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Visión normativa y jurisprudencial del derecho a la educación en el Perú

Sumario: 1. Introducción. 2. Noción de educación. 3. Regulación jurídica. 3.1 Regulación


supranacional. 3.2 Regulación constitucional. 4. El Derecho a la Educación en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional. 4.1 Definición según el TC 4.2 Primer período: “Carácter binario” 4.3
Segundo período: “Contenido esencial del derecho” 4.4 Tercer período: “Manifestaciones” 4.5
Sentencias destacadas del TC vinculadas con el derecho a la educación. 5. Conclusiones y
recomendaciones. 5.1 Conclusiones. 5.2 Recomendaciones.
1. Introducción
El presente artículo es una exposición del tratamiento jurídico desplegado por el Estado en el ámbito
de la legislación (Constitucional e infraconstitucional) y de la jurisprudencia del máximo intérprete de
nuestra Constitución, como lo es el Tribunal Constitucional.
El artículo expone, en primer lugar, una noción de educación tanto desde el punto de vista social como
también holístico y jurídico, como pasos preliminares básicos para una aproximación legislativa y
jurisprudencial de este proceso entendido como un derecho humano fundamental.
Asimismo, también se hace mención a la evolución que ha tenido el derecho a la educación en la
historia constitucional de nuestro país e, inmediatamente después, se aborda el desarrollo legislativo
que ha tenido el derecho a la educación desde el año 1990 hasta la actualidad. Pero, como paso previo
a la exposición legislativa nacional se aborda también el tratamiento del derecho a la educación en el
ámbito supranacional haciendo referencia a los principales instrumentos internacionales que la
reconocen y promueven a nivel global.
Finalmente, se expone la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que valora a la educación como
derecho social y humano y la agrupa teniendo en cuenta tres periodos diferenciados: El primero, en
donde señala a la educación como derecho fundamental y servicio público, es decir su carácter binario;
un segundo período que da énfasis al contenido esencial del derecho a la educación o núcleo de la
educación, que debe ser protegido y maximizado por el Estado; y, finalmente, un tercer período, en el
cual se desarrolla las principales manifestaciones del derecho a la educación.
Posteriormente, se cita y glosa las principales sentencias del TC vinculadas con la educación,
comentándose casos concretos e ilustrativos. Finalmente, se expone conclusiones y recomendaciones
en términos críticos y reflexivos.
2. Noción de educación
La educación, según el Diccionario de la Lengua Española, constituye “la acción y efecto de educar;
crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes; y la instrucción por medio de la
acción docente”[1].
Desde el punto de vista social la educación puede definirse como el proceso de socialización de los
individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica
una concienciación cultural y conductual donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser
de las generaciones anteriores. El jurista Castillo Córdova sostiene que “la educación está llamada a
convertirse en el instrumento necesario para encauzar la actividad del hombre dirigiéndose hacia el
logro de su perfeccionamiento”.[2]
Desde el punto de vista global u holístico la educación no solo se produce a través de la palabra sino
que también está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes que se expresan cada
día, y van ejemplificando y guiando patrones de conducta.
Desde el punto de vista de la legislación nacional, el artículo 2° de la Ley Nº 28044 -Ley General de
Educación, define a la educación como “un proceso de aprendizaje y enseñanza que se desarrolla a
lo largo de toda la vida y que contribuye a la formación integral de las personas, al pleno desarrollo de
sus potencialidades, a la creación de cultura, y al desarrollo de la familia y de la comunidad nacional,
latinoamericana y mundial. Se desarrolla en instituciones educativas y en diferentes ámbitos de la
sociedad”.[3]
En el artículo 3º de la referida ley se reconoce a la educación como “un derecho fundamental de la
persona y de la sociedad, e impone el deber al Estado de garantizar el ejercicio del derecho a una
educación integral y de calidad para todos y la universalización de la educación básica”.
En cuanto a su dimensión teleológica, el artículo 9º de dicha ley establece que son fines de la
educación peruana: a) Formar personas capaces de lograr su realización ética, intelectual, artística,
cultural, afectiva, física, espiritual y religiosa, promoviendo la formación y consolidación de su identidad
y autoestima y su integración adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio de su ciudadanía en
armonía con su entorno, así como el desarrollo de sus capacidades y habilidades para vincular su vida
con el mundo del trabajo y para afrontar los incesantes cambios en la sociedad y el conocimiento, y;
b) Contribuir a formar una sociedad democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera, tolerante y
forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en la diversidad cultural,
étnica y lingüística, supere la pobreza e impulse el desarrollo sostenible del país y fomente la
integración latinoamericana teniendo en cuenta los retos de un mundo globalizado.
En esa misma línea, Jacques Delors, destaca que la función esencial de la educación “es el desarrollo
continuo de la persona y las sociedades, no como un remedio milagroso (...) sino como una vía,
ciertamente entre otras pero más que otras, al servicio de un desarrollo humano más armonioso, más
genuino, para hacer retroceder la pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las
guerras, etc.”[4]
Sintetizando lo antes expresado podemos decir que la educación no es otra cosa que la actividad o
función que busca hacer crecer virtudes en el educando, buscando encontrar el talento que tiene cada
persona; al mismo tiempo la prepara para la vida y para el trabajo. Dicha actividad comprende también
a la educación no formal, es decir, aquella que se aprende en casa, y la educación formal, que se
imparte en las instituciones educativas.
Desde el punto de vista de las formas de educación, existe la educación formal e informal. La primera
se encuentra institucionalizada en la escuela y permite adquirir conocimientos ligados a materias de
acuerdo a etapas, niveles y programas, finalmente posee objetivos definidos; la segunda, en cambio,
permite adquirir y acumular conocimientos y habilidades mediante las experiencias diarias y la relación
con el medio ambiente. Esta forma de educación no está institucionalizada y se observa como una
acción difusa porque no tiene objetivos definidos.
En relación a la calidad en la educación necesitamos mejorar no solo la educación escolar y superior
sino también el conjunto de procesos educativos en los cuales están comprometidos millones de
peruanos tanto en la llamada educación formal como no formal. El acceso a la calidad educativa no se
agota en la escuela o universidad sino que trasciende a la sociedad.
El concepto de calidad de la educación ha sido definido en referencia a dos principios: El primero
considera que “el desarrollo cognitivo del educando es el objetivo explícito más importante de todo el
sistema y, por consiguiente, su éxito en este ámbito constituye un indicador de la calidad de la
educación que ha recibido”; el segundo hace hincapié “en el papel que desempeña la educación en la
promoción de actitudes y valores relacionados con una buena conducta cívica, así como las
condiciones propicias para el desarrollo afectivo y creativo del educando”.[5]
Finalmente, el derecho fundamental a la educación no puede separarse del derecho a una educación
de calidad puesto equivaldría a separar el derecho a la vida del derecho a una vida digna; en esa línea
el artículo 13° de la Constitución del Perú señala que “la educación tiene como finalidad el desarrollo
integral de la persona humana”, lo que solo se logrará con una educación de calidad.[6]
3. Regulación jurídica
La regulación jurídica del derecho a la educación se fundamenta en la idea de que la educación
aparece como algo inherente a la especie humana a través de su historia con miras a garantizar la
supervivencia del individuo y de la especie. En ella –y a través de ella– se construyen y desarrollan
individuos y sociedades.[7]
El derecho a la educación es un derecho humano de segunda generación que en general consagra
que la educación primaria debe ser gratuita para todos los niños. El derecho a la educación es, sin
duda, uno de los más importantes derechos de la niñez y quizás el más importante de los derechos
sociales.
Debido a la trascendencia e implicancia de la educación en el desarrollo de la sociedad, ésta tiene
reconocimiento supranacional, constitucional y legal, de lo cual nos ocuparemos a continuación.
3.1. Regulación supranacional
La educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás
derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios
para el desarrollo de los pueblos.
