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[COLECCIÓN PASAJES]

dirigida por Laura S. Carugati

La COLECCION PASAJESintegra el 1 UIS ARAGON


Programa de Estudios de Filosofía del Arte y de la Literatura
del Centro de Investigaciones Filosóficas.

UNA OLA
DE SUEÑOS
ESTUDIO PRELIMINAR,
TRADUCCIÓN Y NOTAS DE
RICARDO IBARLUCÍA

Editorial Bihlos
[COLECCIÓN PASAJES]
L~ (N PA AJE]
dirigida por L~lII';l $. arugati

La COLE ION PASAJES il1lcgra el LOUIS ARAGON


Programa de Estudios de Filosofía del Arte y de la Literatura
del Centro de Investigaciones Filosóficas.

UNA OLA
DE SUEÑOS
ESTUDIO PRELIMINAR,
TRADUCCIÓN Y NOTAS DE
RICARDO IBARLUcfA

Editorial Bihlos
[COLECCIÓN PASAJES]
Aragon, Louis
Una ola de sueños.- 1" ed. - Bu nos Aires: Biblos, 2004.
113 p.; 20x12 cm.- (Pasaj s),
Traducido por: Ricardo Ibarlucía
ÍNDICE
ISBN 950-786-447-4

1. Poesía Francesa. 1. Ibarlucía, Ricardo, trad. n. Título


CDD841
Estudio preliminar: Louis Aragon y el otro
manifiesto del surrealismo, por Ricardo Ibarlucía 9

Cet ouvrage, publié dans le cadre du programme d'Aide a la Publica-


Esta edición 49
tion Victoria acampo, a bénéficié du soutien du Ministere des
Affaires Étrangeres et du Service Culturel de I'Ambassade de France
en Argentine. UNA OLA DE SUEÑOS 53
Esta obra, publicada en el marco del Programa de Ayuda a la
Publicación Victoria acampo, contó con el apoyo del Ministerio de
Asuntos Extranjeros y el Servicio Cultural de la Embajada de
Notas ................................................................................ 73
Francia en la Argentina.
Galería de fotos 115
Diseño de tapa: Michelle Kenigstein
Armado: Hernán Diaz
Coordinación: Mónica Urrestarazu

© De la traducción, Estudio Preliminar y notas, Ricardo Ibarlucía


© Editorial Biblos, 2004
Pasaje José M. Giuffra 318, CI064ADD Buenos Aires
editorialbiblos@editorialbiblos.com
www.editorialbiblos.com
flecho el depósito que dispone la Ley 11.723
Impreso en la Argentina

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta,


puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en forma alguna, ni
tampoco por medio alguno, sea éste eléctrico, químico, mecánico, ópti-
co de grabación o de fotocopia, sin la previa autorización escrita por
parte de la editorial.

Esta primera edición de 1.500 ejemplares


fue impresa en IndugrafS.A.,
Sánchez de Loria 2251, Buenos Aires,
República Argentina,
en noviembre de 2004.
ESTUDIO PRELIMINAR

LOUIS ARAGON
y EL OTRO MANIFIESTO DEL SURREALISMO

A la memoria de Juan Andralis

¿Qué es lo que constituye la mentalidad poética de una


época? Esto se preguntaba Louis Aragon en el prefacio de
su inconcluso Projet d'Histoire Littéraire Contemporaine,
anticipado por la revista Littérature en febrero de 1923.
Según Aragon, la marca de una generación suele estar
dada por "un pequeño número de hechos impactantes, me-
nos por sus efectos que por su valor parlante".' La circuns-
tancia de haberlos conocido, de haberlos experimentado
"como un shock" hacia la misma edad, "une de un modo
misterioso, indeleble, a algunos miles de individuos tan di-
símiles que en un principio no se comprende qué ha creado
entre ellos ese aire de familia". Por "hechos impactantes"
no entiende Aragon grandes acontecimientos históricos, sino
aquello que fue oído en la infancia: la expresión tapis roulant
(alfombra rodante) escuchada con estremecimiento duran-
te la Exposición Universal de 1900 y "el eco de la aventura
de Jacques Lebaudy, emperador del Sahara"; la leyenda

1. Louis Aragon, "Agadir", en Projet d'histoire littéraire contemporai-


ne, edición anotada y prologada por Marc Dachy a partir del manuscri-
to inédito, París, Diagraphe-Gallimard, 1994, p. 3. Este capítulo -has-
ta la muerte de Aragon, el único publicado del libro, además del índi-
ce- apareció en Littérature, nueva serie, N° 9, febrero-marzo de 1923.
Todos los textos que se citan de esta revista están recopilados en Litté-
rature, Jean-Michel Place, 1978, 2 vals.
[9]
10 Ricardo Ibarlucía
Estudio preliminar 11

"aburrida e incomprensibl ." d • los combates de Algeciras to mío, que se llama Une vague de réoes, enviado a Como
que evocaban las canciones de lo abuelos y el nombre "más merce en junio y aparecido en esta revista a principios
misterioso que la aritmética" del monarca Agadir; el "mur- de octubre de 1924. Hubo una tirada aparte de este tex·
mullo aterrorizado" de los mayores, un 1° de mayo, como la to, como la que se hace en las revistas científicas, COIl
mueca retorcida de la masa revolucionaria en una vitrina una tapa corrugada. Y cuando me preguntaron cómo
del Musée Grévin; el cuadro "Les dernieres Cartouches" y indicar el origen del texto, ya que tenía el nombre del
las historias del sitio de París en los Contes de Lundi de editor, propuse inscribir allí la mención: hors-Commer·
Alphonse Daudet; "imágenes simples" arrancadas de la gue- ce (fuera de Comercio); en él se puede encontrar una
primera tentativa de definir palabras del vocabulario
rra franco-prusiana que traducían el miedo de los padres;
que habíamos empleado para la teoría del surrealismo.
fechas y lugares de batallas, "vocablos sin representación,
No pretendo oponer esto al Manifeste de Breton, impor-
pero cuya significación terrorífica, acompañada de una voz tante y amplio en otra forma. Pero en Une vague de réoes
sorda y un puño crispado", era por todos conocida.' yo describía esencialmente lo que había pasado un poco
De esta materia lingüística está hecho el surrealismo, antes. Luego no se le ha prestado (no es una reivindica-
cuyas tesis fundamentales expuso por primera vez Aragon ción de mi parte) mucha atención a esta separata, que
en Une vague de réues, extraño y luminoso escrito, apareci- por lo demás hoy cuesta muy caro, y el deseo de no su-
do en París en el otoño de 1924 como separata del segundo brayar demasiado mi presencia en la historia del su-
número de Commerce, "cuadernos trimestrales publicados rrealismo ha hecho, un poco más tarde, que no se tuvie-
al cuidado de Paul Valéry, Léon-Paul Fargue y Valéry Lar- ra en cuenta como el testimonio que constituye ... Pero
baud". Un doble propósito animaba el texto: narrar la his- es aquí donde aparecen las palabras surrealidad y su·
rrealismo, de las que proporciona una especie de defini-
toria del grupo Littérature desde su ruptura con Dadá en
ción muy extensa que, sin ser aún la del Manifeste du
1922 y proporcionar a la vez un andamiaje teórico a las ex-
surréalisme, se presenta ya como el manifiesto de un
perimentaciones con el hipnotismo, las alucinaciones nar- movimiento que sucedió en unos meses a este texto.'
cóticas, la sintomatología de enfermedades mentales y los
sueños inducidos, que permitieron a los surrealistas aque-
lla iniciación en la videncia que Arthur Rimbaud había de-
finido como "un largo, inmenso y razonado desarreglo de 4. Dominique Arban (ed.), Aragon parle avec Dominique Arban, parís,
todos los sentidostr Seghers, 1968, pp. 45 Y ss. Véase también M. Dachy, "Entretien avec
Aragon (1972)", Plein Chant (Dada Pansaers), N° 39-40, Bassac, pri-
En 1968, entrevistado por Dominique Arban, Aragon mavera de 1988, pp. 73-76; citado en Aragon, op. cit., p. VIII: "El térmi-
destacó la prioridad de Une vague de réues: no surrealista nos había sido arrojado desde el exterior, y persuadí a
Breton de aceptar finalmente esta palabra. Fue así que él me dijo:
Pues el Manifeste du surréalisme de André Breton, «Bueno, entonces habría que darle al mismo tiempo una base ideológi-
escrito durante el verano de 1924, es posterior a un tex- ca a todo eso y explayarse sobre el tema". De modo que escribí una
cosa titulada Une vague de réues que apareció en Commerce. Esto fue a
comienzos de 1924, y Breton escribió durante el verano el primer Ma-
nifeste du surréalisme. Lo mío apareció en octubre de 1924, y recién a
2. Aragon, "Agadir", pp. 4-5. fines de 1924, en diciembre, apareció el manifiesto de Breton. Mi texto
no tenía la ambición de ser un manifiesto. Pero introducía cierto nú-
3. Arthur Rimbaud, "Rimbaud a Paul Demeny", Charleville, 15 de mayo
mero de datos a partir de la palabra surrealismo, de lo surreal, de la
de 1871, en (Euures completes, edición establecida, presentada y ano-
surrealidad", El texto de Breton, aparecido en Éditions du Sagitaire,
tada por Antoine Adam, París, La Pléiade, p. 251.
se terminó de imprimir el 15 de octubre de 1924; a comienzos del año
Estudio preliminar 13
12 Ricardo lbarlucía

