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ARCO DE TITO

La obra que comentamos es un alto relieve del Arco de Tito, su volumen es de 2.40/3.80 y está hecho de mármol del
pentélico.
En este relieve podemos apreciar diversas figuras dotadas de movimiento y volumen.
El personaje más importante es el emperador, la victoria ante Jerusalén lo corona de laurel y es transportado por los
legionarios en una carroza. Las figuras que representan a las tropas portan trajes típicos de la época y llevan el pelo corto
típico de los romanos. Estas llevan a hombros los despojos del Templo de Jerusalén, obtenidos como botín de guerra: el
candelabro de los siete brazos, el altar de los panes de la consagración y las trompetas de plata con las que los hebreos
llamaban a la lucha. Delante de este desfile van los vencidos con las manos atrás.
-Tema o asunto representado: Es un tema bélico, ya que representa la vuelta a Roma de un desfile victorioso tras el
aplastamiento de la revuelta palestina en Judea.
-Explicación simbólica: Esta obra expresa el afán de gloria del pueblo romano, la alegría y el valor se aprecia en los rostros
de los participantes en la guerra. Simboliza una de las muchas victorias de Roma, esto se puede apreciar por los objetos
que portan los legionarios como botín de guerra. También dar gloria y magnificencia al ejército y, sobre todo, al emperador.
-Funcionalidad: Esta obra tiene una clara funcionalidad propagandística, ya que son expuestas para que todo el mundo se
enterara de la victoria de Roma, y tiene un carácter narrativo, ya que narra las hazañas del pueblo romano.
La obra pertenece al arte romano (s.I al V d.C) y mas concretamente al alto imperio (s.I y II d.C). En esta época los arcos
de triunfo se colocaban como adorno para recordar un hecho importante. Se situaban en el foro, en un puente o en una
vía importante de comunicación. Este relieve pertenece a un arco de un solo vano, con columnas adosadas y conmemora
el triunfo del emperador Tito sobre los judíos.

El Templo de Jerusalén (hebreo: ‫בית המקדש‬, Beit Hamikdash) o el Templo de Salomón fue el santuario principal del
pueblo de Israel y contenía en su interior el Arca de la Alianza, el candelabro de los siete brazos y demás utensilios
empleados para llevar a cabo el culto hebraico en tiempos de la Edad Antigua.1
Se localizaba en la explanada del monte Moriá, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula de
la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa.
El Primer Templo fue construido por el rey Salomón para sustituir al Tabernáculo como único centro de culto para el pueblo
judío. Fue saqueado por el faraón Sisac (Sheshonq I) en 925 a. C. y destruido por los babilonios durante el segundo asedio
de Nabucodonosor II a Jerusalén en 587 a. C.
El Segundo Templo, mucho más modesto, fue completado por Zorobabel en 515 a. C. (durante el reinado del persa Darío
I) y seguidamente consagrado. Tras las incursiones paganas de los seleúcidas, fue vuelto a consagrar por Judas
Macabeo en 165 a. C.2 Reconstruido y ampliado por Herodes, el Templo fue a su vez destruido por las tropas romanas al
mando de Titoen el año 70, en el Sitio de Jerusalén, durante la primera guerra judía. Su principal vestigio es el Muro de las
Lamentaciones, también conocido como Kotel o Muro Occidental.3
La escatología hebrea establece que el Tercer Templo de Jerusalén será reconstruido con el advenimiento del mesías del
judaísmo.

El Primer Templo[editar]

