Consideraciones sobre
la obra de Nikolai Leskov!
El narrador!—por familie que nos suene el nombre—
ro esti de ningin mexd presente para nosotros en su vivid
‘hcacia, Nos resulta algo aljado yay que sigue alebindos.
Presentar aun Leskov* como nartador no quiere decir apo
rmimnorlo sino mésbien umentar la dsancia que de nos
separa, Considetad desde una deterinada jan, ogra
des simples asgos que constituyen al narradorseimponen
tend. Mejor dicho, aparecen en como pueden aparece uns
falbera humana o un exerpo animal sobre una roc pat el
dobserador que esta a cortecta distancia y en el ngulo co
recto de vs6n,Extadtancay este Angulo nos los prescribe
tuna experiencia que tenemos casi de hacer casi coviiana-
> 8mente. Nosdice ela queel are de narrar llega asin. Cada
‘vermis raro es encontrarse con gente que pucda nara algo
Jhonestamente. Con fecuencia cada ver mayor se difunde
perplejdad en la teria, cuando se formulael deseo deeci=
char una historia. Es como sina facultad que nos parec
inalienable as segura entre as segura, nos Fes area
‘ada, Tal a facultad deinercambia experiencia
‘Una causa de este fendmeno es palmar: la cotzacin
de a experiencia a caldo. ¥ da la impresion de que sigue
ndo en un sn fondo, Cualquie ojeada al perdiico da
pruchas de
a aleanzado un nuevo nivel nie, de
‘manera que no slo lnimagen del mundo exterior, ino ta
bin lnimagen del mundo ico han sufido, dela noche as
‘mariana, trnsformaciones que jams se consdersron pos-
bles. Con Ia Guerra Mundial comenz6 a hacerseevdenteu
proceso que desde entonces no halgadaadetenerse, Nose
avi quela gene volva enmudecida dl campo de bata-
Ie No mas ica, sino mis pobeeen experiencia comunica-
ble, Lo que diz afios més trdese deramé en la mareadelos
libros guerra, era todo contario de una expeencia que
se tansmite de hoca en boca. Y exo no ers extrao. Pcs
jams fueron desmentidas mis profundamente ls expeien-
as come [lo fueron] sesatégcas pola ger de trinche-
1 las eoondimieas po a inflacién as coepreas por bata
la meena, las ticas por los detentadors del poder. Una
sgeneraciéa que todavia habia ido ala excuca en el caro de
sangre, se encoateé a laineempers,en un passe en que nada
«que inalterado salvo la nubes,y bajo elas, en un campo
de fuerza de rortentes devastadores y de explosiones elit
0 y quebradiza cuerpo humane”.
nL.
La experiencia que se tansmive de boca en bocs ea
Fuente de la que han bebido todos los narradores. Y ene
aquellos que esrbieron historias, sonlos grandes uienesen
18 se apartan del discurso dels muchos na-
rradores andnimos. Ente ellos, por lo demas, hay dos gra
pos que por cierto erin compeneteados entre sfde muchos
‘modos, Y la figura del narrador adquiere su plena corporei-
dad silo paraaquel queaamboslos tenga presente. "Cuan
dagen eliza un viaje, puede contar algo", rezacl dicho
popula’ y se represent al narra como alguien que viene
de muy lejos Pero no escon menor agrado que seesucha al,
que habigndose ganado honestamente su susteno,permane=
cig enel pagoyconoce sus taiciones historias. Sise quite
hacer presents ests dos grupos en sus representantes arcai=
«os, uno estar encarnado por el campesino sedentaro ye
‘otto por el marino mercane. De hecho, ambos mods de
vida han produce en cirta medida sus props esinpes de
narradores, Cala una de estas sips preserva algunas sus
pecularidades aun siglo mis tarde. A entelos mis ecien-
tes natradoresalemanes, los Hebel y Gotthel?proceden del
primer grup y los Seasield” y Gersticker del segundo
Pero, por lo demis, come se dijo, estas estipes slo consti-‘yen tipos Fundamental’, La extensin real del dominio
de lasarracionesenroda su amplitud hisrca no esconce-
bible sin la mis intima compenceracin de estos dos tipos
acaicos,Semjantecompenettacién fue establecida muy es-
peviamente pr a Edad Media en ls comporac
rales. El maestro sedentaroy los aprnsiceserants trabajar
‘ban juntos en el mismo taller: y todo maestro habia sido
aprendizerante anes de establecersen su patria oenelex
"tanjro, Si campesinos y matineros fueron maestrosances-
reales dela natrcin, el eseamencoartesanal fue su escuela
superior. nel se combina a oii dela ania, convo
la tra a casa el que mucho ha visado, con la noticia del
Drerérito que se conta de referencia al sedentaio
Leskov se sent tanen casa en jana dl espacio como
«lade iempo. Pertenecia aa Iglesia Ortodoxa Griega,y
ciertamente como hombre de sneer interés ligioso. No
Fue un opostor menos sincera dela burocracia cesses. Y
‘como tampoco se levaba bien con la burocraca secula, os
estos oficiales qu legs a ocupar no iacton duraderos. Para
‘su producidn, el puesto de tepresentante nso de una em-
prea inglesa que desempené durante mucho tempo fe en-
‘re rodos probablementeel mis provechoso, Por encargo de
‘a empresa vai por Rusa y eos viajes estimularon tanto
se sagacidad! mundana com el conacimiento de las condi
ones de Rusa. De exe suerte tuvo oportunidad deFamilia-
‘zasecon la organizacién dels sects del pals. Ello dej6 ss
nulla en sus relatos. En as leyenda sas Lesko vo aiados
ea Tucha que emprendié contr la burocracia ortodoxa
Suyos hay una serie de relatos legendarios,euyo centro exe.
