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Las mascara de Hércules

El documental The mask you love in (La máscara donde tú vives), de la directora
Jennifer Newson, presenta un panorama realista y alarmante de la situación de niños,
jóvenes y adolescentes de los EE.UU, los cuales presentan en sus relaciones (en la
escuela, el barrio, la familia u otro contexto) un desarrollo de la masculinidad, alterada
por ciertas condiciones discursivas. Es decir, el desarrollo de su expresividad social ante
las diversas acciones cotidianas, en las que pueden coexistir y convivir con otros se ve
profundamente afectada por ciertos patrones normativos interiorizados a partir de la
perceptiva hegemónica de la masculinidad. En ese sentido, lo que significa ser hombre
se vincula estrechamente a un cumplimiento de la regla de la masculinidad: hay que
demostrar ser hombres, lo contrario a lo que significa ser mujer, a través de las acciones,
gestos, posturas y vindicaciones. Este proceso de masculinización, socava las
subjetividades de los propios hombres ya que se obligan a permanecer en la norma,
impuesta por el sistema de género, la cual les predispone a negar e invisibilizar su
verdadera situación emocional, social y familiar. Lamentablemente, este proceso
conlleva a una situación de vulnerabilidad, es decir, la situación de la formación
emocional y social del varón se ve afectada por una serie de mecanismos de sujeción a
la norma de masculinidad. En ese estado: “El sufrimiento que experimentan los
hombres se desprende de mandatos como la virilidad: “ser machos” como sinónimo de
negar las emociones, la sensibilidad y la oportunidad de cuidar de otros y de sí mismos.
Ante la percepción de que deben reprimir esos sentimientos, los varones suelen sentir
temor que, reprimido, emerge como violencia.”(Bard, 2016:106). En el documental, se
establecen dos escenas para una evaluación de la casuística: en primer lugar, la escena
de los papeles en blanco, en las cuales a los jóvenes se les indicaba que colocaran, a
anverso, lo que disimulaban hacia los demás y e, en el reverso, lo que realmente sentían.
En este pequeño pero profundo ejercicio se esclareció que los chicos manifestaban
actitudes como odio, rabia y miedo realmente en vez que las actitudes de fuerza y
pedantería, es decir, que no negaban su proceso emocional sino que lo camuflaban en su
interior para no mostrarlos hacia los demás por temor hacia salir de la norma de la
masculinidad hegemónica patriarcal. En este caso, la ausencia de la libertad de la
manifestación de las emociones o la liberación de las estructuras heteronormativas, las
cuales limitan la potencialidad del sujeto (el varón) dificulta la realización factible de
un adecuado desarrollo humano, en las cual predomine una expansión de libertades
en las acciones del varón frente a su realidad y a costa de los acontecimientos
cotidianos, en las que debe mostrar su “hombría”. En ese sentido, le resta una capacidad
de agencia para de construir los términos adscritos normativamente, ya que le limita su
capacidad de participación en la ciudadanía como promotor de un cambio en la
manifestación de las diversas masculinidades en vez de legitimar y seguir perpetuando
un esquema normativo-patriarcal. En segundo lugar, la escena de la experiencia del
joven deportista connota una forma plausible de lo que la masculinidad patriarcal
impera y exhorta, implícitamente, para que la norma se mantenga. Este joven presenta
que su condición de deportista le afirmaba una situación de mayor masculinidad debido
a su fuerza y valentía como manifestación de su rudeza, su “hombría”. En ese sentido
quiebra la expansión de sus libertades, pues su libertad a la expresividad de sus
sentimientos es trastocada por la normatividad heteronrmativa, la cual le hace estrecha
su posibilidad de potencializar su desarrollo humano integral.Además,le resta una
capacidad de compromiso a su ejercicio a la ciudadanía , ya que se ve imposibilitado de
demostrar y promover una deconstrucción de la norma de la masculinidad en vez de
potenciar un desarrollo de una libertad con actitudes participativas y de agencia .

En este complejo tema, el enfoque del curso desarrolla una apertura hacia la
problemática de las diferentes formas de concebir la masculinidad y sus alcances. En
este sentido, el enfoque plantea una vinculación a la concientización sobre las múltiples
formas de la masculinidad en vez de reproducir la forma normada de la masculinidad.
En ese sentido, el tema a desarrollar en la práctica sobre las diversas carreras a
desempeñar por los varones, los cuales se relacionaban con un aspecto más ligado a las
mujeres, contextualiza la complejidad y la novedad de las manifestaciones de las
nuevas masculinidades. En este sentido, la complejidad de tratar este tema en el espacio
peruano convergía, particularmente, que el contexto nacional no propicia la
manifestación natural de las múltiples masculinidades sino que legitima en la
experiencia cotidiana la formación de prácticas machistas que permiten la reproducción
de las normas hegemónicas de la masculinidad patriarcalita. Esta problemática no
se ha priorizado visiblemente en la coyuntura y el proceso de borrar las experiencias de
violencia y transgresión pro el tema de género en el Perú debido a una escasa conciencia
nacional de la problemática de la violencia de género que es percibida casi
imperceptiblemente desde el escalón de la restricción de la masculinidad identitaria de
cada varón, en la cual la violencia comienza a reproducir sus patrones sistemáticos y
heteronormativos. Por ejemplo, los casos de bullyng en el país denotan una agresión
fulminante del hetreonormativismo y la masculinidad hegemónica hacia los que no
presentan los rasgos que la norma interviene en la subjetividad de los niños, jóvenes y
adolescentes. Estar fuera de la norma se convierte en condición para permitir la
violencia contra los sensibles, los que lloran, los que no son “hombres de verdad”. En
un segundo caso, la situación de desigualdad de género en las zonas rurales del Perú y ,
también en las zonas urbanas y más aún en las regiones amazónicas obliga a las
varones demostrar su superioridad en las actividades cotidianas ya demostrar su
legitimidad de poder sobre el sexo femenino.

En conclusión, la heteronormatividad hegemónica influye decisivamente en la


repetición de una manifestación hermeneuta de la masculinidad, lo que dificulta su
desarrollo como una potencialidad a la libertad del varón y su desarrollo humano
integral. Además, reduce su capacidad de agencia en la participación ciudadana, ya que
lo desenfoca y lo reduce a la norma y no proscribe contra aquella legitimización de las
prácticas machicas; esto como un proceso gradual que lo desvirtúa de su realidad social,
en las cual el caso peruano sigue la misma vertiente sin algún fuerte indicio de cambio
estructural.

Bibliografía

BARD, Gabriela

2016 “Aferrarse o soltar privilegios de género: sobre masculinidades hegemónicas y


disidentes”. Península, volumen 11, número2.pp.91-112

Código 20173120

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