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FILÓSOFO FRANCO-ALEMÁN Y ATEO BARÓN DE HOLBACH

Paul Henri Thiry (1723-1789)


"Los hombres se equivocarán siempre cuando abandonen la experiencia en favor de
sistemas originados en la imaginación"
Paul Henri Thiry, barón de Holbach, nacido como Paul Heinrich Dietrich von Holbach
(Edesheim, 8 de diciembre de 1723 – París, 21 de enero de 1789) fue un escritor
franco-alemán, filósofo, enciclopedista y figura prominente en la Ilustración
francesa. Nació en Edesheim, cerca de Landau, en el Palatinado Renano, pero vivió y
trabajó principalmente en París, donde mantuvo un salón literario. Es mejor
conocido por su ateísmo y por sus voluminosos escritos contra la religión; el más
famoso de ellos es "Système de la Nature" (Sistema de la naturaleza), publicado en
1770.
D'Holbach, hijo de un acomodado viticultor del Palatinado, fue adoptado cuando apenas tenía cinco años por un tío
suyo que acababa de adquirir en aquel momento un título de nobleza, el barón Franz Adam d'Holbach. Gracias a eso
pudo educarse en las mejores escuelas del momento, matriculándose en la Universidad de Leiden (Países Bajos) en
1744. Allí conoce a John Wilkes, de quien se hace amigo. D'Holbach permanecerá en Leiden hasta finales de 1748,
momento en el que pone rumbo a París. Al año siguiente se casa con su prima segunda Basiele-Geneviève d'Aine, con
la que pasa a vivir en su piso de la calle Royale Saint-Roch, cerca del Palacio del Louvre, y donde empezarán a tomar
forma las reuniones semanales (los jueves y los domingos) que darán fama a D'Holbach.
D’Holbach poseería una gran fortuna a lo largo de su vida. En 1754, su mujer murió por causas desconocidas. El
consternado d’Holbach se mudó entonces fuera de París durante un breve período con su amigo Frédéric-Melchior
Grimm, y al año siguiente recibió una dispensación especial del papa para casarse con la hermana de su fallecida
esposa, Charlotte-Suzanne d’Aine (1733–1814). Tuvieron un hijo, Charles-Marius (1757–1832) y dos hijas, Amélie-
Suzanne (13 de enero de 1759) y Louise-Pauline (19 de diciembre de 1759 – 1830).
Durante los meses de verano, el barón escapaba del calor y la humedad de París a su finca campestre en Grandval, Le
Château de Grand-Val (Sucy-en-Brie, hoy en día el n° 27 rue du Grand-Val a las afueras de París (Val-de-Marne). Allí
invitaba a sus amigos para que residieran durante unos días o semanas, y todos los años invitaba a Denis Diderot.
D'Holbach era conocido por su generosidad, proporcionando en muchas ocasiones apoyo financiero de forma discreta
o anónima a sus amigos, entre ellos Diderot. Se piensa que el virtuoso ateo Wolmar, en la novela de Jean-Jacques
Rousseau Julia, o la nueva Eloísa está basado en d'Holbach.
D'Holbach murió en París el 21 de enero de 1789, unos meses antes del estallido de la Revolución francesa. La autoría
de sus variados trabajos antirreligiosos no fue ampliamente conocida hasta comienzos del siglo XIX. Irónicamente fue
enterrado en la iglesia de Saint-Roch, en París, aunque la localización de su tumba se desconoce.
Fue uno de los colaboradores de la Encyclopédie, en la cual colaboró con conceptos de química, metalurgia y geología.
Era partidario de la Ilustración y amigo de varios otros filósofos, entre los que se encontraban Rousseau, el barón Von
Grimm y Buffon. Estos se reunían en su casa para comer dos veces por semana en la llamada «coterie holbachique»
(«camarilla de Holbach»), reuniones de salón en casa de d'Holbach presididas por Diderot, a las cuales también se le
unían aquellos extranjeros famosos que pasaran por la ciudad, como Adam Smith y David Hume, y que contribuyeron
a generar el caldo de cultivo intelectual en el que se fraguó la Revolución francesa. Tras morir durante un parto su
esposa en 1754 emprende un viaje por diferentes lugares de Europa de la mano de su amigo Frédéric-Melchior
Grimm, y a la vuelta se casa con una hermanastra de su mujer, Charlotte-Susanne d'Ainne.
