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Colegio Evangélico

La Patria Norte
Catedrática
Andi Cajbón
Curso
Anatofisiología
Tema
Cardiopatías en el embarazo
Integrantes
Hania Amarilis Hor Choc
William Alexander Pop Suc
Irma Floridalma Cu Yat
ggMagaly Lajuj Ismalej
Angela Francisca Sarat Oxlaj
Brayan René Tiul Tot
Grado
Quinto Bachillerato en Medicina
Sección
“A”
CARDIOPATÍAS EN EL EMBARAZO

DESCRIPCIÓN

Una cardiopatía o mal funcionamiento del corazón o del resto del


sistema cardiovascular puede poner en riesgo el embarazo. La
cardiopatía congénita se da cuando la enfermedad se debe a un
problema del desarrollo y maduración fetal, esto es, cuando las
alteraciones del corazón y los grandes vasos existen desde el
nacimiento.

Como señalábamos al hablar de las cardiopatías en la primera


parte de esta serie, no se pueden generalizar los riesgos asociados al
embarazo en el caso de mujeres con cardiopatías congénitas, ya que
varían en función del tipo de cardiopatía.

Sin embargo, en un alto número de casos los embarazos


transcurren con normalidad, y serán los especialistas (cardiólogo y
ginecólogo) los que determinen el grado de riesgo que supone una
gestación.

MANEJO DE LAS COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES


DURANTE EL EMBARAZO

Se debería determinar los cuidados y el grado de monitorización


durante el embarazo antes de la gestación. En general, se requiere que
el cuidado antenatal y el parto estén cuidadosamente planeados.
Algunas pacientes se beneficiarán de la hospitalización durante el tercer
trimestre, con reposo, monitorización y la administración de O2 (por
ejemplo, las pacientes cianóticas).

¿QUÉ SON LAS CARDIOPATÍAS O ENFERMEDADES DEL


CORAZÓN?

Las cardiopatías son enfermedades del corazón que están


presentes en más del 1% de las embarazadas. Con frecuencia son de
origen inflamatorio (reumático) pero también pueden ser de causa
congénita.

Es un problema para valorar desde dos perspectivas:

▪ La primera es cómo afecta el embarazo a la cardiopatía ya que,


teniendo en cuenta las importantes alteraciones en la circulación
sanguínea y el esfuerzo del corazón durante el embarazo, se deduce el
efecto negativo que puede ejercer,
▪ Y la segunda, es cómo afecta la cardiopatía al embarazo (la propia
insuficiencia cardiaca repercutirá sobre la vida y crecimiento del bebé).

INCIDENCIA

La incidencia de cardiopatías en embarazadas se estima entre el 2


y el 4%.

¿QUÉ TAN RIESGOSA ES UNA CARDIOPATÍA EN EL EMBARAZO


PARA LA MADRE Y PARA SU BEBÉ?

La cardiopatía en el embarazo es un problema grave pues, aunque


su incidencia oscila entre el 2 y el 4%, para muchos es la primera causa
de mortalidad materna de causa no obstétrica.

Para valorar a una mujer embarazada y saber si padece alguna


enfermedad cardiovascular, es indispensable tomar en cuenta ciertas
consideraciones.

Existe una serie de signos y síntomas que son habituales en el


embarazo y que NO son necesariamente un reflejo de un problema
cardiaco, entre ellos se incluyen fatiga, disminución de la capacidad física
durante el ejercicio, dificultad para respirar (disnea), desmayos (síncope),
hinchazón de las piernas, ingurgitación o inflamación de la yugular (la
vena que pasa por el cuello se nota), etc.

Algunos de estos, o todos, se pueden encontrar en embarazadas


sanas y estables. De tal forma que, en un principio, el médico puede
confundir el diagnóstico de alguna enfermedad cardiovascular si no
conoce los antecedentes de la paciente.

Afortunadamente, en los países occidentales son pocas las


mujeres que llegan a la edad fértil desconociendo que padecen una
enfermedad cardiaca, pero existen todavía grupos de población en los
que se puede descubrir una cardiopatía, incluso severa, por primera vez
durante un embarazo.

¿CUÁLES SON LOS “CAMBIOS FISIOLÓGICOS” QUE SE DAN EN


EL SISTEMA CIRCULATORIO DURANTE EL EMBARAZO?

