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El ART 399 establece: “Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el
que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas”. Una excepción en materia
sucesoria se puede ver en el caso de los actos del heredero aparente, ya sean de administración o de
disposición, en determinados supuestos, son válidos cuando en realidad no tenía el derecho para
efectuarlos.
El CCCN ha definido en el ART 400 los distintos tipos de sucesores que se reconocen: “Sucesor
universal es el que recibe todo o una parte indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular el que
recibe un derecho particular”.
Se ha modificado la norma derogada sustituyendo la expresión “parte alícuota” por “parte
indivisa”, siendo una denominación más precisa; y no se ha reproducido lo que disponía el art. 3262
del Cód. Civil derogado: “de modo que en adelante puedan ejercerlos en su propio nombre”, ya que
es un elemento esencial para que pueda ser considerado propiamente como sucesor.
En la transmisión por causa de muerte puede haber sucesores universales, sucesores de cuota
y también sucesores particulares.
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GUIA. La transmisión puede ser:
- De acuerdo a su contenido:
a- UNIVERSAL: Cuando se transmite todo o una parte alícuota –la mitad, la cuarta parte, etc.- del
patrimonio de una persona.
b- PARTICULAR: Cuando se transmite uno o varios derechos determinados.
CLASE: ELEMENTOS
1- El causante: Termino técnico de la persona que fallece o la persona fallecida.
2- Herederos y legatarios: Los que son llamados a suceder.
3- El patrimonio del causante, que nosotros llamamos herencia.
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GUIA. ELEMENTOS. El Dr Maffía sostiene que, para que proceda la sucesión es indispensable la
presencia de estos tres elementos:
1- la apertura de la sucesión: La sucesión se abre el mismo instante en que fallece la persona. (No
confundir ‘la apertura de la sucesión’ con ‘apertura del juicio sucesorio’.
2- La vocación del sucesor: Es el llamamiento –hecho por la ley o por testamento- a una persona para
que reciba la herencia. Es decir, para que una persona tenga ‘vocación sucesoria’ es necesario que sea
llamada a recibir la herencia, ya sea por la ley o por testamento.
3- La aceptación del sucesor de recibir la herencia.
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CLASE.
1- Sucesión Legítima: Es la que está establecida en la ley y ella es quien regula quiénes son los
herederos, qué porcentaje va a recibir cada uno, cómo se va a transmitir.
2- Sucesión Testamentaria: Aquella donde hay una manifestación expresa del causante hecha en vida
donde él determina quiénes van a ser los herederos y qué porción van a recibir, a través de un
testamento. Si falta, suple esa voluntad la ley.
3- Sucesión Contractual: Existiría la posibilidad de que el causante efectué con otra persona un
contrato por el que se determina quiénes son los herederos y cómo van a heredar.
En nuestro Código Civil derogado estaba expresamente prohibido todo tipo de pactos y ahora se está
observando qué dice la doctrina por el ART 1010, sobre establecimientos comerciales.
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GUIA. La sucesión puede ser legítima o testamentaria de acuerdo a cómo se determine quiénes serán
los sucesores:
a- Sucesión legítima: Cuando ‘la ley llama a los sucesores para recibir la herencia’. Es decir, cuando
muerte una persona la ley indica quienes son los sucesores.
b- Sucesión testamentaria: Cuando ‘el testador llama a los sucesores para recibir la herencia’. Es
decir, el causante antes de morir deja un testamento en el que indica quiénes serán sus sucesores.
En nuestra legislación, se admiten ambas clases de sucesiones, la legítima y la testamentaria, incluso
puede ocurrir que en la misma sucesión los sucesores estén indicados en parte por la ley en parte por
testamentos (sucesión mixta).
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Existen dos sistemas sucesorios: la sucesión en la persona (sistema romano) y la sucesión en los
bienes (sistema germano).
SUCESIÓN EN LA PERSONA:
De acuerdo a este sistema, el sucesor ‘continúa la persona del causante’. El fundamento de este
sistema hay que buscarlo en el derecho romano. Los romanos entendían, que cuando una persona
moría, inmediatamente otra debía ejercer la autoridad del difunto dentro de la familia, por ello
idearon la ficción de que el sucesor continuaba la persona del difunto.
