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Tipos de corrupción política

 La gran corrupción: que genera la desconfianza en las autoridades centrales, pervierte


el funcionamiento del aparato estatal, y desvía recursos.
 La pequeña corrupción: que tiende a movilizar pequeños montos de recursos
económicos u otros bienes, y que se ubica en el escenario procedimental de atención al
ciudadano.

Causas
Las causas pueden ser endógenas (internas) o exógenas (externas)
Entre las muchas causas endógenas (las que tienen que ver con el individuo) podemos
enlistar las siguientes:

 Carencia de una conciencia social.


 Falta de educación o de una cultura del compromiso.
 Paradigmas distorsionados y negativos.
 Infravaloración de la posibilidad de ser descubierto.

Como elementos exógenos de la corrupción (los que dependen de la sociedad), tenemos:

 Excesivo poder discrecional del funcionario público.

 Concentración de poderes y de decisión en ciertas actividades del gobierno.


 Discrecionalidad y escasez de decisiones colegiadas.
 Soborno internacional.
 Control económico o legal sobre los medios de comunicación que impiden se expongan
a la luz pública los casos de corrupción.
 Salarios demasiado bajos.
 Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos
públicos y de los procesos de decisión.

EFECTOS
Efectos económicos
La corrupción9 mina el desarrollo económico ya que genera ineficiencia y distorsiones
considerables. En el sector privado, la corrupción incrementa el coste de los negocios y
actividades empresariales ya que a éste hay que sumar el precio de los propios desembolsos
ilícitos, el coste del manejo de las negociaciones con los cargos públicos, y el riesgo de
incumplimiento de los acuerdos o de detección. Aunque hay quien argumenta que la
corrupción reduce los costes al sortear una posible burocracia excesiva, la disponibilidad de
sobornos puede inducir también a los cargos públicos a inventar nuevas reglas y retrasos.
Eliminar abiertamente las regulaciones costosas y prolongadas es mejor que permitir
encubiertamente que sean sorteadas utilizando sobornos. Allí donde la corrupción infla el
coste de los negocios, también distorsiona el terreno de juego, blindando a las empresas con
conexiones frente a las competidoras, sustentando, en consecuencia, a empresas
ineficientes.
Efectos medioambientales y sociales
a corrupción facilita la destrucción medioambiental. Los países corruptos pueden tener
formalmente una legislación destinada a proteger el ambiente, pero no puede ser ejecutada
si los encargados de que se cumpla son fácilmente sobornados. Lo mismo puede aplicarse
para los derechos sociales, la protección laboral, la
sindicación y la prevención del trabajo infantil. La violación de estos derechos legales
permite a los países corruptos ganar una ventaja económica ilegítima en los mercados
internacionales.

Efectos políticos
La corrupción produce desconfianza en los partidos políticos, en los dirigentes políticos y
en la mayor parte de instituciones públicas. Conduce a mucha gente a adoptar estrategias
menos cooperativas y fomenta la deserción con el objeto de no ser explotado por personas
pertenecientes a redes corruptas. Como consecuencia de lo anterior, en muchos países,
genera abstención y pérdida del interés por la política, por períodos prolongados. Eso sí,
ocasionalmente, aparecen movimientos de protesta que tratan de confrontarse con el poder
político, y generan inestabilidad política y subsiguientemente represión política o policial.

Lucha contra la corrupción

Existen entidades nacionales e internacionales, oficiales y privadas, con la misión de


supervisar el nivel de corrupción administrativa internacional, como es el caso de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados
Americanos (OEA), y Transparencia Internacional. Además, la corrupción no es sólo
responsabilidad del sector oficial, del Estado o del Gobierno de turno, sino que incluye muy
especialmente al sector privado, en cuyo caso se puede hablar de corrupción empresarial o
de tráfico de influencias entre el sector privado y el público.

Corrupción política

La corrupción política se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja
ilegítima generalmente de forma secreta y privada. El término opuesto a corrupción política
es transparencia. Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o de transparencia
de un Estado legítimo.
FORMAS DE CORRUPCIÓN POLITICA

Cleptocrácia: Dominio de los ladrones, término que se usa para calificar a un


gobierno corrupto y ladrón, que desarrolla su poder basado en el robo de capital al Estado
institucionalizando la corrupción.
nepotismo: Es la deferencia que algunos gobernantes o funcionarios públicos que tienden a
dar empleos públicos a familiares, amigos o pertenecientes al partido político dominante.

