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ARTÍCULO

EL CONCEPTO DE ESTILO TECNOLÓGICO


CERÁMICO Y SU APLICACIÓN EN UN CASO DE
ESTUDIO: LOS GRUPOS FORMATIVOS DEL OESTE
DE TINOGASTA (CATAMARCA)
The concept of ceramic style and its application in a case of
study: the formative groups of west tinogasta (catamarca)
I
Feely, anabel

O riginal Recibido el 28 de febrero de 2011 • O riginal Aceptado el 18 de diciembre de 2011

RESUMEN

El estilo tecnológico ha sido considerado como una herramienta útil para estudiar los patrones de variación
cultural y para identificar y explorar límites sociales a través del registro material. La delimitación de estilos
tecnológicos implica la identificación de variabilidad técnica existente dentro del conjunto analizado, que resulta
de las diferentes elecciones implementadas por los artesanos durante la secuencia de manufactura. En términos
arqueológicos la existencia de determinados atributos de los artefactos que co-varían en un tiempo y espacio
determinado implica necesariamente algún tipo de relación entre las personas que los produjeron y utilizaron. Estas
relaciones pueden abarcar distintos niveles de interacción social que no necesariamente implican co-residencia.
En este trabajo se retoma el concepto de estilo tecnológico y se presentan los resultados de los análisis realizados
sobre conjuntos cerámicos recuperados en distintos sitios y/o localidades arqueológicas correspondientes a
sociedades agrarias pre-estatales que se desarrollaron entre el 1500-1300 AP ocupando distintos ambientes del
oeste tinogasteño (Catamarca). Los resultados obtenidos aportan a la definición de la estructura del territorio de
dichas sociedades y constituyen un indicador de los grados de interacción de los grupos humanos dentro de un
mismo sistema social.
PALABRAS CLAVE: estilo tecnológico, límites sociales, tradiciones cerámicas, Período Formativo

ABSTRACT

Technological style has been regarded as a useful tool for the study of cultural variation patterns and to iden-
tify and explore social boundaries through the material record. Technological styles definition involves the iden-
tification of existing technical variability within the analyzed sample that results from the different technological
choices implemented by the craftsmen during the different steps of the manufacturing sequence. In archaeologi-
cal terms the existence of certain attributes of the artifacts that co-varies in time and space imply some kind of
relationship between persons who produced and used them. These relationships may include different levels of
social interaction that does not necessarily involve co-residence. This work takes the concept of technological
style and presents the results of analyses carried out on ceramic samples recovered in different archaeological sites
corresponding to pre-estate agricultural societies that developed between 1500 - 1300 BP occupying different
environments of western Tinogasta (Catamarca). The results contribute to the definition of the structure of the
territory of such societies and are an indicator of the different degrees of interaction of human groups within
a social system.
KEYWORDS: technological style, social boundaries, ceramic traditions, Formative Period

I
CONICET • M useo E tnográfico J. B. A mbrosetti (FF y L-UBA). M oreno 350 (CP 1091), CABA, A rgentina •
E-M ail : anitafeely@yahoo.com.ar
Arqueología 18: 49-75 • 2012 • ­­Instituto de Arqueología • FFyL. UBA
ISSN (Versión impresa) 0327-5159 • ISSN (Versión en línea) 1853-8126
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INTRODUCCIÓN y un espacio determinado se constituye en


un indicador de la integración e interacción
El concepto de estilo tecnológico (sensu de los grupos humanos dentro de un mismo
Stark 1999) constituye una herramienta útil sistema social, aportando de esta manera a la
para el estudio de los patrones de variación definición de la estructura del territorio de di-
cultural y para la identificación y exploración chas sociedades.
de límites sociales a través de la cultura ma-
terial. El estilo tecnológico es el resultado
de la integración de los comportamientos EL ESTILO EN ARQUEOLOGÍA
realizados durante la manufactura y uso de
la cultura material y representa la sumatoria El estilo es un concepto complejo y de difí-
de las decisiones técnicas realizadas por los cil definición. En historia del arte el estilo es
artesanos, es decir, la selección de materias considerado como un modo característico de
primas, fuentes de energía, herramientas y la ejecución, visto como algo separado de los
programación de las actividades (Lemonnier contenidos o ideas expresados. En arqueolo-
1992). Estas decisiones técnicas reproducen gía y antropología, si bien se ha mantenido
el conocimiento de una tradición manufac- una distinción entre ejecución (o técnica) y
turera que es transmitida por generaciones y contenido, se ha puesto cierto énfasis en el
quedan expresadas consciente o inconscien- segundo aspecto, dando como resultado que
temente en las formas materiales, otorgándo- el término ha sido utilizado principalmente
le variabilidad formal a los bienes producidos para referirse al estilo decorativo.
(Sackett 1986, 1990). El estudio de la variabi-
lidad formal en materiales cerámicos permi- Con el desarrollo de la disciplina, las con-
te la caracterización de estilos tecnológicos, cepciones de estilo en arqueología han ido
que se constituyen en una vía de acceso para cambiando conforme a los marcos teóricos;
definir y comparar las tradiciones ceramis- el énfasis ha sido puesto en distintos aspectos
tas que expresan información social; de esta (adaptativos, comunicacionales, identitarios,
forma pueden establecerse los límites socio- ideológicos, etc.) que han sido utilizados para
culturales dentro de los que se compartieron definir, comprender y estudiar el estilo y las
conocimientos, valores y creencias. sociedades que lo produjeron. Con anteriori-
dad a la década de 1960, dentro de la denomi-
En este trabajo se presenta un sucinto repa- nada “arqueología normativa” (sensu Binford
so acerca del concepto de estilo en arqueolo- 1962) el estilo constituía una herramienta de
gía, centralizándose en el estilo tecnológico, y clasificación espacio-temporal utilizada para la
se analizan las posibilidades de identificación seriación y datación de sitios. Los estilos eran
de variabilidad técnica ejecutada durante los definidos en base a esquemas clasificatorios y
distintos pasos de la secuencia de produc- tipológicos fundados en la semejanza de atri-
ción en materiales cerámicos arqueológicos. butos, principalmente decorativos y formales
Finalmente se presenta un caso de estudio y una vez identificados se constituían en fó-
concreto a partir de la caracterización de los siles guía. Los estilos o tipos (principalmente
estilos tecnológicos que surgen de la integra- cerámicos) pasaron a representar directamen-
ción de los resultados obtenidos del análisis te a un grupo de personas o a un conjunto de
de los enseres cerámicos producidos por ideas particulares y sus distribuciones geográ-
sociedades agrarias pre-estatales que se de- ficas permitieron establecer relaciones entre
sarrollaron entre el 1500-1300 AP ocupan- sitios o regiones. Sin embargo las cuestiones
do distintos ambientes del oeste tinogasteño relativas a la generación de estilo, sus proce-
(Catamarca, Argentina). La identificación de sos de cambio o las causas subyacentes a su
“formas recurrentes de hacer” en un tiempo dispersión no fueron abordados.

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Con el surgimiento de la Nueva Arqueología, es errónea (Plog 1978). Al respecto, Dietler


la visión de estilo cambia y la forma más co- y Herbich (1998) señalan que si bien el estilo
mún de identificarlo consiste en ubicarlo ne- juega un papel activo en la interacción social,
gativamente en relación con la función y la especialmente en la expresión de estatus e
tecnología (Binford 1965; Dunnell 1978). La identidad, rara vez existe una relación directa
tecnología es definida como las materias pri- entre estilo e identidad.
mas y los pasos seguidos durante la secuencia
de producción, limitada generalmente por En lo que se ha denominado teoría del in-
constreñimientos ambientales y técnicos del tercambio de información, Wobst (1977) pos-
contexto de manufactura; la función es aso- tula que el estilo constituye una estrategia de
ciada a propósitos intencionales utilitarios, comunicación costosa dirigida a la manifesta-
mientras que el estilo es visto como una cla- ción de identidad cultural y a la negociación
se de cualidad residual, cuya función prima- de relaciones inter-grupales siendo los dise-
ria es emblemática y selectivamente neutra ños mensajes conscientes que buscan denotar
(Stark 1999). El estilo entonces se concibe información étnica. El estilo es considerado
como aquellos aspectos del patrón material como altamente adaptativo ya que torna más
que quedan después de que se ha dado cuenta predecible la interacción y comunicación en-
de los otros dos. Estos atributos “residuales” tre grupos, permitiendo resumir información
son considerados como relacionados con los acerca de la situación social y económica de
“procesos sociales”. Binford (1965) asume un individuo (Weissner 1984; Wobst 1977).
que el estilo no presenta particular importan- La importancia del estilo aumentaría a medida
cia para los grupos sociales que lo generan que aumenta la distancia social entre el emisor
ya que carece de valor adaptativo o signifi- y el receptor del mensaje. El estilo permitiría
cación funcional. Las variaciones en los es- intercambiar rápidamente información sobre
tilos, estadísticamente registradas durante el identidad, filiación grupal y estatus sociopo-
proceso de investigación, serían el resultado lítico y económico de sus portadores, siendo
de permutaciones aleatorias carentes de signi- otro tipo de mensaje muy costoso en térmi-
ficado conductual. Esta división arbitraria de nos de codificación y decodificación.
la cultura material, que asume una dicotomía
entre estilo y función, enmascara el rol de los Siguiendo estos argumentos, el análisis de
factores sociales y culturales otorgándole un los diseños y motivos decorativos fue con-
rol pasivo en el proceso de cambio. siderado la forma más confiable de estudiar
límites sociales a partir del registro arqueoló-
Otros acercamientos al estilo se han cen- gico, ya que funcionaría como indicador de
trado en aquellos aspectos de los objetos “etnicidad”. Esta visión concibe a la cultura
más activos y conscientemente manipulados material y al estilo en general como un reflejo
para comunicar información social (Weissner de identidades individuales o étnicas, negan-
1990; Wobst 1977), es decir aquellos referi- do la posibilidad de verlo como un elemento
dos a su decoración e iconografía. En este activo, constituyente y constitutivo de subje-
marco, la hipótesis de la interacción social tividades y cosmovisiones y plausible de ser
(Longacre 1970) considera que los atributos manipulado por los sujetos para actuar según
estilísticos están más o menos relacionados al sus propios intereses (Shanks y Tilley 1988).
grado de interacción entre unidades sociales. Al centrarse en los aspectos decorativos, se
El supuesto básico indica que a mayor inte- dejan de lado otros componentes del estilo,
racción entre unidades residenciales mayor ya que la decoración constituye sólo una parte
será el grado de similitud estilística. Sin em- de un sistema técnico más amplio que abar-
bargo, estudios arqueológicos y etnoarqueo- ca los comportamientos y elecciones técnicas
lógicos han demostrado que esta afirmación realizadas durante cada paso de la secuencia