El concepto de derechos fundamentales comprende “tanto los presupuestos éticos como los
componentes jurídicos, significando la relevancia moral de una idea que compromete la dignidad
humana y sus objetivos de autonomía moral, y también la relevancia jurídica que convierte a los
derechos en norma básica material del ordenamiento, y es instrumento necesario para que el individuo
desarrolle en la sociedad todas sus potencialidades. Los derechos fundamentales expresan tanto una
moralidad básica como una juridicidad básica.”[8]
Los derechos fundamentales, como objetivo de autonomía moral, sirven para “designar los derechos
humanos positivizados a nivel interno, en tanto que la fórmula derechos humanos es la más usual en
el plano de las declaraciones y convenciones internacionales”[9]
Los principales instrumentos internacionales que reconocen la existencia del derecho a la educación
son:
 La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
 El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
 El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales Protocolo de San Salvador.
 La Declaración sobre los Derechos del Niño.
 Convención para la Eliminación de todas Formas de Discriminación contra la Mujer.
 Convención Internacional para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
 La Convención sobre los Derechos del Niño.
 La Convención contra la Discriminación en Educación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos[10] reconoce el derecho a la educación, gratuidad
y obligatoriedad en el nivel elemental o fundamental, destacando la búsqueda del pleno desarrollo de
la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales. Así en su artículo 26º señala:
“1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo
concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La
instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será
igual para todos, en función de los méritos respectivos.
“2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del
respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la
tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el
desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
“3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus
hijos.”
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en su artículo 13º señala:
“Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la educación.
Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana
y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe capacitar a todas las personas para
participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las
actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz”.[11]
El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales - Protocolo de San Salvador, en el artículo 16º recoge el Derecho
de la Niñez indicando que:
“Todo niño, sea cual fuere su filiación, tiene derecho a las medidas de protección que su condición de
menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado. Todo niño tiene el derecho a
crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres; salvo circunstancias excepcionales,
reconocidas judicialmente, el niño de corta edad no debe ser separado de su madre. Todo niño tiene
derecho a la educación gratuita y obligatoria, al menos en su fase elemental, y a continuar su formación
en niveles más elevados del sistema educativo”.
La Declaración sobre los Derechos del Niño enumera una serie de principios destacando -como
segundo principio- el Interés Superior del Niño, e indicando que:
“El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo
ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y
socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar
leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño”.
Asimismo -y como quinto principio- consagra:
“El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el
tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular”.
Finalmente, el artículo 7º del mismo instrumento internacional, prescribe que:
“El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas
elementales. (...) El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la
responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a
sus padres”. (...)
La Convención para la Eliminación de todas Formas de Discriminación contra la Mujer, en sus artículos
10º y 14º, establece que:
"Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la
mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación (...). Las
mismas condiciones de orientación en materia de carreras y capacitación profesional, acceso a los
estudios y obtención de diplomas en las instituciones de enseñanza de todas las categorías, tanto en
zonas rurales como urbanas... Acceso a los mismos programas de estudios, a los mismos exámenes,
a personal docente del mismo nivel profesional y a locales (...)”.
La Convención Internacional para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, artículo
5º señala:
"En conformidad con las obligaciones fundamentales estipuladas en el artículo 2 de la presente
Convención, los Estados partes se comprometen a prohibir y eliminar la discriminación racial en todas
sus formas y a garantizar el derecho de toda persona a la igualdad ante la ley, sin distinción de raza,
color y origen nacional o étnico (…). El derecho a la educación y la formación profesional (...)".
La Convención por los Derechos del Niño, en sus artículos 28º y 29º prescribe:
“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer
progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades (...). Los Estados Partes convienen
en que la educación del niño deberá estar encaminada a: (...) Desarrollar la personalidad, las aptitudes
y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades (...), inculcar al niño el
respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales (...), inculcar al niño el respeto de
sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del
país."
Finalmente la Convención contra la Discriminación en Educación, en sus artículos 3º, 4º y 5º,señala:
“Los Estados Partes se comprometen a: (...) Derogar todas las disposiciones legislativas y
administrativas y abandonar todas las prácticas administrativas que entrañen discriminaciones en la
esfera de la enseñanza (...), adoptar las medidas necesarias, inclusive disposiciones legislativas, para
que no se haga discriminación alguna en la admisión de los alumnos en los establecimientos de
enseñanza (...), formular, desarrollar y aplicar una política nacional encaminada a promover, por
métodos adecuados a las circunstancias y las prácticas nacionales, la igualdad de posibilidades y de
trato en la esfera de la enseñanza (...).”
Como se observa estos instrumentos normativos internacionales conciertan los deberes jurídicos
globales del derecho a la educación. Estas herramientas protegen el derecho de cada persona al
acceso a la educación de calidad, sin segregación ni exclusión. Impone el deber a los gobernantes de
cumplir con las obligaciones jurídicas y políticas, con la finalidad de orientar a la educación de calidad
para todos, operativizando medidas de supervisión de las estrategias educativas.
Finalmente, el derecho a la educación de acuerdo a los instrumentos normativos expuestos se
constituye como una herramienta eficaz que permite a los niños y adultos -que se encuentran social y
económicamente marginados- salir de la pobreza por su propio esfuerzo y participar íntegramente en
la vida de la comunidad.
3.2. Regulación constitucional
Nuestra Constitución “contiene las normas fundamentales que estructuran el sistema jurídico y que
actúan como parámetro de validez del resto de las normas”[12]. Asimismo, “es la fuente suprema dentro
del ordenamiento, que conforma el orden jurídico fundamental del Estado y de la sociedad.”[13]
A nivel constitucional -como ámbito jurídico fundamental y supremo que inspira a todo el ordenamiento
jurídico de una nación- el derecho a la educación ha sido abordado desde el período de la
independencia hasta la actualidad. Así tenemos:
La Constitución de 1860, en sus artículos 24° y 25°, señala que:
“La Nación garantiza la existencia y difusión de la instrucción primaria gratuita y el fomento de los
establecimientos públicos de ciencias, artes, piedad y beneficencia”.
“Todos los que ofrezcan las garantías de capacidad y moralidad prescritas por la ley, pueden ejercer
libremente la enseñanza y dirigir establecimientos de educación bajo la inspección de la autoridad”.
La Constitución Política del Perú sancionada por el Congreso Constituyente de 1867, al referirse a la
educación, señaló en su artículo 24º que:
“Son completamente libres la enseñanza primaria, media y superior, y la fundación de Universidades,
precisa que la enseñanza primaria, media y superior protegida por el Estado, se sujetará a las
formalidades prescritas por la ley”.
La Constitución para la República del Perú dictada por la Asamblea Nacional de 1919 y promulgada el
18 de enero de 1920, sobre la educación, señaló en sus artículos 53° y 54°:
“La enseñanza primaria es obligatoria en su grado elemental para los varones y las mujeres desde los
seis años de edad. Precisa que la Nación garantiza su difusión gratuita. Y que habrá por lo menos una
escuela de enseñanza primaria elemental para varones y otra para mujeres en cada capital de distrito
y una escuela de segundo grado para cada sexo en las capitales de provincia. El Estado difundirá la
enseñanza secundaria y superior y fomentará los establecimientos de ciencias, artes y letras”.
“El profesorado es carrera pública en los diversos órdenes de la enseñanza oficial y da derecho a los
goces fijados por la ley”.
Las Constituciones de 1933 (capítulo II del título III) y 1939 (artículo 174°) se pronunciaron sobre el
derecho a la educación de la siguiente forma:
“La dirección técnica de la educación corresponde al Estado; la enseñanza primaria es obligatoria y
gratuita; Habrá por lo menos una escuela en todo lugar cuya población escolar sea de treinta alumnos.
En cada capital de provincia y de distrito se proporcionará instrucción primaria completa; el Estado
fomenta y contribuye al sostenido de la educación pre-escolar y post-escolar, y de las escuelas para
niños retardados o anormales; la educación moral y cívica del niño es obligatoria, y se inspirará
necesariamente en el engrandecimiento nacional y la solidaridad humana; el Estado garantiza la
libertad de la cátedra; el profesorado es carrera pública y da derecho a los goces que fija la ley”.
(Constitución de 1933)
“Garantiza también la instrucción primaria gratuita a todos los ciudadanos; la de los establecimientos
en que se enseñen las ciencias, literatura y artes; la inviolabilidad de las propiedades intelectuales y
los establecimientos de piedad y beneficencia”.
