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EVALUACIÓN DE LA OFERTA Y DEMANDA DE SERVICIOS EDUCATIVOS EN

TONALÁ, JALISCO, MÉXICO.

PALOMAR ANGUAS, M.P. 1 , BOSQUE SENDRA, J. 2 , CRUZ SOLÍS, H.1


1
Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Univ. de Guadalajara, México.
2
Departamento de Geografía, Universidad de Alcalá, Madrid, España.

1.- Introducción.

Los programas de bienestar social han pasado a representar un papel importante en el


conjunto de esfuerzos destinados a ofrecer unos niveles adecuados de vivienda, sanidad,
nutrición y educación a toda la población, problemas que siguen teniendo una importancia
capital en los países en desarrollo y que no han sido resueltos plenamente en muchos países
con niveles altos de ingresos (ONU, 1995). Ya la declaración de Vancouver (ONU, 1976)
sobre los Asentamientos Humanos, hace eco de la noción de que las políticas y la
planificación de los asentamientos humanos, la vivienda y la ordenación urbana deben incluir
no sólo la superestructura física de la vivienda sino que deben estar integradas en las
infraestructuras de los servicios sociales básicos.

Visto que los servicios, y fundamentalmente los servicios públicos, son una manera
de redistribución de la riqueza y contribuir al desarrollo y mejora del nivel de vida de la
población, deben estar accesibles a la mayor cantidad de potenciales demandantes del
servicio, en nuestro caso, los centros de enseñanza. Uno de los parámetros con los que se
puede medir la adecuación o no de la localización de los centros escolares es mediante la
distancia que tiene que recorrer la población desde su residencia a donde esté ubicado el
servicio ( Moreno, 1987 y 1988) .

El papel que pueden jugar los SIG a la hora de llegar a un objetivo de eficacia y
equidad espacial es importante, debido a la capacidad de trabajar con bases de datos
espaciales y temática de manera relacionada. Una vez detectado el problema, la siguiente fase
sería profundizar en su estudio mediante la implementación de modelos de localización-
asignación, y proponer, si es necesario, la ampliación de la oferta educativa, ya sea
incrementando el número de plazas o construyendo nuevos centros educativos (Moreno y
Bosque, 1990).
El área objeto de estudio, el municipio de Tonalá, forma parte de la mayor
aglomeración urbana del estado de Jalisco, y la segunda del país, el Área Metropolitana de
Guadalajara. En ella podemos distinguir, desde el punto de vista del tamaño de su

poblamiento y consolidación urbana, la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y la


llamada Zona Conurbada de Guadalajara (ZCG). La primera formada por el municipio
central, Guadalajara, se extiende por los municipios de Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá; los
municipios de El Salto, Tlajomulco de Zúñiga, Ixtlahuacán de los Menbrillos y Juanacatlán
componen la segunda.

2.- Problemática para la distribución espacial de la demanda y la oferta educativa.

2.1 La base cartográfica.

El Instituto de Información Territorial del Estado de Jalisco proporcionó la base


cartográfica de la ZMG, tanto del plano manzanero como la red vial, en formato digital,
concretamente en formato de AUTOCAD. Uno de los problemas a la hora de utilizar esta
base cartográfica fue la diferencia de fechas en las que se realizó. Las áreas externas a esta
aglomeración se cartografiaron en el año 1995, mientras el resto en 1998, por lo que se tuvo
que proceder a una depuración de la misma. Por otra parte, la utilización del datum ITRF92,
que introduce mayor precisión que el NAD27, en el que se encuentra el resto de la
información, tanto la procedente del INEGI como la de algunos planos con información sobre
los límites municipales o de las colonias, hizo que la labor de edición fuera una etapa larga y
pesada.

Hay que comentar que no existe una cartografía oficial de los límites tanto
municipales ni de colonias, existiendo varias versiones tanto de unos como de otros. En
cuanto a los límites municipales se han empleado los que utiliza SEDEUR (Secretaria de
Desarrollo Urbano), que, a niveles operativos, son los que emplean también en los municipios
metropolitanos. Aunque en el caso de Tonalá no sucede, se han detectado en otros municipios
metropolitanos servicios educativos clasificados como pertenecientes al municipio limítrofe.
A partir de esta base cartográfica, se procedió a ubicar la demanda y los servicios educativos.

