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Un episodio glorioso de nuestra historia se refleja en este día, en que con un ejercito mal armado y mal preparado se logró la única victoria en la
campaña terrestre durante el conflicto con el vecino país del sur, que había puesto sus ambiciones en nuestro territorio.
1) Terminada la campaña marítima, con el Monitor Huáscar y Grau fuera de combate, los chilenos quedaron dueños y señores del mar; se inició
entonces la campaña del sur, con lo cual los chilenos pretendían invadir todo el sur de nuestro territorio. La mayor parte de la campaña se
desarrolló en territorio peruano, fue entonces que los chilenos emprendieron dos campañas, la de Tarapacá y la Tacna y Arica.
Tarapacá estaba resguardada por un contingente de 10 mil soldados peruanos y cerca de 4 mil bolivianos, todos ellos al mando del general Juan
Buendía. Cerca del lugar, en Atacama, estaban acantonadas las tropas chilenas con un total de 16 mil hombres muy bien equipados; estas fuerzas
zarparon de Antofagasta con la finalidad de invadir Tarapacá el 29 de octubre de 1879; fueron transportados en cuatro barcos de guerra al mando
del militar chileno Erasmo Encalada.
La primera meta que se trazaron los chilenos fue tomar el pequeño pero estratégico puerto de Pisagua, el cual se encontraba resguardado por un
pequeño contingente de mil hombres al mando de Isaac Recavarren. Las tropas chilenas llegaron en la madrugada del 2 de noviembre y atacaron
el puerto; la tropa peruana frustró el desembarco hasta en tres oportunidades, hasta que la mala suerte jugó un papel importante; se produjo el
incendio de 50 mil quintales de salitre, lo cual causó grandes bajas en las tropas peruanas y su consiguiente derrota.
2) Los chilenos marcharon luego sobre San francisco, que era el paso obligado para tomar luego Tarapacá; para resistir el ataque era necesario el
concurso de 3 mil soldados bolivianos que debían concurrir desde Arica, esto no se dio, pues las tropas al mando del militar boliviano Hilarión
Daza nunca llegaron a Tarapacá; inexplicablemente Daza demoró su marcha y luego desobedeciendo ordenes superiores, retornó con sus tropas
a Arica. El 19 de noviembre, enterado Buendía de la actitud traidora de Daza, retrasó el ataque para el día siguiente, pero la mala suerte otra vez
cubrió a las tropas peruanas con su oscuro manto; un soldado boliviano dejó escapar un tiro de fusil, con lo cual se originó en forma inusitada la
batalla de San Francisco.
La batalla fue dura y sangrienta, duró aproximadamente 3 horas y significó un duro revés para las tropas peruanas, quienes fueron abandonadas
por las cobardes tropas bolivianas, que se batieron en franca deserción cuando vieron la cosa perdida.
3) Un reducido número de sobrevivientes llegó a Tarapacá para recobrar las fuerzas y continuar la retirada a Arica; los chilenos enterados de esto
decidieron atacar sorpresivamente, fue así que un 27 de noviembre las tropas chilenas pretendieron sorprender a los peruanos; sin embargo un
arriero había informado a las tropas peruanas que se acercaba el ejército chileno, esto dio tiempo a organizar la defensa de la plaza.
Lo primero que hicieron los chilenos fue tomar una colina para atacar desde un sitio alto, el ejército peruano, hábilmente dirigido por el coronel
Belisario Suárez, defendió Tarapacá. En el lugar se encontraban también las tropas del héroe nacional Andrés Avelino Cáceres, quien en base a
ingenio y hábiles maniobras, desalojó a los chilenos de su reducto. Tras la batalla se inició la persecución, lamentablemente el ejercito peruano no
contaba con caballos y estaba casi sin municiones, motivo por el cual tuvo que abandonar la persecución de las tropas chilenas.
4) El Perú se encontraba gobernado por Mariano Ignacio Prado, que había sucedido al gobierno civilista de Manuel Prado y recibió un país en
crisis. Posteriormente Mariano I. Prado sería acusado de traición al abandonar el país en un pésimo momento, le sucedería Piérola quien el 23 de
diciembre de 1879 asumiría la jefatura de la República aprovechando la incertidumbre para hacerse del poder. La batalla de Tarapacá representa
el pasaje más glorioso en nuestra historia republicana; inmersos en una guerra en la cual no teníamos nada que ver y en la que el Perú solo entró
en virtud de un pacto con el vecino país de Bolivia, al cual Chile le declarara la guerra. El momento político era difícil para el Perú, el ejército tuvo
como principal arma el valor, el sacrificio y la entrega, a falta de otras mejores o más efectivas, frente a un ejército como el chileno, que se dice,
estuvo armándose y planificando esta guerra por más de 8 años. Fue esta la única batalla que se pudo ganar en la guerra del Pacífico, en base al
valor de nuestros soldados y del pueblo peruano en general.
COMPETENCIA
Reconoce relaciones significativas entre su vida cotidiana y el proceso histórico nacional. Se proyecta al futuro y se reconoce partícipe en la
construcción de la historia del Perú.
CONTENIDO CONCEPTUAL
Manifiesta curiosidad e interés por el pasado y presente. Escucha, hace preguntas y se proyecta al futuro.
- Interpreta la actitud de los bolivianos al abandonarnos en pleno conflicto, ¿Qué territorios perdieron los bolivianos?
- ¿Qué cargo tenía el General Daza en Bolivia?
- ¿Cuál era la situación de Bolivia en el momento de la Guerra?
- Sobre la acción de Belisario Suárez. ¿Qué connotación tuvo?
- Sobre la acción de Andrés Avelino Cáceres. ¿Qué connotación tuvo?
- Sobre la acción del General Buendía. ¿Qué connotación tuvo?
- Sobre la acción del Coronel Recavarren. ¿Qué connotación tuvo?
- ¿Cuán importante era evitar que caiga Tarapacá en manos enemigas?
- ¿Qué presidente tuvimos durante la guerra?
- ¿Quién tomó el mando del país después de la guerra?
- ¿Qué hizo por mejorar la situación del país?
- ¿Qué presidente fue el responsable de que nuestro ejército estuviera tan mal armado?
- ¿Qué territorios perdimos durante la guerra?
- ¿Con qué otros países hemos tenido conflictos?
- ¿Qué presidentes han cedido territorios?
CONTENIDO PROCEDIMENTAL
Investiga sobre su comunidad: determina el tema de interés, busca fuentes y evidencias, realiza entrevistas y lecturas, ordena la información,
interpreta y expone sus resultados.
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- Toma datos y fotografías.
- Interroga guías y documéntate.
- Elabora una línea de tiempo de toda la guerra.
- Elabora un informe.
- Dibuja un mapa del Perú antes de la guerra con Chile y compáralo con el actual.
- En un mapa del Perú señala la zona donde se libró esta batalla
- Busca datos sobre los otros héroes de la Batalla de Tarapacá
- Infórmate si todos ellos fueron peruanos. ¿Por qué participaron?
- Elabora un informe sobre los territorios que hemos perdido durante nuestra vida republicana.
- Analiza. ¿Tenemos hoy, problemas limítrofes con nuestros vecinos? ¿Por qué?
CONTENIDO ACTITUDINAL
Afirma su sentido de pertenencia a una comunidad local, regional y nacional, valora y respeta la diversidad cultural.
INDICADORES DE LOGRO
- Conoce el contexto en que se desarrollo la Guerra del Pacífico.
- Analiza en forma crítica las causas y efectos de esta guerra.
- Valora el patriotismo y coraje del pueblo peruano para defender su territorio e identidad cultural.
Pirámides en Caral.
La etapa más extensa de la historia peruana es la que precede a la conquista española en los fines del siglo XV. Las evidencias más antiguas de
seres humanos en el Perú permiten suponer que el hombre llegó hace unos cien mil años procedente de otros continentes a finales de la última
edad glacial, en el pleistoceno para ser exactos.
Los primeros peruanos, organizados en bandas y clanes, eran cazadores y recolectores. La caza de camélidos sudamericanos en las zonas alto
andinas (especialmente guanacos); y la pesca y recolección de mariscos en la costa del océano Pacífico (aprovechando la riqueza biológica de la
Corriente de Humboldt) fueron sus principales actividades económicas. También elaboraban herramientas de piedra tallada.
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Cabeza de piedra de Chavín de Huántar.
Hacia el 5000 a. C surge la Civilización Caral en la costa central peruana. Una de sus ciudades más antiguas, Caral, tenía pirámides de piedra,
plazas ceremoniales y altares en torno a fuego sagrado. Sus habitantes tocaban música con flautas de dos bocinas. Desde entonces, a lo largo del
territorio peruano se sucedieron una serie de tradiciones culturales que originaron Confederaciones, Reinos e imperios durante casi cuarenta
siglos.
En una primera etapa todas estas culturas se organizaron en torno a grandes templos y cultos religiosos complejos (Kotosh, Áspero, Las Haldas,
Punkurí, Sechín, Huaca Loma, Caballo Muerto, etc.). Uno de esos templos alcanza un prestigio tan grande que se convirtió en centro de
peregrinación de todas las culturas andinas: Chavín de Huántar (hacia el 800 a. C.), en la región Ancash. Chavín es bien conocido por sus bajo
relieves de piedra con figuras de seres de grandes colmillos. Su influencia fue tan grande que el cronista español Vásquez de Espinoza (1630),
dos milenios después, escuchó que había sido este un antiguo "santuario de los más famosos de los gentiles".
Mientras tanto, en la costa sur surge el pueblo agricultor y pescador de Paracas, cuyos bordados multicolores son algunos de los objetos de arte
más preciados del antiguo Perú. En el altiplano del Titicaca, la Cultura Pucará implementa exitosamente un sistema de cultivo de campos elevados
rodeados de agua (camellones o waru waru) que permitía la agricultura en las frías planicies alto andinas. En la costa norte, Cupisnique lleva a la
cerámica andina a sus primeras cimas artísticas.
[editar] Periodo clásico
[editar] Culturas Regionales Tempranas
Intermedio Temprano, entre los siglos II a. C. y VI d. C.
Hacia el 200 a. C. la civilización ha evolucionado a formas políticas más complejas. La agricultura se hace extensiva, construyéndose grandes
irrigaciones sobre los desiertos de la costa norte y central e ingeniosos acueductos subterráneos en las costa sur. Las sociedades Moche, Nazca,
Recuay, Cajamarca, Vicus, Lima y Tiahuanaco (con capital en un gran centro ceremonial del mismo nombre en el norte de Bolivia) son las más
conocidas y exitosas de este período. La mayoría de ellas parece haber estado regida por sofisticadas élites guerreras que alentaban la
producción de objetos de arte de gran calidad, que son considerados algunas de las obras más importantes del arte americano precolombino
(especialmente la alfarería moche, nazca y recuay; el tejido nazca, la joyería moche, el arte lítico tiahuanacota).
[editar] Huari
Artículo principal: cultura Huari
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El altiplano del Titicaca, luego de la caída de Tiahuanaco, vio el surgimiento de los collas y los lupaca, cuyas economías estaban dominadas por la
ganadería de camélidos.
En la sierra nor oriental los pueblos de las nubes, los chachapoyas, construían para entonces grandes ciudades de piedra de estructura circular
(como Gran Pajatén o Kuélap). Marcahuamachuco y Cajamarca eran otros reinos importantes en la sierra norte.
En la sierra central y sur, el vacío creado por la desaparición de Huari fue llenado por una serie de federaciones de ayllus o clanes macro
familiares cuya economía, completamente agraria, tenía fuertes tintes militares y estaba marcadas relaciones rituales. Entre estos pueblos estaban
los huancas, los pocras, los chancas. Pero el más famoso de ellos es el de los quechuas del Cuzco.
[editar] El Imperio incaico: Tahuantinsuyo
Artículo principal: Imperio incaico
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Mapa «Perv. Mar del Zvr». Cartógrafo : Guiljelmus Blaeuw. (1635). Edición Príncipe. 300 ejemplares.
Por las Capitulaciones de Toledo, que Pizarro había firmado con la corona española en 1529 se establecía que éste podía gobernar en nombre del
Rey todas las tierras al sur (hasta 250 leguas) de Tumbes. posteriormente el otro líder conquistador, Diego de Almagro, obtendría el mismo
estatus en los territorios al sur de la gobernación de Pizarro. Sin embargo el límite estaba cerca del Cuzco, lo que hizo que uno y otro bando
reclamaran la posesión de la capital del Imperio incaico. Ello fue el inicio (1538) de una larga etapa de luchas intestinas entre los conquistadores,
donde no sólo se disputaron territorios sino derechos (encomiendas) y privilegios, a veces sólo entre ellos, a veces contra la corona.
La Corona española finalmente impone su autoridad estableciendo que el Perú sería un Virreinato de España. Así se estableció una corte en Lima
donde los Virreyes gobernaron ininterrumpidamente buena parte de Sudamérica entre 1544 y 1821. A partir del último tercio del siglo XVIII se
fueron creando nuevos virreinatos con territorios escindidos del virreinato peruano.
[editar] El orden virreinal
Simón Bolívar.
En 1820 el escenario se torna favorable a la independencia. Se produce el desembarco en Paracas del General argentino José de San Martín al
mando de las tropas de la Expedición Libertadora del Perú enviada desde Chile por Bernardo O'Higgins luego de haber consolidado la
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Independencia de aquel país. Luego del mencionado desembarco se realiza la Batalla De Nasca, el 14 de octubre de 1820, Nasca así jura la
independencia el día 16,Ica lo hará el 20 de octubre. Así, la situación permanece indecisa luego de varios choques y acciones de propaganda
militar (la expedición de Álvarez de Arenales), proclamaciones de independencia de varias ciudades, algunos encuentros armados (como la
batalla de Cerro de Pasco en 1820) y de negociaciones frustradas con el Virrey Pezuela. Finalmente el general español José de la Serna, tras un
pronunciamiento militar contra Joaquin Pezuela, asume el gobierno del Virreynato, abandona Lima y se establece en Cuzco. El cabildo de Lima
firma entonces el Acta de independencia que San Martín proclama el 28 de julio, convocando luego un Congreso Constituyente.Luego pasado
algun tiempo en Cusco se desata una rebelion por parte del cusqueño Jose la Puerta quien en realidad proclama la independencia desde el
Cusco.En realidad San martin no declama la independecia el que declama es Jose la Puerta, quien lo realizo el 8 de octubre de 1824.
La Serna reorganiza sus fuerzas en la sierra del Perú y en el Alto Perú, desde donde realizan incursiones sobre la costa, destruyendo un ejército
independiente en la batalla de Ica, 7 de abril de 1822, y retomando las fortalezas de el Callao. Los patriotas envían expediciones contra los
bastiones realistas de la sierra a través de los Puertos Intermedios (sur peruano), pero que son destruidas en las batallas de Torata y Moquegua,
19 y 21 de enero de 1823. El presidente José de la Riva Agüero organiza un nuevo ejército que arriba a Arequipa y se interna en el Alto Perú,
llegando a La Paz 8 de agosto de 1823, pero tras el resultado indeciso de la batalla de Zepita los patriotas sufren posteriormente la dispersión
durante una retirada precipitada. Entonces el Congreso de Lima decide encargarle a Bolívar, establecido entonces en Guayaquil, la dirección de la
guerra.
Así y luego de entregarle poderes absolutos, Bolívar con refuerzos de la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador) organiza un nuevo
ejército que permanece en Trujillo hasta tener conocimiento de la guerra civil entre los realistas por la sublevación el 22 de enero de 1824 del
general español Olañeta al mando de los realistas altoperuanos. Bolívar aprovecha esta coyuntura y dirige la campaña de Junín, 6 de agosto de
1824, y más tarde su lugarteniente Sucre obtiene la victoria de Ayacucho (9 de diciembre de 1824) que determinan el final de la guerra en el Perú
tras la toma de la fortalezas del Callao en 1826.
[editar] Tras la Independencia
Tras Ayacucho, el gobierno del Perú continuó en manos de Simón Bolívar, quien delegaba sus funciones ejecutivas en otros personajes, hasta su
destitución en 1827, año tras el cual continúan las pugnas caudillistas; el Perú ingresó a una etapa marcada por gobiernos militares, dirigidos por
los caudillos de la independencia, período durante el cual la joven república se enfrenta en una guerra con la Gran Colombia (1829).
Durante los gobiernos de José de La Mar, Agustín Gamarra y Luis José de Orbegoso el debate político se centra entre monárquicos (que
preferían establecer una monarquía constitucional para asegurar el orden interno) y republicanos; entre liberales (que, como La Mar favorecían
una presidencia controlada por el congreso) y conservadores (que, como Gamarra, eran amigos del autoritarismo); entre quienes pensaban que la
nueva república de Bolivia debía anexarse al Perú (Gamarra) y los que creían en que era necesario federarlas. De esta última opinión era el
general Andrés de Santa Cruz quien al llegar a la presidencia impulsa la unión de los dos países.
La Confederación Perú-Boliviana fue creada por Santa Cruz el 15 de junio de 1837 y disuelta el 25 de agosto de 1839 al final de la Guerra contra
la Confederación Perú-Boliviana. Al disolverse la Confederación Perú-Boliviana, los estados Norperuano y Surperuano conforman nuevamente una
sola república que permanece hasta la actualidad.
Al quedar disuelta la Confederación, Agustín Gamarra -quien participó del Ejército restaurador- es impuesto como presidente por el Congreso,
iniciando un gobierno de pacificación que termina por declarar la Guerra contra Bolivia y ser derrotado en la Batalla de Ingavi, momento tras el cual
se desata la anarquía en la república, dando efímeros golpes de Estado ente 1842 y 1843, hasta la ascensión también militar de Manuel Ignacio de
Vivanco, contra quienes de sublevan domingo Nieto y Ramón Castilla, venciendo este movimiento en la Batalla del Carmen Alto, y restituyendo al
anterior Manuel Menéndez hasta las elecciones de 1845.
[editar] La Era del Guano
Ramón Castilla
Es sólo con la primera elección de Ramón Castilla en 1845 que la República Peruana encuentra una relativa paz interior y puede organizar su
vida política y económica. Le corresponde a Castilla abolir definitivamente la esclavitud y la pena de muerte. Establece políticas de promoción de
extracción y exportación de fertilizantes naturales (guano de islas) que inician una era de prosperidad en el país. Los primeros ferrocarriles y el
alumbrado a gas llegan al Perú en este período. Durante su segundo gobierno promulgan las Constituciones de 1856 (Liberal) y la Constitución de
1860 (Conservadora), reorganiza los servicios postales y la carrera pública.
