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El conflicto interpretativo

· y la validez*
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PAUL B. ARMSTRONG

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,Y..e_¡c;_ -\-a \ :\es-c:.c ~o ¿Es posible que una interpretación llegue alguna vez a ufanarse
de ser "correcta"? La respuesta a esta pregunta resulta paradójica.
IJ ~~ le-~ ~ T-e ces.:... Oc.-h.oc.... Por una parte, las lecturas irreconciliables pueden justificarse a sí

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mismas con la misma validez. Los intérpretes con ·b uenas razones
para sostener sus opiniones a veces difieren tan radicalmente que
~X '\<:_g • -;=-~ \~~ el -t-; \_s cr~ fe;_ ninguna síntesis superior puede zanjar sus diferencias. Por otra
parte, empero, la crítica literaria no es un caldero a donde todo va
) ~ \...::--) j 00~\\\_'-- /J""\-~~c-s a parar. Es claro que algunas interpretaciones están equivocadas,
y los críticos literario~ que pertenecen a corrientes diferentes a
L.-b\6 menudo pueden afirrn.¡;ir también, con certeza considerable, que
una lectura es superior a otra, incluso cuando las dos lecturas
son permisibles. En este caso la paradoja consiste en que la corr1"
prensión literaria es ilimitada y constreñida, interminablemente
abierta a conflictos irresolubles de interpretación, pero también
limitada en la medida en que las lecturas legítimas pueden di-
ferenciarse de las falaces (aun cuando los críticos no siempre se
ponen de acuerdo..
respecto de dónde marcar esta línea divisoria). ' ~

* Este texto forma parte del libro de Paul B. Armstrog, Lecturas en conflicto: va-
lidez y variedad en la interpretación:. México, UNAM-Instituto de Investigaciones
Sociales, 1992, 157 pp., por lo que se sigue la forma de citar de dicha edición, la cual
es diferente a la empleada en el resto de los capítulos del libro. Nota del editor

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PAUL B ARMSTRONG

sencillamente al viejo sentido común. 2 No obstante, están unidos


La crítica literaria es un universo pluralista en el que las inter- por su oposición a una visión pluralista de la interpretación que
pretaciones opuestas compiten indefinidamente por imponerse; permite lecturas diferentes, igualmente "correctas".
aunque también es una empresa rigurosa, racional, dominada por Sin embargo, la rigidez de la posición monista es tan inaceptable
controles estrictos de validez. como el nihilismo de los relativistas radicales. Ningur10 de los dos pun-
Durante mucho tiempo la pregunta de cómo juzgar la veraci- tos de vista puede explicar la paradoja que caracteriza la práctica coti-
dad de una interpretación ha sido motivo de controversia, pero diana real de los estudios literarios, la paradoja de que los críticos pueden
en la teoría literaria reciente se ha vuelto un tema particularmente tener desacuerdos legítimos acerca del significado de un texto, pero
acalorado de discusión. Un irreconcihable desacuerdo separa de que también pueden afirmar con justificación que algunas lecturas
a los que señalan que la interpretación es ilimitada, de los que son erróneas, no sólo diferentes. La crítica contemporánea necesita una
sostienen que el significado de una obra es singular y finalmen- teoría de pluralismo limitado para explicar esta paradoja y trazar
te describible. Los relativistas radicales toman como lema el ar- una vía intermedia entre los anarquistas y los absolutistas. Es la inten-
gumento de Nietzsche de que la verdad no existe, sino sólo un ción de este libro formul~ dicha teoría.3 En el presente capítulo analizo
conjunto de interpretaciones, e insisten en que cualquier texto las razones epistemológicas del por qué se dan los desacuerdos inter-
permite innumerables lecturas. En su manifestación más extrema, pretativos y los mecanismos de validación mediante los cuales son re-
este argumento afirma que todas las interpretaciones resultan ne- gulados. Mis objetivos son, primero, explicar por qué pueden diferir las
cesariamente malas interpretaciones, que no puede hallarse en el lecturas permisibles y, segundo, mostrar que los criterios de validación
texto o fuera de él ningún criterio de legitimación que señale a todavía actúan como hmitantes y regulan las protestas de legitimidad,
alguna lectura como la "correcta'? Las repercusiones anarquistas, aun cuando los conflictos irresolubles dividan las interpretaciones.
nihilistas, de este aserto resultan más perturbadoras de lo que la
actitud juguetona, traviesa, de sus defensores a menudo podría El conflicto de las interpretaciones
sugerir. Los peligros de negar los límites de la interpretación han Con el propósito de explicar por qué las lecturas legítimas
llevado a otros a insistir en que el significado es determinado. Los pueden diferir, debemos retornar a los fundamentos de la in-
monistas sostienen sus afirmaciones de diversas maneras y recu- terpretación y examinar el papel que tiene la creencia en la
rren a la intención del autor, a las normas en la obra misma, o

1 Esta visión por lo regular se relaciona, más o menos correctamente, con los de- 2 Me refiero a E. D. Hirsch Jr., René Wellek, y John Reichert. Véase Hirsch, Va-
construccionistas de Yale y su maestro, Jaques Derrida, aunque otros como Norman lidity in Interpretation (Nueva Haven: Yale University Press, 1967); Wellek, "The
Holland y Stanley Fish sostienen consideraciones similares. La escuela de Yale inclu- New Criticism: Pro and Contra", Critica! Inquiry 4 (1978): 611-624; y Reichert, Mak-
ye a Geoffrey Hartman, el ya desaparecido Paul de Man, J. Hillis Miller (quien no se ing Sense of Literature (Chicago: University of Chicago Press, 1977). Reichert se de-
encuentra más en Yale) y Harold Bloom; véase su antología Deconstruction and Criti- nomina a sí mismo pluralista (Making Sense ·of Literature, p. xi), pero su adhesión
cism (Nueva York Continuum, 1979). Véase también Norman N. Holland, Five Read- al monismo queda incuestionablemente clara en el argumento de su libro y en la
ers Reading (Nueva Haven: Yale University Press, 1975), y Stanley E. Fish, Is There a disputa en la que se enfrascaron él y Fish en las páginas de Critica! Inquiry 4 (1978)
Text in This Class? (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1980). Estos críticos y 6 (1979-1980).
presentan muchas diferencias de importancia que no puedo explicar con detalle aquí. 3 Dada la importancia de esta labor, es claro que no soy el primero en abordarla.
Los deconstruccionistas, por ejemplo, son bastante más variados de lo que muchos de Dos de los intentos más significativos de explicar y justificar un pluralismo her-
¡ sus críticos reconocen. Para una útil evaluación de sus semejanzas y diferencias, véase menéutico limitado son Paul Ricoeur, The Conflict of Interpretations, compilado
Jonathan Arac, Wlad Godzich y Wallace Martin (comps.), The Yale Critics: Decon- por Don Ihde (Evanston, Ill.: Northwestern University Press, 1974), y Wayne Booth,
struction in America (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1983). Sin embargo, Critica! Understanding: The Powers and Limits of Pluralism (Chicago: University of
mi interés último no está en las diferencias entre las posiciones críticas recientes sino Chicago Press, 1979). Más adelante en este capítulo explico cómo se relaciona mi
en la cuestión epistemológica básica del relativismo, la cual tiene una larga historia teoría con sus opiniones.
antes de su entrada en la escena de la crítica contemporánea.