Según d'Holbach, la materia es eterna y base determinante de cualquier fenómeno. La libertad es una ilusión, la
religión una consecuencia de la ignorancia explotada por el despotismo. Estas citas suyas exponían claramente que
consideraba a todas las doctrinas religiosas como instrumentos del absolutismo y por lo tanto era enemigo de todas
ellas.
En 1761 publicó, bajo el pseudónimo de «Feu M. Boulanger» («El difunto Señor Boulanger»), en homenaje a su
difunto amigo Nicolas Antoine Boulanger) el libro "El cristianismo desenmascarado o Examen de los principios y de los
efectos de la religión cristiana" (1767).
También escribió el "Sistema de la naturaleza" (1770) y "La moral universal" (1776). Su opera prima, "Sistema de la
naturaleza", fue publicada bajo el pseudónimo de Jean-Baptiste de Mirabaud e incluida en el Índice de libros
prohibidos. En ella se muestra a sí mismo como un materialista radical, ateo decidido y muy influido por filósofos
innovadores como Hobbes, Locke, Condillac y La Mettrie. Además, afirmaba que la materia posee movimiento y hasta
capacidad de pensamiento. Cree que el hombre es sólo un ser natural y, por tanto, físico, que está sometido a las
mismas leyes materiales que el resto del universo. También creía que una voluntad libre no puede ser admitida en
este universo que se rige por la necesidad; que la sensibilidad es característica sólo de una materia en especial (la
animal) y que el alma como principio vital inmaterial no existe.
El salón de d'Holbach
Entre 1750 y 1780, el barón d'Holbach empleó su riqueza para mantener uno de los más notables y pródigos salones
parisinos, que pronto se convirtió en un importante lugar de encuentro para los colaboradores de la Encyclopédie. Los
encuentros tenían lugar de forma regular dos veces por semana, los domingos y los jueves, en la casa de d'Holbach's
en la calle Royale. Los visitantes del salón eran exclusivamente hombres, y el tono de las discusiones era intelectual,
en muchas ocasiones abordando temas de forma más amplia que en otros salones. Esto, junto con la excelente
comida, los carísimos vinos, y la amplia biblioteca del anfitrión, de más de 3.000 volúmenes, atrajo a visitantes
notables. Entre los asistentes regulares se podría citar a: Diderot, Grimm, Condillac, Condorcet, D'Alembert,
Marmontel, Turgot, La Condamine, Raynal, Helvétius, Galiani, Morellet, Naigeon y, durante un tiempo, Jean-Jacques
Rousseau. El salón también fue visitado por prominentes intelectuales británicos, entre ellos Adam Smith, David
Hume, John Wilkes, Horace Walpole, Edward Gibbon, David Garrick, Laurence Sterne; el italiano Cesare Beccaria y el
americano Benjamin Franklin.
André Morellet, un visitante regular del salón, lo describió así:
"el lugar para escuchar las más libres, más animadas y más instructivas conversaciones que jamás haya existido... en lo
que respecta a filosofía, religión, y el gobierno; los cumplidos ligeros no tienen lugar aquí".
En una historia frecuentemente narrada acerca de una discusión que había tenido lugar en el salón de d'Holbach,
David Hume se había cuestionado si los ateos realmente existían, a lo que D'Holbach clarificó que Hume estaba
sentado a la mesa con diecisiete ateos.
D'Holbach escribió y tradujo un gran número de artículos para la Encyclopédie, en temas que iban desde la política y la
religión, la química y la mineralogía. Como alemán convertido en un ciudadano francés, llevó a cabo la traducción al
francés de muchos de los trabajos de sus contemporáneos alemanes acerca de la filosofía natural. En total, entre 1751
y 1765 contribuyó al proyecto con cerca de 400 artículos, principalmente acerca de temas científicos, siendo también
el editor de varios volúmenes sobre filosofía natural. D'Holbach también pudo haber escrito varias entradas
desdeñosas con las religiones no cristianas, con la intención de criticar veladamente al cristianismo en sí mismo.