2.2 En cuanto a la demanda

En el caso del análisis de la población y la estimación de la demanda, se utilizarán


los datos del último censo del INEGI, realizado en el año 2000. Uno de los problemas en
relación a la distribución espacial de la demanda viene siendo el nivel de agregación en que se
encuentran los datos de población.

La información censal disponible está volcada sobre Áreas Geoestadísticas Básicas


(AGEB). Para el 2000, estás áreas estadísticas se crean delimitando espacios de viviendas o
rasgos urbanos bien definidos, que varían de una a 50 manzanas como máximo, de ahí que
aparezcan algunas AGEB en las que sólo habita una familia. No se tiene en cuenta ni el área
ni el tamaño de población. Esto plantea problemas en las AGEB muy pequeñas o con pocos
habitantes de un determinado indicador demográfico, pues, para proteger el secreto
estadístico, no se publica la información recogida en ellas. Este nivel de desagregación resultó
conveniente para un análisis de la estructura de la población, que se realizó para conocer el
medio socio-económico municipal.

En la estimación de la demanda y su distribución espacial, encontramos una serie de


problemas derivados, por un lado, por la agregación de las edades de los efectivos
demográficos y por otro, del tamaño y las características de las AGEB, que resultan
inapropiados para relacionar la oferta educativa con la demanda.

Respecto al tamaño de la demanda, hay que considerar que en algunos casos la


información censal disponible se presenta en unos grupos de edad que no concuerdan con la
edad en que la población debería estar cursando los diferentes grados de cada nivel educativo.
Por otro lado, y dado el rezago educativo del país y las características socioeconómicas de la
población, la SEP (Secretaria de Ed ucación Pública) maneja unos rangos de edades para la
educación formal, bastante amplios, por lo que habría que diferenciar este rango amplio, con
el que sería el real, en caso de comenzar los estudios en la edad apropiada y no repetir ningún
nivel. Este problema podría ser paliado, en parte, en el caso de los estudiantes de primaria,
calculando como demanda, por un lado, los estudiantes de entre 6 y 14 años, como es lo
oficial, pero también considerando los de entre 6 y 11 y teniendo en cuenta un porcentaje de
alumnos entre las edades 12 a 14 años. Dicho porcentaje a considerar se calcularía teniendo
en cuenta los datos, por edades, de la matrícula para el ciclo escolar 2000-01.

En cuanto a la distribución espacial, asignar la población demandante a los


centroides de estas áreas estadísticas simplificaría en demasía la distribución de la demanda.
Por ello, en lugar de utilizar los centroides del AGEB, se optó por dividir la demanda de cada
AGEB por el número de manzanas dentro de él, según el plano manzanero digital
proporcionado por el IIT. Hay que mencionar que, a la hora de delimitar las AGEB no tienen
en cuenta la tipología edificatoria, por tanto, su densidad interna varía; es decir, en una misma
AGEB podemos encontrar edificios de varias plantas junto con casas unifamiliares o espacios
vacíos, por lo que desagregar los valores de población a nivel de manzana desde datos por
AGEB introduce errores desiguales según las diferentes áreas. Sin embargo, se ha
considerado que ese error es menor a la hora de asignar la población a los distintos centros
educativos, que si se utilizará en su lugar un solo punto (centroide del AGEB).

Otro aspecto que hay que tener en consideración es el de la superficie de suelo


residencial. Debido a la no existencia de una cartografía actualizada de la ocupación del suelo
a nivel manzana, las manzanas de cada AGEB se han obtenido discriminando en la superficie
total del municipio aquellas que eran menores a 60000 m2 , y, posteriormente, mediante
selección visual, desechando la s que no correspondían a un patrón que permitiera asegurar
que tuvieran uso urbano y no fueran ni rural ni espacios vacíos. No obstante, se tiene
conocimiento de que este método puede dejar algunos efectivos demográficos fuera del área
seleccionada, así como, considerar que hay manzanas donde, en realidad, su uso es comercial
y no habitacional y, por lo tanto, sin demanda educativa. Por otro lado, al no tener una
cartografía de ocupación del suelo, no se han tenido en cuenta densidades reales de las
manzanas. Una última imprecisión viene dada por la diferencia de fechas entre los datos
censales (2000) y el plano digital (1998 y en las periferias 1995), lo que introduce otra posible
inexactitud en cuanto a la distribución de la demanda, debido al gran dinamismo de la
población, sobretodo en las periferias urbanas.
En resumen, los pasos que se siguieron para localizar la demanda fueron los
siguientes:

1º Seleccionar las manzanas menores de 60.000 m2 de la cobertura original y crear


otra cobertura (manzanas)

2º Intersectar la cobertura manzanas con la de AGEB obteniendo manzageb,


cobertura de manzanas menores a 60.000 m2 con la clave del AGEB a que pertenecen y los
datos censales.