(Constitución de 1839)
La Constitución Política del Perú de 1979, en sus artículos 21º y 22º, señala:
“El derecho a la educación y a la cultura es inherente a la persona humana. La educación tiene como
fin el desarrollo integral de la personalidad. Se inspira en los principios de la democracia social. El
Estado reconoce y garantiza la libertad de enseñanza.
La educación fomenta el conocimiento y la práctica de las humanidades, el arte la ciencia y la técnica.
Promueve la integridad internacional. La formación ética y cívica es obligatoria en todo el proceso
educativo. La educación religiosa se imparte sin violar la libertad de conciencia. Es determinada
libremente por los padres de familia. La enseñanza sistemática de la Constitución y de los derechos
humanos es obligatoria en los centros de educación civil y militar y en todos sus niveles”.
Finalmente, la vigente Constitución Política de 1993, sobre la educación, en sus artículos 13° y 14°
señala:
“La educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana. El Estado reconoce y
garantiza la libertad de enseñanza. Los padres de familia tienen el deber de educar a sus hijos y el
derecho de escoger los centros de educación y de participar en el proceso educativo”
“La educación promueve el conocimiento, el aprendizaje y la práctica de las humanidades, la ciencia,
la técnica, las artes, la educación física y el deporte. Prepara para la vida y el trabajo y fomenta la
solidaridad”.
De conformidad con lo establecido en los artículos anteriormente reseñados, son tres los grandes
objetivos que se debe alcanzar en la educación peruana: a) Promover el desarrollo integral de la
personal, es decir, la educación debe contribuir a la plena formación intelectual, moral, psicológica y
física de las personas; y b) Promover la preparación de la persona para la vida y el trabajo, es decir
que la persona pueda insertarse plenamente en la sociedad, y que, por tanto, pueda crecer y progresar
como ser humano; y c) El educando pueda desarrollar con razón, conocimiento y habilidad suficiente,
una determinada actividad productora de un bien o servicio que colabore a su realización espiritual, y
que le sirva como sustento para la satisfacción de sus necesidades materiales básicas.
Hasta aquí hemos visto cómo diferentes instrumentos internacionales sobre derechos humanos
reconocen a la educación como un derecho humano, estableciendo un conjunto de obligaciones a los
Estados-parte para la realización de este derecho. En concordancia con esos instrumentos, el
ordenamiento constitucional peruano, reconoce a la educación no solo como un derecho fundamental
que tiene sustento en la dignidad humana sino también como uno de los fines sociales mediante los
cuales el individuo puede lograr su autodeterminación. Esa unidad entre el derecho supranacional y el
derecho nacional en esta materia queda garantizada con la redacción de la Cuarta Disposición Final y
Transitoria de la Constitución que establece que los derechos fundamentales reconocidos en la Carta
Política deben ser interpretados de conformidad con los tratados sobre derechos humanos ratificados
por el Perú.
3.2.1. Regulación infraconstitucional
Bajo la direccionalidad de la Constitución Política del Perú son sendas las normas legales expedidas
por los distintos órganos del Estado -y en especial el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo- que regulan
el derecho a la educación desde varias perspectivas, formando el bloque de lo que se conoce
como legislación educativa, que constituye un sistema de normas que tiene por objeto de regulación
de la educación como derecho y como servicio público fundamental.
A nivel infraconstitucional podemos hacer referencia a las siguientes normas:

Fecha de
Ley N° Sumilla
publicación
30220 Ley Universitaria 09-07-14
30061 Ley que Declara de Prioritario Interés 06-07-13
Nacional la Atención Integral de la Salud
de los Estudiantes de Educación Básica
Regular y Especial de las Instituciones
Educativas Públicas del Ámbito del
Programa Nacional de Alimentación
Escolar Qali Warma y los Incorpora
como Asegurados del Seguro Integral de
Salud (SIS)
Fecha de
Ley N° Sumilla
publicación
30057 Ley del Servicio Civil 04-07-13
30034 Ley del Sistema Nacional de Bibliotecas. 05-06-13
30037 Ley que Previene y Sanciona la violencia 07-06-13
en los Espectáculos Deportivos
30002 Ley que establece las características de 16-03-13
la Remuneración Integra Mensual (RIM)
a la que hace referencia la Ley N°
29944, Ley de Reforma Magisterial, y
Establece otras condiciones.
30021 Ley de Promoción de la Alimentación 17-05-13
Saludable para Niños, Niñas y
Adolescentes.
29988 Ley que establece medidas 18-01-13
extraordinarias para el Personal Docente
y Administrativo de Instituciones
Educativas Públicas y Privadas.
29944 Ley de Reforma Magisterial. 25-11-12
29934 Ley que Otorga una Asignación 14-11-12
Excepcional y Extraordinaria a Docentes
y Auxiliares de Educación Estatal.
29874 Ley que implementa medidas destinadas 03-06-12
a fijar una escala base para el
otorgamiento del incentivo laboral que se
otorga a través de los Comités de
Administración del Fondo de Asistencia y
Estímulo (CAFAE).
29839 Ley que modifica la Ley 29694, Ley que 03-03-12
protege a los consumidores de las
prácticas abusivas en la selección o
adquisición de textos escolares, para
lograr su eficiencia.
29776 Ley que modifica el Artículo 99 de la Ley 27-07-11
23733, Ley Universitaria, e incorpora en
sus alcances a Centros Superiores de
Formación Artística.
29766 Ley que precisa el Artículo 2 del Decreto 23-07-11
Legislativo 1087, Decreto Legislativo que
aprueba normas en educación para el
mejor aprovechamiento de los acuerdos
de promoción comercial.
29735 Ley que regula el uso, preservación, 05-07-11
desarrollo, recuperación, fomento y
difusión de las lenguas originarias del
Perú.
29719 Ley que promueve la convivencia sin 25-06-11
violencia en las instituciones educativas.
29696 Ley que modifica el artículo 99 de la Ley 03-06-11
23733, Ley Universitaria, e incorpora en
sus alcances a Centros Superiores de
Arte y Música.
29694 Ley que protege a los consumidores de 03-06-11
las prácticas abusivas en la selección o
adquisición de textos escolares.
29600 Ley que fomenta la reinserción escolar 15-10-11
por embarazo.
29535 Ley que otorga reconocimiento oficial a 21-05-10
la lengua de señas peruana.
Fecha de
Ley N° Sumilla
publicación
29515 Ley que dispone el informe anual del 01-04-10
Ministro de Educación ante el Congreso
de la República sobre el cumplimiento y
los avances del Proyecto Educativo
Nacional.
29394 Ley que regula la creación y el 05-08-09
funcionamiento de institutos y escuelas
de educación superior, públicos o
privados, conducidos por personas
naturales o jurídicas, que forman parte
de la etapa de educación superior del
sistema educativo nacional, de acuerdo
con lo establecido en la Ley General de
Educación.
29392 Ley que establece infracciones y 02-08-09
sanciones por incumplimiento de la Ley
General de la Persona con Discapacidad
y su reglamento.
29366 Ley que dispone el acceso gratuito el 29-05-09
primer domingo de cada mes de los
estudiantes a los monumentos
arqueológicos, museos y lugares
históricos en el ámbito nacional.
29223 Ley que precisa la aplicación de la Ley 02-05-08
Nº 29137, Ley que aprueba los términos
de continuación del Programa de
Homologación de los Docentes de las
Universidades Públicas.
29062 Ley que modifica la Ley del Profesorado 13-07-07
en lo referido a la Carrera Pública
Magisterial.
28988 Ley que declara la Educación Básica 19-03-07
Regular como servicio público esencial.
28983 Ley de Igualdad de Oportunidades entre 16-03-07
Mujeres y Hombres.
28718 Ley que modifica el artículo 1º de la Ley 18-04-06
Nº 26269, Ley que regula el acceso al
cargo de Director de las Instituciones
Educativas de Gestión Estatal.
28628 Ley que regula la participación de las 24-11-05
Asociaciones de Padres de Familia en
las Instituciones Educativas Públicas.
