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Por qué vemos

lo que vemos
Una estrategia probabilística, basada en la experiencia previa,
explica la notable diferencia entre lo que vemos y la realidad física

Dale Purves, R. Beau Lotto y Surajit Nundy

L
as ilusiones ópticas resultan fascinantes. Lo mento general de Berkeley es aplicable a las sensa-
que vemos —se considere por el brillo de los ciones de brillo y color, amén de serlo a la percep-
objetos, por sus colores o por su disposición ción del espacio. En cada uno de estos aspectos fun-
en el espacio— se encuentra no pocas veces damentales de la visión, la información contenida en
en discordancia con la realidad subyacente que la imagen de la retina no puede revelar directamente
miden fotómetros, espectrofotómetros o reglas las auténticas fuentes de los estímulos procedentes
graduadas. En el siglo XVIII, el filósofo irlandés George del mundo físico. En consecuencia, la relación entre
Berkeley proporcionó cierta inteligencia de estas dis- el mundo y nuestra percepción de él es, por natura-
crepancias. En su “Ensayo hacia una nueva teoría de leza, de índole incierta.
la visión”, hizo notar que la estimación de la distan- Además de ofrecernos una idea de por qué lo que
cia, por ejemplo, no puede ser directamente deducida vemos quizá no esté siempre acorde con la realidad,
de la información geométrica de la imagen retiniana. este hecho fundamental de la visión presenta un di-
En efecto, una línea dada de la imagen retiniana podría lema biológico. Es obvio que la supervivencia en un
haber sido generada tanto por el borde de un objeto medio complejo, quizá hostil, depende de que se res-
cercano de pequeño tamaño como por otro objeto más ponda adecuadamente a la realidad física que subyace
alejado, pero de mayor tamaño. a las imágenes proyectadas sobre la retina. Por ejem-
Toda la información de la retina sufre esta am- plo, la confusión de un objeto pequeño y cercano con
bigüedad intrínseca. En el estímulo retiniano, la ilu- otro mayor, pero más distante, podría resultar catastrófica
minación de los objetos y las propiedades físicas que para el observador. Ahora bien, si la imagen de la re-
determinan la cantidad y calidad de la luz que de- tina no puede definir unívocamente la realidad a la
vuelven al ojo se funden en una unidad; así, el argu- que el observador ha de responder, ¿de qué modo lo-
gra el sistema visual generar una conducta que, por lo
general, se enfrenta con éxito a un mundo que no
puede aprehender directamente?
El autor Como demostramos aquí, un conjunto de pruebas
DALE PURVES ostenta la cátedra George Barth Geller de cada vez mayor indica que el sistema visual de los hu-
investigación en neurobiología. Enseña psicología y cien- manos —y presumiblemente el de muchos animales do-
cias del cerebro en la Universidad Duke. R. Beau Lotto es tados de visión— resuelve el dilema de Berkeley me-
profesor adjunto de oftalmología en el Colegio Universita- diante la generación de percepciones a partir de una
rio de Londres. Surajit Nundy realiza estudios de posgra- base enteramente empírica. No se analizan los com-
do en neurobiología en la Universidad Duke.
© American Scientist Magazine.
ponentes de la imagen retiniana en cuanto tales; las
percepciones se determinan de manera probabilística:

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DALE PURVES, R. BEAU LOTTO Y SURAJIT NUNDY

1. A MENUDO, LO PERCIBIDO DISCREPA de las propieda- su derecha, a pesar de que son físicamente idénticas. Este
des medidas en los objetos de una escena. En esta ima- artículo indica la razón de que se produzcan tales discre-
gen, por ejemplo, la loseta blanca situada en la sombra de pancias, en apariencia una mala adaptación, entre lo per-
la mesa parece más brillante que la loseta gris situada a cibido y la realidad.