3º Crear una tabla con la suma de las manzanas por AGEB, mediante la orden
SUMARIZE, en arcview, y unir esa nueva tablas a la cobertura manzageb.

4º Dividir la población por el número de manzanas en cada AGEB, creando otro


campo en la tabla con la demanda por manzana.

5º Calcular el centroide de cada manzana para convertir la cobertura poligonal en una


de puntos, que se puede utilizar para un proceso posterior de asignación de la demanda a la
oferta.

2.3 En cuanto a la oferta.

En los referente a las fuentes sobre los equipamientos educativos, la Secretaría de


Educación proporcionó los datos domiciliarios de cada centro educativo, así como las
características de cada inmueble donde se imparten los servicios educativos y las estadísticas
de la matriculación para el ciclo académico 2000-01, ciclo seleccionado para poder hacer
comparaciones con los datos censales de población. Por otro lado, se realizaron una serie de
entrevistas en profundidad a personal de la Secretaría de Educación, del área de educación
municipal y a directores de varios servicios educativos.

Para crear la capa de oferta educativa se tuvo que georreferenciar los centros
escolares y sistematizar la información referente al alumnado y las características de las
instalaciones de cada centro. En la tabla siguiente se detallan los servicios educativos
ubicados en el municipio.
TONALA
Nº NIVEL TOTAL PÚBLICO PRIVADO
01 Educación Inicial 0 0 0
02 Preescolar 90 82 8
03 Primaria 127 118 9
04 Secundaria General 14 14 0
05 Secundaria Técnica 14 14 0
06 Bachillerato General 4 3 1
07 Bachillerato Técnico 2 2 0
08 Profesional Medio 2 2 0
09 Primaria Adultos 7 3 4
10 Enseñanza especial 8 1 7
11 Telesecundaria 2 2 0
12 Educación Especial CAM 3 3 0
13 Educación Especial USAER 5 5 0
Total Todos los Niveles 278 249 9

A modo de ejemplo, hemos seleccionado los equipamientos de educación primaria.


En el mapa se muestra un ejemplo de la distribución de la demanda y la oferta.
3.- Delimitación de áreas de diagnostico municipal.

Antes de centrarnos en la relación oferta/demanda, se analizó la distribució n social


de los beneficiarios del servicio para precisar el perfil de los usuarios, estableciendo los
coeficientes de localización de una serie de indicadores censales: por un lado, los
correspondientes a la capacidad adquisitiva de los hogares, esto es, los ingresos por el trabajo,
los bienes que poseen; por otro lado, a la educación y el tipo de vivienda en la que habitan y la
infraestructura básica de la vivienda. En función de estos coeficientes se agruparon las AGEB
en varias áreas según nivel socioeconómico y densidad de población.

Del análisis de la población se desprende que la franja central es la zona más


consolidada de la ciudad, y donde se concentra la población con el mayor nivel socio-
económico del municipio. Al norte de ella, ubicaríamos una zona de características algo
heterogéneas, pero que se caracterizaría por ser de urbanización menos consolidada, sobre
todo en su exterior, con un buen número de colonias de autoconstrucción, y aunque, en
algunas colonias el nivel socio-económico es medio-bajo, en su conjunto es menor que en el
área anterior.

Una tercera zona se situaría al sur de la franja central, con límites muy bien definidos
por la autopista Guadalajara-México que bordea la zona. Es una zona de menor densidad
poblacional, y con grandes carencias en infraestructuras básicas, donde la autoconstrucción es
prácticamente la norma general, con una población en general de bajos recursos y donde se ha
detectado una importante tendencia al crecimiento de estos efectivos demográficos.

Por último, apartado del resto del área urbana, se encuentra la localidad de Puente
Grande, de escasa población y con características semirurales. Es a estas cuatro áreas a las que
nos referiremos en cuanto a la mayor o menor cobertura de la demanda por la oferta.
4.- Procedimientos de evaluación de la adecuación oferta/demanda. Delimitación de
áreas de influencia.

