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Índice:

Introducción .................................................................................................................... 3
La Corrupción ................................................................................................................ 4
Análisis sobre la corrupción a nivel nacional ........................................................... 5
Principales factores que generan corrupción en la justicia .................................... 7
La cultura democrática .............................................................................................. 7
Un marco normativo contra la corrupción ............................................................... 7
Elementos de la corrupción: ...................................................................................... 8
Comportamiento deliberado: ................................................................................. 8
Involucrados: ........................................................................................................... 8
Tipos de corrupción. ................................................................................................... 8
Extorsión: ................................................................................................................. 8
Soborno: ................................................................................................................... 8
Peculado: .................................................................................................................. 8
Fraude: ..................................................................................................................... 9
Trafico de influencias: ............................................................................................ 9
La falta de ética: ...................................................................................................... 9
Otros tipos:............................................................................................................... 9
Causas y consecuencias de la corrupción ................................................................. 9
Causas de la corrupción: ........................................................................................ 9
Causas endógenas: .................................................................................................. 9
Causas exógenas: ................................................................................................... 10
Consecuencias. ....................................................................................................... 10
Prevención de la corrupción .................................................................................... 11
La corrupción en el Perú ............................................................................................. 12
Siglo xix ...................................................................................................................... 12
La Época de la Independencia ............................................................................. 12
La Explotación del Guano .................................................................................... 12
El siglo xx ................................................................................................................... 13
La Corrupción del sector Pesquero ..................................................................... 13
Corrupción Institucionalizada del tráfico de Drogas......................................... 13
Estado y Corrupción ............................................................................................. 14
Situación actual ......................................................................................................... 17
El gobierno de Alan García: (primer gobierno: 1980-1985) ................................. 18
El caso BCCI .......................................................................................................... 18
Los aviones Mirage................................................................................................ 19
El caso mantilla...................................................................................................... 19
El decenio de Fujimori-Montesinos......................................................................... 20
Primer gobierno..................................................................................................... 20
Segundo gobierno .................................................................................................. 21
El fraude del 2000 y la caída de la dictadura ...................................................... 23
La caída del régimen Dictatorial Corrupto ........................................................ 24
Los sectores más propensos a la corrupción en el peru ......................................... 25
El poder Judicial ................................................................................................... 25
Los Gobiernos Municipales .................................................................................. 26
Los Sectores Sociales ............................................................................................. 26
El Sector Agricultura ............................................................................................ 26
Los Medios de Comunicación............................................................................... 27
Las Empresas ......................................................................................................... 27
Las Universidades ................................................................................................. 27
Los Partidos Políticos ............................................................................................ 27
Conclusiones generales ................................................................................................. 28
Recomendaciones .......................................................................................................... 29
Bibliografía .................................................................................................................... 30
Introducción
La corrupción es un fenómeno que afecta la gobernabilidad, la confianza en las
instituciones y los derechos de las personas. Se trata de un fenómeno que no es unitario
ni unidireccional, en tanto no se concentra en un solo sector económico, en una sola
institución, y no se explica por un solo factor.

Por el contrario, la corrupción tiene diferentes formas y aparece de manera diversa en el


escenario social, político y económico de nuestro país. Desde la afectación en el acceso a
servicios ocasionados por prácticas de pequeña corrupción, hasta los grandes desvíos de
fondos públicos que la gran corrupción ha producido en los últimos años, es claro que la
corrupción afecta a la economía del país y a la economía doméstica de los ciudadanos,
pero también afecta derechos, acceso a servicios, así como a la gobernabilidad y la
confianza en el Estado y en sus funcionarios.

El Estado es incapaz para responder a las exigencias de la sociedad, sus respuestas no


corresponden a las expectativas de los grupos sociales o de los individuos o no respetan
el procedimiento debido. Muchas veces, aun cuando este procedimiento es respetado y la
respuesta es la adecuada, la intervención del Estado genera, a causa de la corrupción,
resultados diferentes de los que deberían producirse regularmente.

Los medios a través de los cuales la corrupción es provocada son irrelevantes: pagos
ilegales, chantaje, extorsión, connivencia, exacción.

Es igualmente indiferente el hecho que aquellos que participan en la corrupción se


encuentren dentro o fuera de la administración del Estado. Lo que es decisivo para
caracterizar la corrupción es la valoración que permite considerar que la actuación o la
intervención del Estado no es conforme, ni en el fondo ni en la forma, a las normas
establecidas previamente y de acuerdo a las vías regulares.
La Corrupción
Corromper significa dañar, alterar, echar a perder, viciar, pervertir. Cambiar el propósito
originario de una cosa, que deviene en algo negativamente considerado por la moral
social. Siguiendo ese sentido la definición actual, generalizada entre los expertos en la
materia, la corrupción es el uso de la posición y el poder públicos para fines ilegítimos,
inmorales, ilegales o diferentes a lo formalmente establecido.

Creemos que para una más exacta definición, se debe tener en cuenta, un sentido laxo de
lo que corresponde a lo público. Pues lo público no necesariamente es un ministerio de
gobierno de una nación que debe decidir el destino de los fondos encomendados por su
pueblo. Público también es la dirección de un gremio o un sindicato, o el accionar de una
empresa de servicios públicos, aunque sea una empresa privada.
Es decir, todas aquellas funciones y estructuras que tienen que ver con lo público y la
política. Esto es, el bien común, la cosa pública, sino de "todos", por lo menos de "los
muchos".

No hay que olvidar tampoco que la mayoría de las veces en un hecho de corrupción están
involucradas personas que no pertenecen al mundo de lo público, sino al mundo privado.
Como es la tipología clásica del "cohecho". En cuyo caso esos privados serían corruptores
y por lo tanto también susceptibles de derecho penal.
Muchas veces hemos escuchado decir en nuestro país Perú, que el problema de nuestro
país es la corrupción y que ésta ha invadido al Estado. De esta forma, sostienen, se ha
conformado un Estado perverso, manejado por una clase política también perversa cuyo
objetivo es llenarse los bolsillos y estafar a la sociedad. Sostenemos aquí en cambio, que
estas proposiciones nos dejan una imagen distorsionada de la realidad. Una imagen en la
que nuestra sociedad, ingenua y pasiva, se encuentra condenada al fracaso debido al mal
manejo que de ella hacen un grupo "los políticos" y a una institución "el Estado".
Como parásitos que viven y manipulan a nuestra sociedad, esta "clase" política no ha
sabido llevar a la sociedad al puerto que merece.

De esta manera, con una visión muy conveniente a una sociedad que se victimiza a sí
misma, que quiere transferir su culpa, se soluciona el difícil problema que significa
comprender la complejidad de la situación argentina en todas sus dimensiones.

Permitiéndonos, por otro lado, volver a la cómoda y calmada resignación de nuestros


asuntos privados.
Sostenemos aquí que la causa de la corrupción que reina en nuestro sistema no debe
buscarse solo en el Estado, sino en la sociedad.

A pesar de las visiones más hegelianas (Hegel, 1975), el Estado no nace de la nada, de
una idea o en forma descendente, sino que se desprende necesariamente de una sociedad.
El Estado es una continuación y un componente de todo el sistema social. Y si el Estado
baila al ritmo que la sociedad le marca, lo que se impute a éste, tendrá que hacerse cargo
aquélla.
Análisis sobre la corrupción a nivel nacional

Es un fenómeno extendido y común en nuestro país debido a la ausencia de mecanismos


de control interno adecuados, por el sometimiento al poder político que históricamente ha
existido en la institución así como por la ausencia de mecanismos de control ciudadano
de los funcionarios judiciales. Por ello, se realizó un análisis aproximativo de la
corrupción en el Poder Judicial en la perspectiva de los factores antes señalados.

El Perú es quizá uno de los países que mejor ilustra, durante la década de los noventa, el
indicado movimiento sucesivo de apertura y clausura en el ámbito jurisdiccional, de
esperanza de cambio y realidad retardataria en el terreno de las estructuras judiciales. La
perversión y frustración del proceso de «reforma judicial» desarrollado bajo el régimen
fujimorista precisamente evidencia, de manera harto dramática, dicho movimiento
pendular: la reforma, que pudo al inicio haber despertado entusiasmo y adhesiones, no
fue en esencia otra cosa, como a la postre se hizo patente, que un instrumento de
sometimiento de la magistratura a los designios de una camarilla corrupta y ávida de
perpetuarse, por vía autoritaria y fraudulenta, en el poder del Estado.

Desde luego, no es que la corrupción judicial surgiera con el régimen fujimorista. El mal
preexistía e inclusive, en diversos momentos de las décadas precedentes, algunos
estudiosos llamaron la atención sobre su presencia y aun sobre la amenaza que
representaba, para el sistema de justicia como un todo, su eventual extensión incontrolada.
Sin embargo, las dimensiones alcanzadas y las formas bajo las que se presentó en los años
noventa, son tales que aún siguen llenando a la ciudadanía de estupor e indignación.