Teoría de Aubry y Rau.
El sistema de la sucesión en la persona adquirió mayor trascendencia a partir de esta teoría. Según
ella, el patrimonio no puede separarse de la persona. Por ello se entiende que cuando el sucesor
dispone del patrimonio del difunto lo hace únicamente como continuador de su persona.
La aplicación del sistema de la sucesión en la persona implica:
- que se confunda el patrimonio del sucesor con el del causante.
- que el sucesor continúe la posesión del causante.
- que la sucesión deba ser única y estar sujeta a una sola ley.
SUCESIÓN EN LOS BIENES.
Según este sistema, el sucesor simplemente sucede al causante en los bienes, no continúa su
persona. Explica Borda que los herederos son ‘liquidadores el patrimonio del causante’. Es decir, los
herederos pagan las deudas del causante con los bienes de éste, y recién después –si queda
remanente- se lo reparten entre ellos
El Código Civil decía: el heredero continúa la personalidad del causante, es heredero, acreedor y
deudor. No sólo receptaba la teoría romana sino que también enumeraba todas las consecuencias.
Originalmente el heredero debía pagar las deudas con su patrimonio, luego se agregó la posibilidad
de manifestar expresamente el “beneficio de inventario” (herederos responden por las deudas del
causante hasta la concurrencia de lo que reciban por la herencia)
En Nuevo Código no dice nada. No sabemos si podemos encasillarlo en algún sistema, El ART 2280
pone un límite: hasta los bienes reciba (derecho germánico), cuando empieza es de derecho romano.
El CCCN no menciona el “beneficio de inventario” pero si lo recepta. En el Código derogado se
presumía el beneficio de inventario, ahora no se presume, ES. Habría que ver si esta persona tiene la
posibilidad de renunciar y pagar las deudas.
HEREDERO UNIVERSAL.
Una característica del heredero consiste en que, desde la muerte del causante tiene todos lo
derechos y acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por
sucesión, y continúan en la posesión de los que el causante era poseedor, conforme resulta de la
parte pertinente del ART. 2280 del CCCN.
Se he eliminado la referencia que tría la legislación que traía la legislación anterior a que el
heredero continuaba la persona del causante por tratarse de una ficción innecesaria para que opere
la transmisión hereditaria.
En el caso de coexistir más de una persona llamada como heredero, a cada uno de ellos le
corresponderá la parte indivisa de la herencia que coincide con su porción hereditaria; es decir que a
herencia se dividirá entre la cantidad de herederos.
Otra característica del heredero es que, en principio, responde por las deudas del causante
con los bienes que reciben o con su valor en caso de haber sido enajenados. Pero esta situación
admite excepciones (ART 2280, ultima parte), cuando el heredero: “...a) no hace el inventario en el
plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios lo intiman judicialmente a su realización; b)
oculta fraudulentamente los bienes de la sucesión omitiendo su inclusión en el inventario; c) exagera
dolosamente el pasivo sucesorio; d) enajena bienes de la sucesión, excepto que el acto sea
conveniente y el precio obtenido ingrese a la masa” (ART. 2321 CCCN)
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GUIA: El HEREDERO es un sucesor UNIVERSAL, y como tal, recibe todo o una parte alícuota del
patrimonio del causante.
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LEGATARIO.
El legatario particular recibe un bien determinado o un conjunto de ellos y no tiene derecho
sobre los otros bienes que componen la herencia, aunque falten otros llamados a suceder al
causante, el legatario no acrece por sobre el bien legado, salvo que el testador hubiera dispuesto lo
contrario.
En cuanto a las deudas del causante, el legatario sólo es responsable hasta el valor de lo que
recibe (ART. 2319).
El legatario tiene derecho al cobro de su legado sobre los bienes de la herencia, con
preferencia sobre los acreedores de los herederos.
GUIIA: El LEGATARIO es un sucesor PARTICULAR, y como tal recibe uno o varios derechos
determinados.