hombre justo, rara ver un ascet, la mayora de as veces un
hombre senclloyhacendoso que leg a ascmejarse al santo
dela manera més natural dl mundo, La ealtacién mii
no esl asunto de Leskov. Por mucho que en acasones gus
‘tosamente ahora om
su devocién, a una robusta natralidad. El modelo lo ve ene
ills, prefeviaaferrarse, aun en
hhombrequesesiente a gusto en tice, sn involucrarse tan
profundamente con ella. Mosteé una coerespondicnte ati=
‘den el Ambito profano. Bien le cua a esa acti el ha-
ber empezadoa escribir tarde, alos 29 as. Eso fue después
desus viajes comerciales. Su primer trabajo impreso se vtuls
Por quéson caress irs en Kiev? Una sete ulterior dee
tossobye a clase obrera, sobre elaleoholismo, sobre méicos
de a poli sobre comercantesdesempleades, som los pre-
cursoresdesus relatos.
Nv.
Laotientacinal interés prictico es raga caracteisico de
muchos naradores ntos. Con mayor tnacidad queen Les
eo sels puede aprecias, por ejemplo, en un Gorthel, que
aba asuscampesinos consejos de agriculura seo encuentra
««en un Nodier que se ocupé de ls pais da lumbradoa
15 € igualmente esti en esta serie un Hebel, que desizaba
paquets instruciones de ciencia natural en su Cafes de te.
sora Todo esto punta lo que exten juego en toda verds-
era naracidn. Tae consign abirtau ead su sida, Una
vex podeé conssir esta urildad en una morale, ota ver en
una indcacinprictica una rer enn proverbio oem una
rep de vidas en todos los casos
mente ransmisibl,patrimonio dela pica es de otra indole
{que aquello que constiuye ct haber de una novela. Destacaa
lamovel frentea todas as dems formas de ieratura.enpro-
sa —fbul, leyenda y novela corta, ncuso—el que no pro-
venga de la radicin oral ni ve iucgte ella. Pero sobre todo
ladestaca frente al mare. Fl aarador toma lo que nara dela
experiencia: [de] la suya propia ola referida, Vlaconviertea
su vez en experiencia de aquellos que cscucan su historia, EL
velista sea sepregado, La cémara de nacimiento dela no-
‘elas lindviduo ens soledad, que ya no puede express
de manera cempar sobre sus aspitaciones misimportantes,
que carece de consjoy no puede dar, Escribir una novela
significa levaral pice lo inconmensurable ena representa
cin de a vida humana. En medio dea plenitud dela vid,
yymedianelarepresentacin de esta plenitude novela novi-
fica la profunda perplejdad! del vviente, El primer gran
libro del gener el Don Quijote, yaenseia cbmo la mags
nimidad, ls audaca, lakruismo de uo delos mds nobles
—precsamente de Don Quijote— estia completamente
destsistidas de cons y no contenen nila menor chispadesab Sian yom vr lng eos sls —de a
manera mis icine seas en Lr ar de andanc de Wi
del Meise” seine neo ensetanzasen ano
‘el con intents trian sempre en una varia de
forma misma anon or conta la novela defor
imaci'* nos apart de nig medodenestucurafin-
amend ls novel Alingrare proceso dvi social
nel desarllo dena person, permite que prspereajus-
‘facén ms fg imaginable aa los dens que dtr
sina [ec proce) Su lgimacin et sexgada spect de
sured, Loinsfiente even coneinieno preci
sent a novela de fxmacin,
ML
Setiene que pensar la transformacién dels formas épi=