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de producción. En este sentido es fundamen- relaciones sociales, sin embargo, también


tal el trabajo de Sackett (1982, 1986, 1990) sugiere que la elección de un diseño es pro-
quien sostiene que el estilo está presente en ducto de la socialización, otorgándole de esta
cualquier lugar en donde sea posible una manera un rol más pasivo. Shanks y Tilley
elección entre opciones igualmente viables. (1988) sostienen que la distinción realizada
Denomina a los resultados de tales decisio- por Sackett entre variación isocréstica y varia-
nes como variación isocréstica (i.e. variantes ción iconológica depende de una distinción
que son de uso equivalente) y sostiene que entre el estilo que se produce como conse-
estas elecciones son aprendidas y socialmente cuencia de la conciencia imbuida del artesano
transmitidas, y que por lo tanto la variación en un nivel esencialmente no discursivo y el
refleja tanto redes de interacción social como estilo con efectos intencionales en términos
el contexto histórico. Este acercamiento iso- de estrategias sociales específicas o varia-
créstico se contrapone al acercamiento ico- ción iconológica. Esta última es considerada
nológico (Weissner 1984) que considera que como intencional y por lo tanto plausible de
el estilo tiene su función primaria en la expre- explicación. Lamentablemente Sackett no ha
sión simbólica de la información social. Para profundizado en estos aspectos, y sus valiosas
Sackett el estilo y la función son igualmente contribuciones carecen del poder explicativo
responsables de la variación formal observa- para una comprensión social del estilo y la
ble en los artefactos. Éstos juegan roles tanto cultura material.
en lo social como en lo simbólico, operan-
do en ambos niveles simultáneamente y su Otros enfoques del estilo se han centra-
propósito es funcional en el sentido amplio do en la función comunicativa de la cultura
en que permite a las poblaciones obtener material ampliando el rango desde la simple
o utilizar recursos y/o marcar relaciones e designación de identidad hacia el uso del es-
identidades sociales. Esta mezcla de atributos tilo como representación de las relaciones
“utilitarios” y “no utilitarios” es lo que el au- sociales de poder y estrategias de manipula-
tor denomina forma adjunta, y el paradigma ción ideológica. Shanks y Tilley (1988) con-
viene dado por la decoración cerámica, que sideran que si bien el estilo puede tener una
despliega ventajas “no obvias” en lo referente base habituada en la estructuración de los pa-
a la adquisición o procesamiento de recursos trones de la cultura material en relación con
(Sackett 1982, 1986). las construcciones sociales de la realidad, el
significado de esta variación no puede dejarse
La forma isocréstica, que se encuentra en de lado y ser considerado simplemente como
todos los artefactos y reside en todos sus atri- una expresión no especificada de etnicidad
butos, es producto de la existencia de un gran que simplemente sucede. El estilo es produ-
rango de formas alternativas para una misma cido para suceder en diferentes circunstancias
clase funcional que pueden operar de forma históricas y sociales y con el objetivo de en-
equivalente. Para Sackett la variación isocrés- tenderlo necesitamos comprender las condi-
tica radica en el hábito, cada sociedad tiende ciones sociales de su producción. Desde otro
a elegir una o pocas de las potencialmente ángulo, Hodder (1982) propuso el abordaje
infinitas formas de producir. La cultura ma- de la cultura material como un sistema de
terial es el producto de comportamientos comunicación no verbal. Este acercamiento
aprendidos que resultan de la socialización ha llevado a concebirla como una suerte de
de los individuos dentro de su grupo y por texto a ser leído, permitiendo el uso de méto-
lo tanto la variación formal de los artefactos dos analíticos derivados de la semiótica para
refleja distintos “grupos étnicos”. Reconoce la decodificación de los significados imbui-
el uso “iconológico”, ocasionalmente activo dos. Dietler y Herbich (1998) sostienen que
del estilo, utilizado para marcar y simbolizar las principales falencias de este enfoque ra-

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dican en que se centra simplemente en la de- a su vez, durante el proceso mismo de repro-
coración sin reconocer que tanto los objetos ducción social, es la práctica la que da forma
como las técnicas están impregnados de sig- y remodela las estructuras.
nificado, excluyendo del análisis a la actividad
técnica. Por otra parte, resaltan que la cultura Uno de los argumentos centrales desarro-
material está inserta en sistemas de expresión llados por Bourdieu (1977) sostiene que a tra-
simbólica pero también en sistemas de acción vés de la influencia de las estructuras de las
práctica sobre la materia y por lo tanto, aun- condiciones materiales en las cuales viven, las
que participa en procesos de significación, no personas desarrollan “disposiciones” para ac-
es primariamente un sistema de comunica- tuar de determinadas formas. Estos sistemas
ción como el lenguaje. La cultura material no durables, llamados habitus, constituyen esque-
es un texto a ser leído y más que “significar mas individualmente únicos de disposiciones
algo” la cultura material evoca significados inconscientes internalizadas o estructuras
(Dietler y Herbich 1998). cognitivas socialmente constituidas. Estas
dan forma a la manera en que los individuos
perciben y actúan y son tanto estructuradas
TRADICIONES DE PRODUCCIÓN como estructurantes en relación con los sis-
temas externos (Bourdieu 1977). El habitus es
En síntesis, el estilo ha sido conceptua- el producto de una historia social dentro de
lizado por los arqueólogos de dos formas la cual los individuos actúan reflexivamente;
principales: como el reflejo inconsciente de toda acción social, individual o colectiva, es
estructuras cognitivas subyacentes o como reflexiva. Los actores conocen algunas de las
un medio de comunicación consciente y ma- normas mediante las cuales se supone que vi-
nipulable por parte de sus productores. En el ven y usan esos conocimientos en la interac-
primer caso, se considera que la forma que ción social cotidiana.
adopta la cultura material está determinada
directamente desde el nivel de las estructu- Estas disposiciones, sin embargo, no son
ras cognitivas subyacentes y por lo tanto los estáticas y los seres humanos no son autó-
patrones estilísticos son predominantemente matas que siguen reglas sociales fijas. Más
resultados inconscientes de fenómenos cultu- bien “los ‘sujetos’ son en realidad agentes
rales o sociales. En el segundo se considera a actuantes y conscientes dotados de un sen-
la cultura material como un medio de comu- tido práctico, (...) un sistema adquirido de
nicación y se pone énfasis en la manipulación preferencias, de principios de visión y de
consciente e intencional de los símbolos ma- división (lo que se suele llamar un gusto),
teriales como estrategias de mantenimiento de estructuras cognitivas duraderas (...) y de
de límites grupales, representaciones ideoló- esquemas de acción que orientan la percep-
gicas de relaciones sociales o como medios de ción de la situación y la respuesta adaptada.
expresión simbólica. El habitus es esa especie de sentido prácti-
co de lo que hay que hacer en una situación
Dietler y Herbich (1998) sostienen que estas determinada” (Bourdieu 2002: 40). Es decir
dos posturas no son necesariamente contra- que el habitus es un fenómeno dinámico y
dictorias sino que son simplemente parciales relacional y en tanto conjunto de disposi-
y que una teoría realista de la cultura mate- ciones aprendidas permite la solución de
rial debe dar cuenta tanto de la “estructura” problemas a través de un proceso de razo-
como de la “agencia” demostrando que am- namiento analógico estructurado; las solu-
bas están mediadas por la práctica (Dietler ciones a estos problemas, a su vez, influyen
y Herbich 1998). Es decir que el curso de la en el desarrollo de las disposiciones (Dietler
práctica es guiado por ciertas disposiciones y y Herbich 1998).

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Otro concepto estrechamente relacionado hechas (Weissner 1984). La sumatoria de las


