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Por
Robert Lee Hotz
lunes, 4 de abril de 2016 19:12 EDT
Las computadoras portátiles y las aplicaciones para organizar tareas hacen que el lápiz y
el papel parezcan anticuados, pero nuevos estudios sugieren que la escritura a mano
concentra la atención en un salón de clases e impulsa el aprendizaje de una manera que
no se logra cuando se toman notas en un teclado.
“Las notas escritas capturan mi forma de pensar mejor que las tipeadas”, dijo Kenneth
Kiewra, psicólogo educativo de la Universidad de Nebraska, en Lincoln, quien estudia
las diferencias en la forma de tomar notas y organizar información.
Desde que los antiguos escribas pasaron su pensamiento de plumas de bambú a papiros,
tomar notas ha sido un catalizador para la alquimia del aprendizaje, transformando lo
que oímos y vemos en un registro confiable para su posterior estudio y recolección. De
hecho, imágenes de actividad cerebral muestran que escribir estimula las neuronas.
“Tomar notas es un proceso muy dinámico”, dijo Michael Friedman, psicólogo
cognitivo de la Universidad de Harvard y quien estudia los sistemas de toma de notas.
“Usted está transformando lo que escucha en su mente”.
Durante casi un siglo, los investigadores han estado estudiando las estrategias para
tomar notas. No fue sino hasta hace poco, sin embargo, que los análisis se concentraron
en las diferencias causadas por las herramientas que utilizamos para capturar
información. La toma de notas con un lápiz de mina, producido en masa desde el siglo
XVII, no es tan diferente que el uso de una pluma estilográfica patentada en 1827, el
bolígrafo patentado en 1888, o el marcador de punta de fieltro patentado en 1910.
Hoy, sin embargo, prácticamente todos los alumnos universitarios usan computadoras
portátiles. Las clases estilo conferencia son el principal vehículo para la instrucción y el
ruido de los teclados tomando notas es la banda sonora de la educación superior.
Los investigadores han encontrado que, en general, las personas que toman notas con
una computadora portátil lo hacen más a menudo y pueden seguir más fácilmente el
ritmo de una clase que quienes lo hacen con un lápiz o bolígrafo. Los estudiantes
universitarios tipean alrededor de 33 palabras por minuto, mientras que quienes toman
apuntes a mano escriben alrededor de 22 palabras por minuto.
Tales ventajas, sin embargo, son transitorias. Según varios estudios, después de 24
horas, las personas que toman notas con su computadora olvidan gran parte de lo que
han transcrito. Sus copiosos apuntes tampoco los ayudan a refrescar la memoria, porque
dichas anotaciones son más bien superficiales.
En cambio, quienes tomaron notas a mano lograron retener el material durante más
tiempo y mostraron una mayor comprensión de los conceptos presentados en clase,
incluso después de una semana. El proceso de tomar notas a mano codifica la
información más profundamente en la memoria, según los expertos. Los apuntes a mano
también fueron más efectivos al ser revisados que los tipeadas, porque son más
organizados.
Quienes tomaron apuntes a mano habían escrito menos palabras, pero parecían pensar
más intensamente sobre el material a medida que escribían y digirieron más a fondo lo
que escucharon, reportaron los investigadores en el artículo de Psychological Science.
“Todo ese esfuerzo ayuda a aprender”, dijo Oppenheimer.
“En Princeton, era un mar de MacBooks”, dijo Mueller. “Pocos estudiantes estaban
tomando notas a mano”.
Cualquier apunte es mejor que nada, los estudios muestran. Mientras que las notas
escritas a mano pueden ser más memorables, hay margen para mejorar.
Con el paso de los años, ese callo que se formaba en nuestro dedo índice de tanto
escribir y tomar apuntes en la escuela, comenzó a desaparecer. Y tiene sentido, tomar
notas a mano, escribir en una libreta u hoja de papel y buscar el bolígrafo ideal para
hacerlo es algo que pasó a mejores tiempos.
Sin embargo la vieja escuela se impone y, ahora sabemos, escribir a mano tiene muchos
beneficios y en todos ellos supera por mucho al uso del teclado. Estas son las razones:
Aunque toma más tiempo, una de las ventajas de tomar notas o hacer resúmenes a mano
es mejorar tu memoria a corto y largo plazo. Esto, porque al escribir activas las partes
de tu cerebro relacionadas con el pensamiento y la memoria, lo que permite guardar y
procesar la información escrita.
Esto, sin duda, puede ayudarte a entender mejor y retener la información por más
tiempo, por ejemplo, para un examen en la escuela o una presentación de negocios.
Quienes escriben a mano son más capaces de formar relaciones entre ideas abstractas y
desarrollar soluciones poco convencionales a problemas complejos; es decir, tienen un
pensamiento no lineal. Por el contrario, no hacerlo a mano –y hablamos estrictamente
de la escritura– dificultará la compresión de un texto y su contextualización.
Al usar papel para tomar notas, el cerebro trabaja más lento causando que pienses mejor
lo que vas a hacer en la hoja. Esto te permite, inadvertidamente, que veas lo que haces
como parte de un todo, es decir tengas una imagen completa de lo que harás.
Este proceso ayuda a plantearte ideas abstractas y a reflejarlas de manera simple, ya sea
mediante trazos sencillos, en el caso de un dibujo, o de frases contundentes que ayuden
a dejar en claro un concepto.
Tomar notas a mano puede ser muy difícil y hasta tedioso, pero esta ralentización es
responsable de que puedas procesar la información correctamente y resumirla de tal
forma que la entiendas en tus propias palabras.