«as como algo que eleva acabo en rtmos comparablesalos
dela ransformacign que ha sufrdo la superficie dea tera
‘ened transcuso de miles de centri, Difiilmente e han
gala pureadel cunt). Indica de esto ea Figura princi
pal de su naraciin Kein, ef alimenadory Planida, sta
ura principal un campsino, sons es hermaffodia. Du
rant doce aos su madre lo cid como mujer, Con sus
pte vies maduran imuleineamente las femeninasy sbi
sexulad se converteensimbolo del hombres"
(Com lo, Leskov ve alcanzada la cima de a criatura y
tendido ala ver un pucnte entre mundo terest ysuprate-
reste. Porque estas figuras maternales mascunas, de enor
ae pode terestre, que una y otra ver toman posesén del
are fabulador de Leskov, han sido aancadas dea subori-
‘acid al impulso sexual en la flor desu fuerza. Peo no por
clloencarnan propiamente un del asétco; antes, conti
ca de eto justs tiene un carte tan poco prvativo,
{que se convierte en el polo opuesto elemental del Iujuria
descnfcnada, ala que dl narrdor dio cuerpo en Lady Macbe-
de Mens, Sic atco[quese tiende enteeun Palin y
‘mujer del comerciante mide la extensin del mundo de las
ciaturas, no menos ha sondeado Leskov a profundidad en
lajerarga desuscriaturas.XVIIL
Lajerarquia del mundo dela riacuas que ene en os
justossuelevacin suprema,desciende por miltples grada-
cioneshasta el abismodelo inanimado. A este propssito hay
{que tener en mente una crcunstancia particular. Todo este
mundo de as criaturas no se profiere tancoa través dela vou
humana, sino en aquell que podria nombrarsecon el tulo
ddenadesusnarraciones mis significaiva: La woz de lana
ualeza Esta naracii erata del pequetoFuncionario Flipp
Pippovitch, que recur a todos los medios para que se le
petmita recibir como huésped 2 un marisa de campo que
sti de paso ens pueblito.¥ To ogra. El huésped, al que
sorprende la insistent invtacién del funcionaro, con cl em
po cree reconoceren dl aalguien con quien ya ene que har
herse encontrado antes, Pero ;quén? No lo recuerda, Lo cu-
rioso es que, por su parte, el anfisién no esti dispuesto a
darsea conocer, En cambio, dia rs dada esperanasa laa
personalidad dicéndoleque"h wor dela naturaeza’ no deja
‘de hablarlaudiblemente agin dia. ¥ todo sigue asi hasta
‘que porfinel huésped, poco antes de proseguirs viaje, debe
concede al anftrin el permiso, que ste ha solicit pli-
camente, dehacer sonata "vor de a naturalera’ Al punto
“egies com un gran cuerno
ddecaza de cobte elucientemente brufid ye lo entegs su
‘marido, Fate cogs el cuerno, lo puso en ss abs y al ins
tant estaba como transfigurado, Apenas habla inflado los
carills y extraido un sonido, potente como retumbo de
0
srueno, el matisal de campo exclam: Alo, ya lo tengo,
Ihermano, ahora te reconovco! Ti eres el misico del rep
miento de cazadores, al que, en vetud de su honorbildad,
‘encomendévigilar aun funcionario de intendencia bibs
Asics su sefor’ espondis el amo dela eas. 'No questa
secordrselo yo mismo, sino dejar hablar aa vor dela nat
raleza”, El modo en que el sentido profundo de esa historia
semantieneescondide detris desu boberia nos da una idea
del grandiose humor de Lesko.
