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PERIODISMO DE FILTRACIÓN Y PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN

La filtración periodística.

Nuñez Ladevéze (1991: 287) define la filtración periodística como "el


suministro interesado o por encargo de sus superiores de información por una
fuente que mantiene el anonimato no porque el contenido de la información le
perjudique sino porque infringe la obligación de guardar sigilo". Esta definición
vincula la filtración con los datos suministrados por una fuente anónima,
desconocida tanto para el medio de comunicación como para el periodista.

Héctor Borrrat (1989: 75) considera la filtración como una “comunicación


pública que hace el periódico de una información procedente de una fuente que ante
el lector del periódico se mantiene en el más estricto secreto”.

La información con atribución reservada es muy frecuente en el periodismo


de investigación (PI) y es aquella en la cual el periodista y el medio conocen la
identidad de la fuente que filtra la información y deciden publicar sus revelaciones
manteniendo la secrecía de esta fuente.

Sin embargo, es conveniente aclarar que lo que caracteriza a la fuente que


filtra informaciones al medio de comunicación —aquello que define la propia esencia
de la filtración— es que la fuente es siempre activa, actúa por iniciativa propia o por
encargo de sus superiores. En este sentido, la fuente es la más interesada en que
se publiquen sus revelaciones con el propósito de obtener un beneficio propio o un
perjuicio a quien desea hacer daño.

Las informaciones con atribución reservada son aquellas en las que el


periodista acude a una fuente de información y consigue revelaciones de ésta a
cambio de mantener en secreto su identidad. En este caso, la fuente no
necesariamente busca hacer daño a alguien o beneficiarse con ello, así mismo, no
será obligadamente una fuente activa.

En la filtración la fuente tiene un interés para que sus revelaciones sean


publicadas; por el contrario, en el off the record, la fuente de información suministra
los datos al periodista a condición de que no aparezcan publicadas sus
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revelaciones, la única forma de poder utilizar éstas es a través de la confirmación
de otras fuentes.

Para el periodista que pretende desarrollar un texto de gran interés, la


posesión de documentos filtrados es el mejor punto de inicio para buscar más
información y verificar la veracidad de los datos filtrados.

Los medios de comunicación trabajan continuamente con filtraciones con el


peligro que esto conlleva, en tanto que este tipo de datos exigen una permanente
comprobación a través de otras fuentes, ya que, de no contrastarse previamente
estos datos, el medio de comunicación podría ser manipulado por la misma fuente
y difundir mensajes desinformativos. El medio de comunicación no podría alegar
ingenuidad en su defensa, en tanto que cualquier medio de comunicación debe
saber que puede estar siendo intoxicado.

"Filtrar es la política muy bien pensada por los funcionarios que quieren influir
sobre una decisión política, promover una línea de actuación, persuadir al
Legislativo y alertar a los países y gobiernos extranjeros La filtración es el aceite
informativo de la máquina de gobernar. Requiere una gran dosis de experticia para
manejarla con éxito" (Secanella, 1986: 98).

Las causas por las que una persona se presta a filtrar datos a un medio de
comunicación son muy variadas. Sin embargo, las filtraciones más características
en el periodismo de investigación son dos:

1) La filtración por venganza es la filtración que se realiza con el evidente


ánimo de perjudicar a otra persona o institución.

2) El globo-sonda. Es una filtración que tiene como objetivo desviar la


atención de los media hacia aspectos que les alejan de la información que
persiguen.

Fuentes anónimas

Las filtraciones provienen de fuentes que no se identifican la mayoría de las


veces y es muy frecuente la publicación de textos basadas en estas fuentes

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anónimas; sin embargo, un inconveniente que presentan las fuentes de esta
procedencia es que se diluye la frontera entre lo que es puramente una investigación
periodística y lo que puede ser simplemente una filtración.

De la misma forma, el periodista está obligado a tener múltiples reservas en


cuanto a estas “fuentes anónimas”, en torno a esto, Lawrence Beaupre, director del
diario The Cincinnati Enquire, hace observar siete reglas a los periodistas que
trabajan para él:

1.- La información procedente de “fuentes anónimas” debe verificarse con


independencia de la fuente en cuestión o confirmarse al menos por otra fuente,
salvo en el caso de individuos que resulten ser los únicos poseedores de la
información (teniendo en cuenta el riesgo que esto conlleva) o cuya integridad está
fuera de toda duda.