Durante el embarazo normal, la circulación sanguínea y el corazón


de la embarazada presentan una serie de importantes ajustes fisiológicos
que contribuyen a promover el desarrollo del feto y de la placenta a la
vez que mantienen la correcta circulación sanguínea de la madre.
El volumen circulante aumenta un 50% en la trigésima semana, el
gasto cardiaco comienza a elevarse desde la quinta semana hasta la 25ª
a 30ª semana cuando es un 50% más elevado que antes del embarazo
persistiendo así hasta el parto, la frecuencia cardiaca (número de latidos
por minuto) se eleva durante todo el embarazo y la tensión arterial tiende
a disminuir en la primera parte del embarazo y vuelve a sus valores
previos a la gestación en las últimas semanas del embarazo. El
incremento del volumen plasmático es mayor en los embarazos múltiples

Durante el trabajo de parto, la contracción uterina produce una


inyección de 500 ml de sangre a la circulación lo que tiene como
resultado un aumento del gasto del corazón por latido y, desde luego, un
aumento del gasto mismo del corazón (gasto cardiaco).

Las mujeres sanas son capaces de satisfacer estas demandas sin


problemas pero con todos estos cambios, las embarazadas con
cardiopatías llegan a presentar signos y síntomas de descompensación
en algún momento de su evolución y muchas veces desarrollan cuadros
francos de insuficiencia cardiaca.

¿CÓMO INFLUYE UNA CARDIOPATÍA EN EL EMBARAZO?

Los embarazos en madres que tienen una cardiopatía se han


asociado también a mayor incidencia de parto prematuro, retraso del
crecimiento intrauterino, sufrimiento fetal y una mortalidad perinatal
cercana al 18%, diez veces superior a la general. En las cardiopatías
congénitas (CC) hay que valorar además, la asociación del riesgo
hereditario. La actitud del cardiólogo ante la mujer enferma del corazón
que desea tener descendencia o que ya está embarazada debe ser la de
considerar adecuadamente

Los riesgos para la madre y el feto durante el embarazo, parto y


puerperio, junto con el pronóstico a mediano y largo plazo de la
cardiopatía que podrían afectar al cuidado futuro de los hijos. En general,
la enfermedad cardiaca tiende a empeorar con el tiempo, por lo que las
mujeres, con cualquier tipo de cardiopatía que deseen tener niños,
deberían hacerlo lo antes posible.
CAUSAS EN LA CARDIOPATIA DEL EMBARAZO

La primera causa de mortalidad durante el embarazo y el parto se


debe a una patología cardiaca, ya sea congénita o adquirida. Si se
analiza más al detalle, dos de cada cien embarazadas pueden presentar
complicaciones cardiovasculares durante el periodo de gestación debido
a la enfermedad del corazón que padecen.

Gracias a los avances registrados en los tratamientos, las mujeres


con patología cardiaca congénita alcanzan en un 85-90% la edad adulta,
por lo que en un futuro se prevé un aumento de gestantes cardiópatas. A
esto hay que sumar el retraso cada vez mayor en la edad del embarazo,
que implica gestantes con más comorbilidades y mayor riesgo de sufrir
cardiopatía.

Durante el embarazo, el corazón de la madre sufre cambios


fisiológicos que inducen a que el sistema cardiovascular se tenga que
adaptar a la nueva situación, y en la mayoría de casos lo hace sin
problemas. Así, el gasto cardiaco puede aumentar hasta en un 50%, se
incrementa un 30% el volumen sistólico, y la frecuencia cardiaca
aumenta de 10 a 20 pulsaciones por minuto. Además, se reduce la
tensión arterial, tanto la sistólica (durante las contracciones del corazón)
como la diastólica (con el corazón en relajación).

La situación, además, se agrava cuando la mujer embarazada


presenta factores de riesgo (tabaquismo, estrés, obesidad, hipertensión
arterial y edad avanzada), ya que la posibilidad de sufrir una
complicación se incrementa exponencialmente y también su gravedad.

La valvulopatía cardíaca constituye la mayoría de las causas de


cardiopatía durante el embarazo. Las mujeres con valvulopatía cardíaca
son más vulnerables al deterioro, con un aumento posterior de la
morbimortalidad maternofetal.

