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IUNA

DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES “PRILIDIANO PUEYRREDÓN”

PROYECTUAL DE PINTURA

Cátedra: Titular: Lic. Graciela MAROTTA


Equipo docente:
Adjuntos: – Lic. Carina FERRARI - Lic. Estela Burone Risso
Lic. Alfredo ROSENBAUM
JTP: Lic. Dante Poletto - Lic. Estela Torres -
Lic. Ramiro Ladron de Guevara - Lic. Yasser Quesada Castillo
Ayte 1ra: Lic. Gustavo De Feo - Lic. Graciela Acosta -
Lic. Fabian del Valle - Lic. Sol Pedrosa

FICHA DE TRABAJO

NOMBRE Y APELLIDO: Liliana Méndez

TITULO DEL TRABAJO: “El recuerdo del recuerdo”

TÉCNICA: Mixta

TIPO de DESARROLLO ESPACIAL: Bi y tridimensional

1. PROYECTO- PROPUESTA:

El presente proyecto desarrolla el tema de la memoria, de su fragilidad, de su presencia,


siendo a la vez registro y archivo de todo aquello que nos constituye como individuos,
tanto en lo real, lo imaginario y lo simbólico.
Cuando por algún motivo un recuerdo se diluye, se olvida, volvemos a él por el relato
de otro que ha compartido aquel espacio/tiempo o recurrimos a un registro físico, como
puede ser la fotografía.

El desarrollo de esta propuesta toma como punto de partida viejas fotografías


familiares, imágenes de la infancia sobre las que he utilizado diferentes técnicas
como transferencia, acuarela, dibujo, collage, bordado, explorando y realizando
múltiples relaciones entre los materiales empleados hasta lograr que se transfiguren
poéticamente.

El proyecto se encuentra en proceso; actualmente se compone de un primer tramo que


consta de una cantidad variable de trabajos bidimensionales sobre papel realizados en
diferentes técnicas, algunas mixtas, sin enmarcar. La etapa siguiente está compuesta
por la producción de esculturas, objetos y láminas o lienzos, de pequeño formato,
realizados en papel de seda o gasa de algodón, conformando grupos que presento
como instalaciones, algunos sobre superficies de apoyo variables (estantes, bases,
mesas, etc.) y otras piezas están suspendidas en el espacio.

2. FUNDAMENTACION:

Existen múltiples abordajes y tratamientos respecto del tema memoria en el arte,


desde mediados del S XX muchos artistas han desarrollado esta temática tanto a nivel
individual como colectiva o cultural (1).
El propósito del presente trabajo es reflexionar sobre el desvanecimiento de la
memoria, aludiendo en parte a su deterioro, ya sea producido por el paso del tiempo
o por algún padecimiento físico o psíquico, y cómo recurrimos al pasado en búsqueda
de imágenes, el recuerdo del recuerdo como una forma de acceso al conocimiento, de
reencuentro y reconocimiento con nosotros mismos y con los otros.
Nuestra memoria es fundamental para todos los aspectos, desde los más elementales a
los más específicos, es el registro y archivo de todo aquello que nos constituye como
individuos.
Del libro “El imaginario” de Miguel Rojas Mix cito: “Los griegos tenían dos nombres
para la memoria: mneme y anamnesis.” (2) Mientras el primero se refería al recuerdo
pasivo, la remembranza o evocación, el segundo término definía a la memoria como
búsqueda, consistiendo en el rescate de datos registrados en el pasado, trayendo la
información al presente. Sobre el mismo concepto podemos citar a Paul Ricoeur (3),
que en su libro “La memoria, la historia y el olvido” plantea a ésta (la memoria) como
único medio para relacionarse con el pasado, permitiendo que los individuos
establezcan relaciones entre el presente y el pasado. “El recuerdo, encontrado y
buscado de modo alternativo, se sitúa así en la encrucijada de la semántica y la
pragmática “(3) Podemos tener un recuerdo o ir en su búsqueda, este desdoblamiento
entre el enfoque cognitivo y el pragmático, resultará de importante incidencia sobre la
pretensión de fidelidad de la memoria respecto al pasado. En este sentido, la
rememoración es introducida como un proceso mental en el que imaginación y memoria
se diferencian a la vez que se ponen en tensión, presentándose el riesgo de que los
recuerdos se confundan con la imaginación.
El recuerdo y la memoria se componen esencialmente de imágenes.
Georges Didi Huberman, en el capítulo La imagen-malicia de su libro “Ante el
tiempo” , nos señala que tanto Aby Warburg como Walter Benjamin, colocaron la
imagen “en el centro neurálgico de la vida histórica”, comprendiendo que ese planteo
exigía una nueva concepción del tiempo, dado que la misma dejaba de ser “un punto
sobre una línea” en la historia; a esa temporalidad de doble faz Warburg la capto en
términos de “polaridad”, Benjamin habló de “imagen dialéctica”; esta paradoja
temporal es productora de la historicidad anacrónica, la superposición en capas
arqueológicas de las imágenes heredadas de nuestro acervo cultural, entrelazadas en un
sinfín de relaciones cruzadas, conscientes e inconscientes, en constante mutación y
reposicionamiento.
En ese ida y vuelta del espacio-tiempo, esa distancia que nos provee cierta perspectiva,
es donde se plantea la búsqueda que logre aunar equilibrio y percepción en una relación,
tan contradictoria como misteriosa, entre el pasado histórico y la propia memoria.
Según Ana María Guasch (1), en el proceso de generación de la obra de arte
encontramos la necesidad de vencer al olvido o a la amnesia mediante la recreación de
la memoria interrogando la naturaleza misma de los recuerdos. Este proceso no es
una narración lineal e irreversible, sino que se presenta de forma abierta, reposicionable,
evidenciando la posibilidad de una lectura inagotable.