Ver: Guerra Civil Peruana de 1856-1858
En 1864 una expedición española ocupa las Islas Chincha (productoras de guano) y desata un incidente internacional de grandes consecuencias
en la política interna peruana, que llevó a un golpe de estado contra el presidente Pezet, la dictadura de Mariano Ignacio Prado y la declaratoria
de guerra a España. Tras el combate del Callao (2 de mayo de 1866), la armada española se retira del Perú.
El gobierno de José Balta fue pródigo en obras de infraestructura (construcción del Ferrocarril Central) aunque en él se perciben ya las primeras
muestras de exceso de gastos del gobierno. En las postrimerías de su gobierno, la elección, por primera vez, de un presidente civil, Manuel Pardo
y Lavalle, llevó a una insurrección militar que terminó en el asesinato de Balta y la furibunda reacción de la población de Lima (que ejecutó a los
usurpadores). Así termina lo que Jorge Basadre llamó Primer Militarismo. Pardo implementó importantes reformas de tipo liberal en la
organización del estado. Sin embargo la principal fuente de recursos del estado, el guano, sobreexplotado, se empezó a agotar y resultó inevitable
una crisis económica que el sucesor de Pardo, el ya anciano Mariano Ignacio Prado tuvo que afrontar, en medio de una virtual bancarrota del
Estado.
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Nicolás de Piérola
El gobierno de Piérola (el segundo en realidad, porque fue un desafortunado presidente de facto durante la guerra) reorganizó el Estado Peruano y
saneó las finanzas públicas, impulsando el ahorro, la bancarización y la industria, y combatiendo la corrupción. Se incrementó el empleo y una
nueva era de prosperidad empieza para el Estado. Es la llamada República Aristocrática, donde miembros de la élite social gobernarían desde
1899 hasta 1919 en paz y con crecimiento económico. El gobierno del demócrata Guillermo Billinghurst y los dos del civilista José Pardo y
Barreda fueron probablemente los más notables.
Los movimientos sociales se habían organizado notablemente en esos años en el Perú. La lucha por la jornada de las ocho horas laborales (cuyo
marco legal había sido dado por Billinghurst), la fundación de los partidos Comunista y Aprista y las poco conocidas revueltas campesinas en la
sierra sur del país (generada por los abusos de las grandes haciendas) generaron una activa vida política.
La creciente agitación social preparó el camino para la interrupción de la democracia mediante un golpe de estado del ex civilista y ex ministro de
hacienda Augusto B. Leguía quien continuaría con la política económica de sus predecesores aunque con marcados toques populistas.
El 28 de agosto de 1929 Tacna se reincorpora al Perú.
[editar] Tercer Militarismo
En 1930, el gobierno de Leguía fue terminado por un golpe de estado dirigido por el general Luis Miguel Sánchez Cerro, que tuvo importante
aceptación popular dado el descrédito del presidente Leguía tras la crisis del 29. Se sucedió un gobierno de inspiración fascista que entró en
conflicto abierto con el aprismo y las distintas facciones comunistas. El gobierno de Sanchez Cerro culminó con su asesinato por un militante
aprista durante una revista de tropas a ser enviadas para el conflicto en Leticia.
En el año 1932, un grupo de ciudadanos de la Zona fronteriza Colombia-Perú, en vista de las demandas hechas por parte de la Casa Arana y
Vigiles, se toman por asalto a la ciudad de Leticia, siendo derrotados por las armas colombianas en el hecho; se pierde la vida de 200 a 250
militares, y se ratifican las fronteras entre ambos estados como solución final del conflicto en el tratado Lozano-Salomón.[2]
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En junio de 1941, el ejército ecuatoriano agredió la zona de Zarumilla, en la frontera norte peruana, lo que desato la denominada Guerra del 41.
Perú había formado una unidad de paracaidistas en la zona e hizo uso de ella en el primer combate en el Hemisferio Sur donde intervinieron
tropas aerotransportadas, que produjo la toma de Puerto Bolívar el 31 de julio de 1941, mes cuando cesaron las operaciones militares. El Ejército
peruano se encontraba en posesión de parte de la provincia ecuatoriana de El Oro, junto al Océano Pacífico, así como de partes de la provincia de
Loja y reafirmó su control sobre los territorios orientales amazónicos sobre los que el Ecuador reclamaba soberanía. En Rio de Janeiro (Brasil) se
firma el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Rio de Janeiro el 29 de enero de 1942, que puso fin al enfrentamiento armado. Un nuevo conflicto
brotaría en 1995 en la Guerra del Cenepa, que conllevó a la firma de los Acuerdos de Itamaraty (Brasil) donde Perú donde el conflicto limítrofe
peruano-ecuatoriano tuvo su conclusión definitiva.
El retorno de la democracia es también el retorno de Manuel Prado y Ugarteche al gobierno por segundo periodo. Ante las críticas de su manejo
de la economía nombra como primer ministro a Pedro G. Beltrán quien equilibra las finanzas públicas y estabiliza la moneda peruana. La defensa
que Prado hace de los controvertidos resultados de las elecciones del 10 de junio de 1962 facilita un nuevo golpe de estado militar, aunque éste
(dirigido por Nicolás Lindley López y Ricardo Pérez Godoy) tenía un carácter reformista al punto que esboza una reforma agraria. El breve
gobierno convoca nuevas elecciones en 1963 que gana el centrista Fernando Belaúnde Terry (de Acción Popular). Belaúnde promueve obras
públicas en el interior del país e intenta llevar a cabo una serie de reformas (incluida una reforma agraria integral) pero es permanentemente
boicoteado desde el Congreso por la coalición formada por el Partido Aprista y la Unión Nacional Odriísta. En el interior del país se suceden las
conflictos sociales y la acción de guerrillas de inspiración comunista.
[editar] El gobierno militar de los años 70
La crisis política que se desata por la supuesta pérdida de una página del contrato de la International Petroleum Company con el Gobierno
Peruano, lo que genera una ola de indignación nacional y sirve de excusa para el golpe de estado de Juan Velasco Alvarado el 3 de octubre de
1968. El Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (comandado por Velasco hasta el 29 de agosto de 1975 y luego por Francisco Morales
Bermúdez) emprende una ambiciosa reforma agraria, una masiva nacionalización de empresas y toma medidas para fomentar una gran industria
estatal. Confisca los medios de prensa y hace gala de un agresivo discurso militarista y nacionalista. Pero los problemas del reformismo militar
evidencian pronto ineficiencia, endeudan al Estado y lo lanzan a una aguda crisis económica. Francisco Morales Bermúdez enfrentó el
descontento y presión popular para retornar a la democracia. Así una nueva Constitución (1979) redactada por un Congreso Constituyente elegido
democráticamente es el primer paso para el retorno a la legalidad. Luego de las elecciones del 18 de mayo de 1980, Belaúnde retorna al poder.
[editar] Historia reciente
Artículo principal: Historia del Perú desde 1980
[editar] Los años 80
Un breve conflicto fronterizo con Ecuador en enero de 1981 culmina con la victoria del Perú. Pese a tener mejores condiciones parlamentarias que
en su primer mandato, Belaúnde no supo enfrentar adecuadamente la crisis económica que se prolongó durante toda la década.
En estos años se inicia la lucha armada del grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso que durante los siguientes quince años emprendería
acciones violentas contra las fuerzas de seguridad y la población civil a través de asesinatos, ejecuciones sumarias en "juicios populares", y
ataques con bombas a la infraestructura civil y estatal. Otro grupo subversivo, devenido posteriormente en terrorista, el Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru, MRTA, comete asesinatos selectivos, secuestros y acciones de sabotaje.
Para el año 1982 la organización Miss Universo decició realizar la final del concurso en la ciudad de Lima y esto hizo que aumentara de forma
razonable el turismo para el país mientras que los grupos terroristas empezaban a marcharse del campo a la ciudad.
El desgaste sufrido por la derecha peruana durante los primeros años de la década aseguran el triunfo del Partido Aprista en 1985. Alan García se
convierte así en el primer Presidente Aprista, contando con un moderado apoyo popular en los inicios de su gobierno. Sin embargo, tampoco pudo
lograr acabar con los problemas económicos del país: la crisis económica alcanzó su peor nivel, una hiperinflación galopante, (producto de la
emisión masiva de moneda sin respaldo) y escasez de alimentos, en medio del aumento de la actividad terrorista. García rompe con los
organismos internacionales de crédito y emprende una fallida estatización de la banca.
Esta última acción genera la protesta de la sociedad civil liderada por el escritor Mario Vargas Llosa quien luego es elegido líder de una coalición
de fuerzas de centro derecha con miras a las elecciones de 1990. Su discurso es liberal y pro empresa.
[editar] Los años 90
Para 1990, la situación del Perú era la de un país en quiebra económica, con un estado ineficiente que no podía responder a los principales
problemas del país. El principal candidato fue el escritor Mario Vargas Llosa, quien formó el Frente Democrático (Fredemo).
Sin embargo, faltando pocas semanas para las elecciones, surgió un total desconocido en política, llamado Alberto Fujimori, quien logró forzar una
segunda vuelta electoral el 10 de junio de 1990 derrotando a Vargas Llosa. Así, se inició el decenio fujimorista, que estuvo caracterizado por el
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autoritarismo, la derrota del terrorismo, las reformas liberales en la economía y la constitución de una red de corrupción que se descubrió al final
del gobierno.
Los años noventa significaron la definitiva cancelación del modelo económico dirigido por el Estado que regía el Perú desde la época del
reformismo militar. En estos años se redujo el tamaño del Estado, se abrió la economía al mercado internacional, y se privatizaron una serie de
empresas estatales, muchas de las cuales habían sido utilizadas como botines políticos por otros partidos políticos en el poder como el APRA.
En lo político, se desarrolló un discurso contra los partidos y políticos tradicionales a los que Fujimori culpó de la calamitosa situación del país el 8
de agosto de 1990. Utilizando esto como pretexto, el 5 de abril de 1992, Fujimori encabezó el autogolpe de 1992, un golpe de estado con apoyo de
las Fuerzas Armadas mediante el cual en el cual disolvió ambas cámaras del Congreso e intervino el Poder Judicial. Luego de ello convocó a una
asamblea constituyente que promulgó la constitución de 1993. Sin embargo, el ansia de poder y la corrupción fueron la otra cara de este gobierno
que marcó el devenir del país.
[editar] El siglo XXI
El 9 de abril del 2000, tras unas cuestionadas elecciones, Fujimori logra un tercer mandato. La oposición, dirigida por Alejandro Toledo, intentó
evitar la reelección por medio de masivas protestas populares en la capital. A los pocos meses, el 14 de septiembre, se difunden filmaciones
donde se mostraba claramente el soborno de algunos Congresistas de oposición y empresarios para que favorezcan al Gobierno, lo que precipitó
la caída del régimen. Fujimori renuncia desde el extranjero y se refugia en Japón, país del que es ciudadano. El Congreso no acepta la renuncia y
lo destituye, inhabilitándolo para ejercer todo cargo político por diez años. El entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, era investido
como nuevo Presidente de la República ante la renuncia de los dos Vicepresidentes el 22 de noviembre.
El Gobierno de transición se orientó a la organización de nuevas elecciones y a una profunda campaña de moralización del aparato público y las
fuerzas militares que habían caído bajo la influencia del sistema. El Presidente firma contratos de explotación para los yacimientos de gas de
Camisea, y convoca a una polémica Comisión de la Verdad para investigar la lucha contra el terrorismo de los últimos años.
En las elecciones del 8 de abril de 2001, Alejandro Toledo es declarado como nuevo Presidente de la República. Estas se caracterizan también
por el retorno de Alan García y su muy sorpresivo segundo lugar en la contienda electoral. La paradoja de su gobierno es que gozó de baja
popularidad, envuelto en acusaciones de corrupción de la más variada índole, mientras la economía peruana logro superar la recesión y tuvo un
gran crecimiento especialmente en la capital, la sierra central y la costa norte. En este período se negocia con éxito un Tratado de Libre Comercio
con los Estados Unidos el cual en su momento no era visto con buenos ojos por los campesinos del país porque temían que tuviera un efecto
negativo sobre sus economías.
En las elecciones del 9 de abril y 4 de junio de 2006, en medio de un ambiente enrarecido por diferentes protestas de organizaciones sociales
pugnando por una mejor distribución de la riqueza nacional, es reelegido Presidente de la República Alan García, (con un discurso perfil más
moderado y revindicador que el de su primer gobierno) frente al nacionalista Ollanta Humala.
Salitre en Perú
Historia Contemporánea de América. Industria salitrera peruana. Tragedia de la Escuela Domingo Santa María de Iquique
Epoca del Salitre
El empleo del salitre peruano desde la década de 1830 significó un éxito de proporciones. Desplazadas así la nitrerías artificiales, se inició una
dura competencia entre el salitre de Tarapacá y el proveniente de Bengala (India), que hasta entonces abastecía necesidades de los campos
europeos.
El bajo precio del salitre tarapaqueño desplazó al producto hindú. Frente a la sostenida demanda en Tarapacá se instalaron "Oficinas de
Paradas". Estas era un fondo de cobre o fierro donde se disolvía a fuego directo el caliche, un estanque para clarificar el caldo, y bateas en que se
efectuaba la cristalización.
En cuanto al comercio del salitre se realizaba en el Callao, pasado hacia 1840 a efectuarse en Valparaíso, sede de habilitadores y de agencias
comerciales inglesas.
A partir de 1850, la industria salitrera de la Primera Región atrajo a ingleses y chilenos. Personajes como Tomás y Angel Custodio Gallo, la firma
Cousiño y Garland y Pedro Gamboni introdujeron el empleo del vapor en el proceso de lixiviar el salitre, base de las oficinas de
máquina, capaces de trabajar con caliches de escasa ley.
El comercio y la banca de Valparaíso habilitaron a numerosos
industriales para la renovación tecnológica y la construcción de plantas
de avanzado diseño. Esto es el caso, de la empresa Gibbs y Cía.,
contribuyó al nacimiento de la Compañía de Salitres de Tarapacá.
Además se solucionó el problema de transporte a través del ferrocarril.
Las veinticinco oficinas de la región de La Noria fueron unidas al
puerto de Iquique por la sociedad Ramón Montero y Hnos., amparada
con un privilegio exclusivo del gobierno peruano.
En 1875 el gobierno peruano expropió las salitreras de Tarapacá y
emitió Certificados Salitreros. Durante la Guerra del Pacífico dichos
certificados decayeron el 10 por ciento de su valor, oportunidad
aprovechada por el inglés John T. North quien compró la mayoría de
los papeles con créditos de bancos chilenos y los aportó como activo
a sociedades formadas en Londres. Se le llamó el "Rey del Salitre".
Capitales ingleses controlaban hacia fines del siglo XIX el 60 por
ciento de la industria del salitre.
Para movilizar la producción salitrera a puertos y subir el
abastecimiento de alimentación, combustible y agua necesarios para
la población e industria, se construyeron entre 1870 y 1903
ferrocarriles que servían a todos los cantones de producción.
Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial y el consiguiente cierre
de los mercados tradicionales, la crisis industrial salitrera adquirió
caracteres de extraordinaria gravedad. Alemania, principal importador
europeo y, Francia estaban dedicados a acondicionar sus economías
a las necesidades surgidas del conflicto. El transporte, monopolizado
por los beligerantes, dificultó el despacho del abono. Además, fueron
drásticamente restringido los créditos extranjeros.
También se introdujo el nitrato sintético lo que desencadeno el fin de la historia salitrera. La creciente necesidad mundial de abonos
nitrogenados y la guerra, incentivaron a que los países europeos, en
especial Alemania desarrollara su propio abastecimiento sobre la
base de sulfato de amonio sintético.
El éxito de éste alcanzado desplazó paulatinamente a la producción
chilena la que en 1910 representaba el 65 por ciento de los abonos
nitrogenados consumidos en el mundo. Esta bajó al 30 por ciento en
1920 y al 10 por ciento hacia 1930. En los años 50 la producción de
salitre en Chile representaba sólo el 3 por ciento del consumo
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nacional.
En la actualidad la explotación salitrera está en manos de la Sociedad
Química y Minera de Chile (Soquimich), empresa privada que
mantiene en explotación dos oficinas en la Región de Antofagasta.
Se estima un nuevo auge de esta industria debido al alto precio
alcanzado por el yodo y la revalorización mundial de los abonos de
origen natural.
La Tragedia de la Escuela Domingo Santa María de Iquique
Autor: Mario Zolezzi Velásquez
IV.- Después de la Tragedia:
Los pampinos, abatidos y defraudados, en su casi totalidad regresaron en trenes a las oficinas. Un gran número de sus compañeros quedaron
para siempre bajo tierra iquiqueña. Había terminado su terrible odisea en la Capital del Salitre. El 24 de diciembre abrió sus puertas todo el
comercio mayorista. Volvió la actividad en casi todas las fábricas locales, y se regularizó el servicio de trenes al interior. Para consolidar la
normalidad en Iquique y la pampa, el crucero Esmeralda se
dirigió a Coquimbo para traer al regimiento Arica. En el transporte Maipo arribo una fuerza del regimiento Carabineros destinada a cubrir guarnición
en las salitreras. En enero de 1908 los salitreros se comprometieron al sostenimiento de los carabineros encargados del mantenimiento del orden
en la pampa.(26) El 25 de diciembre salió de Montevideo el crucero Sappho rumbo a Iquique, a donde arribó el 7 de enero de 1908. La llegada de
ese buque de Su Majestad produjo gran
satisfacción en la colonia británica.
Las autoridades recibieron cordialmente a los marinos extranjeros. Después del cruento acontecimiento muchos obreros bajaron a Iquique con sus
familias para dirigirse al sur. Comenzó también la emigración de trabajadores peruanos, bolivianos y argentinos. La tragedia del 21 causó mucha
impresión en Lima. El Comercio lamentaba, que en este
contienente, donde el problema social recién principia a delinearse se susciten ante una de sus manifestaciones que, se mantenía aún en los
límites de una resistencia pasiva, conflictos tanto o más crueles y sangrientos, que aquellos de que suelen ser, periódicamente teatro los viejos
países de Europa. El diario daba a conocer que entre las víctimas se hallaban trabajadores peruanos, noticia que ha repercutido aquí
dolorosamente por la forma brutal en que la victimación se ha
realizado.(27) El Tarapacá, en su edición del 26 de Diciembre, condena la forma y desarrollo revolucionario y sedicioso impreso por sus cabecillas
a la huelga de los trabajadores de la pampa. Enseguida expresó: que no puede censurarse a la autoridad por las medidas violentas que tomó para
hacer cesar ese estado de cosas, tan profundamente irregular y pernicioso para el orden social establecido.