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comprensión. La premisa de la hermenéutica es que la inter- por sí mismas. Los estudiantes noveles pueden soñar con el
pretación es básicamente circular. La formulación clásica del día en que se vuelvan lo bastante expertos para comprender
círculo hermenéutico sostiene que sólo podemos comprender de manera automática una novela o un poema (sin el titubeo, la
los detalles de una obra mediante la proyección de un sentido confusión y la incertidumbre de experimentar con conjeturas);
del todo, de la misma manera como, al contrario, sólo podemos no obstante, a medida que se vuelven intérpretes más expe-
alcanzar una visión del todo mediante el estudio de sus partes. · rimentados, descubrirán que la exégesis no puede sustraerse
En consecuencia, toda interpretación exige actos de fe, creen- al ensayo y al eriGr. Esto alude ya a mi segundo punto: una
cias que hacen ajustar las partes dentro de un todo, hipótesis teoría de la interpretación no es una máquina de producir lec-
para comprender qué verificamos, modificamos, y refinamos turas. El practicante de cualquier método debe comenzar de
mediante el ir y venir entre los aspectos de cualquier estado de nuevo y poner a prueba sus conjeturas siempre que emprenda
cosas y nuestro sentido de su configuración global. De aquí el el estudio de una obra. La experiencia instruye porque los ac-
aserto de Leo Spitzer en el sentido de que la interpretación de- tos pasados de interpretación nos confieren práctica al hacer
pende de un "click interno", una "adivinación" del vínculo entre conjeturas; no obstante, textos distintos exigen hipótesis dife-
la parte y el todo, 4 y también la descripción de Wolfgang Iser rentes. En tercer lugar, y como consecuencia, ninguna teoría de
de la lectura como un proceso de "construcción de coherencia", la interpretación puede garantizar lecturas persuasivas. Inclu-
una búsqueda continua de pautas que establecen la congruen- so un método que en manos de algunos intérpretes haya sido
cia entre los elementos de un texto.s Desde el título de la pá- muy prometedor, tal vez resulte inoperante al ser aplicado por
gina, empleamos incesante y silenciosamente las indicaciones otros. Heidegger reformuló el círculo hermenéutico para sacar
de los detalles para formular hipótesis acerca del todo, conjeturas a la luz su temporalidad inherente. Como lo explica en El ser y
que al principio resultan vagas y provisionales. Después aplica- el tiempo, la comprensión exige expectativas.
mos estas conjeturas para darle un sentido a las partes de la Heidegger señala que sólo podemos interpretar algo si ya
obra, de la misma manera como todo lo nuevo que encontramos lo hemos captado de antemano mediante una "pre-visión"
nos ayuda a refinar y amplificar nuestro constructo globalizante (&or-sicht) que formula y delimita una gama de significados
(o nos hace echarla por tierra si las anomalías afloran persis- que podría contener. Nuestra~ interpretaciones hacen que estas
tente mente y las partes se niegan a coincidir). posibilidades se vuelvan realidades. Así pues, interpretar es des-
Esta versión del círculo hermenéutico señala tres importan- plegar (aus-legen) una comprensión anticipatoria que ha clari-
tes repercusiones para la relación entre la teoría y la práctica. ficado el camino para actos más plenos, más explícitos y más
Primero, puesto que la interpretación siempre requiere de la refinados de análisis. 6 Formulado en el lenguaje tradicional del
conjetura, ninguna regla puede garantizar de antemano hipó- círculo hermenéutico, el argumento de Heidegger señala que
tesis acertadas. Incluso los teóricos más refinados y los críticos nuestro sentido preliminar del todo nos confiere un conjunto
más diestros han padecido la experiencia de quedarse mirando particular de expectativas, que después dirige nuestra aten-
la hoja en blanco, esperando que sus configuraciones surjan ción y que la explicación ulterior de detalles verifica, modifica
y rellena. Formular una hipótesis es anticipar un futuro posible.

4 Leo Spitzer, Linguistics and Literary History (Princeton: Princeton University


Press, 1948), pp. 7-19. 6 Martin Heidegger, Being and Time, traducido por John Macquarrie y Edward
5 Wolfgang Iser, "The Reading Process: A Phenomenological Approach", en The Robinson (Nueva York: Harper and Row, 1962), pp. 188-195. [Versión en español: El
Implied Reader (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1978), pp. 118-134. ser y el tiempo (2a. ed. rev.; México: Fondo de Cultura Económica, 1971).]

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La sorpresa que a veces experimentamos al leer ilustra el argu~ un método de interpretación constituyen el corpus práctico
mento de Heidegger. No nos sentiríamos sorprendidos si no de creencias más básicas acerca del ser humano, el ser del objeto
hubiéramos tenido expectativas, una comprensión previa que que interroga, y el ser del mundo como un todo. El psicoanálisis,
resultó inconfiable.? el marxismo, la fenomenología, el estructuralismo, cada uno tiene
El concepto de Heidegger acerca de la comprensión anticipato- un método diferente de interpretación porque cada uno tiene una
ria indica que atribuir un sentido a la literatura entraña creencias metafísica diferente, u:p. conjunto distinto de convicciones que
de un tipo más fundamental que las hipótesis que hacen ajustar constituye su punto de partida y define su posición en el campo
las partes en los todos. Todo enfoque interpretativo tiene su propia hermenéutico. Si, al igual que Freud, un intérprete considera que
comprensión anticipatoria de la literatura, comprensión que refle- los seres humanos son animales sexuales y que las obras litera-
ja sus postulados más básicos. La fenomenología ya contempla al rias son la expresión disfrazada de deseos libidinales reprimidos,
ser humano como una subjetividad encamada dirigida hacia sus obe organizará los detalles textuales en configuraciones diferentes de
jetos y de esta manera interpreta las obras como constructos de la las de un crítico marxista, el cual opina que los seres humanos so-
conciencia que despliegan un mundo. El estructuralismo concibe mos seres sociales, históricos, y que el arte refleja los intereses de
previamente al ser humano como un espíritu gobernado por una clase. Adoptar un tipo de interpretación es realizar un acto de fe al
lógica lingüística de oposiciones binarias y, de este modo, cons- aceptar un conjunto de presuposiciones y rechazar otras.
truye mitos y otros textos como modelos lógicos que intentan Hasta ahora he elegido como ejemplos tipos de interpretación
resolver contradicciones. Como Bultmann hace notar, "toda com- que originalmente eran extraliterarios; lo hice así porque confirman
prensión, al igual que toda interpretación, está ... continuamente con especial claridad mi argumento de que las hipótesis hermenéu-
orientada por la manera de plantear el interrogante y por los ob- ticas prácticas de un método reflejan convicciones metafísicas más
jetivos a los que se dirige [por su Woraufhin]. En consecuencia, profundas. No obstante, mi argumento también se aplica a métodos
nunca carece de presuposiciones; es decir, siempre está dirigida que parecen puramente literarios como, digamos, la Nueva Crítica.
mediante una comprensión previa de aquello acerca de lo cual Aunque los nuevos críticos defendieron una lectura cerrada, des-
interroga a un texto". 8 Las hipótesis características que formula provista de ideas preconcebidas y, en gran medida, evitaron la es-
peculación filosófica, y en vez de ella se apegaron a las exigencias
7 Aunque la diferenciación que hace Heidegger entre "interpretación" y "compren- concretas de la explicación, hoy en día se reconoce generalmente
sión" es importante para mi objetivo en este punto, mantenerla no resulta necesario
para mi argumentación en el resto del presente libro. Por motivos de variedad esti-
que su práctica interpretativa se basó en un conjunto específico de
lística, a menudo empleo de manera intercambiable términos como "interpretación", creencias acerca del mundo humano. e
"comprensión" y "lectura" puesto que el tema que me ocupa aquí no exige prestar
atención a las posibles diferencias que haya entre ellos. Cuando dichas diferencias
sean importantes para lo que quiero analizar (como sucede en el capítulo IV), donde 239; traducción modificada Hay una amplia bibliografía sobre el papel de las presupo-
sostengo que la experiencia de leer una metáfora puede cambiar nuestros hábitos de siciones en la interpretación. Cualquier lista de los ejemplos más interesantes tendría
comprender el mundo), el contexto del argumento aclarará el significado. Mi justifica- que incluir (además de Heidegger, Bultmann y Ricoeur) el concepto de Collingwood
ción para intercambiar estos términos es que la misma estructura epistemológica acerca de '1a lógica de pregunta y respuesta" en su Autobiography (Oxford Oxford Uni-
caracteriza los diferentes aspectos de la comprensión: desde leer un texto hasta perci- versity Press, 1939); la defensa que hace Hans-Georg Gadamer del "prejuicio" en Truth
bir un objeto, desde escribir historia hasta experimentar con hipótesis científicas. Todo and Method, traducido por Garret Barden y John Curnming (Nueva York: Seabury
ello entraña proyecciones de creencia según la di11ámica del círculo hermenéutico. Las Press, 1975), y el concepto de Thomas Kuhn de "paradigmas" en The Structure of Scien-
diferencias entre ellas tienen que ver no con estructuras epistemológicas esenciales tiA.c Revolutions, ed. rev. (Chicago: University of Chicago Press, 1970).
sino con las maneras particulares como se despliegan los supuestos y las creencias. 9 Gerald Graff describe la Nueva¡Crítica, por ejemplo, como la apartadora de los
8 Rudolf Karl Bultmann, "The Problem of Hermeneutics", en Essays Philosophical "supuestos modernistas acerca del lenguaje, el conocimiento y la experiencia", Lite·
and Teological, traducido por James C. G. Greig (Nueva York: Macmillan, 1955), p. rature against Jtself(Chicago: University of Chicago Press, 1979), p. 5. Véase también

