You are on page 1of 9

Semiótica y Teoría de la Interpretación.

Curso 2009

1. Fundamentación

1.1. Consideraciones preliminares

Bajo un mismo rótulo, la asignatura reúne dos conjuntos de reflexiones,


heterogéneos y complejos, cuyas raíces se hunden en los orígenes mismos del
pensamiento occidental. La semiótica, teoría de los signos, y la hermenéutica,
teoría de la interpretación, aunque comparten como punto arquimédico de sus
especulaciones la condición simbólica del ser humano y el lenguaje, dado el
lugar relevante que éste ocupa en la dinámica social, lejos están de ser
universos fácilmente armonizables en una totalidad orgánica de uniforme base
epistemológica. Diferencias de enfoques, a menudo insalvables por la
inconmensurable distancia entre ellos, animan discusiones perpetuadas hasta
el presente, con variable vigencia, donde se ven implicadas no solamente
disputas epistémicas sino también otras de carácter político-institucional.

No por ello, sin embargo, estamos ante un panorama de territorios claramente


definidos y separados. Sabido es que las ciencias sociales se entrelazan, a
veces hasta límites inextricables, al abordar realidades y problemas según
procedimientos dialógicos e interdiscursivos de matrices conceptuales
compartidas. Por tanto, ciertas zonas de estos campos del saber parecen
converger en objetos y planteos disipando circunstancialmente sus fronteras
disciplinarias e, incluso, propiciando confusiones que los canales de
divulgación tanto académicos como mediáticos contribuyen a propagar.

1.2. La semiótica

En el siglo XX, la semiótica se afianza como disciplina consagrada al estudio


de los signos alcanzando un auge considerable, sobre todo en la década del
’60, en un contexto de mutaciones culturales, discursivas y mediáticas.
Inspirada en la convicción de que todas las prácticas sociales son significantes,
pretendió por aquel entonces erigirse en privilegiada metodología de análisis
dentro de las ciencias sociales o como disciplina imperialista absorbiendo
múltiples aportes externos, según se mire, y luchó paralelamente por hallar su
radicación institucional en la plaza de los saberes universitarios.

Más tarde, cuando ya se hablaba de semióticas de primera, segunda y tercera


generación, participando de los movimientos y altibajos propios de todo
proyecto intelectual, en un trance de constante reconfiguración, la disciplina ha
moderado su ímpetu y reordenado sus filas conforme avanzan distintos
proyectos subdisciplinares dentro de su campo, sin perder de vista una rica
tradición dispersa en numerosas corrientes algunas bastante recientes. Quizá
este declive, al que algunos autores aluden como “falta de actualidad de la
semiótica”, esté ligado a las dificultades de inserción en el aparato universitario
y en cierta medida a la desaparición de algunos investigadores en el curso de
las últimas décadas, aún sin sucedáneos comparables, o bien porque otros han
ido saliendo de la escena semiótica al orientar su actividad teórica hacia otros
intereses.

Pero más allá de estos avatares, que sin demasiado rigor podríamos llamar
endógenos, hay algunos otros factores que es menester tener en cuenta. Casi
al mismo tiempo, en que se organizan los estudios semióticos, la atención de
un grupo de estudiosos se dirige hacia el fenómeno de la interpretación. En
distintos ámbitos y lenguas se profundiza la reflexión sobre la condición y la
labor interpretativa como gestión definitiva y crucial de un sentido que no puede
quedar constituido de antemano. Si hasta ese momento había interesado el
examen del arsenal de los signos, la arquitectura el mensaje y el juego de los
códigos, ahora preocupaba la forma en que el lector, el oyente , el espectador,
en fin, el receptor, interviene como última estación de la comunicación
desempeñando un papel decisivo en dicho proceso en función de su
circunstancia histórica, social o individual.

1.3. La hermenéutica

Los desarrollos hermenéuticos, hasta bien entrada la modernidad, habían


seguido caminos separados a través de las diferentes esferas de la actividad
humana, como la religión , la filología o la jurisprudencia. El quehacer principal
de todas estas doctrinas consistía en encontrar, cada cual a su modo,
respuestas a la pregunta clave de cómo interpretar un texto.

