UNIVERSIDAD PERUANA UNION

Facultad ciencias de la salud

E.P: Psicología
Curso: Formación y Desarrollo Integral V
Docente: Jesús Quispe Calla
Estudiante: Verónica Conza Charca
Ciclo: V “B”
Ensayo:
EL COSMOS, EL GRAN DISEÑO INTELIGENTE

INTRODUCCIÓN

El cosmos en su totalidad sigue asombrando y dejando al hombre de ciencia sin una respuesta
definitiva, siendo extraordinariamente difícil de comprender el gran diseño del universo. Sin
embargo, la biblia nos ofrece el diseño real del universo, en la que el espacio, el tiempo y las
personas tuvieron un comienzo y tendrán un final; así mismo, la luz de la ciencia aún no desvela
el misterio de la mente de Dios, es decir el diseño ejemplar del cosmos, incluida la sociedad
humana, concebido en la inteligencia divina. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de
sus manos anuncia el firmamento…” Salmo 19:2. El sentido del cosmos incluía el destino de
los seres humanos. Por ello, surge la siguiente pregunta: ¿Es posible rastrear un camino que nos
lleve a una respuesta integradora? En este ensayo queremos indagar, en una primera parte, sobre
la búsqueda científica de esa respuesta, y en una segunda parte, desde la luz de la fe, examinar
a qué corresponde el Gran Diseño como una aproximación al misterio de la mente de Dios.

DESARROLLO

El conocimiento del cosmos a la luz de la ciencia

El conocimiento científico actual, con sus abismales logros y limitaciones, solo podemos
entenderlo si nos asomamos brevemente a la historia de sus orígenes. La filosofía fue la ciencia
básica troncal de los demás conocimientos. Esta situación se mantuvo desde los antiguos
filósofos griegos y romanos hasta muy entrada la edad moderna con científicos como Bacon,
Newton, Kepler, etc. Por su puesto, los antiguos filósofos hacían filosofía y ciencia a la vez. Su
interés científico estaba dirigido a conocer las causas últimas y próximas de los fenómenos de
la realidad. Platón decía: El universo físico es solamente una sombra del verdadero y real mundo
de las ideas.

Al observar un cielo estrellado y aparentemente inmutable, esto ha sido desde mucho tiempo
un motivo para preguntarse y tratar de construir una imagen física del universo de acuerdo con
el nivel de conocimiento y cultura de cada pueblo. La más interesante en relación con nuestro
objetivo está la cosmología proto hindú para la que el mundo se apoya sobre cuatro elefantes y
estos, a su vez, sobre una tortuga, que flota en el océano universal. En el centro del universo
hay siete zonas concéntricas, de las cuales la interior está dividida en cuatro continentes. Pero,
más allá de esta visión fantástica del mundo, los Sumerios, hacia el año 3000 a.C, fueron la
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primera gran cultura organizada, que sistematizaron sus observaciones con el interés de explicar
el origen y naturaleza del universo del universo; fueron la primera gran cultura. La cosmología
sumeria definió el universo como un globo esférico, inmóvil y en equilibrio, inmerso en un
océano cósmico infinito. Por su parte, la tierra es una especie de disco plano, que flota
horizontal al mar, que es origen de todas las cosas y que está cubierto por la bóveda del cielo,
lugar donde se desplazan los astros: el sol, la luna, los cinco planetas “errantes”: Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter, Saturno, y las estrellas. Agruparon las estrellas en 12 constelaciones para
conformar el zodíaco y crearon calendarios lunares de 12 meses de 29 y 30 días.

Así, la astronomía y la cosmología han estado unidas a la tendencia a construir explicaciones

de los fenómenos del cielo vinculados a los terrestres. En unos casos fue especulativa y
fantasiosa; en otras, en cambio, fue el resultado de repetidas observaciones apoyadas en
mediciones matemáticas. Por ejemplo; la teoría del BIG BANG o gran explosión, supone que,
hace entre 12.000 y 15.000 millones de años, toda la materia del Universo estaba concentrada
en una zona extraordinariamente pequeña del espacio, y explotó. La materia salió impulsada
con gran energía en todas direcciones. Los choques y un cierto desorden hicieron que la materia
se agrupara y se concentrase más en algunos lugares del espacio, y se formaron las primeras
estrellas y las primeras galaxias. Desde entonces, el Universo continúa en constante
movimiento y evolución. Pero esta explicación solo es una teoría que no tiene argumento.

Por eso, Sagan, (1997), refiere que: “ciencia y biblia, si bien parten de principios diferentes,
pero participan de objetivos semejantes, no excluyentes sino complementarios. La certeza en
las ciencias es relativa, no absoluta.”

El conocimiento del universo a la luz de la biblia

En la biblia encontramos la creación del universo: “En el principio, cuando Dios creó los cielos
y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos
mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las agua…” (Gen. 1,1- 2) La ciencia
moderna concuerda en que el universo tuvo principio. Según un estudio reciente.

White, (1986) Afirma que “el universo no es producto de la casualidad, sino que responde a
una idea o a un diseño, concebido en la mente de Dios.”
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Ensayo:
Por otro lado, Isaac Newton, el famoso descubridor de la ley de la gravitación universal,
declaró: "El orden admirable de los planetas y de los cometas no puede proceder si no del plan
y según Ia orientación de un ser omnisciente y omnipotente.

Esto significa que Dios es el artífice inteligente o la causa ejemplar del universo. Es decir, el
modelo implícito de leyes que norman el comportamiento del universo, está en la mente divina.

La fe y la ciencia son dos fuentes de conocimiento que se complementan. No pueden

contradecirse si ambas buscan la verdad mediante caminos legítimos y diferentes.

Por otro lado, el astrónomo Sandage (1995) dijo una vez: “La ciencia no puede responder las
preguntas más fundamentales. En cuanto uno pregunta por qué hay algo en vez de nada, ha
traspasado los límites de la ciencia”. La Biblia no solo explica la creación de un modo que
armoniza con la ciencia, sino que también responde las preguntas que esta no puede contestar.”

CONCLUSION

Finalmente decimos que hablar del cosmos es hablar de la existencia de miles de millones de
estrellas, galaxias y planetas, expandiéndose a distancias asombrosas, donde la tierra y el
hombre son insignificantes dentro de la escala cósmica. En nuestros días el avance del
conocimiento científico tecnológico, han permitido diferentes hipótesis, como el Big Bang que
sería el origen del universo y de todo lo que él contiene. En este trabajo hemos querido
acercarnos a un concepto de ciencia más amplio e integrador donde los aportes de la física
teórica no son verdades absolutas, sino simples hipótesis de trabajo. Sin embargo, la biblia da
una respuesta clara sobre la creación del cosmos. Para la fe no hay diseño sin diseñador. El
universo no tiene sentido en sí mismo. Dios, el señor del espacio, de la gravedad y del tiempo.
La visión paulina de esta cosmología es el camino que nos lleva a la respuesta integradora. Por
tanto, el gran diseño no contiene solo el universo. Es la historia de la salvación de la humanidad
y del cosmos.

Referencias bibliográficas

Arturo Pérez, ()El origen del universo según la Biblia

Allan Sandage (1995)

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Sagan, (1997) Valle de las sombras”,