con el de habitus es el de estructura social. elecciones técnicas es llamada estilo tecnológico
Las estructuras constituyen tanto el medio (Lechtman 1977), el cual es entendido como la
como el producto de la interacción social y integración formal del comportamiento reali-
son concebidas como las reglas normativas y zado durante la manufactura y uso de la cultu-
los recursos naturales y sociales disponibles ra material. Estas decisiones no son adoptadas
a los individuos y grupos (Dietler y Herbich aleatoriamente sino que resultan de procesos
1998). Es decir, las estructuras sociales son de aprendizaje particulares o “disposiciones
normativas y anteceden históricamente a socialmente adquiridas” y quedan expresadas
cualquier actor individual, pero las personas consciente o inconscientemente en las formas
no se limitan a seguir pasivamente las reglas materiales otorgándole variabilidad formal a
sociales existentes, sino que tienden a en- los bienes manufacturados (Stark 1999).
tenderlas y utilizarlas de formas creativas; al
obrar de este modo contribuyen a reforzar o Durante la producción y uso de los arte-
a transformar la misma estructura. Los seres factos, los seres humanos incorporan hábitos
humanos no deben ser considerados objetos motrices y percepciones acerca de lo que cons-
pasivos pero tampoco sujetos totalmente li- tituyen rangos de variación aceptables en los
bres; cada individuo sabe como actuar basado objetos, limitando las opciones técnicas. Estas
en una conciencia práctica (Bourdieu 2002). percepciones suelen ser compartidas por pro-
ductores y consumidores y restringen en cierta
Dentro de este marco, consideramos que forma las posibilidades de lo aceptable. Por lo
las técnicas son formadas por el habitus. Los tanto es erróneo ver al estilo como un medio
conocimientos técnicos son transmitidos a cuya intención última es comunicar identidad
través de las generaciones conformando tra- grupal (aunque las elecciones individuales
diciones de producción que pueden ser vistas pueden estar a veces dirigidas a la expresión
como disposiciones compartidas o rangos de identidad grupal o individual), más bien es
característicos de respuesta que guían las el resultado de rangos de acción compartidos
elecciones técnicas realizadas durante los dis- que responden a ciertas demandas de las rela-
ciones sociales existentes.
tintos pasos de la secuencia de producción.
Las alternativas tecnológicas seleccionadas,
En sociedades sin instituciones educativas
resultan de un conocimiento profundo de la
formales estos conocimientos se transmiten
tradición manufacturera y los procedimientos
por la práctica involucrando tanto el cuerpo
técnicos que las personas desarrollan consti-
como las herramientas y los valores y signifi-
tuyen un conjunto de representaciones cul-
cados sociales (Bourdieu 1977). Sin embargo,
turales de la realidad que expresan y definen
la transmisión de los conocimientos no es ne-
identidades sociales (Lemonnier 1986, 1989,
cesariamente la replicación exacta de lo pre-
1993).
cedente sino que también incorpora procesos
de transformación. Estos cambios pueden ser
rápidos o graduales y pueden ser provocados
ESTILOS TECNOLÓGICOS Y LÍMITES por los mismos productores (quienes pueden
SOCIALES conscientemente manipular los estilos tecno-
lógicos en un intento de instigar el cambio),
Como ya hemos dicho, existen varias so- por los consumidores, o bien pueden ser resul-
luciones técnicas alternativas para producir tado de factores externos que impulsan cam-
objetos similares, sin embargo, los artesanos bios en la tecnología manufacturera, como por
generalmente confeccionan sus bienes me- ejemplo ser consecuencia de la relocalización
diante una serie de acciones repetitivas que de los artesanos dentro de una nueva comuni-
reflejan la forma en que las cosas son siempre dad (Childs 1991).

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Los conocimientos técnicos y las activi- pueden desplegar una tendencia a fluctuar a
dades relacionadas con la tecnología, inclu- través del tiempo y del espacio. Esto reflejaría
yendo prescripciones prácticas y simbólicas, los aspectos más superficiales, situacionales y
son adquiridos informalmente en estadios temporarios de la identidad. Una segunda ca-
tempranos del aprendizaje, son tácitamente tegoría (selección de materias primas, extrac-
compartidos y generalmente no explícitos ción, procesamiento y cocción) corresponde
(Gosselain 1999). Los individuos aprenden a aspectos que también son técnicamente ma-
por “impregnación” mediante su participa- leables, sin embargo, los comportamientos
ción en un entramado que involucra rela- técnicos no pueden ser “leídos” en el produc-
ciones sociales específicas y que es parte del to terminado. Si bien estas técnicas pueden
proceso más amplio que implica convertirse ser aprendidas en interacciones posteriores
en miembro de la comunidad (Gosselain y al aprendizaje, estos cambios se producen in-
Livingstone 2005). Estos conocimientos son frecuentemente y generalmente como conse-
considerados una tradición y no pueden ser cuencia de la relocalización del artesano den-
disociados de las estrategias a través de las tro de una nueva comunidad alfarera o por
cuales los individuos interactúan entre sí. Los cambios en las fuentes de materia prima. Por
sistemas de aprendizaje no son solamente lo tanto, sostiene el autor, la distribución de
verticales sino que se transmiten también en estas técnicas debe reflejar las redes de inte-
forma horizontal mediante la interacción de racción local o regional. Finalmente, la tercera
los individuos con sus pares constituyendo co- categoría corresponde a las técnicas de manu-
munidades de prácticas (Gosselain y Livingstone factura primarias, que no dejan rasgos aparen-
2005). De esta manera, generan comporta- tes en el producto terminado y están basadas
mientos similares que permiten que la cultura en gestos especializados o hábitos motrices
material exhiba patrones tradicionales discer- adquiridos durante la práctica. Las técnicas de
nibles. Los comportamientos tienden a ho- manufactura primaria tienden a permanecer
mogeneizarse en una escala regional y dentro estables durante toda la vida del artesano y su
de estas unidades geográficas las variaciones distribución debería reflejar aquellos aspectos
se producen dentro de un número limitado más enraizados y perdurables de la identidad
de posibilidades. social. Lamentablemente la visibilidad de este
aspecto en el registro arqueológico es prácti-
Una creciente cantidad de investigaciones camente nula.
indican que los aspectos menos sobresalien-
tes y más mundanos de la cultura material Los estilos tecnológicos pueden mantener-
pueden resultar aún más pertinentes para el se relativamente estables a través del espacio
estudio de los límites sociales que su contra- y del tiempo ya que, por un lado son produc-
parte más visible y conscientemente mani- to de la realización de prácticas habituadas y
pulada (Dietler y Herbich 1998; Lemonnier por otro, su modificación requiere cambios
1992; Sacket 1990, entre otros). Gosselain en el proceso de manufactura que puede in-
(2000) sostiene que los distintos aspectos de volucrar la introducción de hábitos motrices
la cadena operativa cerámica presentan dife- incompatibles con los existentes (Gosselain
rencias en cuanto a su maleabilidad técnica 1992). Por su parte, los diseños decorativos
y a los contextos sociales en los cuales son son más factibles de adquirir valores estéti-
aprendidos y puestos en práctica. Aquellos cos, económicos o simbólicos y por lo tanto
pasos que son particularmente visibles en los de ser conscientemente imitados, manipu-
productos terminados y técnicamente malea- lados o rechazados, siendo por ende menos
bles (la decoración, las técnicas de manufactu- indicativos de la identidad social que las tradi-
ra secundaria y la mayoría de los tratamientos ciones técnicas (Chilton 1999; Hardin 1984).
postcocción), son fácilmente transmisibles Stark (1999) sostiene que los cambios en los
por interacciones posteriores al aprendizaje y estilos tecnológicos se producen en escalas

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temporales y geográficas diferentes a los pro- cuencia de las interrelaciones, pudiendo tanto
ducidos en los estilos iconográficos. Éstos corresponder a un grupo co-residencial, una
últimos presentan distribuciones extensivas, familia extendida o a grupos de familias que
transmitiendo información social acerca de pueden o no vivir en las cercanías (Sanhueza
patrones amplios de interacción regional, 2004, 2009).
mientras que la distribución de los primeros
es más restringida y refleja sistemas técnicos En suma, consideramos que la uniformidad
locales y a sus poblaciones productoras. En tecnológica es el resultado de la reproducción
suma, la repetición de las acciones involucra- de prácticas tradicionales de manufactura ge-
das en la producción y uso de artefactos pro- nerada por la cercanía y la participación de las
ducirá cierto grado de homogeneidad en los personas dentro de una misma comunidad de
bienes manufacturados, mientras que las di- prácticas. Las relaciones entre los individuos
vergencias, quiebres o rupturas identificadas pueden abarcar distintos niveles de interacción
en los patrones artefactuales, ya sean a través que no necesariamente implican co-residencia.
del tiempo o del espacio, pueden considerar- La existencia de uniformidad tecnológica está
se como indicativas de la existencia de límites señalando la presencia de un grupo de perso-
sociales. nas que comparten condiciones de existencia
e interactúan en una base regular, pero que
En términos arqueológicos, la existencia pueden corresponder a agrupaciones sociales
de conjuntos de artefactos que co-varían en muy diferentes (Sanhueza 2004, 2009).
un tiempo y espacio determinado implica
necesariamente algún tipo de relación entre
las personas que los produjeron y utilizaron IDENTIFICACIÓN DE ESTILOS
(Parkinson 2006; Sanhueza 2004, 2009). Sin
embargo, no nos informa acerca del tipo de TECNOLÓGICOS CERÁMICOS
relación particular que existiría entre estas
personas o sobre las características de la rela- Para definir estilos tecnológicos cerámicos
ción, es decir: qué tipo de unidad social esta- es necesario analizar la cadena operativa de
mos identificando a partir de las variaciones producción y evaluar qué pasos presentan va-
en la cultura material (Sanhueza 2004, 2009). riabilidad visible en la cerámica arqueológica
Como sostiene Cremonte (2001) no se trata (Stark 1999). Sin embargo, la posibilidad de
de buscar en la tecnología la etnicidad o “di- realizar estas inferencias es limitada y varía en
ferenciación social autoconsciente”, sino de función de la etapa de la secuencia de produc-
remarcar que la construcción de la identidad ción y del estado, fragmentario o completo,
grupal es el producto tanto de procesos de in- de los casos analizados. La cadena operativa
teracción como de componentes tradiciona- de manufactura cerámica puede dividirse en
les y pautas sociales culturalmente adquiridos. siete tareas básicas, cada una de las cuales
Éstos son transmitidos través de las genera- otorga al artesano la posibilidad de elegir en-
ciones y por lo tanto, la persistencia de ciertas tre diferentes opciones técnicas alternativas
tradiciones tecnológicas puede traducirse en (Rice 1987; Rye 1981; Shepard 1968):
fronteras sociales dentro de una región.
1) Adquisición de materias primas.
La interacción mutua y frecuente entre in- 2) Preparación de los materiales: tratamiento
dividuos genera premisas y entendimientos de arcillas y antiplásticos, limpieza, selec-
compartidos que pueden ser utilizados en el ción, agregados y mezclas.
desarrollo de identidades comunes. Estas in- 3) Técnicas de manufactura primaria: las
teracciones y la construcción de identidades técnicas de construcción de las piezas ya
puede existir a distintos niveles de inclusión sea por rodetes, por estiramiento de masa,
social, dependiente de los mecanismos y fre- planchas, etc.

