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Ante la Ley
♦ Constitucional > Garantías Constitucionales > Recurso de Protección > Vida
Privada
• Ministros
♦ José Fernández Richard
♦ Margarita Herreros Martínez
♦ María Antonia Morales Villagrán
♦ Milton Juica Arancibia
♦ Ricardo Gálvez Blanco
• Legislación Aplicada
♦ Constitución Política art 19 nº 2
♦ Constitución Política art 20
♦ Ley N° 19628 Año 1999 art 2 letra m
♦ Ley N° 19628 Año 1999 art 4

• Sentencia: Completa
• Corte de Apelaciones
• Corte Suprema

N° Legal Publishing: 34516


Corte Suprema, 25/05/2006, 1879-2006
Asociación de Funcionarios Médicos del Hospital Base de Valdivia; Leopoldo Ardiles Arnaíz; con
Priscila Jara Fuentes Contralor de la Región de Los Lagos;
Tipo: Recurso de ProtecciónResultado: Rechazado

Descriptor
Control Biométrico de Asistencia Laboral. Igualdad Ante la Ley. Derecho a la Vida Privada.

Doctrina
La negativa a sacar del sistema de enrolamiento de información de un control biométrico de
asistencia respecto de un médico de un hospital público, no viola sus garantías constitucionales.
Pues para que exista atentado contra la igualdad ante la ley, es necesario que se haya otorgado un
trato diverso a personas que se encuentran en una misma condición o situación, lo que no
acontece en la especie. Tampoco se vulnera el derecho a la protección de la vida privada, ya que
el hecho de estampar un dígito secreto y una huella dactilar, es un mecanismo de seguridad
suficiente para evitar el acceso de terceros a la información señalada (Considerandos Quinto y
Sexto, Corte de Apelaciones de Puerto Montt).
Legislación aplicada en el fallo :
Constitución Política art 19 nº 2; CPE_AR-19 Constitución Política art 20; CPE_AR-20 Ley N°
19628 Año 1999 art 2 letra m; LEY_19628_AR-2 Ley N° 19628 Año 1999 art 4; LEY_19628_AR-4

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Ministros:
José Fernández Richard; Margarita Herreros Martínez; María Antonia Morales Villagrán; Milton
Juica Arancibia; Ricardo Gálvez Blanco

Texto completo de la Sentencia


Puerto Montt, trece de abril de dos mil seis.

Vistos:

A fojas 14 comparece don Tito Herrera de la Fuente, abogado con domicilio en calle Pérez Rosales
Nº 619, Of. 402 de la ciudad de Valdivia, en representación de la Asociación de Funcionarios
Médicos del Hospital Base de Valdivia, creada al amparo de la ley Nº 19.286 y del médico cirujano
don Leopoldo Ardiles Arnaíz, residente de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Base de
Valdivia, quien interpone recurso de protección en contra de doña Priscila Jara Fuentes, Contralor
de la Región de Los Lagos, por haber dictado en forma arbitraria e ilegal y violando diversas
garantías de los funcionarlos a cuyo favor recurre, el dictamen Nº 0067 06 de 12 de enero del año
en curso, por el cual declara la legalidad de un sistema de enrolamiento creado por el
Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia, a través del ordinario Nº 134
de 2005, resolución por la cual se instruyó al personal de esta institución con el objeto de que se
inscribieran obligatoriamente en una base de datos de los funcionarios de dicho establecimiento,
que sería denominada posteriormente como "nuevo sistema de reloj biométrico de asistencia". El
dictamen Nº 0067 06 de la recurrida declara "que la implementación del sistema de control
biométrico de asistencia implementado por el Servicio de Salud de Valdivia (sic), se ajusta a
derecho, por cuanto se ha establecido en el ejercicio de facultades propias de la autoridad
respectiva, fundadas en el principio de jerarquía administrativa". Al efecto, la recurrente precisa que
por ord. Nº 134 de 31 de agosto de 2005 emanado del Departamento de Recursos Humanos cuya
jefatura es detentada por don Roger Paredes Araneda, consiste en una base de datos personales
de los funcionarios, comprendiéndose dentro de dichos antecedentes datos sensibles,
conceptualizados en la Ley Nº 19.628 de Protección de la Vida Privada, puesto que a través de
módulos computacionales emplazados en los pasillos del hospital, en los cuales luego de ingresar
una clave de 4 dígitos y una huella dactilar, se puede acceder a una llamada ficha personal digital
conformada por datos personales del consultante, que a su vez son almacenados en una base
central manejada por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base, sistema de
enrolamiento establecido con carácter obligatorio para el personal del Hospital Base de Valdivia, en
términos poco claros y a través de un simple ord., es decir, una simple comunicación, no
señalándose en dicho instrumento la finalidad de tal sistema. Refiere que por ello y debido a la
fragilidad de éste, el médico del hospital, don Leopoldo Ardiles Arnaíz, luego de haberse inscrito,
solicitó por escrito la eliminación de sus datos de enrolamiento, aduciendo que no se garantizaba la
inviolabilidad informática de la base de datos creada, solicitud que fue rechazada, y fue a propósito
de aquélla que el director del Hospital Base, don Javier Eduardo León Rivera recurre a la
Contraloría Regional solicitando un pronunciamiento en relación a la situación específica de dicho
profesional, y en cuanto a la legalidad de la medida implementada, y paralelamente la Asociación
de Funcionarios Médicos del mismo hospital solicita a la Contraloría un pronunciamiento en este
mismo orden.

Con relación al acto administrativo impugnado, refiere que el citado dictamen vulnera el espíritu y
letra de la ley Nº 19.628 de 28 de agosto de 1999 sobre Protección de la Vida Privada, y resulta

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arbitrario al haber sido adoptado con abuso a la discrecionalidad administrativa que entrega la ley.
En cuanto a lo primero, indica que la base de datos cuestionada comprende antecedentes de
naturaleza sensible, como la huella dactilar, y dado que se erige como un registro o banco de datos
de acuerdo a la definición contenida en la letra m) del artículo 2º de la ley Nº 19.628, su
implementación debe ajustarse a los preceptos contenidos en dicha normativa, y por tratarse de un
servicio público, a una doble normativa, y cita lo dispuesto en el artículo 4º de la ley Nº 19.628 que
establece que "El tratamiento de los datos personales sólo puede efectuarse cuando esta ley u
otras disposiciones legales lo autoricen o el titular consienta expresamente en ello", en tanto que el
artículo 20 de la misma, contenido dentro del Título IV "Del tratamiento de datos personales por
parte de un organismo público sólo podrá efectuarse respecto de materias de su competencia y
con sujeción a las reglas precedentes". A partir de la normativa invocada la recurrente concluye
que es procedente que un servicio público exija a sus funcionarios sus impresiones dactilares y
otros datos biométricos, siempre que exista una ley, que autorice expresamente a ese servicio para
el tratamiento de dichos datos, afirmación que fluye de lo estatuido en el artículo 10 de la ley Nº
19.628 que establece que no puede ser objeto de tratamiento de datos sensibles, salvo cuando la
ley lo autorice, exista consentimiento del titular o sean datos necesarios para la determinación y
otorgamiento de beneficios de salud que correspondan a sus titulares.

