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primera parte

teorías,modelos
y generalidades
. o:

Migración, globalización y sociedad:


teorías y tendencias en el siglo XX
Luis EDUARDO GUARNIZO'

i ./•

Decir que la movihdad espacial humana es tan antigua como la humanidad


misma es un lugar común. Sin embargo, a pesar de esta reahdad histórica,
parecería como si la migración fuese algo novedoso, sin precedentes, tanto
en los países de recepción como de origen. Es evidente que la migración
precede la institucionalización de la organización de la sociedad en Estados
nacionales regulados por principios universales de soberanía, autonomía y
control territorial. Sin duda, la percepción dominante de la migración como
un proceso novedoso y excepcional nace con el surgimiento mismo del
Estado-nación y la ideología del nacionalismo, y se arraiga con la formación
y consolidación desde el siglo 18 del sistema global de naciones-Estado que
domina el mundo de hoy. i. ' i, !;• i' *

1 .Agradezco al profesor Gerardo Ardila y a su eficiente e incansable equipo de colaboradoras y


colaboradores por la invitación a participar en la Cátedra Manuel Ancízar. Particularmente, sus
comentarios y cuestionamientos sobre lo aquí expuesto.

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

Desde una perspectiva nacionalista clásica, la salida de connacionales ha-


cia el extranjero, o visto desde el otro lado, la Uegada de foráneos al territorio
nacional, va en contravía de los discursos nacionalistas establecidos sobre
supuestos tales como el origen común, la singularidad y homogeneidad cul-
tural e identitaria nacionales y el enraizamiento en el territorio patrio, por
ejemplo, la identidad nacional como pertenencia territorial (Malkki, 1995).
Estos supuestos nacionaUstas se convierten en principios "naturales" base de
la unidad nacional, sobre los que se erigen el orden sociopohtico y económi-
co global con su expresión institucional -singular, exclusiva, territoriahzada
y de reconocimiento global-: la ciudadanía y la nacionalidad.
La sahda de propios y la Uegada de extraños ponen en tela de juicio los
discursos de enraizamiento territorial, homogeneidad y estabüidad identitaria
y racial de la nación. Los que se van, son vistos con sospecha por abandonar
su gente y su terruño; los que Uegan, por atentar contra la integridad de lo
propio, que usualmente se ve como superior, especialmente si los/as recién
Uegados proceden de lugares percibidos como menos prósperos, menos de-
sarroUados, o menos civilizados^. Esta visión tiende a predominar hoy en día,
especialmente en los países posindustriales receptores de inmigrantes, aún en
aqueUos históricamente conocidos y reconocidos como de inmigración, ta-
les como los EEUU.
Sin embargo, las realidades migratorias del mundo contemporáneo, con
sus abundantes prácticas transnacionales que desde abajo conectan a los mi-
grantes desde el exterior con su terruño, al tiempo que se convierten en
agentes estructuralmente indispensables para —aunque a menudo rechazados
por— la sociedad receptora, chocan contra estas percepciones nacionahstas
dominantes y nos empujan a cuestionarlas. En la alborada del siglo 21 es
evidente que los miUones de migrantes afincados en múltiples países del

2. Es importante notar aqui las similitudes de esta percepción con aquella sobre la movilidad
interna, especialmente la que de los inmigrantes del campo, o de la provincia, tienen los citadinos.

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

norte se han convertido en actores globales de cardinal importancia^. Su


empeño por mantener las lealtades familiares, regionales y nacionales a larga
distancia y de reproducir prácticas socioculturales propias en el exterior, afectan
sistemas y arreglos institucionales de orden local y global, incluyendo las
estructuras famihares y de género, el régimen de ciudadanía e identidad na-
cional, el reposicionamiento de muchos países emisores de migrantes en el
sistema pohtico-económico mundial, y hasta el fiíncionamiento mismo del
sistema financiero internacional.
En este capítulo discutiré, primero, la forma como las ciencias sociales
han abocado y representado el proceso migratorio; o, en otros términos, la
manera como se ha construido teóricamente el proceso migratorio ponien-
do especial atención en la reciente perspectiva transnacional. En segundo
lugar, anahzaré algunas de las prácticas transnacionales sostenidas por miUo-
nes de migrantes en todo el mundo y su relación con la movilidad global del
capital.Tercero, exploraré algunas de las imphcaciones teóricas y prácticas de
las costumbres migratorias contemporáneas para las sociedades involucradas
en el proceso. En este análisis haré referencia, específicamente, al proceso
migratorio centrado en la experiencia latinoamericana, con especial aten-
ción al caso colombiano.
La intención, sin embargo, no es tratar de determinar o disputar cifras
cuantitativas asociadas con el proceso migratorio en general, o con el caso
colombiano en particular. El objetivo principal es presentar un marco
referencial y analítico general, que apunte a ciertos procesos y dimensiones

3. Aunque la mayoría de la migración del sur se da en el ámbito intra regional, el grueso de los
estudios existentes se enfoca en los que se mudan al norte. Esto se explica en parte por el mayor
potencial de sus contribuciones económicas para el país de origen, por la selectividad del proceso
migratorio, pero sobretodo por el interés de los gobiernos de los países receptores del norte, sus
umversidades e investigadores, y los entes multilaterales enfocados en asuntos laborales, migratorios,
financieros y de desarrollo, de carácter global. Este capitulo se enfoca fundamentalmente sobre el
flujo migratorio al norte. Empero, se debe enfatizar que tanto los que se van al norte como los que
emigran dentro del sur.juegan todos un papel de agentes globales desde abajo.' ' ': '!"«

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

que demandan la atención de los estudiosos del tema y los agentes de los
Estados imphcados en el proceso.

Sobre las representaciones


de la migración en las ciencias sociales

LAS PERSPECTIVAS TEÓRICAS DOMINANTES

Hasta hace poco tiempo el estudio de la migración, en general, estaba domi-


nado de manera exclusiva por planteamientos analíticos y teóricos dicotómicos
informados por una visión nacionalista excluyente -lo que Wimmer y Ghck
SchiUer (2002) han recientemente dado en Uamar "nacionalismo metodo-
lógico"- esto es, asumir como natural y dado que la única forma de organi-
zación de la sociedad se produce en torno a un Estado nacional anclado
territorialmente; y que la identidad asociada con la nación y el Estado es
exclusiva y única: los migrantes son nacionales de una nación y ciudadanos
de un solo país. Desde el punto de vista de la sociedad emisora, se veía a los
que se iban como una pérdida en capital humano -fliga de cerebros-, en
ciudadanos y, sobre todo, en lealtades nacionales. Entretanto, en las socieda-
des receptoras se veía a los que Uegaban con desconfianza, por no ser miem-
bros de la nación. Por tal razón, para la sociedad receptora el objetivo central
es entonces convertirlos a su imagen y semejanza: "convertirse en america-
no, ser uno de los nuestros".
Consistente con el "nacionalismo metodológico", este modelo de análisis
dominante asume ruptura, antes que continuidad, entre origen y destino.
Esencialmente, se asume que los migrantes salen de una sociedad de origen
a una sociedad de destino de manera definitiva o temporal. Empero, cabe
anotar, la mayor parte de la hteratura especializada, desarroUada fundamen-

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

talmente en los países receptores del norte, se ha concentrado casi exclusiva-


mente en el estudio de la inmigración permanente o definitiva, mientras que
el estudio de la migración temporal, de retorno, o intermitente, no ha reci-
bido mayor mención. En el norte, no cabe duda, la preocupación central ha
sido, y es, estudiar y propiciar el proceso de asimilación -utilizando el len-
guaje de los Estados Unidos— o de integración —en el nuevo lenguaje de la
Unión Europea— de los inmigrantes definitivos a la sociedad receptora do-
minante, asumiendo como premisa básica que con el tiempo éstos abando-
narán su propia identidad nacional y los lazos y lealtades que los atan a sus
comunidades de origen, para abrazar aqueUos que los unen a su nueva "tie-
rra" (Alba y Nee, 1997; Gordon, 1964). Pero la persistencia de estas lealtades
a través del tiempo, se comprueba aún en el caso de los descendientes de los
inmigrantes europeos que arribaron a los Estados Unidos hace más de un
siglo, como es el caso irlandés'', o aquél de los hijos y nietos de los inmigrantes
del Este europeo, que en no pocos casos regresaron, o aportaron
financieramente, para contribuir a la liberación y/o defensa de su patria
ancestral al final de la Guerra Fría.
Algunas teorías que intentan explicar las causas y consecuencias de la
migración para los países emisores y receptores se han desarroUado bajo este
modelo de anáhsis (Gráfica 1). Aunque la hteratura es bastante fragmentada
se pueden identificar dos grandes escuelas de pensamiento. De una parte está
la perspectiva teórica del equihbrio, asociada con el funcionalismo en la
sociología y las teorías neohberales en la economía, la cual se fundamenta en
interpretaciones ahistóricas que enfatizan el equihbrio social sistémico y las
motivaciones basadas en el cálculo racional de costo-beneficio de los indivi-
duos que consideran emigrar. La visión alternativa, identificada con una pers-
pectiva histórico-estructural, conecta la migración laboral contemporánea

4. Esto se ha manifestado en el surgimiento de una importante migración de "retorno", desde


finales del siglo 20, de irlandeses de tercera y cuarta generación que en su mayoría nunca antes
habían pisado el suelo de Irlanda. ' <•

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

Gráfica 1. Teorías convencionales sobre la migración

Teorías Equilibrio Histórico-estructural

Origen de la Funcionalismo. Teoría • Sistema Mundial


migración económica
neoliberal. ' r i
Penetración

i
Push-puli
Intercambio
desigual
del centro en
la periferia.
Enganche laboral.
Oferta-demanda Redes sociales.
Mercado
migratorio Aumentar ^ ^
^obal. ejército de

Papel del
^'
Asimila ción
i
Suplementar
reserva.
Disciplinar
faerza laboral.
^r
Construcción
de redes
migrante en cultura ftierza laboral Base de mercado transnacionales.
la sociedad laboral
Integra Clon ^ ^ ^ escasa.
receptora segmentado.
social. Adquisición
Funció n en de capital Lucha de clases.
mercac o laboral. humano.

^,
i
Subsistencia ^ r
1 ' familiar. Crecimiento de
Efectos en la Diñisión de Transferencia Consumismo, la clase obrera
sociedad de valores y de ahorros y de Inflación transnacional.
origen actitudes capital humano.
modernas.

con las características inherentes al sistema jerárquico de producción de la


economía global a través del tiempo.Varias aproximaciones específicas den-
tro de estas dos perspectivas explican los orígenes de la migración, los patro-
nes de adaptación de los migrantes a la sociedad receptora y el efecto de la
migración sobre las sociedades emisoras.
El funcionalismo, dominante hasta mediados de la década de los 70, es
una de las perspectivas más antiguas en la sociología. Esta perspectiva ve el
mundo social en términos sistémicos y teleológicos. Cada sistema tiene ne-
cesidades y requisitos que deben ser satisfechos para asegurar la superviven-
cia del sistema mismo. Un supuesto subyacente en el funcionahsmo es que el

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

orden social es autorregulado y en equUibrio sistémico, el cual se alcanza y


mantiene a través de los intercambios entre los varios componentes del siste-
ma. Tales intercambios refiíerzan el orden social existente, promueven su
integración, y eventualmente pueden engendrar un sistema social más com-
plejo (Parsons, 1982, 1978). El énfasis en la taxonomía social, o en los tipos
ideales, Ueva a los teóricosfimcionaUstasa subrayar el equihbrio del sistema y la
homeostasis. El mundo social, en tanto sistema, es visto como constituido de
partes integradas, cada una Uenando requisitos del todo y, por tanto, mantenien-
do la normahdad y estabiUdad del sistema. Esta perspectiva tiene la tendencia de
obnubilar la distinción entre causa y fiínción generando tautologías.
Alineada con el anáhsis fiíncionalista en sociología, la teoría económica
neohberal asume que el capitahsmo es un sistema económico intrínsecamen-
te armonioso. Los trabajadores venden su fiaerza de trabajo y los empleadores
la compran. Al perseguir cada grupo sus propios intereses hace que automá-
ticamente se promuevan los intereses del otro. En equihbrio, todos terminan
en la mejor posición económica posible, de tal manera que nadie puede estar
mejor a menos que la posición de otro empeore. El concepto del capitalismo
como un sistema económico en equihbrio complementa la concepción so-
ciológica de sistema social propuesta por los funcionalistas, produciendo una
aproximación coherente para el estudio de la migración.
En este sentido, entre las varias explicaciones, tal vez la más popular con
relación a las causas de la migración es la teoría del Uamado push-puli, expul-
sión-atracción. Según este planteamiento teórico, los flujos laborales son un
resultado de condiciones económicas, pohticas y sociales adversas en las so-
ciedades de origen, las cuales actúan como factores que empujan a los mi-
grantes a salir: una suerte de fiaerza de expulsión. Esta fiíerza expulsora se
combina con factores de atracción -esto es, salarios más altos, mejor distri-
bución de ingresos, estabihdad política, igualdad de oportunidades, entre
otros-, en países de economías más avanzadas. En consecuencia, la combina-
ción de los factores de expulsión y atracción determina la dirección y tama-

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

ño de las corrientes migratorias. Esta aproximación tiende a asumir que los


inmigrantes provienen de los sectores más pobres de los países menos desa-
rroUados y que emigran hacia los lugares más avanzados como resultado de
las inequidades existentes entre países (Briggs, 1978; Lamm y Imhoff^ 1985;
Piore, 1979; Thomas, 1973).
Algunos economistas neoliberales presentan una variante de la aproxima-
ción arriba enunciada. Ven la migración como una respuesta racional de los
trabajadores a las señales del mercado. El efecto agregado de las decisiones de
individuos interesados en la maximización de sus ganancias determina tanto
la dirección como la estabilidad de los flujos migratorios a través del tiempo.
Usando la noción de la oferta ihmitada de mano de obra, afirman que las
corrientes migratorias dependen casi exclusivamente de la demanda de mano
de obra de los países receptores. Mientras tal demanda exista, la migración se
desarroUará. De acuerdo con esto, la migración laboral reduce las diferencias
y promueve el equilibrio en el mercado laboral global. Los ingresos diferen-
ciales entre los países del centro y la periferia le dan a los primeros una
"ventaja diferencial" sobre los últimos para iniciar o detener los flujos
migratorios (Thomas, 1973).
De otra parte, la perspectiva histórico-estructural, basada en el pensa-
miento marxista, antepone al planteamiento del equihbrio sistémico la no-
ción del conflicto continuo entre las diferentes clases y grupos sociales den-
tro del sistema como la fiaente mayor de cambio social. Por consiguiente, la
estructura de poder específica y la formación de clases de una sociedad dada
son producto de una serie de cambios sociales debidos a patrones de conflic-
tos anteriores. Más ampliamente, las relaciones sociales de producción preva-
lecientes determinan la formación de clases, que a su vez moldean el cambio
social. El estructuralismo histórico examina un amplio ámbito de asuntos
relacionados con la migración, incluyendo las fuerzas que definen el pro-
ceso de acumulación de capital, las redes sociales que apoyan la migra-
ción laboral, las relaciones económicas y políticas en los puestos de tra-

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

bajo, y los patrones de incorporación de los trabajadores migrantes den-


tro del mercado laboral.
Según esta proposición, el crecimiento de la migración laboral en las
economías avanzadas no puede ser exphcado como un mecanismo de res-
tauración del equihbrio, ni como un proceso bipolar a través del cual dos
áreas independientes e internamente integradas interactúan. Similarmente,
esta perspectiva rechaza la visión reduccionista de las decisiones migratorias
como cálculos "racionales" individuales en busca de ventaja económica en-
tre unidades geográficas separadas. Más específicamente, esta aproximación
crítica afirma que la teoría de expulsión-atracción es invariablemente aphca-
da post factum y, por lo tanto, es incapaz de predecir las diferencias en la
dirección y el tamaño de las corrientes migratorias entre grupos compara-
bles, o la variada propensión a emigrar entre distintos individuos dentro de
un país específico. Puede hasta cierto punto explicar el caso de los que ya
salieron, pero no nos puede decir de dónde saldrá la siguiente ola de migrantes.
En su lugar, el estructurahsmo histórico arguye que áreas emisoras y recepto-
ras forman parte de un mismo sistema mundial capitalista cuya división del
trabajo cambia —afectando la localización de la demanda y la oferta de la
fiíerza laboral- de acuerdo con la organización social de la acumulación de
capital a nivel global (Portes y Walton, 1981).
La penetración dehberada a través de la coerción militar, la inducción
económica, o la difijsión cultural, de las sociedades periféricas o subordina-
das por parte de las sociedades avanzadas crea desajustes estructurales inter-
nos en las primeras. Dichos desajustes, mas no las comparaciones individua-
les con sociedades más desarroUadas, son la causa real que subyace y sostiene
la migración laboral. Históricamente, los flujos migratorios estables han sido
ligados al grado de penetración cultural y económica previa por parte de la
sociedad receptora dentro de la sociedad emisora. El enganche de trabajadores
de áreas periféricas ha sido una estrategia común de los países del centro para
la expansión del sistema capitahsta mundial, método ampliamente usado en

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

casos tales como las cuencas del Caribe y del Mediterráneo, así como en el
caso de la migración de México y, más recientemente, en el caso de personal
altamente cahficado de la India y la China hacia los Estados Unidos. De igual
manera, flujos migratorios espontáneos han resultado también de las mismas
dinámicas macro estructurales en áreas einisoras periféricas. En tal sentido, la
migración responde a,y reproduce, desajustes estructurales dentro de, y entre
unidades independientes del sistema mundial.
Pero la migración, inicialmente generada por condiciones macro estructura-
les, se convierte en un proceso auto sostenido debido a las redes sociales que eUa
misma crea a través del tiempo. Estas redes abren canales para la entrada y asen-
tamiento de olas posteriores de migrantes. Famihares y amigos que permanecen
en las comunidades de origen se conectan así al proceso migratorio. Por tanto, las
posibihdades para los no migrantes de mudarse al exterior dependen en gran
medida de las conexiones que cada individuo tenga con tales redes. En el nivel
individual, la migración laboral se puede entender mejor como un proceso de
construcción de redes sociales, antes que como el mero proceso de transferencia
de mano de obra de tm lugar a otro. La existencia y persistencia de estas redes
transforma la migración bboral internacional en un proceso social estable, aún
después de que los factores estructurales que provocaron la emigración inicial se
han disipado (Grasmuck y Pessar, 1991; Massey et al., 1987; Portes y Bach, 1985).
De otra parte, contrario a las imágenes dominantes en las sociedades re-
ceptoras, no todos los migrantes son trabajadores no cahficados huyendo de
áreas golpeadas por la pobreza, como lo predicen las teorías hgadas a la pers-
pectiva del equihbrio. Además de trabajadores manuales, no calificados, por
lo menos tres tipos más de migrantes han sido identificados, a saber: profesio-
nales y científicos -fiíga de cerebros-, empresarios, y refugiados en busca de
asilo (Portes y Rumbaut, 1996). En tal sentido, es de esperarse que el modo
de incorporación laboral y adaptación sociocultural de los migrantes varia-
rán de acuerdo con el tipo de emigrante y con su aceptación por parte de la
sociedad receptora.

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

¿Cómo se da el proceso de incorporación según las teorías dominantes?


De acuerdo con la perspectiva económica ortodoxa, los inmigrantes son
enganchados/as de regiones con abundante mano de obra y escaso capital,
para satisfacer la demanda de economías en expansión y con escasez laboral.
Toda vez que la expansión económica promueve la movihdad ascendente de
los trabajadores, la escasez laboral se desarroUa en los niveles más bajos del
mercado laboral. Es aUí en donde la oferta de mano de obra inmigrante se
concentra. Con el paso del tiempo, asumen los proponentes de esta visión,
los trabajadores innúgrantes adquieren las capacidades sociolingüísticas, es-
colaridad y experiencia laboral y ascienden en la escala laboral, abriendo
espacio para los siguientes inmigrantes. Este constructo del proceso de in-
corporación como desarroUo unihneal es complementado por el modelo
fimcionahsta de asimilación social y cultural. Según esta última perspectiva,
los valores y normas culturales y sociales de los inmigrantes chocan en un co-
mienzo con aqueUos de la sociedad receptora. La asimilación de los inmigrantes
ocurre a través de la difiasión de valores y normas de la mayoría, y su subsiguiente
absorción por parte de los recién Uegados quienes así se acercan al grupo mayo-
ritario, dominante. Aunque este proceso puede tomar diferentes cursos y
tiempo para cada grupo inmigrante nacional -los que se construyen como
"étnicos" desde el punto de vista de la sociedad receptora—, se ve como una
tendencia sistémica e irreversible (Alba y Nee, 1997; Gordon, 1964).
La perspectiva histórico-estructural, de otra parte, cambia el enfoque del
análisis de la incorporación de los atributos individuales de los inmigrantes a
los factores estructurales que subyacen en el proceso laboral capitahsta. Su
incorporación en la base del mercado laboral es vista, en consecuencia con la
posición estructural, como ejército de reserva laboral, lo cual a su vez refiíerza
la fragmentación de la clase trabajadora. Los trabajadores extranjeros son
incorporados para reducir los costos laborales y para aliviar las disrupciones
que resultan de los ciclos económicos, los cambios tecnológicos, el desarro-
Uo desigual y la lucha de clases. Esto es, la mano de obra inmigrante común-

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

mente sirve como medio para disciplinar la mano de obra doméstica y ero-
sionar su organización. En contraste con la visión de un mercado laboral
unificado, presentada por la corriente ortodoxa neoliberal, la perspectiva his-
tórico-estructural afirma que en el capitalismo avanzado el régimen de acu-
mulación de capital ha generado una economía fragmentada, formada por
un segmento monopólico -central o primario— y un segmento competitivo
-periférico o secundario-. Las grandes compañías monopóhcas acumulan
un poder desproporcionado a través de su control de diferentes etapas de
producción y distribución, su concentración de capacidades de investigación
y desarroUo, sus mercados de alcance global y su cercana relación con el
Estado. Entretanto, las firmas periféricas encaran una dependencia tecnoló-
gica constante, falta de capital, y una competencia feroz dentro de mercados
locales y nacionales, lo cual las deja en una posición de desventaja en el
mercado (Edwards, 1979).
Esta segmentación económica genera un mercado laboral y salarial igual-
mente segmentado. La movihdad laboral ocurre dentro de cada segmento,
antes que entre segmentos del mercado laboral. Los puestos en el segmento
primario tienden a ser bien pagados, estables, sindicalizados, calificados, y
con posibilidades de ascenso laboral. AqueUos en el segmento secundario
tienden a ser mal pagados, inestables, no —o casi nunca— sindicahzados, no
calificados o semicalificados, e imphcan duras condiciones laborales y pocas
posibihdades de ascenso. Las minorías étnicas y raciales, incluyendo a los
inmigrantes del sur, se concentran en el segmento secundario (Portes y Bach,
1985).
Pero como se indicó arriba, la heterogeneidad social de los inmigrantes es
significativa y su modo de incorporación también varía. Portes y Rumbaut
(1996) arguyen que, independientemente de las diferencias socioculturales
entre grupos, los inmigrantes que ocupan una posición social similar com-
parten también múltiples características y tienden a experimentar patrones
semejantes de adaptación en la sociedad receptora. Por tanto, es de esperarse

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO .X.X

que el proceso de adaptación de profesionales y empresarios, por ejemplo,


sea diferente de aquel de sus compatriotas que son trabajadores no cahfica-
dos. Del mismo modo, profesionales inmigrantes de clase media tendrán más
en común con otros profesionales de otra nacionalidad que con sus mismos
connacionales en posiciones de clase más bajas. Así las cosas, la descripción
de la incorporación en el segmento secundario del mercado laboral debe
aphcarse principalmente a los trabajadores irmiigrantes no calificados y no
generahzarse a todos los inmigrantes indiscriminadamente. Por eUo, Portes y
Rumbaut agregan una tercera alternativa de incorporación laboral, además
de la posible integración como asalariados en los sectores primario y secun-
dario: el autoempleo.
Para resumir, según este punto de vista el modo de incorporación especí-
fico que el inmigrante experimenta está determinado por sus conexiones a
las redes sociales relacionadas con la migración, por sus propias características
personales -capital humano, motivación- y recursos materiales, y, desde lue-
go, por la estructura de oportunidades de, y la manera como sea percibido
por la sociedad receptora. En contraste con la asimilación sociocultural uni-
lineal, los planteamientos asociados con la perspectiva histórico-estructural
enfatizan que el comportamiento de los inmigrantes puede generar reaccio-
nes hostiles de la sociedad receptora. Tales reacciones negativas refiaerzan,
antes que superan, los valores étnicos y la sohdaridad interna del grupo, y la
adopción de los patrones socioculturales dominantes. Similarmente, el me-
joramiento sociolingüístico resulta en una mayor habilidad para detectar la
discriminación, lo cual refuerza, antes que debilita, la sohdaridad étnica y los
valores culturales originales. La sohdaridad étnica habihta a algunos inmigrantes
para resistir su incorporación en la base del sector secundario del mercado
laboral, y permite la creación de modos alternativos de integración tales
como el autoempleo y las empresas étnicas, esto es, aqueUas cuyos propieta-
rios y empleados tienden a ser del mismo grupo de origen étnico nacional y
sirven a un mercado coétnico o al mercado abierto en general.

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

¿Cómo se interpreta el efecto de la emigración en los países de origen?


La teoría neoclásica presenta la visión más favorable sobre la relación entre la
migración laboral internacional y el desarroUo de las comunidades de ori-
gen. Tal como sucede con el flujo de mercancías, se arguye desde esta pers-
pectiva que la migración laboral beneficia tanto a los países emisores como a
los receptores. La migración beneficia a los países emisores porque las remesas
que los migrantes envían se convierten en capital de inversión, ayudan a la
balanza de pagos y estimulan la demanda de productos y servicios produci-
dos localmente. A su vez, al regresar, se supone que los migrantes ponen los
conocimientos, destrezas y habihdades tecnológicas que aprendieron en el
exterior al servicio de la economía local, inyectándola con un nuevo dina-
mismo. La migración es una inversión de la que los países pobres reciben
altos dividendos. Consecuentemente, las pohticas que restrinjan la migra-
ción a los países capitalistas avanzados erosionan las perspectivas de desarro-
Uo de los países periféricos (Aggarwal y Khera, 1987; Ketkar y Ratha, 2001).
Más aún, algunos autores y entidades financieras multilaterales, tales como el
Banco Interamericano de DesarroUo, el Fondo Monetario Internacional y,
últimamente, el Banco Mundial, sostienen que políticas migratorias restric-
tivas pueden tener efectos calamitosos para regiones tales como Centro y
Sur América y el Caribe en donde, para muchos países, las remesas de los
trabajadores en el exterior se han convertido en el recurso más importante
de capital extranjero.
Varios autores han usado la perspectiva teórica de la modernización para
examinar la transmisión de conocimientos y habihdades técnicas de los
migrantes a sus países de origen. Argumentan que la adopción de valores y
tecnología occidental y la importación de patrones educativos y capital occi-
dentales y demás, son todos canales importantes para la transmisión de m o -
dernidad a sociedades más tradicionales. Esta perspectiva ha sido abrazada
por algunos economistas y sociólogos ortodoxos en el sur, quienes conside-
ran que los/as migrantes hacia países más desarroUados resultan ser portado-

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MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO X.X

res activos de dicha influencia modernizante (véase, por ejemplo, Moya Pons,
1986).
Sin embargo, pocos estudios empíricos han encontrado clara evidencia
que apoye la presencia de tan positivos efectos de la emigración en las comu-
nidades emisoras. La mayoría de las investigaciones en el Medio Este,Améri-
ca Latina y el Caribe han rechazado tales predicciones. De acuerdo con estos
haUazgos, la especulación con los precios de la tierra, la dependencia en las
remesas enviadas desde el exterior y el ausentismo de los propietarios de
tierra son factores generados por la migración, que contribuyen a la aguda
caída en la producción agrícola en las comunidades emisoras (Grasmuck y
Pessar, 1991). Estos estudios han concluido, de manera casi unánime, que tan
solo una pequeña porción de las remesas y ahorros de los migrantes es dedi-
cada a actividades productivas en las comunidades emisoras: la mayor parte
de las remesas se destinan a la subsistencia famihar. Una vez que las necesida-
des de la famiha son satisfechas, el mejoramiento o compra de casa y la
adquisición de electrodomésticos modernos, la mayoría de ellos importados,
son las prioridades más comunes para los migrantes y sus familias. En resu-
men, las remesas y regalos de los parientes residentes en el exterior transfor-
man los patrones de consumo y los estilos de vida de sus familias, cuyas
preferencias tienden entonces a alejarse de bienes producidos localmente. El
creciente poder de compra de bienes escasos y costosos, se alega entonces,
puede sólo producir precios más altos y tener efectos negativos sobre la ba-
lanza de pagos de estas economías. . 1
Y en los casos en que los migrantes invierten en negocios, dichos estudios
coinciden en señalar que éstos tienden a ser improductivos y concentrados
en micro empresas comerciales -tiendas y graneros populares- y de servicios
personales. Típicamente son administrados por parientes o por migrantes
retornados, emplean miembros del grupo familiar y, por lo general, no gene-
ran suficiente ingreso para mantener a la familia. Esta situación hace que la
reemigración, la migración cíchca o la emigración de más personas sean una

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LUIS EDUARDO GUARNIZO

necesidad inevitable. En conclusión, los patrones de inversión y consumo


desarroUados a cuenta de la migración, transforman las estructuras sociales y
económicas de las comunidades de origen. Estas transformaciones alteran las
expectativas y patrones de consumo de la comunidad y agudizan la sesgada
distribución de ingresos a favor de aqueUas famihas con miembros viviendo
en el exterior, en desmedro de aqueUas que no tienen tal conexión. Puesto
que las nuevas expectativas y patrones de consumo no pueden ser satisfechas
dentro de las condiciones estructurales existentes, la migración se erige como
el más idóneo vehículo de ascenso social. Como resultado, la migración de
aqueUos con las conexiones sociales necesarias y los medios económicos
requeridos aumenta. De aquí se puede inferir que a mayor número de emi-
grantes en una comunidad, mayores serán las posibihdades de que los no
migrantes comiencen a emigrar. De nuevo, el anáhsis crítico enfatiza que la
migración es un proceso que se auto-reproduce y que contribuye al bienes-
tar económico de las familias migrantes en detrimento del desarroUo general
de las comunidades emisoras.

La perspectiva tiansnacional

Al cierre de la década de los 1980 surge una interpretación alternativa


del proceso migratorio: la perspectiva transnacional. Esta visión emerge
como resultado de la intersección de varios factores, a saber: (1) cambios
epistémicos en las ciencias sociales, (2) transformaciones y creciente im-
portancia de ciertos comportamientos que afectan el patrón migratorio
contemporáneo, y (3) alteraciones en el contexto político, económico y
tecnológico mundial que generan oportunidades novedosas y permiten
el mantenimiento y la expansión de viejas prácticas asociadas con la mi-
gración a larga distancia.

8c
MlCBACIÓN. G L O B A L I Z A C I Ó N Y SOCIEDAD; TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO X X

Combinando elementos anahticos de la perspectiva histórico-estructural


y de la sociología económica moderna, esta nueva corriente ha engendrado
una visión alterna de cómo se ve y estudia el proceso migratorio^. Estos
cambios, a su vez, han redundado en una transformación paradigmática en el
campo de los estudios migratorios. La perspectiva transnacional no concibe
la migración como un proceso dicotómico -unidireccional o bidireccional—
ni ve el proceso migratorio y sus consecuencias como resultado de decisio-
nes individuahstas de maximización de ganancias y recursos personales, de
migrantes desconectados de su medio ambiente social. Más bien, lo entiende
como un proceso dinámico de construcción y reconstrucción de redes so-
ciales que estructuran la movilidad espacial y la vida laboral, social, cultural y
pohtica tanto de la población migrante como de familiares, amigos y comu-
nidades en los países de origen y destino, o destinos (Gráfica 2).
Apoyada en principios analíticos de la sociología económica, desde esta
perspectiva se argumenta que la decisión de emigrar y el destino escogido,
así como el modo de incorporación laboral y social en la sociedad receptora,
y las posibles relaciones que el/la migrante mantengan desde el exterior con
el terruño a través del tiempo, no son sólo tomas de decisión individuales
autónomas -voluntarismo individuahsta—, o simples resultados de condicio-
nes estructurales —determinismo estructurahsta sin agencia social— a las que
el individuo meramente responde. Por el contrario, éstos son procesos enrai-
zados en (embedded), y por tanto condicionados por múltiples estructuras
sociales, económicas y políticas que van desde el nivel micro estructural
-esto es, relaciones y obhgaciones con famihares y relacionados—, al mezzo

5. La hteranira sobre la transnacionalidad migratoria es abundante yfi-agmentada.En ese senti-


do, no existe un consenso sobre la definición del campo y sus determinantes. Sin embargo, las
diferentes variantes analíticas de la transnacionalidad comparten muchos de los elementos que se
introducen en esta sección. Para una revisión de algunas de las variantes transnacionales véase:
Guarnizo y Smith. 1998; Portes, Guarnizo y Landolt, 1999; y el número especial sobre migración
transnacional de la International Migration Review (vol. 37. número 3, 2003). •"

8i
L U I S EDDAKDO GUAENIZO cüjaojT iojLamjos ^ ¡mEaMjJMt -Í=i ./yVt tfíl^i.t-^

Gráfica 2. Ei modelo de análisis transnaciona!

^imtíwrn n

estructural -relaciones y obligaciones comunitarias e institucionales-, al macro


estructural -contextos de origen y destino de nivel estatal, económico, polí-
tico y sociocultural-.
" Pero al niismo tiempo, así como los procesos migratorios son condiciona-
dos, potenciados y/o debilitados por su enraizamiento social (social embed-
dedness), de manera dialéctica estos procesos, a su vez, afectan los factores
micro, mezzo y macro estructurales que condicionaron y originaron la mi-
gración en la primera instancia. ^'^ ^™ ••-^—-^ .-— - • .-..,,,.. •-•
*- Dependiendo de la relación históricamente determinada entre los facto-
res micro, mezzo y macro estructurales, la migración resultará ser: bien una
válvula de escape para aliviar la pobreza o librarse de la opresión o inestabi-

M
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN V SOCIEDAD; TEORÍAS V TENDENCIAS EN EL SIGLO .XX

hdad política; bien una estrategia familiar para superar la falta de oportunida-
des económicas y políticas; o bien una fuerza transformadora que coadyuve
al desarroUo por medio de la transferencia de capital y tecnología. Por su
particular énfasis en los contextos sociales en los cuales la migración está
enraizada, la influencia de la sociología económica en la perspectiva trans-
nacional trae de nuevo la organización social local, esto es, en el origen y en
el lugar de destino, al centro del análisis. Según la perspectiva transnacional,
los migrantes no necesariamente rompen sus lazos identitarios, sociales, po-
líticos, culturales y económicos con sus tierras de origen. Estas relaciones se
mantienen a larga distancia, haciendo posible que los que se fijeron sigan partici-
pando en procesos famihares y comunitarios a niveles múltiples con los que se
quedaron, haciendo a estos últimos parte activa del vivir transnacional.
Para el modelo de análisis dicotómico convencional, las identidades múl-
tiples, las lealtades compartidas, y la posibilidad de vivir transnacionalmente
son consideradas simplemente como pasajeras, o no son reconocidas y, en
general, son vistas con sospecha y parecen no merecer ser estudiadas. Es
decir, desde el punto de vista asimilacionista, no se considera el persistente
poder que las estructuras socioculturales y pohticas del origen ejercen sobre
los migrantes y en el que la migración está enraizada; se ignora así la fuerza
tenaz de los lazos socioculturales, tales como la lealtad familiar y comunitaria
y el nacionahsmo de larga distancia, en el devenir de la vida de los/as migrantes,
aún entre aqueUos que se "asimilan" a la nueva sociedad de acogida.
En contraste con esta visión, desde el punto de vista transnacional la iden-
tidad del/a migrante no es unívoca y exclusiva, y su movimiento no es sola-
mente unidireccional, aunque es usual que una insignificante minoría de
migrantes viaje sin pasaje de retorno y se empeñe en la anmesia de sus
orígenes. Sin embargo, muchos migrantes a menudo se asientan e integran a
la sociedad receptora y, al mismo tiempo, mantienen arraigados y significati-
vos lazos que los unen con sus orígenes. Desde esta perspectiva, entonces, la
migración se concibe como múltiples desplazamientos espaciales, sociales.

8.3
LUIS EDUARDO GUARNIZO

laborales, culturales y pohticos; es un ir y venir que incluye no sólo la movi-


lidad espacial de personas, sino también el constante intercambio
transfronterizo de recursos y discursos, prácticas y símbolos sociales, cultura-
les, económicos, políticos y demás, que engendra la formación e intercep-
ción de diversas identidades y posturas socioculturales del sujeto migratorio.
Esta pohmórfica maraña de intercambios genera un campo de acción social
que se denomina campo de acción transnacional (Gráfica 2).
Ahora bien, a diferencia del planteamiento metodológico dicotómico
(un origen y un destino), en su intento de superar la camisa de fijerza del
nacionalismo metodológico el análisis transnacional extiende su mirada más
aUá de la triUada dicotomía binacional, lo cual permite incorporar en el
anáhsis más de un destino: el modelo de movilidad dominante a nivel global
entre los migrantes contemporáneos (Gráfica 2).
Como lo Uustra la gráfica 2, el modelo de movilidad implícito en la for-
mación social transnacional genera un trío de percepciones y relaciones en
diversos niveles o escalas geográficas. Una primera madeja de relaciones es la
que se da entre la locahdad de origen y cada localidad específica en el exte-
rior, lo que algunos hemos dado en Uamar: translocahdad (Guarnizo y Smith,
1998). Un segundo grupo lo forman las relaciones establecidas entre los
diferentes destinos en el exterior. El tercer conjunto de relaciones son aque-
Uas establecidas entre la nación-Estado territorial y el conjunto total de con-
nacionales radicados fiaera del territorio nacional, relaciones más propia-
mente Uamadas transnacionales, en tanto son las generadas por unidades
agregadas en el nivel nacional, esto es, entre el Estado-nación de origen y los
múltiples asentamientos de connacionales residentes en países extranjeros.
Este conjunto tripartito de relaciones transfronterizas es lo que denomi-
no una "formación social transnacional". Es un tipo de organización social
que supera las limitaciones impuestas por la juridicidad territorial, circuns-
crita por los límites geográficos del país nacional. La formación social
transnacional impUca que la producción, transformación y reproducción de

84
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

las matrices de poder económico, pohtico, social y cultural del país tienen
lugar en un dilatado espacio social transfronterizo, que incluye uno o más
Estados-nación extranjeros.
Desde una perspectiva transnacional, entonces, la migración implica no
solamente el traslado de personas productivas de un país a otro, sino la exten-
sión de la formación social nacional más aUá de las fronteras por la movüidad
de actores sociales, no ya mera mano de obra, sino ciudadanos que acarrean
sus culturas, tendencias pohticas y lealtades específicas hgadas a su origen. La
interacción entre origen y destinos así percibida produce, reproduce y puede
potencialmente transformar las matrices de poder real y simbóhco, de iden-
tificación y membresía de la formación de origen. Puesto en términos empí-
ricos, los colombianos que viven ligados al país no sólo mantienen y desarro-
Uan sus prácticas y discursos culturales e identitarios en el exterior - n o sólo
exportan colombianidad-, sino que en su misma práctica y relación con el
país territorial, contribuyen a su transformación. N o sólo demandan y con-
sumen cultura colombiana: música, danza, comida y demás, sino que al ha-
cerlo, le cambian sus significados, transforman sus formas y contenidos en el
proceso de localización y traducción de la cultura colombiana al contexto
donde residen en el exterior (Montoya, 2004). En muchos casos, las prácticas
y discursos culturales asi transformados son reexportados de vuelta al país de
origen en forma de patrones de consumo, arreglos familiares, relaciones de
género, preferencias gastronómicas, etcétera.
En resumen, la perspectiva transnacional es una visión fresca de prácticas,
algunas novedosas, otras preexistentes, que habían escapado al ojo de los/as
investigadores sociales obnubilados/as por el nacionahsmo metodológico.
En ese sentido, la perspectiva transnacional presenta una interpretación más
compleja, aunque menos precisa y categórica, del proceso migratorio, que
aqueUas que emanan de las visiones tradicionales arriba descritas. Es una
perspectiva más sensible a los efectos del enraizamiento contextual múltiple
en el que la migración se origina, crece y se consolida, o se contrae y cesa. Es

8,rr
LUIS EDUARDO GUARNIZO

una perspectiva que se preocupa no sólo por lo que pasa en el norte de


llegada, sino en el sur del origen.
Pero, ¿cuáles son específicamente las actividades que los migrantes man-
tienen con sus lugares de origen? Más aún, ¿cuáles son las imphcaciones
teóricas y prácticas para las sociedades involucradas? Las siguientes dos sec-
ciones abordan estas preguntas, respectivamente.