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4) Técnicas de manufactura secundaria: téc- deradas al momento de hacer esta distinción


nicas de modificación de la forma prima- que son la clase de material, su forma, rango
ria, que pueden incluir paleteado, raspado, de tamaño y cantidad.
cortado, etc.
5) Técnicas de modificación superficial: in- La elección de determinadas materias pri-
cluye las modificaciones realizadas en las mas y los tratamientos realizados sobre ellas
superficies de las vasijas (alisado, pulido, tiene implicaciones a nivel conductual. La
etc.) y las técnicas decorativas (pintado, puesta en práctica de estos actos técnicos
incisión, etc.) afecta (de manera consciente o no) los aspec-
6) Técnicas de secado y cocción. tos estilísticos, tecnológicos y las propiedades
7) Tratamientos post-cocción: realizados so- funcionales de las vasijas. Sin embargo, exis-
bre la pieza terminada, como por ejemplo ten otras consideraciones más elusivas a la
el tiznado. investigación arqueológica que pueden influir
en la elección de un tipo particular de anti-
A continuación examinaremos las posibili- plástico. El atemperado de las pastas puede
dades de inferir las opciones tomadas por los incluir materiales que aluden a otros objetos
artesanos en cada una de estas etapas y las o situaciones, estableciendo una coherencia
diferentes técnicas analíticas que pueden ser entre la vasija y otros fenómenos de orden
utilizadas para su estudio. social (Barley 1994; Gosselain 1998, entre
otros) que desafortunadamente los arqueólo-
ADQUISICIÓN DE MATERIAS PRIMAS Y gos no estamos en condiciones de apreciar.
PREPARACIÓN DE LOS MATERIALES
Distintas técnicas se han aplicado para el
Para las primeras etapas de la cadena ope- estudio del uso de determinadas fuentes de
rativa es posible determinar ciertas preferen- materia prima y para el análisis de las pastas.
cias en el uso de determinadas arcillas y/o Entre estos se destacan los estudios de proce-
antiplásticos; sin embargo, ésta identificación dencia mediante análisis de activación neutró-
presenta sus complicaciones ya que el pro- nica o por espectrometría por fluorescencia
ceso de tratamiento de los materiales inclu- de RX, los de caracterización de depósitos ar-
ye distintas decisiones (procesamiento de las cillosos por DRX y los estudios petrográficos
arcillas, agregado de antiplásticos, mezclas de de caracterización de pastas. Estas técnicas,
ingredientes, etc.) que le otorgan a la pasta la sin embargo, son restrictivas en términos eco-
textura y granulometría deseadas pero que nómicos y suelen realizarse en muestras redu-
generan que la relación entre la vasija y las cidas. Por su parte, los estudios tecnológicos
fuentes de materias primas no sea directa. de pasta por microscopía binocular a bajos
aumentos presentan numerosas ventajas para
Uno de los principales problemas lo cons- explorar y caracterizar a nivel tecnológico
tituye la determinación del origen de las par- una muestra extensiva de fragmentos cerámi-
tículas presentes en los tiestos, es decir si cos (Baldini y Balbarrey 2004; Sanhueza et al.
estas sustancias fueron agregadas intencio- 2004, entre otros) permitiendo el análisis de
nalmente para modificar las propiedades de una mayor cantidad de casos. De esta mane-
las arcillas o si se encontraban naturalmente ra, es posible generar unidades clasificatorias
presentes en éstas. Stoltman y colaboradores basadas principalmente en las distinciones de
(1992) indican que el modo más efectivo para antiplásticos y características de las pastas,
discriminar sobre el origen natural o antrópi- las que se presume que tienen significación
co de las inclusiones consiste en comparar las cronológica, étnica, espacial, social y/o fun-
pastas de las vasijas con muestras de arcillas cional y que representa un patrón conductual
locales. Por su parte Rice (1987) señala cuatro compartido por los distintos miembros de la
características que son generalmente consi- unidad productora. Las restricciones de ésta

57
Arqueología 18: 49-75 | 2012

técnica radican en ciertas limitaciones ópticas das por acciones posteriores y en general no
para la identificación positiva de algunos mi- dejan huellas observables en los fragmentos,
nerales y fragmentos de roca. estando supeditada su presencia a las accio-
nes y cuidados ejercidos durante la secuencia
TÉCNICAS DE MANUFACTURA de producción.

Las técnicas de manufactura pueden divi- TRATAMIENTOS DE ACABADO DE SUPERFICIE Y


dirse en primarias, secundarias y modifica- TÉCNICAS DECORATIVAS
ciones superficiales (Rye 1981). Las técnicas
primarias son aquellas en donde se realiza el El tratamiento final que reciba la superficie
modelado de la arcilla hasta lograr una forma de una pieza determinará su textura, perfor-
base que en cierto sentido reflejará la forma mance técnica y cualidades estéticas. Éstas ca-
final de la vasija. Las principales son: pelliz- racterísticas estarán influenciadas tanto por el
cado, estiramiento de materia, rodeteado, pretendido contexto de uso (si constituirá un
preparado y unión de planchas, moldeado y objeto de prestigio o será utilizado en un con-
torneado. Las secundarias permiten definir texto doméstico) como por la función, es de-
la forma y las proporciones relativas de las cir si será utilizado brindar información social
distintas partes de la vasija, siendo las más co- o bien para almacenar, preparar y consumir
munes: paleteado, raspado y recortado. Estas alimentos. Estas características pretendidas
técnicas son secuenciales, mientras que las influirán en las decisiones técnicas tomadas
modificaciones superficiales pueden produ-
por los artesanos y tendrán significado para
cirse durante cualquiera de los dos estadios o
aquellos que usan u observan el uso de las
después de ellos. Las técnicas de manufactura
piezas.
por lo general son obliteradas por acciones
posteriores y pocas veces dejan huellas obser-
Los principales tratamientos de acabado
vables en los fragmentos, sin embargo distin-
superficial son el alisado, pulido y bruñido1.
tos autores han descrito y analizado los atri-
Estos constituyen tres grados de textura pro-
butos físicos producidos por las principales
ducidos por técnicas similares que involucran
técnicas de manufactura primarias y secunda-
frotar la superficie con un instrumento. Estos
rias (Balfet et al. 1992; Rice 1987; Rye 1981;
tres tipos de tratamiento pueden ser diferen-
Shepard 1968).
ciados por distintos atributos registrados en la
literatura arqueológica (Rice 1987; Rye 1981;
Distintas aproximaciones pueden emplearse
Shepard 1968, entre otros). Por su parte, las
para el estudio de las técnicas de manufactu-
ra. Algunas, como los análisis radiográficos y principales técnicas decorativas son aquellas
petrográficos, requieren de la ayuda de instru- que implican el desplazamiento, remoción o
mental analítico específico. Nuevamente, las agregado de materia y el agregado de pigmen-
limitaciones de estas técnicas radican en que tos. Tanto el tratamiento final de la superficie
son restrictivas y suelen realizarse en muestras como la técnica decorativa (en el caso de pie-
reducidas. Otra aproximación más simple, im- zas decoradas) son atributos que pueden ser
plica la observación macroscópica y el regis- observados en fragmentos siempre y cuando
tro de los atributos físicos producidos como estos no se hayan visto afectados por proce-
consecuencia de la implementación de dichas sos erosivos, producto del uso o de factores
técnicas (Rye 1981). Así, es posible analizar de post-depositacionales.
manera sencilla, rápida y sin costos, muestras
extensivas de material cerámico registrando TÉCNICAS DE SECADO Y COCCIÓN
la presencia o ausencia de los atributos físi-
cos mencionados. Desafortunadamente, las El secado es una etapa por la que necesaria-
técnicas de manufactura suelen ser oblitera- mente tienen que haber pasado todas las vasi-

58
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

jas, sin embargo no podemos realizar ningún vasija puede aparecer una delgada línea que se
tipo de inferencia acerca de cómo, dónde ni refiere a la superficie de la pieza, la cual pue-
por cuánto tiempo se llevó a cabo este pro- de ser de un color igual o diferente al de los
ceso. márgenes. En éste último caso, si podemos
descartar la aplicación de baños coloreados,
En relación con la cocción, una aproxima- las diferencias cromáticas se refieren a fluc-
ción útil consiste en el análisis macroscópico tuaciones en la atmósfera de cocción durante
de la secuencia cromática del corte transver- el proceso de enfriamiento de las piezas.
sal de las vasijas (García y Calvo 2006; Rye
1981; Vitelli 1997) que puede realizarse fácil- ANÁLISIS MORFO-MÉTRICO
mente sobre muestras extensas de material
cerámico. Si bien las carencias del análisis
La forma de una vasija está influida por la
macroscópico referido al color han sido am-
habilidad mecánica del productor, su preten-
pliamente discutidas (Rice 1987; Rye 1981;
dida función y por distintos requerimientos
Shepard 1968), consideramos que este aná-
ideográficos y estéticos, sin embargo, estudios
lisis permite obtener información válida para
etnográficos sugieren que formas particulares
realizar una aproximación a los sistemas de
de vasijas pertenecientes a una misma clase
cocción, pudiendo brindar información acer-
funcional pueden ser marcadores de un estilo
ca del tipo de atmósfera, la posición de la
tecnológico (DeBoer 1990; Gosselain 1992,
pieza dentro de la estructura de combustión,
entre otros). Estas particularidades morfoló-
etc. Las limitaciones del método obedecen a
la variabilidad cromática que puede darse en gicas tienen que ver con aspectos más bien
una misma pieza y a la multitud de factores sutiles de la forma, como ser las proporcio-
que influyen en la coloración de las pastas. nes de alto y ancho de las distintas secciones
El color de las arcillas cocidas está determi- de la pieza, sus espesores o la terminación del
nado principalmente por los materiales or- labio. Estas “sutilezas” son el resultado de la
gánicos y componentes de hierro presentes repetición de hábitos motrices aprendidos
en ellas. Éstos, a su vez, se ven influidos por durante el proceso de aprendizaje de la téc-
la temperatura y atmósferas de cocción (Rice nica y resultan resistentes al cambio (Chilton
1987; Rye 1981; Shepard 1968). La combi- 1999; Stark 1999). Sin embargo, la medición
nación de estos factores produce diferentes de este tipo de atributos se ve fuertemente
coloraciones en las pastas que en muchos ca- dificultada cuando se trabaja con materiales
sos nos permiten acercarnos a los procesos fragmentarios ya que no es posible contar
de cocción implementados. Los contrastes con todos los datos métricos de los recipien-
de color pueden registrarse entre el núcleo, tes, quedando relegada principalmente al es-
sus márgenes y las superficies. El núcleo es tudio de piezas enteras.
la parte de la pasta menos expuesta durante
la cocción, por lo que está preservado de las Existen distintos criterios para la clasifica-
atmósferas y las temperaturas extremas; es al ción morfológica de las piezas: (i) basados en
último lugar donde llegan los efectos produ- su estructura y contorno haciendo referencia
cidos por la cocción. Los márgenes exteriores a las propiedades del orificio y a la presen-
e interiores de la sección transversal se ubican cia de puntos característicos (Shepard 1968);
entre el núcleo y la superficie y no siempre (ii) centrados en las proporciones métricas
presentan una coloración diferente de la del (Balfet et al. 1992) y (iii) focalizados en la
sector central. Cuando no hay cambios en la geometría y volumen de las vasijas (Ericson y
coloración generalmente significa que se pro- Stickel 1973; Shepard 1968). Los dos últimos
dujo una cocción larga y estable que generó sistemas son, nuevamente, más factibles de
un equilibrio en toda la vasija (García y Calvo ser utilizados en piezas enteras que en restos
2006). Entre el margen y el exterior de una fragmentarios.