Vinculada estrechamente al ejercicio del poder, la corrupción parece ser una presencia
constante en la historia de la humanidad. Lord Acton, católico liberal y catedrático de la
universidad de Cambridge, acuñó a fines del siglo XIX una fórmula que se ha hecho
célebre: en una carta dirigida al obispo Mandel Creighton, fechado el 3 de abril de 1887,
sostuvo que «el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente».
Ha habido, pues, corrupción siempre, porque siempre ha habido poder entre los hombres,
y cuando tal poder ha carecido de cauces y linderos predeterminados, los actos corruptos
han tendido a desbordarse fuera de todo control.

Conviene advertir, sin embargo, que «la "corrupción" tenía antes un sentido mucho más
amplio que el que tiene actualmente», ya que en la tradición de pensamiento político de
Occidente, desde Platón y Aristóteles hasta Maquiavelo, esto es, desde la Antigüedad
clásica hasta el Renacimiento, el término se utilizaba «para referirse menos a las acciones
de los individuos que a la salud moral del conjunto de la sociedad», por lo que se
destacaba aspectos tales como «los términos de la distribución de la riqueza y del poder,
de la relación entre dirigentes y seguidores, de las fuentes del poder, y el derecho moral
de los gobernantes a gobernar», o también «el "amor a la libertad" de un pueblo». De allí
que, por ejemplo, para Tucídides, la toma ateniense de Melos, desprovista de otra
justificación que la mera necesidad de conquista, «implicaba la corrupción del Estado».
Según hace notar Joaquín Gonzáles, en realidad el entendimiento cabalmente moderno
del fenómeno reclama, como un elemento esencial, «la distinción de res publica y ámbito
privado, propia de las sociedades complejas que instauran órganos de poder con
capacidad autónoma de decisión». En el mismo sentido se pronuncia Michael Johnston,
para quien «las concepciones modernas de la corrupción se basan en la idea de roles
explícitamente públicos, dotados de poderes limitados y sujetos a obligaciones
impersonales».

Así, mientras no se reservó una esfera íntima como derecho de las personas, sustraída a
la injerencia del Estado, mientras no se afirmó el valor de lo individual en contraste con
el comunitarismo de las primeras formas de organización política, mientras no surgió un
aparato estatal distinto de la persona del soberano y sujeto a determinadas restricciones y
límites, no podía hablarse con propiedad de corrupción. Como afirma Johnston, «un
autócrata absoluto no puede ser corrupto en el sentido moderno del concepto, hasta que
se imponga ciertas limitaciones a su poder».

Como quiera que fuere, situado plenamente en nuestro tiempo, se constata que, a pesar
de la gran atención que en los últimos años concita la corrupción y de las numerosas
nociones y perspectivas presentadas, «su conceptuación sigue siendo problemática»,
mostrándose como «fenómeno proteico y clandestino, de difícil aprehensión intelectual».
Y es que, como ha señalado Philp, «nadie ha logrado dar con una "definición concisa" y
universalmente satisfactoria», no obstante que «la búsqueda de definiciones ha sido desde
hace mucho tiempo un rasgo de los debates conceptuales y políticos sobre la corrupción».
Albert Calsamiglia, entre otros autores, ha llamado la atención acerca del relativismo del
concepto. Al reservar un lugar de importancia a «una teoría de la corrupción que pretenda
resolver problemas prácticos», el estudioso español sostiene que esto no será posible «sin
tener en cuenta las condiciones y las prácticas sociales sobre las que (tal teoría) se
proyecta». Se sigue de aquí que «la corrupción es relativa a unas prácticas sociales», lo
que exige «aceptar que la misma conducta puede considerarse corrupta en una sociedad
y no corrupta en otra».

La peor corrupción que ha vivido el Perú, por su gravedad, magnitud y generalización.


Lo que impero en los noventa fue un régimen político íntegramente dedicado a saquear
los recursos del estado, en un país con el 50% de pobreza y 20% de extrema pobreza. Un
régimen que diseño para ello un engranaje perverso maquiavélico, sin ningún tipo de
límite o escrúpulo: crímenes, extorsión, violaciones de derechos humanos, control y
manipulación de instituciones, compra de medios de comunicación, tráfico de armas,
narcotráfico, operativos psicosociales, etcétera. Y engranaje que busco y logro, además
cómplices en todos los sectores y ámbitos del país.
Principales factores que generan corrupción en la justicia

 Falta de comunicación, coordinación e información entre los distintos organismos


del Estado.
 Delegación indebida y/o ilegal de funciones en el ámbito interno, tanto en el
Organismo Judicial como en el Ministerio Público.
 Concentración de funciones en la Corte Suprema de Justicia.
 Inexistencia de mecanismos transparentes para la selección y nombramiento de
jueces, magistrados, fiscales y policías.
 Política salarial deficiente.
 Falta de criterios objetivos y claros en la adjudicación de casos.
 Excesiva burocracia.
 Falta de desarrollo de las carreras Judicial, Policial y Fiscal.
 Deficiente funcionamiento y falta de autonomía de las instancias de control
interno.
 Educación legal deficiente, con mal formación para el trabajo en el PJ.

La cultura democrática

La democracia participativa se ve reflejada en la participación ciudadana, apoyar la


participación de la sociedad en los momentos y en los temas de importancia trascendental
para el país, en donde institucionalizar el diálogo nacional como mecanismo permanente
de participación ciudadana y fortalecer las organizaciones actuales y/o espacios de
consulta y apertura con la sociedad civil . la violencia estructural que se ve reflejada en
los fenómenos de la corrupción, narcotráfico y terrorismo.

Un marco normativo contra la corrupción

Normas constitucionales anticorrupción. La Constitución de la República es el


fundamento de las leyes y acciones del Estado. Los tratados y convenios internacionales
suscritos y ratificados, son las únicas normas de igual jerarquía con la Constitución de la
República. Todas las leyes deben ser constitucionales, pues la inconstitucionalidad de una
ley implica su nulidad. La Constitución de la República establece fundamentos
normativos en relación con la corrupción que son desarrollados en leyes de menor
jerarquía.
Elementos de la corrupción:

Los elementos de la corrupción son:

Comportamiento deliberado:
Se encuentra lo siguiente:

Acción: acto intencional para cometer un acto de corrupción.

Omisión: no denunciar o actuar contra la corrupción .al no hacerlo, eres cómplice.

Instigación: acto de provocar o incitar a otras personas a cometer corrupción.

Involucrados:
Personas Como:

 Funcionarios públicos
 Empresarios
 Miembros de organizaciones o individuos de la población.

Tipos de corrupción.

Existen diversas tipologías de la corrupción desde la que hace sólo referencia a la


extorsión y el soborno, hasta las que se refieren a tipos específicos y especiales. Estos
tipos son:

Extorsión:
Es cuando un servidor público, aprovechándose de su cargo y bajo la amenaza, sutil o
directa, obliga al usuario de un servicio público a entregarle también, directa o
indirectamente, una recompensa.

Soborno:
Es cuando un ciudadano o una organización, entrega directa o indirectamente a un
servidor público, determinada cantidad de dinero, con el propósito de que obtenga una
respuesta favorable a un trámite o solicitud, independientemente si cumplió o no con los
requisitos legales establecidos.

Peculado:
Es la apropiación ilegal de los bienes por parte del servidor público que los administra.

Colusiones:
Es la asociación delictiva que realizan servidores públicos con contratistas, proveedores
y arrendadores, con el propósito de obtener recursos y beneficios ilícitos, a través de
concursos amañados o, sin realizar estas (adjudicaciones directas), a pesar de que así lo
indique la ley o normatividad correspondiente.
Fraude:
Es cuando servidores públicos venden o hacen uso ilegal de bienes del gobierno que les
han confiado para su administración.

Trafico de influencias:
Es cuando un servidor público utiliza su cargo actual o sus nexos con funcionarios o
integrantes de los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, para obtener un beneficio
personal o familiar, o para favorecer determinada causa u organización.

La falta de ética:
Es un tipo especial de corrupción que si bien no tiene que ver directamente con la
apropiación ilegal de recursos del gobierno y de ciudadanos usuarios, sí entraña entre
algunos servidores públicos, una conducta negativa que va en contra de los propósitos y
metas de las instituciones públicas. Esta falta de ética se pude observar cuando
determinado servidor público no cumple con los valores de su institución, es decir, cuando
no conduce sus actos con: honestidad, responsabilidad, profesionalismo, espíritu de
servicio, por citar algunos.

Otros tipos:
Cabe destacar que existen otros tipos de corrupción que afectan los ingresos o bienes del
gobierno como: el contrabando "fayuca", el mercado informal "ambulantaje", la
falsificación de pagos oficiales, trabajadores fantasma "aviadores", venta de plazas, entre
otras manifestaciones.