El conocido abogado Horacio Mujica en el mismo diario, el 28 de Diciembre, en un artículo titulado Enseñanzas de la Huelga, expresó: Saquemos
de ello enseñanzas de la Huelga, curemos el mal en su fuente, en su raíz, en sus causas verdaderas, evitemos que el mal se produzca y no
tendremos necesidad de imponer por la fuerza soluciones que sólo el derecho y la justicia y sobre toda la convicción de ésta debe producir. En la
Memoria de 1907, el delegado Fiscal de
Salitreras, fechado en mayo de 1908, señala la necesidad de dictar una legislación que contemple las relaciones de patrones y obreros, mire por
el bienestar material y moral del trabajador y sus familias en la pampa, y se asegure eficazmente el exacto cumplimiento de todas las disposiciones
que se dicten.(28)
V.- Conclusión:
Leopoldo Castedo califica este deplorable suceso como un baño de sangre(29) Gonzalo Vial escribe que los hechos de Iquique no tuvieron
justificación. Los huelguistas no cometieron ningún desorden importante, ni amenzaron a la población, los patrones o la autoridad; ni pretendieron
sustituir a ésta. Se hallaban además, desarmados. En fin lo pedido por los huelguistas no era irrazonable, ni se mostraron inflexibles
discutiéndolo.(30) El pampino era solidario pero le faltaba la unidad y ésta la logró en el crítico año de 1907. Tras largos años de se refrenados sus
impulsos de reivindicación social, al fin estalló la gran huelga en la provincia de Tarapacá. Esta representó una clara demostración de la fuerza de
los trabajadores de la pampa ente el agobiado gobierno de Pedro Montt y los prepotentes salitreros, lo que puso de manifiesto en forma destacada
la existencia de la Cuestión Social en Chile.
El gran movimiento se desarrolló en pleno auge de la industria del oro blanco, durante la existencia de la República Parlamentaria que nació luego
de la derrota del régimen de Balmaceda en los campos de batalla en 1891. En la cruenta lucha fraticida los obreros de las oficinas prestaron a la
causa rebelde valiosos servicios en los frentes laboral y de guerra para la obtención de la victoria final de los enemigos de Balmaceda, entre los
cuales se hallaban Pedro Montt, Rafel 2º
Sotomayor y Roberto Silva. Esta actitud de los pampinos se debió a la represión balmacedista en la Oficina Ramírez que echó en masa en brazos
de la revolución a los trabajadores de las salitreras, según indica Encina.(31) Años más tarde la ingrata República Parlamentaria insensible a las
demandas obreras, reprimió sangrientamente la huelga de los pampinos tarapaqueños.
La acción militar del 21 de Diciembre de 1907 significó un golpe doloroso y paralizante para el movimiento obrero del salitre de Tarapacá y una
advertencia para el de la provincia de Antofagasta, donde no estalló el movimiento huelguístico.
De esta forma, el desarrollo de la industria salitrera, vital para la economía nacional continuó sin perturbaciones de este
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tenía que salvar ásperas montañas y enormes distancias, el salitre y el guano yacían en la costa casi al alcance de los barcos que venían a
buscarlos.
La fácil explotación de este recurso natural dominó todas las otras manifestaciones de la vida económica del país. El guano y el salitre ocuparon
un puesto desmesurado en la economía peruana. Sus rendimientos se convirtieron en la principal renta fiscal. El país se sintió rico. El Estado usó
sin medida de su crédito. Vivió en el derroche, hipotecando su porvenir a la finanza inglesa.
Esta es a grandes rasgos toda la historia del guano y del salitre para el observador que se siente puramente economista. Lo demás, a primera
vista, pertenece al historiador. Pero, en este caso, como en todos, el hecho económico es mucho más complejo y trascendental de lo que parece.
El guano y el salitre, ante todo, cumplieron la función de crear un activo tráfico con el mundo occidental en un período en que el Perú, mal situado
geográficamente, no disponía de grandes medios de atraer a su suelo las corrientes colonizadoras y civilizadoras que fecundaban ya otros países
de la América indo-ibera. Este tráfico colocó nuestra economía bajo el control del capital británico al cual, a consecuencia de las deudas contraídas
con la garantía de ambos productos, debíamos entregar más tarde la administración de los ferrocarriles, esto es, de los resortes mismos de la
explotación de nuestros
recursos.
Las utilidades del guano y del salitre crearon en el Perú, donde la propiedad había conservado hasta entonces un carácter aristocrático y feudal,
los primeros elementos sólidos de capital comercial y bancario. Los profiteurs directos e indirectos de las riquezas del litoral mpezaron a constituir
una clase capitalista. Se formó en el Perú una burguesía, confundida y enlazada en su origen y su estructura con la aristocracia, formada
principalmente por los sucesores de los encomenderos y
terratenientes de la colonia, pero obligada por su función a adoptar los principios fundamentales de la economía y la política liberales. Con este
fenómeno -al cual me refiero en varios pasajes de los estudios que componen este libro-, se relacionan las siguientes constataciones: "En los
primeros tiempos de la lndependencia, la lucha de facciones y jefes militares aparece como una consecuencia de la falta de una burguesía
orgánica. En el Perú, la revolución hallaba menos definidos, más retrasados que en otros pueblos hispanoamericanos, los lementos de un orden
liberal burgués. Para que este orden funcionase más o menos embrionariamente tenía que constituirse una clase capitalista vigorosa. Mientras
esta clase se organizaba, el poder estaba a merced de los caudillos militares. El gobierno de Castilla marcó la etapa de solidificación de una clase
capitalista. Las concesiones del Estado y los beneficios del guano y del salitre crearon un capitalismo y una
burguesía. Y esta clase, que se organizó luego en el 'civilismo', se movió muy pronto a la conquista total del poder".
Otra faz de este capítulo de la historia económica de la República es la afirmación de la nueva economía como economía prevalentemente
costeña. La búsqueda del oro y de la plata obligó a los españoles -contra su tendencia a instalarse en la costa-, a mantener y ensanchar en la
sierra sus puestos avanzados. La minería -actividad fundamental del régimen económico implantado por España en el territorio sobre el cual
prosperó antes una sociedad genuina y típicamente agraria-,
exigió que se estableciesen en la sierra las bases de la Colonia. El guano y el salitre vinieron a rectificar esta situación.
Fortalecieron el poder de la costa. Estimularon la sedimentación del Perú nuevo en la tierra baja. Y acentuaron el dualismo y el conflicto que
hasta ahora constituyen nuestro mayor problema histórico.
Este capítulo del guano y del salitre no se deja, por consiguiente, aislar del desenvolvimiento posterior de nuestra economía. Están ahí las raíces
y los factores del capítulo que ha seguido. La guerra del Pacífico, consecuencia del guano y del salitre, no canceló las otras consecuencias del
descubrimiento y la explotación de estos recursos, cuya pérdida nos reveló trágicamente el peligro de una prosperidad económica apoyada o
cimentada casi exclusivamente sobre la posesión
de una riqueza natural, expuesta a la codicia y al asalto de un imperialismo extranjero o a la decadencia de sus aplicaciones por efecto de las
continuas mutaciones producidas en el campo industrial por los inventos de la ciencia. Caillaux nos habla con evidente actualidad capitalista, de la
inestabilidad económica e industrial que engendra el progreso científico (3).
En el período dominado y caracterizado por el comercio del guano y del salitre, el proceso de la transformación de nuestra economía, de feudal
en burguesa, recibió su primera enérgica propulsión. Es, a mi juicio, indiscutible que, si en vez de una mediocre metamorfosis de la antigua clase
dominante, se hubiese operado el advenimiento de una clase de savia y élan nuevos, ese proceso habría avanzado más orgánica y seguramente.
La historia de nuestra posguerra lo demuestra. La derrota -que causó, con la pérdida de los territorios del salitre, un largo colapso de las fuerzas
productoras- no trajo como una
compensación, siquiera en este orden de cosas, una liquidación del pasado.
LA GUERRA
DEL
PACÍFICO
_____________________________________________________________________________
Introducción
Este trabajo de investigación da a conocer un capítulo muy importante de la historia chilena como es La
guerra del Pacífico.
Este conflicto duró cinco largos y sacrificados años, sus causas surgieron cuando los países sudamericanos
se independizaron.
Una causa importante fueron los problemas limítrofes entre Bolivia y Chile , quienes discrepaban por quién
debería tener la soberanía de la provincia de Tarapacá, que tenía un gran potencial económico debido a la
plata, el guano, y el salitre. Para todos, el límite de Chile era el desierto de Atacama. Sin embargo, muchos
tenían la siguiente duda: ¿Chile empezaba donde terminaba el desierto o, por el contrario, Chile comenzaba
junto con el desierto?
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Desde hacía ya varios años, se habían instalado en esta región bastantes trabajadores chilenos y bolivianos
que explotaban el guano y el salitre. Este último era un mineral muy apreciado.
El auge del salitre se convirtió en un verdadero problema debido a su productividad, esto no solo atraía
capitales sino personas para realizar la mano de obra por su puesto esto creó una verdadera sociedad en las
salitreras.
La guerra fue escenario de acciones totalmente patrióticas como el combate naval de Iquique o la Batalla de
la Concepción .La guerra se desarrolló en el norte de nuestro país hasta el sur del Perú.
Las epopeyas realizadas son un ejemplo de patriotismo y valor, que están grabadas en la memoria de todos
los chilenos .
Causas de la guerra
A mediados del siglo XIX, la 1° Región del país se destacaba por su riqueza en plata, guano y salitre
atrayendo gente y muchos capitales. En 1842 el gobierno de Chile dictó una ley para la explotación del
guano, esta establecía que la frontera con Bolivia se ubicaba en el paralelo 23° latitud sur, Bolivia reclamó
arguyendo que la frontera se situaba en el paralelo 25° lat. sur.
En el tratado de 1866, se fijó que la soberanía de Chile llegaba hasta el paralelo 24°lat. Sur, y que existiría
una medianería de la explotación de los productos de la región .
Veinte años más tarde en la década de 1870 , vino una aguda crisis que afectó a Chile , Bolivia y Perú .
Intereses económicos comunes en aquella región acercaron a Bolivia y a Perú que firmaron un tratado(1873)
que los aliaba para responder a cualquier agresión externa .
El tratado de 1866 entre Chile y Bolivia producía roces entre los dos países, estos optaron por establecer otro
tratado en 1874 en el cual se puso como frontera el paralelo 24° y se prohibió a Bolivia imponer nuevas
contribuciones o subir las existentes, por un lapso de 25 años a las empresas chilenas que se hallaban en los
paralelos 23° y 24°.
En 1878 Bolivia violó el tratado y cobró un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre a las compañías
chilenas, Chile protestó y el gobierno boliviano ordeno el remate de las compañías. El día de remate era el
14 de febrero , las tropas chilenas desembarcaron en la zona para impedir la acción. Bolivia en respuesta
declaró la guerra a Chile y este al enterar se del tratado secreto de Perú y Bolivia declaró la guerra a los
dos países, teniendo en cuenta que estos dos países tenían un poderío bélico mayor.
Etapas de la guerra
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3.-La Campaña terrestre
Esta es la primera etapa de la guerra, ocurrió el 14 de febrero de 1879 este era el día de remate de las
industrias salitreras ,los soldados desembarcaron en esta ciudad y se la tomaron para impedir el remate de las
industrias. La ciudad fue controlada con mucha facilidad, este hecho fue el que desencadeno la guerra. Al
comienzo de la guerra, la zona de Antofagasta estaba poblada en más de un 95% por chilenos y sólo el 2%
eran bolivianos, principalmente funcionarios públicos.
Después los hombres avanzaron hasta Calama -en ese entonces Calama era una pequeña aldea situada en la
parte oriental del Loa-, que esta estaba guarnecida por 100 refugiados bolivianos los que habían huido de
Antofagasta y de toda la provincia tomada por la armada chilena. 554 hombres chilenos se tomaron esta
aldea el día 23 de marzo de 1879, la batalla duro tres horas y dejó un saldo de 20 muertos bolivianos y 34
prisioneros y en el lado chileno 4 personas quedaron heridas y 7 patriotas murieron.
En el mar también había actividad, el 21 de marzo del 1879 Chile tomó posesión de los puertos de Cobija y
de Tocopilla , hasta este tiempo nuestra escuadra no tenía un plan definitivo de
operaciones hasta que el gobierno planeó tomar sorpresivamente en el Callao al a escuadra peruana que
todavía no estaba lista para realizar operaciones si no se lograba batirla se establecería el bloqueo para
impedir toda actividad , Williams Rebolledo planeó tomarse Iquique y hostilizar a las poblaciones peruanas
del litoral de Tarapacá para obligar a la escuadra enemiga a salir a protegerlas y decidir el dominio del mar
en un combate de escuadras , y los días 3 y 4 salió de Antofagasta para ir a bloquear a Iquique.
La escuadra peruana con parte de su escuadra formada ya empezaba a realizar sus operaciones. La
inferioridad temporal de la escuadra enemiga solo les permitía transportar tropas a Tarapacá y viajar a
Panamá a buscar armamento bélico. Siguiendo sus planes los transportes peruanos embarcaron tropas y
armas por un tiempo. Mientras en el lado chileno todo era un descuido, Perú tenia todo fríamente calculado
y tenía un servicio de espionaje casi perfecto .Perú tenía la virtud de la discreción, pero Chile no, los
periódicos informaban todas las operaciones de nuestro país. Perú supo aprovechar nuestra desventaja.
Producto del espionaje Perú supo que el Copiapó , transporte arrendado por nuestro país , iba hacia el norte
y mandó a la Unión y al Pilcomayo a apresarlos pero no encontraron al Copiapó mas se toparon con el
buque chileno Magallanes que las esquivó después de unos cañonazos
Mientras ocurría el combate en Iquique, la Covadonga fue perseguida por la Independencia hasta que con
una audaz maniobra de Carlos Condell , capitán de la Covadonga, la nave peruana encalló.
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4.- Segundo Combate naval de Iquique
Poder Tipo de
Buque Desplazamiento Andar(nudos) Blindaje N° Cañones
máquina buque
Blanco Blindaje de
3560 T 2970 HP 12 9" 9
Encalada fierro
Blindaje de
Cochrane 3560 T 2970 HP 12 9" 9
fierro
Corveta de
Chacabuco 1650 T 1200 HP 11 9
madera
Corveta de
O`Higgins 1650 T 1200 HP 11 9
madera
Corveta de
Esmeralda 850 T 200 HP 3 12
madera
Cañones
Magallanes 950 T 1230 HP 10,5" 3 fierro y
madera
Cañones de
Covadonga 412 T 140 HP 7 2
fierro
Toltén 240 T 240 HP 9 4 Vapor rueda
Amazonas 1970T 2400HP 9 4 Transporte
Angamos 1180 T 1480HP 9 1 Transporte
Jaqueneo 30T ? ? 2 torpedos Torpedera
Colocolo 30T ? ? 2 torpedos Torpedera
Tucapel 30T ? ? 2 torpedos Torpedera
Fresia 30T ? ? 2 torpedos Torpedera
Poder N° de Tipo de
Buque Desplazamiento Andar Blindaje
Máquina cañones Buque
Huáscar 1130 T 1200HP 11Nudos 45" 4 Monitor
Manco Capac 1003 T 350HP 11Nudos 3" 2 Monitor
Atahualpa 1003 T 350HP 11Nudos - 2 Monitor
Corbeta
Unión 1150 T 500HP 12 Nudos - 14
Madera
Cañonera
Pilcomayo 600T 250HP 11Nudos - 10
Madera
Chalaco 1000T ? 11Nudos - - Transporte
Talismán 310T ? ? - 2 Transporte
Limeña 1163T ? 12 Nudos - ? Transporte
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Oroyo 1169T 400HP ? - ? Transporte
Campaña Terrestre
Las campañas terrestres constituyeron la segunda etapa de la guerra. En ésta, la primera campaña tuvo
como objetivo apoderarse de Tarapacá, zona peruana de grandes riquezas mineras. Después de diversos
enfrentamientos, el territorio de Tarapacá quedó en poder de los chilenos.
2.-Combate en Germania
3.-Batalla de Dolores
Con esta campaña se logró tomar toda la segunda región y la mayor parte de la Primera. En esta campaña se
destacó el 2° de línea y Eleuterio Ramírez, quien murió en la batalla de Tarapacá.
Las fuerzas peruanas superaban numéricamente a las chilenas pero las peruanas tenían una muy mala
organización ,estas después de dicha batalla los peruanos huyeron hasta Arica ,así Chile se apoderó de
Tarapacá.
En esta Campaña el ejército boliviano se retira (batalla de Tacna). El coronel Pedro Lagos se tomó el Morro
de Arica en 55 minutos, frente a Bolognesi y a muchos soldados peruanos que eran notablemente superiores.
Murieron 479 chilenos y 900 peruanos. Después de esta campaña vino la conferencia de Arica en la cual no
se logró nada porque los aliados no quisieron ceder Tarapacá y Antofagasta
Desembarcaron 25.000 chilenos que cumplieron su objetivo y se tomaron Lima. Se pensó que este iba a ser
el final de la guerra, pero al no constituirse un gobierno legal para la paz , esta se prolongó.
d)Campaña de La Sierra
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3° Expedición: Batalla de Huamachuco
Después de la toma de Lima el ejercito peruano se internó en la región de la sierra , esta está a una gran
altura sobre el nivel del mar los soldados peruanos se escondieron en los pequeños pueblos de esta región ,
además integraron al ejército una infinidad de indios. En las batallas realizadas en esta campaña el número
de combatientes peruanos era notablemente superior al chileno, y se utilizó el sistema de guerra de
guerrillas para atacar , es decir , atacaban por sorpresa. La última batalla de la guerra fue la de
Huamachuco.
Consecuencias de la guerra
Chile fue el país más favorecido después de la guerra, aunque perdió el territorio de la puna y la Patagonia
con Argentina, Chile anexó los territorios de Antofagasta y Tarapacá, mediante el tratado de Ancón (20 oct.
1883) y el tratado con Bolivia (4 abr. 1884) ,la zona de Tacna y Arica quedo bajo la soberanía de Chile por
10 años pasado ese tiempo se llamaría a un plebiscito y el país favorecido indemnizaría al otro con 10
millones de pesos. Las riquezas económicas de Tarapacá atrajeron a Chile muchos capitales extranjeros ,con
esto nuestro país mejoró la salud, la educación y desarrolló obras de adelanto.
Como las Oficinas Salitreras requerían mano de obra los campesinos o combatientes de la guerra se fueron
a trabajar a ellas. También con este cambio social nace la clase media, producto de la educación gratuita y la
prosperidad económica.
