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Nugkuag Ikanán Evaristo. El desarrollo indígena autónomo en la Amazonía luego de 500 años. In: Caravelle, n°63, 1994. 501
ans plus tard : Amérique Indienne 93. pp. 195-208;
doi : 10.3406/carav.1994.2615
http://www.persee.fr/doc/carav_1147-6753_1994_num_63_1_2615
PAR
C. Política de autodesarrollo
7 . Derecho a ser informados, consultados y sobre todo a participar en la
toma de decisiones sobre legislaciones o políticas; así como también
respeto a la formulación, implementación y evaluación de cualquier
proyecto de desarrollo; sean éstos a nivel local, nacional e internacional, de
carácter estatal o particular, y que puedan afectarnos directa o
indirectamente nuestro futuro.
8. Cancelación de toda concesión minera y forestal en nuestros territorios
impuesta sin el consentimiento de nuestras organizaciones representativas.
Las políticas mineras deben priorizar y promover la extracción a cargo de
los Pueblos Indígenas para garantizar su manejo racional y en equilibrio
con la naturaleza. En el caso de operaciones sobre minerales estratégicos
(hidrocarburos y radioactivos) en nuestros territorios, los Pueblos
Indígenas debemos participar en las tomas de decisiones sobre su
planificación y ejecución.
9. Fin a todos los programas que obligan a nuestros pueblos a dejar los
bosques y asentarnos lejos de nuestros lugares de origen.
10. Reorientar el proceso del desarrollo, para que en lugar de proyectos de
gran envergadura, se fomenten las iniciativas locales desarrolladas por los
pueblos indígenas. La prioridad de esas iniciativas es garantizar nuestro
control sobre nuestros territorios y recursos, en las cuales se basa nuestra
sobrevivencia. Esta es la clave estratégica de todo futuro desarrollo en la selva.
D. Política forestal
1 1 . Detener toda nueva concesión maderera y suspender las existentes,
que afectan nuestros territorios ancestrales. La depredación forestal debe
considerarse un crimen a la humanidad y detenerse sus efectos antisociales
como son: carreteras que destruyen zonas indígenas dedicadas a cultivos,
cementerios y cacería; la destrucción de áreas usadas para medicinas y
utensilios; la erosión y compresión del suelo; la contaminación del habitat;
la corrupción y la economía de enclave que genera la madera; y el fomento
de la colonización e invasiones de nuestros territorios.
12. Las concesiones madereras colindantes con nuestros territorios o que
influyan en su habitat deberán cumplir las condiciones de operación
-ecológicas, laborales, sociales, de transporte, salud, etc.- señaladas por los
pueblos indígenas; y éstos participaran en la vigilancia del cumplimiento
de las mismas. La extracción de madera debe prohibirse en bosques
seriamente degradados.
13.La protección de los bosques naturales existentes, debe tener prioridad
respecto de la reforestación.
204 C.M.H.L.B. Caravelle