Es en el siglo XIX cuando por primera vez se hace el intento por establecer,
sobrepasando el alcance de las hermenéuticas específicas, una teoría única
de la interpretación, aplicable a un texto cualquiera fuera su índole, que
permitiera al lector ser capaz de reconstituir los propósitos originales del autor
al crear el mensaje. A primera vista, tal cometido de una hermenéutica
decimonónica emergente no parece diferenciarla significativamente de la
semiótica tal como se conocerá un siglo después.

No obstante, más allá de este esfuerzo unificador y de la posterior asunción de


la naturaleza interpretativa de todas las ciencias del espíritu –como se las llamó
en el ámbito germánico–, ya entrado el siglo XX, la hermenéutica dejará de ser
un conjunto de prescripciones que guían la practica interpretativa con el fin de
sacar a luz un significado subyacente, para convertirse en una condición
ontológica del interpretar.

El problema de la interpretación va de la mano del problema del lenguaje que,


por otra parte se ha tornado en tópico principalísimo del pensamiento
contemporáneo, en lo que se ha dado en llamar “el giro lingüístico”. A tal punto
el lenguaje está ligado al hombre que se ha dicho que el hombre es lenguaje. Y
es esta lingüisticidad condición primera del interpretar desde el momento en
que no es posible una comprensión del mundo ajena a la experiencia
lingüística. Pero la forma en que nos relacionamos con el mundo y las cosas
varía con cada época porque los lenguajes humanos poseen una inevitable
historicidad fuera de la cual no podemos situarnos como para observar con
pretenciosa neutralidad nuestra existencia y todo aquello que nos rodea.

Así, la hermenéutica es promovida a una suerte de koiné de la ciencias


humanas, una condición interpretativa universal sobre la que descansan, y de
forma más general, se presenta como un clima que afecta todos nuestros actos
de comunicación en la vida cotidiana, razón por la cual puede ser tenida como
el horizonte fundamental de nuestra época.

Es previsible a partir de estas afirmaciones derivar consecuencias en otros


órdenes relevantes de las sociedades humanas. De este modo, la democracia
– sistema de convivencia triunfal y extendido en gran parte del planeta–,
concebida como una formidable y activa red de discursos en constante
interpretación, revela su fundamento hermenéutico, su índole interpretativa, con
mayor intensidad desde el debilitamiento de viejos dogmas o, como ahora
suele decirse, la crisis de los grandes relatos.

1.4. Derivaciones

Junto al ascenso de una hermenéutica de profunda raigambre alemana, surge


en el ámbito francés la corriente posestructuralista. Este grupo de pensadores,
caracterizados en general por una postura antihumanista, antiesencialista y
antifundacionalista, sitúa el blanco de sus críticas, entre otras cosas, en el
enfoque estructuralista de la cultura, a pesar de coincidir, aunque con diferente
acento, en algunas cuestiones como la de la disolución del sujeto.

Desde el Renacimiento existía la certeza cartesiana de que el sujeto


autocognoscente era la fuente de todo el sentido de sus enunciados. Tras el
legado de la escuela de la sospecha, el posestructuralismo emprende su crítica
al sujeto concibiéndolo como cruce de una multiplicidad de flujos sociales y
discursos que lo atraviesan haciendo del sentido y de la subjetividad un
proceso que se extiende más allá de las acciones conscientes.

Bajo esta óptica –en especial la deconstruccionista– el signo pierde toda la


estabilidad que le había atribuido tempranamente la lingüística saussureana, al
romperse el vínculo de copresencia entre significante y significado. Liberado de
su atadura el signo queda a merced de una deriva donde los significantes
remiten incesantemente a otros significantes sin tener la posibilidad de referirse
a una realidad extraverbal.

