You are on page 1of 16

I ^ ' I ^ , ^

^ ^

MRiIRIN I MO^ERtlO [tl flVl C^li^Rfl


MADRID
FEBRERO 1961
José Manuel Orozco Piñán
Perito Avícola
N.° 4-61 N

(Foto Archivo Mi^nisterio de Agricultura.)

MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITACIOJd
MATERIAL MODERNO EN AVICULTURA
Los avicultores noveles se ven a veces desorientados en
cuanto al til^o de material con que deben equipar sus ga-
llineros, segítn las cliferentes edades cíe sus aves, así como
del sistema de crianza elegido.
El presente trabajo tiene por objeto cíarles a conocer
las ventajas e inconvenientes que cada tipo o^frece, dentro
de los que se hallan en el mercado.
No obstante, aun quedando mucho camino l^or andar en
algunas facetas de la avicultura española para asemejarse
a otros países, en lo que a material avícola se refiere, esta-
mos a una considerable altura. Quizá, en muchas ocasio-
nes, a una altura excesiva, pues en los Iístados Unidos, Por
ejemplo, donde son eminentemente prácticos, la ma}^oría
de las granjas están equipadas con material cíe madera,
de pésima terminación, pero con el que, a pesar de todo,
consiguen unas medias asombrosas de puesta.
Vamos ahora a detallar cada uno cle los utensilios que
se consideran como indispensables para la bttena marcha
cle una ehplotación avícola.

Comederos.

Hay- en el mercado ttna gran variedacl de comederos,


que vamos a clasificar en tres grupos : para polluelos, para
recría v para aves adultas.

• Yara pollztielos.-Los más generalizados son los lla-


mados «abiertos» , provistos de una rejilla abatible, un lis-
tón giratorio o ttna hilera de taladros redoncíos u ovalados,
todos ellos encaminados al mismo fin : el que el pollo no
htteda meterse dentro, ni escarbar, ni sacudir el pico al co-
mer, con lo que se piercíe una cantidad considerable de Pien-
so. Los tres tipos que acabamos de describir son dobles,
estu es, que lnteden comer l^^s ^olluelos en ell^s por ambos
laclo^.
También hav quien, entre ^tr^s sistemas, eml^lea tolvas,
-3-

esto es, comecieros provistos de un depósito en su parte su-


perior, cle cloncíe va cayencío el pienso a medida que se va
consumiendo. Estas tolvas fueron creacías con el fin cle eco-
nomizar tiempo y- mano de obra, ya que cl suministro cie
pienso puede realizarse con menos frecuencia. No obstante
esta ventaja indiscutible, no lo aconsejam^^s, pues la mez-
cla que lleva varios clías en el comeclero ]lega a ser aborre-
cicla por las ave; (tanto adultas como jóvenes). I?nruen-
tran mucho más apetecible el pienso f resco, suministracio
f recuentemente.
f^ay, asimismo, unos comecíeros circulares, muy prácti-
c^os, con ag-ujeros en todo su contorno, pero que por su re-
clucido tamaño no tienen utilidad más que en crianzas ca-
^eras.
I^ecomendatnos los cle rejilla, por creer que son los que
más eficazmente consiguen el fin perseguido, esto es, el aho-
rro cle pienso. ^

• Yar^a recría.-Ls necesario tener en la granja un típo


^le romedero que, al queclarse pequeño el usacío 1^>or los po-
lluclos, supla temporalmente al cle aves adultas, pues este
tipo aún no lo pucclen utilizar por su ehcesivo tatnaño.
Generalmente se enlplean unos parecidos a los de po-
llos, l^ero en dimensiones mayores, provistos asimismo de
rejilla o cle íistbn girat^^rio, y- sin patas. No obstante, para
la ecla<i crnnprenclicla entre los dos y los cu<ttro meses, _^-a
ha^- modelos mu^- recomendables con patas ^- aseladeros.
f^a^- también otros mu^- prácticos, provistos de unas pa-
lotnillas o tttercas, por mecíio cle las cuales se puecien subir
o bajar a eoluntaci y siempre que el tamaño cíel pollo así lo
exija, qtteclanclo el piens^^, de esta forma, a una altura con-
venicnte (1).
^e recomiendan estos ítltimos graduables, pues así pue-
cíe evitarse la aclquisición del comedero intermeclio, pasan-
cfo clirectamente del de p^llos-recría al cie aves a<lultas. En

(1) Como norma ^eneral, } para conseguir el menor desperdicio de pienso,


debe tenerse como medicla ideal de la altura del borde del comedero la niisrna
que el lomo dc los pollos.