2.- Hay que examinar con detalle los motivos que inducen a esas fuentes a
entregar la información, a fin de que el periodista no sea utilizado como instrumento
en luchas particulares.

3.- No se utilizarán “fuentes de información anónimas” que efectúen juicios


de valor o pongan en duda la credibilidad de terceras personas. Por ejemplo, no
sería adecuado citar una fuente anónima que afirme que alguien es “estúpido” … Si
alguien tiene ganas de atacar a otra persona, lo mejor es que firme sus invectivas.

4.- La información atribuida a estas fuentes ha de ser relevante y estar


basada en hechos. Para dar informaciones complementarias o introducir “una cita
jugosa” no hace falta mantener el anonimato de la fuente.

5.- Al igual que sucede en el caso de fuentes on the record, deberá prevalecer
la regla de la fuente más fiable. Tanto informadores como directores de periódico
deberán asegurarse de que la fuente sea adecuada y facilite la información
deseada, así como de que ocupe un cargo que el permita acceder a esas
informaciones.

6.- Al utilizar “fuentes anónimas”, la información deberá explicar las razones


del anonimato, al tiempo que se ofrecerán tantas explicaciones como sean
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necesarias para dar a entender la importancia y autoridad de la fuente en relación
con el objeto informativo.

7.- No se publicarán informaciones que contengan “fuentes anónimas” sin


haber sido aprobadas por el director o el subdirector.

El “periodismo de filtración” o dossier es aquella que proviene de filtraciones


puestas en circulación por una fuente de información que ponía a disposición del
medio de comunicación dossieres interesados.

Miguel Ángel Aguilar califica éstas de “periodismo de dosificación”, en tanto


que la fuente de información es la que dispone de la totalidad de los datos y se los
suministra al periodista o al medio de comunicación de forma dosificada,
controlando todo el proceso de la información. De esta manera, la fuente controla el
cómo, el cuándo y el qué de lo que quiere informar, y marca el compás que
considera conveniente.

El periodismo de “dossier” no es periodismo de investigación. El periodismo


de “cheque pagado” no es periodismo de investigación; el periodismo de “filtración”
no es periodismo de investigación.

Adquiere una especial relevancia los límites que existen entre Periodismo de
Investigación y “periodismo de filtración”, la comprobación diversas informaciones
declaradas como periodismo de investigación han sido descubiertas como
provenientes de filtraciones con intereses particulares.

Por otra parte, el periodismo de investigación permite al profesional de la


comunicación conocer temas clasificados como secretos. No se puede culpar a los
periodistas de estar en posesión de ellos, ya que los periodistas no se inventan los
secretos y para llegar a conocerlos tiene que haber alguien que los filtre.

La conveniencia de publicar informaciones filtradas

El publicar o no filtraciones ha estado en constante debate, si se mira por el


lado de que se trata de un trabajo con fuentes anónimas cuyo principal interés es

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que se publique el “dossier” puesto a disposición del periodista, y la polémica se da
entre los propios profesionales de esta modalidad periodística.

Se ha establecido como único criterio necesario para el periodista que desea


publicar un trabajo basado en filtraciones, la comprobación de la veracidad de los
datos de la filtración. Éticamente no existe otro obstáculo más que la comprobación
de su autenticidad. Sólo las filtraciones comprobadas. estén o no acompañadas de
documentos, pueden ser publicadas El periodista y su medio dc comunicación
asumen un riesgo muy alto si publican filtraciones que no han sido verificadas a
través de otras fuentes.

El reconocimiento público que se trata de una filtración

Los medios de comunicación se ven atraídos por la oportunidad de presentar


informaciones filtradas como si se debieran a un esfuerzo periodístico de
investigación, estas prácticas atentan de forma directa contra las normas
deontológicas de la profesión periodística, en tanto que se trata en la mayoría de
los casos, de informaciones interesadas o fugas de información que no se deben
presentar como textos de investigación.

El pago por las informaciones filtradas

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