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ABEL ALBET Y NÚRIA BENACH

DOREEN MASSEY
UN SENTIDO GLOBAL DEL LUGAR

Icaria ~ ESPACIOS CRiTICOS


Este libro ha sido impreso en papel 100% Amigo de los bosques, proveniente de bosques
sostenib les ycon un proceso de producción de TCF (Total Chlorin Free), para colaborar en una íNDICE
gestión de los bosques respetuosa con el medio ambiente y económicamente sostenible.

Doreen Massey: trayectos de ida y vuelta 13

Conversando con Doreen Massey: una intelectual


Diseño e ilustración de la cubierta: Adriana Fitbregas a partir de una foto comprometida con su «espacioltiempo» 43
de Kilburn High Road de Doreen Massey

© Abel Albet y Núria Benach Antología de textos: 6S


© De los textos ele Doreen Massey: indicados a pie de página ¿En qué sentido hablamos de problema regional?':' 65
© Traducción el el inglés ele los artículos ele Doreen Massey:
Abe! Albet y Núria Benach lritroducción: la geografía importa 95
Unsentido global del lugar 112
© De esta edición
Icaria eelitorial, s. a. Imaginar la globalización: las geometrías del poder
Are ele Sant CristOfol, 11·2} ~~!. tiempo-;spacio 130
08003 Barcelona
www. icariaeelitorial.com
'L~,filosofía 'y la política de la espacialidad: algunas
~onside~ilciones 156
ISBN: 978-84-9888-441-8 tiempos de espacio 182
Depósito legal: B-17.180-2012
ipaci.o, tiempo yresponsabilidad política en una era
.,deslgualdad global 197
Primera edición: junio ele 2012
?fJdresinside~out 215
Fotocomposición: Text Grific Ideología y ec ", , l
", . onomla en e momento actual 229
Impreso en RomanyafValIs, s. a.
Verdaguer, 1, CapelIades (Barcelona)

· d' ~ . d . , taloparcia:,L 247


Prmte m .,pam. Impreso en España. Prohibida la repro ucczon to

....

V. C onceptos teóricos y p ráctica política: aportaciones
de Doreen Massey para entender y estar
en el mundo 265
La Geografía importa 268
Aportaciones conceptuales 274
Más allá de la academia 287
El feminismo como antiesencialismo 288
Londres: militancia y responsabilidad 289
Referencias 300
~p~:'~edora de una larga carrera como intelectual y universita-
I¡ }:;;¡~r caracterizada por una potente voz siempre presente en
Selección de la bibliografía de Doreen Massey 305
I Ai"¡~ós-'debates políticos, Doreen Massey es una figura central del
:'.$?nsamiento espacial crítico. A su trab~jo debemos aportacio-
! n/ítesclave sobre los conceptos de espaclO y de lugar, sobre las
;'",#;'¡¡',tdac,;iones entre espacio y poder, sobre las conexiones entre
~"~": JOf,local y lo global, sobre la responsabilidad de determinados
" :$ c:;e~;ros de poder sobre otros espacios. Cuestiones de gran
,j-."'"
';'J" cllla:do "teórico y aparentemente necesitadas de una notable
- ' e::~pacidad de abstracción que Massey sabe tratar con ejemplos
. :cotidianos y palabras inteligibles para dotarlas si cabe aún de
maro'r relevancia y utilidad.
,f, Sus trabajos destacan así tanto por su profundidad y enfo-

hovedoso como por la claridad y cercanía que sus palabras


~~tans,~iten. En Massey se funde de manera natural su trabajo
~:;t.mtelectual más erudito con sus ganas de compartir sus ideas,
solo'con sus colegas del mundo académico sino con todo
que busca nuevas formas de entender y transformar el
'::"~uuuo. Por ello, aunque sus trabajos más «académicos» cuen-
con un nivel de profundidad y de abstracción considerable,
J~capaz de camb~ar c?n facilidad ,de regi~tro para traducir sus
.. eas 'para un audIencIa mucho mas amplIa.
l ' Con Doreen Massey se hace evidente que el papel del in-
!~ ectual (el intelectual público) debe trascender el trabajo en

7
la academia, que el compromiso social no es solo un añadido capaz de sacar jugo a cualquier anécdota o viven-
rolla dora,
o un complemento a la labor profesional, y que una universi_ ar t'dl'ana o personal que sea,
" por cO 1
dad pública, por desesperante y frustrante que a veces pueda ela , tología de textos de Doreen Massey no solo pre-
parecer, es siempre un lugar privilegiado desde el que analizar 'dLa an exponente d e 1as d'f ' '
1 erentes etapas y temaUcas e su
d
entender y lanzar propuestas, .' ten e ser , b' 1 d' '
, " d. ción escrita S1110 que com 111a os textos aca emlCOS
Este ~olumen lleva por título Un sentido global del lugar, Pro uc destinados a una au d'lenCla , mas
, amp l'la y po 1"ltIza da,
recogiendo el enunciado de uno de sus artículos más celebra_ e con 1osontadas excepcIOnes ' 1os textos d e Massey h ab'lan SI'd o
dos (traducido al castellano en el presente volumen) y que' o~aU~idos al castellano, de modo que ofrecer una selección
fue precisamente escrito para ser publicado en una revista ,.tra textualizada que abarca d'f d
1 erentes momentos e su carrera

académica, Sin embargo, su planteamiento, riguroso y nove~ c¿diferentes temas que an oca Iza o su atenclOn, nos h a pa-
con h f l' d ' ,
dos o a la vez, dedicado a las conexiones entre lo local y lo '~cido una magnífica oportunidad para difundir sus trabajos
global, lo han convertido en uno de los artículos geográficos ~ntreJos lectores hispanohablantes,
más citados y utilizados por los estudiosos de las ciencia$ Le sigue un texto inédito, originalmente redactado por
sociales, Doreen Massey para esta ocasión, en el que, siguiendo el estilo
Como es habitual en la colección «Espacios Críticos», , massey hábitual que combina las vivencias personales, la alta
volumen cuenta con una estructura diseñada para acercarnos a elucubración teórica y la experiencia social y política con la
la personalidad del autor y a su obra, re'fl~~ión crítica y esperanzada, nos introduce en los entresi-
En el primer capítulo, «Trayectos de ida y vuelta», jÓs del debate entre Hardt-Negri y Mouffe-Laclau sobre las
querido seguir sus recorridos vitales e intelectuales a travé~ .c~>nexiones entre la democracia participativa y la construcción
del tiemyo y del espacio, Desde su niñez en un barrio obrero social del espacio, partiendo de dos experiencias creativas de
de Manchester y su posterior paso por la elitista Oxford, a -lugar que Massey conoce de primera mano: el movimiento
su larga y profunda implicación técnico-política en los Occ~py London y la refundación política que se da en diver-
más decisivos del laborismo británico en el Greater LOIluv,u,J; sos países latinoamericanos,
Council y su matizada entrada en el mundo universitario ~;¡.; Un ensayo acerca de las aportaciones de Doreen Massey
través del singular proyecto de la Open University, Son lahpensamiento crítico culmina este volumen, Hemos querido
jeto de reflexión asimismo sus experiencias en otros conteJ\.WO ,'¡ ' 'p~~er el énfasis en su visión del espacio como elemento expli-
geográficos, particularmente en América Latina, a partir ~t1VO de la complejidad social, en sus mayores aportaciones
las cuales afirma Massey haber aprendido a reflexionar :;conceptuales (las divisiones espaciales del trabajo, la relación 10-
su propia visión del mundo y sobre la utilidad de sus ____ ;"c ,~ ' caI~~lob~l, las geometrías del poder) y en su manera de abordar
conceptos, "Slutrabajo como intelectual comprometida en el feminismo, en
En segundo lugar, largas, interesantes y fecundas horas de a polí'tlca urbana, en las luchas políticas de otros contextos,
conversación se concretan y sintetizan en el capítulo-entrevis- , "Este volumen se cierra, como es habitual, con una selec-
ta, Pretendemos acercar al lector esa personalidad ciertamente Clon de las referencias bibliográficas esenciales de la autora (la

8 9
bibliografía completa se puede consultar en el sitio web de la royecto: John Allen, Steve Pile, Gillian Rose y Phil
'en este P
editorial).
La elaboración de este libro ha requerido conocer a la au~ SarreAdemás
. de a estas personas, nuestro agra d.ec.lmlent~
-. d eb e
tora en toda su complejidad. Hay que decir en honor a la ver~ se extensivo a otras muchas . . que, en dlstmtos . , mveles,
hacer
dad que ella allanó el camino todo cuanto pudo. Nos facilitó h ' enriquecido nuestro conOCImIento y percepClOn acerca
material adicional no publicado o de difícil acceso. Conversó danla vida y la obra de Doreen Massey: David Featherstone
con nosotros ampliamente y sin límites, abriéndonos las puer~ (~niversidad de Glasg~w), Rog~rio Haes~ert (Un~vers~dad
tas de su casa en no pocas ocasiones. Nos mostró su barrio F deral Fluminense de RlO de J anelro), J oe Pamter (UmvefS1dad
(el Kilburn que aparece en sus textos), nos presentó a los que d: Durham), Jamie Peck (Universidad de British Columbia),
viven en su entorno inmediato y nos permitió percibir el am~ Jane Wills (Queen Mary, Universidad de Londres) respondie-
biente en el que han tenido lugar los encuentros y debates de ron amablemente a nuestras demandas de información sobre
la intelectualidad londinense más comprometida y crítica con Doreen Massey, proporcionándonos sus comentarios y abun-
la situación política británica. dante material adicional.
Su domino del castellano, adquirido en sus frecuentes via'- De gran interés fueron asimismo los comentarios que nos
jes a América Latina, le permitió, además, leer y opinar sobr~" . hi~ieron llegar Richard Meegan (Universidad John Moores,
nuestros textos. Ello no solo facilitó la corrección de algunas Liverpool), Dina Vaiou (Universidad Técnica Nacional de
inexactitudes sino que dio pie a interesantes debates sobre Atenas), Sybille Bauriedl (Universidad de Kassel), Olafur
cuestiones teóricas y de la actualidad política que sin duda:' Eliasson (Studio Olafur Eliasson, Berlín) y Ricardo Menéndez
encontrarán su eco en este libro. (ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e
También fueron de enorme ayuda las conversaciones man- Industrias Intermedias, República Bolivariana de Venezuela).
tenidas con personas que pertenecen a su entorno acadé, Queremos agradecer de modo muy especial la generosidad
mico y personal. El personal administrativo de la secretarí~ . de Chantal Mouffe (Universidad de Westminster), Michael
del Departamento de Geografía de la Open University nos , Rustin (Universidad de East London) y Hilary Wainwright
prestó su colaboración de manera amable y desinteresada: Jan (editora de Red Pepper), que nos recibieron en Londres y nos
Smith facilitó la obtención de material gráfico y bibliográfico, , dedicaron parte de su tiempo atendiendo a nuestras preguntas
y Sheree Barboteau fue diligente transmisora de nuestros fre- y proporcionando numerosaS claves para la comprensión de
cuentes contactos con Massey. diferentes momentos de la carrera de Massey.
Abel Albet dedicó su cuatrimestre sabático en la primavera . Los autores quieren agradecer además el apoyo y la amis-
de 2010 a un mayor conocimiento de la estructura y organiza~ tadde Maria Dolors Garcia Ramon (Universitat Autonoma
ción del Departamento de Geografía de la Open University. de B~rcelona) quien espoleó el proyecto y la realización de
Ello le permitió, además de profundizar en la relación cae este lIbro al organizar y fomentar numerosas ocasiones de en-
Massey, compartir impresiones con sus colegas de departa~ Cuentro con Doreen Massey, tanto de tipo institucional como
mento que se mostraron enormemente receptivos a colaborar. personaL La generosidad y la erudición de Enric Mendizabal

10 11

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(Universitat Autonoma de Barcelona) permltleron mej 1. vaREEN MASSEY: TRAYECTOS DE IDA
significativamente una versión provisional de este libro. )': ... yyUELTA
como siempre, la editora, Anna Monja, acogió con su habi~
tual entusiasmo nuestras propuestas y dio forma final a este' Z:,;¡' ~ A l'atzar agraeixo tres dons:
volumen. haver nascut dona, de classe baixa i nació oprimida.
1 el terbol atzur de ser tres voltes rebel.
Maria Merce Mar¡;:al, Divisa (1977)

Sostiene Doreen Massey que las ideas, los conceptos y las in-
. fluendas siempre son «de ida y vuelta». Con ello, remarca que
n'o;~ siente propietaria de su obra sino que lo que le importa
;r~á1mente es la utilidad y permeabilidad de sus conceptos, a
la~ez que demuestra su propia receptividad y profundo res-
p'~to ante las nuevas ideas. Los trayectos vitales de Massey no
han sido simplés desplazamientos geográficos sino que se han
convertido, también, en viajes intelectuales: después de cada
uno ~e ellos sus ideas parecen haberse enriquecido. Las trayec-
torias biográfica, geográfica e intelectual de Doreen Massey
e~tán estrechamente unidas. Ella misma señala aun hoy, la im-
portancia de haber nacido en el norte de Inglaterra y cómo los
.,seIltimientos sobre la situación marginal y desprivilegiada de
,dicha región la llevaron a reflexionar sobre las desigualdades
geográficas. O cómo la elistista Oxford desencadenó en ella
!!! .. \i~a furia ideológica radical y feminista. O cómo coincidir con

,pila serie de compañeros en su estancia en Estados Unidos


, 1~~UYÓ en su trayectoria ideológica y activista. O cómo los
v~aJes más o menos accidentales (y a menudo accidentados) a
?lVersos países de América Látina constituyeron un revulsivo
Intelectual y vital que afectaron profundamente su modo de
ver y de teorizar el mundo.

12 13
La formación de una intelectual de izquierdas . mar así consciencia de las dificultades y marginalidades
ullte to . 1es, tras 1ad an d
d , ,
propios ongenes SOCIa o eI ' .
sentImIento y
Doreen Barbara Massey (Manches ter, 1944) se resiste a situar et ;:S~ontento a la es.fe~a de la ideología, del fe~inismo y de la
en un momento concreto de su existencia el nacimiento de su filosofía política sOCIahsta. A.l aca.bar .s,us estudlO.s ~n Oxford
interés y vocación por la geografía pero rememora las sugerentes (1966) empiez~ una etapa d~ I~phcaclOn en mOVImIentos po-
lecciones de una maestra en su escuela, la suerte de vivir en un ,' os y, especIalmente, femInIstas.
1' IUC
hogar lleno de libros, atlas y globos terráqueos y de tener unos Massey empieza a trabajar en el Centre for Environmental
padres amantes del excursionismo. y, por qué no decirlo, la fuer- Studies (CES) de Londres en 1968, el mismo año de su funda-
za seductora de una imaginación geográfica que le hacía reseguir " ción. El CES es una consultoría pública producto de la política
sobre mapas de cualquier rincón del mundo, las sugerentes tra- so~ialdemócrata de la época y del proceso de modernización
zas de una línea de ferrocarril o los riscos de una cordillera. institucional de los gobiernos laboristas, convencidos de que
Con todo, Massey reconoce que nacer, crecer y vivir con la planificación, la tecnología y el uso adecuado de la ciencia
el reto diario que suponen cuatro «desventajas» (la clase social: , podían construir un mundo mejor. Massey trabaja en el CES
de origen, el carácter periférico de su región, el hecho de ser hasta que Margaret Thatcher lo cierra en 1980 tras haberse
mujer, un cuerpo frágil y aparentemente constreñidor) contri- , convertido en una gran máquina de producción científica
buirían decisivamente a canalizar aquellas seducciones e ima~ crítica, incluso mucho más a la izquierda de lo que el mismo
ginarios geográficos hacia una dedicación intelectual llamada Pa;tido Laborista habría deseado.
Geografía y hacia un compromiso militante aderezado con En el CES se dedica a idear e implementar modelos de locali-
una ideología crítica y emancipadora. , zacÍón industrial de corte tradicional: descontenta con la orienta-
Massey se considera la «típica chica becada» por la 'socie- ción de sus investigaciones a la vez que insegura por desconocer
dad del bienestar de la Gran Bretaña de la postguerra: a pesa~ muchos de los recovecos de la economía neoclásica, decide rea-
de haber nacido en Wythenshawe (uno de los barrios obreros ' lizar, de nuevo con una beca, un más ter intensivo en economía y
más complejos de Manchester y, en su momento, la mayor ciencia regional (para, según ella misma, «conocer al enemigo
concentración de viviendas de protección oficial del mundo), . , y poder criticarlo con conocimiento de causa y con razones y ar-
las ayudas estatales le permiten obtener una educación dé . gumentos»). Ello es lo que la lleva en 1971-72 a la Universidad de
calidad desde la enseñanza primaria (en una de las llamadas " Pennsylvania (en Filadelfia, Estados Unidos), al corazón mismo
«escuelas independientes») hasta la Universidad de Oxford de la economía neoclásica. Parte de los estudiantes del-máster son
donde cursa Geografía (a pesar de que estuvo a punto de deci- europeos y, junto a algunos de ellos, Massey sigue una asignatura
dirse por la combinación Ciencias Políticas-Filosofía-Ciencias "Optativa sobre Louis Althusser que también le implica leer todo
Económicas). Es, precisamente, a los tres meses de llegar a . Márx así como iniciarse en Gramsci y Mao.
Oxford donde su ideología se radicaliza y se fundamenta ... a Massey reconoce que hasta aquel momento le había sido
la vista de las circunstancias familiares y económicas de la gran muy difícil aceptar y asumir los textos de Marx por su rigi-
mayoría de sus elitistas compañeros de estudios. Ello le per- dez a la hora de incorporar otras estructuras de dominación

14 15
y subordinación más allá de la clase social. Son los textos de , lizado Y de 10 asumido en su estancia en los Estados
Althusser y su antiesencialismo los que la ayudan a elaborar alh 'drea Masseyela bora una cntIca
' . a 1a teona
' de 1a 1oca l'IzaClOn
./
VOl os, . '
estas ideas filosóficamente, de manera que todavía hoy reco_ . d trial clásica a partIr de su mnovadora propuesta centrada
noce 10 mucho que le debe por todo ello al pensador francés. 1ll
1uss divisiones espaCIa. 1es d eltra
b aJo.
' Segun / este concepto,
De hecho, muchos de los intelectuales que posteriormente ro- ~:s ¡esigualdades so~ial~s son generadas por l~s. deseq:lÍ.li?rios
dearán a Massey (como Stuart Hall, Chantal Mouffe, Ernesto de la economía .capItahst~ la cual provoca ngIdas dIVlSl.a nes
Laclau) también se vieron positivamente influenciados por los . e regiones ncas Y reglOnes pobres y entre clases socIales:
entr . .
textos de Althusser, precisamente en el momento en que esta- / en lo que se refiere a la pobreza, el bIenestar y la nqueza, el
asl,
ban siendo traducidos al inglés. . spacio importa» (space matters) ... y mucho. Gran parte del
La década que va de 1972 a 1982 supone un período de gran ~e
desarrollo de esta teoría d a"
pIe a una sene de textos, muc hos
e
efervescencia política intelectual que se traduce en una activa de los cuales en estrecha colaboración con Richard Meegan,
contribución a diversos grupos de lectura y debate político. que resultarán esenciales para la interpretación de la crisis
ASÍ, junto a Hall, Mouffe y Laclau, participa en el Hegemony industrial británica y mundial de la década de los años 1970
Group que, entre 1980 y 1983, se estuvo reuniendo una vez al y1980: Industrial Restructuring versus the Cities (1978), The
mes para leer, compartir y debatir textos de Antonio Gramsci Geography 01 Industrial Reorganisation (1979), The Anatomy
y, especialmente, La revolución teórica de Marx y Para leer El . . · 01 Job Loss (1982) y, sobre todo, Spatial Divisions 01 Labour
Capital de Althusser: dichas lecturas suponen la base del pen- (1984).
samiento intelectual de Massey en las décadas de los años 1970 :t Una beca del Social Science Research Council (SSRC) per-
y 1980 Y aún hoy confiesa retornar a menudo a dichos textos inite al CES llevar a cabo un proyecto sobre la propiedad de
como fuente de inspiración. la tierra que, en manos de Massey, se convierte en un análisis
Paralelamente al Hegemony Group y también al margel} más amplio sobre la propiedad capitalista del suelo en el Reino
del mundo universitario, Massey participa asimismo en el Unido y cuyo producto final es el libro Capital and Land,
colectivo Women and Socialism dedicado a organizar un con- firmado junto con Alejandrina Catalana. A pesar de que este
greso anual y a generar grupos de lectura sobre temas feminis- libro estaba centrado en la realidad británica, de hecho fue un
tas, sobre textos originales de Marx así como sobre la obra de trabajo muy influyente en muchas partes de América Latina
Althusser, Nicos Poulantzas, Étienne Balibar y otros autores desde donde las autoras también recibieron las críticas más
coetáneos. A parte de debatir textos feministas, estos grupos constructivas e interesantes y que les permitieron profundizar
de lectura se dedican a lidiar con temas como el modo de pro- en los debates sobre las diferentes trayectorias y las diferentes
ducción, la formación social, las estructuras de dominación, . .. c.ondiciones sociales y políticas en torno a la propiedad de la
etc. que, para Massey, son los conceptos clave para desarrollar tIerra y la teoría de la renta, entre otros aspectos. En dichos
su manera de entender el mundo. d.ebates Massey ya plantea la necesidad de introducir la rela-
Tras el breve paso por Filadelfia, el retorno a Londres en clona.lidad en el estudio de la propiedad, distinguiendo entre,
1972 supone su reincorporación al CES. En base a un estudio por ejemplo, propiedad productiva de la tierra, propiedad feu-

16 17
1:
Ji

dal de la tierra, propiedad financiera de la tierra y remarcando e \. ar en el marco de la London School of Economics un
D~~ , . '
la importancia de las relaciones existentes entre ellas. Gracias " . ecto heredado del CES Y financIado por el SSRC (antes
a esta dedicación, en 1973 Massey colabora en la celebración proY
. Thatcher lo conVIerta. en E conomIC . an d SOCIal
. Research
del congreso del Partido Laborista (aun sin estar afiliada) que
'C oun¡;i1, tras afi rmar que « l
as ' " sOCla1es no existen»).
CIenCIas
participando en una ponencia dedicada a la (hoy impensable) También dura~te u~ muy cort.o pe:íodo (1981) imparte do-
nacionalización de la tierra. . encia en la U mversldad de CalIforma (en Berkeley) junto con
Con el cierre del CES en 1980 llega un breve período de in~ . ~ichael Storper, Richard Walker y Michael Watts.
certidumbre para Massey: si políticamente supone el inicio de
una etapa oscura, laboralmente se caracteriza por la movilidad
y la precariedad. Unos pocos meses (1980-1982) los dedica i~ .El encaje perfecto: la incorporación a la Open
University

Sinltigar a dudas, la incorporación de Doreen Massey al


:b~p,artamento de Geografía de la Open University (ou) en
1~8i supone el factor clave para entender el desarrollo y el
éjilto:no solo del mismo departamento sino de una forma de
. lj~cer y de entender la geografía. También es cierto que tanto
"' ~lquehacer como la manera de ser de Massey encajan a la per-
fecCión con el proyecto docente e institucional de la OU, hasta
'((ie} punto de mostrar una simbiosis casi perfecta que se retroa-

Jimenta. Desde el primer día, Massey se siente muy cómoda


: ~p~Jós objetivos de la ou (incluidos en su carta fundacional)
felacionados con la justicia social y con la óptica claramente
prog~esista y socialdemócrata que le insuflaron los gobiernos
:laboristas británicos.
'. ,El ingreso de Massey en la ou se produce, como acostum-
:bra a suceder en las universidades británicas, a través de un
Una de las principales contribuciones de Doreen Massey consiste en su plena
' P~Qéeso de selección en el que, si bien no se lo pusieron fácil, el
convicción de que lo social y lo espacial tienen que ser conceptual izados conjun- t~lbunal supo apreciar en Massey sus capacidades y potencia-
tamente, superando así una de las miradas clásicas de la geografía y, en general, "hdades así como su empatía con la filosofía de la universidad y
de las ciencias sociales, que ven en el espacio un simple escenario pasivo donde se
del departamento, precisamente en un momento en que todo
desarrollan los hechos sociales. Para Massey, como para otros geógrafos y geógra- eU . b
fas radicales, el espacio y el tiempo no son categorías neutrales y apriorísticas sino dir~se esta a empezando a fraguar y concretar. Massey accede
componentes implícitos del mundo de lo natural y de lo social. [Foto: A. Albetl . ectamente al puesto de catedrática sin disponer de tesis doc-

18 19
1
!
toral (trámite académico que, en una firme decisión adoptada
las políticas, a la cultura y a la economí~, Ello no signifi~a
cuando todavía estaba en Oxford, nunca completará) y can el a '. renuncia a los temas y aspectos proplOS de la geografla
vértigo de una gran carga de implicación personal y colectiva " . todo el pro f esora d
una
fISlca.
'
o nene amp l'ISlmos
' "
conOCImIentos de
así como de compromiso social y político. Massey admit; l' l ' h'd 1 '(1 .
morfología, c Imato ogla o 1 ro ogla a mIsma assey es M
que quizá la ou fue la única universidad (o una dentro de Un geo gran conocedora de los drumlins, esas peculiares formas
unarelieve de o~l?en
. glaClar
' ) pero esta, muy c1aro que lll~ '1 uso
reducidísimo grupo) en la que ella misma podía verse traba_
de
jando: más como una intelectual que como una académica
. esta geografía fIslCa debe entend:~se en el ma~co,de la socI~dad
propiamente dicha con todos los rasgos propios de la carrera "' 10 social, en un contexto pohtlCO y economlCO. Un e)em-
universitaria (rasgos que, por cierto, siempre ha desestimado): 110 de esta orientación es que se trata de una de las primeras
El ingreso en la ou resuelve su dilema entre el mundo acadé, p
instituciones aca d"emlcas en 1as que se empIezan
' a exponer 1as
mico y el intelectual. '
¡' •• problemáticas del cambio climátic~ y del medio,ambient~ (en
Desde muy pronto Massey cataliza gran parte de la acció ' Un ya lejano 1989) y que la geografIa humana es llltroduclda y
generada en el marco del Departamento de Geografía y de explicada abiertamente a través de cursos inter e intrafaculta-
Facultad de Ciencias Sociales, lo que le permite construir "tIyos(en sociología, en ciencia política, en ciencias naturales,
equipo amplio y cohesionado de profesores e investigador 'e;¿;) sin traumas ni complejos, ni como un añadido ni como
con los que comparte formas de ver y acercarse al un píe colonizador, Todo ello es así en tanto que filosofía pro-
Massey lidera, de manera indiscutible, el departamento y pi~ d~ la ou pero que coincide plenamente con la mirada de
geografía que se produce en él, aunque se trate de un ,;~.,~~':; )dassey que lo desarrolla y lo eleva hasta convertirlo en marca
sutil, nada totalitariQ, que acaba imponiéndose y dela casa.
aunque no todo el mundo quiera o pueda reconocerlo. En ,¿Las especiales características de la OU también suponen un
contexto de la Facultad de Ciencias Sociales encuentra !)reto y un compromiso para la geografía de Massey. Encerrada
bién una gran complicidad intelectual y académica en :enun campus aislado en el contexto de un peculiar new town
Hall, catedrático de Sociología e impulsor de los «estudios JMilton Keynes), el campus no tiene estudiantes presenciales:
turales», con quien le unirá, además, una estrechísima ami: solo se reúnen allí los doctorandos. Los alumnos de grado,
lo que favorecerá el impulso conjunto de diversas iniciativ¡ls poseen unas características muy excepcionales: al ser
actividades hasta el momento presente. enseñanza a distancia, a menudo se trata de estudiantes
Además de sentirse bien con el proyecto fundacional no poseen una dinámica de estudio concreta y que más
OU, la filosofía de Massey encaja plenamente con la responden a casuísticas tan diversas y dispersas como la
que se hace allí: junto con la London School of E(;Ullv"~ amas de casa, reclusos en sus cárceles, o incluso soldados
es el único departamento de las universidades submarinos: personas que difícilmente podrían haber
el que la geografía es exclusivamente humana (no nSI¡;" ","~-lQO a cualquiera de las universidades presenciales británi-
inconfundiblemente encajada en un ámbito y una facultad ,más o menos elitistas, Se trata casi siempre de estudiantes
ciencias sociales que se dedica, esencialmente, a la Con un variadísimo abanico de intereses que no buscan

20
21
acumular información ni memorizarla para aprobar un eXa- Allen con quien ella, además de colaborar codo a codo
men; bien al contrario, sus interrogantes y debates formulan Jobo spectoS docentes de la OV, ha producido algunas de
con ,lOS a
serios retos intelectuales al profesorado. Así, el planteamiento . bras clave: Geography Matters! (1984), The Economy
didáctico desarrollado por Massey se basa en seducir a los ~usQo st;on (1988) o Uneven Re-Development: Cities and
¡n ' ue • ..
estudiantes para que estudien y para que se interesen por la Regio ns in TransztlOn (1988!.
geografía: es por ello que la elaboración de los manuales y de Para Massey y el colectlvo de.profesores, enseñar es ense-
los programas de radio y televisión tienen una importancia ~ las personas a pensar espaCIalmente, hacerlo de manera
esencial para alcanzar aquellas audiencias tan diversas y tan Pa:i~a autónoma Y responsable. Pensar a través de la espacia-
eXIgentes. '. cl'lt
lidad es , quizá una buena defi mClOn.
. " d e 1os o b")etlvos d ocentes
Los manuales de geografía elaborados por la ou llevan, de la geografía de la OU. En e.ste sentIdo M~ss:y aboga por ~~a
de manera evidente, la impronta de Massey, tanto en la fornÍ~ f~rma discursiva y acumulatJVa de aprendIzaje y de tranSmitIr
como en el contenido, aunque de hecho cada capítulo esté los mensajes; no se trata de cuantificar los conocimientos que
firmado individualmente por uno o varios autores deberá haber aprendido el estudiante al final del capítulo ni,
Massey contribuye decisivamente a imponer un l11ucho 'menos, plantear una enseñanza memorística. Se busca
miento colectivo e iterativo en la elaboración de dichos mate- que el estudiante sea capaz de reconocer que, por ejemplo, ha
riales. Antes de dar por bueno y definitivo un texto, se llevan.. ,~:apiendido algo acerca de las relaciones de poder a través del
a cabo diversos pasos imprescindibles: encargar, por decisión ;~apítuló dedicado a los talleres clandestinos de ropa.
colectiva, a una persona la elaboración de un primer borra~ ~\4Y Otro ejemplo clave pueden ser los conceptos esenciales que
dor sobre un tema previamente decidido también de manerá liayqu,e transmitir: estos conceptos son uno de los elementos
colectiva; dicho borrador recibe las críticas constructivas ';<,llhlás trabajados en el proceso de elaboración de los materiales:
conjunto del equipo para que sea reelaborado y sometido a il,~s !manuales no plantean definiciones apriorísticas (ni, de
nueva revisión antes de alcanzar la versión final. El obj Ale~ho, de ningún tipo) sino que van apareciendo de manera
no es ni teorizar directamente ni tampoco presentar tlmulaiíva las ideas que acabarán construyendo la mirada del
de casos: se trata de pensar a través de los temas y COIlCt:LJLV"" alumno en relación con aquel concepto esencial.
y de exponer cómo estos se desarrollan espacialmente. según esta dinámica, para Massey y su equipo se hace
las características cambiantes de nuestro mundo, el equipo discernir la investigación de la docencia: ¿cuándo aca-
redactor es consciente que los manuales de geografía tien~~ . yempieza la otra? En este sentido, los manuales de
fecha de caducidad y que hay que renovarlos totalmente han sido el canal privilegiado a través del cual se han
seis o siete años pero que, a su vez, durante todo su ntroducido; de manera afortunada, una serie de conceptos
de vigencia deben demostrar plena validez. El resultado que han trascendido mucho más allá de la docencia de
una colección de obras rigurosas pero atractivas y 'hasta alcanzar la totalidad de los círculos académicos
excepcionalmente bien elaboradas. Además de Massey, sociales y, paralelamente, el debate ciudadano (lo
de esta orientación pedagógica y geográfica destaca la labor Un éxito doble e inédito). Así, por ejemplo, fra-

22 23
q
1)
11 ses como «Changing Britain, changing world » o, sobre todo . pretación válida, posible y plausible de lo que sucede,
a tnter , .
«Geography matters!» son dos ideas-concepto surgidas en el un plejamente, hoy en el mundo: lo que pasa en el ultImo
marco de la investigación-docencia de la ou que más allá de su , t~n ~o~eI planeta importa e interesa estudiarlo, conocerlo y
:1
!i influyente papel como títulos de libro, se convierten en verda, ~UlcO~ en cuenta porque es relevante aquí y ahora mismo. Las
deras declaraciones de principios, en definiciones sintéticas de teJiler suceden localmente y de ahí la importancia del estudio
l' nuestra realidad presente (de lo que es la globalización, de la cosas d'd b' . , ,.
de los lugares, enten 1 os como una com maClOn Ulllca y
¡1 importancia de la espacialidad en el mundo actual). Se trata de . lar de estratos, de capas que configuran una articulación
11
conceptos complejos a la vez que extremadamente comprensi~ , sUlgu
. . ad
etible y que permIte, ' superar e11ocal'Ismo reac-
emas,
bIes, asimilables por un estudiante o un ciudadano cualquiera '. ario «de campanano». o 'mteresa ya elSlmp
u:rep . N ' 1e retrato
a la vez que utilizados por muy diversos científicos sociales Clan .' d 1 1 . . 1
tático y descnptIvo e os ugares smo que Importan os
,i'., (economistas, arquitectos, sociólogos, politólogos, antropó-;¡; e:ocesos y la comprensión de las estrategias de poder que hay
¡; logos, etc.) y que les han sido muy útiles para introducir , ~~trás de dichos procesos: es por ello que «geography mat-
¡
1 (li
discurso espacial en sus reflexiones e investigaciones. i~~s» se convierte, también, en una invitación y una razón para
!'
1': También son de Massey (y también surgidos de este nido ,I;'lucha política.
de ideas que son los manuales de la ou) propuestas / Ner las cosas así, plantearlas así, redactar textos así, tra-
unicidad (uniqueness) o interdependencia, entendidos ,~ ~rja{lo colectivamente asÍ. .. moldeó radicalmente el equipo
formas de interpretación de la realidad del lugar. Algunos &,inpacto liderado por Massey que, aunque no se haya perpe-
estos conceptos evolucionan hasta uno de los más logrados a , hiado,ha generado productos, miradas y cohesiones que han
vez que exitosos por su sencillez y su potente carga explicativa ~ado profundamente, transformando para siempre a los pro-
y evocativa: «el sentido global del lugar», el lugar entendido•. f,agohistas. La falta absoluta de protagonismo de Massey hace
como una combinación única e interactiva de complejidades '~ ~ue Cási siempre estos conceptos, ideas y textos aparezcan
diversas escalas. Así también, «as british as a cup of tea» (tan i$..9Plo ,autorías diversas y compartidas o incluso ajenas, como
británico como una taza de té) es una frase simple y comprem ~~lresultado de un trabajo grupal cuando, a pesar de ser así, la
siva pero que permite a Massey introducir el tema de la ~pde Massey es extensa y está decisivamente presente. El
británica como un producto de relaciones más amplias, ,~ª~razgode Massey se traduce en una suave presión al resto
das en el colonialismo y el postcolonialismo. Iflé~ g~po que obliga a todos a agudizar sus argumentos para
Seguramente «Geography matters!» (la geografía' :,~1.!$"astarlos con los suyos y que reclama un' alto nivel de im-
es la idea más afortunada y diseminada dados sus diversos ~01~~i?n y de compromiso, de rigor y de .seriedad. El re~ulta-
nificados y sus múltiples acepciones y usos. Se trata, - , " .:>', ,¡es SIempre un producto de muy alta calIdad, que combma el
de toda una declaración de principios que no solo ayuda a de~ ~9~p.romiso con lo teóricamente informado; que convierte al
finir el papel de la geografía (dándole un rol relevante entre las ~~po, al lector, a los estudiantes ... en pensadores espaciales
ciencias sociales y suponiendo, quizá, el mejor marketing en ~n~C?S, y, en consecuencia, dándole a la geografía una nueva y
un mundo competitivo, también entre ciencias) sino a ofrecer . . fu nCIon
ueClSlva " central.

24 25
Interludio en Nicaragua: «siempre es la misma La huelga de los mineros británicos (1984-1985) es uno de
lucha» . últiples sucesos que movilizan el pensamiento, el activis-
, ' IO~; la solidaridad de M~ssey. ~n l.a, huelga convergen algunos
Desde su fundación en 1982 Massey colabora activamente en el ; : los recientes temas de lllvestlgaclOn de Massey (los procesos
Greater London Enterprise Board (GLEB), un organismo cr~aJ / desindustrialización, la crisis en las regiones periféricas) con
do en el marco del Greater London Councilliderado por Ke' e interés en las relaciones políticas y sociales de la realidad
Livingstone (1981-1986). El GLEB fue una innovadora n ~\ánica (la fuerza de los sindicatos y de la ciudadanía) así
institucional que tenía por objetivos primordiales la lucha WllIW',e
el desempleo y la elaboración de estrategias de dinamizaciorí , fimo con sus preocupaciones ideológicas en el sentido más
:e~so (la derrota de los mineros supondría una gran victoria
, olítica e ideológica para Thatcher así como la consolidación
desarrollo económico. Esta etapa de Massey en el GLEB '
múltiples colaboraciones con Livingstone y genera asimismo ~esu programa de neoliberal y de libre mercado). Así, junto
relación de estrecha amistad con él que perdura a pesar de con la feminista y activista Hilary Wainwright, Massey em-
avatares posteriores de la política municipal londinense. , prende un largo viaj.e ?~r .el norte de Inglate:ra implicánd~se
activamente en las llllclatlvas de los huelgUlstas y, especlal-
,mente, en las redes de solidaridad tejidas por la sociedad civil.
'Fro.d,ucto de dicha visita y de dicha visión son textos como
, néyond the Coalfields (1985).
, ~;'En 1984, durante la celebración de una Cumbre Económica
'M~ridial Alternativa en Londres, un grupo de nicaragüenses
a Massey a participar en labores de investigación, dada
,"1LI:~esidad que en aquellos momentos tiene la Nicaragua
acosada por Ronald Reagan. Como docente de la
finales de 1985 había acumulado seis meses de sabático
L!l\iCipasó en Managua, una vez aprendido el buen español que
hoy conserva.
marcha del Reino Unido en 1985, en un momento
".I:':!"4UU, en medio de las batallas contra la abolición del
·;'!';¡¡.)¡~~ter London Council por parte de Thatcher y el inicio
de Londres como centro financiero mundial, así
Doreen Massey departiendo con Ken Livingstone, ex alcalde de , , -- de las huelgas de mineros del norte de Inglaterra. Cuenta
destacado miembro del laborismo británico más izquierdista, durante el :. ~~ey que los días previos a su marcha fueron terribles: con
homenaje Spatial delights. An engagement with the work of Doreen
lebrada en Londres el 11 de marzo de 2009. Tras ellos, Michael Rustin,
~?razo roto y grandes dudas acerca de la conveniencia de
junto con Massey y Stuart Hall, de la revista Soundings. [Foto: Spatial " ar en Londres tantos proyectos y luchas, Dave Wield, buen

26 27
amigo con el que estaba escribiendo High Tech Fantasies "n del papel que debe~'ían jugar !os ,investigad~res f~rán~?s
acabó de convencer para ir a Nicaragua con el argu ble deberían negoclarse los termlI10S de la lI1VeStIgaClon
, como .
ee

«Doreen, it's the same struggle»: en el fondo, tanto la de y delo investigado, Desde entonces Massey mantIene fuertes
y como la de allá es el mismo tipo de lucha, Las' y tlcen
, . cias a realizar estudios sobre «otras» partes del mundo
del tiempo y la peculiaridad del viaje hizo que el re de la propIa 1 ad d
. rea !'d '
e ongen, como h a SI'd otra d"IClO-
Londres-Managua durase casi una semana, vía Kiev, .1VlusqF!"C fue¡raente la función de la llamada «geografía del desarrollo»;
Limerick, La Habana, México (justo tras el terremoto) na mtodo ella reconoce que 1a presente g1o bal'IzaClOn " permIte '
l'
1'
San Salvador, De la etapa «nica» recuerda muchas ' , c~n teir ~n posicionamiento muy distinto, dado que también
l'
I muchas batallas por lidiar, muchas cosas por hacer y a o~sible analizar la responsabilidad del papel jugado por los
También una mezcla de sensaciones con momentos en los e~es desarrollados en la producción de los desequilibrios y
triunfaba el convencimiento pleno de que otro mundo ~e fas desigualdades a escala mundia1.
sible junto a otros momentos de completa desesperación: Cuando el Congreso Nacional Africano llega al poder en
li¡ misma reconoce que, no obstante, quizá en aquel "Sudifrica en 1994, Massey es invitada a participar en la consti-
l'
l'
líneas de batalla eran bastante más claras que las de ahora, ,.:'tuCión de grupos de investigación para contribuir a la planifi-
11:
En Nicaragua, Massey trabaja en el Instituto N' dciÓn macroeconómica, La acompañan Maureen Mackintosh
de Investigaciones Económicas y Sociales (INIES, una (pr~f~~ora de economía de la Ou) y Diane Elson (profesora de
ció n no oficialista pero marcadamente prosandinista) ${)cÍológía de la Universidad de Essex). Las tres trabajan junto
a cabo tareas de base en relación con diversos a\~Frene Ginwala (portavoz en el Parlamento sudafricano) y
investigación (más que implementando sus ideas y propue o'< ;edactandiversos informes que vienen a ser propuestas de in-
conceptuales), en medio del desierto que Somoza había teFvención feminista en los planes económicos que los grupos
jado en el marco de la investigación social y económica, dClizquierdaestán elaborando en ese momento (hasta entonces
l' proyectos realizados giran esencialmente en torno a los mayormente pensados desde una óptica masculina), Pretenden
tamientos informales en la periferia de Managua, intenLdHl remarcar el papel decisivo de las mujeres en la organización del
dilucidar hasta qué punto la guerra había sido una causa " c~mpo y de la agricultura, en el acceso al agua, en las ciudades
detonante de dichos asentamientos espontáneos, La conclu~lI yen otros ámbitos básicos similares, En esta ocasión, y a di-
fue que los asentamientos eran producto de las ' ii.f~renCia de Nicaragua, la actuación de Massey y sus colegas
sociales y económicas y que se hubiesen dado igualmente, e~ ~elativamente fácil y precisa ya que su misión está perfecta-
dependientemente de la guerra, A pesar de las limitaciones mente definida y forma parte del debate genera1.
la acción política, Massey reconoce que estas investi ' ;La segunda actividad de Massey en Sudáfrica es dialogar
contribuyeron a generar debate público sobre el tema, e
con'
ee'1
¡gente muy d'lversa acerca d e un aspecto mas' tIpIcamente
,.
Vuelve de Nicaragua convencida de haber aprendido ~~e~grá~co: la constitución y el nuevo papel de las regiones y
chas cosas de aquel contexto, no solo acerca de la realidad e~ a descentralización en el país, El tema es complejo porque
lítica, social y económica de un país revolucionario sino . ta entonces la regionalización (en forma de bantustanes) es

28 29
;;;"..,..-

vista en sí misma como parte del Apartheid. Laurine Platsky


(del Development Action Group y que posteriormente forlUa_
rá parte del Gobierno provincial de Western Cape y muy im-
plicada en el debate) invita a Massey a pesar de que ella' .
tanto en su falta de experiencia en el tema como en su carácter
foráneo: «yo no era una experta ni iba a ir portando 'la verdad' ,
a decirles lo que debían hacer. Lo único que podía hacer era
reflejar, con mi bagaje teórico, mis conocimientos en el
del Reino Unido. Y me parece que funcionó.»
El retorno de Nicaragua (1986) es un momento
mente duro para Massey ya que el gobierno Thatcher está
su apogeo y, a pesar de que con John Major (1990-1997) ;~
empieza a ver el final de la etapa Tory, la losa de sus política~¡"
es ya muy pesada de remover. De hecho, la llegada del
gobierno laborista de Anthony Blair (1997) indica que no
habrá un cambio drástico y que la teoría y la praxis de
gobierno seguirá, con leves modificaciones, con la línea
da por Thatcher. Son momentos difíciles para dilucidar Doreen Massey en su casa de Arie! Road, Londres, lugar de encuentro del
puede ser la mejor forma de intervención estratégica: las Ariel Road Group que durante años fue un activo foro de debate del pensamiento
blicaciones de Massey de aquella época gris reflejan este vacío .pqIí~ico
¡, . . , de izquierdas de Londres. [Foto: A. Albet]

circunstancial que no empieza a difuminarse hasta la aparición'.'


de la revista Soundings que, tras unos meses de gestación, ve ,
luz pública en 1995. "Le'ft'Review. Soundings (cuyo nombre evoca la necesidad de,
En medio de dichas dificultades se consolida un grupo ~oristantemente, dejar algo en el aire para que pueda ser oído
lectura y de debate político que se reúne periódicamente yu!ilizado) aparece tres veces al año, y pretende situarse entre
casa de Massey, tomando el nombre de su calle: el Ariel ~c;ld.es:lparecido Marxism Today: Theoretical and Discussion
Group. Dicho grupo supone, en cierto modo, una con.w~- ',Joumal of the Communist Party (cuyo final se relaciona con
ció n del foro de debate progresista y nido de creación de los cambios observados en el Partido Comunista británico) y
vas ideas y propuestas que se había constituido anterinrm , Ne1fLeft Review. Los fundadores de Soundings ven el mo-
en torno al GLEB y con Massey también al frente. ~,ento COIUO una oportunidad histórica para denunciar una se-
Cuando Stuart Hall, Michael Rustin y Doreen ,, ~~ ,~e situaciones (las formas que adopta el crecimiento econó-
fundan la revista Soundings: A Journal o[ Politics and Culture) ' X~~' el aum~?to de,l.as desigualdades sociales, e.l incren:ento
los tres acaban de abandonar el consejo editorial de Ne'IIJ ,: corrupclOn pobtIca, etc.) y plantear alternatIvas radIcales

