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época de Rosas.
Desde la independencia argentina, fué aplicado por casi todos los gobiernos. La
Junta de 1810 ya había formado su doctrina en el Plan de las operaciones que
el gobierno provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata debe poner
los enemigos declarados: “...debe observar el gobierno una conducta, las más
general de todos los buenos. La Junta manda que sean arcabuceados don
momento en que todos o cada uno de ellos sea pillado, sean cuales fueren las
esta orden y honor de V.S. Este escarmiento debe ser la base de la estabilidad
del nuevo sistema y una lección para los jefes del Perú, que se abandonan a
Aires, era ejecutado don Basilio Viola, sin formación de causa, por creérsele en
Pero no es sólo en virtud del Plan de Moreno que se fusila, ni son sólo
españoles los que caen. En 1811 se produce una sublevación del regimiento
ahogada en sangre por Rivadavia. Después del fusilamiento del jefe y los
alguna les detuviera la mano. Bastaba ser godo, apodo dado a los
antes. Durante varios días se practicó <la caza de españoles> y la fobia de los
Plazade la Victoria mostró más de cuarenta víctimas del fanatismo popular, que
Puso fin a este mes trágico un decreto-proclama del Triunvirato, cuyo texto
constituyeron, pues, una novedad para Buenos Aires. Ni siquiera el decreto del
31 de octubre, con que Rosas puso fin a las mazorcadas, pudo sorprender a
Rivadavia. (8)
tuviere expresa licencia del Intendente de Policía, bajo las penas pecuniarias u
probado que sea será castigado con la misma pena.” Este decreto lleva las
firmas de Juan José Passo, Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Alvarez de Jonte
conspirar, había sido juzgado en cinco horas y fusilado dos horas después. Las
ello influyó no poco en la estrepitosa caída de Alvear, que se produjo a los ocho
vida política argentina y era imposible detenerlo. Actos como éste traían otros,
una comisión militar y otra civil para juzgar los delitos cometidos bajo el breve
sentencia. (11)
Primo de Rivera y Morgado y todos los jefes y oficiales. (13) En 1820, Martín
de su suelo desde que este jefe encabezara la guerra civil. He aquí -añade
Bustos, capitán Mariano Villa, fusilados en un día, con dos horas de plazo.
“Don Agustín Suárez, don Manuel Videla, azotados y, a las dos horas,
fusilados.
He aquí cómo, en aquel remoto año de 1823, cuando aún no se había iniciado
sangriento nada menos que el padre del unitarismo, en Buenos Aires, y uno de
Notas: