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El realismo mágico

El realismo mágico es un género artístico y literario de mediados del siglo XX. El


término fue inicialmente usado por un crítico de arte, el alemán Franz Roh, para describir
una pintura que demostraba una realidad alterada, pero fue usado más tarde por ciertos
escritores latinoamericanos.
Entre sus principales exponentes están el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el
colombiano Gabriel García Márquez, ambos galardonados con el Premio Nobel de Literatura,
aunque muchos aclaman como padres del Realismo Mágico a Juan Rulfo, Arturo Uslar Pietri
con su cuento "La lluvia"(1935), José de la Cuadra, Pablo Palacio y otros. Jorge Luis Borges
también ha sido relacionado al realismo mágico pero su negación absoluta del realismo como
género o Una posibilidad literaria lo pone contra este movimiento. Laura Esquivel de México
con "Como agua para chocolate" y Alejo Carpentier, de Cuba, en su prólogo al Reino de este
mundo, define su escritura inventando el concepto de "real maravilloso", que a pesar de sus
semejanzas con el realismo mágico de Gabriel García Márquez, no se tiene que asimilar con
él. El realismo mágico se desarrolló muy fuertemente en las décadas del '60 y '70, producto de
las discrepancias entre dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento: la
cultura de la tecnología y la cultura de la superstición. Además surgió como modo de
reaccionar mediante la palabra a los regímenes dictatoriales de la época. Sin embargo,
existen textos de este tipo desde la década de 1930, de la mano de las obras de José de la
Cuadra, en sus nouvelles como "La Tigra".
El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo
irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su
finalidad no es la de suscitar emociones sino más bien expresarlas y es, sobre todas las cosas,
una actitud frente a la realidad. Una de las obras más representativas de este estilo es Cien
años de soledad de Gabriel García Márquez.
Una vez Gabriel García Márquez dijo: “Mi problema más importante era destruir la línea
de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el
mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente, que
por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera sin
perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues la
verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.

¿Qué es el realismo mágico?


La respuesta a este interrogante parece difícil. Lo primero que llama la atención es que
en la construcción “realismo mágico” se combinan dos términos que se contradicen, se
rechazan.
“Realismo” supone un modo de apropiación de la realidad por parte de la literatura,
pero que inmediatamente es puesto en cuestión por la inclusión de lo “mágico’
Se plantea una figura del lenguaje llamada oxímoron. Por ejemplo, las construcciones
“fuego helado’“silencio atronador” y “veneno sanador” son oxímoron: en todas el adjetivo
invierte el sentido del sustantivo.
¿Cómo es posible una literatura realista acerca de lo mágico? ¿O que se considere
“realista” y “mágica” al mismo tiempo?
La cuestión fundamental es cómo se establece este cruce, qué posición ocupa cada uno
de los términos dentro de él y qué consecuencias tiene el encuentro de estos dos niveles
opuestos. La realidad “objetiva’; que impone condiciones y limites, y lo real imaginario, que
puede trascenderlos, se combinan en el realismo mágico para poetizar el mundo.
Lo real-imaginario que propone esta literatura es tan auténtico como lo real-objetivo:
ya no hay límite, y se asiste a la dualidad normalizada: lo real-histórico y su contracara, el
mundo inagotable de los sueños, conviven en el universo textual sin perturbar a nadie, como
la “normalidad’:

Una visión del mundo


Existe otra cualidad central: el realismo mágico es una Literatura absolutamente
latinoamericana. ¿Por qué esta forma literaria nació en este continente y en el siglo XX?
En el realismo mágico, los dos planos, el real y el imaginario, aparecen completamente
unidos, como partes inseparables del universo narrativo. Junto a la realidad objetiva
latinoamericana, que aparece como opresiva, coexiste una realidad de otro tipo, que
manifiesta las posibilidades latentes detrás de lo real. Por esta cualidad, el realismo mágico
tiene un componente utópico: la ilusión de transformar la realidad, suplantarla o abolirla.
El realismo mágico es, entonces, una forma particular de percibir y expresar
estéticamente la realidad, creada por un grupo de artistas latinoamericanos, que incorpora,
frente a los acontecimientos y percepciones objetivas, el mundo de lo onírico, el de la magia,
el de los mitos y leyendas, lo profético y adivinatorio, el milagro, lo fantástico, lo
maravilloso; es decir, las múltiples esferas de la imaginación.