2^
-4-

el caso de encontrar dificultad para conseguir este tipo gra-


duable, son preferibles los bajos, sin patas y provistos de
rejilla metálica remachada (la soldada, tarde o temprano

Fi^. 1.-Corneciero cle alhira variahle, apto para las dit•ersas eclades cle las a^^es.
F;I canal cs susceptihlc cic alar^_ar^c.

araba desarulándose). "1'ambién es ct^nveniente que estén


constr>_úd^s en chapa de hierro ^-alvanizada t^, en su defec-
to, cinc.

• P^ir•a r^alh^trn-s.-.11 ig-ual que los de recría, los hay


con patas o sin ellas, ^- a^n rejilla o con un listón c^ moli-
nete tlletálico girat^^ri^^, rtm el fin de que nt^ se suban enri-
lna la^ ave^.
[)e ig-ual manera que con los de recría, consideramos
^^nn<^ ideales los de rejilla, metálicos, per^^ con patas.
Ln cuanto a las tolvas, repetimos lo dicho c^^n respecto
a las de pollos : las gallinas prefieren mucho más el pienso
suministrado frecuentemente que el due se va haciendo vie-
j^^-o simnlemente escol;^ido-en las mistnas. Hemos visto
- J -

tolvas en ctryo interior había hasta telarañas, extrañándose


el cíueño de la granja porque sus aves comían poco y ponían
aún menos. Nos decía que como aún tenían pienso, no les
echaba más, no cayendo en la cuenta de que por estar el
existente ya bien escogicío y hasta viejo, lo aborrecían.

CJOMEDEROS AUTOMÁTICOS.

Los comederos automáticos consisten en un canal o can-


gilón a tocío lo largo del gallinero, que se mantiene siem-
pre lleno por un depósito regulador que tiene en un extre-
mo, del cual sale el pienso y es distribuído por una cadena
sinfín en el interior del cangilón.
Este tipo de comedero es de una utilidad indiscutible

Fig. 2.-Comedero automático con cadena que recorre el fondo del canal, arras-
trando y distribuyendo el pienso desde la tolva central.

en gallineros grandes, por el ahorro de mano de obra _ti• la


ventaj a de mantener siempre el pienso renovacío, que an-
tes negábamos a las tolvas, pero debido a su elevado precio

2 ^;
-^-

de instalación no está aún muy generalizado su uso en nues-


tro país.

LTn factor que muy pocos avicultores tienen en cuenta


es la cantidad de comederos a utilizar. Se dan frecuente-
mente dimensiones, recomendadas muy a la lig-era, lo cual
repercute en la puesta, al no tener las g^allinas luia canti-
dad suficiente de comederos. I^ecientemente, en la publica-
ción norteamericana F^^esh Ap^rr^ach to layira^^ /^^-ofite, se
recomendaban cotno e1_ ideal hasta 15 centímetros de co-
medero por gallina, a cuyo extremo, y por no querer que
se nos tache de exagerados, no llegaremos, pero en la men-
cionada publicación se dió una interesantísima estadística
de los huevos que se perdían pcn- el insuficiente número de
comederos. Creemos, por lo tanto, que teniendo en cuenta
la postura media en las.granjas españolas, lo indicado es
10 centímetros por gallina pone<lora. Conviene recordar
que los comederos usados habitualmente son dobles, esto
es, que las gallinas comen por ambos lados.

Bebederos.