Sobre la acción traiisnacional

La perspectiva transnacional emerge, en gran parte, como resultado de dos


fenómenos observados inicialmente por antropólogos de la migración inter-
nacional desde finales del siglo pasado. Primero, la aparente expansión y
generahzación de prácticas transnacionales desde abajo, es decir, la adopción
de prácticas y relaciones que mantienen a los migrantes contemporáneos
conectados con sus tierras de origen (Glick SchiUer, 1999; Morawska 2001)*.
El segundo fenómeno es el auge de nuevas pohticas oficiales y arreglos cons-
titucionales adoptados por un número creciente de Estados emisores que
legitiman, facilitan y promueven dichas conexiones transnacionales. El obje-
tivo inmediato de estos Estados es la reincorporación de los connacionales
que residen en el exterior al proyecto nacional. Estas iniciativas oficiales han
sido generadas, en gran parte, por la súbita importancia macroeconómica de
las transferencias monetarias (remesas) de los migrantes y, en no pocos casos,
por su aparente peso político, bien como abogados de los intereses de Estado
ante los Estados receptores en el norte, o por el potencial apoyo a distancia

6. Muchas de estas prácticas se habían observado históricamente entre migrantes internaciona-


les, pero no habían sido objeto de estudio hasta el surgimiento de la perspectiva transnacional
(Guarnizo y Smith, 1998).

86
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCUS EN EL SIGLO XX

que los migrantes pueden brindar a causas o procesos políticos en la arena


nacional.
Entre los nuevos arreglos transnacionales de Estado se incluyen, entre
otros, la aprobación unilateral del derecho de ciudadanía dual, esto es, el
derecho a adquirir una nueva ciudadanía sin perder la original; el diseño de
programas especiales para fomentar una vinculación estable y duradera en el
ámbito político, social, económico y cultural de los/as migrantes con el país
y sus locahdades de origen: derecho al voto desde el exterior, promoción de
la inversión privada y apoyo a proyectos comunales locales, promoción de la
cultura nacional entre los migrantes en el exterior. Países como Colombia,
México y El Salvador se han erigido en hderes en este terreno, con progra-
mas de nivel ministerial para el apoyo y promoción de las comunidades de
connacionales en el exterior. Empero, en la última década muchos otros
países latinoamericanos que han experimentado un aumento inusitado en su
población emigrante, han optado también por esta ruta transnacional. En
este sentido, los Estados latinoamericanos han usado disímiles arreglos
institucionales para faciUtar la movilidad, protección y promoción de la inte-
gración de los migrantes.Tales arreglos van desde intentos de inclusión —que
no pasan de ser simplemente discursivos, como en el caso de la Repúbhca
Dominicana—, o el otorgamiento de derechos ciudadanos plenos a los resi-
dentes en el exterior -pero cuyos incentivos fiscales o económicos para ha-
cerlos efectivos son marginales, como en el caso de Colombia—, hasta los
programas que combinan la formahzación institucional oficial, las prácticas
discursivas y simbóhcas oficiales que reconocen las contribuciones de los
migrantes, y generosos presupuestos del orden nacional, subregional y local
como en el caso de México (Goldring, 2002; Guarnizo, 1998. Sobre la pro-
moción de la participación pohtica transnacional, véase. Calderón Chehus,
2003; Guarnizo, Portes y HaUer, 2003; Guarnizo, 2001).
De otra parte, múltiples estudios en los Estados Unidos y en Europa oc-
cidental han documentado el alcance de las relaciones que los migrantes

87
LUIS EDUARDO GUARNIZO

mantienen en el nivel microsocial con sus sociedades de origen. Estas rela-


ciones varían según el alcance planeado de la acción, la frecuencia y conte-
nido para los actores sociales involucrados, las circunstancias migratorias del
grupo, las relaciones entre los países de origen y destino y los contextos de
incorporación en el exterior y en el país de origen. El alcance deseado de la
acción transnacional varía desde aqueUas acciones que responden a lealtades
u obligaciones personales e íntimas, como por ejemplo la transferencia de
remesas monetarias y no monetarias a famihares en el país de origen, hasta
las que aunque provocadas por intereses -pecuniarios, pohticos o sociales—
personales pretenden afectar ámbitos más amphos de la esfera púbhca en la
localidad o país de origen. Ejemplos de éstas incluyen actividades tales como
apoyar y/o participar en proyectos de desarroUo local, o en campañas o ac-
ciones pohticas en respaldo u oposición al status quo. Desde el punto de vista
sociológico es importante establecer la frecuencia con la que el/la migrante
reahza estas acciones. Es posible que la frecuencia varíe desde actividades
ejecutadas habitualmente como parte integral de la vida social regular de los
migrantes, hasta aqueUas que éstos efectúan tan sólo esporádicamente, o en
tiempos de crisis o tensión social. Esta dimensión, la frecuencia de la acción,
es importante anahticamente en tanto establecimiento de un campo social
de acción, pues aunque toda actividad transnacional cuenta, tan sólo aqueUas
que se realizan habitualmente pueden Uegar a generar una densidad y relati-
va estabihdad de interrelaciones que den forma a un campo social que pese
socialmente y como tal justifique su estudio.
Independientemente del alcance, contenido y frecuencia del actuar
transnacional, su importancia e impacto son moldeados por las circunstan-
cias migratorias de los/as migrantes, los contextos de incorporación en el
exterior y en el país de origen y las relaciones oficiales entre origen y desti-
no. Obviamente, el mantenimiento de lazos estables transfronterizos requie-
re de múltiples recursos materiales, sociales, simbólicos, cuya disponibilidad
está sujeta al origen social de los migrantes, sus circunstancias de sahda y

88
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

modo de incorporación en el lugar de recepción. Por ejemplo, la persona


bien conectada con redes sociales migratorias de información y apoyo, y
dotada de recursos financieros suficientes para sahr y eventualmente regresar,
tendrá más posibihdades de mantener relaciones de larga distancia con su
terruño que aqueUos que emigran con carencia de tales medios. Igualmente,
partir en busca de mejores horizontes económicos y salir huyendo de la
represión o la inestabihdad política son dos circunstancias migratorias que
producen resultados diferentes en cuanto a la probabUidad y tipo de contac-
to transnacional que el/la migrante pueda establecer desde aftiera. Algo simi-
lar ocurre entre aqueUos que logran tener éxito en su nueva tierra y quienes
a duras penas pueden sobrevivir.
Otra dimensión de la alta susceptibilidad contextual del vivir transna-
cional tiene que ver con las políticas de Estado. Al implicar el cruce
constante de los límites geográficos, políticos y jurisdiccionales de terri-
torios controlados por los Estados de origen y residencia, las transaccio-
nes y relaciones transfronterizas son particularmente sensibles a los cam-
bios en las relaciones entre estos Estados y a las transformaciones de sus
políticas, las cuales pueden convertir el vivir transnacional, de un pluma-
zo, de práctica inocua y aceptable en ilícita, punible y sujeta al escrutinio,
control y represión oficial.
Este enraizamiento histórico en las condiciones específicas de relaciones
de poder estatal y social del vivir transnacional explica, por ejemplo, cómo
bajo ciertas condiciones el Uevar una vida que se desenvuelve a través de
fronteras nacionales puede Uegar a ser más o menos extendida, más o menos
popularizada entre miembros de la primera y subsiguientes generaciones de
migrantes, mientras que en otras circunstancias puede cesar de existir o ser
reducida a un campo de acción dominado por un grupo pequeño, exclusivo
de cosmopohtas (Guarnizo, 2003).
Este complejo cúmulo de relaciones que conectan a los migrantes en el
norte con sus orígenes en el sur contrasta con el punto de vista convenció-

89
LUIS EDUARDO GUARNIZO

nal, que cuando analiza el efecto de la migración en el origen se enfoca


exclusivamente en los recursos que fluyen del norte al sur, particularmente
en las transferencias monetarias que los migrantes envían a sus familiares y,
en menor medida, en su apoyo al desarroUo comunitario y al traslado de
destrezas productivas y valores "modernos". La perspectiva transnacional pone
al frente otros vínculos y procesos importantes generados por el vivir
transnacional de los emigrantes. De hecho, los efectos económicos de la
emigración son mucho más complejos y multidireccionales que las tan men-
tadas transferencias económicas unidireccionales norte-sur. El vivir
transnacional genera demandas de bienes y servicios que actúan como agen-
tes multiphcadores que engendran una compleja gama de vínculos econó-
micos en ambos sentidos, que son capturados por actores migrantes y no-
migrantes e incluyen al Estado y al capital corporativo, además de pequeñas
empresas en los países involucrados. Así las cosas, los recursos de los emigran-
tes no sólo fluyen en dirección norte-sur sino también sur-norte y norte-
norte. La gráfica 3 presenta una tipología heurística que üustra la compleji-
dad de estos vínculos y su multidireccionahdad.
El vivir transnacional engendra dos tipos principales de procesos. Primero
están los procesos asociados con el deseo de los emigrantes de reproducir
prácticas y cosmmbres culturales para mantener sus identidades locales, re-
gionales y nacionales, así como su ambiente social en el extranjero. El deseo
de los migrantes de seguir viviendo, digamos, como donmatieños —de Don
Matías, Antioquia, en la región paisa del occidente colombiano—, como
antioqueños, como paisas, y como colombianos mientras residen en Boston,
Massachusetts, genera una demanda considerable de bienes y servicios de su
localidad y país de origen. El comer y beber alimentos y bebidas de la tierra
natal o escuchar y bailar "auténtica" música nacional se hace normativo, se
convierten en "lo que hay que hacer" entre muchas poblaciones inmigrantes,
especialmente entre aqueUas que viven segregadas en enclaves étnicos resi-
denciales, como, incidentalmente, es el caso de los donmatieños en el Este de

90
M I G R A C I Ó N , GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

Boston; o de los banUejos —de Bani, República Dominicana- en Jamaica


Plain, en la misma ciudad; o cibaeños dominicanos en Washington Heights,
Manhattan (Itzigsohn y Saucedo, 2002).
Esta demanda es servida por grandes corporaciones nacionales -como en
el caso de las bebidas y algunos alimentos procesados- y medianos y peque-
ños negocios del lugar de origen, para quienes sus compatriotas en el extran-
jero son una extensión de su mercado nacional. El lenguaje nacionahsta, que
esenciahza y deifica la identidad y prácticas patrias, es el mortero que conso-
hda esta demanda y genera un mercado cautivo de consumidores con un
poder adquisitivo mayor que el de sus compatriotas en el país de origen. De
)(^ta manera, inintencionadamente, la demanda de cosas sirve de puente para
que los productores nacionales, no sólo grandes corporaciones, transnacio-
nahcen sus operaciones, una posibilidad impensable para la mayoría de estas
empresas sin la presencia de los emigrantes en ultramar (Guarnizo, 2003).
El segundo conjunto de procesos generados por el vivir transnacional
tiene que ver con el mantenimiento de relaciones y compromisos sociales,
económicos y pohticos, más o menos estables, con la sociedad de origen. El
mantenimiento de estas relaciones y compromisos genera una considerable
demanda de servicios de comunicación y transporte, en general bajo el con-
trol de grandes corporaciones multinacionales, aunque a menudo los servi-
cios son proveídos a través de la economía étnica, esto es, el sector económi-
co formado por empresas pequeñas y medianas de propiedad de connacionales
en el país receptor.^ Muchos anahstas dan el mérito del tremendo incremen-
to de las actividades transnacionales desde abajo, observadas durante las últi-
mas tres décadas, precisamente a las innovaciones tecnológicas en los medios
de comunicación y de transporte. Pero la relación entre transnacionalidad
desde abajo y tecnología va en ambas direcciones. De hecho, las tendencias

7. Las principales actividades en este ramo incluyen servicios de telefonía internacional, cafes
Internet, envío de remesas y encomiendas, y la venta de pasajes aéreos.

91
LUIS EDUABDO GUARNIZO

Gráfica 3. Efectos macroeconómicos del vivir transnacional


de los migrantes contemporáneos
N
Consumo de ahmentos y
Envíos remesas. servicios nacionales:
Inversiones comerciales.
• Aumentos, bebidas
Llamadas.
• Ropa, confecciones.
Viajes.
• Música, danza, arte.
Encomiendas.
• Información.

t
CORPORACIONES MULTINACIONALES
ECONOMÍA ÉTNICA

Subsistencia familiar. Trasnacionalización de productores.


Expansión del mercado nacional.
Inversión negocios.
Expansión del mercado laboral.
Ayuda comunitaria.
Valores culturales.
Conocimiento/destrezas. EstabiUdad macroeconómica.
Tecnología. Mejoramiento capacidad crediticia,
reposicionamiento en mercado de
crédito internacional.
Subsidio reformas neohberales.

económicas y de mercadeo señalan que entre los segmentos de más rápido


crecimiento en la telefonía, el transporte aéreo y las industrias financieras
están precisamente las Uamadas internacionales de larga distancia, el denomi-
nado turismo étnico y el envío privado de dinero, reaUzado por emigrantes
(Halter,2001).
¿Pero qué tan significativas son realmente todas estas transacciones y rela-
ciones transnacionales desde abajo? ¿Qué tan comunes son y quiénes las

92
MIGRACIÓN, GLOBAUZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

realizan? Un copioso número de estudios etnográficos ha documentado la


existencia del campo de acción transnacional desde abajo; empero, no dan
cifras sobre el volumen o proporción de participación entre los migrantes. La
evidencia etnográfica es hmitada por razones metodológico-epistemológicas,
lo que hace que sus haUazgos no puedan generalizarse.** Además de las hmi-
taciones de la evidencia existente, desde la perspectiva asimüacionista se ha
argüido que las prácticas transnacionales son el dominio de aqueUos inmi-
grantes más recientes, menos prósperos y, en general, menos asimilados o
inasimilables. Según este raciocinio, sería precisamente este tipo de migrantes
marginales para la sociedad receptora quienes encontrarían en un persistente
apego a su origen, un refugio y escape de su marginalidad en el exterior.
Desde esta perspectiva, entonces, se espera que el compromiso transnacional
sea cosa de la primera generación ahenada, mas no de sus descendientes
quienes se asimilarán a la sociedad de acogida. Sin embargo, como veremos a
continuación, artículos recientemente publicados que miden cuantitativa-
mente ciertas dimensiones del proceso transnacional contradicen tal percep-
ción, por lo menos en el caso de la primera generación de migrantes. Aún
queda por estudiarse el caso de las generaciones siguientes, aunque la evi-
dencia etnográfica y periodística existente tiende a apoyar la idea de que la
transnacionahdad sobrevive la generación migrante pionera, así sus tasas de
participación sean decrecientes. De nuevo, todo depende del contexto en el
que el fenómeno tenga lugar, el cual puede ser favorable, desfavorable, o
neutral, para que éste florezca. i •

8. Irónicamente, una vasta mayoría de estudios transnacionales comparten con la perspectiva


convencional el usar una dimensión del modelo dicotómico, a saber: el estudiar la migración como
un proceso que tiene lugar entre un origen y un solo destino. De hecho, la mayoría de los trabajos
etnográficos existentes son estudios de caso enfocados en las prácticas transnacionales de migrantes
oriundos del inismo lugar, usualmente rural, y que han emigrado a un mismo destino en cl exterior
(para excepciones, véase, Ostergaard-Nielsen, 2001; Salazar Parreñas, 2001).

93
LUIS EDUARDO GUARNIZO

En los dos últimos años se han pubhcado los resultados del primer estudio
comparativo que ha intentado cuantificar la escala y especificar las determi-
nantes de las prácticas transnacionales económicas, pohticas y socioculturales
de tres grupos de inmigrantes en los Estados Unidos (Guarnizo, Portes y
HaUer, 2003; Itzigsohn y Saucedo, 2002; Portes, HaUer y Guarnizo, 2002). El
estudio reporta importantes tendencias, identificando las determinantes, es-
cala y extensión del fenómeno transnacional entre inmigrantes colombianos,
dominicanos y salvadoreños, en cinco áreas metropohtanas estadounidenses.
Resalta, ante todo, la variación significativa entre y dentro de estos tres gru-
pos en cuanto al tipo de actividades, intensidad y nivel de participación de
los migrantes en interacciones transnacionales. Contrario a las expectativas
de los críticos del campo transnacional, el estudio indica que, en términos
generales, los migrantes que habitualmente adelantan transacciones, relacio-
nes y comunicaciones con sus lugares de origen no son los más recientes ni
los más pobres, o para seguir el argumento asimilacionista, los menos asimi-
lados de los migrantes. Por el contrario, la vida transnacional tiende a ser el
dominio de aquellos que están mejor económicamente, tienen más recursos
humanos y sociales a su disposición —medidos en función de escolaridad,
ocupación, ingresos y tamaño de redes sociales—, y han estado más tiempo en
los EEUU. En algunas actividades específicas el género resulta determinante,
como es el caso de la participación pohtica transnacional que tiende a ser del
dominio mascuhno. Sin embargo, esta división de género también varía de
manera significativa entre los países estudiados, siendo mucho más percepti-
ble entre los dominicanos, cuyo activismo partidista es remarcable; menos
significativo entre los salvadoreños, cuyo activismo es fundamentalmente cí-
vico y no partidista; y no significativa entre los colombianos, quienes sobre-
salen por su apatía política. Evidentemente, las diferentes historias, culturas
políticas y construcciones sociales del significado de las relaciones de género
en cada país juegan un papel preponderante en el modelamiento del vivir
transnacional (Guarnizo, Portes y HaUer, 2003).

04
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍA.? Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

Estos resultados corroboran que el transnacionalismo desde abajo no es


un proceso homogéneo, cuyos efectos sean claramente predecibles. Las cir-
cunstancias de emigración y el contexto en el que la migración se da, mol-
dean el tipo de acción transnacional que los grupos migrantes tienden a
adoptar. Factores tales como el contexto de oportunidades en el origen
-arreglos institucionales, sociales y de mercado—, así como la cultura pohtica,
ahmentan la variedad del repertorio transnacional de los migrantes contem-
poráneos. Así por ejemplo, mientras que entre los dominicanos predomina
una alta participación poUtica a través de una multante actividad partidista,
entre los salvadoreños la participación pohtica se concentra fiíndamental-
mente en el ámbito cívico, en donde la fiaerza dominante son las asociacio-
nes de oriundos cuyo objetivo fundamental es contribuir al desarroUo de sus
comunidades de origen. Paradójicamente, entre los colombianos la partici-
pación transnacional pohtica, cívica y económica apareció mucho más redu-
cida que aqueUa observada en los otros dos grupos, a pesar de ser los que
tienen el más amplio abanico de derechos legales que favorecen la participa-
ción transnacional, tales como la ciudadanía dual ihmitada, el derecho a ele-
gir y ser elegido desde el exterior a cargos de elección popular y de ser
nombrados en cargos oficiales sin mayores restricciones. Esto contrasta con
el caso dominicano en el cual los dobles ciudadanos no pueden ser elegidos
para ciertas posiciones púbhcas y deben Uenar algunos requisitos de residen-
cia para poder ocupar cargos estatales de elección popular o nombramiento.'
Indudablemente, el efecto más visible, tanto en su manifestación material
como en su impacto micro y macro estructural, es la entrada al país de ori-
gen de mUes de miUones de dólares en remesas enviadas por los migrantes a

9. En el momento de realizar el estudio, ni los salvadoreños ni los dominicanos tenían derecho


al voto desde el exterior. En el caso dominicano, éste fue finalmente reglamentado en cl 2003 y
entró en vigencia por vez primera en las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en mayo de
2004.

95
LUIS EDUARDO GUARNIZO

SUS famihares y relacionados. De hecho, las remesas son el tema más común
no sólo entre los estudiosos de la relación entre migración y desarroUo, sino
también en círculos oficiales tanto en los países emisores como en organis-
mos multilaterales financieros y de desarroUo, tales como el Banco Intera-
mericano de DesarroUo —BID, el Banco Mundial —BM, la Unión Europea -UE,
la Organización Internacional para las Migraciones -OIM, el Fondo Moneta-
rio Internacional -FMi,y la Organización Internacional del Trabajo -oiT.Así
mismo, agencias gubernamentales de desarroUo y de poder global del norte,
como la Agencia Internacional para el DesarroUo de los EEUU, la Comisión
Europea de la UE y el Grupo de los Ocho - G - 8 , están ahora interesados
en promover y facilitar el flujo de las remesas desde el norte, pues las ven
como la fuente más importante, estable y confiable de capital extranjero
para las economías del sur, por encima de los flujos de ayuda internacio-
nal e inversión directa extranjera y, por ende, pieza clave en la estabilidad
política mundial.
En la última década, las remesas se han convertido en parte fundamental
del reposicionamiento de los países emisores de migrantes frente a las agen-
cias crediticias globales (Guarnizo, 2003). Después de la devaluación repen-
tina del peso en México, en 1994, y la subsiguiente crisis en Asia, el crédito
internacional a los países en desarroUo se contrajo y los costos de los emprés-
titos se elevaron. Los principales entes financieros internacionales degrada-
ron entonces los índices de endeudamiento de las economías del tercer mundo
con lo cual se empañaron sus posibilidades de acceder al financiamiento
internacional. Bajo estas condiciones los países en desarroUo y las agencias e
instancias del mercado financiero internacional -IMF, bancos internaciona-
les. Standard and Poor s, la poderosa compañía de WaU Street que audita la
capacidad de endeudamiento de corporaciones y países de nivel mundial- se
dieron a la tarea de buscar soluciones creativas para asegurar el fiínciona-
miento del mercado mundial de créditos. Una de estas soluciones es la de
respaldar nuevos empréstitos con instrumentos financieros novedosos como

96
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN V SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

las cuentas por cobrar a fijturo en dólares (future hard-currency receivabks), tales
como las remesas. Este tipo de título de aseguramiento crediticio permite a
los prestatarios sobrepasar el techo de los créditos soberanos -por ejemplo,
los límites de endeudamiento regular determinado por Standard and Poor's-
y ganar acceso a deuda externa de largo plazo más barata y, además, prevenir
el pánico a gran escala que puede resultar cuando las reservas extranjeras de
un país de repente se agotan. Así las cosas, la solidaridad y reciprocidad a
distancia de los migrantes con sus seres queridos en el país de origen que las
remesas expresan, se convierten en "cuentas por cobrar en dólares" utihza-
bles como títulos financieros para asegurar empréstitos públicos y privados
externos por parte de aqueUas economías cuyos índices de endeudamiento
han sido degradados en el mercado internacional. En Latinoamérica, Méxi-
co se ha convertido en líder en el uso de este tipo de transacciones de en-
deudamiento internacional asegurados con fijturos flujos de remesas (Guarnizo,
2003; Ketkar y Ratha, 2001). En resumen, su empleo para aumentar la capa-
cidad de endeudamiento de los países emisores ha convertido a las remesas
en un instrumento financiero global. En términos anahticos podríamos decir
que este proceso demuestra cómo, bajo ciertas condiciones estructurales, la
movihdad global de la mano de obra jalona la movihdad global del capital,
relación diametralmente opuesta a lo que las teorías convencionales del equi-
hbrio sistémico predicen: la mano de obra sigue al capital.
Esta nueva relación entre la movüidad laboral y la movilidad del capital ha
generado una competencia entre múltiples intereses financieros corporativos
multinacionales, que va más aUá de su lucha por el control del uso mismo de
las remesas generadas por los migrantes. En efecto, últimamente ha surgido
una dura competencia entre bancos de taUa mundial, por ejemplo, Bank of
America, WeUs Fargo Bank, y agencias remesadoras internacionales por ga-
nar acceso al lucrativo mercado del envío de estas transferencias, negocio
hasta ahora monopolizado por dos grandes corporaciones estadounidenses:
Western Union y MoneyGram. Entidades financieras multilaterales como el

97
LUIS EDUARDO GUARNIZO

Banco Mundial y el bid, organismos internacionales como la OIM, y Estados


emisores han iniciado un concertado esfuerzo para promover la apertura de
este mercado con el objetivo de incrementar la competencia, con miras a
rebajar los costos de transacción y envío, y garantizar y fomentar así una
fluida e ininterrumpida corriente de divisas laborales al sur. Éste se ha con-
vertido en tema tan álgido de nivel global, que en su reunión de febrero de
2004, el G-8 lo incluyó en la agenda de discusiones, al tiempo que varios de
los representantes asistentes a la misma subrayaron públicamente la vital con-
veniencia de las remesas como la fiíente más importante de capital para las
economías del sur.
Latinoamérica, con México a la cabeza, recibe más de una tercera parte
de todas las remesas transferidas mundialmente, las que según datos oficiales
superaron los US$100 mil miUones a comienzos del siglo. En el caso colom-
biano, como lo muestra la gráfica 4, la evolución del tamaño e importancia
macroeconómica de las remesas han ascendido geométricamente en los úl-
timos cinco años: mientras que su monto superó los US$3 mil miUones en
2003, su contribución al PIB se duplicó en el mismo período al pasar del
1.5% en 1999 a superar el 3% en el 2003, Uegando a representar un quinto
del monto total de divisas que entraron al país por concepto de exportacio-
nes (Banco de la Repúbhca, 2003). En la medida en que la geografia de la
migración colombiana se ha dispersado, también el origen de las remesas se
ha diversificado, aunque según estimados del Banco de la República y el
Ministerio de Hacienda, cerca del 90% de eUas provienen de cuatro países:
alrededor de dos terceras partes de los Estados Unidos, un 10% de España,
6.5% de la Gran Bretaña y 4.5% de Itaha.'"

10. Según datos recabados por cl programa Colombia Nos Une. del Ministerio de Relaciones
Exteriores, entre las representaciones consulares nacionales en todo el mundo se estima que a finales
del 2003 unos 5.2 millones de colombianos residían en el exterior, la gran mayoría de ellos en el
continente americano (Norte, Centro y Sur América) y en Europa. Según esta misma fuente, hay 24

98
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

Gráfica 4. Remesas de trabajadores colombianos


1994 - 2003 (miUones de U.S. dólares)

3.500.0

3.000.0

2.500.0

2.000.0

1.500.0

1.000.0

500.0

"1 1 1 I I T
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Implicaciones teóricas y prácticas

Los cambios en la economía global desde el último tercio del siglo pasado,
especialmente la imposición de ruinosas reformas neoliberales -los mal Ua-
mados programas de reajuste estructural—, junto con las continuas crisis po-
hticas que han afectado a Latinoamérica con especial ftierza últimamente,
han resultado en un aumento considerable de la emigración desde la región.
Con el crecimiento de ésta ha venido la dependencia estructural del país de
origen de las remesas, las que se han constituido en piedra angular de muchas

países en cuatro continentes en los que por lo menos residen 10 mil colombianos. Sin embargo, los
diez países con la mayor cantidad de colombianos albergan el 96% de ellos, con Venezuela a la
cabeza, seguida por los Estados Unidos, España, Gran Bretaña, Italia, Holanda, Panamá, México y
Brasil (Colombia Nos Une. 2004). , .

99
LUIS EDUARDO GUARNIZO

economías latinoamericanas. En la medida en que las remesas se constituyen en


recurso clave de la estabüidad macro estructural de estas economías, la exporta-
ción de mano de obra parece dar origen al último paradigma de desarroUo en el
contexto de un mundo globahzado: la mercantilización de la sociedad civil.
Este nuevo paradigma surge como el más reciente en la hsta de faUidos modelos
desarroUistas adoptados durante el último siglo, tales como la exportación de
materias primas y productos básicos, la industrialización por sustitución de im-
portaciones, y la promoción de exportaciones no tradicionales.
Además de su papel de estabilizador macroeconómico, las transferencias
de recursos de los migrantes funcionan como subsidio de las reformas
neohberales de Estado, por lo menos en dos sentidos. De una parte, las remesas
familiares facilitan la aplicación de recortes al gasto público social como lo
demanda la doctrina neohberal, pues éstas son recursos adicionales que se
inyectan al presupuesto familiar y que usualmente se dedican a la subsisten-
cia cotidiana y a cubrir costos relacionados con servicios sociales básicos para
la famifia, tales como salud, educación y vivienda. De esta forma, las transfe-
rencias monetarias de los migrantes hberan al Estado de parte de las presio-
nes sociales que los recortes en el área social implican. De otro lado, las
divisas generadas por los trabajadores en el exterior sirven para cubrir el
costo de importación de bienes de capital, para reactivar y modernizar el
aparato productivo nacional de cara a las nuevas demandas de la economía
global. No menos importante, desde luego, es el papel que las remesas han
tomado en el terreno de las finanzas internacionales, permitiendo a muchos
países emisores acceder al mercado mundial de capitales del cual habían sido
descalificados, como se discutió arriba.
Pero los efectos de la migración van más aUá de su tremendo impacto
económico. El desplazamiento laboral también golpea social y culturalmente
al país en general y a las colectividades de origen, en particular (Gráfica 5).
Como se indicó antes, la transferencia de recursos monetarios desde el norte
está enraizada y ahmentada por fiíertes lazos socioculturales que unen a los

100
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO .XX

Gráfica 5. Efectos socioculturales del vivir transnacional


de los migrantes contemporáneos
N
Transferencia de: Nostalgia.
• Dinero y bienes materiales. Responsabihdad y lealtad famiUar.
• Representaciones del Norte.
Sentimeintos de culpa por 'abandono'
• Patrones consumistas.
de la famiha.
•Visiones de modernidad.

Cambios en estructuras Expansión/reproducción proceso


famihares y del hogar. migratorio.
Transformaciones en: Transnacionalización de la famiha, de
• Relaciones de género. la comunidad, de la sociedad.
• Relaciones
intergeneracionales.
• Símbolos de estatus.
1
• Planes, expectativas de
vida.
Tensiones socioculturales.
Reposicionamiento social local de hogares receptores |
1
• Dependencia del Norte. de remesas.

• Desarraigo del Sur. Movihdad como restructurador social.


Esfiíerzos dedicados a emigrar antes que 1 cambiar
entorno actual.

migrantes a su país natal, a familiares y relacionados. La lealtad al cumpli-


miento de obligaciones famüiares y a normas sociales de reciprocidad, a su
vez, genera un proceso social en el que los logros del/a migrante en el exte-
rior se exportan al origen, se traducen en términos intehgibles localmente.
En el terruño rural o urbano de origen es donde estos logros cobran sentido
y significado social, en donde son apreciados y reconocidos. En este sentido,
la posición social del/a migrante en ultramar tiene eco en su posición y
reposicionamiento personal y de su famiha en el lugar de origen. La gente

lOI
LUIS EDUARDO GUARNIZO

no lucha tan solo por mejorar materialmente, por ejemplo, aumentar su


ingreso, sino por reconocimiento y estatus. Así las cosas, al final, la doble
contextuahdad del vivir transnacional hace que los migrantes terminen vi-
viendo con un marco referencial dual: cuando están en el exterior juzgan su
entorno social y sus logros desde el punto de vista de la sociedad de origen;
pero de regreso en su terruño miran sus logros y su colectividad desde el
punto de vista de aqueUos que dejaron en ultramar, que usualmente se aso-
cian como indicadores de modernidad, desarroUo y sofisticación.
Una consecuencia de esta dinámica sociocultural es que a la motivación
transnacional que las responsabilidades contraídas engendran, se le suman los
deseos de transferir símbolos de estatus, de modernidad, a su tierra de origen,
ya como medio para ganar prestigio, ya como manera de contribuir al "desa-
rroUo" y "modernización" de los propios. Inesperadamente, la ideología-
cultura del consumismo (Sklair, 2001) acompaña la cultura material y sim-
bóhca que los migrantes exportan a sus tierras. En pocas palabras, el vivir
transnacional de los migrantes, de manera por lo demás inadvertida, los con-
vierte en activos y efectivos agentes de la globahzación capitahsta contem-
poránea. Su efectividad para afectar la vida cotidiana de miUones de personas
en el sur, compite ventajosamente con los mensajes enviados desde arriba
por el capital corporativo multinacional, diseminados a través de medios
masivos como la televisión satehtal y HoUywood.
La migración también altera patrones sociales de relación desde la estruc-
tura de famiha y del hogar, las relaciones de género, hasta aqueUas entre
padres e hijos, famiha nuclear y famüia extendida. La migración contempo-
ránea, con sus interdependencias y dispersión transnacionalfes, ha repercutido
en profimdas transformaciones de las reglas famihares y en el hogar. Los
ordenamientos de autoridad y poder dentro del hogar se alteran sustandal-
mente cuando la jefatura se traslada al exterior, bien sea en el caso de uno o
los dos progenitores, o en el caso cada vez más común de madres solas. El
vacío de autoridad y afecto cotidiano generado por la emigración no puede

102
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO X.X

ser Uenado totalmente por las comunicaciones de larga distancia, no importa


qué tan frecuentes éstas sean. Aunque múltiples factores moldean el resulta-
do de la ausenciafisica,a menudo se asocia con procesos de cambio, deletéreos
muchos de eUos, en las prácticas y discursos sociales y culturales de los hijos
e hijas que se quedan en el origen. La movihzación del capital social famihar
en la forma de apoyo de parientes en el cuidado y atención de los/as hijos/
as, aunado a la comunicación a larga distancia, genera nuevas formas de
relacionarse, de negociar, de identificación y manejo (manipulación) de las
relaciones familiares.
En no pocos casos la ausencia se convierte en profunda nostalgia y senti-
mientos de culpa que los/as jefes de famiha tratan de compensar con el
envío de cada vez más costosos objetos de consumo, especialmente prendas
de vestir y artículos electrónicos de moda. De nuevo, inintencionadamente,
este alivio temporal se convierte en transmisión de valores consumistas y en
la mercantilización de las relaciones intrafamihares. Los efectos, obviamente,
rebasan los confines de la famiha y se propagan a los salones de clase y patios
de recreo, al vecindario de origen de los migrantes y se erigen como los
últimos símbolos de estatus y posición social en el medio particular, en la
expresión local de la globalización desde abajo. Mientras en el plano macro
las remesas se convierten en fuente de estabihdad, en el nivel micro, de la
familia y la locahdad, la migración transforma irrevocablemente el entorno
sociocultural y se hace indispensable, especialmente de cara a la profunda
crisis engendrada por la tormenta neohberal de los últimos años. f.
El complejo impacto de la migración transnacional afecta substancialmente
las relaciones Estado-sociedad civil. La dependencia de la corriente de re-
cursos monetarios que un sector significativo de la sociedad ci-vU nacional
envía al país desde el exterior obliga al Estado de origen a cultivar y privüe-
giar dicho sector. El otorgamiento de derechos especiales, la creación de
programas de acercamiento y la introducción de nuevas instancias
institucionales estatales dedicadas a esta población, Uevan irremediablemente

103
LUIS EDUARDO GUARNIZO

a la transformación del significado e implicaciones jurídico-políticas de la


relación Estado-sociedad civil, hasta hace poco considerada única y exclu-
yente. La ciudadanía ahora tiene como sujeto no sólo a aqueUos sometidos al
poder del Estado dentro del territorio nacional, sino también a los que están
por fiíera; así las cosas, el significado y hmites de la membresía e identifica-
ción de los miembros de la nación son también alterados. Irónicamente, el
aparente cosmopolitismo que estos nuevos arreglos imphcan, resultan en la
deificación de una supuesta esencia nacional, incorporada en los genes de los
"nacionales," reminiscencia del significado otorgado a la identidad en for-
maciones sociales tribales, preindustriales.
Algunos esmdiosos del tema plantean que estas emergentes relaciones
Estado-sociedad representan la conformación de una nueva formación so-
cial: la formación social transnacional. Aquí, las matrices de poder e identifi-
cación nacionales superan los hmites territoriales del Estado-nación y se
imbrican en aqueUos de nación-Estados de recepción, a menudo formacio-
nes más fuertes e influyentes, como en el caso de los Estados Unidos y los
países europeos con alta presencia de migrantes latinoamericanos. Específi-
camente, el mantenimiento de lazos y obhgaciones de lealtad por parte de
los ciudadanos duales, cuestionan el poder omnímodo, hasta hace poco acep-
tado, del Estado receptor sobre sus ciudadanos, incluidos aqueUos inmigrantes
residentes legal e Uegalmente dentro de sus fronteras y los recientemente
naturalizados, los cuales se supone que ya han sido "asimilados," o ya se han
convertido "en uno de los nuestros". El poder de cabüdeo que los Estados
emisores ganan con sus conciudadanos duales ante estamentos de poder en
el país de destino es de particular importancia y constituye una posible fiíer-
za transformadora en las relaciones internacionales. La pregunta, aún en es-
pera de respuesta, es entonces: ¿y cuáles son las consecuencias del tratamien-
to privilegiado y poder desmedido que los residentes en el exterior reciben
con relación a los ciudadanos no migrantes de cara al poder del Estado? ¿En
qué medida este manejo transnacional contribuye o mina los derechos e

104
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

influencia de los no migrantes, en el proceso de toma de decisiones del


Estado? Quizás de mayor urgencia sería preguntarse: ¿y qué beneficios en
reahdad reciben los migrantes a cambio de sus contribuciones, además del
otorgamiento de derechos que la mayoría de eUos no puede ejercer? Algu-
nos Estados han extendido parte de sus servicios a la población residente en
el exterior, incluyendo beneficios de seguridad social y de salud, expedición
de papeles oficiales que fungen como documentos de identidad para los
indocumentados, como en el caso de las matrículas consulares expedidas por
el gobierno mexicano y algunos gobiernos centroamericanos. Más funda-
mentalmente, una de las funciones centrales del Estado ha sido el proveer
seguridad y protección a sus ciudadanos. ¿Cómo se puede dar esto dentro
del territorio de un Estado-nación extranjero sin infringir su soberanía?
Además de su defensa retórica a través de canales diplomáticos, y en algunos
casos excepcionales a través de acuerdos bilaterales, los Estados nacionales
emisores podrían recurrir a instancias globales de gobernabilidad. La Orga-
nización de las Naciones Unidas, obviamente, constituye la arena ideal para
eUo.
La aprobación de la Convención Internacional sobre la Protección de los
Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, por la
Asamblea General de la ONU, se dio en diciembre de 1990, sin embargo, ha
sido letra muerta por casi catorce años.Tan solo el 1° de juho de 2003, Kofi
Annan, el Secretario General de la ONU, anunció que los derechos univer-
sales de los trabajadores migrantes entraban en vigor al haberse alcanzado el
mínimo número de veinte naciones miembro que la habían ratificado. No
obstante, Annan lacónicamente declaró:
Empero, sólo un pequeño número de trabajadores migrantes están ahora
protegidos por la Convención, toda vez que apenas 22 países la han ratificado
hasta ahora. Otros diez países la han firmado y yo los animo para que la
ratifiquen pronto. También deseo animar a otros países a hacerse miembros
parte de este importante instrumento. Únicamente cuando sea ratificada por

105
LUIS EDUARDO GUARNIZO

un número alto de países miembros, incluyendo a aqueUos que reciben nú-


meros significativos de inmigrantes, podremos decir que la promesa de la
Convención se ha hecho realidad (United Nations, 2003).

Hasta mayo de 2004 ningún Estado del norte, receptor de inmigrantes,


había firmado o siquiera adherido a la Convención. Es de esperarse que, por
largo tiempo, ésta siga como letra muerta y promesa por reahzarse.

