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Heminegligencia

atencional.
Recopilación bibliográfica.

Benavente Debora
Román Danae
Soto Maira
Sección I
¿Qué es la atención?
La atención corresponde a la focalización selectiva de nuestras percepciones,
significa seleccionar alguna información sensorial en particular y desechar las demás, en
1975 el neuropsicólogo y médico ruso Alexander Luria define que la atención consiste en
un proceso selectivo de la información necesaria, la consolidación de los programas de
acción elegibles y el mantenimiento de un control permanente sobre el curso de los
mismos.
Esta focalización selectiva corresponde a una función bilateralizada del cerebro, lo
que quiere decir que en ella participa el hemisferio izquierdo y derecho, sin embargo, el
hemisferio derecho tiene una especialización con lo que respecta a la atención (preguntar
a fernando porque y aprender circuito de atención SARA).

Mantener una actitud activa ante la información y concentrarnos en las tareas que
llevamos a cabo es gracias a la atención, un trastorno en ella puede ocasionar….

La fenomenología de la atención es muy amplia, sin embargo, en esta revisión


bibliográfica nos limitaremos a desarrollar solamente el trastorno heminegligencia
atencional.

Heminegligencia Atencional.
La negligencia es una falla para orientarse, actuar o responder a un estímulo que
se presenta contra lateral a la lesión cerebral. Esta falla está primariamente dirigida a
estímulos o acciones que ocurren en el lado contra lateral a la lesión hemisférica y la
misma, no es debida a trastornos elementales sensoriales o motores (Heilman y cols.,
1993).
La heminegligencia es un trastorno atencional que como describió Mesulam en
1981 hace que el paciente se comporte como si la parte contraria al hemicampo de su
lesión dejase de existir.
Un individuo con conducta de heminegligencia tiene dificultad en responder a un
estímulo que está presente en el lado opuesto a la lesión cerebral (Heilman y col.1993).
La severidad del mismo puede ir desde lo sutil hasta lo dramático. En una
heminegligencia leve el paciente percibe estímulos con menor eficiencia en el
hemiespacio contralateral a la lesión y en la heminegligencias graves para el paciente
desaparece un hemiespacio.
Los déficit provocados por las lesiones se manifiestan a nivel comportamental de
múltiples formas, tales como, ignorar parte de los alimentos del plato, no encontrar los
cubiertos situados en el lado contralesional, golpearse con puertas o muebles, leer sólo
parte de las páginas de un libro o revista, entre otras (Adair y Barret, 2008).