30 31
tanto a nivel británico (ante la deriva del Partido Lab ' '.,;' '~!'':'.' ~" "d d de ordenar todo este trabajo precedente y dotarlo
, l'd ' Or¡ · . '.. 'J 1 a h
del mismo Blair de renunClar a 1 erar n111gún tipo de ' " .s~h ~,~toOlr eJ ctllra Y un marco co eren te,
como a escala internacional. C<l.~~~}l, detÍJl3 e~t¡1.lublicación de For Space, a las dificultades políticas
Se pretende que Soundings juegue un papel de infl ,~, t. 1~s eOa ~o se añadieron las dudas acerca de la necesidad y
, '1 ' ' , , . uYenti: r am . ' ,
esperanzada narratlva y e e conClenCla c.ntlca ante las dir "'! l ~ ¡!l rtttD1dad de cont111uar tel11endo un papel destacado
ces cada vez más conservadoras del Partldo Laborista,Aue~~\f . Je,lapP~e!l1ia u optar por una plácida y anticipada jubilación,
para los laboristas So~ndings es un pa~fleto demasiad~~.. .¡t.'. ,tllla.actates internos en la geografía británica del momento no
uierdoso para ser tel11do en cuenta, es cierto que fue, ,:¡~. , ,!;osd , nlucho ya que, según Massey, solo eran pura irrele-
e
y"

q . 1 d" 1 db . sl~ ·· \'Udaan b , d d '


sien~~, una pieza c ave y, eClSlVa c~ os ,e ates y e~ lain~~" j i " ¡;ja"decorativa, carga os e ~na enorme can~Idad de. inútil
duccwn de algunos ca~blOs, Soundm~s Slg~l~ apar~clelldo~'t,:" ~erW, intertextual (comentano? ~e comentar,lOs) y S111 una
veces al año como revista de refer~~Cla teonca e Ide~lÓgi~:., :Jl,!CÍe~cia acerca de las pr~blematlc,as de la sOCledad contem-
la vez que portadora de nuevas pO~ltlCaS y valores; ade~~ac; ' ., ánea. Massey no se sentIa muy comoda en este contexto y
tualmente desde la revista se orgal11zan encuentros, ~e,wi,n~,;,Coinguna motivación para, según sus palabras, «actuar per-
y redes y publica libros de manera que se ha convertldgen~l~. fonna'tivamente en un carrusel de material refinado elaborado
más que una revista, ~t;' porhónibres jóvenes a la búsqueda de reconocimiento, »
• ~' '1,,, Cuando en 2007 está a punto de tirar la toalla, aparece

.IVorld City. A mitad de camino entre libro académico y libro


«Cuando la teoría se encuentra con la política~ poKcico, ¡la obra atrae muchísima atención mediática y por
. • todo el espectro ideológico, dada la implicación de Massey
En 2005 aparece For !Jpace. E l libro prete~~e org~mzar Y'ill-durante el man~ato de Ken Livingstone al frente del Greater
tematizar gran parte d e las propuestas teonca: e llltelectW! h2~don CounCll (1981-1986) p ero, a la vez, su voz crítica
de Massey, dado que de su trabajo en los anoS prec~de~t1l haC1ael!ent~nces (2000-2008) alcalde Livingstone dada su con-
pendían muy diversas indicaciones acerca del esp~c!O !;~ :esc~n~encla frente el empuje arrollador del sector financiero
" 1 d b los sostellldos~ ondmense.
espaClahdad a a vez que e ,ates como ' 1"".,. "'y.: '
s f f b
Ernesto Laclau o sobre Henn Bergson aSI como la re a•;.;; . ~n"~ .'" por
, . 1 uese poco, en e rero, pocos días antes de la
, ' ' 1 A de reCOntM\ '1 'l'anclon de ~ Id c' 11 ." , desde Venezuela
con los nuevos mOVimientos SOCla es . pesar . >J, ,,,,. ' or lty, ega una ll1vltaClOn
, . fl ., teórica cO 1;0' para Ma '
la imperios a neceSidad de reahzar una re ex~on , "1 tí.' , ~iele " " 1 ssey, supone un enorme revulSIVO personal e
, ' dlflCI , an , ' . Ctua y q 1 h '
esta, Massey admIte que fue una expenenCla >!;,~contin ~e e ace encontrar una razon poderosa para
, C3capa., Uar con ,re la fl eXlOn
" teonca
" 'd
y eVI enClar' que la teoría
. , Z, tamb' d "
~idad p en, e marcar la diferenCia, de transformar la
,fJen¡plo. 'd araM
1 assey elfax enVIado' desde Caracas es un buen
1. «\'Vhen Theory Meets Politics» es el título del artÍculo quel0.ass~~~i IIIento de ed Os c~m b'lOS que 11 egan por serendIpla: ' , en un mo-
en Antipode en 2008 para señalar que, en su caso, teoría y praxis po loca "
esaZon aca d emlca
" algmen
' d es d e la otra punta del
facetas que deban ni pu edan separarse,

33
32

--
mundo pregunta «¿Quiere venir a Venezuel ' o solo por ver validada y aplicada (al nivel
en un proyecto ' l'15 y revoluc" a,
, so bre metropo
. , IOnt» v~l,or
ca
ny del debate ciudadano de calle) una de sus
Hugo Chavez en persona adopta y ad a . .pobu. ' jcas sino por ]a oportul1l'd ad d e aprender y
pta or ,
tebredicha
las «geometrías del poder» ideado por Mass el val'd' , ' , d 'd 1
I aClOn, en un Viaje e I a y vue ta
de los «cinco motores» de la revolución y la ey,
ceptoS, , 1 '
ca2 y como uno de los medios para llevar . ~oo "'1" 6s tiempos, y espeCIa mente como reacción
de descentralización y ecualización del poder los P U uDl
Space, Massey 11a rea J'Iza do d'Iversos trabajos
to motor queda definido como «La nueva 'd~r«intersecciones») junto COl~ artistas de recono-
der: la reorganización socialista de la geop6Iític!!' internacional como por ejemplo el danés (de
Concretamente, ello implica proporcionar a ~H·.· .islandesa) Olafur Eliasson, muy interesado en la
jeoera;. . ,, h '
conceder una significativa voz política tanto a ;.;
f"",:8S
o.acial y con qUIen compartlO su Weat er ProJect
más pobres como a los excluidos que habitan la!; . que hay un texto traducido en este mismo libro)
desarrollar formas de democracia participativay
pular, Massey es invitada a Venezuela a exponer
estas ideas ante ámbitos muy diversos: desdeforos
en la calle hasta debates televisivos así como 'la p
un cuaderno explicativo (redactado directamente~eÍ
por Massey) acerca de dicho concepto y su
cuanto a motor, Este cuaderno forma parte
de libros de lectura popular integrada por
otros, Voltaire, Lenin,]osé Martí, Ché
y", Doreen Massey.
Para Massey supone un enorme reto:
marse lo útil que puede ser reflexionar sobrda
resulta un buen ejemplo de que los conceptoS
sarrollan y pueden llegar a tener vida propia:. E~.
etapa de reconocimiento público e internacIOua
y de su aportación, precisamente en un
personal e intelectual en el que llegó a pe~sar di~tinguido'siempre por su apertura y su capacidad de diálogo
valido la pena. Para Massey la experienCia SOCIales y con otras expresiones del pensamiento. En la foto-
Massey entre el artista plástico Olafur Eliasson y la politó -
dura~te el acto de homenaje Spatial delights. An eng,tgement
te Massey celebrado en Londres el 11 de marzo de 2009.
2. Los otros cuatro motores son la Ley habilitan al
constitucional, la educación popular y el poder comunal. ,

34 35

.....
expuesto en la Tate M odern de Londres. Massey . ' do como geógrafa en un debate que no es
Dlen
se trata de un texto «algo loco» p ero que pretend . terll
noce m . de la geogra f'la aca d emIca.
' .
(ecO.~ . te propIO j" 1
importancia del espacio para una audiencia expert: e ri~táltíen ha colaborado en CLlversas ocaSIOnes con a
como un For Space pero para las artes. . n est ... as'Massey k .1 1 . 1
.:,'j\dem reconoce que su t:xto Ban s:{ e: nternatwna
C on Patrie k Keiller, cineasta socialmente 1;téMode~n Yd n uno de los pnmeros catalogos del Museo,
. . ' --"plUm'
mantIene una relacIón de amIstad y de luchas «en Loca1;¡., pu¡Jl...hca
, do e us artículos mas
uno e s
' repro
dUCI'd os y ven d'd lOS,
lado de las barricadas» si bien, como reconoce este , sea.qU.í~a , derno s venezolanos sobre las geometrías del
' .. los cua .
manera que tiene Keiller de expresar sus críticas ·unto.·~?n . ,
J_..:A'" ·'Es aSI com o textoS científicos escntos por una geógrafa
lejos de lo que se consideraría propaganda: más bie ~er. . do en las casas de muchos ciudadanos, difun-
de invitaciones a que la gente piense por sí misma~ 1 . J' e que «la geogra f'la Importa»
...k1¡;a'hanentra
,.~.~
. l' d d
y que a SOCle a
dÍendoe mens a .
ción empezó cuando, sin conocerse personalmente " "nsecamente espaCIal.
citó a Massey en su Robinson in Space, película muy'; ~1D:asseyha recibido la Victoria ~edal de la Royal Ge~gra-
da en el Reino Unido por ser una excelente y ""'bi@i Soéiety (1994) Y el ~remlO «N abe!» Interna~lOnal
crítica al thatcherismo. En su siguiente t ,? ttirtttid (1998) así como dIversos doctorados honorzs cau-
The Dilapidated Dwelling, Massey aparece pnt .. ,,,,;.~ ,'iáJ~lHide marzo de 2,.009 en,la se~e de la Royal Geographical
relación con el tema de la vivienda y la esp""U14~IUn SQCjety!!n Londresse celebro la Flrst Annual Doreen Massey
biliaria. ieá:Uri·y.la inauguración del ámbito OpenSpace de confe-
Massey también participa en otro documentarae f"i~~íás;'¡seminarios e investigaciones en el marco de la ov. La
Robinson in Ruins, como parte de un proyecto sáión; conlé! título de «Spatial Delights: an engagement with
(The Futttre of Landscape and the Moving Image) .thework ,of Doreen Massey» fue un acto de homenaje a la
través de la contemplación, a un ritmo exasperanteUl"~ ,." trayec~ria de Massey con motivo de su jubilación. Asistieron
to, de la evolución del paisaje inglés expresa su ce~:I~~i!~2,personas y los conferenciantes (Ash Amin, Olafur
tica de la sociedad y la política. La película no p E1i~~~il: Stu~rt Hall, Ken Livingstone, Chantal Mouffe, J amie
comercial sino que busca la reflexión y el debate f.~~(lMiChael Rustin y Jane Wills, J'unto con otros ami<>os y
c:olabó d .
PataJ r~ ores de .Massey) glosaron la figura de Massey.
b
Massey afirma haber aprendido mucho de
su proceder: según ella, los académicos pueden d~ e1arnen,te, un lIbro editado por dos de sus discípulos más
Itectl>s·reúne la . 1 . .
extremadamente verbales y cerebrales, de manera 'tol' '" . s aportaCIOnes y as refleXIOnes de amIgos y
gran experiencia descubrir y aprender otros lengu egas en tOrno a la'd 1 b d . .
laclÓ.rlófi "1 '
'j < VI a y a o ra e Massey.3 Desde su JubI-
formas de expresión para entender, narrar y e¡¡¡
. ~bie tod . 'l'
Cla , Massey m '
antIene to d ' una apreta d a agen d a,
aVla
,>l¡. o, mI Itante . . l'
similares. A p esar de utilizar métodos y caminos ~i Y actIVIsta, se ectlvamente concentrada
. '1 res .~
sos, ella cree que se llega a conclusiones SImI a
. 3. Se trar d
narrativa altamente politizada y socialmente . ' ~ft a e David F 1
or Doreen Massey ~at l~rstoney Joe Pain ter (cds.) (2012), Spatia / Politics:
Aunqu e con algunas precaucio nes y reticenCIas, . on res: Wd ey-Blackwell l RGS-IBG series.

36 37

-
en aspectos políticos y conceptuales y menos dedicad le gusta defini~se como una activista intelectual:
' ' d" aa ostulados mtelectuales y, a la vez, las expe-
bIr en revIstas aca emlcas.
susp . son la base me , 1u d'bl d ' "
1 . e e sus mvestIgaclOnes

;:~ ::~ ::. . trabajo empírico, El quehacer académico de


' y de SU
~.'
. . ,
ha mantenido un posIcIOnamIento pro un a-
f d
Ciertamente, las propuestas de Massey sobre las con un especial interés para que su perspec-
paciales del trabajo pueden considerarse una enorme fuese siempre transparente ante todo el mundo,
ción a los estudios regionales y la geografía económica en todo momento ha buscado estar activamente
del siglo xx, Su obra sobre la interrelación entre la acciones políticas y sociales fuera de la academia,
espacial y las relacionescle género ha dado un gran en 1"
~1ll0S argumentos y P ante~mI~nto.s~ 19ua mente r~, 1-
:1 1 d'
geografías críticas y feministas. Sus reflexiones sob¡'!~ ';~'eraccióp social conlleva lllSpIraCIOn para la aCClOn,
miento espacial y local han contribuido decisivamente hicéh sus textos sobre justicia social, igualdad de
finitiva consolidación del giro espacial en las ciencias 'gual~ad global.
en las humanidades y suponen una sólida base para atrevido afirmar que es una de las pocas personas
crítica contemporánea pero también son un r1cadérñico anglosajón que es consciente de que los
en sociología y en las ciencias políticas, Sus lo~;o <lnglófonos necesitan de un estilo diferente
las geometrías del poder y el espacio relacional son i4eci~ión de aprender castellano y francés cabe
te incorporadas en muchos debates e investigaciones, ii~IIl.ehte, en esta línea, a la vez que hacen mu-
mente en América Latina. Sus reflexiones acerca de y~onvincentes sus críticas postcoloniaJes y
sido, es, puede ser y debe ser la geografía, son extr~J} ClOffilllación cultural.
influyentes tanto para una gran mayoría de ~eó~rato person~s!;:mte trabajan a su alrededor reconocen que
para muchos otros científicos sociales. seiIIl~y espacial no solo por su amplia reflexión
La conceptualización que Massey hace del a la'lyertierÍte teórica sino por su especial sensibilidad
lugar la convierten en una de las científicas SOl:l,U"~, '~s y las personas que se hallan marginadas y
fluyentes, pero hablar de una posible «Escuela por.¡Faúsa de la percepción y el uso del espacio,
pensamiento espacial significa no comprender .' '. los mecanismos con los que funcionan los
bien la forma en que ella trabaja. Nunca ha y producidos y plantea la importancia de las
un círculo autorreferencial de discípulos o de y de 19 s espacios diversos, lo que la hace siempre
"'"ulcide
". la div' ..' erSI'd a, d Ell a mIsma
. argumenta a menudo
que a través de sus argumentos políticos y
ello'.es/ 'prod ucto y re fl' eJO d e sus ongenes
' de clase
espacio, busca inspirar a personas tanto del ámblto
nOrte
" de.. In g aten a, que se reSIste a que d esaparez-
l · '
como del no-académico, Algunos de sus colegas
ongenes est'an muy presentes, d e manera afectIva . y
ella es de una «clase» en sí misma: quizá por ello nO :1. j. . •..••
;.~n su rol y' • d .
de una «escuela». " su actltu dentro de la sOCIedad.

38 39
HECHOS DEBATES
HISTÓRICOS LUGARES ETAPAS DIFUSiÓN
OBRAS

2010 Robinson in Ruim

I
Gobierno (ameron Open Space

Crisis nn("Jncicra global t3 _i~ro Social Europeo


Marea rosa Latinoam érica esZ I Weather
- -..
Project
Ascenso países BRlC Z
:::>
2000 >- S; II Tlle DilapidClted
f- Dwel/ing
Chávez en Venezuela' Vi
a::
UJ cr;:
Gobierne Sla!r > ..J
Fin apartheid Sudáfrica Z Z
:::>
Gobierno Major Z
w Programas BBe
1990 a.
O
Abolición GLC
"New urban left"
Hue!ga mineros Manuales Geografía
Guerra Malvinas de laOU
Contra en Nicaragua
Disturbios urba nos
1980
~II ~
Revolución sandinj(
Gobierno Thatcher O
:::>
f-
Revolución Portugal Vl
Gobierno laborista :>
Golpe en Chile
z
UJ

1970 U
Conferencia feminista
Woodstock/Isla Wright
Vietnam
Mayo francés
Creación GLC
Democracia social Wilson
Crisis misiles Cuba
1960
Revolución cubana

Guerra Suez
Guerra Corea
Gobierno tory
1950
Estado bienestar
Fin 11 Guerra Mundial
1944
en
Cuadro que sintetiza la evolución intelectual de Doreen MaSser
en el espacio (elaboración de los autores).

40 41

-
Por llaneza y por ideología, Massey rech a :;:, . SANDO CON DOREEN MASSEY:
la gente privilegiada que utiliza su estatus' ~a de . J1,~;C()~~~ELECTUAL COMPROMETIDA
su propio beneficio: resulta siempre interesant
\.$tJN~.~V «ESPACIO/TIEMPO»
afilada lengua cuando opina acerca de las c1as:s '''~O ' ."i '
cluso acerca de la realeza, pero también cuando There are places I'll remember
petulancia de muchos académicos. Por el Contrar' aH my Jife, though sorne have changed,
serVI'do de su renomb re'mternaclOna
. 1para dar apo10, some forever, nor for better,
a grupos margma es y margma os, tanto en la yo
. 1 . d some have gone and some remain.
fuera de ella. AJI these places had their momcnts,
with lovers and friends 1 stÍll can recall
Afortunadamente su crónica dolencia ósea no
sarrollado en toda su posible gravedad ... o quizá
so me are dead and some are living, '
in my life I've loved them all.
forma positiva con la que, desde pequeña, la ha "
reflejo del espíritu indómito y tenaz que también The Beades, In my life (1965)
su trabajo.
Intelectualmente rigurosa e integra, su mente
clarividente pero nunca se toma a sí misma
no es un tópico afirmar que su rostro siempre está.
por su sonrisa afable y amable y que su agudo sentid
mor estalla a menudo en risas sinceras y contagiosas.

,; -:'-El Dep t d . .
ha!?J:', ar amento e Geografía de la Open Umverslty
J<aOunodelos
mund' [' . , mas InamlCOS e Innova ores e a geogra} .la
'd'" . d d 1 .{' ,'
la. (Como r . . l
-Al J ue su Integración en é ?
. . volver d . b . k 1 d
IllI heca b e mI reve estancIa en Ber e ey y cuan o
. esta a a punto d e agotarse surgIó . Iad d e
. la OportUlllC

42 43

... .
trabajar en la Open University. Para mí, este
una gran dilema porque yo me reconocía Como Un '
comprometida (al menos eso quería ser y es lo a
mido con mi paso por el Centre for T ' . qUe
pero no quería convertirme en una académica
horrible experiencia cuando estudié en la elitist
Open University ofrecía dos cosas esenciales a
elitista y estaba dedicada (por su misma
na1) a ofrecer un proyecto colectivo de educación
Estuve muy contenta de tener esta oportunidad y~
ramente era el único puesto académico que yo ·
asumido y, de paso, resolvía mi dilema. Sin
aterrorizada porque directamente me
y creía que no podría estar a la altura de 10
durante muchos meses me despertaba por las
gran ansiedad por esta responsabilidad.

-¿ Cómo accedió al puesto?


-Fue en un proceso de largas y tortuosas
exento de condicionantes extraacadémicos. Por
ces solo había un catedrático por departamento
se convertía automáticamente en su director. En
área de ciencias sociales de la Open U .
cinco catedráticos existentes ya eran
(Stuart Hall, Lawrence Harris...) de manera
otro, en pleno mandato de Thatcher, suponía
recta. Yo estoy muy agradecida a un buen
(no necesariamente marxistas y ni tan solo de
redactaron informes muy favorables sobre mí y
académico e intelectual. Visto en perspectiva
cer qu e fue una batalla muy dura pero valió la departe incansab lemente sobre su trayectoria, sobre sus
d f y sUs implicaciones para explicar la situación sociopolítica
se trataba del mejor puesto de trabajo del rnun o
e1t~grafía, con Núria Benach en Londres durante el proceso de
ro. [FOto: A. Albet]
haber conseguido. . .,,: 1

44 45

Il1O;.....
A la vez, hay que decir que en el Departam _ de nuestra docencia es d e tipo teórico y hacemos
' durante muc hos anos
- conseguunos . mantento
Geograf la graIl parte ció n ap l'lca d a; to d o e11 o no esta ba muy b'len VIsto
• •,1 o

' . .
o

l I d , . " , ener a investIga


a1tlSllno l11ve. en e terreno e la lflVeStlgaclOn (durant " pOc , evaluadores.
tiempo fuimos calificados entre los seis mejores e por los 1 tualidad ya no podemos proceder como lo ha-
En a ac . .
tos de geografía del Reino Unido) lo que puede " '~. h ho antenormente porque las cosas han cambIado
un excelente logro: era la primera vez que un departan-,
' mOs ec
bla
u~~~
" 'pero nosotros no hemos cambiado! En buena
• • . UChISlmo ... J • ,
la Open Ul11VersIty alcanzaba esos l11veles. llC • m , 'se mantiene el respeto que un dla nos ganamos por
arte, aun . .
~ .• s· I cosas a nuestro aIre y de una manera dIferente.
-Pero para alcanzar estas califiüzciones se requieren" :\f~
hacer · as ,
' Las raZones que entonces te11lamos para actuar de ese
niveles de productividad y de competitividad que segura "IIOt T ,. d también se relacionaban con el tipo de geografía que
estaban alejados de las intenciones y de las maneras de .' ,mo o
. i&""rtíamo . d ad espaCIa
. l'Izad
a, a I ' l'IzaClOn
. , de
,¡rop.a
s: una
.
SOCIe
. d
espaCIa
' .
der la universidad que ustedes tenían ... las 'ciencias SOCIales, la Idea e que la «Geografla Importa» ...
-Sí, pero precisamente lo que buscábamos era oh
estas calificaciones de excelencia ... Había dos razones.p< ~,ú Supongo que no podría haber hecho todo esto sin un po-
rosas. Una es que existía la tendencia a pensar que la ten¡~ equipo de personas...
University era una universidad de segunda categoría y q :""'Ciertamente: se necesitaba un buen equipo de gente y
formación que impartía tampoco era de primera/cla~I~: una realment~( buena cultura de investigación. Con el tiempo
nosotros era muy muy importante conseguir estable. ~bas cosas s~n difíciles de mantener pero fue genial mientras
como uno d e los departamentos punteros en investigac' duró aquel período y haber podido participar en él. Pienso que
el país y así poder trasladar confianza e implicación a n~ . c01}~ribuir a formar aquel departamento es una de las cosas más
estudiantes (amas de casa, obreros de los astilleros,prisi~ . jm~;ghantes que he hecho en mi vida. Pero las cosas cambian y
gente de clase media . .. ). Es decir, buscábamos la calific los equipos de personas también: al Centre for Contemporary
de excelencia por razones muy distintas por las que ,Ió C~!tural Studi~s de Stuart Hall en Birmingham le sucedió lo
el resto de univers idades. La otra razón era para denun ,~s~o/Induso a los equipos de fútbol les sucede igual (¡quizá
estrechez de la normativa de las calificaciones universit co~,laexcepción del Fe Barcelona!). [risas]
dos o tres veces rehusamos obedecer las normativas y ea
de ello conseguimos las cinco estrellas, la máxima caJifi . ~qH'J;;:'F¡ Suformade entender yde explicar el mundo tiene mu-
El problema era que las normas exigen un alto número chfmnos adeptos..."cree que a lo largo d e 1os anos
- h a crea d o una
~escuela Massey»?
tudiantes de doctorado y de ingresos por becas doctor
siempre recibimos bajas calificaciones por este concept~;.", ~Es " una .'p r Unta
qUe 't " ' .
eg' 1 ' .
l11teresante, pero a U11lca respuesta
. engo es «no 1 ' E . °b '
el tipo de estudiantes que posee, para la Open Universl~",.. < de invit . o se». s CIerto que reCI o un gran numero
haz",~ ­
es un problema estructural de manera que siempre re c f'síct/ Bace p aClonles para dar conferencias y participar en eventos.
oco ag' d 1
este tipo de indicadores. Además no tenemos geog rafla 1 'J . Ulen e departamento me decía a propósito de

46 47
cierto curso impartido en una universidad londinense' .; hay que tener en cu enta que gran parte de mi
,-f' "",bIen . ;' d .
¡todos en mi clase n o paran de hablar de Doreen . .La",., es exclusIvamente teonca, e manera que mIS
Clan na . 1 .
¡Están obsesionados contigo!» C ada dos por tres ro dUC de histonas persona es: cosas como que mI
P. 's surgen . d h . 1
cosas parecidas lo que, por otro lado, no deja de ser teorIa . , del espacio me VIene e . acer excursIOnes por e
dable. Y también está la sesión celebrada en mi honol: ~onc
epCIon . :l .. .1
rtir de determll1a( as SItuacIOnes SOCia es o po HI-
1; .
Royal Geographical Society el 2009: acudier on más del! te o a pa
JJlon ue el libro Wor Id c' . d '
zty nace a partIr e mI expenenCla . .
; e
personas, no solo para escucharme a rm , y a que había c;¡s· Q q dres pero intrínsecamente la obra conlleva un plan-
oradores im~ortantes ..Cre~ que perten~zco a aquel tipo sobr~ Lon mucho más amplio sobre las responsabilidades del
escuela marXista (o, mejor dIcho, gramsClana) según la '. '. l turaleza de 1a g1o b al'IzaClOn,
teaJTl1ento . , etc. 'r'o d o e11 o h aee que
formas parte de algo más. No lo sé. Es un tema'
lugar, a na " d
. toS no sean grandes eXltos e ventas pero mucha gente
tex . y a menu d
no intento esquivar la pregunta, pero nunca me he estoS
sh ' referencIa o os ICItan·S111
·111· tan· . ha-
sIqUlera
les ace .
pensar en los efectos de mis propuestas. Nunca he . herlos leído (a muchos lIbros les sucede esto).
fundar una escuela .. . aunque creo que algunos acad . \",,' Creo que 'fundamentar nuestras teorías, hacer que toquen
que 10 han pretendido. d~,pi.es en el,f,~u;elo, .a veces evita que te conviert~s en el gran
dios de la teona: pIenso que tenemos que arraIgar nuestras
-Pero los conceptos que usted ha ideado son tegría"s', no de~.erÍamos a:umir que las teorías son esenciales
diario por muchos científicos, intelectuales e incluso de igual forma en cualqUler parte del mundo. Pero esto no es
de a pie. ,:Jásil:yqtP1antelJ-go grandes discusiones sobre este tema porque
-Las influencias siempre van en doble sentido: de " ffié,'gusta escribir sobre situaciones concretas, va conmigo y,
de vuelta. Creo que una de las cosas que pasa es que d~{p~chQ, también es lo que hacemos en la Open U niversity.
formas de pensar se naturalizan, de manera que hay gente InCluso en For Space, que supuestamente tenía que ser mi libro
mucha) que utiliza el concepto de «división espacial del d~~:alta, teorla», acabo escribiendo sobre la Vía Campesina y
jo» probablemente sin ni tan siquiera saber de dónde muchas más cosas, simplemente porque encarnan perfecta-
y, para ser sinceros, a menudo, sin el mismo significado ll,le{lte 12 que intento decir a nivel teórico.
ceptual que yo deseo que contenga: en ocasiones se
en algo un poco más descriptivo y menos conceptual. :k,~ PerQ, .a escala mundial, Doreen Massey es una de las vo-
'ces más significativas y respetadas de las ciencias sociales...
~De manera que el éxito nunca es completo ... . 'fe '-:-1,Jnade las Cosas curiosas que han sucedido con el post-
mod .
-Pero en esto me pasa igual que a todo el mundo, es . errusmo (que se supone tenía que traer la muerte del su-
así es la vida: ya sabemos que las teorías viajan, los ~t,?), el POstestructuralismo y todo Jo vinculado a ello, es que,
cambian, se convierten en palabras, se degradan. Gran e md~era bastante irónica, ha conllevado la aparición a nivel
rn.u'n lal de . d 1
~ d ' una sene e «grandes estrel as» aca eallcas, un
d; .'
la batalla reside en el significado d e las palabras y de los
ceptos, tanto políticamente como académicamente. po e voces globales. " entre las cuales yo no me encuentro

48 49
o, al menos, sinceramente yo no m e siento :'~~!': ', d Said nos explicaría m uy bien este tema). E llo
ar
cho grupo. Todavía hay otro niv el (en lo que, por
~'qt ' ),1; cante (Edw:
","" i'ii¡i'
¡, ,," ',' parte de 1a h unn'ld ad I a que yo
con , VIaJO
.. por
que es una especie ~e ironía del postest~uc~u~alismo) eno., ,, b"
tlltJl len forma
d por ejemplo, yo vaya menudo a México y
todo queda persomficado en 10 o 20 mdlVlduos, la : 1mun o. . .
todo e 1" s que ser muy mSlstente acerca de los temas
d e ellos residentes en los Estados Unidos, lo que ~:, , al 1 n e n e . ' . ..
se'que ieres ded1car tus conferenCIas. Al pnncIplO me
a mantener la diferenciación entr e este «centro» y el a l~s qU~v~~drás a explicarnos qué está pasando en el centro
marcado en el «sur global» (quiero decir que incluso d~clan «t ~ 'Qué es lo último en la geografía anglosajona?»
del «sur global» se va a vivir a los Estados Unidos, le! Jllun do. e .
.!f :dit "' se supone que es mucho mejor). Y yo tenía que decir:
parece de una enorme ambigüedad). (porque' o vaya hablar de eso pero voy a contarles acerca de lo
,~l o,h nestado pensan do u'l'
N
Insisto en que yo no soy ... yo no me siento uno de tlmamente, y cua'1 es son 1os grandes
de hecho, no quiero convertirme en uno de ellos y esto
de6atbs ahoraIDlsmo en ~ lRemo
que e " . " Umdo ... aunque tamb1én .
bido a que yo sea así de especial sino porque yo quiero uiero que me cuenten cuales son los grandes debates del pre-
propia vida ... ¿sabeis? Quiero caminar por el campo q
sente en M'eXICO.»
.
mi jardín, ir a ver partidos de fútbol y observar pájaros '(' ,it~: :

naturaleza, etc. La política también ocupa mucho dem


y me gusta mi trabajo pero no estoy preparada para
24 horas al día a la geografía .. . especialmente ahora
jubilada. A veces me digo «¿podrías haber tenido una
importante?» Miro atrás y pienso: «David Harvey está
partes: ¿por qué no habré hecho yo lo mismo ?» Pero,
no soy un hombre: quizá esto hace las cosas distintas.
Ha habido épocas en que he sido obsesivamente
trabajo (al trabajo y a la política) y al verlo en
veces te recriminas acerca de lo que dejaste de hacer.
me jubilé 10 primero que hice fue comprarme un
fantástico, lo puedes enchufar en cualquier parte y
algo que nunca antes había podido hacer ... porque
bía tenido la oportunidad de dedicarle tiempo.

-En cualquier caso, no puede negar que su


notable .. .
-Esto es algo mu y interesante sobre lo que
que la geografía de las influencias intelectuales es mUy

50 51
¿Sabeis? Ahora mismo hay un nuevo tipo de' 'tÍcas que la gente hace sobre Venezuela,
intelectual; con este interés tan grande por la difere . , las fero~ es cn ucho que enseñarnos so b '
re expenmentos
tra la jerarquía de las palabras, es curioso que haya nCla pelle! país t1~ne ;e hecho, hoy por hoy, Venezuela es más
· S'
na do con, ya sa belS, plva1\. y una vemtena
. de nornbtnos
,aq,
'. dern oc
raCla.
1Reino U111'd o: esta mIsma
. - ,
manana Ola por
. . . 1
nan do 1as CIenCIas socia es ... yo creo que esto no es
res e/l ' 'tÍca que e
, delllOcra
b' h' . d
d las últimas tur las lstonas e corrupcIOn .,
dí acerca e .
b1 ra o . británica ...
-A pesar de haber vivido y estudiado a fondo . I ...,co tana
~~ .. '
como las de Nicaragua, Sudáfrica o Venezuela, apena "' , s un poco acerca de su expeneneza como femz-
blicado textos acerca de estos países. ¿ Quizá la exp' tic S" 'l~.
_Cuen teno
, • , aC¡O.Mllli,. ,
en que no quzere tratar estos pazses como extranjera, ';'isUl-,",. he mantenido, y sigo manteniendo, un posi-
::.-Slernpre . ,
experta forastera? • ,IC. , to feminista a la vez que cuestIOnando todo upo de
cn
-Sí, es asÍ. Cuando volví de Nicaragua, mi /:' " 'a1" os también en re laClon
ClonaJlll " con la sexuaI'd 1 a d y con l as
me presionó mucho para publicar algo, en parte esen ', ' 'p'a',/ra, mi la heteronormauvI a es tan ma1a como e l
C1 lsrn , 'd d
llluJeres. .
había tomado un sabático de seis meses con el fenJjpisrno radical intranslge.n~e,
de producir algún texto, de manera que acabé 2 Yo asistí al congreso ongl11al de 1970 en Oxford cuando
libro sobre Nicaragua y sobre los proyectos allí 'sedio1t;Lpunto d<;: salida de la verdadera segunda ola del movi-
Con todo, siempre me sentí algo culpable porque ~entofeminista organizado en el Reino Unido. Desde enton-
que estaba utilizando Nicaragua para promover m1 '~~s¡empre he estado involucrada en movimientos feministas
Afortunadamente, de aquel libro apenas se peró'enocasiones también me he distanciado del feminismo,
pocos ejemplares; por aquel entonces ya existían otros SOy/sin dudarlo, una feminista socialista, lo que no excluye
riales mucho mejores sobre Nicaragua, ~preocÍlpación sobre aspectos relacionados con la sexuali-
En relación con Sudáfrica tan solo escribimos l~ ¡'¡(I~gtros temas paralelos, Al leer Althusser y su «no hay
nos pidieron, lo que era estrictamente necesario. Y , pu~igde:partida» encuentro el fundamento necesario para mi
es aplicable para el caso de Venezuela, si bien es Y"i'¡an~en()lalismo y lo empiezo a reconciliar con el hecho de ser
gente como por ejemplo mis compañeros ,.tnarx{stay feminista.
~:;;':Políti '
embajada en Londres, me están solicitando que , ' , /amente tam b"len me" conSIdero femI111sta . . y siempre
.
más cosas sobre el país especialmente al ser qlJe he
prob ' ,,escritoalg
,' a 51 o como feml111sta.
o h'd " L o po d"eIS com-
simpatizante» con Venezuela. Pero cuando escribo "Por ; e~ ~extos como Spatial Divisions of Labour en los que,
d~ manera casi inmediata en un contexto casi to qfiej"e~p 9, yo fui una de las primeras personas en hablar de
lítico más que académico. Con todo, creo que voy. a I L eestabaproduc'
,tl.II()de "1 len d o una su b '"
stltuclOn d e1tra b'
aJo mascu-
algo acerca de Venezuela en re lación con aquel ~~/:~~ ~~pleo pa~a pasa;- a ~rabajos feme~i.nos a tiempo
que tus conceptos cambian como resultado del , a ~una' . JOS salanos: aSI, dIcha problematlca es tratada
" OPtlca f '.
y el estar involucrado. Y además porque creo que, , emllllsta más que como una afirmación que-

52 53
jumbrosa del tipo «que terribles son estos trabajos " ,~,. . / d 1 pensamiento pero, ciertamente, no han
. YaSl' en to do. ~ JáeV'ol~CI0n f:rido. Así pues, sigo siendo una feminista
1as mUJeres». qUe
"
Por otra parte, siempre me he sentido muy rJ'ar " , bIto pre fi 1f ..
. Jo il11 aro
'S10 'd '1' nte pero con eso que e enU111smo nunca
y nu Ita
acerca del tipo de identidad política de las mujeres. 1; co n"eJ2CI .a ación u objetivo intelectuaL .. y no porque
tipo de feminista que nunca ha querido casarse o vivio ',', "d¿)r¡rll preocup
ha SI á'quen
" 'd o.
famI'1'la heterosexual
con' - d
nmos, : lo que a vecesl11r en
e moe nO haY,
pacientado un poco con algunos de los trabajos que see a parte de su investigación es de tipo teórico.
como si eso fuera el destino inevitable de las mujeres. Una buen . d 1 d' d 1 /
-~4¡ ; . ' ercade la importaneza e
el'
lscurso, e o teo-
un tiempo hubo un poco de eso en la geografía. .','Qúéptensa ac "
l '

,.rifo-C?
'í7i"
' reoq. u'e es correcto afirmar la importancia del discurso
-¿ Cómo es que a pesar de ser feminista ha publicado : , ertirlo en la única manera a través de la cual pode-
tivamente poco en relación a la geografía del género? ' el >' Pero con" d . d l' 1 d'
" "sar .... acaba en la para oJa e ana IZar ' os 1scursos
Illospen
-Nunca he creído que tuviésemos que dedicar todos ,', . si fuesen la realidad y, de hecho, a menudo no tenemos
tros esfuerzos a priorizar el tema del género, de las . . COIllO , , 1 / 'v
' rifug6n<iéhlpacho en tratar os as!. .1 a sea que estemos a an o
h bl d
la sexualidad, por encima de otros temas. Lo que he deld()l~r en los huesos o de una flor, podemos acabar diciendo
hacer es escribir sobre cualquier tema como alguien .á16h, ~~t~ está'socialmente construido, de manera que tan solo
,

contra el sexismo y contra la heteronormatividad. Ello n~fesitat;nos 'pensar' en la flor o en el dolor en los huesos, sin
nifica que yo no crea que otras personas no deban · ~,.,(~iYho podemos banalizar lo real tampoco podemos ha-
ello pero para mí es mucho más importante atacar los , ~tlo·coIl. lo teórico. Ciertamente hay muchas ambigüedades
{:, !l:" "'.'¡ .
que construyen ciertas personas y desde los que al.respecto.En ambos casos tenemos que mterpretar, tenemos
cualquier temática y hacerlo desde mi perspectiva 9,uéJuch~r cap el hecho de que no tenemos una versión inme-
Un buen ejemplo de ello es mi texto «Flexible S . t&ata~ de .todo, pero esto se da tanto en los discursos como en
también lo es la manera en que trabajo y escribo. ~.~~~~so
'( , ;¡ó"", ~!,~
'los dolores
;0; ~R*;~ ,
" . i/:.:,
en los huesos.
Creo que es muy importante que las feministas
todas partes ... y no solo dedicándose a "hacer ",:fft ,~' /~ 9f~1 ~ebe {~r, según su opinión, el.papel,dr: l intelectual
mi ha sido mucho más atractivo e interesante ,. 'Y Mlacademtco, con respecto al compromlso pOlztlco personal?
«hacer feminismo desde cualquier parte». Tampoco taa 'í,, !~ngoun pequeño artículo publicado en Antipode titu-
formado parte de los llamados «Estudios de M . sio <lWhen Theory Meets Politics» que dice algo al respecto.
nada parecido y, hasta cierto punto, sostengo algunas d¡~1,~dr Un tema que, hasta cierto punto, se solapa un poco
hacia dichos estudios ya que en muchas ocasiones 1 raond
' ,o.q~e antes decía acerca del feminismo ... y también con
entendidos como una forma de domesticación del lSbnclón . h d' .
'11li"w, d" '" que sIempre, ago entre ser un aca em1co y ser
y de someterlo a las estructuras académicas. No estoY 10 lV1duo l' . " .
eres
. alguIen' po
l' .lt1camente comprometIdo. PIenso que SI
nando a los Estudios de Mujeres porque han sido , " po lt1camente comprometido también produces

54 55
una gran cantidad de pensamiento, de ideas, If', tras convertirse en grandes debates sociales,
eres alguien intelectualmente persuasivo ya que ento , o' ues to que, , ,1
por súp o s a nuestros textos pero,;,\ menos yo, no lo
.
SIempre . d o, conceptual'Izan d o. p'Iensas y hacnCe
teonzan , . 'o.."oram '1 ' L o h"lomos porque
' ' ' ,."
' loslllc', r l'
, ,a lmen
tar mi curncu um VItae.
y esto es especialmente cierto en relación con el es ' hice po;, 10 necesitábamos. Pero entonces sucedió: apa-
feminista y el de liberación sexual ya que, junto Con 1 . lí' camente . . ...
,po, tJ" Jos Estudios de MUjeres y se InstItucIOnahzaron en la
antirracista, fueron los ámbitos donde se inició el as !ecte[O~ ( o continuo creyendo que hay una gran diferencia
a
tiesencialista. Dicho de otra forma, la primera vez , ¡t
cadenu 1f yinismo, Ylos Estu d'105 d e Mujeres . .
... Incluso por el
Derrida fu e a través del feminismo y de la pregUnta entre e em
"" i. '
. 1 . /
a veces no mantIenen una re aClOn <101).
f/ .
hecnoque . .
¿qué es una mujer? ¿Existe tal cosa?» etc. " " Seac<¡mo sea, yo creo que, a~~e todo y por enCIma de todo,
Desde el congreso feminista británico de 1970 , Ji',J" , os ' q' ue ser ,p ersonas pohucamente comprometidas. y
, tenelll ,' ' "
chos los que estuvimos implicados ya fuese en el "despué;; además t~mbién poder:nos se~ académicos. Pero para
los movimientos de liberación sexual o en las luchas JJlÍÍ 'es ;a1go ,muy Importante dIferenoar que se trata de dos
tas, pero muchos de nosotros nunca escribimos sob're t~dades C1istintas que no se solapan al completo: yo no desa-
nuestros textos académicos. Parecía que estas' : troUotod~mi militancia política en la academia.
'fr . ... ' :'" · , u , :· ,

necesitábamos únicamente para nuestras actividades

Doreen Massey con Abel Albet en Ki lburn High Road, Londre;,


' ' d o y eJemp
h a 1l1Splra ' 1 ca d o parte d e sus re fCXloncs
l'Ji l' " s sobre e
tconea
globalización, [Foto: N, Benach]

56 57
qu e me reÍlno los lunes por la noche; o puede suced , 'convencer a los estudiantes acerca de la
en el Hegemony Group o, como sucedió en su mOm er _pero, e.cornO
, 1 pacidad crltzca " d e 1a geograji'la y de1 resto
. . f emlllIsta
" . d de a ca .
e1 mOVImIento o e1 postco lama:
' 1 to dos elloeUto eceszda y . l (' Córno convencerles de la vtlhdez de una
S
ti . 'a socz a es. e . l' 1 1
jeron o producen pensamiento crítico esencial y con' de CiertCZ : . activista? ¿ EXlste un ro mte ectual para os
propIa.
,j'; .
"celtU
d rnt!ztante y d' . (
, aJas en el contexto aca emlCO.
lO , .f. ygeogr j'
y si uno se fija en algu nos d e los movimientos que ' geógrajOS 'h sta qué punto se trata de hacer algo «desde
hoy en día, como el Foro Social Mundial o los .. No se a . d' .
:;- , ',' l exterior». QUlero eClr que, por eJemp o, no se
1
pos relacionados con él, buena parte de las ideas que dentro :haCIa e 1 l' . . . . ,
1 relacionado con a po ltlca umversltana \aunque
de allí tienen relación con la academia pero es cierto ~ata d~:ng~ac~r muchas cosas por ahí) ,o con .l,a política do-
mucho más allá de la academia. Yo no estoy muy d~ se pue l ' foque de nuestras clases (ahI tamblen hay mucho
con los posicionamientos marxistas-autonomistas
éente'y e en , P ,
jj¡' , 'h pero eso es todo otro tema). ara mI no se trata
noción antiestatal, de denuncia de la democracia que acer, 1 . 'd d d '
de 'hacer una serie de cosas en a umverSI a para espues ,
tativa, de democracia como un enjambre de . ,«evara
'll ' ,1 s afuera» y aplicarlas de alguna manera. Se trata mas
"
mezcla de ideas que van desde N egri hasta quien sa , b· "i. aver: la gente que yo conozco y que tiene una voz mas
, len;" ,; , . l" d
de ... políticamente es muy, muy poderosa. Creo ef~civa eh ,este sentido son, en SI mIsmos, personas po ItIza as
mucho que ofrecer aunque, en esencia, yo no estóy (poÚp;ad~s con la «p» minúscula), en el sentido de seres que
la democracia representativa. Tampoco creo que,se ' ~es~~~ tener un papel efectivo dentro de la sociedad, que de al-
realidad geográfica muy seriamente, de manera que gún mpdo <luieren cambiar la sociedad. Y esto podría hacerse
mantengo muchas críticas hacia estos grupos. Pero ,desde'llna óptica de derechas o de izquierdas, pero yo lo veo
es que muchas ideas se están desarrollando en un ae~aela izquierda. Su politización envuelve toda su persona
político nuevo, en buena parte fuera de las uni '~:estar";enla universidad es tan solo una parte de su ser que se
eso me gusta. La única reticencia que tengo es el , mueve ptr todas partes.
+'l!F " ·w,·
hay millones de personas intentando hacer su tesis ir' 'io/SÍl,~do yo estaba colaborando con el Greater London
sobre este contexto, y a mí me parece algo cansino 'ii. ~~erp~se Board, se me ocurrieron conceptos teóricos en el
le vamos a hacer! ~~y,.ect9, de tren de vuelta a casa o en las reuniones después de
J,.Otltadalaboral. Pero la razón por la que yo estaba en el GLEB
-En lo que respecta a la geografía universitaria, ,la e~M1,1eyo era una geógrafa académica que tenía cosas que de-
,Cirsohre e 'b' '
tación de sus planes de estudio está cada 'vez más r' , ~ , Cono mI a, so re urbamsmo, sobre Londres. Es lo
aplicación y a la esfera de la empresa privada. A pesar dé'" °lq~e en el caso de Venezuela: se trata de un tema de ida y
vueta.No d
¿cree que la geografía tiene algún papel a jugar? pensar ' " se ~rata e hacer un proyecto y una vez acabado
-Por supuesto. Parte de una posición privilegiada ~ ," i' ed,!l Como convertirlo en relevante: es algo más que eso.
Ver aderas .
potencial. Y tenemos que sacar mucho más partido de 'cada Cu 1 . CUestIones salen a partir del compromiso que
, a SOStIene . y no estoy d"IClendo que esteI ' .
sea e umco
potencial.