Causas y consecuencias de la corrupción

Causas de la corrupción:
Las causas pueden ser endógenas (internas) o exógenas (externas): Entre las muchas
causas endógenas (las que tienen que ver con el individuo) podemos enlistar las
siguientes:

Causas endógenas:
Las causas que hacen posible este problema se podrían clasificar en los niveles sociales,
económico y político. En lo social, la falta de un servicio profesional que fiscalice los
actos de los gobernantes; insuficiente participación ciudadana en actos de fiscalización y
evaluación de la gestión pública. En lo económico, el insuficiente pago a los trabajadores
públicos genera un descontento y hace posible que la corrupción tenga cabida en las
acciones públicas; asimismo, el desinterés de conocer que hacen las autoridades con
nuestros recursos, el cual conlleva a que dichas autoridades manejen los recursos públicos
sin ninguna inspección.
Algunas de estas causas endógenas son:
 Ambición
 Codicia
 Falta de valores
 Falta de conciencia social
 Desconocimiento de lo legal e ilegal.
 Falta de valores humanistas
 Carencia de una conciencia social
 Falta de educación
 Desconocimiento legal
 Baja autoestima.

Causas exógenas:
o La impunidad de los actos de corrupción.
o Los modelos sociales que trasmiten ideas erróneas creando anti-valores.
o El soborno internacional.
o Salarios demasiados bajos.
o El control económico o legal sobre los medios de comunicación que impiden se
exponga a la luz pública y de los procesos de decisión.
o Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos
públicos y de los procesos de decisión.
o Paradigmas distorsionados y negativos (materialistas Como elementos exógenos
de la corrupción (los que dependen de la sociedad), tenemos.
o Impunidad en los actos de corrupción
o Modelos sociales que transmiten anti valores (valores negativos).
o Excesivo poder discrecional del funcionario público
o Concentración de poderes y de decisión en ciertas actividades del gobierno.
o Soborno internacional.
o Control económico o legal sobre los medios de comunicación que impiden se
expongan a la luz pública los casos de corrupción.
o Salarios demasiado bajos.
o Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos
públicos y de los procesos de decisión.
o Poca eficiencia de la administración pública.
o Extrema complejidad del sistema.

Consecuencias.
Las consecuencias de la corrupción son:

Consecuencias políticas :
Pueden perjudicar el funcionamiento de las instituciones públicas.
Se pueden eliminar leyes que pueden ser de gran ayuda en la sociedad.

Consecuencias económicas:
Menos inversionistas quisieran invertir en nuestro país.
Consecuencias sociales:
Las personas humildes tienen que vivir en la informalidad para subsistir.
Puede perjudicar gravemente el buen funcionamiento de las instituciones públicas.
Muchas veces este tipo de soborno sirve para la manipulación de aprobación o no de leyes
en beneficio de la corrupción.
Excedan a la regla.
Sin embargo estos aparentes "beneficios" a largo plazo solo generarían que menos
inversionistas quieran invertir en nuestro país.

Actualmente la corrupción generalizada en los gobiernos contribuye a la crisis en el


sistema.

Prevención de la corrupción

¿Cómo prevenimos la corrupción?


Tal vez nos parece una pregunta con una difícil respuesta e incluso sin respuesta, sin
embargo, hay una solución. La mejor arma contra la corrupción es la educación.

Para esto hay que preparar a los niños, jóvenes, a la gente común para que no crezcan en
un ambiente de ignorancia respecto a la corrupción, ya que para estos, los corruptos,
abusan de su poder y los engañan fácilmente.

Si aprendemos bien que es la corrupción podremos vacunarnos de este mal. Debemos


enseñarles a ser suyos los valores de honestidad, solidaridad, respeto verdad, justicia,
benevolencia y caridad

Para prevenir la corrupción debemos hacer que se viva en un ambiente de compañerismo


y solidaridad, que sólo así se podrá atender de fondo este problema y encontrar verdaderas
soluciones a los problemas de corrupción que el mundo ha sufrido y seguirá sufriendo.

Para combatir la corrupción a nivel mundial es importante que todas las naciones y países
del mundo se unan y trabajen juntas para luchar contra la corrupción, ya que cada país
por sí solo no puede luchar contra ella. Para esto es importante evitar las diferencias, los
conflictos y los problemas que se puedan tener entre ellos.
La corrupción en el Perú
Para entender la presencia de actos corruptos a lo largo de toda la historia de la república
peruana, hay que tomar en cuenta el contexto del fracaso en el cambio del modelo colonial
de dominación patrimonial burocrático, al esquivo modelo republicano y moderno de
dominación burocrático-racional. Tal fracaso se tradujo en vacíos institucionales que
permitieron la reproducción soterrada de vicios culturales o en el solapamiento de
acciones antes consideradas normales y ahora tipificadas oficialmente como corruptas.

Siglo xix

La Época de la Independencia
El primero se refiere a las guerras de la independencia. Estas fueron financiadas, de una
parte, por capitales extranjeros, principalmente ingleses y, de otra parte, por la
confiscación de bienes y la imposición de contribuciones pecuniarias a determinados
sectores de la población. Al finalizar estas guerras, el nuevo gobierno republicano tuvo
que reconocer como deuda nacional interna, el valor de los bienes expropiados por el
ejército libertador.

Para cumplir con esta obligación, el gobierno recurrió sea a los créditos extranjeros, sea
a los beneficios producidos por las riquezas naturales del país. En el primer caso, la deuda
interna se transformó en deuda externa; mientras que en el segundo, implicó una
distribución indebida del patrimonio de la nación.

En el plano económico, la deuda interna se pagó mediante la instauración de un proceso


tendiente a la creación de capitales nacionales a fin de promover la industria, la agricultura
y el comercio. En realidad, el reconocimiento y pago de la deuda interna, constituyeron
un caso escandaloso de corrupción: la existencia de acreencias y su monto no fueron
objeto de un control mínimo. El Estado fue de este modo engañado; se le defraudó con la
participación interesada de sus propios órganos.

La Explotación del Guano


El segundo ejemplo concierne a la explotación del guano. Durante la segunda mitad del
siglo XIX, esta riqueza natural era explotada por un sistema de concesiones que el Estado
otorgaba a los particulares. El favoritismo, la influencia política, los vínculos de
parentesco (nepotismo) eran los criterios decisivos para obtener el derecho de explotar y
exportar guano. Estos privilegios eran dispensados y distribuidos ilegalmente por los
políticos que se sucedían en el gobierno.

Esta riqueza no fue en consecuencia utilizada para desarrollar la industria, la agricultura


o el comercio. Así, una clase minoritaria se enriqueció en detrimento de la mayoría de la
población. Después de la dilapidación de esta riqueza, el país se sumió nuevamente en la
pobreza.
El siglo xx

La Corrupción del sector Pesquero


En los años 70, gracias a la corriente marítima de Humboldt, rica en plancton, el mar
peruano contenía una gran riqueza pesquera. La pesca y la fabricación de la harina de
pescado se convirtieron en una gran industria. El Perú llegó a ser el primer productor a
nivel mundial. Los industriales nacionales y extranjeros se enriquecieron enormemente y
el Estado peruano obtuvo grandes ingresos.
Estos fueron dilapidados por el Estado como si se tratara de un patrimonio inagotable.
Dichos recursos sirvieron para conceder ventajas, para satisfacer a los seguidores, para
contentar a los militares. Sin embargo, la pesca industrial al no respetar el ciclo de
reproducción de los peces determinó la extinción tanto de éstos como de la industria de
la harina de pescado. Por lo demás, el fin de este periodo estuvo marcado por el asesinato
del pionero de esta industria, lo que provocó un escándalo político y financiero.

Corrupción Institucionalizada del tráfico de Drogas


La corrupción institucionalizada resulta también del tráfico de drogas en razón a que el
Perú es no solamente uno de los primeros productores de la hoja de coca sino también
donde se elabora la pasta básica de cocaína. El poder económico de esta actividad ilícita
permite a los traficantes adquirir una influencia política significativa a todos los niveles
del Estado y de la organización social. Ministros y altos funcionarios de la policía han
estado directamente implicados en el tráfico o en la protección de la red de traficantes.

Esta infiltración en todos los engranajes de la sociedad hace que no sea posible distinguir
la riqueza proveniente de una actividad legal o del tráfico de drogas. El funcionamiento
de la economía se ve completamente distorsionado por el flujo de dinero sucio producido
por el tráfico de drogas, al punto de condicionar la política económica de todo gobierno.

Esta situación se puso en evidencia cuando la mafia colombiana asesinó al Ministro


colombiano de Justicia, hecho que dio lugar a que el gobierno colombiano intensificara
la guerra contra el tráfico de drogas. Con este objeto, se cerraron la frontera peruana con
Colombia y se bloquearon las pistas de aterrizaje clandestinas. Esto generó un cese del
flujo de dólares colombianos provenientes del tráfico de drogas en el mercado peruano y,
en consecuencia, la subida del curso del dólar y la devaluación de la moneda nacional.
Frente a este fenómeno y, tal vez, para tranquilizar el país, el Presidente de la República
de aquel entonces declaró que la crisis monetaria cesaría cuando volvieran a ingresar al
país dólares de Colombia.