28530 Ley de Promoción de acceso a internet 25-05-05
para personas con discapacidad y de
adecuación del espacio físico en cabinas
públicas de internet.
28332 Ley del Fondo Nacional de Desarrollo de 20-07-04
la Educación Peruana
28164 Ley que modifica diversos artículos de la 10-01-04
Ley Nº 27050, Ley General de la
Persona con Discapacidad.
28118 Ley que reconoce los servicios docentes 13-12-03
efectivamente prestados en el nivel de
Educación Básica.
28086 Ley de Democratización del Libro y de 10-10-03
Fomento de la Lectura.
28044 Ley General de Educación. 28-07-03
Fecha de
Ley N° Sumilla
publicación
27815 Ley del código de ética de la función 12-08-02
pública.
27665 Ley de protección a la economía familiar 09-02-02
respecto al pago de pensiones en
centros y programas educativos
privados.
27050 Ley General de la Persona con 06-01-99
Discapacidad.
26549 Aprueba la Ley de los Centros 01-01-95
Educativos Privados.
25762 Ley Orgánica del Ministerio de 01-10-92
Educación.
25231 Crean el Colegio Profesional de 24-05-90
Profesores del Perú.
224029 Ley del Profesorado. 24-05-90

Entre las principales normas señaladas se encuentran las siguientes:


 Teniendo en cuenta el derecho a la educación: La Ley General de Educación, Ley Nº 28044 (29-07-
2003) regula todo lo concerniente al derecho de la educación, regulando entre otros temas a los
siguientes: concepto, principios, fines, características, sujetos, deberes, institución educativa, profesor,
estudiante, calidad educativa, comunidad, financiamiento, estructura y gestión del sistema educativo,
etc. La Ley fue reglamentada por varias normas: El Decreto Supremo N° 009-2005-ED, Reglamento
de la Gestión del Sistema Educativo; (reglamenta el Título V de la Ley); el Decreto Supremo N° 015-
2004-ED, Reglamento de Educación Básica Alternativa (Reglamento del artículo 37º de la Ley);
el Decreto Supremo Nro. 013-2004-ED, Reglamento de Educación Básica Regular; y el Decreto
Supremo Nro. 022-2004-ED, Reglamento de Educación Técnico-Productiva. Las normas mencionadas
desarrollan de manera técnica y profusa las categorías jurídicas reguladas en la ley.
Existen diversas normas como la Ley Nº 28988, Ley que declara la Educación Básica Regular como
Servicio Público Esencial, que fue reglamentada por el D.S. Nº 017-2007-ED, que busca normar las
acciones orientadas a asegurar la continuación de la prestación del servicio educativo en las
Instituciones Educativas Públicas que imparten educación en los niveles de Educación Inicial,
Educación Primaria y Educación Secundaria, de la Educación Básica Regular, en caso de paralización
de labores del personal directivo, jerárquico, docente, auxiliar de educación, administrativo y de
servicio.
 Teniendo en cuenta la calidad en la educación: Podemos mencionar la Ley Nro. 28740, Ley del
Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa y su Decreto
Supremo Nro. 018-2007-ED, que la reglamenta como los pilares básicos para construir la calidad
educativa.
 Teniendo en cuenta el ejercicio de la profesión: La carrera magisterial como ejercicio de la profesión
docente se encontró regulada en un primer momento por la Ley del Profesorado, Ley Nro. 24029, y su
reglamento el Decreto Supremo Nro. 19-90-ED que regularon el régimen del profesorado como carrera
pública y como ejercicio particular. Posteriormente, a través de la Ley Nº 29062, se modifica la Ley del
profesorado en lo referido a la Carrera Pública Magisterial, dicha norma fue reglamentada por el D.S.
Nº 003-2008-ED, regulando una nueva carrera pública magisterial, coexistiendo de este modo dos
sistemas jurídicos que regulan a la carrera pública magisterial. Actualmente con la Ley N° 29944, Ley
de Reforma Magisterial, se deroga las leyes magisteriales existentes y se constituye en el nuevo y
único marco normativo de todos los maestros que laboran en la educación pública.
 Teniendo en cuenta la educación universitaria: La nueva Ley Universitaria N° 30220 establece la
desaparición de la Asamblea Nacional de Rectores y la creación de la Superintendencia Nacional de
Educación Superior Universitaria (SUNEDU) en su reemplazo. Entre los objetivos más importantes de
la nueva ley universitaria está el promover el mejoramiento continuo de la calidad educativa de las
instituciones universitarias.
4. EL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

4.1. Definición según el TC


Antes de exponer los alcances que el Tribunal Constitucional ha desarrollado en torno al derecho a la
educación, es preciso referirnos al concepto que aquél tiene de derecho humano. Así, el Tribunal ha
señalado que “constituye la expresión jurídica del conjunto de facultades y libertades humanas que
encarnan las necesidades y aspiraciones de todo ser humano, con el fin de realizar una vida digna,
racional y justa. Es decir que, con independencia de las circunstancias sociales y de las diferencias
accidentales entre las personas, los derechos humanos son bienes que portan todos los seres
humanos por su condiciones de tales”.[14]
La educación ha sido definida por el Tribunal Constitucional como “un derecho inherente a la persona,
y consiste en la facultad de adquirir o transmitir información, conocimientos y valores a efecto de
habilitar a las personas para sus acciones y relaciones existenciales y coexistenciales. Asimismo, se
constituye como una guía, dirección u orientación para el desarrollo integral de la persona”[15]. Además
“implica un proceso de incentivación del despliegue de las múltiples potencialidades humanas cuyo fin
es la capacitación de la persona para la realización de una vida existencial y coexistencial genuina y
verdaderamente humana; y, en su horizonte, permitir la cristalización de un ‘proyecto de vida’”[16]
Sobre las funciones del derecho a la educación -y en general los derechos sociales- el TC ha sostenido
que cumplen tres funciones de especial trascendencia: “(i) función correctora de los procesos sociales
porque amplían la eficacia de los derechos fundamentales de libertad, permitiendo su ejercicio por un
número mayor de individuos; (ii) función igualadora porque posibilitar la realización de la igualdad
material entre los seres humanos y (iii) función libertadoradebido a que completan y dotan de mayor
densidad a la libertades fundamentales, construyendo la libertad fáctica”.[17]
La terminología de derechos fundamentales para calificar a los derechos humanos comenzó a
utilizarse cuando éstos fueron consagrados en los textos constitucionales; es decir, recién poco más
de doscientos años atrás. Para el Tribunal Constitucional los derechos fundamentales son anteriores
y superiores al Estado, en consecuencia, éste no los otorga sino que se limita a reconocerlos y a
protegerlos.[18]
El Tribunal ha sostenido que en nuestro ordenamiento jurídico los derechos fundamentales son todos
a la vez derechos constitucionales en tanto la Constitución ha recogido expresamente a todos aquéllos
e incorpora la cláusula de los derechos innominados -recogida en su artículo 3°- “a todos los otros
derechos que por su carácter de derivados de la dignidad humana o la forma democrática de gobierno
se reputan como fundamentales”.[19] Esta reacción filosófica del TC respecto del artículo 3° de la
Constitución se sustenta en que “es rasgo esencial de este artículo la declaración iusnaturalista de que
la libertad e igualdad de los seres humanos son anteriores al Estado y que, la persona humana, como
tal, es superior al Estado. Teniéndose como consecuencia que no pueden ser retirados o derogados
posteriormente por Derecho positivo”.[20]
A continuación se analiza la doctrina jurisprudencial constitucional del derecho a la educación hasta
en tres fases o períodos que permiten apreciar cómo el derecho a la educación ha venido
evolucionando y complementándose:
4.2. Primer período: “Carácter binario”
En un primer período el Tribunal constitucional reconoció a la educación como derecho
fundamental: “(…) la educación posee un carácter binario, pues no sólo se constituye un derecho
fundamental, sino también un servicio público. (…) entonces, la educación se configura como
underecho fundamental, siendo responsables de su efectividad la familia, la sociedad y el Estado. (…)