58 59
),-!'!'.-----

modelo posible. Ahora se me ocurre pensar en dos , , ' -" . omo la observación de pájaros y elfútbol. ..
las que dirigí sus tesis doctorales. El trabajo de Jane ;,. , , 'fiel ones e l ' , 1
;;" ;o ,C,ou a / d "r Quizá hay una re aClOn con a geografía,
profesora de Geografía Humana en la Queen Mary '"O, , ue eel. ' .
/l,? s~b[l~ q adre era del Manchester Clty y ~reclmos yendo a
de Londres se basa en el trabajo precario de las'
' /lO se. M P ' 1 partidos del Manchester Cny (aunque pocas
en Londres; cuando empezó, ella ya era una sindIca'l' ,.. d a ver os ,
1~f- (Ilenu oO'b n mi padre); conservo los autógrafos de todos
prometida. No es que se convirtiese en académica 'o 1 a c a , ._
t¡~~s ~dores de aquella ep.oca en la que yo era una mna. De
proyecto sobre el trabajo de los inmigrantes y desp~és
los }u: el fútbol go~jó de mt~resarme y cuando ~olví a afi-
«ahora, ¿como lo aplicaré?». Para ella es un todo. e
repen , eh os años despues, el Manchester Cayera algo
sucede con otro ex estudiante, Dave Featherstone , 'ónanne mu .
,, ~o, 'teoso en todos los sentIdos. Y para entonces no podía
Geografía Humana en la Universidad de Glasgow). Él ~es~ e del Manehester United: ¡crecí odiándole! Con todo,
en movimientos sociales y después escribe artículos lJilcermw's't'O'eo cí mue ho cuan do e1aVlOn
• o.
,o, . , en e1 que VIaja
. . ban todos
~' tneen
teóricos. Acabo de escribir una réplica a su
,'1' 'ugádores del United se estrelló en Munich: muchos de los
teórico sobre alianzas y articulaciones políticas, q lOSJ, .b . ( d 1 . d
Jj~git~?te~ eran de m~ amo ¡cuan o os Juga ore~ todavía vi-
lo que está investigando actualmente. ,víanenbloques de pISOS!). Por aquel entonces el Llverpool era
:,ftbíójQ'oo//so¡;ialista y ningún jugador estaba por encima del equi-
-Sabemos de sus múltiples aficiones y ademds pp;jljg'ába!1 ,eori tá,stieas muy bonitas ... e hice el «gran salto»,
jada claro que para usted la universidcld no si5!iiifica me,eambi¿debando: jme pasé al Liverpool!
#/<. ,,:l --'. --)t.

su vida pero, ¿ existe alguna relación entre la


tan variadas como el excursionismo, la observación
el fútbol?
--Con el excursionismo existe una relación
de aquel tipo de geógrafos que calzan botas y se van En una época en que todavía
a caminar. Me encanta viajar. ¿Qué hice para no era una práctica habitual, Massey,
cumpleaños? Me fui al Ártico a observar aves ,y j unto con otros colegas seguidores
del Liverpool Fe, hizo inscribir el
hielo a bordo de un frágil barco científico de la nombre de Bill Shankly sobre la
tica. Cuando mi hermana cumplió los 60 fuimos de clásica camiseta roja del club. En el
Vladivostok en el ferrocarril Trans-Siberiano: algo f anverso de la camiseta puede leerse
una de las conocidas frases de este
geógrafos totalmente trasnochados. En el fondo se apreciado entrenador del Li verpool
amar este planeta, de estar constantemente s (1959-1974): «El socialismo en el
de manera ingenua) acerca de cuan increíble que yo creo es cada uno trabajando
para el otro, cada uno disfrutando
nuestro planeta. A pesar de que no soy nada , de una parte de los beneficios. Es
hay algo de panteismo en esta apreciación, pero ~s que así como yo concibo el f{¡tbol, es
o así como yo concibo la vida.» [FOto;
do en el que vivimos me parece delicioso, maravtllos .
A. Albet]

60
61

~ --
...--

-Creo que quería hacer una observación acerca , iendo unas normas, unos modelos normati-
que su cuerpo le plantea ... '. ff,'
' ::;;"v tV1
'1110 5
breimpuestas y e11o lmp
stgu ' l'lea a1cuerpo, a1genero
'
-Ya desde muy pequeña tenía claras mis "ueSVe ¿reglas sO ,
'VO? , e ' h cosas mas, , ,
clase social de origen, el carácter periférico de la re ~ , },¡arfluC. as te es muy Importante, Los martes y Jueves
de naCl,' e1 hec ho de ser mUjer
.y, mI cuerpo en ciertglon J C'ertamen , ,'d h b'l' , , d e
: - 1, os tres años voy a una seslOn e re a I ItaclOn
«discapacitado». Soy muy frágil y siempre me he a t1m
de los úl , . e me ayuda a mantenerme, Allí los terapeutas
. me dla qu 1 '
atemorizada ante el mundo: me he roto la práctica 'hora Y nunciar la palabra «norma» e mcluso cuando
. an a pro , ,
los huesos de mi cuerpo. Nací sin calcio, de manera , se ll1~g . . es mi tobillo bueno y este es mI tobIllo malo»
huesos se rompen muy fácilmente; a los tres años ya ,... drgo «este
r.o. ' osa por el estl']o e11 os d'ICen« Veng.a Doreen, no
.' ". álqUler c .
roto tres: un brazo, una pierna y un pie y mi pobr~ . .o. ~ ;;, d' "bueno o malo sino de 'este tobillo con un proble-
1, ' trata e , .
lo debo todo a mis padres, especialmente a mi madre) ~e ) ,.Í!i; una afirmación bastante foucaulttana del tipO «no
llevarme al hospital tres veces por semana durante ~/te '1 mente cons-
".,.I~ennormal» y toda d'IscapaCl'd ad esta' SOCla
Entre los nueve y los 15 años asistí dos veces por ~d' ""'y sí es cierto, es así pero por otra parte.,. duele: hay
siones de recuperación muscular (antes se llamaba tr\JI. a,. ·r· ' • 1 f' . 11
rua;.ezi)os,que llego a casa y me SIento en e so a caSI oran o
d
pástica») y después continué asistiendo de vez en ,~Jtanio cansancio y dolor; no puedo correr y tengo que po-
la actualidad tengo una artritis severa y, desde que rJe '(;!ne~e.yendás cada mañana y todo esto no está «socialmente
un pie en Nicaragua, tengo una pierna más larga que '%II"1icoÍlsttúido» (en el sentido que es una construcción discursiva)
hecho me lo rompí en Chichicastenango, '~si.no que '¡es pura materialidad!
salí de Nicaragua para renovar mi visado; fue toda !Peró esto, en cierto sentido, nos retrotrae al debate entre
ya que por aquel entonces los hospitales de N' "Yeo'gr#íafísicay geografía humana en el sentido que deriva
colapsados por la guerra). Algunos de mis huesos ¡.jc1 asj.e¡ un d~bate ~ntre 10 discursivo y lo no discursivo que a
zas metálicas y mis pies están llenos de parches. E~ . m!Jl1~gu,stafía rechazar de plano: creo que necesitamos los dos
mi cuerpo es un gran desastre pero este desastre . al~,iez:;Minoción acerca de lo socialmente construido es que
formado parte de mí, de manera que cada día ,,~9.es;algo .exclusivamente discursivo.
gran reto. No puedo ser exclusivamente cerebraL,
cuerpo está aquí cada día y, pues, es un aspecto m~Y' , . -:U~ted tiene una producción escrita impresionante. Nos
tante para mí. '.s~~ndeque no utilice ordenador ni internet
'i\~ -::'Escf' . ' . . . . ." . .
nues : ¡jij . ¡bIf. dIrectamente en ordenador nos lImita mucho
-Efectivamente debe serlo, no solo personalmente! ~b~a capacIdad de reflexión. Pero yo no paro nunca de
. 1
cerse uno más consciente de su propio cuerpo, sino por la PanesIr, en .cual qUIer ugar: tengo blocs de notas por todas
de qué significa tener un cuerpo que funciona y las
·v.> a.unque tan
refleJ'id . 1 ' . d 1 b
so o una llUI1lma parte e as notas aca e
.. a en Un a t' 1 .
entre un cuerpo discapacitado y uno perfecto y sano. . nUestro d r ICU o; seguramente ello es debIdo a que
mo o d
-Nadie está totalmente sano. e pensar se da a través de las palabras y la

62 63

--
escritura. Una vez di una conferencia por radio preC.l· sal}¡ .
IIJ.iiANTOLOGtA DE TEXTOS:
sobre este tema. ente
Al :nismo ti~mpo, cuando estoy fuera v~ajando (no
por que ser cammando por el campo necesanamente) sie~'IIC' ~.
estoy pensando. Me acuerdo muy, muy claramente d l pre
mento en el que establecí la noción de las «múltiples trae lllQ, .
rias» y el argumento que me conduciría al debate sobr/ecto.
Bergson: yo estaba sentada en la parte de arriba de un
de dos pisos recorriendo la orilla del Lago ¿EN QUÉ SENTIDO HABLAMOS DE PROBLEMA
el Lake District, y había estado charlando con mi REGIONAL?':'
acerca del espacio (mi hermana también estudió geografía
universidad; aunque nunca se ha dedicado profesion
la geografía y ha trabajado en diferentes lugares de la
tración pública, ella siempre ha sido una compañera fiel
diferentes propuestas y trayectorias). Seguro que ella
pensar: «¡Ya está Doreen de nuevo con el tema del EÍ propÓsito de este artículo es suscitar algunas preguntas
. sobr~ ictestiories generales relacionadas con los «problemas
Pero la idea me surgió así de golpe y me acuerdo de mí
garabateándola en un pedazo de papel (yo siempre
r~~o':l~atis»enlas sociedades capitalistas. Algunas de las obser-
~acionerson ya conocidas, otras se plantean menos a menudo;
migo un trozo de papel, todos lo llevamos ¿no es así?) ..
álguna,s otras cuestionan afirmaciones explícitas de la teoría
cribo muchísimo cuando voy en tren: son aquellos
en los que tienes tiempo para ti misma.
~tablecida y otras ponen en duda supuestos implícitos de la
inet2dología. El objetivo es que, reuniendo estos elementos y
~~str~ndosus interrelaciones, sea posible ver las implicacio-
"~.~d'ec~da tino de ellos a través de una mirada más rigurosa.

64
65
bastante abstracto, pero se irá concretando en delo de desigualdad espacial puede var iar
O
tados. e1m I '
. de los camDIOS en 1os reqUISItOS
., de1pro ce-
En primer lugar, hay que dejar claro que la M' cuenCla /
p~~ ' por 1os cambIOS
', " ns í mismo; es deClr, . en la
ne . 'dad economlca
"
pacial (o regional) siempre ha existido. Esta es .u !f¡·A,lCCIO
- '1 'l'zación de actlVl rentaD, 1e. A
oca 1
histórica; y, de hecho, el tipo de marco general q~a
, ,
c,cliribio s en los requlSltos de la producción son
aquí es un marco para el análisis de procesos" e el resultado, no de un avance técnico objetivo,
Tan solo en los modelos formales se parte de 1 " del conjunto del proceso de acumula-
igualdad de una hoja en blanco. a
En segundo lugar, sin embargo, hay que ~n cualquier período de tiempo, las in-
tiende por <<desigualdad» en este contexto. Est~ - a~ {actividades económicas se distribuyen
usarse indistintamente en la bibliografía de ~os nu~y : . consecuenCia
, ./ .1
' d e d'IC h o mo d e1o d e d'1-
0
rentes. Primeramente, existe desigualdad en , aCial./ Aparece, entonces, una cuarta pregunta
l'esp
ción de una zona concreta en relación a la 1ííficadÓ"de «como consecuencia de»: es entones
dominante; en segundo lugar, existe des' introducir el concepto de división espacial
I los términos establecidos por varios indicadot~'k c¿hc~pto me es útil para plantear algo muy
social (por ejemplo: la tasa de desempleo, la I ;~uI1~ión general es que ante una desigualdad
el grado de control externo de la producción). E ') r~iaciones de producción, cualquier activi-
ambos no equivalen necesariamente a lo mismo.] icciona buscando aumentar sus beneficios.
do amplio, uno es la causa y el otro, el efecto. allIlnación es correcta, también es trivial. N o
centraremos en la primera definición, que trat~la l~ vari~ción existente en la manera en la que las
regional según sea el nivel de atracción e' . 'de actividad económica incorporan o se va-
actividad económica, En otras palabras, en ilgtlaldad ,rerritorial para aumentar los beneficios.
/11; ',,;:;';' :i, {,:'

dado puede darse una distribución geo ~es~~:r~er a los desequilibrios geográficos varía
condiciones necesarias para la producción eS"como con las cambiantes condiciones de
titiva. ,contexto de cualquier sector determina-
r
1,
En tercer lugar, esta desigualdad geográfica
meno históricamente relativo (es decir, caro
,va6ar, por ejemplo, con la estructura de
J (dependiendo de la cantidad y el ámbito
sultado de dos procesos. Por un lado, responde a " ~n~ misma propiedad). La determinación
en la distribución geográfica de los requisitos respuesta es en sí misma el resultado de la

I. --que suelen llamarse cambios en la superficie


cional- cambios corno los existentes en la
población o de los recursos, o en las distancias
un lado, las características existentes
espacial y, por el otro, los requisitos en
del proceso de producción. Además, si
sadas por el desarrollo en el transporte y las sectores empresariales usan la variación

¡: 66 67
¡
l,

&,!.
l;~, ,.
-",..\
espacial de distintas maneras, estas diferencias
de uso producirán! contribuirán posterionnent en
de distintas formas de desigualdad geográfica. e a
de los puntos que se han señalado hasta
modos de respuesta según cada tipo de industria
e para, los debates de los apartados siguien-
distintas divisiones del trabajo dentro del '
mentar brevemente dos formas de d i-
ceso de producción, pueden generar así diferentes pena,e o .
«problema regional». "d ,l ' abaJ· o que han SIdo, o son, componen tes
e tr 'lema regiona1» en el R·
1
emo U·d 111 o.
U na forma sintética de afrontar este tema «pro b . .
", 10 es 10 sufiCIentemente conoCIdo como
como un proceso histórico es concebirlo como
",X emp!
'arierabreve. Se trata d e ,1a f arma d e d·IVlSlOn
. .,
de «rondas» de nueva inversión, en cada una de
m , que estructuró la orga~ización espacial del
desarrolla una nueva forma de divis ión espacial
lá mayor parte del SIglo XIX (McCrone,
hecho, el proceso de cambio es algo mucho m~s
la forma de especialización espacial sec-
y gradual (a pesar de que haya períodos de redireo-
Unido, el precoz control que se dio sobre
Además, en cualquier momento de la historia ~n
de la i~dustria moderna y su consiguiente im-
junto de divisiones espaciales de trabajo pued~
~n el mantenimiento de dicho control a través
lIándose en diferentes ramificaciones del sector·
como en su especialización manufacturera
lo tanto, en todo trabajo empírico es necesario
li'división internacional del trabajo, permi-
esta complejidad como aislar e identificar esas
industrias exportadoras basadas en el car-
culares que dominan la reformulación de la
e(,~ierro, el acero y el textil disfrutasen de
La distribución geográfica de la actividad econóIIÚC
sosT9~ido, al menos hasta la Primera Guerra
sulta del desarrollo de una nueva forma de
estableser su modelo territorial de producción
se solapará y combinará con el modelo producido
·~oqr;.ido, estas industrias no se hallaban an te
anteriores a partir de diferentes formas de divisi
1--: g'eog~~ficamente indiferenciada. Los aspectos
Esta combinación de niveles sucesivos produce
ue eran significativos para estas industrias
en sí mismos varían en el espacio y, consecuen~eln<
d" el9~,~arrollo eran cuestiones como el acce-
surgir una nueva forma de distribución espaciaI1!~e
ara ld~xportación de sus productos y para la
en las condiciones de producción, como base para
de!. mA~erias primas (por ejemplo, el algodón),
«ronda» de inversión. «La economía» de o.
de' l7,lano de obra especializada y, hasta cier to
, cal determinada es, por lo tanto, el resultado,
, ,oriibilidad de carbón. La conjunción de esto s
combinación de su sucesión de roles dentro d~l
.p.r2.du , cción y de diferenciación aeográfica
b dio
conjuntos de divisiones espaciales del trabajo en 1
,1Vl~lon espacial del trabajo que, como ya se ha
amplias de alcance nacional e internacional. Opto la "fa rma d e una espeCla . l·IZaClOl1 . . 1
. , terntona

68 69
rr"

sectorial. Los diferentes sectores se dedicaron de 1920, la emerg~ncia de bloques económicos


a concentrar toda su capacidad en las áreas ~1ás "treinta, los cambIOs en la tecnología y la com-
según sus requisitos de producción. Asimismo ;; '.:. rd~.19s países con sa1anos.111
al 1VS . . f· enores ... 1a combina-
estos eran los sectores industriales dominantes i r d~~llo produjo un declIve secular en los sectores

de nuevas inversiones y crecimiento de n to tradicionalmente dedicados a la exportación.


pación, constituían los elementos estructurales 1.969: 16)
modelo emergente de diferenciación regional. .
.regional» que surgió fue un producto, p or
Consecuentemente, Clydeside se identificó los efectos que el cambio en las relaciones
ingeniería pesada; el Nordeste, con exp eVdeclive del Reino Unido como economía ca-
hierro y acero, barcos e ingeniería pesada; minante en el mundo tuvieron sobre la división
algodón y algo de ingeniería; el West Q' de estos sectores industriales. En terc er

y prendas de lana; el sur de Gales, con produjo una forma 'específica de problema
bón, hierro y acero. (Hall, 1974: 84) sectorial condujo, concretamente, a un de-
con los que se medía la subsiguiente
Desde el punto de vista de cada sitio illlullc¡¡ fueron los habituales vinculados a la tasa
dujo a una situación en la que «varias de las L<lutidad de empleo industrial, el salario per
nes industriales habrían fundamentado su
base económica muy limitada» (Hall, 1974: 83 ón espacial del trabajo ha sido frecuen-
Los subsiguientes efectos de esta particular la causa inicial del «problema re-
sión espacial del trabajo son bien conocidos, pero del problema industrial-regional) del
te destacar algunos puntos. En primer lugar, un ~imismo, en la documentación de base que
tribución industrial aSÍ, no era necesariamente redactó como solicitud de ayuda al Fondo
en sí mismo, en el sentido de producir desigualc,,\~ . ..errollo Regional se afirmaba:
}J}i /';:\ _,

En segundo lugar, por el contrario, el problema


tante fue producto de cambios en relación con del Reino Unido es fundamental-
Reino Unido en su conjunto, y de estos se ~"~.UUl1ULlün de empleo en los sectores industria-
en particular, con la división internacional del (carbón, acero, construcción naval, textil
'. éi Las razones de esta disminución varían de
El problema regional, por 10 menos en eti~e~;~()r. La mayoría de estos sectores industriales
triales, tiene sus orígenes en el fracaso de esta n en un pequeño número de zonas y, por lo
especialización internacional basada en el disminución les afecta dura y desproporcio-
trial y el libre comercio). La sobrevaloración (~fade and Industry, 1977: 358)

70 71

~
U n a gran parte d e las id eas políticas que v' - . 1 sino que su existencia adopta una
nién d ose en los ú ltimos tiemp os y que hoy s' le~en - . . / espacia,
.,: .;. eilc1aC!on .
n térmlllO l'
S de tipO
de d '
eSlgua Id ad
. 19Ue . cfifer . ,.;.; ". tanto e / ,
nando (concretamente, el compromISO general lL .; . diferente b' / de su base geografica. Los nuevos 111-
sificación sectorial como base para la esta' .,. COn ~ ' 1 corno tam le~ mplo a la cantidad de propiedades en
~.t\ . . por eje , , ,
experimentado en aquel primer período. En Y~:seiefieren, l' fectos de las )erarqUlas de control y a la
OJ"~ , / S a os e
número de textos presentan in dicios de que la . _ ....\ósforanea, l ' o de empleo. Westaway (1974) apunta
~; . "nenetlP ,/ '1
de esta forma de división espacial anunciaba el , .íiJénClaclO, 1d rollo de una )erarqUla espaCIa de la pro-
(JIJI ' de esar
menos el principio del fin) de los p roblemas . se trata . 1(y de sus consecuencias en relación con
del contra .
1,r w . / .
- a.

o del domil1lo ascendente de las empresas


"iilf , ,,' aSl lCom . '
A medida que pasa el tiempo, la estructura ·L.· · ublicaciones de North y Lelgh (1976) y de
regional está evolucionando gradualmente de asp dl"" d
.7.6) destacan los efectos e a jerarqUlzaclOn crea a
rabIe; los sectores industriales en declive no (19 . d' d '/
. '1' s años por el gra o creCIente e concentraclOn
. ,...::.ñnfl·U timo .
nuir para siempre, y las nuevas industrias están también Massey y Meegan, 1979). Ftrn (1975)
, un papel mayor en las economías regionales. ~t:Uebas ene! nivel y el tipo de propiedad foránea y
proceso continúe, el problema debería ser más ~!MlÍttotdeJa industria escocesa; el trabajo de McDermott
solver. (McCrone, 1969: 166) 'WisW.~ pauta. Refiriéndose a la cambiante base
ld~ «p~oblemas espaciales», el aspecto dominante
Y, efectivamente, ha habido señales de
l.:'; lado, muchos estudios indican la progresiva
por supuesto, la combinación de la «convergen-
c@n la nueva prominencia del centro urbano.
ll~~'Jmun
L la especialización sectorial (véanse, por ejemplo,
y Oeppen, 1973; Dixon y Thirlwall, 1975). Por., otrq
~ ;. &
artículo de esta .'
extensión, obviamente, resulta com-
ií1:lo.rirodticir un análisis completo de esta reestructuración
habido cambios en la clasificació n comparativa de pero es conveniente describir brevemente una forma
teniendo en cuenta índices que son re división espacial del trabajo que parece ser, por
de problema regional. Así, en un reciente ibución decisiva. 1 Si bien se basa en ciertos
(1977) escribe «el período a partir de 1965, y , ) . no.J odos) del impacto de la división que ya
desde 1970, ha sido testigo de la sorprendente tdo·'dP~('r
. ..r." es t a forma d e d'lVlSlon
. . / espacia. 1d eltrabaJo
'
de casi todos estos diferentes índices de actuación distinta de la forma de especialización es-
regional respecto al promedio nacional» (p. 4).~os
I
i En concreto, y quizás de manera inquietante,
los que se refiere incluyen la ocupación in
desempleo, el salario y la migración neta.
Incluso a medida que se está dando esta .
..e,errmnad esta división
. _espacial del trabaj o permite caracteriza.r
(aunque sea en los niveles nacionales in.feriores) - \. la fi ?S sectores, SI bIen se trata de sectores que parecen ser
/ d'Ices empiezan
. COn guraclón actual de nuevos modelos geográficos de actividad
otros UY a destacar, 1o eua1no 'I'mp lea

72 73

~¡¡
;r-1";

las «desigualdades» inherentes a esta división no '1


eVI'd entes cuanc1o esta desaparece SIllO
. que son intSo"Ose
. f d . . , .1
propIa orma e orgamzaclOn espacIa. Su evolució "",
tlnse'
tampoco dependen solo de los incrementos y 1 nY
de sectores enteros de la economía, sino que tarnb" ,
de los cambios en la forma de la organización de la len
dentro de los sectores.
Siguiendo el marco descrito en la sección
ro es necesario especificar las características y las
de la producción qUe, combinadas con las
ciales particulares, constituyen la base del desarrolÍo
1:
:¡: nueva división de trabajo. Tales características "
incluyen un aumento del tamaño de cada empresa
planta (véase, por ejemplo, Dunford, 1977), la
j~:arqu!zación de las funciones ;écnicas, de COll,Lrol;~c
tlOn (vease Westaway, 1974), aSI como la segrp<>~,,;~;;,
tintas fases de producción, incluso dentro del
l, i
productivo (véanse Massey, 1976; Lipietz, 1977).
habido cambios considerables dentro del proc~so
ción. Por un lado, la intensificación de la compe tpr1r
últimos años ha acarreado una creciente presiqn
los costos laborales y aumentar la productividad y
vez, ha producido una aparente aceleración de los
de estandarización de las mercancías producidas
Yj tanto el número de trabajadores como las cap<lC
I
rales que se les requieren), de la automati .
similares a los de la estandarización), y de b . .
de sistemas como las máquinas de control '
generalmente también conducen a reducir el
capacitación de la mano de obra, a la vez que
número reducido de técnicos más cualificados).
que la mayoría de los trabajadores está sufriendo ~~.
de descualificación (véase, por ejemplo, Massey

74 75

~
"'fi

cantidad suficiente como para poder justificar Un '


" " qu e permIta, a su vez, reducirCIertó -'¡;" .. de 1as Prl'ncipales características de dichas fábricas
.•.%:..........
de automatlZaClOn ¡' . , P'leJ; una s vínculos locales y generan escasas siner-
. eJll ' , en poco ,, ' d ( , '1
de mano de obra y aumentar la productividad del Os q Ue t1~n , de producclOn aSOCla a veanse, por eJemp o,
lilOs
" 'nnt 1976; Lipietz, 1977; D un f 01' d , 1,977; Y 1as pro-
es irg;t.e.
dividual. Por último, es evidente que es el mayor t~as
las unidades de producción lo que hace aumentar la M¿verrrt~tMccrone, 1975), Después de estudIar ampliamente
de poder realizar en diferentes ubicaciones las dive
rsas puestas d I !cance del control foráneo sobre la economía
del proceso general de producción y, por lo tanto , . laforI1la~, e (1975) extrae unas primeras conclusiones sobre
establecer las jerarquías locacionales aprovechánd~' eScoces~~et:fectos, y estas son muy similares a las insinua-
desigualdad espaciaL se lQs pO~l iba, Según lo que Firn plantea, es probable que las
Empezando por el «nivel más bajo» de la: J •• mas arr l' d ' 'd'
.~ . 'd' des existentes en e tlpO e ocupaClOn lSpOl11 e se
'bl
natta
produccíón en serie y las fases de montaje se IO~dll7on dis , l' '1 '1 d
. r.;.." Tales ihverSlOnes no amp laran os l11ve es e ocupa-
vez más en zonas donde no solo abundan los aataVen.
"!':- d .tipo técnico, gerenCla '1 o VlllCU
' lad o aia'1l1VestlgaClón,
" Es
semicualificados, sino donde los salarios son bajos Clon e " d '
'.dad.a~}as a~t~ales caractenstlcas omlllantes en e proceso
I
tradición de organización sindical y militancia ~~~á¿i6n de ~ue:a~ empresas: ~a falta de un C~l~P?nente de
menudo esto significará la localización en áreas donde I+D también reduclra la probabilIdad de generaclOn mtema de
bajadores con poca experiencia previa de trabajo nuevas empresas. Una vez más, la división del trabajo exacerba
Suelen ser zonas que anteriormente se vieron afeuauas' :lii'desigtíá:IdaHes existentes, en este caso, reduciendo aún más
desmoronamiento de algún sector industrial, como las el ~ado de contrallocaI en este tipo de regiones. Las hipótesis
zonas mineras del carbón en N orthumberland, o las del de Firn .también concuerdan con nuestro propio testimonio
y el esquisto en Escocia, En tales casos, en general (MasseY'y.·Meegan, 1979) sobre los efectos en la mano de obra
trabajador ya no será el mismo que se requería con la directa yen el ingreso per cápita, Firn afirma:
especialización, sino que ahora acostumbran a ser muj
zona, Otras áreas favorecidas por esta etapa de la ;.EI tip9 de nuevos puestos de trabajo previstos por em-
incluyen aquellas en las que los trabajadores (en su 'presas externas se ha orientado principalmente a labores
mujeres) no dependen completamente (ni se organizan d~ montaje pensadas para una mano de obra femenina y
cialmente) en torno al trabajo asalariado, En el secto ,se~icua1i~c~da, por, ejemplo en las empresas de produc-
rismo, los resorts de playa que ofrecen trabajos . , ,tos. ~lectroll1cos, mIentras que el perfil de los empleos
tiempo parcial sin contrato son característicos de este perdIdos ha sido, básicamente, el de un hombre con una
tipo, A pesar de que las nuevas inversiones en in¡:.. opstru~f ... ,especializa~ión cualificada y muy bien remunerado, Por lo
de producción realizadas en áreas de este tipo (a ~anto;'¡ parece evidente que ha habido una reducción neta
deprimidas) se consideran beneficiosas, sus efect?S el salario por cada nuevo puesto de trabajo, así como un
proceso de d ¡'fi' , fi' , ,
pueden ser mínimos, Los salarios y las cualificaclOnes t '. eScua 1 caclOn, aunque esta a rmaclOn aun se
siendo bajos y ni siquiera está asegurada la creación de ~ngaque demostrar, (p, 411)

76 77
Por último, en estas regiones, esta forma de d' , "l\'¡ aneras diferentes 1" diferenciación espacial
pacia] del trabajo «se expresará en térm inos de u 1\'ISió~ " 'cal uciliz~ de,:n espacial sectorial. En primer lugar, y de
' 1 b' 1 na ee " capl ' ]¡zacJOn , , " ,
reglOna muy a lerta, con u n a to grado de inte ,,'< la 'espeCia 'd te no se trata de una dlvlsIOn geografica
, "(1"
,Oll
gracló "
otros SIstemas economlcos» '1m, 1975: 411), Dunf . ~; >. / [;'!f e ~a tJla,
r
' 's eVl en , d' , " ' . 1 d 1
's bien de una lVlSlOn 1l1trasectona e tra-
" (19) . , d l' ord(l' w '41 ¡O " l SInO rna 1d d . 1
77 son tesumomos e rea ldades si 'C '. " .SectOfla
J"
L
Y lpletz d 1 roces o genera e prOOUCCIOn e un caplta .
Italia y en Francia. mI ar ~~" ~ bajo dentro 1e ~ corno ya se ha mencionado, la desigualdad
· '~ gundo ug , ']
L a «segun d a etapa» d e 1a pro d UCClón (es decir .• ~~ En se . herente a su propIa natura eza y no meramente
procesos que aun , no estan
, automatIza. d os, reducidos ' l" aq . nal eS 1llencía de su d
regIo ' "
esapanCIOn, como fue e1 caso de 1a
. 1 d ' 'el d a}t . , consecu . . 1
de m , ontaJe o a a pro uccIOn . e pro uctos estand ha" '?il ,~ lllIa 'li '0' n espaCIal sectona .
. 1 " an o/ d cela zacl , . .
SIgue ocahzada en los antiguos centros de mano de oh ¡ • ,tSP cer lugar, y lo mas lmport<1llte, sus efectos son dl-
lificada, principalmente en los pueblos y ciudades ind ra", . En reAr sí aunque algunos de los «índices de desigualdad»
. 1 . b 1
d e1 Slg o XIX. 5m em a~go, e e!em.ento, mas característi/' " & {crentes"
' U s . .. d d' d
u'ehemos venido utilIzan o to a~la ?ue an ser relevantes, no
esta e:ap~ es la tendenCia ~ la cl!smmuclón de su t.I1lpo il ' ~i\i¡'~i~do~Jo serán ~ puede ser necesano l~ear ot.ro~ ?ara capturar
cuantltat~va. Cada v:z mas, ~o.s procesos de descual¡fi"'" ',~e ~"' 1óseiectos de esta nueva forma de dlfe:e~claclOn. Ya hemos
ya menCIOnados estan permlt1endo que el sector ind ' .' 'i' lll~cionado cuáles son los aspectos mas Importantes de las
se libre de los condicionantes locacionales impuestos'i disparidades en lo que respecta a la cualificación, el control
la mano de obra cualificada (y, en consecuencia, uno p'; y los niveles salariales. A pesar de todo, quizás el efecto más
añadir, por los trabajadores fuertemente sindicalizado~)¡tC, i'Íi1!l>inún~ente ¡.fitado es que, como resultado del alto grado de
consecuencias de la relación entre estos cambios en el pro'" ~~J)i~gntrol externo sobre el «último nivel» de la jerarquía loca-
de producción y las posibilidades abiertas al sector indus'; . 'tional, esas regiones tienen economías muy «abiertas». Esta
como resultado de la diferenciación espacial del trabaio,.~apertura conlleva una seri~ de repercusiones, La primera es
uno de los componentes del declive industrial actual ,e~,,! fliq~e.Ia economía regional está a merced de los cambios econó-
centros urbanos (véanse Cornmunity Development Rrdi~ . c~i~~~C9,~ eXiternos,' Esto a menudo se presenta como una nueva
1977; Massey y Meegan, 1978) ,"~:, wconsec~encia pero, de hecho, y como se mostró en la década de
Por último, en la «cima» de la jerarquía, las principalei!,,-; los años t~einta, la especialización sectorial controlada inter-
trópolis (que todavía incluyen ciudades europeas como Lon!f, rm
ente tiene repercusiones similares. Sin embargo, hay otros
~ Parí:) se car.acter~~an por la presen.c,ia de funcion,es dec,~'~' "es~a:~~: en lo~ que los efec~?s de apertura de esta divisi?n
(mclmda la aSlgnaclOn de la producclOn a otras reglOnes)'~~!I':lifa;> ltr~baJo son muy dnerentes del caso de la espeCla-
tigación, diseño y desarrollo y por la presencia s.ignificao"fí" conc;f~ e~paclal sectorial. Además, ambos están relacionados
los estra~os
gerenciales y técnicos (es. esta p~esenC1a,
y nO la. t •••. ::l...'
ex.te,r.n o~~l
o ;'e que la apertura es aqu~ ~n
resultado del control
de trabajO manual, lo que marca la dIferenCIa). .~ . creado ? lmero es la poca probablhdad de que los empleos
C.an el fin de, aclarar el contenido ?el términ~ «~~e~l t. Gil ~Sl: ~~~~e: l~~al tengan ef~~:os mu.ltiplicadores , El segl~n-
espaCIal del trab aJO», vale la pena preCisar de que m .' _ blltdad de remlSlOn de llltereses, de benefiCIOS

78 79
y de dividendos a una empresa matriz fuera de 1 >.'" .... ..... 1 d'ferenciación espacial y en los cambios en
',
proc1UCClOn,
a
: jelpacío, en ~ / De hecho, si bien los1 cambios
ellCl ,.c. ' espaCIa, l' ,,
espaciales
'
La cuarta forma en la que este tipo de divisi' oefJJcle los más importantes, a C lSCUSlOn antenor
'.c
dlUere l ' ,On la sUT 'd temen te, " ,
respecto a a pnmera es que esta ullplica lIn eVl en
tl e nO se debena asurrur que lo clemas se man-
SO J "",." ." trado qu " J 1 d ',
ración geográfica de «zonas problemáticas» bastantea 'h;'~ aeroos el tiempo, Los reqUlSltOS oe a pro UCClon
te
tal y como ya ha sido citado anteriormente, es un nene con5 tanb' en(en respuesta a l '
as preSlOnes d e1sistema
' eco-
de la degradación del centro de las ciudades, tanto ,.. "caro tan
IálJlbl~n: cional y naciona
1) y, por
1 ° tanto, tam
b"
len cam-
como fuera de las zonas subvencionadas, • o lntern"a de la producclOn
lló¡n1C ....
"d e un 'tIpO d e d'f ,. ,
1 erenClaClOn
En quinto y último lugar; una similitud: el bjá la re1evancl~ .
,a1determ iOada ,
de esta nueva división espacial del trabajo es, Una espac1. ". ,1 iguiente ejemplo se pretel.lde evitar cualquier im-
producto de los cambios en la producción que, ,t~u Cone a'" sue"aquí solo se abordan cuestlOnes
',,;;'¡' " 1l1SustanCla, 1es.
una respuesta a las fuerzas económicas más extensas. Pre5
lOn eqncentrarnos en 1 " d
a cuestIOn i'
e a «convergenCIa», a
V¡UJlos a cO "
actual de rentabilidad y de los mercados ha reforzado . al a se ha hecho referencIa (y ha sIdo documentada por
mente tanto la presión para aumentar el tamaño de'las ~ cU y "76; 1977), e ,omo ~a s: ha d'lC ho, esa c,onvergenCIa
, Keeble,J9 ' se
sas particulares (con las consecuencias ya mencionada ' 're un'icamente a CIertos 1l1dlcadores y de l1Inguna manera
refi e . "
para reducir los costes laborales (véanse Massey, 1976; , (f;sagia el fin del problema regIOnal, pero esta claro que algu-
y Meegan, 1979). :65 cap;bíos se están produciendo, ¿Por qué?
Dé4hecho, la mayoría de estudios que cubren el período
Al unas re erCUSlones
' ,," "1'
que va de mediados de los sesenta hasta principios de l os
p ~¡~, ,.~~":'seIe11ta estan de acuerdo en que la convergenCIa se debe a la
'" l ' ., ', ' '
g
Es muy posible que lo que se ha planteado hasta ahora parezti,j política regional. Ahora bien, aunque no queremos argumentar
poco objetable. Sin embargo, si este enfoque se tomara en si
,que la política no tuvo un efecto, es interesante examinar 1Jll
tendría repercusiones importantes en ciertos prinCiPi?S,:r.'.g:": ,_,;'P"f,o ~,d, ,ero. ,óm~ se llega, a menudo, " esto condusió.n,
'1
rales que fueron hechos en su momento acerca de la natur~\. ...",Un procedimIento comun es proyectar a traves del tiempo «lo
y de las causas ele «los problemas regionales», ,;,;.,.,. queha?ría sucedido» y luego analizar las desviaciones de ese
Tal vez el principal tema a plantear es que la~cue5ti~ ;~;"I), ~~~~sto ~~frón de comportamiento, La variable que se pro-
relacio~adas con los, problemas y las políticas regl~na~es~ rOal~~' llormalment~, la dinámica d: l~ca1i~:ci?n indu~trial
len anahzarse exclUSivamente como problemas de ~lstrJbu ; ; del gu efe~to de l~ mIsma, como la dlstnbucIOn lllterreglOnal
geográfica. Sin embargo, en el contexto y en los eJemplos~ ~(;1!i dor:rnpleo I?dustnal) con los necesarios ajustes de los indica-
teriores se ha hecho hincapié en la forma y el nivel del prorti "J, de Iit/ or ejemplo para las variaciones cíclicas en la presión
de producción y en su relación con el modelo actual de d" . ~acio elmanda, La pregu nta es: ¿este efecto de la dinámica 10-
i~ual,elad ,~eográfic:. Enfatiz~r simplement~ ~I,resulta:;os#; sesen;'e:~~stra,algún cambio sigl:i~cativ~ a mediados de lo s
dlstnbuclOn geografica predispone a un anahsls centr WI. penodo en que la polttlCa regIOnal se refuerza?

80 81

..~-------------
Así pu es, el m étodo de investigació n está _ . nal intensiva, como de convergencia). Se han
, 'reO'IO •
basado en términos de una explicación de los camb' J¡tpol,ítlca °b'os estructurales tanto en la economía mun-
de . 'do cam 1
dinámica locacional del sector industrial, que se b lOS roduCI 1 relación que el Remo "Um do ' tIene con e11 a. La
cambios no del propio sector industrial, sino solo ~s; ,.. t~.~ cOO:?v~~a; se ha v~elt? ~ás dura. La rentabilidad ha ca~do
no en el que la decisión locacional se lleva a cabo (e~ . cofllpetltl dos han dlsmmUldo, En este momento el Remo
locacional). En la medida en que se considera la
YJos'd rnerfca 1 crisis económica más grave desde la década de
SU re a
esta es objeto de las proy ecciones de tendencia. Este ÚJl1 ., o, D'fícilm ente se podía esperar que estos hechos no
.. ' nta. 1 .
no pern:ite tener en c~enta ningún ca~bio estructural JoS trel 1 roducción. Lo verdaderamente Importante es que
economla, Las proyeccIOnes de tendenCias cuantitativ af ·taranap
',.ce ,.'~ tecI'mientos han aumentado Ia"ImportanCia re latlva '
"«' acon
poco contienen ninguna información sobre los mecaas, ~tOS bios en los procesos de producción de una serie de
. l1J de los cam d / ." ./
que subyacen a esas ten denClas. Pero son p " ·ndustriales. A emas, nuestra propIa mveStIgaclOn
mecanismos los que pueden implicar cambios "'-.,, ~;/~edc~~r.e~i~ramente que estos cambios en la producción a su
en las necesidades de localización del sector' 111 ¡ca ..
cambiado los reqUlSltOS de local'IzaClon
, / de 1os secto-
. vez han ._ ' .
contrario, se considera que la aplicación de la política ,,¡¡"!''fectados, Y los han modIficado de una manera que parece
se ha intensificado con relativa brusquedad a mediados "res a
: dicaruna cierta tend enCia, . d epend'lente d e 1a po l í-
. b astante m
década de los sesenta. ~ca regional, hacia la convergencia (para un informe detallado,
Ciertamente, a mediados de la década de los ,,'véanse Massey y Meegan, 1979, y Massey, 1976). El «factor
aumentado en intensidad la aplicación de la política '\¡)rabajo,,, es. un ejemplo de ello. Tal y como ya se ha indicado
nal y, por supuesto, se han alterado las pautas locaciortaIe$i . al c~nsiae;ar las divisiones espaciales del trabajo, los cambios
por ejemplo, cambiando la distribución de los costos. recientes en la producción de algunos sectores han tendido a
también es cierto que durante este período se han proditcltlA . ,reducir.el nivel general de requisitos de cualificación laboral
enormes cambios en la propia industria, Además, algunos , y,¡~consecuentemente, la industria se ha librado de las antiguas
estos cambios han ganado importancia a mediados dXii.I~~t ~es~ricciones de localización. De manera relativa, el coste y la
senta (precisamente el período q lle comprende las fases tan~ ~¡adisponibilidad de mano de obra están siendo cada vez más
lIJlportantes para muchos procesos directos de producción, en
,·!. comparación con la cualificación y la capacidad de adaptación.
2, Esta crítica se refiere también al método habitual de valoración de .. ~ :5,en la disponibilidad y el bajo coste donde las regiones pe-
efectos que tiene la disminución de la ocupación en el sector industrial níencas tien en ventaja
""p'
,!
. (/
vease l a expOSlClOn
. . / d e estas eVI' d '
enClas
tribución del empleo regional. Esta disminución habitualmente se 'presentad K bl
como una restricción cuantitativa (po r ejemplo, sobre la disponibili did ' a en ee e, 1976, cap. 4). En otras palabras, a me-
industrial fluctuante), De hecho, en sí mismo se trata tan solo de un ta ~~ue e.l.• COntexto espacial va cambiando, debe redefinirse
de un reflejo d e los importantes cambios subyacentes (de las cada vez ClI"' ~¡t
condiciones que debe afro ntar la industria manufacturera y de su respudS¡ad;P;¡Ó de~ l~n la respuesta de ciertos sectores ante una forma dada
minos tanto del decli ve en la tasa de crecimi ento de los resultados comO e respan- del teSlb~aldad regional (la naturaleza de su división espacial
crecimiento en la productividad laboral) co n todas las implicaciones cl~ricióil: fa aJo) . 1,eilIen
. d o en cuenta que algunos de los sectores
dientes en lo que respec ta a los requerimientos de la producción y la loca IZ "

82 83

--
afectados de esta manera son cuantitativamente .' l' ita a indicar un componente importante que
.
~ .... btatlEe
s. Se 1m l' El b'
en la evolución de los modelos espaciales de erupl c......' , 'de 1os enfoques actua es omiten. 1 uso cam lante
cambios podrían ser componentes importantes del eo, I¡I Jlla1or~a arte de una serie de importantes sectores, y
d d' . " . 1d l b '
convergencia registrado en determinados índices de 4e1 es~a.,CI0n por p
de nuevas formas e lvlsl~n espaCIa e. .tra aJo,
c10
desempleo. . liapan d ido por sí solos los consIderables camblOs en el
Por 10 tanto, podría ser que no solo la política nO han Pro uc ial que actualmente estan 'enS curso. e han com b'I-
inf1uy~ra en lo~ ,cambios en la distri~~ción regionaLSlel ¡IIOde
lo espac os efectos de a cnSlS economlca. e oncretamente,
l ' . "
con otr
d (c, do en importancIa . re latlva
' -y por 1o tanto en su
pico, S1110 tamblen los efectos de la cnSlS en las necesid"adP.Ji.j . nag
la industria. Pero hay muchos enfoques para la ha aumenta or la desaceleración de la tasa de crecimiento de
políticas regionales que ni tan siquiera consideran :....pacto-
~". 't' pres de la pro d ' , manuf
UCCIOn E
acturera. 'situa-
n una
noS sec o d ' d' d
lidad. La política regional (por ejemplo, la superficie , Y~, i>' O esta, en la que pue en cont111uar an ose nuevas
aparece como la única explicación porque es el único ~ CJon
. com . nes en nuevas tecno1" ogIas que 111corporan capaCI'd ad es
tnverslO . 1 . .
explicativo que puede variar con el tiempo. Las ,' eS uesta a las presIOnes de a competencia para reducIr
", ,(en r P.. . . . ' h ' , d
la industria se mantienen constantes. De hecho, a ''l'' l¿~' '¿ostes); se «compensara» a ora -mas que ~n un peno o
evidencias que yo he examinado, me atrevo a plantear de rápido crecimiento-, descartando las capaCidades menos
probable que la combinación de cambios en la industria rentables. (En un período de rápido crecimiento, por contra,
política se hayan reforzado mutuamente. 3 Pero lo 'nue~~s ,;inversiones podrían simplemente ser un valor
lidad muestra este ejemplo ilustrativo es que, añadido a la capacidad.) Hay, pues, un doble efecto espacial.
distribución regional del empleo (yen consecuencia, el Las nuevas tecnologías incorporadas en las nuevas inversiones
blema region~!») no se ve ~olo como un fenómenoe~pa~}~~~I' ,.puede11.permitir, y exigir, un cambio en la localización, mien-
no que tamblen se puede mterpretar (aunque solo tillphcIU;; . tras que se pierden empleos en el lugar original de producción.
mente) como el resultado de procesos puramente Actualmente, la autora de este artículo y Richard Meegan, del
En este punto se requiere algún tipo de . '¡ 0Gelltr~fqrEnvironmental Studies, están llevando a cabo una
cional. N o se debería pensar que la discusión anterior inv~stiga~iÓn empírica acerca de esta dinámica, en un marco
de presentar un análisis alternativo de los modelos reglOn:u~1 formal y detallado para su análisis. Los aspectos destacados en
'kr:lació~c5>nes.te plantea~ient~ ;on los sig.uientes. E~ primer
'" " gar, me/uso SI la nueva 111verSlOn se localIza en las Areas de
3. Por «reforzarse mutuamente» entendemos mucho más que una Desarrollo':' u' lllcamente . como resu 1ta d o d e 1a po l'mca
. reglO-
.
operación en la que la industria y la política se trasponen como factores
Así, los cambios en la producción pueden haber sido una de las
ventajosas asumidas por la política regional. Tal como un buen .,
plantean, también puede suceder, evidentemente, que la combinaclOn
funcionado al revés: que la política regional (a través de las ayudas' 'do o '''_~ ~eas
~
de Desarrollo o Development Areas es la denominación otorga-
as Sfeczal Areas que, desde la década de los años 1930, habían estado
una empresa en un período de poca liquidez) a su vez haya pro moV1 . depto' recibiend
posibilitado algunas de las inversiones realizadas en los nuevos procesos OlOyersuo Idnvers.lOnes preferentes del gobierno británico con el objetivo de pro-
In l1Stn l' ., I fi ' .
ducción. a IZacton yen de su desempleo cr0111CO.