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gracias a la retroalimentación de los de los individuos, a lo largo de sus tensa habría de estar siempre en
resultados de conductas guiadas por vidas. correspondencia con una sensación
la vista en experiencias anteriores de luz más intensa; pero no es así.
se va mejorando progresivamente el La realidad es que dos superficies
rendimiento, habida cuenta de la ine- El fundamento que reflejen hacia los ojos la misma
vitable incertidumbre de la infor-
mación retiniana. El resultado de de la brillantez cantidad de luz, físicamente me-
dida, suelen parecer de diferente
este proceso, y sin duda la prueba brillo si las superficies se obser-
de que existe, es la discrepancia a intensidad física de un estímu- van en ambientes o fondos que estén
entre lo que percibimos y las ca-
racterísticas del estímulo de la re-
L lo luminoso induce sensacio-
nes de iluminación u oscuridad re-
a su vez devolviendo diferentes can-
tidades de luz. Tal fenómeno se
tina o las propiedades de los obje- lativa, que constituyen, cabe de- denomina contraste de brillos si-
tos subyacentes; concuerda, en fender, el aspecto más fundamental multáneos.
cambio, con los significados típi- de la visión. Sería razonable pre- Los neurobiólogos, en el pasado,
cos que iguales o parecidos estímu- sumir que la brillantez percibida de- fundaban la explicación de este co-
los han tenido, tanto en la expe- bería guardar proporción con la in- nocido efecto en las neuronas reti-
riencia de la especie, a lo largo de tensidad de la luz, de modo que la nianas; éstas envían información
los siglos, como en la experiencia llegada al ojo de una luz más in- desde el ojo hasta la porción visual
del cerebro y reaccionan, por razo-
nes que tienen que ver con la op-
timización de la detección de bor-
des, más vigorosamente a una
mancha gris en un ambiente oscuro
Proyección que a la misma mancha en uno claro.
sobre la Si la frecuencia de disparo de las
retina neuronas retinianas determinase el
brillo aparente de las regiones, sería
de esperar que la mancha sobre fondo
oscuro diera la impresión de brillar
más que la misma mancha sobre un
fondo más claro.
Esta interpretación tropieza, en-
Reflectancia tre otras cosas, con que también se
puede lograr que parezca que bri-
Transmitancia
llan con distinta intensidad regio-
nes inmersas en vistas donde tienen
exactamente el mismo entorno. De
Iluminación hecho, como Wilhelm von Bezold,
un físico del siglo XIX, demostró,
Estímulo una diana rodeada por un terreno
de luminancia predominantemente
superior puede parecer —en cir-
cunstancias apropiadas— más bri-
llante que esa misma diana rodeada
por un terreno de menor luminan-
cia media. Tal situación es justa-
mente la opuesta de la forma nor- DALE PURVES, R. BEAU LOTTO, SURAJIT NUNDY Y MARK WILLIAMS

mal del efecto de contraste de brillos


simultáneos, y lo contrario de lo que
pronostica la explicación del brillo
a partir de la frecuencia de disparo
neuronal retiniano.
¿Cómo pueden explicarse, pues,
2. LO QUE VEMOS ESTA DETERMINADO por diversas propiedades de la luz. La estos hechos desconcertantes de la
luz que llega a la retina depende de la iluminación del objeto, de cuántas y relación entre la intensidad física
cuáles componentes de la iluminación se reflejan y de cómo se transmite la luz de la luz y la sensación de brillo
reflejada a través de los medios interpuestos, se trate del aire o del cristal asociada? Recordemos que la igual-
(parte de abajo, a la izquierda de la ilustración). Además, una misma proyec- dad de las intensidades de luz ema-
ción sobre la retina puede estar generada por un objeto pequeño y cercano, por nadas de las dos porciones de su-
otro grande y lejano, o por un objeto a distancia intermedia que se halle in- perficie de que se trata es ambigua
clinado (arriba, a la derecha). Estos hechos elementales vuelven ambiguos to- de por sí. Es decir, que superficies
dos los estímulos visuales. de similar reflectancia bajo el mis-