El Primer Templo de Jerusalén fue construido por el rey Salomón alrededor del año 960 a. C. y funcionó como santuario
principal de los israelitas. Estaba situado en la explanada del monte Moriá, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican hoy
el Muro de los Lamentos, la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa.
Según la Biblia, la construcción del Templo de Salomón se realizó en el siglo X a. C., para sustituir el Tabernáculo que,
desde el Éxodo y durante siglos, era utilizado como lugar de reunión y para rendirle culto a Dios. El Tabernáculo preservaba
el Arca, que fue luego traída a Jerusalén por el rey David y depositada en el monte Moriá, sobre una plataforma de
aproximadamente 40 por 100 metros.
El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio orientado sobre un eje longitudinal en
dirección Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 27 metros, 9 metros de ancho y una
altura de también 13,5 metros (60×20×30 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran comparables a las de una capilla, mas
el culto por lo general se llevaba a cabo desde su exterior. A ambos lados de la entrada del templo fueron erigidas dos
columnas, llamadas Jaquín y Boaz. Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta enchapada
en oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras esa puerta se encontraban tres recintos.
Un vestíbulo era seguido por otros dos recintos. El primero de esos recintos era denominado Hejal o Santo (es decir, Lugar
Santo o Santuario), que era iluminado a través de ventanas altas. La anchura y longitud de esta estancia guardaba una
proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Hejal estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se
encontraba cubierto por un solado de madera de cedro. Las paredes y vigas del forjado del Hejal estaban recubiertas por
láminas de cedro libanés.
La tercera cámara, denominada Dvir o Kodesh Ha-Kodashímera el lugar más sagrado del Templo de Salomón. En latín se
la conoce como Sancta Sactorum y en español como "Santo de los Santos". Este último recinto se encontraba a un nivel
más alto que el Hejal y solo podía accederse a él subiendo una escalera. El Dvir tenía la forma de un cubo de
aproximadamente 10×10×10 metros (20×20×20 codos). En su centro se encontraba el Arca de la Alianza (gran arcón
hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y con cuatro anillas a las esquinas en las que eventualmente se
ponían varas para transportarla; dentro del Arca se preservaban las Tablas de la Ley, entregadas por Dios a Moisés, y las
Tablas a su vez llevaban grabados los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Dios e Israel).4
El patio interior del Templo era rodeado por un muro formado por tres capas de bloques de piedra cubiertas por vigas de
madera de cedro. En este patio interior podían entrar los peregrinos y las masas de fieles, pero el Dvir o Santuario del
Templo solo era accesible a los sacerdotes y el monarca de turno.
La construcción del Templo de Jerusalén fue el evento más importante del reinado de Salomón, gracias al cual su nombre
se ha recordado hasta 30 siglos después de su muerte. Ya en la Biblia el Templo acapara la mayoría de los escritos donde
aparece el rey Salomón. Su fama ha trascendido los tiempos y, como edificio ideal concebido por Dios, constituye hasta
hoy un importante referente y fuente de inspiración en materia proyectual y arquitectónica. 5
Tras la muerte de Salomón, el templo sufrió profanaciones debido a invasiones extranjeras y también a la introducción de
deidades sirio-fenicias. Con todo, fue rededicado bajo sus condiciones originales durante los reinados
de Ezequías y Josías.
Reconstrucción de Zorobabel[editar]
Luego del retorno del cautiverio y con el liderazgo de Zorobabelse hicieron los arreglos necesarios para reorganizar el
desolado Reino de Judá y reconstruir su Templo, desaparecido para ese entonces hacía ya siete décadas. El grupo recién
llegado constaba de 42.360 personas judías, incluyendo niños, junto a sus 7.337 sirvientes y 200 músicos (Esdras 2:65).
Había completado el largo y lúgubre retorno a casa desde las riberas del Éufrates hasta Jerusalén. Dicha gente estaba
animada por un fuerte impulso religioso y una de sus primeras preocupaciones fue restaurar su antigua casa de adoración,
reconstruyendo el Templo y restituyendo sus rituales.
Junto con la invitación de Zorobabel, el gobernador mostró un noble gesto al contribuir con 1.000 dáricos de oro y otros
tantos regalos. La gente aportó además su parte al tesoro sagrado y lo hizo con gran entusiasmo (Esdras 2). Primero se
levantó y dedicó el altar de Dios en el punto exacto donde se encontraba su predecesor. Luego se limpiaron los escombros
carbonizados que se hallaban en lo que había sido el sitio de Primer Templo. Finalmente, en el segundo mes del segundo
año (535 a. C.), y ante la emoción y el júbilo del público allí congregado (Libro de los Salmos 116-118), se pusieron los
cimientos del Segundo Templo. Este acto tuvo importancia para el pueblo hebreo, dando además lugar a no pocos
recuerdos (Zacarías 4:10).
De la oferta samaritana a la culminación de los trabajos[editar]
Los samaritanos hicieron una propuesta de colaboración en los trabajos. Mas Zorobabel junto con el consejo de ancianos
declinaron a la oferta ya que entendían que Judea debía construir el Templo sin ayuda externa. Como consecuencia de
ello, informes malintencionados fueron difundidos acerca de los judíos; de acuerdo con Esdras 4:5, los samaritanos
buscaban frustrar el propósito de construir el Templo y enviaron mensajeros a Ecbatana y Susa, lo que ocasionó que los
trabajos de reconstrucción fueran retardados y eventualmente suspendidos.
Siete años después de este episodio, Ciro el Grande, quien había permitido y ordenado la reconstrucción del Templo,
murió y fue sucedido por su hijo Cambises. Luego Esmerdis ocupó el trono por cerca de siete u ocho meses. Por último
ascendió Darío I (521 a. C.) y, en el segundo año de su reinado, se retomaron los trabajos de reconstrucción del Templo y
hasta su finalización. Ello se desarrolló a partir del estímulo, los consejos y las premoniciones de los
profetas Hageo y Zacarías. En la primavera de 516 a .C., veinte años después del retorno desde el cautiverio en
Mesopotamia, el Templo estaba listo para su consagración. Según el (Libro de Esdras (6:15), el Templo fue terminado por
completo el tercer día del mes de Adar, en el sexto año del reinado de Darío I.
Renovación de Herodes[editar]
Alrededor del 19 a. C., el rey Herodes el Grande comenzó una masiva renovación y expansión del Templo. Éste fue
prácticamente demolido y se construyó uno nuevo en su lugar. La nueva estructura es referida algunas veces como el
Templo de Herodes, pero generalmente se lo siguió llamando Segundo Templo. Los rituales de sacrificios fueron retomados
en él. La superficie ocupada por el nuevo edificio ocupaba una explanada de 500 metros de largo por 300 metros de ancho.
El 25 de septiembre de 2007, el arqueólogo Yuval Baruch, junto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, anunciaron el
descubrimiento de una de las canteras que proporcionaron a Herodes las piedras para el Templo. En dicha cantera fueron
encontradas monedas, piezas de alfarería y postes de hierro, los que son datados hacia 19 a. C.. Otro arqueólogo, Ehud
Nesher, confirmó que los contornos largos de las rocas evidencian que se trató de un proyecto público masivo en el que
probablemente trabajaron cientos de esclavos.
Características del Segundo Templo[editar]
En el Segundo Templo no estaban el Arca de la Alianza, ni su contenido que comprendía las Tablas de la Ley y la medida
de maná, los Urim y el Thumim, la serpiente de bronce (destruida por Ezequías ya en el Primer Templo) y la vara de Aarón.
Estos objetos sagrados desaparecieron después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor.
Al igual que en el Tabernáculo, el Kodesh Hakodashim (Santo de los Santos) estaba separado por cortinas, había una
sola Menorá en el Hejal (Santo), además de una mesa para los panes de la proposición y un altar de los inciensos; se
conservaban también vasijas de oro que pertenecieron al Templo de Salomón y, aunque habían sido llevada a Babilonia,
las mismas fueron luego devueltas al Templo de Jerusalén por Ciro.
El Segundo Templo se diferenciaba de su predecesor porque presentaba árboles en su patio y poseía además un área
reservada para los gentiles.
Destrucción del Segundo Templo[editar]
En el 66 d.C., la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70, las legiones romanas
bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo. El arco de
Tito, levantado en Roma para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose
la Menorahdel Templo. Jerusalén fue arrasada por el Emperador Adrianonuevamente en 135.
El Templo de Jerusalén es, según una tradición cristiana, la expresión preparatoria para el nuevo Templo: Cristo. Ella
sostiene que en tanto que morada de Dios entre los hombres, el Templo jerosolimitano prefigura la morada definitiva que
se encarna en la figura del Redentor. La base de esta noción tiene su principal referente en el Evangelio: "el verbo se hizo
carne, y puso su morada entre nosotros" (San Juan 1, 14).17
A ello se le suma la profecía de Jesús sobre la destrucción del Templo ante sus discípulos, admirados ante la belleza del
Templo de Herodes:
Cuando salió Jesús del Templo, y se iba, se le acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Mas
respondiendo Él les dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo: no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.
Mateo 24:1-2.18
Pocos años después, en el año 70, el Templo fue destruido por los romanos bajo las órdenes de Tito. Lo único que ha
quedado son restos del muro de la explanada, no del templo en sí. De todas formas sigue siendo desde entonces un
"monumento símbolo" y el sitio de referencia más sagrado para el judaísmo.19
EL REGRESO DE ISRAREL A SU TIERRA
El anhelo de volver a la Tierra de Israel nunca abandonó al pueblo judío.