Hay diversos tipos de bebederos, en diferentes materia-


les, todos ellos recomendables, exponiendo a continuación
las ventajas e inconvenientes de los que generalmente se
hallan en el mercado.

• Rebedero.c de barro.-Este tipo está mu}• generaliza-


do, en primer lugar por su bajo precio y, además, porque
en ellos se puede suministrar a las aves, sin peligro algu-
no, toda clase de medicamentos o desinfectantes en el agua
^de bebida, así como en los pollitos la leche-de la due no se
debiera prescindir, a no ser que se les suministrara en for-
ma de harina en el pienso-. (^tra ventaja de estos bebe-
deros es la de uiantener. el agua fresca en vcrano. Ahora
bien, lo mism^^ due exponemos las ventajas indicaremos el
inconveniente que tienen: la facilidad de roturas, que se
compensa por su bajo precio en comparación con los me-
tálicos.
Tanto en el tamaño de polluelos como en el de recría
ti- aves aclultas, se fabrican cle diferentes formas, pero los
más corrientes son los llamados de «bombona» v«cónicos».
Los cle bon^^bona están eompuestos por cios o tres piezas ;
una de ellas, que es la qtte actíta cíe depósito, en iorma de
cántaro invertido. La parte inferior es un plato, }- la piez.a
intermedia o«cuello», es el soporte donde descansa la botn-
bona, y debajo de la cual quecla una separación conveniente
para que el a;;^ua va}-a cayen^lo por el sistetna de sifón, a
medida que ésta vava consumiéndose. Los ha}', como he-
mos dicho antes, que no tienen más que dos piezas, pues el
cuello va adosado a la bombona, formando un solo cuerpo.
Los cónicos están constituídos por dos piezas : un plato }^
una pieza cónica, de más o menos capacidad, que se invier-
te encima cíel plato y, por el mismo procedimiento que los
de bombona, sale el a^^ua, manteniéndose siempre a un ni-
vel constante.

• Rebedero.c t^netá.licos. - Se construyen generalmente


en chapa de hierro galvanizada o de cinc, y en los tipos pe-
queños incluso en aluminio. Tarnbién éstos se suelen basar
en el sistema de sifón, aunque en su forma difieran unos
de otros. Los hay cónicos, cilíndricos, v otros en forma de
cubo tumbado, con unas patas para mantener stt estabi-
lidad.
Los llainad^^s de «cloble pared» o«doble tapa» son
muy prácticos, porque en capacidades grandes (15, 20 ^^ 25
litros) resultarían sumamente pesados v engorrosos para,
una vez llenados, invertirlos _v colocarlos sobre el plato,
mientras que en estos modelos no existe tal inconveniente.

•.Bebederos ^^e ac^atia c•or^^iezite.-Este tipo de bebedero


consiste en una pequetia copa o, más corrientemente, en un
canalillo estrecho que, bien al presionar con el pico, o bien
por el inismo peso del agua, se abre una válvula y sale ésta,
consiguiénclose así en todo momento un nivel constante.
T^stos bebederos se usan principalmente en las j aulas dc
ponedoras cíe régitnen intensivo, aunque también se van ya
generalizando en nttestro país en los gallineros corrientes.

