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un análisis cristiano

del superhombre de
Nietzsche
SEMINARIO TEOLOGICO BAUTISTA DR G.H. LACY.

MATERIA: INTRODUCCION AL PENSAMIENTO FILOSOFICO.


MAESTRO: RAMON SOLIS SANCHEZ.

ALUMNO: VALENTIN RAMIREZ MUNDO.

NIVEL: BACHILLERATO.

TEMA: UN ANALISIS CRISTIANO DEL SUPERHOMBRE


DE NIETZSCHE.

INDICE DEL TEMA.


1. INTRODUCCION.

2. DESARROLLO DEL TEMA.

3. PENSAMIENTO CRISTIANO SOBRE EL SUPERHOMBRE DE

NIETZSCHE.

4. CONCLUSION.

5. BIBLIOGRAFIA.

1. INTRODUCCION.
Con este ensayo me propongo hacer un análisis profundo y especifico de un aspecto
fundamental en el pensamiento filosófico de Nietzsche, contrastándolo con el pensamiento
cristiano, pero para ello es necesario conocer brevemente la persona y pensamiento filosófico
sobre el superhombre de Nietzsche.

Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en Röcken, el 15 de octubre de 1844 y falleció en


Weimar el 25 de agosto de 1900.

Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por
lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades
de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad
de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el
academicismo universitario.
Friedrich Nietzsche es ampliamente famosos y conocido como el profeta de la “muerte de
Dios” y por su creencia de que tenemos que crear un hombre nuevo, un “superhombre” un
espíritu capaz de crear nuevos valores no fundamentados en lo inmaterial y para ello es
necesario que el hombre se sobrepase a sí mismo. Nietzsche es probablemente el filósofo
más leído en el mundo moderno, aunque sigue siendo el peor entendido, en parte por la
complejidad de su filosofía y, en parte por los malentendidos y el mal uso que han hecho de
la misma su hermana Elizabeth y el nazismo. Aunque en estos últimos tiempos se le está
otorgando el reconocimiento que merece un hombre que es considerado entre los pensadores
más grandes y originales del siglo XIX.

Y es precisamente la importancia del autor y su idea del superhombre, lo que me motivo a


desarrollar este breve ensayo para contrastar sus ideas con el pensamiento bíblico cristiano,
aunado también a que Nietzsche es considerado el padre de toda revolución contemporánea
por su despiadada crítica de la filosofía, la religión y la moral tradicional; y por qué su libro
“así hablo Zaratustra” es también considerado como una antítesis de la biblia y a su
personaje Zaratustra como un antagónico de Jesucristo, todos estos factores se complementan
para hacer del tema de este ensayo algo sumamente atractivo y desafiante por lo que
representa el autor y sus ideas, mismas que a continuación desarrollare.

2. DESARROLLO DEL TEMA.


En el pensamiento de Nietzsche el hombre es un ser miserable e inmundo, un ser a mediocre,
un puente entre la bestia y el superhombre, un paso de la pura animalidad a la súper
humanidad. El hombre es como una enfermedad en el universo, y es el único animal que
todavía no ha llegado a consolidarse. La vida humana conlleva un grave riesgo: o vencer al
hombre mediante la superación, o volver a la animalidad primitiva. Mientras todos los
animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere
abandonar los valores tradicionales y dar un nuevo sentido a la humanidad.
Esa es precisamente la esencia de la idea del superhombre, donde se integra y sintetiza el
cambio radical de valores que proponía Nietzsche.

De acuerdo con Nietzsche, las masas (a quien denominaba “rebaño”, “manada” o


“muchedumbre”) se adaptan a la tradición, mientras su superhombre es seguro,
independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones
están frenadas y reprimidas por la razón, centrándose en el mundo real, más que en las
recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones y el superhombre
nietzscheano afirma y ama la vida, al destino y a la tierra, incluso al sufrimiento y al dolor
que conlleva la existencia humana, es un creador de valores y refleja la fuerza e
independencia de alguien que está liberado de las ataduras de lo humano “atontado” por la
docilidad cristiana, excepto de aquéllas que él juzga vitales.

Nietzsche sostenía que todo acto o proyecto está motivado por la “voluntad de poder”. La
voluntad de poder no es tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo
que es necesario para la creatividad. Tal capacidad se manifiesta en la autonomía
del superhombre, en su creatividad y coraje. La imagen del superhombre permanece por el
momento indeterminada. Y Para llegar al superhombre, el hombre tiene que auto suprimirse,
y este proceso debe pasar por tres fases como presenta Nietzsche en el primer discurso de
Zaratustra. <<Tres transformaciones del espíritu os menciono: como el espíritu se convierte
en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.>>.