 Lo vemos en Salmos, donde los judíos recitaban constantemente: “Si te olvidara, Oh Jerusalem…”, o “Cuando
Dios nos haga retornar a Sión seremos como soñadores…”.
 En las declaraciones de nuestros sabios, como la de Rabí Najman de Breslov: “Adonde sea que vaya, siempre
estoy yendo hacia Israel”.
 Lo vemos en la poesía judía, como en la de Yehudá Haleví: “Mi corazón está en el Este, pero yo estoy en el lejano
Oeste”.
 En los rituales de las festividades: “El año próximo en Jerusalem”.
 Y obviamente en innumerables bendiciones que son recitadas a diario: “Ten piedad, Señor nuestro Dios, sobre
Israel Tu pueblo en Jerusalem, Tu ciudad, sobre Sión… Reconstruye Jerusalem, Tu ciudad sagrada, rápidamente
en nuestros días y llévanos allí para que nos regocijemos en su reconstrucción…”.

En otras palabras, la tierra de Israel siempre tuvo un lugar en la mente de los judíos como el lugar en que el potencial
nacional judío sería alguna vez alcanzado.

Pero como una realidad práctica, esto no comenzó a ocurrir de manera significativa sino hasta el nacimiento del sionismo
moderno, no como un movimiento religioso, sino político.

El renacimiento de Israel es un fenómeno sin precedentes en la historia de la humanidad. Que un pueblo sea exiliado y
dispersado, y aún así sobreviva durante 2000 años, que sea una nación sin tierra patria y que retorne a ella y reestablezca
esa tierra patria, es un evento milagroso y único. Nunca nadie hizo algo así.
Una breve reseña

Antes de hablar sobre el regreso de los judíos a su tierra patria, repasemos brevemente la historia de lo ocurrido en la
Tierra de Israel desde el año 70 EC, cuando los romanos destruyeron el Templo (ver capítulos 35 a 37).

Subsecuentemente, Jerusalem fue destruida, reconstruida de acuerdo al modelo romano y rebautizada Aelia Capitolina.
La Tierra de Israel fue rebautizada ‘Palestina’ (en base a los extintos filisteos, uno de los peores enemigos de los judíos en
la antigüedad).

Desde ese entonces, los judíos tuvieron prohibido el ingreso a Jerusalem. El Imperio bizantino (la versión cristiana del
Imperio romano, con base en Constantinopla) continuó la política anterior y los judíos no tuvieron acceso a Jerusalem hasta
que los musulmanes la conquistaron en el año 638 EC (ver capítulo 42).

Una vez que los musulmanes se apoderaron de la Tierra de Israel, la retuvieron bajo su dominio, salvo durante el breve
período de las cruzadas (ver capítulo 45).

El imperio turco Otomano fue el que conservó la soberanía durante más tiempo: desde 1518 hasta 1917. Sin embargo,
durante todo este tiempo, los musulmanes generalmente trataron a la Tierra Santa como una provincia retrasada. No hubo
ningún intento de convertir a Jerusalem, que estaba arrasada, en una capital importante, mientras que sólo unas pocas
dinastías musulmanas intentaron mejorar su infraestructura (a excepción de los Umaiad, en el siglo VII, los Mamelucos en
el siglo XIII y el Sultán Otomano Suleimán el Magnífico, que reconstruyó los muros de la ciudad en el siglo XVI). De la
misma forma, muy pocas construcciones se hicieron en el resto de la tierra, que era árida y no tenía muchos pobladores.
La única ciudad importante que se construyó fue Ramla, que sirvió como el centro administrativo otomano.

Mark Twain, quien visitó Israel en 1867, la describió en su obra Innocents Abroadde la siguiente manera:

“Viajamos unas millas de campo desolado, cuyo suelo es lo suficiente rico pero sólo tiene hierbas; una expansión silenciosa
y doliente… Hay aquí una desolación que ni la imaginación puede agraciar con la pompa de vida y acción. Llegamos a
Tabor sin problemas… Nunca vimos un ser humano en toda la ruta. Nos apresuramos hacia el objetivo de nuestro viaje, la
renombrada Jerusalem. Cuanto más viajamos, más fuerte se ponía el sol y más rocoso y falo, repulsivo y temerario se
volvía el paisaje… Apenas había algún árbol o arbusto por allí. Hasta los olivos y los cactus, esos rápidos amigos de un
suelo infértil, habían desertado el país. No existe un paisaje más aburrido para el ojo que el presente cuando uno se acerca
a Jerusalem… Jerusalem es doliente, lúgubre e inerte. No desearía vivir allí. Es una tierra sin esperanza, lúgubre y
entristecida… Palestina se sienta con harapos y cenizas”.