El boom latinoamericano

Si bien puede reconocerse su origen a fines de la década del ‘20, el realismo mágico
tiene su esplendor en América Latina en los años sesenta del siglo xx. Esta década marcó un
hito en la historia de la narrativa latinoamericana. Durante ese período se escribieron algunas
de las novelas más importantes en lengua española, como El siglo de las luces, de Alejo
Carpentier, y La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Puentes (1962); Rayuela, de Cortázar, y
La ciudad y los perros, de Vargas Llosa (1963), finalmente, en 1967, Cien años de soledad.
Este notable fenómeno fue denominado el boom latinoamericano, y fue un acontecimiento
cultural. Un grupo de escritores consiguió darle a la literatura de este continente una
visibilidad y un lugar que nunca antes había tenido: se convirtieron en best sellers,
comenzaron a ser traducidos a otros idiomas ya ser considerados por la crítica y la teoría
literaria internacional.
En líneas generales, este grupo de artistas se propuso la misión de describir las
características que convierten a América en un territorio único. En palabras de uno de ellos,
el mexicano Carlos Fuentes: “contribuir con la tarea interminable de darle un nombre a
América’:
Las preguntas de las que parten son:
• ¿Cuáles son las características peculiares de este continente?, y
• ¿Existe una identidad compartida por los múltiples pueblos que lo habitan?
La respuesta es positiva, y esa identidad parece surgir como resultado de los procesos
de conquista y colonización que vivió el continente. El contraste de cosmovisiones, el choque
cultural entre los conquistados y los conquistadores, conformó una peculiar identidad. Podría
decirse que toda la historia latinoamericana, en esta visión, es la lucha entre estas dos
concepciones del mundo, radicalmente opuestas: la del conquistador y la del conquistado.
El pasado épico (el de la resistencia indígena) y el presente de los conquistadores y sus
herederos coexisten y se integran en los relatos literarios para así poder dar cuenta de la
identidad.
Las características de lo real en Latinoamérica

El mundo real y mágico que ofrece esta forma literaria tiene su origen en:

• La naturaleza latinoamericana que, con sus selvas, ríos, montes, montañas y desiertos, se
presenta como excesiva, exuberante e indómita, como una fuerza misteriosa y
omnipresente.
• La historia latinoamericana, con sus hechos inexplicables, absurdos, “irreales”: dictaduras,
desigualdades...
• El imaginario colectivo latinoamericano (la idiosincrasia del pueblo latinoamericano), que
como producto de la mezcla entre las culturas indígenas y la española, sumado a las
migraciones africanas y del sur de Europa, acepta el “milagro”, el “portento” (la maravilla,
el asombro), como moneda corriente y parte de lo real.

Los escenarios latinoamericanos, en su mayoría, exhiben los niveles más duros y crudos
de la pobreza y marginalidad social.
Lo maravilloso aparece como parte constitutiva de la realidad cotidiana de estos
pueblos: la creencia de sus habitantes en lo sobrenatural es muy fuerte. Esta creencia parece
definir su cultura y su historia.
“Realismo” alude, entonces, a la tradición europea. Y “realismo mágico” designa lo
propio de la historia latinoamericana, cargada de mitologías.
Podría afirmarse que el concepto de realismo se amplía para incorporar lo mágico como
propio de estas realidades, como un principio explicativo tan o más profundo que el racional.
Y la construcción de una nueva literatura, asociada a una nueva conciencia, es un
complemento de las luchas políticas que recorren el continente y se desplazan al mundo
entero en la década del sesenta, en las que la imaginación aparece como herramienta de
liberación.

