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Contrato de Depósito

El depósito es un contrato por el que el depositario obliga hacia el depositante a recibir


una coda mueble o inmueble que éste le confía y a guardarla para restituirla
individualmente cuando la pida el depositante. Se requiere que la obligación de custodia
sea la principal o exclusiva, porque en otros contratos (compraventa, arrendamiento,
mandato, prenda y otros) el deber de custodia es secundario o sirve de medio a otras
obligaciones de carácter principal.

El contrato de depósito es consensual y no real de acuerdo con las razones expuestas


antes de depósito del mutuo en relación con este punto. En un sentido amplio es un
contrato bilateral, porque ordinariamente genera obligaciones a cargo de una y otra parte,
en virtud de que por su naturaleza es oneroso; pero no es bilateral en un sentido propio o
estricto, toda vez que no hay interdependencia de las obligaciones de ambas partes,
pues no existe rescisión en este contrati, di derecho de retención ni la llamada “exceptio
non adimpleti contractus” y además, aunque la cosa depositada sea recogida por el
depositante antes del vencimiento del plazo fijado para la devolución del depósito, no
puede por ello liberarse el mismo depositante de la obligación de pagar íntegra la
retribución por el deposito. Según se indico es oneroso por la naturaleza ya que necesita
pacto expreso para ser gratuito; principal o accesorio, según los casos y por último,
“intuitu personae” en cuanto a la persona del depositario.

Especies:

1.-Mercantil o civil; dentro de los depósitos mercantiles son de mencionarse los depósitos
irregulares de dinero en bancos, cuyos depósitos a veces son más bien contratos de
mútuo.

También hay que incluir como depósitos mercantiles los que llevan a cabo en “almacenes
generales de depósito” que son organizaciones auxiliares de crédito que emiten títulos de
crédito denominados “certificados de depósito” y “bonos de prenda”.

Igualmente son depósitos mercantiles los que se realizan en “instituciones para el


depósito de valores”, como el “Indeval” y a las cuales regula la Ley de Mercado de
Valores. Estas instituciones requieren autorización de la Secretaria de Hacienda, por
considerarse que es de interés público la prestación a través de esas instituciones del
servicio de la guarda, administración, compensación, liquidación y transferencia de
valores.

2.-Depósito regular y depósito irregular, según conserve la propiedad de la cosa el


depositante o la transmita al depositario. El llamado depósito irregular (los depósitos
bancarios de dinero, en los Arts), se distingue del mutuo en que en aquél, se celebra el
contrato en interés del depositante y por ello, puede éste solicitar siempre y cuando
quiera la devolución del depósito, en tanto que en e mutuo se celebra el contrato en
interés del mutuario y no puede el mutuante pedir s du srbitrio la devolución del préstamo
antes del vencimiento del plazo.
3.-Depósito miserable o deposito necesario, que tenía lugar en casos de necesidad o de
infortunios, como naufragio, incendio, inundación, saqueo, terremoto etc, en los cuales se
agravaban las responsabilidades del depositario en cuanto a su fidelidad y se aminoraba
la severidad de la prueba en el depositante.

4.-Secuestro Judicial y secuestro convencional, con la circunstancia de que el primero no


es un contrato, sino un acto procesal, ya que el depositario no recibe ni del ejecutante ni
del ejecutado sino por decretó del juez. El secuestro convencional tiene lugar cuando los
dos litigantes en una contienda depositan la cosa disputada en poder de un tercero, quien
se obliga a entregarla una vez incluido el pleito, sólo al que resulte victorioso en el mismo
y quien además no pueden liberarse de sus obligaciones antes de que termine el litigio s
no ser que consientan en ello los depositantes o tenga aquel una causa.

5.-Depósito de cosas o bienes y depósito de personas. Este último depósito relativo a la


mujer casada y en su caso, a los hijos menores, tenía lugar como acto prejudicial, previo
al juicio de divorció.

