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Objetivos sanitarios Odontológicos 2011 - 2020

Las enfermedades bucales son las más comunes de las enfermedades crónicas y son un importante
problema por su alta prevalencia, por su impacto en los individuos y en la sociedad, y por el alto
costo de su tratamiento (Sheiham A., 2005).

La mayor carga está dada por las caries dentales en los menores de 45 años y por el edentulismo en
los de 45 años y más.

La carga es mayor en mujeres que en hombres.

La revisión por patologías demuestra que la prevalencia de la caries dental va desde 16,8% a los 2
años hasta casi el 100% en la población adulta. La severidad de las caries dentales, medida a través
del número de dientes afectados, aumenta con la edad en dentición temporal (ceod) y definitiva
(COPD). El ceod es de 0,5 a los dos años, 2,3 a los 4 años y 3,7 a los 6 años. Por su parte, el COPD es
de 0,5 a los 6 años, 1,9 a los 12 años, y cercano a 20 en el grupo de 65 a 74 años. Por otro lado, la
enfermedad periodontal es muy común, observándose en más del 90% de la población adulta
chilena, en distintos grados de severidad.

Otras patologías prevalentes son las anomalías dentomaxilares. Estudios nacionales han mostrado
prevalencias de 33,3% de estas anomalías a los 4 años, 38,3% a los 6 años, y 53% a los 12 años. Las
principales causas de pérdida de dientes son las caries dentales y la enfermedad periodontal, siendo
más relevante la primera de ellas, especialmente en la población joven. El 20% de los adultos de 35
a 44 años y solo el 1% de los adultos de 65 a 74 años conserva su dentadura completa. La población
de 35 a 44 años tiene un promedio de 6,5 dientes perdidos, mientras en la población de 65 a 74
años este promedio es de 15,8. Se ha descrito que la salud bucal afecta la calidad de vida, a través
de la manifestación de dolor, malestar, limitación y minusvalía social y funcional. Un 37% de la
población mayor de 15 años declara que su salud bucal afecta su calidad de vida siempre o casi
siempre. Así también, los mayores de 20 años se ven más afectados que los más jóvenes, debido
probablemente a que su daño bucal es mayor. Lo anterior se ve reflejado en la constante
preocupación de la población frente a este tema, posiblemente asociado a los cambios
socioeconómicos y culturales producidos en el país. Los resultados de los foros de salud realizados
el 2009 llevaron a una solicitud al Ministerio de Hacienda para que destine recursos para mejorar la
cobertura en la atención dental en todo el país. Así mismo, el Estudio de Preferencias Sociales para
la definición de GES señala que la salud dental es importante, porque afecta el funcionamiento social
y limita a las personas en su desempeño público.

La salud dental es uno de los ámbitos en que las personas tienen mayores problemas de acceso, alto
costo y de oportunidad. La importancia de la salud bucal se vincula también a la integración laboral.
Es necesario evitar que los problemas de salud bucal sean una barrera para que la población acceda
al trabajo, y sea un factor de riesgo de permanecer o caer en la pobreza.
Estrategias

Las estrategias del sector han sido principalmente de tipo preventivo. Una de ellas ha sido la
fluoración del agua potable en 14 regiones, con cobertura cercana al 83% de la población urbana
nacional. En zonas rurales se implementó el programa de alimentación escolar con leche fluorada
(PAE/F), dirigido a escolares rurales de 1º a 8º básico. Actualmente este programa beneficia a 240
comunas, con un total aproximado de 3.520 escuelas y 210.000 niños.

En el ámbito de la protección y limitación del daño, se ha focalizado la acción en los períodos de


erupción dentaria, tanto en dentición temporal como definitiva. A estas edades la educación en
salud resulta más efectiva. Por esta razón, se ha priorizado la atención odontológica integral de
niños de 2, 4, 6 y 12 años, y de mujeres embarazadas.

En el área de diagnóstico y tratamiento, los municipios, JUNAEB y los prestadores asociados a


ISAPRES participan en proteger y limitar el daño de la salud bucal en las edades de mayor riesgo
biológico. Junto con ello, las universidades y sociedades científicas, en colaboración con el Colegio
de Cirujanos Dentistas AG y empresas privadas del rubro de higiene bucal, realizan capacitación del
recurso humano para mejorar sus competencias, junto con el desarrollo de campañas de educación
con contenidos de autocuidado en salud bucal

En la misma línea estratégica, se plantea mejorar el acceso a los fluoruros de la población más
vulnerable. Actualmente la población urbana cuenta con flúor en el agua y la población escolar rural
con flúor en leche. La fluoración del agua se asocia con un aumento de la proporción de niños libres
de caries y con una disminución en el número de dientes afectados por caries. Además, la leche
fluorurada es beneficiosa para los niños escolares, especialmente en su dentición permanentes. Sin
embargo, es necesario mejorar el acceso a fluoruros tópicos en la población más vulnerable,
específicamente con dos medidas de probada eficacia: el cepillado con pasta fluorada y la aplicación
de flúor barniz. El cepillado de dientes con pasta fluorada en establecimientos educacionales resulta
eficaz para la prevención de caries estimándose un aumento de 14% de la fracción preventiva
cuando se realiza un cepillado con fluoruros dos veces, en comparación a realizarlo una vez por día.
La efectividad aumenta con la concentración de fluoruros disponibles, especialmente en
poblaciones de mayor riesgo cariogénico. Revisiones sistemáticas indican que el uso de pastas
dentales fluoradas reducen sustancialmente la prevalencia e incidencia de caries dental es
recomendado tanto para pacientes de alto riesgo cariogénico (menores de tres años con caries
temprana de la niñez) y escolares con piezas definitivas en erupción, como para tratamiento de
remineralización en lesiones incipientes, entre otros (MINSAL, 2008b). Según el consenso
internacional vigente, el acceso universal a los fluoruros es parte de los derechos humanos básicos
en salud (WHO, FDI y ADR, 2006).

La segunda línea estratégica propone el reforzamiento del componente de Salud Bucal en el Modelo
de Atención Integral con enfoque familiar y comunitario, para lo cual se elaborarán orientaciones
técnicas basadas en las mejores experiencias disponibles. El enfoque familiar y comunitario permite
abordar al individuo y su familia como un sistema en permanente proceso de integración y
adaptación a su medio ambiente físico, social y cultural y, a través de intervenciones costo efectivas,
lograr satisfacer las necesidades y expectativas de la comunidad respecto a mantenerse saludable
(Douglass A, 2009; Mattila M, 2000). La tercera y última estrategia permitirá evaluar de manera
integrada el impacto de los programas odontológicos, mediante la mejoría y monitoreo de los
registros existentes, y realización de estudios epidemiológicos para evaluación de cumplimiento de
metas de impacto de la Estrategia Nacional de Salud. Cabe mencionar que se buscará fortalecer las
alianzas intra e intersectoriales para prevenir y reducir las patologías bucales en la población
preescolar y escolar, a través de programas integrados para disminuir los factores de riesgo
comunes a las patologías crónicas de mayor prevalencia en el país (alimentación no saludable,
sedentarismo, tabaco, alcohol, mala higiene, etc.) (Petersen PE, 2003; International Union for Health
Promotion and Education, 1999). Las estrategias relativas a la prevención de factores de riesgo se
abordan en el Objetivo Estratégico 3, y las estrategias transversales a las enfermedades crónicas se
describen al final de este Objetivo Estratégico.

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