"Ese humor se confiema en la misma historia de mane-
ra alin mas criptica, Hemos odo que el pequefi funciona-
rio habia sido delegado, “en virtud su honorabilidad, para
vigil aun funcionaro de itendencia bibs. Asse dice
al final, en la escena del reconocimiento, Pero inmedat-
‘mente al inicio del rela escuchamos lo siguiente sobre el
anftrén; “Fodoslos habitantes de a localidad conoctan al
hombre, ysabian que no estaba investdo de alto rango,
porque ni ets funcionario esta ni militar sino slo un
pequefio supervisor de | ficina de provisiones, donde, jun
toa las rats, rofa ls galletas las botas estaals,y que
con el tiempo, punta de roeduras, se habia hecho de.
tuna bonita cass de maders", Como puede vers, en esta his
toria se cumple la tradicional simpata que los narradores
tienen por lo bribonesy ls picaros. Toda a literaura fs
sesca66 da testimonio de ella, También se muestra elara-
_menteen la cumbres del arte entee todas sus figuras, aun
Hebe acompasaron com la mayor fidelidad el Zundeliie-
der el Zundelhciner y Dieter El Rojo". Y, sin embargo,
ontambidn para Hebel el justo tiene el papel prineipal en el
theatrum mundi, Pero por no haber nadie que propiamen-
teestéa sualtura, pasa de uno a otro. Ora sel vagabundo,
‘ora el trapichero judo, ora el estrecho de mollera el que
saltaa desempefar esta part. Siempre e, de caso en cs0,
‘una actuacién invitada, una improvisacién moral. Hebel es
casita A ning precio soldat
peto tampocorechaza ninguno, porque cualquiera de ellos
‘on principio alguno,
puede convertitse cn inscrumento del justo. Compéres a
actitud de Lesko “Soy conscieme”, «scribe en laistoria A
propésite dea sonata Kreutzer,“ que miscusos de penst-
tienen ens fundamento mucho mis una concep
cin préctca de la vida que filosoiaabstracta 0 moral ee
sada, pero no por eso estoy menos inclinado a pensar como
lo hago”. Por lo dems as catistofes morales que se pre-
sentan en el mundo de Leskov son en todo cas los inc
lentes morales de Hebel como la gran correntesilenciosa
del Volga al poquefio arroyo det molino que se precipita
dicharachero. Entre ls naeracioneshistrias de Leskov hay
‘muchas en las que ls pasiones que est aa obra son tan
aniquiladoras como la clea de Aquiles 0 el adio de Ha-
igen’. Es asombroso cudn tereiblemente puede ensombre-
cetse el mundo de este autor, ycon qué majstad puede el
‘mal alr alls ceto, Leskow —éste era uno delos pocos
agos en que se roza con Dostoyevski—conocié evident
mente estados de dnimo en que sacered una ética anind=
mic’. Las naturaezas clementales de sus Relates de lor ve~
jos tempos lean. con su pasion atolondrada hasta el fin
Pero s prcisamente ese final lo que de buen grado se les
aparecia los misticos como el punto en que la rematada
Aepravacén se tornasubitamente en santa,
XIX,
Cuanto més profundamente desciende Leskoven les
cela de ls ciara, eanco més manifestamente se acerca st
mead de ve [as cosas] al dea miticaPorlo dems, y como
podeé verse, macho habla a favor de que también aqut se
more un sg que reside en la nacralera del narador Cier-
‘amente slo pocos se aventuraron en las profundidades dela
‘ature inanimada,y no hay mucho ena ecient itera
ra narrativaen que a wor del nartadoranénimo, que exis
antes tda literatura, pueda esonar an perepiblemente
como en la historia La aljandvita de Leskov. Teta de w
pied, el propo”, Elestratodelo pétro esel mésbajo dela
criacura. Sin embargo, paraclnaerador est inmediatamente
vinculada con el estrto] superios A lle est dadoatisbaren
‘ta piedasemipreciosa el propo, una profecia maura de
naturale petifiada, nanimada, [que concietne] al mundo
histéico en que el mismo vive. Es el mundo de Alejandro I.
El narrador —0 mejor dicho el hombre al que atribuye s
propio saber—es un orfebre de nombre Wenzel, que lew
sofcio al mayor] ate imaginable. Selo puede poner junto
alos plateros de Tula” y dece—en el sentir de Leskoy— que
el artesano consumada tiene acces a la cimara mis intima
”el eno de as criaturas. Es una encaracin del devoro, Pcs
bien, de est orfebre se dice: "De pronto cogié mi mano, la
‘mano en que ten el aillo com la aljandrta, que, como se
sabe, da destllosrojos bajo iluminacién attics y xc
‘Ved e agua piedra profi rus.t Oh, para
siberiana! Fae siempre verde como la esperanza, y slo llega
dal tarde la inund la sangre. As fue desde el igen del
‘mundo, pero se escondié larg tempo y yacis oculea en la
sierra, y slo permits que se lahallaael dnen quesedecard
Ja mayor de edad del zar Alejandro, cuando vino a Siberia
tun gram echicero un ago, pars enconttal, la pied...