El lenguaje visual que identifica mi propuesta pretende dar cuenta de la fragilidad, la


temporalidad y lo evanescente actuando en y sobre la memoria, para ello elijo trabajar
sobre papel, en algunos casos acuarelas, en otras transferencias sobre papel de seda o de
acuarela, utilizando una paleta acotada y formas abiertas. Luego el papel de seda deja
de ser soporte bidimensional, para dar volumen a las esculturas. Del papel paso a la
gasa, también en búsqueda de corporizar figuras, pero buscando además de lo frágil el
carácter blando, suave de la tela, para dar forma a los pequeños tótems de infantes o
adolescentes.

A fin de establecer relación de filiación entre mi propuesta y la obra de artistas


reconocidos, elaboré la siguiente reseña:

La obra de Gerhard Richter puede definirse como multifacética, abarcando variados


procesos que incluyen dibujos, collages y bocetos
en el desarrollo de sus pinturas. En ellas propone
desdibujar o desvanecer imágenes tomadas de
fotografías, disolviendo los límites de los objetos
o personas de manera que sugieren fantasmas o
una especie de recuerdo lejano que no podemos
rememorar claramente. Encuentro conexión con
mi trabajo tanto por la temática como por el rol
del espectador, que, al presenciar la obra y ver la
imagen desdibujada, percibe este paso del tiempo,
la incertidumbre del recuerdo y su permanencia/ausencia en la memoria.

Relacionando mi trabajo con expresiones visuales cronológicamente más cercanas


puedo citar a los siguientes artistas:

Oscar Muñoz, fotógrafo, escultor y dibujante


colombiano nacido en 1951, que en Popayán se
preguntó ¿Por qué se nos olvidan las cosas?
Temas poéticos y metafóricos yuxtaponen el
propio pasado del autor y los distintos estados del
material de la imagen. Combina la disolución, el
deterioro o la desintegración de la imagen con la
inherente fragilidad de la memoria y la
imposibilidad de hacer que el tiempo se detenga;
o la evaporación de
la imagen y la transformación con la tensión entre la
racionalidad y el caos en nuestras sociedades urbanas.
Encuentro relación con éste autor en la temática, en el
enfoque autorreferencial de la propuesta, en la
transformación de los objetos mediante la utilización de la
materia y el espacio.
Roser Oduber, pintora nacida en 1957, aborda la figuración a través del dibujo y un
informalismo matérico de formas sencillas. Esta combinación de técnicas le permite
abrir un diálogo sobre la dualidad interior / exterior en el ser humano y reflexionar sobre
la lucidez, la demencia y la pérdida de la memoria,
llenando sus telas con un fuerte componente
psicológico.

Mi trabajo establece
relación a través del uso
de la fotografía como
objeto de transición, la
desmaterialización de las
imágenes, la sencillez de las formas y la temática
desarrollada.

3. DESARROLLO

Del libro Exorcismos de esti(l)o de Guillermo Cabrera Infante (5) , compuesto por
piezas breves donde su autor conjugó el humor y sus continuos e ingeniosos juegos
con el lenguaje, extraje el siguiente fragmento, que ha resultado como disparador :

De EL (C)DOLOR DE LA MEMORIA :

“... ¿No es el recuerdo el negativo procesado de la percepción fotográfica de un


momento? ¿O es una vieja foto pegada a un álbum, que se mira de cuando en cuando o
que cae inesperada de una gaveta cuando buscamos cualquier otra cosa? ¿Es la memoria
de veras un mecanismo o, como los sueños, otra dimensión del tiempo? ¿Es el espacio
del recuerdo idéntico al espacio real recordado, o mayor y menor, como el recuerdo de
las cosas vistas en la niñez y luego vueltas a ver de adulto?...//... ¿Es todo recuerdo el
recuerdo de un recuerdo? ¿Es la memoria una visión segunda, o se trata, realmente, de
la primera y única visión del mundo, de la realidad, que no es más que un momento del
recuerdo?”