mo aliento glacial del horror que la gráfica de un Mér-


CATÁLOGO DE MUSAS
yon."
Debemos al gran crítico y latinista Ernst Robert Cur-
Al asociar el lenguaje de Une vague de réves con las fan-
tius la primera comparación de Une vague de réues con el
tasmagóricas Eaux-fortes sur Paris de Charles Méryon, Cur-
Manifeste de Breton. En un artículo titulado "Der Überrea-
tius estaba dispensando a Aragon el mayor elogio que po-
lismus" aparecido en 1926 en la prestigiosa revista alema-
día esperar un amante del cine en blanco y negro. La pé-
naDie Neue Rundschau, Curtius argumentaba que, así como
trea ciudad de Méryon, el aguafuertista ciego para los colo-
ningún "programa partidario" era ya interesante para la
res que terminó sus días en el hospicio de Charenton, era
política, el programa del "surrealismo" no lo era para la li-
aquella con la que soñaba el fláneur surrealista de Le pay-
teratura. "El surrealismo no es artísticamente interesante.
san de Paris, cuyos primeros dos capítulos, "Préface a une
Tampoco quiere serlo", afirmaba más adelante. "La nega-
mythologie moderne" y "Le Passage de l'Opéra", Aragon ha-
ción del arte pertenece a la definición del surrealismo. Por
bía publicado en La Revue Européenne, que dirigía Philip-
consiguiente, no pertenece propiamente a la historia de la
pe Soupault, entre junio y septiembre de 1924, en una serie
literatura." Curtius deducía esto de la carta abierta a Paul
de cuatro entregas mensuales." Las aguafuertes de Mér-
Claudel y del panfleto "La Révolution d'abord et toujours",
yon, tan admiradas por Charles Baudelaire, representaban
cuya falta de interés sociológico atribuía a una concepción
de la manera más acabada la arquitectura del París del
primitiva de la praxis política. Sin embargo, tras examinar
Segundo Imperio que había servido de decorado al nacimíen-
las tesis fundamentales del Manifeste de Breton, escribía:
todel surrealismo." En 1927, Walter Benjamin escribió: "El
padre del surrealismo fue Dadá; su madre fue una «gale-
Mucho más impresionante, cautivante, convincen-
te, significativa que la exposición algo doctrinaria de
Breton es la presentación de la experiencia surrealista
6. Ibídem, p. 162.
que ha dado Aragon en su pieza en prosa Une vague de
reves. Estas páginas tienen el timbre irrefutable de la 7. A comienzos de 1926 se incorporaron otros dos capítulos: "Le Sentí-
profundidad, tienen el contorno preciso y puro que dela- ment de la nature aux Buttes-Chaumont" y "Le Songe du Paysan";
ta la mano de un gran escritor. Lo que parecía una páli- véase Aragon, Le paysan de Paris (1926, reimpr. 1953), París, Galli-
mard, 1993 (edición castellana: El campesino de París, traducción de
da teoría literaria se torna aquí dolorosa como una pe-
Noelle Boer y María Victoria Cirlot, Barcelona, Bruguera, 1979).
sadilla, y el lenguaje de Aragon nos hace sentir el mis-
8. Véase Charles Baudelaire, "Salon de 1859", en Critique d'art suivi
de Critique musicale, edición a cargo de Claude Pichois, presentación
de Claire Bruet, París, Gallimard, 1992, pp. 326-327: "Raramente he
visto representada con más poesía la solemnidad de una ciudad in-
ti I 11 11111.11,1\"II¡(OIl (lH '¡'ibió una reseña, actualmente recopilada en Chro- mensa. Las majestades de la piedra acumulada, los campanarios se-
III'/'II'H I (1111 H m:¡;,,) , cd ición establecida, presentada y anotada por ñalando el cielo con el dedo, los obeliscos de la industria vomitando
IIIIIIIIII'¡ 1,1111 11 111" 1'111' H, Sto 'le, 1993, pp. 26-27. contra el firmamento sus coaliciones de humo y los prodigiosos anda-
I /111II~I /(1111111'1,(hll'i. 1111, "1)01' Überrealismus", Die Neue Rundschau, mios de los monumentos en restauración aplicando sobre el cuerpo
I :1'1, 111' 1, 11 1111 VI 111111í.u mhi m '11 reseña deAnicet y Le Libertinage sólido de la arquitectura su arquitectura al día de una belleza tan pa-
1111"I,llIdll 1\'"/11111 VIIII 1':,lt, (:u ,'ti us", Die literarische Welt, año 1, N° 6, radójica, el cielo tumultuoso, cargado de cólera y de rencor, la profun-
1:1 d" IIIIV 111,11111\ dll 1 )~(¡, p, r.; (In In conclusión de este texto se lee: didad de las perspectivas acrecentada por el pensamiento de los dra-
"1\"/1/1011 "0'111111 I iI POdllZlH1 IIIIIIHtl'O mundo, porque no puede ser un mas que ellas contienen, sin olvidar ninguno de los elementos de los
l' 1111/111111101\11 1. I-l" rl'"l1l1n "" 01 puf>!de los sueños". que se' compone el doloroso y glorioso decorado de la civilización".
1'1 Ricardo Ibarlucía Estudio preliminar 15

ría» llamadapasaje. Dadá, cuando la conoció, ya estaba vie- ne", lo que permite determinar que el relato se inicia la tar-
jo"." Benjamin, que nunca dejó de repetir que Le paysan de de de un sábado, al despuntar la primavera de 1924, en el
París inspiró su Proyecto de los Pasajes, había dedicado poco café Certa, bajo las arcadas de vidrio del Passage de l'Opéra,
antes a Une vague de réues un comentario en una peque- ubicado sobre la Rive Droite. Allí los miembros de Littéra-
ña glosa aparecida también en las páginas de Die Neue ture habían trasladado en 1919 sus reuniones "por odio a
Rundschau: Mont-parnasse y Montmartre, por gusto también del equí-
voco de los pasajes y seducidos sin duda por un decorado
En Vague de réues cuenta Louis Aragon cómo se pro- desacostumbrado que se nos iba a tornar tan familiar".'! El
pagó en París la manía de soñar. Los jóvenes creían tema de los pasajes no era nuevo para Aragon. En el segun-
haber descubierto el secreto de la poesía, cuando en rea- do capítulo de Anicet ou le Panorama, roman, el Passage
lidad no hacían otra cosa que abolirla a la par de las Jouffroy sobre el Boulevard Montmartre, cuya atracción ma-
fuerzas más intensas de la época. Saint-Pol Roux colo-
yor era el Musée Grévin, había servido de modelo al imagi-
caba antes de irse a dormir por la mañana temprano un
nario Passage des Cosmoramas, donde se complacía la sen-
cartel en su puerta: Le poéte travaille. Todo esto para
penetrar en el corazón de las cosas obsoletas ... Los su- sibilidad rimbaudiana del protagonista.P
rrealistas están menos sobre la huella del alma que so- Le paysan de Paris, en cambio, describía con registro
bre la de las cosas. En el matorral de la prehistoria bus- fotográfico el Passage de l'Opéra, al que rendía homenaje
can el árbol totémico de los objetos. La suprema mueca después de que fuera demolido para dejar paso al Boule-
de este árbol totémico, la última de todas, es el kitsch. vard Haussmann, dedicándole exactamente 135 páginas,
Éste es la última máscara de banalidad con que nos re- cuyas cifras sumadas, ironizó Benjamin, parecían contener
cubrimos en el sueño y en la conversación para absor- cabalísticamente "el número nueve de las musas" que se
ber las energías del extinguido mundo de las cosas. io hicieron presentes en el nacimiento del "pequeño surrealis-
mo": la Luna de los simbolistas, la condesa de Geschwitz,
No sólo la escritura de Une vague de réues corre paralela amante de Lulú en la ópera de Alban Berg basada en La
a la de Le paysan de Paris, sino que la experiencia narrada caja de Pandora de Franz Wedekind, Kate Greenaway, co-
al comienzo del texto coincide con la que se encuentra en nocida por sus ilustraciones de libros para niños, la muerte
las primeras páginas del "Préface a une mythologie moder- de Gérard de N erval, la bailarina de cabaret Cléo de Mero-

9. Walter Benjamin, Das Passagen-Werk, edición de RolfTiedemann, 11. "Fue una tarde, hacia las cinco, un sábado: de golpe, ya está, cada
en Gesammelte Schriften, Francfort del Meno, 1977-1989, t. v, 1, p. cosa se baña en otra luz y sin embargo hace aún mucho frío, imposible
133 IC 1, 31Y 2, 1057 [n? 1]. Dado que en alemán el término Passage es decir lo que acaba de pasar. Sucede que el curso de mis pensamientos
femenino, he seguido el acertado giro propuesto por Jean Lacoste en no puede seguir siendo el mismo; éstos siguen a la deriva una preocu-
Benjamin, Paris Capitale du XIXe Siécle. Le Livre des Passages, París, pación imperiosa. Acaba de abrirse la cubierta de la caja. Me siento
Cerf, 1989, pp. 105 Y880. tan libre que ya no soy dueño de mí mismo". Aragon, Le paysan de
10. Benjamin, "Glosse zum Sürrealismus", Die Neue Rundschau, t. 1, Paris, p. 11.
1927, p. 110; reimpr. como "Traumkitsch", op. cit., t. 11, 2, pp. 620-622 12.Aragon, Anicet ou le Panorama, roman (1921, reimpr. 1949), París,
(edición castellana: "Onirokitsch", traducción de Ricardo Ibarlucía, en Nouvelle Revue Francaise-Gallimard, 1972, pp. 43-61 (edición caste-
Onirokitsch. Walter Benjamin y el surrealismo, Buenos Aires, Manan- llana: Aniceto o el panorama, novela, traducción de Noelle Boér y Ma-
tial, 1998, pp. 111-114). ría Victoria Cirlot, Barcelona, Bruguera, 1978).
Estudio preliminar 17
Ricardo Ibarlucía

de, la libido de Freud, Dulcinea del Toboso, el niño de la En septiembre de ese año, Aragon fue movilizado como
publicidad de jabones Cadum dibujado por Arsene-Maris "soldado de segunda clase", incorporado a la "22a Sección
Le Feuvre -cuyo modelo, se decía, había sido el hijo de Isa- de enfermeros sanitarios" y afectado, poco después, como
dora Duncan ahogado en el Sena- y la poetisa alemana "médico-auxiliar" al hospital militar Val-de-Gráce. Allí tuvo
Friederike Kemper, autora de la famosa rima: Poesie ist un encuentro decisivo:
Leben, / Prosa ist der Tod. / Engelein umschweben/ Unser
ttiglich Brot ("Poesía es la vida, / muerte es la prosa. / En [En la habitación de enfrente] vi el rostro de un jo-
ven que miraba ... Y al día siguiente, a la salida de las
nuestro pan de cada día / los angelitos se posan'TP
cuatro y media, creo, nos encontramos y dimos juntos
un largo paseo hasta las siete u ocho, olvidando la cena ...
tomando, tampoco sé cómo, el Boulevard Raspail, su-
EL ESPÍRITU NUEVO biendo y bajando indefinidamente ese bulevar ... y allí
comenzó para los dos, puedo decirlo, un período esen-
El3 de octubre de 1897, una mujer soltera de la burgue- cial de nuestra vida ... Ese joven estudiante de medicina
sía parisina llamada Marguerite Toucas-Massilon dio a luz se llamaba André Breton."
a un niño que, para ocultar la vergüenza caída sobre la fa-
milia, fue anotado como hijo adoptivo de su abuela. Según Después de pasar unos meses en Val-de-Gráce, Aragon
el acta de bautismo, Louis-Marie-Alfred-Antoine había na- marchó como voluntario al frente de batalla con el Regi-
cido en Madrid, fruto del legítimo matrimonio de JeanAra- miento 355 de Infantería; participó en varias operaciones
gon y Blanche Moulin; bajo ese nombre fue a la escuela, militares, fue dado por muerto en tres oportunidades y
tomó la primera comunión, empezó estudios de medicina, condecorado, después del Armisticio, con la Cruz de Hie-
descubrió a Rimbaud y Lautréamont, se alistó en el ejército rro. De las trincheras, bajo el fuego de la artillería alema-
al estallar la Gran Guerra y escribió su primer ensayo so- na, surgió Anicet, comenzado en septiembre de 1918 en el
bre arte, "Alcine ou De I'Esthétique du saugrenu", que con- Chemin des Dames, escenario de numerosos combates, y
venció a Guillaume Apollinaire de encargarle una crítica terminado en París entre junio de 1919 y marzo de 1920,
del "drama surrealista" Les mamelles de Tirésias, que se luego de habérselo enseñado a André Gide, editor de Ga-
estrenaría en el Conservatoire René Maubel el 24 de junio
de 1917.14
castellana: "Las tetas de Tiresias", traducción y nota preliminar de
Jorge Fondebrider, Diario de Poesía, Buenos Aires, año IlI, N° 11, Bue-
13. Walter Benjamin, Das Passagen-Werk, v, 1, p. 133 IC 1,3]. En la
nos Aires-Montevideo-Rosario, diciembre de 1988, pp. 5-11).
versión más antigua de este "catálogo de musas", aparecen Lenin, el
popular editor Jean Ballhorn, la escritora de folletines Eugénie Mar- 15. Bernard Delvaille, "Chronologie", Magazine Littéraire, N°32~, París,
liUy André Citroen, creador de la marca francesa de automóviles (p. junio de 1994, p. 21. Breton precisa: "Había encontrado [... ] a Louis
J057 ln" 1]). En una segunda versión, Benjamin incluye a Hedda Ga- Aragon en la librería de Adrienne Monnier, La Maison des amis des
blof,heroína de Henrik Ibsen, y Angelika Kauffmann (1741-1807), que Livres, en la Rue de I'Odéon; a la salida, nos fuimos caminando juntos
filo amiga de Goethe (p. 1006 [FO4]), mientras que, en una tercera, al Val-de Gráce, donde los dos estábamos sujetos a obligaciones milita-
Dulcincn reemplaza a Hedda Gabler (p. 1007 [F01O]). res que se alternaban con cursos de medicina para uso del ejército".
I~, [uil laume Apollinaire, Les mamelles de Tirésias. Drame Surréa-
André Breton, Entretiens (1913-1952), París, Gallimard, 1969, p. 41
1//1/(' ('11 r!('I/X actes et un prologue. Avec la musique de Germaine Albert- (edición castellana: Conversaciones (1913-1952), México, Fondo de
Cultura Económica, 1987).
/1",,11 ,,/ ""1'/ dcssin« /W,.S texte de Serge Férat, París, SIC, 1918 (edición
111
Ricardo Ibarlucía
Estudio preliminar 19