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3. EL CONTRASTE DE BRILLOS SIMULTANEOS se define
como la diferencia del brillo aparente de una misma su-
perficie en ambientes distintos. En este caso, una misma
diana gris —la figura circular— parece más brillante so-
bre fondo oscuro que en otro más claro (izquierda). Los di-
bujos de arriba permiten ver que este estímulo puede pro-
ceder de diversas situaciones físicas: regiones físicamente
idénticas sobre superficies pintadas de distinta manera
(arriba, a la izquierda) y regiones físicamente diferentes
bajo diferentes iluminantes (arriba, a la derecha). Dado
que el estímulo ordinario de los brillos simultáneos —las
dianas grises (izquierda)— contiene información que es compatible tanto con
dos superficies semejantes bajo iluminantes similares, como con dos superfi-
mo iluminante y superficies de re- cies diferentes bajo iluminantes diferentes, el observador ve valores de brillo
flectancia disímil sometidas a dis- que toman en consideración ambas posibilidades.
tintas cantidades de iluminación pue-
den generar en el ojo estímulos
idénticos. superficies parecidas bajo ilumina- constituye la percepción generada
Supongamos que esta incertidum- ciones parecidas, lo que el obser- por un estímulo más complejo, el
bre queda enteramente resuelta mer- vador ve reflejará ambas posibili- borde de Cornsweet, así llamado en
ced a la experiencia adquirida con dades. El estímulo es, en términos honor de Tom Cornsweet, el psicó-
lo que las fuentes de tales estímu- estadísticos, compatible en cierto logo que describió este efecto a fi-
los resultaron ser, determinada a su grado con superficies que poseen nales del decenio de 1960.
vez por el éxito o fracaso de la con- reflectancias distintas; de ahí que En el efecto Cornsweet, gradien-
ducta correspondiente. Entonces, en zonas idénticas parezcan tener bri- tes opuestos de luminancia que se
la medida en que un estímulo de llos diferentes en una muestra or- encuentran en un borde hacen que
esta suerte concuerde con la expe- dinaria del contraste de brillos si- regiones contiguas, físicamente idén-
riencia previa sobre superficies dia- multáneos. ticas, parezcan tener distinto brillo.
na reflectantes expuestas al mismo Puede ésta parecer una extraña ma- Concretamente, la región contigua
iluminante, las dianas tenderán a nera de generar estímulos visuales. al gradiente más claro parece más
aparecer de brillantez similar, por- Sin embargo, ante la inevitable in- brillante que la región contigua al
que, para que la conducta pueda certidumbre de la información con- gradiente más oscuro. Dado que este
aprovecharlas, las cosas que son tenida en la imagen retiniana, tal vez efecto perceptivo es el contrario
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iguales tienen que parecer iguales. sea la forma mejor —si no la única— del efecto normal de contraste de
Sin embargo, en la medida en que de resolver el dilema de Berkeley. brillo simultáneo, el estímulo Corn-
el estímulo sea compatible con que sweet proporciona un ejemplo más

Estímulos complejos
se trate de objetos con diferente re- de por qué no funcionan las expli-
flectividad bajo distintas intensida- caciones basadas en las relaciones
des de iluminación, las dianas ten- de contraste local.
derán a parecer distintas en brillo, i esta explicación general fuese A pesar de su estructura compli-
porque para ser útiles al observa-
dor las cosas que son diferentes
S correcta, debería inducir el
mismo efecto perceptual cualquier
cada, el efecto borde Cornsweet
puede también ser explicado en tér-
tienen que parecer diferentes. Dado estímulo en el que territorios diana minos empíricos. El denominador
que la información contenida en con una misma luminancia hayan común del estímulo Cornsweet y
los estímulos normales del contraste resultado ser, de ordinario, objetos de los estímulos ordinarios con con-
de brillos simultáneos concuerda reflectantes distintos expuestos a di- traste de brillos simultáneos es que
tanto con dos superficies diferentes ferentes cantidades de luz. Un pro- las percepciones pueden, en ambos
bajo distintos iluminantes, como con blema particularmente interesante lo casos, entenderse gracias a las po-