84 85

.~---------------
nal (10 que, por lo menos, cuestionaría el argument • , 'ean tratados como si fuesen consecuencia
ductIVO s , ,
sobre las tecnologías de producción) no sería el o , 111a pro d' sición espaCJal. El segundo argumento que
s,ste d la l S PO, ,
que explicaría la convergencia. Si la localización lusíva e que en cualquIer caso, la convergencIa de
encuentra en una de las Áreas de Desarrollo, por
etC uestO e s , / d' '1' d . /
ha eJ¡:p lación a ciertos 111 !Ces no Imp!Ca e nzngun
se 'eS en re . 1 . 1
necesariamente tendrá que haber convergencia, y si l las reglOn d 1 desiaualdad reglOna , No se trata Slmp emen-
zación original está en una zona no subvencio nada det ...odo el fin e a enci'a en un contexto de declive general, sino
". converg ,
que produce la convergencia no es solo la localizaci~;! tede una 1 que la industna hace de las nuevas formas de
te e uso . 1 d '
nueva inversión, sino su combinación con la pérdida que, an d acial, la misma forma de desIgua da regIOnal
'gualda esp b' d
tos de trabajo en la zona no subvencionada. En s d~SI
,f, (~ d hasta Cl
'erto punto, estar cam Ian o.
es necesario, si estos fenómenos se están produciendo pue e" 'en qué sentido los problemas «regionales» son
ASl pues, < . . Id
cuidado con las afirmaciones hechas por el efecto de ' regionales? Es eVIdente que esas deslgua ades no
f
"prob emas uencia de una mera d efi' . ab
regional (o, en otras palabras, los cambios puramente CJenCJa so I S on, mas
uta. /
'son 'cans ec b' l' / l"
les). Si bien es cierto, según estos supuestos, que las , 1 esultado de la cam lante re aClOn entre as eXIgenCIas
blen,e r . fi .
Desarrollo tendrán más puestos de trabajo que de i\ij~ i~ Í'apr(!)ducción pnvada con fines de lucro ~ !a super Cle espa-
esto no es lo mismo que la consideración de la política cial, Una vez más, en tanto que tal ~eclaraclOn ~ued~ ap~recer
para la convergencia, Y todavía menos significa que v.j¡'como"deilo má~ obvio, a me~udo se Ignoran sus ImplIcacIOnes,
regional ha sido un éxito. El problema regional sigue !ft'''éCúántas veceS se ha «explIcado» el «pro~lema del. centro de
en tercer lugar, y lo más importante, es que estos ,las ciudades» basándose en rasgos exclusIvamente lllternos a
fundamentalmente el resultado de los cambios, no en \~est'as ~reas? ¿Y cuántas veces se ha achacado una supuesta fal -
figuración espacial del Reino Unido, sino en la ta de mano de obra cualificada (aunque la mayor parte de las
Reino Unido con la economía mundial en su conjuntO"'l ,pruebas especifican lo contrario: véase, por ejemplo, Massey y
En resumen, de ninguna manera estoy planteando tll , Meegan, 1978), a las acciones de los planificadores (poco pro-
mento de que la política regional no haya tenido ' ",eabl\de,!oqps modos, de ser una causa dominante) o, mucho
(y, ciertamente, no que se deba interrumpir), Sin Wl';,p~pr, ,~ Ilá ',própensión psicológica y las características socioló-
importante que las evaluaciones de este efecto no dejen . g¡cas de sus habitantes? De hecho, las razones han cambiado
ner en cuenta los cambios operados en la propia" ' ~ c?nel tiempo, pero la reciente y vertiginosa disminución ha
demasiadas interpretaciones actuales de los modelos Sido el resultado de presiones similares a las ya mencionadas:
cambiantes que ignoran esta relación con la pro . 'dpa~a la racionalización y reestructuración que se de-
n
el sistema económico global. Con demasiada frecuencla Falk da c~isis de la economía en su conjunto (véase también
cede a la distribución espacial una existencia autónoma, atribY~artllloS, 1975). Una vez más, ¿con qué frecuencia se
Se pierde de vista el hecho de que cada forma de distr1bUC!~1 deesu~~n' los problemas de las regiones periféricas a la «falta
es el resultado de las formas específicas de producción,
su vez, permite que problemas que son resultados
r
. lera mu ~mpresariallocal» o a una «deficiencia de la atmós-
e·creClm' ~
lento», Pero estos son los efectos, no las causas

86 87
---
,

(y de hecho si fueran causas, seria difícil imaginar las' blema es que las regiones han heredado una estruc--
ciones para las políticas); Firn (1975) da algunas pist ¿el pro o'mica desfavorable y no hay ningún motivo para
. . l'Ica. as de' econ . . .
mecamsmos que lmp tura indus tnas no se establezcan en estas reglOnes para
ue otras . [ 1 .
Así pues, los problemas regionales se q .' 1crecimiento necesano ... J. A ternatIvamente, se
faclhtar e . . _ bl
no como problemas experimentados por las regio n 'd" ug enr que las reglOnes con pro emas, a causa de
como problemas de los cuales las regiones SOn . es, p. o na sdesventaja . en d"emlca como su sltuaClOl1
' . , pen'f'enea.
una forma u otra. Además, esta sustitución sutil de la alguna
,
d 1 ' b" .
tú al centro e a econorma ntamca, no propor-
distribución geográfica por una combinación con las respec . f' l' .
. . un entorno satIs actono para e. creCImIento de la
Clonan , . .
dades cambiantes de la producción, tiene un efecto . dustria moderna, y es por eso que estas 111dustnas no se
Tal como pasa con todas las «luchas puramente ,. In bleciero n en esas zonas ya de buen principio y por 10
esta '. ' . . .,
ello genera una división: enfrenta una región COntra la q~e requiere tanto esfuerzo persuadlrlas para Ir allí ahora.
las ciudades centrales contra las regiones periféricas ... (McCrone, 1969: 169)
el verdadero problema se encuentra en el nivel agregado,
ejemplo en una deficiencia global de puestos de trabajo o Está .claro pues: la primera división espacial del trabajo
problema de falta generalizada de cualificación laboral. siderada, la de la especialización espacial sectorial, se ajus·
, con . ld d '. l
Otro aspecto, bastante distinto, es que la " ta al 'componente estructura e esta esagregaClón (mc uso
lización de la diferenciación espacial como una . podrI~ darseel caso ~e que la p~eocupaci,ón por ~sta forma
espacial del trabajo» desafía la frecuente desagregaéió'" de desagregación pudIera prove111r de aqUl). Es evidente que
los problemas regionales en componentes estructurale.s tamhién hay elementos de este tipo de problema en muchas
localización. En un sentido estricto, esta desagregación eCOJ:lO.WÍas regionales (véanse Toothill Repon, 1961; Odber,
más que un ejercicio estadístico y puede ayudar a desentfilllal 1965; Brown, 1967; todos ~llos citados en McCrone, 1969).
los procesos y a sugerir nuevas preguntas. Pero a Queda igualmente claro, sin embargo, que la segunda forma
significado se amplía hasta resumir el problema regional, de"la divisióri espacial del trabajo, que se basa en jerarquías de
tificarlo e incluso analizarlo. Así, podemos citar un lo~~lización. de la producción, no se puede resumir en ningu-
sirve de ejemplo muy claro: .;Q de%~stos productos propios de la manipu!ación estadística.
~ede quelas empresas se establezcan en reglOnes ele todos los
Si uno debe considerar las formas en las que v~~~s á tra~~s de los diversos sectores de una misma empresa
iU(

. rrollarse la política regional con el fin de ser m~s -y, Clertament . l 'd . 'f d"
e, mc Ul as en un mIsmo eplgra e esta IstlCO ge-
neral) E t ·· ·d
[... ] el punto de partida correcto es considerar . d' s o,l eVI entemente, no es un problema de la estructu-
raIn'
subyacentes del problema [... ] el crecimiento inadeoWil'!·t Se ubstnadel sector. Además, es probable que esta jerarquía
puede considerarse como el problema. Pero Wor
.ésta lezea p . I . d . d "
ilÍ~d reclsamente en « as 111 ustnas e creClllllento
erno» al fi'
crecimiento es inadecuado? [... ] Hay dos hipóteSIS cO es .'" ' as que se re ere McCrone. Por lo tanto, tampo-
tivas [ ...]. Según la visión tradicional [ ... ] la causa ' . Un problema de este aspecto del componente de localiza-

88 89
~

ción. Por último, debido a la existencia de tales nivele ~


no/ mico. Este enfoque también plantea los pro-
probable que las simples comparaciones interregio n SI' es ,,. :,sís teJ1l.ade
ecoestas .'
zonas, reglOnes, cm d ad es centra1es, etc. d e
.1 d . , h
tasas sectona es e crecImIento tengan mue o signifi(',~
a es . bleJ1l.as arez can marginales (no en el sentido de poco
El objetivo de este debate no es, sin embargo, modo que p sl'no como específicas de esas zonas) mientras
', ' tantes,
señalar algunas de las desventajas estructurales de 1 ¡Ímpor ral todo por supuesto, funciona bien y de ma-
n gene '
mía estructuralllocacional, sino indicar que una ve: "que e rm al». Todo lo que queda por hacer es igualar los
," «no
procedimientos estadísticos comunes no afrontan los per~ d pobreza, lograr una población «equilibrada», y
ípdlces e
la organización de la producción o de la dinámica del / ucesivamente. (p. 55)
,asl s
económico.
El tema que estamos tratando es la forma cambiante o creo que el problema es más profundo que
Con to do , y ' .
creación, y del uso, de tipos específicos de diferenciación " . dJ,Tamb ién se ~a el caso que la ~:slgualdad .espaclal ~uede
cial por parte de la industria. La desigualdad regional " es. al mente útd para la producclOn no plamficada pnvada
resultado de fricción o algo anormal en la producción serlgo
, ,fj,nesde1ucro. Pued e ser que l "espacIa,
a separaclOn ' l '
perml-
tao Como en el primer ejemplo indicado de una ,.. eon d ' d ' 1
, el mantenimiento, urante un peno o mas argo e tIempo,
y , d '
cial del trabajo, el proceso de inversión de capital ha ~,ciertas condiciones favorables de producción (puede que
históricamente la apertura de algunas zonas y la deseruoH :'0! ~ri'riias fácil mantener los sueldos bajos y la falta de sindica-
demás. En este momento se están abandonando el . , ción en zonas aisladas, dependientes, tal vez, de solo una o dos
las ciudades. Además, se abandonan por motivos dm:uam, fuep.te~ ;de e~pleo). La capacidad de una empresa para reloca-
relacionados con las necesidades de la producción ~se, por ejemplo, de un área en la que la mano de obra está
nalmente competitiva y rentable. El Community bien.sin:dicalizada a un área en la que no lo está, puede facilitar
Project (1977) lo expresó muy bien: '(ala empresa) la introducción de nuevos métodos de produc-
ción'que impliquen un cambio de mano de obra. El a~álisis de
Es evidente que hay similitudes entre la forma Secojri ('1977) acerca de los informes del «problema regional»
ahora se está descubriendo, definiendo y a italiano sobre el mercado de trabajo sostiene que:
problema urbano y la forma en la que se afrontó :.el
blema regional durante y después de la depresión. La e~istehcia y el crecimiento de las desigualdades regio-
son formas de definir problemas específicos del nales convirtieron el sistema económico italiano en más
como problemas de determinadas zonas del ítAlWlit,
M .. f1exibl~ en términos de la oferta de mano de obra de lo que
debido a las características de esas zonas. La ~ t~blera sido en una situación regional más equilibrada,
de esta técnica es que desvía la atención del hecho "~ Ido a una tasa de empleo similar en los distintos sec-
problemas que aparecen en determinados lugares tores de la economía; en otras palabras: le dio al sistema
económ' . l'
realidad, manifestaciones particulares de los lCO Ita lano la posibilidad de una mayor tasa de
¡' ,progreso ' .
generales: problemas de la forma en la que teclllCO, por una tasa de inversión concreta más

90 91

WL'
~
1

alta de la que habría ocurrido en una situación Developrnent Project (1977), The Costs of Industrial
bien equilibrada. (p. 36)
]. y THIRL WALL, Anthony P. (1975), Regional
Por último, añadiremos algunos comentarios sob r'e and Unemployment in the United Kingdom. Londres:
Aunque es evidente que el análisis realizado hasta el
indica que el problema no se puede solventar Mick F. (1977), «Regional policy and the restructuring
quiere decir que no se pueda hacer nada. En primer '/' '1 », Sussex University, Urban and Regional Studies,
'caplta
" ,4.
nivel más simple de todos, es importante reconocer
Y MARTINOS, Haris (1975), Inner City. Fabian
blema cambiará (en su naturaleza y en su . 320, rnayo.
ahora se está llevando a cabo un proceso de este tip~. ), «External control and regional developrnent:
será posible entender y analizar lo que está pasando ,s Scotlancl», Environment and Planning A, 7; pp.
un esfuerzo para ir más allá de las simples técnicas
de los resultados de distribución para comprender 974), Urban and Regional Planning, Harmondsworth:
los mecanismos que subyacen tras los números. Geography and Environmental Studies.
lugar, si el «problema regional» no es un problema (1976), Industrial Loeation and Planning in the
por las regiones sino por la organización de la Londres: Methuen.
sí, su solución tampoco es simplemente una (1977), "Spatial policy in Britain: regional or ur-
9; pp. 3-8.
la producción con fines de lucro puede implicar y
n. (1977), Le Capital et Son Espace. París: Maspero.
vez esa desigualdad, la cuestión de la política debe
, et Socialisme; p. 34.
paga?» Hay la necesidad de tomar decisiones polítlcas
B. (1976), «Restructuring and regionalism: sorne
taso La última implicación de este análisis es que la
of the crisis», Paper presented to American
en la distribución espacial no puede separarse de Science Association, Centre for Environmental Studies.
de la intervención a nivel de la producción. EntellLLl:1 449.
:r regional y los problemas regionales como una B. Y MEEGAN, Richard A. (1978), «Restructuring vs
de la distribución espacial es totalmente inadecuado. Urban Studies, 15.
B. Y MEEGAN, Richard A. (1979), The geography
tndu'trial reorganisation: the spatial effeets of the restrue-
Bibliografía the eleetrieal engineering sector under the Industrial
BROWN, A.J. (1967), «The Green Paper on the Developmem ~rgamsatinn Corporation. Oxford: Pergamon.
National Institute Economie Review, 40; pp. 26-29. . (1969), Regional Poliey in Britain, Unwin,
CHISHOLM, Michael y OEPPEN,Jirn (1973), The Changi: oE Glasgow, Social and Economic Studies, 15.
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10' G'll
(ed.), Eeonomie Sovereignty and Regional Policy.
.
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92 93
~

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IÓN.• LA GEOGRAFÍA IMPORTA';'
n al dependence in the Scottish electro nics industry» and ~OV
Studies, 10; p p . 31 9-3 35 . ' )..
.w.. en ¡Vi "assey
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Dore
Electronics I ndustry. Lond res: HMSO. ' . odo que se pueden establecer distinciones im-
Ned o (1 973 ), I ndustrial Review to 1977: Electronics. Lo Del mismo rn tre las diferentes disciplinas de las ciencias socia-
HMSO. ndte,t' . porta nteSd" enn alrnente la «geograf'la h umana» h a destacado por
N ORTH, D. y LEIGH, R. (1976), R eflections on the , tra ,IciO tres tipos de re laClones.
1es, ' En pnmer
. 1ugar, esta' 1a
. , . teres en . .
approach to regional analysis. Paper presented to the ninth su¿n. , tre lo social y lo espaClal: entre la sOCledad y los
confer encc of the R egion al Science Association, mimeo. el Clon enaCial es por un lado, y entre el h echo y la forma de
f a
ODBER, Alan J. (1965), «Regional policy in Great i rocesOs s '. bId
.P ' niza¿ión espaClal de am os, por otro a o. En segun-
Redevelopment Policies in Britain and the COuntries
l~ o¡rsa; .está la relación entre lo social y lo natural, entre la
Common Market; pp. 410-421, US Department of do .uga, . b' El'
ancl Area Redevelopment AdministratÍon.
'."
,sOcle'dad Y el. >"',' medlO am lente».
,
n tercer ugar,• eXIste una
SECCHI, Berar~o (1977), «Central and .peripheral regions in a ¡pi'~~ 'preocupación, que la geograÍla comparte en particular con la
of economlC development: The ltahan case», en Doreen B. :M.~t historia, por la relación que hay entre diferentes elementos (la
y Peter W.J. Batey, (eds.), Alternative Frameworks for economía, la estructura social, la política, etc.). Mientras las
Londres: Pion (London Papers in Regional Science, vol.:?). "> ~ciplin~s «sustanciales» de las ciencias sociales (economía,
Toothill Report (1962), Report of the Committee of t,. so¡;iología, "política) tienden a centrarse en partes específicas

the Scottish Economy. Scottish Council (Development 4~J~ sociedad, por muy difíciles de distinguir y definir que
Industry). ¡, estas s,ear¡."la preocupación de la geografía con el «lugar», con
Trade and Industry (1977), «Regio nal Development Progra!t!~, el por qué diferentes localidades tienden a ser como son, la ha
the United Kingdom », Trade and Industry, 11, febrero; p'§'; llevado a menudo al estudio de cómo pueden encajar juntos
362. esos diferentes elementos en espacios particulares para formar
WESTAWAY, John (1974), "The spatial hierarchy of business
¡el complejo mosaico que es la geografía de la sociedad.
' ...,~ ~l~od~!en que cada una de estas relaciones han sido
nisations and its implications for the British urban
Regional Studies, 8; pp. 145-155.
~o~~eptualizadas, ha variado enormemente y a menudo dra-
~at~!llente, incluso en la historia reciente de la disciplina.
, ob~ éhan tenido sus versiones extremas. Los deterministas
am)entales más radicales consideraron el carácter humano y

-=--
. ·©c .
~ch Ab~b~tge
y Unive.rsity Pres~, Cambridge, 1984, Traducido p or Núria
¡' ¡OdeDore " M bet del ongmalll1gles «Introductlon: Geography matters»; pp.
n
Ú
~¡'ridge , as~ey y John Allen (eds,) (1984), Geography matters! Cambridg e:
nlverSlty Press (in association with The Open University).

94 95

.........
("'i;

la organización social como un producto basta " " d d tiene sus paralelismos y también sus im-
no mediatizado del ~edio a~,biente fí,sico (natU~D ", ....(" e,speclficl¡ a 'os debates metodológicos centrales de las
'lP"" , es en a gun
de los «modelos de mteraCClOn espaCIal» propio d f

"I;($C100 ,¡ hoY por hoy,


'PI''..<tC¡as
, , SoCIa eS
grafía cu~ntitativa de los años 1960, plantearon u:/ ,:C1~~
lo «espacIal» que, de hecho, era tan sustantiva ca
, . 1 . S h
economlco para os economIstas. e an hecho e "
Ino , ~}'I lo espacial
, ' d 1 1 (d 1 StUrlthjl;~~.t r,,50 C1:1 Y , ,
1os que 1a «Sll1teslS e os e ementos » e os que ,.... " enes clásIcas que ofrece la geografla humana,
, d las lIuag "
que proviene la geografía regional) significaba pac~e .11~ e , día más evidente para qUlenes se la mIran desde
algunos capítulos ~ue co:nenzab~I~ con la geología y qutW
" ' ue 'para
hoY en los que la ven desde dentro, es su interés por
, ,
dualmente ascendlan haCIa la pohtlca y la cultura, :
,
fIlera 'ó,Ile
q, 1 'rea la localidad, o como se la qUlera llamar. La
a , ,
un esfuerzo casi nulo por interrelacionarlos y, ' Iaregt, de los editores y colaboradores de este lIbro fueron
a "
por teorizarlos. Pero el hecho de que las respuestas ",- ..."yon ' d", '~n una geog ra f'la esco1ar que se d'IVI'd'la a SI" mIsma
a menudo equivocadas no significa que las ,educa,;~: dedicados a estudiar regiones particulares, Con fre-
planteaban no fueran significativas. De hecho, lo w, en Cllt ' esta <Yeogra f'la esta ba acompana
" , ' 1/.
- da d e una «geograf'la
cue1lCla, t> , , , ' 1 d d'f
mas argumentar en este libro es que esas preguntas, i1'¡ ',j~ átí~a,> en la cual la orgamzaclOn espacia e 1 eren tes
estas relaciones, son de gran importancia no solo ~:%ntos (población, industria, enfermedad) se estudiaba a
grafía humana,) sino para el conjunto de las ciencias tdvéS';de un conjunto de regiones, Pero el objetivo principal
para aquello que les atañe: la comprensión y la ,\tala:geografía regional y en esa geografía la preocupación por
de la sociedad. el espacio ,iba de la mano de un reconocimiento de la singula-
Nuestro propósito aquÍ es plantear interpretaciones' ridad;yla 'especificidad. Cada lugar era diferente, y la meta era
cíficas de cada una de estas relaciones. De hecho, ' poneNodos los elementos juntos de tal manera que se pudiese
de! debate en las ciencias sociales durante los años 1960 e9te~~fer,cada configuración, El problema de este proyecto no
orbitaba, aunque solo de forma implícita, en torno , ~~~ objetivo, De hecho, lo que vamos a argumentar aquí es
cuestiones. Ciertamente, los debates tuvieron . ~e ,dI~ho objetivo debería ser, una vez más, lo más importan-
sobre la actitud de las ciencias sociales frente a ~~núestra agenda, El problema era el modo en que este se
las relaciones mencionadas. Lo que queremos n~~b~ ,á cabo, Muy a menudo esta geografía degeneró en una
explícitas esas relaciones para posteriormente ~el:~¡on de hechos esencialmente descriptiva y no teorizada,
e! debate debe llevarse un poco más lejos en cada ~; este período el que designó a la geografía como la discipli-
_naenla qu d"
intencionalidad de las interpretaciones que ofrecemos . L " ~ ~e apren tan lIstados de hechos,
precisamente esa. Permiten que tanto lo «espacial» i ,.~a deblhdad intelectual de esta tradición a mediados del
«natural», recuperen el significado que previamente. 1 AMIIJjO! ,,!,* 'det~!O<:, dejó,a, la geografía humana a merced del movimiento
perdido dentro del conjunto de las ciencias SOCIa es. ~Ió ~edr-poSltlvismo y de la obsesión por la cuantificación que
la preocupación por el lugar, y por lo tanto, por sU , o as las" - 1970, La geogra f'la
, 1es en los anos
CienCias SOCIa

96 97
")

debía ser «científi ca», en el sentido estrictamente ;. de vista de la relación entre lo social y lo
El apogeo de este intento se concretizó en la escu 1 };.\ .. . . nes de e1fpunto 1período en el que probablemente hubo una
e ad ' ~"'"'¡"P . te ue e
lisis espacial». E n ella, los modelos matemáticos se e :~adal, 'es clOn ., conceptual. La geografía en ese momento, o
¡¡.>r ara ' . d . ,
sobre la base de «interacciones espaciales», las teorí "., 'ayor:ep 1 escuela dommante el pensamIento geografi-
genera1es se constnuan ' a partIr
. d e genera.l'Izacio as y
nes r
'!( lo ine~OS a piado para sí de la esfera de lo espacial, inclu-
b bla apro ., 1
basadas en conjuntos amplios de datos, y todo lo co/ se , ; cerranda en esta concepclOn tanto a causa como
diese concebir como cuantificable se cuantificaba. En lIépdo yeNn sitaba poco la ayuda de las otras disciplinas de
J 9 {tO ece 1 .d 1
ceso se perdió mucho. Obviamente, aquellos elemeh ete~~c: oCiales. Por su parte, estas se o VI aron comp eta--
las CienCias s .
no se sometlan, f"laCI mente a 1a cuantl'fi caClon
' , desaparerl tos
;. ce delespaclO.
la vista. De modo sim ilar, el propio «espacio» se /Ilen " o podía durar. En los 'años 1970, otra vez junto a las
preocupación por la distancia; el interés por la . .. Esto . n ias sociales, Ia geograf'la humana l anzo ' una cntlca
,.
y la especificidad fue reemplazado por una búsqueda oWS clen,c 1
' J: - 1 "'n'tia la escue a ommante
,r;..' d ' d I - E
e os anos sesenta. 11 a
1
raOJca co , .
laridades espaciales. Pero la otra cosa que se perdió fue . " ra1f'a esta crítica adopto una forma partlcular. Sobre todo
ticularidad propia de la geografía. Había perdido :~t
distintivo (la síntesis de elementos dentro de la i
&Cog
.u
': gu
'" . ,
. .
i.i 'mentaba (algo que hoy en dla parece obvIO) que no hay
., ,' uede h~,~er una esfera separada de «lo espaCIa!». No puede
de una región particular) y sus métodos convergiefon ~\~~erpro2'J~os espaciales sin contenido social, ni pueden haber
de las otras ciencias. La geografía podría haberse . ,P:eáfisas.!leyes,ipteracciones o relaciones, exclusivamente espa-
en los términos de los años 1960, en una ciencia. La ciales. Se decía que, en realidad, lo que se estaba planteando
era: ¿una ciencia de qué? versabasdbre la forma espacial que adoptaban las causas, las
La respuesta que se dio fue la siguiente: una ciencia leres,las interacciones y las relaciones sociales. «Lo espacia!»,
espacial. Los modelos de interacción espacial s~i.dij? entonces y bastante correctamente, «no existe como
forma implícita o explícita, la noción de «procesos una'esfera separada. El espacio es una construcción social».
espaciales». Se consideró que los «efectos espaciales:? r; W·,,!~'iiiUlilaiVez más, esto tuvo ramificaciones más allá de la aca-
I
bución geográfica de una cosa) podían explicarse por denlla,y de hecho, fue sobre todo en los debates sobre temas
espaciales» (la distribución geográfica de otra cosa). p?!í~cós ,doritle las cuestiones metodológicas ocuparon clara-
este período, la geografía humana se labró una nueva men~7 un lugar central. Se debatió que las causas de los modelos
'1. laridad al definir un nuevo objeto de estudio: la ~aclales) como el declive de las zonas urbanas deprimidas y
espacial. Existían procesos espaciales y leyes espaciales,i.1,\ '
f pr~blemática de las regiones periféricas, no podían buscarse
espaciales y relaciones espaciales. Este era un razona] ... . unp emente en otros modelos espaciales' las causas debían en-
COntrarse en 1 b' , . ) b .
cuyas implicaciones no se limitaban ni a lo intelectual 01 . d '.. '1 os cam lOS mas amplIos que se esta an produclen-
académico. Era un elemento importante en el debate sob:~ o'b a economía británica y en la sociedad en su conjunto.
causas del declive de las zonas urbanas deprimidas YsO ' miento f de las'Irnp l"IcaClOnes mas
na " mme d'latas d e este pensa-
impacto de la política regional. ue que, con el fin de explicar el objeto de estudio

98 99

............
..,.....--

que se había escogido, los geógrafos tuvieron que sali ,·;\t;· '" ualización, Si el «espacio» se veía solamente como
fronteras que previamente habían concebido Como
, , , Para po der enten der 1a geogra f'la de la ind
1/?e'laa,'~,¡. Jb
',.",'. ,' la C,OeS,J,lUce¡Pta, las distribuciones geográhcas se veían solamente
su dlsclplma, 11l1te J., ';;
"t ",' ¡j1l r !tados de 1os procesos socia ' 1es,
U
era necesano aprenuer economla y SOCIO ogla llldustrial ' ''( ': ; ,' COW\ hay mucho mas que eso, as d'Istn'h UClünes
, .1 " 1 " USth.. ""0 res , L ' , 1es
espaCIa
comprender la Ol "ferenClaClOn
" , espacia '1 mmo
' I Iaria era ,Pat~!
b'l' w" , d'
:Befa't' .eJlciación geogranca'L
pue d en ser e1 res u ltadod e1 os
, l ' ( "
sano tener en cuenta os mecamsmos econOffilCOS So '\ '," ,1 neee la I el'
sociales pero tam len f
b' ' a ectan a1 f ' ,
unclünamlento de
, ' " ,' Cla :"' ' ocesOS ' ,
políticos) que operaban en e! mercado mmoblhano, .Se ~ í pr cesas, «Lo espaCIal» no es solo un resultado, es tam-
, , d 1
noclü, en otras palabras, que para enten er a «geografía.. , ,', reco. " ' , rte de la exp 1"lCaClün,
esOS pro ' R.econocer 1as causas SOCIales ' de
, di' d d
necesano e?:~n el' a soc~e a , ,
' ~1l i!/' bien pa "
las ' 1 d'
configuraCIOnes e;paCIa es que ,s,e est~ lan, no so o es lm-
l'
La poslClün de este lIbro es argumentar que la crítica '. te para los geografos; tamblen es Importante para que
. h d 'f' '1
correcta e Importante, De hec o, parece 1 lCI , en retr9sptCtl;!~;
era. portan ,1
•ira~) ciencias SOCia es tengan en cuenta e! hecho de que los
va, que se hubiese hecho de otra manera, Pero tambiénquet:'" °rocesos que estudian se construyen, reproducen y cambian
mas hacer ~~t,ender que este no es el hnal del debate, ¡i1~');:(4: ~e,iunam~?era q~le ,~ecesaria,mente implica distancia, movi-
La poslClün a la que ha llegado este debate hasta el ill<!! iniento y dlferenCIaclün espaCiaL
mento es inadecuada en varios aspectos que se relac¡p~;, , De esta formulación se derivan inmediatamente dos pre-
li"'1 entre sí. Esencialmente, tan solo la mitad de! argumentm~ guntas, Primero, ¿qué quiere decir que e! espacio tiene efec-
sido desarrollado completamente, Se estaba de acuerdOéll,' tos?,Si algo no signihca es que el «espacio en sí mismo», o las
considerar que lo espacial es una construcción s05iaLlei~* ,; JQr~#s ¡espaciales particulares, tengan por sí mismas efectos,
su corolario, es decir, que los procesos sociales se produc( Eso sería simplemente reproducir los errores de los años 1960
necesariamente sobre el espacio, no se había tenido en ql~nr( y,postularruna noción de lo puramente espacial. Por tomar un
Mientras los geógrafos luchaban por aprender otras disciplUw'; ejemplo: estos días se ha discutido frecuentemente que lo que
y aplicar su conocimiento a la comprensión de las di~~ci~~ está' e~ergiend? como nuevo modelo espacial en la industria
r'
ciones espaciales, las otras disciplinas continuaban funél~J)an-'~ dekiR!lfl~ 'U mdo ocasionará problemas insuperables a las
do, en gran medida, como si el mundo operase y la socle~ or~amzaclOnes sindicales, Este es un modelo de fábricas re-
r

¡X existiese en la cabeza de un alhler, en un mundo sin e~~~~~ " ," ,I~tl~ame,nte aisladas, generalmente en poblaciones pequeñas,
y geográhcamente indiferenciado, Desde el punto de :~stakA ~benudo con una gran fábrica que domina todo el mercado
1,

la disciplinaria división académica del trabajo, esto deJO a d Iabora¡l. Est~ modelo contrasta con el de los grandes mercados
,
geografos ' 1ab or d e trazar mapas d e 1oS,re sultadOs~iI~
la Simple , orades de'ind
rlt ,ustnas " mIxtas yl '
con os contextos SOCIalmente
'1'mas; h aCle ndo e1 ,p l'"de a
los procesos estudIa , d os en otras d'lSClp hanOs e'dlas c!Ud ad es, d on d e 1os sm
rte , ""d ~enl o más f' '1
'd'ICatos y sus mlhtantes
,, lo
']\
, " , 1
de cartografo de las CIenCias socia es, Yd h h
e ec o, g ranpa ,, ~'" de u ,acl para prosperar, La gente (SI esta, a favor
'
la «geografla " radical» de este peno'd o se d ed"lCO a « trazarJllaF
¡ [,aÍD resultnadorgamz d " sm
aClOn 'd'lcalactiva)
' ,
conSIdera que este es el
, d'" , de tra /' a o e la 1 '
de la pobreza», Pero esta insatisfactona lVISlOn '¡ "\lldt ' cia y d I f s re aClOnes paternalistas, de la falta de militan-
dejó entrever un prob1ema muc h o mas ' Importan
' te a nI e reCuent e frente comun 'd a opta d o por trabajadores

100 101
~ """

ji,
,..
y gerentes-propietarios en los mercados laborales "~~ , 'también le restaron importancia a cualquier debate
y aislados que en el pasado caracterizaron, por c' peq\Je~ , .10 espacIal, b e SU contenido, Desde nuestro punto de vista, el
'd ' '1 '
111 ustna textl antIgua,
L a forma espaCial
' pareceJellJ.plo
< "
,~
a'r i , 'tO 50 r
eipIícl ' leno del térnuno , '1 mc
«espacia» ' 1uye un registro
'
la diferencia entre ambos: ciudad frente a mercad(el(pli~: «t s¡g~?cadodP aspectoS del mundo sociaL Incluye distancia y
, 1ado, Pero no 1o hace, Para aca bar con este razo o labil!·
als ' v.~ ,s Jeto · e
cornp" nes en la me d'1C1On,
"1 '
en as connotacIOnes y en 1a
, 1 1 narnlefu:' if ' llCla c10 1 1 " 1 1
slmp emente tenemos que pensar en os pueblos minc"'lU, de;~" de la distancia, nc uye mOVimiento, nc uye d'1-
,
c10n
, , , d b' b "
vIeJas mll1as e car on, que eran tam len mercados l b '~ ros deL af;e, 'ón geográfica, 1
Cla " d e 1ugar y d e especI'fi CI'd a d
a noclOn
pequeños, dominados también por un único patrón,aporaJ¡ ,. ' ferellllac~iferencias entre lugares, E incluye el simbolismo y
1I I los pueblos mineros han sido, en muchas ocasioncs ', or_ . · r,.4~.,; ,~sficado que se vincula a todas estas cosas en diferentes
d e mi'1ltanCla
' , y ra d'lca l'lsmo, T am b'len, 1os pue blos algad ' centt.\i1
~~' " elslgtú
. 'a' des y en diferentes partes d ' d ad es,
cestas SOCie '
()n~ , I' 1 '
h an, SI'd o, en. su, d'la, CU~1aS d,e ra d'I,cal'IS~O, No ,es ,la form.a $~, Todos esto~ ,aspectos d
SOCle a ti .
,e «o, espacIa» son ImP?,rtantes
paCIal por SI misma (111 la dIstanCIa, 111 el movimlento)1~"' ~;' en la'JconstrUcclOn, el funCIOnamiento, la reproduccIOn y el
tiene efectos, sino la forma espacial que adoptan los proc ~:; bio,de las sociedades en su conjunto y de los elementos
soc~ales par:iculares y especí~cos y las relaci?nes sbciafel ~j~ socie'dad, La distancia y la separación s?n utilizadas re-
c~racter sOCIal tanto del trab~Jo como del c~pltal ha sido ~~, NiJ1l¡'guJarmente. ~or las empresas para establecer 111VelcS de cO,ntrol
dIferente en los pueblos textIles y en los ml11eros y en am " '~: ,de monopoho, sea este sobre mercados (en los que la tIenda
ha cambiado a través del tiempo, En ambos casos, lá :tó~ 'He! harria sigue siendo el ejemplo clásico, aunque quizás el
espacial ha sido, de hecho, muy importante desde el pl!lnt~~1~, men,9,,~ im,psrtante) o sobre los trabajadores (la gran ventaja
vista de la organización sindical y de la militancia (o de lafat&"; del capital en aquellos pueblos mineros y textiles fue que, al
de ella), pero ha sido una forma espacial de diferentes relaci~ ser'll1uy¡baja la migración, los trabajadores no tenían luga-
nes sociales (con un contenido social diferente) y porlo~~ntii;;,.. 'res alternativos donde vender su trabajo), El movimiento, y
su influencia ha sido diferente, iI'~~' de fill:ma más general la flexibilidad en la localización, se ha
)ir La segunda pregunta es ¿qué es lo queremos decircúáÍÍd~,i'¡,*~qllvertido, en los últimos años en un arma del capital contra el
hablamos de «espacio»? Como ya hemos visto, la resp~~pr;: trab,ajo, Las amenazas de cierre y de traslado a otros lugares se
f'i ha variado con el tiempo, La «vieja geografía regiónalt:p~ , han:c!!>rivertido en una respuesta casi automática de las grandes
de haber tenido sus desventajas pero por 10 menos:p;¡~,~tlli'" , ~r~a~ ()ua~do se encuentran ante resistencias por parte de los
dentro del significado que le dio a «lo espacial», una noc~on, ,' ,tra aJadores, y en momentos de recesión y de bajo empleo
«lugar», una atención al mundo «natural» y una apreclácl', ,~¡,*\:es ,~naainenaza poderosa, De forma más general, en las úl-
de su riqueza y especificidad, Uno de las peores consecuel)~~., "p a~ decadas la búsqueda de trabajo más barato ha implicado
''JfueSU " reclsam " "
de las ~s,cuelas de la cuantific~ción y del análisis eSfacla 'e ~"'. (con la c~nte mO\,'l,mlentos espaciales: ~e~,in:ernacio~almente
reducclOl1 de todo esto a la Simple (aunque cuantifica?: \~,¡ traba') nst~cclOn de una nueva dlvlslOn 1l1ternacIOnal del
ción de distancia, El espacio se redujo a ser una dimerslO~: . dé duce/? Oh n:clOnalmente, con la descentralización de la pro-
.
p 1anteamlentos d e 1os anos- 19/0,~ a1 red uClr ' la 'lmp ortanC13 On aCla « 1as reglOnes' » b nta111cas,
' , ' en 1 - 1960 y
os anos

102 103
q

1970. En ambos casos la reestructuración espacial fue , n1bién de nuevo, una historia relativa a la for-
, hay ta '
tiva al mantenimiento de la rentabilidad. Un sentido d MUI 1 s geógrafos y la geografía han conceptualizado
un compromiso con el emplazamiento y con la e ,,m:l ,en que , tam b'len
. , oy una vez mas, , esta, l'19a da a 1os debates
establecida, puede ser un elemento de peso para la res la clon . . . 1 1
esta re de las cienClas SOCIa es en genera. . "
de la gente frente a los planes de los planificadores L Íllcernos blem ente , la escuela de pensamIento mas Impor-
ciones de territorio y lugar son elementos fundam~nt ~s 1\0. ' pro~ este tema ha sido la del determinismo ambiental,
la política estatal. Y el simbolismo del espacio y dell ug: es .tafl te SO :~era que el medio natural ofrece una explicación
nSl
varía tanto entre las sociedades como dentro de ellas: des~~:: :qu e. co te de cómo esta" organrzad a aI ' dad y de como
SOCIe '
. ortan
paisajes del Tiempo del Sueño aborígen a los . e ~p rtan los seres humanos. Es una escuela que, en su
de prestigio» o «de primera» para las sedes centrales . "d sarroJlada y extrema, deJo
se campo " de ser 1a vanguar d'la d e1
bancos, o hasta el Cenotafio y el Memorial de Linc~in, en Iorma ientoe geografico ace muc as deca
, h h ' d as.Es 'Importante
das estas formas es correlativo al modo y a la efectividal , ·'. pensam 'onarlo ahora porque eJo un ega o. ue un 1ega d o que
. d " 1 d F
organización social. menCI
do tó muchas formas: l ' d eraClOn
a conSI " d e que Ia 'nqueza na-
No solo lo espacial está socialmente construido, 16 a ¡{¡la riqueza en los recursos naturales, era la responsable
también está espacialmente construido.! ~I 'desarrollo económico, de que la marginación física de las
1I zonas urbanas deprimidas era la causante de la miseria de sus
habitantes, de que las causas «naturales» (como la sequía, las
Lo social y lo natural
inundaciones o las cosechas fallidas) eran las responsables de la
La lógica de nuestro razonamiento sobre la relación h~mbruna, la pobreza y la falta de alimentos en extensas zonas
social y lo natural es similar a la de la relación entre le) del mundo.
y lo social. De hecho, las dos están estrechamente relaciona- La escuela que refutó el determinismo ambiental atenuó
das: el simbolismo del lugar está relacionado a menudo . pero no erradicó en absoluto ese legado. Fue la escuela del
racterísticas naturales> las cuestiones relativas al esp aci9 ,~posibilismo». Era un título poco elegante pero muy apropia-
\!L íntimamente ligadas a las nociones de territorio y de ea, ya que los posibilistas argumentaban que la naturaleza no
1')
:'11'
de la tierra, gran parte de la singularidad de los lugares esCt po~ía c?nslderarse como algo que determinaba de la acción
resultado de características físicas, de formas terrestres quizás,' sac~~l, ~rno que proveía de un conjunto de opciones y de cons-
o del clima. trenul11en:os. Uno no puede explotar carbón donde no hay,
p.er~la eXIstencia del carbón no produce una mina espontánea-
dif '.«La SOCle
mente . d ad d'd
eCI e.» E sta perspectiva,
. a pesar d e sus
----- . DorCCs al erenclas COn el determinismo ambiental, también compartía
1. Estos argu mentos se desarrollan con mayor profundidad en o r~~
Massey (1984), Spatlal D¡vlSlons of LabouT: Sonal Structures and the Ged¡~~
of Productwn. Londres: Macmtllan, y en Doreen Massey (1984), ,«NewdspdiJ
ca:
tu:~ este. Para ambas escuelas, la forma en que se concep-
era ~a a la naturaleza no era problemática; su realidad física
ns in space» en John Urry y Derek Gregory (cds.), Socictf Relatw ns an
SImplemente evidente.
Structures. Londres: Macmillan,

104 105

---
r:
Pero en las décadas m,ls recientes se han , / ue simples altercados intelectuales; reflejan las
s
nuevo, grandes críticas tanto a esta for~a. ~e conceptu 5011, Ola q oro-anización de la sociedad y por cuáles debe-
naturaleza como a lo que queda de la VISlOn deterrn' . r por la rioridades.
lochas, t:>
E lsurgImIento
" d e I ' l'Ismo trajo
capIta .
InlSt r sUS P I ' . / d ' d 1
hecho, el nuevo argumento pretendía acabar con el d a. 6aO se ' bias enormes en a VISlOn omll1ante e a natura-
nismo. Fue diseñado para combatir la noción de caus eter~ éooslg . ocamdIvisión de esta como una Ma d re T'Ierra con VI'd a
des e a .
no mediatizada. Señalaba, bastante acertadamente cU~lna~t.~ . " JeZa; o una fuente de recursos naturales y beneficIO, o
, a es ' ' m
las causas sociales del hambre, la articulación social de loer,~~, .. pr,??ia~qcoueHo que nunca se po d' ra cata1ogar y que SIempre
. es
O
los medios de comunicación presentaban en sus noticias Il~ CO/ll ·ble. La expansión geográfica del capitalismo fue vis-
. predeCI . d / dI' 1
«desastres naturales», el hecho de que la disponibilidad j/lI
, con re
f cuencia en térmll10s e como ar e mejor uso a os
falta de recursos era una cuestión social, que mientras'se ".la, os de cómo ganar un mayor control sobre la naturaleza
ecurs , .
el grito de que escaseaban los recursos naturales, por,eicmh'~~\l'r r(de"' heeho, cómo tener un mayor control sobre las. sOCIedades,
se cerraban minas de carbón cuando en ellas todaví'a , bre otras visiones de la naturaleza). Los conflIctos actuales
buen carbón. Era una crítica esencialmente optimista y ,yso ,la~ compañías mineras y los aborígenes australianos en-
entre . d f ., 1 . f
importante hacerla. Los fenómenos que son p f~
•• ,.: 'ra'n' el mismo tIpO e con rontaclOn: a tlerra como uente
clee ' . . .
:i'! sociedad son modificables. Lo natural, al igual que lo detbeneficio gracIas al ural1lO o como lugar sagrado desde
se constntye socialmente. , , "' iiempos inmemorables. Las encuestas sobre la planificación
Pero, como en el caso de lo espacial, la crítica fuedem~~¡a: 3e nuevas zonas mineras de carbón propuestas para la región
do lejos y dejó de lado muchas cosas. En lugar de llevar at~bo inglesa de las Midlands ponen en conflicto diferentes nociones
una verdadera reconceptualización, le dio a lo social un p'oder sobr~)a tierra, como tierra de propiedad, la naturaleza como
total y erradicó la naturaleza. Sin embargo, lo social no es todo fuente de recursos y lo «natural» como sitio al que escaparse
lo que hay: las relaciones sociales están construidas dentró y"ll durante el fin de semana. En otros lugares del mundo, el uso
como parte del mundo natural. Ni tampoco es simplemente positivo eque hacen los campesinos de la variedad y de la ri-
una cuestión de opciones y constreñimientos, como rr~!~j¡: quezal~,últiple de la naturaleza se rebela contra la lógica de
dieron los posibilistas, pues eso hubiera planteado otra vez'la la agricultura comercial cuyo deseo es erradicar esa riqueza
noción de dos esferas separadas. Si asumimos de partid¡{~las éimprevisibilidad, de controlarla a través de la aplicación de
dos esferas como separadas, solo podremos pensar en lo so~i~ I~¡ «ciencia», de realizar cosechas en paisajes interminables de
como conquista sobre lo natural o en lo natural como aque!!? monocultivos, de poner a las gallinas dentro de fábricas y de
que limita a lo social. . producir el tomate cuadrado.
Una vez más la conceptualización es central. Las Ideas :',¡Para afrontar estos temas, es necesario ir más allá de la crí-
sobre la naturaleza, al igual que las del espacio, han cambiado !lea de los años 1970.
' . . H an eXIStl
, d e 1a h'Istona. . °d o co ntras tes
d rastlcamente a traves 4'b e 1 Como ya hemos dicho, la lógica de esta cuestión es similar
entre diferentes sociedades y conflictos dentro de ellasso.dr ~ tde la relación entre lo social y lo espacial. Ambas parten
cuál debería ser la óptica dominante. Esos conflictos han 51 0, e rechazo de su consideración como esferas simplemente au-