Conclusión a la que igualmente arriba si se estimara que los datos no son de naturaleza sensible
porque siempre se trata de datos personales que no provienen ni se recolectan de fuentes
accesibles al público, ni son de carácter económico, financiero, bancario o comercial.

En el caso de marras, no puede por consiguiente un órgano de la administración como es la


Contraloría Regional y declarar su conformidad sin incurrir en ilegalidad, vulnerando de esta
manera derechos fundamentales de los funcionarios médicos del Hospital Base de Valdivia, siendo
ello en particular grave si se toma en cuenta en especial los efectos permanentes de la decisión
adoptada, establecidos en el inciso final del artículo 9º de la L.O.C. de la Contraloría Regional.
Agrega además que el dictamen de este órgano contralor es ilegal pues establece la imposibilidad
de marginar a funcionarios de su aplicación por la simple circunstancia de manifestar su deseo de
ser excluidos del referido sistema, en consideración a que el artículo 4º inciso 4º de la ley 19.628
indica que "la autorización puede ser revocada, aunque sin efecto retroactivo, lo que también
deberá hacerse por escrito", refiriéndose esta norma a la autorización para figurar en la base de
datos. Al efecto, argumenta que don Leopoldo Ardiles Arnaíz solicitó por escrito ser eliminado de la
base de datos o sistema de control biométrico, petición que fue rechazada, decisión ratificada por
la Contraloría Regional, lo que transgrede no sólo la norma antes aludida sino además el principio
fundamental consagrado en el artículo 1º de la misma ley que establece la obligación por parte de
los encargados de los titulares de los datos de respectar el pleno ejercicio de los derechos
fundamentales de los titulares de los datos y de las facultades que dicha ley les confiere.

Con respecto a la arbitrariedad del dictamen que se impugna, argumenta que ello acontece por la
carencia en éste de fundamentos razonables para declarar conforme a derecho el sistema de
enrolamiento descrito en este recurso, siendo al efecto insuficiente el señalar que se ha establecido
en el ejercicio de facultades propias de la autoridad respectiva, fundadas en el principio de
jerarquía administrativa.

Por último, se invocan como garantías constitucionales conculcadas a sus representados, el


derecho a la igualdad ante la ley y el respeto y protección a la vida privada. En cuanto a la primera
consagrada en el artículo 19 Nº 2 de la Constitución Política de la República, en cuanto se
discrimina arbitraria e ilegalmente a los funcionarios médicos del Hospital Base de Valdivia al

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establecerse por medio de una resolución administrativa la prescindencia de ley para el tratamiento
de sus datos personales, teniendo presente que no por tratarse de funcionarios públicos y
pertenecer a un servicio público puede dejar de aplicárseles la Ley Nº 19.628 sobre Protección de
la Vida Privada y crear administrativamente un ordenamiento especial respecto de esta materia, al
margen de la citada ley, y sólo para este establecimiento. Además, en aplicación al mismo derecho
a la igualdad ante la ley, se concluye que la protección y tratamiento de los datos personales es el
mismo para todas las personas, y es sólo una la ley que se aplica para todas ellas, esto es, la Ley
Nº 19.628 sobre Protección de la Vida Privada, no siendo posible excluir arbitrariamente a un grupo
de personas ni crear ordenamientos especiales, conclusión valedera para los funcionarios
afectados por la creación de la base de datos y al caso particular del Dr. Leopoldo Ardiles Arnaíz.

Con respecto al derecho al respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su


familia, argumenta que a través del dictamen recurrido se materializa una decisión ilegal
consistente en la implementación sin fundamento legal alguno y sin garantía de inviolabilidad de un
registro o banco de datos personales, existiendo debido al manejo de los datos, a través de
módulos emplazados en los pasillos del hospital al cual puede acceder cualquier persona,
amenaza cierta de que este derecho sea conculcado, y además, por la fragilidad del sistema en
cuanto a su seguridad, no es ilógico temer por el uso malicioso de los datos, tanto por quienes
manejan la base como por personas ajenas al recinto que logren acceder a los registros,
recordando que dentro de los datos se encuentra la huella dactilar del funcionario, su fotografía, su
domicilio y su cédula de identidad, y tal como lo prescribe el artículo 19 Nº 26 de la C.P.R., la
afectación de las garantías constitucionales sólo pueden realizarse por ley.

Con el mérito de las argumentaciones expuestas, se solicita a esta Corte el restablecimiento del
imperio del derecho amparando a los recurrentes en el legítimo ejercicio de sus derechos
constitucionales a la igualad ante la ley y al respeto y protección a la vida privada, declarándose en
definitiva que la Contralor Regional de Los Lagos ha incurrido en un acto ilegal y arbitrario al
establecer por dictamen Nº 067 06, la legalidad del sistema de enrolamiento biométrico
implementado por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia, y la
imposibilidad de marginarse un funcionario público de dicho registro aun cuando éste manifieste
por escrito su deseo a ser excluido, a fin de que se deje sin efecto dicho dictamen y en su lugar se
declare la ilegalidad del sistema de enrolamiento descrito y la facultad de cualquier funcionario de
revocar su autorización a figurar en una base de datos personales, con costas.

Acompaña al libelo del recurso los documentos cuyo detalle se lee en el segundo otrosí de fojas
14, y agregados de fojas 1 a 13.

A fojas 29 se declara admisible el recurso.

A fojas 45 informa don Raúl Roa Sandoval, Contralor Regional de Los Lagos Subrogante, quien
luego de precisar que el dictamen por cuya causa se recurre fue emitido en respuesta a
presentación del director del Hospital Base de Valdivia quien solicitó pronunciamiento en relación a
la legalidad de un sistema de implementación de un sistema de control biométrico de asistencia,
que se verifica a través de la huella digital, y sobre la forma de proceder respecto de funcionarios
que nieguen su autorización para incorporarse a tal sistema, y durante la tramitación de este
pronunciamiento, don Eduardo Garcés Flores como presidente de la Asociación de Funcionarios
Médicos del Hospital Base de Valdivia, efectuó una solicitud sobre la misma materia. Al efecto,
explica que en su presentación, el director del Hospital Base señaló que por oficio ordinario Nº 134
de 2005, el Departamento de Recursos Humanos de ese centro instruyó al personal a fin de que se

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incorporara en el nuevo sistema de reloj biométrico de asistencia, el cual tenía el carácter
obligatorio, agregando que en un primer momento el médico don Leopoldo Ardiles Arnaíz se
incorporó pero posteriormente solicitó la eliminación de sus datos de enrolamiento aduciendo que
el nuevo sistema no le garantizaba la inviolabilidad informática de la base de datos que se creaba,
lo que fue desestimado por la autoridad. Agrega que por su parte, la Asociación de Funcionarios
Médicos del mismo hospital argumentó que el procedimiento se impuso de modo coercitivo y que a
su juicio vulneraba lo previsto en el artículo 19 Nº 4 de la Constitución Política de la República y la
Ley Nº 19.628 de Protección a la Vida Privada. En tales circunstancias, el dictamen recurrido
manifestó que de acuerdo a la jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la
República, compete a las jefaturas de los servicios públicos, con la asesoría del Departamento de
Personal respectivo, establecer los sistemas de control horario que estimen necesarios respecto
del personal de sus dependencias, para fiscalizar el tiempo efectivamente trabajado, así como para
verificar sus inasistencias y atrasos.