A pesar de sus numerosas e importantes contribuciones a la Encyclopédie, d'Holbach es sobre todo conocido hoy por
sus escritos filosóficos, los cuales fueron todos publicados de forma anónima o bajo seudónimo, e impresos fuera de
Francia, normalmente en Amsterdam por el editor Marc-Michel Rey. Su filosofía era expresamente materialista y atea,
y hoy en día es clasificada dentro del movimiento filosófico llamado materialismo francés. En 1761 apareció
"Christianisme dévoilé" (El cristianismo al descubierto), en el que atacaba el cristianismo y la religión en general como
un impedimento para la mejora moral de la humanidad. El deísta Voltaire, que negó la autoría del libro, hizo pública
su aversión a la filosofía de d'Holbach, escribiendo que "[su trabajo] se opone enteramente a mis principios. Este libro
lleva a una filosofía ateísta que yo detesto." El cristianismo al descubierto fue seguido por otros trabajos, entre los que
destacan "La Contagion sacrée" (El contagio sagrado, 1768), "Théologie portative" (Teología portátil, 1768) y "Essai sur
les préjugés" (Ensayo sobre los prejuicios, 1770). D'Holbach fue ayudado en estos proyectos por Jacques-André
Naigeon, que después se convertiría en su albacea literario.
Su "Sistema de la naturaleza":
"El movimiento es un modo de ser que resulta necesariamente de la materia; ésta se mueve por su propia energía; sus
movimientos se deben a las fuerzas que le son inherentes"
En 1770, d'Holbach publicó su libro más famoso, "Sistema de la naturaleza" (Le Système de la nature), bajo el
pseudónimo de Jean-Baptiste de Mirabaud, el secretario de la Academia de Ciencias de Francia, que había fallecido
diez años antes. Negando la existencia de una deidad, y negándose a admitir como evidencia cualquier argumento a
priori, d'Holbach veía el universo como nada más que materia en movimiento, guiada por las inexorables leyes
naturales de causa y efecto. No hay, escribió:
"ninguna necesidad de recurrir a poderes sobrenaturales para explicar la formación de las cosas."
"Sistema de la naturaleza" es un largo y extenso trabajo que presenta una detallada visión naturalista del mundo.
Algunos de los estudiosos de d'Holbach han apuntado que Denis Diderot era un amigo personal muy próximo a
d'Holbach, y no está claro hasta qué punto d'Holbach se vio influenciado por él. De hecho, Diderot pudo haber sido
posiblemente el autor de varias partes de "Sistema de la naturaleza". En cualquier caso, independientemente del
grado de la contribución de Diderot a "Sistema de la naturaleza", es en base a este trabajo que la filosofía de
d'Holbach ha sido bautizada "la culminación del materialismo y el ateísmo francés."
Los objetivos de d'Holbach para desafiar a la religión era principalmente morales: veía las instituciones del
cristianismo como un gran obstáculo para la mejora de la sociedad. Para él, la base de la moralidad debían ser
buscados no en las Escrituras sino en la felicidad:
"Sería inútil y casi injusto insistir en que un hombre fuera virtuoso si no lo puede ser sin ser infeliz. Mientras el vicio le
haga feliz, debe amar el vicio."
El radicalismo de d'Holbach planteaba que el ser humano era motivado fundamentalmente por la consecución del
interés propio bien entendido, que era lo que entendía por "sociedad", en lugar de buscar la vacía y egoísta
gratificación de las puras necesidades individuales. El capítulo 15 de la Parte I de "Sistema de la naturaleza" se titula
"Del verdadero interés del hombre, o de las ideas que se forma a sí mismo de la felicidad.--El hombre no puede ser
feliz sin virtud."