Todavía no se ha decidido cuál es el tratamiento óptimo; por una


parte el tratamiento médico podría aliviar los síntomas pero provoca
hipoxia y tiene efectos adversos sobre el desarrollo del feto, mientras que
el tratamiento intervencionista podría
aumentar el riesgo de complicaciones maternofetales. No se han
realizado ensayos controlados aleatorios que analicen el tratamiento
óptimo. Por lo tanto, no hay pruebas suficientes para definir el
tratamiento óptimo de la valvulopatía cardíaca durante el embarazo. Las
cardiopatías ocupan el primer lugar dentro de las causas no obstétricas
de muerte materna y repercuten en la muerte fetal y neonatal.

La insuficiencia cardíaca es una afección en la cual el corazón ya


no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo, y aunque es una
afección crónica y prolongada, algunas veces se puede presentar
repentinamente.

Es necesario valorar la severidad de la cardiopatía y tener en


cuenta que al principio se requiere menos sangre que al final o durante el
parto”, recuerda.

Existen riegos para el bebé La falta de sangre oxigenada puede


provocar un parto prematuro, un menor crecimiento del feto e incluso la
muerte intrauterina. “Las cardiopatías congénitas tienen un mayor riesgo
de recurrencia, lo que implica que el bebé desarrolle la patología sin la
necesidad de que intervenga ningún gen.

SIGNOS Y SÍNTOMAS INDICADORES DE UNA CARDIOPATÍA EN LA


MUJER EMBARAZADA.

Síntomas: disnea progresiva (dificultad para respirar); tos sanguinolenta


(hemoptisis); síncope (desmayo) ante el esfuerzo, angina de pecho.
Signos: cianosis (coloración azulada de la piel), ingurgitación
(congestión) de las yugulares persistente, crecimiento del corazón, soplo
cardiaco, arritmia (cambios en el ritmo del latido cardiaco) sostenida.

DESCRIPCIÓN ANATOFUNCIONAL

EL RIESGO MATERNO

La estratificación del riesgo se basa en los conocimientos básicos


acerca de los cambios fisiológicos producidos durante el embarazo, en el
conocimiento establecido de ciertas condiciones que implican mortalidad
elevada los aspectos que deben considerarse son:

- Las enfermedades que implican gasto cardiaco limitado, es decir, las


afecciones obstructivas izquierdas, no van a ser bien toleradas.
- La caída de las resistencias vasculares periféricas implicará que se
tolerará bien las insuficiencias valvulares del lado izquierdo y los
cortocircuitos izquierda-derecha, mientras que, por la misma razón, no se
tolerará bien las condiciones con cortocircuito derecha-izquierda.
- Está bien establecido que la hipertensión pulmonar primaria y el
síndrome de Eisenmenger implican un riesgo prohibitivo, con mortalidad
entre el 30 y el 50% durante el embarazo.

- La necesidad de anticoagulación secundaria a prótesis mecánica


implica un riesgo materno y fetal importante.

EL RIESGO PARA EL FETO

Se debe considerar antes de la concepción el riesgo de


transmisión de cardiopatía congénita a los hijos. Sin embargo, algunas
condiciones se heredan con un patrón autosómico dominante, como el
síndrome de DiGeorge, el síndrome de Marfan, la miocardiopatía
hipertrófica o el síndrome de Noonan, con un riesgo de transmisión del
50%. La complicación más frecuente es el retraso del crecimiento
intrauterino.

MANEJO DE LAS COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES


DURANTE EL EMBARAZO

Se debería determinar los cuidados y el grado de monitorización


durante el embarazo antes de la gestación. En general, se requiere que
el cuidado antenatal y el parto estén cuidadosamente planeados.
Algunas pacientes se beneficiarán de la hospitalización durante el tercer
trimestre, con reposo, monitorización y la administración de O2 (por
ejemplo, las pacientes cianóticas).