De otro lado, la educación se configura también como un servicio público, en la medida que se trata
de una prestación pública que explicita una de las funciones-fines del Estado, de ejecución per se o
por terceros bajo fiscalización estatal. Por ende, el Estado tiene la obligación de garantizar la
continuidad de los servicios educativos, así como de aumentar progresivamente la cobertura y calidad
de los mismos, debiendo tener siempre como premisa básica, como ya se ha mencionado, que tanto
el derecho a la educación como todos los derechos fundamentales (e incluso las disposiciones
constitucionales que regulan la actuación de los órganos constitucionales) tienen como fundamento el
principio de la dignidad humana”. [21]
Comentando esta posición del TC –sobre si la educación es un derecho humano o un servicio público-
Vega Torres sostiene que “la educación es un derecho fundamental que, en una de sus expresiones,
requiere de una prestación de servicios que deben brindarse de acuerdo a la naturaleza y alcances de
todo derecho fundamental. Este planteamiento supone una precisión a lo establecido por la Defensoría
o el Tribunal Constitucional que plantea una ‘doble dimensión’ de la educación como derecho y como
servicio público, pues consideramos que una de esas dimensiones, el derecho a la educación,
subordina a la segunda, la prestación del servicio educativo público. De este debate debe quedar claro
que sólo pueden considerarse como mercancías aquellos aspectos que no forman parte de su
contenido esencial”.[22]
El contenido de este derecho supone la provisión de un servicio educativo que cumpla con el esquema
conocido como de “las cuatro A” [23]: i) que sea “asequible”, en el sentido de que exista disponibilidad
de centros educativos, públicos y privados para satisfacer la oferta educativa; ii) que sea “accesible”,
esto es, que ofrezca la posibilidad física y económica de ingresar al sistema educativo; iii) que sea
“aceptable”, en el entendido que la educación brindada debe ser de calidad; y iv) que sea “adaptable”,
en el sentido que el servicio esté adaptado a las necesidades educativas de determinada localidad y a
las costumbres, tradiciones y expresiones culturales de un pueblo.[24]
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha señalado que son cuatro los elementos
que deben estar presentes en el proceso educativo para satisfacerlo, en particular: la disponibilidad, la
accesibilidad, la aceptabilidad y la adaptabilidad.[25]
El derecho a la educación permite la realización de otros derechos. Como ejemplo podemos decir que
un mayor nivel educativo de las madres se asocia a un mejor estado de nutrición de los niños y niñas
y –consecuentemente– al incentivo de una mayor participación política para exigir los derechos[26]. La
educación se instituye como piedra angular del desarrollo económico y social de un país.
Finalmente, el derecho a la educación tiene dos dimensiones: Una individual y otra colectiva. Individual
en la medida que permite el ejercicio de la ciudadanía, y colectiva, en la medida que si los ciudadanos
de un país tienen derecho a la educación de calidad éstos podrá desarrollarse de tal forma que no solo
se beneficia a un individuo sino a toda la sociedad, ya que se contará con personas más capaces que
generen mejores condiciones de vida para ellas mismas y los demás.[27]
4.3. Segundo período: “Contenido esencial del derecho”
En un segundo período el Tribunal Constitucional ha regulado el contenido esencial del derecho a la
educación, desarrollando el núcleo de la educación, que debe ser protegido y maximizado por el
Estado, el cual no es otro que la satisfacción del libre acceso a este derecho. El Tribunal Constitucional
ahonda al respecto y señala, en el FJ. 6 de la STC Nº 00091-2005-AA del 18/02/05 que:
“El contenido constitucionalmente protegido [del derecho a la educación] está determinado por el
acceso a una educación adecuada (artículo 16), la libertad de enseñanza (artículo 13),la libre elección
del centro docente (artículo 13), el respeto a la libertad de conciencia de los estudiantes (artículo 14), el
respeto a la identidad de los educandos, así como a un buen trato psicológico y físico (artículo 15), la
libertad de cátedra (artículo 18), y la libertad de creación de centros docentes y universitarios (artículos
17 y 18). Este contenido debe realizarse en concordancia con las finalidades constitucionales que le
corresponde a la educación en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho”.[28]
4.4. Tercer período: “Manifestaciones”
El supremo intérprete de la Constitución, en un tercer período, desarrolló las principales
manifestaciones del derecho a la educación, que fluyen del propio texto constitucional, señalando en
el Expediente N° 4646-2007-PA/TC, Callao:
a) El acceder a una educación; b) la permanencia y el respeto a la dignidad del escolar; y c) la calidad
de la educación. (…) El acceso a la educación tiene dos aristas fundamentales: La cobertura educativa
y el acceso a la educación en sentido estricto. La permanencia y el respeto de la dignidad del escolar
suponen que éste no pueda ser separado de la escuela por motivos desprovistos o reñidos con el
principio de proporcionalidad; y la calidad de la educación, ha sido definida en referencia a dos
principios: “El primero considera que el desarrollo cognitivo del educando es el objetivo explícito más
importante de todo el sistema;el segundo hace hincapié en el papel que desempeña la educación en
la promoción de actitudes y los valores relacionados con una buena conducta cívica, así como las
condiciones propicias para el desarrollo afectivo y creativo del educando (…)”. Estas tres
manifestaciones conforman la estructura básica del derecho a la educación, cuyos destinatarios son
directamente los menores que deben concurrir o los que concurren a la escuela. Obviamente, serán
los padres o los tutores encargados quienes –en caso de afectación de tal derecho– accionarán en
representación de éstos, lo que no debe ser confundido al momento de determinar la titularidad del
derecho a la educación. [29]
4.5. Sentencias destacadas del TC vinculadas con el derecho a la educación
Entre las principales sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional en materia vinculada con la
educación podemos citar las siguientes:
a) Sentencia recaída en el expediente Nº 00607-2009-PA/TC[30], publicada el 15 de marzo de 2010. El
actor pretendía, no obstante mantener una deuda con la universidad, la continuidad de sus estudios
en el ciclo que venía cursando y, por ende, se le permita rendir sus correspondientes exámenes con
el objeto de no perder tiempo valioso en su formación universitaria, lo que con el transcurso del tiempo
devino en irreparable. El tribunal concluye que las universidades no pueden negar exámenes por falta
de pago; precisa que solo están facultadas para impedir la matrícula al ciclo siguiente. En este sentido,
las universidades privadas, no podrán impedir la rendición de exámenes de sus alumnos por falta de
pago, pues el hacerlo constituirá una intervención desproporcionada y abusiva al derecho fundamental
de la educación.
b) Sentencia recaída en el expediente Nº 00031-2008-PI/TC[31], publicada el 18 de diciembre de 2009,
sobre homologación de docentes universitarios, que declara infundada la demanda de
inconstitucionalidad, siendo la norma cuestionada la Ley Nº 29223 que precisa los términos de
continuación del Programa de Homologación de los Docentes de las Universidades Públicas. En la
sentencia se precisa que la ley impugnada (la Ley Nº 29223) si bien hace referencia a la Ley Nº 29137
al precisar su aplicación, no está vinculada exclusivamente a ésta sino que forma parte de un conjunto
de normas emitidas en el marco del programa de homologación de docentes dispuesta por la Ley Nº
29137 -Ley que aprueba los términos de continuación del Programa de Homologación. “En este
contexto –dice el TC– la Ley Nº 29223 viene a garantizar la continuación del Programa de
Homologación, permitiendo que no quede un vacío entre el 1 de junio y el 27 de noviembre de 2007.