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Cuando Cleanth Brooks sostiene, por ejemplo, que "el lenguaje de ticamente en patrones, y la creencia de que las obras de arte se
la poesía es el lenguaje de la paradoja", podría parecer que está hacien- distinguen por una unidad armoniosa en la cual todos los ele-
do una declaración puramente literaria que resume los resultados de mentos se complementan es sólo una especie de supuesto acer-
numerosas exégesis.10 Sin embargo, la poética de The Well Wrought ca de las configuraciones textuales. Otros intérpretes pueden
Um es de hecho una elaboración de principios que T. S. Eliot estable- preferir la suposición de que una pauta de contradicción interna
ció en su famoso ensayo "The Metaphysical Poets", donde señaló que y de disyunción es usual (ya sea atribuida, por ejemplo, a con-
"un grado de heterogeneidad de material al que se le ha dado unidad flictos psicológicos entre el deseo y la represión o a oposiciones
mediante la operación del espíritu del poeta está omnipresente en la lingüísticas que rechazan una resolución final). La relación cir-
poesía''.l1 Para Brooks, la paradoja es el vehículo poético que moldea cular entre la parte y el todo en la interpretación significa sólo
los materiales dispares, a menudo contradictorios, y les da unicidad. que la comprensión exige que las piezas coincidan en patrones,
No obstante, para Eliot, los poderes de integración que tiene la poesía constructo que resulta intrínsecamente paradójico, ya que las hi-
cobran algo más que una significación estética; él los invoca para con- pótesis tipológicas que los orientan moldean la evidencia que, a
trarrestar una crisis cultural general causada por la prevalencia de la su vez, las confirma.
fragmentación, la disociación y la complejidad no asimilada en todas En este punto tal vez resulten útiles unas cuantas palabras
las esferas de la vida. Por lo tanto, los magistrales análisis de Brooks con objeto de clarificar lo que quiero decir por el término de al-
acerca de la paradoja poética no resultan solamente literarios; llevan guna manera controversia] de "te()ría". Empleo la palabra en dos
consigo una carga oculta de compromiso ideológico en la medida en sentidos relacionados aunque diferentes, y el contexto siempre
que esta alianza con la unidad en la multiplicidad se adhiere a las con- clarifica cuál es el que se aplica en ese momento. Hay teorías "glo-
cepciones de Eliot acerca del modernismo. No obstante, este estado de bales" y teorías "locales". Una teoría global aspira a explicar los
cosas es inevitable porque no hay interpretación sin presuposiciones fundamentos de la literatura o las dimensiones básicas del acto
acerca del ser de la obra y del mundo. Si tratamos de comprender sin de interpretación.como tal. Mis propuestas acerca de los límites
preconceptos, no nos libramos de ellos; al contrario, los reproducimos del pluralismo son globales en este sentido. Una teoría local de
en nuestras interpretaciones, aunque sin reconocerlos por lo que son: la interpretación es la articulación de los supuestos y de las ma-
nuestros propios supuestos, no hechos independientes en el texto.12 neras habituales de operar que definen un método particular de
Este argumento acerca de la metafísica implícita de la Nueva comprensión. En este sentido hay teorías marxistas y psicoanalí-
Crítica muestra que la relación de parte y todo en la interpreta- ticas de interpretación correlacionadas con sus prácticas críticas
ción no necesariamente entraña la ideología del organicismo. concretas. Sin embargo, la frontera entre estos dos significados de
Los intérpretes pueden elegir de una variedad de supuestos en la palabra resulta a veces huidiza, y así debe ser. Toda teoría local
competencia acerca de cómo los detalles se ajustan caracterís- acerca de cómo realizar mejor el trabajo de la interpretación tiene
ramificaciones globales que tocan aspectos estéticos, metafísicos y
su Poetic Statemenet and Critica/ Dogma (Evanston, Ill.: Northwestern University epistemológicos; y a la inversa, los enunciados teóricos globales
Press, 1970), y Frank Lentricchia, After the New Criticism (Chicago: University of
Chicago Press, 1980). del tipo "La obra de arte es X" o "La interpretación es intrínseca-
10 Cleanth Brooks, The Well Wrought Urn, (Nueva York: Harcourt, Brace, and
mente Y" por lo regular se adhieren a ciertos tipos de crítica y
World, 1947), p.1. condenan otros. Por ejemplo, la obra de Iser, The Act of Reading,
l l T. S. Eliot, "The Metaphysical Poets" (1921), en Selected Prose ofT. S. Eliot, com- es una teoría simultáneamente global y local; se trata de una des-
pilado por Frank Kermode (Londres: Faber and Faber, 1975), p. 61. cripción global del proceso de la lectura, pero también defiende
12 Heidegger afirma algo similar en Being and Time, pp. 191-192. un cierto modo de actividad interpretativa.

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Mi teoría del conflicto hermenéutico intenta mantener una po- Los modos de interpretación divergentes pueden clasificarse por
sición imparcial al tomar en cuenta muchos procedimientos críti- los objetos que perciben y por la manera como consideran su obje-
cos. Sin embargo, es obvio que la neutralidad no existe, incluso en tivo. Por ejemplo, Paul Ricoeur divide el campo hermenéutico entre
el nivel global, en la medida en que muchas maneras diferentes lo que él llama métodos "arqueológicos" (entre ellos el psicoanáli-
de organizar el campo de los estudios literarios son posibles. Mi sis, el marxismo y el estructuralismo) y los enfoques "teleológicos"
teoría "imparcial" cuestiona las afirmaciones, por ejemplo, tanto (entre ellos la fenomenología y la Nueva Crítica).14 La interpreta-
del absolutismo como del relativismo (aunque les permitiría con- ción arqueológica es una hermenéutica del desenmascarar. Para los
tinuar practicando sus manifestaciones locales de crítica). No enfoques de este tipo, el significado nunca está en la superficie; más
obstante, los niveles globales y locales son niveles diferentes de bien la superficie es un disfraz, una máscara que debe ser retira-
discurso, y la importancia de diferenciarlos radica en que el nivel da para descubrir el significado que se encuentra tras ella. La regla
global puede ser útil para clarificar los temas que están en discu- para la lectura es la sospecha. En lo referente a los enfoques teleo-
sión en el nivel local, de la misma manera que las consideraciones lógicos, la regla es la confianza. El significado habrá de hallarse no
locales explican la significación práctica de las alternativas que se detrás sino más allá: en las metas, las posibilidades y los valores de
debaten en un nivel global. los que las obras literarias y otros objetos culturales dan testimonio
Las presuposiciones de todo método interpretativo resultan, a la o tratan de señalar. Por lo tanto, la actitud interpretativa apropiada
vez, esclarecedoras y limitantes. Dan al intérprete un ·lugar a partir no es sospecha sino apertura a las revelaciones.
del cual construir la obra, una posición específica de observación Hay más divergencias entre las hermenéuticas rivales según el
sin la cual el conocimiento sería imposible. También aportan un tipo de arche (u origen) y telos (o fin) que intentan descubrir. Entre
conjunto de expectativas con las cuales plantear preguntas a una los grandes practicantes modernos de la interpretación suspicaz,
obra que, de otra manera, permanecería en silencio, y otorgan guía e Nietzsche desenmascara textos e instituciones para mostrar la vo-
inspiración al intérprete a medida que éste comienza a hacer con- luntad de poder que encubren; Freud pone al descubierto el impul-
jeturas. Sin embargo, las presuposiciones resultan al mismo tiempo so regresivo de las fijaciones infantiles y los deseos inconscientes y
limitantes porque, al abrir una obra de una manera particular, clau- Marx pone de manifiesto la aparente independencia de la superes-
suran otros modos potenciales de acceso. Todo enfoque interpreta- tructura cultural para descubrir sus orígenes en la base económica.
tivo revela algo sólo mediante el encubrimiento de algo más, que De manera similar, aunque tanto la fenomenología como la Nueva
otro método con diferentes supuestos podría descubrir. Todo punto Crítica enfocan una obra más para revelar sus valores que para sos-
de vista hermenéutico tiene su propia dialéctica de ceguera e in- pechar sus engaños, difieren radicalmente en su comprensión del
trospección, una proporción de ocultamiento y descubrimiento que objeto de la interpretación. Para los Nuevos Críticos, la obra litera-
surge de sus presuposiciones. Aceptar un método de interpretación ria es una estructura autosuficiente de normas a las que una inter-
es entrar en una apuesta, participar en un juego de azar, a saber:
que las introspecciones a las que se llegó mediante sus supuestos p~opios supuestos críticos son también los momentos en los que alcanza su mayor
introspección" (!3/indness and Insigth [Nueva York: Oxford University Press, 1971], p.
compensarán los riesgos de ceguera que entrañan.13 109). Desde mi punto de vista, éstos son momentos de especial interés e importan-
cia pues en ellos el intérprete critica incesantemente sus presuposiciones al tratar
13 Mi empleo de los términos "ceguera" e "introspección" puede traer a la me- de trascender sus límites, aunque al mismo tiempo reafirma su adhesión a ellas y
moria el bien conocido libro de Paul de Man, Blindness and Insigth, pero él y yo los reconoce que son necesarias al negarse a aceptar que tengan alguna deficiencia
definimos de una manera algo distinta. Su argumento rio afirma que toda intros- 14 Paul Ricoeur, "Existence and Hermeneutics", en The Conflict of Interpreta-
pección hermenéutica llega a costa de un modo específico de ceguera, sino que tions, compilado por Don Ihde (Evanston Ill.: Northwestem University Press, 1974),
"los momentos en que el crítico padece la mayor ceguera en lo vinculado con sus pp. 21-22.