En cierto modo, el mismo Estado admitía el lavado del dinero sucio mediante el tráfico
de divisas. El funcionamiento del mercado paralelo de divisas se explica, fuera de las
causas económicas, por la corrupción de funcionarios, de jueces, de la policía y de los
agentes económicos (bancos, agencias de cambio), etc.
Estado y Corrupción
La corrupción, como todo fenómeno social, no puede ser comprendida sin considerar la
perspectiva histórica. En particular, el origen y la evolución del Estado.

El Estado colonial era un Estado corporativo. Su organización política estaba sustentada


en el principio que el Rey otorgaba a sus vasallos españoles el poder de administrar el
patrimonio conquistado. La conquista de tierras era ratificada por la conclusión de una
"capitulación". Por este acto formal, el Rey otorgaba a los conquistadores el poder de
tomar posesión, en nombre de la Corona, de las nuevas tierras y de las personas que las
habitaban, de incorporarlas a los dominios del Rey a cambio del privilegio de explotarlas.
Estas ventajas eran concedidas por el Rey en contrapartida a los servicios que el
beneficiario le había rendido o había prometido rendirle en el futuro. Este debía entregarle
al Rey los tributos y ser leal a la Corona. Así, una relación de tipo señor-vasallo se
constituyó entre el Rey y los vasallos, la misma que se reproducía en todos los niveles de
la jerarquía social.

En efecto, en el marco de esta relación de orden patrimonial, el acceso a todo recurso


económico debía ser objeto de un pedido ante una autoridad que tenía el poder de
concederlo. Esta concesión era considerada como un favor que debía ser compensado por
un servicio de orden personal.

Los funcionarios reales eran convertidos en cuasi propietarios de los bienes que
administraban en favor del Rey. El Clero, los miembros de la Inquisición y del Tribunal
de comercio colonial, los poseedores de minas, los propietarios de inmuebles, los
corregidores, consideraban que sus obligaciones públicas eran en realidad derechos
privados.

Esta organización del Estado colonial fue el resultado de una larga evolución. Desde el
comienzo de la conquista, la Corona buscó delimitar y controlar el poder de los
conquistadores que se repartían el botín de la guerra, constituido no sólo por el oro y la
plata, sino sobre todo por la tierra de los indios. Los conquistadores se convirtieron en
señores feudales. Tenían cierta autonomía con relación a la Corona y un poder absoluto
sobre los indios. Constituían un grupo social sólido. De esta manera una sociedad
caracterizada por una relación señor-vasallo de honor y aristocracia se reproduce. Pero la
armonía aparente que reinaba entre los conquistadores fue destruida por las guerras
civiles, motivadas por la lucha por el poder y los privilegios.

Dicho estado de cosas decidió a la Corona a organizar un poder central representativo de


sus intereses y por encima del de los encomenderos. Esta empresa culminó con la
fundación del Virreinato del Perú: el poder de los conquistadores-encomenderos fue
reemplazado por el del Virrey y los funcionarios.

El poder colonial se consolidó sobre la base de una administración centralizada y


jerarquizada Los encomenderos devinieron "corregidores" de los indios, encargados de
administrar justicia y de representar al virrey en sus jurisdicciones. En tanto que rentistas,
los encomenderos orientaron sus actividades hacia la agricultura, las minas y el comercio.
La implantación de la burocracia colonial se explica por la fuerte inmigración de
españoles. Cada nuevo Virrey que desembarcaba era acompañado por un grupo numeroso
de españoles a la búsqueda de una "encomienda", de un cargo en la administración u otros
privilegios. A medida que la Corona monopolizaba el poder y las riquezas (tierras, minas,
etc.) se trasformaba en distribuidora principal de privilegios y cargos honoríficos. El
prestigio social consistía entonces en poseer un puesto en la administración.

Sin embargo, a pesar de la centralización de la administración colonial, los funcionarios


locales, los comerciantes ricos, los eclesiásticos, los grandes propietarios de tierras
resistían. En efecto, ellos impedían frecuentemente la aplicación de los decretos,
ordenanzas y leyes dictadas por la Corona. Compartían con la burocracia colonial las
ventajas del principio según el cual la ley se acata pero no se cumple.

Por ejemplo, los corregidores, los administradores, los notarios quedaban fuera de las
leyes que limitaban sus derechos; se consideraban, por tanto, propietarios por el hecho
que habían comprado sus cargos. De esta manera, los diversos grupos detentadores del
poder, frecuentemente con intereses opuestos, provocaron la privatización del gobierno y
la formación de sectores oligárquicos. Estos aceptaban su situación con relación a la
monarquía, pero disputaban permanentemente el poder con la administración central
mediante el mantenimiento constante de una corrupción generalizada.

En resumen, la estructura política colonial, por su carácter corporativo y discriminatorio,


provocó una divergencia de intereses sociales e impidió la formación de una identidad
nacional.

A fines del siglo XVIII, según Julio Cotler, el Arzobispo de Michoacán Manuel Abad y
Quipó -después de haber señalado que la sociedad colonial estaba formada por españoles
bastante ricos e indios, negros y mestizos bastante pobres- afirmó: "Por consiguiente
resulta entre ellos y la primera clase aquella oposición de intereses y de afectos que es
regular entre los que nada tienen y los que lo tienen todo, entre los dependientes y los
señores. La envidia, el robo, el mal servicio de parte de unos; el desprecio, la usura, la
dureza, de parte de los otros.
Estas resultas son comunes hasta cierto punto, en todo el mundo. Pero en América suben
a muy alto grado, porque no hay graduaciones; son todos ricos o miserables, nobles o
infames... En este estado de cosas ¿qué intereses pueden unir a estas dos clases con la
primera y a todas tres con las leyes y el gobierno?

La primera clase tiene el mayor interés en la observancia de las leyes que le aseguran y
protegen su vida, su honor y su hacienda o sus riquezas contra los insultos de la envidia
y los asaltos de la miseria. Pero las otras dos clases, que no tienen ni bienes ni honor ni
motivo alguno de envidia para que otro ataque su vida y su persona ¿qué aprecio harán
ellas de las leyes que sólo sirven para medir las penas de sus delitos? ¿Qué afección, qué
benevolencia pueden tener a los ministros de la ley que sólo ejercen su autoridad para
destinarlos a la cárcel, a la picota, al presidio o a la horca? ¿Qué vínculos pueden estrechar
a estas clases con el gobierno, cuya protección benéfica no son capaces de comprender?
».
Una vez instalada la República, la deterioración del orden patrimonial de la Colonia
provocó la pérdida de la legitimidad política del grupo social dominante y la destrucción
del aparato de producción. Esto reforzó a los grupos de poder local y regional frente al
poder central "nacional" bastante débil.

En este contexto, los jefes militares rodeados por pequeños grupos de partidarios
ocuparon el primero plano de la escena política. Era suficiente tener un poco de dinero
para organizar un grupo armado y hacerse del poder. A lo largo del siglo XIX, se establece
un vínculo estrecho entre los grupos oligárquicos y las fuerzas militares. Este fenómeno
determinó el perfil político y económico de la nueva República.

La desaparición de la burocracia colonial, la partida de los españoles y la eliminación de


los criollos, partidarios de la Corona, dieron lugar al ascenso de las clases medias al poder.
El desempleo debido a la parálisis del sector productivo empujó a los sectores pobres a
buscar en la actividad militar y política la solución a sus problemas personales. Sus
miembros se transformaron en soldados, funcionarios o ideólogos al servicio del caudillo
militar en el poder. Desde allí podían obtener ventajas y escalar en la jerarquía social. Al
mismo tiempo, los jefes militares buscaron acercarse a la población para ampliar su poder
y su base social. Así se reconstituye la relación « señor-vasallo», que era propio del
sistema colonial, en tanto base política de la organización social de la República en
formación.

Así, el Estado republicano se convierte, igualmente, en un Estado patrimonial basado en


la relación personal entre el señor y sus vasallos, entre el Presidente o dictador y los
ciudadanos. El tesoro público era administrado y distribuido como un patrimonio
personal. Los beneficiarios recibían estas ventajas en pago de los servicios personales que
realizaban en favor de quien detentaba el poder. Uno de los objetivos del nuevo Estado
peruano fue la reestructuración de los diversos grupos sociales. Esta orientación se
evidenció en la voluntad política de constituir un Estado para todos los peruanos. En
realidad, los grupos dominantes, social y económicamente, han utilizado el Estado para
realizar una política paternalista caracterizada por la distribución de ventajas pecuniarias,
sinecuras y privilegios.

La mayor parte de la riqueza producida u obtenida por el país ha alimentado las arcas de
los grupos sociales dominantes. La población en su mayoría no ha recibido más que
servicios sociales elementales (sanidad, educación), mediante un sistema burocrático que
se ha visiblemente deteriorado. En razón de la crisis económica y política, el Estado no
cumplió satisfactoriamente su función tradicional, sobre todo con respecto a los sectores
sociales menos favorecidos. No sorprende, en consecuencia, que la mayor parte del
pueblo haya considerado al Estado como una entidad que le es hostil o simplemente
enemiga.
El Estado es percibido como un botín que es de conquistar y aprovechar. Para los grupos
dominantes se trata de continuar gozando de las ventajas que representa controlar el
Estado y para las otras clases sociales de utilizar al Estado en su lucha cotidiana por la
supervivencia. Una mentalidad utilitaria e inmoral se ha desarrollado, los
comportamientos son valorados positivamente en la medida que sean idóneos para
alcanzar una ventaja, un privilegio o un provecho cualquiera prescindiendo de las normas
sociales o jurídicas. La emancipación no ha constituido, por ende, una ruptura real y
profunda con el sistema colonial.