Personajes de la guerra
OFICIALES
OFICIALES YCLASES
SOLDADOS
59.-BonifacioLagos(4°ta Cía)
68.-Lorenzo Jofré
71.-Francisco Contreras
72.-Pablo González
18
73Zenon Ortiz
74.-Miguel Prado
75.-Juan Montenegro
76.-Casimiro Olmos
77.-Pedro Gonzáles
11
3.-Batalla de Tacna
a)Campaña de Tarapacá
c)Campaña de Lima
d)Campaña de la Sierra
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Dirigió la Toma
Heridos en Chorrillos
La Esmeralda y la Covadonga tenían como misión bloquear el puerto de Iquique pero el día 21 de mayo
llegan hasta este el Huáscar y la Independencia .Después de un largo combate el monitor peruano venció a la
Esmeralda
La campaña Marítima
Cochrane
Huáscar
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Tacna, Arica y Tarapacá hasta 1929
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Se ha sugerido que este artículo o sección sea fusionado con Historia de Arica (ver la discusión al
respecto).
Una vez que hayas realizado la fusión de artículos, pide la fusión de historiales en WP:TAB/F.
Esta región recibía en la época preinca el nombre de Colesuyo, y posteriormente con la dominación Inca
pasa a formar parte del Collasuyo. Como evidencia de esta temprana colonización en el norte del desierto de
Atacama, se fundaron poblados que recibían los nombres de Tácana (Tacna), Ari-Iqui (Arica), Iqui-Iqui
(Iquique) y Tarapaká (Tarapacá).
Posteriormente con la conquista española sus nombres cambiaron a San Pedro de Tacna, San Marcos de
Arica y San Lorenzo de Tarapacá e integraban el Corregimiento de Arica. En el siglo XVIII se crea el
Corregimiento de Tarapacá
En 1784 durante el gobierno del virrey Teodoro de Croix fue establecido el sistema de intendencias en el
virreinato del Perú. La Intendencia de Arequipa tomó como base al obispado de Arequipa, en cuyo territorio
estaban los corregimientos de: Arequipa, Arica, Moquegua, Camaná, Collaguas o Cailloma, Condesuyos de
Arequipa y Tarapacá. Estos corregimientos pasaron a ser partidos de la intendencia.
Con la independencia americana la región se convirtió en el Departamento Litoral con las provincias de
Tacna y Tarapacá, con capital Tacna.
Durante la República, en 1857, se crea el Departamento de Moquegua con las provincias de Tacna, Arica,
Moquegua y Tarapacá. En 1875 se crea el Departamento de Tacna con las provincias de Arica, Tacna y
Tarata. La Provincia Litoral de Tarapacá se convierte en Departamento de Tarapacá en 1878.
Contenido
1 Geografía y Demografía
2 Época del inicio de la civilización: 10.000 AC
3 Época de la expansión Tiahuanaco-Colesuyo: siglo IX
4 Época de la dominación del Imperio Inca: siglo XV
5 Época de la Conquista Española: siglo XVI
6 Época del Virreinato del Perú: siglo XVII, XVIII
o 6.1 Los corregidores
o 6.2 Desastres naturales
o 6.3 Los piratas
7 Época de la independencia americana: siglo XIX
o 7.1 Rebeliones
o 7.2 Independencia del Perú
8 Época de la República Peruana
o 8.1 La Confederación Perú-Boliviana
o 8.2 La ocupación boliviana
21
o 8.3 Sucesos naturales
o 8.4 Edificaciones
o 8.5 Entidades gubernamentales
o 8.6 Actividades comerciales
o 8.7 Organización territorial
9 Época de la ocupación chilena
o 9.1 Guerra del Pacífico
o 9.2 La ocupación
10 Batallas en Tacna, Arica y Tarapacá
11 Tradiciones peruanas
o 11.1 Virgen del Rosario de las Peñas
o 11.2 Nuestra Señora del Carmen de la Tirana
o 11.3 El Señor de Locumba
12 Ilustres peruanos nacidos antes de 1929
o 12.1 En Tarapacá
o 12.2 Descendientes de tarapaqueños
o 12.3 En Arica
o 12.4 En Tacna
13 Véase también
14 Bibliografía
15 Notas
16 Enlaces externos
o 16.1 Leyes
Debido a que se encuentra frente a la placa de Nazca, en la zona constantamente ocurren sismos, terremotos
y maremotos que han cambiado la configuración de las ciudades durante varios siglos.
Los idiomas predominantes han sido el idioma aimara desde épocas precolombinas y el idioma español a
partir de la conquista. Han desaparecido en la región lenguas como el uro y el puquina.
La corriente de Humboldt provee a la zona un clima particular con neblinas y también una gran variedad
ictiológica.
Petroglifos de Miculla.
22
Los naturales de la región desde los inicios de la civilización realizaron pinturas rupestres, canastería, pesca,
momificaciones, alfarería y comercio por trueque de alimentos con la zona andina.
Hace 10.000 AC años en la Cueva de Toquepala se iniciaron las pinturas rupestres, arte que se ha
encontrado también en Arica. El primer taller lítico de la zona seria Caru a 3 km de Tarata de 8.000AC.
También son reconocidos de ésta época los petroglifos de Miculla y del Valle de Azapa; así como las
momificaciones de la cultura Chinchorro
La expansión Tiahuanaco del 800DC se desplazó por todo el Colesuyo y encontró en la costa poblados tal
vez milenarios como los camanchacos, puquinas, atacameños y uros.
La zona desértica entre Tacna y Tarapacá estaba habitada por la tribu de pescadores Camanchacos (neblina
en Quechua), que usaban la sal para hacer charqui de pescado y las pieles de lobo para sus balsas; pero que
no conocían la agricultura.
En la costa formaron un caserío al que los Tiahuanaco llamaron Ariacca o Ariaka o Ariqui. Este nombre
de origen aymara significa, según Rómulo Cúneo Vidal, Ari (peñón) Iqui (lugar de dormir) - Peñón
dormidero (de aves); según Manuel A. Quiroga, Ari (filo) Aka (punta) - Punta cortante; y según Carlos Auza
Arce, Ari (cerro) Acca (vecino) - Lugar junto al morro
Empezaron a cultivar en las laderas del río Kapallina en un lugar llamado Táccana o Tákana que puede
significar; según Manuel A. Quiroga, Ta (arranque) ka (divide) na (asiento) - Asiento o lugar de división o
repartición, según Rómulo Cúneo Vidal: Taccana - Lugar cultivado en eras de suave gradería.
El nombre Tarapaká también tiene origen aymara: Tara (agrupación), paka (Gavilán) - Grupo de gavilanes;
así como el nombre de Ique-Ique que en aymara significa lugar de descanso.
Los aymara llamaron Camanchacos a los pobladores de la región por la neblina que encontraron a su paso.
Los conquistadores españoles los llamaron Camanchangos o simplemente Changos. Los Tiahuanaco no
poblaron directamente la región, por que sus animales y sus alimentos alto andinos perecían en la costa,
23
pero tenían a los caciques de la zona como sus súbditos; a la frontera entre los señores de Tiahuanaco y los
costeños se le conoce como línea de la coca por que después de ella no se podría cultivar.
Serían los Cole quienes cultivarían la tierra a diferencia de los Camanchacos, los pescadores. Los coles
brindaron nombre a esta región que se llamó el Colesuyo; que con el inicio de la colonia española se
convirtió en el Corregimiento del Colesuyo.
Fue el inca Pachacútec que inicia la expansión del imperio Inca y quien conquista la meseta del Collao hacia
la segunda mitad del siglo XV, donde el gran señor de Chucuito le rendió tributo al emperador del
Tahuantinsuyo.
Sería el Inca Yahuar Huaca quien recorrería las costas de esta región y tomarían posesión y luego Túpac
Inca Yupanqui ampliaría su recorrido hasta el Rio Maule, dejando gobernadores y mitimaes.
El último Inca en recorrer el Collasuyo sería Huayna Capac que enterado de una insurrección en Quito
volvió hacia el Cuzco.
Desde antes de esta alianza, el Señor de Chucuito controlaba las zonas altas en el Collao y las zonas bajas en
la costa como Moquegua, Ilabaya, Sama, Tacna, Lluta, Arica y Camarones.
A finales del siglo XVI el Señor de Chucuito fue Juan Catari Apasa y bajo sus dominios se encontraban los
valles Lupacas desde Ilo hasta Camarones, gobernando todo Chucuito desde un lugar llamado Pachía.
Los curacas de la región costera del Reyno de Chucuito al inicio de la conquista española fueron:
24
[editar] Época de la Conquista Española: siglo XVI
Hacia 1533, el primer español que recorrió la costa sur del Tahuantinsuyo fue el andaluz Pedro Calvo de
Barrientos. Habría cometido algún delito para sus camaradas, por lo que busco refugio con el cautivo Inca
Atahualpa, quien le entregó una borla a manera de pasaporte para que los habitantes de la costa lo
reconocieran como su protegido. Fue recibido por el curaca Istaca en Tácana donde se abasteció de
alimentos y luego de peces salados en Ariaca para continuar su ruta hacia Tarapacá y Atacama, donde
encontrando un conflicto local entre los curacas Tongolongo y Michimalonco, ayudó a este último a vencer
a su enemigo con sus artes hispánicas; estableciéndose en este poblado, cuya fama recorrió la región sur del
Tahuantinsuyo.
Los primeros enfrentamientos entre los naturales y los conquistadores ocurrieron en el mar en 1536. Primero
los tácanas sitiaron el navío "Santiaguillo" en sus costas en el mes de mayo y en octubre los ariaqueños
hicieron los mismo con el navío "San Pedro" frente a su poblado. Los conquistadores tuvieron que huir en
sus naves en ambos enfrentamientos.
El primer conquistador por estas tierras fue Diego de Almagro que retornó derrotado de su recorrido por
Chile. Acompañaban a Diego de Almagro de regreso al Cuzco dos evangelizadores llamados Fray Antonio
Rendon Sarmiento y Fray Francisco Ruiz Castellano quienes en su recorrido fueron bautizando los poblados
con la primera misa otorgándoles el nombre del santoral de la fecha, así: Pica fue el día de San Andrés, a
Tarapacá el día de San Lorenzo, Arica el día de San Marcos, San Miguel de Azapa el día de San Miguel,
Tacna el día de San Pedro, Tarata el día de San Benito.
El segundo conquistador fue Pedro de Valdivia quien organizó campamentos en Arequipa, Tacna y
Tarapacá antes de iniciar su recorrido hacia el sur del continente.
Fue Pedro Pizarro quien sofocó la rebelión de Manco II en 1536 en las regiones de Chucuito, Moquegua,
Tacna y Taparacá. Luego, se le entregarían al mismo Pedro Pizarro las encomiendas de Tacna y Arica
mientras que la encomienda de Tarapacá a Lucas Martínez Vegazo.
25
Corregimiento de Arica hacia 1777
El 25 de abril de 1541 fue fundada la ciudad de Arica por Lucas Martínez Vegazo (vecino de Arequipa) que
comprendía los cacigazgos Lluta y Azapa. El Rey Felipe II de España le brindó el título de Ciudad en 1575.
El 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I de España por Real Cédula firmó en Barcelona las llamadas
Leyes Nuevas, un conjunto legislativo para las nuevas colonias americanas entre las cuales dispuso la
creación del Virreinato del Perú en reemplazo las antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva León al
tiempo que la sede de la Real Audiencia de Panamá fuera trasladada a la Ciudad de los Reyes (Lima). El
flamante virreinato comprendió extenso territorio entre Panamá y Chile, de norte a sur, a excepción de la
actual Venezuela y, hacia el este, hasta la Argentina, con la excepción del Brasil, que pertenecía al dominio
portugués.
En 1545 se descubre las minas de plata en el cerro de Potosí, pero su extracción era insignificante por
método de hornos usado para liberar el mineral. Seria hasta 1574 que gracias a nuevas técnicas que
utilizaban mercurio (proveniente de Huancavelica) brindaría desarrollo a la ciudad como ruta de suministros
y de minerales extraídos del yacimiento de plata del cerro de Potosí. De allí que el cerro en forma cónica en
el escudo de la ciudad de Arica representa al cerro de Potosi del Alto Perú.
En 1600 las encomiendas de Lluta, Arica, Azapa, Tarapacá eran entregadas a Pedro Cordova Mesia, a quién
después se le entregarían los valles de Tácana y Sama.
Desde 1607 se empieza a nombrar en los documentos coloniales al pueblo de Tácana como Tacna. Era
conocido como pueblo de indios Tacna por su mayoría nativa, a diferencia de Arica y Moquegua que casi no
tenía población amerindia sino que en su totalidad era española, con pobladores africanos y otros europeos.
En 1612 el Papa Paulo V autoriza la creación del Obispado de Arequipa dentro del cual se encontraban siete
corregimientos entre ellos el corregimiento de San Marcos Arica integrado por las curias de Tacna, Tarata,
Sama, Ilabaya, Locumba, Putina y Tarapacá.
Desde el siglo XVI en Moquegua se inicia la producción vitivinicola, misma que se expande a Locumba e
Ilabaya a cargo de una comunidad puquina. También se produce en Tacna y Chaca. En 1612 se registra que
en Tacna no se había pagado el alcabala por la venta de botijas de vino.
26
En 1776 el corregimiento de Arica — formado por los pueblos de Ilo, Tacna, Arica, Iquique, Pica, Ilabaya,
Tarata, Codpa — fue integrado al nuevo Virreinato del Río de la Plata pero segregado en 1796, e integrado
nuevamente al Virreinato del Perú.
El Mercurio Peruano describe en 1792 que Arica está dividido en tres vicarias a saber: Arica (curatos:
Codpa y Belen), Tacna (curatos: Tarata, Sama, Ilabaya, Ilo y Candarave) y Tarapacá (curatos: Pica, Sibaya y
Camiña).[1]
Los corregidores eran nombrados por el Virrey a la propuesta del cabildo de Arequipa.
El corregimiento de Arica fue gobernado por cerca de 90 corregidores entre los que citamos: en el siglo
XVI: Francisco Rodríguez Almeyda (1565), Diego García de Alafaro, Juan Ramírez Zegarra, Pedro de
Valencia, Castillo de Vargas, Hernando de Hoces, Alonso de Moxo y Agnexa (1578), Pedro de Valencia,
Francisco Arias Herrera, Rui Diaz de Valdivia, Francisco de Sarmiento, Alonso García Ramon, Pedro de
Valencia (1598), Rodrigo de Campusano y Sotomayor (1599)
Un grabado de la crónica de Guaman Poma de Ayala muestra la ciudad de Arica bajo una ceniza volcánica
producto de la erupción del Huaynaputina en Moquegua el 14 de febrero de 1599, catástrofe que afectó a
todo el sur del Virreinato del Perú.
El 6 de febrero de 1580, Francis Drake bombardea el puerto de Arica apoderándose del cargamento de dos
barcos cargados con vino, plata y arcabuces y otro galeon del capitán don Felipe Corso
En 1612 Abraham Ontello publica en Holanda cien mapas de la Tierra, mostrándose a Arica en uno de ellos,
como el pueblo más meridional conocido, lo que hizo conocido al puerto entre piratas y corsarios.
El 10 de julio de 1615, Joris van Spilbergen ataca la ciudad de Arica por tres días.
El 9 de febrero de 1681, el pirata Watling desembarca fuera del puerto con 92 hombres, siendo derrotados en
las calles de Arica por la milicia comandada por don Gaspar de Oviedo.
El 26 de octubre de 1681, el pirata Sharp, desembarcando en Arica para atacarla, pero desiste al encontrar la
guarnición española en armas.
En noviembre de 1780, la rebelión de Túpac Amaru II se extiende por todo el sur del Perú incluyendo Tacna
y Arica bajo el mando de los jefes Alí y Buitrón quienes ocupan Pachía, Tacna, Codpa y Arica.
El 20 de junio de 1811 Francisco Antonio de Zela, toma los cuarteles realistas de Tacna como Comandante
Militar de la Unión Americana, nombrando al curaca Toribio Ara, jefe de la división de caballería. Es
secundado por Pedro Gil de Herrera, José Rosa Ara, Miguel Copaja y el cacique de Tarata Ramón Copaja.[2]
La rebelion es desmantelada luego de conocerse la derrota de los patriotas argentinos en la batalla de
Guaqui, siendo tomado preso Zela y desterrado a Panamá.
En 1813 el tacneño Juan Pallardelli fue emisario de Belgrano coordinando el alzamiento de Enrique
Pallardelli en Tacna y de Enrique Peñaranda en Tarapacá. Sería en la batalla de Camiara donde el realista
José Gabriel de Santiago derrotaría a los independentistas que huyeron al Alto Perú.
En 1821 desembarca en Arica parte del ejército patriota al mando de Guillermo Miller, organizando una
fuerza militar compuesta por patriotas de Moquegua, Tacna, Arica. El 14 de mayo de 1821 ingresa a Tacna
donde dos regimientos realistas se les unen denominándose la fuerza "Los independientes de Tacna".
El 17 de junio de 1823 desembarcan en Arica las fuerzas realistas al mando de los generales Agustín
Gamarra y Andrés de Santa Cruz.
Luego de proclamada la independencia, se establece el gobierno del Perú, siendo el ariqueño Hipólito
Unanue el ministro de hacienda del primer gobierno peruano.
La Constitución de 1823 designa a Arica como provincia del departamento de Arequipa. Bajo la provincia
de Arica se encontraban Tacna y Tarapacá.
El ariqueño Hipólito Unanue y el tacneño Francisco de Paula Gonzales Vigil fueron elegidos como
parlamentarios de la provincia de Arica en las elecciones de 1826.
Agustín Gamarra con apoyo del ejército de Chile logra vencer al ejército de la Confederación Perú-
Boliviana. Gamarra es proclamado presidente del Perú.
En el segundo gobierno de Agustín Gamarra ocurre la Guerra entre Perú y Bolivia. Gamarra buscaba anexar
el antiguo Alto Perú al Perú, pero es derrotado en la batalla de Ingavi en 1841 por el General José Ballivián
Segurola.
Las tropas del General José Ballivián ocupan Puno, Moquegua, Tacna y Tarapacá y la zona sur del Perú
queda al mando del coronel boliviano Rodríguez Magariños. En Sama el coronel tacneño José María
Lavaysen organiza una tropa que logra derrotarlo. En Locumba el coronel Manuel Mendiburú también
organiza fuerzas entre quienes se encontraba Justo Arias y Aragüez en 1842
José Ballivián no tuvo éxito al intentar anexar Arica, Tacna y Tarapacá a Bolivia puesto que sufre derrotas
en Orurillo, Montón y Sama. Al final de la contienda se firma el Tratado de Puno que es el fin de esta
disputa en 1842.
El día 13 de agosto de 1868, cerca de las 16:00 hora local, ocurrió un evento telúrico que tuvo una magnitud
de 8,5º en la escala sismológica de Richter que asoló gran parte del sur de Perú. Seguido al movimiento
principal, un tsunami arrasó las costas peruanas entre Pisco e Iquique. El Terremoto de Arica de 1868 tuvo
una magnitud de 8,5 grados en la escala sismológica de Richter y su epicentro se ubicó cerca a las costas de
Tacna.