2^
-8-

En los Estados Unidos también se emplean unos que los


mismos avicultores se construyen. Se trata de simples cu-
bos con un grif.o encima que, por un simple flotador, man-
tienen el agua al nivel deseado.
Además de los bebederos descritos existen otros mu-
chos, de dudosa utilidad o propios para reducido número
de aves, como son los de bombona de cristal, porcelana, etc.
Los bebederos de agua corriente, indiscutiblemente po-
seen muchas ventajas, como son: el ahorro de mano de obra
y el mantener siempre limpia y f resca el agua, pero por su
elevado costo de instalación hay muchos avicultores que no
están dispuestos a emplearlos. Por ello, con el uso de los
corrientes de sifón, siempre que éstos sean cíel tipo más
práctico y se instalen en condiciones óptimas, se obtendrán
igualmente excelentes resultados.
I.os bebederos deben instalarse siempre dentro del ga-
Ilinero, pues de esta forma evitaremos que se caliente ex-
cesivamente el agua en verano, o que ésta llegue a helarse
en invierno. No debemos olvidar que el agua entra en la
composición del huevo en un 65'6 por 100, por lo que las
gallinas deben beber cuanto quieran, pues necesitan gran-
des cantidades de este elemento. Si no encuentran el agua
a su gusto, es decir, ni muy fría ni muy caliente, dismi-
nuirá su consumo, con la consiguiente baja de la puesta.
A1 igual que en el caso de los comederos, en la publica-
ción americana mencionada se publicó una elocuente esta-
dística, donde podía verse palpablemente el número de hue-
vos que por gallina y año se perdían por no tener las aves
una cantidad suficiente de bebederos. Basándonos en aque-
llas estadísticas, creemos muy aceptables las siguientes ci-
f ras, en cuanto a cantidad de bebederos se refiere.
Del ti^o circular: Un bebedero de 20 centímetros de diá-
metro por cada 50 gallinas.
Uno de 30 centímetros por cada 75 gallinas.
Uno de 40 centímetros por cada 100 gallinas.
Del tipo lineal: Un metro por cada 75 gallinas.
Resumiendo las ventajas e inconvenientes de los bebe-
-9-

deros descritos anteriormente, recomendamos, tanto para


los polluelos como para las aves adultas, el empleo de los
de barro.
Nidales registradores.

Aunque aún existen explotaciones avícolas sin llevar el


control de puesta, afortunadamente son ya muy pocos los
avicultores que no lo practican (1), pues sin el registro de
puesta y no teniendo la absoluta seguridad de que el origen
de las aves es excelente, sería antieconómica la explotación,

Fig. 3.-Vidales registradores galvanizados. En la foto puede apreciarse el tipo


de ventana de aguillotinav, muy aconsejable en gallineros de ponedoras. También
se puede ver tm bebedero de barro situado sobre un soporte elevado, que evita
ensucien las aves con paja o viruta el agua dcl mismo.

ya que el producto de la buena ponedora se lo comería la


mala, sin darnos cuenta de ello. Por este motivo sólo va-
mos a describir v a citar las ventajas e inconvenientes de
(1) En otros países donde el nivel medio de puesta en las granjas avícolas
es bastante más elevado que er. España, no se registra la puesta en la mayoría
de los casos, a no ser que se trate dc gallineros de pedigree. Para llegar a este
grado ha de hacerse aún mucha labor en nuestro país, por lo que ineludible-
mente, por ahora, hemos de re^istrar la puesta.

^^
- 10 -

los cíiferentes tipos que existen en el mercado, en la mo-


dalidad de «registradores» , dej ando al margen los que ca-
recen cle trampilla.
Hav varios modelos de nidales registradore^, aunque
todos basados, como es natural, en la misma iclea de clejar
a la gallina encerrada al entrar en él y que ésta no pueda
salir hasta que el avicultor no la sac^ue para mirarle el nú-
mero y proceder a su anotación. Las capacidacles más usua-
les son de 3, 6, 9, 12 y 15 huecos, dispuestos en batería cle
uno, dos o tres pisos. Generalmente van provistos de una
trampilla articulada que, plegada hacia arriba en su posi-
ción de «abierto», deja una abertura pur la que la gallina
f'I1tl-a.
Las trampillas arti.culacias, en su varieciad de redondas
o cuadradas-nosotros somos partidarios de estas últi-
mas-, son las más generalizadas, por su simplicidad en
el mecanismo y su buen funcionamiento. No obstante ha}^,
entre otras, unas sin articulación, llamacía.s de «balancín»,
que también son muy prácticas.
En cuanto al material empleado, el más generalizado es
la chapa galvanizada de hierro o el cinc, aunque por el pre-
cio que han alcanzado dichos materiales, así como la difi-
cultad que existe a veces para su adquisición, se han cons-
truído en algunos casos de madera, de «táblex», etc. Estos
nidales son más sucios que los metálicos, aunque este in-
conveniente, con los modernos insecticidas, pudiera consi-
derarse como no digno de tenerse en cuenta ; la verdadera
ti- g-ran desventaja es su duración limitada, por lo que se
recomiendan los metálicos, y a 1>oder ser, en chapa cle hie-
rro galvanizada.
Debido a la dificultad, anteriormente expuesta, en la
consecución y precio alcanzado por la chapa, se está gene-
ralizando mucho el empleo de las trampillas sueltas o fren-
tes de nidal. Estas trampillas se acoplan a los huecos o ni-
chos hechos de obra (rasilla), debidamente enfoscados, con
el fin de que no queden rugosicíades donde se alojen los
harásitos. No es conveniente acoplar las trampillas de una
^nanera fija o definitiva, sino con unas mariposas o pal^^-
milías, para que puedan f ácilmente ser des^nontadas al ha-
cer la limpieza del gallinero.
Las trampillas cíe «táble^», aunque menos resístentes
que las metálicas, se están empleando bastante en la actua-
lidad por su precio asequible.
Como norma general aconsejamos el empleo de un hue-
co por cada cuatr^^ ^-allinas.