Las palabras se transforman en imágenes, procurando tomar distancia surgen en este


proceso el espacio y el tiempo. Me quedo con la metáfora que asocia el recuerdo con
una vieja foto. Qué captura mejor una imagen que el registro físico del espacio y el
tiempo de ese momento dado? Así llego a viejas fotos de infancia, tiempo distante al
que la fragilidad de la memoria ha desdibujado casi tanto como el proceso de deterioro
material de la foto misma, pero que aún descolorida puede traer al presente una escena
casi olvidada. Escenas de una infancia compartida con hermanos, circulo de afectos que
traspasan distancias.
Y como una palabra lleva a la otra, una operatoria sobre esa primera imagen va
llevando a otras, y como se fueron sumando hermanos, así también se sumaron
imágenes.
En la etapa inicial procedí a recrear la escena a través del copiado del registro
fotográfico por diferentes métodos (fotocopiado reiterado con diferentes gradaciones
de nitidez, transferencia, dibujo, acuarela, transparencias, superposición de técnicas).
Independicé el paisaje de las personas fotografiadas, recorté partes a modo de
acercamientos, experimentando con acuarela, desvaneciendo y abriendo las formas.
Trabajé la transferencia sobre diferentes tipos de papel, la operatoria sobre papel de
seda fue la que me resultó más interesante por las variantes obtenidas. Con este mismo
papel surgió la construcción de una pequeña figura escultórica realizada íntegramente
en este material, superponiendo trozos del mismo papel transferido a modo de capas.

La idea originalmente estaba orientada a la hipótesis de perderse en el laberinto de la


mente, perder el hilo que hace posible encontrar el camino de salida, aquel que conecta
los conocimientos, los recuerdos. Luego pasó a centrarse en el tema de la memoria,
dirigiendo la mirada a viejas fotos familiares. Finalmente decidí abordar la memoria,
su fragilidad, el tiempo desvaneciendo todo y la importancia a nivel existencial de
acceder y recuperar nuestros recuerdos; planteándome cómo ese mismo tiempo que
desdibuja puede devenir en una dimensión temporal continua. Todo el proyecto está
atravesado por un enfoque que podría llamar autobiográfico en buena medida y
lúdico en parte, teniendo en cuenta las licencias tanto formales, espaciales como
materiales, que me han permitido una experimentación provechosa y la oportunidad de
nuevas formas de expresión.
En las instalaciones que componen este proyecto, al presentar el espacio metafórico
he procurado, además de las esculturas o del bordado de la tela donde se distribuyen,
traer desde el pasado no solo la representación visual a modo de escenario, sino sumar
ciertos elementos materiales, como polvo de ladrillos o ramas de cedro, a modo de
enlace que atraviesa el espacio/tiempo.
La presentación en el espacio, tanto de los objetos como de las acuarelas sobre pared,
refieren a la forma en cómo se presentan los recuerdos, generando constelaciones de
imágenes, a veces suspendidas y otras como una galaxia en expansión, habitando
lugares cotidianos o impensados.

4. EVALUACIÓN DEL PROCESO

Durante las diferentes instancias por las que transité en este proyecto-trayecto creativo
pude investigar y evaluar temas, de los cuales he tomado algunos registros, si bien no
terminaron siendo los definitivos en la realización actual pueden resultar de utilidad en
procesos futuros.
Tanto las lecturas abordadas como la producción en sí, me han resultado muy positivas,
abriéndome un abanico de posibilidades para futuros proyectos, incluyendo nuevos
materiales, como el uso de transparencias, superposiciones y otros soportes.
5. BIBLIOGRAFÍA

- (1) Ana María Guasch – Los lugares de la memoria – El arte de archivar y recordar
(PDF)

- (2) Miguel Rojas Mix, “ El Imaginario” -Civilización y cultura del siglo XXI, cap. 9
Imagen y memoria, Prometeo Libros, 2006

- (3) Paul Ricoeur - "La memoria, la historia, el olvido" Editorial Trota SA, Madrid,
2003

- (4) Georges Didi Huberman, “Ante el Tiempo- Historia del Arte y anacronismo de las
imágenes” , Adriana Hidalgo editora SA, Buenos Aires, 2011

- (5) G. Cabrera Infante, EXORCISMOS DE ESTI(L)O, Seix Barral, Biblioteca Breve,


1976.

- Armando Silva, “Album de familia”- La imagen de nosotros mismos, Grupo Editorial


Norma, 1998

- G. Bachelard. “La tierra y las ensoñaciones del reposo” Cap. VII El laberinto, Fondo
de la Cultura Económica, 2006

- Ana María Guasch, “El arte ultimo del s XX – Del posminimalismo a lo multicultural,
Alianza Editorial, 2005

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