La cifra de muertos estimada alcanzaría las 30 personas en Chala, 10 en en Arequipa, 150 en Moquegua, 3
en Tacna, 300 en Arica y 200 en Iquique.
El 9 de mayo de 1877, a las 20:15 otro terremoto y maremoto destruye nuevamente Arica, donde la mayoría
de edificios colapsaron pero solo hubo 5 muertos.
[editar] Edificaciones
29
Puerto de Iquique en 1863
El 10 de julio de 1867 el congreso peruano dispone la irrigación de las pampas al sur de Tarapacá con las
aguas del río Loa así como aumentar el caudal del río Tarapacá en base a las lagunas adyacentes.
El terremoto del 13 de agosto de 1868 destruye el muelle y la aduana de Iquique por lo que el 16 de junio de
1869 el gobierno de José Balta inicia su reconstrucción. El gobierno peruano encarga al ministro de
hacienda Nicolás de Pierola a realizar un plan de reconstrucción que consideraba el edificio de aduanas, de
correos y telégrafos, de la subprefectura, la cárcel, el cuartel de policía, el mercado, una iglesia, un colegio,
el muelle y la estación del Ferrocarril Tacna-Arica. Así en 1871 la "Gustavo Eiffel et Compagnie" fue la
encargada de realizar la reconstrucción.
El edificio de la Aduana se termina en 1874 y la nueva "Iglesia de San Marcos" de hierro colado se inaugura
el 2 de julio de 1876. Tacna y Arica estaban unidas por una línea de telégrafos de 62.160 metros. El hospital
"San Juan de Dios" de Arica aún estaba a medio construir.
Sobre los pilares de la aduana destruida en el terremoto de 1868 se construye el mercado de Arica. El
mercado de Tacna llamado "La Recova" se empieza a construir en 1870 durante el gobierno de José Balta y
fue inaugurada en 1875 durante el gobierno de Manuel Pardo. El 15 de octubre de 1954 se incendió.
El 22 de mayo de 1862, Ramón Castilla dispone que la caleta de Pisagua se convierta en puerto menor con
el fin de abaratar los costos de productos extranjeros, contando con una aduana especial. El personal
provendrá de las aduanas de los supernumerarios de las aduanas de Iquique y Arica.
30
Billete de 1 Sol del Banco de Tacna, de 1872
Hacia 1850, la actividad del puerto de Arica decae, el comercio boliviano prefería usar su propio puerto en
Cobija en la provincia de Antofagasta. En 1875 la ciudad de Arica contaba con 3.492 habitantes en 25
manzanas.
El Banco de Tacna fue fundado en marzo de 1872, teniendo como Directores a Juan D. Campbell y a
Ventura Farfán, siendo el gerente M.P. Correa y después, por muchos años, Carlos Basadre. Inicia
operaciones con un capital de 500 mil soles, dividido en acciones de 10 mil soles cada una y tiempo después
fue elevado a un millón, etnrando en funciones antes de junio. Sus billetes circularon en Bolivia inclusive.
La tasa de descuento que puso inicialmente fue de 9%, elevándola después al 12%. Ayudó mucho al
desarrollo urbano de Tacna a través de los emprésitos que hacía a su municipalidad.
El Banco de Tacna cerró en 1880 por la Guerra del Pacífico, pero abrió nuevamente en 1884 bajo legislación
chilena y circularon nuevamente sus billetes, pero esta vez sellados como bolivianos. El banco inició su
liquidación el 7 de abril de 1921 conforme a las leyes de Chile,siendo asumido por la Superintendencia de
Bancos del Perú el 17 de octubre de 1931.
31
Departamento de Moquegua hacia 1865
El 25 de abril de 1836 como parte de Estado Sud Peruano, se crea el departamento de La Ley compuesta por
las provincias de Tacna y Tarapacá.[3]
En 1837 se crea el Departamento Litoral, separando las provincias de Tacna y Tarapacá del Departamento
de Arequipa. La capital fue la ciudad de Tacna.
En 1855, el tarapaqueño Ramón Castilla, presidente del Perú en ese año, divide dentro del Departamento
Litoral la provincia de Tacna en dos provincias: Tacna y Arica.
En 1857 el Departamento de Moquegua estaba integrado por las provincias de Moquegua, Arica, Tacna y
Tarapacá. La capital fue la ciudad de Tacna.
El 16 de junio de 1875 se crea el Departamento de Tacna y la división territorial del sur del Perú era la
siguiente:
El Departamento de Tacna
o La Provincia de Tacna con su capital la ciudad de Tacna
Los distritos eran Tacna, Pachia, Calana, Sama, Locumba e Ilabaya.
o La Provincia de Arica con su capital la ciudad de Arica
Los distritos eran Arica, Belen, Codpa, Livilcar, Lluta, Socoroma.
o La Provincia de Tarata con su capital la ciudad de Tarata
Los distritos eran Tarata, Estique, Tarucachi, Ticaco, Candarave.
La Provincia Litoral de Tarapacá con su capital la ciudad de Iquique.
La Provincia Litoral de Moquegua con su capital la ciudad de Moquegua.
El 17 de agosto de 1878 se crea el Departamento de Tarapacá, siendo Modesto Molina prefecto de Tarapacá
y posteriormente Tesorero Fiscal de Iquique.
El Departamento de Tarapacá
o La provincia de Iquique con su capital la ciudad de Iquique.
Los distritos eran Pisagua, Iquique, Patillos, Pica.
o La provincia de Tarapacá con su capital la ciudad de Tarapacá.
Los distritos eran Tarapacá, Mamiña, Chiapa, Sibaya y Camiña.
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[editar] Época de la ocupación chilena
[editar] Guerra del Pacífico
Los ejércitos del Perú y Chile libraron batallas juntos en la guerra de Independencia en 1824, en las
campañas restauradoras en 1839 y en la guerra contra España en 1866; guerras donde el gobierno del Perú
condecoró a militares chilenos y pagó los servicios prestados por el ejército de Chile al Perú.
En 1879, Chile declaró la guerra al Perú, que intervino en un problema de impuestos entre Bolivia y Chile.
El sur del Perú fue escenario de batallas y combates. La Guerra del Pacífico terminó en 1883 con el Tratado
de Ancón, donde el Departamento de Tarapacá queda bajo dominio de Chile.
El Departamento de Tacna es divido según el Tratado de Ancón a la espera de un plebiscito que definiría la
pertenencia de éstas provincias. La zona del sur estaría bajo administración de Chile que comprendía la
provincia de Arica y parte de la provincia de Tacna, que limitaban "por el norte con el río Sama, desde su
nacimiento en las cordilleras limítrofes con Bolivia hasta su desembocadura en el mar; por el sur, con la
quebrada y río de Camarones; por el oriente, con la República de Bolivia; y por el poniente con el mar
Pacífico". La zona norte con sede en la ciudad de Locumba bajo la administración del Perú.
Guillermo Mac Lean fue el alcalde de Tacna al momento de la Batalla del Alto de la Alianza el 26 de mayo
de 1880. Posteriormente se establece como alcalde de Tacna en Locumba, ciudad que sería la capital del
Departamento.
[editar] La ocupación
33
Provincia de Tacna hacia 1895 según la "Geografía descriptiva de Chile"[4]
Dos años después de la firma del Tratado de Ancón, en 1885 Chile ocupó la provincia de Tarata. El
gobierno peruano protestó por esta acción, pues estimaba que no estaba de acuerdo con lo estipulado en el
Tratado de Ancón. Chile replicó que el área estaba al sur del curso del Río Sama que era el límite norte de la
zona bajo administración chilena de acuerdo a dicho tratado.[5]
Un censo realizado en noviembre de 1885, indico que la provincia de Arica tenía 9.245 personas y la
provincias de Tacna, 20.286 personas.
En 1887 se designa a Ilabaya como sede prefectural de Tacna y Candarave sede prefectural de Tarata. El
Departamento de Tacna contaba con un senador y dos diputados en el congreso. Por Tacna, fue prefecto
Marcelino Varela Barrios y después fue parlamentario de esta provincia. Por Tarata, Ernesto M. Luque fue
diputado de esta provincia antes de la devolución por parte de Chile.
El 8 de julio de 1890, las ciudades de Tacna y Arica realizaron el cortejo fúnebre más grande de esas
ciudades al transportar por tren los restos de los peruanos caídos en la Batalla del Alto de la Alianza, junto a
los caídos en la defensa de Arica. Los féretros fueron embarcados en el puerto rumbo a Lima.
Los jóvenes peruanos tarapaqueños piden al gobierno de Eduardo López de Romaña en 1891 les
subvencionn becas de estudios en colegios nacionales del departamento de Tarapacá. El Congreso del Perú
aprueba este pedido el 7 de noviembre de 1891.[6]
Hasta 1910 existían en Tarapacá diversas organizaciones civiles peruanas, tales como clubes deportivos y
sociales, filarmónicas, mutuales, logias, colegios, cuerpos de bomberos, además de sacerdotes, diarios,
imprentas, empresas y otros comercios. Estas, a partir de 1911, fueron obligadas a huir a otras zonas, por la
violencia de las Ligas Patrióticas chilenas y, en parte, alentados por los ofrecimientos de apoyo del gobierno
de Augusto Leguía, se asentaron en Lima y en otras localidades del Perú.[7]
Un periódico iquiqueño, ligado a la Liga Patriótica de Tarapacá, incluso anunciaba satíricamente los
próximos ataques de las pandillas, al tiempo que denunciaba a los peruanos residentes:
34
Un grupo de jóvenes bonachones se distraerán en estos días levantando un censo de los peruanos que siguen
incrustados en Tarapacá. Este documento será enviado al Congreso de las Naciones. Antes de esto a cada uno se le
dará un gran combo... para que golpeen a las puertas de la justicia y del Derecho (...) La escuela de esta oficina está a
cargo de una joven peruana. ¡Al saco con ella! En esa misma oficina hay varios empleados peruanos. Combo con
ellos.
El 13 de abril de 1894 se celebra la misa por la muerte del presidente peruano Remigio Morales Bermúdez
que había nacido en Iquique. A la ceremonia asisten las asociaciones peruanas de Tacna y Arica así como
oficiales de la marina chilena.
Próximas las elecciones peruanas en diciembre de 1898 ocurre entredichos entre el presidente Nicolás de
Piérola y el candidato ariqueño Guillermo Billinghurst, por lo que el sábado 23 de diciembre de 1898 una
manifestación de 2.000 ariqueños se reúnen al pie del morro y realizan el pedido de dirigir un supremo
llamamiento a los pueblos de la República a efecto de que no sea alterada la unión de la familia peruana y
de que el propósito de liberar a Arica y Tacna sea motivo de reconciliación y concordia entre los partidos si
desavenencias hubiere
El 26 de octubre de 1901, la población peruana formó el primer club de fútbol de la ciudad llamado "The
Arica Football Club" que fue presidido por E. Lizardo Belaúnde y competía con otros de la ciudad de Tacna.
En julio de 1903, la Sociedad Peruana de Beneficencia de Arica bajo la presidencia de Emilio Bravo,
acuerda entregar a la Junta Patriótica de Lima los fondos recaudados por 12 años a favor del rescate de éstas
provincias
En 1925, el árbitro Calvin Coolidge, Presidente de los Estados Unidos, resuelve que la Provincia de Tarata
no estaba incluida en las disposiciones del Tratado de Ancón. Chile devuelve al Perú la provincia de Tarata
el 1 de septiembre de 1925.[5]
Aunque Arica se encontraba en los mapas del Perú hasta 1929, no contaba con representación en el
Congreso del Perú. La administración chilena de Tacna y Arica termina en 1929 con la firma del Tratado de
Lima, retornando el departamento de Tacna al Perú el 29 de agosto de 1929 y manteniendo Chile el dominio
del departamento de Arica, obligándose a conceder ciertas servidumbres a favor del Perú, como un muelle
en la bahía de Arica y el Ferrocarril Tacna-Arica.
Véanse también: Chilenización de Tacna, Arica y Tarapacá , Caso Tacna y Arica y Tratado de Lima
Guerra de Independencia
Batalla de 31 de octubre de Juan Pallardelli (Patriotas) contra el Coronel García de Santiago (Realistas).
Camiara 1823 Triunfo realista.
35
Batalla de 22 de marzo de Guillermo Miller (Patriotas) contra el Coronel Las Heras (Realistas). Triunfo
Mirave 1821 patriota.
19 de enero de
Batalla de Tarata
1823
Batalla de
2 de enero de 1842 Juan Buendía {Guerrilleros peruanos} vs Ejército de Bolivia. Triunfo peruano
Tarapacá
2 de noviembre Tte. Col. Isaac Recabarren (Ejército aliado Perú Bolivia) vs Comandante Juan
Batalla de Pisagua
de 1879 José Latorre (Ejército chileno). Triunfo chileno.
Batalla de 6 de noviembre Tte. Col. José Sepúlveda (Ejército aliado Perú Bolivia) vs Tte. Col. José
Germania de 1879 Francisco Vergara (Ejército chileno). Triunfo chileno.
Batalla de San 19 de noviembre Gral. Juan Buendía (Ejército aliado Perú Bolivia) vs Col. Emilio Sotomayor
Francisco de 1879 Baeza (Ejército chileno). Triunfo chileno.
Batalla de 27 de noviembre Gral. Juan Buendía (Ejército aliado Perú Bolivia) vs Luis Arteaga (Ejército
Tarapacá de 1879 chileno). Triunfo aliado.
Combate de Col. Gregorio Albarracín (Guerrilleros peruanos) vs Col. Diego Dublé Almeida
1 de abril de 1880
Locumba (Columna chilena). Triunfo peruano.
Combate de 18 de abril de Gregorio Albarracin (Fuerzas peruanas) vs Comandante José Vergara (Fuerzas
Buena Vista 1880 chilenas). Triunfo chileno.
Batalla del Alto de 26 de mayo de Contralmirante Montero (Ejército aliado Perú Bolivia) vs General Baquedano
la Alianza 1880 (Ejército chileno). Triunfo chileno.
Batalla de Arica 7 de junio de Coronel Bolognesi (Fuerzas peruanas) vs General Baquedano (Fuerzas
36
1880 chilenas). Triunfo chileno.
Combate de 21 de julio de
Leoncio Prado (Guerrilla peruana) vs Coronel Barbosa (Fuerzas chilenas).
Tarata 1880
Batalla de 2 de septiembre
Pacheco Céspedes (Guerrilla peruana) vs Fuerzas chilenas. Triunfo peruano.
Calientes de 1881
Combate de 3 de septiembre Pacheco Céspedes (Guerrilla peruana) vs Artillería y caballería chilena. Triunfo
Pachía de 1881 peruano.
Combate de 11 de noviembre
Guerrillas peruanas vs Mayor Subercaseaux (Fuerzas chilenas).
Pachia de 1883
Guerras Civiles
Batalla del 22 de noviembre de Fuerzas constitucionales de Ramón Castilla vs Fuerzas del General La Fuente.
Intiorko 1842 Triunfo de Ramón Castilla
Combate de 29 de agosto de Fuerzas de Domingo Nieto y Ramón Castilla vs Fuerzas vivanquista de Juan
Pachia 1843 Francisco Balta. Triunfo de Domingo Nieto.
Batalla de 14 de septiembre
Fuerzas constitucionalistas vs Fuerzas periolistas.
Ticaco de 1894
Cuenta que a una pastora se le hizo de noche en la zona de la quebrada de Livilcar y todo su ganado se
estaba disperso, por lo que imploró ayuda. Una voz le dijo "No temas hija mía yo te acompañare y cuidare tu
ganado". El evento habría ocurrido el domingo 2 de Octubre (1642). Al día siguiente avisó al parroco de
Codpa, quien contó al vicario de Arica, quien informó al Obispo de Arequipa y autorizó su culto.
37
Hacia 1895 se inciaron los saludos a la Virgen con bailes de la Compañía de Morenos Nº 1 de Tacna.
Pronto a celebrarse el plebiscito en Arica, hacia 1905, los capellanes militares de Chile prohibieron la
celebración promoviendo la veneración de la Virgen del Carmen patrona del ejército chileno.
En 1535, cuando Diego de Almagro en su recorrido por el Collasuyo llevaba en su comitiva al sacerdote
Inca Huillac Humo, sacerdote del dios Inti y a su bella hija llamada Ñusta Huillac, ambos prisioneros. Junto
a ellos cincuenta conquistadores y diez mil nativos.
Cuando la comitiva se encontraba cerca de Pica, muchos nativos de la comitiva huyeron hacia la Pampa del
Tamarugal, entre ellos, Ñusta Huillac y su padre. Refugiados en estos bosques, Ñusta Huillac organizó una
rebelión para restablecer la dominación Inca, llegando a ser temida por sus enemigos que la nombraron
como la "Tirana del Tamarugal". Desde todo el Tahuantinsuyo llegaban súbditos a sumarse a su causa contra
todos los cristianos.
Por esos lares llegó un joven portugués llamado Vasco de Almeida que había perdido su ruta hacia la mítica
"Mina del Sol". Surgió el amor entre la ñusta y el portugués. Descubierta su relación, fueron condenados a
muerte. Almeida, para conservar el amor eterno, convence a Ñusta Huillac a que se bautice y así continuar
juntos tras la muerte, pero son asesinados por los nativos mientras se bautizaban.
En 1545, fray Antonio Rondon, evangelizador de Tarapacá, encuentra una cruz cristiana, y evocando el
bautizo de Ñusta Huillac, edificó una ermita que se convertiría en el templo de "Nuestra Señora del Carmen
de La Tirana", por el escapulario carmelita de Vasco de Almeida.
Su origen como fiesta está relacionado con una festividad andina del culto a la Pachamama, ya que los
primeros obreros salitreros eran de origen aymará con raíces campesinas que trabajaban en las minas de
cobre y plata en Huantajaya, Santa Rosa y Collahuasi, y que llegaron a Tarapacá como obreros del salitre.
Mantuvo sus características altiplánicas hasta el siglo XIX cuano la fiesta fue refinada con el auge salitrero.
A inicios del siglo XIX los peruanos celebraban la fiesta el 28 de julio, mientras los bolivianos el día 6 de
agosto.
Las diversas cuadrillas de danzantes que se dirigieron a solemnizar las fiestas del Carmen de La Tirana, regresaron
anteayer de Pozo Almonte, en un convoy de 19 carros. Los recién llegados dicen que la concurrencia que asistió a la
fiesta lo pasó agradablemente, pues, aparte de las ceremonias religiosas que ofició el ilustrísimo señor Obispo, los
devotos y los profanos han pasado verdaderos días de campo gozando a sus anchas...Los preparativos para las
próximas festividades del 28 de julio, siguen la pampa en su punto. En la oficina Rosario de Huara se prepara un gran
baile para el que ya se han repartido más de 100 invitaciones. Iguales manifestaciones se preparan también en otras
oficinas de los alrededores de Huara. Parece, pues, que el próximo 28 de julio será celebrado ruidosamente por
peruanos y chilenos, en amable consorcio, que indudablemente contribuirá a borrar las asperezas del pasado,
honrando esta fecha común a todo Latinoamérica.