1III1Ijll'(l.I';
Durante los "permisos", Aragon empezó también
nando a lo largo del Boulevard Flandrin con sus raídos uni-
11col;ll)(lrar como crítico de arte en la revista Le Film, bos-
formes de soldados, "olvidados de saludar a los oficiales,
f¡11('j6 Les aventures de Télémaque y publicó sus primeros
olvidados de la hora y del frío muy intenso", Aragon, Breton
poemas, "Charlot sentimental" y "Soifs de l'üuest", inclui-
y Soupault, que había sido víctima de la medicina militar,
do más tarde en Feu de joieP Esta manera de dar la es-
comprendieron que las cartas enviadas por Vaché desde el
palda a la guerra, explicaría al reeditar sus primeros es-
frente expresaban la "conciencia de un espíritu realmente
critos, constituía para los miembros de su generación "un
nuevo" que no tendría acogida en ninguna de las dos revis-
sistema, falso sin duda, pero dirigido contra la guerra" y
tas de vanguardia que se publicaban en París." El "espíri-
el chovinismo: "Pensábamos que hablar de la guerra, aun-
tu nuevo", en la reapropiación que hacía Vaché de la con-
que fuera para maldecirla, era incluso hacerle publicidad.
signa lanzada por Apollinaire, no se contentaba con explo-
N uestro silencio nos parecía un medio de tachar la gue-
rar los dominios de la estética para constituir "las bases de
rra, de frenaría";"
un nuevo realismo", sino que pretendía acabar con la ilu-
Esta negación sistemática, esta tentativa de "silenciar
sión del arte."
la guerra", está en el origen de la revista Littérature. Su
Una de aquellas revistas era la "absurda" y "pueril" SIC
fundación, de acuerdo con el testimonio de Aragon, estuvo
tSons.Ldées, Couleurs: Formes), animada por Pierre-Albert
presidida por "el espíritu de Jacques Vaché y el ejemplo de
Birot y un pequeño círculo burgués, "muy hotel de segunda
Les Soirées de Paris", donde Apollinaire había publicado sus
línea, que se reunía los días de lluvia y que, cuando se ex-
poemas ideogramáticos, entre ellos el célebre caligrama
pandió, se puso a imaginar pequeños encuentros poéticos,
"Lettre-océan"." Durante el invierno de 1917-1918, cami-
musicales y amistosos" que desembocaron impensadamen-
te en la celebración del futurismo y el patrocinio de Les
16. Véase Aragon, "Préface" (originalmente en Eisa Triolet y Louis Ara- mamelles de Tirésias, que llegó a publicar la reseña que
gon, (Euures romanesques croisées, París, 1964), Anicet, pp. 12-14.
17. Ambos poemas se publicaron en marzo de 1918, respectivamente
20. Ibídem, p. 38.
en las revistas Le Film y Nord-Sud. Afines de 1919, en lugar de "Char-
lot sentimental", Aragon incluyó en Feu dejoie, publicado con un dibu- 2!. Véase Apollinaire, "L'Esprit nouveau et les poetes" (conferencia en
jo de Picasso por Au Sens Pareil, otro poema de esta misma serie, titu- Vieux Colombier, 26 de noviembre de 1917), París, Altamira, 1994. En
lado "Charlot mystique" (edición castellana: "Charlot místico", en AA. vv., su última carta a Breton, fechada en Bruselas el19 de agosto de 1918,
Antología de la poesía surrealista [1961), estudio preliminar, selección, Vaché escribió: "Naturalmente confío en ti para preparar los caminos
notas y traducciones de Aldo Pellegrini, Barcelona, Argonauta, 1981). de ese Dios decepcionante, un poco socarrón, y de todos modos terrible.
Al respecto, véase Wolfgang Babilas, "<Charlot mystiqua». Un poerne ¡Qué divertido va a ser, sabes, si ese verdadero ESPÍRITU NUEVO se
philosophique du jeune Aragon", en Études sur Louis Aragon, Müns- desencadena!". Jacques Vaché, Soixante-dix-neuf lettres de guerreo
ter, Nodus Publikationen, 2002, pp. 358-364. Suivies de deux lettres d'André Bretoti a Marie-Louise Vachéréunies,
18. Aragon, "Préface", Anicet ... , p. 20. edición a cargo de Georges Sebbag, París, Jean-Michel Place, 1989, sin
paginación, carta 79 (edición castellana: Cartas de guerra, traducción
19.Arngon, "Débuts de Líttérature", Projet .... p. 37. Les Soires de Paris de Carlos Manzano, Barcelona, Anagrama, 1970). Laurent Jenny re-
fue fundada, en febrero de 1912, por André BilIy, René Dalize, André cuerda que la expresión "espíritu nuevo" fue acuñada por el historia-
Snlornon y André Tudesq. En septiembre de 1914, Guillaurne Apolli- dor y político liberal Edgard Quinet, que tituló de este modo una de
nniro asumió la dirección, junto con Serge Férat. "Lettre-océan" apa- sus obras en 1875; véase Laurent Jenny, El fin de la interioridad. Teo-
r .ió on el número 20, ilustrado por el Aduanero Rousseau. La revista ría de la expresión e invención artística en las vanguardias francesas
dej do Jlublicarse al decretarse la "movilización general". (1885-1935), traducción de Manuel Talens, Valencia, Frónesis-Cáte-
dra-Universitat de Valencia, 2003, p. 143 nota.
Ricardo Ibarlucía Estudio preliminar 21

escrito Aragon.v La otra era Nord-Sud, dirigida por


iltdlí;\ ris, "donde reinaba una especie de gran aire nocturno, alum-
I'il rTC Rcverdy, cuyo título se inspiraba en el nombre de la brado violento de los cafés al paso, en los cuales todo el
línea de métro que unía Montmartre con Montparnasse mundo es admitido sin pasaporte más allá del color de la
=scgún precisaba el editorial del primer número- y mani- piel o lo equívoco de la mirada"." ¿Por qué se le dio luego el
festaba la intención de reunir las principales tendencias de título Littérature? Aragon dice que, tras descartarse Le
la pintura y la poesía modernas bajo la figura tutelar de Nouveau Monde y Carte blanche, fue Valéry quien propuso
Apollinaire.P Las predilecciones del grupo, sin embargo, no esa palabra, tomada en broma por ellos, pero empleada para
terminaban de reflejarse en ella. Reverdy mismo, tan próxi- reivindicar justamente todo aquello que Paul Verlaine con-
mo de Aragon, Breton y Soupault, solía repetir: "Rimbaud denaba en el último verso de su "Art poétique": Et tout le
no es Jesucristo". Con los demás no tenían de qué hablar: reste est littérature (''Y todo el resto es literatura"); de modo
"Comúnmente se decía de Jarry que no había hecho más que el nombre fue aceptado sin reparos por "todo lo que
que Ubu o que su obra maestra era Messaline, ese bodrio"; tenía de provocador, de desagradable, de pretencioso, de es-
Lautréamont era considerado una "curiosidad de bibliote- quelético"."
ca" y, en lo que concernía al "humor" de Vaché, sabían de El primer número de Littérature apareció en marzo de
antemano que caería antipático a la mayoría de sus con- 1919 y tuvo una tirada de 1.500 ejemplares. La edición in-
temporáneos." cluía textos de Valéry, Gide, Max Jacob, André Salmon y
Blaise Cendrars, lo cual justificó que un crítico ingenioso
comentase que parecía "el suplemento humorístico de La
EN VÍSPERAS DE DADÁ Nouvelle Revue Francaise''F' Las intenciones de los direc-
tores apenas se insinuaban en los dos libros reseñados por
Así estaban las cosas cuando el día mismo del Armisti- Aragon: Jockeys camouflés de Reverdy y 25 poémes de Tris-
cio murió Apollinaire, precipitando el cierre de Nord-Sud. tan Tzara. El "espíritu nuevo" de Littérature acusaría su
En enero de 1919, moría también Vaché a causa de una existencia recién en el número siguiente, con la publicación
sobredosis de opio. Ambos hechos decidieron a Aragon, Bre- de poemas de Paul Éluard y Philippe Soupault, "Les Mains
ton y Soupault a regresar sobre el proyecto de fundar una de Jeanne-Marie" de Rimbaud y la primera entrega de las
revista, que en un principio se iba a llamar Le Négre y de- Poésies de Isidore Ducasse, que Breton había copiado a mano
bía llevar a la práctica el deseo de "mezclarse con una vida en la Biblioteca Nacional de Francia, "una simple curiosi-
real, como la que se hallaba reflejada en Les Soirées de Pa- dad literaria, pero que a la luz de este espíritu aparecían
como un texto fundamental, una especie de moral dellen-
guaje, revestido de toda la seducción del fuego que cayó un
22. Sobre SIC, véase Aragon, "Pierre Albert-Birot" (manuscrito inédito
rescatado por Dachy en L'lnfini, N° 31, otoño de 1990, pp. 124-128), buen día sobre la cabeza de los apóstoles"." Al redescubri-
Projet ... , pp. 17-22. La reseña de Aragon se publicó, a doble página, en miento de Lautréamont vinieron a sumarse, algunos meses
el número 27 de SIC, en marzo de 1918.

23. Un año más joven que SIC, Nord-Sud se editó mensualmente desde 25. Ibídem.
de 1917 hasta octubre de 1918; existe sólo una reimpresión de
!TIOJ'7:O

sus dieciocho números: Pierre Reverdy, Nord-Sud. Reuue Littéraire, 26. Ibídem, p. 40.
París, Jcan-Michel Place, 1980. 27. Aragon, "André Gide (deuxierne partie)", Projet ... , p. 34.
24. Aragon, "Débuts de Littérature", Projet ... , p. 38. 28. Aragon, "Débuts de Littérature", p. 45.
Estudio preliminar 23
Ricardo Ibarlucía

