la persona su experiencia. Importa so- concreto se trata de
bre todo desarrollar un estilo de entrevista que evi-
te anticipar en las preguntas las respuestas y que El ritmo de la entrevista conviene que sea «lento,
faciliten el despliegue de la narración del recuerdo. sensible y respetuoso» y preguntar en un estilo
«sencillo, breve y sensible» que muestre que se
Las cualidades del entrevistador que el entrevista- pone en lugar del entrevistado.
dor debe cultivar son: valentía («para establecer las
mejores condiciones de realización de la entrevis- El testigo modifica su percepción en el proceso;
ta»), flexibilidad («para adaptarse a las característi- pero también cambia el entrevistador, aunque
cas particulares de cada persona entrevistada») y no siempre sea consciente de ello, para lo que
capacidad de autogestión («para dejarse guiar por es necesaria una re-elaboración de su propio
sus propias intuiciones e ideas en el momento de proceso en la actividad. De aquí se pasa a la
la entrevista») («Historia oral», p. 34). fase 4.
27
RÁCTICOS
CASOS P
3 Una de las ideas guías del Programa es que las
historias reconstruidas y narradas por los jóve-
nes sean de su localidad. Son memorias «de
CASO 1.JÓVENES Y MEMORIA, BUENOS abajo» en tanto disputan con las «de arriba»,
AIRES (ARGENTINA) construyéndose dialógicamente con ellas. Lo lo-
cal se revela entonces como un espacio que da
En el año 2002, la Comisión Provincial por la Me- cuenta de dimensiones del pasado que no se-
moria de la provincia de Buenos Aires lanzaba el rían inteligibles desde el relato público a la que
programa Jóvenes y memoria. Recordamos para la escuela debe tributar.
el futuro, convencida de ���������������������
la enorme potenciali-
dad de la escuela para los trabajos de la memo- El catálogo de producciones del Programa Jóve-
ria. El punto de partida no fue solo el mandato de nes y Memoria reúne más de 3000 producciones
recordar como imperativo ético de la educación en artísticas realizadas por jóvenes y coordinado-
tiempos de democracia, sino el reconocimiento del res de la provincia de Buenos Aires que han par-
derecho a la memoria de las nuevas generacio- ticipado del Programa desde el año 2002.
nes. Es decir, la escuela no como vehículo para la
transmisión de un legado sino como espacio para Esta fuente documental y testimonial expresa los
la apropiación de las experiencias pasadas. interrogantes que los propios jóvenes se han plan-
teado sobre el pasado y el presente de su comuni-
El Programa Jóvenes y Memoria se creó para dad a lo largo de estos años, abordando temas no
propiciar preguntas. No se trata de hacer solo relacionados a la historia reciente sino tam-
repetir a los jóvenes el relato de los mayores, bién a la agenda actual de los derechos humanos.
sino que puedan reelaborarlos, tamizándolos en
la trama de su propia experiencia. A lo largo de más de quince años varios miles
de estudiantes de secundaria de la Provincia
La propuesta consiste en desarrollar durante de Buenos Aires han pasado por esta experien-
todo el año un trabajo de investigación sobre el cia pionera que sirve de ejemplo paradigmático
pasado reciente de la comunidad donde está in- para esta práctica.
serta la escuela. No se fijan límites temporales
precisos, solo se insiste en la escala local y que http://www.comisionporlamemoria.org/jovenesy-
el tema se inscriba en el eje «Vivir juntos. Los memoria/el-programa.htm
desafíos por la igualdad».
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CASO 3
UN OLMO, MIL HISTORIAS
La Asociación Nacional Micorriza es una orga-
nización sin ánimo de lucro que aboga por la
conservación y protección del patrimonio natu-
ral, la historia, valores culturales, tradiciones y
servicios ambientales que se están perdiendo
en la mayoría de las regiones rurales del territo-
rio nacional. La mayor parte de sus integrantes
CASO 2. MAPEANDO LA VIDA DEL BARRIO pertenecen a la comarca de Molina de Aragón,
DE CARABANCHEL la cual se encuentra en un enclave geográfico
singular y posee una gran diversidad geoló-
gica y ecológica. Apuestan por la custodia del
Carabancheleando es un plataforma formada por territorio, fomentamos un diálogo intergeneracio-
periferias urbanas como el barrio de Carabanchel nal, desarrollamos actividades de educación y
en Madrid, que participan en colectivos políticos sensibilización ambiental.
con una orientación hacia la y que practican una
investigación militante acerca de sus entornos. Extracto del proyecto en http://micorriza.org/un-
Tras dedicarse a mapear los barrios en sus defi- olmo-mil-historias/:
ciencias estructurales y de servicios, han entendi-
do el valor del tiempo y la apropiación del pasado
común como parte del proyecto de empodera-
miento colectivo de los vecinos-ciudadanos.
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RECURSOS
REFERENCIAS
Miren Llona, «Historia oral: la exploración de las sur o Serranía Celtibérica: un territorio montaño-
identidades a través de la historia de vida», en so y frío con 1.355 pueblos que se extiende por
Miren Llona (coord.), Entre-verse: teoría y me- las provincias de Guadalajara, Teruel, La Rioja,
todología práctica de las fuentes orales, Leioa, Burgos, Valencia, Cuenca, Zaragoza, Soria, Se-
Universidad del País Vasco, 2012, pp. 15-60. govia y Castelló. En su interior viven menos de
ocho habitantes por kilómetro cuadrado. No hay
Sergio del Molino, La España vacía. Viaje por un
un lugar tan extremo y vacío en toda Europa.
país que nunca fue, Madrid, Taurus, 2016.