Situación actual

Ante la imposibilidad de describir, aun de manera esquemática, la amplitud e intensidad,


actuales, de la corrupción en la sociedad y Estado peruanos, nos limitaremos a señalar
algunos de sus aspectos. Respecto a la administración pública y en razón al origen y
evolución del aparato estatal, no sorprende que los empleados y funcionarios públicos
sean considerados como personas incapaces de solucionar los problemas nacionales y que
actúan frecuentemente motivados por la obtención de beneficios indebidos. Los ejemplos
de corrupción en la administración pública son numerosos. Tienen relación con el
funcionamiento de las licitaciones y adjudicaciones; la defraudación de los fondos
públicos o de los recursos humanos y materiales del Estado, así como con el fraude fiscal.

Un caso notorio de corrupción institucionalizada es el de la administración de justicia.


Todo empleado, funcionario o juez es considerado susceptible de ser sobornado. Lo
mismo, a todo procedimiento o decisión se le atribuye un precio determinado.

En las zonas rurales, la administración de justicia está estrechamente ligada al poder local.
Los campesinos e indígenas no tienen las mismas posibilidades de acceder a la justicia.
En la administración de justicia, no se distinguen claramente los pagos ilícitos de los que
no lo son; el abogado es un intermediario necesario para encontrar una "solución" y no
un auxiliar de la justicia; los peritos son pagados por las partes interesadas ya que el
Estado no tienen los medios para hacerlo.

La descomposición moral de la policía es probablemente uno de los hechos que más ha


marcado la conciencia social. Actualmente la población tiene la sensación que la policía
no cumple su función de proteger a las personas, los bienes y la seguridad pública. En
efecto, no solamente ésta es ineficaz sino que sus miembros son con frecuencia autores
de delitos graves (tráfico de drogas, robos, secuestros, chantajes, lesiones, homicidios,
etc.). Es frecuente, por ejemplo, que los campesinos y comerciantes paguen
gratificaciones a los policías para asegurar su protección o evitar amenazas.

La crisis económica, el tráfico de drogas y el terrorismo han agravado la situación. Los


bajos sueldos favorecen la corrupción no sólo de los agentes o subalternos sino también
de los mandos superiores. El ejemplo más claro es el de la colusión de oficiales de alta
graduación con malhechores y traficantes de drogas. Estos han logrado infiltrar a la
policía así como a otros sectores del Estado.
Esta revisión esquemática, nos permite confirmar que la corrupción es un fenómeno social
de orden político y económico. Su explicación no puede hacerse sin indagar sus orígenes
en la historia de cada sociedad. No se puede pretender darle una respuesta única.

Esta afirmación evidente nos permite rechazar la idea, bastante extendida entre los juristas
y políticos latinoamericanos, que considera al derecho y, en particular, al derecho penal
como el instrumento eficaz de lucha contra la corrupción. La elaboración de leyes penales
cada vez más severas, las reformas del sistema judicial, resultan siendo al final de cuentas
medios tendientes a ocultar una realidad que se desea conservar para mejor aprovechar
de ella. Como en el periodo colonial, "la ley se acata, pero no se cumple". La solución es,
por tanto, más de orden político y social que jurídico penal.

El gobierno de Alan García: (primer gobierno: 1980-1985)

El caso BCCI
Entre los días 5 y 8 de mayo de 1986 el Banco Central de Reserva. Transfirió a cuentas
cifradas del B.C.C.I. (Panamá) un total de 215 millones de dólares, cifra superior a la
acordada. Se ha probado que Leonel Figueroa y Héctor Neyra, Presidente del Directorio
y Gerente General del B.C.R.P. recibieron "coimas" por dichas operaciones.

Días antes, el 28 de abril, Figueroa remite un teles a la Fundación del Tercer Mundo
declinando una invitación previamente recibida. Está comunicación la pone en
conocimiento de Héctor Neyra. La importancia del telex no reside en su texto, sino en la
anotación manuscrita por Figueroa. Esta dice: "Hector: este telex fue enviado a las 12:00".
"Para tu conversación con Amer". Luego lo rubrica y a renglón seguido añade:" dile que
el Pdte ya está de acuerdo con lo conversado".

Era evidente que no pudo tratarse del Presidente del Concejo de Ministros, Luis Alva
Castro, quien actuó sólo periféricamente en este caso, por lo tanto debía tratarse del
Presidente de la República. Cabe destacar que al referirse a "Amer" se trata de Amer
Lodhi, funcionario del B.C.C.I. ¿Cuál pudo ser la discrepancia que tenían el B.C.R.P y el
B.C.C.I. y que tenía que ser resuelta por García?

Hasta ese día el monto de las divisas a transferir a la sucursal de Panamá estaba
determinado; las tasas de interés también, así como las garantías y modos de operación.
Al parecer solo quedaba pendiente el monto de las coimas y su modalidad de reparto.

El fiscal de Manhattan, Robert Morgenthau, quien denuncia ante el gran Jurado al


B.C.C.I. por estafa multimillonaria de desfalco a depositantes y lavado de dinero, afirmó
en conferencia de prensa que el presidente García fue consultado y dio su aprobación a la
colocación de los depósitos del Banco Central de Reserva del Perú en la oficina del BCCI,
en Panamá.

El BCCI había depositado unos tres y medio millones de dólares a Figueroa y Neyra en
cuentas cifradas en un banco en Panamá. Esa coima había sido pagada a Figueroa y Neyra
para que depositen las reservas internacionales peruanas (varios cientos de millones de
dólares) en el BCCI de Panamá. Años después, Figueroa y Neyra fueron capturados en
Brasil y extraditados al Perú, donde luego de pasar algunos años en la cárcel salieron en
libertad.

Los aviones Mirage


El once de octubre de 1982 se autorizó la compra de los 26 Mirage por un valor de
4,564'000,000 de francos franceses. En diciembre de ese año, con los convenios Júpiter 1
y II se mandó a fabricar a las empresas francesas Dassault, SNECMA y Thomson un total
de 26 aviones Mirage 2000. Dos años después, El 28 de diciembre de 1984, se elevó el
valor de los aviones a 4,960'000,000 de francos franceses, mediante un convenio
denominado Júpiter III.

El presidente electo, Alan García Pérez, conoció o se conectó con Abdul Rahman El Assir
en su periplo por Europa del mes de junio de 1985. Luego lo invitó a la transmisión de
mando de ese mismo año, aunque ese no sería su único viaje en el primer año de gobierno
de García.

Está probado que este personaje es un conocido traficante de armas que opera
principalmente en el mundo árabe. Atan García tomó la decisión de reducir el número de
aviones Mirage adquiridos antes de asumir la presidencia, sin previa consulta a los
mandos de la F.A.P. Las dos comisiones negociadoras que se enviaron a Paris, con
respecto de los Mirage, se reunieron con Abdul Rahman El Assir, quien inclusive los
invito a viajar a España en su avión particular. Surge la figura de la reventa. El Perú
compraría los 26 aviones y luego los revendería a otros países.

Con el convenio Júpiter IV, el Perú adquirió oficialmente sólo doce aviones y un
"simulador de vuelos". Cada uno le costó 32'833,000 dólares, un precio superior al
consignado en los anteriores convenios. Al sugerir la hipótesis de que la reventa sí se
efectuó, miembros de las comisiones negociadoras dijeron que era imposible, puesto que
el Perú no poseía los aviones: los aviones no estaban construidos.
Estas afirmaciones resultan totalmente falsas si se consideran las fechas de llegada de los
aviones, así como los números de serie de sus reactores. La operación dé reventa de los
restantes 14 Mirage les significó una utilidad de unos 200 millones de dólares que fueron
repartidos entre Atan García y sus amigos, los intermediarios árabes, funcionarios de las
empresas fabricantes y funcionarios franceses, egipcios e irakíes.

El caso mantilla
En 1979, Agustín Mantilla se convirtió en el secretario personal y asesor de Alan García,
quien por entonces empezaba a destacar por su inteligencia, su capacidad oratoria y su
histrionismo en la Asamblea Constituyente. A partir de entonces ambas figuras apristas
se volvieron inseparables. Por ello Mantilla siguió en ese cargo de absoluta confianza
hasta que García ganó las elecciones de 1985.
Durante el gobierno aprista, Mantilla fue primero vice-ministro y luego ministro del
interior. En los cinco años, tuvo una relación fluida con el presidente que lo seguía
teniendo en su entorno más personal e inmediato. Diversos medios periodísticos
vincularon a Mantilla con grupos de choque aprista que él auspiciaba, además de ser
señalado como el responsable, junto con García, de crear y dirigir al grupo paramilitar
Rodrigo Franco, autor de un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos.