Las primeras migraciones

Durante el período de los musulmanes, la vida para los judíos fue mucho más fácil que con los cristianos.

En 1210, tras la desaparición de los cruzados, cientos de rabinos, conocidos como los Baalei Hatosafot, se volvieron a
asentar en Israel. Esto marcó el nacimiento de la primera comunidad europea ashkenazí en Israel.

En 1263, el gran rabino y erudito Najmánides, conocido también como el Rambán, estableció una pequeña comunidad
sefaradí en el Monte Sión, que estaba fuera de los muros (ver capítulo 47). Posteriormente, en el siglo XV, esa comunidad
se mudó al interior de los muros y establecieron la sinagoga Rambán, lugar que continúa existiendo en la actualidad.

Cuando Najmánides fue a Jerusalem, ya había una comunidad judía vibrante en Hebrón, aunque los musulmanes no les
permitían el ingreso a la Cueva de Majpelá (en donde están enterrados los Patriarcas y las Matriarcas). De hecho, esta
prohibición continuó hasta el siglo XX.

Luego de la expulsión de España en 1492, más judíos comenzaron a emigrar a Israel. En el siglo XVI grandes cantidades
de judíos emigraron a la ciudad norteña de Tzfat (conocida también como Safed), la cual se convirtió en la comunidad judía
más grande de Israel y en el centro del misticismo judío (cabalá).

A mediados del siglo XVIII, un estudiante del Baal Shem Tov llamado Guershon Kitover comenzó la primera comunidad
jasídica judía de Israel. Esta comunidad fue parte de lo que se conoce como el ‘Antiguo Asentamiento’ (en la actualidad,
cuando visitas la Ciudad Vieja de Jerusalem, puedes ir al “Museo del Antiguo Asentamiento” y aprender hechos fascinantes
sobre éste).
Otro evento muy importante para el crecimiento de la comunidad judía de Israel ocurrió a principios del siglo XIX. Entre
1808 y 1812 tres grupos de discípulos del grandioso rabino Eliahu Kramer, el Gaón de Vilna, totalizando unas 500 personas,
llegaron a la Tierra de Israel. En un principio se asentaron en la ciudad de Tzfat, en Galilea, pero después de muchos
desastres que incluyeron un devastador terremoto, se asentaron en Jerusalem. Su impacto fue tremendo. Fundaron
muchos vecindarios nuevos (incluyendo Mea Shearim) y organizaron muchos kolelim (Ieshivot en donde los hombres
casados reciben una asignación mensual para estudiar Torá). La llegada de estos discípulos del Gaón de Vilna revivió la
presencia de la judería ashkenazí en Jerusalem, que durante más de 100 años había sido principalmente sefaradí, y tuvo
un impacto inmenso en las costumbres y las prácticas de la comunidad religiosa en Israel.

En 1880 había unos 40.000 judíos viviendo en la tierra de Israel, entre unos 400.000 musulmanes (1).

Una de las figuras principales de este tiempo fue Moshé Montefiore (1784-1887), el primer judío que fue honrado con el
título de ‘Caballero’ en Gran Bretaña.

Montefiore había hecho su fortuna con los Rothschild, que se hicieron ricos en las guerras napoleónicas. Usaban palomas
mensajeras y se enteraron de la victoria en Waterloo antes que nadie; así es como tuvieron una ganancia tremenda en el
mercado de valores inglés.

A los 40 años, y con una gran fortuna acumulada, Montefiore se embarcó en una carrera de filantropía, convirtiéndose en
un incansable trabajador para la comunidad judía de Israel.

En ese entonces, la mayoría de los judíos vivía en lo que hoy se conoce como la Ciudad Vieja de Jerusalem,
particularmente en el ‘Cuarto Musulmán’. La entrada principal a la ciudad para los judíos era la Puerta de Damasco, y de
las muchas sinagogas de Jerusalem, la mayoría estaban en el Cuarto Musulmán, cerca del sitio en donde estaba el Templo
en el Monte Moriá.

La ciudad estaba muy sobrepoblada y las condiciones sanitarias eran terribles, pero debido a la anarquía de ese tiempo la
gente temía construir hogares y vivir afuera.

Montefiore construyó el primer asentamiento fuera de los muros de la Ciudad Vieja, llamado Yemín Moshé, en 1858. Fue
el pionero en esto, y luego se construyeron más vecindarios en la Ciudad Nueva. Uno de los primeros, construidos en
1875, fue Mea Shearim (que contrario a la creencia popular, no significa ‘cien puertas’, sino ‘multiplicado por cien’, como
en Génesis 26:12).

Además de Montefiore, otra personalidad sumamente importante del período fue el Barón Edmond de Rothschild (1845-
1934).

Rothschild fue un hombre que financió más que nadie el reasentamiento de los judíos en la Tierra de Israel. Durante su
vida gastó 70 millones de francos de su propio dinero en varios asentamientos agrícolas (Rosh Piná, Zijrón Yaakov, Pardés
Janá, sólo por nombrar algunos) y en industrias como la productora de vinos Carmel, entre otras. Rothschild fue tan
importante y generoso que fue apodado Hanadiv haiadúa, el ‘Conocido contribuyente’.

Si bien Rothschild estaba bastante asimilado y desconectado del anhelo judío de volver a la tierra, fue muy influenciado
por Rav Shmuel Mohilever, quien fue uno de los primeros sionistas religiosos de Polonia.

Mohilever convirtió a Rothschild a su ideología y, desde ese entonces, el rico banquero comenzó a ver a Israel como una
“inversión”. Hizo posible para miles de judíos tanto el regreso a Israel como la supervivencia allí en aquel entonces.

El sionismo político temprano

No vemos la aparición del sionismo político sino hasta finales del siglo XIX, cuando surgió como reacción ante la intolerable
persecución de judíos de Rusia.