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pretación puede aproximarse pero no realizar totalmente. Para la Una respuesta ecléctica al conflicto hermenéutico soslaya las re-
fenomenología, la obra literaria no es tanto una estructura objetiva percusiones del desacuerdo "fuerte". Un crítico que pide prestado
cuanto una conjunción de subjetividades: la conciencia del lector libremente de muchos métodos distintos corre el riesgo de introdu-
que lleva a la vida los actos autoriales de conciencia, los cuales ya- cir la contradicción propia en sus supuestos básicos. Algunas pre-
cen dormidos en las marcas que los preservan. suposiciones, como lo muestra la disputa entre el estructuralismo
Las interpretaciones se contraponen cuando constituyen hipó- y el marxismo, se excluyen mutuamente; o, cuando no sucede así,
tesis opuestas. Así pues, ¿en qué medida pueden resolverse sus pueden resultar más o menos armoniosas que otras combinacio-
desacuerdos, si es que pueden resolverse? Debemos distinguir pri- nes. Otro peligro amenaza los esfuerzos incluso filosóficamente
mero entre desacuerdos "débiles" y desacuerdos "fuertes". Algunas rigurosos, metodológicamente conscientes, de amalgamar las es-
disputas entrañan un enfrentamiento de críticos que operan dentro trategias opuestas. El resultado puede ser una crítica débil, diluida.
de un corpus compartido de suposiciones (por ejemplo, dos marxis- Los enfoques más poderosos de interpretación a menudo deben su
tas o dos fenomenólogos) . Sus batallas pueden ser vociferantes; sin profundidad de introspección a la unicidad radical de sus creencias.
embargo, yo denomino su desacuerdo como "débil" porque no se Por ejemplo, después de describir el potencial de reduccionismo en
trata de una disputa sobre convicciones fundamentales. la crítica psicoanalítica, Ricoeur advierte, no obstante, que al psicoa-
Los desacuerdos "fuertes" pueden comenzar con diferencias acer- nálisis no puede reprochársele su estrechez; es su raison d-etre.16
ca de cómo analizar un texto particular; no obstante, en último término Entre los teóricos contemporáneos de la hermenéutica, Ri-
recurren a las divergencias entre los presupuestos básicos que subya- coeur de hecho ha realizado el intento más riguroso, sosteni-
cen a los métodos en oposicién. Por ejemplo, el estructuralismo y el do, por lograr lo que él llama "un verdadero arbitraje entre las
marxismo difieren en su manera de enfocar la tragedia griega: Lévi- demandas absolutistas" de los sistemas opuestos de interpre-
Strauss considera que Edipo es un intento de resolver una contra- tación. Trata de mostrar que la teoría que se encuentra detrás
dicción lógica entre dos explicaciones de la reproducción humana, y de cada método queda justificada por el ámbito particular de la
Marx considera la mitología clásica como un esfuerzo de establecer experiencia humana que aísla como su provincia especial. En
un dominio imaginario sobre la naturaleza cuando las condiciones su opinión, "cada hermenéutica descubre el aspecto de la exis-
económicas adversas evitan el control material. Sin embargo, este tencia que la fundamenta como método". Por lo tanto, podemos
desacuerdo entre las estrategias interpretativas refleja un conflicto reconciliar los métodos opuestos, señala Ricoeur, mediante la re-
más fundamental de opinión: el conflicto entre la convicción mar- solución de sus teorías en una imagen unificada de ser humano;
xista de que los seres humanos son criaturas sociales, cuya natura- es ·decir, al mostrar cómo los diferentes modos de existencia que
leza cambia con su práctica cotidiana en el transcurso de la historia y ellos consideran corresponde a la "figura coherente del ser que so-
a través de las culturas y el supuesto estructuralista de que los seres mos nosotros mismos".
humanos son animales lingüísticos definidos por su incambiable ca- No obstante, la formulación de Ricoeur adolece de varios pro-
pacidad de ordenar el universo mediante oposiciones binarias (de allí blemas que puedan explicar por qué describe su sueño de re-
el argumento de Lévi-Strauss de que todas las versiones de la historia
de Edipo, desde Sófocles hasta Freud, son variantes de la misma es- Grundfest Schoepf (Garden City, N.Y.: Anchor, 1967), pp. 210-213, y a Karl Marx, "In-
tructura mítica pues todas confluyen en la misma contradicción).15 troduction to a Critique of Political Economy", en The German Ideology, compilado
por C. J. Arthur (Nueva York: International Publishers, 1970), pp.149-151.
16 Ricoeur, "Existence and Herrneneutics", p. 14 Véase también su monumental
15 Este párrafo se refiere a la obra de Claude Lévi-Strauss, "The Structural Study crítica al psicoanálisis, Freud and Philosophy, traducida por Denis Savage (Nueva
of Myth", en Structural Anthropology, traducido por Claire Jacobson y Brooke Haven: Yale Universíty Press, 1970).

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conciliación como una "tierra prometida" que, "como Moisés", el to importante para una filosofía de la interpretación sería investigar
filósofo sólo puede "atisbar... antes de morir".l7 Lo que sucede es la medida en la cual las hermenéuticas pueden convergir pues sus
que las diferentes teorías de la interpretación no sólo otorgan un presuposiciones son reconciliables, e identificar las líneas a través
papel definitorio a un solo aspecto del ser humano (y nos conside- de las cuales los antagonistas se enfrentan sin la posibilidad de fu-
ran como animales fundamentalmente lingüísticos, psicológicos sión. Sin embargo, no puede alcanzarse una sola "verdad" acerca
o sociales), sino que también el mismo aspecto de la existencia del significado de una obra literaria mediante la reconciliación de
acoge las interpretaciones en oposición (consideremos los des- posiciones opuestas en el conflicto de las interpretaciones.
acuerdos entre Freud, Jung, Lacan y Sartre acerca de si el in- Una réplica frecuente que proviene de los monistas es que las inter-
consciente es, en ese orden, libidinal, arquetípico, lingüístico o no pretaciones divergentes deben compartir cierto grado de identidad,
existe). Incluso si un método eleva un aspecto de la existencia a una pues se derivan del mismo texto. John Reichert insiste, por ejemplo,
jerarquía privilegiada, sus supuestos acerca de ese ámbito pueden en que '1as interpretaciones múltiples no multiplican el número de
tener para otro campo repercusiones incompatibles con las presu- elementos de los que ellas son interpretaciones''_l9 Por supuesto, está
posiciones de otra hermenéutica. Las consideraciones del estruc- en lo correcto, pero también está equivocado porque simplifica en
turalismo acerca del lenguaje y las opiniones del marxismo acerca exceso el modo de existir de la obra literaria. El ser de un texto resulta
de la sociedad, por ejemplo, conducen a un irteconciliable desacuerdo tan paradójico como la estructura de la compresión. Un texto no es
sobre si la naturaleza humana es fundamentalmente universal o ra- un objeto autónomo que siga siendo el mismo, independientemente
dicalmente histórica. Además, las teorías de la interpretación a de cómo se analice. La obra literaria no es autónoma sino "heteró-
veces resisten el confinamiento dentro de los ámbitos limitados noma". Aunque una obra trasciende cualquier interpretación indivi-
de la importancia a la cual Ricoeur las restringiría. Consideremos, dual, existe sólo en sus concreciones y a través de ellas; tanto es así
por ejemplo, los prolíficos escritos de Freud acerca de la política, que dejará de existir en cualquier sentido pleno si deja de ser leída.20
el arte, la antropología y la religión, en los cuales analiza las reper- Las diferentes interpretaciones concretan la obra de manera distinta,
cusiones, para otros campos, de sus suposiciones acerca del ser y ..su identidad es la síntesis de estos constructos cambiantes en el
humano, aunque al principio se formulen en un ámbito limitado, transcurso de la historia y sobre el campo de los modos divergentes
tienen ramificaciones metafísicas de amplio alcance. de comprensión: una síntesis que puede no ser completa (y por lo
Merleau-Ponty afirma que "todas [...] las opiniones son verda- regular no lo es), de manera que la "identidad" de "una obra" es ge-
deras siempre y cuando no aparezcan aisladas", y recomienda que neralmente una multiplicidad correlacionada con los muchos modos
"debemos buscar una comprensión proveniente de todos [.. .] los posibles de interpretarla.
ángulos simultáneamente''.l8 Al criticar el sueño de Ricoeur de la
unificación hermenéutica, he tratado, no obstante, de mostrar que 19 John Reichert, "But that Was in Another Ballpark: A Reply to Stanley Fish",
algunas "verdades" no pueden ser conciliadas pues se apoyan en Critica/ Inquiry 6, (1979):166.
presupuestos irreconciliables. Claro está, algunos métodos de inter- 20 Los términos "heterónomo" y "concreción" provienen de Roman Ingarden, The
Literary Work ofArt, traducido por George G. Grabowicz (1931; reimpresión, Evanston,
pretación resultan más compatibles que otros. De hecho, un proyec- ill.: Northwestern University Press, 1973); en especial véanse las páginas 336-343. Aquí
y en el párrafo siguiente mis afirmaciones acerca del modo de existencia de la obra
17 Ricoeur, "Existence and Hermeneutics", pp. 15, 19, 23-24. Para un estudio del literaria resultan necesariamente breves. Por el momento, mi propósito sólo es sugerir
proyecto de Ricoeur, véase Don Ihde, Hermeneutic Phenomenology: The Philosophy los argumentos en contra que pueden plantearse a la apelación característica, al pa-
of Paul Ricoeur (Evanston Ill.: Northwestern University Press, 1971). recer concluyente, a la identidad del texto como una limitante a la interpretación. El
18 Maurice Merleau-Ponty, Phenomenology of Perception,. traducido por Colín siguiente capítulo ofrece un análisis más detallado de la ontología de la obra como la
Smith (Londres: Routledge and Keagan Paul, 1962), p. xix. supone una epistemología pluralista.