A partir de 1910, como parte de la chilenización de Tarapacá, se incluye esta nueva festividad en el
calendario chileno el día 16 de julio evocando a la Virgen del Carmen patrona del Ejército de Chile.[12] Las
cofradías peruanas fueron proscritas a partir de 1911.
38
Un 14 de septiembre de 1776 aparecen en la hacienda "Los Pinos" de propiedad de José Araníbar, dos mulas
con sendas cajas que contenían tallados en madera de Jesus crucificado y avisos que indicaban “Valle de
Locumba” y “Para el pueblo de Sama”. Los pobladores de Locumba, al ver que la imagen para Sama era
más grande, intentaron quedarse con esta última; pera no pudieron mover a la mula del Cristo más pequeño
y no tuvieron más remedio que resguardar esta imagen. "Así lo quiso el Señor" decían.
El 13 de mayo de 1784 se construye un templo en el pueblo de Locumba, eligiéndolo como patron al "Señor
de Locumba".
Cada 14 de septiembre, Locumba recibe la visita de los peregrinos que vienen de Arica, Tacna, Moquegua,
Lima.
En Iquique, San Lorenzo, Pica, Huara, Huantajaya y demás poblaciones del departamento:
[editar] En Arica
[editar] En Tacna
39
[editar] Véase también
Chilenización de Tacna, Arica y Tarapacá
Caso Tacna y Arica
Procesión de la Bandera
Anexo:Calles peruanas en 1879 y nombres actuales
[editar] Bibliografía
Cavagnaro Orellana, Luis (1986). Materiales para la historia de Tacna. Cultura Autóctona. Tacna. Tomo I.
Gonzales Miranda, Sergio (2004). El Dios Cautivo, Las Ligas Patrióticas en la chilenización compulsiva de
Tarapacá (1910-1922). Iquique.
Cochrane, Thomas (1859). Narrative of Services in the Liberation of Chili, Peru and Brazil, from Spanish and
Portuguese Domination. Londres. Volume 1. [2] (en Proyecto Gutenberg).
Romo Sánchez, Manuel (2006). «La masonería en Arica en el siglo XIX Segunda parte: 1893-1905».
Consultado el 2007.
Romo Sánchez, Manuel (2006). «La masonería en Arica en el siglo XIX Segunda parte: 1893-1905».
Consultado el 2007.
[editar] Notas
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Guerra Del Pacífico
1. Portada.
2. Índice.
3. Introducción.
4. Causas de la Guerra Del Pacífico.
5. Desarrollo.
6. Consecuencias.
7. Material de apoyo.
8. Conclusiones.
9. Bibliografía.
Introducción
La guerra del Pacifico se produjo en el Desierto de Atacama, entre los años 1879 y 1883. En esta guerra participaron
los países de Perú, Bolivia y Chile.
Machismos años de paz aun no logran borrar definitivamente las cicatrices de esta guerra. El Clarín de guerra sonó
en los pueblos, ciudades y caseríos de tres Patrias- Chile, Perú y Bolivia- Llamando a sus hijos a reconocer cuartel.
Miles de campesinos, mineros y ciudadanos se transformaron en soldados para escribir con su sangre derramada,
gloriosas paginas de historia.
Fue una sangrienta lucha en que Por mas de 4 años se puso a prueba la fuerza de los pueblos y el valor, la nobleza
e hidalguía de soldados y marinos- especialmente de Chilenos y Peruanos, que se fundieron con el mismo ímpetu
para lograr el triunfo.
Hombres de destacada participación por su valentía mostrada en los tiempos difíciles fueron Francisco Bologneci,
Andrés Cáceres, Miguel Grau, Arturo Prat, Ignacio Carrera Pinto, Pedro Lagos, Eleuterio Ramírez, el gran presidente
Baquedano... y muchos más. Estas personas fueron admiradas por su patriotismo y decisión, fueron un homenaje a
la paz y hermandad entre los pueblos, que buscan en la colaboración y la armonía las armas del progreso y de un
común bienestar. Tantos años nos separan cada día más de estos gestos heroicos y los pueblos que heredaron sus
glorias, que en forma tan heroica devolvieron la paz a Chile.
c) Explotación de riquezas por capitales Chilenos, en la zona cuyos limites no estaban bien precisados.
f) Confiscación de los bienes de las compañías mineras chilenas y remates de las salitreras ordenado por el
presidente de Bolivia general Hilarion Daza.
41
En ese entonces -1879-, la frontera de Chile llegaba hasta Tarapacá, por lo cual Antofagasta formaba parte del
territorio boliviano. Más al norte, Arica e Iquique eran parte del Perú. A pesar de todo esto, la riqueza salitrera que
cubría el suelo antofagastino era explotada por capitales extranjeros, fundamentalmente chilenos.
Precisamente un año antes que comenzara la Guerra del Pacífico el presidente boliviano Hiliarón Daza había
impuesto a la mayor productora de salitre, la firma chilena Compañía de Salitres y Ferrocarriles Antofagasta, un
impuesto de diez centavos de peso boliviano por cada quintal embarcado del producto. Con ello, no sólo quebrantaba
los tratados firmados con Chile en 1866 y 1874, sino que demostraba claramente no querer buscar acuerdos
pacíficos a los problemas presentes.
Inútilmente la cancillería chilena reclamó lo ilegal del acto boliviano, exigiendo el cumplimiento del tratado de 1874, en
el cual Bolivia se había comprometido a no aumentar, durante 25 años los impuestos a "las personas, industrias y
capitales chilenos que trabajasen entre los paralelos 23º y 24º".
Chile hizo ver que el cobro de ese impuesto implicaba la ruptura del tratado y que, por lo mismo, ellos podrían hacer
valer sus antiguas reclamaciones territoriales. Estas consistían en que la frontera de Chile y Perú se había
establecido en el río Loa (23º de latitud sur). Cuando se creo Bolivia, sus gobernantes estimaron conveniente tener
salida al mar por lo que se establecieron en Cobija, territorio indiscutiblemente chileno, sin embargo Chile se
mantuvo indiferente. Al descubrirse grandes reservas de guano y minas de oro plata y cobre; ante este hecho, Bolivia
declaró tener posesión sobre toda la región hasta el paralelo 26º de Lat. sur. La empresa nacional, apoyada por el
gobierno chileno, se negó a pagar el tributo que consideraba completamente ilegal. Sin embargo, el gobierno
boliviano, que estaba decidido a seguir adelante, ordenó el remate de la compañía salitrera.
De esta forma, llegó el 14 de febrero de 1879, día que los bolivianos habían fijado para el remate de la empresa y
fecha establecida para la ocupación por parte de las tropas chilenas.
En esa mañana de 1879 amanecieron anclados frente al puerto de Antofagasta parte de la flota nacional: el
Blanco, el Cochrane y la corbeta O'Higgins. De ellos desembarcaron los hombres que, al mando del marino y futuro
presidente de Chile don Jorge Montt, tomaron bajo su control la ciudad. Entre los ocupantes de la población (más del
90% era chilena) el coronel Sotomayor, al manejo de las tropas de tierra, avanzó en correctamente hacia la plaza
Colón, lugar en que con caballerosidad ordeno al prefecto boliviano Severino Zapata a deponer las armas y rendirse.
Sin otra alternativa, Zapata y sus desarmados soldados partieron rumbo a Calama.
Chile no quería ir a la guerra, pero cuando quedó al descubierto que en 1873 Bolivia había firmado con el Perú un
pacto secreto que los obligaba a respaldarse mutuamente ante "toda agresión del exterior", el ministro de Relaciones
Exteriores chileno declaró que "la guerra es el único camino que nos queda".
En sesión secreta del Consejo de Estado algunos de sus integrantes, dudosos de las posibilidades chilenas en el
conflicto, no se demostraron partidarios de éste. Sin embargo, el 2 de abril de 1879, el Presidente Aníbal Pinto
declaró la guerra a Perú.
La Covadonga
Desarrollo
INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO CHILENO
Zarparon con dirección al norte las unidades de la armada chilena, Cochrane y Blanco Encalada, además la
corbeta O'Higgins con un contingente militar a cargo del coronel Emilio Sotomayor, el que debía ocupar la ciudad de
Antofagasta el día de la subasta, el 14 de febrero.
Esta acción llevó a la declaración de guerra por parte de Bolivia a Chile . Perú hizo lo propio en virtud del
tratado de 1873. Chile respondió declarando la guerra a ambos países el 5 de abril de 1879.
42
Una vez declarada la guerra, el presidente Aníbal Pinto , designó al general Justo Arteaga como Jefe del
Ejército de Operaciones del Norte, en abril de 1879, oficial que tenía vasta experiencia y gran ascendiente en el
ejército. Sus subalternos
inmediatos eran los generales Erasmo Escala y Manuel Baquedano . En ese momento Chile contaba con cuatro
regimientos de infantería, un regimiento de artillería, dos de caballería y un batallón de zapadores, una fuerza
operativa total de 2.595 soldados.
Desde el comienzo hubo serias diferencias entre el gabinete del ministro Belisario Prats y el propio presidente
Pinto , quien se inclinaba por una solución pacífica al conflicto. El Ministro tenía el plan de atacar directamente al
Callao, pero Juan Williams , comandante de la Escuadra, quería bloquear Iquique, zona de abastecimiento de los
aliados, este plan consistía en que le privaran de recursos a Perú y con esto obligar a su escuadra a batirse en alta
mar. Con dicha acción comenzó la campaña marítima. El bloqueo se hizo efectivo desde comienzos de mayo. Cave
destacar que el ministerio Prats hubo de renunciar, siendo reemplazado por el que encabezó Antonio Varas. Las
naves que debían hacerlo cumplir eran las más antiguas de la armada chilena: la Esmeralda y la Covadonga.
Un gran espíritu de patriotismo había Chile. Con entusiasmo y valentía, miles de jóvenes se dispusieron a defender
los intereses de la patria: "Vencedores nosotros en el mar, el campo de batalla será el Perú", estas fueron las
palabras del presidente Pinto... y así sucedió.
La escuadra chilena que se componía de los barcos blindados Cochrane y Blanco más unos cuantos buques de
madera, viejos y lentos, entre los cuales estaban La Esmeralda y La Cobardona y estaban muy debilitados en
comparación al enemigo.
Perú tenía un mejor ejército humano que Chile (en cuanto a número), contaba con cuatro barcos blindados que
conformaban una armada muy poderosa y tenían un histórico predominio sobre Chile, ya que Perú heredó el
virreinato.
El 21 de mayo de 1879, la Esmeralda y La Covadonga estaban frente al puerto peruano de Iquique. Cuando Arturo
Prat, al mando de La Esmeralda, vio que se iban a tener que enfrentar a dos poderosos barcos peruanos. En la
madrugada de ese día, en medio de una espesa niebla, el vigilante alcanzó a ver dos grandes embarcaciones que se
acercaban: eran El Huáscar y La Independencia.
La Esmeralda recibió los bombardeos del Huáscar, ya que estaba imposibilitada de moverse por tener malas sus
calderas. Cuando ya no quedaba nada más que hacer, Arturo Prat, junto al sargento Aldea y un marinero anónimo
saltaron al encuentro del buque enemigo. En su valiente tarea le siguieron el teniente Serrano y varios tripulantes que
entregaron su vida por el honor de la patria. Al poco rato, la embarcación Esmeralda se hundió. Eran las 12:10
cuando los botes del Huáscar recogían a los 50 sobrevivientes.
A los pocos meses, la trampa hecha para capturar al Huáscar tuvo éxito: en Punta Angamos se estrelló contra una
barrera y tras un desesperado combate en el que murió el almirante peruano Miguel Grau, el barco tuvo que rendirse.
De este modo, la ruta hacia el Perú quedaba despejada.
"¡Muchachos: la contienda es desigual! Nunca nuestra bandera se ha arriado ante el enemigo, espero pues que no
sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo, esa bandera
flameará en su lugar, y os aseguro que si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber.
¡Viva Chile!":
Era el 21 de mayo de 1879, cuando el capitán don Arturo Prat, al mando de la "Esmeralda" y luego de pronunciar
esas valientes palabras, dirigiría la batalla hasta dejar su vida en el mar, pero a Chile con la frente en alto:
comenzaba la Guerra del Pacífico.
43
EL FIN DE LA ESMERALDA
Grau espoloneó nuevamente. Ahora saltó al abordaje el teniente Ignacio Serrano con algunos hombres, pero fue
abatido igual que su comandante. Los cañones peruanos proferían mortales heridas al débil casco de la corbeta. Un
tercer espolonazo mandó a pique a la vieja mancarrona desde la proa, con la bandera al tope. La Esmeralda se
hundía a las 12:10 del 21 de mayo. Los sobrevivientes fueron recogidos por el Huáscar. Los cadáveres de Prat y sus
hombres fueron enterrados en Iquique y las pertenencias mandadas por Grau a su esposa en un gesto de
caballerosidad sin par.
Carlos Condell , comandante de la Covadonga se había alejado de la Esmeralda con el fin de buscar aguas
propicias. Se desplazó al sur bordeando la costa. La Independencia, al mando del comandante Juan Guillermo
Moore, intentó cazarla, pero su mayor calado no le permitió acercarse mucho. Además, la puntería de sus artilleros
era deficiente. En esta carrera, Condell pasó rozando los arrecifes de la costa. Moore lo siguió, encallando su nave
cerca de la costa. Al percatarse de ello, el capitán chileno dio la orden de virar la Covadonga, dirigiéndose sobre la
nave peruana, cañoneándola hasta que se rindió.
Luego de muchas incursiones en la costa chilena, provocando preocupación en el alto mando naval, el Huáscar
comenzó a ser perseguido sin cesar, con infructuosos resultados. Finalmente el "Cochrane " a la altura de Angamos
salió al paso del Huáscar y obligó a aceptar el combate. El primer disparo del Cochrane, a una distancia de 2.200
metros, perforó al Huáscar a un pie de la línea de flotación y además causó numerosas víctimas. Otro disparo corto
un elemento importante de la rueda de combate, dejándola casi sin gobierno, y un nuevo disparo perforó la torre de
mando y estalló dentro de ella, destrozando gran parte del barco y dándole muerte al Almirante Grau. Luego llegó el
Blanco al campo de batalla, de esta manera comenzaba de nuevo la persecución, hasta que el Huáscar arrió su
bandera en signo del triunfo del contrario, esto sucedió a las 10:55 después de dos horas de desigualdad y glorioso
combate. El perú de esta manera perdía el mejor de sus buques, y también sufría la pérdida de uno de sus más
valiosos, valerosos e inteligentes marinos; Miguel Grau Seminario. Quedaban abiertas las costas peruanas a la
invasión.
LA CAMPAÑA DE TARAPACÁ 1879: Hasta este momento el gobierno no pensaba en anexarse Tarapacá y
sólo pensaba y deseaba la posesión de esa provincia como garantía del pago de una fuerte indemnización.
Tarapacá era el centro de los recursos económicos del Perú y su dominio le daría a Chile un punto a favor en la
guerra, ya que se temía, de una intervención europea. Pues cabe advertir que el interés de Perú era poner en contra
de Chile a los Ingleses y de otras nacionalidades existentes en las compañías salitreras de aquella provincia. A fines
de octubre, un ejército expedicionario de 10 mil hombres de embarca en Antofagasta al mando del general Erasmo
Escala, militar de la vieja escuela, formado en tiempos en que el valor decidía los combates. PISAGUA
Luego de la victoria en el mar, en octubre de 1879, las tropas chilenas avanzaron sobre el territorio de Tarapacá, aun
cuando no era su intención anexarla sino mantenerla como indemnización de guerra. Para ello se efectuó un
desembarcó en la costa de Pisagua, una operación complicada por lo difícil del terreno. Bajo el mando del general
Erasmo Escala se movilizó un contingente cercano a los diez mil hombres, el 2 de noviembre de 1879. Después de
silenciar los fuertes mediante los cañoneos de los buques de guerra se produjo el desembarco bajo una fuete
balacera de los aliados que se hallaban escondidos en trincheras, en las rocas de los cerros de la costa, en la
maestranza del ferrocarril, en la aduana y en los rimeros de salitre. La operación, de carácter de mar y agua, fue
precisa y exitosa. En poco tiempo se izaba la bandera chilena en el fuerte de Alto Hospicio.
LA BATALLA DE DOLORES
Después de haber perdido Pisagua, el ejército peruano-boliviano, nueve mil hombres al mando del general Buendía,
marchó de Iquique al puesto de Dolores, sin saber que las tropas chilenas comandadas por el coronel Emilio
Sotomayor ya las habían ocupado con seis mil soldados. Se habían fortificado fuertemente en el cerro Dolores o de
San Francisco, a cuyo pie había una oficina salitrera y un pozo de agua donde, finalmente, se desarrolló la batalla.
Las fuerzas se encontraron el 19 de noviembre. Luego de un intercambio de artillería, al que siguió el ataque de la
infantería perú-boliviana por la falda del cerro de San Francisco y el contraataque de la chilena, que lo hizo retroceder
hasta el bajo en un furioso cuero a cuerpo. Los aliados abandonaron el campo sin ser perseguidos, lo que permitió
salvar la mayor parte de sus tropas y proporcionar más tarde a los chilenos la derrota de Tarapacá.
44
EL COMBATE DE TARAPACÁ
Después de Dolores se avanzó hacia Iquique, a reunirse con los fugitivos en el oasis de Tarapacá por lo que
Chile quedaba en posesión de un territorio rico en recursos. El error de no cerciorarse del número del enemigo,
motivó a que se enviara una división de dos mil hombres, cabe destacar que estos hombres contaban con escaso
provisiones y municiones y falta totalmente de agua, un elemento indispensable en toda operación en el desierto. El
peruano Buendía había logrado juntar en Tarapacá cinco mil hombres, incluyendo los defensores de Iquique, que le
aportaron abundantes municiones. El mayor chileno Jorge Wood intentó contraatacar, pero la falta de municiones y
agua, además del cansancio, hizo que el éxito inicial de esta carga se desvaneciera. La llegada de Baquedano alivió
en algo la desastrosa situación. El combate fue un desastre para las armas chilenas ya que sus hombres quedaron
reducidos en un 32%. En este combate murió el comandante Eleuterio Ramírez. Después del combate Buendía se
retiró hacia Tacna por la falda de la cordillera y llegó con sólo 3.700 soldados. Las fuerzas chilenas fueron arrasadas.