106 107

f·"
-...c
r
~-'1

I tónomas. En e! caso de la relación entre sociedad y nat


cos as
van a depender de nuestro reconocimiento de
el planteamiento parte, por supuesto, de! rechazo de 1aurale~~
Ilo ... ty11.1 Ch~s
1 socia¡" ni «lo natural» se pueden conceptualizar
ni «o
de un efecto no mediatizado de la naturaleza sobre 1 CIÓ~ q1.le te uno del otro.
a So . "Iadamen
dad, de que las hambrunas, por ejemplo, sean simplern Cle. alS
resultado de condiciones naturales, o que el desarrolloenteel '
resultado de los recursos naturales. Los materiales natu s,ea el ' . 'd de interdependencia
Vn lel a
. . ' 1 ra eSn'l
SIqUIera son necesanamente recursos natura es; son ne~e . ' dávía otra manera en que nuestro razonamiento intenta
. d' . . 1 11
Ciertas con IClOnes sOCla es para que eguen a serlo. Essanas "'. B~Y to vanzar el estado del debate en las ciencias sociales en
una posición ampliamente aceptada dentro de las cienci~a~ . , de 1a geogra f'la en e1sentl'd o
' hacer al Cualquier conSI'd eraClOn
!ti ciales, pero también dentro del mundo de la política COtidi~~ ,,.0,~,s ' lena de la pala ra e e enfrentarse con e1pro bl ema teon-
"enera . b d b ' .
a
ij)j¡' y de 1a prensa pu' bl'Ica. Pero aceptar esta pOSIClOn
. " no signiflal1a" md) análisis de lo único. En cierto sentido, lo que estudiamos
~ue e! m~ndo .sea,. en cierto sentido, «totalment~ social».Es~i co e . ., d 1 ,. E 1
ealidad es la vanaClOn; ca a ugar es UI11CO. sto es a go que
Il')i, tiene sus ImplIcaCIOnes tanto para la conceptuahzaciónde f ;n\ién'se había perdido en el debate de las ciencias sociales
procesos sociales dentro de las ciencias sociales como ,para'); :~os últimos años, debido a la búsqueda de leyes generales, a
sociedad en sí misma. Por un lado, si solo podemos conceptuá~ , 'la d~minación intelectual de ciertas formas de estructuralismo
lizar «lo natural» a través del prisma de lo social entonces tam~ de «arriba-abajo», y al (bastante correcto) deseo de relacionar
bién tenemos que ser conscientes de que cuando analizam6s el acontecer individual con las causas generales.
los procesos sociales estos tienen lugar necesariamente dentro , En Ips años 1970 era muy importante explicar que el de-
de un mundo «natural». Por otro lado, reconocemos que'k!. ,caimiento de las zonas urbanas deprimidas era el resultado de
procesos sociales tienen efectos sobre el medio ambiente:~~i los pr()cesos generales de desindustrialización en la economía
decir, un impacto que, en el mundo industrializado, se dé~;. . ,kritá~ica, más concretamente de la reorientación de la posición
cribe muy a menudo en términos de controlo de conqujs~ de esa economía dentro de los cambios en la división interna-
Estos términos dan la impresión de que la sociedad está'en cionald~1 trabajo. Era importante contrarrestar la ortodoxia
deuda con la naturaleza y algunas de las consecuencias de estT del momento, que consideraba que la explicación de los pro-
visión son cada vez más manifiestas. Desde la lluvia ácida a'los hlemas de las zonas urbanas deprimidas se podía encontrar
desastres climáticos potenciales, pasando por la devastaci6n'd~:'" d:ntro de ellas. Era importante, en otras palabras, mostrar
los bosques más grandes del mundo, la «naturaleza» nosest¡i- ~omo los resultados específicos (la debacle de Merseyside, de
. ., del()
devolviendo e! golpe. Está claro que la conceptuahZaclOn . t muelles londinenses o del centro de Glasgow) eran el pro-
natural y lo social como dos esferas separadas es inadecuad~ Ueto de causas más generales.
de igual modo que son inadecuadas la diversidad de persP~dtr. s " ~o obstante, al remarcar tanto esta cuestión, se tuvo que
vas (desde cualquier parte del espectro político) que con e-~
SI
paenfiear.algo: la importancia de la especificidad, la habilidad
ran que en esa dualidad, lo social (que se manifiesta frec\le~" 1;~a explIcar, entender y reconocer el significado del resultado
t "-'.ICO.
temente con el apelativo de «el hombre») controla lo nattl

108 109
r'"9

La cuestión metodológica fundamental es Cómo es un «análisis estructural», pero de ningún


el control sobre la generalidad de los sucesos, sobre I tido, que este d 'b b'
'lisis simplemente e «arn a-a aJo»,
setl un an a P' . b
sos más amplios que hay tras estos, sin perder de v' Os ...odo es estlO , 'n es importante, ero es mas Importante, o -
vidualidad de la forma concreta en que acontecen ~t: IV
E"
" cu
,sta paz de exp 1"!Car ngurosamente l ' 1an'd a d,
a part!Cu
'.,ente ser ca , d d 1
procesos generales no explica adecuadamente lo q~e enalar yÍaJll , es posible entender una sOCle a ta como es, en
nees
diendo en momentos particulares o en lugares Solo ento
, cI'fiea Y con sus vana '"ClOnes 1l1ternas, P ero esta
", ' a e s p e , , ,,
embargo toda explicación debe incluir esos procesos sU form'd d tan1bién es Importante en la exphcaclOn, En las
'J' '''ifiel a
La cuestión es cómo. Muy a menudo la solución se ha .' espec , eoo-ráficas» esto ocurre de varias maneras: como
en la difícil e insostenible yuxtaposición de dos clases d . ,'" .
" ,..TestlOnes g 1::>
J" .~..
'fi 'd d ' l'
mentado, la espeCI CI a reglO na tIene un Impacto
,
cación. Por un lado, lo «general»,sea en forma d¿' e h
""'''eJIlOs argu , di ' l' b' 1
., b I'r lfuneionamIento
ee. e os procesos en' e am ItO genera,
inmanentes o de procesos más amplios identificados'.:rn· ... .J~, ~o cionaLo internacI~nal, por poner un eJem~lo, y todo el
l' mente, es tratado de forma determinista. Por otro lado Pma. na , de especificIdades reglOnales, el proplO hecho de la
a que la variedad infinita de la realidad no se confoi~a .l.1II0~aIeo 'li 'fi ca (1 1 ad 1abora, I,astasas de
,-1
i · , dad geógra en a movI'I'd len
lógica, se añaden factores adicionales, en forma d vane d' . 1") d
M\a~sempleo, en las tra IClOnes po ltIcas pue e tener un Impacto
'
ad hoc, para explicar (justificar) la desviación. , ' orme sogre la manera en que la sociedad «como conjunto» se
Pero la variedad no debería verse como una e:pr~ducer cambia, a un nivel nacional. Estos ejemplos están
10 esperado; ni la singularidad debería verse como u~ ~":::Lh;~T" lamidos de la geografía humana y se relacionan con una de sus
ma. Los «procesos generales» no funcionan nunca"de mayores preocupaciones: la existencia de un desarrollo desigual
pura. Siempre existen circunstancias específicas, una histo~ Yde.sistemas interdependientes de dominio y de subordinación
11"1
particular, un lugar o una localización específica. Lo que ,~d ,;entie regiones, por un lado; y la especificidad del lugar por otro
1::
I en juego, por ponerlo en términos geográficos, es la art¡CUl~, I lado. rE! problema de lo general y de lo específico se presenta
ción de lo general con 10 local (lo particular) para produl;ir.rtt; ~?n,.más claridad de este modo en la geografía. Es un problema
sultados cualitativamente diferentes en diferentes localidadet ,. q~e ha estado presente durante bastante tiempo. Como ya he-
1·1(1
Por poner un ejemplo: en las últimas décadas la desc~~tr~~ mas visto, para los científicos espaciales positivistas la especifi-
:¡,
,¡', ción de los «trabajos femeninos» ha tenido lugar en diferenteS' \cid~d solo era significativa en términos descriptivos. La crítica
regiones de! Reino Unido: en e! este de Inglaterra, enelsu~de ,~~~IC~l,}O reconoció pero consideró que la tarea más importante
.P~:' ~ra VIncular lo específico a lo general. Esta tarea sigue siendo
11:, Gales, en Cornualles. El impacto de esa descentrali~ació~
resultado, e! desenlace) ha sido diferente en cada lugar. unP~rtante. Pero también es necesario reafirmar la existencia, la
r--',l
región era diferente (única) antes de que e! proceso ~ . exp~lcabilidad y el significado, de lo particular. Lo que hacemos
e5
lugar, y en cada lugar las condiciones/características 10C"u1 .,!1U! es retomar de nuevo el desafío de la vieja geografía regio-
· reS'
operaron sobre los procesos generales para pro dU~I~ u~ ; ,'et\ n, h,reconociendo la importancia del problema que planteó pero
. rer aZa d
tado específico. En cada caso se reprodujo la UnICIdad, o r n n o sus respuestas y presentar nuestras propias solucio-
· , caml)10.
ca da caso, esta tarn blen ., Se pue de conSI'd erar, en clert es, qUe Son muy diferentes.

110 111
~
UN SENTIDO GLOBAL DEL LUGAR':- . mezcla, algún sentido local del lugar y de su pecu-
~~e!ll~ Xla fra~mentación y e~ desorden actual se contrapone
Doreen Massey liaflda ., (idealizada) de una epoca en la que los lugares eran
una !lOClO!l ente) habitados por comunidades cohesionadas y
Se dice a menudo que vivimos una época en la que tod . (stlPUes;arn s La contraposición es, desde luego, discutible; solo
homogenea , alrn. ente «lugar» y «comUl11'd ad »han
- . 1 f ronteras
acelera y se expande. El capital está experimentando Una o Se temLO
e
va fase de internacionalización, especialmente en sus asp;u :.,' e~~ep'CdlO!ltes, Pero la ocasional búsqueda de esta coherencia es,
.
nanCleros.
H ay
' gente que Viaja
mas
. . con mayor frecuen ctQ1 . '
. C
oJl1Cl I en go un siano d e 1a fO ragmentacIOn
,,
geogra'fi.ca, d e 1a alte-
f
fi cla 'eJ1loar, t:>
a mayor distancia. Su ropa probablemente se ha fabricad y" sJl1" pacial de nuestro tiempo. También de modo ocasional,
· / d d A " L ' h o en , raCl0n es , _
muy d lversos paises, es e menca atina asta el Sude lié ".. 'do parte de lo que ha dado lugar a respuestas defenSivas y
Asiático. Su. cena se. compone de alimentos traíd~s de tod:j
reaCCl
' formas de naClOna
ha SI. 'onarias: Ciertas ' l'Ismo, 1a recuperaclOIl ./
mundo. Y SI usted tiene una ordenador en su oficma, en' lug~
o • " ,

'mentalizada de «patnmomos» aseptlcos, y un antagOl11smo


de abrir una carta que ha tardado varios días viajando a trav~ sentl
pronunc
,/ .
iado con los reClen llegados y los «outszders». Uno de
del país (a cargo del correo de Su Majestad) ahora estará sierid~:"',; los éfecto~ de estas respuestas ha sido que el lugar mismo, la
interrumpido por un correo electrónico. . ¡;¡¡" búsqueda de un sentido ~ellugar, ha l1,egad~ a ser visto por al-
Esta visión de la época actual hoy en día se encuentra fácil- gurios como algo necesanamente reaCCIOnano.
o

mente en una gran diversidad de libros y revistas. Mucho d~'¡: . Pero ¿tiene que ser necesariamente así? ¿No podemos re-
que se ha escrito sobre el espacio, el lugar y los tiemp?s po~í~·l· pensar nuestro sentido del lugar? ¿No es posible que un sentido
modernos pone el acento en una nueva fase de lo que Marxlla: i del lugar sea progresista, que no esté encerrado en sí mismo y
mó en una ocasión «la aniquilación del espacio por el tiempo~ t a la defensiva, sino abierto al exterior? ¿Un sentido del lugar
Se argumenta o, aún más, se afirma que el proceso ha tomad~ , adecuado a esta época de compresión espacio-temporal? Para
alcanza~o fas~: ,¡,

I
!Ji un nuevo impulso, que.ha una nueva Se trata,d:. empezar, hay algunas preguntas que formularse a propósito de
\10
un fenómeno que ha Sido denom1l1ado «compres IOn espacIo;.., la misma compresión espacio-temporaL ¿Quién la experimenta,
temporal». y la aceptación generalizada de que algo así ~s'ciii0'( y de qué manera? ¿Nos beneficiamos o la sufrimos todos del
pasando está marcada por un uso casi obligatorio en los tex~o~ mismo modo?
de términos o frases como aceleración, ciudad global, supera~ . Por ejemplo, ¿hasta qué punto la actual caracterización de
ción de barreras espaciales, alteración de horizontes, etcéte~f , " la compresión espacio-temporal no es sino una visión occiden-
Como resultado, tenemos una creciente incertidumbre tal; de colonizador? El sentido de deslocalización que algunos
sobre lo que entendemos por «lugares» y sobre cómo noS., sU ren al ver la transformación de una calle local gue una vez
fu
relacionamos con ellos. ¿Cómo retener, frente a todo este rnO- I . e algo fa mi'l'lar, en una - , bl e suceslon
Intermma "{ ,
( e ImportaClo- .
:s C~lturales (la pizzería, el establecimiento de kebabs, la su-
- .;- 0 Creative commons 2.5, Marxism Today, Londres, 1991. Traducid~~ te r~d del banco de Oriente Medio) debe ser el mismo que han.
Abe! Albet y Núria Benach del onginallllglés «A G lobal Sense of Place», Ma, I ni o durante siglos, y desde u n punto de vista bien diferente,
Today, junio 1991; pp. 24-29. '

113
112

;ji~t( I

~
u ,',
los pueblos colonizados de todo el mundo al ver la i ' ' n'
eres aventureras y viajeras en los siglos XIX y XX,
tación de, tal vez incluso utilizar, los productos de prl:UPor, bre m ) «para una mUjer
, 50, " ue
. es mucho mas / d'f' '1 " I
1 lC1 VIajar en a
" / '/ ' , l1J.e ' l ere q I ' / ' [ L
la colomzaclOn europea, tal vez bntamca (desde las ro, sU g rd d que en cua qUIer epoca antenor», as razones que
, nUev
formas de transporte a las sales mmeraJes o las natilla . ~ ac~a 1 :ra sostener esta afirmación son una mezcla de colo-
,
tantaneas, ) despues
' norteamencana,
' a1 tiempo
' que apr ens"'dIlls
'.1 ".,' l' p'
u.uJ¡za o ex-coloma, l'lsmo, raCIsmo,
' re laClOnes
' cam b'lantes d e
a comer trigo en vez de arroz O maíz y a beber Coca-co~~(' ¡tia 15m ,
, l ' U l' ,
Yriqueza re aOva. n recurso exp lCatlvO SImp , 1e so1o
exactamente igual como hoy probamos las enchiladas. ,~ '.genero,
' ino s de «d'mero» y «capIta
. I d
» no po ' , ,
na SiqUIera acer-
"
en term l',
I
Más aún, además de preguntarnos sobre la etnocentric'd I '. al tema, La ace eraClOn actual puede estar fuertemente
de la idea de compresión espacio-temporal y su acelera .~
1
car'se minada por fuerzas economlcas,
" pero 1a economla
' so1a no
" , d , CIOn · deter " d i ' II
actua, 1 debemos tam blen lllterrogarnos acerca e sus cau ;~ls; d termina nuestra expenenCla e espaclO y e ligar, En otras
¿qué es lo que determina nuestro grado de movilidad y qlit ;, :Iabras, y para decirlo de modo simple, nuestra experiencia
fluencia nuestro sentido del espacio y del lugar ? La rr.~ ___ . •m ~el espacio está determinada por mucho más que lo que pueda
1 ',¡I' I
espacio-temporal se refiere al movimiento y la hacer el «capital».
a través del espacio, a la extensión geográfica de las relacio~es , Aún más, desde luego, este último ejemplo mostraba que
sociales, ya nuestra experiencia de todo ello, La interpretació~, la «compresión espacio-temporal» no se ha producido para
:1"
corriente es que es el resultado, casi por completo, de ac· las todo el mundo en todas las esferas de actividad. Citando de
'1,
ciones del capital y de su creciente internacionalización act~i1. . ,nuevo a Birkett, esta vez a propósito del Océano Pacífico:
Jf Según esta interpretación, pues, son el tiempo, el espacio l~l
dinero los que hacen girar el mundo, y nosotros giramos (o 'losjumbos han permitido que los asesores informáticos
no) alrededor de él. Se entiende que son el capitalismo y su coreanos vuelen a Silicon Valley como si se asomaran a la
desarrollo los que determinan nuestra comprensión y nuestra ,puerta de al lado y que los empresarios singapurenses se
,rr,
&;:1
ji
. experiencia del espacio. pla~ten en Seattle en un día, Los bordes del mayor de los
Pero acaso esto sea insuficiente, De entre las muchas océanos del mundo se han unido como nunca, Y ha sido
f,' tiones que claramente influyen en esta experiencia están, ;pó¡" Boeing la que ha juntado a esa gente. Pero ¿qué pasa con
¡!,:,!

l' ejemplo, la etnia y el género. Hasta qué punto nos podemos , aquellos a los que sobrevuelan, en sus islas, 8.000 metros
mover entre países, o pasear por las calles de noche, o atrev~f~ más.abajo? ¿y de qué modo ese impresionante 747 ha crea-
,~i
'1

l'
nos a ir a hoteles en ciudades extranjeras, es algo que ,no "e.st~, do ,una mayor unión para aquellos cuyas costas están ba-
f solamente influenciado por el «capital». Encuesta tras encuesta.; ñ~~as por la misma agua? De ninguno, naturalmente. Los
se demuestra que la movilidad de las mujeres, por ejernpl~, " VIajes aéreos pueden permitir que los hombres de negocios
cJa
está coartada (de mil maneras diferentes, desde la violen crucen el océano pero el subsiguiente declive de la navega-
-/ . a 1as mira
hSlca "1
' d as d escarad as o a sentIrse slmp emen teO«fuerapara,
de lugar») no por el «capital» sino por los hombres. ', ' os "?-:---
tomar un ejemplo más complicado, Birkett, al reseñar hbr 1. Dea Birkett, New Statesmen & Society, 13 de junio de 1990; pp, 41-42,

114 115

-
:r~ !

ción ha aumentado el aislamiento de muchas comunid ía del poder de la c~mpresión ~spacio-t~mp?~al. Porq~le
isleñas ... Pitcairn, como muchas otras islas del Pac,~des tr
¡J1e 'f entes grupos SOCIales y los dIferentes IndIViduos estan
nunca se ha sentido tan lejana de sus vecinos.2 I co, . I s dId er de maneras muy d'IstIntas
'o
. fl"
en esos UJos e Interco-
. 'tu a o s . l '
SI. ¡(Iones. Esto tiene que ver no so o con qUien se mueve y
En otras palabras, y de modo más general, la compre' :', oe , o aunque eso ya es un elemento importante del asun-
espacio-temporal debe ser socialmente diferenciada. N~lon qUle~ ne q' ue ver también con el poder en relación a los flujos
trata solo de una cuestión moral o política sobre la desigu S{ tOO uen D 'f .. . d"
~l movimiento. 1 er~n.tes gr~lpos socI~les tle.nen lsUntas
dad, aunque ello ya sería razón suficiente para mencionarlo,a Y· 'ones con esa movIlIdad Siempre diferenCiada: algunas
" .,
tam b ien una cuestlOn conceptua .
1 ,es reIaCI "d d d " l
.' onas tienen mas capaCl a e mOVImIento que otras; a gu-
Imaginemos por un momento que estamos en un satélit pers . fl . . . l ' ,
. ""eneran uJos y mOVimIento, otras no; a gunas estan mas
más allá de todos los satélites existentes; podemos ver el «pl:~ nas g .. ., 1 'l' 1
enj; eI p"unto de recepClOn que otras; a gunas estan Itera mente
neta Tierra» desde la distancia y, de modo inusual para alguieR encarceladas por ella.
con intenciones exclusivamente pacíficas, estamos equipados De algún modo, al final de todo el espectro se hallan
con el tipo de tecnología que nos permite ver el colorde.\os aquellos que están ge.nerando, tanto .el movin:iento como l~s
ojos de las personas y los números de las matrículas de :108 ' comunicaciones, y qUlenes estan en CIerto sentIdo en una POSl-
coches. Podemos ver todos los movimientos y sintonizar con ción'de control sobre todo ello: los que viajan en jets privados,
todas las comunicaciones que se están produciendo. Más envían y reciben faxes y correos electrónicos, mantienen tele-
'. están los satélites, luego los aeroplanos, el largo trayecto .en- conferencias internacionales, distribuyen las películas, contro-
tre Londres y Tokio y el pequeño trecho entre San SaIyador, lanJasrnoticias, organizan las inversiones y las transacciones
r,! y la Ciudad de Guatemala. Se trata de gente moviéndose, de internacionales de dinero. Estos son los grupos que realmente
comercio físico, de emisiones de los medios de comunicaS¡Q~, están a cargo de la compresión espacio-temporal, que pueden
r: Hay faxes, correos electrónicos, redes y distribución 4.e p~,í-c util~zarla y ponerla a su servicio, cuyo poder e influencia de-
culas, flujos y transacciones financieras. Mirando más de a:::' fin:iiiv~mente va en aumento. En sus márgenes más prosaicos,
:1!
I '
ca, se ven barcos y ferrocarriles, trenes de vapor transitandó este grupo probablemente incluye un considerable número
trabajosamente cuesta arriba en algún lugar de Asia. A1~ más de aca~émicos y periodistas: aquellos que, en otras palabras,
cerca se ven camiones y coches y autobuses y, más allá/en:il· 'escriben sobre todo de ello.
gún lugar del África subsahariana hay una mujer caminando, ,Pero hay otros grupos que también realizan una gran can-
que aún dedica varias horas cada día a recoger agua. tidad de movimiento físico sin estar en absoluto «a cargo» del
Ahora quisiera plantear aquí una idea simple, sobre lo que
eo
~:oceso de la misma mane.ra. Los re~ugiados ~e El Salvador o
podríamos llamar la geometría del poder de todo esto; lag ' d G~,atemala y los trabapdores mlgrantes Indocumentados
le M:1choacán en México, que se amontonan en Tijuana y se
nz an
aa quizá fatalmente hacia la frontera de Estados U nidos
2. Dea Birkett, New Statesmen & Saciety, 15 de marzo de 1991; p. 38. garrándose a la posibilidad de una nueva vida. Aquí la ex-

116 117

~
periencia del movimiento, y de un a pluralidad de c 1 ces puede haber la posibilidad de desarrollar una
' . eutO U
realmente confusa, es muy diferente. Y están los deUltu~~f crÍtl~O, d movilidad Y acceso. Porque realmente parece que la
Pakistán, Bangla Desh, el Caribe, que dan la vuelta a nd~a, poJít!~~a¡ Y el control sobre la movilidad .r~f1ejan ~ re~uer~~n
mundo para quedar retenidos en una sala de interro gatoro mediO. . IllOVJJdJ No se trata de una mera cuestlOn de dlstnbucJOn
de Heathrow. ' lOS Jp oer.1 de que algunas personas se muevan mas
e.
,
que otras.
O (de nuevo un caso diferente) aquellos que simple . des1gua re que la movilidad y el control de algunos grupos
mente Se trata . 1a d e otra gente. L a compresJOn
.,
se ha 1lan en el extremo receptor de la compresión esp .' ,' 'd debilitar activamente
. ' en una h ab'ltaclOn
tempora,1 El penslOlllsta " d e cualquier Ceacto.
•. ue en 1
P . _temporal de unos grupos socava e po er e otros. d d
urbano e~ e,st~ país, comiendo ~sh, and chi~s al estilo deJa~: esp~:~o es algo que est~ bien estab~ecido y rese~ado a men~do
obrera bntalllca de un establecImIento chIllO de comidas 'w. . Ilación entre capItal y trabaJo. La capacIdad del capItal
' d o una pe l'ICU l a norteamencana
' para · en are
11 evar, mIran en una televisi;' :1.
de moverse por mundo queda t~davía más reforzada a~te
japonesa; y sin atreverse a ,sal,ir después de oscu~ec~r. AUhqJ~ la relativa inmovIlidad de los trabajadores, 10 que le permite
de todos modos, han supnmIdo el transporte publIco. . frentarla planta de Genk contra la planta de Dagenham.
O (un último ejempl~ para ilustrar otro tipo, decomplej(f': en
También . ., f rente a 1as economlas
refuerza su pOSlClOn ' 1oca1es
dad) hay personas que VIven en las ¡avelas de RlO de JaneirÓ~ que1uchan a nivel mundial compitiendo por recibir alguna in-
que conocen el fútbol global como la palma de su man? YqU; .versión. El 747 que traslada a cientí:6.cos informáticos a través
han producido algunos de sus mejores jugadores; que han delPadfico es parte de la explicación del mayor aislamiento
tribuido masivamente a la música global, que nos han dado acmal de la isla de Pitcairn. Del mismo modo, cada vez que
samba y han producido la lambada que todo el mundo bailaba atguien utiliza el coche, y por tanto aumenta su movilidad
el año pasado en los clubs de París y de Londres; y que nunca; personal, se reduce tanto lajustificación social como la viabi-
o casi nunca, han estado en el centro urbano de Río. Por 1un. lidad ,financiera del sistema de transporte público y, por tanto,
lado, han contribuido tremendamente a lo que llamamos co'll~' también se reduce potencialmente la movilidad de aquellos
presión espacio-temporal; y por otro, han quedado en,cerrad~ ,,,, que dependen de este sistema. Cada vez que conducimos has-
en ella. ,Jíf'¡ ta el centro comercial suburbano, estamos contribuyendo al
Se trata, en otras palabras, de una diferenciación social ,al~1 a~mento de precios, incluso adelantando la desaparición, de la
tamente compleja, Hay diferencias en el grado de movimiento tIe~~a de la esquina. Y la «compresión espacio-temporal» que
y de comunicación, pero también en el grado de control y d~fo e~ta lUvolucrada en la producción y en la reproducción de la
habituación. Los modos en los que las personas quedan situa· vid a Cotl'd', lana en nuestras acomodadas sociedades del Primer
M
das en la compresión espacio-temporal son muy u~do (no solo en cuanto a desplazamientos sino en relación
y extremadamente variados.
Pero a su vez ello conlleva inmediatamente a cuestione$
, . dc~n ~s recursos de los que hace uso para abastecer dicha coti-
d
laneldad d .
' proce entes de todos los nncones del mundo) pue-
,' S' 1 ', . 1 d pensarse .. p
po 1Itlcas. I ~ co~presI~n espaclO-tempora pue, e ci~ i. . e conllevar
"':
·'"entos
'b' 1 .
consecuenCias am lenta es o Imponer constreñI-
1"
.
de manera mas dIferenCiada, con mayor contellldo SO . , que ImIten las vidas de otros antes que las nuestras

118 119
p ropias. Debemos preguntarnos, en otras palabras s' oS debemos agarrar si es que vamos a transformar
relativa movilidad y nuestro poder sobre la movilida~ n~eStta k¡ esa'lo as
que nra meior. En esta p erspectiva, el lugar y la locali-
pa )
municación endurecen la prisión espacial de otros gru y ac~ las cO S f os para una forma de romantizado escapismo del
Pero este modo de pensar acerca de la compresión ~os .. : dad son o~ento real del mundo. Mientras que el «tiempo» se
' . na nll
temporal nos lleva también a la cuestión del lugar y del spac.10. fv/l~IO , con movimiento y progreso, el «espacio/lugar» se
del lugar. ¿Cómo pensar sobre los «lu gares» en el cont~entldo¡,:¡¡
~p~a , . 1 .,
eq. con lo estatlco y a reaCCIOno
todos estos cambios espacio-temporales socialmente ode /ct eqUIPara este argumento contiene algunas deficiencias. Está
pero ' , 1 ., .
riados? En una época en la que se dice que las «comu~f;'~a, . . 'n de por que se asume que a compreSlOn espacw-
1 cues tJO • , • • ,
locales» parecen romperse de modo creciente, cuando 'V a es:~ ,a , 1produClra msegundad. Hay que afrontar (mas que
. y encuentras 1as mIsmas
. . das y 1a misma as~ rnpora
extranjero !len "~~plemente rechazar) el hecho de que las perso~las necesitan
que en casa, o comes tu plato extranjero favorito en un d 19ún tipo de apego por el lugar o por cualqUIer otra cosa.
rante cercano (y cuando todo el mundo tiene una experienc· ;;que, ciertamente,. se. da el caso de que el~ la actualidad hay
diferente de todo ello) ¿cómo podernos, entonces, pensa; ;la "" auténtico recrudeClmIento de algunos sentIdos del lugar muy
bre la «localidad»? ~oblemáticos, sean nacionalismos reaccionarios, localismos
Muchos de los que escriben acerca de la compre~¡6!l P ttitiyos o o b
"c?rnp;¡ ·
seSIOnes , d
retrogra i·
~s con e "patnmomo».
.
espacio-temporal ponen el acento en la inseguridad y en;1 Necesitamos pensar, por tanto, a traves de lo que puede ser un
alarmante impacto de sus efectos, en los sentimientós d~'V'úI; sentido del lugar adecuadamente progresista, que pueda encajar
nerabilidad que puede producir. Algunos van más alWrp~ra con el momento actual global-local y con los sentimientos y
argumentar que, en medio de todo este flujo, la gente nece,sita 'i2;;- ;;-I(',
., relaciones a los que da pie)' que serían útiles en tanto que son,
desesperadamente un poco de paz y tranquilidad, y que un después de todo, luchas políticas a menudo inevitablemente ba-
sentido del lugar fuerte, de localidad, puede ser una especlfd'é s~das en el lugar. La pregunt~ es cómo mantener una noción de
refugio en medio de tanto barullo. De modo que la búsque4a dife(encia geográfica, de unicidad, incluso de enraizamiento (si
de los significados «reales» de los lugares, el descubr. . imie.nto
.i i< ,i$Wi'
así lo ,quiere la gente), sin ser reaccionario.
de patrimonios, etcétera, se interpreta en parte corno respúesta Hay C1iversas maneras en las que la noción «reaccionaria»
al deseo de fijación y de seguridad de la identidad en medio!de ddugardescrita más arriba es problemática. Una es la idea de
todos estos movimientos y cambios. Un «sentido dellugt!:\ ~U:los.1ugares tienen identidades únicas, esenciales. Otra, que
de enraizamiento, puede proporcionar (de esta forma yeOO Id.entldad del lugar -el sentido del lugar- está construida a
o
esta interpretación) estabilidad y una fuente de ideñtidadn ' " Ir de uria historia introvertida y encerrada en sí misma, ba-
Partd
problemática. Sin embargo, vistos de esta manera, ellugaf sa aenl b' d
1 ' a usque a en un pasado acotado para hacer remontar
la e~pacialidad local son rechazad~s por mucha. g~n~e p;; e or¡g~n ~el propio apellido hasta el Libro de D omesday. o:' ASÍ,
gresIsta al verlos corno algo necesanamente reacClonano. h '
. .,
mterpretados como una evaSIOn; como una Ul a
h ·d (de hec o{
'ue ~-
inevitable) de la dinámica y del cambio de la «vida reail>, ,q órdene~;¡:reyPrincipal registro censal de Inglaterra, completado en 1086 bJjo l~.s
Glullermo I.

120 121
Wright narra la construcción y apropiación de Stoke Ne . ," . en Bigh Road y una gran parte del espacio vacío en
y su pasado por parte de la recién llegada clase media (~tn~2~: niás abajad stán adornados con las letras IRA. Otros espacios
de Domesday registra el lugar como «Newtowne» lllít~
re e
olla pa' están recubiertos esta semana con carteles de un
b1
tierra para dos arados y medio ... Hay cuatro villanes y';7:~~Y dí~~on:s ' :~ial en recuerdo de los Diez Años de la Huelga de
1
pesinos con 10 acres»). Y contrasta esta versión con la de oailt_". JJllt!I P" En el teatro local, Eamon Morrissey tiene en cartel
grupos: la clase obrera blanca y el gran número de imp' ,J,r9(; Barnbre¿logo; en el National Club están los Wolfe Tones yen
'd d . - . 3U bl . 1 ot:tant~ ·
comUl1l a es mll1ontanas. n pro .ema partlCu al' Con el e <q Oll~O~ Lion suena «Finegan's Wake».':":' En dos tiendas he
cepto de lugar es que parece requenr el trazado de fro ",9n- e~ ~oatos ganadores de los boletos de lotería de esta semana:
Los geógrafos se han dedicado durante largo tiempo al nteras. VIS é . él nombre es Teresa Gleeson y, en el otro, Chouman
ell uno
ma de definir regiones y esta cuestión de la
Bassan.
siempre se ha reducido al interés por trazar fronteras <"1\:qe<10r Si desde el quiosco cruzamos diagonalmente la calle a tra-
de un lugar. Recuerdo algunos de los momentos más pen6' y , del tráfico casi siempre parado, hay una tienda que hasta

que pasé como geógrafa luchando de mala gana pensanc\0' ¿6~ d:;depuedo recordar siempre ha tenido saris en el escapa-
se podía dibujar una frontera alrededor de algo como' los ' ráte.,Cuatro maniquís de mujeres indias de tamaño natural y
Midlands».';- Pero este tipo de límites alrededor de unárea~~ ' mont~ne'~ de ropa. En la puerta un cartel anuncia el próximo
para precisamente un interior de un exterior. También p~edes~ concierto en el estadio de Wembley: Anand Miland presenta a
otra manera fácil de construir una contraposición entr~:. «~~s: i!i Rekh~ e~, directo, con Aamir Khan, Salman Khan, Jahi Chawla
tras» y «ellos». tE ' . 'YRayeena Tandon. Yo';:":- En otro anuncio para fin de mes pone
Y, sin embargo, considerando prácticamente cualquiet'lu' ' ~rodos los hindúes están cordialmente invitados». En otro
gar real, y con seguridad uno que no esté definido funaame~ quios~o, charlo con el quiosquero, un musulmán profunda-
talmente por fronteras políticas, esas supuestas características mente deprimido por los sucesos en el Golfo, silenciosamente
tienen poco crédito. " "~ ¡~ ¡mtado por tener que vender The Sun. Por encima de nuestras
Hagamos un paseo, por ejemplo, por Kilburn High Roa~;,' cah,¡ez~s pasa casi siempre por lo menos un avión: parece que
mi zona comercial habitual. Es un lugar bastante ordinário~ ¡. ;~tamQs en una ruta de vuelo a Heathrow y cuando pasan
en el noroeste de Londres. Bajo el puente del ferroi~arr~~l sobre Killmrn se ven con suficiente claridad para adivinar
quiosco vende periódicos de cualquier condado de
muchos de mis vecinos, muchos de los cuales proceden
todavía llaman el Estado Libre Irlandés. Los buzones
.~

. Q}' l T.: Huelga de hambre llevada a cabo en 1981 por miembros del IRA en-
!l~~~ os, de los que fallecieron diez incluyendo a Bobby Sands, que llegó a ser
I.~ parlamentario durante la huelga.
t~w. ~.T.: Eamon Morrisey es un actor irlandés conocido por sus monólogos.
bre deon; Tones son un grupo de ~úsica tradicior;t~l irlandesa, que toman el no m-
3. Patrick Wright (1985), On Living in an Old Country. Londres: VersoíJ!F' . palabra eobald Wolfe Tonem, hdcr de la rebellOn Irlandesa de 1798 (¡uego de
clásico ~ c~h «wolfe tone" que es un falso sonido). «Finegan's Wake" es un tema
227, :3 1. . . ' Ve r~~orJIS
.,' N.T.: East MldJands (o MldlanJs Oncntales) es una de las nue ... ~ e. Dubliners.
administrativas de Inglaterra. .T.. Se trata de un espectáculo al estilo Bollywood.

122 123
la compañía aérea y preguntarte, mientras te pele las principales comunidades religiosas, étnicas
unes a '
compra, de dónde deben venir. Abajo, e! tráfico es~~ cOI) tu' seS co~ por otro lado, los casos de lugares habitados por
do (¡otro efecto curioso de la compresión espaciO-te a atasca}; o p0líticas. . 1es co h e-
" d des» únicas en el sentl'd o d e grupos sOCIa
lllunl
principalmente porque esta es una de las principales e;POral !) "có a probablemente (y diría que desde hace bastante
salidas de Londres, la calle hasta Staples Corner':' y el ,t~a?~sy re~~es ;onuy raros. Además, incluso cuando existen, ello no
, m~d
la Mi haCia e! Norte. e cielllfo ; ningún modo un sentido único del lugar. Porque
Esto es solamente un inicio de esbozo a partir de itn ' , o', ,. ÍJJlPI::Sonas siempre ocupan diferentes posiciones dentro de
nes ' d 'latas pero po dna
Illme ' hacerse e1ana'1"IS1S correspond'
presIO-
. ',las l' unidad. Podemos contraponer la caótica mezcla de
de las relaciones entre Kilburn y e! mundo, Y lo mismo lente ~~:n con la c~mun~da~ relativamente estable y h~mogénea
casi cualquier otro lugar. P~a al eno s en el Imagmano popular) de un pequeno pueblo
Kilburn 'es un lugar por e! cual tengo un gran afecto'h ('!U
¡U1l1ero . ,
.Homogéneo? Las «comunidades» ,
también

tienen
vivido aquí durante mucho tiempo, Tiene, desde luego: ' e " tructuras internas. Para tomar el caso mas ObVIO, estoy segu-
gran personalidad». Pero es posible sentir todo esto sin es qu / Cl sentido del lugar de una mujer en un pueblo minero
cribir ningún sentido de! lugar estático y defensivo (y, e t/te
Il ¡tosespaci'os en los ~ue normalmente ~e mueve, !os lugares de
sentido, reaccionario) a los que me he referido mása~ba. wcuentro, las coneXIOnes con el ex tenor) son dIferentes a los
Primero, aunque Kilburn pueda tener un carácter distinti~" de.uIl'hombre. Sus «sentidos del lugar» serán diferentes.
propio, no tiene para nada una identidad exclusiva u " Todavía más: no solo se trata, pues, de que «Kilburn» ten-
nea, un único sentido del lugar que todo e! mundo comp¡úla, gaUluchas identidades (o que su identidad global sea una com-
Difícilmente podría ser menos. Las rutas de la gente !por':el pleja mezcla de ellas); es que, visto de esta manera, no está en
lugar, sus sitios favoritos, las conexiones que mantienen!(físi:, absoluto introvertido. Es (o debería ser) imposible ni siquiera
camente, por teléfono, por correo, o en la memoria y laima;,. pensar en Kilburn High Road sin poner en juego la mitad de!
ginación) con e! resto de! mundo varían enormemente. Si hgr' mundo y una parte considerable de la historia imperialista
se admite que la gente tiene múltiples identidades, lo misll10 británica (y, ciertamente, eso vale también para los pueblos
puede decirse a propósito de los lugares. Aún más, estas ¡den.- mineros). !Imaginarlo de esta manera provoca (al menos a mí)
tidades múltiples tanto pueden ser una fuente de riquez~como un sentido realmente global de! lugar.
de conflicto, o ambas a la vez. " ". Y, finalmente, en contraste con esta manera de contem-
Uno de los problemas ha sido la persistente identific~ción,i' pl~r los lugares con esta mirada defensiva reaccionaria, yo
entre lugar y «comunidad» , Yes que se trata de una identJ~~¡. seKil~ro que no empezaría, ni siquiera querría hacerlo, a definir
ció n equivocada, Por un lado, las comunidades pueden eX1S~ « bu rQ-» trazan d o unos lImItes
' . que 10 encerrasen.
, tere- A' !'
sin estar en e! mismo lugar: desde redes de amigos con.!U,.. . SI que, llegados a este punto, volvamos a nuestra mirada
~enEtal desde el satélite. Salgamos de nuevo y miremos e! glo-
0" sta v . b
físic . ~z, Slll em argo, imaginemos no solo e! movimiento
':. N.T.: Uno de los principales nudos viarios de Londres.
o, ni Siquiera las a menudo invisibles comunicaciones, sino

124 125
también y especialmente todas las relaciones sociales ", . ll'smo internacional cada vez que quieres hablar
, 1 caplta
vínculos entre las personas. Llenémoslo de todas a~~o~~s'¡\lt~: ciól1 e recogida de ~as~ras) si~~ de las relaciones reales con
periencias de la compresión espacio-temporal. Lo qu e as et. - $ob re l~d feal (economlCo, POhtlCO, cultural) entre un lugar
es que la geografía de las relaciones sociales está ca~b~uc~de cOllteMetresto del mundo en el que está. En geografía econó-
En muchos casos, estas relaciones se han ampliado de l~~g\l. local y tiempo que se acepta que no se puede entender la
. h~e .
efectiva a través del espacio. Las relaciones sociales, cul~ane fll~ca, ad central», por ejel?plo e~ cuan~o a pérdIda de em.pleos
, . y economlcas,
po1ltlcas " cadauna 11 ena d e po der y con estuxa1es
i' ,' J'cluddedive del empleo. m~~stnal, mIrand~ solo a la cmdad
ras internas de dominación y subordinación, se expand~Ctu. o al 1 Cualquier exphcaclOn adecuada tIene que poner la
el planeta a muy diferentes niveles, desde el hogar a 'la .:J~ c~n~:~:central en un cO,ntexto ge~gráfico más .amp~i? Quizá
local y a la internacional. . .c; ,era CI\1 · ropiado pensar como este tIpO de aprOXImaClOn puede

Es desdé esta perspectiva que es posible vislumbrar'" 5'ea ap


' derse- a la nOClOn
., d e sentl'd o de 11ugar.
.mterpretaclOn
" de1 1ugar a1ternatlva. . BaJo ' esta lDtPrr"'a'.,'/
. Una aten
"EstoS argumentos, pues, 1'1 ustran d'lversas maneras en 1as
10 que confiere a un lugar su especificidad no es UH'5 uua - e se puede desarrollar un concepto progresista de lugar.
ga historia internalizada sino el hecho que se ha con~sruiQo.,~ ,.• ,J. ~,~imero, no es en absoluto estático. Si los lugares pueden
partir de una constelación determinada de relaciones sociale~'~ C~I1ceptualizarse en términos de las interacciones sociales a
encontrándose y entretejiéndose en un sitio particular. Si'h~ las -que están unidos, entonces también puede decirse que
desplazamos desde el satélite hacia el globo, manteni,éndo 'én. '\~si~; 'interacciones no son cosas inmóviles, congeladas en el
la cabeza todas estas redes de relaciones sociales, movi~ientdr tiempo. Son procesos. Una de las mejores frases en las discu -
y comunicaciones, entonces cada «lugar» puede verse como .,(siones marxistas ha sido durante mucho tiempo «Ah, pero el
un punto particular y único de su intersección. Es, verdade> capital no es una cosa, es unproceso». Tal vez deba decirse eso
ramente, un punto de encuentro. Entonces, en vez de p~ps~ mt.smo apropósito de los lugares; que los lugares también son
los lugares como áreas contenidas dentro de unos lí~r~; proceso~.

podemos imaginarlos como momentos articulados en ,red:s i;Segundo: los lugares no tienen fronteras en el sentido
de relaciones e interpretaciones sociales en los que unagiaíi . ", de !divisiones que enmarcan simples espacios cerrados. Las
proporción de estas relaciones, experiencias e interpretacion,~, «f~onteras» pueden ser sin duda necesarias, por ejemplo para
están construidas a una escala mucho mayor que la que~~fi,:t~, l,~s objetivos de ciertos tipos de estudio, pero no son necesa-
en aquel momento el sitio mismo, sea una calle, una regiOn o nas ?ara la conceptualización del lugar en sí mismo. En este
. 1uso un contmente.
mc . Y a su vez esto permIte. un sen t'I do.'del s~ntJdo, la definición no tiene que realizarse a través de una
lugar extrovertido, que incluye una conciencia de sus v~~Cillfo, sImple ~9ntraposición con el exterior; puede proceder, en par-
con todo el mundo y que integra de una manera pOs\tr'ia te, preCIsamente de las particularidades de los vínculos con ese
«eXterior» ' d e 1o que
global y 10 local. . " . ' que pasa a ser, por tanto, una parte mas
' d bl . , 1 el «SiSee- COnstltu 1 . ,
N o se trata e esta ecer conexIOnes ntua es con I ci " ye Un ugar. Esto permite escapar de la comun aso-
ma más amplio» (la gente que en la reunión local saca a CO a- aCIOn entre penetrabilidad y vulnerabilidad. Porque es este

126 127
tipo de asociación lo que hace que la invasión POr , ato de Córcega, Granite Island, Dorothy
recién llegados sea tan amenazadora. parte . . retr
En SU . J' a por la isla buscando las raíces de su carácter. 5
. tOn '/la d
Tercero: los lugares no tienen en absoluto . c~ng d las diferentes capas e gentes y culturas: la larga
des » únicas y específicas; están llenos de conflict
. ~
. Ei'Plt;>ra tO ~ relación con Francia, con Génova y Aragón en
OS
Pensemos, por ejemplo, en los Docklands de 1'tt1~ultu nr XIV y XV, h' / a traves
aCla atras / de 1a muy temprana
lugar que está ahora mismo definido con bastante lo~._s~~losX·o/n' al Imperio Bizantino, y la dominación por los
por el conflicto: un conflicto sobre 10 que ha sido s ", " ora C1
co
in t1'1 y antes de eso, parte del Imperio Romano, y antes
(la naturaleza de su «patrimonio»), sobre lo que u ~ ..da os, . d 1 . l '
f~' '1' . ción y asentamiento e os cartagIneses y os gne-
urbanización actual, sobre lo que debería ser su fut~ro. "'co ont za .
¡¡< 0 "hasta -que encontramos ... que Incluso los constructores
Cuarto: finalmente, nada de esto niega el lugar ni gos ..; alitos llegaron a Córcega desde algún otro lugar.
portancia de la unicidad del lugar. La especificidad de.¡:neg
¡¡," Senrata, de un sentl'd o d e1 1ugar, una comprenSlOn
. / d e «su
lugar continuamente se reproduce pero no es un;' ácter», que solo puede construirse vinculando un lugar
que resulte de ninguna larga historia in .térf!}inado a los lugares ~ue está~ más ~llá. Un sentido del
diversidad de fuentes de esta especificidad-u ' !tlgarprogresist~ reconocena esto, sIn/sentirse a~enazado por
gar. 4 Las relaciones sociales extensas a partir de las él. Do que necesitamos, me parece a mi, es un sentido global de
configuran los lugares, están diferenciadas geográfical::·! lóloc~l, un sentido global del lugar.
La globalización (en la economía, en la cultura o en'
sea) no conlleva solo homogeneización. Por el
globalización de las relaciones sociales es otra fuente dé
producción de) desarrollo geográfico desigual, y por ·,1
unicidad del lugar. Hay una especificidad del lugar quedeny~
del hecho de que cada lugar es el foco de una mezcla dislW
-"iIf
ta de relaciones sociales más amplias y más locales. [';,;esta
misma mezcla aglutinada en un mismo lugar puedepr04~cir
efectos que no tendrían lugar de otro modo. Y,fiIl:al~en!~
todas estas relaciones interactúan con y toman nuevOS ele·
mento~ de es?ecifici~ad de. la ~ist.oria .acumulada que.~:
lugar tiene, Siendo dicha hlstona Imagmada el produc~ ;
una capa sobre otra de diferentes conjuntos de vínculos, tan-
to locales como con el mundo más amplio.