Asimismo, la Ley Nº 29223 no crea ni aumenta el gasto público, tan solo concretiza un mandato
contenido en norma que forma parte del bloque de constitucionalidad, y cuyo cumplimiento ya ha sido
exigido por este Colegiado, que ha obligado al legislador a actuar en dicha dirección dando continuidad
al programa de homologación iniciado por cierto por acción del Poder Ejecutivo en el año 2005. Por
consiguiente, la norma impugnada no tiene contenido presupuestario, por lo que no está sujeta a los
principios constitucionales que son inherentes a este tipo de normas”.
c) Sentencia recaída en el expediente Nº 00025-2007-PI/TC[32], publicada el 08 de diciembre de 2009,
sobre protección constitucional del derecho a la huelga, que declaró infundada la demanda de
inconstitucionalidad interpuesta por el Decano Nacional del Colegio de Profesores contra el Congreso
de la República, siendo las normas cuestionadas los artículos 3º, 11º inciso d), 12º, 17º, 29º segundo
párrafo, 40º, 41º, 51º, 53º, 54º, 63º, 65º inciso c), así como la Sexta y la Décimo Tercera Disposición
Complementaria, Transitoria y Final de la Ley N.º 29062, Ley que modifica la Ley del Profesorado, en
lo referido a la Carrera Pública Magisterial. En la sentencia se precisa que: “(…) El establecer que los
profesores que hayan desaprobado la evaluación de desempeño en tres oportunidades sean retirados
de la carrera pública magisterial no puede ser considerado como un desconocimiento de los títulos
profesionales, puesto que ellos mantienen su vigencia y eficacia, por lo que el profesor retirado puede
seguir ejerciendo su carrera de profesor en el sector privado si alguna entidad educativa requiere y
acepta sus servicios”.
d) Sentencia recaída en el expediente Nº 00026-2007-PI/TC[33], publicada el 08 de diciembre de 2008
sobre la protección constitucional del derecho a la huelga, que declaró infundada la demanda de
inconstitucionalidad interpuesta por el Decano Nacional del Colegio de Profesores contra el Congreso
de la República, siendo la norma cuestionada el artículo 1º de la Ley Nº 28988, Ley que declara a la
Educación Básica Regular como Servicio Público Esencial. En la sentencia se precisa que mediante
el ejercicio del derecho a la huelga los trabajadores se encuentran facultados para desligarse de
manera temporal de sus obligaciones jurídico-contractuales, a efectos de lograr la obtención de algún
tipo de mejora por parte de sus empleadores, en relación a ciertas condiciones socioeconómicas o
laborales; asimismo, precisa “que se podría derivar como límites específicos al derecho de huelga para
los profesores que integran la Carrera Pública Magisterial, los siguientes: (i) Garantizar el contenido
esencial del derecho de educación, conforme lo ha establecido este Tribunal mediante STC N.º 0091-
2005-PA; (ii) El ejercicio del derecho a la huelga por parte de los profesores no podría conllevar la
cesación total de las actividades vinculadas al servicio público esencial de la educación; (iii) En caso
de huelga de larga duración se podría requerir el establecimiento de servicios mínimos en consulta
plena con los interlocutores sociales, al igual que ocurre en aquellos servicios cuya interrupción pueda
poner en peligro la vida, la seguridad o la salud de la persona en todo o parte de la población; (iv) La
huelga debe ejercerse en armonía con el orden público constitucional, que hace referencia a las
medidas dirigidas a proteger aquello que beneficia a la colectividad en su conjunto”.
e) Sentencia emitida en el expediente Nº 02175-2011-PA/TC[34], publicada el 24 de noviembre de 2012
sobre el caso Colegio Particular “San Francisco de Asís”. El colegiado declara fundada la demanda de
amparo señalando que el cobro que realizan los centros educativos por evaluación psicológica y
académica a postulantes que quieren ser parte de la institución educativa no constituye una cuota
extraordinaria y se realiza en el marco de la libertad de contratación que establece la Constitución. En
ese sentido, refiere que no existe motivo por el que Indecopi debe aplicar una sanción. El TC refiere
que “la libre contratación se fundamenta en la autonomía de la voluntad, cuyo contenido está integrado
por la libertad de contratar y la libertad de configuración interna. Sobre la base del ejercicio de los
conceptos señalados en el párrafo precedente, el TC señala que los centros educativos privado pueden
hacer cobros de cuotas extraordinarias si cuentan con autorización del Ministerio de Educación. En
ese sentido, el pago por derecho de inscripción no corresponde a un servicio presentado por la
institución educativas sino por un servicio de evaluación psicológica y académica a quienes desean
incorporarse como alumnos al centro educativo. Finalmente, a juicio de este tribunal, el citado artículo
16º de la Ley de los Centro Educativos Privados, Ley Nº 26549, está referido específicamente, a los
cobros que tales centros pueden hacer en contraprestación por los servicios educativos que brindan,
por lo que dicho artículo no es aplicable para el cobro del servicio denominado ‘derecho de inscripción’;
que no es una contraprestación por la enseñanza que el centro educativo imparte sino por un servicio
de evaluación (psicológica y académica) para quienes postulan o pretenden inscribirse en éste”.
f) Sentencia emitida en el expediente Nº 00017-2013-PI/TC[35], publicada el 13 de abril de 2014. El
Tribunal Constitucional (TC) declaró, por unanimidad, improcedente la demanda de
inconstitucionalidad contra la Ley de Reforma Magisterial y contra la Ley Nº 29988, que
establece medidas extraordinarias para el personal docente y administrativo de instituciones
educativas públicas y privadas. Según el colegiado, no se subsanaron las observaciones señaladas
en resolución de fecha 21 de agosto de 2013 y publicada en octubre de 2013. Una de las observaciones
consistió en que la demanda omitió concentrar la representación procesal de los demandantes en uno
solo de ellos. Otra observación indicaba que los demandantes no han precisado convenientemente los
dispositivos cuestionados en cada una de las leyes impugnadas ni los fundamentos que justifican su
pretensión. El Colegiado afirma que “de conformidad con lo previsto en el artículo 78° del Código
Procesal Constitucional, la sentencia que declare la inconstitucionalidad de una norma impugnada
puede declarar igualmente la de aquella otra a la que debe extenderse por conexión o consecuencia”.
En ese sentido, indica que “el órgano competente para hacer uso de la denominada
‘inconstitucionalidad por conexidad o consecuencia’ es el Tribunal Constitucional al momento de
sentenciar, siempre que se trate de una norma no invocada por el demandante y que la misma
complemente, precise o concretice el supuesto o la consecuencia de la norma declarada
inconstitucional. El TC sostiene que no es admisible que los ciudadanos firmantes del padrón que
sustenta una demanda de inconstitucionalidad se adscriban a su interposición sin saber con exactitud
cuáles son las normas que van a ser impugnadas, quedando tal decisión al libre albedrío del
representante, ni tampoco que el JNE autorice la presentación de una demanda tan imprecisa”.
g) De igual manera, en el expediente N° 0020-2012-PI/TC[36], el Tribunal Constitucional desestimó
la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por 33 congresistas contra diversos artículos de la Ley
N° 29944, de Reforma Magisterial. Los parlamentarios cuestionaban la migración de los docentes de
la Ley N° 24029, del Profesorado, a las nuevas escalas magisteriales, alegando principalmente la
reducción de su remuneración. El TC concluyó que el derecho a la remuneración “es susceptible de
ser restringido” y “en el caso de una reducción de la remuneración, ésta debe estar regida por los
criterios de excepcionalidad y razonabilidad”. Además, asegura que la migración de los profesores de
la Ley N° 24029 a las primeras escalas de la Ley N° 29944 no supone la violación de la dignidad de
los profesores, pues lo que hace la ley impugnada es una reestructuración total de la carrera
magisterial. “Es razonable –dice el TC a través de un comunicado- que en el marco de un esquema de
mejora de la calidad de la educación y de meritocracia, se les dé la opción de ser promovidos y,
eventualmente, ver incrementada su remuneración”. El TC explica además que los “intereses de los
estudiantes constituyen la razón de ser del sistema educativo”.
5. Conclusiones y recomendaciones
5.1. Conclusiones
Después de este periplo normativo y jurisprudencial del tratamiento que nuestro ordenamiento jurídico
otorga al derecho a la educación, permítaseme exponer algunas conclusiones que en mi concepto
sintetizan la visión y la posición que el Estado y la sociedad mantienen respecto a las definiciones, el
contenido y el ejercicio de tan importante derecho de la población peruana.