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PAUL B ARMSTRONG EL CONFLICTO INTERPRETATIVO Y LA VALIDEZ

Wayne Booth hace una proposición que parece más modesta que tivo no queda restringido a la estética, y el arte no es el único_que se
la de Reichert: "Sin duda que sería imposible determinar con precisión presta a una variedad de lecturas. De hecho, las disciplinas pueden
cuánto compartimos en los textos acerca de los cuales discrepamos; ser clasificadas según tiendan hacia el monismo o hacia el pluralismo.
empero, es claro que no podríamos seguir discutiendo en absoluto si Algunos campos (por ejemplo la mayor parte de las ciencias natu-
no existiera un núcleo de acuerdo".21 No obstante, la metáfora de un rales) se caracterizan por un alto grado de unanimidad acerca de las
"núcleo" compartido es desafortunada pues entraña una esencia autó- suposiciones permisibles y los objetivos explicativos deseados; sin
noma de identidad textual. Aunque para explicar la posibilidad de la embargo, otras disciplinas (incluidas, entre otras y además de los es-
discusión literaria tampoco necesitamos suponer una unicidad textual tudios literarios, la psicología, la economía y la filosofía) se distinguen
radical. Todo lo que necesitamos para intercambiar opiniones son pun- por desacuerdos básicos acerca de dichos puntos que, a su vez, condu-
tos de comparación y contraste, sobreposición y divergencia. Por ejem- cen a diferencias fundamentales de interpretación. La incapacidad de
plo, el nombre del texto y el acuerdo sustancial acerca del registro de reconciliar las interpretaciones opuestas es un hecho básico de la vi-
los personajes, los elementos básicos del argumento, y el lenguaje real da profesional y pedagógica en las humanidades, pero es un proble-
es todo lo que necesitamos para discutir dos concepciones dife- ma con horizontes epistemológicos e institucionales más amplios.23
rentes de Hamlet. Por lo regular hay zonas de acuerdo incluso entre las
interpretaciones más marcadamente divergentes, pero sólo establecen La validez y los límites del pluralismo
la posibilidad de la discusión. No son evidencia concluyente de la esen- Si las diferencias entre las lecturas divergentes no siempre pueden
cia autónoma del texto. Nos permiten intercambiar opiniones, más no resolverse, entonces nos quedamos con muchas preguntas perturba-
son el "núcleo" de texto. Por ejemplo, puedo reconocer una novela o un doras acerca de la validez. ¿Debemos resignamos al relativismo y a
poema en el desacertado ensayo de un estudiante, pero eso no signifi- considerar todas las interpretaciones iguales y sin fundamentos que
ca que el estudiante y yo convengamos fundamentalmente acerca del nos permitan elegir entre ellas? ¿No hay criterios de corrección para
significado del texto o que los dos veamos el "mismo" texto. diferenciar entre las lecturas legítimas y las equivocadas? (La versión
Algunos que reconocen la posibilidad de las interpretaciones de mis estudiantes acerca del punto que se trata aquí es: ¿qué autori-
múltiples las consideran un rasgo distintivo del arte. No obstante, za a Paul Armstrong a calificar nuestros ensayos?) Estos interrogan-
el intento de distinguir el ser del arte resulta sumamente complejo, tes replantean la preocupación fil~sófica tradicional de que el círculo
sobre todo porque las hermenéuticas discrepantes insisten en las hermenéutico podría estar viciado. Una singularidad que se confirma
definiciones incompatibles.22 Sin embargo, el desacuerdo interpreta- a sí misma parecería amenazar los dos niveles de creencia en la com-
prensión que he identificado anteriormente, no sólo las hipótesis que

21 Wayne Booth, "The Limits of Pluralism", Critica/ Inquiry 3 (1977): 412-413; cur-
sivas del autor. Véase también su análisis del "conocimiento común" y su diferen- 23 El planteamiento clásico de los postulados generales del pluralismo se en-
ciación entre "subcomprensión" y "sobrecomprensión" en Critica/ Understanding, cuentra en William James, A Pluralistic Universe (1909; reimpresión, Cambridge,
sobre todo las páginas 241-250. Mass.: Harvard University Press, 1977). Una importante defensa de una epistemo-
22 Puede hallarse una buena explicación de este problema en la aguda refuta- logía pluralista se encuentra en Stephen C. Pepper, World Hypotheses: A Study in
ción de Mary Louise Pratt acerca de la diferenciación entre lenguaje "ordinario" y Evidence (Berkeley: University of California Press, 1942). Aunque los campos cientí-
lenguaje '1iterario"; consúltese su Toward a Speech-Act Theory of Literary Discourse ficos individuales a menudo se caracterizan por un alto grado de consenso, no siem-
(Bloomington: Indiana University Press, 1977), sobre todo las páginas 3-78. Véase pre sucede lo mismo, y no resulta claro que todas las ciencias naturales puedan ser
también el análisis que hace John Ellis acerca de la imposibilidad de lograr una unificadas o traducidas en términos recíprocos. El capítulo III examina con detalle
definición única, universal, de la literatura en The Theory of Literary Criticism: A Lo- el planteamiento de que las distintas :disciplinas científicas pueden no ser transpa-
gical Analysis (Berkeley: University of California Press, 1974), en especial las páginas rentes entre sí y que, por lo tanto, las ciencias naturales en conjunto pueden ser
24-53. Yo exploro con mayor profundidad el tema en el capítulo VI. pluralistas en vez de monistas.