Este periplo invernal por una Nada demográfica
da voz a los últimos pobladores de un mundo
Luis Moreno-Caballud, Culturas de cualquiera.
en extinción. Paco Cerdà ha escrito la crónica
Estudios sobre democratización cultural en la
de los otros, los que se quedaron descolgados
crisis del neoliberalismo español, Madrid, Acua-
de un país urbanizado a gran velocidad que ha
rela-Antonio Machado, 2017.
olvidado su origen rural.
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RECURSOS
Pablo Sánchez León y Vicente Pérez (eds.), Me-
moria ciudadana y movimiento vecinal. Madrid,
1968-2008, Madrid, La Catarata, 2008.
Nuestro parto fue dentro de un barrio
La historia del movimiento vecinal sinte- marcado por su Historia, es decir, sus
tiza la construcción de la ciudadanía en conflictos sociales, su fuerte amor por
la España de los últimos cuarenta años. sus gentes, sus formas de vivir... las
Surgidas al calor de la lucha por conse- cuales nos han ido modificando, madu-
guir unas condiciones de vida dignas y rando, recreando... A la vez, fuimos es-
por superar la represión ejercida por el tudiando cómo se había originado este
régimen franquista, las asociaciones de Palacio, su plaza, sus conflictos y disfru-
vecinos adquirieron pronto un perfil de- tes que en su Historia han convivido...
mocrático y participativo de notable éxito Estos saberes, los vamos actualizando
social, sobre todo en grandes ciudades al entrar en contacto con otros vecinos
como Madrid y Barcelona. Su contribu- recién llegados. Descubrimos un ser
ción como «escuelas de ciudadanía» ha vivo que se autoprotege, que quiere se-
quedado, sin embargo, marginada de guir vivo tal y como se hace a sí mismo;
los relatos oficiales de la transición. Este descubrimos la realidad de su todavía
libro reúne estudios acerca de una histo- existente sentimiento de barrio que se
ria que es, en buena medida, insepara- reconstruye una y otra vez con el paso
ble de la memoria de los activistas y lí- del tiempo, de sus habitantes... Los años
deres de las asociaciones, protagonistas nos pusieron delante de otra realidad:
de un conjunto de experiencias cívicas asociaciones y entidades de la ciudad
que aún reclaman su lugar en el imagi- nos llamaban para participar en sus acti-
nario colectivo de la democracia. vidades, charlas, conferencias...
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RECURSOS
por el barrio en los diez o quince últimos
años. Una ocasión que pretendemos
aprovechar para, a la vez, reflexionar
y hacer autocrítica sobre cómo se han Pero resulta que también somos ciuda-
articulado las prácticas de autoorganiza- danos en el tiempo, en el ahora, y eso
ción social alrededor -aunque no solo- nos llama a reconocernos en otros ante-
de esta cuestión. Trata, por lo tanto, de cesores ciudadanos amenazados, des-
reflejar una transformación palpable ya protegidos, desplazados, privados de
en el cambio de fisonomía de la zona; reconocimiento, desprovistos de dere-
pero, especialmente, pone la mirada en chos o de los medios para ejercerlos. A
la relación del espacio-tiempo con la co- esto también cabe llamarlo solidaridad,
munidad de personas que actúan y se y presupone la sensibilidad hacia quie-
han dejado influir por estas dimensiones; nes no pudieron gozar del estatus que
casi podría decirse, en las que han creci- nosotros tenemos y al que legítimamen-
do como colectividad política. te aspiraban. Esta solidaridad intertem-
poral se cultiva por medio del activismo
de la memoria, que también es no-gu-
Pablo Sánchez León, «¿Por qué una política de bernamental y ajeno al mercado, y que
la memoria?», La circular num. 4 (2016). asimismo incluye la movilización políti-
ca: es solo que en este caso la amplia
No somos ciudadanos solo en el espa- gama de intervenciones políticas nece-
cio, el aquí, que nos llama a reconocer- sarias encuentra resistencias por parte
nos en otros ciudadanos amenazados, del Estado y entre sectores de la opinión
desprotegidos, desplazados, privados pública. Esto se debe en parte a que es
de reconocimiento, desprovistos de de- un fenómeno mucho más reciente, pero
rechos o de los medios para ejercerlos. sobre todo a que afecta a las bases de
Gentes maltratadas o postergadas de la democracia que hemos heredado, por
otros países del mundo globalizado, o lo que su reconocimiento social y sobre
del nuestro. A esto lo hemos llamado todo institucional es aún infinitamente
solidaridad, y presupone la sensibilidad menor respecto al de la solidaridad geo-
hacia los que no gozan del estatus que social o espacial.
nosotros tenemos y al que legítimamen-
te pueden aspirar. Esta solidaridad geo- Descarga disponible en: http://lacircular.info/
social se cultiva por medio del activismo por-que-una-politica-de-memoria-pablo-san-
no-gubernamental, el voluntariado, la chez-leon/.
cooperación ajena al mercado, e incluye
la movilización política y la reclamación Gracias a David Beorlegui por su ayuda.
al Estado de una amplia gama de inter-
venciones políticas.
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CRÉDITOS FOTOGRAFÍAS
Proceden unas del libro
Otras del Archivo de la FRAVM (Federación regional PÁG. 17: Auxilio social sede
de Asociaciones de Vecinos de Madrid), que cum- http://diariomadrid.net/index.php/archi-
plen los requisitos de CC by SA. Y otras de la web, vo-fotografico#nanogallery/nanoGalle
que son las siguientes: ry/6120166968813106577/6120166968386369234
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