Un concepto muy ligado al de accesibilidad a un equipamiento es la determinación


del área de influencia de esa instalación, calculándolo en función del tiempo o de la distancia
que la población debe recorrer para utilizarlo y el tamaño de la oferta existente en cada
instalación. En nuestro caso, se determinó la proporción entre el tamaño de la oferta y el de la
demanda existente dentro del alcance espacial recomendable de cada servicio y se valoró así,
para las cuatro áreas en las que quedó dividido el municipio, el cubrimiento de la demanda
por la oferta.

Con estas consideraciones, respecto a la demanda cubierta, se han calculado 1 áreas


de influenc ia de cada servicio educativo teniendo en cuenta un radio de distancia óptimo,
según las recomendaciones de SEDESOL (Secretaria de Desarrollo Social) y las agrupaciones
de edades censales. La red de calles municipal se emplea para simular el desplazamiento de
los estudiantes, que se presupone a pie. Se presentan a continuación, tanto de forma tabular
como cartográfica, los resultados obtenidos calculando la demanda potencial según el
porcentaje que consideran las normas de la Secretaría de Desarrollo Social.

Demanda de educación primaria según SEDESOL

Demanda a 500 Demanda a 750 Demanda por Total Demanda


m Sector
Cubiert No Cubiert No
a cubiert a cubiert
a a
Sector Norte 16442. 8772.2 20613. 4601.1 25214.56 58014.06
33 3 4 6
Sector Centro 22219. 6560.9 27956. 823.35 28780.19
27 2 84
Sector Sur 1905.1 2114.1 2651.9 1367.3 4019.31
4 7 8 3
Puente Grande 626.4 341.66 860.54 107.52 968.06 968.06
Total 41193. 17788. 52082. 6899.3 58982.12 58982.12
14 98 76 6

1
Utilizando para ello el software Arcview 3.2 y su extensión Arcview Network Analyst 1.0b
En el caso de este nivel de estudios, la distribución de la oferta educativa, aunque
mejorable, cubre la mayoría de la demanda existente en un radio de acción de 750 metros.

La zona central es la que presenta una mejor dotación de centros educativos y por
tanto, la de menor problema. Es de destacar las carenc ias que presenta la zona norte, por su
volumen de demanda, que, sobre todo en el exterior de ella tiene que desplazarse mas de lo
recomendable. En zona sur, también los desplazamientos son mayores a los recomendados
para acceder a un colegio.

5.- Conclusiones y recomendaciones.

El uso de las áreas de influencia de los centros escolares resulta de gran utilidad para
comprobar la existencia de zonas mal cubiertas por la oferta educativa existente. Su
elaboración con SIG, aunque exige disponer de una base de datos amplia y a veces difícil de
obtener, es sencilla de elaborar.

El poder disponer de todas las fuentes de información mexicanas en un mismo datum


sería de gran utilidad, pues ahorraría gran parte del tiempo y esfuerzo que fue necesario en la
preparación de todas las capas de información necesarias para este estudio. Así mismo, sería
conveniente, para cualquier estudio urbano, disponer de un callejero preciso y geocodificado
para volcar la información de manera automática.
En cuanto a la elaboración de base de datos, la distribución espacial de la demanda,
en caso de no ser posible obtener los datos a nivel de manzana, se podría estimar con mayor
grado de finura si se contará con cartografía de la morfología edificatoria del área a estudiar,
así como de la ocupación de ese espacio urbano. Por lo pronto, y a falta de ambas, sirva este
estudio como una primera aproximación a la problemática.

5.- Bibliografía.

BOSQUE SENDRA, J. y MORENO JIMENEZ, A. (1990): "Facility location analysis and


planning: a GIS approach" EGIS'90. First European Conference on Geographical Information
Systems

MORENO, A. (1988): "Una metodología de planificación de equipamientos educativos en


medio rural: aplicación al Nordeste de la Comunidad de Madrid" Ciudad y Territorio, n. 75-1,
pp. 119-129

MORENO, A. (1987): "Planificación espacial de equipamientos públicos: el diagnóstico" en


Actas del X Congreso Nacional de Geografía Zaragoza, AGE, vol. II, pp. 357-366

O.N.U. (1976): Informe Hábitat: Conferencia de las Naciones Unidas sobre los
Asentamientos Humanos, Vancouver, 31 de mayo a 11 de junio de 1976. Publicación de las
Naciones Unidas.

O.N.U. (1995): La política de bienestar social. Tendencias, problema y enfoques actuales.


Naciones Unidas. Colección política, servicios y trabajo social, editorial Lumen, Buenos
Aires.

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