Luego del autogolpe de abril de 1992, García se escapó de forma sospechosa "saltando
por los techos de las casas". Mantilla fue recluido durante quince meses en el Hospital
Militar. Tras su liberación fue visto con simpatía por los militantes apristas, por lo que
accedió a la secretaría general del partido. En 1995 fue elegido congresista y en ese cargo
no perdió oportunidad para plegarse a la bancada fujimontesinista en diversos acuerdos
relacionados a no investigar determinados casos.

En marzo del 2000, en plena campaña electoral, Agustín Mantilla, entonces jefe de
campaña del partido aprista, recibió de Vladimiro Montesinos 30,000 dólares para gastos
proselitistas. La dirigencia aprista no tardó en separarlo "indignada" por la actitud de su
ex compañero. Mantilla dice que actuó solo, sin el conocimiento de nadie ¿Se le puede
creer eso? El video que reveló dicha entrega se difundió a los pocos días que García
iniciaba su campaña electoral. El ex presidente dijo que lo hecho por Mantilla había sido
"una cuchillada por la espalda" y reiteró que la dirigencia del APRA ignoraba este
siniestro trato.

Pocos días después se hizo de conocimiento público la existencia de unas cuentas en el


Union Bank of Switzerland (UBS) de 2.5 millones de dólares a nombre de Agustín
Mantilla. Este no tiene como explicar la posesión de una suma tan cuantiosa. A esto hay
que agregar lo sugestivo de las fechas en que se le abrieron dichas cuentas: diciembre de
1990 y enero de 1991. Nada menos que tan solo cinco y seis meses después de haber
culminado el gobierno de Alan García Pérez.

El decenio de Fujimori-Montesinos

Primer gobierno
A comienzos de 1990 llegaba a su fin el que se caracterizó por violaciones a los derechos
humanos, corrupción y una hiperinflación en lo económico. La agresiva contienda
electoral enfrentó en la segunda vuelta al prestigioso literato Mario Vargas Llosa, tenaz
opositor al régimen, con el hasta entonces desconocido ingeniero Alberto Fujimori
Fujimori, el cual contaba con el apoyo del gobierno a través del Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN). La campaña de desprestigio desatada contra el candidato opositor y las
promesas electorales de Fujimori ("honradez, tecnología y trabajo", "no shock")
favorecieron a este último, que salió vencedor en las elecciones. Sin plan de gobierno y
bajo sospechas de haber evadido impuestos, el nuevo presidente cayó prontamente bajo
la influencia del ex-capitán expulsado del ejército Vladimiro Montesinos Torres, que pasó
a ser su asesor al desaparecer las pruebas de su evasión tributaria. Una vez en el poder,
Fujimori incumplió su promesa electoral y aplicó un severo shock económico.
Tras una campaña de desprestigo contra el Poder Judicial y el Congreso, al cual se
acusaba de "no dejar gobernar" (pese a que el Congreso aprobó la mayor parte de las
propuestas enviadas por el Ejecutivo, excepto únicamente aquéllas que otorgaban un
poder desmesurado al SIN), Fujimori y las Fuerzas Armadas (FF.AA.) dieron un golpe
de estado el 5 de abril de 1992, aboliendo la Constitución de 1979, cerrando el Congreso
e interviniendo el Palacio de Justicia, de donde fueron extraídos muchos expedientes
incómodos para los golpistas.

El golpe se había inspirado en el llamado "Plan Verde", documento elaborado en 1988


por un grupo de militares descontentos con el gobierno de García. Poco antes del golpe,
la esposa de Fujimori, Susana Higushi, había denunciado que la hermana del presidente,
Rosa Fujimori, comercializaba la ropa que donaba el Japón para los pobres, a través de la
empresa Apenkai; la denuncia fue archivada poco después del golpe y Higushi fue
encerrada en Palacio de Gobierno.

La población, ilusionada con el "Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional" y


ante la creciente amenaza de los grupos terroristas Sendero Luminoso (SL) y Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), apoyó en su gran mayoría la medida. Tras unas
tímidas protestas, la OEA aceptó rápidamente la situación y no puso mayores objeciones
al gobierno golpista. Se conformó entonces el denominado Congreso Constituyente
Democrático (CCD), el cual elaboró la Constitución de 1993, que permitía la reelección
presidencial inmediata para un periodo, a diferencia de la anterior, que la prohibía.

La captura del líder de SL, Abimael Guzmán Reynoso, en septiembre de 1992, producto
de la paciente labor del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía, que venía
trabajando al mando del coronel Benedicto Jiménez desde 1988, significó el inicio del
derrumbe de este grupo subversivo, lo cual incrementó la popularidad del gobierno de
Fujimori. En noviembre de 1992 fue abortado un intento de golpe protagonizado por un
grupo de militares liderados por el general Enrique Salinas Sedó, que buscaban
restablecer la institucionalidad democrática. Al enterarse del hecho, Fujimori había
intentado esconderse en la embajada del Japón.

Las denuncias por los homicidios de Barrios Altos y La Cantuta, llevadas a cabo por el
grupo Colina, dependiente del SIN, culminaron en la "Ley de Reconciliación Nacional"
(Ley 26479) aprobada en junio de 1995 por el Congreso, que amnistiaba a todos los
militares acusados por violaciones a los derechos humanos. Ese mismo año, Fujimori
resultó vencedor en las elecciones presidenciales, tras derrotar al ex-Secretario General
de la ONU Javier Pérez de Cuéllar en un cuestionado proceso electoral.

Segundo gobierno
En agosto de 1996, la mayoría oficialista del Congreso aprobó la ley 26657, denominada
"Ley de Interpretación Auténtica", que pretendió justificar la postulación de Alberto
Fujimori a un tercer periodo presidencial. Esta ley, sin embargo, fue muy cuestionable
por las siguientes razones: La Constitución de 1993, promulgada por el mismo gobierno
de Fujimori, prohíbe la segunda reelección inmediata en su artículo 112, y ninguna ley
puede estar por encima de la Constitución.
Esta ley pretende hacer pasar el segundo gobierno de Fujimori (1995-2000) como si fuera
el primero, basándose en la no retroactividad de las leyes, lo cual equivaldría a decir que
el primer gobierno de Fujimori (1990-1995) no existió.

Aun si aceptáramos que el primer gobierno de Fujimori no entra en el cómputo, este


gobierno se habría dado bajo la vigencia de la Constitución de 1979, que en sus artículos
204 y 205, prohibía todo tipo de reelección inmediata.

Es más, en 1995, luego de resultar electo para un segundo periodo presidencial, a Fujimori
se le preguntó si podía ser reelegido otra vez. Su respuesta fue clara: "De acuerdo a la
Constitución, no".

En octubre de 1996, Demetrio Limonier Chávez Peñaherrera (a) "Vaticano", declaró


durante el juicio que se le seguía por narcotráfico, que el asesor presidencial y jefe real
del SIN Vladimiro Montesinos, lo había mandado detener por haberse negado a aceptar
el aumento en el cupo que le cobraba (de US$ 50 a 100 mil) por permitirle realizar sus
vuelos en la selva. Los congresistas del oficialismo salieron inmediatamente a defender
al asesor, negando las versiones de "Vaticano".

El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, sugirió un "control de calidad" para la prensa
que informó del hecho. Poco despúes, "Vaticano" apareció visiblemente turbado (se
comentó que por efecto de electrochoques) y demacrado, retractándose de sus
afirmaciones. Montesinos no fue investigado por el Congreso ni por la Fiscal de la
Nación, Blanca Nélida Colán Maguiño. Años después, tras la fuga de Montesinos,
"Vaticano" se reafirmó en sus declaraciones.

En diciembre de 1996, un comando del MRTA liderado por Néstor Cerpa Cartolini e
integrado por 14 subversivos (entre ellos 2 mujeres), tomó la casa del embajador japonés
durante una fiesta a la que habían sido invitados cientos de personas, que quedaron como
rehenes. La gran mayoría de los rehenes fueron liberados en los días siguientes, quedando
172 personas. Cuatro meses después, y tras extensas negociaciones, un comando del
ejército liberó a los rehenes, muriendo 1 de ellos (el vocal Carlos Giusti), 2 militares y
todos los subversivos. Según ciertas versiones, algunos de los subversivos habrían sido
ejecutados luego de haberse rendido.