FÁRMACOS Y EMBARAZO

La mayoría de los fármacos del área cardiovascular cruzan la


placenta y, por lo tanto, exponen al feto a sus efectos farmacológicos.
Algunos fármacos llegan a la leche materna y pueden afectar al neonato.
CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS
Cortocircuitos izquierda-derecha

El efecto del incremento del GC en un ventrículo derecho con


sobrecarga previa de volumen en los pacientes con comunicación
interauricular (CIA) es contrarrestado por el descenso de las resistencias
periféricas; por tanto, la gestación se tolera bien en este tipo de
condiciones, con una incidencia de complicaciones escasa. En pacientes
con CIA raramente pueden producirse embolias paradójicas. Las
pacientes con comunicaciones interventriculares (CIV) restrictivas y
pequeños ductos arteriosos persistentes también toleran bien la
gestación.

Estenosis pulmonar

La estenosis pulmonar (EP) ligera y moderada se tolera bien


durante el embarazo, con buen pronóstico materno y fetal. Sin embargo,
en pacientes con EP severa, el embarazo puede precipitar insuficiencia
cardiaca severa o arritmias.

La valvuloplastia pulmonar puede realizarse durante el embarazo


en mujeres muy sintomáticas.
Cardiopatías cianóticas no corregidas sin síndrome de Eisenmenger

El riesgo materno por cianosis difiere en gravedad según haya


hipertensión pulmonar concomitante o no. En pacientes sin hipertensión
pulmonar, por ejemplo atresia pulmonar paliada con Blalock Taussig
(BT), la mortalidad durante la gestación se considera alrededor del 5%.
El pronóstico fetal es malo en cualquier situación con cianosis materna, y
tanto la prematuridad como el aborto espontáneo son frecuentes.

Cardiopatías cianóticas corregidas

Ésta es la cardiopatía cianosante más frecuente. Clásicamente, se


ha considerado a las pacientes con TF corregida como un grupo de bajo
riesgo de complicaciones maternas y fetales, y no se ha descrito ningún
caso mortal. En la actualidad, existe un amplio número de pacientes con
TF corregida que han alcanzado la edad reproductiva. Sin embargo,
recientemente se ha observado que en estas pacientes la gestación
puede empeorar la función y la dilatación del ventrículo derecho.
Fontan

En general, estas pacientes presentan limitación para incrementar


el GC durante el embarazo. El Fontan funcionante con una aurícula
derecha muy pequeña o tras conexión cavopulmonar total (TCPC) en
clase funcional I o II con buena función ventricular probablemente
permita completar un embarazo.

Miocardiopatía dilatada

La miocardiopatía dilatada se documenta muy raramente antes del


embarazo. En la mayoría de los casos se contraindica el embarazo en
estas pacientes. Si se diagnostica en el último mes de embarazo, se la
denomina micardiopatía periparto.

Miocardiopatía dilatada

La miocardiopatía dilatada se documenta muy raramente antes del


embarazo. En la mayoría de los casos se contraindica el embarazo en
estas pacientes. Si se diagnostica en el último mes de embarazo, se la
denomina micardiopatía periparto.

CARDIOPATÍAS ADQUIRIDAS
Enfermedad coronaria

La edad materna avanzada y las técnicas de reproducción asistida


permiten que enfermedades más propias de otras décadas de la vida
aumenten su incidenciaLa disección coronaria se produce en gestantes
sin factores de riesgo cardiovascular (a término o posparto), afecta a la
arteria descendente anterior en un 80% de los casos y ocasiona un IAM
extenso y con una mortalidad del 30 al 40%, atribuida en parte al retraso
en el diagnóstico. La implantación de stent es el único tratamiento
efectivo para limitar su extensión.

Enfermedad valvular adquirida: estenosis mitral

La estenosis mitral (EM) reumática es una causa frecuente de


valvulopatía en la mujer gestante. La limitación al incremento del GC y el
aumento de la frecuencia cardiaca limitando el llenado diastólico hacen
que la EM no sea bien tolerada durante la gestación. Por tanto, se debe
considerar la valvuloplastia o la cirugía en toda paciente sintomática
previa al embarazo o incluso en aquellas asintomáticas con estenosis
mitral severa que contemplen la posibilidad de embarazo57.

Lesiones regurgitantes
En general, el descenso de las resistencias vasculares periféricas
disminuye el volumen regurgitante en la insuficiencia mitral y aórtica. En
la insuficiencia aórtica, el incremento de la frecuencia cardiaca acorta la
diástole, con lo que mejora la hemodinámica

Prótesis mecánicas y biológicas

Idealmente, las mujeres en edad reproductiva con valvulopatía que


requieren cirugía cardiaca deberían recibir una prótesis biológica si
contemplan la posibilidad de gestar. Una prótesis mecánica, con
cualquier régimen anticoagulante, confiere a un riesgo de embarazo muy
mínimo.