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GUIA: A partir de la reforma de la ley 17.711 (ART. 3576 bis del Código derogado) se reconocía un
nuevo sucesor: “la viuda que permaneciere en ese estado y no tuviese hijos, o que si los tuvo no
sobrevivieren en el momento en que se abrió la sucesión de los suegros”
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ART. 2442. FUNCIONES DEL CUADOR. “El curador debe recibir los bienes bajo inventario. Debe
proceder al pago de las deudas y legados, previa autorización judicial. A tal efecto, a falta de dinero
suficiente en la herencia, debe hacer tasar los bienes y liquidarlos en la medida necesaria. Debe
rendición de cuentas al Estado o a los Estados que reciben los bienes”
PERSONAS QUE PUEDEN SUCEDER. UNA NUEVA FIGURA: LAS PERSONAS NACIDAD DESPUÉS DE LA
MUERTE DEL CAUSANTE, MEDIANTE TECNICAS DE RESPRODUCCIÓN ASISTIDA.
Como la transmisión de los derechos del causante a los herederos se produce en el mismo
momento de la muerte, un requisito esencial para poder suceder es que la persona llamada a la
herencia exista en aquel instante.
Este aspecto se refiere a la capacidad para suceder y ha sido determinado por el ART 2279:
“Pueden suceder al causante: a) las personas humanas existentes al momento de su muerte; b) las
concebida en ese momento que nazcan con vida; c) las nacidas después de su muerte mediante
técnicas de reproducción humana asistida, con los requisitos previstos en el ART. 561; d) las personas
jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las fundaciones creadas por su testamento”.
De esta disposición se extrae que el que no ha sido concebido al momento e la muerte no
existe y por ello no puede suceder al causante.
El concebido en ese momento tendrá derechos hereditarios, pero se encuentran sujetos a la
condición de que nazca con vida.
Hasta aquí no hay diferencias con la legislación anterior, pero se ha pretendido innovar al
hacer referencia al nacido después de la muerte mediante técnicas de reproducción humana asistida,
remitiendo a lo dispuesto por el ART. 561.
En esta norma el Anteproyecto del CCCN se admitía la procreación hasta después de un año
del fallecimiento si se había dejado expresada la voluntad del causante en ese sentido. En el debate
parlamentario se eliminó la posibilidad y el actual ART 561 se refiere a los requisitos del
consentimiento para someterse a las técnicas reproducción humana asistida.
En consecuencia, a la luz de lo expuesto, no puede darse el caso de que una persona humana
que al tiempo de la muerte no hubiera estado concebida tenga capacidad para suceder.
El último inciso del ART 2279 del CCCN reitera el principio de que las personas jurídicas deben
existir al tiempo de la muerte y al mismo tiempo contempla una excepción que ya era reconocida por
la legislación anterior, al conceder capacidad para suceder a una fundación que no existe al momento
del fallecimiento, pero que se crea como consecuencia de una disposición testamentaria expresa
realizada por el causante en su testamento.
4. Transmisión hereditaria.
MOMENTO EN QUE SE OPERA. APERTURA DE LA SUCEIÓN. CONCEPTO.
ART 2277 CCCN. APERTURA DE LA SUCESIÓN. “La muerte real o presunta de una persona
causa la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle
por el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la
herencia se defiere por la ley….”
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GUIA: La muerte de una persona produce automáticamente la apertura de la sucesión, y al abrirse la
sucesión, instantáneamente se transmite la herencia.
Esto quiere decir que, en el mismo instante en que se muere una persona, se abre su sucesión y sus
sucesores adquieren los derechos ‘transmisibles’ del fallecido. Sin embargo nuestro Código también
establece que el sucesor recién adquiere la herencia luego de haberla aceptado con un efecto
retroactivo al momento de la muerte del causante.
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GUIA: Cuando dos o más personas fallecieran en un desastre común o en otra circunstancia de modo
que no se pueda saber cuál de ellos falleció primero, se considerará –salvo prueba en contrario- que
todos fallecieron al mismo tiempo no habiendo transmisión de derechos entre ellos.
PRUEBA DE LA MUERTE.
ART 96. MEDIO DE PRUEBA: “El nacimiento ocurrido en la República, sus circunstancias de
tiempo y lugar, el sexo, nombre y la filiación de las personas nacidas, se prueba con las partidas del
Registro Civil.