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a

c 1 2 3 4
Luminancia
relativa

d
relativo

Efecto Cornsweet
Brillo

1 2 3 4
Distancia a lo largo de la superficie

4. EL EFECTO CORNSWEET consiste en que regiones idén- sicamente idénticas, pero una representación gráfica de la
ticas parezcan tener diferente brillo cuando están separa- percepción del brillo (d) indica que el lado derecho parece
das por gradientes de luminancia opuestos que concurren más brillante que el izquierdo: en ello consiste el efecto
en un borde. Dicho efecto puede ser creado por diversos Cornsweet. Los bloques que ponen de manifiesto el efecto
estímulos, entre ellos un disco giratorio blanco y negro Cornsweet en una escena visual (e) intensifican la ilusión,
(a). La región adyacente al gradiente más claro parece más porque la información presentada aumenta la probabilidad
brillante que la región vecina al gradiente más oscuro (b): de que los dos bloques sean superficies reflectantes dis-
se trata del efecto opuesto al efecto normal de contraste tintas bajo iluminantes diferentes. El bloque superior pa-
de brillos simultáneos. La curva de luminancia relativa (c) rece ahora mucho más oscuro que el inferior, a pesar de
hace ver que las dos zonas de cada lado del borde son fí- que ambos son idénticos.

sibles fuentes de los territorios diana lidad; según una teoría exclusiva- las probabilidades relativas de las
físicamente idénticos. Así, las re- mente probabilística de la visión, posibles fuentes del estímulo, sin
giones equi-iluminantes que lindan la percepción suscitada por el es- modificar el estímulo en sí. Como
con los gradientes que comprenden tímulo tomará en consideración to- varios experimentos ponen de ma- DALE PURVES, R. BEAU LOTTO, SURAJIT NUNDY Y MARK WILLIAMS

un borde de Cornsweet podrían ha- das las posibles fuentes, en propor- nifiesto, eso es lo que ocurre.
ber sido generadas por superficies ción con la frecuencia con que se

Visión de los colores


de pareja reflectividad bajo el mismo dieron en el pasado. Dado que, a
iluminante —unos gradientes pin- menudo, el estímulo habrá sido ge-
tados en la superficie de una hoja nerado por superficies reflectantes
de papel sobre la cual la luz incide diferentes con distintas iluminacio- stos aspectos, un tanto descon-
uniformemente— o bien por super-
ficies de diferente reflectividad ex-
nes, como en el supuesto del cubo,
los territorios diana parecerán te-
E certantes, de las sensaciones sus-
citadas por la intensidad de luz pue-
puestas a distintas intensidades de ner diferente brillo. den entenderse como fruto de una
iluminación —un hexaedro, diga- Si esta explicación estadística ba- estrategia enteramente probabilís-
mos, de bordes redondeados situado sada en la experiencia previa tuviera tica de la visión. ¿No se originarían
de modo que una de las caras se algún valor, entonces el efecto per- de igual manera las sensaciones
encuentre a la luz y la otra, en la ceptual del borde de Cornsweet de- cromáticas suscitadas por diferen-
sombra—. Ambos supuestos, y una bería resultar acentuado, disminui- tes espectros de luz? Después de
multitud más, son posibles en la rea- do o abolido en cuanto se alterasen todo, la distribución de potencia