Elementos personales:

Depositante y depositario y excepcionalmente, ninguna de ellas requiere la capacidad


general para contratar. Aunque no haya capacidad en el depositario, de todas maneras
debe devolver la cosa que recibió, devolución que también debe hacerse como
consecuencia normal de la nulidad, pero sólo debe de pagar daños y perjuicios si
procedió con dolo o mala fe.

No se exige propiedad sobre la cosa en el depositante, ni el derecho de uso sobre la


misma cosa, basta que el depositante tenga la posesión o el cuidado de ella (arrendatario,
vendedor, acreedor, prendario), a no ser que la guarda de dicha cosa deba de ser
personal, como ocurre con el mismo depositario que no puede encargar más adelante el
depósito, a menos que expresamente haya sido autorizado el depositario para
subcontratar el depósito con un tercero.

Elementos reales:

Pueden ser objeto de este contrato, los bienes muebles o inmuebles, cosas corpóreas o
incorpóreas (créditos). Se requiere que la cosa no sea fungible, porque de lo contrario se
trataría de un mutuo o del llamado depósito irregular. Una cosa que ni se encuentre
dentro del comercio también puede ser objeto de un contrato de depósito.

No se necesita que se fije plazo para la devolución de la cosa.

Elementos Formales:

Es un contrato consensual y no real, ni formal. La entrega de la cosa no es el medio de


perfeccionar este contrato, sino una etapa de su ejecución, después del acuerdo de
voluntades de las partes. Ordinariamente la obligación de recibir la cosa se cumple en el
momento mismo de celebrar el contrato, porque en ese acto entrega la cosa el
depositante al depositario, pero nada impide que medie el intervalo entre la celebración
del contrato y la entrega y recepción de la cosa.

Obligaciones del Depositario:

1.- Recibir la cosa.

2.- Cuidar y conservar la cosa.

3.- Abstenerse de usar la cosa.

4.- Restituir la misma cosa.

Obligaciones del Depositante:

1.- Retribuir al depositario.

2.- Indemnizar al depositario de todos los gastos necesarios.

Código Civil

Artículo 2516. El depósito es un contrato por el cual el depositario se obliga hacia el


depositante a recibir una cosa, mueble o inmueble que aquél le confía, y a guardarla para
restituirla cuando la pida al depositante.

Artículo 2517. Salvo pacto en contrario, el depositario tiene derecho a exigir retribución
por el depósito, la cual se arreglará a los términos del contrato y, en su defecto, a los usos
del lugar en que se constituya el depósito.

Artículo 2518. Los depositarios de títulos, valores, efectos o documentos que devenguen
intereses, quedan obligados a realizar el cobro de éstos en las épocas de su vencimiento,
así como también a practicar cuantos actos sean necesarios para que los efectos
depositados conserven el valor y los derechos que les correspondan con arreglo a las
leyes.

Artículo 2519. La incapacidad de uno de los contratantes no exime al otro de las


obligaciones a que están sujetos el que deposita y el depositario.
Artículo 2520. El incapaz que acepte el depósito, puede, si se le demanda por daños y
perjuicios, oponer como excepción la nulidad del contrato; más no podrá eximirse de
restituir la cosa depositada si se conserva aún en su poder, o el provecho que hubiere
recibido de su enajenación.

Artículo 2521. Cuando la incapacidad no fuere absoluta, podrá el depositario ser


condenado al pago de daños y perjuicios, si hubiere procedido con dolo o mala fe.

Artículo 2522. El depositario está obligado a conservar la cosa objeto del depósito, según
la reciba, y a devolverla cuando el depositante se lo pida, aunque al constituirse el
depósito se hubiere fijado plazo y éste no hubiere llegado.

En la conservación del depósito responderá el depositario de los menoscabos, daños y


perjuicios que las cosas depositadas sufrieren por su malicia o negligencia.

Artículo 2523. Si después de constituido el depósito tiene conocimiento el depositario de


que la cosa es robada y de quién es el verdadero dueño, debe dar aviso a éste o a la
autoridad competente, con la reserva debida.