Sin perjuicio de lo anterior, la recurrida indica, primero, que en esta situación, su parte sólo ha
ejercido las facultades y funciones que le corresponden de acuerdo a los artículos 87 y 88 de la
C.P.R., 1, 5, 6 y 9 de su L.O.C. y 154 de la ley Nº 18.834, dando cumplimiento a su obligación de
velar por el irrestricto respeto al ordenamiento jurídico por parte de los organismos sujetos a su
fiscalización, pudiendo para tales efectos emitir dictámenes jurídicos sobre todas las materias
sujetas a su control. En ese orden, refiere que acoger el presente recurso implicaría dejar sin efecto
un pronunciamiento evacuado en el ejercicio de sus atribuciones por la Contraloría Regional, en
áreas de su competencia.

En segundo lugar, se solicita el rechazo del recurso puesto que el órgano contralor se ha limitado a
señalar, en aplicación de la jurisprudencia vigente sobre la materia, que resulta ajustada a derecho
la implementación del sistema de control reclamado, sin que corresponda a esta misma entidad el
análisis de aspectos técnicos de dicho mecanismo tales como los resguardos de accesos a la
información que contiene, bastando para establecer la idoneidad del sistema que éste cumpla con
la finalidad para el que se ha concebido. Sin perjuicio de ello, se agrega la circunstancia de que los
datos que se consignan en el recurso como de carácter personal ya se encuentran incorporados a
las bases informáticas del hospital, siendo incluso obligatorio para los funcionarios el mantenerlos
actualizados y de este modo, cabe entender que la base de información asociada al sistema de
control horario no es sino parte de una base general de información con la que cuenta el hospital
en forma previa y que ha sido recogida de acuerdo a las facultades legales propias de la dirección
del establecimiento. Refiere que, para el caso que las aplicaciones de orden administrativo interno
respecto de la información consignada pudieran ser consideradas como tratamiento de datos
personales, ello corresponde a una finalidad permitida por el ordenamiento jurídico al encontrarse
contemplada entre las facultades generales que los directores de los servicios de salud ejercen
respecto del personal de su dependencia, conforme a lo previsto en la letra g) del artículo 20 del
D.L. 2763 de 1979 que regula los servicios de salud, facultades que pueden ser delegadas en los
directores de hospitales en virtud de lo establecido en la letra m) de la norma aludida. Y asimismo
como lo dispone la letra g) del artículo 46 del decreto Nº 140 de 2004, que contiene el Reglamento
Orgánico de los Servicios de Salud, corresponde a los directores del hospital, ejercer las funciones
de administración del personal destinado al establecimiento respectivo y que el director del servicio
le delegue, facultades en las que se comprende la implementación de un sistema de control
horario.

Continúa exponiendo que en todo caso, respecto de la autorización que el actor supone debe darse
para el uso de la información consignada, el mismo artículo 20 de la ley Nº 19.628 señala que el

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tratamiento de los datos personales por parte de un organismo público sólo podrá efectuarse
respecto de las materias de su competencia y con sujeción a las reglas de esa ley y en esas
condiciones, no necesitará el consentimiento del titular. Con respecto a la posibilidad de que
terceros utilicen en forma maliciosa la información a la cual se puede acceder a través del
mecanismo de control, situación a que se ve expuesta cualquier base informática, es
responsabilidad del servicio adoptar las acciones conducentes a proporcionar un mayor resguardo,
materia ajena al órgano contralor recurrido, no obstante hacer presente que el sistema funciona a
través de módulos computacionales emplazados en los pasillos del Hospital en los cuales el
funcionario debe ingresar una clave de cuatro dígitos y una huella dactilar, a la cual se accede a
una ficha personal digital.

Con respecto a las garantías constitucionales que se estiman conculcadas, sostiene que el
dictamen cuestionado no ha significado otorgar un trato diverso a quienes se encuentran en una
misma condición, y respecto al respeto a la vida privada, refiere que el mismo dictamen no
persigue como finalidad la vulneración de tal prerrogativa sino sólo establecer la legalidad en la
aplicación de un sistema de control.

Se adjuntan los documentos descritos en el punto IV del informe.

A fojas 54 asume la representación de la Contralor Regional de Los Lagos el abogado procurador


fiscal (S) por el Fisco de Chile, don Eduardo Montecinos Palacios, quien delega poder en la
abogado fiscal doña Paula Castro Jones.

A fojas 63 informa don Claudio Valdebenito López, jefe del Subdepartamento de Informática del
Hospital Base de Valdivia, quien expone que en el marco de la reforma a la salud pública en Chile
normada a través de la Ley A.U.G.E. y de las normativas vigentes orientadas a desarrollar
hospitales autogestionados en conjunto con el concepto de "gobierno digital" y las políticas de "cero
papel" que impulsa el gobierno central, el año 2005 el Ministerio de Salud instruye el Compromiso
de Gestión 10 cuyo objetivo general fue avanzar en el desarrollo, utilización y optimización de
sistemas de información en las áreas financieras, de recursos humanos y gestión de garantías para
facilitar la labor del gestor de red en las áreas descritas", y la meta Nº 2 de este compromiso de
gestión fue "tener el 100% de los funcionarios con registro de sus asistencias mediante módulo de
control de asistencia". Para el año 2006 se establece el mismo compromiso Nº 10 definiéndose en
la meta Nº 5 "Implementar el módulo de control de asistencia permitiendo la organización,
distribución y control de turnos y horas extras de los funcionarios con registro de las horas extras y
minutos de atraso que inciden en las remuneraciones, mediante un mismo procesamiento".

Puntualiza que a partir de este Compromiso adoptado por todos los servicios de salud y hospitales
públicos de nuestro país, se inició la implementación de un sistema único de registro y control que
cumpliera la meta establecida, perteneciendo el sistema que hoy se utiliza en el área de RR.HH. a
la empresa Insico y el subsistema de remuneración basa su información en el módulo de control de
asistencia, el que utiliza un sistema de reloj biométrico proporcionado por la empresa N.E.C. que
realiza una lectura de la huella digital del funcionario para marcar entrada y salida. Explica, al
efecto, que este sistema involucra la lectura de la huella digital del funcionario y posterior
comparación con patrones de huellas previamente almacenados y enrolados, y una vez identificado
el funcionario, se despliegan sus datos personales frente a él a través de una pantalla de
computador. Indica que esta tecnología es la misma implementada en el Servicio de Registro e
Identificación de Chile y varias empresas, estando las huellas y datos almacenados en el servidor
central de este sistema encriptados y codificados de manera que no pueden ser utilizados por otro

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sistema que no sea el del módulo de control de asistencia, y de igual forma la información viaja
encriptada por la red de datos, es decir, sólo el receptor y el transmisor son capaces de interpretar
y entender los datos que se transmiten. A su vez, los algoritmos de encriptación son de tercera y
cuarta generación con al menos 32 bits de implementación y son similares a los utilizados por las
instituciones bancarias y organismos de defensa, en tanto que el acceso al servidor central está
restringido sólo a la empresa que implantó el sistema, es decir, los funcionarios técnicos en
informática no pueden acceder a él ni a su información.

A fojas 67, encontrándose en estado de ver, se trajeron los autos en relación.