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espectral en un estímulo luminoso, Igualmente reflectantes,
que da lugar a las sensaciones de igualmente iluminados
color, es ambigua debido, precisa-
mente, a las mismas razones por
las que lo es la intensidad espec-
tral total. La iluminación, la re-
flectancia y otros factores determi-
nantes de las características de la luz
que llega al ojo se entremezclan en
la imagen retiniana, y no es posi-
ble disociarlas.
Para pensar sobre las sensacio-
nes de color conforme a este plan-
teamiento, tenemos un buen punto
de partida en el contraste de colo-
res simultáneos, un fenómeno simi-
lar a los efectos de contraste de bri-
llo ya descritos. Dos dianas de igual
composición espectral, ubicadas en
ambientes coloreados de distinto
modo, sirven de estímulo patrón para
suscitar el contraste de color. Lo
mismo que en el contraste de bri-
llo, las dos dianas parecen diferen-
tes, aunque ahora en lo que se re-
fiere a sus respectivas cualidades de
color, a saber, matiz, saturación y
brillo de color. En el pasado, la
mayoría de las explicaciones de este Poco reflectante, Muy reflectante,
fenómeno se fundaban en algún tipo iluminación intensa iluminación débil
de promedio del color extendido a
la totalidad del estímulo. Sin em-
bargo, al igual que en el contraste
de brillo, así no se explica que los
estímulos de contraste de color pue-
den modificarse de forma que unos
mismos promedios cromáticos en
el ambiente susciten diferentes per-
cepciones de color.
Cabe, no obstante, dar una ex-
plicación del contraste de color en
términos empíricos. Las fuentes de
la diana y del ambiente en los es-
tímulos ordinarios con contraste
de color son inciertas: un número
infinito de combinaciones de re- 5. PUEDE CREARSE UN ESTIMULO CORNSWEET en diversas situaciones. Tanto
flectancias e iluminantes —amén la alineación de gradientes derivados de hojas de papel igualmente iluminadas
(arriba) como los gradientes de cubos de diferente reflectancia con aristas re-
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de otros factores menos cruciales—


puede engendrar unas mismas dis- dondeadas, colocados de modo que una de las caras se encuentre a la luz y la
tribuciones de potencia espectral. otra en la sombra (abajo), generan el mismo borde de Cornsweet. Los obser-
Al igual que en el caso de los es- vadores aprecian de nuevo el efecto porque las dos posibles fuentes están in-
tímulos acromáticos, el sistema vi- corporadas a la percepción del estímulo ambiguo.
sual podría resolver este dilema por
retroalimentación del éxito o fra-
caso de anteriores respuestas en la ocasiones anteriores, a esa distri- Si las percepciones de contraste
conducta a los estímulos espectra- bución de potencia espectral. Puede y de constancia de color se gene-
les. La percepción suscitada por aplicarse el mismo argumento a un rasen de la forma indicada, sería
un estímulo dado estaría así deter- fenómeno asociado, la constancia de esperar que una misma diana
minada por las frecuencias relati- de color; en ésta, el objeto con- espectral, sobre dos fondos cromá-
vas de aparición en el mundo real tinúa pareciendo conservar el co- ticamente diferentes, engendrara
de combinaciones de reflectantes e lor a pesar de hallarse bajo ilumi- sensaciones cromáticas diferentes.
iluminantes que dieron origen, en nantes diferentes. La razón es que, además de reque-