La campaña de Tarapacá dejaba en poder de Chile la rica provincia salitrera del mismo nombre, cuyas entradas
sirvieron para financiar la guerra.
Para asegurar la ofensiva del mando militar después de cavilaciones que habían inmovilizado al ejército, el
gobierno entendió que era necesario establecer un mando político en la ciudad de Iquique, que había sido ocupada
por Latorre . Patricio Lynch ejerció la jefatura del gobierno político con gran eficacia, comenzando por organizar los
servicios locales y un municipio con cónsules, de una eficacia admirable. En lo militar, para concretar la campaña,
desembarcaron en Ilo trece mil soldados, asegurando la retaguardia.
El plan de Baquedano era detener el frente del coronel Andrés Gamarra, que se dirigía a Arequipa con dos mil
hombres de la artillería y la infantería. Pretendía hacerlo en la quebrada de Tumillaca, para cortar la retirada, y
escalar con el regimiento Atacama el acantilado del norte por el camino de Guaneros. La maniobra resultó exitosa. El
día 22 de marzo los soldados treparon por el escarpado y sorprendieron a los peruanos indefensos, los que
retrocedieron desbandados. Los chilenos protegían de esa forma su retaguardia, inflingiéndole a sus enemigos una
fuerte derrota.
Desde tiempo atrás se venían produciendo desacuerdos entre el general Escala y el ministro Sotomayor. El
primero renunció al cargo y fue designado en su reemplazo el General Muel Baquedano. Luego de la muerte del
ministro Sotomayor , poco tiempo después en el campamento de Bella Vista, suceso lamentable que iba a privar al
ejército del hombre que había sido organizador de la victoria. Los aliados en número de 8.500 peruanos y 5.000
bolivianos, ocupaban el campo de la alianza, un poco más al norte de Tacna. Los mandaba el general Narciso
Campero, nuevo presidente de Bolivia. Baquedano dispuso de una fuerza total de cerca de quince mil hombres para
sus acciones en el norte, que de aquellos participaron sólo 10.000 ya que el resto quedó en retaguardia. En la
mañana del 26 de mayo la artillería abrió los fuegos dando inicio a la batalla de Tacna. La superioridad de la artillería
chilena destrozó las líneas del ejército aliados, a lo que siguió una carga de la infantería comandada por el coronel
Amengua, que se detuvo por falta de municiones. Más tarde, el coronel Pedro Lagos atacó sorpresivamente,
provocando la huida de las tropas aliancistas. Los Bolivianos que no volverían a participar en la guerra, tomaría el
camino del altiplano. Los peruanos, completamente desalentados, huyeron hacia Arequipa.
Como bastión de la defensa peruana, el morro de Arica era fácil de proteger. Su acceso era complicado, ya que
tiene una altura de 133 metros sobre el mar, y además estaba protegido por 2.000 hombres, al mando del coronel
francisco Bolognesi. Y dominaba buena parte del plan y el puerto. La planicie del morro se fortificó previendo un
ataque marítimo, único posible hasta ese momento. No obstante, la importancia del morro para las comunicaciones
entre las fuerzas chilenas hacía vital su captura. Se designó al coronel Lagos . Se fabricó un puente sobre el río Lluta,
para acceder más libremente al morro, y una vez cercado se pidió la rendición del general Bolognesi.
Bolognesi rechazó la petición. Con una estrategia inteligente, Lagos hizo creer al comandante peruano que atacaría
por el norte, pues una columna se desplazó hacia ese punto. Mientras el verdadero ataque se gestaba por el sur y de
noche, ya que los fuegos del campamento permanecieron encendidos. El ataque fue exitoso, rápidamente
45
destruyeron la línea defensiva y siguieron subiendo, lo mismo sucedió en las siguientes defensas del Morro, hasta
que llegaron a la cima como una turba infernal, destruyendo todo lo que estuviera a su paso. El Morro era chileno
luego de cincuenta y cinco minutos.
Al finalizar la campaña de Tacna, quedaba en poder de Chile toda la parte sur del Perú, hasta el río Sama.
La organización de las fuerzas para ir en expedición contra Lima fue dirigida por el propio presidente Pinto y
José Francisco Vergara. El ejército aumentó su dotación en 42.000 hombres. Con la derrota del ejército peruano del
sur, el presidente Piérola intentó reorganizar sus tropas en la defensa de la capital en una línea fortificada que
cortaba todos los accesos a la ciudad por el sur y que se creía impenetrable. El número de sus fuerzas, con la
ausencia de sus mejores cuadros y jefes llegaba a 26.000 soldados de línea y tenía una reserva de segunda línea de
13.000 hombres.
El mando chileno decidió atacar de frente con 22.000 hombres y 80 cañones, a la larga línea defensiva que
había tendido Piérola para proteger la capital. Con gran esfuerzo en Chorrillos, al mismo tiempo que en el morro
Solar, se luchaba por tomar ese balneario. La defensa fue tenaz, pero a las 14:00 horas todo había terminado: el
triunfo de los chilenos era absoluto. De los chilenos que participaron en la toma, hubo una baja de una quinta parte y
entre los peruanos seis mil de los veinte mil hombres fueron muertos y heridos. Del resto, varios cientos fueron
hechos prisioneros, otros se reagruparon en Miraflores y huyeron.
Baquedano, que no era hombre de planes complicados y que tenía confianza en sus tropas, ordenó el ataque
frontal a sus soldados y con esto consiguió la victoria.
Las acciones fueron rápidas, luego de una breve tregua. Barceló, apoyado por la artillería de la Escuadra,
atacaba por el flanco derecho de los peruanos. Urriola retrocedía combatiendo. Lagos , a pesar de sus escasos
hombres, apoyó eficientemente a las fuerzas de Urriola y Barceló, con lo que se aseguraba el flanco derecho. Lagos
aprovechó el buen ánimo de sus soldados y lanzó un ataque contra el fuerte y la doble línea de trincheras. Barceló
cayó abatido y fue reemplazado por el comandante Demófilo Fuenzalida, logrando el triunfo final de los chilenos.
LA CAMPAÑA DE LA SIERRA:
Después de la ocupación de Lima, Cáceres y otros jefes peruanos se retiraron a las sierras, donde organizaron
montoneras formadas en gran parte por indios crueles y salvajes, o por mestizos sin disciplina militar
Uno de los combates más heroicos de la guerra tuvo lugar en Sangra el 26 de junio, en el territorio peruano de
Canta, y tuvo como protagonista a una compañía de 52 hombres del regimiento Buin a cargo del capitán José Luis
Aravena. Al mediodía las fuerzas del coronel peruano Vento bajaban hasta el valle para envolver a las tropas
chilenas. Un nutrido fuego de fusiles se desarrolló toda la tarde. Los chilenos fueron rodeados; un grupo salió en
busca de refuerzos, mientras otro mantenía la defensa valientemente hasta que llegó la ayuda y se revirtió la
situación.
Las batallas finales de la guerra fueron muy desiguales. Pequeños destacamentos en alejadas aldeas fueron
atacados como fue el caso de La Concepción. Un grupo de 77 soldados chilenos al mando del capitán Ignacio
Carrera Pinto resistió hasta la muerte a una montonera de cientos de hombres, el 9 de julio de 1882. La defensa fue
tenaz y sólo al día siguiente los últimos cuatro sobrevivientes fueron ultimados. La batalla final fue la de
Huamachuco, exactamente un año después, en la que se derrotó definitivamente a los peruanos.
46
Blanco
Consecuencias
En Perú se formó con muchas dificultades el gobierno del general Miguel Iglesias bajo el amparo de las armas
chilenas, con el cual se pudo celebrar un acuerdo. Este fue el tratado de Ancón, ocurrido en 1883, y con el cual se
terminó la guerra y estipuló las siguientes condiciones principales:
2. - Perú cedía a Chile, temporalmente, los territorios de Tacna y Arica. Luego, en 1929, los gobiernos de Carlos
Ibañez y Augusto Leguía celebraron un tratado que adjudicó Tacna al Perú y Arica a Chile (línea de la concordia).
3. - Se fijaron diversas disposiciones sobre la venta de un millón de toneladas de guano que había ordenado el
gobierno chileno, cuyo producto líquido debía ser dividido por mitades entre Chile y las empresas extranjeras
acreedoras del gobierno peruano.
Con Bolivia se hizo un simple pacto de tregua que declaró terminada la guerra (1884). Según este, Chile
mantendría la ocupación del territorio de Antofagasta, ejerciendo plena soberanía. Además se fijaron algunas
disposiciones comerciales y aduaneras.
Luego, en 1904, se firmó el tratado definitivo en el cual Bolivia cedió el territorio de Antofagasta y Chile se
comprometió a construir un ferrocarril de Arica a La Paz, permitió el libre transito de las mercaderías bolivianas y
pagar en dinero una compensación.
Antofagasta.
Latinoamérica.
comerciales y bancarios.
importancia.
Material de apoyo
Biografías
Nace en Santiago el 10 de Julio de 1842 hijo del gran Manuel Bulnes y Doña Enriqueta. Amplia su cultura en Europa
y su regreso se incorpora la Ejercito, 1867, como Cte. de un cuerpo de caballería costeado por el mismo. Campañas
de la Araucanía 1867-1874. Diputado. Crea el Escuadrón de Carabineros de Yungas. Es tomado prisionero con este
cuerpo por el mismo HUASCAR, cuando se dirigía al teatro de la guerra en el norte, en el Rimac, fue posteriormente
canjeado y se batió bizarramente en Tacna, Chorrillos y Miraflores. Terminada la guerra. Viaja a Europa. Es
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nombrado General de Brigada en 1894. Ministro de Guerra y Marina 1896, Casado con Doña Elena Calvo Cruchaga.
falleció en 1899
Ingresó a la Armada el 18 de mayo de 1844, como guardiamarina sin examen. Participa en la I campaña contra el
Perú y Bolivia. A fines del mes de Febrero de 1879, es nombrado Comandante en Jefe de la Escuadra enarbolando
su insignia en el blindado Blanco Encalada, estableciendo el boqueo del llamado litoral boliviano y más tarde del
litoral peruano, bloqueando Iquique. Zarpó, con la Escuadra a su mando en dirección al Callado donde pensaba
sorprender a la enemiga; como dicha misión fracasó, re impuso el bloqueo de Iquique, el 22 de Mayo es decir, un día
después de verificado el Combate Naval acaecido en dicho puerto. En agosto de 1879, regresa a Valparaíso,
después de haber renunciado a su cargo (por problemas de Salud) ingresando a la junta de Asistencia de la
comandancia General de Marina.
Fueron sus padres el marino mercante escocés Federico Condell y Manuela de la Haza, peruana. Estudió en
la escuela Naval y participó en la guerra con España (1865) y en la guerra del pacífico. Fue el héroe de Punta Gruesa
(21 de mayo de 1879) y llegó al grado de almirante.
Era hijo de Juan Manuel Grau, marino colombiano al servicio del Perú, y de la peruana Luisa Seminario del
Castillo. Caso con Dolores Cabrero Nuñez, con sucesión.
Excelente marino, Grau supo burlar durante meses a la escuadra chilena, capturando transportes y cañoneado
los puertos del norte. Vencedor en Iquique el 21 de Mayo de 1879, dio muestras de caballerosidad y delicadeza.
Encontró gloriosa muerte frente a Angamos, al mando del "Huáscar".
En los faldeos del cerro Coiquén, en las cercanías de Chillan, nació el 3 de abril de 1848 un niño frágil que ni siquiera
lloró al nacer: era Arturo Prat Chacón.
Hijo de Pedro Agustín Prat Barril y María de la Luz Rosario Chacón Barrios. En 1858, debido a algunos problemas
económicos de la familia, viajó a Valparaíso para vivir bajo la tutela de su tío Jacinto Chacón. Ese mismo año ingresó
a la Escuela Naval.
En 1864, consiguió el grado de guardiamarina y fue asignado a la Esmeralda. Al año siguiente participó en el
combate de Papudo, donde la corbeta Esmeralda capturó a la nave española Covadonga. En 1867 fue ascendido a
Teniente y solicitó licencia para estudiar leyes en la Universidad de Chile. Se graduó de abogado en 1878. Tres años
antes contrajo matrimonio con Carmela Carvajal Briones.
En 1878, fue enviado en una misión confidencial a Buenos Aires y Montevideo, en los momentos en que el país tenía
problemas fronterizos con Argentina. Poco antes de iniciarse la Guerra del Pacífico, cuando ya contaba con el grado
de Capitán de Corbeta, fue nombrado asesor naval del Ministro de Guerra don Rafael Sotomayor y juntos se
embarcaron rumbo al norte en el blindado Blanco Encalada, el 2 de abril de 1879. Tres días más tarde, Chile le
declaró la guerra a Perú y Bolivia. Cuando ya se encontraban en su destino, el Ministro lo envió a Santiago para
organizar el aprovisionamiento de la Escuadra.
Regresó al norte en mayo de 1879, y el Almirante Williams le encomendó la misión de bloquear el puerto de Iquique,
después que la escuadra zarpara rumbo a El Callao. El 21 de mayo de 1879, Prat se cubrió de gloria durante el
célebre Combate Naval de Iquique, como capitán de la fragata Esmeralda y hasta hoy tanto la armada como el país
entero se conmueven al recordar las palabras que pronunció a sus hombres antes de iniciar el combate:
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¡Muchachos: la contienda es desigual! Nunca nuestra bandera se ha arriado ante el enemigo, espero pues que no
sea ésta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo, esa bandera flameará en su lugar, y os aseguro que si muero,
mis oficiales sabrán cumplir con su deber. ¡Viva Chile!".
Así, don Arturo Prat Chacón entregó su vida por el honor de la patria en la cubierta del buque peruano Huáscar, el
que abordó con una valentía y heroísmo hasta hoy admirados.
Arturo Prat
Relato De Un Sobreviviente
"Querido papá:
No sé si esta carta pueda llegar a sus manos; sin embargo, confío en ello; y deseando que Ud. esté al cabo
de lo realmente sucedió el 21 del presente, trataré de hacerle una descripción del desigual combate...
"Era natural que al ver nuestra gente la inmensa superioridad del enemigo, hubiera desmayado o perdido su
entusiasmo. Sin embargo, no sucedió así y al oírse el toque de corneta todo el mundo corrió a sus puestos
con la sonrisa en los labios, la esperanza en el corazón y con el placer que se experimenta al defender la
patria querida.
"...Vino a fortalecer el propósito de nuestros tripulantes la voz del comandante, que se expresó en estos
términos":
"Muchachos: la contienda es desigual, pero ánimo y valor. Hasta el presente ningún buque chileno ha arriado
jamás su bandera; espero, pues, que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Por mi parte yo os aseguro que
mientras viva tal cosa no sucederá y después que yo falte, quedan mis oficiales, que sabrán cumplir con su
deber."
"Sería necesario que Ud. se hubiere hallado en un caso semejante para comprender el entusiasmo que es
capaz de despertar un viva a la patria, lanzado por un jefe querido en aquellos supremos instantes.
Guardiamarina de la Esmeralda.
A pesar de que el camino ahora estaba libre, a los chilenos les resultaría difícil internarse por el entonces
departamento peruano de Tarapacá. La caleta Pisagua fue la elegida por Condell para el desembarco de las tropas.
A las pocas horas de emprender la misión y pese a la tenaz resistencia ofrecida por peruanos y bolivianos, el sitio
estaba en manos de los chilenos. Un par de semanas después, Dolores lucía la bandera tricolor de Chile. Peruanos y
bolivianos intentaban desesperados llevar a cabo alguna estrategia, pero ya era tarde, la artillería chilena hacía
categórico el triunfo para ésta nación.
Ahora, sólo faltaban las campañas de Tacna y Arica donde las fuerzas chilenas, tras subir más de 50 kilómetros por
el desierto, derrotaron al enemigo. El 7 de junio, en 55 minutos, los chilenos se apoderaron del Morro de Arica.
Desesperadas, las tropas bolivianas se desbandaron hacia el Altiplano y no volvieron a aparecer en la guerra.
49
El gobierno del presidente Pinto se consideraba satisfecho con la conquista de los territorios peruanos que
comprendían las regiones de Tarapacá, Arica y Tacna y creyó que había llegado el momento de firmar la paz. Sin
embargo, El general Baquedano y sus oficiales creían que, sin la toma de Lima, cualquier acuerdo sería superfluo.
Entonces, con el apoyo de algunos parlamentarios y de la opinión pública en general, dieron curso a este propósito.
El ministro de guerra, José Francisco Vergara, preparó las fuerzas que entrarían a la capital peruana. En total, cerca
de 23 mil soldados chilenos rompieron las defensas del gobierno peruano, en las batallas de Chorrillos y Miraflores:
Lima y el Puerto de Callao presenciaron la guerra. Cuatro días después, el 18 de enero, Manuel Baquedano tomaba
para el dominio chileno la capital peruana.
En Chile la alegría era completa. En Perú empleaban todas las artes de la diplomacia para rescatar algo de todo lo
perdido y algunos guerrilleros intentaban resistir desde la sierra.
Finalmente, el Tratado de Ancón, firmado el 20 de octubre de 1883 puso orden en la conflictiva situación. En él, Perú
cedía a Chile a perpetuidad e incondicionalmente la provincia de Tarapacá, mientras que Tacna y Arica quedaban en
manos chilenas por diez años, al cabo de los cuales se haría un plebiscito, para determinar a qué país querían
pertenecer.
Al año siguiente, mediante un Pacto de Tregua con Bolivia, Chile pasaría a administrar como propio el litoral
boliviano hasta el río Loa. De este modo, la Guerra del Pacífico había concluido.
Conclusiones
Sin lugar a dudas una guerra es un gran hito a la historia de un país. Chile nunca será igual después de la
guerra del pacífico tanto física como
Psicológicamente. No se puede mirar una guerra de manera positiva a pesar de que se haya logrado la victoria, la
expansión y el respeto a Chile ya que en esta existió crueldad y muerte. De todas maneras se puede afirmar que la
guerra fue necesaria. Quizás, luego de las malas relaciones existentes entre Chile y, Perú y Bolivia se tuvo que
recurrir a la violencia para poder solucionar los problemas existentes. Esta guerra como muchas otras nos dejan
mucho que aprender y que reflexionar ¿ Serán las guerras soluciones inmediatas? ¿Existirán razones para matar?
No lo sabemos, aunque les aseguramos de que esta guerra esta grabada en alguna parte de estos tres jóvenes
países.
http://www.biblioteca-tercer-milenio.com/Historia-universal/LASAMERICAS/La-guerra-del-Pacifico/17-FIN.html
50
''Amanecía apenas el día 13 de enero, dice, cuando el
tendido galope de los caballos, el paso precipitado de los
transeúntes, las carretas que se alejaban, y los gritos nos
despertaron bruscamente.