Durante la primera mitad de 1997, el programa Contrapunto de Frecuencia Latina de TV,


realizó una serie de denuncias contra el gobierno de Fujimori, que incluían la tortura de
la agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) Leonor La Rosa, a manos de sus
compañeros, las cuentas millonarias de Vladimiro Montesinos y la masiva interceptación
telefónica que realizaba el SIN. El accionista mayoritario de Frecuencia Latina, Baruch
Ivcher Bronstein, fue víctima entonces de una campaña de desprestigio. A través de las
revistas Sí y Gente, se le acusó de traficar armas para el Ecuador, país con el que existía
un conflicto territorial; se le retiró la nacionalidad peruana que había obtenido en 1984
mediante Resolución Suprema, con una Resolución Directoral; Frecuencia Latina pasó a
manos de los socios minoritarios, Samuel y Mendel Winter Zuzunaga, los cuales
inmediatamente cambiaron la línea informativa del canal hacia una abiertamente
favorable al gobierno; la empresa de colchones Paraíso, también propiedad de Ivcher, fue
objeto de presiones tributarias por parte de la SUNAT.

En junio de 1997, 3 magistrados del Tribunal Constitucional (Delia Revoredo, Manuel


Aguirre Roca y Guillermo Rey Terry) que habían declarado inconstitucional la "Ley de
interpretación Auténtica", fueron arbitrariamente destituidos por la mayoría oficialista del
Congreso.

En julio de 1998, tras una serie de desavenencias con Fujimori, fue relevado de su cargo
el Comandante General de las FF.AA. general Nicolás de Bari Hermoza Ríos, socio de
Fujimori y Montesinos en el golpe de 1992, y que permanecía en el cargo desde 1991.
Con la caída de Hermoza, el poder de Montesinos al interior del ejército se incrementó
aún más. En 1999, 13 miembros de su promoción (1966) llegaron al grado de general de
división.

En diciembre de 1999 el diario Liberación, de César Hildebrandt, denunció la existencia


de una cuenta millonaria de Montesinos en el Banco Wiese-Sudameris. El Fiscal de la
Nación Miguel Aljovín Swayne no lo investigó y Fujimori dijo: "Montesinos es
abogado... supongo que tiene un buen número de clientes". Poco después, Fujimori
anunció su candidatura para las elecciones presidenciales del 2000.

El fraude del 2000 y la caída de la dictadura


Como si no hubiese sido suficiente la ilegalidad de la candidatura de Fujimori para una
tercera elección presidencial, el proceso electoral del 2000 estuvo plagado de
irregularidades, tales como la falsificación de un millón de firmas para inscribir la
candidatura de Fujimori, el uso de donaciones de alimentos como medio de presión a
personas de escasos recursos a través del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria
(PRONAA), los continuos e infames ataques a los candidatos opositores desde la prensa
"chicha" y la TV de señal abierta (controladas por el gobierno) y el uso de recursos del
Estado para financiar la ilegal candidatura, todo con la complicidad del Jurado Nacional
de Elecciones (JNE), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Poder
Judicial, igualmente controlados por el gobierno.
El mismo día de las elecciones (9 de abril del 2000) se dio un primer resultado de las
encuestadoras que favorecía al candidato opositor Alejandro Toledo Manrique con 48%
versus Fujimori con 42%, resultado que fue alterado sólo 2 horas después, invirtiéndose
radicalmente las cifras (47% para Fujimori y 42% para Toledo), aumentando el porcentaje
del candidato presidente durante los siguientes días hasta llegar a 49.9%, en un obvio
intento de tergiversación para otorgarle el "triunfo" en primera vuelta con más del 50%
de los votos válidos. Sólo las movilizaciones de la ciudadanía y la presión de los
organismos nacionales e internacionales pudieron detener la consumación del fraude en
primera vuelta.
Hubieron más de 1600 denuncias de irregularidades (150 del Foro Democratico, 690 de
Transparencia, 200 de la Defensoría del Pueblo y 600 del Consejo por la Paz), como
propaganda oficialista en los mismos centros de votación, cédulas recortadas en las que
faltaba el candidato Toledo, obstáculos contra el trabajo de los observadores y el
sorprendente exceso de un millón de votos con respecto al número total de sufragantes.

Por otro lado, los resultados de la investigación de las firmas falsificadas, a cargo de la
fiscal Mirtha Trabucco, fueron programados para después de la primera vuelta, y luego
de conocerse la fecha para la segunda vuelta, fueron postergados hasta después de la
misma, en una clara maniobra de encubrimiento. Es más, pocos días antes de la fecha
fijada por el JNE para la segunda vuelta, la fiscal Trabucco acusó a los mismos que habían
denunciado la falsificación, sin tocar a los principales sospechosos.

El JNE aceptó de inmediato los resultados de la ONPE, sin dar oportunidad a las tachas
que pudieran presentarse, y fijó la fecha de la segunda vuelta para el 28 de mayo. La
guerra sucia de la TV y los diarios "chicha" continuó y no hubo cambio de los
cuestionados miembros de la ONPE y del JNE. Frente a esto, Alejandro Toledo decidió
no participar en la segunda vuelta si es que no había una prórroga y un cambio radical de
las condiciones electorales. El JNE, desoyendo el pedido de Toledo, de la Misión de
Observadores Electorales de la OEA, del NDI - Centro Carter y otros organismos
nacionales e internacionales, se negó a postergar la fecha de la segunda vuelta, dejando
así a Fujimori como único candidato para las "elecciones" del 28 de mayo, en las cuales
se proclamó como "vencedor".

La caída del régimen Dictatorial Corrupto


En los meses siguientes, muchos de los congresistas elegidos por la oposición, terminaron
pasándose al oficialismo, aparentemente por presiones o sobornos (esto fue confirmado
por varias versiones de congresistas que no aceptaron los ofrecimientos, y posteriormente
por un video difundido el 14 de septiembre que mostraba al asesor presidencial
comprando el apoyo del congresista Alberto Kouri por $ 15 mil), hasta que Fujimori llegó
a tener nuevamente mayoría en el Congreso. El 28 de julio asumió el mando en medio de
masivas movilizaciones ciudadanas, en las cuales miembros infiltrados del SIN
provocaron incendios y destrucción de propiedades -con 6 muertos- para inculpar a los
organizadores de la denominada Marcha de los 4 Suyos.
El descubrimiento del tráfico de armas hacia las guerrillas colombianas por parte de
Montesinos y el SIN, la revelación del video Kouri-Montesinos y otras denuncias de
corrupción, obligaron a Alberto Fujimori a anunciar, el 16 de septiembre, la convocatoria
a nuevas elecciones generales en las cuales él no participaría. Sin embargo, la ausencia
de reformas necesarias para garantizar la limpieza de dichas elecciones, hicieron pensar
en otro proceso electoral fraudulento destinado a llevar al poder a un cómplice que impida
el retorno a la democracia y que garantizara la impunidad a todos los funcionarios
corruptos de la dictadura. Montesinos viajó intempestivamente a Panamá el 23 de
septiembre, regresó el 22 de octubre al no obtener el asilo solicitado y volvió a fugar del
Perú el 29 de octubre, con rumbo desconocido.
El 2 de noviembre el gobierno de Suiza reveló que Montesinos tenía 3 cuentas bancarias
en dicho país con 48 millones de dólares. En los días siguientes aparecieron más cuentas
multimillonarias del ex-asesor, calculándose que tendría en total casi mil millones de
dólares repartidos en todo el mundo.

Un nuevo video difundido el 13 de noviembre mostró a Montesinos agradeciendo a los


principales jefes de las FF.AA. por su "colaboración" en la campaña electoral, sin
mencionar siquiera a Fujimori y demostrando así, definitivamente, la participación
principal de los militares en las elecciones.

Habiendo salido del país supuestamente para asistir a una reunión internacional en Brunei,
Alberto Fujimori anunció desde el Japón su renuncia a la presidencia de la República el
19 de noviembre. Dos días después, el 21 de noviembre, el Congreso de la República
decidió no aceptar su renuncia, declarando la vacancia de la presidencia por incapacidad
moral, asumiendo entonces el cargo el Presidente del Congreso, Sr. Valentín Paniagua
Corazao.

En los meses siguientes fueron apareciendo más videos, en los cuales figuran militares,
congresistas, ministros, alcaldes, jueces, fiscales, vocales, empresarios, periodistas y
artistas (tales como Ernesto Gamarra, Agustín Mantilla, Luis Bedoya de Vivanco, Alex
Kouri, Eduardo Calmell, Carlos Boloña, Javier Valle Riestra, Luisa Cuculiza, José García
Marcelo, Rómulo Muñoz Arce, Alipio Montes de Oca, Dionisio Romero, Genaro
Delgado Parker, José Enrique y José Francisco Crousillat, Samuel y Mendel Winter,
Ernesto Shutz, etc.), en reuniones secretas con Montesinos en el local del SIN, y que
demostraban el grado de corrupción que existió durante el decenio de Fujimori-
Montesinos.

El 24 de junio del 2001, el gobierno de Venezuela anunció la captura de Montesinos en


dicho país. Hasta el momento, Fujimori continúa prófugo en el Japón, bajo la protección
de las autoridades de dicho país.