Los primeros sionistas políticos, cuya mayoría era secular (muchos habían nacido en hogares observantes pero habían
abandonado la observancia), no sentían un anhelo especial por Israel basado en la tradición o la religión, sino que creían
que la Tierra de Israel era el único lugar en que los judíos podían crear una identidad nacional, recuperar el orgullo y la
productividad y, con optimismo, escapar de la horrible Rusia zarista antisemita y otros lugares.
Una de las organizaciones principales involucradas en el sionismo político temprano fue Jibat Sión, ‘El amor a Sión’,
fundada en 1870 (sus miembros eran llamados Ohabei Sión, ‘Amantes de Sión’).

Una importante personalidad de los Ohabei Sión fue Yehudá Leov Pinsker (1821-1891). Pinsker fue un doctor polaco que
comenzó como uno de los maskilim, un grupo que buscaba que los judíos abandonaran el judaísmo y se fusionaran a la
cultura rusa con la esperanza de que si los judíos eran aceptados socialmente, el antisemitismo ruso desapareciera (ver
capítulo 56). Sin embargo, después de los pogromos que siguieron al asesinato del Zar Alejandro en 1881, él y muchos de
los maskilim arribaron a la conclusión de que sus esfuerzos eran en vano y que el antisemitismo nunca iba a desaparecer.
Al igual que Theodor Herzl después, Pinsker se sorprendió por la profundidad del antisemitismo europeo. Llego a creer
que la única solución posible era que los judíos vivieran en su propia tierra patria. Pinsker publicó sus ideas en un panfleto
llamado Auto-emancipación. En este escribió las siguientes memorables palabras:

“Debemos reconciliarnos con la idea de que las otras naciones, por motivo de su propio antagonismo natural, nos
rechazarán eternamente”.

La primera aliá

En 1882 se formó en Rusia otra organización importante. Fue llamada Bylu, un acrónimo de las palabras de apertura del
versículo en Isaías (2:5): “Beit Yaakov leju venelej”, significando: ‘Casa de Yaakov, vengan y vayamos’.

Bylu fue muy activa en el movimiento inicial de asentamiento, que llegó a ser llamado “La primera aliá”, la primera gran
migración de judíos desde Rusia y Rumania a la Tierra de Israel.

Aliá significa ‘ascenso’. Emigrar a Israel, hacer aliá, significa venir de un lugar bajo y “subir”. (En la antigüedad, el
término aliá se refería a un viaje a Jerusalem para visitar el Templo, generalmente durante una de las tres festividades de
peregrinaje: Pésaj, Shavuot o Sucot, y no sólo implicaba un viaje a las montañas que rodeaban Jerusalem, sino subir al
Templo, el lugar más sagrado de la tierra).

El año 1882 marcó la primera aliá, cuando los judíos comenzaron a llegar a Israel en manadas. Entre 1882 y 1891 llegaron
30.000 judíos en dos olas y fundaron 28 nuevos asentamientos.

Esos primeros sionistas compraron cientos de miles de acres de manos de dueños árabes que vivían por lo general en
otros lugares de Medio Oriente. La mayoría de las tierras compradas estaban en áreas ignoradas y consideradas no
desarrollables, como el plano costal arenoso o el Valle Hula en el norte, lleno de pantanos e infestado por malaria.
Sorprendentemente y con mucho esfuerzo, esos primeros asentadores hicieron que la tierra árida volviera a florecer y
también drenaron los pantanos (2).

Lo que motivaba a muchos de esos primeros inmigrantes era un idealismo que fue descrito por Zev Dugnov, un miembro
de Bylu:

“Mi objetivo final es obtener la posesión de Palestina y restaurar para los judíos la independencia política que se les ha
negado ya durante 2000 años. No rían. No es un delirio. No importa si ese día espléndido llegará en 50 años o más. Un
período de 50 años no es más que un momento para semejante objetivo”.

De hecho, llevaría 66 años. Mientras tanto, los judíos continuaron llegando, adquiriendo tierras y construyendo un fuerte
movimiento político que exigía la devolución de su antigua tierra patria.
Nace el Estado de Israel

El 14 de mayo de 1948, Israel proclamó su independencia. Menos de 24 horas más tarde, los ejércitos regulares de Egipto,
Jordania, Siria, Líbano e Irak lo invadieron, forzando a Israel a defender la soberanía recién recobrada en su patria
ancestral.

En lo que pasó a ser conocido como la Guerra de la Independencia de Israel, las recién formadas y mal equipadas Fuerzas
de Defensa de Israel (FDI) rechazaron a los invasores en combates intermitentes que se prolongaron por unos 15 meses
y cobraron más de 6.000 vidas (casi el uno por ciento de la población judíal del país en aquel entonces).

Durante los primeros meses de 1949, se mantuvieron negociaciones directas, bajo los auspicios de la ONU, entre Israel y
cada uno de los países invasores (excepto Irak, que se ha negado a negociar con Israel hasta la fecha), cuyo resultado
fueron acuerdos de armisticio que reflejaban la situación al término de los combates.
La planicie costera, la Galilea y todo el Néguev, quedaron bajo la soberanía de Israel, Judea y Samaria (la Cisjordania)
pasaron a dominio jordano, la Franja de Gaza quedó bajo administración egipcia, y la ciudad de Jerusalén quedó dividida,
controlando Jordania la parte oriental, incluida la Ciudad Vieja, e Israel el sector occidental.
La construcción del Estado

Terminada la guerra, Israel se centró en la construcción del estado por el que había luchado tanto y tan duramente. La
primera Knéset (parlamento) de 120 bancas empezó a sesionar después de las elecciones nacionales (25 de enero de
1949) en las que participó cerca del 85 por ciento del electorado.