Discusión y conclusiones

La migración laboral a escala global ha alcanzado, en las últimas décadas,


volúmenes históricos, involucrando a centenares de países. Colombia no ha
sido una excepción de este proceso. Aquí, el súbito crecimiento de la emi-
gración ha atraído el interés de estamentos estatales y de la opinión púbhca
en general. El Ministerio de Relaciones Exteriores, por ejemplo, ha lanzado
iniciativas de acercamiento a los connacionales residentes en el extranjero, la
más importante de las cuales es sin duda Colombia Nos Une, oficialmente
inaugurada en junio de 2002. Así mismo, el tema migratorio que hasta hace
poco era cubierto de manera esporádica y puntual por los medios masivos de
comunicación, forma ahora parte del reportaje cotidiano de la prensa hablada
y escrita nacional, muy especialmente de la prensa virtual en la Internet.
Irónicamente, el sector de la sociedad civil nacional más rezagado en este
terreno es, sin lugar a dudas, el académico." Es de esperar que publicaciones

11. ES de resaltar aquí b pionera labor del Programa Universitario de Estudios sobre Movilidad
Humana, del Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia y de la recién
creada R e d Nacional de Investigadores sobre Migración y Desplazamiento, que vincula a una doce-
na de univenidades del país.

io6
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS V TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

como ésta, emanada de la Cátedra Manuel Ancízar sobre migración y des-


plazamiento, logren despejar toda duda entre los investigadores nacionales
sobre la importancia cardinal y urgencia del estudio de la migración interna-
cional colombiana, cuyas implicaciones sociales, culturales, políticas y eco-
nómicas para el presente y futuro del país difícilmente podrían excederse.
Sin caer en exageraciones, se puede decir que hoy día para comprender a
Latinoamérica se debe entender la migración; el presente y futuro de la
región están íntimamente ligados al fiaturo y presente de la emigración y los
lazos que los migrantes mantengan con sus orígenes.
Evidentemente, las complejidades del proceso migratorio son mucho ma-
yores que lo que hasta ahora se había reconocido. Sin duda, dos factores
claves, altamente interrelacionados, influyen en la reducida perspectiva aún
dominante sobre la migración: el nacionalismo metodológico y el hecho de
que las perspectivas preeminentes vengan exclusivamente del norte. ;
> La representación de la migración aún dominante en el norte, centrada
en la asimilación de los inmigrantes, tiene su contrapartida en la crimina-
lización de la movilidad de los trabajadores del sur. Ésta se ha materializado
en la mihtarización y fortificación de las fronteras en nombre de la integri-
dad socioculmral y seguridad de la nación, proceso que se ha especialmente
agudizado a partir del 11 de septiembre de 2001. Dada la innegable impor-
tancia estructural de la mano de obra inmigrante, los países del norte se
debaten entre discursos liberales de asimilación e integración -aún de
multiculturalidad y cosmopolitismo- y prácticas xenófobas y racistas de ex-
clusión y aislarrüento. Al mismo tiempo que se reclutan contingentes de
trabajadores del sur para laborar, bien en actividades de baja cahficación re-
chazadas por los trabajadores nacionales por ser mal pagadas y/o de bajo
estatus -trabajos domésticos, atención y cuidado de niños y ancianos, servi-
cios personales y de limpieza, construcción y agricultura-, o en campos alta-
mente cahficados en creciente demanda —alta tecnología e información—, se
denuncia su presencia no sólo como causa de todos los males que aquejan a

107
Luis EDUARDO GUARNIZO

la sociedad receptora, desde la criminalidad, el desempleo y el costo de vida


hasta el supuesto abuso del sistema de bienestar social.
Mientras el sur provee la mayoría de los migrantes internacionales en el
mundo, la representación de este proceso hasta ahora ha sido del dominio
exclusivo de los académicos e investigadores sociales del norte. La agenda
investigativa, las preguntas centrales y el financiamiento de la investigación,
todas provienen del norte y apuntan a la consolidación de una visión parti-
cular de la nfigración que privilegia sus intereses y tiende a negar la impor-
tancia de las conexiones extraterritoriales que los migrantes mantienen, y
que sus Estados ahora promueven, así como los múltiples intereses corpora-
tivos globales de los cuales se benefician. El polimorfo fenómeno migratorio
demanda nuevos retos, romper viejos paradigmas, abocar nuevas agendas
investigativas. Se requieren más estudios comparativos intra y crosnacionales
sobre la experiencia migratoria de gente de un mismo país con diferentes
destinos en el exterior y de migrantes de diferentes países en un mismo
destino. Más exphcitamente, se necesita estudiar la migración latinoamerica-
na dentro de la región latinoamericana, en el norte del continente, en Euro-
pa y en Asia. Dado su carácter transnacional, el marco de investigación y de
análisis debe ser también transnacional.
Pero ¿es posible pensar en el surgimiento de visiones analíticas alternati-
vas desde el sur, de una nueva multivocahdad desde su realidad? Indepen-
dientemente de esta posibilidad, lo que resulta urgente de abocar de inme-
diato es el estudio riguroso del proceso y de sus imphcaciones para cada país
y para el subcontinente en general. Es posible que iniciativas tales como la
recién creada Asociación Latinoamericana de Población contribuya en tal
sentido. Entretanto, la preparación de investigadores y la colaboración inter-
nacional deben emprenderse de inmediato.

io8
MIGRACIÓN, GLOBALIZACIÓN Y SOCIEDAD: TEORÍAS Y TENDENCIAS EN EL SIGLO XX

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•".••' ' f ' • •' •

112
1" M
.1

Modernidad tardía y migración


transnacional: refiexiones conceptuales
desde el caso de El Salvador

PATRICIA LANDOLT

1-1/13

El esfiierzo por entender los cambios en los procesos migratorios internacio-


nales contemporáneos exige un diálogo conceptual con hteraturas que inten-
tan teorizar la modernidad tardía y en particular el proceso de globalización.
La globahzación se entiende como una amphación, profundización y acelera-
ción en la interconectividad mundial en todos los aspectos de la vida contem-
poránea (Held, McGrew, Goldblatt, et ai, 1999). Se asocia con una serie de
transformaciones socioeconómicas, políticas y tecnológicas en el nivel glo-
bal, nacional, regional y local. Por último, y quizás más significativamente,
la globalización implica un cambio en la relación entre sitio, espacio y
temporalidad. - ,
El cambio en la ecuación sitio-espacio-tiempo se ha teorizado de diversas
formas. David Harvey (1989) asocia el capitahsmo flexible con una compre-
sión del tiempo-espacio. El espacio es aniquilado por el tiempo, dando lugar
a una condición posmoderna caracterizada por una "uniforme sin-distan-
ciedad" en la cual desaparece la cercanía como experiencia humana y se

"3
PATRICIA LANDOLT

dUuye la importancia y el poder de cualquier sitio en particular. A medida que


las estrategias de acumulación capitalista se vinculan a los flujos de recursos y a
la fragmentación espacial de la producción industrial, las identidades se despren-
den de los sitios (Harvey, 1989). Castells (1996) de igual manera comenta sobre la
creciente importancia del espacio y paralela irrelevancia de los sitios. Para este
autor, la sociedad existe en forma de redes sociales. Famüias, comunidades, indus-
trias, mercados de consumo, etcétera, todos adquieren el carácter de redes sociales
atadas primordialmente o fiíndamentaknente no a sitios sino a espacios de flujos.
Giddens (1984) presenta el concepto de distanciación del tiempo-espacio para
sugerir que las relaciones sociales se han estirado a través del tiempo y el espacio.
Esta condición abre nuevas oportunidades para la construcción de relaciones
sociales individuales e institucionales que no requieren la co-presencia o el
contacto físico para su fiíncionamiento.
En resumidas cuentas, estos teóricos resaltan dos ideas clave: (1) una pre-
ocupación por la facilidad y rapidez con la cual fluyen y circulan las ideas e
imágenes, el capital, los símbolos y recursos, entre otros; y, (2) la manera en la
cual esta fluidez global reduce las distancias físicas y abre posibilidades para
nuevas formas de convivencia, ejercicio del poder, o realización de transac-
ciones e interacciones. Esta nueva realidad se refleja en millares de actos
cotidianos del siglo veintiuno.
El esfuerzo por entender estos procesos Ueva al cuestionamiento de viejos
axiomas, la producción de nuevos conceptos, y la formulación de novedosas
teorías y metodologías. El nuevo enfoque en estudios migratorios hacia los
flujos y las prácticas transnacionales, en gran medida refleja y busca contri-
buir al entendimiento de este ampho proceso social de la modernidad tardía.
Entonces, lo que distingue la perspectiva transnacional aplicada al estudio de
la migración es el reconocimiento de que la transformación en la relación
entre espacio y tiempo cambia la experiencia migratoria no sólo para aque-
llos que emigran sino también para quienes se quedan atrás o no emigran.
En particular, las tecnologías que inciden en las variables espacio-temporales

114
MODERNIDAD TARDÍA Y MIGRACIÓN TRANSNACIONAL: REFLEXIONES cONCErruALES...

permiten que los migrantes mantengan intercambios materiales y simbólicos


así como compromisos sociales con gente e instituciones en sus lugares de
origen. A la vez, la prohferación de prácticas transnacionales -la circulación de
ideas, dinero y objetos, cariños y consejos entre migrantes y no migrantes-
lleva a la construcción de campos sociales transnacionales definidos como "un
conjunto de redes entrelazadas de relaciones sociales donde se generan el in-
tercambio, la organización y la transformación de ideas, prácticas y recursos"
(Levitt and Ghck-SchiUer, 2003:7). Levitt y Ghck-SchiUer ofrecen mayor
precisión conceptual en el anáhsis de los flujos y circuitos que dan lugar a la
construcción de campos sociales transnacionales al distinguir entre "formas de
ser transnacional", que refieren a las relaciones sociales reales, y "formas de
pertenencia transnacional", entendidas como el proceso de identificación con
un colectivo en particular. • • • ; . ( - .u
En los pueblos rurales de El Salvador, donde muchas veces más del cin-
cuenta por ciento de la población económicamente activa ha emigrado, los
niños y ancianos están insertados en circuitos transnacionales. Reciben men-
sualmente remesas que les permiten comprar comida y remedios, pagar las
mensualidades escolares, y quizás ahorrar para hacer obras en su casa. Pero
más aUá de este apoyo económico, los no-migrantes viven el proceso migra-
torio. Quizás nunca han viajado fuera de su región pero hablan con entusias-
mo y familiaridad sobre parques y tiendas en Los Angeles, California. Puede
ser que la telefónica todavía no le haya instalado una línea, pero la abuelita de
esta famiha transnacional porta un teléfono celular pagado por sus hijos
migrantes. Y de esta manera, ella puede hablar todos los días con su hija-
migrante y juntas toman decisiones sobre la crianza del nieto-hijo que se ha
quedado en el pueblo. Si a esta misma abuela uno le pregunta sobre las leyes
y los cambios pohticos que más han afectado su reahdad o que más le pre-
ocupan, a pesar de que rara vez lee el periódico, dirá que la Propuesta 187
que intentó limitarle los derechos a los migrantes indocumentados de
Cahfornia es su mayor preocupación.

"5
PATRICIA LANDOLT ,

Investigaciones hechas en Canadá, Europa, y los Estados Unidos sobre


migrantes de diversas regiones del tercer mundo —la Cuenca del Caribe,
África, y Asia— confirman este panorama aparentemente poco usual y anec-
dótico. La literatura sugiere que muchos emigrantes mantienen fuertes lazos
con su país natal (Basch et ai, 1994;Winland, 1998; Nolin and Kobayashi,
1998,2002); que movihzan recursos para establecer empresas transnacionales
(Wong, 1998; Landolt, 2001; Portes et ai, 2002); envían remesas para compra
de terrenos y construyen casas en su pueblo o barrio (Stanton-RusseU, 1992);
constituyen instituciones pohticas y socioculturales transnacionales (Goldring,
1996; Popkin, 1999); forjan identidades y organizan actividades culturales
sincréticas (Harney, 1998; Larose, 1994); y establecen plataformas políticas
transnacionales que reflejan intereses pohticos relacionados con su país de
residencia y su país de origen (Smith, 1994; Rivera-Salgado, 2000; Goldring,
2001 ;Leonard, 2000). Al mismo tiempo, la migración transnacional está aso-
ciada con la adopción de estrategias por parte de países emisores y receptores
(Itzigsohn, 2001; Goldring et ai, 2002), instituciones religiosas (Menjivar,
1999), organizaciones internacionales (Keck and Sikkink, 1998), y el capital
transnacional (Orozco, 2002; Guarnizo, 2001) que buscan entablar o con-
trolar las actividades de los migrantes e influenciar la agenda de sus insti-
tuciones transnacionales.
Un acercamiento transnacional al anáhsis de los procesos migratorios su-
giere varios puntos claves para comenzar nuestro anáhsis. Primero, es necesa-
rio romper la asociación entre el proceso migratorio y la movüidad física; a
medida que famihas y pueblos están insertados en campos sociales trans-
nacionales la migración se transforma en una vivencia colectiva que incluye
tanto al migrante como al 'estacionario'. Cualquier anáhsis del proceso mi-
gratorio debe asumir una óptica ampha que incluya tanto al migrante y su
realidad en ciudades receptoras, como a personas e instituciones centradas en
lugares de origen. Segundo, el nuevo enfoque también sugiere que las co-
munidades de emigrantes combinan prácticas transnacionales, o sea, con vis-

itó
MODERNIDAD TARDÍA Y MIGRACIÓN TRANSNACIONAL: REFLEXIONES CONCEPTUALES...

tas a países y pueblos de origen, con prácticas de incorporación en el país


receptor. La incorporación sociocultural, pohtica y económica en países re-
ceptores no necesariamente implica una ruptura con lugares y países de
origen.

' '' - La novedad y antigüedad


'''•' de las prácticas transnacionales

Generalmente los flujos de capital, bienes y servicios son bienvenidos. Esto


contrasta con la respuesta al movimiento no-regulado y muchas veces indo-
cumentado de seres humanos, que son 'vistos como una amenaza a la sobera-
nía e identidad nacional. Pero obviamente el flujo de productos y el de
pueblos están y siempre han estado profundamente interconectados; los altos
y bajos del sistema internacional capitalista determinan el tamaño, la direc-
ción, y delimitan el campo de los flujos interaccionales de poblaciones.
Los estudios transnacionales de la migración comienzan del supuesto que
para los emigrantes contemporáneos un contexto de ampha exclusión social
y oportunidades económicas restringidas, en países receptores, compagina
con nuevas oportunidades para mantener relaciones sociales con gente e
instituciones, en lugares de origen. A pesar de su aparente novedad, existe
una serie de prácticas transnacionales que históricamente han acompañado
el proceso migratorio (Smith,2001).Antes,como hoy,los migrantes remitían
dinero para asistir a sus famihares, invertían en sus lugares de origen, retorna-
ban para abrir negocios y participaban en los procesos pohticos de sus países
de origen. Podemos pensar en el caso de los itahanos que emigraron a Esta-
dos Urüdos, Argentina y BrasU a comienzos del siglo veinte. En cada sitio
recrearon sus instituciones regionales, se mantu'vieron al tanto de la unifica-
ción del Estado-nación de Italia y mantuvieron vínculos con los movimien-

117
PATRICIA LANDOLT

tos comunistas, anarquistas y sindicales de Europa. Sin embargo, la migración


transnacional contemporánea se distingue por tres factores: una expansión
en las prácticas que son posibles de mantener de manera transnacional, una
extensión en el campo de quienes pueden realizar estas actividades, y una
mayor complejidad y estabihdad en el tipo de instituciones que se pueden
sostener dentro de circuitos o redes transnacionales.
Primero, las prácticas transnacionales se han convertido en un fenómeno
masivo. Las remesas mundiales reflejan un aumento exponencial en la pro-
porción de migrantes que sostienen vínculos íntimos con amigos y parientes
en sus lugares de origen. Las remesas mundiales se calcularon en US$ 43.3
billones en 1980, US$ 65.6 billones en 1990 y en US$ 71.1 billones para
1990. A pesar de su prohferación, es erróneo asumir que todos los migrantes
participan de manera igual en relaciones transnacionales.Tenemos que con-
siderar cuáles son los factores que determinan la variación en el tipo de lazos
transnacionales que mantienen los individuos dentro de una comunidad
migrante, como también cuáles son los factores que exphcan diferencias en-
tre distintas comunidades migrantes.
Segundo, el acceso a nuevas tecnologías como el celular, el fax y el correo
electrónico agilizan la comunicación y las transacciones inmediatas. Las nue-
vas tecnologías le otorgan fluidez e intensidad sin paralelos a las relaciones
transnacionales y, por ende, facihtan la consohdación de complejos arreglos
sociales e institucionales que cruzan fronteras y vinculan espacios. La difu-
sión de nuevas tecnologías exphca porqué un espectro más ampho de gente
puede sostener relaciones transnacionales, pero no nos dice porqué lo hacen.
¿Qué determina que un grupo migrante o un hogar migrante opte por
utihzar estos instrumentos?
Por último, el volumen y la complejidad institucional de las prácticas
transnacionales dan lugar a una serie de consecuencias, muchas no esperadas.
Inquietudes transnacionales, típicamente ligadas a la famiha y al hogar le
sirven al migrante como punto de partida para profundizar su participación

ii8
MODERNIDAD TARDÍA Y MIGRACIÓN TRANSNACIONAL: REFLEXIONES CONCEPTUALES...

en actividades políticas y económicas de su país de origen y su país receptor.


Con el tiempo, la participación de los migrantes en los asuntos de su país de
origen impulsa una respuesta del Estado y el sector privado y produce cam-
bios en sus instituciones. Dado que este cambio institucional no ocurre de
un día para otro, quizás podemos considerar qué factores marcan la forma-
ción y las características de esta reorientación del Estado y el sector privado
y cuál es su impacto en la población migrante, y en particular en su condi-
ción económica.

Consecuencias de la migración transnacional


- I * - • • » ' ' " • • - ' . . • ...•••

Al asumir una óptica transnacional para entender los procesos migratorios,


resalta la necesidad de realizar dos ajustes adicionales en nuestro anáhsis.
Primero, en el nivel empírico, de repente uno ve que las consecuencias de la
migración se extienden mucho más allá de la ruptura de familias, pérdida de
cerebros "brain drain", o entrada de remesas. Las consecuencias de la migra-
ción transnacional se pueden conceptuar como acumulativas y no intencio-
nadas; quiere decir que como una bola de nieve crecen, se autorefuerzan y se
extienden, muchas veces de manera no esperada (Myrdal, 1957). De nuevo,
este proceso transformador se puede ver en el caso de El Salvador, y en
particular a través de las prácticas socioeconómicas de las famihas migrantes
salvadoreñas.
La guerra civil salvadoreña (1979-1992) produjo un éxodo masivo de
refugiados, la mayoría de los cuales emigraron a los EE.UU. Hoy un veinte
por ciento de la población de ese país vive en el extranjero, y como conse-
cuencia de los esfiíerzos de este veinte por ciento el país recibe anualmente
1.5 billones de dólares en remesas. Esto equivale a un 64% de las ganancias
por exportaciones y a un 13% del producto nacional bruto. Este panorama

119
PATRICIA LANDOLT

estructural demográfico y económico se repite de diferentes maneras en mu-


chos, para no decir la mayoría, de los países de Centroamérica y el Caribe.
¿Cómo llega a esta situación un país y cuáles son las múltiples consecuencias
de dicha situación?
Debemos comenzar con la construcción social de la familia migrante
salvadoreña, que se distingue por una visión transnacional de la circulación
de recursos y la toma de decisiones. En El Salvador, una tradición centenaria
de migración laboral temporal marca las estrategias económicas del hogar
campesino. Tras el tiempo, éste ha desarrollado técnicas y estrategias norma-
tivas para coordinar y exigir que todos sus miembros, tanto los presentes
como los ausentes, contribuyan a la sobrevivencia de la famiha. Esta dinámi-
ca entra en juego en el período de guerra cuando los refugiados intentan
mantener vínculos con aquellos que se quedan en El Salvador. Más aún, en
Estados Unidos dado el apoyo del gobierno federal al gobierno de El Salva-
dor y la hostilidad hacia los refugiados, a los salvadoreños les es consistente-
mente negado el asilo pohtico y la gran mayoría de ellos vive sin documen-
tos y con el temor de ser deportados. En este contexto, se hmitan drásticamente
las posibihdades de ahorrar, invertir o hacer negocios en las ciudades recep-
toras de los emigrantes. Con esto, las relaciones transnacionales de los migrantes
salvadoreños —marcadas primordialmente por el envío mensual de remesas-
comienzan en el hogar como una estrategia de reproducción social y de
administración de recursos. Sobre esta base surge un marco de referencia
transnacional para la inserción económica y la movilidad social.
Las prácticas transnacionales vinculadas a la famiha tienen también con-
secuencias acumulativas y no-intencionadas. El envío de remesas transforma
familias y comunidades. El hogar que las recibe muestra mejoras tangibles en
su cahdad de vida. Las remesas, combinadas con un mayor conocimiento de
los sueldos y las condiciones de trabajo en ciudades receptoras, cambian la
relación del obrero no-migrante con el mercado laboral nacional. Insertado
en un campo social transnacional, el obrero comienza a medir el valor de su

120
MODERNIDAD TARDÍA Y MIGRACIÓN TRANSNACION.AL: REFLE.VIONES CONCEPTUALES...

trabajo en términos transnacionales y muchas veces prefiere arriesgar el viaje


al norte antes que aceptar un sueldo miserable en El Salvador. Se entiende
que los sueldos en Estados Unidos son igualmente miserables pero, al final
del día, por las mismas horas de trabajo gana un poco más. Este cálculo se
refleja en el hecho de que hoy son nicaragüenses y no salvadoreños los que
trabajan en la recolección de café, algodón, entre otros, de El Salvador. Lleva-
da por viejos conceptos de estatus y prestigio, la familia migrante muchas
veces compra terrenos agrícolas pero no los trabaja. Esto produce una alta
inflación en el valor de la tierra, hmitando aún más el acceso a la misma para
los campesinos que no están insertados en circuitos transnacionales. La mi-
gración de esta manera produce nuevas dinámicas de desigualdad y pobreza.
A medida que las remesas y la pequeña empresa transnacional vinculada a
la familia migrante transforman el entorno económico de El Salvador, pro-
ducen un ajuste importante en las políticas públicas del Estado y una
reorientación de las estrategias de mercado de las grandes empresas salvado-
reñas. Por un lado, a medida que subsidian al hogar y ahvian las peores formas
de pobreza, las remesas tienen el efecto no-intencionado de facihtar que el
gobierno nacional no asuma las consecuencias de una pohtica de desarrollo
firacasada.A la vez, las grandes empresas salvadoreñas han desarrollado nuevas
estrategias de expansión para captar el mercado de la nostalgia migrante no
sólo en El Salvador sino también en ciudades de asentamiento como Los
Angeles y Washington, DC. El fracaso del proyecto económico nacional y en
particular la aniquilación del poder de consumo del no-migrante ya no es
un obstáculo para garantizar las ganancias de las empresas salvadoreñas. Estas
pueden circunvalar el caos y la bancarrota local extendiéndose al mercado
salvadoreño transnacional.
Al mismo tiempo, el gobierno ha desarrollado una serie de programas
sociales y culturales que buscan un acercamiento con la población migrante.
Esta iniciativa arranca en 1994 cuando los consulados comienzan a ofrecerle
servicios legales a los migrantes con el propósito de ayudarlos a estabihzar su

121
PATRICIA LANDOLT

situación legal en el extranjero -en 1998 el 50% de los salvadoreños en los


EE.UU. seguían indocumentados-. En 1999, el Ministerio de Relaciones
Exteriores desarrolla un nuevo programa más comprensivo e inaugura la
Dirección General de Atención a la Comunidad en el Exterior -ver, http://
www.rree.gob.sv/website/comunidades.html-. De esta manera, a brocha
gruesa, las consecuencias acumulativas de la migración trasnacional nos lle-
van del hogar, al pueblo, a la economía nacional ahora transnacionalizada, al
gobierno y a un cambio en las políticas públicas del país, y de alguna manera
al replanteamiento en el ejercicio del poder estatal más allá de las fronteras
del Estado-nación.
El segundo ajuste que se debe hacer al asumir una óptica transnacional en
el estudio de los procesos migratorios es más bien epistemológico. La visión
transnacional exige que cuestionemos los supuestos y las predisposiciones
temporales y espaciales de nuestros conceptos. Le daré seguimiento a este
argumento enfocándome en la familia.
En tanto institución social, la famiha se entiende como un grupo prima-
rio que asegura el sustento de los individuos desde la infancia hasta la muer-
te, les satisface las necesidades afectivas y funciona como campo de socializa-
ción, formación de identidad y trasmisión de valores. Muchas veces, en la
literatura, la famiha se entiende como una estructura fijncional y se equipara
al hogar. Sin duda, la famiha cumple fijnciones sociales para sus miembros,
pero esta definición de la famiha como un colectivo de gente viviendo en el
mismo hogar o el mismo sitio es profundamente limitada, y en el contexto
epistemológico refleja un determinismo espacial que sesga el anáhsis de las
famihas transnacionales.
Quizás es mejor conceptuar a la familia como una serie de relaciones
o una red social de individuos atados por un parentesco definido por el
entorno; por ejemplo, parientes vinculados por lazos sanguíneos, de matri-
monio, conyugalidad, de adopción, etcétera, que no está necesariamente
determinado por la proximidad espacial. Esta definición permite enten-

122
MODERNIDAD TARDÍA Y MIGRACIÓN TRANSNACIONAL: REFLEXIONES CONCEPTUALES...

der la diferencia entre el hogar y la familia, y resaltar que las relaciones de


familia pueden extenderse y persistir a través del tiempo y a pesar de las
separaciones físicas de corta o larga duración. Una familia puede incluir
miembros que viven en el mismo hogar, o en múltiples sitios geográficos,
pero que mantienen relaciones reguladas por el parentesco y las ideolo-
gías de género. La migración y el envío de remesas resaltan el hecho que
individuos insertados en redes sociales familiares, dispersadas muchas ve-
ces, sostienen prácticas económicas tradicionalmente asociadas con la co-
residencia.
La migración no disuelve sino redefine y reta los códigos establecidos que
organizan y le dan sentido a los compromisos y las demandas de la famiha. El
desplazamiento y la reubicación fisica desordena la geografía social de la
familia a medida que sus miembros se encuentran en diferentes ciudades y
países, y consecuentemente insertados en diferentes sistemas económicos,
sociales, políticos y culturales. La migración también rompe las bases mate-
riales y los códigos discursivos que legitiman las estructuras de estatus y
poder de la familia. Muchas veces la migración impulsa la renegociación de
los códigos de género, las relaciones intergeneracionales, la división de traba-
jo y las estructuras de autoridad.
Hemos visto la importancia de cuestionar el determinismo espacial de los
conceptos. Como el concepto estructural de la famiha, hay muchos otros
que utihzamos para analizar procesos migratorios que hmitan nuestra capa-
cidad de entender los circuitos y flujos transnacionales que le dan vida a las
prácticas de la famiha, las comunidades y los barrios, y que transforman
estrategias económicas y políticas estatales. Esto también sugiere la necesidad
de re-evaluar los métodos que utilizamos para estudiar la migración. Antes
que nada necesitamos metodologías y conceptos que nos permitan trazar los
flujos y circuitos materiales y simbóhcos que hoy en día ordenan la migra-
ción internacional.

123
PATRICIA LANDOLT

Conclusión

Este ensayo ha planteado cinco puntos clave utilizando el caso de la migración


transnacional salvadoreña, como ejemplo descriptivo del fenómeno. Primero, la
modernidad tardía refleja una transformación en la relación entre el espacio, el
tiempo y los sitios. El esfiierzo por entender y considerar las imphcaciones y
consecuencias de este cambio lleva a la re-evaluación de teorías, paradigmas y
conceptos. Segundo, en estudios sobre la migración, este esfiaerzo por entender
la modernidad tardía da lugar a una óptica transnacional para el anáhsis de los
procesos migratorios. Tercero, la migración transnacional refleja prácticas anti-
guas y novedosas, y no es un fenómeno que involucra a todos los migrantes del
mundo. La investigación exige que identifiquemos cuándo y por qué surgen
prácticas transnacionales. Cuarto, las consecuencias de la migración transnacional
son acumulativas y muchas veces no esperadas. Quinto, debemos cuestionar el
determinismo espacial que existe en nuestros conceptos y que en muchos casos
sesga la posibihdad de estudiar fenómenos que rompen con la ecuación tradicio-
nal entre espacio-tiempo-sitio.

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126
Remesas y migración:
el rostro lunnano de la globalización

MANUEL OROZCO

La migración y las remesas han venido a simbolizar el rostro humano de la


globahzación. Cientos de miUones de personas emigran de su país por varias
razones y al mismo tiempo continúan sus obhgaciones familiares y sociales
con el país de origen. Es posible que cada año se estén enviando mundialmen-
te 200 mil millones de dólares en remesas. América Latina, y México, en par-
ticular, se ubican entre las regiones del mundo que reciben importantes sumas.
Para el año 2003 América Latina recibió 38 mil millones. Esta tendencia está
mostrando y llamando la atención hacia la necesidad de lograr mejores meca-
nismos de intercambio y comunicación, mediante la provisión de políticas
que facihten el contacto y la promoción del sector privado entre las comuni-
dades residentes en el exterior. . . ,

I ,, Un iTiimdo en movimiento

Una de las manifestaciones de la globalización se refiere a la forma como las


personas se han vuelto más portátiles, nómadas y transitorias, tanto fisica como

127
MANUEL OROZCO

tecnológicamente. Cientos de millones de turistas viajan cada año aumentan-


do su número a medida que pasa el tiempo; más y más personas trabajan hoy
en día en corporaciones transnacionales y multinacionales moviéndose a dife-
rentes partes del mundo. Los conflictos y desastres naturales producen refugia-
dos económicos y pohticos en todo el planeta; y los trabajadores continúan
reubicándose en diferentes lugares fiíera de su país en busca de mejores condi-
ciones o de reencontrarse con sus famihares, produciendo redes de relación
transnacional entre miembros de famiha que están viviendo en un lugar y otro.
Estimaciones conservadoras sostienen que cada año hay alrededor de 200
miUones de inmigrantes en todo el mundo. Este número es indicativo de un
creciente proceso de globalización, en donde la migración no es unidireccional
del Sur al Norte, sino que ocurre en varias direcciones y en diferentes for-
mas, con trabajadores manuales así como altamente cahficados. De hecho, en
países como Jamaica o Guyana, el 70% o más de la población de esos países,
con educación universitaria, están residiendo en Estados Unidos.

El impacto de las remesas en el nimido

Hasta recientemente la migración se percibía como algo negativo. Hoy en


día se reconoce que su impacto es más complejo. La migración ha beneficiado
a los países que exportan y a los que importan mano de obra. Algunos de los
beneficios resultan del turismo, la telecomunicación, la inversión, el transporte
y las remesas. Los movimientos de remesas han venido creciendo dramática-
mente en los últimos diez años y se estima que representan alrededor de
US$200 mil miUones anuales, con un promedio de envío entre US$700 y
US$1,000 dólares por inmigrante.
Latinoamérica recibe un cuarto de los flujos mundiales de remesas. Es-
tos volúmenes han venido creciendo en los últimos años hasta alcanzar casi

128
REMESAS Y MIGRACIÓN: EL ROSTRO HUMANO DE LA GLOBALIZACIÓN

Relevancia de las remesas para cada país en el 2000


Remesas como porcentaje de ...
Pafi Volumen anua]
Exportación Ayuda Inversión PIB Región Mundo

Egipto $ 3,747,000,064 80% 282% 303% . 4% 35% 5%


El Salvador 1,750,770,944 60% 973% 946% 13% 10% 2%
Filipinas 6,050,450,000 15% 1047% 298% 8% 43% 8%
Grecia 1,613,100,032 16% 149% 1% 10% 2%
India 11,585,699,840 27% 779% 500% 3% 73% 15%
México 6,572,599,808 4% 49% 1% 38% 9%
Pakistán 1,086.000,000 12% 15.5% 353% 2%
Portugal 3.131,162,880 13% 50% 3% 19% 4%
Rep. Dom. 1,688,999,936 30% 2724% 177% 9% 10% 2%
Turquía 4,560,000,000 17% 1403% 464% 2% 27% 6%
Fuente: Worid Bank. Hhrid Development índkators 2002. CD-ROM. Remesas de Filipinas provienen del Banco Central.

Remesas hacia América Latina, 2001 al 2003


Año 2001 2002 2003
Mé.xico 9,273 10,502 13929.3
Brazil a 2,600 4.600 5355
Colombia 1,600 2,431 3220.35
R . Dominicana 1.807 2,206 2164.05
El Salvador 1,920 2,111 2210.25
Guatemala 584 1,689 2211.3
Ecuador 1,400 1.575 1656.9
Jamaica 967 1.288 1425.9
Cuba a 930 1,265 1155
Peni 905 1,138 1155
Haití a 810 931 850.5
Honduras 460 770 862.05
Nicaragua a 610 759 787.5
Venezuela 235 196.35
Costa Rica 321.3
Guyana a 119 136.5
Bolivia 103 104 340
Trinidad y Tobago 59 92.61
Belize 42 38 73.5
19 países 24,011 31,820 38.143

129
MANUEL OROZCO

40 mil millones en 2003. Las remesas superan el volumen de la ayuda y la


inversión. En países como México, las remesas en el año 2003 llegaron a
representar un 90% o más de la inversión extranjera.

América Latina en el contexto de la.s reniosas

¿Qué significado tienen estos volúmenes de dinero? Estos volúmenes tienen


muchas explicaciones. Por un lado, no se puede negar que la migración y las
remesas reflejan el fi-acaso de los gobiernos en la promoción del desarrollo
interno del país, invitando o a veces expulsando a sus ciudadanos a otros
países. Latinoamérica no escapa a esa realidad: la guerra, la represión, la des-
igualdad social, la falta de trabajo son factores que expulsan a la gente. Por
otro lado, es importante reconocer que una vez establecidos los vínculos
entre el hogar de origen y la nueva patria de residencia, se inician relaciones
transnacionales de gran envergadura que promueven el contacto y la conti-
nuidad de la migración y el apoyo a las familias.

La importancia de las remesas

La relevancia de las remesas estriba en cinco aspectos. Primero, éstas represen-


tan un aspecto más de las obligaciones contraídas entre familias, pero que re-
flejan también un costo. Segundo, las remesas tienen un carácter distributivo
sobre el país y hogar que las recibe. Tercero, las remesas tienen un impacto
macroeconómico fundamental y anticíclico. Cuarto, estos volúmenes de di-
nero tienen la fecultad de constituir una transferencia financiera con un poten-
cial de generación de riqueza en el hogar y en la comunidad en la que éstos

130
REMESAS Y MIGRACIÓN: EL ROSTRO HCMANO DE LA GLOBALIZACIÓN

residen. Quinto, estas remesas reflejan parte de un proceso más ampUo de in-
serción global. ' * '"• > - " " ' '
COSTOS. Uno emigra para resolver sus problemas financieros de todo tipo.
El efecto es el desarrollo de obligaciones familiares de carácter transnacional
sobre el mantenimiento del hogar, cancelación de las deudas y otras respon-
sabilidades. Sin embargo, estos compromisos traen consigo costos. El costo
emocional de emigrar, de estar separado de la familia, se conjuga con el costo
de mantenerse en contacto día a día para darle sentido a la cotidianidad de la
separación y reconciliar la distancia con la proximidad emocional que ata a los
seres queridos.
Otro costo ha sido el del envío de dinero. Los inmigrantes envían canti-
dades importantes de dinero de manera frecuente, al menos una vez al mes,
en volúmenes que oscilan entre los 150 y 400 dólares dependiendo del gru-
po. Sin embargo, el envío de tal dinero representa un costo por el uso de
intermediarios que se encargan de transferir la remesa. En algunos casos se
paga hasta un 10% del valor enviado y en otros un 4%. En ambos casos éste
es un costo alto considerando que existen opciones más económicas como
el uso de instituciones de ahorro y crédito o tarjetas débito.
Vale aclarar que estos costos de envío han venido cayendo en los últimos
cinco años. La competencia, las demandas legales y protestas de los consumi-
dores, la investigación por parte del Congreso de Estados Unidos sobre abu-
so contra los inmigrantes, la crítica del Banco Interamericano de Desarrollo,
y el trabajo de algunos centros de anáfisis han logrado que se reduzcan. Hace
cinco o más años era más difícil enviar dinero a los famihares, y más costoso:
algunas compañías cobraban hasta un 20% del principal enviado, y en mu-
chos casos lo hacían a través de una tasa de conversión del dólar en moneda
nacional que era muy desfavorable al cfiente. El gráfico 1 muestra cómo los
costos han venido disminuyendo; sin embargo, éstos pueden caer aún más.
DiSTRiBUTiviDAD DE LAS REMESAS. Un atributo fijndamental que tienen las
remesas estriba en su naturaleza distributiva. Es decir, el dinero Uega, después

131
M A S U E L OROZCO ¡a ^ f j i

Gráfico 1. Costos de envío a América Latina, 2001-2004


(promedio de envío en paréntesis)

del costo de envío, directamente a beneficiar al hogar. El familiar que envía la


rem.esa realiza u n esfuerzo hercúleo, ya que en su mayoría trata de mantener
dos trabajos: u n o para mantenerse y otro para mantener a su familia en el exte-
rior. C o n esos empleos, sin embargo, sus ingresos continúan siendo bajos: la
mayoría de los latinos ganan menos de $25,000 anuales. Sin embargo, con
eUos aseguran que su familiar esté fuera de la pobreza. D e ahí su efecto distri-
butivo. Los hogares receptores de remesas generalmente están recibiendo el
equivalente al producto interno bruto per cápita de Am_érica Latina. Dada la
desigualdad social existente —nienos de u n 30% de los latinoamericanos per-
ciben el equivalente al PIB per cápita-, las remesas se están redistribuyendo
sobre u n 10% de la población, que es el porcentaje de personas que las reciben
e n A m é r i c a Latina. (Gráficos 2 y 3) :h. k ^Kii, u./Kt-iL /UH! Í VÍ SUÍJ 1Í:IÍ;>KIÍÍÍÍ>
5^- -EsBtrro M A C R O E C O N Ó M I C O Y ANTICÍCLÍCO. D e s d e el p u n t o de vista
m a c r o e c o n ó m i c o las remesas, de h e c h o , han adquirido tanta importancia
c a m o las exportaciones, las cuales han sido consideradas c o m o el r u b r o
,: -^^

REMESAS Y MIGR.^CIÓ!S': EL ROSTBO HUMANO DE LA GLOB.ÍLIZACIÓN

Gráfico 2. Ingreso por remesa de hogares receptores y PIB pe Tn


i. J i i f J l : ,-

MO 1000 15Ú0 2060 ZSM 300Ú 3300 4M0 450

v Gráfico 3. Remesas a principales receptores en América Latina


(volumen trimestral)

•ms^- 20S9- 2m^- 2m^- seas- zseí- i&st- sssi- m&\- zm2- 2 M 2 - 2 SS2. 2eS2- 25B3- 2g03- ÍS=5- 2##^-
4& n ' 2ít • ^é 4& "?ft , tm '89 «tt ís • ^ s $s


MANUEL OROZCO

más importante del Producto Interno Bruto. Las remesas a El Salvador en


algunos años sobrepasaron el total de las exportaciones, y en República
Dominicana y Nicaragua representan más de la mitad de las exportacio-
nes. El Salvador ha venido a depender bastante de las remesas y ha imple-
mentado políticas nacionales para atraerlas. Aun en economías grandes como
la mexicana, las remesas son de singular importancia: representan un 10%
del total exportado y más de un 80% de la inversión extranjera directa.
Por otro lado, las remesas mantienen durante un extenso período de tiem-
po una estabilidad casi anticícHca en la economía: a pesar de la recesión econó-
rrfica mundial y su impacto en Estados Unidos, las remesas han continuado
aún y a pesar de un creciente desempleo en la comunidad hispana en ese país.
Mientras la tasa latina de desempleo aumentó en los EE.UU. de 6.3% en juho
del 2001, a 7.3 en 2002 y 8.3 en 2003,los montos de envío siguieron crecien-
do de manera normal y en algunos países todavía más.