Con lo relacionado y considerando:

Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de


la Constitución Política de la República, constituye jurídicamente una acción de carácter cautelar,
destinada a amparar el libre ejercicio de las garantías y derechos preexistentes, que en esa misma
disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo que se deben tomar ante
un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe su ejercicio.

Segundo: Que el acto que los recurrentes consideran ilegal y arbitrario es el dictamen Nº 0067 06
de fecha 12 de enero de dos mil seis, por el cual se declara la legalidad de un sistema de
enrolamiento creado por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia. A
través del ordinario Nº 134 de 2005 se instruye al personal de dicho hospital para que se inscriban,
obligatoriamente, en una base de datos de los funcionarios, llamada posteriormente "nuevo sistema
de reloj biométrico de asistencia".

Que dicho sistema funciona a través de cuatro módulos computacionales, en el que se debe
ingresar una clave de cuatro dígitos y una huella dactilar para acceder a la ficha personal digital,
constituida por un conjunto de datos personales del consultante, almacenados en una base central
manejada por el Departamento de Recursos Humanos del hospital, la que es poco fiable en cuanto
a su inviolabilidad. Dentro de los referidos datos se comprende la huella dactilar del funcionario, su
fotografía, su Rut, su domicilio, etc, aspectos íntimos de la persona.

Tercero: Que el médico del referido hospital, don Leopoldo Ardiles Arnaíz, luego de haberse
inscrito, solicitó por escrito, su eliminación de su enrolamiento por cuanto el nuevo sistema no le
garantizaba la inviolabilidad informática, solicitud que fue rechazada, señalándole que ello formaba
parte del proceso de modernización del recinto hospitalario y siendo el referido enrolamiento una
obligación funcionaria de la que nadie podría eximirse.

Consultada la Contraloría Regional de Los Lagos acerca de la legalidad de la medida


implementada, contesta el organismo contralor mediante el dictamen Nº 0067 06 declarando la
legalidad de dicho sistema y la obligación de los funcionarios del Hospital Base de Valdivia, de
inscribirse.

Que a juicio del recurrente el referido dictamen constituye una privación o amenaza y perturbación,
tanto del derecho de igualdad ante la ley, como el respeto y protección a la vida privada de los
funcionarios médicos del referido hospital. Que los hechos referidos contravienen las disposiciones
de la Ley Nº 19.628 sobre Protección de la Vida Privada en sus artículos 4, 10 y 20 y los números 3
y 4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República.

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Finaliza solicitando se acoja el presente recurso de protección declarándose que la Contraloría
Regional de Los Lagos ha incurrido en un acto ilegal y arbitrario, y se deje sin efecto el citado
dictamen y en su lugar se dicte otro que declare la ilegalidad del sistema de enrolamiento descrito y
la facultad de cualquier funcionario de revocar su autorización a figurar en una base de datos
personales. Con costas.

Cuarto: Que informando la recurrida, solicita al rechazo del recurso de protección, aclarando que
debe entenderse que el acto recurrido es el dictamen Nº 228 de doce de enero de dos mil seis,
identificado en el libelo como Nº 0067 06, que corresponde en realidad al número interno de la
Unidad Jurídica de dicha Contraloría Regional.

Continúa expresando que por las razones que se señalan en el propio dictamen 228, que rola en
autos, se concluyó que la implementación de un sistema de control biométrico de asistencia en el
Hospital Base de Valdivia se ajusta a derecho, por cuanto corresponde al ejercicio de facultades
propias de la autoridad administrativa, fundadas en el principio de jerarquía administrativa, no
resultando posible marginar de su aplicación a funcionarios por la simple circunstancia de
manifestar su deseo de ser excluidos del referido sistema.

Que el organismo contralor se ha limitado a ejercer las facultades y funciones que le corresponde
de acuerdo a los artículos 87 y 88 de la Constitución Política de la República y 1, 5, 6, y 9 de su
Ley Orgánica Constitucional Nº 10.336 y artículo 154 de la ley Nº 18.834, dando cumplimiento a su
obligación de velar por el irrestricto respeto al ordenamiento jurídico por parte de los organismos
sujetos a su fiscalización, pudiendo para tales efectos, emitir dictámenes jurídicos sobre todas las
materias sujetas a su control, por lo que mal podría calificarse su actuar de ilegal o arbitrario.

Que no es procedente mediante un recurso de protección, dejar sin efecto un pronunciamiento


jurídico evacuado por ella en uso de sus facultades legales, toda vez que ello constituye una
función constitucional y legal, exclusiva y excluyente de dicho organismo.

Que el D.L 2763, de 1979 que regula los servicios de salud establece, entre las facultades de éstos
en su artículo 20 letra g) aquella de aplicar normas de orden administrativo como tratamiento de
datos personales, las que pueden delegar en los directores de hospitales, según la letra m) de
dicho artículo.

Asimismo el artículo 46 letra g) del D. 140, de 2004 que contiene el Reglamento Orgánico de los
Servicios de Salud, dispone que corresponde a los directores de hospitales ejercer las funciones de
administración del personal destinado al establecimiento respectivo, en las que se comprende la
implementación de un sistema de control horario.

Que desde el momento en que el consentimiento del titular fue otorgado al ingresar al servicio,
aportando su identidad y los demás datos personales que se le requirieran, ella puede ser
legítimamente utilizada por el establecimiento para la finalidad de control de asistencia y salida del
personal, de modo que el nuevo sistema incorporado no agrega nueva información,
correspondiendo únicamente al mecanismo técnico para habilitar su operatividad.

Quinto: Que de los antecedentes allegados al recurso y los que el tribunal ha hecho agregar, no se
divisa en qué forma se configuraría la conculcación al derecho de igualdad ante la ley consagrado
en el Nº 2 del artículo 19 de la Constitución Política de la República ya que para que ello ocurra
debe acreditarse que se ha otorgado un trato diverso a personas que se encuentran en una misma

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condición o situación, lo que no acontece en la especie.

Sexto: Que en lo relativo a la garantía establecida en el Nº 4 del artículo 19 de la Carta


Fundamental, esto es, el derecho a la protección de la vida privada, no puede estimarse vulnerada
por el solo hecho de emitir un dictamen que le fue solicitado y declarar la legalidad de la aplicación
de los mecanismos empleados para fiscalizar el horario de asistencia y salida del personal,
teniendo especialmente presente que el hecho de estampar un dígito secreto y una huella dactilar,
es un mecanismo de seguridad suficiente para evitar el acceso de terceros a la información
señalada.

Séptimo: Que de lo expuesto por los recurrentes, la documentación allegada a estos autos y de las
disposiciones legales citadas, apreciadas conforme a las reglas de la sana crítica, se colige que
ninguno de los derechos constitucionales que se señalan como vulnerados, se han conculcado ni
amenazado, toda vez que la recurrida se limitó a informar sobre la legalidad del sistema empleado
para el control de asistencia del personal médico implementado mediante el ordinario Nº 134 de 31
de agosto de 2005, emanado del Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de
Valdivia.

Y visto lo dispuesto en los artículos 19 y 20 de la Constitución Política de la República, auto


acordado de la Excma. Corte Suprema sobre tramitación y fallo del recurso de protección de
garantías constitucionales, se declara sin lugar el interpuesto a fojas 14 por el abogado don Tito
Herrera de la Fuente en representación de la Asociación de Funcionarios Médicos del Hospital
Base de Valdivia y del médico don Leopoldo Ardiles Arnaíz.