Los escritos explícitamente ateos y materialistas de "Sistema de la naturaleza" presentaban un núcleo de ideas
radicales que muchos contemporáneos, tanto eclesiásticos como filósofos encontraban perturbador, lo que motivó
una fuerte reacción. La Iglesia católica de Francia amenazó a la corona con retirar su apoyo financiero a menos que
suprimiera de forma efectiva la circulación del libro. La lista de autores que escribieron refutaciones al trabajo de
d'Holbach fue larga. El prominente teólogo católico Nicolas-Sylvestre Bergier escribió una refutación titulada Examen
du matérialisme ("El materialismo examinado"). Voltaire cogió su pluma de forma apresurada para refutar la filosofía
del Sistema en un artículo titulado "Dieu" (Dios) en su Dictionnaire philosophique, mientras que Federico el Grande
también respondió al mismo. Sus principios están resumidos en una forma más popular en el libro Bon Sens, on idées
naturelles opposees aux idées surnaturelles (El buen sentido, o ideas naturales opuestas a lo sobrenatural,
Amsterdam, 1772)
En sus últimos trabajos, la atención de d'Holbach se apartó en gran medida de la metafísica religiosa, hacia cuestiones
políticas y morales. En "Système social" (Sistema social, 1773), "Politique naturelle" (Política natural, 1773–1774) y
"Morale universelle" (Moral universal, 1776) intenta describir un sistema moral en lugar del sistema cristiano al que
había atacado tan ferozmente, pero estos escritos tardíos no fueron tan populares o influyentes como sus trabajos
anteriores. D'Holbach era muy crítico con los abusos de poder en Francia y en el extranjero. No obstante, al contrario
que el espíritu revolucionario de su tiempo, pidió a las clases educadas que reformaran el sistema corrupto de
gobierno, y advirtió contra la revolución, la democracia y el gobierno de la muchedumbre.
Sus posturas políticas y éticas se vieron influenciadas por el materialista británico Thomas Hobbes. D'Holbach había
traducido personalmente la obra de Hobbes De Homine ("Del hombre") al francés.
En "Sistema de la naturaleza", los tres volúmenes de "Sistema social" (1772), los dos volúmenes de "Política natural"
(1772) y "Etocracia" (1776), d'Holbach plasmó sus posturas en el campo de la economía. Siguiendo a Locke, d'Holbach
defendía la propiedad privada, y afirma que la riqueza es generada por el trabajo y todos debían tener derecho al
producto de su trabajo. Apoya la teoría del laissez-faire:
El gobierno no debe hacer nada para los mercaderes excepto dejarlos en paz. Ninguna regulación puede guiarlos en
sus intereses mejor que su propio interés...El estado no le debe al comercio más que protección. Entre las naciones
comerciales, aquellas que permiten a los sujetos la libertad más ilimitada podrán estar seguras de rebasar pronto al
resto.
D'Holbach, no obstante, creía que el estado debía impedir la creación de una poderosa concentración de riqueza entre
unos pocos individuos. También creía que la aristocracia hereditaria debía ser prohibida, argumentando que
fomentaba la indolencia y la incompetencia. Criticaba la entonces preponderante política del gobierno francés de
permitir que individuos recaudaran impuestos de forma privada, argumentando que los recaudadores de impuestos
en muchas ocasiones extorsionaban el doble del dinero que debían recaudar de los ciudadanos. Expresó también la
opinión de que los grupos religiosos debían ser organizaciones voluntarias sin ningún apoyo por parte del gobierno.
Su muerte tuvo lugar poco antes de la Revolución francesa. D'Holbach fue enterrado el 21 de enero de 1789, en el
osario detrás del altar de la iglesia de Saint-Roch, en París. Este osario fue saqueado en dos ocasiones, la primera
durante la Revolución francesa, y la segunda durante la Comuna de París en 1871.
D'Holbach y Diderot
No está claro cuando se conocieron por primera vez d'Holbach y Diderot, pero se sabe que ya en 1752 eran amigos.