Criadoras.

Para la crianza de los polluelos existen ert el mercado


diversos tipos cíe criadoras, entre los que merecen destacar-
se las eléctricas, de carbón y orujo de la aceituna.

• Criadoras eléctricas.-Dentro de este tipo existen las


de campana y las llamadas de «batería». ^^simismo, pue-
den ser unas y otras con calefacción por resistencias o por
lámparas de rayos infrarrojos. Estas últimas están dando
e^celentes resultados, ^a que las racliaciones infrarrojas es-
timulan la circulación de la sangre, lo que favorece en gran
manera al desarrollo de los polluelos.

• Criadoras de carbón.-Hav en el mercado diversos


nlodelos de criadoras de carbón, aunque todas ellas basa-
clas en lo mismo : una estufa cle mayor o menor capacidací
^ una campana para recoger }^ concentrar el calor.

• C^ri.adoras de or^rr,jo. -1:1 orujo de la aceituna, así


cumo la cáscara de la almendra triturada, se puede conse-
guir a muy bajo precio en algunas regiones de España, por
lo que existen unas estufas especiales para este combus-
tihle, obteniéndose con ellas e^celentes resultados.

La crianza por el antiguo sistema de «glorias» aún se


emplea c^n buenos resultaclos en muchos pueblos <ie Cas-
tilla v de otras reg-iones. Este procedimiento consiste en
una serie de conductos convenientemente distribtúdos bajo
el piso de la habitación, que por medio de una estufa ins-
talada fuera cíe ésta se proporciona la calefacción al local,

3a
- ta -

evitándose así que el humo desprendido de la caldera pue-


da perjudicar a los pollos.
Hay, además de los anteriormente descritos, otros mu-
chos tipos de criadoras, como son los de serrín, agua ca-
liente, etc. Las de gas, de excelentes resultados en otros paí-

Fig. ^.-l^ecicntemente se viene empleando estos radiadores de rayos infrarrojos


por gas Uutano, que dan excelentes resultados, tanto en crianzas en el suelo comu
en baterías.

ses, en el nuestro aún no podemos contar con ellas, ya que


este combustible existe únicamente en las grandes poblacic^-
nes, pero no en los medios rurales.
En cuanto al uso del petróleo, no lo recomendamos en
la crianza de polluelos, y a que aunque en teoría es acepta-
ble, en la práctica es facilísimo que haya alg-ún escape de
gas, que suele ser fatal para los pollos.
I^onde ha_ya suministro de energía eléctrica, recomen-
damos el sistema de baterías, a poder ser, ec^uipadas con
lámparas cíe rayos inírarrojos. I?ste sistema ^le crianza,
aparte de suprimir el peligro de la coccidiosis, tiene la ven-
taja de que es más limpio y se aprovecha más el terreno.
No obstante, si se puede conseguir a buen precio el oru-
jo, con él se logra un l^uen procedimiento cíe crianza.
- 13 -

Existe una forma mixta de crianza, con la que prácti-


camente hemos observado su utilidad y economía. Consiste
en una estufa, sin campana, en medio cíe la habitación, con
la cual se caldea todo el locaL .^ los lados de dicha estufa
se colocan los jaulones o baterías, que no necesitan otra ca-
lefacción que la de la estufa central. En nuestras experien-
cias llegamos a criar hasta 2.000 pollos con una estufa de
las que se venden en el mercado para 500 pollos.