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6. SE PRODUCE UN CONTRASTE DE COLORES SIMULTA-
NEOS cuando unas mismas superficies, situadas sobre
fondos coloreados de distinta forma, parecen ser de dis-
tinto color. En este caso, una misma diana cromática
tiene apariencia rojiza sobre un fondo azul; más violácea,
en cambio, sobre un fondo más rojo (a la izquierda). En la
ilustración de arriba queda manifiesta la ambigüedad del
estímulo, que podría surgir tanto de dianas físicamente
idénticas —solas sobre peanas— bajo luces iguales (arriba,
a la izquierda) pero situadas en ambientes coloreados de
distinto modo, como de dianas físicamente diferentes ilu-
minadas con luces de colores distintos (arriba, a la derecha). Lo mismo que
antes, el contraste de colores simultáneos surge porque el sistema visual in-
rir conductas apropiadas ante las corpora a la percepción estas distintas posibles fuentes de acuerdo con la fre-
mismas reflectancias con idéntico cuencia con que ocurrieron en el pasado.
iluminante, tales estímulos habrían
requerido en otras circunstancias
conductas apropiadas a las dianas ejemplo de contraste de color que, de los objetos subyacentes. Por
que surgiesen de diferentes reflec- gracias a la manipulación empírica ejemplo, los ángulos formados por
tancias con diferentes iluminantes. de la información de la escena, re- líneas que componen, o dan a en-
Por consiguiente, un estímulo espec- sulta impresionante. Recíprocamen- tender, un ángulo agudo son vistos
tral debería inducir una sensación te, se podía hacer, mediante una mo- como si tuvieran algunos grados
que incorporase todas las posibles dificación de la probabilidad de sus más de los que realmente tienen,
fuentes subyacentes en proporción posibles fuentes, que teselas que pa- mientras que los ángulos obtusos se
a sus pasadas apariciones en la ex- recían tener diferente color en una perciben como si tuvieran algunos
periencia humana. situación neutra se percibiesen del menos. Pese a las muchas cábalas
Para evaluar los méritos de esta mismo color: una exhibición, no acerca de esta anomalía formula-
forma de entender las percepciones menos impresionante, de constancia das ya desde finales del siglo XIX ,
de color, ideamos un estímulo que de color. Estas demostraciones no no ha habido acuerdo sobre su ori-
recuerda un tanto a un cubo de sólo muestran que el contraste y la gen. Nos preguntamos, pues, si es-
Rubik. Si los efectos de las dife- constancia de color están determi- tos y otros errores de percepción
rencias espectrales se atenían a ese nados probabilísticamente, sino geométrica no se explicarían con
principio probabilístico, podríamos también que esos dos efectos, en las mismas nociones empíricas que DALE PURVES, R. BEAU LOTTO, SURAJIT NUNDY Y MARK WILLIAMS

generar efectos de contraste y de apariencia opuestos, constituyen ma- el brillo o el color.


constancia de color que fueran mu- nifestaciones de la misma genera- De modo muy similar a la lumi-
cho más llamativos que las ilustra- ción empírica de las percepciones nancia o la potencia espectral, el
ciones habituales que los libros de visuales. estímulo causante del ángulo per-
texto les dedican. Por ejemplo, cibido es profundamente ambiguo.
cuando se hacía que la información Un ángulo proyectado sobre una su-
de una escena visual donde estaba Percepción perficie —la retina, por ejemplo—
presente el cubo concordase con una
de la geometría puede ser resultado de objetos que

de una escena visual


iluminación amarillenta o con una tengan una variedad de amplitudes
azulada, podía lograrse que teselas angulares y de longitudes de bra-
de la superficie del cubo que pre- zos, dispuestos en una infinidad de
sentaban el mismo tono de gris en os investigadores de la visión posibles orientaciones en el espacio
un contexto neutral pareciesen azu-
ladas o amarillentas, respectivamen-
L observaron, hace mucho ya,
que la percepción de líneas no siem-
de tres dimensiones. Al interactuar
con los objetos que suscitan deter-
te. Esta intervención proporciona un pre concuerda con la geometría real minadas proyecciones angulares en

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azul rojo amarillo rojo

7. EL CONTRASTE Y LA CONSTANCIA DE COLOR surgen de en realidad, grises, como se indica en los cubos inferiores
la generación empírica de percepciones visuales. En este rotulados “azul” y “amarillo”. Se trata de un llamativo
ejemplo generado por ordenador, los autores controlaron la ejemplo de contraste de color. Por otra parte, las facetas
información espectral de la escena visual. En las imágenes que parecen rojas representadas como si estuvieran bajo
superiores los cubos se muestran como si estuvieran bajo una luz azul o bajo una luz amarilla, corresponden en rea-
luz amarillenta (arriba, a la izquierda) o azulada (arriba, a lidad, ambas, a facetas moradas y anaranjadas, respectiva-
la derecha). En las imágenes de la parte baja se muestran, mente, como se indica en los cubos rotulados “rojo”. El ex-
fuera de esos contextos, teselas concretas que revisten in- perimento demuestra la constancia de color. Estos notables
terés. Las facetas que parecen amarillas representadas como efectos hacen ver que se puede lograr que unas mismas dia-
si estuvieran bajo luz azul y las facetas que parecen azu- nas parezcan de colores muy diferentes y que colores dife-
les representadas como si estuvieran bajo luz amarilla son, rentes pueden parecer iguales si se manipula el contexto.