Artículo 2524. Si dentro de los ocho días no se le manda judicialmente retener o entregar
la cosa, puede devolverla al que depositó, sin que por ello quede sujeto a responsabilidad
alguna.

Artículo 2525. Siendo varios los que den una sola cosa o cantidad en depósito, no podrá
el depositario entregarla sino con previo consentimiento de la mayoría de los
depositantes, computado por cantidades y no por personas, a no ser que al constituirse el
depósito se haya convenido que la entrega se haga a cualquiera de los depositantes.

Artículo 2526. El depositario entregará a cada depositante una parte de la cosa, si al


constituirse el depósito se señaló la que a cada uno correspondía.

Artículo 2527. Si no hubiere lugar designado para la entrega del depósito, la devolución se
hará en el lugar donde se halla la cosa depositada. Los gastos de entrega serán de
cuenta del depositante.

Artículo 2528. El depositario no está obligado a entregar la cosa cuando judicialmente se


haya mandado retener o embargar.

Artículo 2529. El depositario puede, por justa causa, devolver la cosa antes del plazo
convenido.

Artículo 2530. Cuando el depositario descubra o pruebe que es suya la cosa depositada, y
el depositante insista en sostener sus derechos, debe ocurrir al juez pidiéndole orden para
retenerla o para depositarla judicialmente.

Artículo 2531. Cuando no se ha estipulado tiempo, el depositario puede devolver el


depósito al depositante cuando quiera, siempre que le avise con una prudente
anticipación, si se necesita preparar algo para la guarda de la cosa.
Artículo 2532. El depositante está obligado a indemnizar al depositario de todos los gastos
que haya hecho en la conservación del depósito y de los perjuicios que por él haya
sufrido.

Artículo 2533. El depositario no puede retener la cosa, aun cuando al pedírsela no haya
recibido el importe de las expensas a que se refiere el artículo anterior; pero sí podrá, en
este caso, si el pago no se le asegura, pedir judicialmente la retención del depósito.

Artículo 2534. Tampoco puede retener la cosa como prenda que garantice otro crédito
que tenga contra el depositante.

Artículo 2535. Los dueños de establecimientos en donde se reciben huéspedes, son


responsables del deterioro, destrucción o pérdida de los efectos introducidos en el
establecimiento con su consentimiento o el de sus empleados autorizados, por las
personas que allí se alojen; a menos que prueben que el daño sufrido es imputable a
estas personas, a sus acompañantes, a sus servidores o a los que visiten, o que proviene
de caso fortuito, fuerza mayor o vicios de los mismos efectos.

La responsabilidad de que habla este artículo, no excederá de la suma de doscientos


cincuenta pesos, cuando no se pueda imputar culpa al hotelero o a su personal.

Artículo 2536. Para que los dueños de establecimientos donde se reciben huéspedes
sean responsables del dinero, valores u objetos de precio notoriamente elevado que
introduzcan en esos establecimientos las personas que allí se alojen, es necesario que
sean entregados en depósito a ellos o a sus empleados debidamente autorizados.

Artículo 2537. El posadero no se exime de la responsabilidad que le imponen los dos


artículos anteriores por avisos que ponga en su establecimiento para eludirla. Cualquier
pacto que celebre, limitando o modificando esa responsabilidad, será nulo.

Artículo 2538. Las fondas, cafés, casas de baño y otros establecimientos semejantes, no
responden de los efectos que introduzcan los parroquianos, a menos que los pongan bajo
el cuidado de los empleados del establecimiento

Contratos nominados

Con respecto a los contratos nominados se puede establecer el contrato de depósito en


ejemplo de contrato de compraventa, arrendamiento, contratos de mutuo.

Bibliografía
Juistia México. (2018). Recuperado el 16 de Marzo de 2018, de
https://mexico.justia.com/federales/codigos/codigo-civil-federal/libro-cuarto/parte-
segunda/titulo-octavo/capitulo-i/

Medal, J. I. (2011). De los Contratos Civiles. México: Porrúa.

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