59
Arqueología 18: 49-75 | 2012

Por otro lado, la medición del volumen de aquí. Se realizó una recolección superficial
los contenedores sólo es realizable en piezas dentro del espacio formatizado y la excavación
enteras. El volumen (capacidad) de las vasijas de un recinto (LT-V50-1). En total se cubrió
es un atributo que está directamente ligado a un área de 120 m². Del interior de uno de los
su uso y función. La capacidad influye sobre muros del recinto se recuperó gran cantidad
el tamaño, peso y transportabilidad de las va- de carbones pequeños que permitieron fechar
sijas y por lo tanto es significativo cuando se su construcción entre los años 677 al 828 de la
consideran cuestiones de intercambio y vida Era (Ratto 2005). Los intensos procesos post-
útil de las piezas (Rice 1987). El volumen es depositacionales imposibilitan la definición de
también un atributo a partir del cual puede otros conjuntos arquitectónicos que debieron
deducirse la funcionalidad del artefacto, aun- haber funcionado como unidades domésticas
que se necesitan interrelacionar distintas lí- pero que sólo han quedado representados por
neas de inferencia para determinar los usos a la altísima densidad de cerámica en superficie
partir de las formas. asociada a muros colapsados. A 150 metros al
sur de V50 se encuentra V1344 siendo conti-
nua la materialidad cerámica entre uno y otro.
ESTILOS TECNOLÓGICOS Y En éste se realizó una recolección sistemática
TRADICIONES DE MANUFACTURA de material superficial.
CERÁMICA DURANTE MOMENTOS
FORMATIVOS EN EL OESTE DE La segunda instalación corresponde a la lo-
TINOGASTA (CATAMARCA) calidad arqueológica Palo Blanco, emplazada
en el sector norte del bolsón de Fiambalá. En
A continuación presentaremos los resulta- la década de 1970 fue intervenida por la Dra.
dos obtenidos de un caso de análisis concreto. Sempé (1976) quién la clasificó como una
Los conjuntos cerámicos analizados provie- aldea dispersa perteneciente al Formativo.
nen de cuatro instalaciones arqueológicas (ver Documentó la existencia de cinco núcleos
Figura 1) adscriptas a momentos formativos habitacionales (NH) construidos con muros
emplazadas en distintas eco-zonas y cotas al- de tapia, compuestos por tres a cuatro recin-
titudinales del bolsón de Fiambalá, interveni- tos, principalmente rectangulares, asociados
das en el marco del Proyecto Arqueológico en algunos casos a espacios abiertos inter-
Chaschuil-Abaucán (PACh-A), dirigido por la pretados como patios. La dispersión de estos
Dra. Norma Ratto. núcleos abarca aproximadamente 5 km2. Los
trabajos fueron retomados por el PACh-A
La primera de ellas corresponde a la locali- focalizando las intervenciones en los núcleos
dad arqueológica LT-V50 emplazada en La N° 3 y 6 (PB-NH3 y 6), éste último no había
Troya y conformada por las instalaciones V50 sido registrado previamente. Los fechados ra-
y V1344. Estas se encuentran a una distancia diocarbónicos sobre restos de carbón y ceste-
de 150 m y presentan patrones arquitectónicos ría quemada hallados en el piso de ocupación
similares considerándose que pudieron for- de dos recintos diferentes del NH3 arrojaron
mar parte de una misma aldea (Feely y Ratto resultados que delimitan un rango temporal
2009). Su estado de conservación general es que abarca desde 418 hasta el 660 de la Era
malo, sin embargo, la presencia de restos de (Feely y Ratto 2009). Los fechados realizados
muro de tapia conformando ángulos rectos sobre dos muestras de carbón recuperadas
permite inferir un patrón arquitectónico simi- en el NH6 se ubican también dentro de este
lar al de Palo Blanco (ver más adelante) ubica- rango temporal (Bonomo et al. 2009). Las in-
do a aproximadamente 64 kilómetros lineales tervenciones realizadas consistieron en tareas
al norte del bolsón de Fiambalá (Ratto 2005). de excavación y recolección superficial por
V50 es la que presenta mayor integridad por recintos, cubriendo en PB-NH3 una superfi-
lo que las intervenciones se concentraron en cie de 168 m2 y de 7 m2 en PB-NH6.

60
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

Figura 1 • Localización de las instalaciones de procedencia de las muestras cerámicas.

La tercera instalación corresponde al sitio y sub-superficial es característico exclusiva-


Tatón 1, emplazado sobre un cono de de- mente del Período Formativo, sobresalien-
yección erosionado por la dinámica del río do los tipos definidos para Saujil (Ratto et al.
Grande. Presenta un diseño arquitectónico 2008).
con trazado de tipo aglomerado. La técnica
constructiva es de muros doble de piedra can- Por último se presenta el sitio Ojo del Agua
teada con relleno y los recintos son de forma 1 (OA1) emplazado sobre una terraza fluvial
cuadrangular y circular. Se realizaron recolec- en la margen izquierda del río homónimo.
ciones superficiales del material contenido Presenta muros dobles de piedra que confor-
en los recintos y excavaciones exploratorias man cinco recintos circulares anexados. Al su-
intra y extra muros. La superficie intramuros deste de este conjunto se encuentra un recinto
del asentamiento es de 3.078 m2 (Ratto et al. de mayores dimensiones con probable función
2008). El material artefactual recuperado es de corral. A pesar de que no se recuperó ma-
de clase cerámica únicamente y aparece dis- terial fechable, las características estilísticas del
puesto dentro de la matriz sedimentaria pero conjunto cerámico (predominantemente de
sin el registro de una superficie que pueda in- tipo Saujil) y el patrón arquitectónico típico de
terpretarse como piso. Desafortunadamente momentos tempranos en otras áreas del NOA,
no se ha recuperado material fechable, sin permiten ubicarlo temporalmente dentro del
embargo, el conjunto cerámico superficial Período Formativo. Se realizaron excavaciones

61
Arqueología 18: 49-75 | 2012

extramuros en dos recintos y la recolección del registrándose distintas variables tecnológicas


material superficial contenido dentro del espa- (tipo, tamaño, forma y porcentaje de las in-
cio formatizado abarcando la superficie intra- clusiones, textura y porosidad de la pasta).
muros del asentamiento un total de 617,71 m2 Como resultado se identificaron seis grupos
(Ratto et al. 2008). de pastas cuyas características generales se re-
sumen en la Tabla 2. Estos grupos fueron
Como resultado de las intervenciones rea- testeados mediante la realización de cortes
lizadas por el PACh-A en las mencionadas petrográficos de una muestra seleccionada
instalaciones se ha recuperado un total de (N: 44) (Feely 2010).
5465 tiestos a partir de los cuales se ha podi-
do reconstruir parcialmente un total de 495 El análisis de los tratamientos de superficie
vasijas, considerado como el número mínimo permitió identificar dos estados generales
de piezas, que será nuestro objeto de estudio (alisado y pulido) y seis variantes teniendo
y cuya procedencia y frecuencias se detallan en cuenta la combinación de los atributos
en la Tabla 1. de (i) la textura de la superficie, (ii) la co-
bertura del tratamiento y (iii) la visibilidad
de las líneas de pulimento o alisamiento. La
METODOLOGÍA PARA EL ESTUDIO DE LOS ESTILOS descripción de las variantes se presenta en
la Tabla 3.
TECNOLÓGICOS

En relación con las técnicas decorativas se


Para definir los estilos tecnológicos repre- identificaron cuatro estados generales (des-
sentados en la muestra se procedió a anali- plazamiento y remoción de materia, agrega-
zar la variabilidad existente a nivel de (i) las do de pigmentos y pulido en líneas) y nueve
pastas, (ii) las atmósferas de cocción, (iii) los variantes teniendo en cuenta los criterios es-
tratamientos de superficie y (iv) las técnicas tablecidos en la 1° Convención Nacional de
decorativas. Desafortunadamente, el análisis Antropología (1966). Entre las variantes de
macroscópico de las técnicas de manufactu- desplazamiento de materia se registró (i) inci-
ra primaria y secundaria no arrojó resultados so de línea simple (DDM-a); (ii) inciso de lí-
positivos en la mayoría de los casos, por lo nea compuesta (DDM-b); (iii) inciso de pun-
que estos aspectos no serán considerados en to (DDM-c); (iv) estampado (DDM-d) y (v)
este trabajo. acanalado (DDM-e). La técnica de remoción
de materia no presenta variantes, registrán-
Para el análisis de pastas se realizó la inspec- dose únicamente (vi) grabado (RDM-a). Las
ción por lupa trinocular (20X-40X) del corte variantes de agregado de pigmentos registra-
fresco de cada uno de los casos bajo análisis, das en la muestra corresponden a (vii) pig-

Altitud Fragmentos Número mínimo


Instalación
(msnm) recuperados de vasijas
LocalidadLT- Sitio V50 (1) 287 48
1.350
V50 Sitio V1344 624 89
Localidad Palo PB-NH3 1193 69
1.910
Blanco PB-NH6 1130 106
Sitio Tatón 1 1.800 528 51
Sitio Ojo del Agua 1 2.450 1713 132
5465 495

Tabla 1 • Instalaciones de procedencia y composición de la muestra cerámica.