Una primera conclusión está referida a la noción que nuestro ordenamiento ha configurado del
término educación. Considero que la noción expresada en la Ley General de Educación –Ley N° 28044
es la más integral pues pone en conexión el proceso de aprendizaje y enseñanza -que se desarrolla a
lo largo de toda la vida- con la formación integral de las personas, al pleno desarrollo de sus
potencialidades, la creación de cultura, y el desarrollo de la familia y de la comunidad nacional,
latinoamericana y mundial. Además, este concepto no solo limita la impartición de la educación al
ámbito escolar-académico sino que incluye otros ámbitos entre los cuales se puede comprender al
hogar, la iglesia, la empresa, las fuerzas armadas, y la sociedad en general. El concepto implica, por
tanto, la necesidad que el criterio de educación sea lo más abarcante posible de modo que promueva
el desarrollo de estrategias de aprendizaje por todos los participantes en el proceso educativo. Albert
Einstein dijo en una oportunidad que el fin de la educación no es almacenar en el cerebro
conocimientos que uno puede encontrar en un manual, sino aprender a pensar. Este aprendizaje de
estrategias generales alcanza su cúspide en aprender a pensar y, más aún, en aprender a aprender:
Una instrucción que puede y debe realizarse a través de las diferentes áreas. La capacidad de pensar
es una habilidad compleja que no coincide con el conocimiento.
Una segunda conclusión está referida a la necesidad de que la educación sea una educación de
calidad[37]. Nuestro ordenamiento presenta el enfoque de la educación de calidad tanto en el plano
cognoscitivo como en el plano valorativo (axiológico). La necesidad de una educación de calidad es
fundamental para la consecución de los fines esenciales de ésta, pues, ciertamente, recibir una
educación de escasa calidad es lo mismo que no recibir educación alguna. Tiene poco o ningún sentido
brindarle a un niño o niña la oportunidad de matricularse en la escuela si la calidad de la educación es
tan deplorable que no le permitirá adquirir las habilidades cognoscitivas básicas o prepararse para la
vida.
Una tercera conclusión está referida al derecho a la educación como un derecho fundamental de los
ciudadanos peruanos. La posición adoptada por nuestro ordenamiento jurídico en este campo guarda
consonancia con la posición sostenida por los más elevados foros de discusión en torno a la educación
como derecho humano fundamental. En efecto, el 12 de julio del 2013, el mundo fuetestigo de ese
despliegue de valores en pro de la educación durante el Día Malala de las Naciones Unidas,
denominado así en honor a la chica paquistaní a la que dispararon. Su petición de educación, sobre
todo para las niñas, inspiró al mundo y dio lugar a una “sentada juvenil” de las Naciones Unidas,
donde un documento de conclusiones juvenil titulado El mundo que queremos fue entregado al
Secretario General, Ban Ki Moon. Entre otras cosas, el documento solicitaba al organismo
mundial: i) Trabajar con urgencia para garantizar el acceso a una enseñanza de
calidad; ii) proporcionar al menos nueve años de educación de calidad para todos los niños y niñas;
y, iii) contratar y formar de manera rigurosa a los y las docentes, para que apliquen los más altos
estándares de enseñanza.
Una cuarta conclusión está referida al desarrollo legislativo del derecho a la educación, tanto a nivel
histórico-constitucional como al nivel infraconstitucional contemporáneo. De la exposición legal se
desprende que en nuestro ordenamiento jurídico es de larga data la vocación del Estado y la sociedad
por brindar una educación de calidad a la población peruana. Este derecho ha ido progresando con el
paso del tiempo y de las exigencias de la sociedad para responder a los desafíos de la economía tanto
nacional como global. Sin embargo, las regulaciones legales sobre el derecho a la educación en
nuestro país no han estado acompañadas de resultados favorables; resultados que constituyen una
variable inherente al concepto de educación de calidad. El SERCE 2006 [38] evaluó el logro de
aprendizaje de 100.752 estudiantes de tercer grado y 95.288 de sexto grado de 16 países –incluyendo
el Perú– más el Estado mexicano de Nuevo León, en matemática, lectura y escritura y ciencias de la
naturaleza constituyendo, entonces, el estudio de calidad de la educación más grande implementado
en América Latina y el Caribe hasta la fecha. Los resultados fueron desalentadores para nuestro país,
y de los cuales –por poner un ejemplo– insertamos la gráfica para los alumnos del tercer grado de
educación primaria que no alcanzaron el nivel de desempeño II en lectura y matemática:
Gráfico N° 1: Alumnos del tercer grado de educación primaria que no alcanzaron el nivel de
desempeño II en lectura y matemática

Sin embargo, a nivel de la región latinoamericana los resultados tampoco son auspiciosos. De acuerdo
a los resultados de PISA-2009 (la prueba de rendimiento educativo más reciente disponible), en
promedio en los nueve países latinoamericanos participantes, un 58% de los alumnos en matemáticas,
un 45% en lectura y un 48% en ciencias no demostró haber alcanzado el nivel II de desempeño, nivel
que es considerado un piso mínimo de logro en cada asignatura evaluada. [39] De esto se concluye
que las medidas legales –tanto constitucionales como infraconstitucionales– en materia educativa
deben ir acompañadas con medidas socioeconómicas que profundicen mejoras en los niveles de vida
de la población.
Finalmente, una quinta conclusión está referida al desarrollo que nuestro Tribunal Constitucionalha
realizado –a través de su jurisprudencia– del derecho a la educación en nuestro ordenamiento jurídico.
En efecto, el Tribunal Constitucional ha señalado que la Constitución contiene una serie de
obligaciones que el Estado peruano debe cumplir en materia educativa. Esto es muy importante porque
permite a éste tener una guía para la formulación, ejecución y control de las políticas públicas
educativas, de igual manera permite a la sociedad conocer con mayor exactitud las obligaciones el
Estado para garantizar su derecho a la educación y de esta manera exigir su cumplimiento. Estas
obligaciones -que constituyen el contenido del derecho a la educación- puede ser sintetizado de la
siguiente manera:
a) El derecho de acceso a una educación adecuada:
a.1) El derecho a la cobertura educativa
a.2) El derecho de acceso en sentido estricto
b) El derecho a la permanencia y el respeto a la dignidad del escolar
c) El derecho a la calidad de la educación
d) Derechos de libertad:
d.1) La libertad de enseñanza
d.2) La libre elección del centro docente
d.3) La libertad de conciencia de los estudiantes
d.4) La libertad de cátedra
d.5) La libertad de creación de colegios y universidades.
5.2. Recomendaciones
Después de constatar que el desarrollo normativo y jurisprudencial del derecho a la educación en
nuestro país es de larga data, con alternancias de victorias y fracasos, se propone, como una
alternativa que complemente la ley y el desarrollo jurisprudencial constitucional, una REFORMA
EDUCATIVA, basada en los siguientes aspectos:
a) PLAN NACIONAL DE EDUCACIÓN: Actualmente sólo contamos con un proyecto educativo
nacional. Dicho plan deberá ser realista, es decir ajustarse a las necesidades de la realidad peruana.
b) Aumento de PRESUPUESTO: El plan deberá tener el respaldo financiero, con la finalidad de lograr
su eficaz concretización; y,
c) CONCERTACIÓN entre todos los agentes sociopolíticos: Estado, sindicato, empresa, magisterio y
la sociedad civil en general. Es preciso recordar que el Comité de Derechos Económicos Sociales y
Culturales en sus informes finales sobre el estado de los derechos económicos, sociales y culturales
en el Perú ha recomendado al Estado peruano incrementar su inversión en educación, es decir,
destinar mayores recursos para garantizar el derecho a la educación.[40] Para dar un gran salto en el
desarrollo, no solo requerimos un Proyecto Educativo Nacional, sino otros proyectos nacionales
concurrentes para otros sectores como: salud, medio ambiente, ciencia y tecnología, etcétera, que
logren cruzarse en el camino y traducirse en proyectos regionales y locales, es decir, plantear la
intersectorialidad. Ello nos exige pasar de un Estado archipiélago a una cultura estatal sinérgica hacia
dentro y fuera de ella misma, en alianza con agentes del mercado y de la sociedad civil.[41]

[1] Real Academia de la Lengua Española – RAE. Diccionario de la Lengua Española.


En: www.drae.rae.es, vigésima segunda edición.
[2] Castillo Córdova, Luis (2004). Comentarios al Código Procesal Constitucional. Lima: Ara Editores.