Incubadoras.

La incubadora, por lo general, no es imprescindible en


una explotación avícola. Existen infinidad de salas de in-
cubación donde se pueden adquirir polluelos para repoblar
los gallineros, o donde incuban los huevos que se les en-
comiendan, pagando por ello un tanto, casi siempre módico.
De todas formas, hay granjas índustriales donde, por
^u capacidad, necesitan una máquina propia para poder in-
cubar los huevos procedentes de sus g^allinas, sin tener que
depender de nadie, y en la cantidad }- momento que más
les convenga. Lstas g^ranjas, generalmente, utilizan las in-
^cubadoras inclustriales, comíinmente llamadas «verticales»
^^ cle «armario».
También ha}- pequeños avicultores que emplean máqui-
nas de poca capacidad (tipo horizontal o de «mesa»), más
hien como entretenimiento o caprichc^.

• I^ytc r^bcrd^^ras iM1aclatstriales. - l'ur reg-la g-eneral son


^eléctricas, ^^a que, por su capacicla ^l, el aire caliente nece-
^ita ser clistribuído debidamente en su interior, 1<^ cual no
se huede hacer cíe modo satisfactorio más que por un ven-
tilador eléctrico. Estas incubadoras suelen ir provistas de
un tambor o bombo giratorio para el volteo de los huevos,
•el rual se rcaliza por medio de una palanca situada en un
lateral de la máquina, sin necesidacl dc abrir ésta.
Las ha^- con los nacimientos en cánlara independiente,
<, siml,lemente en 1a parte inferior de la máquina. I_as pri-
tneras sun más recomendables, porque con esta separación
evitamos que el plumón de los pollos que están naciendo

3^
-14-

tapone los poros de los huevos en incubación. Igualmente


es interesante este extremo cíe la cámara independiente de
nacimientos, clebido a que en los últinlos días los huevos ne-
cesitan más httnledad, siendo conveniente la separación.
Las incubadoras industriales deben ir provistas de re-
gulador autonlático de ternperatura, con el fin de que en el
caso de un corte de flítido eléctrico, o simplemente de un

Fig. 5.-El colector de deyecciones con foso central es el complemento de los


mocícrnos gallincros de yacija gruesa o permanente.

alta o baja de tensión, no se quelnen los termóstatos ni se


enfríen los huevos, por lo cual dispondrán de un timbre de^
alarlna, accionado por una batería, que avise cuando sobre-
venga alguna an^rmalicla^l.
Actualnlente existen incubad^ras netan^ente nacionales,
de reconocida ^,rarantía, que n^ s^lamente lle^ran el siste-
ina cle regulación automáticc^ cle telnperatura, sino tainbién
los de ^-entilación ^- humecíad.
-15-

Jaulas para ponedoras en régimen intensivo.