Aspectos destacables del Realismo mágico

Los siguientes elementos están presentes en muchas novelas del realismo mágico, pero no
necesariamente todos se presentan en las novelas y también otras obras pertenecientes a
otros géneros pueden presentar algunas características similares.
• Contenido de elementos mágicos/ficticios, percibidos por los personajes como parte de
la "normalidad".
• Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero (por lo regular) nunca explicados.
• Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad.
• El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la
racionalidad moderna.
• Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado.
• Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias
"sobrenaturales" o "fantásticas".
• Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la
experiencia de lo real.
• El fenómeno de la muerte es tomado en cuenta, es decir, los personajes pueden morir y
luego volver a vivir.
• Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el
mundo irreal, fantástico, del autor, con un final inesperado o ambiguo.
• Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la
pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica, aún es "vida
real"
• Los hechos son reales pero tienen una connotación fantástica, ya que algunos o no tienen
explicación, o son muy improbables que ocurran.
• El autor se encuadra fuera de la realidad representada.
• Se refiere a la novedad de los personajes irreales que siempre actúan sin actuar, es
decir, que la copiosidad del personaje se ve reflejada en cada letra de la novela.
• Exactitud de la descripción realista aplicada a un asunto sobrenatural o mágico, y
expresada en un estilo sencillo, preciso y claro.
• La yuxtaposición de elementos, temas, hechos y situaciones para mostrar la relatividad
de la realidad.
• El empleo del mito; no es que el autor se preocupe por ser completamente fiel a la
historia o mitos de su país, sino que se vale de ellos para forjar el deseado mundo
autónomo de la novela, ya que el escritor mágicorrealista no es sólo un imitador, sino
también un explorador de la realidad.
• La disrupción limitadora del tiempo cronológico y del espacio objetivo.
• Familiarización y aceptación de lo insólito. Por eso, lo real y lo irreal son posibilidades
válidas. La combinación entre lo maravilloso y lo mágico es aceptada como algo
cotidiano y normal. Una vez que esto sucede, lo demás sigue con precisión lógica. Lo
difícil es lograr esa encadenación, ese instante de suprema lucidez que crea la chispa de
contacto entre la imaginación y la realidad. El escritor busca estas experiencias o
estados límite donde se da testimonio de la identificación total del hombre con el
cosmos.
• Preocupación del autor por los problemas sociales de Hispanoamérica; hay una especie
de solidaridad entre el escritor y su pueblo que solidifica dialécticamente la realidad
natural y la social sin fundamentarse sólo en consideraciones teóricas sino también en
una serie de fenómenos reales. El realismo mágico presenta sucesos que la imaginación
popular ha transformado en leyendas o viceversa. Al apoderarse profundamente de la
realidad, el escritor puede decirle más al lector sobre su realidad humana que muchos
estudios científicos; por esta razón las obras mágicorrealistas cuentan con un gran
número de lectores.
• El realismo mágico es una actitud temática de regiones; es entonces un reflejo de las
mezclas de razas y el sincretismo cultural latinoamericano.
• La existencia de un sincretismo que concilia magia y religión, civilización y salvajismo,
miseria y riqueza, otros. (Sincretismo: fenómeno que busca conciliar doctrinas o
tendencias de diferente naturaleza, generalmente contrapuestas)

Características del Realismo mágico

Temas
• Diversidad de épocas históricas.
• Esencia cultural del mestizaje.
• Lo prehispánico en sus valores mitológicos.

Personajes
Los personajes presentes en las obras de esta corriente suelen tener viajes, no solo de tipo
físico, como los que sufren los personajes de las obras criollistas, por dar un ejemplo, sino
que estos cambian de espacios y tiempos desde sus pensamientos y su estado onírico.

Tiempo
Se encuentran cuatro posturas:

• Tiempo cronológico: Las acciones siguen el curso lógico del tiempo.