Regístrese y archívese.

Redacción de la Presidenta señora Sylvia Aguayo Vicencio.

Pronunciada por los Ministros Titulares de la Iltma. Corte señora Sylvia Aguayo Vicencio, señor
Hernán Crisosto Greisse y Abogado Integrante señor Pedro Campos Latorre.

Autoriza la Secretaria Titular doña Mónica Sierpe Scheuch.

Rol Nº 29 2006.

Santiago, veinticinco de mayo de dos mil seis.

A fojas 91 y 92, téngase presente.

Vistos:

Se confirma la sentencia apelada de trece de abril último, escrita a fojas 71.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez, Milton Juica,
señorita María Antonia Morales y señora Margarita Herreros; y el Abogado Integrante señor José
Fernández.

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Autorizado por el Secretario señor Carlos A. Meneses Pizarro.

Rol Nº 1.879 2006.

Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 13/04/2006, 29-2006

Texto Sentencia Corte de Apelaciones :


Puerto Montt, trece de abril de dos mil seis.

Vistos:

A fojas 14 comparece don Tito Herrera de la Fuente, abogado con domicilio en calle Pérez Rosales
Nº 619, Of. 402 de la ciudad de Valdivia, en representación de la Asociación de Funcionarios
Médicos del Hospital Base de Valdivia, creada al amparo de la ley Nº 19.286 y del médico cirujano
don Leopoldo Ardiles Arnaíz, residente de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Base de
Valdivia, quien interpone recurso de protección en contra de doña Priscila Jara Fuentes, Contralor
de la Región de Los Lagos, por haber dictado en forma arbitraria e ilegal y violando diversas
garantías de los funcionarlos a cuyo favor recurre, el dictamen Nº 0067 06 de 12 de enero del año
en curso, por el cual declara la legalidad de un sistema de enrolamiento creado por el
Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia, a través del ordinario Nº 134
de 2005, resolución por la cual se instruyó al personal de esta institución con el objeto de que se
inscribieran obligatoriamente en una base de datos de los funcionarios de dicho establecimiento,
que sería denominada posteriormente como "nuevo sistema de reloj biométrico de asistencia". El
dictamen Nº 0067 06 de la recurrida declara "que la implementación del sistema de control
biométrico de asistencia implementado por el Servicio de Salud de Valdivia (sic), se ajusta a
derecho, por cuanto se ha establecido en el ejercicio de facultades propias de la autoridad
respectiva, fundadas en el principio de jerarquía administrativa". Al efecto, la recurrente precisa que
por ord. Nº 134 de 31 de agosto de 2005 emanado del Departamento de Recursos Humanos cuya
jefatura es detentada por don Roger Paredes Araneda, consiste en una base de datos personales
de los funcionarios, comprendiéndose dentro de dichos antecedentes datos sensibles,
conceptualizados en la Ley Nº 19.628 de Protección de la Vida Privada, puesto que a través de
módulos computacionales emplazados en los pasillos del hospital, en los cuales luego de ingresar
una clave de 4 dígitos y una huella dactilar, se puede acceder a una llamada ficha personal digital
conformada por datos personales del consultante, que a su vez son almacenados en una base
central manejada por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base, sistema de
enrolamiento establecido con carácter obligatorio para el personal del Hospital Base de Valdivia, en
términos poco claros y a través de un simple ord., es decir, una simple comunicación, no
señalándose en dicho instrumento la finalidad de tal sistema. Refiere que por ello y debido a la
fragilidad de éste, el médico del hospital, don Leopoldo Ardiles Arnaíz, luego de haberse inscrito,
solicitó por escrito la eliminación de sus datos de enrolamiento, aduciendo que no se garantizaba la
inviolabilidad informática de la base de datos creada, solicitud que fue rechazada, y fue a propósito
de aquélla que el director del Hospital Base, don Javier Eduardo León Rivera recurre a la
Contraloría Regional solicitando un pronunciamiento en relación a la situación específica de dicho
profesional, y en cuanto a la legalidad de la medida implementada, y paralelamente la Asociación
de Funcionarios Médicos del mismo hospital solicita a la Contraloría un pronunciamiento en este
mismo orden.

Con relación al acto administrativo impugnado, refiere que el citado dictamen vulnera el espíritu y

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letra de la ley Nº 19.628 de 28 de agosto de 1999 sobre Protección de la Vida Privada, y resulta
arbitrario al haber sido adoptado con abuso a la discrecionalidad administrativa que entrega la ley.
En cuanto a lo primero, indica que la base de datos cuestionada comprende antecedentes de
naturaleza sensible, como la huella dactilar, y dado que se erige como un registro o banco de datos
de acuerdo a la definición contenida en la letra m) del artículo 2º de la ley Nº 19.628, su
implementación debe ajustarse a los preceptos contenidos en dicha normativa, y por tratarse de un
servicio público, a una doble normativa, y cita lo dispuesto en el artículo 4º de la ley Nº 19.628 que
establece que "El tratamiento de los datos personales sólo puede efectuarse cuando esta ley u
otras disposiciones legales lo autoricen o el titular consienta expresamente en ello", en tanto que el
artículo 20 de la misma, contenido dentro del Título IV "Del tratamiento de datos personales por
parte de un organismo público sólo podrá efectuarse respecto de materias de su competencia y
con sujeción a las reglas precedentes". A partir de la normativa invocada la recurrente concluye
que es procedente que un servicio público exija a sus funcionarios sus impresiones dactilares y
otros datos biométricos, siempre que exista una ley, que autorice expresamente a ese servicio para
el tratamiento de dichos datos, afirmación que fluye de lo estatuido en el artículo 10 de la ley Nº
19.628 que establece que no puede ser objeto de tratamiento de datos sensibles, salvo cuando la
ley lo autorice, exista consentimiento del titular o sean datos necesarios para la determinación y
otorgamiento de beneficios de salud que correspondan a sus titulares.

Conclusión a la que igualmente arriba si se estimara que los datos no son de naturaleza sensible
porque siempre se trata de datos personales que no provienen ni se recolectan de fuentes
accesibles al público, ni son de carácter económico, financiero, bancario o comercial.

En el caso de marras, no puede por consiguiente un órgano de la administración como es la


Contraloría Regional y declarar su conformidad sin incurrir en ilegalidad, vulnerando de esta
manera derechos fundamentales de los funcionarios médicos del Hospital Base de Valdivia, siendo
ello en particular grave si se toma en cuenta en especial los efectos permanentes de la decisión
adoptada, establecidos en el inciso final del artículo 9º de la L.O.C. de la Contraloría Regional.
Agrega además que el dictamen de este órgano contralor es ilegal pues establece la imposibilidad
de marginar a funcionarios de su aplicación por la simple circunstancia de manifestar su deseo de
ser excluidos del referido sistema, en consideración a que el artículo 4º inciso 4º de la ley 19.628
indica que "la autorización puede ser revocada, aunque sin efecto retroactivo, lo que también
deberá hacerse por escrito", refiriéndose esta norma a la autorización para figurar en la base de
datos. Al efecto, argumenta que don Leopoldo Ardiles Arnaíz solicitó por escrito ser eliminado de la
base de datos o sistema de control biométrico, petición que fue rechazada, decisión ratificada por
la Contraloría Regional, lo que transgrede no sólo la norma antes aludida sino además el principio
fundamental consagrado en el artículo 1º de la misma ley que establece la obligación por parte de
los encargados de los titulares de los datos de respectar el pleno ejercicio de los derechos
fundamentales de los titulares de los datos y de las facultades que dicha ley les confiere.