Pág. 520.
[3] En el artículo 1º de la anterior Ley General de Educación, Ley Nº 23384, la educación era definida
como “un proceso permanente que tiene por objeto el pleno desarrollo de la personalidad. Se inspira
en los principios de la democracia social”.
[4] Delors, Jacques (1998). “La Educación encierra un tesoro”. Informe de la Comisión Internacional
sobre la Educación para el siglo XXI a la UNESCO. Madrid: Santillana, Ediciones UNESCO. Pág.13.
[5] UNESCO (2004), « Rapport mondial de suivi sur EPT Education pour tous, L´exigence de qualite
2005 ». Editions UNESCO/París, p. 461. Citado en Ministerio de Educación. Plan Nacional de
Educación para Todos 2005-2015, Perú. Hacia una educación de calidad con equidad. Septiembre de
2005, Pág. 101.
[6] González Luna María Alejandra; El derecho a la educación y el condicionamiento al pago de las
pensiones en centros de estudio superiores públicos y privados, en Revista Jurídica Gaceta
Constitucional, Tomo 60, Diciembre 2012. Pág. 411.
[7] Faure Edgar y otros (1973). Aprender a ser. La educación del futuro. Madrid: UNESCO - Alianza
Editorial. Págs. 50, 51.
[8] Peces-Barba, Gregorio (1999). Curso de Derechos Fundamentales. Teoría General. Madrid:
Universidad Carlos III. Pág. 37.
[9] Pérez Luño, Antonio (1991). Derechos Humanos. Estado de Derecho y Constitución. 4ta. edición.
Madrid: Tecnos, Pág. 31.
[10] La Organización de las Naciones Unidas aprobó, en 1948, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, que marca las reglas y proporciona recomendaciones para que todos los países
protejan los derechos humanos de las personas que viven en ellos y dispone que el respeto a los
derechos humanos sea la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo.
[11] El mismo instrumento normativo señal que los Estados Partes en el presente Pacto reconocen
que, con objeto de lograr el pleno ejercicio de este derecho: a) La enseñanza primaria debe ser
obligatoria y asequible a todos gratuitamente; b) La enseñanza secundaria, en sus diferentes formas,
incluso la enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a
todos, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la
enseñanza gratuita; c) La enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la
base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la
implantación progresiva de la enseñanza gratuita; d) Debe fomentarse o intensificarse, en la medida
de lo posible, la educación fundamental para aquellas personas que no hayan recibido o terminado el
ciclo completo de instrucción primaria; e) Se debe proseguir activamente el desarrollo del sistema
escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantar un sistema adecuado de becas, y mejorar
continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente.
[12] Balaguer Callejón, Francisco (1992). Fuentes del Derecho. T. II. Madrid: Tecnos. Pág. 28.
[13] Betegon, Jerónimo, Gascón Marina; De Páramo, Juan Ramón; Prieto, Luis (1997). Lecciones de
teoría del derecho. Madrid: McGraw-Hill. Pág. 285.
[14] Sentencia del Tribunal Constitucional Expediente Nº 0050-2004-AI/TC y otros (acumulados),
fundamento 71.
[15] Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente Nº 4232-2004-AA/TC de fecha 19
de junio de 2006, FJ. Nº 11.
[16] Sentencia del Tribunal Constitucional en el Exp. N.° 04232-2004-AA/TC de fecha 03 de marzo de
2005, FJ Nº 10.
[17] Gaceta Jurídica (2010). Los derechos fundamentales: Estudios de los derechos constitucionales
desde las diversas especialidades del derecho. Compilación de artículos. Lima: Gaceta jurídica.
Primera Edición. Pág. 527.
[18] Ferrero Costa, Raúl (2012). La Constitución como soporte indispensable de la política. Lima:
Gaceta Jurídica. Primera edición. Págs. 64-67.
[19] Gaceta Jurídica (2011). El Tribunal Constitucional reescribe el Derecho: Estudios sobre la
incidencia de la jurisprudencia constitucional en las diferentes especialidades de Derecho. Primera
edición. Lima: Gaceta Jurídica. Pág. 91.
[20] Bernales, Enrique (1997). La Constitución de 1993. Lima: ICS. Pág.108.
[21] Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. N.º 4232-2004-AA/TC, de fecha 19 de junio de 2006,
FJ. Nº 11.
[22] Vega Torres, Martín (2009). “La educación: ¿Derecho humano o servicio público?”.
En: Contribuyendo a la labor parlamentaria. Lima: Movimiento Manuela Ramos. Pág. 23.
[23] Colombia ha regulado, en el artículo 67º de su Constitución Política, que “la educación es un
derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso
al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura”.
[24] Gaceta Jurídica (2012). Diccionario de Derecho Constitucional Contemporáneo. Primera edición.
Lima. Pág. 114.
[25] Gaceta Jurídica (2010). Los derechos fundamentales: Estudios de los derechos constitucionales
desde las diversas especialidades del derecho. Primera Edición 2010. Lima. Pág. 532.
[26] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD (2000). Informe sobre Desarrollo
Humano 2000. Madrid: Ediciones Mundi Prensa. Pág. 76.
[27] González Luna, María Alejandra (2012). “El derecho a la educación y el condicionamiento al pago
de las pensiones en centros de estudio superiores públicos y privados”. En: Revista Jurídica Gaceta
Constitucional, Tomo 60, Diciembre 2012, pág. 413.
[28] Los artículos señalados entiéndase que corresponde a la regulación establecida en la Constitución
Política del Perú.
[29] Sentencia del Tribunal Constitucional, en el EXP. N.° 4646-2007-PA/TC. CALLAO, FELICIANO
CONTRERAS ARANA
[30] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/00607-2009-AA.html
[31] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/00031-2008-AI.html
[32] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2008/00025-2007-AI.html
[33] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/00026-2007-AI.html
[34] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2012/02175-2011-AA.html
[35] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2013/00017-2013-AI%20Admisibilidad1.pdf.
[36] http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2014/00020-2012-AI.pdf
[37] La IE (Internacional de la Educación) ha propuesto que hablar de una educación de calidad implica:
 Formación de calidad. Garantizada por la contratación de candidatos que impartan la enseñanza de
alto nivel, por una formación inicial docente de alta calidad, por un desarrollo profesional continuo,
sueldos atractivos y unas condiciones de servicio establecidas mediante la negociación colectiva y
otras formas de diálogo social.
 Herramientas de calidad. Un plan de estudios adecuado que integre materiales y recursos de
aprendizaje y de formación, tales como los libros de texto y las TIC. Un plan de estudios de calidad
flexible que sea diseñado a través de un proceso inclusivo y que garantice la participación de los
docentes es altamente deseable. Las TIC pueden ser una poderosa herramienta para respaldar la
enseñanza y el aprendizaje. Sin embargo, las TIC no pueden y no deben sustituir al profesor.
 Entornos de calidad. Entornos de enseñanza y aprendizaje sanos, seguros, agradables y cómodos
que dispongan de instalaciones apropiadas para respaldar el aprendizaje del estudiante y para que los
docentes puedan enseñar de manera eficaz. Los ambientes de aprendizaje deben satisfacer las
necesidades de todos los estudiantes, especialmente las niñas y los niños con discapacidades.

[38] Sigla de Estudio Regional Comparativo y Explicativo.


[39] Los análisis de PISA-2009 han confirmado la importancia de la condición socioeconómica familiar
en el logro escolar. Sin embargo, el peso que esta inequidad social tiene sobre el desempeño de los
estudiantes varía sensiblemente entre países: en Perú, Uruguay, Chile y Argentina esta inequidad es
mayor que en el promedio de países de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos); pero en Panamá, Colombia, México y Brasil es similar.
[40] Observaciones finales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales al informe del
Estado Peruano. E/C.12/Add.14,20 de mayo del 1997.
[41] Sime Poma, Luis (2008). “La educación en la configuración subjetiva de los actores del
desarrollo”. En: Revista de Educación Vol. XVII, N° 32, marzo 2008. Pág. 49-62 / ISSN 1019-
9403. http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/educacion/article/download/1540/1485.

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