Remesas y finanzas

Medular en la transferencia de remesas es su relación con las instituciones


financieras. Las remesas son un sistema de pago y representan una forma de
servicio financiero que ya tiene una relación indirecta con instituciones fi-
nancieras bancarias: la remesa siempre pasa por la banca. La relevancia de esto
es que las remesas pueden facifitar el desarrollo de un hogar y de un país al ser
un flujo financiero importante.Tres elementos que garantizan el desarroUo, la
calidad de vida y la movihdad social de una persona son: la buena educación, la
salud y el acceso a servicios financieros o a la propiedad.
Es importante reconocer que al menos cincuenta por ciento de los inmi-
grantes, como los mexicanos, no tiene acceso a la banca debido a problemas de
lenguaje, educación, desconocimiento de los servicios bancarios, discrimina-

i;34
REMESAS Y MIGRACIÓN: EL ROSTRO HUMANO DE LA CLORALIZACIÓN

ción, O por creer que no la necesitan porque pronto volverán a su país, así no lo
hagan. El efecto es que estas personas quedan friera del entorno financiero, sin
acceso al ahorro, al crédito y sin oportunidades de inversión grandes o peque-
ñas.Tanto el pobre como el rico ahorran y creen en el crédito, sin embargo, las
minorías étrücas carecen de acceso a servicios financieros. De ahí que la
bancarización sea un elemento fimdamental de desarroUo personal.
De igual forma, el problema de la bancarización también es serio en Amé-
rica Latina, en donde menos del 20% de los mexicanos adultos tiene acceso a
cuentas bancarias. Los bancos latinoamericanos tradicionalmente se concen-
traron en servir a la élite agroexportadora, mucha de la cual creó sus propios
bancos. El resultado final ha sido que el ciudadano promedio, y aquel de bajo
ingreso, no ha tenido acceso a servicios financieros, y la banca no ha buscado
en éstos una fiaente para atraer nuevos activos. De hecho, las deficiencias de las
instituciones financieras constituyen una causa principal de desigualdad. Un
estudio del Banco Interamericano sostiene que: "Los mercados financieros
están subdesarroUados en América Latina y la culpa va más aUá de la historia
de inflación e inestabUidad financiera.También son culpables las débUes insti-
tuciones para apoyar el crédito". El estudio sostiene que menos del 5% de los
pequeños negocios reciben préstamos de la banca comercial, y aun las peque-
ñas cooperativas de ahorro y crédito, e instituciones micro financieras que
emergen para suplir la demanda de estos servicios no tienen un portafolio lo
suficientemente holgado: es 1% por debajo de lo que los bancos comerciales
poseen en América Latina. v • '*-

.:, ,• • • • • : . • . ','... ,•- ; . :.. . i . •'.:.;•

Las remesas como parte de mi proceso

Finalmente, es importante resaltar que las remesas constituyen un componen-


te más amplio de un proceso de inserción de los países en la economía global

m
MANUEL OROZCO

a través de la comunidad migrante. Las remesas ilustran un proceso de


profimdización de la vida nacional de los Estados y naciones en la integración
en la economía global. ¿Qué significa esto? Significa que la migración que se
ha desarroUado de manera creciente y sosterfida, ha hecho del inmigrante un
agente más de la globahzación de sus países.
Uno de los cambios más pronunciados en los últimos años ha sido el
proceso de intensificación y expansión de la integración económica mundial
mediante la consohdación de mercados y centros de producción transnacionales.
El resultado ha sido el fortalecimiento de la interdependencia económica, la
formación de bloques económicos regionales, la hberafización comercial y
financiera de mercados. En términos prácticos, se ha observado de manera
aguda la intensificación de la competencia por obtener nuevos mercados a
escala mundial.
La integración económica dentro de la economía global ha ocurrido a
través de la migración laboral y ha activado lo que damos en llamar las
"5Ts de integración económica": turismo, telecomunicaciones, transporte
aéreo, transferencia de remesas, y comercio nostálgico. Estos sectores han
abierto oportunidades de negocio que han expandido el comercio y la
inversión.
La conectividad entre los inmigrantes y su país de origen se ha constitui-
do en proceso permanente. El turismo de Repúbhca Dominicana, El Salva-
dor, Honduras, Nicaragua y hasta México posee un gran componente de
nacionales que viven en el exterior.
En El Salvador más del cincuenta por ciento de los turistas que entran
al país son nacionales residentes en el exterior, en los Estados Unidos pre-
dominantemente. El promedio de estadía es de más de dos semanas y gas-
tan unos US$50 diarios. Los nicaragüenses de igual forma viajan con fre-
cuencia de Miami a Managua y llevan consigo bienes de consumo y
duraderos. Los dominicanos representan más del 30% de los turistas de su
país y gastan US$650 por estadía. Veinte por ciento de los turistas que

•36
REMESAS Y MIGRACIÓN: EL ROSTRO HUMANO DE LA GLOBALIZACIÓN

visitan México anualmente son mexicanos que van a sus pueblos durante
las fiestas patronales, las navidades y otras conmemoraciones. Estas visitas
dejan miles de miUones de dólares.
Para el transporte aéreo también la conectividad es de gran importan-
cia. La compañía Grupo Taca, que trabaja en Centro América, tiene 15
vuelos diarios de Estados Unidos a El Salvador, en los que más del 70 por
ciento de sus viajeros son centroamericanos. Existen por lo menos dos
vuelos directos de Chicago a Zacatecas, de NewYork a Puebla, y de Los
Angeles a varias ciudades al interior de México. El tráfico aéreo ha au-
mentado sobremanera entre estos países, hay muchas más líneas aéreas
operando en la región y compitiendo entre eUas. Solamente desde el aero-
puerto John F. Kennedy los vuelos anuales transportan a unas 140 mil per-
sonas a Santo Domingo y otras 95 mil desde Miami.
Las llamadas telefónicas son otro aspecto fundamental de la conectividad
que tiene efectos en la economía de los países. Los inmigrantes gastan
alrededor de 120 minutos en llamadas a sus familiares en el exterior. Estas
cantidades de minutos se traducen en millones de dólares que benefician a
las empresas y a la infraestructura de las telecomunicaciones. Entre un cin-
cuenta y un ochenta por ciento de la ganancia generada por servicios de
telefonía proviene de las llamadas de hogar a hogar que hacen los
inmigrantes.
Finalmente está el comercio nostálgico. Alrededor de un setenta por cien-
to de los inmigrantes consume productos de su país de origen: tortiUas, café,
ron, tamales, dulces, entre otros. El volumen de productos nostálgicos expor-
tados a Estados Unidos desde varios países de América Latina viene a repre-
sentar un diez por ciento del total exportado. (Gráfico 4)
De esta forma se puede apreciar que los esfuerzos financieros de los
inmigrantes a través de las remesas tienen un impacto más complejo que el
que generalmente se conoce. La situación positiva de este fenómeno, sin em-
bargo, tiene que reconocer el hecho de que aunque las remesas tienen un

137
MASTJEL OROZCO

Gráfico 4. Porcentaje de inmigrantes que exportan


..,;,;.___,_.^,.. productos nostálgicos _:.

90,00%
80,00%-
70,00%
60,00%.
50,00%
40,00%'
30,00%
20,00%
io,ooyo-
0,00%
Ecuaeor wexico Guyana Dominican =
Rep. Salvador

impacto sobre la pobreza en el sentido que mantienen a los familiares friera de


ésta, no los sacan por completo. Para ello hacen falta reformas estructurales
sobre la desigualdad enAmérica Latina,pero también políticas específicas de
integración y democracia financiera de los hogares emisores y receptores de
remesas. ,j.,„ i„^-_,,, „ ,„ = „ „ ,„ ^^^^.,,^,„ ,„- _-,, .,_-,.- _, ,_,-.:^,.,,

138
Migraciones v remesas:
una nueva liistoria
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

Introducción

Mundialmente las remesas famihares son un flujo enorme, que hoy Uega, por
lo menos, a los 100.000 miUones de dólares anuales. Hace diez años la cifra
era del orden de 50.000 nüUones de dólares. Más del 60% de esta cifra se
dirige a los países de menor desarroUo. USD 32 mil miUones se enviaron a
América Latina en el 2002.
La región de América Latina y el Caribe no ha sido ajena a este fenóme-
no. Las Uamadas remesas familiares son hoy una de sus principales fiaentes de
recursos externos. Su monto supera con creces la asistencia oficial a los pro-
gramas de desarroUo humano.
En muchos de estos países las remesas enviadas por emigrantes interna-
cionales a sus famihas han sido fimdamentales en la vida de miUones de
personas, especialmente en Méjico, Centroamérica y el Caribe. Colombia
está viviendo una historia similar. Ahora, después de mucha indiferencia y

139
CÉSAR GONZALEZ MufSoz

oscuridad, se está haciendo un esfuerzo para medir estas transferencias interna-


cionales; para analizar sus condiciones, orígenes y destinos; los canales usados;
sus impactos económicos y culturales. En este nuevo campo de estudio parti-
cipan gobiernos, instituciones multUaterales y entidades académicas. Pese a los
esfuerzos que se han realizado, es muy ampho el campo disponible para la
exploración^.
El ambiente en el que se mueven estas cifras tan Uamativas es, claro, el de
la globalización. La economía, las finanzas, las comunicaciones y los movi-
mientos de personas construyen entre todos el denso tejido de los procesos
globales. Lo supranacional conecta todos sus elementos de una nueva manera.
Pero la historia de la globahzación no queda bien contada si la circulación
de personas no ocupa aUí un lugar central. Los ideólogos del neoliberalismo se
equivocarían menos si esmdiaran con juicio la circulación de personas, y no sólo la
de capitales, bienes y datos, cuando se refieren a los procesos internacionales.
La globahzación que actualmente se está viendo en las esferas económica y
comercial, mediante redes de producción esparcidas en todo el mundo y el
aumento de los intercambios de capitales y de información, Ueva consigo un
cambio drástico en el significado, el valor cultural y la escala de las migraciones.
Casi 200 miUones de personas, 3% de la población mundial, han vivido
fuera de su país de origen por más de un año; con seguridad, el número va a
crecer en el fiaturo próximo. El asunto exige mayor atención en los debates
sobre la globalización.
Lamentablemente, el tema no figura entre las más altas prioridades de
quienes negocian los procesos de integración y Uberalización. Paradójica-
mente, al tiempo que prohferan los acuerdos bilaterales y multilaterales para
la hberación del flujo de bienes y capitales, se imponen crecientes barreras a la
hbre movihdad de personas.

1. En Colombia los primeros escritos sobre la materia aparecieron hace sólo cuatro años (César
González Muñoz y Asociados, 1999).

I4C
MIGRACIONES Y REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

Las prácticas restrictivas a la libre movilidad humana han tenido un efecto


nocivo en el bienestar de la población migrante. En este campo debe actuar
una institución de carácter mundial, que tenga la capacidad real de establecer
un sistema que propenda por una migración legal y planificada.
Además de la introducción, este artículo tiene cinco partes. En la primera
se presentan las cifras sobre el volumen de remesas a escala mundial. En la
segunda se reahza un análisis comparativo de la importancia macroeconómica
de estos fondos como fiíente de ingreso externo en Colombia y algunos
países de Centroamérica. En la tercera se describe el proceso de envío y
recepción de remesas. La cuarta parte trata el tema de los costos de envío. En
la quinta y última parte se hace una descripción de los temas de agenda
inmediata de trabajo. ,^

Volimien de remesas familiares en el mundo,


América Latina y Colombia

De acuerdo con las últimas cifras disponibles producidas por el Fondo M o -


netario Internacional, la recepción y el envío de remesas presentan una ele-
vada concentración.
Entre 1990 y 2002, cinco países enviaron, en promedio, el 72% de las
remesas familiares a escala mundial: Arabia Saudita, Alemania, Francia y Esta-
dos Unidos. Este último país es hoy el principal girador de remesas. Mientras
que en 1990 se enviaban desde aUí cerca del 23% de estos recursos, en el
2001 este porcentaje fríe de 34% (Gráfico 1).
A su vez, los seis países que se indican en el gráfico 2 recibieron, en promedio, en
los últimos doce años, el 44% del total de las remesas famihares a escala mundial.
Estos países son: India, Méjico, Turquía, España, Portugal y Marruecos. Los dos
primeros países captaron una cuarta parte de estos recursos en el 2001.

^ l
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑC

Gráfico 1: Remesas de trabajadores recibidas a escala nmndial.


Valores absolutos y participación en el total

I A. Saudita E-Ui I Alemania Francia. . % Tota!

Fuente: FM!. Baiance of Payments Statistics. Anual Year Booit y cálculos propios.

Gráfico 2: Remesas de trabajadores recibidas a escala mundial.


'^'^' r Valores absolutos y participación en el total.

95
50
45

S5 X5

30

25
20
=5- CM ?5 ^í- !^^ íD !- s3 en o
D> Oí <S> £» ffj CJÍ ÍK C!. <^ o
=- £31 Oi Gí G> Oi <í> a> c. ía ÍJ5 f^
India a Méjico
Portugal a Ma.Tusqos
% Tota!

Fuente: FM!. Balance of Payments Statistia. Anual Year Booln y cálculos propios.

142
MIGRACIONES Y REMESAS: I:.^A INUEVA HISTORIA

Con excepción de Méjico, los demás países de Latinoamérica no tienen


una participación significativa, mdividualmente considerados, en el movimiento
mundial de remesas (Gráfico 3). Sin embargo, como se verá más adelante, este
flujo de caudales se constituye en una fuente muy importante de ingreso ex-
terno en estos países. Ol'-i ,; *' iT'i •;':•',

Gráfico 3. Colombia y algunos países de la región.


Remesas recibidas, en valores absolutos, 2002,, ,

Nicaragua =] . ; i ; 1
Honduras ZD ' i i ! 1
Jamaica ^Z3 ,
auador cia
Guaterrala L—1 '
B Salvado; ._i

Rep. Dominicana f"r:r:s, i ¡


' • ' '

Coloriftoia
México a t ^ . . ; . ' ". ; ,;:::jt
o o o

^ í\í co m Í0 P-. 05
USD rriliones

Fuentí:e: F.VÍI. Balance of Payments Statistics. Anual Year Book y cálculos propios.

L y iiu|>()]taiií ia dv ia^ n tne-a'- f d i i i i l i j i e s


en CiulíHiibia íreiile a o'n^^ paisp-,
(te ' \ i i i e r i r a L a t i i i r i

El valor de los airos recibidos en Colombia al finalizar 2003 fue cercano a los
USD3.000 millones; entre 1996 y 2002 el volumen de las remesas
intermediadas únicamente por las casas de cambio aumentó 8.5 veces. • ;
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

Esta velocidad de crecinúento es incluso mayor a la que experimentaron


países como Méjico, El Salvador, Guatemala y Honduras. El volumen de
remesas recibidas por estos cuatro países experimentó una tasa de crecimiento
promedio anual de 14% entre 1992 y 2002, aumentando su valor 3.6 veces
entre un año y otro.
Es oportuno un comentario con respecto a la calidad de la información
estadística. Por una parte, las cifras sobre balanza de pagos del Fondo M o -
netario Internacional eran la única fuente de información sobre remesas
en Colombia hasta finales de la década del noventa. Estas cifras presenta-
ban serios problemas de clasificación que subvaloraban sustandalmente el
verdadero tamaño del flujo de remesas, tanto en Colombia como en los
demás países receptores de estos recursos. De allí que se presente un creci-
miento tan acelerado de este flujo de recursos, entre 1996 y 2002, en nuestro
país.
Por otra parte, en Colombia no existe una información sistemática e in-
tegral sobre el monto de las remesas familiares. La información publicada por
la Superintendencia Bancaria incorpora únicamente las operaciones realiza-
das por el grupo de casas de cambio, quedando por friera los establecimien-
tos de crédito, entre éstos, una compañía de financiamiento comercial que en
su momento Uegó a ser la casa de cambio más importante.
Desde finales de la década anterior las remesas famüiares se han converti-
do en una de las principales fiaentes de ingresos para el país. Medidas como
porcentaje del valor de las exportaciones de bienes, éstas pasaron de cerca del
6% al 20% entre 1996 y 2002 (Cuadro 1). Desde el 2000 superaron con cre-
ces el valor de las exportaciones de cafe, hasta convertirse en la segunda fiaente
de divisas, después del petróleo, en el 2003. Se espera que para el 2004 estos
recursos superen el valor de las exportaciones de crudo.
N o obstante, las cifras disponibles indican que el impacto de las remesas
de baja cuantía en el balance externo y en el ingreso nacional es inferior al
que se registra en algunos países de Centroamérica (Gráfico 4). Su importan-

'44
MlCHAC10.NE.S V REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

Cuadro 1. Recepción de giros, como porcentaje del valor


de los principales rubros de exportación de la balanza de pagos

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002


TOTAL 6 6 4 11 12 14 20
Tradicionales n 11 9 21 23 32 44
Café 40 29 26 98 148 230 311
Petróleo y derivados 21 24 22 35 35 53 73
Otros 48 51 40 108 125 117 166
No tradicionales 13 12 9 24 25 26 37
Agropecuarias 52 50 36 94 117 129 174
Sector minero 840 1.283 780 997 654 3.532 3.196
Sector industrial 19 17 12 33 33 33 48
Fuente: Banco de la República, FMI. Cálculos propios.

Gráfico 4: Recepción de remesas, como porcentaje


de las exportaciones de bienes, en 2002

MéJKO

Colombia
U 1
Rep Dominio ^^^^^1^1
1
Honduras
1 ¡
I [
El Salvacíor
1 ! I
! i
Guatemala
1

Nicaragua 1

20 40 60 80 100 120

Fuente: Orozco, 2003.

cía difiere de acuerdo con las condiciones sociales y el nivel de ingreso de la


población. En Nicaragua, por ejemplo, este rubro fiíe mayor que el valor de las
exportaciones de bienes; en Guatemala y El Salvador superó el 60%. Méjico,

H5
CÉSAR GONZALEZ MUÑOZ

que ha sido en los últimos años el segundo receptor de estos recursos en el


mundo después de la India, registró 6% en 2002.

El proceso ríe envío de remesas fainiliares

Los giros o remesas son transferencias de dinero desde el país hacia el exterior
y viceversa, que se autorizan mediante la expedición de órdenes telegráficas o
telefónicas, o mediante instrumentos electrónicos. Otros canales informales
como las encomiendas han sido ampliamente utUizados; sin embargo, no se
tiene información sobre el monto de recursos transferidos por estos medios.
En cada país los sistemas utiUzados para la transferencia de fondos a título
de remesas de trabajadores tuvieron un origen vinculado con las usanzas
culturales y la historia particular de la migración. En Centroamérica, por ejem-
plo, se desarroUaron instituciones autóctonas para atender estos requerimien-
tos. En algunos de ellos la historia de sus corrientes migratorias es muy reciente y
está marcada por el conflicto armado interno de la década de los ochenta.
Colombia, por su parte, no desarrolló instituciones autóctonas al estilo
de las centroamericanas para atender los requerimientos de transferencia
de fondos de los emigrantes. Las casas de cambio Uenaron ese vacío desde
principios de la década de los noventa. Hasta entonces, las autoridades
monetarias administraban el precio de las divisas transadas en el mercado
cambiarlo; su tenencia estaba fuertemente restringida. Este rígido sistema
oficial de control cambiarlo dio lugar a la existencia de un amplio y activo
mercado informal; la explosión del narcotráfico y los altos niveles históri-
cos de contrabando de mercancías fueron factores de gran expansión del
"mercado negro".
El mundo de las remesas familiares pertenecía a un ambiente de pe-
numbra, sin instituciones formales. Prevalecían los envíos a título de en-

146
MlCRACIOfTES Y BEMESA8: UNA NUEVA HISTORIA

comiendas y el uso del correo aéreo tradicional. El propio desarrollo ini-


cial de las casas de cambio ocurrió rodeado de dicha penumbra. Durante
toda la década, los establecimientos de crédito se mantuvieron alejados
del negocio de las remesas por temor a "meterse en líos" con el lavado de
activos. Sólo hasta hace dos o tres años comenzaron a ver el negocio con
mayor atención. ; ,• . -,
En Estados Unidos, además del sector bancario, existen entidades finan-
cieras no bancarias que desarroUan cinco actividades propias del negocio de la
transferencia nacional e internacional de dinero; transmisión de dinero (remesas),
cheques de viajero, Money Orders, cambio de moneda extranjera al detal y
cambio de cheques^. De estas cinco actividades, la transmisión internacional
de dinero es la menos voluminosa -alrededor de 16.000 millones de dólares
en 2001-. El negocio de Money Orders es alrededor de diez veces mayor al de
transmisión internacional de dinero.
Se calcula que estos cinco negocios financieros no bancarios poseen 180
mil locales de atención al público en los Estados Unidos. El 90% de este total
se ocupa principalmente de la venta de Money Orders, de las cuales más de
una cuarta parte corresponde a locales del Servicio Postal de E.U. Más del
35% de estos locales se encuentra en los estados de Texas, Nueva York y
California.
Western Union (WU) y MoneyGram (MG) manejan el 97% del ne-
gocio de remesas internacionales desde los Estados Unidos. Otros remi-
tentes, "los chicos", manejan el 3% restante. Estas dos empresas participan
en el mercado de remesas a Colombia, siendo la primera la más importan-
te hoy día. De hecho,WU es el principal remitente individual a Colombia,
desde los Estados Unidos y Europa. Sin embargo, alrededor de quince
Money Remitters, con sede en varios puntos de los Estados Unidos, han

2. De acuerdo con Coopers & Lybrand (1997), en 1996 estos cinco sectores registraron un giro
anual de negocios del orden de USD200 millardos.

H7
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

manejado tradicionalmente no menos de las dos terceras partes del nego-


cio. Para las casas de cambio en Colombia ellos son sus principales corres-
ponsales.
En Colombia, por su parte, el Régimen Cambiarlo vigente^ deternfina las
entidades que pueden actuar como intermediarias del mercado cambiarlo'*,
establece el concepto de mercado cambiarlo, las operaciones que lo confor-
man'' y reglamenta cada una de dichas operaciones, entre otras disposiciones.
De acuerdo con éste, la transferencia de remesas famihares se efectúa por la vía
de una casa de cambio, de un establecimiento de crédito o de un comisionista
de bolsa.
La mecánica de las remesas depende de las instituciones que las efectúan.
En una casa de cambio, por ejemplo, este proceso la involucra directamente
con su corresponsal en el extranjero. La casa de cambio recibe una orden de
pago del remitente -su corresponsal-. Después de que el receptor del dinero
en Colombia recibe su pago en pesos, la entidad colombiana soHcita al remi-
tente del exterior el abono del valor de las divisas giradas, en su cuenta banca-
ria en el extranjero.
El remitente informa a la casa de cambio la suma neta en moneda ex-
tranjera objeto del giro, después de descontar sus comisiones. Ellos han
acordado previamente la tasa de cambio a utilizar para la entrega de los
fondos netos al receptor. En el caso de los Estados Unidos, la práctica con-
siste en que el remitente informe al girador, previamente, sobre dicha tasa.
Este precio ha sido el principal instrumento de competencia entre remi-
tentes y entre casas de cambio. La casa de cambio normalmente informa por

3. Resolución 8 de 20(.)0. Junta Directiva del Banco de la República.


4. Los bancos comerciales, los bancos hipotecarios, las corporaciones financieras, las compafiías de
financiamiento comercial, la Financiera Energética Nacional, cl Banco de Comercio Exterior, las
cooperativas financieras, las sociedades comisionistas de bolsa y las casas de cambio.
5. Entre ellas el envío y recepción de remesas.

I48
MIGRACIONES Y REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

teléfono al receptor sobre la existencia de un giro a su favor, y éste se acerca a


la agencia que se encarga de hacer el pago.
El ingreso neto para la casa de cambio se obtiene en la venta, a una tasa
de cambio más alta, de las divisas abonadas en su cuenta. Esta venta es
realizada a una entidad financiera. La competencia entre casas de cambio
ha llevado a que éstas ofrezcan a los remitentes una parte de este diferen-
cial cambiarlo.
Los instrumentos técnicos necesarios para reaUzar este proceso tienen que
ver con el registro y las comunicaciones. Por una parte, se requiere el control y
la verificación de los pagos realizados y los cobros hechos a los corresponsales,
así como el mantenimiento de registros sobre cada una de las operaciones y la
identificación adecuada de los receptores. Por otra parte, el sistema de teléfo-
no/fax es el principal componente de las comunicaciones.
En el caso de las instituciones financieras, los procedinnentos son bien dis-
tintos, así como los instrumentos tecnológicos utilizados. Sus relaciones de
corresponsalía ocurren fundamentalmente con W U y MG. Estas dos entida-
des manejan vehículos automáticos —comunicación vía satéhte— para la trans-
ferencia de fondos.
El medio de pago bancario internacional que se usa en todo el mundo
consiste en la Orden de Pago por Transferencia apoyada en la plataforma
SWIFT. Se trata de un sistema interbancario que transmite electrónicamente
todos los datos de una transferencia de dinero. Si el receptor tiene cuenta co-
rriente o de ahorros en la entidad intermediaria en Colombia, en 24 horas la
transferencia queda abonada en cuenta.Todas las instituciones financieras co-
lombianas con negocios internacionales están suscritas al sistema SWIFT*".

6. Sobre esta plataforma tecnológica operan los convenios que ya existen entre entidades finan-
cieras españolas y latinoamericanas. El girador ordena la remesa en cualquiera de los puntos de pago
de la red de oficinas de la institución española (que en algunos casos se amplía, por convenio, a otras
entidades financieras), y de allí se realiza la transferencia interbancaria SWIFT al intermediario del
país receptor.

H9
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

Los costos de en\ao y recepción de remesas


hacia América Latina

Existe poca información sistematizada sobre los costos de envío de remesas


y sobre los valores promedio de estos recursos en el ámbito de Latinoa-
mérica. Sin embargo, los estudios realizados por Orozco (2002, 2003)
nos permiten acercarnos a esta realidad y obtener algunas conclusiones
relevantes.
Se encuentra, por ejemplo, que los costos de envío de remesas a Latinoa-
mérica, pese a haber disminuido en los últimos años, siguen siendo altos en
comparación con otras regiones del mundo.
Este hecho se explica básicamente por los canales que utilizan los migrantes
latinoamericanos firente a los de otras regiones. Mientras que en buena parte
de los países del mundo las transferencias se hacen por la vía de los bancos,
sólo el 9% de los giradores latinoamericanos los utilizan. El 78% utihza Money
Remitters y el resto lo hace por intermedio de famüiares o conocidos. La
condición de indocumentados, de buena parte de eUos, les dificulta el acceso
a los servicios bancarios.
Un envío de US$200 hacia Pakistán tenía un costo de 0.4% en 2002,
hacia Mozambique de 1%, hacia Turquía de 3.1% y hacia Portugal de 3.4%.
Por su parte, el costo de enviar el mismo monto a Latinoamérica oscüa entre
el 6% y el 12%, en promedio. Colombia se encuentra en un rango medio
con un cargo de 7.2%, en promedio.
El costo en que incurre quien envía dinero a su país de origen está con-
formado por una comisión que cobra la compañía transmisora por realizar la
operación —esto refleja los costos de operación, la tasa de cambio utilizada, el
mecanismo de transmisión empleado, el nivel de competencia en el mercado
de envío y recepción— y la ganancia derivada del diferencial cambiarlo; en el
caso de Colombia habría que considerar los impuestos. Los dos componentes
han disminuido como consecuencia del incremento de la competencia entre
MIGRACIONES Y REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

compañías. En países donde hay mayor restricción al mercado, las comisiones


son más altas, como en el caso de Cuba y Haití.
Una característica adicional de la evolución de los costos es su disminución
a medida que se incrementa el monto enviado, sobre todo después de los
US$300. Sin embargo, los envíos no superan, en su mayoría, los US$200, por
lo cual este beneficio no ha sido aprovechado (Orozco, 2002). Casi la mitad de
las compañías que hicieron transferencias por US$300 en 2001 cobraron ho-
norarios inferiores al 5% del monto enviado, mientras que más de una tercera
parte de las compañías que hicieron transferencias por US$150 cobraron ho-
norarios por encima del 9% del envío.
En Colombia, la mayoría de los giros corresponde a operaciones de baja
cuantía; eUo sugiere que se trata de ayudas familiares. Entre el 80% y el 90%
de las operaciones corresponden a giros de valor inferior a los USD750. Por
su parte, el valor promedio de los giros recibidos vía las casas de cambio está
entre USD250 y USD300, según la Asociación Cambiaría de Colombia
-AsocAMBiARiA, entidad que las agrupa.

i . -,

Temas de la agenda imnediata

En el mediano plazo, uno de los grandes retos de la organización colombia-


na es lograr convertir a la población emigrante en un actor "visible" de la
vida social; se debe avanzar en el reconocimiento de su potencial valor cul-
tural y político, sus características sociológicas y sus intereses como grupo
social vinculado de una u otra forma a la reaUdad nacional.
El desinterés que hasta hace poco tiempo dominaba la escena se evi-
denciaba en la ausencia de estudios comprensivos de la dimensión y el
perfil de la comunidad colombiana emigrante. Esta actitud de abandono la
explican dos hechos: uno, la manera como se han dado los movimientos

ifii
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

poblacionales hacia el resto del mundo; y, dos, la influencia del narcotráfico


en la vida nacional.
En relación con el primero se puede decir que hasta hace muy pocos años
Colombia no había tenido períodos visibles de importante explosión migratoria.
Los movimientos poblacionales hacia el resto del mundo han ocurrido de
manera continua y "caUada".
Sobre el segundo se puede afirmar que la historia de narcotráfico de las
últimas dos décadas le confiere al anáfisis de las migraciones colombianas
una perspectiva diferente, en comparación con lo que ocurre en otros países.
Es necesario reconocer que por causa del problema de las drogas muchos
expatriados colombianos son vistos -tanto en Colombia como en el exte-
rior— como "agentes de riesgo" más que como portadores de una cultura
transnacional colombiana^. Como consecuencia de eUo, el tema de las remesas
y en general de las transferencias de divisas ha estado preso de esta problemática.
N o obstante, la CanciUería colombiana maneja ahora el programa C o -
lombia Nos Une, dirigido a promover los derechos y el prestigio social de lo
que ha dado en Uamarse, con un poco de hipérbole, "La Diáspora Colom-
biana". Ha convocado para ello a la Oficina Internacional para las Migracio-
nes - O I M , a la banca multinacional, al Banco de la República y a las entidades
gubernamentales relacionadas con el asunto.
La OIM, oficina de Colombia, ha pubUcado recientemente un estudio so-
bre el desarroUo y el marco legal de las remesas en Colombia (González y
Asociados, 2003). Este hbro, además de anafizar comparativamente el merca-
do de giros en Colombia y el de algunos países de la región, describe el
marco institucional en el que se desarroUa el negocio de giros en nuestro

7.Véase Embajada de Colombia en España: Análisis y Diagnóstico de la Situación de la Colonia


Colombiana en España (2002). Allí se concluye que los inmigrantes son vistos, en primer lugar, por su
condición de colombianos, antes que como inmigrantes o trabajadores. Para una mayor comprensión
de la situación de los colombianos en España, véase CECA (2003).

'5^
MIGRACIONES Y REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

país, ofrece una visión panoránfica del mercado de remesas en los Estados
Unidos, discute el tema de los costos involucrados en el trámite de remesas y
propone nuevas líneas de investigación.
Lo propio hizo la Embajada de Colombia en España. Con base en una
muestra de 1.100 colombianos, señala que esta colonia es el segundo colec-
tivo extranjero más numeroso después del ecuatoriano; el número de co-
lombianos se duplica cada año; el 68% proviene delVaUe del Cauca, del Eje
Cafetero y Antioquia; la principal causa para emigrar es la situación económi-
ca; las mujeres son el 65% del total; existe una tendencia creciente a la migra-
ción de toda la famiha; su ubicación laboral es preferentemente en el servicio
doméstico; existe 1.9 irregulares por cada regular; tienen un ingreso promedio
anual de 7.930 euros; la cantidad de su ingreso ahorrada es de unos 2.048
euros al año; el 65% de los encuestados envía dinero a Colombia y de eUos el
63% lo hace por intermedio de una agencia^.
La falta de observaciones estadísticas eficaces dificulta conocer el com-
portamiento de la comunidad colombiana en otras partes del mundo, en
especial en Estados Unidos que es el principal destino de los que dejan el país
en busca de oportunidades.Tal comprensión sólo puede ser aproximada con
base en los estudios que se han reahzado sobre la comunidad extranjera resi-
dente en ese país (Orozco, 2003).

Trabajos en marcha

La OIM está coordinando y financiando parcialmente un estudio del perfiíl


de las comunidades receptoras de remesas en el área metropohtana de Pereira.

8. Ibid.

Í53
CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

Con el auspicio de entidades públicas y privadas se busca mejorar el conoci-


miento sobre los elementos sociodemográficos de los emigrantes colombia-
nos, conocer el perfil de gasto de las famüias receptoras y, a partir de allí, gene-
rar propuestas de pohtica púbhca.
En esta labor participan el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Orga-
nización Internacional para las Migraciones, el Departamento Nacional de
Estadística (DAÑE), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la

R e d de Universidades Púbhcas del Eje Cafetero Corporación Alma Máter, el


gremio de los intermediarios de remesas (ASOCAMBIARIA) y la Organización
no Gubernamental América, España, Sohdaridad y Cooperación (AESCO).

Agenda pendiente

1. En los últimos cuatro años se ha avanzado en la comprensión de un fenó-


meno de relevancia creciente en nuestro país. Los recursos provenientes
de los colombianos que viven en el exterior serán, en el muy corto plazo,
la principal fiíente de divisas.

2. N o obstante, también hay problemas que dificultan el establecirrüento de


un régimen de trámite de remesas que sea social y económicamente efi-
ciente. Es urgente conocer las comunidades colombianas en el exterior',
así como el uso que hacen las famihas beneficiarías de estos recursos.

9. Lamentablemente no existe información sistematizada ni precisa sobre la población emigran-


te. Se estima que entre el 8% y el 12% de la población nacida en Colombia vive en el exterior. Hasta
1998 el número había crecido de manera contiima, a una tasa estable de alrededor del 5.5% anual,
considerablemente más alta que la tasa de aumento general de la población. Las cifi~as de los últimos
cuatro años son sin duda mucho mayores.

154
MIGRACIONES Y REMESAS: UNA NUEVA HISTORIA

3. Una vez identificadas las condiciones de los emigrantes y de los beneficia-


rios, sus necesidades y el destino de las remesas, será posible avanzar en el
uso productivo de tales recursos. El punto de partida debe ser la identifica-
ción del ámbito personal y famihar en el que tiene lugar la migración.

4. Para mejorar la discusión púbhca del tema de las remesas famihares es


indispensable estudiar la incidencia real del uso criminal del mecanismo
de remesas, y evaluar la cahdad de los controles preventivos instalados en
el sistema.

5. En Colombia es urgente definir una estrategia en la que participen todos


los agentes involucrados, para buscar la reducción de los costos de tran-
sacción de las remesas farrúfiares.

BIBLIOGRAFÍA ^.'

CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro), 2003, Estudio sobre las


Remesas enviadas por los Emigrantes Latinoamericanos Residentes en España a sus
Países de Origen, Informe Final.
CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), 2000, Uso Pro-
ductivo de las Remesas Familiares y Comunitarias en Centraemérica, L C / M E X /
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CÉSAR GONZÁLEZ MUÑOZ

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Cuestiones de Políticas Migratorias, Ginebra.
Orozco, Manuel, 2003, Worker Remittaruxs:An International Comparison. Diálogo Inte-
ramericano, BiD.

156
[•• • , .

Migiaciones internacionales y narcotráfico


WILLIAM MEII'A OCHOA

. >

The idea that criminal groups limit thdr activities to distinct markets is becoming an
increasingly obsolete construction upheld more for administrative purposes than as a
reflection of criminal realities. Crimináis, afier ali, are nothing more than ordinary
businessmen taking advantage of any opportunity to make money, uHth one major
exception: crimittals do not résped the law. (Europol, 2003: 17)

• < • - , :

í' hitroducción
"•\ .11 , . ,

Aunque la producción de los distintos tipos de drogas Uegales se concentra


en un número fimitado de países, su consumo, que abarca prácticamente
todo el mundo, hace del tráfico de eUas una grande y compleja actividad
internacional, que la ha Uevado a ser incluida dentro de lo que hoy se conoce
como Crimen Organizado Transnacional, objeto de múltiples acuerdos

157
WILLIAM MEJÍA OCHOA

intergubernamentales, entre eUos una Convención (Naciones Unidas, 2001)


y otras resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En cuanto a consumidores, el mercado de las drogas ilegales se estimó
recientemente en 200 miUones de personas (Tabla l),que representan casi el
5% de la población mundial de quince o más años de edad.

Tabla 1. Amphtud del uso indebido de drogas (prevalencia anual).


Estimaciones para 2000-2001

TIPO DE DROGAS

Estimulantes
de tipo Opiáceos
Total Cannabis anfetatnínico

Anfetaminas Éxtasis Cocaína Total Heroína


opiáceos

Millones
de personas 200.0 162.8 34.3 7.7 14.1 14.9 9.5
En % de la
población mundial 3.4% 2.7% 0.6% 0.1% 0.2% 0.3% 0.16%
En % de la
población mundial
de 15 años y más 4.7% 3.9% 0.8% 0.2% 0.3% 0.4% 0.22%

Fuente: Naciones Unidas, 2003: 105.

El abastecimiento de tal mercado entraña, además de importantes activida-


des de producción, múltiples operaciones comerciales, cuyo carácter ilegal las
dificulta e impone límites al tamaño de los despachos, imphcando un intrinca-
do tejido de procedimientos y rutas que, necesariamente, involucra muchas
personas, sobre todo, como es lógico, en la fase de distribución nunorista, esto
es, en la atención directa a los consumidores.
Por razones obvias y por otras que se tratará de exphcar adelante, en el
tráfico de drogas, de manera particular en los niveles de distribución mayo-
rista, predotiúnan las nacionalidades correspondientes a los países de produc-

I.-SH
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

ción o tránsito. Es así como en el caso del cannabis y estimulantes de tipo


anfetamírüco, que constituyen los dos mayores mercados de drogas, como se
acabó de ver, participan de manera principal ciudadanos de Estados Unidos',
Canadá, Holanda y otros países del primer mundo que hacen parte del total
de 102 donde se produce la hierba (Naciones Urüdas, 2003: 29), de los que
poco se habla en los medios. En el caso de la cocaína y los opiáceos es más
común encontrar colombianos, mejicanos, centroamericanos, caribeños,
nigerianos, albaneses y, en general, gente del tercer mundo, de quienes sí es
frecuente oír hablar.
Pero a pesar del predorrúrfio que puedan tener algunas nacionalidades
dentro de fianciones específicas del narcotráfico, éste constituye una unidad,
en la cual cada componente, sin importar el nivel en que se encuentre o qué
tan cercano esté a la producción, o al consumidor, es corresponsable del
resultado obtenido y, generalmente, necesario para el mismo.
N o obstante, nacionahdades completas, en especial y sospechosamente las
que cuentan con comunidades importantes de migrantes en los grandes paí-
ses consumidores, son estigmatizadas como narcotraficantes y como princi-
pales causantes de los problemas de drogas en eUos, alimentando la xenofobia
y comphcando la situación de ingentes masas de trabajadores ajenos al nego-
cio que contribuyen al desarroUo de los sitios donde se establecen.
La existencia de asociaciones entre narcotráfico y migración es un hecho
innegable, pero eUo no puede convertirse en arma contra los inmigrantes,
pues no es la naturaleza cultural de éstos la que las determina, sino un con-
junto de lógicas económicas y sociales que comprometen tanto a las socie-
dades de origen como a las receptoras. Tal es la idea central que se intenta
desarroUar ahora, presentando un conjunto de argumentos Uustrados con

1. Q u e produce 10.000 toneladas de marihuana y donde en el año 2001 se descubrieron 7.')90


laboratorios de metanfetaminas, equivalentes al ')H% de todos los descubrimientos comunicados de
laboratorios de metanfetaminas en todo el mundo (Naciones Unidas, 2003:29,34).

^
WILLIAM MEJÍA OCHOA

situaciones relacionadas, la mayoría de las veces, con el caso colombiano; tales


Uustraciones no pretenden tener carácter de prueba y los argumentos queda-
rán como simples hipótesis para trabajos posteriores.