“Qué disparates dic’ Je interrupt. Ea piedra ola halls
singin hechicer, sino un sabio llamado Nosdenskjal
“yUnhechicero,edigo— un hechicero. grits Wenzel vod
‘yo. Mite no mas, qué piedral Hay en ell na verde maia-
nay una tarde sangriene.. Ese el destino el destino del
noble ar Alejandro! Y con ests palabras se voli cl vicjo
‘Wenzel hacia a pred, apoy st caberaen el cod ...empee
ab asolloza’
Dificlmente podiamos acercarnos msl significado
‘de este importante relato que com nas palabras que Paul
Valery escribir en un contexto muy alkjado.
Laobservcin asia’ dice, a eonsderara un ais:
1a,"puede aleanzaruna profunidad casi mica. Los objetos |
sobre los que incide pierden su nombre: sombrasy laridad
Forman sistemas muy particles, plantean preguntas que
Jey son enteramentepropias, que no dependen de cencia-
guna, que tampoco se traducen de ninguna prt, sino que
teciben su exitenca y valor exelusivamence de cieros cor
des que seconcieran entee alma ojo y mano enalguien que
‘ha macido para percbilos en su propio interior vocals"
Con estas palabras, alma, ojo y mano son taldos a
un Ginia y misma relacién, Actuando no sobe oto de-
terminan una prictica, Esta pretica ya no nos es coniente.
El papel de ls mano en la produecién se ha hecho mis
‘modesto, el lugar que desempefiabaen el narra esti de
siero. (Pues el naear, por su lado sensible, no esen modo
Alguno obsa de la sols vor, Enel genuino narear,la mano,
‘con sus gests experimentads en el rab, actéa mis bien
apoyando de mil maneras lo quese prfiere.)Aquella vieja
‘oordinacin de alma, ojo y mano que emerge de ss pala-
bras de Valty’es la atesanal, con la que nos ropamos don-
dequiersqueelartede narra esi en aa. Y se puede ir mis
lejos ypreguntar sila relacibn que tiene el nartador con su
‘material, la vida humana, noes acaso una eelacin artes
nal Si acaso su tarea no consist, precisamente, en elaborat
la materia prima dels experiencias —ajenasy propias— de
Formasslids ily nica, Se erat de una elaboracin dela
cual quizé da nocin ante todo el proverbio, sso conc
bbe como [ell ideograma de una narracién”, Podefadecise
{que los proverbios son rina que se rigen en el gar de
antiguas historias, en as cuales, como la hiedea en el muro,
una morales tepa alrededor de un gesto,
Asiconsiderado, el natrado iene cabida junto al macs-
110 y al sabio, Tene conse que dar —no como el prover
bios para algunos casos, sino com el sabia: para muchos. Es
9saque le esti dado emontarse a una vida enter. (Una vida
ademas, que no slo encetala propia experiencia, sino tam-
ign no poco dela jena. Lo que ha aprendide de odas se
suma también alo mis propio de narradot) Su don es po-
der narra su vide, ss dignida, poder natrar rdsu vida, El
rarrador — tales el hombre que podifa dejar que la suave
llama de su narracién consuma por completo e pabilo desu
‘ida En ello descansa el halo” incomparable que rodea al
rarrador, lo mismo en Leskov como en Haulf® en Poe como
en Stevenson, El narador es Ia figura en a que justo se
eneuentra consigo mismo.
Notas
* El texto francés trae un epigral "Seni ebm los
pocblos ifs han dbido narrar sus dogmas leyenda y hacer
tuna historia de cada verdad moral” J. Michelet Fl pueblo. Le
‘Peaple consider una pequesiaobra masta de elacuencia,
aparecié en 1846, formando parte de la actividad de Jules,
Michele (1798-1874) com catedritico de historia y moral
del Colegio de Francia, que asumié en 1838, poco anes de
iniciar su tabsj.en la monumental Hiorade lr Revolucion,
Hisoriador inmensamente prolific, paridaio fervent del,
deat democrétco, Michelet pag su adhesin ala revo
iin de 1848 con la desiucin del ctado cargo
"El sustantiv Erztlery el verbo erahlen tienen en st
ceo la palabra Zaher”, de manera semejante aa
signlicacin aremetica que tiene nuestro “conat” (el latin
computare, “cleat. Se presume que provine de la rate
indocuropea “del- “calcula, engafiat, dafar mafosament,
contr relat, que daa mikiplsformaciones en las len
gua germanicas yanglosajonas (lings tale “cueno"),
‘on ls dossignificadosfundamencales aritméscoy deg
”