d(':-:PlIl'S, las Lettres de guerre de Vaché, publicadas en la En Une vague de réues, Aragon fecha el comienzo de lo
"Col 1(' .tion de Littérature" de Au Sans Pareil, con un prefa- que más tarde fue llamado surrealismo en la "víspera de
cio d ,1 mismo Breton. Dadá". Ya en "Entrée des médiums", publicado años antes
En su Projet d'histoire littéraire contemporaine, Aragon se en Littérature, Breton había contado cómo, a principios de
OCUIKl de subrayar la autonomía del surrealismo respecto 1919, su atención se había fijado sobre aquellas frases, "más
del dadaísmo. Si bien es innegable que la publicación del "Ma- o menos parciales que, en plena soledad, al aproximarse el
ni/este Dada 1918" marcó a fuego al grupo Littérature, la con- sueño, se vuelven perceptibles para el espíritu sin que sea
vergencia programática con Tristan Tzara y la revista 391 de posible descubrirles una determinación previa".32 Esas fra-
Francis Picabia sólo tuvo lugar después de que Breton descu- ses, "marcadamente gráficas y de una sintaxis perfecta-
briera la escritura automática y Aragon se abandonara a la mente correcta", le parecieron "elementos poéticos de pri-
exploración de los pasajes parisinos. El paso de los surrealis- mer orden" y se propuso recordarlas. En el Manifeste du
tas a la agitación pública, "decididos a no dejar creer con nues- surréalisme recordaría que la insistencia de una de ellas,
tro silencio que aprobábamos el pequeño espíritu pueril que articulada "de tal modo que era imposible cambiar una pa-
dominaba las controversias literarias y eternizaba las discu- labra", fue lo que desencadenó todo: Il ya un homme coupé
siones técnicas", se produjo con la organización del "Primer en deux par la fenétre ("Hay un hombre cortado en dos por
Viernes de Littérature" a principios de 1920.29 Fue en el Pa- la ventana'TP En los meses siguientes, Breton y Soupault
[ais des Fétes donde Tzara hizo su aparición pública en París se abocaron a reproducir voluntariamente el estado en que
para leer, "con un irresistible acento rumano", un discurso ese tipo de enunciados se formaban. La aplicación inme-
del diputado ultraconservador Léon Daudet, ante la indigna- diata del descubrimiento, que Breton denominó al comien-
ción de un público al que le parecía "una insolencia leer poe- zo "escritura mecánica" o "escritura del pensamiento", arrojó
mas estando sentado't.s? "¡A Zurich!", gritó alguien escandali- por resultado Les champs magnétiques, cuyos tres prime-
zado, en medio de aquella matinée que terminó con una dis- ros capítulos se publicaron en Littérature, entre octubre y
cusión acalorada entre Éluard y Aragon sobre el Boulevard diciembre de 1919.34 Cincuenta años después, Aragon evo-
Sébastopol, que llevaría a este último a escribir que con ella caría el día en que Breton le leyó por primera vez estos
"comenzó verdaderamente el movimiento Dadá con sus dis- textos, en el café de La Source, temeroso de que su amigo
putas, con esa atmósfera pesada que después de tres años y
pico aún no se disipa, y miles de experiencias, entusiasmos
r 'p 'titi vos, decepciones y cóleras, con todo el bochorno que 32. Breton, "Entrée des médiums", Littérature, nueva serie, N° 6, 1 de
mnrcó esa época peculiar y que no alcanza a explicar los chis- diciembre de 1922, reimpreso en Les pas perdus, París, L'Imaginaire-
pnzos y la oscuridad"." Gallimard, p. 118 (edición castellana: Los pasos perdidos, traducción
de Miguel Veyrat, Madrid, Alianza, 1972).
33. Breton, "Manifeste du surréalisme (1924)", en Manifestes du su-
rréalisme, París, Gallimard, 1985, pp. 31-32 (edición castellana: Los
manifiestos del surrealismo, traducción, prólogo y notas de Aldo Pelle-
2!!. !\"II/(Oll, "Premiar Vendredi de Littérature" (publicado original- grini, Buenos Aires, Nueva Visión, 1965; Manifiestos del surrealismo,
'110111,1 po" I)/lchy on Diagraphe, N° 51, marzo de 1990, pp. 31-41), op. traducción de Andrés Bosch, Madrid, Guadarrama, 1993).
dI.. , p. (1;1.
34. Ibídem, p. 34 nota. Los textos aparecidos en Littérature fueron: "La
:10. lb tll 111, p. 71\.
glace sans tain" (N° 9, octubre de 1919), "Saisons" (N° 10, noviembre) y
;¡t. 111 tllI'", p. 7lj. "Éclipses"(N° 11,diciembre). Véase André Breton y Phillippe Soupault,
'1 Ricardo Ibarlucía Estudio preliminar 25

n,(,(III()cie~e lo que era de su propia cosecha y lo que perte- que se acercan a él como una caricia o que se apartan en un
11('('1;1 a Soupault: gesto de adiós. Los chicos jamás escuchan lo que dicen los
mayores; más bien los ven hablar como en una película
Con la distancia se estableció cierta unidad. Les muda. Ya en 1918, al iniciar su carrera como crítico en Le
cliamps magnétiques se convirtieron en la obra de un Film, Aragon había asociado el genio poético de la infancia
solo autor con dos cabezas y la mirada doble por sí sola con los cambios en la estructura de la percepción registra-
les permitió a Philippe Soupault y André Breton avan-
dos por el cine:
zar por esa vía en la que nada los había precedido, por
esas tinieblas en las que ellos hablaban en voz alta.
Así fue como surgió aquel texto incomparable, que nos Los niños, poetas sin ser artistas, fijan a veces un
hace considerarlo hoy -como lo había presentido yo en- objeto hasta que la atención lo agranda, lo agranda tan-
tonces, antes incluso de que estuviese terminado, en el to que ocupa todo su campo visual, toma un aspecto
alba de este siglo donde toda la historia de la escritura misterioso y pierde toda correlación con un fin cualquie-
ha dado un giro- no el libro con el que Stéphane Ma- ra. Repiten incansablemente una palabra, tanto y tan
llarmé quería terminar el mundo, sino aquel con el que bien que se despoja de todo sentido para ser un vocablo
punzante y sin objeto, que viene a arrancarles las lágri-
todo comienza."
mas. Del mismo modo en la pantalla se transforman al
punto de endosar amenazantes o enigmáticas significa-
ciones esos objetos que, hasta hace un momento, eran
ESTÉTICA NOMINALISTA muebles o talonarios."

En Une vague de réues, Aragon define el surrealismo En la pantalla del cinematógrafo, continuaba diciendo
como "nominalismo absoluto" y sostiene que constituye la Aragon, el objeto se amplifica y adquiere autonomía; basta
más brillante prueba de la proposición "no hay pensamien- abrir los ojos para descubrir cómo "esa sinfonía en blanco y
to fuera de las palabras". El "valor parlante" de la experien- negro, más pobre de medios, privada del vértigo verbal y de
cia sella el parentesco del surrealismo con la infancia: su- las perspectivas de la escena", lleva a cabo la "magnífica-
rreal no es la palabra ni la cosa que ésta designa, sino aquella ción de esos objetos que, sin el artificio, nuestro débil espí-
forma primaria en que los términos se despojan de su fun- ritu no podía elevar a la vida superior de la poesía"." Cual-
ción comunicativa y aparecen investidos de un carácter fe- quier película estadounidense ofrece numerosos ejemplos:
noménico. En la infancia las palabras son bocas, bocas que "Un cheque sobre el que se concentra la atención, una mesa
se comen las palabras, labios que hablan una lengua in- donde reposa un revólver, una botella que se transformará
comprensible que es, al mismo tiempo, la lengua del amor. en un arma, un pañuelo revelador de un crimen, una má-
El niño sólo capta la mímica, la fisonomía de los vocablos quina de escribir que es el horizonte de una oficina, la terri-

IA'H m.agnétiques (1920), París, Nouvelle Revue Francaise-


'halll.ps 36. Aragon, "Du décor" (originalmente en Le Film, 16 de ~eptiembre de
(1IIIIiil1ilrd,1968 (edición castellana: Los campos magnéticos, traduc- 1918, con una nota de presentación de Louis Delluc), en Ecrits sur l'art
<:1u do io'l"fIilCCSCParcerisas, Barcelona, Tusquets, 1982). moderne, edición a cargo de Jean Ristat con un prefacio de Jacques
Leenhardt, París, Flammarion, 1981, p. 6.
:Ifí. AI'III(Oil, "L'homme coupé en deux", Les Lettres [rancaises, N° 1233,
K 11 \1) ti mnyo do 1968, p. 5. 37. Ibídem.

I . I
Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 27

hit' banda de telegramas que se despliegan con las cifras fico era toda una novedad y los diarios lo acusaban de ser
nuuricas que enriquecen o matan banqueros". Dos propie- una "escuela del crimen". Ala magia, a la fascinación por lo
du les contribuyen a hacer del decorado "el cuadro adecua- prohibido, "se agregaba el encanto de una gran revelación
do de la belleza moderna": la primera consiste en "dotar de sexual". Los teatros estaban cerrados y el Moulin Rouge se
valor poético a 10 que aún no lo tenía"; la segunda, en "res- acababa de incendiar:
tringir a voluntad el campo objetivo para intensificar la
expresión". Los decorados de Charles Chaplin llevan la co- Correspondió a la malla negra de Musidora prepa-
micidad al absurdo y lo trágico, subvirtiéndolo de tal mane- rarle a Francia padres de familia e insurgentes. Este
ra que bordea aquello que Freud buscó conceptualizar como magnífico animal de sombra fue entonces nuestra Ve-
das Unheimliche; ellos expresan la visión del mundo de nus y nuestra diosa Razón."
Charlot, "con el descubrimiento de la mecánica y de sus le-
yes, las cuales acosan al héroe a tal punto que, por una Con una estética revolucionaria, que le habla directa-
inversión de valores, todo objeto inanimado se vuelve para mente a las masas, el cine ha venido a despertar "el senti-
él un ser viviente, toda persona humana un maniquí del miento de la belleza moderna" y a ocupar un lugar entre las
que es preciso buscar la manivela'i." más urgentes preocupaciones de las vanguardias artísti-
Cuando estalló la guerra, el cine se convirtió para los cas. Antes de su aparición, "apenas algunos artistas habían
jóvenes en algo más que un refugio contra la moral de los osado servirse de la falsa armonía de las máquinas y de la
adultos, contra el chovinismo de Maurice Barres y el exhi- obsesionante belleza de las inscripciones comerciales, de los
bicionismo del horror que trasuntaban las páginas de la carteles, de las mayúsculas evocadoras, de los objetos ver-
Illustration. "Lo que nos fascinaba", apunta Aragon en su daderamente usuales, de todo lo que canta nuestra vida"."
Projet ... , "era todo aquello que nos privaba de una moral En la búsqueda de estos precursores, fueran pintores o poe-
impuesta, el lujo, las fiestas, la gran orquesta de los vicios, tas, latía ya esta nueva poesía; ellos conocieron la fascina-
la imagen de la mujer también, pero heroica, sagrada aven- ción de las mayúsculas sobre las puertas de vidrio de los
turera"." Fue así como "la idea que toda una generación se bares, los mil ojos de los rascacielos, las montañas de latas
hizo del mundo se formó en el cine y hay un film que la de sardinas en los mercados, la tipografía de los diarios, los
resume, un folletín. Una juventud entera se enamoró de paquetes de cigarrillos, los menús, las estampillas, las le-
Musidora, en Les Vampires". El director era Louis Feuilla- tras de un aviso de jabones que semejan jeroglíficos o dibu-
de, "que después de esta época se destacó por la nulidad de jos en un libro de magia. Baudelaire, Jarry, Apollinaire,
su producción", pero "los admirables actores, y la elección Picasso, Georges Braque, Juan Gris, presintieron sin duda
el' un tema que venía de perilla en esta época, hicieron de esta belleza, pero sólo el cine logró "imponer estas fuentes
lo qu hubiera podido ser una banalidad una de las epope- nuevas de esplendor humano a una humanidad rebelde a
'yIIH qu marcaron, más vivamente que la Marne o Verdún, quien busca su corazón"."
111nllp rit.u de algunos hombres't.w El folletín cinematográ- El surrealismo es la poesía de la era del cine o, para

'" ..

1/1 1111tlllIll.1I1I H o. 41. Ibídem, p. 9.