A diferencia de lo que sostenía el estructuralismo, el significado ya no será


entendido como resultado de las relaciones recíprocas entre los elementos de
un texto que lejos de ser un producto acabado y cerrado se percibe ahora
como un proceso. La clausura da paso a la apertura. Cada discurso está en
permanente interacción con otros discursos a los que asimila en muy distintos
niveles, amalgamando sus sentidos ajenos para producir el propio. El
significado no está en el texto sino en el contexto.

1.5. Balance y perspectivas

No hay teoría que resista el paso del tiempo, ni mecanismo probatorio capaz de
garantizarle que ha de ser siempre irrefutable. Los corrientes de pensamiento
pierden su fuerza originaria al tiempo que nuevas rúbricas intelectuales se
perfilan en el horizonte. Y en esta renovación tan necesaria como inevitable no
solamente gravitan las más refinadas justificaciones de una razón crítica tenaz
sino también motivaciones, no siempre escrupulosas, en un todo extranjeras a
ella.

Hoy, acaso más que antes, tanto la semiótica como la hermenéutica, inmersas
en el dominio caótico de las ciencias de la comunicación y en el marco más
general de las ciencias humanas afrontan desafíos y problemas insospechados
concernientes a una sociedad que se transforma velozmente al compás de
nuevos fenómenos culturales, genuinas situaciones de comunicación
favorecidas por la encrucijada tecnológica y una era de la mundialización
asociada a un diferente régimen de circulación simbólica por el cual entran en
tensión aspectos globales y locales.

En estas circunstancias históricas, además de la anexión de discusiones y


perspectivas teóricas actuales, interesa revisitar autores ensayando otros
recorridos en un territorio ya transitado, reinterpretar textos tradicionales y
explorar realidades nunca antes sometidas, por lo inéditas, a instrumentos de
análisis que ante nuevos objetos y discursos actualizan y amplían, a veces
imprevisiblemente, su potencial heurístico o revelan limitaciones hasta el
momento no advertidas.
2. Objetivos

2.1. Objetivos generales

2.1.1. Profundizar el conocimiento de las ciencias de la comunicación por


medio del estudio comparado de las distintas teorías semióticas, atendiendo a
sus fundamentos epistemológicos, reconociendo sus antecedentes y
explorando sus proyecciones actuales así como sus críticas.

2.1.2. Desarrollar una perspectiva hermenéutica asentada en una rica tradición


milenaria fomentando una mirada crítica, teniendo como horizonte el carácter
interpretativo de las ciencias sociales y de los hechos del mundo.

2.2. Objetivos específicos

2.2.1. Lograr una comprensión de un cuadro general de corrientes y problemas


teóricos en torno a los signos y los discursos teniendo en cuenta la disposición
interdisciplinaria de estos saberes.

2.2.2. Adquirir el dominio de instrumentos metodológicos proporcionados por la


semiótica y por disciplinas afines para abordar el análisis de diferentes objetos
dentro de una cultura dinámica.

2.2.3. Fortalecer una actitud auténticamente crítica en función del manejo


pertinente y flexible de otras discursividades teóricas superando las
perspectivas acríticas ligadas a la doxa y al sentido común.

2.2.4. Mejorar la solvencia en el empleo de un lenguaje técnico y académico


mediante la incorporación de nuevos dispositivos terminológicos y prácticas
discursivas atendiendo a la problematicidad inherente al lenguaje natural.

2.2.5. Activar procesos heurísticos interrogando paradigmas teóricos desde


ángulos diversos, sometiéndolos a tensiones mediante la práctica analítica
encaminada a una genuina producción de conocimiento.

2.2.6. Desarrollar competencias en campos subdisciplinarios para enriquecer


las redes conceptuales desde una experiencia de profundización en ciertas
líneas de investigación específicas.

2.2.7. Redescubrir el carácter intersubjetivo de la construcción social del


conocimiento, comprendiendo el papel que la interpretación desempeña en
toda discusión.
3. Contenidos temáticos

3.1. Introducciones

Divergencias y convergencias de la teoría de los signos y la teoría de la


interpretación. Antecedentes históricos en el pensamiento griego, en el
medioevo, en la modernidad y en los albores de la época contemporánea.
Panorama actual: puentes, tensiones, perspectivas. El papel de la semiótica y
la hermenéutica en el contexto de las ciencias de la comunicación.