Un marco explicativo

La ocurrencia del deUto es susceptible de ser exphcada, en su extensión y


dimensión, a través del conjunto de variables que hace favorable, para quie-
nes se comprometen en él, la relación costo-beneficio que su ejecución
implica. A pesar de su senciUez, el planteamiento es relativamente reciente
(Becker, 1968) y ha servido de base para la construcción de lo que hoy se
conoce como la Economía del Delito, con múltiples contribuciones al desa-
rroUo del modelo, empezando por la de Isaac Ehrlich (1973), que lo han
llevado hasta niveles significativos de complejidad, permitiéndole dar cuenta
de muchos fenómenos delincuenciales.
En términos simples, los delincuentes obtienen ingresos económicos o
satisfacciones de otro tipo por sus actos, para lo que incurren en costos,
representados no sólo por los recursos invertidos en eUos, incluido el tiempo,
sino también por los riesgos de captura y castigo, así como por la magnitud
de este último; igualmente, se consideran los costos éticos y psicológicos por
romper la ley. La clave del asunto, que definirá la ejecución o no del delito e
inclusive su dimensión, está en que los ingresos a obtener se consideren
mayores que los costos imphcados (Becker, 1995).
Se supone que aunque el delincuente en trance no tome papel y lápiz
para hacer sus cuentas, de todas maneras evalúa si el saldo final de su empresa
será posirivo o negativo. En últimas, hace una elección racional.
Tratándose de transacciones económicas, el producto de ellas y algu-
nos de sus costos se pueden valorar sin mucho esfuerzo. La valoración del

T6O
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

tiempo a emplear, por ejemplo, no resulta difícil, aunque implica conside-


rar como referencia el salario de mercado para alguien con la preparación
y experiencia de quien evalúa y la posibilidad real que éste tiene de acce-
der a él.
La mayor subjetividad entra enjuego con respecto a los costos éticos y los
riesgos de captura y castigo. En la valoración de estos últimos se considera la
forma en que los individuos descuentan el futuro en sus vidas, suponiéndose
aquí que quienes desafían la ley se caracterizan por ser tomadores de riesgo
—antes que evitadores del mismo- y por conceder mayor valor al presente
(Becker, 1995). De igual forma, es subjetiva la consideración del estigma so-
cial que, también, es susceptible de entrar en la ecuación (Glaeser y Sacerdote,
1996:7).

Los rendimientos del negocio

El narcotráfico, como un todo, es un negocio de altos rendimientos econó-


micos, explicados en lo fundamental por su carácter Uegal y la intensidad de
su control, que determinan riesgos de pérdida de la inversión y de captura y
castigo significativos; esos ingresos son la condición necesaria para que el
saldo de la ecuación sea favorable a quien se vincula al negocio y éste pueda
existir.
Tomando como referencia la cocaína se entiende lo anterior si se sabe
qiie, por ejemplo, en el año 2001 un kilo costaba en el mercado mayorista
colombiano, en promedio, 1.565 dólares, mientras en el internacional podía
valer 21.500 (Estados Unidos), 40.529 (Italia) o más,y en las caUes de los dos
últimos países, vendido por gramos, alcanzaba a valer 70.000 u 88.900 dóla-
res, respectivamente. Esto sin considerar los cortes o rebajas de pureza que
conducen a que, generalmente, el küo entregado a los consumidores no

i6i
WILLIAM MEIÍA OCHOA

contenga más de la mitad del kUo original de cocaína, correspondiendo el


resto a otro tipo de sustancias de ínfimo costo comercial (Naciones Unidas,
2003: 266, 268).
N o obstante, tan enorme diferencial no se reparte de manera h o m o -
génea entre los agentes sino, como en cualquier otra empresa, en función
del tipo de relación con ella -empresario o trabajador— y del nivel que se
ocupe dentro de la cadena de tráfico y de cada empresa de ésta, en par-
ticular.

Las redes inigiatoiias, nna oportunidad


para iniciar el negocio

La esencia de la actividad comercial es conectar oferta y demanda, para lo


cual en los negocios legales hay procedimientos muy expeditos como son la
publicidad, la participación en ferias y ruedas de negocios, la intermediación
de las oficinas comerciales de las embajadas y muchos otros, que no son sus-
ceptibles de utihzarse en el ámbito de la Uegafidad.
Los negocios Uegales se mueven básicamente a través de contactos perso-
nales, en los cuales es clave el factor confianza en un doble sentido: seguridad
de no estar tratando con una autoridad encubierta que pudiera infiltrarlos y de
que se van a cumplir los térnúnos acordados; en el argot del medio, hay que
asegurarse de que la contraparte no va a "faltonear" (robar la mercancía, no
pagar, etcétera), asunto crucial cuando no se cuenta con el respaldo de la ley
para forzar el cumphmiento de lo pactado.
Es aquí donde surge la primera y más importante asociación entre la
migración y el narcotráfico y la mayor posibilidad de unas nacionalidades
frente a otras para embarcarse en él. Si en un país se produce, se tiene fácil
acceso o existen condiciones especiales para la producción de una deter-
minada droga y, simultáneamente, ese país cuenta con un buen número de

l02
MIGRACIONES INTERNACIONALES V NARCOTRÁFICO

inmigrantes en un área consumidora, la probabilidad de surgimiento de


una empresa de tráfico es, de hecho, mayor que en otro país donde esas
circunstancias no se den.
Colombia, México, Afganistán, Albania,Turquía, países todos con pro-
ducción de droga y grandes diásporas con presencia en los mayores países
consumidores, tienen ventajas especiales para la conexión de los mercados,
en otras palabras, están en las dos puntas del carrüno y tienen facilidad para
unirlas.
Buscando información al respecto se encontró que varios de los
desarroUadores del gran tráfico colombiano,jefes de lo que en su momento se
Uamó los "carteles colombianos", iniciaron sus negocios a través de la migra-
ción propia o de conocidos; es el caso de Benjamín Herrera Zuleta —tal vez el
precursor-, los hermanos Ochoa, Helmer y Ramiro Herrera, los Rodríguez,
José Santacruz, Carlos Ledher (Tabla 2) y seguramente otros de los cuales no
alcanzó a ubicarse el dato para presentarlo aquí.
Pero la migración no fue útil para el inicio de sus actividades sólo a los
grandes capos, también lo fue y lo sigue siendo para muchas de las pe-
queñas y medianas empresas de tráfico que han existido y dominan hoy
el panorama. Inclusive, es la clave para la comprensión del microtráfico,
sea este postal o mediante correos humanos, y como actividad indepen-
diente o ligada a las empresas aludidas (Mejía y Toro, 2004).
En un estudio sobre los correos humanos del narcotráfico,'muías', del Eje
Cafetero, donde se entrevistaron 142 detenidos en cárceles colombianas, se
encontró una alta asociación entre eUos y la migración: un poco más del
ocho por ciento de la muestra tenían residencia en el exterior al momento
de su captura; la mayor parte en Estados Urüdos, y otros en España,Venezuela
y Puerto Rico; además, la tercera parte de quienes residían en Colombia via-
jaban con intención de establecerse fiaera del país o visitar parientes en esa
condición y vieron en el transporte de droga un medio para facihtar su propó-
sito (Mejía eí ÍJ/., 2002).

163
WILLIAM MEIÍA OCHOA

Tabla 2: Reconocidos narcotraficantes colombianos y relación


del comienzo de sus actividades con la migración

Personas y ciudad de orígen Relación con la migración

Benjamín Herrera Zuleta (Cali) En el Valle del Cauca el colonizador del narco-
tráfico fue Benjamín Herrera Zuleta, llamado el
Papa Negro de la Cocaína, un veterano traficante
de drogas juzgado en 1974 por comercio de co-
caína en Atlanta (Georgia) de donde logró huir al
poco tiempo para radicarse en Cali. Allí conformó
una red de distribución de la base de coca que
introducía al país, para su posterior refinamiento y
envío a los Estados Unidos (Castillo. 1987).

José Santacruz Londoño y Gilberto encargó primero a su compañero de in-


Gilberto Rodríguez Orejuela (Cali) fancia, Hernando Giraldo Soto, la apertura de con-
tactos en los Estados Unidos, quien en tres años
conformó una importante red de distribución de
cocaína en Nueva York. Al ser detectado Giraldo
por las autoridades fue reemplazado por José
Santacruz y, posteriormente, el mismo Gilberto
debió establecerse en Estados Unidos para dirigir
las operaciones allí (Castillo, 1987).

Carlos Lehder Rivas (Armenia) En algún momento viajó a Estados Unidos donde
file capturado, en 1973, por varios cargos relacio-
nados con tráfico de marihuana; en 1974 fiíe de-
tenido por transportarse en un vehículo que había
robado (Castillo, 1987). En la prisión de Danbury
entabló amistad, facUicada por su excelente mane-
jo del inglés, con su compañero de celda Jeorge
Jung, convicto por tráfico de marihuana.Allí acor-
daron iniciar negocios de cocaína al ser puestos en
libertad. Cuando Ledher regresó a Colombia dio
instrucciones a Jung para que se reunieran en An-
tigua, desde donde iniciaron su negocio con la
complicidad de dos jóvenes mujeres, en cuyas ma-

1()4
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

letas camuflaron la droga, operación que repitie-


ron varias veces a través del aeropuerto de Logan

Hermanos Ochoa (Medellin) "Yo (Jorge Luis) era muy joven y aún no tenía
experiencia de nada en la vida. Por coincidencia,
en un viaje a los Estados Unidos me encontré con
un amigo que estaba en eso. Empezamos unos
poquitos negocios. Él me metió y entre dos de
nosotros le vendimos una pequeña cantidad. Pero
no era que yo necesitara la plata para vivir o algo
así.Eso ocurrió por accidente, fue en un viaje de
Jorge a Estados Unidos, así fiíe como empezamos
1 .. • ' f el resto de nosotros, mi otro hermano y yo (Juan
David).Eso fiie alrededor de 1978,1979..." En un
período que se localiza entre el 24 de agosto y el
24 de noviembre de 1978,Jorge Ochoa ordenó a
su hermano Fabio que se trasladara a Miami, don-
de debía iniciar los contactos para la distribución
de la droga. Su enlace sería desde de ese momento
Rafael Cardona Salazar quien, pese a ser colom-
biano, no posee registros en el país. Alquilaron un
apartamento en el distrito sur de la Florida... Des-
de su residencia, Ochoa y Cardona distribuyeron
101 kilogramos de cocaína, según registros de la
UFA (Castillo, 1987).

Hermanos Herrera (Cali) Ellos viajaron como polizones por Buenaventura.


Para el desarrollo de sus negocios ñie clave un
dominicano que conoció en la cárcel en Estados
Unidos (Entrevistado). Elmer ('Pacho') inició su
í
carrera vendiendo relativamente pequeñas canti-
dades de cocaína en Nueva York, donde fiíe arres-
tado en 1975 y luego en 1979. Ramiro ftie arresta-
d o en N u e v a York acusado de d i s t r i b u i r
aproximadamente 2000 kilos (DEA Press).

Fuentes: Castillo, 1987; U.S. Drug Enforcement Administration. www.dea.gov; http://www.pbs.org/wgbh/


pages/fronthne/shows/drugs/interviews. Entrevistas personales.

165
WILLIAM M E J Í A O C H O A

Para los proyectos de microtráfico más pequeños, en los que terminan em-
barcadas tantas gentes del común, la migración ofrece posibilidades especiales.
En las grandes ciudades existen muchos nichos del mercado de drogas carac-
terizados por la libre competencia, donde la colocación periódica de unos
cuantos centenares de gramos puede darse, inclusive, a través de un solo
cliente. Para un emigrante de un país productor que posea los contactos
con un mayorista, en la misma ciudad donde vive o en su país de origen, el
asunto puede parecer sencillo, máxime, si como generalmente ocurre, se
subestiman los riesgos (Mejía et al., 2002). De forma semejante puede
pensar alguien que, desde el país productor, analiza las posibilidades que
significan las redes migratorias constituidas por sus parientes y amigos en
el exterior.
Debe tenerse en cuenta que para el itmfigrante es factible, cuando dispo-
ne de los contactos adecuados en la ciudad de residencia, ingresar al negocio
de tráfico en pequeñas cantidades, inclusive, sin disponer de capital, pues
existe la posibUidad de recibir la mercancía en consignación. Y si la droga
debe ser importada de su país, la inversión en la operación se reduce apenas
al costo de la droga y de su empaque, si emplea para el transporte un viaje
habitual suyo o de un pariente o amigo que decida participar en la aventura;
otra alternativa es el envío postal, que ha ganado terreno en el caso colombia-
no (Guevara et a i , 2002) y cuyo costo es marginal.
La probabUidad de que lo anterior ocurra respecto a una u otra ciudad del
mundo o a una particular región del país productor, también guarda relación
con el origen y destino de los emigrantes. A nadie debe sorprender que el
narcotráfico colombiano tenga bastiones en La Florida, Nueva York o Espa-
ña, principales destinos de nuestra diáspora, o que sea frecuente encontrar en la
actividad gente delVaUe o del Eje Cafetero (Mejía et ai, 2002), importantes
regiones de origen de nuestras mayores comunidades en el exterior (Mejía y
Toro, 2004) .Tampoco ha de sorprender que organizaciones turcas sean fiaertes
en Alemania, o mexicanas en Estados Unidos, por poner sólo unos ejemplos.

r66
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

Posibilidad de empleo de niigiantes como personal


subordinado del narcotráfico

Más aUá de la importancia para los contactos iniciales, los migrantes presentan
otras condiciones que, pensando en el marco explicativo de la economía del
dehto, propician también su participación en varias de las actividades propias
del narcotráfico.
Desde el punto de vista de los empresarios, en sus áreas de mercado los
paisanos migrantes constituyen un importante contingente de reclutamien-
to con costos inferiores a los de otras poblaciones, dados, también, los meno-
res riesgos de seguridad que representan, como se anotó atrás, por el conoci-
rtfiento que se puede tener acerca de eUos y su entorno famihar tanto en sus
sitios de residencia como de origen, y que compromete su lealtad al saber las
consecuencias, para sí o para los suyos, que una falta puede acarrear.
Cumplido el requerimiento de confianza, al interior del mismo contin-
gente es ñcU haUar otras condiciones necesarias o convenientes para el desem-
peño de fijnciones específicas, como el movimiento de drogas o dinero, super-
visión, seguridad, operaciones de lavado, distribución detaUista, entre otros.
Dentro de tales condiciones caben el conocimiento del área de operaciones,
estatus migratorio legal, hcencia de conducción, cobertura para desplazamien-
tos frecuentes al país de origen, cupos de giro y de sahda de divisas, etcétera.
Otras labores como el cuidado de caletas -sitios de ocultamiento de la
droga o del dinero—, la contabilidad, el conteo y empaque de dinero y los
puestos gerenciales exigen niveles de confianza y posibUidades de control ex-
tremas, o no demandan tanto de las condiciones especiahzadas del migrante
establecido, pudiendo ser, inclusive, deseable una poca famiharidad con el medio.
En estos casos quizás se considere preferible el envío de personas desde el país
de origen, eventualmente retornadas.
Dentro de una sentencia de apelación de una Corte estadounidense se en-
contró el siguiente texto que sirve como üustración de lo anterior:

167
Wii.LiAM M E J Í A OCHOA

...la acusada admitió que vino desde Colombia a los Estados Unidos a
trabajar en el negocio de tráfico de drogas; que eUa permanecía en la
residencia de Boca Ratón, como casera, con una pareja, esperando un
embarque de cocaína; que eUa aceptó su posición a sabiendas de que era
simplemente un 'frente' para prevenir sospechas de los vecinos; que eUa
file con Acevedo a recoger la cocaína para traerla a la casa; que ella movió
la cocaína hasta el cuarto de baño; y que a ella le pagaban 1.000 dólares
mensuales por permanecer en la residencia y le habían prometido otros
4.000 cuando la cocaína fuera distribuida...^ (United States, 1995).

En tales circunstancias, el narcotráfico jugaría un papel distinto frente a las


nfigraciones, pasando del aprovechamiento de eUas a su promoción. N o obs-
tante, esto debe ser tomado con reserva en un doble sentido: en primer lugar,
los movimientos generados pueden estar más cerca de los viajes de negocios
y de los trabajos transitorios que de la nfigración definida en términos más o
menos estrictos; una fuente personal informó, por ejemplo, de una alta rota-
ción del personal operativo que, en su época, el cartel de Cafi enviaba desde
Colombia a los Estados Unidos; en segundo lugar, el efecto, en cualquier
caso, sobre las corrientes nfigratorias establecidas, sería apenas de carácter
marginal, con poca capacidad exphcativa de las mismas.
Desde el lado de los eventuales trabajadores la decisión será también el
producto de una evaluación costo-beneficio. La retribución, el pago, será en
función del tipo de actividad que deban desarroUar, afectada por factores adi-
cionales como b experiencia y la prodigaUdad o avaricia del patrón, generándose
en consecuencia una gama muy ampha que no se caracteriza, precisamente,
como podría suponerse, por unos altos niveles, como ya lo sugiere el ejem-
plo recién citado. Inclusive, en el extremo inferior de la cadena, el de los ex-

2.Traducción del autor.

i68
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRXFICO

pendedores callejeros, los pocos estudios con datos al respecto indican que la
remuneración puede haUarse por debajo del salario mínimo de referencia en
el respectivo medio (Levitt y Venkatesh, 1998: 3).
El hecho de que en condiciones de bajos ingresos logre reclutarse el
personal suficiente para la operación del negocio imphca, también, una re-
ducida valoración por parte de los eventuales trabajadores de su propia fuer-
za de trabajo, situación a la que son prochves no sólo ingentes masas de
trabajadores de los países productores del tercer mundo, sino también grupos
marginados en los países ricos, dentro de los cuales es común encontrar parte
de los inmigrantes.
Entre los nfigrantes varios hechos conducen a darle un bajo costo de
oporturfidad a la fiíerza de trabajo de grupos importantes de eUps, de manera
que con facilidad, para algunos, el narcotráfico inclusive en sus actividades de
rango inferior, aparezca como la mejor, quizás la única, de sus opciones reales
de ocupación.
N o debe olvidarse que dentro del conjunto de circunstancias sufridas por
muchos migrantes, que definen o contribuyen a exphcar su marginamiento, se
encuentran: carencia de documentos o estatus migratorio irregular, descono-
cinfiento del idioma, desempleo o acceso sólo a los puestos de más baja cate-
goría y remuneración —sin consideración de la experiencia, formación o capa-
cidad de la persona-, exclusión social, discriminación, racismo, xenofobia,
explotación laboral...
Si a lo anterior se suma el que ser migrante ya puede implicar una
personalidad que tiene preferencia por el riesgo -tomadora, más que
evitadora de é l - y otras condiciones subjetivas, algunas asociadas con las
anteriores, que actúan dentro de la ecuación de Becker a favor de una
reducción de los costos del delito, se obtiene sin mucha dificultad el en-
ganche de migrantes en actividades como el narcotráfico. Entre esas otras
condiciones estarían:

169
WILLIAM M E J Í A O C H O A

• Menor temor al estigma por la condición delincuencial, aún en caso de captura


y condena, dado el aislamiento social propio de los migrantes y la lejanía de su
origen, de su tierra, úrfico lugar donde muchos, ante el marginamiento en el
exterior, terminan sintiendo que son reconocidos como personas y donde no
es dificü justificar con la misma migración largas ausencias definidas por una
condena, pudiendo, inclusive, funcionar como cobertura los eufemismos pro-
pios del argot del narcotráfico para referirse a quien está encarcelado,por ejem-
plo el utüizado en Colombia, de "estar en la urfiversidad".
Adicionalmente, con la formación de estereotipos respecto a algunas na-
cionalidades, algunos nfigrantes pertenecientes a eUas pueden sentir que ya,
de hecho, están estigmatizados y en consecuencia la pérdida de un buen
nombre, que no les reconocen, no tiene costo alguno.

• El nfismo sentimiento de anonimato, unido al ámbito de operación más


frecuente de las redes, que son las grandes ciudades del mundo, puede, ade-
más, motivar la asignación de poco valor al riesgo de captura (Glaeser y
Sacerdote, 1996).
Frankfiírt y MUán parecen ser ejemplos claros de lo planteado. Entre los
vendedores nfinoristas de la primera, las nacionalidades con mayor repre-
sentación son aqueUas de los migrantes que predorrfinantemente Uegaron
en gran número en las tres últimas décadas del siglo XX y que experimen-
taron los más serios problemas de integración; es así como abundan vende-
dores caUejeros de drogas provenientes de Marruecos, Argeha y otros Esta-
dos norte y centroafricanos,Turquía y otras naciones (EMDDA, 2000:57).
En el caso de MUán las posiciones inferiores y más peligrosas del mercado
de drogas son ahora ocupadas por extranjeros, en especial, que han irmfigrado
recientemente, están aphcando para asUo político, o no tienen residencia
pernfitida (EMDDA, 2000:110).

170
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

Conclusión

Parece claro que la asociación que se observa en los países ricos entre migra-
ción y narcotráfico poco tiene que ver con la naturaleza o cultura de los
migrantes y mucho con la existencia de condiciones favorables a eUa en esos
rtfismos países, la primera de las cuales está constituida por una alta demanda,
esa sí hgada a la cultura, que en térnfinos poblacionales es desproporcionada-
mente superior a la participación de los migrantes dentro del negocio.
Continuar en esta línea de reflexión e investigación es un deber para
con las nacionalidades estigmatizadas, en especial para con sus emigrantes
que sufren el injusto señalamiento en tierra ajena y que, en muchos casos,
terminan aceptando una culpa que no es suya, ni de su país, así sea éste
productor de drogas, como puede serlo también el país donde residen y
que, además, seguramente, produce y vende precursores químicos, armas,
minas quiebrapatas,pornografía...
Aparte de los temas explorados aquí, aparecen otras circunstancias migratorias
asociadas al narcotráfico, cuyo estudio sería interesante dentro de la empresa
de investigación propuesta porque ayudarían a mostrar la otra cara de la mone-
da y otros sentidos y dinámicas del fenómeno. Algunas de eUas son:

• Flujos migratorios desde los países consunfidores hacia los productores,


sentido inverso del que se enfatizó aquí, considerando casos como el re-
cientemente pubhcitado en Colombia, de un itahano productor de quesos
en Córdoba Uegado al país dos años atrás, supuestamente por encargo de
uno de los grupos mañosos de Italia, con el propósito de acercarse a los
productores de droga y ehminar así intermediarios.

• El carácter transnacional de las vidas e inversiones de empresarios del


narcotráfico, con cambios de residencia propia y de sus famihas por moti-
vos de seguridad o de evasión de la justicia, que han incluido, en lo que a

171
WILLIAM M E J Í A O C H O A

atañe a Colombia, destinos tan lejanos c o m o Austraha, donde se refugió


Pablo Escobar en algún m o m e n t o y tan cercanos c o m o Panamá, donde fue
capturado recientemente un conocido jefe del norte delVaUe.

Las formas y dinámicas en que se integran y especiahzan las distintas nacio-


nahdades dentro del narcotráfico, por ejemplo, la cooptación de extranjeros
en las organizaciones de origen étnico y la división del trabajo entre grupos
nacionales o la repartición de mercados.

BIBLIOGRAFÍA

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172
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTRÁFICO

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llth/944144opa.html

173
WILLIAM MEJÍA OCHOA

ÍNEXO

Drogas ilegales. Niveles de uso indebido, principales


países de producción y principales rutas de tráfico.

Mapa 1. Cannabis (Naciones Unidas, 2003: 143)


J=^ .rrfibiCO líP r.}t)Pc5b?

Mapa 2. Estimulantes anfetamínicos


(Naciones Unidas, 2003: 148)
bsü ird&bJc dtí as^i L í5nt.,s at ¡teíaftiíiic-os

m
^
.i- I

174
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y NARCOTSÁFICO

Mapa 3. Opiáceos (Naciones Unidas, 2003: 114)

- "l l ^ l ^
-:|pr-.. ^*€^^:.,x
>

,
^:í^' .
%
-:—-

Mapa 4. Cocaína (Naciones Unidas, 2003: 136)


Uso ¡ndeb ñij f- •.^CM.r-i
Protección de la persona humana
en procesos migratorios involuntarios:
los mecanismos de protección temporal
MAURICIO REYES

. . . Sin volver esta página


nadie puede ser alguien i. ">• ,;
puede sumar paisajes
rascacielos torrentes
muchedumbres fronteras
puede coleccionar amores y sabores
aplausos y abucheos
manjares y limosnas
los rumbos los atajos
las diferencias las indiferencias
la solidaridad y el exorcismo
las ofertas sabrosas los escándalos
los dedos que señalan y los brazos abiertos
los escarmientos y las recompensas
los portazos y las convocatorias
y sin embargo es cierto
sin volver esta página ,
nadie puede ser alguien

Mario Benedetti'

1. Poema "Volver la Página", en Preguntas al azar (1986). Ochenta poemas escritos entre 1984 y
1985 que testimonian el fin de doce años de exilio y el regreso del autor a su país natal.

177
MAURICIO REYES

Los colombianos que no quieren salir

El movinfiento internacional de migraciones se presenta como un fenómeno


complejo y multidimensional en donde prima una recíproca atracción y expul-
sión de seres humanos; unos atraídos como mano de obra no cualificada o sobre
cuahficada, requerida para el desarrollo del primer mundo; otros que se movih-
zan por sufrir persecución en razón de sus ideas o pertenencia a determinado
grupo étnico o social.
Las migraciones colombianas no son ajenas al fenómeno económico y poH-
tico de las migraciones voluntarias e involuntarias, máxime cuando el país cuenta
con imo de los conflictos armados internos más prolongados del mundo con-
temporáneo. Para el caso de las migraciones involuntarias, éstas se configuran
como una consecuencia directa de las violaciones a los derechos humanos y el
irrespeto del derecho internacional humanitario por parte de los actores arma-
dos involucrados en la guerra^.
Muchos colombianos, forzados por los riesgos que les genera la confionta-
ción armada existente en su país, acuden por razones objetivas o subjetivas a la
nfigración externa como mecarfismo de protección. Estas migraciones se pre-
sentan en esquemas formales: asüo, refiígio, protección temporal; e informales:
sistemas sofidarios y mecarfismos de autoprotección.

La protección temporal

Paralelamente a la presencia de las figuras de asilo y refiagio existentes en el


derecho internacional de protección o derecho de los refiagiados, que van

2. Existe una convergencia y una interdependencia entre el derecho internacional de los dere-
chos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los refugiados,
los tres grandes sistemas de protección de la persona humana.

178
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MICKATOBIOS INVOLUNTARIOS...

acompañadas de garantías jurídicas, coexisten con éstas mecanismos de pro-


tección formal e informal del ser humano que se caracterizan por una tem-
poralidad inferior.
Cabe aclarar que el reconociitfiento de la condición de refugiado^ es
declarativo, mas no constitutivo*. Lo anterior quiere decir que es plenamente
posible que cuando las personas traspasan süenciosamente las fronteras de su
país o sitio de vivienda en busca de protección para sus vidas, aunque no
exista un reconocirrfiento formal de dicha migración pueden gozar de una
protección temporal, institucional o personal aunque jurídicamente se den
los requisitos para ser declaradas como refugiados^.
Identificamos en la práctica la existencia de tres tipos de protección tem-
poral*: ,, . -' .
1. Mecarfismos de protección temporal estatal regulados por las legisla-
ciones internas.
2. Sistemas de apoyo temporal y sofidario no gubernamental.
' 3. Protección temporal por autoprotección personal.

>•-.••' ~-

3. La Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, reconoce como


refugiado a aquel que "...debido a (lindados temores de ser perseguido por motivos de raza, reli-
gión, nacionahdad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre
fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la
protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de
dichos temores no quiera regresar a él."
4. N o es el otorgamiento del Estado receptor el que convierte a una persona en refugiado. Tal
estatus lo único que hace es reconocer o declarar una situación de protección establecida en conven-
ciones internacionales y ratificar los mecanismos de defensa de la persona consagrados en ella.
5. Cabe aclarar que legislaciones migratorias de ciertos paises no reconocen la existencia del
refiígio en situaciones no declaradas en el momento del ingreso a dicho país, salvo en circuastancias
especiales de cambio de la situación politica del país de origen o "causas sobrevivientes".
6. Esta clasificación del autor es meramente empírica y provisional ante la ausencia de bibliografía
sobre la materia y no desconoce la existencia de otro tipo de clasificaciones actuales o futuras.

179
MAUBICIO REYES

Mecanismos de protección temporal estatal


regulados por las legislaciones internas

Los Estados otorgan, por períodos temporales, un estatus de protección a


personas de países involucrados en conflictos armados o crisis humarfitarias
de diverso orden. Jurídicamente ésta es la única "protección temporal" exis-
tente en la práctica del derecho internacional.
La crisis de refiagiados a comienzos de la década de los 70, generada en el
Sureste asiático, motivó las conclusiones números 19 de 1980 y 22 de 1981 del
Comité Ejecutivo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refia-
giados —ACNUR, en las que se ratifica la necesidad de admitir y no devolver a los
sohcitantes de asilo, y establecer al menos la figura de la protección temporal ante
las reahdades que impiden un reconocimiento efectivo de personas objeto de
asilo y refiígio. Un ejemplo de medidas de protección temporal son las existentes
en Estados Unidos y la Unión Europea, mecarfismos que coexisten paralelos al
procedimiento formal de adnfisión de refiagiados.
En el caso del Uamado TPS (Temporary Protected Status) en los Estados
Unidos, la sección 244(b)(l) de la Ley de Innfigración le permite al Congre-
so delegar en el Fiscal General —con el consejo y la participación del Secre-
tario de Estado- el amparo, por un tiempo previamente defirfido, de nacio-
nales de países afectados por conflictos armados internos o desastres naturales
de grandes proporciones u otras circunstancias extraordinarias y temporales.
A los beneficiarios que usualmente ya residen en la Unión Americana, se les
otorga una residencia temporal y se les permite vivir y trabajar legalmente
en Estados Unidos. Al concluir el plazo estipulado en el TPS, las personas
que no han logrado darle una solución duradera a su situación legal, regresan
a condiciones de ilegalidad y clandestinidad y pueden ser deportadas. Los
sohcitantes de asilo continúan su trámite.
Actualmente varias naciones centroamericanas gozan de la protección
temporal otorgada por el TPS. En el pasado, migrantes de Colombia y el

i8o
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MIGRATORIOS INVOLUNTARIOS...

mismo Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refiagiados^, han
insistido en sohcitar el acceso al TPS para colombianos, ante la crisis huma-
nitaria que afecta al país.
Igualmente, la Unión Europea estableció desde el año 2001 una Directiva
que formaliza un esquema de protección temporal de un año, prorrogable a
dos y excepcionahnente a tres, para personas que lleguen masivamente hu-
yendo de conflictos o de violaciones sistemáticas de derechos humanos en
sus países**. ' ' - -

Protección temporal por mecanismos solidarios

Existe la práctica sohdaria por parte de organizaciones y grupos de personas,


de brindar ayuda económica a quienes para proteger sus vidas deciden sahr
al extranjero por motivos de persecución en sus países.
La protección temporal solidaria es, en términos generales, una medi-
da jurídicamente informal'. Las personas que la reciben generalmente
presentan todas las condiciones para ser protegidas como refugiados; sin
embargo, existen diversos hechos que les impiden presentar su caso a las
autoridades de los países receptores; el deseo de regresar una vez cesen las
situaciones que generaron la migración; el interés de las organizaciones
sociales que les dieron apoyo de evitar una descapitalización de líderes y
el deterioro de las estructuras sociales; y, en no pocas ocasiones, la difi-

7. Ver http://wwrw.acnur.org/paginas/index.php?id_pag=900
8. Ver c o m u n i c a d o de prensa A C N U R , 1 de j u n i o de 2 0 0 1 : h t t p : / / w w w . a c n u r . o r g /
index.php?id_pag=90
9. La informahdad de la medida implica el pehgro de ser deportado o extraditado al país de origen
por mecanismos judiciales generadores del riesgo de expulsión. En las ocasiones en que la medida
cuenta con el aval de un Estado receptor puede convertirse, excepcionalmente, en vía de acceso a la
solicitud de refugiado.

i8i
MAURICIO REYES

cuitad manifiesta para tramitar el asilo en países receptores que privile-


gian el tránsito de las personas como turistas y otros mecanismos que les
otorgan un mayor anonimato y, por ende, protección.

Protección temporal por autoprotección personal

Es una figura informal con similares características que la anterior, con la


diferencia de que es la propia persona en situación de riesgo la que migra
para autoprotegerse del agente expulsor.
¿Por qué existen mecanismos de protección temporal e informal? La
respuesta no es simple. La escogencia de tales alternativas en lugar de la
del refugio no siempre es elección del beneficiario y puede deberse más
a factores y realidades políticas, regionales y personales que actúan como
condicionantes. El asilo y el refugio formal conviven con mecanismos de
protección paralelos. Si se restringiera la protección al cumplimiento or-
todoxo del refugio, muchas de las personas beneficiarías actualmente de
protección informal quizás hubieran perdido una posibilidad de salvar su
vida, debido a la visibilización de su caso, a los riesgos y las demoras en el
reconocimiento, a las restricciones físicas de acceso a la protección, entre
otras.

La protección internacional
como ima circimstancia transitoria

La condición de refugiado, en tanto medida de protección, se presenta como


una solución transitoria para el ser humano, que tiene vocación a la perma-

182
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MIGRATORIOS INVOLUNTARIOS...

nencia. Con respecto al acto expulsor se muestra siempre como un horizon-


te humanitario frente a la búsqueda de soluciones duraderas'", tales como la
repatriación voluntaria cuando la situación objeto del riesgo haya cesado; la
integración local en la sociedad protectora a través de la regularización; o el
reasentamiento en un tercer país más seguro, en caso de que el refugiado
enfrente nuevas situaciones de riesgo en el país que le otorgó el refugio.
Así las cosas, la protección temporal se presenta en la comunidad internacio-
nal como lona medida a la que se le otorga un reconocimiento jurídico nacional,
pero en condiciones aún más transitorias que las del refiagio temporal que se
concede a grupos humanos provenientes de corrientes migratorias masivas que
impongan sobrecargas" a Estados receptores, y en donde por razones humarfita-
rias prevalecen, por espacios de tiempo restringidos, la admisión y la no-devolu-
ción provisional de los sohcitantes de protección.Algtmos críticos sostienen que
la protección temporal estatal puede constituirse en un instnamento velado para
eludir las obhgaciones internacionales generadas por los tratados del derecho
interroacional de los refiagiados'-. Menciona Juan E. Méndez que el
... "estatuto de protección temporal" bien puede resolver problemas de or-
ganización y prácticos enormes y aportar una solución humanitaria y digna
a la emergencia, especialmente sí a ello se suma un permiso de trabajo. Pero
las personas que se encuentran amparadas por este esquema jurídico no tie-

10. Por lo anterior, la condición de refugiado debe apuntar al autosostenimiento que dignifica
al ser humano, a buscar seres autónomos, en ejercicio de una vida productiva y con horizonte de
flituro.
11. Sobrecargas entendidas como saturación de ser\'ic¡os de asistencia, generación de tensiones
políticas con estados vecinos, etc.
12. Es el caso de los solicitantes colombianos de refiígio en la Repúbhca de Panamá, a los cuales
se les ha otorgado un estatus de protección temporal bajo la norma consagrada en el Decreto 23 del
10 de febrero de 1998, el cual estipula que no se utilice el refiagio sino que se ..."manifiesten como
tendencias la aphcación restrictiva de dichos mecanismos e instrumentos, la implementación de ani-
llos de seguridad, las respuestas precarias, la figura de estatus temporal y las deportaciones de colom-
bianos y colombianas que buscan protección de los Estados vecinos (Medrano, 2003).

18.3
MAIRIGIO REYES

nen oportunidad de obtener una condición más estable y viven bajo la ame-
naza de deportación masiva tan pronto se considere que no imperan las
condiciones que los obligaron a huir. Dado que los requisitos para esta "pro-
tección temporal" tienden a ser menos exigentes que los de la defiíüción de
refiígiado, el sistema permite proteger a un número mayor de personas que
los principios internacionalmente reconocidos del derecho de los refiagia-
dos. Pero, aunque esta protección tiene mayor alcance, es, sin duda, más su-
perficial y precaria. Para quienes pueden probar que son reftigiados genuinos,
si se les da la opormnidad, este nuevo esquema cercena sus derechos. (Méndez,
1997, p. 4)

Cabe entonces en los Estados contemporáneos y en sus sociedades civiles,


la discusión sobre si esa circunstancia es una vulneración del derecho de los
solicitantes de refiagio, o si las realidades políticas pueden hacer preferible la
existencia de esta figura, antes que el cierre definitivo de las fronteras o la
devolución inmediata del sohcitante con todas sus consecuencias.

La soberanía versas el derecho


internacional de los refugiados

Como pilar del derecho internacional púbhco se ha instaiorado el principio de


soberanía, entendido como tal:"Que exista un gobierno con autoridad suprema
en la toma de decisiones dentro de lasfix)nterasterritoriales de cada unidad y que
no se reconozca dentro de las mismas ninguna autoridad superior."'^
Se entendió durante mucho tiempo que la soberanía pernfitía a los go-
biernos, hacia el interior de sus fixjnteras, tener una potestad ilimitada; los

13. Pearson, citado por Sorensen (1968).

184
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MIGRATORIOS INVOLUNTARIOS...

habitantes presentes en su territorio no eran una excepción, la opinión o la


acción de la comunidad internacional no contaba, so pena de imputarse
intervención indebida en los asuntos de otro Estado. Sin embargo, el derecho
internacional público contemporáneo hmita y condiciona ese poder "sobe-
rano" al respeto imperativo de los derechos humanos y al derecho interna-
cional humanitario; los nacionales y los extranjeros gozan del núcleo duro
de estos derechos''' de manera inahenable en el espacio nacional, bajo pena
de repercusiones judiciales y políticas'^. Oppenheim menciona incluso, des-
de hace más de tres décadas, que "... los Estados pueden —y ocasionalmente
lo hacen— conferir al individuo, nacional o extranjero, derechos internacio-
nales stricto sensu, esto es, derechos que el interesado adquiere sin necesidad
de ulterior regulación ante las autoridades internas y que puede reclamar, en su
propio nombre ante los tribunales internacionales." (Oppenheim, 1961, p. 205)
También se ha incluido dentro de la potestad soberana de los Estados la
capacidad de admitir o rechazar en su territorio a los extranjeros que sohci-
ten acceso a ellos'*. Este derecho continúa ejerciéndose con plena libertad
por parte de los Estados, quienes implementan medidas de hnfitación al
ingreso como los visados, las condiciones de residencia, los rechazos en fron-
tera y las deportaciones como última ratio de su ejercicio soberano.

14. Entendido como núcleo duro de esos derechos: la vida, el debido proceso, la no-tortura, el
principio de legahdad y de prohibición de la doble incriminación.
15. Se consideran normas /ii.( Cogens o imperativas, las convenciones de Derechos Humanos de
primera generación y los Convenios de Ginebra de 1949. C o m o consecuencia de lo anterior cual-
quier Estado se obUga a cumphr estas normas, asi no sea firmante de dichos tratados, en razón de su
carácter imperativo. El incumphmiento de esta normatividad puede uegar a constituir una violación
de derechos humanos o un severo crimen de guerra o de lesa humanidad, dehtos que son castigados
por tribunales regionales y / o internacionales de derechos humanos.
16. Menciona Max Sorensen: "Ningún Estado tiene la obligación de admitir extranjeros en su
territorio. El Estado puede prohibir la entrada de extranjeros en su territorio o aceptarlos sólo en los
casos y las condiciones que estime adecuado prescribir."

185
MAURICIO REYES

Sin embargo, el ejercicio soberano ilimitado de la inadmisión de extran-


jeros, cohsiona cuando se trata de personas protegidas con la prohibición de
no-devolución {non-refoulement), consagrada en el derecho internacional de
los refugiados'^, principio al que se le suman los de no-discriminación y una
oportunidad justa de plantear una petición para acogerse a la condición de
refiagiado o de asilado.
Pese a que algunas legislaciones incorporan el asilo y el refiagio como un
derecho ftindamental no discrecional, sometido al debido proceso del estado de
derecho, b sucesión de migraciones masivas ha condicionado restricciones que
en la práctica excluyen de lona solución temporal o definitiva a mües de personas
sohcitantes de refiagio en diversos países del mundo. Las causas pueden ser: sam-
ración de los esquemas de ayuda, superación de cuotas de ayuda'^, imposibihdad
económica en la protección, insoUdaridad manifiesta, entre otras.
El rol actual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los R e -
fugiados, otorgado por el artículo 35 de la Convención de Ginebra sobre el
Estatuto de los Refiagiados, de 1951, le permite vigilar en cooperación con
los Estados la vigencia del derecho internacional de los refugiados. Esa labor
requiere paralelamente el acompañamiento de la sociedad civil nacional e
internacional, mediante organizaciones no gubernamentales —ONG'S, y gru-
pos académicos que apoyen la búsqueda de soluciones a crisis humanitarias
de gran envergadura, que de manera creciente exigen la presencia de organi-
zaciones internacionales y la sohdaridad de los Estados.