Dos personas que guiaron a Israel hacia la independencia pasaron a ser los líderes del país: David Ben-Gurión,
presidente de la Agencia Judía, fue elegido primer ministro, y Jaim Weizmann, presidente de la Organización Sionista
Mundial, fue designado primer presidente del país. El 11 de mayo de 1949, Israel ocupó su lugar como 59° miembro de
las Naciones Unidas.

De acuerdo con el concepto de "reunión de los exiliados", razón de ser de Israel, las puertas del país se abrieron de par
en par, otorgando a todo judío el derecho a establecerse en Israel y obtener la ciudadanía a su llegada. En los primeros
cuatro meses de independencia alrededor de 50.000 inmigrantes, en su mayoría sobrevivientes del Holocausto, arribaron
a Israel. Hacia fines de 1951, habían llegado 687.000 hombres, mujeres y niños, más de 300.000 de ellos refugiados de
los países árabes, duplicándose así la población judía.

Los aprietos económicos causados por la Guerra de Independencia y la necesidad de mantener a una población en
rápido crecimiento obligaron a imponer un régimen de austeridad interna y recurrir a ayuda financiera del exterior.

La asistencia otorgada por el gobierno de los Estados Unidos, préstamos de bancos norteamericanos, contribuciones de
los judíos de la diáspora y las reparaciones pagadas por Alemania se emplearon en la construcción de viviendas, la
mecanización de la agricultura, la creación de una marina mercante y una línea aérea, la explotación de minerales, el
desarrollo de la industria y la ampliación de las redes de caminos, telecomunicaciones y electricidad.

Hacia fines de la primera década de la existencia del estado la producción industrial se había duplicado, al igual que el
número de personas empleadas, y las exportaciones industriales se habían cuadruplicado. La vasta expansión de la
agricultura había permitido la autosuficiencia en el abastecimiento de todos los productos alimenticios básicos excepto
carne y granos. Unas 20.000 hectáreas de tierra, en su mayoría árida, fueron reforestadas y se plantaron árboles a lo
largo de unos 800 km. de carreteras.

El sistema de educación que había sido desarrollado por la comunidad judía en el período preestatal, e incluía ahora al
sector árabe, fue ampliado grandemente. La educación pasó a ser gratuita y obligatoria para todos los niños entre los 5 y
14 años de edad (desde 1978 es obligatoria hasta los 16 años y gratuita hasta los 18). La actividad cultural y artística
floreció, combinando elementos del Oriente Medio, de África del Norte y del Occidente, a medida que los judíos que
llegaban de todas partes del mundo traían consigo las tradiciones particulares de sus comunidades, así como aspectos
de la cultura prevaleciente en los países en los que habían vivido durante generaciones. Cuando Israel celebró su
décimo aniversario, la población del país sobrepasaba los dos millones de almas.

La Campaña del Sinaí, 1956

Los años de construcción del estado se vieron enturbiados por serios problemas de seguridad. Los acuerdos de
armisticio de 1949 no solamente no abrieron el camino hacia una paz permanente, sino que fueron constantemente
violados.

En violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 10 de septiembre de 1951, se impidió el paso por
el Canal de Suez de barcos en camino a Israel o que habían zarpado de él; se intensificó el bloqueo del Estrecho de
Tirán; se multiplicaron las incursiones de terroristas a Israel desde los países árabes vecinos para cometer asesinatos y
sabotaje; y la península del Sinaí se convirtió gradualmente en una enorme base militar egipcia.
Después de la firma de una alianza militar tripartita entre Egipto, Siria y Jordania (octubre de 1956), la inminente
amenaza a la existencia de Israel se intensificó. En el curso de una campaña de ocho días las Fuerzas de Defensa de
Israel tomaron la Franja de Gaza y toda la península del Sinaí, deteniéndose a 16 km. al este del Canal de Suez.

La decisión de las Naciones Unidas de apostar una Fuerza de Emergencia de la ONU (FENU) a lo largo de la frontera
entre Israel y Egipto, y el compromiso egipcio de permitir la libre navegación en el Golfo de Eilat, llevaron a Israel a
aceptar una retirada por etapas (noviembre de 1956 a marzo de 1957) de las áreas conquistadas algunas semanas
antes. Se abrió así el paso por el Estrecho de Tirán, permitiendo a Israel desarrollar su comercio con los países de Asia
y Africa Oriental, así como importar petróleo del Golfo Pérsico.

Años de consolidación

Durante la segunda década de existencia del país (1958-68) las exportaciones se duplicaron y el PNB aumentó en un 10
por ciento anual. Algunos productos previamente importados, como papel, neumáticos, radios y refrigeradores ahora
eran manufacturados en el país, pero el más rápido crecimiento tuvo lugar en las recién creadas industrias de metales,
maquinaria, químicos y electrónica. Dado que el mercado interno para los alimentos cultivados en el país estaba
alcanzando rápidamente el punto de saturación, el sector agrícola empezó a plantar una variedad de cultivos para la
industria procesadora de alimentos, así como para la exportación de productos frescos. Se construyó un segundo puerto
de aguas profundas en Ashdod, en la costa Mediterránea, adicional al existente en Haifa, para ocuparse del gran
volumen de comercio.

En Jerusalén, se construyó la sede permanente de la Knéset y se edificaron las instalaciones del Centro Médico
Hadassah y de la Universidad Hebrea en nuevos sitios, para reemplazar las sedes de ambas instituciones en el Monte
Scopus, que debieron ser abandonadas durante la Guerra de la Independencia. También se creó el Museo de Israel con
el objeto de reunir, conservar, estudiar y exhibir los tesoros artísticos y culturales del pueblo judío.