Del mismo modo se prueba la MUERTE de las personas fallecidas en la República….”
ART. 98 FALTA DE REGISTRO O NULIDAD DEL ASIENTO. “Si no hay registro público o falta o es
nulo el asiento, el nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de prueba.
Si el cadáver de una persona no es hallado o no puede ser identificado, el juez puede tener
por comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, si la desaparición se
produjo en circunstancias tales que la muerte debe ser tenida como cierta”
6. Proceso sucesorio.
MANTENIMIENTO DE LA ESTRUCTURA JUDICIAL. PROBLEMÁTICA DE SU INCLUSIÓN EN EL DERECHO
DE FONDO.
En el libro Quinto, Título VII (6 Cap.) se ha regulado aspectos del proceso sucesorio que hasta
el presente eran ajenos al Código Civil.
Las cuestiones sobre la realización del inventario y avalúo y la administración de la herencia
eran legisladas por los códigos de procedimiento y ahora han pasado a ser articuladas por el CCCN.
Se ha admitido que las normas del CCCN regules aspectos procesales sin caer en la
inconstitucionalidad, ya que se trata de contenidos mínimos que los códigos procesales no podrán
desconocer.
El objeto del proceso sucesorio está definido en el ART 2335 de la siguiente manera: “El
proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido de la herencia,
cobrar los créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes”.
Este proceso tiene como características que es judicial, voluntario y universal.
Esta tramitación judicial deviene necesaria en razón de que la determinación de los herederos
debe ser realizada por los jueces, ya sea en la declaratoria de herederos o mediante la aprobación
formal del testamento.
No empece a ello el caso de los herederos que tienen la investidura de pleno derecho como
son los descendientes, ascendientes y el cónyuge, porque si bien el ART. 2337 así lo dispone, resulta
necesaria también la intervención judicial para que se pueda proceder a inscribir los bienes
registrables a nombre de cada uno de los herederos.
Se trata de un proceso voluntario por cuanto la función jurisdiccional se limita a constatar la
existencia de los herederos.
No cabe, por ese motivo, que dentro del juicio sucesorio se susciten controversias que deban
ser resueltas por el juzgador.
En todos los casos en que se planteen posiciones encontradas, deberán dilucidarse esas
disputas mediante expedientes por separado para luego, determinar la incidencia que produce
dentro del proceso sucesorio.
También es necesario puntualizar que se trata de un juicio universal por cuanto dentro del
mismo se deberá consolidar la transmisión de la herencia.
OBJETO.
El objeto del proceso sucesorio está planteado en el ART 2335 de la siguiente manera: “El
proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido de la herencia,
cobrar los créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes”
El objetivo final del proceso sucesorio es la entrega de los bienes a los herederos para que
pasen a formar parte de su patrimonio y pueda, a su vez, transmitirlos a terceros.
Debemos tener presente que el objeto del proceso sucesorio no es un pronunciamiento
judicial que comprenda un conflicto de intereses, sino que busca establecer cuál es la herencia y las
personas que habrán de adquirirla. Consecuentemente, las demandas de terceros contra la sucesión
o contra los herederos, así como las de éstos entre sí o frente a terceros deben intentarse en un
proceso a parte. (en la mayoría de los casos ante el mismo juez en virtud del fuero de atracción.
COMPETENCIA.
Se ha reiterado la regla existente en la legislación anterior derogada para determinar la
competencia para entender en el juicio sucesorio.
La parte pertinente del ART 2336 del CCCN así lo dispone: La competencia para entender en
el juicio sucesorio corresponde al juez del último domicilio del causante, sin perjuicio de lo dispuesto
en el ART. 2643, donde se establece una excepción: “Son competente para entender en la sucesión
por causa de muerte, los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los
bienes inmuebles en el país respecto de éstos”
El domicilio que servirá para determinar la competencia territorial del juicio sucesorio es el
del lugar donde residía con ánimo de permanecer allí.
En el caso de que dentro del acervo hereditario existieran bienes inmuebles que estuvieran
situados en otro país, el juicio sucesorio que deberá ser realizado para perfeccionar su transmisión
tendrá que ser planteado ante el juez que corresponda al lugar donde se encuentren dichos bienes.