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PAUL B ARMSTRONG EL CONFLICTO INTERPRETATIVO Y LA VALIDEZ

hacen ajustar las partes dentro de un todo coherente sino también las de inclusividad, una hipótesis se vuelve más firme a medida que de-
presuposiciones que definen cualquier punto de vista hermenéutico. muestra su habilidad para explicar las partes sin encontrar anomalías
¿cómo podemos evitar ser atrapados en un círculo vicioso en el que y sometérsele a refinamientos y ampliaciones sin desechársele. El
nuestras hipótesis acerca del todo son justificadas por evidencias acto interpretativo puede ser "irracional" en el sentido de que exige
que ellas mismas han conformado al atribuir sentido a las partes? una conjetura inspirada, pero es "racional" en el sentido de que nues-
Si cualquier tipo de interpretación puede descubrir sólo lo que sus tras hipótesis deben ser capaces de resistir el escrutinio crítico.
presuposiciones revelan a su vista, entonces ¿cómo podemos estar Aunque una interpretación que no sea inclusiva resulta ilegítima,
ciertos de que estas creencias son confiables? una lectura inclusiva no necesariamente es la única "correcta". Los
Al contestar estos interrogantes trataré de mostrar que los críti- elementos de un texto pueden ser sometidos a la coherencia de mu-
cos literarios y otros intérpretes por lo regular recurren a pruebas de chas maneras. Los diferentes métodos interpretativos que se basan
validez que actúan como limitantes sobre la comprensión y marcan en suposiciones distintas pueden pasar la prueba de la inclusivi-
una frontera entre las lecturas permisibles y las ilegítimas. No obs- dad con igual éxito. El absolutista E. D. Hirsch y el relativista Stanley
tante, también demostraré que los límites de estas pruebas evitan Fish convienen en muy pocos puntos, pero están de acuerdo en esto.
que se establezca cualquier interpretación única como la "correcta". Hirsch sostiene que el criterio de inclusividad "de hecho no puede
Sostendré que la crítica literaria es intrínsecamente pluralista pero reconciliar las diferentes lecturas ni elegir entre ellas. Como ideal
que, sin embargo, es lo que Stephen Toulmin llama "una empresa normativo, o principio de corrección, resulta inútil".ZS Sin embargo,
racional", con criterios y limitaciones incorporados en sus procedi- Hirsch exagera. La prueba de inclusividad de hecho es útil en el
mientos, y no un campo de libre juego anarquista. 24 sentido de que puede excluir las conjeturas equivocadas, aunque hay
La primera prueba de validez de una lectura es su carácter de in- límites a su efectividad porque no puede despejar de manera conclu-
conclusa. Si la comprensión es asunto de ajustar partes a un todo, en- yente todos los conflictos entre las interpretaciones o poner punto
tonces la mejor creencia acerca de sus relaciones será la que pueda final a un desacuerdo "fuerte". Fish sostiene que cualquier marco in-
englobar la mayor parte de elementos en la configuración que formu- terpretativo puede hallar una manera de explicar una anomalía apa-
la. Una parte que se niega a ajustar es una anomalía falsificadora. Crí- rente. Siempre que alguien lo enfrenta a un ejemplo contrario, explica
ticos y profesores aluden al criterio de inclusividad, por ejemplo, Fish, busca "inmediatamente maneras de esclarecerlo o deconstruir-
cuando alaban una lectura por su "amplitud" y "profundidad" lo" e interpretarlo de una manera congruente con sus presuposicio-
(o la condenan por no tenerlas). El movimiento de vaivén entre una nes y, afirma con modestia, "siempre salgo triunfante". 26 Fish no se da
conjetura acerca del todo y las partes que trata de comprender no ne- cuenta de lo cerca que se encuentra aquí de la circularidad viciosa;
cesita volverse un círculo vicioso si consideramos nuestras hipótesis no obstante, su jactancia muestra que la prueba de inclusividad no
cuando mucho provisionales y permanecemos abiertos a las indica- puede producir una interpretación única, definitiva.
ciones de que dichas hipótesis requieren revisión. Según la prueba Una segunda prueba, la intersubjetividad, puede complementar
y fortalecer el criterio de inclusividad. No obstante, su efectividad
24 Stephen Toulmin, Human Understanding: The Collective Use and Evolution
también es limitada. Debido al papel integral que la creencia des-
of Concepts (Princeton: Princeton University Press, 1972), pp. 133-199. Sin embargo, empeña en la comprensión, hay una considerable significación
según la definición de Toulmin la crítica literaria no se consideraría una "disciplina".
En un atípico y desafortunado traspié en el monismo, Toulmin reserva este término
a campos en los cuales todos los investigadores (o por lo menos la mayoría) están 25 Hirsch, Validity in Interpretation, p. 227.
dedicados a un solo objetivo explicativo y a un programa común de problemas 26 Stanley Fish, "A Reply to John Reichert; or, How to Stop Woeeying and Learn
que deben ser resueltos para conseguir el conocimiento. to Lave Interpretation", Critica/ Inquiry 6 (1979): 178.

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hermenéutica en las líneas de Novalis que Conrad eligió como epí- Si la capacidad de ganar aceptación indica que una creencia es
grafe para Lord Jim: "Cierto, mi convicción gana infinitamente en legítima, entonces el acuerdo total y universal acerca de una inter-
el momento en que otra alma cree en ella.".Z7 En la medida que la in- pretación sería la indicación última de que es correcta. En todo caso,
terpretación nos exige formular creencias, nuestra lectura se vuelve ése es el razonamiento de Spitzer cuando sostiene que el objetivo
más creíble si otros la aceptan o por lo menos la consideran razona- adecuado de la crítica literaria es un consensus omnimum, un esta-
ble. Por lo contrario, el desacuerdo de otros puede ser una señal de do de perfecta intersubjetividad, cuando todas las opiniones
que nuestra interpretación no es válida porque nadie la comparte. coinciden acerca del significado de una obra;3° empero, este ideal
Como señala Charles Sanders Peirce, "a menos que nos hagamos no resulta finalmente concebible pues el conflicto entre los méto-
ermitaños, necesariamente influiremos en las opiniones de los de- dos irreconciliables evita la unanimidad. El desacuerdo "fuerte"
más; de modo que el problema se vuelve cómo fijar la creencia, no acerca de las presuposiciones fundamentales que debieran orientar
sólo del individuo, sino de la comunidad".28 · la comprensión se interpone al consenso universal.
Sin embargo, una grave deficiencia en la prueba del acuerdo co- Este obstáculo introduce algunas complicaciones interesantes a
munitario proviene de la necesidad de persuadir a otros a convenir la prueba del acuerdo intersubjetiva, aunque no elimina por com-
en nuestras convicciones, trátese de nuestras hipótesis sobre el sig- pleto la utilidad de este criterio. Pese a que un voto mayoritario no
nificado de un texto o de nuestros supuestos sobre la mejor manera prueba o desaprueba en sí mismo de manera decisiva lo razonable
de comprender la literatura. La validación intersubjetiva entraña de una presuposición, la capacidad de un conjunto de supuestos
necesariamente el empleo de la retórica. Como un acto de poder para reunir de su lado a una comunidad de creyentes es muestra
concebido para mover a otros en una cierta dirección, la retórica de su valor probable. Por lo contrario, los supuestos que no pueden
queda sujeta a abusos que pueden socavar la aplicación justa de la ganar partidarios tal vez merezcan desaparecer. Dentro de una co-
credibilidad como prueba de legitimidad. En un replanteamiento munidad de creyentes, los fieles aceptan, rechazan y clasifican las
moderno de la preocupación clásica acerca de las desvirtuaciones interpretaciones (por ejemplo, los críticos psicoanalíticos emiten
potenciales de la retórica, Hans Robert Jauss hace la diferencia en- juicios acerca de la obra de sus demás colegas, según lo bien que
tre Überzeugen y Überreden, la genuina labor de convencer a otros cada uno de ellos haya puesto en práctica sus hipótesis comparti-
de que nuestras razones y creencias merecen crédito, en oposición das). Al cruzar las fronteras entre las comunidades, los comba-
al empleo de tácticas para imponerse a los demás y engatusarlos tientes intentan probar los méritos de sus creencias mediante el
para que otorguen su consentimiento. 29 La línea de demarcación recurso de ganar adeptos. Asimismo, reconocer al otro como oponente
entre Überzeugen y Überreden es a menudo difícil de trazar pero digno (por ejemplo, como hace el marxismo al entrar en un debate se-
representa una advertencia de que el acuerdo de otros no es siem- rio con la fenomenología) es aceptar la credibilidad de su posición.
pre prueba de validez. · El acuerdo monista acerca de la verdad no proviene, por lo tanto,
de esta segunda prueba de legitimidad; no obstante, una vez más,
27 Joseph Conrad, Lord Jim, compilado por Thomas C. Moser (1900; reimpre-
aceptar el pluralismo no significa abandonar todos los criterios y
sión, Nueva York: W W Norton, 1968), p. ix. procedimientos de validación.
28 "The Fixation of Belief", en·Collected Papers of Charles Sanders Pierce, com-
pilado por Charles Hartshorne y Paul Weiss (1934; reimpresión, Cambridge, Mass.: 30 Spitzer, Linguistics and Literary History, p. 38. Para una aguda crítica al
Harvard University Press, 1965), 5-235. valor del consenso véase Jean Fran~ois Lyotard, The Post-Modern Condition: A
29 Hans Robert Jauss, Asthetische Erfahrung und literarische Hermeneutik (Mu- Report on Knowledge (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1984), sobre
nich: Wilhelm Fink. 1977). 1:50-51. En el capítulo VII exploro con mayor detalle los todo pp. xxv, 61-67. Consúltese también Paul Feyerabend, Against Method (Lon-
usos y peligros del poder en la interpretación. dres: Verso, 1978).