111 11'1'1111, "I,\I~ VllIlIpil"tlH", en Projet ... , p. 7. 42. Aragon, "Du Décor", p. 5.
111 IlIldllll 1' 11 43. Ibídem, p. 6.
Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 29

1'''llC'rlO r-n términos de Benjamin: la poesía en la época de TAQUIGRAFÍAS DE SUEÑOS


"1/1 ropruductibilidad técnica de la obra de arte". Si el cine
1111 despertado en ella la conciencia de la belleza moderna De acuerdo con Soupault, la inspiración fue una vez más
111 Iotogratía le ha proporcionado un. elemento sin preceden~ un texto de Apollinaire titulado "Onirocritique", que había
1,1':-;: el montaje, del que ha sabido sacar partido la escritura aparecido en 1908 en la revista La Phalange y que indicaba
;)lItomática de Breton, pero también, y en no menor medi- perfectamente el rumbo que iba a tomar el grupo Littératu-
d;), un "pintor de ilusiones" como Max Ernst, a quien Ara- re.46 Lo cierto es que, a fines de 1922, luego de que René
/!Oll dedica un pequeño texto después de su presentación en Crevel fuera iniciado en el espiritismo por una misteriosa
J':trÍs en 1921.44 Pintura intelectual y literaria, dicen aún dama que había conocido durante las vacaciones, los sue-
con desprecio los portavoces de "una idea estancada de la ños se volvieron el procedimiento más eficaz para revelar,
pintura moderna", sin comprender que sus cuadros, acom- en toda su dimensión y profundidad, aquello que Aragon
pañados a menudo de inscripciones en alemán y en francés, muy pronto propondría llamar "surrealidad"." Según cuenta
constituyen verdaderos poemas. "El collage deviene aquí Breton, esta mujer, habiendo distinguido en Crevel cuali-
un procedimiento poético opuesto en sus fines al collage dades mediúmnicas particulares, le enseñó "el modo de de-
clIbista, cuya intención es puramente realista", escribe Ara- sarrollarlas y es así como, en las condiciones requeridas para
gon. Para Ernst todo es apariencia; como un prestidigita- la producción de ese género de fenómenos (oscuridad y si-
dor,"desvía cada objeto de su rumbo para despertarlo a una lencio de la pieza, «cadena» de manos alrededor de la mesa),
¡,calidad nueva". Las leyendas, las ilustraciones sacadas de
viejos cromos y revistas de geografia o ciencias naturales
proceden a confirmar la tesis de que el lenguaje es imagen, es significante, esto es, corno signo de sí misma, y por eso colorida,
sonante, cantante". Aragon leyó esta última obra en la traducción fran-
en el sentido planteado por Benedetto Croce, para quien no cesa de Georges Bourgin: Bréviaire d'esthétique, París, Payot, 1923
sólofilosofia del arte y filosofia del lenguaje se identifican, (edición castellana: Breviario de estética, traducción de José Sánchez
sino que "la lingüística general, en lo que tiene de reducti- Rojas, Buenos Aires, Espasa Calpe, 1938).
blo a la filosofia, no es sino estética".45
46. Véase Soupault, "Exclu pour cause de littérature", entrevista pu-
blicada en Magazine Littéraire, N° 16, mayo de 1968, en ocasión de
la reedición de Les champs magnétiques. En "Origines et débuts du
44.Aragon, "Max Ernst, Peintre des illusions" (1923), en Les Collages, surréalisme", aparecido el mismo año en la revista Europe, año 65, N°
j1nrfs, Herman, 1965, 2a ed. 1993, pp. 23-29 (reimpreso también en 475-476, noviembre-diciembre de 1968, Soupault afirmó: "Adoptamos
projet, pp. 139-144). Véase Breton, "Max Ernst", en Les pas perdus, p. el término surrealista para rendir homenaje a Guillaume Apollinaire,
81:"La invención de la fotografía ha dado un golpe mortal a los viejos del que habíamos admirado «Onirocritique», un texto que se «asemeja-
,oodosde expresión, tanto en pintura corno en poesía, donde la escritu- ba" aLes champs magnétiques ... Homenaje sin segunda intención. Pues
,'Illlutomática aparecida al final del siglo diecinueve es una verdadera esa palabra, en 1919, no había sido elegida más que para honrar la
Ihto¡(rAfTadel pensamiento". memoria de un poeta que a André Breton y a mí nos había gustado".

,1" I\ollod tto Croce, Estetica come scienza dell'espressione e Linguis- 47. "Una de mis intenciones [en Une vague de revesJ era definir ciertos
11('(1H"flerale (1902), Bari, Gius. Laterza & Figli, 1965, p. 156. Véase términos. Por ejemplo, para poder emplear la palabra surrealismo en
11111,1,1 \11 Cro 'e, Breviario de estética (1913), en Nuovi saggi di estetica, un sentido amplio, trataba de definir los conceptos que expresaban
IIIIH111\<1 11ndición aumentada, Bari, Gius. Laterza & Figli, 1926, p. 44: palabras como surreal y surrealidad, que creo haber sido el primero en
'NII'l<"'I~ yn necesario, al menos aquí, construir absurdos paralelismos emplear. Todo lo que habíamos escrito entre 1919 y 1923 podía ser
)1 r ru iAt riosos matrimonios entre imagen y signo; puesto que
¡lIIIIIIIIVf llamado surrealista". Aragon, "Mon siecle", entrevista con Jean-Jac-
•:1'''"11111 j¡\ no rosult« ya concebido corno signo, sino corno imagen que ques Brochier, Magazine Littéraire, N° 10, septiembre de 1967, p. 15.
30 Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 31

aprendimos a quedarnos dormidos rápidamente y a profe- réuerie que Gérard de Nerval había llamado "supernatura-
rir palabras que se organizaban en discursos más o menos lista", Breton anuncia en las páginas de Littérature que
coherentes a los cuales venían a poner fin, en el momento "nada de lo que pueda decirse o hacerse fuera de aquel es-
deseado, los pases mágicos del despertar"." El primer "sue- tado es válido"." El número 11-12, aparecido en octubre de
lPC)t.) ",..,.1l .....-.....{ v __
.,¿ ••..•
__ r-.L.L.:1 -
ño hipnótico", protagonizado por el mismo Crevel, tuvo lu-
gar el lunes 25 de septiembre de 1922, a las nueve de la si
noche, en el nuevo taller de Breton, ubicado en el cuarto nó
piso del número 42 de la Rue Fontaine, encima del cabaret J1.:
Le Ciel. Los protocolos de esta sesión, de la cual participa- el
ron también Robert Desnos, Paul Éluard, Max Ernst, Ben- B
jamin Péret, Max Morise y Renée Gauthier, fueron publica- mi
dos, en noviembre de ese año, en el número 6 de la segunda Er
serie de Littérature. En la segunda sesión, celebrada en la de
noche del 26, Desnos escribió, dibujó y respondió preguntas lin
en estado de hipnosis, dando comienzo a sus famosos tran- qu
ces en los que, como cuenta Aragon en Une vague de réoes, Co
era capaz de profetizar sin pausa, junto a una mesa de café, gis
entre el barullo y los codazos de quienes se acercaban a die
escucharlo. ,11
Ya en el primer número de la nueva serie de Littérature, Val
inmediatamente después de la ruptura con Dadá, Breton D1 ~ ue cnciemore de 1923, bajo la dirección de Antonin
había publicado tres "taquigrafías de sueños", marcando el Artaud, se inaugura en el número 15 de la Rue de Grenelle
rumbo de lo que se transformaría en una búsqueda siste- el "Bureau de Recherches surréalistes", con el siguiente
mática a través de los sueños inducidos y las experimenta- nnuncio: "Estamos en vísperas de una revolución de la que
ciones con drogas. En las ediciones siguientes de la revista usted puede participar". En este "romántico albergue para
se registran sueños de Crevel, Desnos, Picabia y otros miem- 11tH ideas inelasificables y las rebeliones perseguidas", como
bros del grupo. Soñando con los ojos abiertos, los surrealis- lo define Aragon en Une vague de réues, se dejan asentados
tas deambulan por la espectral Rive-Droite, cuyas facha- InH xperimentos que llevan a cabo los integrantes del gru-
das aún iluminadas por lámparas de Mazda se cubren de pu, que entre tanto no ha cesado de crecer. Sin embargo, los
enigmas y premoniciones. Los sueños los llevan del Passa- trunc se vuelven cada vez más peligrosos; no sólo provo-
ge de l'Opéra a Les Buttes-Chaumont, de la Tour Saint-
Jacques a la Place Dauphine, en el corazón de la ¡le de la
Cité, donde murió quemado el último Gran Maestre de los ¡j ¡ 1h dom, p. 119. Véase Gérard de Nerval, Les filles du feu, París, Le
Templarios. Buscando dar cuenta de aquella permanente 1, VI·tl d( 1'0 he, 19 0, p. 4. Allí Nerval habla, a propósito a Les Chi-
1/11 t o«, do "loH son Los ompuestos en ese estado de ensoñación super-
nuturulint« como d irínn los alemanes". Breton alude a este pasaje en
~II ti" 11111 Mifl/i/i'Nlll,jIll1Lo n 1m! 11ntcced ntes de Apollinaire ("surrea-
11 1111I"), '1'111111111/1 (:'"'Iy\( ("lIl'l)cH'nnLul'ldiflI1l0 nntUI'AI") y ain t-Pol Roux
48. Broton, Le8 pa« J)1,,.r/'H'. p. 120. (lO tI/lIIIII\1I1 ""111") V( MI\ 111111,1111, Mal/i/i.NI"/'"., p. :llj.
Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 33

cnn Lada clase de trastornos sensoriales a quienes se entre- del primer número, aparecido en diciembre de 1924, ad-
góll1a estas prácticas, sino que terminan por desarrollar, en vierte sobre los objetivos del movimiento: "Se trata de con-
algunos surrealistas, los impulsos más temibles. Una no- seguir una nueva declaración de los derechos del hombre".
che, en casa de una amiga de Picabia, una decena de su- El prefacio firmado por Éluard, Vitrac y Jacques-André
rrealistas, hombres y mujeres, entran en trance a la vez. Boiffard hace la apología del sueño:
Van y vienen de un lado para el otro, vaticinando y gesticu-
lando, hasta que a las dos de la mañana, inquieto por la Admitido el proceso de conocimiento y descartada la
desaparición de Crevel, Breton lo descubre en las penum- inteligencia, únicamente el sueño le proporciona al hom-
bras de la antecámara, provisto de una cuerda, a punto de bre la libertad total. Gracias al sueño, la muerte ya no
colgarse del perchero ante la absorta mirada de los demás."? tiene un sentido oscuro y el sentido de la vida se nos
hace indiferente.
Otra vez, después de una cena en la casa de Éluard, en los
suburbios de París, Desnos debe ser sujetado por sus ami-
Un fotomontaje 'muestra a varios miembros del grupo
gos, cuando se pone a perseguir al anfitrión por el jardín
alrededor del retrato de la anarquista Germaine Berton,
con un cuchillo en la mano. La idea de acabar con estas
asesina del monarquista Marius Plateau, con una frase
experiencias se apodera entonces de algunos miembros del
de Baudelaire como epígrafe: "La mujer es el ser que pro-
grupo: Roger Vitrac anuncia en el Journal du Peuple que
yecta la más grande sombra o la más grande luz en nues-
Breton, Desnos y él mismo no volverán a escribir y, a prin-
tros sueños". Tras una encuesta sobre la pregunta: "¿El
cipios de 1924, Éluard desaparece sin despedirse de nadie
suicidio es una solución?", la edición presenta sueños de
para iniciar un viaje alrededor del mundo."
Giorgio De Chirico, Breton y Renée Gauthier, así como es-
En junio de ese mismo año, poniendo fin a un estado de
critos automáticos de Desnos, Péret, Marcel Noll, Georges
espíritu que en el prefacio de Le Libertinage había califica-
Malkiney, Francis Gérard, acompañados de fotografías
do como "movimiento borroso",52Aragon envía el manuscri-
de Man Ray y dibujos de Picasso, André Masson y Max
to de Une vague de réues a la revista Commerce; en octubre,
Ernst. Una crónica de Max Morise, titulada "Les yeux en-
Breton publica su primer Manifeste, dando lugar a la crea-
chantés", se interroga sobre la existencia de una "plástica
ción oficial del movimiento. Littérature pasa a llamarse en-
surrealista" y rechaza que la pintura pueda ser la expre-
tonces La Révolution surréaliste y Aragon sugiere inscribir
sión directa del pensamiento: "La palabra se identifica por
en el boletín de suscripción la frase: "Los colaboradores de
así decirlo con el pensamiento, las trazas del pincel al con-
esta revista son los sueños"." Una leyenda en la portada
trario no traducen sino mediatamente las imágenes inte-
lectuales". Bajo el foto grama de un film de Buster Keaton,
se despliega un texto de Aragon que afirma: "Lo concreto
50. Véase Breton, Entretiens, p. 96. es el estado último del pensamiento, y el estado del pensa-
51. Véase Roger Vitrac, "André Breton n'écrira plus", Journal du Peuple, miento concreto es la poesía", En contrapunto, "Le réveur
7 d abril de 1923. parmi les murailles" de Pierre Reverdy pone en cuestión
r¡~.Arngon, Le Libertinage, París, Gallimard, 1924, pp. 24 Y ss. (edi-
('1< n 'lI~tllllllna: El libertinaje, Barcelona, Icaria, 1980).
b:1 IIrolOI1 ( .omp.), La Réuolution surréaliste (No 1-12, 1924-1929), de este primer número, véase Maurice Nadeau, Histoire du surréalis-
1'111 '1, ,1111111 M ichul PIIICC, 1991. Para un comentario de los contenidos me (1944), Paris, Seuil, 1964, pp. 57-59.
11