3.2. Los estudios semióticos.

El objeto de estudio. ¿Semiótica o semiología? Bases epistemológicas. El


campo de la semiótica y sus límites. Un estado del arte de la disciplina. El giro
semiótico según Paolo Fabbri.

3.3. La semiótica anglosajona y sus proyecciones

Charles Sanders Peirce. Semiótica triádica. Faneroscopía. Universos. Signo,


semiosis, tipologías. Abducción. Umberto Eco y la crítica al iconismo. Debate
sobre la naturaleza semiótica de la imagen. La perspectiva de Eliseo Verón.
Discurso social, semiosis social.

3.4. La semiótica soviética y derivaciones

Yuri Lotman. Antecedentes en la obra de Bajtín. Dialogismo, heteroglosia,


polifonía. Peirce y Bajtín según Augusto Ponzio. Crítica a los paradigmas
francófono y anglosajón. Semiosfera, frontera, traducción. Crítica al modelo
monolingüístico de Román Jakobson. Entre semiótica y hermenéutica: la
intertextualidad según julia Kristeva. Sujeto en proceso.

3.5. La escuela de París. Fuentes, auge y declive.

Ferdinand de Saussure. Noción de sistema. Dicotomías. Arbitrariedad y


motivación. Antecedentes de esta discusión en los diálogos platónicos. La vida
de los signos en el seno de la vida social. Louis Hjelmslev. Expresión y
contenido; forma y sustancia. Roland Barthes. Análisis del mito en la cultura
burguesa. El estudio de distintas esferas de la cultura como sistema de signos.
Algirdas Julien Greimas. Cuadrado semiótico. Isotopías. Modelo actancial.

3.6. La criticas a la semiología estructuralista

El giro posestructuralista de Bartes. El placer del texto. Jacques Derrida: la


crítica a la noción de estructura en Levi-strauss. La différance El
estructuralismo y el destino de la crítica según Vattimo. La perspectiva
mediológica de Régis Debray.
3.7. El interés por la interpretación

Declive de la semiótica y ascenso de la teoría de la interpretación. Hans-Georg


Gadamer y la universalidad de la hermenéutica. Círculo hermenéutico. Fusión
de horizontes. Hans Robert Jauss y la recepción literaria. La obra abierta de
Umberto Eco.

3.8. Las semióticas específicas: semiótica del cine

El lugar de la semiótica del cine en los estudios cinematográficos. Imagen


pictórica, imagen fotográfica, imagen fílmica. Espacio fílmico. Impresión de
realidad. Efecto de real y efecto de realidad. Los desarrollos de Christian Metz.
El cine ¿es una lengua o un lenguaje?

3.9. Montaje

El montaje como actividad productora de sentido. Puesta en cuadro, puesta en


escena, puesta en serie. Las ideologías del montaje. Sergei Eisenstein vs
André Bazin. La noción de montaje de Christian Metz.

3.10. Narratología

La configuración de una nueva subdisciplina. Barthes y el análisis estructural


del relato. Gérard Genette. Relato, historia, narración. Diégesis. Las
adaptaciones de François Jost y André Gaudreault.

3.11. Retórica

Aristóteles y su concepción de la metáfora. Lenguaje literal y lenguaje figurado.


Desenvolvimiento de los estudios retóricos. La retórica restringida según
Gérard Genette. Metáfora y metonimia en la perspectiva de Jakobson. Paul
Ricoeur y la metáfora viva.