62
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

Grupo Pasta Antiplásticos


pasta Textura Porosidad Tipos mayoritarios Tamaño Forma
fina/
ligeramente cuarzo, feldespatos, mica y muy fino/
I muy redondeada
porosa litoclastos no identificados fino
fina
ligeramente
cuarzo, fragmentos de rocas
II media porosa a medio/fino redondeada
volcánicas, feldespato, mica
media
medio a
media a muy cuarzo, fragmentos de rocas
III gruesa muy angular
porosa volcánicas, feldespato, mica
grueso
ligeramente
fragmentos de rocas graníticas,
IV media porosa a medio/fino redondeada
cuarzo, feldespatos, mica
media
medio a
media a muy fragmentos de rocas graníticas,
V gruesa muy angular
porosa cuarzo, feldespatos, mica
grueso
fragmentos de roca volcánica, medio a
media a muy
VI gruesa feldespatos, cuarzo: pastas con muy angular
porosa
defecto de cocción. grueso

Tabla 2 • Características generales de los grupos de pasta identificados en la muestra.

mentos negros sobre fondo natural (ADP-a) presentan alteradas por defectos de cocción
y (viii) pigmentos rojos sobre fondo natural (sobre-cocción).
(ADP-b). La última técnica corresponde a
(ix) pulido en líneas (PEL) que no presenta Finalmente se procedió a la clasificación
variantes. Las técnicas y/o variantes pueden morfológica de las piezas parcialmente
presentarse solas o combinadas. reconstruidas y a la determinación de su
capacidad estimada (rangos de volumen)
Para el análisis de las atmósferas de cocción en función del diámetro de boca para dis-
se procedió al análisis macroscópico de la se- tintos grupos morfológicos. La capacidad
cuencia cromática del corte transversal (García estimada se consideró teniendo en cuen-
y Calvo 2006) de la totalidad de los materiales ta los rangos de volumen en relación con
que componen la muestra. Como resultado se el diámetro de boca identificados en una
identificaron siete secuencias cromáticas que muestra piezas enteras (N: 97) que incluyó
pueden adscribirse a tres tipos diferentes de diferentes formas. Las categorías de capa-
atmósferas generales de cocción: reductora, cidad estimada consideradas son: a) muy
oxidante y mixta. Un cuarto grupo presenta baja: ≤ 2000 cm3; b) baja: > 2000 ≤6000
atmósfera indeterminada ya que las pastas se cm3; c) media: > 6000 ≤ 10000 cm3; d) alta:

Tratamiento de superficie
Textura de la Cobertura de la Líneas de alisado o
Estado Variante
superficie superficie pulido
Alisado Al-a irregular completa muy marcadas
–Al- Al-b regular completo levemente marcado
Pu-a irregular incompleto muy marcado
Pulido – Pu-b regular incompleto muy marcado
Pu- Pu-c regular completo muy marcado
Pu-d regular completo levemente marcado

Tabla 3 • Variantes de tratamiento de superficie.

63
Arqueología 18: 49-75 | 2012

> 10000 ≤ 12000 cm3; e) muy baja/baja: decoración por pulido en líneas sólo o con
≤6000 cm3; f) media/alta: > 6000 ≤12000 el agregado de pigmentos rojos, sobre su-
cm3; g) alta/muy alta: > 12000 ≤20000 cm3 perficies pulidas regulares, mayoritariamente
y; h) muy alta/altísima: >20000 cm3 (para incompletas; sin embargo, estas tres subdivi-
un detalle de la metodología empleada ver siones registran diferentes tipos de pasta (I,
Feely 2010). II y IV respectivamente) y todas han sido so-
metidas a atmósferas reductoras. Lo mismo
ESTILOS TECNOLÓGICOS DE LAS INSTALACIONES sucede con las subdivisiones A-IV y VI que
FORMATIVAS comparten modalidades decorativas y trata-
mientos de superficie con D-III y G-II, co-
Como hemos mencionado en un acápite rrespondiendo las dos primeras a pastas del
anterior, distintos autores sostienen que algu- grupo I y las restantes a II y IV respectiva-
nos aspectos de la cadena operativa de ma- mente. Para las piezas no decoradas, ya sean
nufactura cerámica son menos propensos a alisadas o pulidas la cantidad de grupos de
sufrir modificaciones posteriores al aprendi- pasta-cocción representados es mucho ma-
zaje y tienden a reflejar las facetas más esta- yor.
bles de la identidad social de los productores
(Gosselain 2000). Teniendo esto en mente, Estos estilos tecnológicos están dando
para la caracterización de los estilos tecnoló- cuenta de distintos tipos cerámicos identi-
gicos (ET) partimos en una primera instancia ficados en el NOA, representados aquí por
de la agrupación de vasijas que comparten los piezas de estilo decorativo Saujil, Ciénaga,
aspectos más estables de la secuencia opera- Aguada y piezas clasificables como Formativo
tiva, considerando conjuntamente aquellas fino y grueso (ver Tabla 5). La mayoría de
que presentan un mismo grupo de pasta y las variantes de estilos tecnológicos son ex-
una misma atmósfera general de cocción. clusivas de un tipo cerámico, con excepción
Desafortunadamente el estado fragmentario de las piezas decoradas por desplazamiento
de las piezas no permite realizar inferencias de materia en cualquiera de sus variantes y/o
acerca de las técnicas de manufactura pri- combinaciones, que son compartidas por pie-
maria, por lo cual éstas no serán tenidas en zas asignables a Saujil y Ciénaga y un caso de
cuenta. En una segunda instancia estos gru- Aguada. Por el contrario, ningún tipo cerámi-
pos fueron discriminados teniendo en cuenta co presenta un único estilo tecnológico.
las similitudes en las técnicas decorativas y
tratamientos de superficie realizados. En la Tabla 6 y Figura 2 se presenta la
distribución de frecuencias y porcentajes de
La combinación de los estados de las varia- los estilos tecnológicos en función de las ins-
bles seleccionadas permitió identificar ocho talaciones. Podemos observar que los ET-A
estilos tecnológicos, algunos de los cuales y B están presentes en las seis instalaciones
han sido subdivididos teniendo en cuenta las pero los restantes tienen presencia diferen-
características superficiales (decoración y/o cial. El ET-H está presente en Palo Blanco
tratamiento de superficie). En la Tabla 4 se (NH-3 y 6), Tatón 1 y Ojo del Agua 1 y no se
presenta la caracterización y distribución de ha registrado en LT-V50 (V50 y 1344). Las
frecuencias de los estilos tecnológicos y sus tres subdivisiones de ET-G están presentes
variantes. Puede observarse que algunas sub- en ambos núcleos de Palo Blanco; una se
divisiones de estilos tecnológicos comparten ha registrado entre las piezas de Tatón I; en
con otras sus características decorativas y de Ojo del Agua se han reconocido dos subdi-
tratamientos de superficie pero se diferencian visiones; finalmente para LT-V50 no se ha
en función de los grupos de pasta. Así, las encontrado ningún caso de este estilo tec-
subdivisiones A-III, D-II y G-I presentan nológico. El ET-F ha sido registrado en ésta

64
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

Estilos tecnológicos - subdivisiones


Características

A-VII
A-IV

A-VI

G-III
D-III
A-III

A-V

G-II
B-II

D-II
A-II

G-I
tecnológicas

B-I

D-I
A-I

H
K
C

F
I-reductora 16 80 79 99 25 18 11
I-oxidante 12 50
Grupo pasta-

I-mixta 2
cocción

II-reductora 4 18 6
III-reductora 18
IV-reductora 5 4 8
V-reductora 30
VI-indet. 10
Sin
16 80 12 4 18 8 30 10
decoración
DDM-b 6 1 2
DDM-d 12 1
DDM-a 76 4 1
Técnica decorativa

DDM-a +
23 1
PEL
DDM-a + c 18
DDM-a + c
7
+d
RDM-a 11
PEL 76 10 4
ADP-b +
3 8 1
PEL
ADP-b 3
ADP-a 40 2
ADP-a + b 7
AL-a 1 3 11 2 1 18 4 24 10
AL-b 15 3 9 2 2 6
superficie

PU-a 2 1 2
Trat.

PU-b 55 74 57 14 4 5 2 18 3 5 2 2
PU-c 16 5 35 11 4 6 4 29
PU-d 7 4 5 10 2

Tabla 4 • Caracterización de los estilos tecnológicos identificados en la muestra.

Estilo tecnológico-variante
Tipo
A-VII
A-IV

A-VI

G-III
D-III
A-III

A-V

G-II
D-II
B-II
A-II

G-I

cerámico
D-I
B-I
A-I

K
C

Saujil 79 81 16 12 18 6 5 4
Ciénaga 17 9 6
Aguada 1 11 50 2
Ftivo fino 16 80 12 4 4
Ftivo grueso 16 4 30 10

Tabla 5 • Distribución de frecuencias de estilos tecnológicos y variantes en función del tipo cerámico.