Plutocracia; Sistema de gobierno en el poder que está favor de los que ostentan las fuentes
de riqueza, donde la representación atiende únicamente a aquellos que le apoyaron, sin
corresponder a la voluntad de los ciudadanos. Como existe la posibilidad de que el
mandatario sea revocado en cualquier momento por voluntad de sus mandantes.

clientelismo político: Sistema de intercambio de favores, en el cual los titulares de


cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función
pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral.

Peculado: Son los delitos cometidos generalmente por servidores públicos o en su defecto,
cualquier persona que aplique de forma distinta a la de su objeto o fin: dinero, valores,
fincas o cualquier otra cosa perteneciente al Estado, que por razón de su cargo los hubiere
recibido en administración, en depósito o por otra causa.

CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCION1. La destrucción de los organismos de


control
Cuando un funcionario no está bien controlado por la institución, se corrompe fácilmente,
porque tiene el camino libre para obtener un montón de beneficios con la tranquilidad de
saberse impune.
Por eso, una vez que se afirman en sus cargos, los funcionarios corruptos harán lo
posible por eliminar todos los controles que puedan poner límites a su acción.
En primer lugar, oficinas, fiscalías y auditorías dedicadas a investigar la corrupción serán
poco a poco eliminadas o descabezadas.

En segundo lugar, tarde o temprano un estado de esas características terminará con


un enfrentamiento entre el poder ejecutivo y la justicia, que es la última y más poderosa
instancia de control de la administración pública.

2. La imposición de políticas de corto plazo


Corromperse no es sólo quedarse con el dinero público. Antes que eso, se trata de
perseguir intereses puramente individuales en vez de cumplir con el rol que asigna la
institución.
Cuando los hombres de estado sólo persiguen fines individuales, nunca toman medidas
que no les den réditos económicos y políticos inmediatos. Por eso no ejecutan políticas
de largo plazo, cuyos resultados gozarán generaciones futuras, no ellos.
3. El deterioro de la infraestructura nacional
Es evidente que la consecuencia de no tener políticas de largo plazo es la paulatina
destrucción de los bienes y recursos del estado.
¿Por qué invertir en el mantenimiento de las vías férreas si, por ahora, los trenes funcionan?
¿Qué nos motiva a construir usinas eléctricas si, más allá de algunos cortes de luz, la
mayoría de las casas tiene energía? ¿Para qué perforar pozos petroleros si, por el momento,
nos alcanzan las divisas para importar combustibles?

Viviendo de lo inmediato, el estado corrupto y desregulado no se va ocupar de la


infraestructura nacional hasta que las consecuencias de su deterioro no afecten
directamente su supervivencia. Sólo entonces actuará, pero mostrando su absoluta
incapacidad, ya que intentará resolver con una sumatoria de medidas espectaculares
un problema que requiere una profunda planificación.

4. La ineficacia de los funcionarios y de las políticas públicas


Un estado guiado por el cortoplacismo y por las ambiciones personales de sus máximos
dirigentes jamás podrá favorecer el ingreso de funcionarios de carrera en la administración
pública. Este tipo de funcionarios se rige por los criterios propios de su especialidad, no
por los fines políticos y económicos inmediatos de los gobernantes.
Por eso, lo más común es que no accedan a la función estatal las personas más calificadas
para cada puesto, seleccionadas por concurso y currículum, sino militantes que estén
dispuestos a cumplir las órdenes que vengan de arriba, sin importar cuáles sean.
La consecuencia es un estado mal administrado, que no sabe cómo aplicar políticas eficaces
y que incluso falla en la implementación de sus mejores ideas.

5. La desprotección total de los ciudadanos


El efecto final de esta cadena es el más trágico: los ciudadanos que viven en estados con
altos niveles de descontrol y corrupción ven cómo su calidad de vida empeora día a
día.
Para que quede claro: que el dinero público vaya a las cajas de los partidos gobernantes y
de sus dirigentes en vez de a hospitales, escuelas y rutas, no es el principal problema para
los ciudadanos (aunque sea muy grave). Lo peor es que los estados corruptos son
absolutamente incapaces de organizar a la sociedad y de responder a las necesidades de
la población.
La corrupción nunca viene sola, sino que forma parte de un trágico combo con al menos
estos 5 puntos, y no hay mentira más grande que el repetido “roban, pero hacen”.
Si roban, lo que hacen lo hacen muy mal.

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