Causas
El punto de partida de este epígrafe es la lesión en el hemisferio derecho del
cerebro, y aunque el daño en el córtex parietal inferior en general, que es el cercano a la
unión temporoparietal ha sido siempre el más acusado de causar la heminegligencia, cada
vez se precisa más que partes son las realmente afectadas. Debido a que son los fallos en
la arterial cerebral media los que afectan al parietal y a que esta arteria tiene también
mucha relación con el lóbulo frontal, se piensa que la afectación de este lóbulo tiene que
ver con mucha de la sintomatología que se observa en estos pacientes (Vallar, 2001). Los
estudios de Karnath sustentan la teoría de que la región del cerebro dañada en la
heminegligencia es el Giro Temporal Superior Medial (STG) encontrándolo en el 50% de
los casos que estudian.
Sin embargo, estudios posteriores demuestran que el área afectada
invariablemente en todos los casos tras lesión de la arteria cerebral media es el Giro
Angular (Mort, 2003), situado en la superficie lateral del lóbulo parietal inferior. Ésta área
se ha relacionado con déficits de conciencia espacial en pacientes con lesiones bilaterales
(Rafal, 2001), en concreto con el mantenimiento de la atención a localizaciones espaciales
en estudios de imagen funcional. Este mantenimiento de la atención a localizaciones
espaciales puede ser el rasgo central de muchos de los pacientes con heminegligencia
derivada un ACV en la arteria cerebral media.
En cuanto a los casos en los que el accidente circulatorio se ha encontrado en la
arteria cerebral posterior, se ha visto que los síntomas están relacionados con las lesiones
en el área parahipocampal. Habitualmente relacionado con la memoria espacial y con la
recuperación de información tras una demora, también se ha comprobado su implicación
en la codificación de lugares, por lo que en relación con las tareas en la heminegligencia
parece que podría contribuir. Además es zona de conexión entre el córtex parietal y la
región parahipocampal, acceso directo al hipocampo. Teniendo en cuenta que la
información necesaria para nuestra orientación en el espacio pasa por estas áreas antes de
llegar al hipocampo, parece lógico pensar que las 18 deficiencias encontradas en los
pacientes de neglect para orientarse tengan relación con la afectación de estas zonas
(Parton, 2004).
Por tanto y siguiendo la revisión de Mort (2003) podríamos hablar de diferentes
áreas implicadas en la heminegligencia según el grado de afectación del paciente:
*Giro angular: relacionado con la conciencia espacial y mantenimiento de la
atención a localizaciones espaciales (estudios de resonancia magnética funcional de
Pardo, 1991).
*Lóbulo Parietal Superior: implicado en los cambios espaciales de la atención
(Corbetta, 1995).
*Unión temporo parietal: encargada de la reorientación espacial y la detección de
estímulos salientes (Friedrich, 1998). En las áreas adyacentes a ésta, pueden residir los
déficits más secundarios que presentan algunos pacientes como los cambios en la
reorientación de la atención o la detección de la saliencia de un estímulo.
Las causas más comunes de heminegligencia atencional son los tumores cerebrales,
accidentes cerebrovasculares y traumatismos encefálicos que provocan posteriores
lesiones cerebrales unilaterales. Una lesiones en el hemisferio derecho provoca
negligencia en el hemiespacio izquierdo y viceversa, las lesiones corticales derechas se
consideran más graves, debido al doble control del hemi-espacio ejercido por esta área
producto de la mayor especialización hemisférica derecha en los niveles atención (Ardila
y Ostrosky, 2012) . Lesiones del lóbulo parietal en unión con la corteza temporo-parietal-
occipital, aunque también lesiones del área dorsolateral del lóbulo frontal derecho puede
producir este trastorno (Portellano, 2005). Lesiones del giro angular en el lóbulo parietal
produce deficiencias de la conciencia espacial y la atención sostenida a localizaciones
espaciales, lesiones del lóbulo parietal superior se asocia a deficiencias atencionales en
cambios espaciales y lesiones de la unión temporoparietal se asocia a deficiencias en la
reorientación atencional y detección de estímulos (Mort et al., 2003). (ME CUESTA
ORDENAR ESTO, SIENTO QUE NO LO ENTIENDO)

(ESTO EN MORADO ES LO QUE SALE EN EL TEXTO DEL PROFE, DIFICIL


BUSCAR MAS FUENTES PORQUE TODAS COMO QUE VIENEN DE LOS
MISMOS AUTORES QUE EL MENCIONA)
Pruebas y exámenes
Se realizan anamnesis profundas, observación de comportamiento y conducta
frente a tareas con una y otra parte del cuerpo, RM para observar lesiones cerebrales.

Pruebas neuropsicológicas
Evaluaciones con pruebas de cancelación que consisten en que el paciente
encuentre estímulos entre distractores en una hoja de papel alineada con la línea media de
su cuerpo (Ferber y Karnath, 2001). Aquí se observan fallos en la detección de estímulos
en el hemiespacio contralateral a la lesión. Existen muchas pruebas como el test de Albert
(1973), test de campanas de Gauthier (1989), test de cancelación de estrellas de Bit
(1987), test de cancelación de formas de Mesulam (1985), test de cancelación de letras de
Weintraub (1985), etc.
Otras pruebas empleadas son la de copia de dibujos, donde el paciente sólo copia
la mitad del hemiespacio no dañado. El más utilizado es la prueba de copia de reloj de
Goodglass y Kaplan (1979). Generalmente se utilizan varias pruebas en conjunto para
determinar el grado de heminegligencia.
Tratamiento
Cerca del 40% de los pacientes presentan alguna mejora durante las dos semanas
posteriores al incidente que causo la heminegligencia aun sin tratamientos. No existen
tratamientos farmacológicos para la HA que no produzcan problemas secundarios. Los
tratamientos son de tipo conductuales como entrenamiento perceptivo al lado que no
presta atención el paciente, entrenamiento de exploración visual, lentes adaptados para
corregir la percepción errada de la línea media del cuerpo, etc. (Salazar, 2007).

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