17. El llamado principio de Non Refoulement se constituye en el pilar de la protección interna-


cional. Con él se garantiza la no-devolución al país origen de riesgo, de una persona que cumple
con los elementos para ser refugiado.
18. Las mayores cuotas de refiagiados corresponden a países pobres y marginados que soportan
cargas mayores que las alegadas por los del tercer mundo.

i86
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MIGRATORIOS INVOLUNTARIOS...

i: Casos especiales de protección hmnanitaria

Las circunstancias y los tipos de conflicto armado contemporáneos amplían


las modalidades de persecución de los sohcitantes de refiagio. Resifitado de
lo anterior es la Convención sobre los Refugiados de la Organización de la
Unidad Africana y la Declaración de Cartagena de Indias, de 1984.
El derecho internacional de los reftigiados se ha establecido como un
mecarfismo para proteger a las víctimas de vulneraciones de los derechos
humanos y del derecho internacional humanitario. Por tanto, es causal de
exclusión de la condición de refiagiado el ser combatiente de un grupo
armado organizado. Sin embargo, los conflictos armados de hoy en día pre-
sentan en la práctica una masa de personas que han sido reclutadas de mane-
ra casi involuntaria y que ante la incapacidad moral para cometer crímenes
de guerra y de lesa humanidad, manifiestan su deseo de dejar las armas y de
abandonar su país, por ser sujetos de una doble persecución: la de sus anti-
guos enertfigos y la del grupo al que pertenecían.
Una solución para estos casos puede provenir del establecimiento de un
mecanismo de protección temporal, separado del derecho internacional de
los refugiados, para aquellas personas que: traspasen una frontera, se entre-
guen voluntariamente y hayan dejado las armas por razones diferentes a la
derrota mihtar, como puede ser su convencirrfiento íntimo y profundo de no
cometer actos contra la raza humana. A estas personas se les podría otorgar
una protección temporal, condicionada a la posterior verificación por parte
de la comunidad internacional o una potencia protectora, sobre la no-parti-
cipación del solicitante en crímenes de guerra y/o de lesa humanidad. En
caso de ocurrencia de un hecho que no admita la figura de protección inter-
nacional temporal, debería permitirse al rechazado, en caso de duda procesal,
el acceso voluntario ajuicio por parte de un tribunal internacional con todas
las garantias procesales, antes de la deportación a su país. En ocasiones la
imposibilidad que tienen los actores armados de una alternativa a la civihdad,
MAIRICIO REYES

se convierte en un mecanismo perverso de retroalimentación y agravarrfien-


to de los conflictos armados.

Reflexiones finales

Tratándose de una temática en plena evolución jurídica, y considerando la


complejidad pohtica de las medidas de protección temporal frente al asilo y
refiagio tradicional, no pretendo concluir sino provocar las siguientes re-
flexiones:

— Siendo el derecho internacional de los refugiados un pilar de los derechos


de protección de la persona humana con el derecho internacional de los
derechos humanos y el derecho internacional humanitario y siendo el
principio de no-devolución una norma de derecho imperativo: ¿Cómo
resolverá el derecho internacional púbhco la cohsión existente entre no-
devolución y principio de soberanía, teniendo en cuenta que la soberanía
ha sido la base del derecho internacional clásico y que los derechos de
protección de la persona humana han adquirido una categoría especial?

— Ante el realismo pohtico del cierre de fronteras y el endurecimiento de


los mecanismos legales de migración que generan ilegalidad y tráfico de
personas, es preferible mantener alternativas de protección temporal ante
Estados que no pueden absorber migraciones masivas de personas expul-
sadas de otros Estados y ante la insofidaridad de la comunidad internacio-
nal. ¿Es la protección temporal un mecanismo para incumphr los instru-
mentos internacionales del derecho internacional de los refugiados?

— En los conflictos contemporáneos, crecientemente ex combatientes de


grupos armados orgarfizados demandan protección ante sus antiguos ejér-

í88
PROTECCIÓN DE LA PERSONA HUMANA EN PROCESOS MIGRATORIOS INVOLUNTARIOS...

citos y enenfigos. ¿Qué mecanismos implantar para evitar que dicha pro-
tección se convierta en generadora de impunidad y en u n atentado con-
tra los derechos de las víctimas y sus famihas?

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Sorensen, Max, 1968, Manual de Derecho Internacional Público, México: Fondo de
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189
^ • " -
Migración colombiana en España
ROSA APARICIO GÓMEZ'

En este artículo comparto varios aspectos de lo que he venido estudiando


acerca de las migraciones a España, el país de mi adopción segunda, y en
concreto sobre las migraciones de colombianos a dicho país. A propósito de
estas últimas mucho deben saber, sin duda, quienes estén rrfirándolas desde la
perspectiva con la que se contemplan en Colombia. Pero mi exposición no
podrá sino apreciarlas desde la óptica que allá puede tener una colombiana
medio extraviada como yo, que ya no puede ser, como suele ocurrir con los
emigrados de larga duración, ni del todo colombiana ni del todo española.
Trataré pues, primero, desde esta perspectiva rada, sobre cuántos son y
cómo son los colombianos emigrados a España, para exponer luego a gran-

1. M i agradecimiento por la invitación a participar en esta Cátedra tiene un carácter especial-


mente emotivo.Y es que, después de más de 30 años de vida académica fuera de nuestro país, me han
brindado la ocasión de estar en él aportando algo de lo que ha sido mi modesto esfiierzo y mi
modesto trabajo de largos años: conocer no sólo para más saber, sino sobre todo para mejor convivir.

191
ROSA APARICIO G Ó M E Z

des rasgos los aspectos básicos de sus formas cotidianas de vida. Serán dos
partes metodológicamente desiguales que responden a intereses diferentes:
la primera más distanciada de las personas y más en línea con las preocupa-
ciones objetivadoras; la segunda, sin renunciar a la búsqueda de objetividad,
quiere sobre todo acercarse a las personas mi.smas.

Cnántos v cómo son los colombianos


llegados a España

N o hace falta dar largas exphcaciones sobre por qué en este punto empeza-
mos enseguida con inseguridades: siempre las hay tratándose del número de
colombianos emigrados a Estados Unidos, a Francia o a Itaha y de los llega-
dos a España. Pues bien: para aproximarnos a un cálculo de cuántos son estos
últimos, la base primera deben ser las cifras oficiales de los que tienen su
documentación en regla, bien para emplearse como trabajadores por cuenta
propia o ajena, bien para estudiar, bien para reunirse con sus famihares, bien
para asilarse, bien por haber obtenido la doble nacionalidad. Con esto, a 31
de diciembre de 2002 nos situaríamos en unas cifras superiores a los 90 mil.
Pero a ellas habrían de añadirse inmediatamente los que, estando en España,
no tienen la documentación en regla, los cuales según los distintos cálculos
estarían entre 100 mil y 180 mil. Y así, sumando éstos a los anteriores, el
número de colombianos que viven en España se pondría entre los 190 mil y
los 270 mil, o sea, alrededor de un 5,6 por mfi de la población española total.
Tal que, si por ejemplo todos ellos fueran al fútbol en la misma proporción
que los españoles, entre los 80 mil espectadores que van a ver al Real Madrid
en un día de estadio Heno, nos encontraríamos con 448 colombianos. O
también, mirando las cosas comparativamente con lo que ocurre en los Esta-
dos Unidos, si allá los colombianos vienen a ser el dos por rrfil de la pobla-

1Q2
MIGRACIÓN COLOMBIANA EN ESPAÑA

ción total, en España no estarían demasiado lejos de representar una propor-


ción el triple de grande.
Personalmente encuentro esto extrañísimo. Y tanto más cuanto que se
trata de una innfigración ocurrida casi repentinamente desde hace cinco
años, partiendo de números apenas apreciables. El gráfico siguiente nos muestra
la evolución de las cifras oficiales: . '

Evolución de residentes colombianos en España, hasta junio 2002

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Año

Vemos que hasta 1998 el número de los registrados es muy pequeño.Tan


pequeño que por aqueUos años las cifras de colombianos no se ofrecían por
separado en las estadísticas migratorias españolas, sino se integraban en la
categoría "Otros", donde se cobijaban los números de los que no vaha la
pena contabüizar por separado. Pero el año 1998, sin que se hubieran produ-
cido cambios muy especiales en el diferencial de rentas del trabajo esperables
respectivamente en España y en Colombia, sin que se hubieran producido
tales cambios especiales en las respectivas situaciones pohticas, de repente
varían cuahtativamente los volúmenes de los flujos. La determinación causal
del número y direcciones de estos flujos es un tema para cavilar y no tengo
claras las hipótesis que debiera verificar para explicar el hecho, aunque creo
que el aumento de las dificultades encontradas para emigrar a Estados Uni-
dos ha pesado mucho en los cambios ocurridos.

193
ROSA APARICIO GÓMEZ

Pero vayamos adelante: si en vez de hablar de cifras estadísticas quisiéra-


mos comentar sobre impresiones populares, que a través de estereotipos y
corrientes de opinión influyen más que las mismas cifras en los comporta-
nfientos predonfinantes entre los nativos para con la población innfigrada,
hay que diferenciar. Los colombianos, por cierto, tienen la sensación de que
en España hay coterráneos por todas partes, rrfientras que los españoles, un
tanto hipersensibles para la gran presencia de marroquíes y ecuatorianos,
apenas toman conciencia de que la colombiana, después de la marroquí, la
ecuatoriana y la inglesa, es la cuarta de las nacionahdades más presentes en su
país. De ello se sigue un doble efecto: los colombianos, en la idea de que en
España sus compatriotas están por todas partes, han ido adquiriendo una
cierta sensación de famiharidad con el país, la cual les infunde un algo de
auto confianza para mirar al fiaturo, por muchas dificultades que experimen-
ten en los primeros tiempos de su asentamiento; los españoles, al no sentirse
invadidos ni abrumados por los colombianos corrientes, miran a éstos con
menos prevenciones y reservas.Y digo "los colombianos corrientes" porque
lo que sí los perjudica mucho ante la opinión popular española es el que
pueda relacionárseles con las redes de criminahdad asociadas al narcotráfico.
Pero sobre esto habré de volver más adelante.
Esto a propósito de cuántos son los colombianos en España. Pero, ¿de qué
clase de colombianos se trata? Una primera y muy obvia variable a que suele
atenderse es el sexo, pues el empleo doméstico, dada la situación del merca-
do de trabajo en España, es una puerta de entrada muy socorrida para muje-
res de niveles socioeconómicos inferiores. El siguiente gráfico nos muestra
que cuando se produce el gran salto de las cifras de innfigrantes colombianos
a España, son mayoría las mujeres que llegan.
Efectivamente, cuando en España se inicia el gran aumento de la inmi-
gración colombiana son las cohortes de mujeres mucho más numerosas que
las de varones. Pero también se muestra que esta desproporción tiende a
rfivelarse con relativa rapidez, bien porque las originariamente venidas no

194
MIGRACIÓN COLOMBIANA EN ESPAÑA

——HDntM» i^—Mujer»

tardan en obtener la reagrupación de sus cónyuges, bien porque empieza a


llegar otra clase de inmigración. ' • ' •
Otra vía para dilucidar la respuesta sería consultar los niveles de enseñanza
alcanzados por las sucesivas cohortes de inmigrantes.Y aunque los datos de
fiaentes secundarias disponibles no nos informan en España sobre este parti-
cular, hemos podido salvar relativamente este vacío incluyendo la cuestión
en una encuesta reahzada a 1.001 colombianos muestreados conforme a
cuotas por sexo, situación legal, edad y antigüedad migratoria^. Según dicha
encuesta los certificados de estudios concluidos, de los innfigrantes colom-
bianos, se distribuyen de la siguiente forma:

4% 20% • Estudios universRaríos


30%

• i Estudios secundarios

D Estudios primarios

46% • Ningunos estudios concluidos

2. Este estudio se describe en R. Aparicio y G. Giménez: Migración Colombiana ett España,


publicado en el 2003 por la Organización de Naciones Unidas y la Organización Internacional para
las Migraciones, con el patrocinio de la Embajada de Colombia en Madrid.

195
ROSA APARICIO GÓMEZ

Esta distribución es bastante tosca, pero no deja de sugerirnos cómo


son los colombianos llegados a España. El veinte por ciento de los titula-
dos universitarios apuntaría a un sector de calidad entre ehos y es desde
luego una proporción más alta que la hallada en inmigrantes de otras
nacionalidades, y el 80 % que suman los que no han pasado de la ense-
ñanza secundaria nos remite a una inmigración mayoritaria de nivel
modesto. Lo que parece finalmente es que se trata de una inmigración
mezclada, pues sus números no son muy diferentes de los que daría, por
ejemplo, una computación del nivel de estudios del total de la población
activa española.
Con esta deducción converge la que puede obtenerse considerando la
apreciación subjetiva de la pertenencia de clase de los colombianos
inmigrados a España, tal como apareció en una muestra de mil sujetos
encuestados en el año 2002. La distribución de las respuestas resultó ser
la siguiente:

Percepción del nivel social al que se ha pertenecido


en Colombia y al que se pertenece en España

Nivel social En C o l o m b i a (%) E n España (%)


Bajo 6,9 24.1
Medio Bajo 23,3 31,1
Medio Medio 49,8 38,3
Medio Alto 17,6 3,7
Alto 1,7 1,3
N o contesta 0,8 1.6

Observemos que los colombianos venidos a España experimentan, de


manera bastante generalizada, un descenso en el nivel de la estratificación
social al que creen pertenecer. Pero en cuanto a la clase de intrfigrantes que

196
MiCRACIÓN COLOMBIANA EN EsPAÑA

vienen a España, lo que aparece en la tabla es que se trata de un contingente


muy variado, con no pequeña representación de los estratos inferiores.
Otra cuestión sería preguntarse sobre si se está dando una evolución, a la
baja o al alza, en la composición de conjunto de esta migración. Pero eso es
algo que aún no podía saberse cuando se hizo la encuesta, por los pocos años
hasta entonces transcurridos desde que en 1998 toma cuerpo realmente la
Uegada de los colombianos a España.
Dicho esto acerca de cuántos son y cómo son los colombianos llegados a
España paso a tratar los aspectos básicos que configuran su vida cotidiana.

' Cómo viven los colombianos en España

Me voy a fijar en tres puntos principales: los trabajos en que se ocupan, las
viviendas que consiguen, y el ámbito de relaciones en que se mueven.

L o s TRABAJOS

Es obvio afirmar que la inmensa mayoría de los inmigrantes colombianos


vive de su trabajo, aunque los datos nos dicen que un 7,5% no se propone
hacerlo sino más bien estudiar o quizás ocuparse del hogar. Además, un
13,6% son víctimas del desempleo, que por supuesto afecta sobre todo a
los recién llegados. Queda pues como un 80% que trabaja y esa mayoría
es la que representa en realidad la forma de vida de los inmigrantes co-
lombianos en España.
¿En qué trabajan? ¿Cuánto trabajan? ¿Cuánto les reporta su trabajo? Las
cifras obtenidas en la encuesta antes citada nos dicen lo siguiente:
•-...-. • ,.'.•• 'ntrr ••.••• .^-••" • -^

197
ROSA APABICIO GÓMEZ

Años de estancia
Sector de actividad Total Varones Mujeres Hasta De 1 a 3 De3 aS Más de 5
1 año

Agricultura 1,4 2,8 0,3 0,9 1,4 1,4 2,4


Industria 5 7,8 2,8 5,1 5,8 4,3 3,6
Construcción 21,1 44,5 2,0 27,6 19,6 15,8 18,1
Comercio 10,3 8,7 11,7 10,1 10,5 11,5 8,4
Hostelería 15,8 14,3 17,0 11,5 16,7 21,6 14,5
S. Doméstico 24,6 1,9 43,1 27,6 23,9 22,3 22,9
S. personales 8,5 8,1 8,9 8,3 7,6 9,4 10,8
Enseñanza 1,7 0,9 2,3 0,9 1,1 2,2 4,8
Sanidad 1,4 0,6 2,0 2,3 0,7 0,7 2,4
Med. comunicación 1,5 1,2 1,8 1,4 1,8 0,7 2,4
Otros servicios 6,4 7,5 5,6 3,2 7,6 8,6 7,2

Ns/Nc. 2,1 1,6 2,5 0,9 3,3 1,4 2,4

Esta tabla es enormemente compleja por lo que veremos solamente algu-


nas cosas muy generales. La primera, que podemos dejar de lado las cifras
correspondientes a los que llevan más de cinco años en España, porque los
tantos por ciento correspondientes a ellas, al basarse en totales muy exiguos,
no tienen generalmente garantías de representatividad. La segunda, que al-
gunos empleos, por ser marcadamente más frecuentes entre las cohortes de
menos tiempo de estancia, pueden considerarse "puertas de entrada" al mer-
cado de trabajo, las cuales se utihzan sobre todo para pasar a otras ubicacio-
nes. Eso aplicaría para los varones con la construcción y para las mujeres con
el servicio doméstico, aunque se ve que de éste les resulta más difícil sahr. La
tercera: que los empleos comúnmente considerados de cierta cafidad se agru-
pan en las cuatro últimas filas (enseñanza, sanidad, medios de comunicación
y "otros servicios" entre los que se incluirían las profesiones hberales). Aun-
que hay que añadir que para los estratos sociales inferiores pueden también
considerarse empleos de calidad los de la construcción y la industria. En tal
caso, añadiendo los ajustes correspondientes a niveles de educación y niveles

198
MiCRACIÓN COLOMBIANA EN ESPAÑA

de aspiración, podría decirse que no Uegan al 40% los colombianos que ya


han conseguido empleos aceptables, mientras que más de un 60% luchan
aún por situarse.
Confieso que estas constataciones de conjunto me causan una impresión
penosa, de la que apenas puedo fibrarme pensando que la irmfigración de
que se trata es muy reciente. ',
Ahora ¿cuánto trabajan los colombianos en sus distintos empleos? En este
punto los datos obtenidos por la encuesta que utifizo aquí se han computado
globalmente, sin diferenciar unos empleos de otros, con el fin de mantener
su representatividad estadística: ,,.

T i e m p o de trabajo %
4 horas al día o menos 6,2
4 -7 horas día 18,3
8 horas día 34,7
9-12 horas día 29,7
Más de 12 horas 6,0
Tiempo indeterminado 4,1
Ns/Nc 1,1

De nuevo estos números son bastante aterradores y las altas cifiras de los que
trabajan más de nueve horas diarias solamente me las puedo exphcar pensando
en los que se emplean en campañas agrícolas intensivas o en servicios de hostelería
de bajo rango. Por otra parte, son también no pocos los que trabajan menos de las
ocho horas normales y probablemente estarán entre quienes estudian y trabajan
a la vez, o entre las mujeres que asumen por horas servicios de hogar como
complemento imprescindible a los ingresos de sus maridos.
Si intentamos una estimación de esos ingresos, reduciéndonos a la remu-
neración individuo por individuo de los que trabajan por cuenta ajena, nues-
tra encuesta nos lleva a la siguiente distribución de ganancias mensuales:

199
ROSA .\PARICIO G Ó M E Z

C u á n t o ganan (euros) %
Menos de 300 4,9
Entre 300 y 450 13,1
Entre 451 y 600 28,3
Entre 601 y 900 35,2
Entre 901 y 1200 12,7
Más de 1200 3,6
NS/NC 2,1

Lo anterior nos pernfitiría una estimación, bastante burda desde luego, de


que cada colombiano que trabaja en España por cuenta ajena viene a ganar
mensualmente, por término medio, entre 650 y 700 euros; es decir, salvadas
las oscüaciones de los cambios, entre 2 millones y 2 mülones 250 nfil pesos.
Con ellos, por supuesto, le será difícil mantenerse a quien no comparta su
hogar con alguien que aporte otros ingresos. Pero así debe ocurrir, puesto
que los gastos medios que nuestra encuesta halló están en los 642 euros por
persona y se distribuyen de la siguiente manera:

Manutención
Teléfono

Transporte

Otros
Colegios
c:ursos formación
.\sistencia sanitaria
Pagos a crédito

Vivienci.1

Como vemos, vivienda y manutención son los capítulos fuertes de este


gasto, resultando significativamente reducidas las demás partidas.

200
MIGRACIÓN COLOMBIANA EN ESPAÑA

• LA\TVIENDA

¿Cómo son esas viviendas en las que tanto gastan los colombianos en Espa-
ña? La siguiente tabla nos da una idea:

Total Hasta 1 a ñ o De 1 a 3 De3 aS Más de


T i p o d e vivienda
d e estancia años años 5 años
Piso en propiedad 6,5 0,3 2,2 5,7 32,6
Piso en alquiler 56,0 46,0 63,6 61,1 53,2
Habitación alquilada 29,6 42,5 27,5 26,3 9,2
Pensión hostal 0,1 - - 0,6 0
Domicüio empleador 3,7 4,7 6,6 4,0 1,4
Centro de acogida 1,4 3,1 0,6 0,6 0,7
Otros 1,9 2,5 1,9 1.1 1,4

Es de particular interés la distribución de las clases de vivienda, por tiem-


po de estancia en España, que esta tabla nos ofrece. El trasfondo es el siguien-
te: en España, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países euro-
peos, lo normal es que las famihas vivan en apartamentos de su propiedad,
existiendo una gran escasez de pisos en alquiler. Resulta así normal que los
jóvenes no se casen ni salgan de la casa de sus padres hasta que hayan podido
comprarse su apartamento. Este uso social viene, en la práctica, a aphcarse
por los inmigrantes, de modo que el avance de éstos hacia su integración
económica y civü se corresponde en cierta medida con su acceso a la com-
pra de un apartamento propio. Esta ocurre, por lo general, después de haber
alquilado primero alguna habitación con derecho a baño y cocina en aparta-
mentos compartidos con otros, para en un segundo paso alquüar un aparta-
mento completo cuando Uegan a poder pagarlo y, finalmente, si no tienen
expreso deseo de una pronta vuelta, normahzar su situación, a la española,
comprándose su piso, como allá se dice. ,

201
RcsA APARICIO GÓMEZ

Como vemos en la tabla, ya en el primer año de estancia son cerca de la


mitad los colombianos que han podido alquilar para sí mismos un aparta-
mento íntegro, dejando atrás la incórnoda situación de cobijarse en alguna
habitación de un apartamento compartido con vecinos no elegidos por eUos.
La proporción de alquiladores de apartamento va en aumento con el tiempo
de estancia, disminuyéndose a partir de los cinco años por incremento de las
cifras de los que empiezan a tener apartamentos en propiedad, que son los
que pueden considerarse económica y civilmente integrados. La imagen de
conjunto es expresiva y cabe añadir que entre los innfigrantes de otras nacio-
nalidades esta evolución se produce con bastante mayor lentitud.
Miremos ahora el mundo humano en que se desenvuelven nuestros com-
patriotas: ¿con quién se relacionan? ¿a quiénes se han dirigido para obtener
información o ayuda? O diciéndolo en términos consagrados, ¿con qué ca-
pital social se manejan los colombianos emigrados a España?

ÁMBITO DE RELACIONES EN QUE SE MITEVEN LOS COLOMBIANOS

Resulta muy llamativo hallar que dos de cada cuatro colombianos llegados a
España tienen allá famihares cercanos y casi otra cuarta parte más tiene algu-
nos otros famihares. Las proporciones se reflejan en el siguiente gráfico:

No contestan
Tienen familia
cercana en España
No tienen ninguna
familia en España

Tienen familia
cercana y otros
familiares
No tienen familia
cercana pero tienen otros
familiares

202
MiCRACIÓN COLOMBIANA EN ESPAÑA

La siguiente tabla nos dice, más en detalle, quiénes son esos farrfifiares:

Familiares cercanos en España Otros familiares en España

TOTAL TOTAL

Padre 6.2 Hermanos/as 28.3


Madre 13.4 Suegros 4.8
Cónyuge 29.2 Cuñados/as 14.6
Hijos 32.1 Primos/as 23.7
Ninguno 46.7 Tíos/as 12.3
N.C 3.6 Otros 7.8
Ninguno 44.2

Puede Uamar la atención en esta tabla que son más los colombianos que
están en España con sus hijos que los que están con su cónyuge. El hecho se
exphcaría teniendo en cuenta lo ya anotado sobre la feminización de la
inmigración colombiana a España en un tiempo: quienes están con los hijos
y no con el cónyuge serían mujeres venidas solas en su día y que luego han
podido reagrupar a sus hijos pequeños.
Volviendo al tema del mundo relacional de los colombianos podemos
fijarnos, después de haber mirado a su entorno familiar, en el mundo de
sus amistades. Pues bien, en el estudio en que participé se preguntó a los
encuestados por la nacionalidad de sus tres mejores amigos. Y lo que
resultó es que en un 64% de los casos el mejor amigo era colombiano y
en un 22% español; una proporción superior al 75% no acertó a decir de
qué nacionalidad era su segundo o su tercer mejor amigo, aunque aquí es
probable que haya influido un error en la manera de preguntar los
encuestadores.Y en conjunto resultaría que las nacionalidades de los tres
mejores amigos de los colombianos en España se distribuyen como lo
indica el siguiente gráfico: • •; • • '

203
ROSA .APARICIO G Ó M E Z

Otra nacionalidad 4%

Colombiana
Española 26% I / J ) I 55%

Otra latinoaxnericaiu 7%

Vemos entonces que la mayoría de los amigos de los colombianos son


otros colombianos, lo cual no es extraño dado el carácter reciente de su
llegada y la muy tupida red de relaciones famüiares en que están integrados,
la cual hace que muchos convivan con otros paisanos. ¿Se seguiría de aquí
que los colombianos están encerrándose entre las que generalmente se Ua-
man redes étnicas, con mal pronóstico para su integración laboral y social de
conjunto? A dilucidarlo nos ayudan las dos tablas siguientes: la primera, en
que se recoge la distribución de las respuestas obtenidas al preguntarles sobre
las personas o entidades a las que recurrirían para encontrar vivienda y traba-
j o en España; la segunda, en que se considera la ayuda prestada por famihares
y amistades, en Colombia y en España, al organizar el viaje de irunigración.
Como podemos ver en la página siguiente, casi un 63% de los colombia-
nos buscaría trabajo mediante la ayuda de amigos o conocidos españoles, más
de la mitad se ayudarían también de eUos para buscar vivienda, y entre una
mitad y una quinta parte recurrirían a agencias, prensa, etc., para aprovechar
los recursos por eUas ofrecidos. Esto significaría que los colombianos no
hacen mucho uso de lo que suele Uamarse "capital social institucional", puesto
que no son tantos los que utüizan los recursos que las instituciones públicas
o privadas ponen a su disposición para asistirles en sus conveniencias, obede-
ciendo a una tendencia que otros estudios han señalado y que se constata de

204
MiCRACIÓN COLOMBIANA EN E S P A S A

Personas y entidades a las que se recurriría para buscar


vivienda y trabajo en España

Personas y entidades Vivienda (%) Trabajo (%)


Otros colombianos (familiares y amigos) 62,4 62,4
Amigos/conocidos españoles 54.7 63,8
Anuncios en prensa 57,8 66,2
Agencia de empleo/Inmobiliaria 25,9 19,5
Internet 10,2 15,2
O N G pro inmigrantes 9,6 18,4
Instituto Nacional de Empleo 3,3 13,2
Parroquia 6.7 9,9
Servicios sociales/Ayuntamiento 6,9 9,1
Carteles en las calles o en comercios 6,2 9,0
Asociación de inmigrantes 5,4 8,0
Sindicatos 2,0 3,8
Otros 2,7 2,2
Ns/Nc. 1,8 1,4
Respuesta múltiple.

nuevo en el que estoy utilizando^. Pero por otra parte también es verdad que
los colombianos que están en España no se recluyen en el mundo de sus relacio-
nes éttücas para buscar apoyos, utihzando bastantes más recursos que los que
pueden ofi:ecerles sus relaciones de parentesco y paisanaje. Ocurriría con eUos lo
que se ha comprobado que sucede con los inmigrantes peruanos de España: que
sus estrategias de integración les Uevan a progresar en su inserción social a través
de relaciones personales más que a través de cauces institucionales. El resultado
cierto es que si su integración se mide con indicadores relacionados con la buena
negociación de las situaciones de vida cotidiana, los peruanos por esas vías obtie-

3. Ver obra citada en nota anterior, tabla 1113, p. 158.

205
ROSA APARICIO GÓMEZ

nen mejores niveles que, por ejemplo, los marroquíes, los cuales hacen mucho
más uso que los peruanos de los recursos institucionales*.
Puede según esto decirse que la reciente irmfigración colombiana a Espaiía
no decanta hacia tm encerramiento en las redes de sus connacionales, como cree
Jorge Borjas advertir en diversos colectivos de inmigrados a Estados Unidos. Más
bien parece orientarse hacia los nuevos estüos de transnacionahdad que están
tomando forma en maneras de irmfigración innovadoras, generadas por la nueva
facfiidad de las comimicaciones, gracias a las cuales los inmigrantes de hoy se
acomodan y encuentran su espacio en los países de destino manteniéndose
enraizados en sus países de origen y conservando subjetiva y objetivamente su
identidad patria.Y esto desde que van preparando el gran viaje nfigratorio. Lo
sugiere la distribución de las respuestas a preguntas sobre las ayudas prestadas a
qifienes partían para que pudieran organizar su viaje.

Ayuda prestada para la organización de su viaje,


a los colombianos enfigrados a España

Familiares Familiares Amigos en Amigos en


Tipo de ayuda en Colombia en España Colombia España
(Base 662) (Base 402) (Base 268) (Base 312)

Información sobre condiciones


de vida y trabajo en España. 11,5 60,9 29,5 59,6
Ayuda económica para pagar el viaje 65,8 41 23,8 7,4
Ayuda económica para entrar en Esp. 32,2 24,3 10,5 5,1
Conseguir documentación para entrar 9,8 37,3 4,5 28,2
Proporcionar una oferta de trabajo - 10,9 0,4 9,6
Proporcionar una vivienda provisional 2,5 65,2 3,4 57,4
Otros 4,2 1,2 5,6 1,9
Ns/Nc. 15,4 9 37,3 11,9

4. M e he ocupado del tenia en el estudio Estrategias y dificultades para la integradón de los distintos
colectivas de inmigrantes llegados a España. Madrid: Inserso. Ministerio de Trabajo, 2001.

206
MIGRACIÓN COLOMBIANA EN ESPASA

Para el propósito que en este momento nos ocupa lo más interesante que
ofrece la tabla es la posibüidad de comparar las columnas segunda y cuarta
con la primera y tercera. Claramente se advierte el carácter transnacional de
la orgarfización del viaje, que se prepara contando simultáneamente con apoyos
en una y otra nación, diversificándose las clases de apoyos con arreglo a lo
que desde cada país es más posible ofrecer: la plata para el viaje se obtiene
sobre todo en el país de partida, pero la primera vivienda provisional se
consigue gracias a los que viven en el país de destino; paralelamente ocurre
lo mismo, pero a la inversa, con la documentación y con la información
necesaria. Claramente, la emigración se plantea y realiza en un contexto
transnacional.
En resumen, esto es lo más característico que se obtiene del examen de la
vida relacional de los colombianos en España: de eUos ni podemos decir que
se recluyan en sus redes de connacionales, ni que las abandonen para sumer-
girse en el contexto español, más multinacional cada vez. Entran pues los
colombianos en esa multinacionalidad pero manteniendo sus relaciones pa-
trias. Otros autores han notado que esta es una tendencia no poco extendida
en las nfigraciones actuales y que hasta hace veinte años no se había hecho
notar.
El último punto se refiere al modo de valorarse unos a otros en Espa-
ña, al modo como se identifican a sí mismos y al modo como se ven
considerados y tratados por los españoles. A propósito del modo de valo-
rarse los colombianos unos a otros, el estudio que estoy utilizando pedía
a los encuestados que expresaran la intensidad de su acuerdo con cuatro
frases relativas a su colectivo de origen. La respuesta "muy de acuerdo" se
valoraba con cuatro puntos, con tres "bastante de acuerdo", con dos "poco
de acuerdo" y con uno "nada de acuerdo". Las puntuaciones atribuidas a
las respuestas de los encuestados representan un valor medio del acuerdo
con las frases de referencia. La primera frase era: "La mayoría de los co-
lombianos que vienen a España quiere trabajar honradamente" y la me-

207
RcsA APARICIO G Ó M E Z

día del acuerdo fue 3,49 puntos, es decir, bastante próxima al máximo
acuerdo posible. A la segunda frase: "Los colombianos que vienen a Espa-
ña son por lo general gente bien preparada y emprendedora" también la
media del acuerdo fue alta, aunque de 3,26, o sea, más cerca del "bastante
de acuerdo" que del "muy de acuerdo". En cambio la media del acuerdo
con las dos últimas frases, que expresaban apreciaciones negativas, fue
mucho más baja: con la frase "A España viene mucho delincuente co-
lombiano" el acuerdo medio fue de 2,30, o sea, cerca del nivel "poco de
acuerdo". Menor acuerdo aún encontró la frase: "La mayoría de los co-
lombianos que vienen a España son una deshonra para el colectivo"; ésta
obtuvo una puntuación media de 1,46, por tanto, más cerca de "nada de
acuerdo" que de "poco de acuerdo". De todas maneras no fue pleno el
desacuerdo con estas últimas apreciaciones tan negativas.
¿Es que los colombianos al ingresar en el mundo de las relaciones
sociales españolas entran con el lastre de pertenecer a un colectivo cues-
tionable? En parte sí y en parte no. En parte sí porque las respuestas a otra
pregunta de la encuesta construida como la anterior muestran que se
insinúa un cierto acuerdo, aunque no muy grande, en preferir que no se
les reconozca como colombianos (valor medio: 1,44); incluso un acuer-
do algo mayor en la preferencia de no asociarse con la mayoría de los
colombianos que vienen a España (valor 2). En parte no, porque en su
circular por la sociedad española tienden a definirse antes como colom-
bianos que como inmigrantes en general, o como trabajadores, o como
latinoamericanos o como extranjeros, aun cuando no es pequeña la dis-
persión de las autodefiniciones que eligen, y que se recogen en la tabla
de la siguiente página:
Ahora bien, considerada esta dispersión, es lógico preguntarse si en la
forma como se presentan los colombianos en la vida cotidiana no hay
una inseguridad que tiene otras raíces, además de las relacionadas con la
manera de valorar a sus compatriotas.También el modo como se sienten

208
MiCRACIÓN COLOMBIANA EN EsPAÑA

Distribución de los tres principales rasgos que los colombianos


ehgen para defirfirse a sí nfismos, en la interacción social

Rasgo primero Rasgo segundo R a s g o tercero

Colombiano 38,7 29 16,1 1


Inmigrante 26.7 13,1 15,9
Trabajador 18,1 28,7 16
Extranjero 8,7 13,2 19,8
Latinoamericano 5,2 12,2 25,2
Español 1,3 1.1 2.8
Ns/Nc 1,4 2,8 4,3

r' t

tratados por los españoles les afectaría; para indagarlo el estudio les pidió
su opinión sobre si se ven tratados mejor, igual o peor que otros inmigrantes
latinoamericanos. Lo que apareció fue que un 2 1 % cree que se les trata
mejor, un 55% cree que se les trata igual y un 19% cree que se les trata
peor. Un 15% cree que se confía más en ellos que en otros latinoameri-
canos, un 48% cree que se confía en ellos igual y un 32% cree que se
confía menos.
En cuanto al nivel de educación o formación que creen se les atribuye, un
43% opina que se les reconoce mejor rfivel que a otros latinoamericanos, un
40% que se les atribuye el mismo nivel y un 13% que se les atribuye peor
rfivel. Finalmente, un 52,7% cree que su actitud hacia el trabajo se valora más
positivamente que la de otros latinoamericanos, un 39,9% cree que se valora
igual y un 4,5% cree que se valora peor. De eUo se deduciría que los colom-
bianos se consideran mejor valorados por los españoles que otros latinoame-
ricanos. Pero seguramente sucede que estas respuestas, como otras que se dan
a preguntas sobre valoraciones subjetivas, se ven muy influidas por cambios
en las formas o contextos de las mismas preguntas. Porque cuando se pre-
gunta directamente a los colombianos si eUos nfismos y los nativos de otros

209
ROSA APARICIO G Ó M E Z

nueve países están bien, regular o mal considerados en España, y se otorgan


tres puntos a las contestaciones que dicen estar "bien" considerada una na-
cionalidad, dos a las que dicen estar "regular" y uno a las que dicen estar
"mal" considerada, en el ranking que resulta de sumar las puntuaciones,
Colombia queda relegada al puesto siete, por detrás de ingleses, alemanes,
argentinos, cubanos, ecuatorianos y peruanos, y sólo por delante de polacos,
rumanos y marroquíes.
En resumen: los colombianos que están en España no se sienten aUí como
satéhtes aislados y extraviados, porque mayoritariamente cuentan con rela-
ciones de farrfiha y amistad que les arropan. No se retraen por lo demás de
contactar con españoles y dirigirse a eUos cuando la situación lo recomienda.
Pero en esos contactos se ven un tanto lastrados por la inseguridad que les
produce el verse considerados como nacionales de un país exportador a
España, según los sensacionalismos de la prensa, de elementos de criminah-
dad narcotraficante.

Conchisióii

He querido compartir aquí algunos de los aspectos que configuran la vida de


nuestros compatriotas en España: su número, que da cierta entidad propia a
su presencia; sus formas de vida y de trabajo mediante las cuales reahzan los
deseos personales de seres con dignidad y dan valor a su condición humana;
el mundo de sus amistades, vinculaciones, recursos de ayuda mutua y trazado
de imágenes identitarias, todo lo cual enlaza los individuales recorridos de la
emigración con maneras de sentir, pensar, inquietudes y proyectos de vida de
una infinitud de personas.
Podríamos hacernos presentes todos estos detaUes como quien revisa un
catálogo de curiosidades. También podríamos intentar sopesarlos uno a uno

2J0
MIGRACIÓN COLOMBIANA EN ESPASA

distanciadamente, preguntándonos cómo remediar, desde nuestra situación


nacional, aqueUo que nos parece necesita remedio. Pero también podemos
repensarlos en su conjunto, como signos o síntomas de una transformación
del mundo, dolorosa para unos y ambicionada por otros, en que las fronteras
y las naciones no podrán ya filtrar ni los movinfientos del poder rfi los empe-
ños de supervivencia.
Y con eUo vuelvo al principio. En los años que nos está tocando vivir
nuestra profesión está llamada a ver y entender lo que ocurre en los horizon-
tes, nada fanfiliares, que se están abriendo para todos con los nuevos sistemas
de comunicación. Son horizontes devoradores de los planes de vida micro
nacionalizados que crean posibilidades para otros planes de vida nuevos y
transnacionales.
En este sentido las migraciones colombianas son parte de lo que podrá
tomar forma como una gran epopeya de la convivencia mundial o como
crisis duradera de las naciones que hasta ahora ordenaban y delimitaban esa
convivencia.Ya no podrán hacerlo. Los proyectos, irregularidades, esfijerzos y
privaciones de los inmigrantes colombianos son en España como en Estados
Unidos, Japón o los Emiratos Árabes, un intento no pensado ni previsto de
avanzar hacia aqueUa nueva convivencia mundial. Creo que sería un error
seguir pensando las migraciones como lo que eran antes, es decir, como un
elemento más del devenir de los nacionahsmos.