última localidad y en menor proporción en una pieza de la subdivisión D-II en Tatón 1,


Tatón 1 y Ojo del Agua, pero no en Palo pero piezas con estas características no han
Blanco. Las distintas subdivisiones de ET-D sido recuperadas en Ojo del Agua 1 ni Palo
han sido registradas en LT-V50 y se presenta Blanco.

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Arqueología 18: 49-75 | 2012

Estilo Instalación arqueológica


tecnológico - V50 (1) V1344 PBNH3 PBNH6 Tatón 1 OA1
subdivisión f % f % f % f % f % f %
A-I 1 1,1 4 5,8 2 1,9 3 5,9 6 4,5
A-II 4 8,3 5 5,6 8 11,6 18 17,0 10 19,6 35 26,5
A-III 4 8,3 11 12,4 13 18,8 23 21,7 8 15,7 20 15,2
A-IV 5 10,4 12 13,5 16 23,2 16 15,1 16 31,4 34 25,8
A-V 1 2,1 1 1,1 10 14,5 5 4,7 0,0 8 6,1
A-VI 2 4,2 3 3,4 1 1,4 7 6,6 2 3,9 3 2,3
A-VII 2 4,2 2 2,2 0,0 4 3,8 1 2,0 2 1,5
Subtotal ET-A 18 37,5 35 39,3 52 75,4 75 70,8 40 78,4 108 81,8
B-I 3 6,3 1 1,1 1 1,4 5 4,7 1 2,0 1 0,8
B-II 6 12,5 23 25,8 1 1,4 10 9,4 1 2,0 9 6,8
Subtotal ET-B 9 18,8 24 27,0 2 2,9 15 14,2 2 3,9 10 7,6
C 0,0 1 1 0,8
D-I 1 2,1 3 3,4
D-II 12 25,0 5 5,6 1 2,0
D-III 2 4,2 4 4,5
Subtotal ET-D 15 31,3 12 13,5 1 2,0
F 4 8,3 9 10,1 3 5,9 2 1,5
G-I 4 5,8 1 0,9
G-II 2 2,9 1 0,9 1 0,8
G-III 1 1,4 1 0,9 3 5,9 3 2,3
Subtotal ET-G 7 10,1 3 2,8 3 5,9 4 3,0
H 8 11,6 13 12,3 2 3,9 7 5,3
K 2 4,2 8 9,0
Total general 48 89 69 106 51 132

Tabla 6 • Distribución de frecuencias y porcentajes de estilos tecnológicos y subdivisiones por instalación.

Figura 2 • Representación porcentual de estilos tecnólogicos en función de la instalación.

66
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

Existen diferencias en la representación Sin embargo, si descartamos los materiales


porcentual de los estilos tecnológicos en asignables al tipo cerámico Aguada (63:495)
cada una de las instalaciones. Las muestras se mantienen las diferencias en la represen-
recuperadas en Ojo del Agua 1, Tatón 1 y los tación porcentual de los distintos estilos tec-
dos núcleos habitacionales de Palo Blanco nológicos en las seis instalaciones (Figura
están ampliamente dominadas por el ET-A, 3). Nuevamente la localidad LT-V50 es la
que representa más del 70% del total de la que presenta una muestra más proporcio-
cerámica analizada. Por el contrario, la dis- nada, mientras que en las restantes instala-
tribución porcentual de los estilos tecno- ciones un único estilo tecnológico (ET-A)
lógicos detectados en las dos unidades de permite dar cuenta de al menos el 78% del
LT-V50 es mucho más proporcionada. Aquí total en cada una. Estas diferencias indican
predominan tres estilos tecnológicos (ET-A, que para la confección de las piezas recupe-
D y B) que en conjunto representan más del radas en las instalaciones de Ojo del Agua
80% de la alfarería recuperada en LT-V50. 1, Tatón y Palo Blanco se utilizó una menor
Deseo resaltar que algunas de las diferencias cantidad de elecciones técnicas, o por lo me-
en las proporciones de los distintos estilos nos que algunas de ellas fueron empleadas
tecnológicos a nivel inter-instalaciones, son más recurrentemente que otras, mientras
el resultado de la representación diferencial que los materiales recuperados en LT-V50
de los tipos cerámicos, más específicamen- están poniendo en evidencia el empleo más
te de tipo Aguada. Éste representa el total frecuente de un mayor número de eleccio-
del ET-C, el total de las subdivisiones A-VI nes técnicas alternativas.
y B-II y parte de la subdivisión A-IV con
un caso. Este tipo cerámico tiene una mayor Es de destacar que si bien la presencia de
frecuencia relativa en las instalaciones de la algunos estilos tecnológicos es diferencial
localidad LT-V50. Consideramos que las di- entre las instalaciones, las distinciones re-
ferencias en las proporciones de piezas de gistradas entre estos conjuntos de piezas se
tipo Aguada en esta localidad, pueden estar basan fundamentalmente en el tipo de pasta,
reflejando un desfasaje cronológico en la ya que sus características externas son simi-
ocupación de las instalaciones bajo análisis. lares.

Figura 3 • Representación porcentual de estilos tecnológicos por instalación excluyendo las piezas
Aguada.

67
Arqueología 18: 49-75 | 2012

GRUPOS MORFOLÓGICOS DE LOS dividiendo este total por la cantidad de casos


ASENTAMIENTOS considerados. Los resultados se presentan en
la Tabla 7 y Figura 4. Los vasos presentan en
Como resultado del análisis morfo-métrico todos los casos capacidades muy bajas y por
se identificaron cuatro grupos morfológicos lo tanto han sido excluidos de la Figura 4.
(pucos, escudillas, ollas y vasos) a los cuales
se les asignó rangos de volumen (capacidad
Podemos observar que, si bien en propor-
estimada) en función de su diámetro de boca.
ciones diferentes, en las cuatro instalaciones
La capacidad estimada constituye una esca-
se han recuperado piezas representativas de
la ordinal, por lo tanto es posible asignarles
los cuatro grupos morfológicos, con excep-
valores y calcular la capacidad estimada pro-
ción de los vasos que no se registran en PB-
medio para los distintos grupos morfológi-
cos. La asignación de valores fue la siguiente: NH3. Sin embargo, existen diferencias en los
1-muy baja; 2-baja; 3-media, 4-alta; 5-muy alta valores promedio de capacidad estimada a
y 6-altísima. Aquellas que presentan rangos nivel inter-instalación, que son más pronun-
de capacidad adquirieron valores intermedios ciadas para los grupos de escudillas y pucos.
entre ambos extremos, así las piezas conside- Las dos unidades de LT-V50 presentan los
radas de capacidad baja/muy baja adquieren promedios de capacidad estimada más altos
un valor de 1,5; media/alta 3,5; media/muy para las categorías escudilla y olla, mientras
alta 4,5 y muy alta/altísima 5,5. Para cada gru- que PB-NH3 presenta el valor más alto en
po morfológico el procedimiento consistió en la categoría puco. Las mayores diferencias se
multiplicar la cantidad de casos que tienen una registran en las escudillas, que adquieren el
misma capacidad estimada por el valor asig- valor más alto en V50 (2,73) y el más bajo en
nado a la misma, realizar la sumatoria de los Ojo del Agua 1 (1,54). En relación con los
resultados obtenidos para un mismo grupo pucos, no existen marcadas diferencias entre
morfológico y calcular la capacidad promedio las localidades LT-V50 y Palo Blanco, pero sí

Grupo morfológico- Instalación


capacidad estimada-
(valor ranking) V50 V1344 PBNH3 PBNH6 Tatón 1 OA1
puco-muy baja (1) 5 7 6 17 11 34
puco-baja (2) 12 20 17 27 14 41
puco-media (3) 5 8 10 18 2
puco-alta (4) 1
Total pucos 23 (47,9%) 35 (39,3%) 33 (47,8%) 62 (58,5%) 25 (49%) 77 (58,3%)
Capacidad estimada media 2,08 2,03 2,12 2,02 1,56 1,58
escudilla-muy baja (1) 1 2 2 4 3 11
escudilla-baja (2) 4 7 8 6 6 10
escudilla-media (3) 8 6 7 7 1
escudilla-alta (4) 2 1
Total escudillas 15 (31,2%) 16 (18%) 17 (24,6%) 17 (16%) 9 (17,6%) 22 (16,7%)
Capacidad estimada media 2,73 2,37 2,29 2,18 1,66 1,54
vaso-muy baja (1) 1 (2,1%) 2 (2,2%) 2 (1,9%) 1 (2%) 1 (0,7%)
Capacidad estimada media 1 1 1 1 1
olla-muy baja/baja (1,5) 2 6 2 4 3 4
olla-media/alta (3,5) 1 7 8 6 5 10
olla-alta/muy alta (4,5) 1 2 1 3 2 7
olla-muy alta/altísima (5,5) 5 21 8 12 6 11
Total ollas 9 (18,7%) 36 (40,4%) 19 (27,5%) 25 (23,6%) 16 (31,4%) 32 (24,2%)
Capacidad estimada media 4,28 4,39 4,18 4,26 4 4,15
Total 48 89 69 106 51 132

Tabla 7 • Frecuencias y porcentajes de grupos morfológicos y cálculo de sus capacidades estimadas medias en función de la
instalación.