"Un rumor sordo nos zumbaba al oído, a veces
interrumpido por un ruido mas pronunciado—¡la batalla
ha comenzado! gritamos todos. En un minuto estuvimos
vestidos. Eran las cinco y media de la mañana.
Recorrimos los cuatro reductos. Todos hacían
preparativos para la marcha, la manta repleta de
cartuchos, los oficiales revólver a la cintura, algunas
carretas con municiones en movimiento. No se oían sino
los gritos de ¡viva el Perú! ¡viva el comandante general! a
Surco! gritaban los oficiales, y repetían mil frenéticas
voces. Esperábamos la orden para emprender la marcha.
Pero la orden no llegaba y eran las siete y media de la
mañana. El fuego del lado de San Juan se hacía más
violento cada vez.
"Sobre todo en la izquierda de nuestra línea, dos
baterías se hacían un fuego de los más nutridos. La una
cede, sin embargo; al presente el combate arrecia en la
derecha. De pronto, a nuestro frente, como a una legua,
vemos levantarse la columna de un humo denso y negro:
San Juan estaba en llamas. No se disputan ya sino a
Chorrillos, pensamos todos a un mismo tiempo. En
efecto, los cuerpos de Dávila, Cáceres y parte del de
Suárez habían cedido el terreno. Iglesias, abandonado, se
sostiene heroicamente en las posiciones de Chorrillos.
"El primer fugitivo que encontramos en el pueblo de
Miraflores fué un soldado raso; "vamos bien", nos
contestó con voz desfalleciente, cuando le pedimos
noticias del combate. Tres o cuatro heridos llegaron
después. No tardamos en conocer la triste realidad. El
camino estaba sembrado de dispersos que huían en el
más espantoso desorden, unos, heridos, arrastrándose,
otros pidiendo auxilio; unos con armas, otros sin ellas,
llenos de sangre y la ropa hecha pedazos, presentando el
espectáculo mas desgarrador.
51
"Por el terraplén de la vía férrea avanzaba un largo
cordón de gente; por el medio de los potreros corrían
soldados en grupos. Se les llamaba, pero no hacían caso;
no respetaban las amenazas, sino los balazos. No era esa
la actitud de un ejército victorioso. Un amargo desaliento
se apoderó de nosotros. Varias compañías de los
batallones se desplegaron en guerrilla y pequeñas fuerzas
de caballería se escalonaron para cortar el camino de
Lima a los fugitivos.
''Pero, a medida que el tiempo transcurría, se hacía
más doloroso el cuadro de esa multitud que huía
despavorida por todas partes; la caballería llegaba a
bandadas, las mulas cargadas de cajas de municiones, los
cañones y ametralladoras rodados; caballos sin jinetes a
galope tendido; artilleros, coroneles, jefes de toda
graduación inundaban las avenidas del ferrocarril,
formando una espantosa confusión. No era una división
desbandada, como habíamos oído decir; era todo un
ejército en fuga. Algunos batallones entraron íntegros en
nuestra línea, y gran parte de una división quedó formada
a la izquierda de la línea férrea.
''Serían las diez de la mañana cuando llegó Piérola
con un reducido estado mayor, en el que se notaba a los
generales Buendía y Segura y al coronel Suárez. Pasó a
caballo por en medio de los batallones que lo vivaban
frenéticamente. Mandó que desfilaran hacia los reductos
y se parapetasen detrás de la tapias intermediarias entre
cada uno de ellos. Estos refuerzos vinieron a aumentar
considerablemente nuestra línea. Más de cinco mil
dispersos habían sido recogidos a las doce del día ya por
la caballería, ya por los batallones de la reserva, otros se
habían presentado voluntariamente. Veíase, sin embargo,
muchos que se escapaban. Se les hacía tiros de rifle, pero
se escondían en las zanjas y seguían huyendo.
''Atravesaba Piérola los rieles del tren cuando un
soldado, que suponemos ebrio, se adelantó hacia él y
prorrumpió en imprecaciones contra los jefes. ''No me
formen barullos", se limitó a contestar Piérola. Y se alejó
apresuradamente".
52
Esta terrible jornada costó al ejército chileno la
pérdida de 3,309 hombres y al ejército peruano más de
8,000. Los chilenos no hicieron más que diecisiete
prisioneros.
El 14 por la mañana el general Baquedano enviaba a
Lima al secretario del ministro de la guerra señor
Errázuriz con orden de declarar que después de una lucha
tan sangrienta había quedado a salvo el honor del Perú y
que el primer deber de su gobierno era evitar a Lima la
suerte de Chorrillos; ofreció un armisticio para tratar la
paz. El general Piérola contestó que él no recibía más que
a un emisario investido de plenos poderes para negociar.
Ante esta disimulada negativa para entablar
negociaciones el general chileno hizo avanzar
inmediatamente su primera división apoyada sobre la
segunda, mientras la tercera, ocupando Barranco,
amenazaba Miraflores y la última línea de las defensas
peruanas. Estos movimientos se ejecutaban en la noche
del 14 al 15 y todo estaba listo en el campamento chileno
para tomar la ofensiva al amanecer. Antes del alba se
presentaron ante el general Baquedano dos oficiales
neutrales, portadores de una carta colectiva del cuerpo
diplomático residente en Lima, en la que se le pedía una
conferencia. A las siete de la mañana los ministros de
Francia e Inglaterra en unión del decano del cuerpo
diplomático, el ministro de San Salvador, llegan al
campamento en un tren especial. A petición de estos el
general Baquedano tuvo que conceder un armisticio bajo
las bases siguientes: se pondría en sus manos el puerto
militar del Callao y la flota peruana; mientras esperaba su
respuesta consentía en suspender las hostilidades hasta la
media noche, dejando estipulado que durante este tiempo
los dos ejércitos beligerantes tendrían libertad para
efectuar los movimientos de posición que les conviniesen
manteniéndose fuera del alcance de los disparos y sin
abrir él fuego.
De regreso a Miraflores, donde se encontraba el
dictador Piérola, los Ministros extranjeros le
comunicaron la respuesta del general chileno y le
53
urgieron para que iniciase negociaciones de paz,
insistiendo en la necesidad de evitar a Lima la suerte de
Chorrillos; le representaron que las numerosas casas
comerciales extranjeras de la capital corrían grave riesgo,
que el populacho, sumamente excitado, amenazaba ya
con el pillaje en caso de derrota, y que su deber tanto de
jefe militar como político de la república era entrar en
negociaciones antes que la capital cayese en manos de los
enemigos o de una insurrección victoriosa. Los
almirantes inglés y francés unieron sus instancias a las
del cuerpo diplomático.
Piérola vacilaba. Tenía en línea, detrás de los
reductos de Miraflores, quince mil hombres de excelentes
tropas que se reforzaban de hora en hora por los
contingentes del Callao y de Lima, por voluntarios
decididos a luchar hasta el último extremo para defender
la ciudad. Disponía además de una poderosa artillería y
de las municiones del puerto militar del Callao; sabía que
el ejército chileno había sido muy castigado en los
combates del día anterior y no podía cubrir sus bajas; en
suma, él creía de su deber llegar hasta el fin y tentar un
último esfuerzo.
Habiéndose prolongado la discusión hasta las dos de
la tarde, retuvo a su lado a los ministros y almirantes
extranjeros a quienes invitó a almorzar. Acababan de
sentarse a la mesa cuando de repente, se dejó oir el
estruendo de la artillería seguido de las descargas de la
infantería y de los gritos de las tropas. He aquí lo que
había sucedido.
Prevenido el general chileno de que desde la mañana
numerosos trenes de Lima y del Callao llevaban a las
líneas de Miraflores refuerzos considerables, quiso darse
cuenta por sí mismo de las posiciones ocupadas por el
ejército peruano. Escoltado de un numeroso estado mayor
pasó en primer lugar revista a su frente de bandera y
llegó en su reconocimiento muy cerca de las líneas
enemigas. Estaba observando las posiciones uno de sus
oficiales cuando de las avanzadas peruanas partieron
algunos disparos de fusil que le obligaron a retroceder.
54
Contestaron los chilenos y bien pronto se hizo general el
fuego en toda la línea. En vano trató el general
Baquedano de detenerlo; la artillería abrió el fuego; de
una y otra parte había la convicción de que el ataque
había sido premeditado; en los dos campos se creía en
una traición; se enardecía la lucha, nadie podía ya
detenerla.
Piérola, seguido de su Estado Mayor, monta a
caballo para tomar la dirección de sus tropas. Los
ministros y los almirantes, exponiéndose a los mayores
peligros, atraviesan a pie la campiña y llegan a Lima
donde esperan los acontecimientos. A las dos y media
comenzaba la batalla en toda la línea. La división chilena
comandada por el coronel don Pedro Lagos ataca la
primera los reductos peruanos, pero recibida con un
fuego asesino, se ve en la imposibilidad de avanzar. Los
peruanos salen de sus trincheras y atacan a la bayoneta.
Los chilenos se repliegan, la división Lagos se ve
comprometida y cede poco a poco bajo al empuje del
enemigo. Baquedano manda para sostenerla un
regimiento de caballería con orden de resistir hasta la
llegada de la reserva. A pesar de su esfuerzo, a pesar de
su resistencia heroica, la división chilena es arrollada,
entra el desorden en sus filas diezmadas por la artillería
y, amenazadas de flanco, cuando de repente se dejan oir
penetrantes gritos y clamores. Era la división Lynch que
llegaba desde Chorrillos a paso ligero, seguida de la
reserva, al mando del coronel Martínez. Los soldados de
Lynch penetran como una bala entre los batallones
peruanos, los rechazan en desorden hasta las trincheras,
reúnen consigo las tropas de Lagos y se lanzan con ellas
al asalto de las fortificaciones enemigas. La escuadra
chilena cubre con sus fuegos las alturas. Las líneas
peruanas caen en poder de los chilenos por el lado de
Miraflores. Y suponiendo una defensa enérgica de la
ciudad y una lucha parecida a la que habían sostenido en
Chorrillos la víspera, los chilenos incendian Miraflores y
oblicuando sobre el centro de las líneas peruanas, las
toman de flanco mientras que la primera división las
ataca de frente.
55
El empuje irresistible de la división Lynch arrolla
todos los obstáculos. Los peruanos huyen a la
desbandada, perseguidos por dos regimientos de
caballería que el general Baquedano lanza en su
persecusión. A las seis de la tarde la lucha había
terminado; los chilenos vencedores ocupaban los
reductos de Miraflores y la última línea de defensa de
Lima. Esta victoria les costaba 3,124 hombres entre
muertos y heridos y la muerte del coronel Martínez que
cayó a la cabeza de sus tropas. Los peruanos dejaron
sobre el campo de batalla setenta cañones con su
material, diez mil muertos, tres generales y numerosos
prisioneros.
A las siete de la tarde Piérola entraba en Lima
llevando consigo los restos de sus tropas y no soñando
aún más que en la continuación de una lucha imposible.
Quería encerrarse en el Callao, volver contra Lima las
baterías del puerto y hacer de este modo imposible el
acceso a la capital a las fuerzas chilenas; pero el
desconcierto y el desaliento que reinaban en torno de él
no le permitieron poner en práctica sus proyectos. A las
once abandonaba Lima, acompañado de un pequeño
estado mayor y buscaba un refugio en las montañas.
Lima y el Callao estaban abandonadas a merced de un
populacho excitado y de bandas de soldados irritados por
su derrota, borrachos de pólvora y de vino.
En ausencia de toda autoridad constituida, dispuestos
a tratar de la rendición de la ciudad, el cuerpo
diplomático pidió en la noche al general chileno una
entrevista para el siguiente día. Esta se celebró, en efecto,
el 15 en el cuartel general de Baquedano, donde fué
firmada el acta de capitulación de Lima en los términos
siguientes:
Cuartel General chileno de Chorrillos
''En 16 de Enero de 1881, a las dos de la tarde, se
presentaron don Rufino Torrico, de la alcaldía de Lima;
el Excmo. Sr. de Vorges, Ministro Plenipotenciario de
Francia, Excmo. Sr. Spencer Sain John, Ministro
residente de S. M. Británica; Mr. Stirling, Almirante
56
inglés; M. de Petit-Thouars, almirante francés y M.
Sabrano, comandante de las fuerzas navales italianas.
"El señor Torrico expuso que el pueblo de Lima,
convencido de la imposibilidad de defender la ciudad, le
ha comisionado para entenderse con el general en jefe del
ejército chileno respecto a la rendición de la capital.
"El general Baquedano hace notar que esta rendición
debe efectuarse sin condiciones, en el término de 24
horas pedido por el señor Torrico para desarmar las
fuerzas que quedan aún organizadas. Agrega que la
ciudad será ocupada por las tropas chilenas para
mantener el orden".
Las idas y venidas del cuerpo diplomático y la
conferencia de Chorrillos no dejaban lugar a dudas sobre
lo que sucedía. La población de Lima enfurecida por la
derrota, excitada por las proclamas que desde hacía ocho
días le anunciaban una victoria segura que se había
convertido en una irremediable derrota, espaldeada por
los restos del ejército que acusaba de traición a sus jefes,
no estando contenida por ninguna autoridad ni policía, se
negaba a entregar las armas y acusaba a la clase pudiente
de la población, a los extranjeros y a los chinos, a los que
odiaba, de propiciar la entrada del ejército chileno en la
ciudad. Se multiplicaban las amenazas de pillaje y de
venganza. De una relación publicada en Lima titulada
"La campaña del ejército chileno en Lima" tomamos los
siguientes párrafos que describen el estado en que se
encontraba la ciudad durante las horas que precedieron a
la entrada de las tropas chilenas.
57
''Desde el 16 de Enero a la caída de la tarde se podía
prever la tempestad que se iba a desencadenar sobre
Lima. Grupos de aspecto siniestro recorrían las calles de
la ciudad amenazando a los transeúntes y recordando los
sacrificios que ellos habían hecho por el país... So
pretexto que no se les habían distribuido víveres, se
dejaron caer sobre los almacenes de los chinos
desarmados, forzaron las puertas a culatazos de carabina
o a hachazos, saquearon las casas y las incendiaron.
"Atacaron enseguida los ricos almacenes de joyas,
telas y objetos de arte, los saquearon y prendieron fuego.
Del gran comercio que los chinos tenían en Lima no
quedó más que un montón de ruinas, ensangrentados e
incendiadas. Se estima en un número de trescientos por lo
menos el de los comerciantes chinos asesinados bien en
sus casas o bien en las calles. Uno de ellos al ver
incendiar sus almacenes hizo depositar sus libros en la
Legación inglesa. De su examen resultó que la pérdida
experimentada por él se elevaba a 140,000 libras
esterlinas.
"Las calles de Bodegones, Melcharmalo, Palacio,
Polvos, Azules, Zavala, Capón, Albaquitas, Hoyos,
fueron saquedas. La calle Palacio estaba sembrada de
cadáveres... En vano los bomberos trataban de detener el
incendio; se dirigía sobre ellos un fuego graneado que se
vieron obligados a retirarse... El día 17 se armaban en fin
las columnas extranjeras y con su actitud enérgica
pusieron a raya a los desbandados cuyo ardor iba ya
cediendo a causa de la fatiga y de la borrachera..."
Esa noche costó a Lima más de 5 millones de francos
por las casas y edificios incendiados y más de 25
millones por las casas de comercio saqueadas e
incendiadas.
Prevenido de los desórdenes de que era teatro la
ciudad, el general Baquedano aceleró la ocupación. El día
17 a las cuatro de la tarde hacía su entrada en Lima un
división de cuatro mil hombres bajo las órdenes del
Inspector general del ejército chileno don Cornelio
Saavedra y ocupaba sin dilación los principales puntos
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estratégicos de la ciudad mientras las otras divisiones
chilenas acampaban a sus puertas.
Las mismas escenas de desorden que habían
ensangrentado las calles de Lima se habían producido en
el Callao. El populacho destruyó los cañones, hizo saltar
las minas y trató de incendiar los fuertes. Los comercios
y almacenes fueron forzados y saqueados. La rabia del
populacho se volvió enseguida contra la armada a la que
prendió fuego. En aquella noche acabó de destruir el
incendio lo que quedaba de la flota peruana. Por todas
partes estallaban en el puerto los obuses, las bombas y los
torpedos. Para salvar su buque, el comandante de la
''Unión" intentó una salida desesperada pero vino a
estrellarse con la costa. El monitor "Atahualpa" fué
desmantelado y echado a pique; los transportes, ardiendo,
zozobraron en el puerto. El "Rimac", el ''Chalaco" y el
"Talismán" saltaron con su artillería a bordo. Toda la
noche del 16 y el día y la noche del 17 el Callao
ardiendo, presentaba el triste espectáculo de un puerto
militar dominado por la locura del suicidio y de un
populacho que acababa con sus propias manos la obra de
destrucción de sus fuerzas navales. El 18, el coronel
Lynch, a la cabeza de su división ocupaba la ciudad y el
puerto donde concluían de arder las últimas chalupas
peruanas.
El general Baquedano podía sin ser tildado de
orgulloso, terminar con estas líneas el parte oficial sobre
las operaciones que tan hábilmente había dirigido:
''El éxito es completo. Nada queda ya del gran
ejército peruano. Ha perdido más de 12,000 hombres y el
resto está en fuga o ha entregado las armas.
"Ha dejado en nuestro poder un inmenso material de
guerra, 222 cañones, 124 piezas de campaña, 15 mil
fusiles, más de 4 millones de cartuchos y grandes
aprovisionamientos de pólvora y dinamita.
"Agregaré que las fuerzas navales del Perú han sido
aniquiladas a tal punto que no habría un solo barco que se
pudiese dar a la mar".
59
En estas condiciones no quedaba más que tratar de la
paz. Pero ¿con quién?
Quien fue el hacendado que dio el grito de montan para reconocer la victoria chilena sobre el peru
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:BzRZAm0mbcgJ:www.slideshare.net/luismigueld/ca
jamarca-en-la-guerra-con-chile-
1445994+hacendado+que+dio+el+grito+de+de+montan&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=pe&source=www.google.c
om.pe
quien fue el hacendao que dio el grito de monatan
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:dSlrsNwuAP0J:es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Iglesias+grito+de+de+montan+por+la+victori
a+chilena&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=pe&source=www.google.com.pe
que contrato del peru con los ingleses le entrego nuestros recursos básicos como el guano y ferrocarriles
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:kefYC4csKAEJ:www.geschichteinchronologie.ch/am-S/peru/gs/Campos/09-3_rep-
nationalismus-militarismus-1884-1930-ESP.html+contrato+del+peru+con+ingleses&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=pe&source=www.google.com.pe
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