Las relaciones exteriores se ampliaron constantemente, estrechándose los lazos con Estados Unidos, los países de la
Comunidad Británica de Naciones, la mayoría de los estados de Europa Occidental, prácticamente todos los países de
Latinoamérica y Africa y algunos de Asia. Se emprendieron amplios programas de cooperación, en los que cientos de
médicos, maestros, ingenieros, agrónomos, expertos en regadío y organizadores juveniles israelíes compartieron sus
conocimientos y experiencias con sus homólogos de otros países en desarrollo. En 1965, Israel intercambió embajadores
con la República Federal de Alemania, un paso que había sido demorado debido a los amargos recuerdos del pueblo
judío por los crímenes cometidos contra él durante el régimen nazi (1933-45). La normalización de las relaciones entre
ambos países tropezó en Israel con una vehemente oposición y suscitó amplias controversias.

El juicio de Eichmann: En mayo de 1960, Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del programa de
exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, fue traído a Israel para ser sometido a juicio bajo la Ley de Castigo a
Nazis y Colaboradores con los Nazis (1950).

En el juicio (abril de 1961), Eichmann fue hallado culpable de crímenes contra la humanidad y contra el pueblo judío y fue
sentenciado a muerte. Su apelación ante el Tribunal Supremo fue rechazada y el 30 de mayo de 1962 fue ahorcado. Esta
es la única ocasión en que se ha cumplido una pena de muerte en Israel.

- Eichmann trial transcripts


- The Eichmann Trial: Fifty Years After - Arrest and Trial of Adolf Eichmann (Israel State Archives)
- Eichmann trial videos
Guerra de los Seis Días - 1967

Las esperanzas de gozar de otra década de relativa tranquilidad se borraron con la escalada de las incursiones de
terroristas árabes a través de las fronteras de Egipto y de Jordania, los persistentes bombardeos de la artillería siria
contra asentamientos agrícolas en el norte de la Galilea, y el masivo equipamiento militar de los países árabes vecinos.
Cuando Egipto nuevamente trasladó grandes fuerzas militares al desierto del Sinaí (mayo de 1967), ordenó a las fuerzas
de paz de la ONU (desplegadas desde 1957) retirarse de la zona, reimpuso el bloqueo del Estrecho de Tirán y estableció
una alianza militar con Jordania, Israel se encontró ante ejércitos árabes hostiles en todos los frentes.

Dado que los países árabes vecinos se preparaban a destruirlo, Israel invocó su derecho inherente de defensa propia,
lanzando (5 de junio de 1967) un ataque preventivo contra Egipto en el sur, seguido por un contraataque a Jordania en el
este y la expulsión de las fuerzas sirias atrincheradas en las Alturas del Golán en el norte.

Al término de seis días de contienda, las líneas de cese el fuego anteriores fueron reemplazadas por otras nuevas,
quedando bajo control israelí Judea, Samaria, Gaza, la península del Sinaí y las Alturas del Golán. Los poblados del
norte del se libraron de la pesadilla de 19 años de constante bombardeo sirio; se aseguró el paso de embarcaciones
israelíes por el Canal de Suez y los Estrechos de Tirán, y Jerusalén, que había quedado dividida entre Israel y Jordania
desde 1949, fue reunificada bajo autoridad israelí.

De guerra en guerra

Después de la guerra, el desafío diplomático de Israel fue cómo traducir sus ganancias militares en una paz permanente,
basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad que llamaba, entre otras cosas, al "reconocimiento de la
soberanía, integridad territorial e independencia política de cada uno de los estados del área y a su derecho a vivir en
paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libre de amenazas o actos de fuerza".

La posición árabe, sin embargo, tal como fue formulada en la conferencia cumbre de Jartum (agosto de 1967) fue: "no
paz con Israel, no negociaciones con Israel y no reconocimiento de Israel." En septiembre de 1968, Egipto inició una
"guerra de desgaste", con acciones estáticas esporádicas a lo largo de las márgenes del Canal de Suez, que
gradualmente aumentó hasta llegar a ser una guerra total limitada, con graves pérdidas para ambas partes. Las
hostilidades concluyeron en el verano de 1970, cuando Egipto e Israel aceptaron restablecer el cese de fuego a lo largo
del Canal de Suez.

La guerra de Yom Kipur, 1973

Tres años de relativa calma en las fronteras concluyeron súbitamente , cuando Egipto y Siria lanzaron por sorpresa un
ataque coordinado contra Israel el 6 de octubre de 1973, el día de Yom Kipur, la fiesta más sagrada del año judío. El
ejército egipcio cruzó el Canal de Suez, y las tropas sirias invadieron las Alturas del Golán.

Durante las siguientes tres semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel lograron repeler a los atacantes y, pasando a la
ofensiva, cruzaron el Canal de Suez hacia territorio egipcio y avanzaron hasta 32 km. de la capital siria, Damasco. Dos
años de difíciles negociaciones entre Israel y Egipto y entre Israel y Siria, llevaron a acuerdos de separación de fuerzas,
según los cuales Israel se retiró de partes de los territorios capturados durante la guerra.

Operación Paz para la Galilea, 1982


Israel nunca deseó un conflicto con su vecino del norte, el Líbano. Sin embargo, cuando la Organización para la
Liberación de Palestina (OLP) se redesplegó en el sur del Líbano después de haber sido expulsada de Jordania (1970) y
perpetró reiterados actos terroristas contra los poblados y aldeas del norte de Israel (Galilea), causando numerosas
víctimas y muchos daños materiales, las Fuerzas de Defensa de Israel cruzaron la frontera (1982).
La "Operación Paz para la Galilea" obligó a la OLP a retirar del área la masiva infraestructura organizativa y militar que
había establecido allí. Durante los siguientes 18 años, Israel mantuvo una pequeña zona de seguridad en el sur de ese
país, adyacente a su frontera norte, para proteger a la población de la Galilea de posibles ataques por parte de
elementos hostiles.

Segunda Guerra del Líbano


En mayo de 2000, Israel retiró todas sus fuerzas desde la zona de seguridad en el sur del Líbano. Líbano, sin embargo
no cumplió con las Resoluciones 425 y 1559 del Consejo de Seguridad, que exigen el desmantelamiento de Hezbolá y el
despliegue del ejército libanés en el sur del Líbano.