la retina, los observadores de todos putaron todas estas distribuciones, cepciones de ángulos que incor-
los tiempos habrán experimentado para todos los ángulos posibles, poren y reflejen estos hechos es-
grandes variaciones entre un án- aplicando los principios de la geo- tadísticos de la geometría proyec-
gulo dado en la proyección retinia- metría proyectiva, hallamos que tiva.
DALE PURVES, R. BEAU LOTTO, SURAJIT NUNDY Y MARK WILLIAMS

na y los ángulos de sus fuentes en las proyecciones de ángulos agu- Evaluamos esta predicción soli-
el mundo real. Se trata, además, de dos proceden habitualmente de citando a sujetos experimentales que
variaciones sistemáticas. En con- fuentes con ángulos mayores que informasen de sus percepciones de
secuencia, sería de esperar que las las proyecciones. Recíprocamente, diferentes estímulos angulares en
percepciones suscitadas por dife- las fuentes de proyecciones en án- una serie de tests, en los cuales el
rentes ángulos proyectados sobre gulo obtuso están, típicamente, en- ajuste de una línea de prueba indi-
la retina se encontraran en corres- gendradas por fuentes que son algo caba la amplitud angular que real-
pondencia con estas distribuciones menores que el ángulo proyectado. mente estaban viendo. Por ejem-
de frecuencia. Las proyecciones en ángulo recto plo, si el sujeto percibía que el
Para poner a prueba esta inter- y las líneas rectas vienen genera- ángulo era mayor de lo que real-
pretación, necesitábamos en primer das por fuentes que, en promedio, mente era, la línea de prueba que-
lugar determinar la distribución tienen la amplitud angular del pro- daba situada en una posición que
de probabilidad de todas las posi- pio objeto. Si las percepciones están revelaría tal discrepancia: no sería
bles fuentes tridimensionales de un determinadas empíricamente, el sis- plenamente paralela al lado del án-
ángulo proyectado. Cuando se com- tema visual debería generar per- gulo. Los resultados deducidos de

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estos ensayos encajaban francamente es ni la proyección retiniana ni su sición geométrica respaldan que el
bien con la distribución de proba- fuente real, sino su significado empí- problema descubierto por Berkeley
bilidad de las posibles fuentes de rico, vale decir, en el pasado. tiene su solución en que las per-
los correspondientes estímulos, lo Tomadas en su conjunto, estas cepciones visuales se generen a par-
que indicaba que la organización es- pruebas extraídas de la percepción tir de la distribución de probabili-
pacial que ven los observadores no del brillo, del color y de la dispo- dad de las posibles fuentes del
estímulo visual, cualquiera que éste
sea. Como resultado, los observa-
dores ven más lo que una escena
visual significó de ordinario en el
pasado, que lo que realmente es en
el presente. Vemos lo que vemos,
pues, porque la estadística de las
experiencias previas es el funda-
mento en que el sistema visual se
asienta para enfrentarse a la am-
bigüedad inherente en los estímu-
los visuales.