Con respecto a la arbitrariedad del dictamen que se impugna, argumenta que ello acontece por la
carencia en éste de fundamentos razonables para declarar conforme a derecho el sistema de
enrolamiento descrito en este recurso, siendo al efecto insuficiente el señalar que se ha establecido
en el ejercicio de facultades propias de la autoridad respectiva, fundadas en el principio de
jerarquía administrativa.

Por último, se invocan como garantías constitucionales conculcadas a sus representados, el


derecho a la igualdad ante la ley y el respeto y protección a la vida privada. En cuanto a la primera
consagrada en el artículo 19 Nº 2 de la Constitución Política de la República, en cuanto se

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discrimina arbitraria e ilegalmente a los funcionarios médicos del Hospital Base de Valdivia al
establecerse por medio de una resolución administrativa la prescindencia de ley para el tratamiento
de sus datos personales, teniendo presente que no por tratarse de funcionarios públicos y
pertenecer a un servicio público puede dejar de aplicárseles la Ley Nº 19.628 sobre Protección de
la Vida Privada y crear administrativamente un ordenamiento especial respecto de esta materia, al
margen de la citada ley, y sólo para este establecimiento. Además, en aplicación al mismo derecho
a la igualdad ante la ley, se concluye que la protección y tratamiento de los datos personales es el
mismo para todas las personas, y es sólo una la ley que se aplica para todas ellas, esto es, la Ley
Nº 19.628 sobre Protección de la Vida Privada, no siendo posible excluir arbitrariamente a un grupo
de personas ni crear ordenamientos especiales, conclusión valedera para los funcionarios
afectados por la creación de la base de datos y al caso particular del Dr. Leopoldo Ardiles Arnaíz.

Con respecto al derecho al respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su


familia, argumenta que a través del dictamen recurrido se materializa una decisión ilegal
consistente en la implementación sin fundamento legal alguno y sin garantía de inviolabilidad de un
registro o banco de datos personales, existiendo debido al manejo de los datos, a través de
módulos emplazados en los pasillos del hospital al cual puede acceder cualquier persona,
amenaza cierta de que este derecho sea conculcado, y además, por la fragilidad del sistema en
cuanto a su seguridad, no es ilógico temer por el uso malicioso de los datos, tanto por quienes
manejan la base como por personas ajenas al recinto que logren acceder a los registros,
recordando que dentro de los datos se encuentra la huella dactilar del funcionario, su fotografía, su
domicilio y su cédula de identidad, y tal como lo prescribe el artículo 19 Nº 26 de la C.P.R., la
afectación de las garantías constitucionales sólo pueden realizarse por ley.

Con el mérito de las argumentaciones expuestas, se solicita a esta Corte el restablecimiento del
imperio del derecho amparando a los recurrentes en el legítimo ejercicio de sus derechos
constitucionales a la igualad ante la ley y al respeto y protección a la vida privada, declarándose en
definitiva que la Contralor Regional de Los Lagos ha incurrido en un acto ilegal y arbitrario al
establecer por dictamen Nº 067 06, la legalidad del sistema de enrolamiento biométrico
implementado por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia, y la
imposibilidad de marginarse un funcionario público de dicho registro aun cuando éste manifieste
por escrito su deseo a ser excluido, a fin de que se deje sin efecto dicho dictamen y en su lugar se
declare la ilegalidad del sistema de enrolamiento descrito y la facultad de cualquier funcionario de
revocar su autorización a figurar en una base de datos personales, con costas.

Acompaña al libelo del recurso los documentos cuyo detalle se lee en el segundo otrosí de fojas
14, y agregados de fojas 1 a 13.

A fojas 29 se declara admisible el recurso.

A fojas 45 informa don Raúl Roa Sandoval, Contralor Regional de Los Lagos Subrogante, quien
luego de precisar que el dictamen por cuya causa se recurre fue emitido en respuesta a
presentación del director del Hospital Base de Valdivia quien solicitó pronunciamiento en relación a
la legalidad de un sistema de implementación de un sistema de control biométrico de asistencia,
que se verifica a través de la huella digital, y sobre la forma de proceder respecto de funcionarios
que nieguen su autorización para incorporarse a tal sistema, y durante la tramitación de este
pronunciamiento, don Eduardo Garcés Flores como presidente de la Asociación de Funcionarios
Médicos del Hospital Base de Valdivia, efectuó una solicitud sobre la misma materia. Al efecto,
explica que en su presentación, el director del Hospital Base señaló que por oficio ordinario Nº 134

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de 2005, el Departamento de Recursos Humanos de ese centro instruyó al personal a fin de que se
incorporara en el nuevo sistema de reloj biométrico de asistencia, el cual tenía el carácter
obligatorio, agregando que en un primer momento el médico don Leopoldo Ardiles Arnaíz se
incorporó pero posteriormente solicitó la eliminación de sus datos de enrolamiento aduciendo que
el nuevo sistema no le garantizaba la inviolabilidad informática de la base de datos que se creaba,
lo que fue desestimado por la autoridad. Agrega que por su parte, la Asociación de Funcionarios
Médicos del mismo hospital argumentó que el procedimiento se impuso de modo coercitivo y que a
su juicio vulneraba lo previsto en el artículo 19 Nº 4 de la Constitución Política de la República y la
Ley Nº 19.628 de Protección a la Vida Privada. En tales circunstancias, el dictamen recurrido
manifestó que de acuerdo a la jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la
República, compete a las jefaturas de los servicios públicos, con la asesoría del Departamento de
Personal respectivo, establecer los sistemas de control horario que estimen necesarios respecto
del personal de sus dependencias, para fiscalizar el tiempo efectivamente trabajado, así como para
verificar sus inasistencias y atrasos.

Sin perjuicio de lo anterior, la recurrida indica, primero, que en esta situación, su parte sólo ha
ejercido las facultades y funciones que le corresponden de acuerdo a los artículos 87 y 88 de la
C.P.R., 1, 5, 6 y 9 de su L.O.C. y 154 de la ley Nº 18.834, dando cumplimiento a su obligación de
velar por el irrestricto respeto al ordenamiento jurídico por parte de los organismos sujetos a su
fiscalización, pudiendo para tales efectos emitir dictámenes jurídicos sobre todas las materias
sujetas a su control. En ese orden, refiere que acoger el presente recurso implicaría dejar sin efecto
un pronunciamiento evacuado en el ejercicio de sus atribuciones por la Contraloría Regional, en
áreas de su competencia.