.
4. Doreen Massey (1984), Spatial Divisians af LaboHr. SOCIal Str
uctUTes"';
,
"'-liard~oDdrothy
--s-- Carrington (1984), G1'anite Island. A Partrait af Carsica.
the Geagraphy af ProdH ctian . Basingstoke: Macmillan. n sVrorth: Penguin.

128 129
IMAGINAR LA GLOBALIZACIÓN: LAS GEOMETRÍA.S estamos examinando como en el de las relaciones
DEL PODER DEL TIEMPO-ESPACIO':' !1i'. socÍales q~~ntenidas en el sistema de poder-conocimiento que
'depoder nceptualizaciones construyen. El segundo tema
Doreen Massey
.,.Iluestras coa del espacio-tiempo (o tiempo-espacio) y cómo lo
rn
. en walizamos.
gtr3 Uno d I '1I1terd"ISClp Ji nares mas
e os encuentros '
Como sabemos, hay muchas maneras de imaginar la glob .. 'l conceífPtu de los últimos años es el que se ha producido entre
ción. Estas varían en función de su contenido empírico ~liq.
, eroS
)frtl ct . lía/estudios culturales y la geografía y que, adoptando
estructuras de su conceptualización, de las periodific~c' el~ l~ SOCIOas ~~rmas, se ha dado en torno al proyecto de espacializar
. 1"ICltas o exp l'ICitas
. que contempl ' IOn~ ' punto d ' es que este proyecto
lmp an, etcetera. Es imposibl' .,d1'l'ers
. 'social.. MI.proplO e VIsta
y probablemente poco deseable, decantarse por una l'nt . "~~ l' reOna '
., ' . . erpre., · a h' 'do enormemente productivo pero que podría serlo aún
taclOn por enCIma de otra. ,' . '"ya a SI ..,
, "ue sus ImphcaclOnes afectan tanto a la naturaleza como
Hay, no obstante, ciertos aspectos de este deb~te ace' mas Y'1 , L d'f d'
~ contenido de ~;lestra teona. as 1 erent~s ma~eras e Imagl-
.
del significado y la interpretación sobre los que vale la p;eq la gl9balizaclOn que se presentan a contmuaClOn dan algunas
,' d ~ este texto es preCIsamente
detenerse, y e1proposIto . . ! labord~
3
n:as sobre estas cuestiones. La «globalización» pareciera ser un
uno de ellos. Porque, a mI modo de ver, hay ciertas manecá4 ·renra intrínsecamente espacial. Pero ¿seguro que todo el mundo
de conceptualizar la globalización, maneras que están ¡~ié; · qu~:explora la globalización piensa espacialmente? De hecho no
presentes en el discurso académico y en el popular, que d~b: es así, tal como argumentaré a continuación. Y la diferencia entre
ser sometidas a crítica tanto sobre bases intelectuales C0mOp6.. pensarla globalización espacialmente o hacerlo a-espacialmente
líticas. Son conceptualizaciones poco cuidadosas con aspectos es considerable y significativa. Finalmente, estos dos temas (las
sobre los que en otras circunstancias seríamos escrupulososr relaciones de poder y el espacio-tiempo) están interconectados en
que poseen una inconsciencia involuntaria sobre su posicio! lo que he llamado las geometrías del poder del tiempo-espacio. l
nalidad, y que dan credibilidad a una determinada polític~ (e~,"
este caso en forma de una clase concreta de globalización), no,!, La globalización y la espacialización de la historia
por ser explícitas sobre ello sino por aceptar su inevitabilidadl l
de la modernidad
Quisiera, por tanto, examinar algunas maneras de «ima~~.
la globaJización» y de explorar sus efectos. Esta exploraclon,. ' Uno ,de los usos más provocativos y productivos del término
además, se relaciona con dos temas centrales. El primero es ~, , ~globalización» ha sido su empleo por parte de los teóricos
importancia de tener siempre presentes las relaciones de po:!et..
Yeso tanto en el sentido de las relaciones de poder en las esferas

rtment of Geography, University of Heildelberg, Heildelbe~:


Traducido por Núria B.enach y Abel Albet del original inglés en Dore en e 199',
--
expll. Cis ccuestiones relacionadas con la espacialización de la teoría social se
del or~n en u.n libro que será publicado próximamente. La noción dc geometría
rnet~ erlue lI1troducida por primera vez en Doreen Massey (1993), «Power-gco-
Geor a; a
progressive sense of place», en Jon Bird, Barry Curtis, Tim Putnam,
cbant Lobertson y Lisa Ticker (eds.), Mapping the ¡,,(¡tres: local cultures, global
(1999), Power-geomemes and the polztlcs.o¡ space-tlme. Hettller-Lec~u;. (1994)\ ondres: Routledge, v en «A global sense of place», en Doreen Massey
Helldelberg: Department of Geography, Ul1lVerslty of Helldelberg; pp. 9 2 • pace, place and gende~. Oxforl: Polity Press; pp. 146-156.

130 131
«postcoloniales» para volver a contar la historia clá . , H( Jobales» ~ispersas . La .colo?i.zación, entendida o re1e~da
modernidad. La globalización, explicada de este Ot:~cacle la' ,., g te sentldO, era solo l11tehglble como un hecho de SIg-
ha tenido efectos impresionantes, dislocando y deslo 7od~o,
en eS b 13
"nI6cación glo a.
do':- (en los diversos sentidos de estas palabras) la his~a ~Zan;
la modernidad tal como nos la habían contado. Hall d~~la de ,0" La «caIo nización» se convierte así en algo más que en un
con claridad que esta es una de las principales contrl'buCIO.end.., ~•.. . d consecuencia secundaria de los hechos acaecidos en
de la crítica postcolonial: nes ' upo e Al contrario, «asume el lugar y el significado de un
Europa. d' 1 . l' .
· histórico mun la Importante, amp 10 y ruptunsta».
hec ho " . ,
Es esta reformulación retrospectiva de la Modernidad'~ d;' 's no solo se convIerte en mas Importante -mas cen-
el contexto de la «globalización» .. . lo que constituybel¡ Aa1em~~mo fenómeno, sino que también cambia su significa-
elemento distintivo en una periodización «Postcoloni~:'!* dP', . ' sus,efectos. La «colonización» aquí, en esta historia de
De este manera, 10 «postcolonial» marca una interrupció~ oy . 1 en 1a f ormaCIOn
" d e 1a
1aglobalización,
, .
es un momento Crucla
O'd
crítica en toda la gran narrativa historiográfica que, " 'dentidad del mlsmo« CCI ente».
en la historiografía liberal y en la sociología' . , 1 segundo efecto de globalizar así el relato de la moderni-
ber~ana como en las tradiciones ~ominant~s del n;~~isÍl)0ii.}}J dad; ~s;,~~~' una vez la historia de la modernidad se compren-
oCCIdental, ha dado una presenCIa subordl1lada a esta"dii: il d~ eóíllo 'algo más que la historia de las propias aventuras de
mensión global en una historia que pudo ser contad\\ ' , '{[Europa, ~s posible ver cómo el modo precedente de contar la
cialmente dentro de sus parámetros europeos. 2 historia (con Europa como su centro) estaba de hecho gene-
rado y mantenido por el modo en que el proceso era experi-
Los efectos de esta globa1ización de la historia de la niO-<. mentado,dentro de Europa.Era una historia contada a través
dernidad son profundos. El primer efecto -en realidad,' el , dda experiencia de la exploración desde Europa y del des-
principal intento- es una reelaboración de la modernidad" ,"cubrimiento de tierras y gentes no europeas. Era una historia
que no sea una mera extensión de la propia historia, int~r~,l% conta?a desde el punto de vista de Europa como protagonista.
de Europa. El objetivo ha sido precisamente el de desp'l;¡zt~ i;?Glob~li:lar esta historia permite la comprensión de su posicio-
Europa del centro. Así: Ji,f~aIid¡td, de su circunstancialidad geográfica.
.. : Tercero, globalizarl espacializar la historia de la moder-
;!¡, tid<\~j permite realmente ver cómo el discurso tipo de aque-
,/ his~oria fue utilizado para legitimarlo. Es a través de ese
ISCurso euro-céntrico de la historia de la modernidad que el
').~ 1;
krrecto (concreto y altamente político) de generalización de
". NT: En el original inglés, juego de palabras entre «dislocating» y .dJi' ,
cating» . . h ¡iJ!I.i", . arma de estado-nación por todo el planeta pudo ser legi-
2. Stuart Hall (1996), "W hen was the 'post-colonial'? ThinkJOg at t en¡Útf.
en lain Chambers y Lidia Curti (eds.), The post-colonial question: com
mo ~
divided ho,.izons. Londres: Routledge; pp. 242-260, cita de la p. 250. ' ~. BaH, op. cit.; p. 250.

,/
132 133
timado como progreso, como algo <<natural». Aderná walk er ha defendido a propósito del caso particular del
proyecto --el de la división de la Tierra en entidades ;~I~~ueI co¡1lo
o-nacJOn:
.,
con fronteras- era solo un aspecto, aunque particula ItlCas , Estad
. rl1l.en
poderoso, del desarrollo de una manera de Imaginar la' ",le teorías de las relaciones internacionales son más inte-
Las
turas» y las «sociedades» de modo más general, y en par:·«CUl. es como aspectos de1 mun do po l'ItlCO
. contempora- ,
'[esa nt '
de conceptualizarlas como teniendo una ,relación esp IC~filat Ue necesitan ser explicados que como explicaciones
eCI e oeo q d'
con el espacio. Tanto las culturas como las sociedades tu a de la política mun lal contemporánea. Como tales, pueden
.
Imagma . das como temen
. d o unai ' , .mtegra1Con e,sp eroq
re aClOn . .'r,' ers e como un discurso característico del estado moderno
. l' . d Y
re 1atlvamente Imita os. a su vez -un aspecto sobre el'
, aClOs v como una práctica constitutiva cuyos efectos pueden
reflexionaremos más adelante- ello se reflejaba en un ,enfo qu1¡¡ . rasu'éarse en los más remotos intersticios de la vida coti-
característico del espacio en general. Los «lugares» pasa~¿~u,:
{~,) s
diana.
ser visto.s como limitados, con su~ propias aute~ticidades'get
neradas mternamente, como def1mdos por sus dlferenciascoll En otras palabras, esa forma previa de entender la mo-
otros lugares que estaban afuera, más allá de sus fronteras: Es' "dernidad permitió el establecimiento y la universalización
un enfoque que aún es dominante en la actualidad. TalcJ;~ ' de .determinados marcos teóricos/conceptuales que a su vez
Gupta y Ferguson argumentan: . ' apuritalaron la aplicación material de ciertas formas de organi-
,'1'/; zar tanto la sociedad como el espacio.
Las representaciones del espacio en las ciencias sociale~ En cuarto lugar -y de nuevo como parte de lo que pre-
[y, podría añadirse, no solo en las ciencias sociale, s slno11 1';
iertde¡'el proyecto postcolonial de espacialización-, al volver
también en los discursos políticos y populares] son ,no- a explicar la historia de la modernidad a través de la globaliza-
tablemente dependientes de imágenes de fractura, rúpt¡Jr,{1 ciqllse 'dejaron al descubierto las precondiciones de la moder-
y división ... La premisa de discontinuidad es el pUhto ,d~ nidad y los efectos de violencia, racismo y opresión. Es aquí
partida para teorizar el contacto, el conflicto y la/contr~~, qtie tl'i[n contada historia de la pregunta a la modernidad de
dicción. 4 ~¿";~ Toussaint-Louverture es relevante. En su crítica a la etnocen-
¡~rici?ad de la versión de la mod$fnidad de Foucault, Bhabha
En otras palabras, nuestro punto de partida es muy."a me~.~ eSCrIbe: ),
nudo una imaginación de los espacios que ya están dividi~os,:1
de lugares que ya están separados y limitados. Lo que esta~b Lasrlimitaciones etnocéntricas del carácter espacial de la
cuestión aquí, pues, es tanto la manera de organizar ' elesp~ ¡tnodernidad de Foucault devienen visibles inmediatamen-
cio y de controlarlo como la manera de conceptualizarlO• ~,: ", te si tomamos posición, en el período inmediatamente
';;' ~

th~o~·. ~~B.J. Walker


(1993), ¡mide!o~tside: international relations
. , ' identÍt)'.
4. Akhtl Gupta y James Ferguson (1992), «Beyond culture: space, I 'p. 6. ,15 political
and the politics of difference»> Cultural Anthropology, 7; pp. 6-23, cita de a mbndge: Cambndge Umverslty Press; p. 6.

134 135
postrevolucionarío, en Santo Domingo con los jaco .fenas>
. ; t>"lobales dispersas; desde la evolución pacífica a la
• 9
negros, más que en ParÍs.6 . 1 ncia Impuesta.
VIO e

Toussaint-Louverture, líder de los esclavos rebeldes directa a 10 ante-


siempre en mente los principios de la Revolución F ' "'E
" nq UI'nto lugar, finalmente, y en relación
. .
;. 1 ' exposición de aquellas precondIClones y efectos revela
(modernidad). C.L.R. James escribe:
" l'1°t~J:a historia. d~ la modernidad co.n:~ algo qu~ ti.ene que v~r
Lo que significó la Francia revolucionaria estaba "aq ' PestablecImIento de una «pOSlClOn enunClatIva» que (1)
con e , ---~lCU
; ';;,; . 1ar, rec 1ama ba unlversa
. l'd
1 ad , pero que (")
11 no
nentemente en sus labios, en sus declaraciones
su correspondencia ... Si estaba convencido d; ser) de hecho universal o generalizada. En otras
Domingo se desmoronaría sin los beneficios uno de los efectos de la modernidad fue el estableci-
nexiones francesas, también lo estaba de que la una relación poder/conocimiento determinada que
nunca podría volver.! aba en una geografía que era a su vez una geografía
(poderes coloniales/espacios {;olonizados). y en el
Por supuesto, estaba «equivocado». Como señala . postcoloníal es cuando se han empezado a pagar
tuvo que aprender «la trágica lección de que la ';o~uencias. Porque poner al descubierto esta geografía
moral moderna de la humanidad, consagrada en el alzamiento de voces localizadas fuera del foro acep-
la Revolución, solo alimenta el arcaico factor racial modernidad- ha ayudado también a descubrir y a
ciedad de la esclavitud» y Bhabha pregunta «qué la relación poder/conocimiento.
nosotros de aquella conciencia dividida, aquella esas formas, por tanto, la globalización/
ecolonial' de los tiempos modernos y las historias ón de la historia de la modernidad ha proporcio-
y de esclavos?».8 En otras palabras, (algunas de) interpretación, y por tanto ha cuestionado, tanto el
diciones materiales y efectos del proyecto de la de dominio como el sistema de conocimiento y repre-
cuando se ponen a la luz de este despliegue espacial, s
misma historia que cuenta de sí misma: ,¡':'lHonces,esto dice mucho sobre las manera de pensar
las maneras de no pensar) el espacio mismo. Del
Esta re-narrativización desplaza la «historia» des evidente, la versión estándar de la historia de la
dernídad capitalista de su centro europeo hacia -como una narrativa del progreso emanando
representa una victoria discursiva del tiempo
pacio. Es decir que las diferencias que son realmente
6. Homi K. Bhabha (1994), The location of culture. Londres:
244 [Hay traducción al castellano, El lugar de la cultura. Buenos son interpretadas como diferencias en desarrollo
2002]. ,'
7. c.L.R. James (1938), The black Jacobins . Londres: Allison an?,!
290. '
8. Bhabha, op. cit.; p . 244.

136
137
temporal - -diferencias en el estadio de progreso ale temporalidades (es decir, diferentes del majestuoso
nz a as
Las diferencias espaciales son reorganizadas Como a d2· deptr hacia la modernidad/modernización/desarrollo
. tempora1. A SI,' E< uropa OCCl'denta1 se entiendUna s'e- pfO do
greSOen el modelo europeo OCCI'd. ental!. Verdaderamente,
cuenCia
«avanzada», otras partes del mundo como «algo más e c,OIl1~ basa toS términos -sobre la eXIstenCia de otras tempo-
. atras» " en des
eS e histonas- '1 . 1a e1 argumento
otras como «retrasadas». Re-etiquetar eufemístieamente '«r,y. es "d en os que se artlCu
trasado» como «en desarrollo» no altera el proceso de e- rah a la formulación dominante de la modernidad, En otras
., , .1 " d' ra
la vanaclOn espaCIa en termmos e senes temporales.
pensar
" con t s. para que coexistan diferentes temporalidades debe
No obstante, el impacto es más complejo que una si .' t. 1
paal bra , .
h ber espaClO,
aniq~ilació~ d~l
total Ciertame~te,
espacio. esta orde,naci~~: a Este acto de globalización, por tanto, nos ha aportado algo
las diferenCias coexIstentes (o sea, espaCiales) en una secu~ ..... sobre el potencia! de la. misma espacialidad',Subr~y~ del modo
· f' D1 d
t~mpor.a l .tIene e ectos Importantes. e .mo o más significa:.
nCla , " claro la coeXIstenCia temporal de narratIvas dlstmtas como
masacterística
. inherente d i ' 1 En 1as fi guraclOnes
.
tlvo,. elll~ll1na, o por l~ men~s reduce, la Imp?rtaneia realY'~' e o espaCIa. es-
medIda Justa de las dIferenCias reales que estan en cuestió~~y: ;~iales, temporalidades que previamente no estaban relacio-
esta observaci?n por sí mism~ empieza a,indicar qu~ eslo',~~~ \!!nadas pueden entrar en contacto, o bien pueden separarse las
queremos deCir con <<lo espacIal». Despues de todo, com6.yá·re~; .que antd~ sí estaban rel~cionadas ..B~tjo esta lectura, lo. e~~acial
ha indicado, la «vieja» versión de la historia de la modernidad devi~ne(de modo crUCIal el dommlO de la yuxtapoSlClOn de
sí tenía algún concepto de espacio: como partido y,limitad;:'" ~arr~~iva~ disonantes. Los lugares y los espacios, más que loca-
por ejemplo políticamente, en estados-nación. Lo qúe está. en lizaci<,?nes con coherencia propia, devienen focos de encuentro
cuestión es que tomó las diferencias espaciales y las reconlp~~ delo~orelacionado. Aún más, si eso es así, entonces lo espacial
como secuencias temporales. Este acto es el que resta .~~ un: . s.~ convierte en generador de narrativas. Al poner en contacto
portancia real a estas diferencias espaciales, las despojade«!a distintas temporalidad es, lo espacial provoca la interacción, la
medida justa de las diferencias reales que están en cuestiÓM . Cual ,pone en marcha nuevos procesos sociales. (Y a su vez,
I

Ello implica que reconocer auténticas espacialidades requiere e~oenfatiza la naturaleza de las narrativas ya no como reve-
conocer un mayor grado de diferencia y un tipo diferent~ ~~i, lad2ras' de alguna historia internalizada [algunas identidades
diferencia: uno que contemple la existencia de trayectorias que ' ya establecidas] -la historia autoproducida de Europa- sino
tienen al menos un cierto grado de autonomía respecto;!.' sobre ~a interacción y el proceso de constitución de identidades:
(que no son simplemente alinea bies en una historia ~:noclón i:eformulada de colonización). Esta manera de «ha-
Empieza a emerger así una conexión entre la espacia '" cer globalización» por tanto -de espacializar la historia de la
real y la posibilidad de historias diferentes y la existenc!fl,,, modernidad'
d~ l ' . - empIeza a espeCi'fi car 1a contn' b ' 1
' , potenCIa
UClOn
alteridad.
.
' 'd la
il;'
?
es .espaclal a la teoría social. Es una aproximación que une
' . l ', oral e
1r Olllcamente, entonces, a estructuraClOn temp . ,ae'.' ~~CIO y tiempo, la espacialidad y la temporalidad, y obliga a
geografía de la modernidad no solo no es una repr,.e~~?(.dad kglobOs all' plur, ~.1 e
uenta l
una'lIstona
" genumamente espaezaL . 'd e
lo espacial, sino que es también la represión de la pOSI 1I . '" a lzacIon.

138 139
L a globaliza ción no esp acializada
,e, s Ya este respecto las aliteraciones son de particular
auca·
No obstante, y tal y como se acaba de describir, aUn '" geog~. menudo revelan, por los efectos que esperan produ-
que
término globali zación ha sido ciertamente utilizado d el i~ ¡Jlteres. aeog rafía imaginativa que aún sabe qué es «lo exótico»
' d . .
manera so fi stlca a para, genu1l1amente, espaclalizar la
euoa " una g.«lo bana1» y cuan
el", / d o se 1os 11eva a una yuxtaposlClOn
. "
ue es
tiva de la modernidad, el concepto «globalización» Se :~;:a­ 1q da [aunque a menudo se trate de un tropo J).
1za , espera
de hecho de una manera mucho más laxa por parte de lostl . IJl, D todos modos, este mantra, utilizado a menudo como
démicos, los políticos y en términos comunes. La difer ac~, \ :lirninar del estudio en sí, es también una evocación con
entre estas dos maneras de utilizar el concepto es impor~ncla ' un pr odero sa visión. Es una visión de un espacio inmenso,
·· d' ante . a
porque (por 1o menos b aJo mI punto e VIsta) mientras . :. j u.n ;tructurar, libre de barreras y de una mixticidad gloriosa,
· 11 . l" . , . . qUe Sine . . . b" .. ,
el pnmero eva a una espaCIa IzaclOn genuma, con todos r i , ''', leJ·a. Es tam len una VlSlOn que, pese a que aparentemen-
efectos productivos-disruptivos que se acaban de presentar,~~ ''''' comp , . en su reconOCImIento
bu;da .. d I ' 1(aunque h abl an-
e.o espacia
segundo no lo hace. Además, a causa de ello -y este es el Pun- ~aal
uO
rnismo tiempo de su aniquilación), me incomoda. Y lo
. d
to importante- esta noción laxa de globalización está sujeta:~ hacé p()r cuatro razones 1l1terconecta as.
muchas de las críticas que ya se habían hecho de la historia~& En primer lugar, en esta época de comprensión del signi-
espacializada de la modernidad. ' ficado ;'de las construcciones discursivas, exhibe una curiosa
La globalización es, en la actualidad, uno de los términos .áceptación de la «factualidad» material de las historias que los
más poderosos y más frecuentemente utilizados en nuestras (algunos) economistas cuentan. Hay una extraña y perturba-
imaginaciones geográficas y sociales. En su versión extr~nÍa dora anomalía ahí. Es como si, en un movimiento hacia un
(que, a pesar de su «extremismo», es muy popular) apela a q~a mayor compromiso con lo social y 10 cultural, 10 que por sí
visión de una movilidad total sin restricciones, de un espació mÍsmo es parte de un rechazo positivo y más amplio del eco-
libre de barreras. En el trabajo académico, especialmente quizá' nomicismo previo, hayamos huido de contemplar seriamente
en sociología y en estudios culturales, se presenta típican'ie.H:!f"i laecon?mía. Pero el resultado irónico de ello es que «10 econó-
te como un resumen de globalización económica en unos,~ .mico» áún cuenta, solo que ahora actúa como el fondo esencial
párrafos previos al tratamiento de algo «más social». En el, y.a menudo no cuestionado de nuestras historias de 10 social
peor de .Ios casos, se ha convertido en una especie de ~~t~~':;;§I~ riloculfural. Asumimos que «hay» globalización económica
Determmadas palabras y frases aparecen de modo obhg~~0'"fi . " ~nte~,,. de entrar en los resultados complejos y matizados de
rio: instantáneo; internet; comercio financiero; los márgeneS . nuestras propias investigaciones. Se trata de la reintroducción,
invaden el centro; la aniquilación del espacio por el tiempo.~, por omisión y por tanto inadvertida, de una clase de persisten-
estos textos, la economía mundial emergente queda caRtur~,a te economicismo
en una economía icónica: referencias a la CNN, MeDonal
Sony. y sesudas aliteraciones se esforzarán por transrnjti~,.,?y.
t }laaceptació~
Clon ec' .
de una versión determinada de globaliza-
J> . ' onOrnlca como telón de fondo acarrea otros efectos.
laberíntico de todo ello: Beijing-Bombay-Bamako-Bu~n1e~ , rnreclsamente a causa de su falta de especificación y especial-
" d . 'nacloJl
(L o que esta en Juego en to o esto son nuestras Imag l ,jo ente a causa de su falta de análisis de sus causas -más allá

.
~.
140 J' 141
de un irreflexivo determinismo tecnológico- esta Vers" , dominantemente se produce en los países de! Norte
la globalización económica llega a tener casi la inevita~~? de qtJ~/re do. Es un discurso que tiene sus instituciones y sus
de una gran narrativa. (En la «historia» -léase, con el lldaq.
cambo del ;~~nales: el Fondo Monetario Internacional, el Banco
tecnológico- estas cosas ya pasan, ¿no ?). La globaliz ",.l~ pro eds~ l la Organización Mundial del Comercio, los gobier-
1KtJJ1 la, d' .
por tanto, es inevitable. Es como la historia del progres a~o~ , ¡Vl identales. Es un Iscurso que es normatIvo; y es un
modernidad. Y con ella viene de nuevo y como en el c~ ,ela
oS oCC
0.
curs o que tiene sus efectos.
discurso de la modernidad, una imaginación de las difere ~e¡ ° . " deI mundo del fu-
dls ,En los países del «Sur» es esta VlSlOn
. 1es y tempora Ies. D e nuevo, 1as d I'f
espaCia ' espacialnC1as
erenClas (COrno espacio de comercio global sin barreras) lo que
,
reunen b'
aJo elsIgno
' d I ' temporaI . ¿Malf y Gh
e a secuenCia ,es sed" turo ' . ., d 1 d . 1
' ite la imposlclOn e os programas e ajuste estructura.
~odavía, no están en la comunidad global de la comunic~9i~Jl'" ;r;:todos sus ho:re~dos y bien documentados efectos de
111stantanea? No se preocupen; pronto lo estarán. Pronto se' larización, de pnvaClOnes en aumento para los ya pobres y
rán, en lo concerniente a esto, igual que nosotros. ,." , ' P~ecialrnente para las mujeres. Es esta visión de la inevitabi-
Esta es una visión aespacial de la globalización.~as dife"' f¡da4,(i~rernediabiIidad) de esta forma de globalización lo que
rencias potenciales de las trayectorias de Malí y Chad e~tá~:' !egit¡~á la aplicación de la orientac~ón. a l~ exportación en la
ocultas. Se asume que siguen el mismo (¿nuestro?) catp.in~ ,de economía de un país tras otro, la pnonzaclón de las exporta-
globalización. Como el espacio ha sido fijado bajo el si~n~Jt' cioness8bre la producción para el consumo local. En otras pa-
í;bras,')~ste discurso de esta forma particular de globalización
• "o • • ii): ' i?;:J",;:
tIempo, estos paises no tienen espacIO -preCisamente- ,\\.ue
cuente diferentes historias, que sigan otros caminos. , 4f es, wi 'componente importante en la continua legitimación de
Lo que se ha olvidado en esta economía icónica con" ~~' "'¡á"visión de que hay un modelo determinado de «desarrollo»,
implícitas inevitabilidades es que la globalización ec6'nóffiica' 'tina ví¡il línica a una forma de «modernización».
puede tomar formas muy diversas y, lo que aún es más 'inipiii:t"" También en el «Norte» (e! «Primer Mundo»), este discurso
tante, que la «economía» es también un discurso. Es honr'de de la globalización tiene efectos: el constante hablar de ella, su
que llevemos nuestras habilidades reconstructivas tambiéifa intefminable descripción de un modo particular, son parte de
este campo. Porque, de modo crítico, lo material y lo diseuES!' un'pr?yecto activo de su producción. El discurso se convierte
vo, van entrelazados: la manera en que imaginamos la gl@bali,~ en.ja ,base precisamente para las decisiones para llevarla a cabo.
zación afecta la forma que esta torna. .' ,*114~ ~a:fitma de la Ronda Uruguay del GATT la llevó un paso más
Lo que nos lleva directamente a la segunda fuente1ef~1 ~~,'la Organización Mundial del Comercio está comprome-
incomodidad con la visión de la globalización caracte[lz~a,,~ ti i~' en producirla, la Sra. Thatcher en uno de sus primeros
.. . restnccIOnes.
.. p I a'tma ginaél On
por un mOVimIento S111 orque " '~F, . actos
fin .coro' . .
o pnmera mll11stra en 1979 abo l"10 1os contro1es
de la globalización en términos de espacio libre de barr,~~ de~cleros/monetarios. Es una demostración extraordinaria
armoniza demasiado bien con la poderosa retórica del ne~ yec a mezcla total de «representación» y «acción» en el (pro-
beralismo sobre el «libre comercio». Es un element.? .ce~o Un :od de) producción de una espacialidad determinada. Por
de un discurso elaborado, político y poderoso. Es un dlse a 0, la globalización (en esta forma neo liberal concreta e

142 143
incuestionada) se representa como completamente i . .. , . . ación muy diferente: en lugar de un espacio dividi-
lleVlt bl
una fuerza frente a la cual debemos adaptarnos o ser ha e: tJ11a lJ11agl~o tenemos aquí una visión del espacio abierto y sin
1 1
al o lvido. Por otro lado, algunas de las más poderosas e: .ados .gr.' cerraPero, ambas f
d ' . /
unClOnan como lmagenes en as que e
del mundo e~tá~ ;otalmen:e d~:ididas a su Producció~~~~Ci~ barr~as. hace. Ambas son geografías imaginativas que legiti-
n
a toda esa agltaclOn y obstmaclOn d emostrada por los s \ ~t~ , plu °
seque lo hacen en el nombre (naturalmente sin decirlo)
fTlíz , ~derosos Y de aquellos de quienes son la imaginación.
· "
«menos dmamICOS» de Ia po bl aClOn
' / y 1a economía del ectores . an
aque 11 os que tIenen de loyS R~mbargo -y esta es la tercera razón de mi incomo-
/
(1 ease: . " ' , d 1'f erente delInUndo
una lmagmaclOn '" .
lllun stn 1 b -l' . , 1 •
do). La duplicidad de los poderosos en esto es profunda - 'd d OH la noción de g o a IzaClOn- es rea.mente mexacto.
líderes económicos mundiales se reúnen (en Washington;~;;' di.~ Ctel11ente, el mundo no esta totalmente globalizado
o Davos), par;! congr.atulars~, ~la:dear y reforzar s~, P9d~río . EVlare:iera que sea su significado); el mismo hecho de que
un podeno que consIste en mSIstlr en que ellos (nosotros)'n~ J nos sé esfuercen tanto para que 1o sea, es una eVI'd encla'de
,(eu q ji

tienen poder: frente a las fuerzas de mercado globalizadas "¡!completo del proyecto, Pero es más que una cuestión de
j

hay nada absolutamente que se pueda hacer. A excepción; na~ que esté inconcluso: es más bien una cuestión de esperar a que
turalmente, de avivar más el proceso. lósrezagados se pongan al día (gran parte del Tercer Mundo y
Esta visión de la globalización neoliberal, por tanto, no,es aquellos inmovilizados en el Primero), Una vez más, como en
tanto una descripción de cómo es el mundo sino una im~gea'lí~1in , e1'casode la modernidad, se trata de una imaginación geográfi-
en la que el mundo se hace. Pero esta visión, una vez que Se I ca que ignora las brechas estructurales, las necesarias rupturas
ha lanzado e instalado como hegemónica, prop<;>rcionaé.li y'desigualdades, de las que depende la proyección exitosa de la
contexto para las acciones de otros. En particular, propd;ci~; visiónmi~.ma. Se trata, yo diría, de una imaginación geográfica
na la excusa para la inacción. John Gray, habiendo ,asuinido~ 'j. quejignorasu propia espacialidad real.

esta versión de la globalización, pasa a argumentar que -":por' Consideremos por un momento algunas economías icóni-
tanto- las posibilidades para una socialdemocracia"dtáft. ,' casrdlternativas. En primer lugar, Birst y Thompson argumen-
acabadas. !O Los gobiernos conservadores encabezan el dediv~ . tanque la~¿nayores economías nacionales del mundo no están
de una considerable parte de la industria manufact¡jrera,'--~ '¡~más,a:biertas en términos de comercio y de flujos de capital de
explican que el crecimiento debe provenir ahora de las_!nv~:. "IQque IO,estaban en el período del patrón oro. 11 Es más, seña-
siones en el interior. Tony Blair se pone las manos en la~·¡;Ii'TJI''Í' " ~n:el hecho de que, por término medio (digamos durante el
ante sugerencias de políticas sobre impuestos y bienestar;~; ~,o,sigl~)
no ha existido una dirección de cambio unilineal.
cial más progresistas (<<no podemos hacer eso: tenemos.la. gI , " "ontrano, los grados de obertura han fluctuado en el tiem-
balización, ¿sabe?»). Al igual que en el caso de la rnoderntdal
tenemos aquí una poderosa geografía imaginativa. Se ~
~i{if , ~!/aul I;íirst y Grahame Thompson (1996), Globalization in question: the
. l' and the(01ll" t 'Glob~ra ~Conomy and the possibilities ofgovernance. Cambridge: Polity Press,
10. John Gray (1996), After soci,¡/ democracy: politics, caplta Ism '.
So~~dingsl~t(lon:
19 ten frequ endy asked qll cs tions and so me sllrprising answers»,
mon life. Londres: Demos. , 96); pp. 47-66.

144
145
po según la naturaleza del desarrollo economICO. S , ueden mover con relativa facilidad, y los pobres y sin
Hirst y Thompson también realizan algunos cálcul egUndo, q Ue se,pc1'o'n contra los cuales las barreras se alzan con mayor
s 'fica
las formas del fluj o que generalmente se dice que car: s~bre'iW
,
cU<1JJ • 12
cla
; ¡sten . " fi 1 1 b l' . , . Al
tJIS Nada de esto slgm ca que a «g o a lza~lOn.>: no eXIsta ..
la globalización actual. Lo que demuestran es una Co eterIZar(
ción geográfica bastante espectacular. El 91,5% de la i:een~ra, 1 ' . la idea es que esta es una globalIzaclOn de un tIpO
.
extranjera d'lrecta se ll1Vlerte
.. en aque11 as partes del VerslÓn, ontrarIO, ' , .
c . Jar que es producto y forma parte ll1tnnseca del dlscur-
en las que solo vive un 28% de la población. La eif~Ulldo pa~J~Um;Yimiento libre y sin barreras que el neoliberalismo
el comercio es asimismo alta: el 80%. La cuestión inrnad~~: 50 e rte con gran parte de los estudios sociales y culturales.
p
aqUl,, por tanto, es 1a natura1eza a1armantemente desigue 1lata d f.m ; supuesto, una de las características de esta forma de
la incorporación de las personas del mundo a la globaliz a . ,e , iob:lizición (en contraste con los supuestos básicos de equi-
· 1mente d ' A"un mas -tercer h~aCIOhn'
ta1 como es h . abltua escnta. ~b~¡O en ios que se basa la teoría neoliberal) es que exacerba la
icónico alternativo-:-. se tra:a de una desigualdad produ,cz~~. ' ,Jsigualdad tanto dentro de los países como entre ellos .
Una de las caractenstlcas mas notables, aunque menos adver- •,.e Además, aquellos pocos hechos económicos icónicos alter-
tidas, de la desigualdad en el actual tipo de globalizaciótl,~., nativos de la forma actual de globalización ponen de relieve algo
que existe entre capital y trabajo. No hay un mercado DJás: que la repentina conciencia de globalización en el Primer
para el trabajo como el que hay para el capital. " Mundo no puede ser el resultado de una nueva «apertura» en
el capital -en forma de transacciones financieras, inversiones g~¡¡eral. Como hemos visto, en muchos sentidos la apertura no
y mercancías intercambiadas- verdaderamente se ha movido ei:¡lUeva..Lo que ha provocado esa oleada de interés son los
con total libertad en el período más reciente, y ha sido i~cita· tfumnos ~uevos, y la geografía, de dicha apertura. Ahora es el
do a ello bajo la etiqueta de «libre comercio», las pedi:mas,no " .. Primer Mundo el que está sujeto a la inversión interior (y por
han sido estimuladas de ningún modo a moverse. El G~pital supuesto, el 72% de la población mundial está fuera del ámbito
puede moverse por todas partes en búsqueda de las m~jore's deja mayor parte de ella). Son las ciudades del Primer Mundo
oportunidades para invertir y es mirado con asombrop~r, su ~,9ue, p~r término medio, están experimentando la llegada
flexibilidad y capacidad de respuesta cuando lo hace. Ntásí de'personas de otras partes del mundo. Como se ha señalado
con el trabajo, la gente dispuesta a recorrer el mundo~n ~~s~ · r~e~~do, gr.an parte del trabajo sobre diásporas e hibridación
de trabajo son «solo» considerados como migrantesecon011llj , avelUdo estImulado por la famosa «llegada de los márgenes al
coso Se levantan barreras contra ellos y, entre las princip~es ¡camentro». (~sta era la provocación para re-contar la historia de
áreas del mundo, se fijan en su lugar. Las migraciones iiltef~~ d "d .
his" 'o. ern~ ad). En este senudo, se reconoce ya que esta es una
cionales por supuesto continúan pero se reducen y~e regtl ~ .. l tona Contada desde el Primer Mundo.
. laque
se controlan. Bastante diferente de la exhuberanCla con , la
es.cele~~ad.a la libe:tad de movimie~to del capital. Ade~:S;ÍI' ~t 2. Russ Il K'
mlgraClOnll1ternaclOnal restante esta claramente segr~g 'rti!Y k
""!Sey y p e Ing (1995), «Migra tions, globalization and place», en D oreen
tre los ricos, aquellos con cualificación o dinero para lUve" . ~ord: Th at Jess (eds.). A place in th world? Naces, cultu res and globalization.
'. e Open University y Oxford University Press; pp. 5-44,

146
147
Salvo que, esta es una historia del Primer Mundo llJ.' '
oda que aquí tenemos dos verdades aparentemente
~les,
lo que se dice. Porque los márgenes no han llegado al as de
E sta es la visión de aquellos que ya están «en el cent centro. .De
cUtl dos imaginaciones geográficas completamente
ro» Yd .¡Jldls s que son esgnml . 'd
as por
d P
separa o. oco
.
aquellos de la periferia que han logrado a través de lo • e d~ rente ' . '. , Importa , que
instalarse en él. La mayoría de dos márgenes» han est ~ ~n()S e
' an con
tradictonas, dado que funCIOnan. Y aSI, en esta epoca
d d
trictamente excluidos. Y los cambios actuales en las pa I?' es. se '-la globalización, tenemos perros rastrea ores para etec-
d
. ' , 'm d'lcan que muy pocos de e11os podrán Heo ltlCas
de ITIlgracIOn e erso nas ocultas en las bodegas de los barcos, personas
"
e1f uturo proxlmo. Su 11 ega da esta" siend '
o activamente garden
evit
~
¡ar Pdo al intentar cruzar el Río Grande, y botes cargados
munen . b l' 'd d
, .~odo lo cu~l.ueva a mi cuarta y ú.l:ima fuente d~pre~c: ,
onas que ll1tentan « uscar as mejores OPOrtUOl a es»
;'" ,de' pers , 1 d' , E d bl'
diénd6se en e Me lterraneo. ste o e llnagmano, en e
' . 1
paCIOn a propOSltO de esta formulacIOn de la globáliz a ,.'/ "(1t
'.
Nos devuelve de nuevo a la forma dlscurslva de la vis"
Clon. ~V,n ohecho de su dualidad, de la libertad espacial por un lado
ff/tsm«derecho al proplO . 1ugar» por otro, f ' a f avor de 1os
neoliberal de la globalización: es decir, como esta imagin~O~ re! unCIOna
, ue ya son poderosos. Ellos pueden tener ambos.
mundo. Pensemos, para empezar, en algunos de los más§rmes
q1, - > nuevo hay aquÍ ecos de cómo se ha contado la histo-
defensores del libre comercio del ala derechista de~,j,~~p'e~tr&""
político. Defienden el libre comercio en términos que sugi~ 1~'¡modernidad, y este modo de pensar la globalización
ren que hay algún derecho evidente a la movilidad globaL"El ~"aeber estar sujeto a la misma crítica. Igual que la llamada de
mismo termino de «libre» implica inmediatamente algo bueno, Toassaint-Louverture a participar de los principios del discur-
só legitimador de la modernidad, hoy también la llamada a la
algo deseable. Sin embargo, viene un debate sobre inmigración
e inmediatamente se recurre a una imaginación geog~áfi¿a' t~ i
mqvilidad (el discurso de la globalización) por parte de
talmente distinta. Es una visión del mundo que es igual~enfe: ' pobres del mundo es rechazada de plano. El nuevo orden
poderosa, igualmente -aparentemente- incontrovertible. ' mundial de la globalización del capital (de todos modos alta-
Y, no obstante, está en total contradicción con la visión de '~ mente desigual) se fundamenta en mantener el trabajo en su
globalización. Esta segunda imaginación es la imaginación lu~ar~omo lo hacía la primera modernidad en la esclavitud. Si,
los lugares defendibles, de los derechos de la «gente ", laqras de Bhabha, el discurso de la modernidad alimentó
sus propios «lugares locales», de un mundo dividido P?i' , ",,~,.--aic6factor racial en la sociedad de la esclavitud»lJ (aun-
diferencia y la bofetada de las barreras empresariales, unaUDa, ,que 'naturalmente era todo menos arcaico) así también el dis-
ginación geográfica de los nacionalismos. En un suspiro ~te cúrso de la globalización como libre movimiento a través del
tipo de voceros asumen que el «libre comercio» s~. , ~~&do alimen:a~do
está los senti~ien~os
«arcaicos» (que.~o
a alguna virtud moral, y al siguiente vierten veneno co~n,j} ' Id"!&;'
' ea'n)' 1de; 1 !:parroqulahsmo, del nacIOnalIsmo, y de la exclusIOn
," qUe os que son diferentes.
que piden asilo político (tomados generalmente como fa s~
y los «migrantes económicos» (<<económicos» parece dn°cí " b.ntL~ historiahegemónica actual de la globalización, por
" . aD
.. -¡¿que, es lo que e
su fi Clente razon para querer mlgrar.
' o, relata Una forma muy particular de globalización. No
~
W!!1il~
a propósito del capita!?!). ~" . llhabha 'r'h t ' .
/', ,1, e Ocatlon of cultHl'e. op, CIt.; p, 244.