Bibliografía complementaria
8. LA PERCEPCION DE LOS ANGULOS no se corresponde normalmente con los
THE INFLUENCE OF D EPICTED I LLU -
ángulos de los objetos subyacentes. La proyección de un ángulo sobre una su- MINATION OF P ERCEIVED B RIGHT -
perficie, la de la retina por ejemplo, puede tener origen en una multitud de án- NESS . S. M. Williams, A. N. Mc-
gulos y de longitudes de sus brazos, dispuestos en una infinidad de orienta- Coy y D. Purves, en Proceedings
ciones en el espacio tridimensional. Los tres objetos angulares aquí mostrados of the National Academy of Scien-
ces USA, vol. 95, págs. 13.301-
tienen aperturas de 120 grados (izquierda), 90 grados (centro), y 60 grados (de- 13.306; 1998.
recha), y brazos de diversas longitudes, pero es posible situarlos de modo que A N E MPIRICAL E XPLANATION OF
tengan proyecciones idénticas, como se aprecia por sus sombras. BRIGHTNESS. S. M. Williams, A. N.
McCoy y D. Purves, en Proceedings
of the National Academy of Scien-
ces USA, vol. 95, págs. 13.301-
Línea 13.306. 1998.
de prueba THE EFFECTS OF COLOR ON BRIGHT-
Línea NESS . R. B. Lotto y D. Purves, en
de prueba Nature Neuroscience, vol. 2, págs.
1010-1014; 1999.
AN EMPIRICAL EXPLANATION OF THE
C ORNSWEET E FFECT . D. Purves,
A. Shimpi y R. B. Lotto, en Journal
of Neuroscience, vol. 10, págs. 8542-
Angulo 8551; 1999.
Angulo inductor
obtuso AN EMPIRICAL EXPLANATION OF CO-
inductor LOR CONTRAST. R. B. Lotto y D. Pur-
agudo ves, en Proceedings of the National
Academy of Sciences USA, vol. 97,
págs. 12.834-12.839; 2000.
9. ERRORES SISTEMATICOS EN LA ESTIMACION DE ANGULOS. La distribución W HY A RE A NGLES M ISPERCEIVED ?
(estadística) de fuentes, para todos los ángulos posibles, revela que las pro- S. Nundy, R. B. Lotto, D. Coppola,
DALE PURVES, R. BEAU LOTTO, SURAJIT NUNDY Y MARK WILLIAMS

A. Shimpi y D. Purves, en Procee-


yecciones de los ángulos agudos suelen provenir de fuentes cuyos ángulos son dings of the National Academy of
mayores que sus proyecciones, mientras que las proyecciones de los ángulos Sciences USA, vol. 97, n.o 10, págs.
obtusos están, en promedio, generadas por fuentes de amplitudes algo meno- 5592-5597; 2000.
res que el ángulo proyectado. El sistema visual debería incorporar estos he- WHY WE SEE THINGS THE WAY WE
chos estadísticos. Para comprobarlo, los autores pidieron a voluntarios que DO: EVIDENCE FOR A WHOLLY EM-
PIRICAL STRATEGY OF VISION. D. Pur-
superpusieran una línea de prueba sobre uno de los lados de un “ángulo in- ves, R. B. Lotto, S. M. Williams,
ductor”. Cuando el ángulo inductor era agudo (izquierda), los sujetos orienta- S. Nundy y Z. Yang, en Philosophi-
ron la línea de prueba como si el ángulo inductor fuera mayor de lo que real- cal Transaction of the Royal Society
mente era. Con un ángulo obtuso (derecha), los sujetos la orientaban como si of London B, vol. 356, págs. 285-
el ángulo inductor fuese menor que el real. En conjunto, los resultados refle- 297; 2001.
jaban la distribución de probabilidad de las posibles fuentes de estímulo. Lo A RATIONALE FOR THE STRUCTURE
OF C OLOR S PACE . R. B. Lotto y
mismo que en la percepción de brillo y de color, quedó claro que los ángulos D. Purves, en Trends in Neuroscien-
que vemos están basados en el significado empírico de los estímulos, no en ce, vol. 25, págs. 84-88; 2002.
sus dimensiones físicas.

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