El camello significa la existencia en el modo de ser de la grandeza, significa el hombre de


gran respeto, que se inclina ante la omnipotencia de Dios, ante la grandiosidad de la ley moral
y que se arrastra y se carga voluntariamente con los grandes pesos. En resumen, el camello
es el símbolo del hombre actual, que todavía está impregnado de la moral de los esclavos y
que soporta el peso de la carga con paciencia.
El camello que marcha cargado hacia el desierto se transforma aquí precisamente en león. El
espíritu respetuoso y sumiso se transforma en “león”, es decir, arroja de sí las cargas que le
agobiaban y oprimían desde fuera, lucha con su “último dios”: la moral objetiva. En resumen,
el león es el símbolo del hombre revolucionario, el que se levanta contra la moral de los
esclavos. A su vez, el león después de romper las cadenas de la esclavitud tiene que
transformarse en niño.

La nueva proyección de valores nuevos la tiene sólo el niño, esta libertad es la proyección de
nuevos valores y de nuevos mundos de valores, La muerte de Dios pone de manifiesto el
carácter de aventura y de juego de la existencia humana. El niño simboliza, por tanto, la
pureza, el olvido y la inocencia de la infancia, desde la que se recrea la nueva tabla de valores
tras la muerte de Dios.

El superhombre representa, pues, esa nueva tabla de valores: el amor a la vida y al destino,
el sentido de la Tierra y la exaltación de los instintos ascendentes. Obviamente, todo esto no
es más que una confusa idea subjetiva de Nietzsche y simplemente se quedó en eso, una idea,
a continuación, desarrollare un concepto cristiano sobre esta idea de Nietzsche.

3. PENSAMIENTO CRISTIANO SOBRE EL SUPER


HOMBRE DE NIETZSCHE.

cuando Nietzsche habla del hombre lo ve como una especie de puente entre la animalidad y
la súper-humanidad, lo ubica solamente como una transición en un proceso evolutivo hacia
la consolidación del superhombre, lo ve con una mentalidad de esclavo y sujeto a una moral
obsoleta dictada por alguien a quien el mismo hombre llama Dios, esta idea simple y
sencillamente hace ver al hombre como ausente de todo valor intrínseco, de toda dignidad y
claramente manipulable, estas afirmaciones son radicalmente opuestas al pensamiento
bíblico cristiano, a continuación estableceré los conceptos bíblicos cristianos que sustentan
que Dios al crear al hombre, le atribuyo dignidad, igualdad, y moral, que lejos de
esclavizarlo, le otorga verdadera libertad. Cabe señalar que los conceptos mencionados no
pretenden ser filosóficas porque no busco la verdad, sino más bien parto de la verdad absoluta
que es la biblia, para establecer la diferencia, y confrontar el error.
La dignidad humana: la dignidad humana es afirmada en oraciones sucesivas de Génesis
1:27-28, creo Dios al hombre a su imagen, varón y hembra los creo, y los bendijo Dios, en el
texto podemos observar que la dignidad humana está dada por tres relaciones de carácter
único que Dios estableció en la creación, que en conjunto constituyen gran parte de la
naturaleza humana, que la caída distorsiono pero que no destruyo.

lo primero que hace digno al hombre es la relación que tiene con Dios, ya que los seres
humanos somos seres de semejanza divina, creados a la imagen de Dios y es esa imagen
divina lo que le otorga al hombre las cualidades racionales, morales y espirituales, que nos
vinculan con Dios. Esto contrasta con la idea del superhombre de Nietzsche que considera al
hombre un puente, una transición, un simple peldaño en la evolución de la animalidad, el
hombre es digno. afirma la escritura porque sale de Dios y está vinculado con Dios, ya es
digno, no busca dignidad. esa dignidad no viene con la transmigración de valores, no viene
cuando deja de ser camello, para ser león, ni cuando deja de ser León para ser niño, es
inherente a su creación, es su esencia, Dios lo declaro en el salmo 8, cuando dijo, que lo hizo
un poco menor que los ángeles y que lo corono de gloria y de honra, por lo tanto, es digno
por su origen, no por su destino, es digno por lo que Dios dice que ya es, no por lo que puede
llegar a ser.

Lo segundo que hace digno al hombre es la capacidad que tiene para relacionarse con los
demás, el Dios que creo al hombre es un ser social, un Dios que comprende en sí mismo tres
personas eternamente distintas, dijo hagamos al hombre a nuestra imagen y expreso también
no es bueno que el hombre este solo, podemos notar que el compañerismo humano es
claramente establecido en el propósito de Dios, de manera que todas las libertades humanas,
en todos los ámbitos de la vida, merecen respeto sin distinción, el hombre fue creado como
un ser social, para vivir en armonía con los demás, no para estar por encima de los demás, no
para convertirse en un dictador déspota, arbitrario, que somete a los demás, Jesús lo expreso
en los evangelios, el que quiera hacerse grande debe ser servidor de los demás, el mismo fue
un ejemplo de servicio cuando expreso, no vine para ser servido, sino para servir. Con razón
algunos pensadores consideran al personaje Zaratustra como antagónico de Jesús, y el libro
como antítesis de la biblia.
Lo tercero que hace digno al hombre es la relación que tiene con la tierra, Dios nos ha dado
dominio, con el mandato de sojuzgar y cultivar la tierra fértil y gobernar sobre sus criaturas,
esto no es más que el derecho y la responsabilidad de la mayordomía, de administrar
sabiamente sobre lo que Dios nos delego como un principio de responsabilidad, el hombre
no es dueño de la tierra, ni señor de los demás, Nietzsche afirmaba que siempre habría una
casta de señores, una casta de esclavos, sin embargo Dios nos creo a todos iguales, con la
misma dignidad y con la misma responsabilidad no hay otros más dignos que otros, la
distinción de clases es humano, no divino.