148
149
--
es ni la globalización de la primera modernidad ni la di ' . discursos, de hecho, simplemente contradictorios. Los
álgida del imperialismo. Pero parte integrante de su rea~ a ~ase 105 dos arte integral de la construcción de una forma parti-
(ta l como entonces ) reSI'de en 1a mOVI'1'" IzaClOn de imagin IZacIÓ
' Q d s so11 P , ', " 1 f
o de globa[¡zaclOn econormca a a que nos en rentamos en
geográficas del mundo (inconsistentes, falsamente ev,~CIOQes cilIar mento. y finalmente esta versión de la globalización
, , untversa
¡amas ' l'Iza bl es, .. pero po deros)as . lentes ' , ' ,i:ste'II1d011uevo
, ta e sobre la construcción de posiciones privilegia-
Sin embargo hay imaginaciones de una geografía q " , ' tra or parte de! que habla, fijando un marco de pensamiento
es verdaderamente geográfica. Quiero argumentar que s~e no " das P si fuera) universal. Se trata, otra vez, de una geografía
'
d e una h Istona 'd e 1a g1o bal'IzaClOn
. , que no esta, verdadera trata ' (como d d / '.
articular e po er conocumento,
espacIa Iza a. n esto. tiene exactamente l
. l' d E ' '
a misma mente
, fo rmaq_ ' /llll~ argumento es que esta narrativa de la globalización no
el relato de la moderl1ldad -como el relato de una historiO . , verdaderamente espacializada. Es una historia contada

dl "es:
. a'In-
terna de Europa- que ha SIdo tan duramente criticado por! o algo universal desde la posición geográfica de! que ha-
s
teóricos post-coloniales. Verdaderamente, esta versión b~a.Es una imaginación que ignora las desigualdades, roturas
historia de la globalización, pese a ser sobre un fenómellb ~, de base sobre las que se construye, Hace aparecer, de
pacial» (como realmente lo fue la exploración y la col~mii~cu una diferencia espacial real dentro de la homogeneidad
contada en la historia de la modernidad), está potencialme~ .na s'¿~uencia temporal (al final todos estaremos globali-
sujeta a todas las mismas críticas a las que ha sido sometida zad~s de igual manera) y por tanto encubre la posibilidad de
narrativa clásica de la modernidad. Esta es una historia de la ' una diferencia real. Se trata de una historia de la globalización
globalización que ha sido (como lo fue la historia de la 'mOl que sigue teniendo necesidad de espacializarse. y así como la
dernidad) precisamente provocada por lo que está sucediendo revisión postcolonial de la historia previa de la modernidad
en «Occidente», por las experiencias de este Occidente; en la desestabilizó significativamente, así también una espacia-
cierta medida se fundamenta (como lo fue e! discurso .fización genuina de cómo pensamos la globalización debería
sobre una ansiedad occidental (de Primer Mundo). permitirnos contar una historia enteramente diferente.
igual que la modernidad, este discurso de la glob"H"~v
proporciona una legitimación de las cosas. No es
descripción sino un discurso, una geografía imaginativa del poder del tiempo-espacio
justifica las acciones de aquellos que la proclaman, . ., secciones anteriores han emergido tres maneras diferen-
una determinada actitud hacia e! espacio y e! lugar. D~ d ~:de imaginar la relación entre espacio y sociedad. Primero,
también, como en el caso de la historia de la modernId~ r.,. ~Já la historia de la modernidad: de un espacio dividido en
trata de un discurso que simplemente no es generaliza.o ~ parcelas d . fi .d
j I ' e Un ISomor smo asumI o entre espacIOS ugares
' /1
generalizable. La globalización actual de! capital, por lo menE! 6u~ ~ras/sociedades. Segundo, está la noción del espacio de
de momento, se basa en mantener a los otros en s
u lugar. <,
artO': tt~,~oy
,aclon si hegemónica:
b el espacio de la historia de una globa-.
dis:u,rso de! «otro.», de fronte~as cerrada.s y.teme:o:~~ ~j.son'¡j, ~.¡", n arreras. Ambas visiones del espacio son, como he
qUlahsmos defenSIVOs, no es l1lnguna relIqUIa anngL , ' ,!¡~ltIentado
"'' V,
d fi . 1 1. 'l' d
, e CIentes, En am JOS casos se [Jan lnOVllza o

150 151
historias que, de hecho, aniquilan su espacialidad, enl las «culturas» y las «sociedades» también pueden
las diferencias espaciales pierden toda posibilidad de a de esta manera.l.\ Como constelaciones de relacio-
mía por su arreglo discursivo en una secuencia tempor 1 . C1
.'ales configuradas como formando un espacio-tiempo.
ambos casos, también exageran sus argumentos (por a. 50 .
."'rO son abIertas, .
porosas, lllventa das y partlCu.
. 1anza
. das
de un modo suave). No hay isomorfismo simple núe d i ' ., P d
r .... ?ii roducto e a ll1teraCClOn. ue e tratarse e una «co-d
cultura bajo la modernidad, pese a los esfuerzos cO~~d~d local» (un grupo indígena, digamos), o un Estado-
través de la movilización del discurso del espacio) IJlúru ' donde la hibridación interna está, no obstante, rela-
cirlo. De modo similar en la actualidad, en medio ¿on un espacio particular. Pero puede ser también el
espacio de flujos de la globalización, se erigen nuevas de Paul Gilroy, más complejo y más difuso
se construyen nuevas fortalezas. entreniezclado con otras tradiciones cultura-
Pero también ha emergido un tercer enfoque p formen su propio tiempo-espacio. Las formas
prensión del espacio/sociedad. Este imaginaría de estas constelaciones pueden cambiar (y
como la esfera de yuxtaposición o coexistencia de lo hacen) a lo largo del tiempo. Toman coherencia; y
narrativas, como el producto de relaciones soci olverse. Espacialmente, no son ni cerradas ni exclu-
cas; sería una visión del espacio que intenta haya intentos de convertirlas en eso).
su construcción social como su naturaleza, ambas pueden trazarse fronteras alrededor tanto de
mente dinámicas. 14 En este contexto, los «lugares» de culturas: fronteras geográficas o institucio-
imaginados como articulaciones concretas de estas veces puede haber intentos de forzar su coin-
sociales, incluyendo las relaciones locales «dentro» estas fronteras sean o no trazadas será resultado
y todas aquellas conexiones que se extienden más del poder social (que, a su vez, puede ser tanto
y todo ello cargado de historias complejas y d ?como ofensivo). Pero cuando se trazan, estas fronte-
de un lugar abierto, poroso, híbrido: este es el ¡; constituirán envolturas de espacio-tiempo. Así,
punto de encuentro (de nuevo la importancia de hemos sido testigos de un período (moderno) en
en «10 espacial» la yuxtaposición de diferentes típicas las envolturas del espacio-tiempo llamadas
trata de una noción de lugar donde la especificidad ». y, con la aceptación del isomorfismo entre
local, sentido del lugar) no proviene de raíces mÍticá'§ como «natural», se desarrolló una nostalgia
nas ni de una historia de relativo aislamiento _ unidades locales». Las entidades cerradas eran
vería alterado por la globalización- sino precis en parte, como hemos visto) la manera de domes-
la particularidad absoluta de la mezcla de infl acio-tiempo de la época, de fijarlo y estabilizarlo, o
congregan aq uÍ.

(1995), "New cultures fol' old», en Doreen Massey y Pat Jess


.' In !he -World? Places, cu!t#res and globalization. Oxford: The Open
14. Véase nota 1. . ~¡;.Oxford University Press; pp. 175-213.

152
153
de intentar fi jar y estabilizar (ya q ue es una tareairn "~;"',, 1 as de los poderosos) que continú,l11 construyéndose
significados e identi,d ades e~ re~ación al tie~po-espaci;~slbler"'" ~sfo~~:zde la ?l~balización actual; ,falla en reconoc~r t~nto
y realmente qUIero deClr tlempo-espacIO, QuiZá f ' , !!, ,' . e¡) /Il c1'os divIdIdos de la modernIdad y la globahzaClón-
, l' reC\¡ espa l '
temente pensamos en, por eJemp o, «paIses» en rel ,en;
Y(
loS aeÍo-libre como proy ectos en os que son Importan-
, " aqón I o·esp' " ' ,
espaCIO-tIempo, como areas en un mapa plano, Y,slu e ';~d!';' co/ll son componentes efectIvoS determlllados dIscursos de la
bargo, pensemos en Hungría, o en Montenegro, o . lIJ.- ¡es Y" entre espacio y sociedad; y, en consecuencia y sobre
N o son areas
" cIon
Estados U111'd os de Amenca,
" '¡',los.
d e unos . en .\j¡, Cela mite muc110 so brc l a construcClOn
" d e tIempo
' ,
-espacIOS
Son envoltonos , SOCIa , 1mente constrUl' osd '
y etIquetados lllapas,.,
d . ·· " 'o de las relaClones
todo, ' de poaer 1
socIa,' 1

espaCIO-tIempo, que antes no eX1StIan no a la tal déli'~"«:¡¡r : "ir'! '; imagmaCIOn a ternat1va e a glo bal'lzaC10n
, , " ( h b' , e 1111, :,.' atcaves ". , ' , 1 ' d l , , como esta,
, " d h b' d d f ' lllI~_ vn ' b " , 1
C1ón 111 et1qu~ta o~', que an cam la O, e arma espacialilo;~ en:.relacióg a lo antenor, tam len reconocena as rupturas y
largo de la dlmenslon temporal, que SIempre han existido ,;~., desigUaldades, y las brechas estructurales dentro de ella, El
rel~ció~ a otros sitio,s ,(no hay identidades pu:-as, no ~~Yi~í.*" . 1lI~ndo global, actual no es ,s?lo algo,esplé?~idamente hibrido,
tonas ll1ternas de umcldades; estas fronteras SIempre háll sidó''f''' complejo Y mIxto; es tamblen algo sIstematIcamente desgarra-
elementos de contención), y algún día pueden dejar, de~¡¡l~J;j,./Jo,~Adewás, estas «diferencias geográficas» no son solo una
El Estado-nación (como toda sociedad o cultura) e~ un~~ci;r~' ";Y"' cú;sti6nde que algunos lugares «deban ponerse al día», Más
espacio-temporal. , , .,tli'?~"f;;, b¡~p'se , trata de ~iferencias -desigualdades profundas- pro-
Constantemente estamos haClendo y rehaCIendo los tiem~¡rJ áucidas por el mIsmo proceso de (esta forma actual de) globa-
po-espacios en los que vivimos nuestras vidas, Y la glqR~~~ ' li~~ción,
ción, imaginada a través de los lentes de esta conceptualización' . ,)1 "'y finalmente, por tanto, este diferente imaginar la globa-
de espacio-tiempo, la globalización a la que nos enfreliliam~l~ .,J~~ciÓn Len mis términos una comprensión verdaderamente
ahora es una reestructuración en toda regla y de alcance mti~i'; e:~~~ializa~.a de la globa1ización- rechazaría reunir las dife-
dial de aquellos tiempo-espacios a lo largo de líneasdete~;I€ !. .•I~,~~lasespiciales bajo el signo de la temporalidad, Rechazaría
nadas, Es una reelaboración de aquellos espacios, lugaresf' ", los relatos de inevitabilidad que necesariamente acompañan
culturas, heredados pero siempre temporales y provisiQ~etJ; narrativas singulares, En consecuencia, reconocería con
que son ellos mismos los productos híbridos de reestru.~~r~~~; , ~yor c1a~~?ad a los agentes y a los organismos, y a las rela-
,
Clones ,
preVIas, "'1'¡¡I~,":#~
, ')Ij!' '. ~!'Clones
... ' , '
de 'rpod er que estan' b' aJo 1a f orma partlcu' 1ar de g1o bal'1-
U na imagi~ación alternativa a una globalización com~,esb~." . ' . .zacl,l°b qu~ estamos experimentando en la actualidad, En otras
n
por tanto, d 1'f'lC1'1m ente po d'na adh' enrse a 1a noCIO ' , n de·camlO,
'.' ,~'" \'k pa a;?, ras abr"lfla 1a pOSl'b'l'd
na 1 1 ad a 1a eXtstenCla
' ' d e re1atos alter-
, b I d ' 1 d «espaolÓ tlvos, Imag' 1 1 b
maSIVO y a so uto que supon na e pase e un , é J:...... . :,1 P.od. d ' ,,,,, , In~r a g o a IzaClOn actua en sus geometnas l' , , 1 ' del
, d fl ' E
lugares » a un «espacIO e ' UJos », sta gran na rratlva re~",
, , i' óJl ' ésp '" 1. er el espa' , 1 ' " d
ClO-tlempo sena e pnnClpIO e su comprenSIón '
, , ' d b I d (
SUpOSICIones eqUIvoca as so re e pasa o nun c "" .. ' )' .•~. "a eXISOO, ,
.". aCta plen a,
d !turas al· . . \
simple espacio de lugares -en su extremo, e c~ cerrados.'
das); fracasa en reconocer los «lugares» (los espacIOS

154 155
LA FILOSOFÍA Y I.A POLÍTICA DE LA ESPACIALIDAD_ . El vínculo con la teorización en ciencias sociales -el
ALGUNAS CONSIDERACIONES':- - poJítl~Ode espacializar la teoría social- ha sido abordado en
Doreen Masscy
' 1Jde5afl~ ing globalisation: power-geometries of space-time»4
~Jma~!Dar la globalización: geometrías de poder del espacio-
Q!l1ag~. La relación con los c~mbios en el abordaje político es
En este artículo me dedicaré particularmente a tratar la cl,le :: ucmp principal de este trabaJo.
de cómo podríamos pensar el espacio/la espacialidadl" 5 °11
tiempos que corren, en el contexto de los debates que SOste en Os
nenlos
1 el te:~odo de introducción, presentaré las tres proposiciones
. ' de cómo podría conceptualizarse el espacio. s
y de los desafíos con que nos enfrentamos. El «espacio» es & acerca
de las cosas más obvias que se movilizan como término eri~' .
El ~;pacio es producto de interrelaciones. Se constituye a
Íl:finidad de Contextos dist~ntos, pero cu.y?S significad?s'po~; tta;és de interacciones, desde 10 inmenso de lo global hasta
Clales son raramente tematlzados o expliCItados. En tal sendd '.
lo.ínfimo de la intimidad. Esta es una proposición que no
Grossberg afirma que «con frecuencia, los rasgos m~~_ cob~i~::;
sorprenderá a quienes hayan leído la bibliografía reciente
de nuestra experiencia, por ejemplo, la distinción entreesp~~;oy'
escrita en inglés. 6
tiempo, son las menos analizadas en términos filosóflcos»/ .
El espacio es la esfera de la posibilidad de la existencia de la
En el contexto de esta semana de conferencias ~n Heidel:'"
" lÍltil~iplicidad; es la esfera en la que coexisten distintas trayec-
berg, mi interés particular es analizar los vínculos entre ' e~ta
.:tori~s, la que hace posible la existencia de más de una voz.
cuestión de cómo conceptualizar el espacio, por un lad9, cÓ~
'S~ espacio, no hay multiplicidad; sin multiplicidad, no hay
se lo teoriza en las ciencias sociales,3 por el otro, y'i!~d~~~i'
.espacio. Si el espacio es en efecto producto de interrelaciones,
explorar cómo estas dos cuestiones se relacionan cOn lo qu~,
parece ser un cambio más general que está ocurriendo en la
actualidad en el campo de la filosofía política y el pensamiellto , • -4, Doreen Massey (1999), «Imagining globalisation: power-geometries of
¡pace·time», en Avtar Brah, Mary Hickman y MáirtÍn Mac an Ghaill (eds.), Future
Worlds: 'Migration, Environment and Globalization. Basingstoke: Macmillan.
Reimpreso en Power-geometries and the Politics of Space-time, Hettner-Lecture
". © Departmcnt of Gcography, University of Heildelberg, 1999. Tr~duc~'dG ;,,1998. Heidelberg: Department of Geography, U niversity of Heidelberg, 1999; pp.
del original inglés "Philosophy and politics of spatiality: sorne consideratlonl' e~, ,%,~23;,fVersión castellana publicada en Abel Albet Y: Núria Benach (2012), Doreen
Doreen Massey, Power-geometries and the politics of space-time. HettnerLe,~!'f4. ,.,_ . . ,.¡ ~!eY:, ~n ;.~nt¡do global del/ugar. Barcelona: !cana; pp. 130-155].
1998. Heidelberg: Department of Geography, University of Heildelberg, 1:99;:. 5
, :0 . La primera parte de este artículo toma conceptos de "Spaces of politics»,
27 -42. Versión castellana publicada en Leonor Arfuch (comp.) (2005), Pensar· ;}l.~ °dreen Massey, John Allen y Philip 5arre (1999), Human Geography Today.
tiempo. Espacios, afectos, pertenencias. Buenos Aires: Paidós; pp. 101-127. , 'J,,), .~r : 'Polity Press.
1. En este artículo usaré indistintamente los dos términos. ·1' lO 6. ~aQrÍa advertir que no especifico que esas «interrelaciones» sean «sociales»
. 2. Lawrence G.rossberg ~1 996), «The space of culture, the power of sP~~~jé~ , 'i;'es;:~~cul~~. Dc hecho, lo que me ocupa princi~al:nente en este contexto es el
1am Chambers y Lidia CUrtl (eds.), The Post-Colomal QuestlOn: Co~~o~ . . , i, finici' ,:oc.lal». 510 embargo, no sería adecuado lImitar el concepto a nuestra de-
D¡Vlded HOTlzons. Lonclres: Routledge; pp. 169-188, la cita es de la pag;17 '¡cki . qUe s~n . abltual de lo social en el sentido de «relacionado con lo humano» (punto
3. También existen vínculos con las ciencias naturales, pero aqUl :ha~ eÓ ii'Ill¡~lio vdcul a con la nota 3). Si se desea leer sobre los posibles significados más
una breve mención al respecto (existe un análisis detallado, aunque preho Sp~a-ii
Jl
r<les, v: e'isocla¡" en los que a veces el término abarca interrelaciones más genc-
Doreen Massey: «Physical geography/Human geography: thinking abou
t
~pecial:e arbara Adam (1990), Time and Social Theory. Oxford: Polity Press, y
time», sin publicar). . ente los comentarios de Mead y de Luhmann.

156 157
entonces deb,e s,e~ una cualidad ,de la existencia de.la 1 ' , 'ente de una política que intenta operar a través de un
P (eel pro miso con el antiesencialismo, Esto es, en lugar de
dad. La multrplicldad y el espaclO son co-constitutivo Urah"
3. Por último, y precisamente porque el espacio es prs'd ' co¡tJclase de política de identidad que toma las identidades
de las «relaciones», relaciones que están necesario Uqo
una "d
a constltlll as e 'Inmuta bl es («muJer»,«
, homo-
,co¡tJ O Y
implícitas en las prácticas materiales que deben rea~~ente ua!» ) y defiende los derechos o reclama la igualdad para
, , d f ', d
Siempre esta en proceso e ormaClOn, en evenir, nUnc
IZarse
" se:s identidades ya constituidas, esta política antiesencia-
acabado, nunca cerrado. a . ,j.:ta toma la constitución de las identidades en sí como una
' ~e las cuestiones centrales que están en juego en la política.
Este último punto es quizá de particular importancia ,En lugar de aceptar y trabajar con las identidades ya cons-
. 'fi . h 1 ' por. tituidas, esta política antiesencialista pone el acento en la
q~e SIgm ca ~ue Siempre ay -en cua qlller momentO' del
«tlempo»- vmculos que deben concretarse, yuxtaposi2io " 'i constructi-vidad de las identidades y los objetos (incluso
'd' '( , nes
que van a traer apareja as mteraCClOnes o no, pues no tÓd ;~ eso que se denomina subjetividad política y electorado
los vínculos potenciales han de establecerse), relacione'S'Cq~S , "político), Por lo tanto, toma con precaución los reclamos
pueden existir o no. Si se imaginan así las cosas, entoncéi el ,de áutenticidad basada en nociones de identidades inmu-
espacio es en efecto producto de relaciones (primera " i,;,,:y,tables, En su lugar, propone una concepción relacional del
sición) y para ello debe haber multiplicidad (segun.Cla )í!1lUI1do .
sición), N o obstante, de ningún modo son estas relaciones dh
un sistema cerrado y coherente en el que, como se drce, «tÓdO'* ~Así, esta política de interrelaciones refleja la primera propo-
(ya) está relacionado con todo». Desde esta óptica, eLespati(l" siá§n 'consignada en el presente trabajo, en tanto el espacio tam-
nunca puede ser esa simultaneidad completa en la q~e toda~' ' bié~ es producto de interrelaciones, Desde una perspectiva más
las interconexiones ya se han establecido y en la cuai t9dos'l~s g~neraI, podría afirmar 7 que las identidades/entidades, las relacio-

lugares ya están vinculados entre sí. nes «entre» ellas, y la espacialidad que es parte de ellas son todas
Ahora bien, este modo de abordar la conceptualization'del~ 'co-c9nstitutivas, Chantal Mouffe tiene escritos muy reveladores
espacio/la espacialidad está en sintonía con los giros que ha,ha~ '1, sob~~ cómo podríamos conceptualizar la construcción relacional

bido recientemente en ciertos ámbitos en cuanto a la for~R~,¡" ?e las subjetividades políticas. 8 Según la autora, la identidad y la
que puede imaginarse la política «progresista». Auhq~e"Se~a~~ mterrelación se constituyen juntas, Mi propuesta es que el espacio
incorrecto, excesivamente rígido y limitante proponer relaCI?;,~, ,esl)ecesariamente parte integral de ese proceso de constitución y
nes uní~ocas,. de equ~valencia, las tres, proposicion,es pr~~,~~i ,
tadas mas arnba eluCidan un aspecto lIgeramente dIferente, ." ~
1, F.~i~' Véa~e Doreen Massey (1995), «Thinking radical democracy spatially», en
esta conexión. Entonces, "¡¡' lll 8°;~ent and Planning D: Society and Space, 13(3); pp. 283-288,
[11!, C~t' ~t Chantal MOllffe (1993), Th e Return of the Political. Londres: Verso
1, imaginar el espacio como producto de interrelac\one5lO . ¡1,POSt ':M
retorno de lo político, Barcelona: Paidós, 1999]; y de la misma au to-
, . ") , . , 1 gi¡tJIen SQt'ietya d af)nsm: democracy and ldentlty", en Env¡ronment and Plannzng D:
(pnmera proposlclOn esta en Sllltoma con e sur ' n Space, 13(3), 1995; pp, 259-265.

159
158
también un producto del proceso. Por lo tanto, no solo ';', sin efectos dañinos, y otras veces con consecuencias
paralelo entre la manera de conceptualizar el espacio y la ti
ve ees ' , '
"f arables); en otras oportumdades, partIcularmente cuan-
ceptualizar entidadeslidentidades (como los sujetos e drsr~spacialidad en síes una de las dimensiones de la cons-
sino que también el espacio es, desde un principio, parte ",Ag ce'\5n de la diferencia, será -deberá ser- explícito. Volveré
de la constitución de esas subjetividades políticas; ','tru ! rgumento más adelante, pero la esencia de la cuestión es
,e , este a

,a r a que haya multiplicidad (y, por lo tanto, para que haya


qu~pa b .
además, imaginar el espacio como la esfera de
2.
di'fere
: neia) debe ha er espacIO;
lidad de existencia de la multiplicidad (segunda
ción) coincide con el acento más marcado que imaginar el espacio como un proceso en deve-
últimos años ha puesto el discurso político de . rAlUll'-" como un sistema cerrado (tercera proposición),
la «diferencia» y la multiplicidad. Así, en 10 que q la creciente insistencia del discurso político en la
sido la form.a más evidente que ha tomado este genuina del futuro, insistencia fundada en un
se ha enfatizado cada vez más que la historia del por escapar de esa inexorabilidad que caracteriza
puede relatarse (y lo mismo vale para la ela ,rl'éuenremente los grandes relatos de la Modernidad. Los
geografía) desde una perspectiva distinta de la de «Progreso», «Desarrollo» y «Modernización»,
por «Occidente» (como ha ocurrido durante de modos de producción elaborados dentro
y desde una concepción distinta de la clásica todos proponen escenarios en los cuales
una figura irónicamente esencializada) del 'l,;ClVue::; generales de la historia, incluido el futuro,
heterosexual, por ejemplo. Este enfoque reconoce cnnocidos. Sin embargo, por más que sea necesario
concepciones (la de Occidente y la del esfuerzo para ponerlos en práctica y mucha lucha
sexual) son puntos de vista bastante locales y llevarlos a buen término, siempre se ha contado con
y no ya las nociones universales que durante • '0 de una convicción acerca de la dirección en que
se creyó que eran. Es un enfoque elaborado y , la historia. En la actualidad, muchos teóricos re-
sobre todo por feministas y por quienes ese tipo de formulaciones y en cambio sostienen
del marco de los estudios poscoloniales. una apertura radical del futuro, ya sea a través de
relacionados con la democracia radicaJ,9 con
La relación entre este aspecto de una política (y de nomadismo, 10 con determinadas concepciones
forma de construir la teoría social) cambiante y la
proposición sobre el espacio es de naturaleza algo
a la de la primera proposición. En este caso, el Laclau (1990), New Reflections on the Revolution of our
Verso. [Existe traducción al español: Nuevas reflexiones sobre la
que la posibilidad misma de todo reconocimiento 'estro tiempo. Buenos Aires: Nueva Visión, 1993J.
multiplicidad y la diferencia depende del reconocÍ! Deleuze y Félix Guattari (1984), A Thottsand Plateaus: Capitalism and
(traducción al inglés). Londres: The Athlone Press. [Existe traducción al
espacialidad. Con frecuencia, este reconocimiento e~ "mesetas: capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Pre-textos, 2004J.

160 161

, I
1..1.;
de la teoría queer. IJ De hecho, y como aseguraría L , ' , nuevOs, que en algunos casos son contradicto-
particular, solo si concebimos el futuro como gen .acI~~,eu c jo son , . 1 f
espa otrOS des afIan senamente a arma en que estamos
·
tea blerto po demos aceptar o adIlenr. a una nociónu1nalll
' :ll-.l'i' rÍos Y:rado s a pensarlo. Un aspecto relacionado con esta
de política. gen~lQa. ' , ~cos~, " eS que, como ya he mencionado, muchas veces no
tlon '1'
cll es S el espaclO:. utllZamOS e1"
termll1O, tanto en e1d'Iscur-
Aquí, como en el caso de la primera proposició . pe(lsa~~ano como en el académico, sin tener plena conciencia
u:~ paralelismo ~o~ mi propuesta acer~a de la concep~~tha:, ., 'i{ sot::~tjdo en q~e lo usamos: 13 O.tra ~~ficultad qu~ hace de la
Clon de la espacIalIdad. Tanto el espaclO como la histori Za , de esta de reVIsar nuestra llnagll1aCIOn del espacIO un desa-
· d h h d'd
«a b Iertos»; e ec o, a me I a que avancemos en la. ar~, .' '" a SOn ,, : res ante , es que h ay d'Iversas conceptual'IzaClOnes,
'propu . muy
., . , 1 'd d '" o"ll:\'en" , fío ,!Ute ,
taclOn, ll1tentare mostrar con c an a que las dos ape .....,..'!, .[
ere otes entre SI.
son, en. rea lla 'd' d. , d. os caras d e aImlsm.a
' mone d,a y que••cada' ",rasall . , ento~~es, y para su b rayar 1a~ d'f
" ¡, En,',esta seCClon, 1 eren-
una es Imprescll1dlble para la otraY DIcho de otro modo k\~ das 'entre ,l as tres propOSlClOnes presentadas antenormente,
conceptualización del espacio como «abierto, incomplet~' "1'1 'oalizaré algunas de las formas en que han pensado el espa-
en constante devenir» es un pre-requisito esencialpara.que:~f,~i' ~io' ciertos teóricos y escuelas teóricas de gran importancia,
historia sea abierta, y por ende, tomando en cuenta los .argu'f"'. '5"'¡¡'formas que difieren por completo de lo que aquí propongo.
mento s de Laclau, es un pre-requisito para la existencia: déh' E;te ab0rdaje de posturas distintas permitirá profundizar mis
política. propios argumentos.
En una primera lectura, podría ocurrir que las prop()sicio: 11' "W~'\iEn primer lugar, hay una larga e influyente línea de pensa-
nes sobre el espacio/la espacialidad parecieran inobjetables y' >~ , miento dentro de la «filosofía continentab, cuyo interés prin-
razonables y que, por lo tanto, fuesen aceptadas sin más. por,!; cipahadica, en este tema, en la conceptualización del tiempo,
extraño que parezca -aunque, claro está, mi deseci es'qúeel ' pero ,que tiene como correlato una idea bastante particular del
lector concuerde conmigo a medida que avance en la lectu'ri,;-,.,~ . . ,. espacio. I(Ese vínculo entre conceptualizaciones del tiempo y
esa rápida aceptación me desilusionaría. Es que tam~ién des.co~~,j 'cOhceptu~lizaciones del espacio no se limita a esa corriente
proponer que esos elementos de una imaginación revisada,~el ,., 6losófic~.; Como ~erell10s, es parte integral de muchas de las
pos~ras\\gue analIzaremos aquí. Y también es parte de mi
prop'<1 'argumentación: ambas están -coherente o incoheren-
e "-di'
' teine '" . . .
11. Véase William Haver (1997), «Queer research: or, how to practlS
O".'

1· "er nte--;,relaclonadas. En este caso, como ya he 1l1dlcado,


d
"

tion to the brink of intelligibility", en Sue Goulding (ed.), The Eight Techr;áOgtlS "'j"'se ar~~~nto es que toda conceptualization del tiempo que
oi Otherness. Londres: Routledge; pp. 277-292. '
12. Aquí hay una relación con la primera proposición. Para muc~qs'n J,b
·IJe. e a-ra,,/c~!mente abierta requiere, paralelamente, una concep-
sencialistas, la verdadera importancia de su postura (es decir, la.oposlcJfe-)es
uta
naturaleza esencial de las identidades -en el sentido de su carácter mm ddo,1 '~
que, precisa~er:te, est~ ~bierta a la ~osibilidad de cambio. C?mo ya.he :¡g:raórGá.
como se vera mas explrcltamente mas adelante, la construCClOn relaclon ~ta 1Jl\
r a do,~ al~~1 h~~ho de .que el concepto de espacio se emplee aquí y allí sin ser analiza-
la posibilidad d e cambio solo cuando la noción de «relaciones» no se J TbeProd q, Henn Lefebvre señala en los primeros argumentos que presenta en
sistema cerrado. ' , IIctton oi Space (traducción al inglés). Oxford: Blackwell, 1991.

162 163

r". 1
l1li...-
.....,

tualización abierta del espacio.) D entro de esta pri ,,' emos romper la espacialización impuesta por la mente
, V elobjeto de recuper~r ~l contacto con ~l núcleo de lo
de pensamIento, qUlza a gura em ematIca sea la d 11'nc;¡
. . , 1 fi bl ' . mera eb
Bergson,14 y su influ encia aún tiene vigencia, quizá m: l-Ienti eo Il 'rdaderamente esta VIVO, lo que subSIste solo en la
ue -ve
cularmente en la obra de Deleuze y Guattari. De mod~s parti¡ " q eIlSI' ón temporal.
se trata «nuevamente» de una cuestión histórica. qUe no dim
La segunda proposición de este artículo es que el ' , " /' 1espacio es el reino de la stasis. Quizás el enunciado
es la esfera de la posibilidad de existencia de la multip~·S~~CI9
,A.Sl, e d B
oeador e ergson en este aspecto es:
¡nas pro-v
Por extensión, el espacio como dimensión es necesari~l ,ad;'"¡
que exista la diferencia. Esto ~e opOl~e diametralmente~~ .Cuál es la función del tiempo? [... ] El tiempo evita que
propuesta de Bergson, para qUien el tIempo es la dime !l'.• ', , d~ ocurra en el mismo momento [.. .]. ¿no es acaso el ve-
' ldl
esenCIa e a' d'f . L ' nStOI!
1 erenCla .. a razon es que, para Bergson y'otros'/! . '~~eulo de la creatividad ~ la elecci?~? ¿N o es la existencia
,Vii'.
entre los que se cuentan muchos teóricos actuales, la ... • ' del tiempo la prueba del mdetermIlllsmo en la naturaleza?
cia» en sí es imaginada no como aspecto potencial deh ll1Ul •
plicidad, tal como se propone en el presente trabajo, sill0)~óm:~"" ! H~~g.quí una cantidad de puntos que reclaman atención.
cambio a través del tiempo. No se justifica detenernos aquÍ': Poremp"ezar, debería señalarse que el «indeterminismo» que
para exponer las razones de la postura de Bergson, aunqu~"mf' apáreee en la cita se refiere precisamente a la creatividad y a la
intuición me lleva a creer que derivan de la batalla que lib'¡l~si> posibilidad de la política -el genuino carácter abierto del fu-
línea filosófica contra la ciencia newtoniana y einsteniana.l1E~:;,; tur¡;¡ ¡proposición número tres!- que se defienden en este tra-
lo que a conceptualizaciones del espacio se refiere, esaJó~ca: ' baJo.Para Bergson, el cambio implica realmente una novedad,
fue devastadora. Si se define la diferencia como cambio (deí:llia' "" la-próducción de lo nuevo, de cosas que no están totalmente
sola cosa en el tiempo, en lugar de la existencia simult'án~la~~ ', 'a~~erminadas por la disposición actual de fuerzas. Entonces,
una multiplicidad de cosas), luego el tiempo es la dimensi9~~ ,~paraJBergson], el futuro está llegando a ser de tal modo que
crucial de la diferencia y esa dimensión, el único vehículO:de~ ,nunca 'puede ser una mera redisposición de lo que ha sido.»16
la creatividad. Así, el espacio queda excluido de todo procéso~ ,,,,:1<10 primero que debe notarse es que hay aquí algunas
de creatividad (en otras palabras, el carácter abierto del fun,¡;~;~ cOlhcide~cias de deseos. Tanto el proyecto de Bergson como
proposición número tres). De hecho, para Bergson, el espa~jn. }~~ argumentos presentados en este artículo bregan por abrir
era la dimensión de la representación, de la fijación, ~,fl , ~o~: ~~estrás conceptualizaciones de la temporalidad y del futuro.
namiento. Era el lenguaje de los científicos, que él opoma,a' '¡¡"::Lasegunda cuestión, en cambio, destaca las divergencias, y
vida del mundo. Es por ello que pudo escribir: ~sl° afecta lo que entendemos acerca de qué es lo que requiere
,/ ~~pacio y del tiempo. En la cita anterior, Bergson expresa
, raid'
14. Véanse en particular sus trabajos Time and Free Will [tesIS doctO ,
1889] Y Matter and Memory. . ~
15. Véase Massey, "Physical geography/Human geography", op. CIt. 16. Barbara Adam, Time and Social Theory, op. cit.; p. 24.

164 165
que el tiempo es el vehículo del cambio. Hasta ahí e ' , diva de una especial atención a las implicancias de las
acuerdo, pero ser el vehículo no es lo mismo que ser IStalllos de ,
do er h " b ., 1
fII,~, ~
es or entonces egemo~lcas so re narraClOn ~empora .
a cau' '
menos que se adopte una postura completamenteesen ' r ~~'A !o
~oCI0n. a menudo, sosteman, ese modo narratIvo (te m-
tiempo no puede empezar a existir sin cierta ayuda e:;a ISta,~ ' Or¡Jlas;e conceptualizar el mundo condujo a clasificaciones
' l " d erna 11
deClr, en tanto no se recurra a a guna nOClon e desarroll ' ' q , pora:~eles de desarrollo que ~·e.l~gaban a ~as. s.ociedades qu~
nente de una entidad indiferencÍada, solo la interaccióo ~~ de n estudiando a la condIclOn de «pnmItrvas», como SI
producir cambios (creatividad) y, por consiguiente, tie~ P~ed~ ,', eStaban fu , an precursoras d e nuestra propIa . con d'lClon '. de« d e-
obstante, la posibilidad de interacción depende de la ~o~ exr'
',1'; solo"11 ~OS». El estructuralismo defiende la coherencia de esas

previa de la multiplicidad (debe haber más de una entid:¿~~Cla '$ar~9/d~s por mérito propio. En lugar del predominio de la
que la interacción sea posible: la forma pura de la a~gunl,?¡lra ; sOcle c~ón'temporal, los estructuralistas afirman la importan-
ción consiste, por supuesto, en que la interacción ensfe/ntq; /larra ';,' . , d 1 fi .
, ,oia,deJ a coherenCla lllterna e as estructuras autosu Clentes.
integral de la producción de las entidades). De modoque~::~· Basta aquí, estamos de acuerdo.
,í¡Los problemas surgen cuando el debate se traduce -y mal,
• para que haya tiempo debe haber interacción ""\'¿'", se ,POdría
, decir- en conceptualizaciones de -y dicotomías
• para que haya interacción debe haber multiplicidad , , e/ltre- el espacio y el tiempo. Los estructuralistas argumentan
,,1 • para que haya multiplicidad debe haber espacio contra el ,predominio de la temporalidad (en realidad, de una
f ~' vi;¡ól1;lparticular de la temporalidad). En su afán por avanzar
En otras palabras, y modificando la cita de jjergs~n¡ ieVbér ' en ,esa línea, y usando una lógica que es comprensible pero
tiempo, por cierto, puede «evitar que todo exista en eluüsmo que:no tiene ningún fundamento filosófico, los estructuralis-
momento» (aunque es una manera curiosa de decirlo), :per~; tasigualan sus estructuras a-temporales con la espacialidad. El
para que haya tiempo tiene que haber en un mismo momentO" silpuestoen el que se basan es que el tiempo y el espacio son
más de una cosa, Para que haya tiempo, debe haber espadg.'i antónimos, ya que el espacio se define como la ausencia de
En segundo lugar, la escuela estructuralista francesa taJiJo, temporalidad. Como en el caso de Bergson, los estructuralistas
bién se ocupó de una conceptualización del espacio que diBet~,. "co~iraponen tiempo y espacio (para Bergson, lo primordial es
en mucho de lo que se propone aquí, y es posibledetectars~ , ~t'tiemp?, ~para los estructuralistas, el espacio), y en Bergson,
gran influencia en la obra de los teóricos que derivan o,espaclal se entiende como el campo de la stasis y la fijación.
tructuralismo, como Ernesto Laclau, por ejemplo; yi ,'., ~~o hay necesidad, ni siquiera en el proyecto estructura-
de Certeau, entre otros, incluido Michel Foucault>De ~ue~ s' b' d~ que esto sea así, porque las estructuras propuestas,
como en el caso de Bergson, los estímulos iniciales para:¡¡t . "se\l,edn carecen de temporalidad, no son espaciales en ningún
abordaje estructuralista fueron aquellos con los cuales'~UlI
Utl o dI" ,
e termlllo, SImplemente, son a-temporales,17 Se las
'd 'fi ' b . 1 bra
l'slum ~
I ent! canamos en este tra aJo, y en os que se v
~
interés real, central, por el tiempo. En la antropología ~n P" dd
' de conceptua1"lzaClOn , «estrUCturalt sta ~n~~~~~asee. Londres:
también Peter Osborne (1995), Th e Politics 01 Time: Modernity and
cu1ar, una cornente Verso.

166 167

~
111"""""'
Ig 'l l

ha denominado espaciales en virtud del supuesto sil11pl' ias espaciales en términos temporales. Las diferencias
que, al no haber tiempo, lo único que queda es el espa~ilsta de dJ.'fereJ1C .
'bc as se reorgamzan . h'Istonca:
en una secuenCIa " es una
Esa concepción de la espacialidad como stasis, Se vea' geog.rabra que presenta relaciones interesantes con las otras
zada además por la conceptualización de las estructu~a ref~r. ¡llafllO iciones mencionadas. En un sentido, retoma la posi-
. . dI' S '11118
dos Pbosrasoniana respecto de que la diferencia es temporal en
mas, que se pIensan como SIstemas e reaCIOnes fuerte '\' \
"o e lO
entrelazados. Así, el «espacio» se comprende no solo i1lente CIO • por otra parte, es la clase de lectura de la espacialidad
. " ., d eseoCla. ÚJ1 se pue d"
e Imagmar, 1os estructural'Istas habnan
' o b-
COl11o
una smcrOl11a smo como una slllcro 111 a cerra a y opuesta " g
que, s~.
d
·lacroma.
, Por CIerto, es¡J. nOClOn e espacIa 1 a se COtresa Una . '
' ., d . l'd d
· . ., d
de con 1a pnmera propOSIcIOn presenta a en este artícul
POn.
j r 'etado . . ' .', " .
J Esta orga11lZaCIOn del espacIO en termmos temporales es
espacio es producto de interrelaciones. Pero se contradice()' ( manera de concebir la diferencia que es típica de muchas de
. ., 1 d I
comp1eto con 1a tercera propOSlClOn: a e que eespacio'es'if
' pot',
i~aconcepciones moderni.st.a; del mundo. Las ~istorias sobre
en proceso de formación y nunca constituye un sistema c·'e"r··rfM;a~. áf:~" 1 rogreso (desde la tradIClOn hasta la modernIdad), el des a-
do. Fue esta stcisis de sus estructuras! espacio lo que llevó 'ásus . :~lo, la.modernización, el relato marxista de la evolución por
conocidas dificultades para pensar la movilidad de es~~es~ru~'i\!J medio de modos de producción (feudal, capitalista, socialista,
turas y la insalvable oposición entre pares tales como «lengUái comunista) y muchos de los relatos actuales sobre la «globali-
y «habla». De Certeau comenta: «[ ... ] la espacialización da 'zaáón»,19 entre otros, comparten una imaginación geográfica
discurso científico [... ] la escritura científica incesant~men!e' q~~ reorganiza las diferencias espaciales en una secuencia tem-
reduce el tiempo, ese elemento fugitivo, a la normalidad d~t!{ '·'·poral,. 1sí, los lugares no tienen diferencias genuinas sino que
sistema observable y legible» .18 ' "se ubican más adelante o más atrás en el mismo relato: la única
Así, no es de extrañar que Foucault haya dadO vueltaS «diferen2ia» es su ubicación .en la secuencia histórica.
retrospectivamente sobre el tema de cómo el espacio solia " .Este argumento no es en sí mismo original de este artí-
pensarse como lo muerto, lo fijo, lo inamovible. /c' ; ",IíB' ~~I~; F9,ucault lo ha reconocido en algunos de sus aspectos,
En tercer lugar, hay una maniobra más familiar, qtl~ 'S~ . s en la 'antropología está instalado el debate en relación con
aprecia en las ciencias sociales (incluida la geografía) y en.;i1~ . este tema.. 20 Pero lo que nunca se ha hecho notar es que esta
(t -' , '. • ',/

gran variedad de discursos populares. Se trata de l~ est:~teg¡l¡; ,p'rac.tlca reprime el verdadero significado de la espacialidad.
que en la conferencia anterior se denominó «orgalllzaCWn d~/ Oblitera, o al menos reduce, la verdadera importancia y la di-
espacio en términos temporales». '" ~. , ~~risión de las diferencias en cuestión. En este trabajo, la pro-
Cuando utilizamos términos como «avanzado», «atras~:" Ce,staes que un reconocimiento político real de la diferencia
. ·titaS
do», «en desarrollo», «moderno» para referirnos a,d1St! I , na 9ue se la entendiera más como lugar que como secuencia,
regiones del planeta, 10 que ocurre es que imaginamoS as
~
, " 'fbt 2~: ~~ase Doreen Masse.y, ImaginingGlobalisation, op. cit.
18. Michel de Certeau (1984), The Practice of Eve1"J'day Life. Berkeky:',,¿. A{4k~¡ its~~~ Johannes Fablan (1983), Ttme. and the Other: How Anthropology
University of C",l ifornia Press; p. 89. ,l, ¡ect, Nueva York: Columbia Umverslty Press.

t'
168
ir 169

--
íi'?:'
r'~
,
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que una comprensión más acabada de la diferencia te d ' ., '; C. o entre cultura y sociedad por un lado y lugar por el
or¡¡sm . ' .
cuenta la contemporaneidad de la diferencia y tambié n rla eQ JlI Las culturas tJenen sus proPIOS espacIOS.
·
en cuenta que 1os «otros», d e eXIstenCIa · rea 1, no están'
n tend'rlh
otra.. embargo, puede avanzarse un poco más en este senti-
'd . .
mente detras e nosotros SIlla que tIenen sus propias h' .e; ,
Slltlpl
. ~:supone qu~ las diferencias entre esas cult~ras
con base
que contar. Le otorgaría al otro, al diferente, al menos IstO~'las , do.. 1Yla idenudad de esas culturas se generan Illternamente
' en ese sentl'd o. D ana
to gra d o d e autonomla / 1a posibilid
unClw d . '' eS
Pacta . <

onstituyen de antemano. Se pIensa que las culturas (las


que existieran trayectorias de relativa independencia,es ~~e Y1~~as regional.es, las naciones, etc.) primero se forman y lue-
aceptaría la posibilidad de la coexistencia de una multipr'~d,~lr," , . ~comienzan a Illteractuar. Se supone que, de alguna manera,
· . 101 ad ~
d e h Istonas. ' g racterÍsticas de un lugar y su «cultura local» brotan de
Sin embargo -y para dar otra vuelta de tuerca a la$ ca , . ./ d 1 l '1 . / d
~ti~rra"Es~,VISIO~ e ?S ugares! as r~gIOnes, aSl como. / e
gumentación- para que coexistan múltiples historias ,laconstitucJO~ ?e IdentIdades y dlfere?cIas es la concepclOn
haber espacio. En otras palabras: una comprensión acab~dad '1' ewtoniana clasICa, la de las bolas de bIllar. Es, fundamental-
la espacialidad implica reconocer que hay más de unahisto;C, ~énte, esencialista e individualista. Y, por cierto, es un modo
desarrollándose en el mundo y que esas historias tienen at~e~'~ de'enteiider las cosas que puede convertirse en sí mismo en
nos una relativa autonomía. ' "'l•• , },*~~' mdteria qe análisis. Según Walker,
En cuarto lugar, hay una última forma de abordarl~~~,
ción de espacio de la que es necesario alejarse. En efecto, part~ teorías de las relaciones internacionales son más
fundamental de la concepción «modernista» del espacio ~Qm~
:' -\'

inferesantes en tanto aspectos de la política mundial


algo temporal supuso una manera particular de entender laré!!'P :fontemporánea que necesitan ser explicados que como
lación entre «espacio» y «sociedad». Sobre todo, en el sentido 'explicaciones de la política mundial contemporánea. [ ... ]
de que el espacio geográfico se imagina como dividido,,:~epa: l:pueden interpretarse como un discurso que caracteriza al
rado en localidades, lugares, regiones ... Al respecto;lGupra Y ,esJado moderno y al mismo tiempo como una práctica que
11' Ferguson afirman: «Las representaciones del espacioen'!l~ 'hconstituye. 22
ciencias sociales son en gran medida dependientes de imágel1es· ,
de quiebre, ruptura y disyunción»,2! , ;"c '¡" En este trabajo, y en contraposición con esa noción com-
Además, ese espacio dividido se imagina en, rela~~n . p~imentada del espacio, nos imaginamos el espacio y los
con una forma particular de organización de la ~o'2je~~dl~:; ~§i~~S;'
y:" la identidad de los lugares, regiones, naciones ... ,
Estados-nación, comunidades locales, las tribus locales de.l~.' . ~par;e,precisamente como un producto de la interacción.
antropólogos, las culturas regionales de los sOC1O "1 ogos:;,y{JS
:emas, argumentamos en favor de esta postura no solo como
geógrafos. En otras palabras, se parte del supuesto de, UlllS,"ti.¡ '~l1nC.ipio ,como una forma útil de conceptualizar el espacio)
"
, . aee 'idennq(
21. Akhil Gupta y James Ferguson (1992), «Beyond 'culture:, sp ;ág.6, ~JW: ' . l nternatzonal
. 'Otory, e 'b"' alker (1993), lnslde/Otttszde . Relatzons
, as Polmeal
..
and the politics of difference», Cultural Anthmpology, 7; pp. 6-23, cita en arn ndg e: Cambridge University Press; cita en p. 6,

170 171

.......
B'
-
sino como materia de comprensión histórica. Es deeir e 'dad para posibilitar e incorporar la coexistencia de tra-
" b ' d' . ,Starlto ael . . depen d'lentes. La propuesta es que
una propuesta teonea so re como po namos Imaginar . caP . s relatIvamente m
rta
lugares y regiones 23 como un argumento que permite po~eJlot recto .
'reconocerse el espaclO como esfera del encuentro -o
ben<l . .
. ' tu ~r
de uentro- de esas trayectonas, un lugar donde coeXIstan,
que las cosas fueron siempre asÍ.
Por ejemplo, no es correcto decir que los lugares yia ' .
des;ene fluyan mutuamente y entren en con fl'ICto. El espacIO,
. as!,,
. . , d d . h
ClOnes eXIStlan en un esta o e autoenClerro asta que la et "
s na- se l~ roducto de las intrincaciones y complejidades, los en-
actual de la globalización derribó las fronteras que antes eapa es e Jzamientos y las desconexiones, de las relaciones, desde
an treerósmico, . . ' bl e, h asta 1o mas"mtlmo
.
soberanas. En Europa y la gente sin historia,24 Eric Wolt IDlmagma y d"lmmuto. El
muy persuasIvo . cuan do asegura que antes de 1492 las soeied~_ loespae el'o, para decirlo una vez más, es el producto de interrela-
,
des no estaban «aisladas culturalmente». Hasta los iconos m~' ciones. .
sagrados de la quintaesencia de los lugares tienen «rutas» ge: Asimismo, Y como consecuenCla de ello, y tal como ya
gráficas mucho más ampias y dispersas que el área geográfica a hemos sugerido, el espacio siempre está en proceso de realiza-
la cual, supuestamente, representan: la icónica aguja de~as i Ción, nunca se halla concluido. En el espacio siempre quedan
sias inglesas proviene de una religión nacida en Cisj~rdai' sueltos.
la «tan inglesa» taza de té dependía para su institución de:ti .A:hora bien, todo esto nos lleva a otra conclusión. Este
colonialismo que se extendía desde la esclavitud de la caña carácter ' relacional y abierto del espacio, hace que siempre
de azúcar en el Caribe, a través de la Compañía de las Indias tenga algo de inesperado, de impredecible. Como los cabos
Orientales, hasta las guerras del opio en China. Si se adopta. ' sueltos, el espacio siempre tiene algo de «caótico» (aquello
esta perspectiva, se nos presenta una pregunta: ¿cómo ten_O no prescripto aún por el sistema). Es un «caos» que surge
dríamos que caracterizar la identidad de la nueva «Europa»? de esas yuxtaposiciones circunstanciales, de las separaciones
¿Podemos imaginarla de modo tal de reconocer cuánt.? de la . accidentales, del carácter tantas veces paradójico de las confi-
«europeidad» se debe a siglos de relaciones con un mu~doju~ gu~aciones geográficas en las que, precisamente, una cantidad
va mucho más allá de sus fronteras? "i de traYg~ctorias distintas se entrelazan y a veces ineractúan. En
Quizá aquí convenga hacer una breve - _. .L .'
p~labras, el espacio es por naturaleza una zona de «dis-
Resulta crucial para la conceptualización del espacI~h ones».25 Quizá la conclusión más sorprendente de todas,
espacialidad el reconocimiento de su relación esencial con las dadas las conceptualizacioneshegemónicas, es que el espacio
no es una superficie.
diferencias coexistentes, es decir con la multiplicidad, de SU
La razón para haber incluido aquí esta recapitulación es
que me permite presentar dos cuestiones más.
, 98) RethinkÚlg
23. Veas e John Allen, Doreen Massey y Allan Cochrane (19, ,
the Region, Londres: Routlcdge. L &res: ''''~
24, Eric Wolf (1982), Europe and the People without HistorY. O;te sÍII ,"", , 25 V'eas
U niversity of California Press, [Existe traducción al español: Europa Y la ge "SigbtTe h ; Doreen Massey, «5patial disruptions», en 5ue Gou lding (ed.), The
< , e no ogzes of Otherness, op. cit.; pp, 218-225.
historia. México: FCE, 1987.]