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Una tercera prueba es la eficacia, la evaluación de una hipótesis o una búsqueda de lecturas legítimas. No obstante, cada una de las ad-
presuposición sobre fundamentos pragmáticos para descubrir si tiene vertencias de Peirce también necesita restringirse de maneras que
o no el poder de conducir a nuevos descubrimientos y a una compren- puedan arrojar más luz, en mi opinión, sobre la relación sobre la
sión continua. En un sentido, esta prueba sencillamente reformula de creencia y la validez.
manera diacrónica lo que la prueba de inclusividad describe de modo La primera advertencia de Peirce es en contra de lo que él llama
sincrónico. Las dudas acerca de la eficacia de una hipótesis deben sur- "el método de la tenacidad", "una fe firme e inamovible" que se aferra
gir si las anomalías interrumpen repetidamente el progreso de la obcecadamente a sus convicciones pese a todas y cada una de las
interpretación, y dichos obstáculos indican que una conjetura no evidencias que se le presenten.32 Este método corre el riesgo
es adecuadamente inclusiva. No obstante, en otro sentido, la prueba de solipsismo al no tomar en cuenta la disensión de la comunidad,
de la eficacia introduce algo nuevo e importante porque se extiende y coquetea con una circularidad autoconfirmadora, viciosa, al cegar-
también a las presuposiciones más fundamentales de un método inter- se a sí misma frente a las anomalías potencialmente falsificadoras.
pretativo. William James señala que "tenemos el derecho de creer bajo Sin embargo, la advertencia de Peirce debe ser modificada porque
nuestro propio riesgo" cualquier supuesto "que esté lo bastante vivo los intérpretes tienen que sostener sus creencias con un cierto gra-
para tentar nuestra voluntad".31 Sin embargo, también advierte que las do de tenacidad si no quieren abandonar de manera prematura una
acciones que resultan de cualquier conjunto de convicciones invaria- hipótesis prometedora, sin darle una buena oportunidad de lu-
blemente tienen consecuencias, y éstas pueden redundar en poner en char por resolver los problemas que plantea. De manera similar, al
tela de juicio aquello en que creemos. Las presuposiciones sobre las entrar en controversia con las lecturas discrepantes y los métodos
que cualquier hermenéutica define su posición no quedan inmunes a interpretativos rivales, los críticos deben defender sus hipótesis y
la prueba práctica. Tienen que justificarse continuamente por su efica- supuestos con una proporción de persistencia firme para asegurar-
cia Si en repetidas ocasiones no logran conducir a lecturas persuasi- se de que serán debidamente escuchados. La interpretación exige
vas, inclusivas, tanto partidiarios como enemigos pueden concluir que un delicado acto equilibrador entre la obstinación excesiva y la ca-
el problema radica no en las capacidades limitadas de los adeptos al pitulación demasiado apresurada.
método sino en sus hipótesis. Ponemos nuestras presuposiciones en La advertencia de Peirce en contra del "método de autoridad"
juego cuando seguimos su guía al interpretar una obra, pero requiere de una enmienda similar. Según él, este método estable-
con ello también las ponemos en peligro pues nuestro encuentro con ce la opinión al recurrir a la sanción institucional, a lo que los diri-
un texto puede desafiar nuestras expectativas y plantear un reto a las gentes de la comunidad y sus maneras acertadas de comprender
suposiciones con las que comenzamos. otorgan la calidad de "verdad". El peligro aquí es un solipsismo
La importancia de mantenernos abiertos a las experiencias que tiránico de comunidad, que en sí mismo se vuelve inmune al de-
puedan comprobar que nuestras presuposiciones son inoperantes safío de la disensión y niega a las opiniones opuestas la oportu-
es la razón por la cual Peirce previene contra la fijación prematura, nidad de poner a prueba sus méritos. No obstante, una vez más,
dogmática, de la creencia. Describe tres caminos hacia el dogmatis- la autoridad tiene beneficios que Peirce deja de lado. En asuntos
mo que merecen atención, pues aportan una contraparte negativa a de interpretación, no todos los que la practican son iguales. Puede
las tres pruebas positiva de corrección, un conjunto de "no se debe" suponerse legítimamente que algunas opiniones tienen mayores
para acompañar las obligaciones afirmativas del intérprete en la posibilidades de validez debido a los logros pasados o a la capa-

31 William James, The Will to Believe (1987: reimpresión, Cambridge, Mass.: Har- 32 Peirce,"The Fixation of Belief", pp. 235-234- Las referencias a Peirce en los
vard University Press, 1979), p. 32. próximos párrafos provienen también de este ensayo pp. 235-239.

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citación especializada de los que las sostienen. Por ejemplo, los dables a la razón". Su criterio de juicio no es "el que va de acuerdo
profesores tienen la autoridad para asignar una calificación a los con la experiencia sino aquel en el que nosotros mismos nos senti-
trabajos de los estudiantes porque han pasado con éxito a través mos inclinados a creer". Peirce protesta diciendo que dicho proce-
de un aprendizaje (han presentado exámenes orales, han escrito dimiento retira completamente a la creencia del campo de pruebas,
una tesis de doctorado) que los califica para recibir los derechos y otorga al intérprete licencia ilimitada y reduce la investigación a
poderes de la responsabilidad profesional. Esta protesta de auto- un asunto de "gusto" y "moda". No obstante, el dilema aquí radica
ridad debe continuar probándose a sí misma en el salón de clase en que hay algo a priori acerca del acto de aceptar cualquier con-
y en diversos foros profesionales; de otra manera, nuestros estu- junto de presuposiciones como el punto de partida hermenéutico
diantes y colegas podrían negarla. De modo similar, la autoridad propio. Al decidir de qué lado van a inscribirse nuestras preferencias
institucional de los miembros más sobresalientes de una profe- como críticos, tenemos que escoger entre una variedad de opciones
sión es un mandato provisional que reciben (y que pueden dejar i91+almente defendibles. El hecho de razonar de manera esclarecida
de observar) debido a su autoridad intelectual en el campo.33 o apelar al sentido común no va a mostramos en sí mismo el sendero
La combinación entre autoridad institucional y justificación inte- adecuado que debemos tomar. Aunque las presuposiciones y los
lectual no siempre resulta perfecta; sin embargo, la sanción institu- resultados de cualquier método deben probar su valor en las ma-
cional no tiene el efecto exclusivamente nocivo que Peirce le asigna. neras que he descrito, la elección de un punto de vista hermenéuti-
Aunque es posible que desaliente las innovaciones potencialmente co resulta en cierto rnodo intrínsecamente arbitraria. Una decisión
promisorias pero renegadas, su fuerza conservadora también evita diferente siempre puede justificarse con igual contundencia.
una eliminación excesivamente rápida de métpdos de comprensión Al calificar de "arbitraria" nuestra elección de afiliación hermenéu-
que han establecido su valor mediante su eficacia y sus logros alga- tica no pretendo afirmar que carece de importancia. Sólo quiero decir
nar partidarios. La autoridad puede hacerse rígida y volverse tiranía que, puesto que se trata de una elección, siempre tendremos diversas
dogmática, pero evita la anarquía de la revolución perpetua. alternativas posibles. Claro está, es una elección sumamente signifi-
Finalmente, las censuras de Peirce en contra del "método a priori" cativa debido a las repercusiones epistemológicas y metafísicas de
también aportan una útil advertencia que exagera el caso. Este mé- amplio alcance que resultarán de ella. Al elegir un punto de vista
todo defiende sus supuestos fundamentales al argüir que son "agra- hermenéutico, decidimos cómo vamos a conducirnos, con qué tipos
de objeto y metas, en qué especie de universo crítico. Incluso el mo-
nista Hirsch concede que "la elección de una norma interpretativa no
33 Véase Toulmin, Human Understanding, pp. 261-281. Los peligros y beneficios está determinada por la 'índole del texto', sino que, por ser una
de la autoridad sea punto de considerable debate crítico. Desde un aspecto de
la cuestión, Gadamer sostiene que la autoridad no siempre está equivocada y hace elección, corresponde al ámbito de la éticá'; sin embargo, insiste en
la diferencia entre el sometimiento ciego a ella, que por lo regular entraña que "a menos que haya un poderoso valor dominante para descartar
"obedecer una orden", y la "aceptación del conocimiento superior" que, como él lo una intención del autor (es decir, significado original), nosotros, los
describe, es una decisión libremente tomada y un acto racional de deferencia (Truth
and Method, p.248): No obstante, desde la otra parte Michel Foucault y Edward Said que interpretamos por vocación, no debemos descartarla".34 No obs-
señalan que el poder que tiene la autoridad para controlar cómo pensamos, habla-
mos y escribimos resulta más penetrante e insidioso de lo que creemos. Sin duda,
Said está en lo cierto cuando sostiene, al explicar a Foucault, que "un texto es un lugar 34 Hirsch E.D., Jr., The Aims of Interpretation (Chicago: University of Chicago
entre otros (incluido el cuerpo) donde se manejan las estrategias de control en la Press, 1976), pp. 7, 90; las cursivas no están indicadas. Deben mencionarse también
sociedad" ("The Problem of Textuality: Two Exemplary Positions", Critica/ Inquiry 4 dos problemas ulteriores que tiene la defensa que hace Hirsch del autor como la
[1978]: 704). Sin embargo, también es cierto que él y Foucault son los beneficiarios norma para la interpretación correcta, aunque resulten tangenciales al punto que
de la especie de autoridad que Gadamer defiende. Para un análisis más detallado del trato en el análisis de esta cita. Primero, como sostiene Booth acertadamente, el "au-
problema de la autoridad véase el capítulo VII del presente libro. tor" es un concepto esencialmente cuestionado (Critica/ Understanding, p. 8). No