68
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

Figura 4 • Capacidades estimadas promedio de los grupos morfológicos en función de la insta-


lación.

entre éstas y los valores registrados en los si- está reflejando distintas facetas de la identi-
tios Tatón 1 y Ojo del Agua 1, que registran dad social de sus productores. Consideramos
los promedios más bajos. Es de destacar que que la distribución más restringida de los
en estos dos sitios la capacidad promedio de tipos de pasta/cocción está haciendo refe-
los pucos es similar a la de las escudillas. En el rencia a la producción de piezas dentro de
caso de las ollas, si bien en V1344 se registran determinadas comunidades de alfareros, en
los valores más altos, las diferencias registra- donde la uniformidad tecnológica resulta de
das en las restantes instalaciones no son tan la cercanía y la interacción frecuente entre in-
marcadas. dividuos. Por otro lado, la distribución regio-
nal de los rasgos más visibles de la cerámica
(tratamientos de superficie, técnicas decora-
DISCUSIÓN tivas y morfología) está dando cuenta de la
integración de estas comunidades dentro de
Hemos podido observar que, si bien piezas redes más amplias de interacción que supe-
representativas de algunos estilos tecnológi- ran y traspasan a los grupos co-residenciales.
cos están presentes en las cuatro instalacio- En éstas, personas que pueden corresponder
nes, otros estilos tienen una distribución más a agrupaciones sociales muy diferentes, inte-
acotada, habiéndose recuperado solo en algu- ractúan sobre bases lo suficientemente regu-
nas de ellas. Éstos se diferencian entre sí por lares y comparten condiciones de existencia y
el tipo de pasta ya que sus técnicas decorativas tradiciones de producción. Éste último hecho
y tratamientos superficiales son similares. Es queda reflejado en una forma común de ha-
decir que algunos grupos de pasta presentan cer las cosas, relacionada a los aspectos más
una distribución espacial restringida mientras “visibles” de los productos terminados y más
que aquellos aspectos más visibles y malea- fácilmente manipulables de la cadena operati-
bles tienen una distribución regional más va de manufactura cerámica.
amplia. Estos datos son concordantes con
el modelo propuesto por Gosselain (2000) y Por otro lado, los datos sugieren que en las
nos permiten sugerir que la distribución di- instalaciones analizadas se realizó la misma
ferencial de los distintos rasgos de las vasijas serie de tareas básicas que estaría reflejada en

69
Arqueología 18: 49-75 | 2012

la similar composición del conjunto ergológi- méstica (Blitz 1993; Mills 1999, entre otros).
co cerámico. Si bien los grupos morfológicos Por otra parte, la similitud en la capacidad
presentan frecuencias relativas diferenciales promedio del grupo de ollas recuperadas en
entre las instalaciones es de destacar que en las distintas instalaciones, es coherente con
todos los casos la proporción de vasijas des- los datos etnográficos, que sugieren un uso
tinadas al servido de alimentos –pucos y es- para la cocción y/o almacenamiento de por-
cudillas– es significativamente más alta que el ciones para más de una oportunidad, siendo
de piezas que pudieron haber cumplido otras por lo tanto menos indicativas de tamaño del
funciones. Este hecho es coherente con los grupo consumidor.
datos etnográficos reportados (DeBoer y
Lathrap 1979) y probablemente se relacione En suma, los resultados del análisis de dis-
con las tasas más altas de rotura/reemplazo tribución de los estilos tecnológicos, tanto de
que registran estos conjuntos en relación con sus aspectos “no visibles” en los productos
las de las piezas más grandes y menos movi- terminados como de sus características más
bles. En todas las instalaciones se recuperaron evidentes, sumado al análisis de la composi-
piezas asignables a distintas clases funcionales ción morfológica y capacidad de las piezas ce-
y capacidades estimadas, a las que si bien no rámicas, permiten plantear que nos encontra-
estamos en condiciones de adscribirles un uso mos ante entidades socialmente integradas en
específico, permiten dar cuenta del desarrollo un sistema regional amplio, en donde distin-
de actividades básicas de subsistencia como tos tipos de instalaciones cumplieron funcio-
cocción, procesamiento, servido y consumo nes suplementarias. Los resultados refuerzan
de alimentos, líquidos u otras sustancias. Sin la idea de que las localidades arqueológicas
embargo, la capacidad estimada promedio de de LT-V50 y Palo Blanco pudieron consti-
los grupos morfológicos pucos y escudillas es tuir caseríos en donde se hallaba la residencia
diferente a nivel inter-instalación. Las mayores permanente de diferentes unidades domésti-
diferencias se presentan entre las localidades cas, mientras que Ojo del Agua 1 pudo ha-
arqueológicas de Palo Blanco y LT-V50 por ber constituido un sitio de labores específicas
un lado y los sitios Ojo del Agua 1 y Tatón 1 para el desarrollo de actividades económicas
por el otro. Independientemente del prome- complementarias, que habría sido ocupa-
dio de capacidad estimada de las vasijas en do temporal o permanentemente por pocos
cada instalación, llama la atención el hecho de miembros de una o varias unidades domésti-
que entre los pucos y escudillas determinados cas diferentes (Feely y Ratto 2009). Hasta el
grupos de tamaño (capacidad estimada media momento no se ha detectado ningún tipo de
y alta) se hallan ausentes o muy escasamente evidencia material que indique la producción
representados tanto en Ojo del Agua 1 como de alfarería en este sitio; la baja visibilidad ar-
en Tatón 1, mientras que su presencia en las queológica de algunos de los rasgos asocia-
otras dos instalaciones está mejor representa- dos a la producción no permite descartarla,
da. Consideramos que esta representación di- aunque también existe la posibilidad de que
ferencial de los grupos de piezas que entran en esos bienes hayan sido producidos en otro
el rango de capacidades media y alta pueden lugar y transportados por los ocupantes de
estar indicando diferencias en los tamaños de la instalación. Tatón 1, por su parte, presen-
los grupos de consumo en diferentes contex- ta un registro cerámico similar al de Ojo del
tos. Justamente las piezas de mayor porte son Agua 1, considerado como puesto, en lo que
las que han sido etnográficamente asociadas respecta a la estructura de la distribución de
a contextos de agasajo y festividades, donde estilos tecnológicos y clases morfológicas/
se procesan y distribuyen alimentos para una capacidad, sin embargo, la gran envergadura
cantidad mayor de personas, comprendiendo de este sitio no parece coincidir con las carac-
generalmente la red social de la unidad do- terísticas de un puesto ocupado permanente

70
Feely | El concepto de estilo tecnológico cerámico y su aplicación en un caso de estudio...

o estacionalmente por un número reducido repetición de un rango amplio de “actos téc-


de personas. En consecuencia, consideramos nicos”. Esta tradición es parcialmente mante-
necesario ampliar las excavaciones antes de nida a través del tiempo y espacio a causa de
poder aventurar cual pudo haber sido su rol la forma en que las tecnologías específicas es-
dentro del sistema de asentamiento regional. tán embebidas dentro de prácticas sociales y
técnicas mucho más amplias dentro de la vida
social de las comunidades (Lemmonier 1993).
PALABRAS FINALES El reconocimiento de la existencia de estas
situaciones en el pasado implica comprender
Las personas que confeccionaron los bienes que el proceso de manufactura cerámica en
cerámicos recuperados en distintos contex- una sociedad específica es muy complejo y
tos arqueológicos, estuvieron confrontados estará influenciado por un número de varia-
con muchas opciones. Tuvieron que elegir bles naturales y culturales que afectarán tanto
una arcilla apropiada, el tipo y la cantidad de al producto final como a las características
antiplástico, la cantidad de agua, las técnicas propias de la organización de la producción.
para modelar la vasija, el tipo de tratamiento
de superficie adecuado para suplir determi-
nadas necesidades de uso, etc. Pero además AGRADECIMIENTOS
de estas consideraciones, otros factores in-
fluyen también en las elecciones técnicas. Deseo agradecer a la Dra. Norma Ratto, di-
rectora del PACh-A. Las investigaciones han
Las tecnologías pueden ser analizadas como
sido posibles gracias a la Beca Postdoctoral
elecciones culturales que dependen tanto de
otorgada por el CONICET y han sido rea-
factores sociales, económicos e ideológicos
lizadas en el marco de los proyectos PICT-
como de criterios funcionales, sin que necesa-
2007-01539 y UBACyT F139.
riamente exista primacía de unos sobre otros
(Gosselain 2000; Lemonnier 1989; Sillar
1996, entre otros). Los objetos son creados
mediante técnicas y tanto éstas como aque- NOTAS
llos están insertos en sistemas culturales más
1. Considero oportuno hacer una aclaración
amplios. Desde hace ya tiempo se reconoce en relación al concepto de engobe y su
que la “cultura material” no es el reflejo pa- identificación en cerámica arqueológica. La
sivo del comportamiento humano, sino que Primera Convención Nacional de Antropología
los objetos permiten a los seres humanos no (1966) define al término como “técnica de
sólo interiorizar normas culturales sino tam- tratamiento de superficie que consiste en la
adición de una capa de arcilla diferente o igual
bién modelar las relaciones sociales dentro a la de la pasta, pero refinada y por lo común
de las cuales estos objetos son incorporados de otro color”. Sin embargo, si el engobe no
(Gosselain 1998; Lechtman 1977; Lemonnier presenta diferencias de color o textura con
1986, entre otros). Es decir que los procesos respecto al resto de la pasta su identificación
de producción material (i.e. las técnicas) y sus puede resultar muy dificultosa (para una
revisión del tema ver López 2000/2002).
productos finales (los objetos) a su vez pa-
Por esto, sólo identificaré positivamente la
san a formar parte de estructuras materiales y aplicación de engobes cuando estos presenten
simbólicas a través de las cuales el mundo es marcadas diferencias de coloración en relación
percibido e interpretado (Sillar 1996). De este con la zona sub-superficial de la pasta vista
modo, las “elecciones técnicas” realizadas por en corte fresco. Consecuentemente, debido
los alfareros durante las diferentes etapas del a que esta técnica de cobertura produce
cambios en el color de las superficies de las
proceso de producción son “elecciones cul- piezas cerámicas, este tipo de engobe será
turales”, en donde una tradición tecnológica considerado entre las técnicas decorativas por
es reproducida cotidianamente a través de la agregado de pigmentos.

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Arqueología 18: 49-75 | 2012

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