Con la actual tendencia a criar v ex^^lotar las aves en


régimen intensivo, esto es, sin salir nunca las aves al I>ar-
que, se ha log^rado incrementar en forma considerable la
produccibn huevera.
No cluclam^^s que, en vista de la eacelencia del sistema,
se vaya generalizando en España, como ya lo está hace bas-
tantes años en otros países, especialmente en los I^stados
Uniclos (1 l.
La técnica, aún más pertecta, de la reclusión cle las 1>0-
necl^^ras, exige la utilizacibn de jaulas indivicluales casi
siempre, en las que la gallina apenas puecíe moverse. lle
esta forma, por el menor desgaste de energ^ías ^^ prohorcio-
nando a las aves una alinientación adecttada al caso, se con-
s>une menos Ilienso } producen más.
Las jaulas que se emplean suelen ser metálicas, por su
may^^r duraci^n _y por ser más hig^iénicas. El Piso, de en-
rejaclo metálico, ha de estar ligeramente inclinado hacia el
frente, donde acabará en una pequeña contrapendiente, cíc^n-
^le el huevo queclará detenido al ponerlo la gallina, y fuera
^lel alcance ^le ésta.
Ctlando están en batería, debajo cle cada piso cle jaulas
Tnie<le ir una bandeja colectora de e^crementos, ^ bien se
r^^l^^can escal^nadamente, c<^n el fin de que las devecciones
cai^,-an directamente al suel^ v evitar así la bandeja ^- el
trabajo que supc^ne el limpiarlas a diario. Por este Proce-
^limiento, los n^^rteamericanos, en su afán de ahorrar mano
de obra, dejan que se va}-an acumulancío los excrementos
cn cl suelo ^asta formar ver^laderas l^irámides, sin necesidad
de limpiarlos más que cada seis u ocho meses, y aún más.
Las mecliclas ^íe estas jaulas pueclen variar desde las de
40 X 35 centílnetr^^s hasta las de 35 X 20, siendo más reco-
mendables estas líltimas, al^arte de su hrecio más bajo, l^rn-
razón de que al estar la gallina más inmrn^ilizacla, tiene me-
n^^s ^les^aste ^-, c^>m^ antes ^lecíam^^s, hr^^dttce más.

(1) En una reciente visita realizada por nosotros a numerosísimas granja^


cle aquel país, no lo^rainos ver ni tm solo gallinero en el que las a^^et saliesen
f+.^cra clcl ^allincro.

33
-16-

Cuando la instalación es en gran escala, pueden adop-


tarse a las jaulas comederos y bebederos automáticos.
Material diverso.

En toda granja avícola es conveniente tener a mano


algún material complementario del que se pueda disponer
en un momento dado. Tales son las marcas de ala o anillas
para la pata, numeradas y empleadas en el registro de pues-
ta, cajas j^ara embalaje de huevo.r, así como cestas para la
recogida de éstos. Igualmente son necesarias las tolvas para
ponerles la conchilla de ostras en grano, que como se sabe
es imprescindible su suministro en las gallinas explotadas
industrialmente. lgualm^nte es recomendable iener un de-
j^ósito donde se coloquen los hue^-os hasta su enih^^'_aje.
Las ^ná^t^inas clasi.ficadoras de huevos por su peso, ya
sean sin motor o eléctricas, permiten conseguir mayores
ganancias en su venta.
Con el fin de suministrar verdura picada a las aves,
también hay unas cestas especiales, donde se cuelga aqué-
lla para que las gallinas no la pisoteen. Para triturar la
verdura ^^ los tttbércttlos hav unas máquinas muy prácti-
^c:as, que no debieran faltar en ninguna granja.
Donde no haya posibilidad de conseguir verde para las
aves, hay unas qerminadoras de avena provistas de bande-
jas escalonadas, con las cuales se les puede asegurar un
suministro diario de este cereal germinado, cíe gran valor
vitamínico para las ponedoras.
También es muy conveniente tener a mano en una gran-
ja el ^zz.aterial .canitario preciso para las vacunaciones y
desinfecciones, como son los pulverizadores, las jeringui-
11as y agujas, etc.
Hay, en fin, un sinnúmero de accesorios que no estor-
ban en una e^plotación avícola, tales como los ra-strillo,c de
Ii^n^ieza, los ^a^tizchos o^^ede.c para atrapar aves, las mez-
cladora,s de f^i-e^r^sos, los .cellos ^ara ra^tiarcar lo.r huevos con
el nombre de la granja, los i^^tij^resos j^arn. control de ^uesta,
el e.ct,uch,e de ca^o^t-aje, los ternz^iy^zetros ^ara l,a crianza, etc.

Depósito legah M. 3.tV7 - I^JSO. GRAFICAS UGUINA - MADRID

You might also like