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Partes de un contrato
El contrato de trabajo es un acuerdo de voluntades. Por medio de este documento una de las
partes se compromete a prestar sus servicios personales en forma remunerada (el trabajador),
y la otra se compromete al pago de la remuneración correspondiente (el empleador).
Si bien los elementos del contrato de trabajo son tres: Prestación personal del servicio,
Remuneración y Subordinación, con la existencia de este último es suficiente para que se
configure una verdadera relación laboral, debido a que las dos primeras, esto es, la
remuneración y la prestación personal del servicio, son comunes al contrato de servicios y al
contrato de trabajo.
En todo contrato de servicios, quien presta el servicio es el contratado [aunque pueda existir
alguna excepción], y este recibe un pago o remuneración, puesto que no existen contratos de
servicio gratuitos, y como la remuneración es un elemento común a todos los contratos, el
elemento que entraría a definir si lo que existe en la realidad es una relación laboral, es la
subordinación.
El Trabajador: Concepto
Se denomina trabajador a la persona que presta servicios que son retribuidos por otra
persona, a la cual el trabajador se encuentra subordinado, pudiendo ser una persona en
particular, una empresa o también una institución.
El trabajador, para poder desempeñarse como tal debe tener la edad legal que en su país debe
tener para convertirse en tal, por ejemplo, dieciocho años.
El trabajador, para poder desempeñarse como tal debe tener la edad legal que en su país debe
tener para convertirse en tal, por ejemplo, dieciocho años.
En caso de que el trabajador no tenga dicha edad, y aún así trabaje, se lo considera trabajo
infantil, lo cual en la mayoría de los países constituye, por parte de quien lo emplea, una
violación de las leyes.
En caso de que el trabajador realice sus trabajos de manera involuntaria o sea forzado a
realizar un tipo de trabajo que él no desea o no presta su voluntad para hacerlo, es
considerado como servidumbre o más conocido como esclavitud.
Con la Revolución Industrial, que se desarrolló durante el siglo XIX, surgieron dos conceptos
fundamentales del mundo de hoy: trabajador y empresario.