211
-íar
Las mió raciones: un reto
o
en la medición estadística
CÉSAR CABALLERO Y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN •I .i-í

Desde distintas instancias y bajo diversas percepciones se considera que las


migraciones internacionales' se han intensificado en la última década, resul-
tando ser, bajo esas miradas, el aspecto de la dinárrfica demográfica nacional
con mayor impacto cuantitativo y cuahtativo dadas las repercusiones en el
campo económico, pohtico, social y demográfico.
Los diferentes factores que rodean la migración internacional^ han
conducido a los gobiernos, a la sociedad civil y a los organismos interna-
cionales^ primero, a preocuparse por las fuentes de datos y los métodos

1. Migración internacional entendida como: "aqueUos desplazamientos de personas que han


cambiado de país de residencia habitual. Éstos, no obstante, excluyen a los movimientos temporales,
cíclicos O circulatorios que no suponen traslado de residencia, pero que se han vuelto muy intensos
en los últimos años". (Wartenberg, 2000)
2. C o m o "la baja fecundidad y el envejecimiento de la población sostenidos, el desempleo, el
éxodo y la captación de profesionales, las remesas de los trabajadores, los derechos humanos, la inte-
gración social, la xenofobia, la trata de seres humanos, y la seguridad nacional, entre otros." (United
Nations. 2(X)2) > , , . •:. < .i

213
CÉSAR CABALLERO y SVLVIA MARGARITA CASTHaLÓN

disponibles para conocer la dinámica de estos procesos; segundo, a proponer


alternativas para mejorar la capacidad estadística de los países de forma que
puedan no solamente superar la insuficiencia de información sino diseñar
sistemas que les permita disponer de datos confiables y oportunos sobre el
tema.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística - D A Ñ E , re-
conoce que la migración internacional es un tema que está generando
gran controversia mundial y nacional. Cerca de cinco millones de emi-
grantes colombianos es la cifra que está circulando informalmente en el
país, pues el DAÑE, institución encargada de las estadísticas oficiales, no se
encuentra en condiciones de establecer un número preciso de migrantes.
Las cifras derivadas de las fuentes de información disponibles para C o -
lombia y expuestas en este artículo, evidencian que es poco probable que
el número de colombianos en el exterior supere los tres millones de
personas.
Uno de los propósitos de este trabajo es incentivar espacios de reflexión
que induzcan al mejor manejo de la información disponible sobre este fenó-
meno. Se abordan aquí dos grandes partes: la primera hace referencia a las
diferentes fuentes de información que se utihzan en el mundo para medir la
migración internacional; la segunda muestra un panorama general de los
colombianos en el exterior, según los diferentes instrumentos planteados.
Finalmente se hace una breve exposición de los proyectos sobre migración
internacional que la institución está Uevando a cabo, en busca de un acerca-
nfiento real a este fenómeno.

3. Organismos internacionales como: Naciones Unidas, la Organización Internacional para las


Migraciones - O I M ; el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía -CELADE (División de
Población de la CEPAL); el proyecto Sistema de Información Migratorio en Centroamérica -SIEMCA;
el Proyecto de Investigación de la Migración en Latinoamérica -IMILA.

214
, L . L A S MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

• •• * Fuentes de infonnación

La información que se ha verfido utihzando sobre migración internacional


proviene principalmente de tres fiíentes: los censos de población, los regis-
tros administrativos y las encuestas sobre nfigración. De acuerdo con el Sis-
tema de Información Estadística sobre las Migraciones en Centroamérica:
Los censos y las encuestas perrrúten describir a los innfigrantes en cada país
receptor en un momento determinado -quiénes son los migrantes y cómo
se insertan en los países de destino-, los registros dan cuenta de la dinámica
del proceso migratorio al considerar los movimientos internacionales a lo
largo del tiempo y pernfitir conocer el volumen y dirección de los flujos.
(SIEMCA, 2003) •,,;

A pesar de ser la migración internacional un fenómeno trascendental


para el panorama mundial, las tres fiaentes principales de información están
aún muy hmitadas, no sólo por esa "naturaleza multidimensional" de la mi-
gración, sino también porque estos instrumentos no han logrado que los
datos sean lo suficientemente claros, pertinentes y comparables, no obstante
las diferentes sugerencias de las Naciones Unidas de "estandarizar datos, co-
ordinar iniciativas de cooperación e intercambio y utifizar códigos unifor-
mes de identificación de los países de origen de las personas, entre otros."
(Martínez, 2003, p. 42)
Pese a las restricciones de estas fiíentes de información, es importante
tener presente la esencia y el objeto de cada una de eUas, con el fin de poder
utüizarlas al máximo, especialmente en lo que corresponde al tipo de infor-
mación recogida, su capacidad, sus fuentes, sus limitaciones y posibles medios
de estudio. •

215
CÉSAR CABALLERO y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

Censos de población

Uno de los instrumentos más utifizados en la región latinoamericana y caribeña


es el instrumento censal, por cuanto cuenta con "antecedentes conterfidos en los
microdatos, los cuales se pueden desagregar a diversos niveles geográficos Uegan-
do hasta el hogar y los individuos; los datos censales son de variada amphtud y
algunos investigadores los consideran una "fotografía" de las estructuras sociales y
demográficas en un momento dado". (Martínez, 2003)
Por medio de las preguntas censales se ha tratado entonces de cuantificar
e identificar a la población que ha ingresado a cada país con el fin de residir.
Existen dos tipos de censo: el censo defacto o de hecho y el censo de jure o de
derecho.
El censo defacto o de población presente recoge la información según el
lugar de presencia al momento del censo, es decir, todas las personas que se
encontraban en la vivienda. Este tipo de censo puede generar una doble
enumeración causada por la movihdad de la población, es decir, que se em-
padrone en varios sitios a las mismas personas.
El censo de jure o de población residente recoge la información de las
personas que viven en la vivienda de manera habitual. En éste, para evitar
omisiones, se obfiga a la gente a permanecer en su hogar durante el día del
empadronamiento; de esta forma se logra captar una distribución geográfica
real de la población. Esta inmovilización facihta la investigación sobre mi-
gración interna e internacional, legal e fiegal. En el censo defacto o de hecho,
para poder realizar el anáhsis de la movihdad de la población es necesario
incluir una pregunta sobre lugar de residencia habitual, pero como se men-
cionó anteriormente, por ser sólo de población presente pueden darse casos
de orrfisión''.

4. La información correspondiente a los dos tipos de censo es tomada de CEPAL (1999).

216
LAS MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA
I-

La información derivada de los censos se convierte entonces en un fun-


damento práctico para estudiar el proceso migratorio, no solamente identifi-
cando el país de origen y destino, además "los antecedentes y variables que
no son sólo datos cuantitativos, sino también aspectos que trascienden dicha
dimensión y se acercan a la caracterización cuahtativa." (CEPAL, 2002)
Sin embargo, estas particularidades no descartan la importancia de iden-
tificar sus hmitaciones y mucho menos la posibihdad de mejorarlas por me-
dio de la integración con otras fiíentes de información.
El número 31 de la serie Pobladón y Desarrollo, de la CEPAL, señala las
siguientes hmitaciones de los censos:

• Su periodicidad decenal no es seguida por todos los países; sus fechas de


reahzación suelen diferir en una nfisma ronda censal; y hay problemas de
subenumeración y de cahdad de los datos.
•ii

• La población censada es la evidente en un momento en especial, "por lo


que sus datos se refieren sólo al stock de nfigrantes acumulados hasta aquel
momento; es decir, al número total de emigrantes que sobrevivieron y no
volvieron a nfigrar hasta la fecha del censo, y no a los flujos ocurridos a lo
largo del tiempo, lo que impide rescatar la condición de proceso que
tiene la migración".

La dificultad para reconocer la situación legal del migrante, es decir, si éste


es indocumentado o refugiado. En este instrumento "los nfigrantes irre-
gulares no son reconocidos como tales, ni es posible estimar su cuantía a
partir de las fiaentes de los stocks". (Martínez, 2003)

Finalmente: "los censos no permiten captar la diversidad de la movihdad


espacial de las personas, pero pueden ayudar a identificar poblaciones y
hogares para su estudio con otros instrumentos". (CEPAL, 2002)

217
CÉSAR CABALLERO y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

Registros administrativos

Para evaluar los flujos nfigratorios y poder proyectar el número de habitantes


que se trasladan de un país a otro, surge la necesidad de tener en cuenta los
registros administrativos, los cuales, como se había mencionado anterior-
mente, estiman las entradas y salidas de los nacionales y extranjeros residentes
o con permiso de trabajo.
Aunque los registros incluyen todas las topologías de movihdad como
son: turistas, trabajadores temporales, visitantes, entre otros, se alcanzan a mos-
trar algunas diferencias y tendencias de los movimientos internacionales de
personas. N o obstante, es pertinente resaltar que este instrumento de infor-
mación se centra en la cantidad de movinfientos y no en la cantidad de
personas, razón por la cual su principal indicador es, según el Proyecto Siste-
ma de Información Migratorio en Centroamérica: "el volumen total de
movinfientos internacionales o movihdad bruta, es decir, la suma de ingresos
y egresos internacionales".
El saldo nfigratorio -diferencia entre los ingresos y egresos de personas-
es uno de los aspectos más relevantes de esta fiaente, ya que evidencia la
cantidad de población que se adquiere o se pierde en un año determinado,
según la información de los registros. Es necesario aclarar que este saldo no
representa una cuantificación de las entradas y salidas, simplemente propor-
ciona vestigios sobre las tendencias en el transcurso de los años. El mayor
problema son las migraciones ilegales que no son captadas en dicho registro.
La falta de precisión se debe en gran parte a la omisión de registros (proble-
mas de cahdad de la declaración y subregistro), lo cual afecta directamente la
diferencia; si éstos no se omitieran, el saldo no se vería influenciado por la imph-
cación de los distintos tipos de migración, "ya que deberían compensarse los
ingresos y egresos de turistas, de trabajadores temporales, etc., con lo cual el
balance estaría reflejando la cantidad de personas que permanecieron en el país,
dato que se aproximaría a la cantidad de migrantes". (OIM, SIEMCA, 2003, p. 11)

2l8
L A S MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

A pesar de las hmitaciones que se mencionaron, el registro de salidas y


entradas permite comparar el flujo internacional de personas, su nacionah-
dad, el país de nacinfiento, el sexo y la edad.

; i" ' ' Encuestas de migiación


V • .. '. ••-•'''

A diferencia de los registros administrativos y los censos, las encuestas de


migración se enfocan solamente en las principales características de los
migrantes. Por medio de preguntas específicas busca caracterizarlos y no
cuantificarlos. Este instrumento ha sido menos utüizado que los anteriores,
sin embargo, puede apoyar los otros esfiíerzos enfocándose principalmente
en la migración internacional.

Colombianos en el exterior
según los censos de población

El CELADE, desde 1970, desarroUa el proyecto Investigación de la Migración


Internacional en Latinoamérica -IMILA, con el cual busca recopilar en una
base de datos información censal de países latinoamericanos, caribeños, Ca-
nadá y Estados Unidos, para ofrecer un enfoque acumulativo de los volúme-
nes de los migrantes al igual que algunas de sus características
sociodemográficas y socioeconómicas. -
Teniendo en cuenta la información del proyecto IMILA, y reconstruyendo
algunos datos censales de otras fiíentes, se puede evidenciar la tendencia
migratoria y algunas características de los colombianos en el exterior. Cabe
recordar que por las razones anotadas anteriormente, las bases de datos censales

219
CÉSAR CABALLERO y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

no cuentan con la información mundial, sin embargo, nos aproximan a la


reahdad de los datos migratorios y a sus patrones.
Colombia, históricamente, se ha caracterizado por una gran movüidad de
población, por causa de diversos factores (Gráfico 1). El incremento de la
nfigración internacional de las últimas décadas lo han convertido en el país
de América del Sur con mayor número de emigrantes, principalmente hacia
Venezuela, Estados Unidos (PeUegrino, 2002) y España; sin embargo, las tasas
de crecimiento de los decenios 1980-1990 y 1990-2000 demuestran que
tiende a estabilizarse: 2,30 y 4,43 respectivamente, comparadas con las tres
décadas anteriores (Cuadro 1).

Gráfico 1. Evolución del total de enfigrantes colombianos, según censos


de algunos países en las décadas de 1950, 1960, 1980 y 2000
1600.000

1400.000

SS 1200.000

e 1000 000

a> 800.000

ra 600 000

'^ 400 000

200.000

-I- -+•
1950 1960 1970 1980 1990 2000
Décadas de los censos

Fuente: Banco de datos IMILA y censos de población. .

Gracias a los datos del proyecto IMILA y a algunos otros de países no


pertenecientes a la región, se logró complementar la información que reco-
ge el cuadro 1 sobre emigración de colombianos al exterior. Según algunos
de los últimos censos (década del 2000), Colombia cuenta con 1.392.508

220
LAS MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Cuadro l.Tasa de crecimiento decenal de los enfigrantes colombianos,


según la información censal de algunos países
en las décadas 1950, 1960, 1970, 1980, 1990 y 2000

Tasa de c r e c i m i e n t o de
Año Personas
los e m i g r a n t e s c o l o m b i a n o s

1960 117.377
1970 263.841 8,10
1980 710.372 9,90
1990 893.902 2,30
2000 1.392.508 4,43 1
Fuente: Banco de datos IMILA y censos de población.

emigrantes censados. De este total, 608.691 se encuentran en Venezuela,


509.872 en Estados Unidos y 174.405 en España (Cuadro 2).
Venezuela ha sido uno de los destinos más constantes de los colombianos;
es más, según los patrones nfigratorios que se han presentado en la región^,
para la ola de nfigración intrarregional,Venezuela fiíe el país que más colom-
bianos recibió, siendo simultáneamente Colombia el país con mayor emi-
gración en la región Andina. De acuerdo con el censo de 1990, en Venezuela
se contabüizaron 669.355 personas inmigrantes de la región latinoamericana
y caribeña; de éstas, 528.893 eran colombianas. Para el censo de 2000, de los
752.819 inmigrantes latinoamericanos y caribeños el 81% (608.691) eran
colombianos (Gráfico 2). •
El tercer movimiento poblacional durante el siglo X X se refiere a la mi-
gración extrarregional, caracterizada por el desplazanfiento de personas fue-
ra de los países que conforman la región. A partir de 1960, en el caso de

5. Patrones en el mapa migratorio regional latinoamericano y caribeño; 1, La inmigración de


ultramar (de Europa hacia América); 2. Migración intra-regional (fronteriza); y, 3. Migración extra-
regional (orientada hacia el exterior de la región). ' ^-. "i

221
CÉSAR CABALLERO V SyLviA MARGARITA CASTRILLÓN

Cuadro 2. Colombianos en el exterior, según la información censal


de las décadas de 1970, 1980, 1990 y 2000

País 1970 1980 1990 2000


Venezuela 177.973 494.494 528.893 608.691
Estados Unidos 63.538 143.508 286.124 509.872
España 1.802 174.405
Ecuador 39.443 37.553 51.556
Panamá 12.128 12.583 13.644 21.080
México 1.133 2.778 4.964 6.639
Costa Rica 1.014 1.678 5.898
Australia 2.113 4.529
Chüe 800 1.069 1.666 4.312
Otros países 5.453 14.819 18.945 5.526
Total 263.841 710.372 893.902 1.392.508
Fuente: Banco de datos IMILA y censos de población.

Gráfico 2. Evolución del total de emigrantes colombianos


en Venezuela, según los censos de las décadas
de 1960, 1970, 1980, 1990 y 2000

S 700.000
c
(O ro
O) gj 600.000

ID S 500.000
•a 5
400.000
l! 300.000

ii 200.000
3 ro
«^ 100.000
3
1960 1970 1980 1990 2000
Décadas de los censos

Fuente: Banco de datos IMILA y censos de población.

222
LAS MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Estados Unidos, la tendencia de las migraciones de colombianos se incrementa


notablemente (Gráfico 3). En el último censo (2001),se registraron 16.086.974
personas de América Latina y el Caribe. De éstas, 11.203.637 provenían de
América Central (particularmente de México con 9.177.487 personas);
2.953.066 eran caribeñas (872.716 cubanas); y 1.930.271 suramericanas, de
las cuales 509.872 eran inmigrantes colombianos.

Gráfico 3. Colombianos emigrantes en Estados Unidos,


según los censos de 1960, 1970, 1980, 1990 y 2000
•o <n 500.000
C o
-^ 450.000
o S.
ra
°- «
<o o
400.000
T3 -O 350.000
O S
"O <0 300.000
JO LU

IS
250.000 ~^L
200.000

i"
<0 (O
150.000
100.000
i E 50.000
O
^8 1960 1970 1980 1990 2000
Años

Fuente: Banco de datos IMILA. La infonnación del 2000 en esta gráfica corresponde a la encuesta
continua de población. '

Según la información proveniente del 2000-2001 Supplementary Survey


American Community Survey Test Sites*', la población colombiana residente en
Estados Unidos, por años de estudios aprobados, se distribuye así: el 61% se
encuentra dentro del rango "graduados de bachiUerato y más", en el cual
están incluidas aquellas personas que tienen un grado universitario, postgrado
o doctorado; el 11% cursaron menos de 5 años; el 5% de 5 a 6 años; el 8% de

6. U.S. Census Bureau: mayo de 2003.

223
C:ÉSAR CABALLERO \ SVLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

7 a 9 años; el 8% de 10 a 12 años; y un 7% ningún año o no respondieron'.


(Cuadro 3).

Cuadro 3. Población nacida en Colombia ahora en Estados Unidos,


por años de estudio aprobados, 2001

A ñ o s de estudio N o . d e personas Porcentaje


Menos de 5 64.894 10,6%
5a6 27.951 4,6%
7a9 48.620 8,0%
10 a 12 51.846 8,5%
Graduados de bachillerato y más 373.783 61,1%
N o respondieron 25.539 4,2%
Ninguno 18.744 3,1%
Total 611.377 100,0%

Fuente: 2000-2001 Supplementary Survey. American Conununity Survey Test Sites.

A partir de los años 90 se incrementó un nuevo patrón migratorio fiaera


del continente americano: destinos como Canadá, el Reino Uifido y Austra-
fia, entre otros, se convirtieron en países muy visitados por los colombianos.
En el caso canadiense, según el censo realizado en 1996, de 575.955 inmi-
grantes provenientes de la región latinoamericana y caribeña, 9.855 eran de
nacionahdad colombiana.
De igual forma, 2.825.348 latinoamericanos y caribeños han emigra-
do a Europa en los últimos años. España, uno de los nuevos rumbos con
más inmigrantes iberoamericanos, registró para el año 2001 un total de
840.140 personas procedentes de América Latina, de las cuales 174.405
fueron colombianas.

7. Las cifras derivadas de esta fiíente se originan de ios datos del Censo Nacional de Estados
Unidos, los cuales son actualizados cada año por el American Comniunity Survey.

224
LAS MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Finalmente, el porcentaje de inmigrantes en algunos países, según los


censos de esta última década (Gráfico 4), evidencia que para el caso de
Venezuela y Ecuador, la participación de colombianos dentro del total de
inmigrantes supera el 50 por ciento; es decir, que en Venezuela, más de las
tres cuartas partes de la inmigración corresponde a colombianos (81%) y
en Ecuador, el 69%. Es pertinente mencionar también el caso de Panamá,
otro país limítrofe, que cuenta con 39% de inmigrantes colombianos.
Según el censo de 2001, en Estados Urfidos existen 31.107.889 personas
nacidas en otros países; el 3% de eUas son colombianos. El cuadro 4 presenta
la participación de las diferentes regiones en el total de inmigrantes residen-
tes en ese país. •^ . —*; - .

,„ Colombianos en el exterior
según registros administrativo

REGISTROS .\DMINISTR.\TIVOS DE ENTIL\DAS Y SALIDAS

El ente responsable de los registros administrativos de entradas y salidas,


en Colombia, es el Departamento Administrativo de Seguridad, el cual
reportó entre 1996 y el 2002 un total de 1.495.368 colombianos que
salieron del país y no volvieron a ingresar. Como se ve en el cuadro 5, los
flujos más altos se dan a partir de 1999. Este tipo de información incluye
todos los movimientos, por lo tanto los saldos se deben tomar como
aproximaciones. ~
Tomando como ejemplo la información sobre entradas y salidas que re-
gistra el gráfico 5, en los meses de enero, junio y diciembre es cuando salen
más colombianos del país, siendo jurfio el mes con el saldo migratorio más
alto: 53.113 salidas. . . .

225
C E S A S CABALLERO Y SYLVIA MAEGARITA CASTRILLÓN

Gráfico 4. Porcentaje de inmigrantes colombianos


• en algunos países, según los censos de 2000

1 % de colombianos en el país % de oíros Inmigrantes

Fuente: Estimaciones elaboradas a partir del banco de datos IMILA y censos de población.

Cuadro 4. Inmigrantes censados en Estados Unidos, 2001

Volumen a c u m u l a d o de
¿Legión Porcentajes
i n m i g r a n t e s (2001)

Europa 4.915.557 15,8

Asia --• ^ 4 t J - , i j , q M * " i 6 79/- .-íir¿^ 26,4

África " '" ' • ' " ' =' ^"^ "^'-881:300 - 2,8

Oceanía : IfS^OW :'r -V 1


Aménca Latina 16.086.974

829.442 2,6

Fuente: Censos de población 2000-2001.

226
L A S MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Cuadro 5. Salidas y entradas de colombianos


en el periodo 1996 - 2002 (DAS)

. „
1 Entrada'
!i Salidas
Saldo m i g r a t o r i o
1 colomHaTr colombiaíios
1996 i ':l4.-ilr 928 9-!6 -184.470 1
V'^-'' 8-'V.T:,:. 07i>.57.') -221.139
1998 9.)3.564 1 i.093.147 -159.583
i 1.0^8 35-1 -224.848 1
2Ü0(^ .52.-^5-; 1.234.775 -282.316
5_í

2001 j .•<9,8.."53 1.381.032 :^ ^ = * -2S2.479


2002 L096.564 1.237.097 " -140.533 1
Total ! 6.:.48..i58 8.044-226 "^ - ---1.495.368 1

Fuente: Departamento Administrativo de Seguridad — DAS.

Gráfico 5, Entradas y salidas de colombianos," -"^


,,^^, -., según meses de 2001 ^ ^^. ,^ , i ^

Fuente: Deoartamsnto Administrativo de Seguridad - D A S

22"7
CÉSAR CABALLERO V SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

Registros consulares

Los registros administrativos de entradas y salidas no son los únicos que


brindan información sobre los emigrantes colombianos. El Ministerio de
Relaciones Exteriores lleva sus propios datos con base en el número de
nacionales registrados en los diferentes consulados.
Para el año 2003 tenía registradas 768.772 personas en los 166 consu-
lados que funcionan en 80 países (Cuadro 6). El Ministerio estima para-
lelamente una población por cada uno de los consulados, basándose en
estadísticas imaginarias: el total de colombianos cambia así a 5.243.208
emigrantes.

Cuadro 6. Registros consulares de la comunidad colombiana


en el exterior, 2003

Región Registrados
Norte América 264.147
Centro América 17.031
Sur América 316.640
Europa 150.560
Asia, África y Oceanía 9.043
Total colombianos en el exterior 768.772

Fuente: Base de datos Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

De acuerdo con la Cancillería, en los consulados ubicados en Venezuela


se han registrado 265.036 colombianos y se estima una cifra de 2.338.000
personas —a diferencia del censo de 2001 en Venezuela que captó un total de
608.691 colombianos—. En el caso de Estados Unidos los registros consulares
reportan un total de 258.173 personas, estimando la cifra en 2.023.200 co-
lombianos. Es decir, que según las cifras estimadas, en estos dos países se
concentra el 83.2% de los emigrantes colombianos (4.361.200 personas).

228
LAS MIGRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Para España, la cifra de registrados es de 114.113 colombianos y la


población estimada de 240.390 personas, lo que equivaldría a un 4.6% de
la población estimada.
Otra forma con la que podría calcularse los colombianos en el exterior
sería por el número de pasaportes expedidos por el Ministerio de Relacio-
nes Exteriores. De 1997 a 2003 el Ministerio expidió un total de 3.888.311
pasaportes colombianos. Sin embargo, esta cifra no expresa la cantidad de
emigrantes ya que no permite saber cuántas personas realmente lo han utiH-
zado ni cuántas se han quedado en el país de destino. (Cuadro 7)

Cuadro 7. Pasaportes expedidos a colombianos 1997-2003

N ú m e r o de
Años
pasaportes
1997 495.697
1998 561.478
1999 716.176
2000 806.622
2001 615,946
2002 382.362
2003 310.030
Total 3.888.311 1
Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

Colombianos en el exterior según


encuestas de migración

Como se mencionó anteriormente, las encuestas de migración son una he-


rramienta que aún no está muy bien desarroUada. En Colombia se han apU-

229
CÉSAR CABALLERO y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

cado tres tipos de encuestas, las cuales han ayudado a la aproximación al


fenómeno migratorio: Encuesta Nacional de Hogares de 1978 y 1980; En-
cuesta de Calidad de Vida (2003); y el Recuento de Pereira, La Virginia y
Dos quebradas (2004).

ENCUESTA NACIONAI. DE HOGARES (1978 v 1980)

En la encuesta del mes de junio de 1978, etapa 19, se pretendió estimar la


cifra de emigrantes colombianos a través de dos preguntas. Pregunta No. 13:
residencia de la madre: ¿Dónde vive la madre de esta persona? (municipio,
departamento o país). Pregunta No. 26: ¿Dónde viven los hijos que están
friera del hogar? ¿Cuántos en otro departamento o país?
En junio de 1980, etapa 27, la encuesta incluyó las preguntas número 13
y 26. Pregunta No. 13: residencia de la madre: ¿Dónde vive la madre de ...?
(municipio, departamento o país). Pregunta No. 26: ¿Cuántos hijos viven
fiaera del país? ¿Cuántos hombres? ¿Cuántas mujeres?.

ENCUESTA DE CALIDAD DE VIDA (2003)

En esta encuesta las preguntas No. 16* y 17'^ buscaban un acercamiento a los
hogares colombianos con uno o más de sus integrantes en el extranjero,
como estrategia para afrontar la crisis económica.

8. Pregunta 16: Entre 1998 y este año ¿Cuáles de los siguientes eventos se presentaron en el
hogar? El jefe del hogar perdió el empleo, el cónyuge perdió su empleo, otro miembro del hogar
perdió su empleo ...
9. Pregunta 17: ¿Qué medidas tomaron para hacerle frente a estos eventos? U n o a más miembros
del hogar que no trabajan empezaron a trabajar, montaron tm negocio familiar, cambiaron de ciudad,
algún miembro del hogar salió del pais...

230
L A S MICRACIONES: UN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

Según los resultados, de un total de 11.194.108 hogares, el 0.73% infor-


mó la migración de alguno de sus integrantes en los últimos cinco años,
como estrategia para afrontar la crisis económica.
Esto significa que si el número de emigrantes por dicha causa fuera uno
por hogar, los colombianos en el extranjero serían 82.836, si fueran dos por
hogar serían 165.672 y si fiíeran tres serían 248.509. Es de aclarar que esta en-
cuesta no capta hogares cuyos miembros han salido en su totalidad del país.

RECUENTO DE PEREIRA, L A VIRGINIA Y DOS QUEBR^VDAS (2004)

En marzo de 2004 el DAÑE realizó el recuento de viviendas, hogares y uni-


dades económicas en el casco urbano de tres municipios que conforman el
área metropolitana de Risaralda: Pereira, La Virginia y Dos Quebradas.
El objetivo de este recuento fue identificar en operativo censal todas las
edificaciones del área metropohtana, captando información general de po-
blación y el uso económico de las unidades no residenciales, con variables
económicas.
Dentro del formulario se incluyeron las preguntas número 17'" y 18", las
cuales constituyen un marco muestral para la investigación sobre migración
y remesas.
Los resultados preliminares que arrojó este recuento revelan que el 19%
de los hogares encuestados cuentan con experiencia migratoria internacio-
nal (Cuadro 8). ,: . •

10. Pregunta No. 17: ¿Recibe este hogar remesas del exterior, en dinero? SI; NO
11. Pregunta No. 18: ¿Alguna persona que era miembro del hogar reside en el exterior? SI; NO

231
CÉSAR CÍABALLERO Y SVLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

Cuadro 8. Recuento de Pereira, Dos Quebradas y La Virginia


Hogares con experiencia migratoria

Dos La
Pereira % % % Total
Quebradas Virginia

Hogares con Sí 16.790 19,2 7.794 19,32 974 13,52 25.558


experiencia No 68.281 78,3 31.443 77,93 6.194 85,96 105.918
migratoria Nl^ 2.180 2,5 1.113 2,76 38 0,53 3.331
Total 87.2.S1 100 40.3.50 100 7,206 100 134.807

Fuente: DAÑE

Proyectos D.\NE sobre migración internacional

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, consciente de la


existencia de un número indeterminado de colombianos en el exterior y de
la carencia de cifras exactas que permitan cuantificar el fenómeno migrato-
rio, viene trabajando en tres proyectos que permitan una aproximación real
a este hecho: el XVII Censo Nacional de Población y VI de Vivienda 2005,
el proyecto de Migración Internacional y Remesas, y el proyecto sobre Ten-
dencias Poblacionales.

XVII CENSO NACIONAL DE POBLACIÓN Y VI DE VIVIENDA 2005

Los censos de población son una fiíente de información básica para medir la
migración internacional, ya que logran captar las estructuras sociales y de-
mográficas en un momento dado.
Por esta razón el DAÑE, en el formulario del XVII Censo Nacional de
Población y VI de Vivienda que se llevará a cabo el 22 de mayo de 2005,

232
L A S MIGRACIONES: LN RETO EN LA MEDICIÓN ESTADÍSTICA

incluyó el módulo Datos sobre migración, en el que a través de cinco


preguntas diferentes pretende recoger información relacionada funda-
mentalmente con las migraciones internas e internacionales (Anexo 1).

PROYECTO MIGRACIÓN INTERNACION.AL Y REMESAS

Este proyecto se realiza en convenio con la Organización Internacional


para las Migraciones —OIM, la Asociación Bancaria y de Entidades Finan-
cieras —AsoBANCARiA, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas
- U N F P A (por su sigla en inglés). Tiene como objetivos principales: ca-
racterizar los hogares con experiencia migratoria y las redes migratorias;
caracterizar las remesas que ingresan a través de las casas de cambio; de-
terminar el efecto de las remesas en la economía del país; y, finalmente,
identificar potenciales usos de las remesas en el sector productivo del país
(Diagrama 1).

PROYECTO TENDENCLAS POBLACIONALES

Corresponde a un acuerdo interinstitucional entre el DAÑE, el Ministerio de


Relaciones Exteriores, la OIM, el DAS, y otras entidades relacionadas con el
tema, las cuales después del seminario Colombia Nos Une 2003, decidieron
coordinar esfiíerzos para medir la migración de colombianos en el exterior y
así normahzar los registros consulares.

2;33
CÉSAR CABALLERO Y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

Diagrama 1
MIGRACIÓN INTERNACIONALY REMESAS

£
Caracterización de los e m i g r a n -
Caracterización de las remesas.
tes y remesas (hogares).

Recuento de hogares, viviendas y uni-


T
Encuesta en casas de Cambio (cober-
dades económicas (marco de los ho-
tura nacional).
gares con experiencia migratoria).
T T
Encuesta a hogares en el A M C O Dirigida a casas de cambio y benefi-
(Pereira, Dos quebradas y La Virginia). ciarios de remesas.
T
Dirigida a hogares con y sin expe- Ejecutores:
riencia migratoria. OIM-ASOCAMBIARIA-DANE.

Ejecutores: OIM-UNFPA-DANE

BIBLIOGRAFÍA

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2.34
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235
CÉSAR CABALLERO Y SYLVIA MARGARITA CASTRILLÓN

ANEXO 1

DEPAOTAMENTO ADMINISTRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA - DAÑE

XVII CENSO NACIONAL DE POBLACIÓN Y VI OE VIVIENDA


- Mayo 22 de 2006 -
PRUEBA DE CONTENIDO • Cátedra Manuel Ancizai - Bogotá, abril 24 de 2004
/tepubÍKú H« Caíamüéa

FORMULARIO PARA HOGARES PARTICULARES

COtflDBlCIAüDAD: l.^.'íOfiít-^ :iii:vv.!ieíi.>s í t L i » E s;fí^uiJú^K-^its Tn;pm^aT.Utoai* c i " ltrfe:fsin«.-«fc.i <ij ;nlval«.Vn^Uii-j-Jf .iT^Mgj:i;^¡iiJi.iii |Art 5:- l..>r¿?/j

27. Noinbre<s) y spellido(á) de la p e n o n a 36. ¿En qua año llegó por U l t i n a vez... a vivir a asta inunicipio?
(al de la entrevista)

28 ¿ ... es hombre o m i ^ i ?
1 Hombre <^:^
37. ¿En q u t municipio vivía... en mayo de 2O0O?
7 Mujer •''>
1 c z i No había nacido
29. ¿Cuantos años cumplidos tiene .7
2 "^^^ En este muniíapio

c Para menores ds 1 aña Escrito O 3 C3> En otro municipio

fscfftt elfíanbiv l/bnKipic


Dalos sobre migración

23 ¿Alguna persona que era miembro de su iicgar


reside lioy en el exterior'?
1 SI ^ Cuantos 2No«=>
'1 Venezuela Bscnbi titionOiv Dtputítmeiito
2 Estados Uniítis
3 EspaAa
4 Ecuador
><- > En otro pais
5 Panamá

«fflg
w6 Otro país £Kf*« e) imnA» atípás
35. ¿D6r)den«ci6...?
1'^^^' En esle municipio • ' ¿Siempre ha vivido en
este municipio?
a) Si ^ ^
b) M o < = >
2 " ^ ^ En otro rnuniap» 38. El lugar donde vivía en mayo del aiio 2000 era:
EtcrSx tí nOHiOrtf Municifíio
1 ¿La cabecera municipal en donde este la alcaidía'''
2 ¿Un centro poblado (corregimiento, inspecaón '
de pokcia y c ^ e r i o ' '
" t'^milíimeffto 3 ¿Pana rural (vereda y campo)? <

d ^ — * En otro país 39. Alguna vez ... tuvo que abandonar el tugar donde vivía por
Escriba el norrtbm <íel oats alguna de las siguientes lazones
Año
1 ¿DeastiB n a t u r a l '
2 ¿Violencia causada por gniposamiaoos'
M a da llegada a Colombia 3 ¿Otra razón diférsnla de las ffiltenoras?

236
Migraciones: perspectivas y retos
conceptuales, metodológicos y contextúales
en el nuevo milenio
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO'

Se me ha pedido desempeñar una función "acida", algo así como hacer de


"abogado del diablo", mostrando no los alcances y logros de los estudios
migratorios sino sus limitaciones de toda índole. Por su especial foco de
atención en lo migratorio, no se aborda aquí lo referente a desplazamientos.
A modo de reflexión —que no de conclusión— se hace necesario compar-
tir varias consideraciones^ a propósito de aspectos teóricos, conceptuales,
metodológicos y contextúales sobre las características migratorias —dinámi-

1. El te.xto aquí presentado es producto de un ensamble entre la ponencia preparada para la


Cátedra Manuel Ancízar [a su vez nutrida con dos documentos anteriores].con los comentarios que
recuerdo haber intercalado para referirme a puntos tratados por quienes me precedieron en el uso
de la palabra.
2. Algunas de estas reflexiones fueron incluidas en el Epilogo elaborado para el Cuaderno: Concep-
tos y técnicas básicas para el estudio de las migraciones internas. Cuadernos del ClDS. Serie II. N " 4. Univer-
sidad Externado, Bogotá, 2002. En el texto finalmente incorporado como Epílogo no aparecen todas
las consideraciones contenidas en el comentario que le dio origen, ni todas las reflexiones aqui pre-
sentadas.

237
ALEJA.NDRO GoNzXi-EZ PULIDO

cas, situaciones alcanzadas y tendencias previsibles) de tal significación a la


par que insuficientemente abordadas todavía "...[ya] que ponen la proble-
mática poblacional y especialmente la problemática migratoria en el centro
de atención en que seguramente deben estar no en los próximos años sino
décadas, si queremos estar acordes con 'los signos de los tiempos'"^.

Colombia: ¿estática o en moviniiento?

Antes de aludir a las limitantes, parece pertinente hacer una primera re-
flexión acerca de los resultados obtenidos en el estudio hecho por el Depar-
tamento Administrativo Nacional de Estadística - D A Ñ E , al calcular matrices
de migración de nivel interdepartamental con la información del Censo de
1993, según las cuales parecía que en Colombia los flujos migratorios eran
relativamente pequeños en el período 1988-1993. Nosotros, en el Centro de
Investigaciones sobre Dinámica Social —CiDS, también procesamos todo el
Censo de 1993 y elaboramos matrices de migración (Rubiano, González y
Granados, 1998), pero tuvimos en cuenta, por una parte, tanto el período
1988-1993 como todo el período de vida —desde el nacimiento- y, por otra

.3. A finales del año 2000 expresé, como comentarista invitado, varias de estas reflexiones en un
importante evento sobre migraciones internacionales.Ahora he juzgado pertinente retomar y avan-
zar sobre tales "...notas [que] se han organizado estilo tesis, . . . " , c o n bastantes adiciones y modifi-
caciones en el texto central, dado que lo allí expuesto sigue vigente aunque con carácter más
acuciante ahora que a fines del año 2000, por lo cual he juzgado conveniente ponerlas a considera-
ción de quienes participan hoy en la Cátedra Manuel Ancízar. Aquel "comentario" fue reahzado a
propósito de las ponencias presentadas por los doctores Lucy Wartenberg, entonces coordinadora
del área de Demografía y Estudios de Población del CIDS. y José Olinto Rueda, del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística - D A Ñ E , ante el Seminario sobre Migraciones Internaciona-
les organizado por la Universidad de El Rosario, en conjunto con el Departamento Administrativo
de Seguridad - D A S . en noviembre de 2000.

238
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

parte, incluimos no sólo los movimientos interdepartamentales sino los


intermunicipales. Todo ello permitió definir entre 21 y 29 tipos de movi-
mientos distinguiendo, además, rangos de ciudades: el "rombo" Bogotá,
Medellin, Cali, Barranquilla y sus satéhtes; las urbes metropolitanas y sus
satélites; las ciudades intermedias; las otras grandes, las medianas y las peque-
ñas.Y nuestros resultados fiaeron muy diferentes''.
Muy someramente, en el período 1988-1993 cerca del 20% de personas
habían efectuado al menos un movimiento migratorio, y en el acumulado
vital cerca de un 40%, al punto de que casi subtitulamos el estudio: Colombia,
un país en trasteo.Y ello sabiendo que esos tres puntos de mira: momento de
nacimiento, 1988 y 1993 no permiten captar movimientos que se hayan
dado por fiíera de tales fechas. Así, alguien puede tener una historia migratoria
estüo "judío errante" y, por azares de la vida, estar residiendo en 1988 y en
1993 en su mismo lugar de nacimiento, quedando registrado como no-
migrante. Más aún, observamos que el mito del "paisa andariego" parecía no
darse: Antioquia y MedeUín ni se movían tanto y cuando lo hacían era den-
tro de la misma Antioquia. Bogotá no solamente aparece como gran atractor,
sino casi en equilibrio con expulsiones hacia todo tipo de municipios. Los
satéhtes no aparecen solamente como sitios de paso intermedio hacia sus
metrópolis, sino que reciben flujos no despreciables desde ellas y establecen
muchos intercambios con los otros satéhtes. No sólo se ven los esperados
flujos: pequeñas localidades, medianas, intermedias, metropohtanas,'rombo',
sino que se encuentran brincando peldaños y, más aún, se ven flujos signifi-
cativos en sentido inverso: de lo grande a lo pequeño, brincando o no peldaños.
Hay que añadir que ello es lo obtenido en 1993, por cuanto desde enton-
ces hay una percepción de crecientes flujos, sobre todo de emigración -
formal o no, para no hablar de ilegal- hacia el extranjero, así como de un
vertiginoso ritmo de desplazamientos forzados.

4.Ver alguna complementación de resultados entonces obtenidos, en el aparte sobre RuraUdad.