34 Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 35

el concepto de "dictado de pensamiento" expuesto en el mente superficial"." En el primer Manifeste, por el contra-
primer Manifeste: "No sé si el surrealismo debe ser consi- rio, afirmó haber adoptado de manera heterodoxa el méto-
derado como un simple dictado automático del pensamien- do de libre asociación para conseguir un "monólogo de elo-
to ... El sueño y el pensamiento son cada uno el lado dife- cución lo más veloz posible", similar a un "pensamiento par-
rente de una misma cosa -el anverso y el reverso-: el sue- lante", que permitiera a la conciencia alcanzar un estado
ño constituyendo el lado en que la trama es más rica pero cualitativamente superior al de las actividades de la vigi-
más suelta; el pensamiento, aquel en que la trama es más lia, sometidas al dictado de la lógica racional." Sin embar-
sobria pero más compacta". Hacia el final, Reverdy deja go, como ha indicado Jean Starobinski, el vocabulario em-
caer una frase que quiere resumir el estado de las investi- pleado por Breton en su definición léxica del surrealismo
gaciones surrealistas hasta aquel momento: "El sueño del ("automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta ex-
poeta es la inmensa red con innumerables mallas que dra- presar tanto verbalmente como por escrito o de cualquier
ga sin esperanza las aguas profundas en busca de un pro- otro modo el funcionamiento real del pensamiento") no re-
blemático tesoro". El texto colectivo de la contratapa mitía al psicoanálisis, sino "a Janet, a Charcot, a LiébeauIt
responde: y, sobre todo, a la rama aberrante -espiritista, parapsicoló-
gica, mediúmnica- desgajada de la corriente principal, que
El surrealismo no se presenta como la exposición de va de Anton Mesmer a Freud pasando por la escuela de
una doctrina. Ciertas ideas que le sirven actualmente Nancy y la Salpétriere'T"
de punto de apoyo no permiten en absoluto prejuzgar Es una lástima que Starobinski, interesado principal-
su desarrollo ulterior. Este primer número de La Réuo- mente en asociar el "mensaje automático" con las teorías
lution surréaliste no ofrece ninguna revelación definiti- parapsicológicas de Frederic Myers, haya centrado su aná-
va. Los resultados obtenidos por la escritura automáti-
lisis en los escritos de Breton correspondientes a los años
ca, el relato de los sueños, por ejemplo, están represen-
30 y no haya profundizado aun más en la génesis de la no-
tados, pero ningún resultado de las investigaciones, de
las experiencias o trabajos aún está consignado en ellos: ción de "automatismo psíquico". Entre los textos de psicolo-
hay que esperar el porvenir. gía experimental y neurofisiología con los que Breton se
familiarizó durante sus años de estudiante de psiquiatría
se encontraba L'Automatisme psychologique de Pierre Ja-
DE FREUD AL PLANETA MARTE net, que abordaba el examen de las "formas más rudimen-

La práctica de la escritura automática recibió a lo largo


del tiempo diversas formulaciones teóricas, a menudo con- 54. Tristan Tzara, "Manifeste Dada 1918", en Sept manifestes dada.
tradictorias entre sí. En 1920, al defender la posición de Lampisteries, París, Jean-Jacques Pauvert, 1985, p. 28 (edición caste-
Dadá en la Nouuelle Revue Francaise, si bien Breton no lle- llana: Los siete manifiestos, Barcelona, Tusquets, 1972); Breton, "Pour
gó al extremo de acusar como Tzara al psicoanálisis de ser Dada" (originalmente en La Nouvelle Reuue Francaise, año VII, N° 83,
agosto de 1920), en Les pas perdus, p. 74.
"una enfermedad dañina que adormece las tendencias an-
tirreales del hombre y sistematiza la burguesía", se negó a 55. Breton, Manifestes ... , p. 33.
admitir que sacara provecho alguno de las doctrinas de Sig- 56. Jean Starobinski, "Freud, Breton, Myers", en Lceil vivant ll: La
mund Freud y sostuvo que cualquier "analogía entre las relation critique, París, Gallimard, 1970, p. 327; véase A. Breton, Ma-
obras dadaístas y las elucubraciones de los locos es total- nifestes ... , p. 36.
Ricardo lbarlucía Estudio preliminar 37

t.uias" de la actividad humana como un "estudio de las for- el momento en que no sabía alemán, Breton debió esperar
mns elementales de la sensibilidad y la conciencia" y ofre- para poder leer a Freud al menos hasta 1921, cuando en
cía una historia bastante completa de las investigaciones Ginebra se publicó Cinq Lecons sur la psychanalyse, de cuya
sobre el magnetismo, sobre el espiritismo y el hipnotismo existencia él mismo se enteró por boca de Freud durante la
que habían "preparado el conocimiento de los fenómenos visita que le hizo en Viena.s? La Science des Réoes, según el
subconscientes'v" Por las manos de Breton pasaron tam- título que dio Émile Meyerson a la Traumdeutung, apare-
bién otros dos libros del rival francés de Freud: L'État men- ció en 1926, dato que ha permitido conjeturar a Sarane
tal des hystériques y Les Médications psychologiques, don- Alexandrian, no sin fundamentos, que no fue este escrito el
de el psicoanálisis era caricaturizado como "una investiga- que tuvo una influencia decisiva sobre la primera etapa del
ción policial que debe descubrir un culpable, un aconteci- movimiento, sinoPsychopatologie de la vie quotidienne, tra-
miento pasado responsable de los trastornos actuales"." ducido por VIadimir Jankélévitch en 1922.61
La documentada tesis de Marguerite Bonnet según la Peter Bürger ha sugerido, contra las simpatías de los
cual, durante su estadía en el Centre Neuro-psyquiatrique propios surrealistas, que la identidad del lenguaje y "el fun-
de Saint-Dizier, Breton se habría familiarizado con las teo- cionamiento real del pensamiento" establecen cierta afini-
rías freudianas a través de la exposición que hacían Em- dad de la escritura automática con la filosofia de Henri Berg-
manuel Régis y Angelo Hesnard en La Psychanalyse des son, particularmente con su Essai sur les donées immédia-
néuroses et des psychoses, no hace más que reafirmar la idea tes de la conscienceP Laurent Jenny, en cambio, rastrea la
de que los conocimientos de psicoanálisis que éste podía te-
ner eran muy rudimentarios, cuando no se hallaban tami-
zados por lo que los mismos autores, en el momento en que 135, así como la anotación en Breton, tEuures completes, París, Biblio-
estallaba la Gran Guerra, presentaban como "una descrip- theque de la Pléiade, 1988, t. 1, pp. 1125 Y ss.; en castellano: A. Breton,
ción francesa del psicoanálisis", advirtiendo sobre las arries- Antología 1913-1966, traducción de Tomás Segovia, México, Siglo Vein-
tiuno, 1973. Véase Émmanuel Régis y Angelo Hesnard, La Psycha-
gadas "fantasías del dogma pansexualista" germano." Desde
nalyse des névroses et des psychoses. Ses applications médicales et ex-
tra-médicales, París, Libraire Félix Alcan, 1914, pp. I-II.
60. Véase Breton, "Interview du Professeur Freud", en Les pas perdus,
57. Pierre Janet, "Préface de la deuxierne édition (1893)", en p.95.
L'Automatisme psychologique. Essai de psychologie expérimentale sur
Les formes inférieures de l'actioité humaine, París, Félix Alcan, 1889, 61. Véase Sarane Alexandrian, "Le réve dans le surréalisme", Nouve-
rcedición del texto de la 4a ed., París, Société Pierre Janet et le Labora- Ile Revue de Psychanalyse, N° 5, primavera de 1972, pp. 30 Y ss.
í.oi re de psychologie pathologique de la Sorbonne-CNRS, 1973, pp. 12, 62. Peter Bürger, Del' franzosische Surrealismus. Studien zur auant-
22 Yss. uordistischen Literatur: Um Neue Studien eruieiterte Ausgabe, Franc-
58. itado en Élisabeth Roudinesco y Michel Plon, Diccionario de psi- fort del Meno, 1996, pp. 70 Yss. Una conferencia impartida por Berg-
rotuuili si«, traducción de Jorge Piatigorsky, Buenos Aires-Barcelona- son en el Institut Général Psychologique en 1901, donde llamó la aten-
M xi '0, Paidós, 1998, p. 563. ción sobre los sueños de Alfred Maury y Hervey de Saint-Denis que
tanto maravillaban a Breton, podría sin duda abonar esta lectura; lue-
rm. Mnr/.(ucrite Bonnet, André Breton et les débuts de l'aventure su- ';0 de trazar una analogía entre el sueño y el modo de operar de la
I'/'I'I"i,,(', París. José Corti, 1975; de la misma autora, "La Rencontre "memoria inconsciente", afirma: "El sueño es la vida mental entera
d'¡\nd,' I\r('ton avec la folie. Saint-Dizier, aoüt-novembre 1916", en menos el esfuerzo de concentración ... El yo que sueña es un yo distraí-
1,'lIhi, 11111\ 1I1IInk (cornp.), Folie et psychanalyse dans l'expérience su- do, que se distiende"; Henri Bergson, "Le Réve", en L'Énergie spiritue-
1'1"'/111,,(('. prl'l'ncio de Alain -Iouffroy, Niza; Z'éditions, 1992, pp. 115- Ile, París, Presses Universitaires de France, 1949, pp. 104 Y 108. Sobre
38 "sLudio preliminar 39
Ricardo Ibarlucía