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tante, la dificultad que Hirsch reduce equivocadamente al mínimo es sus procedimientos, sino también porque nuestros compromi-
que "los poderosos valores dominantes" están siempre en juego al sos críticos pueden ser analizados y debatidos. Si todo méto-
tomar una decisión entre las estrategias divergentes de interpreta- do pone de manifiesto algunos elementos a costa de encubrir
ción; de hecho, al retraerse al terreno de la ética, Hirsch debe permi- otros, entonces los méritos y riesgos de su "apuesta" hermenéu-
tirle a la legitimidad una elección que él preferiría condenar. Los tica pueden examinarse y discutirse. Un crítico puede preferir
críticos postestructuralistas a menudo invocan el valor de la libertad ciertos tipos de introspección y considerar tolerables ciertas
al atacar el concepto de un autor controlante como una restricción zonas de ceguera; una vez más, qué proporción aceptar entre
debilitadora sobre la capacidad de significación que tiene el texto.35 las dos resulta un asunto de elección, mas no de elección no
La libertad es ciertamente un valor ético "poderoso" y, de hecho, para razonada. Fish puede estar en lo correcto cuando afirma que "la
los ojos de muchos, "dominante". razón de un hombre es la incongruencia de otro".36 Sin embar-
Las últimas disputas éticas de este tipo siempre surgen cuando go, los intérpretes rinden cuentas a la comunidad de las con-
una de ellas llega a los principios fundamentales que se hallan en secuencias de sus compromisos y algunos apostadores hacen
cuestionamiento en casos de desacuerdo hermenéutico "fuerte". La frente al escrutinio público crítico mejor que otros. Las creen-
elección de los valores que defenderemos y buscaremos como in- cias que constituyen la teoría implícita en cualquier método
térpretes se basa siempre en un "debería" en vez de en un "es"; o, de pueden ser a priori éticos pero, aún así, deben intentar justifi-
manera más precisa, decide lo que vamos a suponer "es" la jerarquía carse mediante el debate público y la reflexión filosófica. Por
de las obras literarias y el mundo humano sobre la base de lo que ejemplo, los críticos pueden argumentar, y de hecho lo hacen,
"debería" creerse acerca de ellos. Todo punto de vista hermenéutico acerca de si es mejor sostener, junto con los freudianos, que los
tiene un fundamento a priori porque se basa en una decisión ética seres humanos son fundamentalmente narcisistas, y que bus-
sobre lo que resulta más conveniente creer; por ejemplo, si los seres can sin descanso el cumplimiento de deseos inconscientes, en
humanos son agentes esencialmente históricos o instrumentos de detrimento de los débiles intentos del ego de someter el prin-
una lógica universal (para recordar por última vez el debate entre cipio del placer a las exigencias de la realidad, o bien convenir
marxismo y estructuralismo). con los fenomenólogos en que los seres humanos se definen
La crítica literaria es una "empresa racional", pero no sólo por la conciencia y la libertad, por una habilidad de trascender
porque las pruebas de validez actúan como limitantes sobre los límites y adoptar posibilidades abiertas a su elección.
Sin embargo, Gerald Graff lamenta el carácter inconcluso de di-
puede invocarse como criterio para resolver disputas críticas pues a menudo es lo chos argumentos: "El concepto de que las elecciones determinan
que está en discusión. Segundo, pese a que Hirsch defiende la intención del au-
tor como el único criterio que puede hacer de los estudios literarios una disciplina
las normas en vez de obedecerlas elimina la idea de que existen
progresiva, el programa de investigación coherente y dirigido a alcanzar objetivos ciertas normas que deberían ser elegidas por las sociedades y, por
determinados puede ser logrado por cualquier grupo de investigadores que busque
conjuntamente las consecuencias de un cierto grupo de supuestos. Sin embargo,
puesto que la interpretación de la literatura acoge muchos tipos distintos de pre-
suposiciones, nuestro campo tiene una variedad de programas de investigación en 36 Fish, "A Reply to John Reichert", p. 175. El peligro de que los críticos que están
competencia, no una sola agenda de problemas que habrán de resolverse de modo en desacuerdo acerca de principios fundamentales no escuchen los planteamientos
progresivo. de unos y otros le da carácter de urgente a la advertencia de Booth en contra de re-
chazar demasiado apresuradamente las opiniones de los demás. Su descripción de
35 Véase Roland Barthes, "The Death of the Author", en Image/Music/Text, tra- las responsabilidades de "un buen ciudadano en la república de la crítica'', es una im-
ducido por Stephen Heat (Nueva York: Hill and Wang, 1977), pp. 142-148, y Michel portante guía pragmática para el funcionamiento efectivo del intercambio crítico: la
Foucault, 'What is an Author?", en Textual Strategies, compilado por Josué Harari discusión permanente que aporta una de las bases para exigir la jerarquía de "empresa
(Ithaca, N. Y.: Comell University Press, 1979), pp. 141-160. racional" para nuestro campo (véase Booth, Critica/ Understanding, pp. 1-34, 351-352).

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PAUL B ARMSTRONG

lo tanto, precipita un relativismo cultural radical".37 La exigencia de


Graff respecto de lus criterios independientes de las elecciones hu-
manas nunca podrá ser satisfecha. El asunto de si la gente "debería"
creer puede decidirse sólo mediante la discusión y el debate den-
tro de la comunidad. Dichos intercambios no conducen al acuerdo
acerca de una verdad única, indudable; no obstante, sí introducen
la prueba y la evaluación en el campo en cuestión y por lo tanto lo Dar las cosas: de la (im)posibilidad
libran de la anarquía del relativismo total. La crítica literaria es una
empresa heterogénea; empero, hay límites a su pluralismo. de la naturaleza muerta
'~
IRENE ARTIGAS ALBARELLI

El término "naturaleza muerta", en sus variaciones en francés, italiano,


portugués y español, se acuñó a principios del siglo XVIII para nom-
brar a las composiciones pictóricas de flores, frutas, vasos, platos, armas,
libros, instrumentos musicales, curiosidades exóticas y "cualquier otro
tipo de objeto inanimado". Bryson (1990: 17) apunta que los cuadros
de este género representan todo aquello que se relaciona con la mesa,
con los interiqres domésticos, con los actos primordiales de comer y
beber, con los artefactos que rodean al sujeto en su espacio doméstico,
con el mundo cotidiano de la rutina y la repetición. El término que se
usa en inglés y las lenguas germánicas proviene del holandés stilleven,
con el cual se intentaba diferenciar a este tipo de pinturas de las que
utilizaban modelos (leven) que se movían (Davenport 1998: 3-4). Según
Bryson, las primeras naturalezas muertas modernas, esto es, aquéllas
en las que los objetos son el centro de la composición y no el fondo de
otro tema principal, datan de principios del siglo XVII. La transición
hasta la representación de las cosas solas fue muy paulatina y en el
espacio que sigue intentaré explicar por qué.
Comenzaré refiriéndome a las xenia, representaciones de fruta,
pan, canastas con flores, conchas y pescado que se encuentran
37 Graff, Literature against Itself, p. 38; cursivas del autor. En su obra más re-
ciente, Graff acepta la inevitabilidad e incluso conveniencia del conflicto en la in- en diversas obras antiguas, como la Historia natural de Plinio,
terpre-tación. Véase su 'What Should We Be Teaching-When There · s No We'?", las Imágenes de Filóstrato, los murales de Pompeya, y en algunos
Ya/e Jo urna/ of Criticism 1 (1987): 189-Zll, y su Professing Literature: An lnstitutional fragmentos de Platón y Vetruvio. Bryson argumenta que, debido
History (Chicago: University of Chicago Press, 1987).
a su semejanza con las representaciones a las que estamos acos-

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