Como resultado de este fracaso, la violencia estalló en julio de 2006, tras el secuestro por Hezbolá de dos soldados
israelíes y el bombardeo de las ciudades del norte de Israel. En el conflicto que siguió, que llegó a ser conocida como la
Segunda Guerra del Líbano, más de 4.000 cohetes fueron disparados contra objetivos civiles en Israel. La lucha concluyó
en agosto de 2006 y la Resolución CSNU 1701 se aprobó, pidiendo la liberación incondicional de los soldados israelíes
capturados, el despliegue de soldados de la FPNUL y libaneses en el sur del Líbano, y el establecimiento de un embargo
sobre el suministro de armas suministradas a los grupos armados libaneses.

Operación de Gaza 2008


Después de la retirada de Israel de la Franja de Gaza y cuatro en los asentamientos del norte de Cisjordania en 2005, y
la elección de Hamás en 2007, el terrorismo contra Israel aumentó. Miles de cohetes han sido disparados contra el sur de
Israel desde la Franja de Gaza, resultando en daños a la propiedad y lesiones físicas y psicológicas a la población que
vive en el sur. Esto creó una situación en la que Israel se vio obligado a emprender una acción militar en la forma de
la Operación Plomo Fundido (27 de diciembre de 2008 hasta 18 enero 2009).

TERRORISMO

El terrorismo árabe y palestino se inició décadas antes de la independencia de Israel y continúa hasta ahora. Durante
las dos décadas anteriores a la Guerra de los Seis Días, miles de ataques terroristas causaron una multitud de victimas
israelíes. La fundación de la OLP en 1964 colocó a esa organización a la cabeza de la acción terrorista.

Durante las décadas de 1970 y 1980, las varias organizaciones integrantes de la OLP lanzaron numerosos ataques
dentro de Israel y en el exterior. Uno de los más notables fue el asesinato de 11 deportistas israelíes en la Olimpíada de
Munich en 1972.

A pesar del compromiso asumido por los palestinos en 1993 de renunciar al terror, sentando así las bases del proceso de
paz palestino-israelí, los ataques continuaron y aún se intensificaron seriamente desde septiembre 2000, causando
la muerte de centenares de israelíes y dejando miles de heridos.

De la guerra a la paz

Las elecciones a la Knéset de 1977 llevaron al poder al bloque del Likud, (una coalición de partidos de derecha y de
centro), poniendo término a casi 30 años de gobierno del Partido Laborista. El nuevo primer ministro, Menajem Beguin,
reiteró el compromiso de todos los primeros ministros anteriores de bregar por una paz permanente en la región y llamó a
los líderes árabes a entablar negociaciones.

El ciclo de rechazos árabes a las ofertas de paz israelíes se rompió con la visita del presidente de Egipto Anwar Sadat a
Jerusalén (noviembre de 1977), seguida por negociaciones entre Israel y Egipto bajo los auspicios de Estados Unidos.
Los Acuerdos de Camp David (septiembre de 1978), definieron un marco de paz global para el Oriente Medio, incluyendo
una propuesta detallada de autogobierno para los palestinos.
El 26 de marzo de 1979, Israel y Egipto firmaron un tratado de pazen Washington, que ponía término a 30 años de
beligerancia. Conforme al tratado, Israel se retiró de la Península del Sinaí y las anteriores líneas de cese de fuego
quedaron sustituidas por fronteras internacionales mutuamente reconocidas.

Tres años de conversaciones entre Jordania e Israel, como consecuencia de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991,
concluyeron con una declaración conjunta del rey Hussein y el primer ministro Itzjak Rabín (julio de 1994) que ponía fin a
los 46 años de beligerancia entre ambos países. El tratado de paz jordano-israelí fue firmado en el puesto fronterizo
Aravá (cerca de Eilat en Israel y Akaba en Jordania) el 26 de octubre de 1994, en presencia del presidente de Estados
Unidos, Bill Clinton.

Desafíos internos

Durante las décadas del 80 y del 90, Israel absorbió más de un millón de inmigrantes, principalmente de la ex Unión
Soviética, de la Europa oriental y de Etiopía. El aflujo de tantos nuevos consumidores y de mano de obra cualificada y no
cualificada impulsó la economía hacia un período de acelerada expansión.

El gobierno que subió al poder después de las elecciones a la Knéset de 1984 estaba formado por los dos mayores
bloques políticos: el laborista (izquierda/centro) y el Likud (derecha/centro). En 1988 fue reemplazado por una coalición
dirigida por el Likud a la que sucedió en 1992, una coalición del bloque laborista con otros partidos pequeños de centro
izquierda.

Después del asesinato del primer ministro Itzjak Rabín en 1995, se llamó a nuevas elecciones en 1996. Estas fueron
elecciones directas para el cargo de primer ministro, subiendo al poder Biniamín Netaniahu, que formó una coalición
encabezada por el Likud.

Cada año Israel lleva a cabo un acto commemorativo especial en el anniversario del asesinato del Primer Ministro
Itzjak Rabín, cometido el 4 de noviembre de 1995, por un extremista judío. El asesinato sumió al país en un profundo
duelo por el soldado-estadista que pasó de los frentes de batalla a las lides políticas para conducir a la nación por el
camino de la paz.

En 1999, Ehud Barak, líder del partido “Un Israel” (centro izquierda), fue elegido Primer Ministro y formó un gobierno de
coalición, que cayó en diciembre del 2000. Ariel Sharón, líder del Likud, fue Primer Ministro desde comienzos del 2001
hasta que quedó impedido por un ataque de apoplejía a principios del 2006. Ehud Olmert, líder del Partido Kadima
formado por Ariel Sharón, le sucedió como Primer Ministro.

Cada gobierno se esforzó por lograr la paz, el desarrollo económico y la absorción de los inmigrantes, de acuerdo a sus
propias convicciones políticas.

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