Esto significa que si el causante fallece en el extranjero y quedan bienes inmuebles en la
República Argentina, la competencia para la transmisión de estos últimos será la de nuestro país.
CAUSÍSTICA.
FUERO DE ATRACCIÓN. CASOS EN LOS QUE PROCEDE
El proceso sucesorio tiene por fin ratificar que son herederos los llamados por la ley o por el
testador e inscribir los bienes a su nombre en los registros respectivos.
Por ellos, dentro del proceso sucesorio no cabe la resolución de conflictos por pretensiones
resistidas o insatisfechas.
Todos los procesos vinculados a la transmisión sucesoria, ya sea con la persona de los
herederos o referido a los bienes hereditario, quedan comprendidos, en principio dentro del fuero de
atracción del juicio sucesorio; es decir que deben tramitar ante el mismo juez que entiende en la
sucesión, pero por expedientes separados.
Resultan indudables beneficios que se refieren a la economía procesal, ya que evitan la
dispersión de los juicios en los que se estén debatiendo cuestiones esenciales para la determinación
de los herederos o se refieran a los bienes que componen el acervo hereditario.
Como indudablemente estos litigios repercutirán en el expediente sucesorio, nada más
razonable que tramiten y sean resueltos por el mismo juez.
Una de las características del fuero de atracción consiste en que es de orden público y no
puede ser dejado sin efecto por voluntad de las partes.
El fuero de atracción es parcial porque no implica que todas las acciones que se relacionen
con la persona muerta deben tramitarse ante el juez del sucesorio sino que existirán algunas, que
seguirán ante su juzgado de origen (fundamentalmente las acciones reales).
Hay que tener en cuenta que el fuero de atracción funciona de una manera PASIVA y esto
significa que sólo tendrá lugar cuando la acción personal es ejecutada por los acreedores del difunto;
no ocurre lo mismo cuando son los herederos quienes demandan a terceros porque, en ese caso, se
aplican las reglas generales de la competencia.
Si los herederos accionan y el tercero reconviene tiene lugar el fuero de atracción siempre
que a través de la contrademanda se esté ejecutando una acción personal contra el causante.
A ellos cabe agregar que el fuero de atracción es temporal porque culmina con la partición.
Queda exceptuado de esta situación el supuesto que se refiere a las garantías entre los
coherederos y las modificaciones o nulidad de la partición, las que podrán tener lugar mientras no se
encuentre prescripto el derecho a reclamarla.
También pueden ser atraídas, aunque se haya hecho ya la partición, las demandas relativas a
la ejecución de las disposiciones testamentarias, ya que puede haber casos como la revocación de un
legado por inejecución de un cargo que se produzca cuando ya la división de los bienes se ha
concretado.
Por lo tanto, las cuestiones suscitadas con posterioridad a la partición, con las excepciones
mencionadas, seguirán las reglas generales de la competencia no siendo ya atraídas por el juicio
sucesorio.
El CONTENIDO del fuero de atracción, resulta de la segunda parte del ART. 2336 CCCN: “…El
mismo juez conoce de las acciones de petición de herencia, nulidad de testamento, de los demás
litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de la herencia, de la ejecución
de las disposiciones testamentarias, del mantenimiento de la indivisión, de las operaciones de
partición, de la garantía de los lotes entre los coparticipes y de la reforma y nulidad de la partición…”
Dentro de la acción de petición de herencia debe quedar comprendida la acción de
indignidad, la acción de nulidad de matrimonio, de ineficacia del matrimonio y de exclusión de
vocación sucesoria conyugal porque si bien tienen autonomía propia, son en definitiva cuestiones que
hacen a la determinación del heredero.
No se han mencionado en forma expresa, como lo hacía la legislación anterior, que quedaban
comprendidas las acciones personales contra el causante.
La respuesta parece encontrarse en que los litigios que tengan lugar con motivo de la
administración y liquidación de la herencia deben tramitar ante el juez del sucesorio.
Por ello, cuando un tercero que es acreedor del causante reclame judicialmente el cobro de
su crédito deberá hacerlo ante el juez del sucesorio.