noción de "dictado del pensamiento" en otras dos obras de paranormales era también el propósito del padre del prag-
la época: Traité de métapsychique de Charles Richet, publi- matismo norteamericano. En The Principies of Psychology,
cado en 1922, que dedicaba algunas páginas a la "escritura tanto como en el artículo editado póstumamente en Fran-
automática" de los mediums, y Études et Réflexions d'un. cia, James describía el caso de un destacado miembro del
psychiste, aparecido en 1924, primera traducción francesa Congreso de Connecticut, activo periodista y reconocido es-
de los escritos psicológicos de William James, cuyo capítulo critor, que había producido una larga serie de manuscritos
cuarto incluía una "Note sur l'écriture automatique" que automáticos sobre los temas más variados."
analizaba diversos trances espirrtistas.s' Premio Nobel de Si nos atenemos a las influencias reconocidas en el Ma-
Medicina en 1913, presidente del Institut Métapsychique nifeste, otros dos nombres ocupan un lugar destacado. Uno
International y fundador de los Annales des sciences psychi- es el del médico y neurólogo Joseph Babinski, discípulo pre-
ques, Richet examinaba el caso de la famosa vidente Héle- ferido de Jean-Martin Charcot, de quien Breton fue asisten-
ne Smith narrado por Théodore Flournoy en Des Indes a la te en el hospital de la Pitié, famoso por haber revisado la
Planéte Mars y sostenía que las experiencias paranormales definición de la histeria, cuya sintomatología denominó "pi-
obedecían a una sensibilidad oculta que llamó "cripteste- tiatismo" para indicar, etimológicamente, que era curable
sia", cuyas leyes eran de naturaleza fisiológica.e La aplica- por la persuasión." El otro es el de Hyppolite Taine, cuya
ción de un método "positivista" al estudio de fenómenos obra De l'intteligence es citada por Breton en un párrafo en
el que sostiene que "las alucinaciones constituyen fuentes
de goce nada despreciables'v" Según Alexandrian, Breton
los riesgos d~ establec~r una conexión entre la escritura automática y alude al capítulo "Sur l'hallucination progressive avec inté-
una exigencia de continuidad como la de la durée, Maurice Blanchot
grité de la raison", donde Taine cuenta que uno de sus ami-
observa: "De ahí procede aquella ideología de lo continuo de la cual
sólo comenzamos a desprendemos y de la cual el surrealismn (rebaja- gos, después de cinco días a dieta por un caso de rubéola, vio
do por algunos al bergsonismo) es menos responsable que víctima, como sentarse a la cabecera de su cama, "en la posición de un
I~f~e .Freud y lo f~eron tantas concepciones científicas, políticas y so- sacador de espinas, a una mujer cuya mano, revestida hacia
ciológicas =ideclogía que es fácil de resumir, si cabe, en dos proposicio-
nes: el mundo -lo real- es continuo; lo discontinuo es lo continuo tal
como le toca al hombre insuficiente conocerlo y formular su expresión".
Véase Maurice Blanchot, "Le demainjoueur" (originalmente en Nouue- 65. "Lo «automático» ha dado lugar a lo impresional, y cuando la obra
lle Revue Fran¡;aise, N° 29, 1, 1967), en Entretien infini Gallimard se está produciendo me encuentro en estado normal, y aparentemente
París, 1969, pp. 602 Y ss. (edición castellana: El diálog~ inconcluso' dos mentes, inteligencias, personas, se hallan prácticamente enlaza-
traducción de Pierre De Place, Caracas, Monte Ávila, 1970). Aunque das. La escritura está en mis manos pero el dictado no es de mi propia
Blanchot reconoce la ambigüedad a la que conduce la noción de dicta- mente y voluntad, sino que viene de otro, sobre temas de los cuales no
do de pensamiento, asocia la filosofía de los datos inmediatos y la idea tengo conocimiento y difícilmente una teoría; y yo mismo critico cons-
del lenguaje de Bergson a las poéticas simbolistas. Al respecto véase cientemente el pensamiento, el hecho, el modo de expresarlo, etc., mien-
"Réflexions sur le surréalisme", La Part de feu, París, NouvelleRevua tras la mano está registrando el asunto en cuestión e incluso las pala-
Fran~aise-Gallimard, 1949, reimpr. 1997, pp. 94-95 Y "Bergson y el bras que presionan por ser escritas"; William James, The Principles of
simbolismo", en Falsos pasos (1943), traducción de Ana Aibar Guerra Psychology, Nueva York, Holt, 1890, 2 vols. 1890, pp. 394-396; véase
Valencia, Pre-textos, 1977, pp. 125-128. ' también "Notes on Automatic Writing", en Proceeding of the American
Society for Psychical Research, 1889, 1, pp. 548-564.
63. Jenny, El fin de la interioridad, p. 149.
66. Véase Breton, Manifestes ... , pp. 59 Y ss.
64. Véase Charles Richet, Traité de métapsychique, París, Alcan pp.
84-97. ' 67. Ibídem, p. 15.
41
40 Ricardo lbarlucía I,;,tudio preliminar

.,' d la fa-
la punta de una aureola, pudo tomar y besar"." Sea como escritura automática sea una exa 1tación mgenua e
fuere, es indudable que esta obra fundacional de la psicolo- cultad de la inspiración: "E 1 surrea l'ismo es 1a erorrn a cons- .,
. ., d 'ústJcla
gía francesa proporcionó material suficiente a Breton, que ciente de esta facultad, la interpretación mo erna, J
.. on un
en una de sus primeras "taquigrafías de sueños", publicada hecha de los oropeles píticos con los que se revistier
, . d ~asta
en Littérature en diciembre de 1922, parece haberse inspi- tiempo los poetas, de este fenomeno desacredita o" 71 La
rado en el análisis que hace Taine de los "sentidos del verbo alrededor de 1919, en razón de esos mismos oropeles' _
ser".69 Por lo demás, su idea del surrealismo hubiera podido escritura automática, . es laa imspiracion
." reconocí .d a, acepta.
. P.0ClO-
resumirse muy bien en una frase que se encuentra al final da y practicada metódicamente. Azar y rigor no son
, S . p" por
del segundo volumen de De l'intelligence: "La historia del nes incompatibles para el surrea 1ismo. e equivoca
sueño y la de la locura [... ] proporcionan la clave de la histo- tanto quienes ven en el , un re fuziugio con t ra e 1 es tilo: 1 o. tiorma y
'. O va a
ria de la vigilia y la razón"." contenido no le son indIferentes. No saber lo que un d
. . t' 'b'¡7n o y
escribir no tener conciencia de lo que se es a escn 1 ti
' "'fi ta or-
descubrirlo sólo al releer lo escrito, no sigm ica que t
tex o
IDEALISMO TRASCENDENTAL Y SURREALISMO ma no cuente; del mismo modo, hace al fondo de un .
., "S' escri-
surrealista tener el carácter de .una r~ve 1a~lOn: . ~ ades,
La escritura automática, recuerda Aragon en Una va- bes, siguiendo un método surrealista, tristes ImbeclhJ
gue de réues, fue concebida cuando estaban buscando una se trata de tristes imbecilidades, Sin excusas'U" l'
. {ea IS-
respuesta al problema poético de la naturaleza de la inspi- Las métodos de pensamiento que suponen el sur .
ración y los aspectos morales que le son inherentes. Evi-
. .'
mo y su práctica implican CIertas Ideas generales q
ve eXI-
11
. d afae o
dentemente, la novedad del surrealismo no reside en consi- gen una sistematización. Mientras B retan maga p . t
" ;nen a
derar el sueño como una forma de inspiración. Desde la an- en los escritos de psicolog¡a de la epoca, Aragon se o
tigüedad el sueño fue considerado de este modo y, mucho " .. t fil 'fícO que
hacia el "idealismo trascendenta 1 .movtrmen o uoso lt
. 1 "l1 saa
antes que los propios surrealistas, los románticos creyeron elogia en Le paysan de Paris como a empresa m -l 1
encontrar detrás de sus puertas de marfil el secreto de la que el hombre haya saña do "" y una e t apa necesan 'a ~e li es-
a
literatura. Lo que distingue al surrealismo, subrayará Ara- píritu" 73 Lo que Aragon denomina genéricamente "it1: IS-
gon en su Traité du style de 1928, es la defensa de la pureza . d S h l'mg y,
mo trascendental" comprende la filosofía e e e bi
y la inutilidad del sueño, contra su empleo con fines litera- . ib :ID Ien
sobre todo, la de Hegel, cuya Impronta se perci e ta 1924
rios o psicológicos. De ello no se sigue, sin embargo, que la en las páginas de Une vague de réues. En el verano d~ R ~
a
de vacaciones en la costa vasca, donde Pierre Drieu 1- ~
escri-
chelle había alquilado una casa de veraneo, Aragon t
. . t . d b - o ' en re
bió a un amigo: "Reparto mi tiempo, en raje e an
68. Alexandrian, op. cit., p. 3I.
(j9. Breton, "Le nouveau sens du verbe Etre" (originalmente en Litté-
roture, N° 7, diciembre de 1922), en Claire de terre. Précédé de Mont de , .. G Ir (d,1983,
71. Aragon, Traité du style (1928), París, L'Imaginaire- a irna
Pieté, suioi de Le Revolver a cheoeaux blancs et de L'Air de l'eau, prefa-
do el Alain Jouffroy, París, Gallimard, 1966, pp. 119 Y ss. p.187.
72. Ibídem, p. 192.
'/0, 11yppolite Taine, De l'intelligence, París, Librairie Hachette et Cie.,
IH'IO, l. 2, p. 475. 73. Aragon, Le paysan de Paris, p. 237.
42 Estudio preliminar 43
Ricardo lbarlucía

Schelling y Hegel por un lado y el mar por el otro"." La bildende Künste zú der Natur; entre otros textos sobre filo-
influencia de estas lecturas en Le paysan de Paris ha sido sofía del arte, habían sido traducidos al francés hacia me-
examinada por Emmanuel Rubio en un par de trabajos que diados del siglo XIX.77
defienden la tesis de que el joven Aragon pensaba el su- El programa de una superación del idealismo alemán
rrealismo como "el relevo poético del idealismo alemán"." por el surrealismo es presentado en el último capítulo de Le
En lo que concierne a Hegel, Rubio indica tres fuentes posi- paysan de Paris, titulado "Le songe du paysan". Allí Aragon
bles: la edición francesa de Wissenschaft der Logik realiza- sostiene que la idea de Dios, al menos tal como aparece en
da por Augusto Vera en 1859, el libro de Croce Cio che e los sistemas idealistas, "no es más que el signo de la pereza
vivo e cio che e morto nella filosofia di Hegel, traducido al del espíritu"." La dialéctica se detiene ante ella, mostran-
francés por Henri Burot en 1910, y la antología de Paul do la misma fatiga intelectual que los filósofos idealistas se
Archambault, Hegel. Choix de textes et étude du systérne phi- han ocupado de poner en evidencia en los teólogos. La idea
losophique, publicada en 1911.76 El predicamento de Sche- de Dios, "desagradable y vulgar", es un "mecanismo psico-
lling en los círculos literarios franceses era en aquella épo- lógico", no un principio metafísico: lejos de constituir el móvil
ca mucho más vasto que el de Hegel, dado que sus ideas de la mente humana, mide su incapacidad." Sin embargo,
sobre las bellas artes habían tenido desde muy temprano concluir de esto la imposibilidad lógica de la metafísica, como
una gran recepción entre los románticos a través de los es- pretende hacerla el positivismo, no es más que sofistería.
critos de Madame de Staél y Victor Cousin. System des trans- El problema de la divinidad no es el objeto de la metafí-
zendentalen Idealismus, Bruno oder Über das natürliche sica. El mayor error de los idealistas ha sido creer que "la
und gottliche Prineip der Dinge y Über das Verhiiltnis der metafísica no es el fin de la filosofía, sino su fundamento, y
que ella no es en absoluto distinta de la lógica"." Contra-
riamente a lo que dice Hegel, lógica y metafísica no son
74. Carta de Aragon a Jacques Doucet del 4 de agosto de 1924, en
AA.VV,De Dada au surréalisme. Papiers inédits 1917-1931 París 2002
p.72. ' , , 77. Véase Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, Systeme de l'idéalisme
\ transcendental (suioi d' Un jugement sur la philosophie de M. Victor
75. Emmanuel Rubio, "Présences de Schelling dans Le paysan de Pa-
Cousin et sur l'état de la philosophie [rancaise et de la philosophie alle-
ris", Recherches Croisées Louis Aragon / Elsa Triolet n" 8 Presses Uni-
mande par le meme auteur, et d'un discours prononcé par M. Schelling
versitaires Franc-Corntoises, Besancon, 2002, Pp.i89-21O, y "Hegel,
l'amour ~t ~ paysan de Paris", en Actes du Colloque de Lyon, Presses
a l'ouverture de son Cours de Philosophie a Berlin, le 15 novembre 1841),
traducción de Paul Grimblot, París, Ladrange, 1842; Bruno, ou Du
Universítaires de Provence, 2003, prepublicación en línea en el sitio
I principe divin et naturel des choses, traducción de Claude Husso Pa-
de ERITA (Equipe de Recherche Interdisciplinaire sur EIsa Triolet et
rís, Ladrange, 1845; "Discours sur les rapports des arts du dessin avec
Louis Aragon).
la nature", Écrits philosophiques et morceaux propres a donner une
76. ~as :eferencias exactas de las obras mencionadas por Rubio son idée générale de son systéme (suioi de Sur le rapport des beaux-arts
las siguientes: Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Logique, traducción avec la nature par A. W. Schlegel et Dialogue sur la vérite et la oraisem-
,
del alemán de Augusto Vera, París, Ladrange, 1859, 2" ed., 1874; Paul blance dans les ceuures d'art), traducción de Charles-Magloire Bénard,
Archambault (co~p.), Hegel. Choix de textes et étude du systéme philo- París, Joubert, 1847.
sophique, 1911,2 ed., Vald Rasmussen 1927; Benedetto Croce, Ce qui
78. Aragon, Le paysan de Paris, p: 233.
eet vtoant et ce qULest mort dans la philosophie de Hegel, traducción
del italiano de Henri Buriot, París, Giard et Briere, 1910. Rubio no 79. Ibídem, p. 234.
incluy Esthétique, traducción del alemán de Charles Bénard París-
NIlIlCY, (:. IInillicr .4 vols., 1840-1851. ' 80. Ibídem, p. 236.
i
I
i
·,1
44
Ricardo lbarlucía
1'>11 udio preliminar 45

