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LA CORRUPCIÓN Y SUS ORÍGENES EN NUESTRO PAÍS

Para hablar de los orígenes de la corrupción en nuestro país es necesario remontarnos a

la época de la colonia, puesto que la corrupción, tal como la conocemos hoy, no aparece

en épocas recientes sino que surge en la época colonial, más precisamente desde la

implementación del Virreynato por parte de la corona Española, puesto que con ello se

instituyó un poder central controlado por la corona que se encargaba de distribuir los

cargos honoríficos y privilegios al mejor postor ya que se realizó por ejemplo la venta de

los cargos de notario, corregidor, administrador, de tal suerte que estos funcionarios

actuaban según sus propios intereses por haber comprado sus cargos, lo que provocó una

especie de privatización de los órganos de gobierno, haciendo que estos funcionarios

realicen actividades que les beneficien personalmente teniendo como soporte el cargo que

ejercían.

Posteriormente, una vez culminada las guerras de la independencia e instaurada la

República las cosas no cambiaron, aquellos caudillos militares que habían servido al

ejercito libertador habían recibido cargos de poder y actuaban tal como los funcionarios

de la colonia habían hecho, es decir, velando por sus propios intereses, así los recursos

del Estado eran desperdiciados por aquellos que estaban en el Poder y sus allegados y

partidarios, lo que condujo a que surgieran grupos militares que realizaban golpes de

Estado cada cierto tiempo a fin de capturar el poder y disfrutar de los beneficios que ello

acarreaba, por lo que las riquezas del Perú se dilapidaban y se hacían aún más profundas

las diferencias entre la clase alta y la clase baja; con todo esto, lo que la sociedad percibía

era que para poder escalar socialmente solo era necesario conquistar un puesto en la

administración pública y una vez estando ahí podían abusar del poder que ello le confería
y así beneficiarse ellos mismos y sus familiares generando la aparición del nepotismo,

algo que se hace más evidente cuando se habla de la explotación del guano en el siglo

XIX, ya que los que adquirieron las concesiones para explotar éste recurso fueron

partidarios o familiares de los gobernantes de la época.

Todo lo explicado anteriormente es perfectamente identificable en la actualidad, puesto

que no ha cambiado mucho desde la colonia, puesto que aquellos que detentan el poder

continúan actuando en función de sus intereses y de aquellos que los ayudaron a obtener

el poder, y así mismo, la sociedad en general percibe al Estado como una suerte de trofeo

o botín que se puede utilizar para provecho propio, siendo que casi ningún ciudadano

peruano puede decir que no haya incurrido en actos de corrupción justificando su accionar

en que “era necesario” y que sus actos no se comparan con aquellos que realizan los

políticos, lo que nos lleva a la conclusión lógica de que la corrupción que surgió durante

la colonia sigue presente y que se encuentra generalizada.

Más preocupante aún es que ahora la criminalidad organizada ha llegado a controlar

espacios del Estado a través de la corrupción de los funcionarios haciendo que aquellos

que deberían estar encargados de luchar contra el crimen estén controlados por éste, razón

por la cual no es posible acabar con fenómenos como el tráfico de drogas o la minería

ilegal, ya que las grandes cantidades de dinero que estas actividades ilícitas generan

posibilitan que los órganos del estado se corrompan ya que los funcionarios que los

componen velan por su propio interés y no por el interés general.

En conclusión, la corrupción en el Perú está arraigada desde la época colonial y se ha

convertido en un fenómeno criticado por todos, pero a la vez también practicado por todos

haciendo de la sociedad peruana una sociedad inmoral donde se critican los actos de

corrupción ajenos y se justifican los propios.

ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD N. C. V. S

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