En segundo lugar, se solicita el rechazo del recurso puesto que el órgano contralor se ha limitado a
señalar, en aplicación de la jurisprudencia vigente sobre la materia, que resulta ajustada a derecho
la implementación del sistema de control reclamado, sin que corresponda a esta misma entidad el
análisis de aspectos técnicos de dicho mecanismo tales como los resguardos de accesos a la
información que contiene, bastando para establecer la idoneidad del sistema que éste cumpla con
la finalidad para el que se ha concebido. Sin perjuicio de ello, se agrega la circunstancia de que los
datos que se consignan en el recurso como de carácter personal ya se encuentran incorporados a
las bases informáticas del hospital, siendo incluso obligatorio para los funcionarios el mantenerlos
actualizados y de este modo, cabe entender que la base de información asociada al sistema de
control horario no es sino parte de una base general de información con la que cuenta el hospital
en forma previa y que ha sido recogida de acuerdo a las facultades legales propias de la dirección
del establecimiento. Refiere que, para el caso que las aplicaciones de orden administrativo interno
respecto de la información consignada pudieran ser consideradas como tratamiento de datos
personales, ello corresponde a una finalidad permitida por el ordenamiento jurídico al encontrarse
contemplada entre las facultades generales que los directores de los servicios de salud ejercen
respecto del personal de su dependencia, conforme a lo previsto en la letra g) del artículo 20 del
D.L. 2763 de 1979 que regula los servicios de salud, facultades que pueden ser delegadas en los
directores de hospitales en virtud de lo establecido en la letra m) de la norma aludida. Y asimismo
como lo dispone la letra g) del artículo 46 del decreto Nº 140 de 2004, que contiene el Reglamento
Orgánico de los Servicios de Salud, corresponde a los directores del hospital, ejercer las funciones
de administración del personal destinado al establecimiento respectivo y que el director del servicio
le delegue, facultades en las que se comprende la implementación de un sistema de control
horario.

Continúa exponiendo que en todo caso, respecto de la autorización que el actor supone debe darse

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para el uso de la información consignada, el mismo artículo 20 de la ley Nº 19.628 señala que el
tratamiento de los datos personales por parte de un organismo público sólo podrá efectuarse
respecto de las materias de su competencia y con sujeción a las reglas de esa ley y en esas
condiciones, no necesitará el consentimiento del titular. Con respecto a la posibilidad de que
terceros utilicen en forma maliciosa la información a la cual se puede acceder a través del
mecanismo de control, situación a que se ve expuesta cualquier base informática, es
responsabilidad del servicio adoptar las acciones conducentes a proporcionar un mayor resguardo,
materia ajena al órgano contralor recurrido, no obstante hacer presente que el sistema funciona a
través de módulos computacionales emplazados en los pasillos del Hospital en los cuales el
funcionario debe ingresar una clave de cuatro dígitos y una huella dactilar, a la cual se accede a
una ficha personal digital.

Con respecto a las garantías constitucionales que se estiman conculcadas, sostiene que el
dictamen cuestionado no ha significado otorgar un trato diverso a quienes se encuentran en una
misma condición, y respecto al respeto a la vida privada, refiere que el mismo dictamen no
persigue como finalidad la vulneración de tal prerrogativa sino sólo establecer la legalidad en la
aplicación de un sistema de control.

Se adjuntan los documentos descritos en el punto IV del informe.

A fojas 54 asume la representación de la Contralor Regional de Los Lagos el abogado procurador


fiscal (S) por el Fisco de Chile, don Eduardo Montecinos Palacios, quien delega poder en la
abogado fiscal doña Paula Castro Jones.

A fojas 63 informa don Claudio Valdebenito López, jefe del Subdepartamento de Informática del
Hospital Base de Valdivia, quien expone que en el marco de la reforma a la salud pública en Chile
normada a través de la Ley A.U.G.E. y de las normativas vigentes orientadas a desarrollar
hospitales autogestionados en conjunto con el concepto de "gobierno digital" y las políticas de "cero
papel" que impulsa el gobierno central, el año 2005 el Ministerio de Salud instruye el Compromiso
de Gestión 10 cuyo objetivo general fue avanzar en el desarrollo, utilización y optimización de
sistemas de información en las áreas financieras, de recursos humanos y gestión de garantías para
facilitar la labor del gestor de red en las áreas descritas", y la meta Nº 2 de este compromiso de
gestión fue "tener el 100% de los funcionarios con registro de sus asistencias mediante módulo de
control de asistencia". Para el año 2006 se establece el mismo compromiso Nº 10 definiéndose en
la meta Nº 5 "Implementar el módulo de control de asistencia permitiendo la organización,
distribución y control de turnos y horas extras de los funcionarios con registro de las horas extras y
minutos de atraso que inciden en las remuneraciones, mediante un mismo procesamiento".

Puntualiza que a partir de este Compromiso adoptado por todos los servicios de salud y hospitales
públicos de nuestro país, se inició la implementación de un sistema único de registro y control que
cumpliera la meta establecida, perteneciendo el sistema que hoy se utiliza en el área de RR.HH. a
la empresa Insico y el subsistema de remuneración basa su información en el módulo de control de
asistencia, el que utiliza un sistema de reloj biométrico proporcionado por la empresa N.E.C. que
realiza una lectura de la huella digital del funcionario para marcar entrada y salida. Explica, al
efecto, que este sistema involucra la lectura de la huella digital del funcionario y posterior
comparación con patrones de huellas previamente almacenados y enrolados, y una vez identificado
el funcionario, se despliegan sus datos personales frente a él a través de una pantalla de
computador. Indica que esta tecnología es la misma implementada en el Servicio de Registro e
Identificación de Chile y varias empresas, estando las huellas y datos almacenados en el servidor

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central de este sistema encriptados y codificados de manera que no pueden ser utilizados por otro
sistema que no sea el del módulo de control de asistencia, y de igual forma la información viaja
encriptada por la red de datos, es decir, sólo el receptor y el transmisor son capaces de interpretar
y entender los datos que se transmiten. A su vez, los algoritmos de encriptación son de tercera y
cuarta generación con al menos 32 bits de implementación y son similares a los utilizados por las
instituciones bancarias y organismos de defensa, en tanto que el acceso al servidor central está
restringido sólo a la empresa que implantó el sistema, es decir, los funcionarios técnicos en
informática no pueden acceder a él ni a su información.

A fojas 67, encontrándose en estado de ver, se trajeron los autos en relación.

Con lo relacionado y considerando:

Primero: Que el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de


la Constitución Política de la República, constituye jurídicamente una acción de carácter cautelar,
destinada a amparar el libre ejercicio de las garantías y derechos preexistentes, que en esa misma
disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo que se deben tomar ante
un acto arbitrario o ilegal que impida, amague o perturbe su ejercicio.

Segundo: Que el acto que los recurrentes consideran ilegal y arbitrario es el dictamen Nº 0067 06
de fecha 12 de enero de dos mil seis, por el cual se declara la legalidad de un sistema de
enrolamiento creado por el Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de Valdivia. A
través del ordinario Nº 134 de 2005 se instruye al personal de dicho hospital para que se inscriban,
obligatoriamente, en una base de datos de los funcionarios, llamada posteriormente "nuevo sistema
de reloj biométrico de asistencia".

Que dicho sistema funciona a través de cuatro módulos computacionales, en el que se debe
ingresar una clave de cuatro dígitos y una huella dactilar para acceder a la ficha personal digital,
constituida por un conjunto de datos personales del consultante, almacenados en una base central
manejada por el Departamento de Recursos Humanos del hospital, la que es poco fiable en cuanto
a su inviolabilidad. Dentro de los referidos datos se comprende la huella dactilar del funcionario, su
fotografía, su Rut, su domicilio, etc, aspectos íntimos de la persona.