sinónimos: "La lógica es la ciencia del ser la metafísica la


ciencia del concepto L..] El concepto, o co~ocimiento de lo do un lenguaje kantiano. La imagen aporta la forma por
I:¡ cual el objeto puede ser concebido como tal. Todo esto
concreto, es pues el objeto de la metafísica'L'" La esfera del
concepto se asemeja al fondo del mar y el fondo del mar a confiere al surrealismo de Aragon un rasgo de espontanei-
los pas~jes parisinos, "esos acuarios humanos ya muertos dad creativa que se aleja de la pasividad con la que podría
en su vida primitiva, y que merecen sin embargo ser con- .rsociarse la escritura automática de Breton como dictado
templados como los guardianes de numerosos mitos moder- del pensamiento. A través de los diversos estadios de su
nos, pues sólo hoy, cuando el pico los amenaza, se han con- desarrollo -real, irreal, surreal-Ia imagen se revela como
vertido efectivamente en los santuarios de un culto de lo la resultante de todo el movimiento del espíritu: "Ella es
efímero, se han convertido en el paisaje fantasmático de los la ley en el dominio de la abstracción, el hecho en el del
placeres y de las profesiones malditas, incomprensibles ayer acontecer, el conocimiento en lo concreto"."
y que el mañana nunca conocerá".82 Lo mismo ocurre en Une vague de réues, donde el su-
. La escalera secreta que conduce a este mundo fantás- rrealismo no es concebido como automatismo psíquico, sino
tico y maravilloso no es sino la imagen. Toda la filosofía como espíritu autoconsciente. En el manifiesto de Aragon,
moderna.' in.cluyendo aquella que se opone al positivismo, el surrealismo es trascendental y no psicológico: surrealis-
ha contribuido a que ella fuese considerada "una ilusión mo equivale a realismo o materialismo trascendental, eta-
grosera, y he aquí que a su término el concepto, en su for- pa superadora del idealismo. No sólo hay para Aragon una
ma concreta, con su tesoro de particularidades", no resul- actividad psíquica, sino también un orden surreal o "su-
ta en nada diferente de "ese modo despreciado de conoci- rrealidad", que es el horizonte común de lo real y lo maravi-
~iento, la imagen, que es el conocimiento poético".83 La lloso, de la religión y la poesía, del sueño y la acción políti-
I~ag~n no .es ella misma lo concreto, sino "la mayor con- ca. Aunque no tenemos elementos para afirmar que cono-
CIenCIaposible de lo concreto". En este sentido, no hay nin- ciera otros textos de Schelling y Hegel que los menciona-
g~na forma de pensar que no sea una imagen. La diferen- dos, resulta cuanto menos significativo que el interés de
c~a entr~ la "imagen esencial" de la lógica y la imagen poé- Aragon por el idealismo alemán haya tomado impulso ape-
tica radica en que esta última comporta un carácter de nas unos años después de que Franz Rosenzweig descubrie-
materialización: "La imagen poética se presenta bajo la se, en la Konigliches Bibliothek de Berlín, el manuscrito de
forma del hecho, con todo lo que es necesario a éste".84 El Das Alteste Systemprogramm des deutschen Idealismus.
hecho, sin embargo, no es objetivo por sí mismo, sino que Una rápida mirada a este texto programático de fines del
depende del sujeto: "el hecho no existe más que en función siglo XVIII, atribuido por unos a Schelling y por otros a He-
del tiempo, es decir, del lenguaje". En este sentido, Ara- gel o incluso a Friedrich Holderlin, permite entrever una
gon puede decir que "el hecho es una categoría", emplean- serie de temas que son tratados por Aragon a la luz del su-
rrealismo: la concepción de la metafísica como una moral
fundada en el ser libre, que crea un mundo de la nada, la
81. Ibídern, p. 237. adhesión a una praxis política que tiene como objetivo
la desaparición del Estado, fuente de toda la miseria hu-
82. Ibídern, p. 21.
mana, la tesis de que "el acto supremo de la razón es un
83. lbídern, p. 243.
tl~. Ibídem, p. 244.
85. Ibídern, p. 245.
I·:"llldio preliminar 47
46 Ricardo Ibarlucía

vcrsidad de Berlín, pronunciado el 22 de octubre de 1818 y


acto estético", el privilegio acordado a la poesía como "edu-
traducido por Vera al comienzo de su edición de Wissens-
cadora de la humanidad" y, por último, el proyecto de una
chaft der Logik.89 En esa alocución, Hegel resumía su pro-
"nueva mitología", considerada como organon especulativo
pia visión ante la "miseria de la época", que hasta hacía
que debe servir a la superación de la oposición entre mono-
muy poco concedía "una gran importancia, por un lado, a
teísmo y politeísmo en una "nueva religión" de la razón.f"
los pequeños intereses de la vida diaria y, por el otro, a los
El "Discurso de la imaginación" de Le paysan de Paris
altos intereses de la realidad", a las luchas por el restable-
que cierra la conversación entre las facultades del espíritu'
cimiento y la salvaguarda del Estado, que habían acabado
parece llamar al cumplimiento de estos postulados. E~
por apoderarse de todas las facultades del espíritu." Un
medio del "sainete" que protagonizan la Sensibilidad la
siglo más tarde, cuando el torrente de la realidad ha vuelto
Voluntad y la Inteligencia, que detesta la incertidumbr:, la
a desbordarse, exhibiendo en toda su desnudez la triviali-
Imaginación se presenta como un traficante de quimeras.
dad de la vida y la superficialidad de la inteligencia, la Ima-
Aragon la describe como "un anciano alto y flaco, con mos-
ginación retorna la palabra para ofrecer a los hombres un
tachas a lo habsburgo, una larga levita forrada y un gorro
producto, recién salido de fábrica, que al fin les permitirá
de pieles", que habla animado de tics." De guerra en gue-
disfrutar de ser amos de sí mismos:
rra, los hombres se han olvidado de él. Sin embargo, a este
estrafalario personaje deben el azul del cielo, las pirámi-
Hoy les traigo un estupefaciente que viene de los lí-
des, el automóvil, el cine, el teléfono, el cálculo infinitesi-
mites de la conciencia, de las fronteras del abismo. ¿Qué
mal y otras maravillas insospechadas. "Del poder del espí-
han buscado hasta aquí en las drogas sino un sentimien-
ritu, lo he dicho en 1819 a los estudiantes alemanes, todo se , to de poder, una megalomanía mendaz y el libre ejerci-
puede esperar", declara la Irnaginación.w La frase, ha nota- cio de sus facultades en el vacío? El producto que tengo
do Rubio, remite al discurso inaugural de Hegel en la Uni- I el honor de presentarles procura todo esto, procura tam-
bién inmensas ventajas inesperadas, supera sus deseos,
los suscita, les hace acceder a deseos nuevos insensa-
tos; no lo duden, son los enemigos del orden los que po-
86. Franz Rosenzweig, "Das Álteste Systemprogramm des deutschen nen en circulación este filtro del absoluto. Lo pasan se-
Idealismus. Ein handschriftlicher Fund" (originalmente en Sitzungs- cretamente ante los ojos de los guardianes, bajo la for-
berichte der Heidelberger Akadem.,ze der Wissenschaften, Philosophis- ma de libros, de poemas. El pretexto anodino de la lite-
ch-historische Klasse, año 1917,N 5,22 de marzo de 1917, presentado
ratura les permite darles a un precio que desafia toda
por Heinrich Rickert), en Zwitstromland. Kleinere Schriften zur Reli-
gion und Philosophie, epílogo de Gesine Palmer, pp. 109-154. Sobre la
competencia este fermento mortal cuyo uso ha llegado
historia de este manuscrito y su atribución a Hegel, ScheIling o Hol- el gran momento de generalizar. Es el genio en la bote-
derlin, véase Rüdiger Bubner (comp.), Das Alteste Systemprogramm lla, la poesía en barra. Compren, compren la condena
des deutschen Idealismus, Hegel-Studien, N° 9, Bonn, Bouvier Verlag
1,1 I
Herbert Grundmann, 1982. Se encontrará también una interesante
ti iscusión sobre la pertinencia de este escrito filosófico para encuadrar
la teoría literaria del primer romanticismo en Philippe Lacoue-Labar- 89. Véase Rubio, "Hegel, I'amour et Le paysan de Paris", donde se re-
th y Jean-Luc Nancy, L'absollf littéraire. Théorie de la littérature du mite a Hegel, Logique, t. 1, pp. 161 Yss.
romantisme allemand, París, Editions du Seuil, 1978, pp. 39-52.
90. Hegel, "Berliner Antrittsrede", en Hegel, Berliner Schriften (1818-
}1'I. Aragon, Le paysan de Paris, p. 79. 1831), edición a cargo de Walter Jaeschke, Hamburgo, Felix Meiner,
1997, p. 43.
HH Ihídem, p. 80.

I
48
Ricardo lbarlucía

de sus allnas, al fin van a perderse, he aquí la máquina


de trastornar el espíritu. Yo anuncio al mundo este su-
ceso de primera magnitud: un nuevo vicio acaba de na-
cer, u~ V€rtigo más es otorgado al hombre: el Surrealis-
mo, ~IJO <lelfrene.sí y de la sombra. Entren, entren, aquí
conuenza-, los remos de lo instantáneo."!

RICARDO IBARLUCÍA
ESTA EDICIÓN

Al romper con el movimiento surrealista en 1932 y com-


prometerse con el Partido Comunista Francés, gran parte
de los escritos de juventud de Aragon cayeron en el olvido.
Une vague de réues fue apenas tenido en cuenta por los his-
toriadores del surrealismo y no volvió a ver la luz hasta
siete años después de la muerte de Aragon, cuando Édo-
uard Ruiz lo incorporó a la segunda edición de L'fEuvre poé-
tique, París, Messidor-Livre Club Diderot, 1989, tomo I, li-
bro rr, pp. 561-582. Luego fue publicado en forma separada,
con autorización de Jean Ristat, ejecutor testamentario y
albacea del autor, en el volumen Une vague de réues, París,
Seghers, 1990. Posteriormente fue recopilado en Aragon,
Chroniques 1, 1918-1932, edición establecida, presentada y
anotada por Bernard Leuillot, París, Éditions Stock, 1998,
pp. 190-204.
Una primera versión de la traducción que aquí presen-
tamos apareció en las revistas Diario de Poesía (año XlII, N°
52, Buenos Aires-Rosario, diciembre de 1999, pp. 21-24) Y
Letra Internacional (año VI, N° 70, Madrid, primavera de
2001, pp. 68-75), en ambos casos con un breve prólogo sobre
el establecimiento del texto. Todas las traducciones citadas
en el estudio preliminar y en el aparato crítico que se en-
cuentra al final de este volumen, salvo indicación contra-
ria, son de mi responsabilidad. Para la elaboración de este
trabajo he consultado la Bibliotheque Nationale de France,
91. Aragon, LE! paysan de Paris, p. 81.
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