Los conflictos acerca de la designación de administrador, su suspensión o remoción, las
deudas que pueda haber contraído, los gastos por la conservación de los bienes, las rendiciones de
cuentas que debe efectuar y su cuestionamiento y los referidos al pago de las deudas y legados
también tramitarán ante el juez sucesorio.
Todas las acciones que se refieran al testamento, a la capacidad para testar, a su validez
formal, a su contenido y al cumplimiento o no de sus cláusulas, son atraídas ante el juez del sucesorio
sin límite de tiempo.
Las acciones que pueden tener su origen en conflictos suscitados durante la indivisión
hereditaria referida a los actos conservatorios, de administración y disposición, al uso y goce de los
bienes, a la indemnización por uso exclusivo de un bien indiviso, a los que resulte de la percepción de
los frutos, debe tramitar ante el mismo juez que entiende en la sucesión.
Igualmente, las controversias originadas en la partición, como el inventario y el avalúo, la
designación del partidor, la licitación, la atribución preferencial de determinados bienes, la acción de
colación, etc.
Por separado se mencionan la garantía de los lotes entre los copartícipes y la reforma y
nulidad de partición (supuestos de la enunciación anterior pero sin límite de tiempo).
Los coherederos son recíprocamente garantes por la evicción y por los vicios ocultos de los
bienes adjudicados a cada uno de ellos (ARTS. 2404 y 2407).
Cuando se ha producido alguno de estos hechos, las demandas para hacer efectiva la garantía
comprendida se deben entablar ante el mismo juez que entendió en el juicio sucesorio.
Respecto de las acciones personales contra el causante, deben hacerse algunas precisiones:
La primera observación que es necesario efectuar se refiera a que la referencia a los
acreedores debe ser interpretada en un sentido amplio,
También hay que tener en cuenta que si ya se ha dictado sentencia no procede la atracción,
ya que el tribunal de alzada debe ser el que le corresponde al juez que falló en el juicio.
Por el contrario, si el expediente se encuentra en la etapa de ejecución de la sentencia será
atraído por el juicio sucesorio.
Respecto de la acción hipotecaria existió una evolución en la jurisprudencia hasta que se
decidió que resulta atraída porque la obligación principal es un mutuo.
A través del Tribunal de Superintendencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil se
ha resulto que tramitarán ante el juez del sucesorio las acciones de nulidad de matrimonio, de
ineficacia del matrimonio, de exclusión del cónyuge de daños y perjuicios, de cobro de expensas; de
cobro de medianera, de simulación, de liquidación de sociedad conyugal y las medidas cautelares que
en ese proceso puedan adoptarse; de liquidación de sociedad de hecho, de ejecución hipotecaria, de
cobro de servicios prestados de un inmueble que integra el acervo hereditario, de cobro de
honorarios y de disolución de sociedades, ya que en este último caso lo que resulte de ese proceso
pasará a integrar la herencia del socio.
También el mismo Tribunal resolvió que también tramitan ante el juez sucesorio el juicio de
desalojo de un inmueble que integra la herencia y la preparación de la vía ejecutiva por un préstamo
otorgado por el causante.
Aunque no se trate exactamente de acciones personales contra el causante, se entiende que
también deben tramitar ante el juez que interviene en el juicio sucesorio las que correspondan a
deudas contraídas por el administrador de la sucesión.
Los conflictos referidos a la administración y liquidación de la herencia se refieren a las
acciones personales contra el causante, no comprende, por lo tanto, entre otras, las acciones reales.
Como consecuencia de lo expuesto, no son atraídas las acciones posesorias (ART. 2238 y ss.)
las acciones reales (ARTS 2247 y ss.) y la acción de expropiación por tratarse de acciones reales.
Tampoco es atraída por razón de la materia específica la acción de disolución y liquidación de
sociedades comerciales a menos que se trate de sociedades de hecho.
Lo mismo sucede en el caso de acciones laborales.
Cuando exista un proceso concursal o se haya decretado la quiebra del causante, al tratarse
ambos de juicios universales, no se aplicará el fuero de atracción, sin perjuicio de la incidencia que el
resultado de concurso o de la quiebra pueda tener sobre el acervo transmitido por causa de muerte.