3.12. El cine y la cultura digital. Perspectivas semióticas.

De la sociedad del espectáculo a las ciberculturas. La formalización de la


cultura visual contemporánea. Baudrillard y su enfoque sociosemiótico. Imagen
tecnológica, simulacro, trompe l’oeil. Umberto Eco: repetición y serialidad.
Frederic Jameson y la pauta cultural posmoderna.
Bibliografía

Se ofrece esta bibliografía sólo en carácter de punto de partida y con la


finalidad de mostrar un panorama de algunas de las principales publicaciones
tanto en los dominios generales como en los específicos. La misma es amplia
pero no cerrada y podrá acrecentarse con otros textos y autores que se
sugieran en el transcurso del año por parte de los profesores o de los
estudiantes. Durante el curso se recomendarán también diversos recursos en
la red.

Aumont, Jacques et al., Estética del cine. Espacio fílmico, montaje, narración,
lenguaje, Barcelona: Paidós, 1995
Bajtín , Mijaíl, Estética de la creación verbal. Siglo XXI, Buenos Aires, 2005.
Barthes, Roland, La aventura semiológica, Piados, Barcelona, 1994.
Bazin, André, ¿Qué es el cine?, Madrid, Rialp, 1999.
Benveniste, Émile, Problemas de lingüística general, Siglo XXI, 2000
Bordwell, David; Thomson, Kristin, El arte cinematográfico, Barcelona, Paidós,
1995.
Burch, Noël, El tragaluz del infinito, Ediciones, Cátedra, Barcelona, 1996.
Chion, Michel, El cine y sus oficios. Madrid: Cátedra, 1992 Casetti, Francesco;
di Chio,
Deladalle, Gérard, Leer a Peirce hoy, Gedisa, Barcelona, 1996.
Dilthey, Wilhelm, dos escritos sobre hermenéutica, Istmo, Madrid, 2000.
Eco, Umberto, Tratado de semiótica general, Lumen, Barcelona, 1992
- Los Límites de la interpretación, Lumen, Barcelona, 1995
Eisenstein, Sergei, La forma del cine. Madrid: Cátedra, 1987Federico, Cómo
analizar un film, Barcelona, Paidós, 1991.
Fabbri, Paolo, El giro semiótico, Gedisa, Barcewlona, 2004.
Gadamer, Hans-Georg, Verdad y método, Sigueme, Salamanca, 1977
- La razón en la época de la ciencia, Diamante, Barcelona, 1981
Gaudreault, André; François, Jost, El relato cinemetográfico, Barcelona,
Paidós, 1995.
Grondin, Jean, Introducción a la hermenéutica filosófica, Herder,
Barcelona,1999
Genette, Gérard, Figures III, París, Éditions du Seuil, 1972.
Kristeva Julia, Semiótica, Vol. I, Vol. II, Fundamentos, Madrid, 1981.
Lotman, Yuri, La semiosfera. Madrid : Cátedra, 3 vols. Trad. Desiderio Navarro,
1996-2000
Metz, Christian, Lenguaje y cine, Barcelona: Planeta, 1974.
- Ensayos sobre la significación del cine (1964-1968), Vol. 1, Vol. 2, Paidós,
Barcelona:, 2002.
- El significante imaginario, Paidós, Barcelona:, 2002.
Morin, Edgar, El cine o el hombre imaginario, Barcelona, Paidós, 2001.
Nichols, Bill. La representación de la realidad. Buenos Aires, Paidós, 1997.
Parret, Herrman, Semiótica y pragmática, Edicial S.A, Buenos Aires, 1993
Platón, Diálogos, Aguilar, Buenos Aires, 1981
Peirce, Charles, Selected Writings, New York: Dover Publications, 1966
Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística general, Planeta-Agostini, Barcelona,
1985,
Scavino, Dardo. La filosofía actual. Pensar sin certezas. Paidós, Buenos Aires,
1999.
Sebeok, Thomas, I think I am a verb, Plenum Press, New York, 1986.
Steimberg, Oscar: Semiótica de los medios masivos, Atuel, Buenos Aires, 1993
Vattimo, Gianni y Pier Aldo Robatti (eds.), El pensamiento débil, Cátedra,
Madrid, 2000.
Verón, Eliseo, La semiosis social, Fragmentos de una teoría de la
discursividad, Barcelona, Gedisa, 1987

You might also like