2m
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

Limitantes sobre ñientes y conceptos

Es muy difícil, inclusive para quienes estudiamos los fenómenos


migratorios, llegar a definir efectivamente quién es un migrante, y eso
está detrás también de los problemas que hay en las fuentes, en los regis-
tros de extranjería y en los mismos registros internos de desplazamientos.
Q u é es simplemente un movimiento, y qué es un movimiento que poda-
mos caracterizar como migración, es un problema que involucra cuestio-
nes mucho más complejas que las implicadas para lograr definiciones en
el campo de las variables biológicas como natalidad y mortalidad, las
cuales tienen alguna complejidad; pero definir finalmente quién nació,
quién no nació o quién murió, tiene comparativamente pequeños már-
genes de incertidumbre. Definir, en cambio, quién migra, conlleva gran-
des márgenes en que se mezclan tanto los intereses de las personas como
los intereses de los Estados. Por ejemplo, usted podría decir: "Yo sí quiero
ser migrante del Estado al cual estoy llegando pero éste no lo quiere
y no lo acepta, no lo reconoce ¡ni siquiera en la segunda o tercera gene-
ración de mis hijos!", o lo contrario: "Yo no quiero ser migrante, creo
que es una fatalidad la que me tiene aquí y el Estado me está diciendo:
usted ya ha estado usufructuando hace mucho tiempo toda mi infraes-
tructura, pague impuestos, usted es de los de acá". Con esto se ilustra un
primer llamado de atención: necesitamos urgentemente el desarrollo
de nuevas y más poderosas fuentes de información y de conceptuali-
zación sobre todo lo que está involucrado significativamente, para un
cabal entendimiento de qué es una migración y quién es una persona
a la que se pueda calificar de migrante. Esto se complementa con las
siguientes acotaciones:
CONCEPTO: la tradicional idea de migración como cambio permanen-
te y significativo del sitio geopolítico de residencia habitual, que segura-
mente hay que mantener, es ya de por sí insuficiente. El mismo fenóme-

240
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

no de los desplazamientos, tanto internos como externos^, hace que


reconsideremos ese concepto tradicionaP.
SITUACIONES CONCRETAS: ¿Qué pasa con las personas que empiezan a te-
ner, gracias a los medios de transporte —carreteras, vías, aviones, etcétera—,
multi-localidad simultánea, multi-residencialidad "en vivo y en directo", así
como multi-espacialidad de trabajo? ¿Cómo los catalogamos? Antes eran
situaciones comparativamente muy aisladas, en volúmenes muy reducidos y
entre entornos muy cercanos, pero ello ha dejado de ser así.
MODOS CULTURALES: hay que incluir también todo lo que hace referencia
a pueblos nómadas, trashumantes, gitanos o romaníes, entre otros, así como a
las cada vez más frecuentes y crecientes oleadas colectivas {Wolketvangerung,
oleadas errabundas de pueblos enteros, en el lenguaje de Arnold Toynbee).
FENÓMENOS ASIMILADOS: además de lo anterior están ias ya tradicionales,
pero impropiamente denominadas "migraciones estacionales", lo que es casi
un contrasentido en sus términos. Por ejemplo, usted podría decir: "Yo me
considero migrante, pero a la vez residente únicamente en Honda, pues la
mayor parte del año voy detrás de las diferentes cosechas legales o ilegales,
externas o subterráneas".
FENÓMENOS NO INCORPORADOS: ¿Cómo se deben considerar los cambios
de residencia entre una(s) y otra(s) de las grandes comunas o localidades de
los principales centros metropolitanos? ¿Por su importancia y significación
se los debería, o no, considerar como verdaderas migraciones?
FENÓMENOS TRANSITORIOS O FLOTANTES: ¿Qué consideración debe hacer-
se de los flujos regulares que no comportan cambio de residencia, pero sí
grandes intercambios temporales —diarios las más de las veces- de ingentes

5. Desde hace un par de años es inevitable hablar, en Colombia, no solamente de desplazados


internos sino además de refugiados externos, que ya tenemos pese a las restricciones físicas del
Urabá Antioqueño y del Darién, etc. Ambos tipos de movimientos están creciendo de manera
exponencial y se superponen tanto territorial como poblacionalmente.
6. En términos coloquiales podría decirse que "el tejado presenta numerosas y crecientes goteras".

241
ALEJANDRO CONZXLEZ PULIDO

volúmenes poblacionales, al punto que han llevado a hablar de "ciudades


dormitorio" en torno a ciertos polos de atracción de trabajadora/es y/o
consumidora/es? ¿Cómo considerar a quienes simplemente están en tránsito
por períodos fugaces o por temporadas más prolongadas?.
FENÓMENOS IRREGULARES: ¿Cómo considerar lo referente a todo tipo de
contrabandos y/o "tratas" -de mujeres, niñas/os, etc.-, dentro de y entre
regiones o países, sean o no más o menos disimuladas, a la par con los neo-
esclavismos muchas veces aparejados con ello? ¿Y cómo tratar los casos de
personas secuestradas por prolongados períodos de tiempo? ¿Cuál es su lugar
de residencia?
DIVISIONES POLÍTICAS Y REGIONES NATURALES: ¿Cómo tener en cuenta las
discrepancias entre las divisiones geopolíticas tradicionales, por ejemplo: mu-
nicipios y departamentos versus regiones naturales y corredores viales, fluvia-
les, económicos, por citar algunas? Lo dicho al comienzo sobre los resultados
notablemente diferentes obtenidos entre matrices interdepartamentales y otras
que distinguían, además, movimientos intermunicipales puede ilustrar en
parte estas discrepancias.
CLASIFICACIÓN Y REGISTRO: los flujos obtenidos de los registros de entradas
y salidas - D A Ñ E , D A S - desde o hacia el extranjero, diligenciados por viajeros
a través de puertos aéreos, marítimos y "secos", considerados indicadores
"proxys" de migración, resultan en verdad muy alejados, ya que no se puede
asumir como migrante a ima persona por el simple hecho de realizar un viaje, rü
como no-migrante a quien haya comprado su tiquete de ida y vuelta. En ambos
casos "ni están todas las que son, ni son todas las que están". Algo similar puede
decirse de las estimaciones indirectas a partir de flujos de remesas, etc.
CENSOS Y ENCUESTAS: los censos, pese a su cobertura, únicamente pueden
captar información sobre movimientos dentro del territorio marco, además
de los movimientos de llegada desde el exterior a tal territorio (inmigracio-
nes) , pero por su misma índole no pueden captar las salidas (emigraciones)
aunque, por supuesto, son el único mecanismo idóneo para captar entradas y

242
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

sahdas de unas hacia otras regiones comprendidas dentro de tal territorio


marco, en nuestro caso, el país. Las encuestas, por su parte, apenas permitirían
establecer llegadas, inmigraciones, tanto de otras regiones como del extran-
jero, pero no pueden establecer las correspondientes salidas.
HISTORIAS DE VIDA: a lo sumo permitirían reconstruir los procesos
migratorios de alguna(s) persona(s), mas no de colectividades completas, y
ello sin considerar los inconvenientes que puede acarrear la memoria, en la
medida en que los lapsos a recordar sean más prolongados.
REGISTROS CONTINUOS: quizás pudiesen ser una alternativa factible y váÜ-
da, pero para países como Colombia, muy por encima de sus actuales posibi-
lidades técnicas .Y aunque estuviesen en el horizonte de nuestras posibihda-
des, tendríamos muchos cuestionamientos sobre la idoneidad de su aphcación,
dadas nuestras condiciones socioculturales y políticas.
Entonces, todas esas concepciones, situaciones y posibilidades de registro
hacen que muchas de las cifras de las que disponemos tengan altos márgenes
de incertidumbre. Así, es mucho lo que se debe hacer en este tipo de eventos
y en los estudios migratorios por generar tanto mejores conceptos, como
técnicas de recolección y procesamiento de información^.

- Sobre caracterización

Aunque brevemente, se debe señalar también que hay diferencias significati-


vas que considerar, no solamente por sexo sino por género, así como otros
tipos de manifestaciones que están condicionando diferencialmente el m o -

7. A la par. por supuesto, con la generación de mejores criterios de análisis y. sobre todo, de
marcos comprehensivos de sentido que no sean simplemente conceptuales -aclaraciones de senti-
d o - , sino ya cabalmente teóricos —expHcitación argumentada de enfoques y posiciones—.

MS
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

vimiento (o no) de las mujeres; al igual que lo que se empieza a vislum-


brar de las jefaturas de hogares en los movimientos migratorios dentro de
las diferentes regiones de Colombia, entre ellas y hacia y desde el exte-
rior; tanto como las diferencias por edades y por tipos de estrato
socioeconómico.
Aunque muchas veces se arguye que las migraciones se dan en busca
de mejores oportunidades -laborales y de toda índole— y que general-
mente ello se logra así sea con sacrificios, lo que se ha estado evidencian-
do cada vez más es que es muy posible que esto no ocurra. Muchas
personas no logran acceder a las oportunidades de mejora de condicio-
nes de vida, ni siquiera las económicas^, sobre todo cuando se ven com-
pelidas a efectuar movimientos migratorios, ya que justamente no logran
acceder a niveles mínimos de educación que les permitan mejorar en el
marco de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas - D O F A ' .
Inclusive, el hecho de estar cualificadas para desempeñar un trabajo no
les abre automáticamente las puertas a las supuestas oportunidades que
parecen ofrecérseles. Baste considerar lo ya sabido: que cuando por fin
logran conseguir trabajo, éste consiste usualmente en encargarse de ofi-
cios bastante indeseables para las personas nativas, al punto de que ya se
ha visto crecer la dinámica de retorno hacia los lugares de origen. ¿Cómo
cambiarles las amenazas por oportunidades y no solamente para aquellos
que ya están en los nichos de conocimientos actuales? Por ello, en esto de
la caracterización se debe hacer un llamado de atención sobre la decisiva
importancia de tener muy en cuenta todo ese otro tipo de contexto
circimdante, en la consideración de los fenómenos migratorios.

8. "Oportunidades"' de que ha hablado el Dr. Enrique Serrano L.


9. Segtjn resulte su "composición" y "balance" en cada contexto particular.

244
MIGRACIONES: pERSPECTrvAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

Sobre estatus iniaratorio


"o

Aquí se incluye todo lo que tiene que ver con la legalidad e ilegalidad de
quienes se consideran, o quieren ser, o a quienes se les considera o no
como migrantes. Entonces cabe preguntarse: ¿El problema es simple-
mente atravesar o no atravesar fronteras? ¿De adquirir o no residencia?
¿De adquirir o no carta de naturalización? ¿De tener o no doble nacio-
nalidad? Es un problema que es importante tener en cuenta pues, pese al
nuevo orden mundial, con la desafortunadamente denominada globa-
lización'" se vislumbra que las fronteras internacionales, durante al me-
nos algunos cuantos decenios más, seguirán teniendo importancia no
sólo relativa sino también en términos absolutos. Importancia bastante
significativa en cuanto al control de los flujos de movimientos.
Pero, por otra parte, es necesario señalar que los actuales Estados-nación
que se nos presentan como referentes sustantivos y perdurables, son creacio-
nes relativamente recientes: apenas 500 años los pocos que verdaderamente
merecen tal nombre, y menos de 200 muchos otros. En nuestra corta escala
temporal vital tendemos a considerarlos como permanentes cuando apare-
cen signos de que se está dando paso a otros tipos de organización; baste ver
las fragmentaciones en autonomías, simultáneas con las agregaciones en gran-
des bloques no simplemente económicos sino geopoHticos, como el que va
consolidando la Unión Europea.

10. Quizás hasta finales de los años 70 se podían usar como sinónimos los términos "globalización"
y "mundialización". para referirse a eventos, aspectos o consideraciones de escala planetaria en
sentido amplio e integral. Sin embargo, la desde antes creciente y hoy casi completa trama de
influencia y predominio del capitalismo y, sobre todo, de sus facetas más economicistas, ha operado,
de hecho, un reduccionismo en el alcance del primero de tales términos. A.sí, se habla de "globahzación"
de mercados de toda índole —productiva, comercial, financiera, de 'bienes y servicios', e t c . - La
distinción hoy no es meramente formal y ya ha imphcado tanto concepciones como consecuencias
sensibles bastante antagónicas y de hondas repercusiones en todo tipo de aspectos y en todo tipo de
lugares.

245
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

Ciertamente no se trata de perder identidades nacionales pero sí de conside-


rar que las actualesfix>nterasde municipios, provincias, departamentos y países no
son eternas; mientras que la pertenencia simultánea a un entorno local concreto
y al mundo en su conjunto sí son realidades permanentes. Para hacer desaparecer,
modificar o cambiar a aquellas podría bastar simples actos administrativos, mien-
tras estas tiltimas solamente cambiarían por eventos de fiíerza mayor: bombas o
similares. Así, sin dejar de considerar los actuales territorios y/o naciones
geopoMticamente definidas, es necesario involucrar este otro tipo de referentes
en su mutua interdependencia y tensionaHdad.
Así mismo, no se trataría de superar los actuales marcos de globahzación
"desde arriba" por otros "desde abajo" sino, avanzando más, rebasar la con-
cepción de globalización, bastante hipotecada a una visión e intereses
economicistas, por otra de mundiahzación en que se dé cabida a la trama
integral de la vida planetaria humana y no humana. Y, por supuesto, no se
trata de cambiar visiones desde arriba por otras desde abajo, sino de pasar a
enfoques de democracia participativa en redes de interacción horizontal.

: j. r Sobre Otros problemas

XENOFOBIAS, FUNDAMENTALISMOS Y "FALTANTES"

Ya comenté el que tiene que ver con la legahdad o regularidad. Allí está
involucrado, justamente, lo referente al estatus de trabajo. ¿Qué pasa con los
hijos? ¿Qué pasa con los familiares llevados o no por la persona que emigra,
sea hombre o mujer? ¿Qué pasa con lo que acertadamente se ha comentado
acerca de las políticas xenofóbicas, de neo-racismos y otras formas de expul-
sión, exclusión, explotación, caracterización de intrusos, etcétera, sean o no
por miedos, compasión, entre otros?

246
MIGRACIONES: PEESPECTIVAS Y SETOS CONCEFTDALES, METODOLÓGICOS...
j •

Hablamos de fanatismos y fimdamentafismos de toda índole. Así, mientras


Italia está necesitando 300 mil personas por año, Alemania 500 mil, Austria
300 mil, Haider, verdadero "poder detrás del trono" en Austria, achaca a los
300 mil inmigrantes los problemas que tiene ese país con 300 mil
desempleados. Y la Unión Europea en su llave d e 7 - 8 - 9 - 1 2 y ahora más
países, se está protegiendo de aquellos a quienes necesita colocando verdade-
ras murallas a su ingreso. El ya casi olvidado Muro de Berlín, el nefasto
Ghetto deVarsovia contra los judíos y su réphca contemporánea por parte de
Israel contra los palestinos de la Franja de Gaza, pueden ser páhdos reflejos
de lo que se avecina. Ahora bien, el problema de estos fiandamentalismos no
es tan sencillo y tiene que ver también con los "faltantes" de población:
¿Seguirán realmente faltando las 300 trúl? Esto se encadena más adelante con
una reflexión sobre el nuevo contexto macro que se puede estar abriendo,
pues es posible que estemos haciendo "cuentas alegres" al suponer que no
está dándose tal cambio. Entonces dejo latente en este momento si realmen-
te van a seguir faltando esos trescientos o quinientos mil. Habría, al menos,
un tipo de manejo todavía más restrictivo de las migraciones, y no es que los
500 mil vayan a obligar a los gobiernos a abrir las puertas porque los necesi-
tan urgentemente ya que puede haber otra vía que agrave los problemas".
A esto deben añadirse todos los desarrollos que se están dando en las leyes,
por ejemplo de España, que ya lleva tres o cuatro reformas cada vez más
restrictivas; o lo que sucede en USA, especialmente a partir del segundo
Septiembre 11 -el primero fiae el de Pinochet en Chile ' 7 3 - , con el endure-
cimiento de todo tipo de controles, así como pohticas de seguridad nacional
y de guerra preventiva. Controles y políticas bastante en contravía de toda
clase de derechos humanos y de doctrinas aceptables como la de la Legítima
Defensa, que censura conductas preventivas y/o vengativas que sólo operan
para repeler y requieren para su aphcación que la agresión sea actual e injusta.

11. Esta reflexión se retoma y desarrolla en el aparte: Contexto macro.

247
.ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

BONO DEMOGRÁFICO

De éste se ha hablado desde hace algunos años'^. Es una oportunidad como


otras que hemos tenido, que habría que ver si la dejamos o no pasar por el
camino. Son muy pocos los años que hay para ello; no se puede contar en
décadas, sino casi que en años concretos, la oportunidad para aprovechar ese
bono demográfico. Además, tenemos que cuantificar y caracterizar muy bien
lo que estamos ganando y perdiendo de lo que hasta ahora se Uamaba tradi-
cionalmente "mano de obra" barata y ahora se puede llamar "cerebro de
obra" caramente gestado por un país, para verlo fugarse a rendir sus frutos en
otras latitudes más desarrolladas. Es posible que lo que estemos exportando

12. Se alude con ello a una especie de '"cortina temporal" favorable, que se abre por breve lapso,
justamente cuando alguna región ha llegado en su proceso de transición demográfica, al estadio de
"equilibrio por lo bajo" entre sus dinámicas de fecundidad y de mortalidad.
Tal proceso, reahzado por no pocos países denominados "en vías de desarrollo " o "subdesarroUa-
dos", a lo largo de la segunda mitad del siglo X X y durante los 150 años precedentes por casi todos los
denominados '"desarrollados". Sucintamente, consiste en pasar de un primer estadio de crecimiento
poblacional "tradicional", relativamente mesurado ("equilibrio por lo alto"), caracterizado por altas
tasas de fecundidad y de mortalidad de modo que prácticamente se compensan, a otro en que la
mortalidad desciende paulatinamente en los "desarrollados" y abruptamente en los "subdesarrolla-
dos", por lo cual los volúmenes poblacionales crecen aceleradamente (exponenciahnente), lo cual se
ha llamado "/lOi'Hi" o "explosión demográfica".Y de este estadio han pasado a uno posterior en que la
fecundidad también desciende, de modo que el volumen poblacional sigue creciendo aunque ya
desaceleradamente, para llegar a un cuarto estadio en que ambas tasas se "equilibran" por lo bajo y la
población tiende a estabihzarse.
Así, por las pocas décadas insumidas por los países subdesarrollados que han completado el proce-
so, se habla de un "bono demográfico" en el sentido de que han cesado las presiones crónicas de tener
año tras año contingentes poblacionales de jóvenes e infantes cada vez más crecientes (con todos los
problemas y las consecuentes presiones de toda índole, con ellos aparejados). A la par se ha consolida-
do y dilatado (de 20 a 30 ó más años) una buena fi'anja de población en edades activas, sin que todavía
la concomitante ampliación de contingentes de tercera edad, también "'dilatando " sus rangos y au-
mentando sus volíimenes, se constituya en una carga o presión excesiva, en cuanto a tasas de depen-
dencia y de problemas socioeconómicos conexos de salud y seguridad social, entre otros. Esta situa-
ción permite un aprovechamiento favorable y puede durar una o dos décadas, por lo que se le con.sidera
como una oportunidad única.

248
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOL(5CICOS..

no sea ya mano de obra, ni eso sea lo que se requiera en otros lados ni lo que
se haya venido haciendo, sino el cerebro de obra bastante barato para otras
latitudes, para el tipo de nuevas tecnologías aUí imperantes.

.,. . . ^ • RniALia\D

No es tan sencillo afirmar que en Colombia se ha venido perdiendo la rurahdad.


Tal vez en cuanto a mentaÜdad sí. Pero lo que encontramos es que ha habido ima
superposición como de cinco mapas simultáneos de migraciones y ninguno ha
cedido. El tradicional, que se venía incubando desde la década de los 30 pero ya
exacerbado desde los 50, lo que hemos llamado el proceso de urbanización —
deformado si se quiere, en términos de Castells (1979)- pues no es una urbani-
zación en el sentido clásico de los países que fiíeron ejes polares. Se sigue dando
y por las etapas que se ponían como clásicas, de la pequeña urbe a la mediana y
de ésta a la grande y finalmente a las metropohtanas" y súper metropoUtanas'"*,
que ya van siendo por lo menos cuatro: el "rombo de oro" Bogotá, CaÜ, M e -
deUín, Barranquilla. Eso se da, pero simultáneamente estamos viendo que
se producen significativos flujos entre unas y otras metrópolis, entre éstas

13. El término "metrópoli" es usado en forma bastante desafortunada, pues ha quedado como
sinónimo de "urbe de volumen poblacional millonario con influjo en locahdades circunvecinas",
cuando su sentido inicial - e n la R o m a antigua y la Londres decimonónica- comportaba el ser, de
hecho y casi de derecho, la urbe "metro-patrón" y, por ende modelo, no tanto por sus volúmenes
poblacionales —superiores al millón en ambos casos- cuanto, sobre todo, por el rol verdaderamente
directriz jugado por cada una de ellas, en su momento, respecto del resto de sus localidades
imperialmente subordinadas hasta en sus trazados territoriales. Sobre ello puede verse Mumford
(1979).
14. N o se puede hablar en Colombia, todavía, de "megalópohs", en el sentido, ese sí, más ajustado
a lo que se pretende designar -polis millonarias o, mejor aún, muy grandes-, nombre que han recibido
urbes y sus áreas de influencia como NewYork, Los Angeles, Tokyo, Mé.xico D.F., Sao Paulo, y otras
que ya han sobrepasado, con mucho, poblaciones deca millonarias.

249
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

y sus dormitorios —municipios satélites—, entre unos y otros dormitorios


y, paradójicamente, desde esas metrópolis y sus dormitorios, sin escalas,
hacía los otros lados. Lo vimos en el CIDS al estudiar el Censo de 1993'^.
C o m o se mencionó atrás, también hay flujos bastante significativos: si
estamos logrando cifras de cerca del 25 al 30% no son despreciables.
Entonces son mapas que se están sobreponiendo además de este otro que
no está cuantificado, de las posibles multi-localidades de residencia y multi-
localidades de trabajo.Y uno adicional: en nuestras metrópolis, deforma-
das o no, es importante cuantificar los flujos entre comunas - e n Bogotá
llamadas localidades'^-. Una localidad como Ciudad Bolívar es perfecta-
mente equiparable a una de las más grandes ciudades del país. Moverse
desde Ciudad Bolívar -al extremo sur del Distrito Capital- hasta la loca-
lidad de Usaquén —al extremo norte-, es un cambio que ya en este m o -
mento podría considerarse significativo'^; a ese tipo de movimiento intra
urbano, en metrópolis de este estilo, habría que ponerlo en el juego de
los movimientos migratorios importantes que están dándose.

15. Aquí se complementa lo mencionado en el aparte: Colombia: ¿estática o en movimiento? Se


procesó como micro datos todo el Censo de 1993 y dentro de ellos se calcularon, como ya se dijo,
"matrices de migración" con tres hitos temporales: nacimiento, residencia en 1988 y residencia a la
fecha censal, teniendo en cuenta simultáneamente municipios, departamentos y áreas metropolita-
nas. En cada una de éstas se distinguió, además, su "urbe central"y sus municipios satélites, denomi-
nados "dormitorio", y se discriminó cada matriz según sexo y condición de actividad económica a
la fecha censal: Poblaciones Econóinicamente Activas; Ocupadas; Desocupadas; Inactivas; y Sin In-
formación de Actividad Económica. (Rubiano, González y Granados, 1998)
16. En MedeUín y Cah, por ejemplo, se denominan Comunas a los grandes agregados territoriales
en que se las ha dividido geopolíricamente para efectos administrativos. Para el Distrito Capital de
Bogotá las divisiones geopolíticas correspondientes se denominan Localidades. Como acertadamente
opina la doctora Magda Ruiz. actual coordinadora del área de Demografía y Estudios de Población
del CilJS, en la escogencia de tal denominación no fiíe tan afortunada la Constitución PoUtica aproba-
da en 1991. Hubiese sido preferible adoptar una de las dos denominaciones, pero no ambas.
17. Solamente en términos espaciales implica un desplazamiento que podría llegar a más de 50
kilómetros lineales, sin tener en cuenta lo que tal cift-a representa en un entorno urbano.

250
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS..

CAMBIOS ASOCIADOS EN FECUNDID.\D Y MORT.-OJDAD

Dentro de los problemas que están aquí asociados, no quiero ahondar en lo


que se ha comentado recientemente a propósito de todo lo que está suce-
diendo con cambios de comportamiento, al menos colaterales, con la fecun-
didad, la mortaHdad, entre otros.
Se ha hablado del "campanazo" de alerta sobre qué significa un bajón en
la fecundidad como señal de modernización, aunque se debe anotar que casi
el 30%, al menos, está acompañado de aborto. Eso significa un bajón general
en la fecundidad. Pero mientras tanto, las mujeres más jóvenes, quienes son
justamente las que van a seguir con la pauta durante 35 años, parecen mos-
trar ahora una reversión en tal tendencia.Y precisamente muchas de las per-
sonas migrantes, tradicionales y/o forzadas, están en tales grupos de edad.
¿Qué pasa con una mortalidad que ha venido bajando a 10,9,8,7 ó 6 por
mil a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y empieza a mostrar síntomas
de subir de 7 a 8?. Bajar un punto por mil en la tasa de mortalidad general, en
la tasa bruta, ha significado altísimos esfijerzos durante muchos decenios. Es
fácil bajar de 40 a 20, facü entre comillas. Es dificil bajar d e 9 a 8 ó a 7 y más
a 6.Y ahora parecen mostrarse tendencias que vuelven a subir de 7 a 8, de
nuevo muy asociadas con personas de los grupos que están haciendo, forza-
dos o no, cambios migratorios cuando no ya verdaderos desplazamientos
dentro o fuera de las fronteras nacionales. Ello es muy delicado.
En homicidios, según las cifras presentadas por el Dr.José Olinto Rueda^^,
el campeonato lo tenemos en las Américas con una tasa promedio, en el año
1997, de 130 homicidios por 100 mil habitantes, mientras Canadá, como
país de referencia, apenas estaba en 2 a 3; EEUU en 1 l;Venezuela y Ecuador
en 18; México y Brasil en cerca de 28; El Salvador en 80 y Colombia en 129
por 100 nfil habitantes, de los cuales, como lo dijo acertadamente el Dr.

18. En el evento realizado en la Universidad de El Rosario.

251
ALEJANDRO GONZÁLEZ PULIDO

Rueda, el 70% no están exphcados ya directamente por los actores desembozados


del conflicto sino por los que no somos tan pacientes, la Uamada sociedad civü,
supuestamente sólo víctima. Habría que ver hasta dónde estamos jugando un
papel más violento pero mucho más "gaseoso" en eso que, por supuesto, tiene
que ver con las dinámicas de desplazamientos internos y externos.

CONTEXTO .MACRO

Un último paquete de problemas que está directamente asociado con las


problemáticas migratorias tiene que ver con el cambio radical del macro
contexto que había dejado diferido para ahora'^. Tenemos que pensar seria-
mente si el contexto mundial va a seguir siendo el de la industriahzación. En
algo tiene razón lo dicho por Alvin Tofíler (1990)^" de haber pasado de la era
del agro a la era de la industria y de ésta a la del conocimiento. Pero parece
que si antes ciencia y tecnología estuvieron al servicio de la técnica^', de las
máquinas, en los albores del siglo XXI es posible que nos equivoquemos al
apuntarle a estar en la avanzada de la industria cuando la industria ya no es la
avanzada del desarrollo de las naciones. En este momento la ecuación pare-

19. Se retoma aquí la reflexión enunci.ada al final del aparte: Xenofobias, fiíndamentalismos y
"faltantes".
20. Aunque el autor alude al conociiniento como sustantivo, como producto, como contenidos.
Mientras aquí se aboga por el Conocer como verbo, como generatriz, como actividad, en la línea
proftindamente propugnada por Bernard Lonergan en su trascendental obra: Insight -especialmente
en la primera parte: Insight as Activity-. Sobre ello pueden verse consideraciones en González (2001).
21. Es importante aclarar sus semejanzas y diferencias (analogías) ya que en el lenguaje ordinario,
y en no pocos estudios, se les ha llegado a confundir y / o asumir como sinónimos. En forma por demás
breve se puede aclarar algo su caracterización por la índole especifica de su objetivo. Sobre estas
distúiciones y su importancia, a la par que relaciones, pueden verse mayores consideraciones sobre
todo en dos de mis textos de clase: Debate histórico sobre la posibilidad de Conocer —de próxima publica-
ción-, y Elementos sobre Uigica de la Investigación Científica y 1cítioló\>ica.

252
MIGRACIONES; PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

ciera no ser ciencia y tecnología al servicio de la técnica, sino ciencia y


técnica al servicio de la tecnología, y al servicio no tanto del uso de la infor-
mación sino de la producción del conocimiento. El ingenio del siglo XXI va
a estar, seguramente, no en quien acceda y sepa leer o usar rápidamente la
Internet sino en quien genere las nuevas Internet del fiíturo; y entonces la
educación, aunque haya mejorado en términos cuantitativos, habría que
redefinirla en este panorama si queremos estar en el contexto mundial m o -
viéndonos con migraciones externas, internas y de retorno, que permitan
realmente hacer el paso de amenazas a oportunidades de que se habló.

" Sobre escenarios y retos

Yo creo que en esto habría que proceder según el espíritu de la "cuchüla de


Occam" bien entendida-^. Es mejor, sin ser tremendistas, plantear los escena-
rios no en el punto más optimista sino ver un abanico, inclusive los que
puedan ser un poco más duros, para poder tomar las medidas previsivas en
épocas de "vacas flacas" -sí que lo estamos viviendo ahora—, que seguramen-

22.Ya en esa fase de transición entre el medioevo y la modernidad occidentales, el franciscano


Guillermo de Occam planteó una serie de criterios para proceder más correctamente en la elabo-
ración y ponderación de nuestros juicios y, por tanto, de los conocimientos por estos conseguidos.
El más famoso alude a escoger el camino más simple para dar cuenta de (o exphcar) algo, cuando
hubiese varias alternativas conducentes al mismo resultado; sobre ello pueden verse ilustraciones
aceptables en la renombrada obra literaria El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco. Otro de ellos tiene
que ver con lo expresado arriba, acerca de plantearse las condiciones más difíciles que puedan
acompañar a un determinado problema a la hora de abordarlo, de modo que sus eventuales "solu-
ciones" tengan un mayor alcance y fiíerza explicativa, pues escoger el camino contrario de plantear-
lo bajo condiciones más fáciles y / o dificultades menores (u otro intermedio) no resiste, de suyo, el
embate de una crítica seria y, sobre todo, casi indefectiblemente resultará ser fuente de yerros de
toda índole.

253
ALEJANDRO GONZXLEZ PULIDO

te nos van a estar acompañando durante quince o veinte años más y que nos
plantean una especie de dilema. Nos toca ir escogiendo seriamente entre la
mentahdad de pediatra o la mentahdad de geriatra: el pediatra tiene una
ventaja a favor y es la de ser un poco más altruista. Pero el mundo está
envejeciendo rápidamente. Casi que seríamos hasta interesados si le pone-
mos atención a este tipo de cambio previsivo de estadios que hasta ahora la
humanidad no ha vivido de manera masiva. Hemos estado acostumbrados,
bien que mal diez mil años, a vivir con poblaciones jóvenes con muchos
problemas, pero no estamos acostumbrados a vivir con pirámides que ya no
son jóvenes ni en Colombia, ni en el resto del mundo. Entonces tenemos
hoy varios retos que expongo en las siguientes reflexiones, anotando que
además de su gravedad intrínseca presentan muy directas interrelaciones con
las problemáticas migratorias aquí señaladas.

RELACIONES POBLACIÓN, AMBIENTE, TERRITORIO Y DESARROLLO: dentro de


estas reflexiones no podemos ya subrayar suficientemente la problemática
ambiental.Y el ambiente no es sólo el natural (extra antrópico, o no-huma-
no, o no-construido) sino también el social (antrópico o construido)^^. Igual-
mente las poblaciones (y en eUas sus movimientos migratorios) no se redu-
cen a manifestaciones cuantitativas que a lo sumo captan dinámicas externas.
Por su parte, el desarrollo no puede seguir hipotecado y atrofiado en una
cruda consideración economicista. Ahora se trata de propender por un desa-

23. Además, debe ser claro que su diferenciación se hace aquí más por consideraciones analíticas
y por limitaciones del discurso, ya que resulta insoluble, por no decir absurdo, preguntar acerca de
dónde "acaba" el ámbito del uno y "empieza" el ámbito del otro, cuando lo requerido es proceder
bajo el criterio integral e indiviso de pensar mundialmente y actuar localmente a la par que, simul-
táneamente, pensar localmente y actuar mimdialmente, y todo ello dentro de una mentahdad proactiva
de no-violencia Activa & Ambiental -NOVA. Al respecto pueden verse reflexiones más expresas
contenidas en tres ensayos interrelacionados:Vída, humanidad, 'educación' y 'pedagogía'; Desarrollo inte-
gral e indicadores sociales; y Desarrollo integral y pobreza, todos ellos presentados en 2001, así como, con
mayor envergadura, en CIDS (2002).

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M I G R A C I O N E S : PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

rrollo integral como "Desphegue de las condiciones de posibilidad de: la


Existencia Humana Social & de la trama planetaria de la Vida". (Rubiano,
González, Toledo y Zamudio, 2003)

MANEJO DE CONFLICTOS Y VIOLENCIAS: por lo comentado sobre la tasa de


homicidios y en relación directa con la problemática de las migraciones,
habría que buscar sahdas creativas a los conflictos internos en Colombia, que
tampoco son generados únicamente en el país ya que no se trata de un nicho
que esté encerrado, ni de una bola de cristal dentro de la cual los problemas
se hayan generado solos.Tenemos que ser capaces de ver los actores externos
y de manejarnos en ese contexto con tales actores.
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ESTRUCTURA POBLACIONAL ENVEJECIDA: parte de la llamada "transición de-


mográfica", mencionada a propósito del bono^'', ha Uevado a que práctica-
mente en muchísimas partes del planeta las poblaciones humanas estén al-
canzando longevidades cada vez más extendidas. En unas pocas décadas se ha
pasado de las tradicionales pirámides poblacionales de base infantil y juvenil
bastante ancha, y de cúspide senil muy estrecha y relativamente temprana -
casi después de los 50 años de edad y apenas hasta los 70, con escasas excep-
ciones-, a pirámides que inclusive en algunos países ya presentan tendencias
de "cono invertido", con escasa proporción de infantes y cada vez mayores
proporciones de población adulta, inclusive hasta edades que rozan la cente-
na de años. El término mismo "envejecimiento" se ha tornado inadecuado
para dar cuenta de eUo. ¿Es viejo un John Oleen, orbitando el planeta dos
semanas, con más de 70 años a cuestas? ¿Es estorbo laboral una persona, con
bastante vitahdad y vida por delante, después de los 50 años? ¿Cuántas de
tales personas hacen o podrían hacer parte de los contingentes migratorios
que ya estamos presenciando? Todo ello no sólo constituye un problema "en

24. Ver aparte: Bono demográfico, y especialmente su nota al pie de página.

255
,\LEIANDRO GONZÁLEZ PULIDO

SÍ", sino que, además, tiene indudables nexos directos y significativos con las
presiones migratorias de toda índole. Baste considerar cómo uno de los móviles
de emigración de poblaciones relativamente jóvenes es la presencia de altos
contingentes de poblaciones ya no tan jóvenes ocupando plazas de trabajo.

Sobre política demográfica

Como última reflexión, me uno a varios Uamados de atención'^ sobre la impor-


tancia de contar con poUticas de población —y aUí la migratoria-, no tanto de
Gobierno sino de Estado'*", para que el tema tenga asiento propio en los niveles
en que se toman las decisiones.Y ojalá no para dos o tres años, pues los cambios
que estamos vislumbrando Uevarán tiempo para consoHdar las medidas que se
adopten y que requerirán también revisiones continuas, con criterio previsivo,
por lo menos durante las próximas dos o tres décadas. No hacerlo así es seguir
desconociendo, como a Cenicienta, a la variable demográfica.

2.S. Hechos por personas expertas como José Olinto Rueda, ponente en el evento señalado.
26.A1 respecto puede ser muy ilustrativo el caso de México. Allí existe una gran tradición demo-
gráfica y poblacional, a la par que una notoria influencia de la voz, por decirlo así, de las disciplinas
demográficas y de las ciencias poblacionales en la gestación y toma de decisiones gubernativas del país
en su conjiuito y de cada uno de sus estados federados.Y, por supuesto, la influencia no es unidireccional
sino de mutua retroalimentación ya que, indudablemente, tal capacidad efectiva de impactar los ámbi-
tos donde se gestan las pohticas de gobierno y de Estado apalanca la constante renovación de "cua-
dros" científicos y tecnológicos de muy alto nivel académico.
Esto puede verse exphcitamente, por una parte, en la existencia de ima vigorosa Sociedad D e m o -
gráfica de México —SOMEDE, nutrida por, y nutriendo a numerosas y cuahficadas escuelas de posgrado
y, por otra parte, en la existencia jurídica y fáctica del Consejo Nacional de Población - C O N A P O - , y
sus equivalentes en los estados federados, como órganos de obligada consulta para la toma de decisio-
nes político-administrativas en que estén involucrados asuntos demográficos y poblacionales. Cabría
preguntarse: ¿En qué asuntos del resorte público no están tales aspectos directamente concernidos?.
Sobre ello hay abundante ilustración en las Memorias de la VI Reunión Nacional de Investigación
Demográfica (31 de julio-4 de agosto de 2000, México DE, 2001) y en la reciente VII Reunión
Nacional sostenida en 2003.

256
MIGRACIONES: PERSPECTIVAS Y RETOS CONCEPTUALES, METODOLÓGICOS...

Pareció que Colombia había superado problemas demográficos en los 70


y 80. Supuestamente se habían acabado al final de los 80. Se había terminado
el boorn^^ del crecimiento poblacional y no esperábamos todo este otro boom
de redefinición de problemas, de reversiones en la fecundidad y en la morta-
hdad, y menos un auge tal vez protagónico, como nunca lo ha tenido, de la
variable migración no sólo en Colombia sino en el mundo, a la par con la
variable ambiental y con los paradigmas y prácticas sobre desarroUo hoy en
boga, todas eUas en inextricables y poderosas interacciones.
Si uno ve el panorama demográfico mundial, la variable que va a diri-
mir por excelencia la mayor parte de las situaciones para una toma de
decisiones más significativa es la migratoria^^. La variable demográfica de
las migraciones y movimientos va a estar como centro, con todas las
redefiniciones ya anotadas; o sea, "vino nuevo para odres nuevos", por-
que los conceptos y las técnicas anteriores de información nos han sido
insuficientes y, por ende, las políticas tomadas con base en ellos no pue-
den resultar adecuadas.
Entonces, no hacerlo de esta manera, será de nuevo volver a ver simple-
mente cómo se comportaron inercialmente las cosas para tratar de explicar a
posteriori, reactivamente, por qué se dieron los cambios, en vez de asumir una
mentahdad previsiva, preactiva, que procure con una visión de escenarios
tomar decisiones. Y contra esas decisiones y escenarios planteados, según
como se vayan dando las dinámicas, tomar medidas de corrección e inclusive
de giro completo. Pero es diferente tomar medidas de giro completo sobre
decisiones previas que sobre situaciones creadas, de hecho. ¡El reto lo tene-
mos todos/as! •, .

27. El término inglés "boom" (population boom) ha pa.sado a ser parte del léxico internacional
demográfico y poblacional, aunque algunas veces se traduce como "explosión" demográfica.
28 En forma conjunta e ínter actuante con la variable referida a estructuras poblacionales por
edad y sexo, de que se ha hablado a propósito del "bono demográfico" y en el aparte: Escenarios y
retos.

257
ALEJANDRO GONZXLEZ PULIDO

Por todo eUo, bienvenidos en estas horas todos los esfiierzo emprendidos^' al
respecto. Ojalá quienes estamos más desde b academia, de la investigación, así
c o m o quienes están más en los niveles en los cuales se toman cotidianamente o
en forma macro las decisiones y poUticas, nos acompañemos en este esfiierzo de
revivir todas las variables demográficas con el protagonismo que requieren ser
consideradas, especialmente la variable migración.

BIBLIOGRAFÍA

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CIDS, Centro de Invesrigación sobre Dinámica Social, 2002, Orientadones para el
manejo de las variables de pobladón en los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territo-
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vienda y DesarroUo Territorial, Bogotá.
González,Alejandro,2001, Vida, humanidad, 'educadón'y pedagogía' (ensayo presenta-
do a modo de marco de referencia para los diplomados sobre Mediación Comu-
nitaria y Gestión de la Mediación), Bogotá: Universidad Externado, en Conve-
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Mumford Lewis, 1979, La dudad en la historia: sus orígenes, transformadones y perspecti-
vas, Buenos Aires: Infinito.
Rubiano, González & Granados, 1998, Estudio sobre Migradón Interna y Fuerza de
Trabajo en Colombia a partir del censo de 1993, Bogotá: CIDS.
Rubiano, González, Toledo & Zamudio, 2003, "Población, medio ambiente y
planeación" en "Pobladón y Ordenamiento Territorial", Bogotá: CiDS, p. 23.
TofSer, Alvin, 1990, El cambio de poder, Barcelona: Plaza y Janes.

29. En referencia a los dos eventos, el organizado por parte del Claustro de El Rosario y del
Departamento Administrativo de Seguridad - D A S a fines del 2000: a la actual Cátedra Manuel
Ancízar, de la Universidad Nacional; así como a las actividades del CIDS y del DAÑE, y a las que hoy
marchan con auspicios del Fondo de Población de la O N U ; del Ministerio de Ambiente,Vivienda y
Desarrollo Territorial; de la Gobernación de Cundinamarca; y las que está emprendiendo la recién
constituida Akademos: Asociación Colombiana de Demografía y Estudios de Población.

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