Los sectores más propensos a la corrupción en el peru

El poder Judicial
En el Poder Judicial y el sistema de administración de justicia, la precariedad de recursos
y la ineficiencia burocrática se convierten en las coordenadas dentro de las que se
favorecen actos corruptos como coimas a policías, secretarios, auxiliares e incluso jueces
en el Poder Judicial y a fiscales en el Ministerio Público. Las coimas no necesariamente
tienen que ser monetarias, sino que gran parte de favores, en particular en la Corte
Superior, se consiguen o se inician con comidas y agasajos. El manejo discrecional y
arbitrario de recursos es una fuente de actos corruptos; lo cual es claro en el caso de la
policía y el tráfico de combustible destinado al patrullaje.
Este acto corrupto, a su vez, se convierte en fuente de más actos corruptos, pues los
subalternos tienen que cobrar coimas o abusar de su autoridad para conseguir recursos
que les permitan operar sus vehículos. El abuso de autoridad, no sólo en la policía, sino
también en el Poder Judicial y la Fiscalía, se articula con la discriminación social hacia
individuos de escasos recursos, campesinos o pobres en general, quitándole más
legitimidad aún al vínculo político entre Estado y sociedad.

Los Gobiernos Municipales


En el caso de los gobiernos municipales, los principales actos corruptos tienen que ver
con los procesos de adquisiciones (particularmente el programa del vaso de leche), en los
que se favorece a empresas cercanas a los encargados de llevar adelante los procesos o a
los propias autoridades cuando las empresas les pagan coimas para ganar las licitaciones.
La otra fuente de corrupción tiene que ver con las contrataciones y ubicación en puestos
de trabajo a amigos, familiares y militantes del partido (clientelismo – nepotismo). En la
CTAR, se repetía este fenómeno; y si las cosas han cambiado en el Gobierno Regional,
se debe más a la voluntad política de sus autoridades, que a cambios institucionales que
impidan que esto vuelva a ocurrir.

Los Sectores Sociales


En los sectores sociales hay enormes posibilidades de corrupción. En salud, los que
parecen ser los principales actos corruptos tienen que ver con el ocultamiento de
negligencias en actos médicos: el espíritu de cuerpo (que también está presente en todos
los demás sectores); pero también se ha detectado tráfico de productos como medicinas
destinadas a la salud pública en mercados informales. En educación hay graves problemas
que tienen que ver con la extensión del sector y con lo reducido de la capacidad de control
institucional.

De esta forma, los directores se convierten en los "dueños" de sus colegios y tienen
amplios márgenes de acción con ciertos grados de impunidad, dependiendo del interés de
los padres de familia y profesores. Pero los propios maestros también mantienen sus
pequeños actos corruptos, traficando con notas a fin de año o estafando a los alumnos y
padres con clases de recuperación forzadas y pagadas. También está el dramático
problema de los abusos sexuales contra alumnas y alumnos. Destaquemos que la anuencia
de los padres de familia es fundamental para que estos actos se sigan reproduciendo.
Por su parte, las empresas prestadoras de servicios públicos no parecen tener problemas
menudos de corrupción, los cuales habrían sido controlados en cierta medida; pero sí
subsisten las posibilidades de malos manejos en los directorios de las empresas,
destacando el caso de la empresa de agua, extensamente tratado en la prensa.

El Sector Agricultura
En cuanto al sector agricultura, el problema más grave (además de los actos corruptos
operativos, más o menos similares en el fondo a los de otras instituciones) es la lógica del
narcotráfico que involucra todo un sistema que empieza en la negativa del sistema
financiero a dar créditos a los campesinos y que termina, del lado de la naturaleza, en la
erosión del suelo de cultivo y, del lado de la sociedad, en el tráfico ilícito de drogas
proveniente de la selva norte peruana, hacia Lima y Ecuador.

Los Medios de Comunicación


En lo que toca a actos corruptos en instituciones de la sociedad civil, los medios de
comunicación son los actores más quejados por la sociedad en general. La
irresponsabilidad con la que actúa la gran mayoría de medios (radiales, en especial),
ejerciendo una prensa amarilla, no se queda sólo en una mala calidad de información, sino
que se incrementa cuando ese estilo morboso de hacer prensa es usado para chantajear
autoridades o como caballo político de batalla. Por supuesto, el temor de las autoridades
a enfrentar a los medios es lamentable.

Las Empresas
En cuanto a las empresas, los principales problemas –además de la participación corrupta
en procesos de adquisiciones del Estado- tienen que ver con la informalidad; pues de allí
se desprenden problemas como la evasión tributaria y como las coimas pagadas a
autoridades para mantener esa situación. Pero también es de destacar la relación tensa
entre sociedad rural, empresas mineras y gobierno; porque la entrega de licencias a las
mineras sin respetar los informes de impacto ambiental y social, es leída por la sociedad
como un "arreglo" corrupto entre empresa y funcionarios públicos.

Las Universidades
Las universidades han sido mencionadas también como instituciones con muchos
problemas y con grandes espacios para los actos corruptos. Siendo la educación superior
un mecanismo percibido por la población pobre como la llave para el ascenso social, esta
situación se vuelve preocupante. Aquí preocupa que, amparándose en la noción de
educación como negocio, los dirigentes –empresarios- universitarios pueden utilizar su
poder sobre la institución para lucrar de forma ilegal paralela a la acumulación legal de
capital.

Los Partidos Políticos


Finalmente, los partidos políticos son una de las principales fuentes de presión para que
los funcionarios públicos coloquen a un militante en un puesto de trabajo o para que un
proceso de adquisición le favorezca a un determinado participante, allegado o miembro
de un partido. El carné partidario se ha vuelto un símbolo del clientelismo político; o sea,
de la corrupción. Hay que apuntar que la presión puede venir desde miembros del partido
fuera del aparato público, o de militantes ubicados en otras jerarquías públicas, como un
ministro, un regidor, un gerente o un congresista.
Conclusiones generales
 Es un problema de carácter económico, por cuanto los bajos salarios que
normalmente se paga a los funcionarios y empleados públicos constituyen un
aliciente importante a las prácticas corruptas.
 Es también un problema de carácter administrativo, por cuanto la existencia de
estructuras y procesos administrativos arcaicos y anacrónicos dificultan la
relación entre el Estado y el contribuyente o el ciudadano, promoviendo con ello
la existencia de mecanismos alternativos, informales e ilegales, a través de los
cuales se supera esa dificultad.
 Es un problema de carácter legal, por cuanto la ausencia de leyes o la existencia
de leyes débiles y atrasadas permiten que ciertos comportamientos no puedan ser
perseguidos y sancionados o no puedan serlo adecuadamente.
 Si bien es cierto que la aplicación de las leyes depende en gran medida de la
voluntad política para hacerlo, no es menos cierto que a veces sucede que hay
voluntad política, pero no existe un marco legal adecuado para aplicar las leyes
correspondientes.
 Es un problema de gestión, por cuanto la ausencia de controles o la existencia de
controles obsoletos promueven la existencia de sistemas caracterizados por el
dispendio, la ineficiencia y la corrupción
Recomendaciones
Hemos encontrado en este estudio que existe criterios para resolver este tema ya que
consideramos necesario, una solución rápida y considerablemente necesario para una
buena armonía social, sostenido por las organizaciones internacionales, organismos y
expertos, acerca de algunas cuestiones centrales:

 Que la solución al flagelo no es inmediata. Esto es, que cualquier solución realista
tratará de disminuir los niveles y no de eliminar el fenómeno y, además, que es un
proceso lento, gradual y no un acto ni unilateral ni fulminante.
 Que debe ser una solución holística, esto es, que el flagelo debe ser atacado por
todos sus frentes al unísono. Se necesitan soluciones sistémicas. A este respecto
ha avanzado entre los expertos el concepto de Sistema Nacional de Integridad.
 Que el énfasis principal debe estar en la prevención principalmente, aunque sin
menoscabo por la importancia de la penalización del delito.
 Que los mecanismos de solución a mediano plazo (sin menoscabo por las
soluciones de base que tienen en cuenta la problemática en términos de anomia)
siguen basándose en la forma democrática moderna, en los clásicos valores
republicanos, actualizados en complejos mecanismos en rededor del
"accountability horizontal" y "accountability vertical". De manera que las
soluciones al alcance de la mano implican que a mayor corrupción hay que
replicar con más democracia. Democracia que abriga ahora también relativamente
nuevos mecanismos como el libre acceso a la información.
 Que en las soluciones hasta ahora formuladas se ha subestimado la función de una
vigorosa, opulenta y participativa sociedad civil como parte de la estrategia de
solución y coalición de intereses. La sociedad civil tomará un papel fundamental
y central en el combate a la corrupción y reclama que en ese sentido se le
reconozca un lugar tanto en la proyección escrita, convenciones y declaraciones,
como en los organigramas y procedimientos reales implicados por los
mecanismos puestos en acción.
 Que asimismo se ha subestimado la importancia de un saludable Sistema Judicial.
(Y sus temas relacionados: selección, juzgamiento, atribuciones, control político,
jurisdicción, etc.) Un poder judicial independiente y fuerte es esencial para el
combate a la corrupción.
 Que los sectores más afectados por el problema son los de bajos recursos, esto es,
la pobreza como causa y consecuencia al mismo tiempo.
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