La igualdad de las personas se expresa claramente en las palabras “Dios no hace acepción
de personas” el sentido en el idioma griego seria “sin aceptación de caras” en otras palabras
como hombres debemos actuar sin hacer ninguna diferencia especial entre unos y otros, ya
que Dios mismo también expreso que de un solo linaje somos todos, Nietzsche en su
concepto subjetivo del superhombre considera pues, que para alcanzar este grado el hombre
debe estar por encima de los demás, sujetándolos a su antojo. Él lo llama la voluntad de
poder, donde el considera que el hombre no solo se gobierna a sí mismo, sino también a los
demás, aunque algunos piensan que es mal interpretado, el propone un modelo social
gobernado por los más fuertes, por los más elevados, a los que él llama superhombres,
concepto totalmente contrario a la doctrina cristiana que considera a todos, dignos, iguales y
con la misma responsabilidad.

En cuanto a la moral. Nietzsche consideraba a la moral cristiana era una moral de rebaño,
una moral que no permitía que el hombre alcanzara su máximo potencial, por lo tanto en la
transmigración de valores, era necesario dar muerte a Dios, y con ello a la moral de esclavo,
solo entonces el hombre podría establecer su propias reglas, su propia ética y sus propios
valores, aunque algunos piensan que no proponía una vida sin valores, si proponía una vida
dirigida por una moral subjetiva, o en otras palabras, el mismo hombre señalando lo que es
bueno o malo, en contraposición a esto la moral cristiana se deriva a partir de un Dios
personal, el infinito Dios personal que nos creó a su imagen y que se ha revelado a nosotros
a través de su Palabra, la Biblia.

La moral cristiana se basa en que el hombre en lo profundo de su conciencia descubre la


existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz
resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y
practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el hombre tiene una
ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la
cual será juzgado personalmente.

Nietzsche considera que esto precisamente denigra al hombre y lo tiraniza, sin embargo Dios
doto al hombre con la capacidad de libre elección, en pleno uso de su libertad, el hombre es
quien decide someterse voluntariamente a esa ley, y haya que al ser justo, es bueno, que al
amar es amado, que al perdonar es perdonado, que la ley de Dios lejos de atarlo lo libera, lo
engrandece y lo humaniza, para nosotros las virtudes cristianas nos engrandecen, para
Nietzsche los valores cristianos desvirtúan a la humanidad.

Sin embargo, es la práctica de la moral cristiana que ha llevado a más personas en el mundo
a alcanzar su verdadera grandeza, misma que es encontrada en el servicio, en el amor
desinteresado al prójimo, en la humildad, en una vida regida por estándares morales bíblicos,
han logrado más que todos los libros de filosofía escritos hasta hoy.

4. CONCLUSION.
En opinión personal, Nietzsche solo tenía una idea, y solamente se quedó en eso, en un ideal,
en un sueño, que nunca se realizó, fue la ilusión de una mente atea, desequilibrada
psicológicamente, la utopía de un hombre enfermo, que, al sentirse atado por su debilidad
física, busco afanosamente la libertad mental.

Al Dios que el declaro muerto, sigue vivo y paradójicamente, Nietzsche está muerto y sigue
enterrado, los ideales de Cristo siguen siendo enseñados, y han comprobado que son
poderosos porque continúan cambiando vidas, familias, y naciones.

La idea del superhombre casi está en el olvido, la transmigración de valores, aun no llega,
Zaratustra esta callado, pero Cristo sigue hablando.

La moral cristiana sigue vigente, y no como esclavos sino como hombres libres, la humildad,
la bondad, el perdón, el amor, han logrado más que mil dictadores en el mundo.

La grandeza del hombre no estriba en su destino, sino en su origen, no en lo que puede llegar
a ser, sino en lo que Dios dijo que es.

5. BIBLIOGRAFIA.
Las obras consultadas digitalmente, en partes o citadas por otros autores han sido las
siguientes:
1. Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral: Tratado Primero, Alianza editorial,
Madrid, España, 2002.
2. Fink, Eugen, La filosofía de Nietzsche, Alianza Editorial, Madrid, España, 1979.
3. Jackson, Roy, Nietzsche: Guía para jóvenes, Alianza Editorial, Salamanca, España,
2002.
4. Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratrusta, Alianza editorial, página 36, Madrid,
España, 2003.
5. es.wikipedia.org.
6. La iglesia cristiana frente a desafíos contemporáneos. John Sttot.
7. la aventura del pensamiento de Salvador Dellutri.

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