Hipertensión arterial y embarazo

La preeclampsia es la complicación médica más frecuente durante


el embarazo y se asocia con morbilidad importante tanto para la madre
como para el feto. Es causa de abruptio placentae, edema pulmonar,
coagulación intravascular diseminada e insuficiencia hepática en la
madre, y prematuridad y bajo peso en el feto71. Por tanto, se debería
controlar por preeclampsia a toda mujer durante la gestación mediante la
determinación de la presión arterial y la proteinuria.

DIAGNÓSTICO
Para hacer el diagnóstico el médico debe considerar los siguientes
datos:

▪ Si hay cambios en los ruidos normales del corazón: arritmias (cambios


en el ritmo normal del latido del corazón) o soplos (ruido silbante,
chirriante o áspero que se escucha durante el latido cardiaco, ocasionado
por un flujo sanguíneo desigual a través de las válvulas cardíacas o
cerca del corazón.
▪ Si hay antecedentes de cardiopatía reumática,
▪ Presión arterial elevada,
▪ Si existe alguna cardiopatía congénita,
▪ Si hay cambios en el pulso y si hay congestión del hígado.
El médico puede predecir que la embarazada tendrá problemas
serios en el embarazo o parto cuando tiene estos factores de riesgo:

1. Un evento cardiaco previo,


2. Cianosis (color azulado de la piel) o un funcionamiento pobre del
corazón,
3. Obstrucción de la parte izquierda del corazón,
4. Disfunción sistémica de los ventrículos (los ventrículos no se contraen
bien).

TRATAMIENTO
¿CÓMO SE MIDEN LOS RIESGOS?

Para la valoración y tratamiento el médico debe tomar en cuenta la


clasificación que ha hecho la Asociación de Cardiología de Nueva York
basada en el aspecto funcional del corazón:

I. No hay síntomas y puede tener una actividad normal. La actividad


física no causa fatiga, dificultad para respirar o dolor en la zona del
corazón.
II. No hay síntomas en reposo, pero con el esfuerzo hay dificultad para
respirar (disnea) que limita un poco la actividad. La actividad física
habitual sí produce síntomas.
III. Marcada limitación de la actividad física. Alivio sólo en el reposo ya
que actividades menores a las habituales, causan síntomas.
IV. Incapacidad para desarrollar actividad física incluyendo la habitual.
Los síntomas se presentan incluso en el reposo.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?

Para la prevención de la enfermedad, se recomienda que la madre


embarazada evite el consumo de alcohol y otras drogas durante el
embarazo. Además, a los médicos se les debe hacer saber que una
mujer está embarazada antes de prescribirle algún medicamento, y esta
se debe realizar un examen de sangre a comienzos del embarazo para
ver si tiene inmunidad contra la rubéola. Si la madre no tiene inmunidad,
tiene que evitar cualquier exposición posible a esta enfermedad y debe
ser vacunada inmediatamente después del parto.

Los niveles de azúcar en sangre mal controlados en mujeres con


diabetes durante el embarazo también están asociados con una alta tasa
de defectos cardíacos congénitos. Los expertos creen que algunos
medicamentos que necesitan receta y otros de venta libre, al igual que
las drogas psicoactivas durante el embarazo, aumentan el riesgo de
desarrollo de defectos cardíacos. Asimismo, puede haber algunos
factores hereditarios que jueguen un papel en el desarrollo de las
cardiopatías congénitas.

La genética en verdad parece pesar en muchas enfermedades, y


muchos miembros de la familia pueden resultar afectados. Se debe
conversar con el médico acerca de la realización de pruebas de
detección.

Las madres gestantes deben recibir un buen cuidado prenatal.


Muchos de estos defectos se pueden descubrir en ecografías de rutina
llevadas a cabo por un obstetra. Entonces, se puede anticipar el parto, y
el personal médico adecuado (como un cardiólogo pediatra, un cirujano
cardiotorácico y un neonatólogo) puede estar presente y listo para ayudar
en la medida que sea necesario. Dicha preparación puede significar la
diferencia entre la vida y la muerte para algunos bebés.

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