• Ruptura de planos temporales: mezcla de tiempo presente con tiempo pasado (regresiones)
y tiempo futuro (adelantos).
• Tiempo estático: El tiempo cronológico se detiene, es como si no trascendiera.
• Tiempo invertido: Es el más contradictorio: considerar la noche día cuando leemos: "Era el
amanecer", "Se hizo la noche", entre otras

El realismo mágico o lo real maravilloso1

2.1 Años 1940-1960

Características
▪ Las transformaciones socioeconómicas y determinadas influencias literarias (sobre todo,
del surrealismo y la novelística europea y estadounidense) posibilitaron la ampliación
del concepto tradicional de realismo.
▪ Frente al regionalismo precedente, el realismo mágico pretende una representación más
compleja, donde se sitúan en un mismo nivel lo racional, lo mítico, legendario y
fantástico. Es una búsqueda de las raíces autóctonas de la realidad americana, en la
que se integran las influencias indígenas, pero también europeas y africanas.
▪ Temáticamente, adquieren gran importancia los escenarios urbanos, sien-do la ciudad
el lugar donde cobran vida problemas existenciales como la soledad y la incomunicación.
▪ A nivel formal, existe una mayor preocupación por la experimentación estilística y por el
empleo de técnicas narrativas innovadoras (varias voces narrativas, saltos en el
tiempo,…)

Autores
Se destacan los aportes de:
▪ Miguel Ángel Asturias en El señor Presidente (1946) realiza una crítica mordaz y
grotesca de la figura de un dictador sudamericano, recurriendo a las técnicas
surrealistas.
▪ El mexicano Juan Rulfo crea en Pedro Páramo un gran escenario mítico: Comala, en el
que a partir de las informaciones de unos narradores difuntos se reconstruye la vida del
cacique protagonista.
▪ Otros autores: Alejo Carpentier, El siglo de las luces; Juan Carlos Onetti, El astillero.

2.2 Años ‘60. La novela del boom

1 Ambas denominaciones o etiquetas pueden considerarse sinónimas. La primera fue empleada,


inicialmente, a propósito de la pintura por el crítico de arte alemán Franz Roth e incorporada a la
literatura hispanoamericana por el escritor Arturo Úslar Pietri en el ensayo Letras y hombres de
Venezuela (1948). Por su parte, Alejo Carpentier fue el inventor de la expresión «lo real maravilloso» en
el prólogo a su novela El reino de este mundo (1949).
Características
▪ En opinión del escritor chileno J. Donoso, en el fenómeno bautizado como el boom
(onomatopeya que significa «estallido») de la novela hispanoamericana de los ‘60
convergieron factores literarios y editoriales. En un período de poco menos de diez años,
se publicaron novelas de gran calidad y originalidad que se difundieron más allá de las
fronteras del continente americano gracias a los premios literarios y a la labor editorial
de empresas como Seix Barral.
▪ Los autores pertenecientes a este período de internacionalización coincidieron en su fe
en la revolución cubana.
▪ Las novelas siguen consolidando el realismo mágico, a través de la creación de universos
deslumbrantes, exóticos o fantásticos.
▪ Es una literatura comprometida con la compleja realidad de la época, que se amolda a
las transformaciones ideológicas con nuevas formas de expresión.
▪ En estas novelas se acentúa la experimentación formal y estilística, mediante el empleo
de diversos cambios en la voz narrativa, la ruptura de la linealidad argumental a partir
de saltos temporales y la superposición de planos, etc.

Autores
Se distingue la novelística de:

▪ Julio Cortázar, autor de Rayuela, novela que permite al lector la elección del orden de
la lectura.
▪ Gabriel García Márquez narró en Cien años de soledad la extensa historia de siete
generaciones de la familia Buendía, fundadores de la mítica Macondo. Novela
característica del realismo mágico, maneja a la perfección la idea de la circularidad
temporal.
▪ Mario Vargas Llosa se inició con La ciudad y los perros, pero desde su denuncia de la
corrupción del universo de un colegio militar ha tratado diversos temas y manejado
distintos registros en su larga trayectoria literaria.
▪ Otros autores: Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz; J. Lezama Lima, Paradiso.
Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.

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