Tercero: Que el médico del referido hospital, don Leopoldo Ardiles Arnaíz, luego de haberse
inscrito, solicitó por escrito, su eliminación de su enrolamiento por cuanto el nuevo sistema no le
garantizaba la inviolabilidad informática, solicitud que fue rechazada, señalándole que ello formaba
parte del proceso de modernización del recinto hospitalario y siendo el referido enrolamiento una
obligación funcionaria de la que nadie podría eximirse.

Consultada la Contraloría Regional de Los Lagos acerca de la legalidad de la medida


implementada, contesta el organismo contralor mediante el dictamen Nº 0067 06 declarando la
legalidad de dicho sistema y la obligación de los funcionarios del Hospital Base de Valdivia, de
inscribirse.

Que a juicio del recurrente el referido dictamen constituye una privación o amenaza y perturbación,
tanto del derecho de igualdad ante la ley, como el respeto y protección a la vida privada de los
funcionarios médicos del referido hospital. Que los hechos referidos contravienen las disposiciones
de la Ley Nº 19.628 sobre Protección de la Vida Privada en sus artículos 4, 10 y 20 y los números 3
y 4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República.

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Finaliza solicitando se acoja el presente recurso de protección declarándose que la Contraloría
Regional de Los Lagos ha incurrido en un acto ilegal y arbitrario, y se deje sin efecto el citado
dictamen y en su lugar se dicte otro que declare la ilegalidad del sistema de enrolamiento descrito y
la facultad de cualquier funcionario de revocar su autorización a figurar en una base de datos
personales. Con costas.

Cuarto: Que informando la recurrida, solicita al rechazo del recurso de protección, aclarando que
debe entenderse que el acto recurrido es el dictamen Nº 228 de doce de enero de dos mil seis,
identificado en el libelo como Nº 0067 06, que corresponde en realidad al número interno de la
Unidad Jurídica de dicha Contraloría Regional.

Continúa expresando que por las razones que se señalan en el propio dictamen 228, que rola en
autos, se concluyó que la implementación de un sistema de control biométrico de asistencia en el
Hospital Base de Valdivia se ajusta a derecho, por cuanto corresponde al ejercicio de facultades
propias de la autoridad administrativa, fundadas en el principio de jerarquía administrativa, no
resultando posible marginar de su aplicación a funcionarios por la simple circunstancia de
manifestar su deseo de ser excluidos del referido sistema.

Que el organismo contralor se ha limitado a ejercer las facultades y funciones que le corresponde
de acuerdo a los artículos 87 y 88 de la Constitución Política de la República y 1, 5, 6, y 9 de su
Ley Orgánica Constitucional Nº 10.336 y artículo 154 de la ley Nº 18.834, dando cumplimiento a su
obligación de velar por el irrestricto respeto al ordenamiento jurídico por parte de los organismos
sujetos a su fiscalización, pudiendo para tales efectos, emitir dictámenes jurídicos sobre todas las
materias sujetas a su control, por lo que mal podría calificarse su actuar de ilegal o arbitrario.

Que no es procedente mediante un recurso de protección, dejar sin efecto un pronunciamiento


jurídico evacuado por ella en uso de sus facultades legales, toda vez que ello constituye una
función constitucional y legal, exclusiva y excluyente de dicho organismo.

Que el D.L 2763, de 1979 que regula los servicios de salud establece, entre las facultades de éstos
en su artículo 20 letra g) aquella de aplicar normas de orden administrativo como tratamiento de
datos personales, las que pueden delegar en los directores de hospitales, según la letra m) de
dicho artículo.

Asimismo el artículo 46 letra g) del D. 140, de 2004 que contiene el Reglamento Orgánico de los
Servicios de Salud, dispone que corresponde a los directores de hospitales ejercer las funciones de
administración del personal destinado al establecimiento respectivo, en las que se comprende la
implementación de un sistema de control horario.

Que desde el momento en que el consentimiento del titular fue otorgado al ingresar al servicio,
aportando su identidad y los demás datos personales que se le requirieran, ella puede ser
legítimamente utilizada por el establecimiento para la finalidad de control de asistencia y salida del
personal, de modo que el nuevo sistema incorporado no agrega nueva información,
correspondiendo únicamente al mecanismo técnico para habilitar su operatividad.

Quinto: Que de los antecedentes allegados al recurso y los que el tribunal ha hecho agregar, no se
divisa en qué forma se configuraría la conculcación al derecho de igualdad ante la ley consagrado
en el Nº 2 del artículo 19 de la Constitución Política de la República ya que para que ello ocurra

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debe acreditarse que se ha otorgado un trato diverso a personas que se encuentran en una misma
condición o situación, lo que no acontece en la especie.

Sexto: Que en lo relativo a la garantía establecida en el Nº 4 del artículo 19 de la Carta


Fundamental, esto es, el derecho a la protección de la vida privada, no puede estimarse vulnerada
por el solo hecho de emitir un dictamen que le fue solicitado y declarar la legalidad de la aplicación
de los mecanismos empleados para fiscalizar el horario de asistencia y salida del personal,
teniendo especialmente presente que el hecho de estampar un dígito secreto y una huella dactilar,
es un mecanismo de seguridad suficiente para evitar el acceso de terceros a la información
señalada.

Séptimo: Que de lo expuesto por los recurrentes, la documentación allegada a estos autos y de las
disposiciones legales citadas, apreciadas conforme a las reglas de la sana crítica, se colige que
ninguno de los derechos constitucionales que se señalan como vulnerados, se han conculcado ni
amenazado, toda vez que la recurrida se limitó a informar sobre la legalidad del sistema empleado
para el control de asistencia del personal médico implementado mediante el ordinario Nº 134 de 31
de agosto de 2005, emanado del Departamento de Recursos Humanos del Hospital Base de
Valdivia.

Y visto lo dispuesto en los artículos 19 y 20 de la Constitución Política de la República, auto


acordado de la Excma. Corte Suprema sobre tramitación y fallo del recurso de protección de
garantías constitucionales, se declara sin lugar el interpuesto a fojas 14 por el abogado don Tito
Herrera de la Fuente en representación de la Asociación de Funcionarios Médicos del Hospital
Base de Valdivia y del médico don Leopoldo Ardiles Arnaíz.

Regístrese y archívese.

Redacción de la Presidenta señora Sylvia Aguayo Vicencio.

Pronunciada por los Ministros Titulares de la Iltma. Corte señora Sylvia Aguayo Vicencio, señor
Hernán Crisosto Greisse y Abogado Integrante señor Pedro Campos Latorre.

Autoriza la Secretaria Titular doña Mónica Sierpe Scheuch.

Rol Nº 29 2006.

Corte Suprema, 25/05/2006, 1879-2006

Texto Sentencia Corte Suprema:


Santiago, veinticinco de mayo de dos mil seis.

A fojas 91 y 92, téngase presente.

Vistos:

Se confirma la sentencia apelada de trece de abril último, escrita a fojas 71.

Regístrese y devuélvase.

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Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros señores Ricardo Gálvez, Milton Juica,
señorita María Antonia Morales y señora Margarita Herreros; y el Abogado Integrante señor José
Fernández.

Autorizado por el Secretario señor Carlos A. Meneses Pizarro.

Rol Nº 1.879 2006.

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