Ese año, se publicó el segundo volumen de la Encyclopédie, que contenía contribuciones de d'Holbach. Ambos
estaban sustancialmente de acuerdo en las cuestiones relacionadas con el tema religioso y filosófico. También
compartían intereses similares como disfrutar de grandes banquetes, realizar paseos por el campo, y coleccionar
bellos grabados y pinturas. Cuando se publicó la primera edición del libro de d'Holbach "Sistema de la naturaleza",
muchos creían que Diderot había sido el autor del mismo. Basándose en el estilo de la escritura, los Durants opinan
que el libro no fue escrito por Diderot aunque pudo haber elaborado un bucólico pasaje dedicado a la naturaleza al
final del libro.
D'Holbach y Rousseau
Entre los asistentes a los banquetes ofrecidos por d'Holbach figuraba Jean-Jacques Rousseau. Rousseau dejó de acudir
al salón durante un tiempo tras un incidente ocurrido en febrero de 1754. Diderot había organizado que un conocido
suyo, el Abbé Petit, leyera en el salón de d'Holbach una tragedia compuesta por el religioso. Cuando el Abbé presentó
su obra ante el resto de asistentes, lo precedió con la lectura de su tratado en composición teatral, que los asistentes
al salón consideraron tan absurdo que no podían evitar estar divertidos. Los allí presentes (Diderot, Marmontel,
Grimm, Saint-Lambert y otros, felicitaron de forma efusiva al Abbé, lo que le alegró enormemente. D'Holbach
posteriormente narró lo ocurrido:
"Confesaré que, medio en broma medio en serio, yo mismo engañé al propio cura. Jean-Jacques no había dicho una
sola palabra, no se había reído por un instante, ni se había movido de su sillón. De repente se levantó como un loco y,
saltando como un resorte hacia el cura, tomó su manuscrito, lo tiró al suelo, y gritó al paralizado autor, ‘Su obra no
tiene ningún valor, su disertación es absurda, y estos caballeros se están riendo de usted. Salga de aquí, y vuelva a sus
labores en la villa'. El religioso entonces se levantó, no menos furioso, escupiendo toda clase de insultos imaginables
hacia su demasiado sincero consejero, y de los insultos hubiera pasado a los golpes o al trágico asesinato si no les
hubiéramos separado. Rousseau abandonó el lugar con un gran enfado, que yo pensé sería temporal, pero que no ha
cesado y que no ha hecho otra cosa que aumentar desde entonces".
Posteriormente, en 1754, cuando Rousseau se enteró del fallecimiento de Madame d'Holbach, Rousseau escribió una
carta de condolencia a d'Holbach, y la amistad entre ambos se recuperó. Durante tres años más, Rousseau
frecuentaría el salón de d'Holbach.
D'Holbach posteriormente organizó, junto a Grimm y Diderot, para que se pagara una anualidad de 400 libras a la
concubina de Rousseau, Thérèse Levasseur, y su madre, pidiendo que no revelaran esto a Rousseau por miedo de
herir su orgullo. Cuando Rousseau finalmente se enteró, enfureció con sus amigos por humillarle, lo que empeoró su
relación y lo apartaría definitivamente del grupo de d'Holbach y Diderot.
De acuerdo a Marmontel, d'Holbach "había leído todo y nunca olvidaba cualquier cosa de interés." Jean-Jacques
Rousseau comentó que d'Holbach podía mantener su posición entre los estudiosos, ya que era culto e
ilustrado.Diderot apoyó de frma entusiasta el libro de d'Holbach "Sistema de la naturaleza".
La filosofía de d'Holbach influyó en Jean-Paul Marat, Georges Danton y Camille Desmoulins. De acuerdo a Émile
Faguet: "d'Holbach, más que Voltaire, más que Diderot, es el padre de toda la filosofía y todas las polémicas
antirreligiosas de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX."
Durante el Directorio francés, un libro de d'Holbach circuló entre todos los jefes de departamento en un intento de
refrenar el regreso religioso. En Reino Unido, las posturas de d'Holbach influyeron a Joseph Priestley, William Godwin
y Percy Bysshe Shelley. En Alemania, a Immanuel Kant. También se especula con que las posturas de d'Holbach
influyeron sobre el materialismo histórico de Karl Marx. Gracias a d'Holbach en su casa germinó la revolución francesa
y la ilustración.
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