173
172

-
--
La primera consiste en remarcar que esta disrupci , i, , . to de relaciones nuevas, la esp acialidad es también u na
espacio es importante, p o r cuanto hace posible una dist~n?~I ~ ,)'~¡tlleIl
, te para la pro d " de nuevas trayectonas,
UCCIOn 'h nuevas ' _ IS-
/ . Incló
entre la postura presentada aqm sobre la lllterrelacionalid ' n f.·en
1", Es una uente e pro UCCIOn e espaclOS nuevos, 1'd en-
f d d . / d '
la que caracteriza la actitud de lo que podría denominarse ahd y , tortas, l' d 'f ' (E .
'dades nuevas, re aClones y 1 erencIas nu~va~. 's l11teresante
. 1 «o
lrsm~ Ne~ Age», u~a forma de ver e mundo construida 0- ';" tt . nificativo que el argumento se vea lImItado porque no
medIO de l11terrelacIOnes pero en la que, en algún sentido P r y ~lgest ~n lenguaje adecuado para expresarlo.) Volviendo a las
das las inte=re.l aciones están establecida~ de antemano: d~~~; eSl "ideraciones antenores 'b so re B ergson (d'"y ISl11tIendo con
todo ya esta vl11culado co n todo lo demas. En esa formula"ClOn ,~ ,
cons , 1 . 1 .
;1' ni vez más), a consecuenCIa es que e tiempo neceSIta e
. d1
hay un peligro, el ~e llega~ a la clausura en un encierro totaliz a_ ' e tiaCio para avanzar. El tiempo
. l ' l
y e espacIO nacen a mismo '
dor, la claustrofobia del SIstema cerrado, la coherencia cerr~aaií§ . nipa; así, es a bso lutamente
esp ' necesano , que conceptual'Icemos
tte " d "
donde no hay lugar para la entrada de lo nuevo. Pasar de el mundo en termlllos e espaCIO-tIempo.
visión «individualista» del espacio criticada anteriormente,(el !% , En las últimas décadas, muchos geógrafos han argumenta-
espacio como contenedor de «cosas») a este carácter reI.~~ional 'i do a !~vor de volver a dar prioridad a lo espacial. Pero proba-
significa pasar del mundo esencialista newtoniano de la;l' b01~~ bl~m~'nte sea más importante poner fin a esa separación radical
de billar a un holismo cerrado que no da lugar a unapolít1c: entr/tiempo y espacio, separación que no hemos cuestionado
activa. en las ciencias sociales desde los pronunciamientos de Kant.
De modo que no estoy a favor de ese pasaje. Encamhio¡;!, Sin,. embargo, hay un aspecto fundamental que merece
en este trabajo, postulo la existencia de un «sistema»ilbi~rt(Ji! s~r" ú;atado. Incluso si se aceptara sin más todo lo expuesto
(aunque el término puede no ser apropiado) que contierere~ . anter'8rmente, todavía quedaría pendiente el tema de por qué
laciones existentes y futuras siempre cambiantes. Se t;a1:a'd~ deberíamos imaginar así el espacio, Hay una respuesta posible,
una formación de potencial. Contiene, como aspecto iritegrál" que hoy está muy en boga, con la que soy cauta, por no decir
lo que ha sido denominado «la productividad de la incoh'eren~' que nó me convence. Es la respuesta que reza: «eso es lo que
cia».26 dice la física». Uno de los aspectos más divertidos y engaño-
Aún más, esa productividad de la incoherencia es fUI1d~í~f~ sosde1\gran parte de lo que se escribe actualmente con tinte
mental para pasar al segundo aspecto, un aspecto qU~flu~.a!'Il~ pos~oderno es que, por un lado, se sospecha profundamente
ser lo suficientemente significativo para considerarlo como la " Un~Q~r aseveración que pretenda ser una verdad universal y,
«cuarta proposición». Esto es, precisamente porque es.laesfefá, " P?r,otro lado, se recurre con liberalidad (y muchas veces con
de la yuxtaposición potencial de los distintos relatos; él el for,;¡' , 'pereza, diría yo) a referencias a las ciencias naturales. Se echa
't no
1l1~chas
dela mecánica cuántica, la teoría del caos y los fractales
veces Con bastante vaguedad) para argumentos que
estan e 'l'
26, Y. Lev in (1989), «Dism antling the sp ectacle: the cinema of Gu~De;~~b;r
d" b " n SI 19ados al ámbito de las humanidades. Hasta que no
en Elizabcth Sussm ann (ed,), O rz the l'assage of a Few l'eople Th roug ~ e: ~ e?arnos debatido con más seriedad acerca de la condición de
Brief M omerzt irz Time: the Situatiorzist Irzternatiorzal1957-1972, Cambn g "r. , ' e Uso ' deb' ' 1 o -a1 menos- con mas ' CUl'd a d o. L o s
Press; pp, 72- 123 ,
ena tratarse

174 175

i
........
físicos discuten entre ellos tanto como nosotros. No "L 2o Jl1
. an era renovada. De hecho, le permite ser parte inteoral Ó

claro por qué los que trabajan en el campo de las cienci~. ilg ( , olítico. El espacio deja de ser el reino de lo muerto (pos-
ciales» deberían considerar las ciencias denominadas ",4e PIe Bergson Y de los estructuralistas), no es sencillamente
t1.l r2o
"ji' 'rte transversa
1dI'
e tIempo, no es una d"lmenSlOn, cuya es-
como fuentes de verdad irrefutableY De modo que, a . !l "CO
de mis referencias a N ewton, no es al campo de la física , V;" ,'ficidad se ocluye con persistencia porque se interpreta en
deseo hacer referencia para justificar las proposiciones )¡ p;C\nos de temporalidad (como en muchas versiones actuales
,tefll1 l" , )E 1
"" ~<globa lzaClOn». n su ugar, se presenta e espaclO como
l'
trabajo.
Esa invocación a la «física», claro está, evidencia necesaria) para la generación, la producción, de lo
sidad de recurrir a una noción de verdad eterna y obj Es decir, no se trata aquí de enfatizar la producción del
es el tipo de estrategia que emplearé aquí. En cambio, a~íó sino del espacio en sí como parte integral de la produc-
argumentar a favor de este enfoque de la conceptualítaci, :~~5\de la sociedad. Por cierto, la cuestión es que si queremos
del espacio sobre una base totalmente distinta: que " el tiempo (el futuro) sea abierto (según propuso Bergson
particulares (del espacio, por ejemplo) se vuelven tantoS lo hacen en la actualidad), entonces es imprescindible
en momentos específicos del espacio-tiempo y se . el espacio de la misma manera, es decir, como
pectivas (políticas) particulares. Antiguas formas de: abierto y activo.
pueden caer, convertirse en obstáculos para el pensarrllemo gunda razón para argumentar a favor de pensar el
la acción, e incluso pueden movilizarse activamente de esta forma es más específica y atañe a la concep-
«obstáculos» para el cambio. En este sentido, la .. "7r,n 'nr\r' del espacio en términos de relaciones. Pienso que
que propongo esta forma particular de concep uchas formas de justificar la importancia de este modo
pacio no se debe a ninguna afirmación acerca de su el tema, y muchas de ellas han sido avaladas en los
corrección eterna u objetiva. Se trata, en cambio, de años por los estudios queer, feministas y poscolonia-
la trampa reaccionaria de formulaciones hegemónicas a repetir aquí sus argumentos, sino que tomaré un
res y abrir el camino para formular nuevos interro específico de la geografía, como es el de la identidad,
según creo, deben ser formulados -en un sentido el de la identidad de lugar. 28 En este contexto,
Así, la última sección de este trabajo toma cuatro referirse a localidad, región, Estado-nación, una
lo referente a esta cuestión: cómo el mundo al que nos nueva como 10 es la «Unión Europea», o cualquier
tamos a la luz del nuevo milenio nos exige una nueva' geográfica. Esos «objetos» siempre han sido cen-
ción geográfica.
El primero es muy general, y haré de él una
breve. Este abordaj e abre el espacio/ espacialidad a la ha sido desarrollada con más detalle en Doreen Massey
. sorne parallels betweell feminist debate Jlld the identity of pla-
Zur deutscben Landeskunde, vol. 72; pp. 53-59, donde se explora
d eutre las conceptualizaciones de distintos tipos de identidad (de género,
27. Massey, "Physical geography/Human geography", op. cito . e etula, etc.).

177
176
k
l
1" "'" :" .:.
~' :
~
trales en el pensamiento geográfico, y han existido vastas " , ,1
a 01' medio de relaciones con otros lu gares, «un sentido
cusiones sobre cómo debe definírselos. (Aunque, debo d,dl~~.;.i ,' ""Iu I P
b~b . 19 S"
del espacIO».- egun mi punto d '
e VIsta, consl'd erar 1a
g:-an par,te ~e esas discusiones tení~n q~e ver más con de~cI.r, ~'n de ese modo nos permitiría argumentar a favor ele una
gloestlO
ClOnes tecmcas que con conceptuahzaclOnes: muchas Ve W- eu tu. a política que permlt1era
. . . 1a espeCl'fi CI'd ad 1oca1y
apreCiar
supoma , que 1a tarea era trazar una l'mea que cercara el ..~sceS se. Pos' , rmO tiempo mantener una perspectiva ' 1.
" lflternaCIOna
al~:n tercer lugar, conceptualizar la {(identidad» de esta
a
y se suponía que el problema era solamente dónde traz ar1 )10
. En 10 pers~n.al, los dran;áticos acontecimientos de 198~'hi_ ra -tanto la identidad en general como la especificidad
Cleron que reVIVieran en mI muchas dudas que habían sur id'; mane
, rática en partlCu . 1af- a bre 1a pOSI'b'l'el
1 I a~
el de nuevos mt . e-
enlos años precedentes, En ese año, en toda Eurasia"sev~" ~ ge:ga'rites y de nuevas cuestiones relacionadas con las formas
. d '1' d' ..'. . lylO
una o 1eada creCIente e naClOna Ismos lversos, regio#illis~ '" Iíti?as pOSI'bl es. y a h
rf g 'c
e su'gen
d-o que creo que nuestra epoca '
y antipatía entre etnias que con frecuencia se definían~\:sl' m "" IS-
?S p~ ge lo que podría denominarse una «política relacional»; es
mas en términos geográficos (y por 10 tanto reclamaban ,una ':cir,.,no una política de identidades preconstituidas (no una
base geográfica), A partir de ese momento se volvieron a:escu-' "«política de identidad» como la de Estados Unidos) sino una
char en el continente términos como «limpieza étnica». Se vio ' '¡' ' 'políticá en la que se expong~n lo~ mapas de P?der a t~avés de
mucha sangre, mucha violencia, en defensa de la especificid~a: tos éuales se construyen las Identldades. Por Cierto, eXiste una
local (algo que si?ue oc~rriendo e,n m~chas partes del niuD;~o.),,:\ :política real (reaccionaria, en mi opinión) que depende justa-
Todo esto genero en mi un conflIcto mterno. Por un lildo;YQ "mente ,de la supresión del reconocimiento de las cartografías
rechazaba totalmente las reivindicaciones de exclusividad ,locaL, de:po~er en las que necesariamente se apoya la construcción
y los términos en que se hacían. Por otro lado, no quería deja;' de identidades, de modo que el simple reconocimiento ya ~s
de lado el estudio de las diferencias locales (es una de las ,razo~.l' IInpaso adelante. De todos modos, no basta con el reconoci-
nes por las que decidí ser geógrafa). .' miento solamente. Como ya he manifestado con anterioridad,
Mi reacción consistió en intentar reimaginar el lugar (o; pr@pone'r que {{todos estamos relacionados» no es suficiente,
en términos más gener~le~, la es~ecificidad, geográ~ca~¡'d~; ~(¡es ;, ~9:cfas esas relaciones se construyen de forma activa (y
modo que no fuese (1) limitado, m (2) defimdo en termrnO~\*, iilguria~ pueden no concretarse nunca), y a su vez el hecho de
de exclusividad, ni (3) definido en términos de contraposici?J}; se concreten (son prácticas sociales integrales) significa
entre un interior y un exterior, ni (4) dependiente de que'están llenas de poder social. Así, políticamente, lo que de-
falsas sobre una autenticidad generada internamente. En o.tras, be~os 'hacer es reconocer también la forma de esas relaciones,
palabras, era un rechazo de la conceptualización en tér1lÚn~s!
e
, S~l'tnsoslayable contenido de poder social, las relaciones de
del esencialismo newtoniano antes mencionado. Esa form ap .
'~
conceptualizar la espacialidad se había convertido en un o ~.:
, ., entre
tacul~ p.ara poder pe,nsarla y trascender la confrontaClOn : r~J
24_29~9R~oreen Massey (1991), "A global sense of place», en Marxism Today; pp,
llolity p ProdUCIdo en Doreen Massey (1994), Spacc, Place and Gender. Oxfo..d:
esenClahsmos geograficos. En lugar de eso, se trataba deP; , Btoaeh (;~:; pp, 146-156, [Versión castellana publicada en Abe! Albet y Núria
' 112-129]. 2), Dorecn Massey: Un sentido global de/lugar. Barcelona: Icaria; pp,
poner una comprensión de la identidad de lugar en tanto con ,

178 179

....
,
dominio y subordinación que pueden implicar, o (vist . . oralización del espacio abre nu estras historias a la mul-
un aspecto más positivo) el potencial habilitante al que pO c~de J teJ11P. 1f ,. d
a .e'dad y permIte reconocer que e uturo no esta escnto e
dar origen. Uc en 'pb ¡ .
. . nO sino que, al menos en CIerto grado y
ti. teJ11a dentro de las
Para decirlo de otra manera, esa clase de política, en 1 . all , . l' . l .
.d' iones
eoll ¡e
que Imponen as CIrcunstancIas que
. 1
no e egImos,
de reclamar derechos para un conjunto de identidades ligar .esta, en nuestras manos constrUIr o.
constituidas que se multiplican con gran velocidad, asu p:r:_
1tla
la responsabilidad y -cuando fuese necesario- el desafí:
la forma de las relaciones a través de las cuales se forjan pOr
identidades; identidades en las que, de hecho, estamos ~~~!
cados individual y colectivamente, y a través de las cuale~; 1
.
constItuye 1a SOCIe
. dad i
en genera. ' se
En cuarto y último lugar, esto se vincula con otrafo
. rm a
en que podríamos pensar la política. Ya he expresado 'qUe
muchos enfoques «modernistas» de la política (sean pfogre~.
sistas liberales o marxistas) imaginan el mundo en términ@S.,
de secuencias históricas, lo que tiene dos consecuencias sigrii~.
ficativas. Por una parte, significa que el futuro ya se conoce;.
su delineamiento general ya está trazado por los grandes i~re· .
latos. Ha habido, por cierto, una persistente ambigüedad al
respecto, ya que se han seguido realizando acciones polític~s,
aunque «se supiera» que el futuro ya estaba escrito. (~s una .
de las ambigüedades que generó lo que se conoce como «el
debate estructura/agencia», y está en la base de los probletpa~
de dualidades propio del estructuralismo.) Lo que hoy está
(¿debería estar?) incluido en la agenda es una apreciacignmás
acabada del hecho de que el futuro es genuinamente abierto. ,
Por otra parte, la organización moderna del mundo dentro ~~.
un gran relato único suprimió la existencia de las diferenCIas
reales. Si solo existe un relato, un futuro hacia el qué"todos .
nos dirigimos (bajo la forma en que nos imaginarnos el.mun•
do), entonces hemos suprimido las multiplicidades geriU1~aS~
potenciales de lo espacial. La historia lineal única organtza.f '
. haz;... ·"
espacio en una secuencia temporal. En consecuenCla, re e

180
181

~
eo, entre los Pirineos y las Cévennes; los puntos
ALGUNOS TIEMPOS DE ESPACIO':'
" .~ , . les se identifican con los vientos. Cada viento tiene su
Doreen Massey , cardl;a . Ventde Dalt, Gregal, Llevant, Migjorn, Tramuntana ...
jlO~ reje tiempo que hace depende de qué tipo de viento está
Expectativas El ~podo en cada momento. Cada viento trae consigo una
sop al~ r temperatura, lluvia (o sequedad), humedad, e incluso
Lo más previsible que se puede decir acerca del tiempo m eCu la .
' . 1 d'f" l Cteo_ ~ de luz. Las tormentas VIOlentas de la Tramuntana, el oca-
ro lOglCO es, por supuesto, o L lCl que es predecirlo J rne
"s t~PO al ,frío intenso que viene de las montañas al sur, la nítida
, cuenta una historia acerca de! momento en que' seaeni:.
Gleick SIOn dad del Med"Iterraneo; y ad ' ca da uno de e11os vana
emas '
pezo a entender e! «caos» y donde la meteorología es crucial. seque , ., d 1 - U - b' 1 ti
'n la estaclOn e ano. n pequeno cam 10 en a con gu-
segtl .
, l'o'n de las SIempre . bl es con d'lClOnes
vana . meteoro l'oglcas
. y
Las nubes' representan un lado de la naturaleza que la '
~1';
rac
rriente dominante de la física ha obviado, un lado que ndrás que rehacer tus planes para el día.
vez era confuso y detallado, estructurado e impredecibl: ,:e Quizás esta descripción de la expectativa de la variabilidad
[oo.] Desde que el mundo tiene físicos que se dedi?~n , a~: ;"\~; se lbaseep los rasgos que caracterizan la zona de clima tem-
terrogar sobre las leyes de la naturaleza, ha venido:'suf;i~n:'" '~;plado. Hay sitios donde puedes estar seguro que durante días
do una especial ignorancia acerca de los desórdenes dé la o incluso semanas lucirá el solo hará un frío helado o estará
atmósfera. [oo.] A medida que hace su curso la revoluoión ' lloviendo. La misma expectativa de variabilidad, pues, te deja
sobre el caos, los mejores físicos se ven volviendo;"'sirt ru~ sorpr~~dido.
gún tipo de turbación, a los fenómenos de escala hu~ana. " Incluso en aquellas islas del Reino Unido tan obsesiona-
l
Investigan no solo las galaxias sino también las nubes. . ' das por la meteorología la impredictibilidad es habitualmente
'tnegadaC<'en beneficio de la caricatura. Indolentes alocuciones
y es bien extraño que en un mundo donde existe Eícomu- periodísticas evocan una deprimente monotonía al referirse a
nicación instantánea, los viajes a otros planetas, la manipula- la~m~ñan~s lluviosas de Walsall o de Telford. ¿Por qué estos
ción genética avanzada (en otras palabras: la magia y el co~~~t.· ,!rigares,?<Está claro que no siempre llueve allí. La meteorología
tecnológico más increíble) todavía puedas salir de casay; ,~~W es utilizada para intensificar un efecto, para tipificar. Lo que se
manera imprevista, quedarte empapado de cabeza a pies. asume es que «nosotros» no somos de estos lugares. Más bien
A menudo voy a una casa en e! sur de Francia. E~ta~~~~ j,: ~,lJl~s 'coQPtados, junto con la meteorología, para contribuir a
de la Cataluña Septentrional se sitúa entre el Atlánt~cO Ye" , ,prepotente risita sarcástica del autor. Sonreímos ante la ima-
!e~deun tiempo gris. La caricatura de la meteorología es utili-
,:. © Tate.~ublishin,g, Londres~ 2003 .. Traducción de Abe! Alb¿ { ~¿;;, ~;d~,n? al1 to para mostrar algo que es evidente (que el tiempo
5
Benach del ongll1al II1gles «Somc Times of Space», .en Susan May (e_iís. ' par lstlllto en cada lugar: es decir, una variabilidad real) sino
E{¡asson: Th e Weather Pro¡ ect. Londres : Tate Publlshlllg, 2003; pp. 107 uin;r9'
1. James G leick.\1988), Chaos: Ma,king a New Sc~ence. Lon~res:pe~~celona:
Cla
haya establee
~
. . , mutua. Supuestamente, no
eruna caractenzaClOn
3-8 . [EXiste tradUCClon al castellano: Caos: La creaclOn de una cten . rnananas lluviosas donde «nosotros» estamos. Quizá ello
Seix Barral, 1988].

183
182

~
Weati'Her ar de ello y prescindiendo de estas precauciones e
"~e
. J\tOSpedse crear estereotipos, a todos los visitantes de la casa
ll
j¡lte
ti Cata
luña un cartel
. les advierte:
/ «No salgan de la casa sin
e~ rar los pOS~IgOS»: ~odr~a suceder que la Tramuntana em-
asegu soplar SIll prevIO aVISO.
rizase a

Ii .. ', entro S
I ~
,S'>~~~'~'~~ ' ~~ "~'~"~'~__~
, Noon tod. ;(Ij; \.ÓWs.B ars~ 'I'\I~II mll!rg(! i\nd miwa rtorth~
s::
Encu
Low A will m~ east. LOYI D will m(!W tow~s the UK.
, íllate que estás de viaje. No hace falta que sea algo épi-
¡ ~=~j~\:l~~~~~~~r~~! ¡
1
¡ acrvfi.~ thl' north-wen oí
Imag " tratarse d e un d
. ~ede I'
esp azamlento b astante COtI'd'lana,
f" ~S'!tl¡md~l1Il UIC ooulb·
t\ '\vest of Englnnd.
CantS&SWEngland.
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' simple« e aqUl para a a», a go como
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0v~rpool. Una manera ~e descri~irlo e: como un desplaza-
r ChanoeJls: Dry in mos~ :~.
1 1~J¡U'1'_'; \..ith. ~(Irncgunny • "

¡~~~;~~~~~~:~r9m~)d.
i l1:>l1ig1),t, r..\ill. Mm temp
¡ !FilC(+8:.;ílF). " euto a' través del espaCIO. Te estas mOVIendo entre dos luga-
¡:~~;~~dE~~~;~::es: :sdbre un mapa. Manchester y Liverpool están ahí fijos y tu,
! Aftcrl1drystart,sh.o",-ers
¡~~~~i¡~~~~l~~r~l\~~{~~n "eJ;ujéto"activo, viajas entre ambos. Haces un trayecto.
!~~y~~::(~~~~;~~~e~~~~:;t~ > :~~~~~~~t~. ', :
~ (55-6IF). Tonight, drie!". Mio ---.--
. '<,- - - , - - - - - - - - A.hora piénsalo de otra manera. Piensa que este movimiento
¡ lemp9-12C(<4$-.....,.F). NWScatiand,W&N IsJ&$:
i NW.CenlNaNEEn91~nd. M()stly·drybutisoJa.téd
! S&NWales,E&WMldlarlds,
t York", Lako Di~, Isl.Qf MilO:
~hQwc.rs· wi\lbn:akóuL
Max·temp-.12-.15C (54·":'i9F).
Ino solo es espacial: también es temporal. Así, apenas has
r~~~~~h¿:~~~(;i~~~~~~~~~~\~'(: ;~~1~~~.r~ltkmt) s~lido de Manchester, y te acercas a los llanos de musgos que se
i day. A brisk wesrerl)' \Vino. SW,SE & NE SeoUmtd:
I Ma~ temp 13-1iiC (5..'l.59F);
¡ 'fOlllght, IIder. ~Ul\ tcnip
Pt~llty ofShowcrs, he;l\;e$t
ami most (n.'Qulmt: I.Owllr~ls éxtienden a ambos lados, Manchester ya ha quedado atrás. Las
¡"1-10(-: (45-50F'). .. tllC·$OuU\.Gelltle~terl)' ~
¡. N I~hmd: Slmwcrs dunng
: tht'! .~a.dy mom[ng. bul i::h~
wimls, Mo.x:temp 1:H5C (5"~'
59f.). T(might, ¡snlatco :oh.;;w- vidas han avanzado, se han hecho negocios, la meteorología, por
i I\'ill .:asc ;\I,;f\I$..'> l)ocooc ¡u¡(J CI1!. ~fin tcmp 7·$C}1<5 ·I~F) .
. Rrrnaliilgh later in the
aftemoón. J.'tcsn wl!Sterly
Outl~ok: [ncrc:J.... ing cloud
\Viii bdng Ol!tbre¡Lks of raill
supuesto, ha cambiado. Aquella colección de trayectorias que
. Wlllds, M::.x teml' 1.2·15C (rum lhe Wesl lomorrow.l1lC
(54-fif/F)., Tpnight. dry.
M.lIt tt'In¡) 7-9C (..J,5-4S:r).
south and ~outh:wcst \\;11 •
fCi'.1 w:tt1l\Cr.
es Manchester ya no es la misma que había cuando tu te fuiste
q~ allí. Ha perdurado sin ti. ¿Y Liverpool? De igual forma, no
The Guardian, martes 20 de mayo de 2003; p. 24 ,!;,'haquedado ahí sin más, quieto en el mapa, esperando tu lle-
g~da.'También ha continuado haciendo sus cosas, moviéndose.
sea debido a un vestigio remanente del extenso y persi~tente!, C~ando sales del tren, tu llegada a la calle Lime se convierte en
fenómeno que es la «climatología moral», según la cuall.~s~f' .ett~cio de tu implicación en las cosas que te trajeron aquí y en
tiempos y los climas son movilizados en tanto que categ?rí~s ~naconjunción de trayectorias, a medida que te vas involucran-
culturalmente moduladas con el objetivo de reforzar dete~~~", . o en historias que habían empezado antes de tu llegada. No se
trata de 1 11 d d . . . d'
nadas geografías políticas. 2 . a ega a e un VIajerO actIvo a un estIlla expectante Y
asIvo
r , sino de un entrelazamiento de trayectorias en curso de
2. David Livingstone (2002), «Race, Space and Moral Climatology,
"k'
!)lO!
y~ qUe algo nuevo puede emerger. El movimiento, el encuentro
toward a Genealogy»']oumal of Historical Geography, 28; pp. 159-180. . a Construcción de las relaciones, llevan tiempo.

184 185

.......
~:~ ;:~ ;:. Sí nifica, por una parte, que no puedes volver atrás en el
.g . el mito del retorno. A medida que subes de nuevo al
Es imposible toparse con algo de lo que no tengamo . . espacl~~a volver a cas a aquella misma noche, deshaciéndote
. d e 1'd ea preconce b'd l i S nln!>1;
tipO I a, pero e peno reconocimie
' tamb"len en moyO nto. de..
t."n ¡tJ~nos físicamente! de aquellas tr:yectorias liverpulienses,
que 1o. que nos encontramos . esta lInlen ,. e 'Ni nchester que de)'tste ya no sera el Manchester de ahora
(cambtante a la vez que persistente), como mínimo ah ra tQ el. ao (tal y como tú mismo habrás cambiado). El espacio
poco nuestra confianza sobre si se verán cumplidas n: Un
. Ud' estras
~s~Sl1S tiempos. Abrir el espacio a este tipo de imaginación
expectativas. n encuentro se a siempre con algo «en [lenival . el tiempo
· a tejer ' y el ' de manera conjunta.
espaclO .
e
cha». El viaj ero no es el único que está activo. El origenIllar-
. , . VI'das. D es hacer esta f orma >¡trac{¡"Y·el'ii , !;r~~avía no puedes sujetar lugares (ni cosas, ni nada). Pero
destlllOtlenen sus. propias
" l' . l CIQ-
lo qJ'~ sí puedes ?acer es el:contrarte ~on ellos, hacer tuya la
na1 de contrapOslclOn entre e sUjeto activo y e objeto paso <i 'historia que algtllen ha vemdo mantemendo hasta «ahora», y
"
es un e1emento caractenstlco d e aI ' . de O lafur Eliass ¡Yo
practica
Él cuestio.na el «objetivismo» estático, dado e impl~cable ~~i
arte, proplO de un espectador. ., J,
y esto también plantea el reto a determinadas ideas ace~~~ : ,t@!:il!~¿it~~~;'J;o/rf~~1~:~I~?:~~11~t~i5~~~,1~~~i@ffl(i[~
del espacio. Eliasson lo ha planteado con motivo de los escri- .
. Stm Raiu Temp~C W~ alhe( 1
_ _ -.J.rs · in . H l {da~L:- j '.
, Sun
hrs
Rain Tonip"C WCílthor
in H l .f!tJ1-_
~cn T.5""""O]'IT_:!.?__§ Stl~ KU1IOss
I 4.7 0.27 17 ~ &l OWefS
tos de Henri Bergson. U na «selección artística» incluida en Anglesey _ o.lr 0 .08 13 10 ShGwers I leeds 5.6 0 .09 15 8 Stlé-,-:¡;S
una monografía suya reciente, consistió en una larga cita saca~ .,~ __ ..7~. _º:2...-U~ 9 Showa~ I ~~~~_k_ __ !l...-º........l.LS_ _Qt}.!l
Aviamore 4.8 0. 1214
4 Showers ¡ Leuchars 3.9 ,0. 15 15 ti Sh:Jw¡;;rs

da de E'vo!ución Creativa. 3 Bergson escribe acerca del (~m9"i> .~Boffast_~.:J ,9~-Ql[I~~8 Show~r5
B,¡rmLn.i.~El. __.2l_ 0_]7 12~hower-?
~~~!:_.. ~.
Low~~ __?~.
--~--º.l3 17 12 $ho't/Ct"$
o. úf '1J_ 2.._~?.~~~~
, miento, que es realidad en sí mismo» .4 Se trata de movinü(!nt~! B~orR~is :.'_'~.q . 0.0516 12
;1 8ó~mem-oUth""
Showt:rs Manchester ,.
' jl; (iñ8l!r :lrShowers ~~. _N. . n/a "" --,_ .-
7. 1. 0.091 5 8 SOO'll'ers

, Sristol ' - , 0,29 t 5 -9-' Shower3 Mo(ecambo'-3j5-O:o4-fs'-il'-Raiñ


en su sentido más amplio: de proceso, de cambio. El espacio, 8üXtOñ- . ,~-:-Ó.l l 14 7 S!JnnY Ncwca stlo ....Q:.ºI_~_~~

pues, no puede ser una lámina estática ortogonal al tiempo y


·Cardiff 8.2 0,05 16 lO Sho"',,; IIC"'lu"X___ 9.3 0.0514 10 SIl_J:;
t:!~rvrlci1 3.1 0.2916 9 Thun~"

definida en oposición a este. Si el movimiento es realidad ensi I


' Claetan ' 3.9 0.0413- 12

=~~o.~~~-=-;~ ~=nc. · _:-~~6T· S¡1o,le:;


$hO\m'·
..
mismo, entonces nuestra idea de espacio resulta ser un c0~e' . · ~mer . ~_ 5.4 0. 13 17 8 Soow, ', !,<1OI."-'._~Jl
0.01 17 lL~!!!

a través de todas aquellas trayectorias; una simultaneiilad:de


I '
I
\ ),Ea'stbbTIme ',' :: 5.2-'0.31
Edinburgh
Í51z--' RQio.~¡;) ~statyn :_ , _4.3 :O.02 1§2.~..~~.§~Q..I'!~.~.~
'~T3'-0"J)6i3-9-~ ~()SS-oO-Wt~Q:..l?_j).:Q§ 15 9 Shower~
),§B.~~_ . 1. 1 0.-t712 1 ShtWi':f5 , Sau~~.;. __ ~~.2:2,_.Q:051.4 10 ' $UllfiY

historias inacabadas. El espacio contiene tiempo/tiempos ~n


~oirth---.;*
Falmoutli__--T6ü:0Ti5t~
~ard ---tiI~ 0.36 13 B ShOi.~ers
l'
6.9 O.15I5JTSho-";rs ~arhorougl! 10.6 0.17 16 7 . SUllr2'
Shrowsbt¡ry 5.4.0.37 14 7 SI}m"CfS
§!!~"""'"'_ 11.0 0.09 1: ' 9 Showers
su interior. Esta no es la simultaneidad estática de un sistema . ~tkf)stono 'v n/a .• ~. f SO!.la,e.!!d 2·L.2J...t ..h.JL~S.ÉQ~:~.~
___
., <:J!.'i..'1l9.!'!. . -3.3 0.12 -¡¡¡-7St.~"ers ; S.uthporj 5.6 0.08 15 ._8 Silo,.,,,,
cerrado sino la simultaneidad de movimientos. Y, en conjunto,
:~;§~~-~rg~~HTi~--c~ I ~;~;;:'L=-' i¿ ~~~'l:!·l}-~~~i
es algo muy diferente. ' ~ngl. ·
. Hllr~e B<lY ·
·"48
2:4
00 1 1512 Showí!rs
0:16 Ti"-Il-- Rain
I ~~!lL.-..~:.~_.O.22
I~~gnmou1h
1J .lL ShO\l!.~@
.
5.1 0.2.7 15 11 Sho-,ver~
Htm
~.~ 8.9 • "15.....-8- -
0.20 --
Thunder
renb 8.4 0.4314 9 ~1IO\""'s
-~'-"-"'-'7"'-------'''''-'"'''---
~ofMnl1 --20·0171--- -.-,- . nrf~e .___ 7.5 0.1712 9 ShOWe!5
~"'Wight ·_~~~·o""-:·-.LJl Sho~~~~!! TOrqlkly 8.4 0.01 16 11 Sunn'y'
ael ~~
, -'_
7:2 o·; ~ ~:
... 1
1
1
l .
. (- ~~m
~u~
~~ou1h 7.3 ' o.oi"i4Il--·-s~ülñ:!
Metq,ffice(~portfcr?4hoursto5pmyesfy rday
3. «Artist's C hoice», en M adelcine G rynsztejn, D aniel Birnbaurn y Mich
Speaks, Olafur Eliasson. Londres: Phaiclon, 2002; pp. 112- 120. Th e G ual'dian, martes 20 de mayo de 2003; p. 24
4, Íbid,; p, 11 7,

186 187

....
reconocer este «ahora» como algo intrínsecamente COl1st' ;" .'';,] . . lectllalizada sea la conciencia, más espacializada es la
I S tute
por aquel acto de hacerlo tuyo. En este sentido, «a _ ltuldo .¡lla . 6
' . qUI» 11 . te na"·
un 1ugar en e1 mapa. Es aque11a mterseCCIón de tra O'es ¡lla fácil ver cómo sucede todo esto. Este tema de dejar las
. . d h' . yectori
aque 11a conJunClOn e lstonas: un encuentro. Cada' < .asilé
I

. ~iS na alIado de otra; también lo de la producción de una


«aqu' ".
un aquí-y-ahora. 1" e~ c~sasl uneidad estática. Bergson plantea (en Materia y memo-
Il1U
Tampoco se trata de un asunto de origen y dest" " 51. :titllir el recorrido por el viaje, y Michel de Certeau
me d 1'd a que eI tren traquetea d e vue 1ta, surcando un Ino.,' ~A ,¡UI~J S d~ substituir trazados por acciones.
fábricas, pasando por Newton-Ie-Willows, a través de7a:ll~e ha ;erotodo ello tiene consecuencias. No se trata solo que la
·
nuras ablertas y h ab'Itad as d e Lancas h'lre mendional,
. .noas .a·" '· reseutación sea equiparada con la espacialización sino que
viaja~do a tra~és d:l espaci~-como-superficie sino aÍ:ravé:~ ", 1~ c~r~.f,terísticas que. se .derivan de .ello (fij.ación, est.abiliza-
multltu~ de hlstú;las. Este arb~l q~e ahora se mue~e agi;~d;/' cióp)'haIlllegado a atrIbUIrse al espa~;o propl~m.ent~ ¿ICho. ~l
por el VIento aqm afuera, esta fabnca abandonada a purito d~1" "lantdi'rniento es que la representaclOn/ espaclahzaclOn dOffil-
ser derribada, esta persona que corre para no perder eLauto" " ~ala ,vitalidad de lo temporal. El espacio empieza a granjearse
bús .. . están atrapados en una acción, pero acciones que SOl\, mala. fama. La ya clásica abjuración de Michel Foucault en
momentos-en-proceso, que nunca quedarán quietos.E(tr~~!f ~ela2i6~¡con la larga historia de la denigración del espacio em-
atraviesa un millón de historias que están pasando. . ,d pieza:diciendo: «¿Empezó con Bergson o ya existía antes que
éJ???;,ELproblema ha sido que la anterior cadena de significado
(espacio-;representación-estancamiento) continua blandiendo
(Un paréntesis
su poder. El legado persiste. De Certeau afirma que:
Tradicionalmente ha existido una asociación entre lo espacial Ji
la fijación de significado. Representación, conceptuali~~ció~ . !La ~.~pacialización del discurso científico [ ... ] los textos
el trabajo del intelecto, es imaginado como espacializ~ciórit+ científicos constantemente reducen el tiempo, aquel ele-
Bergson aparece aquí de nuevo, pero dejando una >herencif 'f4j,rhertto fugitivo, a la normalidad de un sistema observable
menos positiva. Su más candente preocupación se basaba .~n,¡ c.y: l~gible. De esta manera, se evitan sorpresas. 8
la temporalidad, en la duración, con una conjura p~r~ie.sist,~
a la evisceración de la continuidad, del flujo y del mOVImIento
.. 6. Bemi Bergson, Creative Evolution . Trad. de A. Mitchell, Westport, 1975;
interno del tiempo. Así, «ellenguaje ( ... ) siempre traduce~! Pe' 2°7 [Existe traducción al castellano: La evolución creadora. Madrid: Espasa-
1
. a.pe,,1973].
movimiento y la duración en términos de espacio»5 y «~u;lnt~.«/, 7 'M 'h l
'y . (d)· ú: e Foucault (1980), «Questions on Geography» en Colin Gordon
i. 'd Power/Knowledge: selected interviews and other writings. 1972-1977.
lI~n r~: Pe~rson; pp. 63-77. La cita es de la página 70. [Existe traducción al caste-
. I !i. W. Scott :" '. ~~8 M~lalogo sobre el poder y otras convel'Saciones. Madrid: Alianza, 2001] .
5. Henn Bergson, Matter and Memo,.y. Trad. dc N. Margaret Pau y . ríJ.1 tJniv " . 1chel de Certeau (1984), The Practice o/ Everyday Life. Berkeley: The
Palmer, Londres: Macmillan, 1911 ; p. 250 [Hay traducción al castellan?: ~~e tUS';' . de lo ers1t~of California Press; p. 89. [Existe traducción al castellano: La invención
memoria. Ensayo sob,·e la relación del cue,po con el espíritu. Buenos Alres. ae Estudf~~IMan? México: Universidad Iberoame ricana/ ITESO/ Centro Francés de
2006]. eX1canos y Centroamericanos, 1999].

188 189

~
Este es un planteamiento complejo, pero por ah o . acÍO no hay «multiplicidad» en este sentido. (E, igual-
. ra sol
a desarrollar dos aspectos. El pnmero, que lo que la re OVO) . Sí)l, e1es~nque esto es otro planteamiento, sin más-de-uno no
" fi p' ('
ClOn SI es que ef '
ectlvamente 1o hace, que este es Otpres.,eh"'ta, ,(Ilente, ;~ cia.) Este es el significado del espacio entendido como
· . 1 . . Así pUes a ro te"- )
no es so1o el tIempo smo e espaCIO-tIempo. '~'a J¡aye~p~ltaneidad de historias en marcha; el sentido de «ahora
el tema se plantea como 51. e1mundo que debe ser repr > menud
o ~.
)la Slm Ahora mzsmo . h ay al ' cu l'
gUlen tlvan d o gUlsantes
. para
. esentad srnO»'
fuese solo temporal. CIertamente es temporal, pero tamb" o IJlI mida; ahora mismo hay caos en las calles de Bagdad;
espacial. Y la «representación» es un intento de captu Ie¡;¡ es'~, tU CO mismo es casi mediodía en la Costa Oeste de América
. , rar all)
bos aspectos de dIcho mundo. Segundo: en la expresión d D" . ahora
'"ntras que ya es d e noc h e aqUl' en Lon d )
res.
geogra'fi cas 11egemolllcas
,. . den a pre-
h
Certeau un trazado es en sí mismo una representación' e e, " (rn/ Las
.. .
imaginacIOnes tlen
. El mapa no es el
«espacIO». ' . E
terntono. l'
n a sustItución . ,no es
qu¿h~ tar las cosas de manera diferente. A menudo se dice que los
Bergson, podemos tomar el trayecto como un trayect~ real. ~ sen 'son «avanza dos» o «atrasa dos» o, en una termmo
'países '1 '
ogla
es el mapa: es el territorio en sí mismo. Pero, entonces, unterri:
torio es íntegramente espacio-temporal.
No es el espacio sino la representación la que expulsa :la
vida fuera del tiempo. El problema real es que la vieja' equipa~
ración de representación con es pacialización ha expulsado la
vida fuera del espacio.)

Multiplicidad
1;,

Cada día el periódico que leo ofrece un informe «De ' todo
, el mundo» de las condiciones meteorológicas del ·díaFante-
rior. (Excepto en América, porque el periódico se empieza a
distribuir antes de que la Tierra haya girado suficientemente
sobre su eje para permitir a los que lo leen al mediodf~ que $;,
registren, 10 lean y se informen. Para aquellas partes del mu,~­
do, la lectura es de anteayer) 31°C y soleado en Argel; 9°~Y
nublado en Helsinki; también nublado pero a 25 oC enPe~I'
(Aq:lel día Londres estaba ~ 1.4.oC y con tor~.entas.)La eXI~1
tencIa paralela de una multIplICIdad de condICIOnes: este es "
regalo del espacio. El espacio es la esfera de la pOSI'b'l'd
11 a
d de.1
.' a
existencia de la pluralidad, de la coexistencia de la diferenCIa.
Es la esfera de la posibilidad de la existencia de más-de- u!1°' The Gua rdian, martes 20 de mayo de 2003; p. 24

190 191

..;;"."
~

explícitamente menos peyorativa pero más confus de tu tiempo. En un movimiento que es una for-
desarrollados o en desarrollo. No se trata de ne a, sO~NíS'~ I~J1Ivw'l nl' Zación, mantiene a los demás quietos.
., d d ' gar nIn 'd CO o ' .
noclOn e «progreso» o e «meJora» (a pesar de ~ .. ~~ '¡'!lÍa e , momento dado, en su obra El postmodernlsmo o la
pueden cuestionarse estos términos y la asunción d ' En U%ural del capitalismo avanzad0 9 Fredric Jameson se
. . e su S' "
lardad) para plantear que se pretende jugar Con el l~gu; '(1, cU on una cita de J ean-Paul Sartre en La náusea. 10 Sartre
tac
con el tiempo. Se trata, efectivamente, de convertir elspac¡o ~ , e¡¡{r,en do intentando comprender la multiplicidad de otras
.
en tIempo, 1a d'f ., ' f i .
1 erencla geogra ca en secuenCia hl'st'"
e espacio b~'b, ¡a esta d otras cosas suce d'd l' '1
, OfIe 1.,. ,M" M 1 as en e mismo momento en que e
e Jameson caI'fi
",,,

diferencia entre lugares «en desarrollo» y lugares «avaadJ, "a l; n,'das saba. d d
I ca esto e «pseu oexpenenCla»,
'. de
· . . l ' , nZa o~~ ~ Jaspen " ., d I "
ra dIca en sus pOSICIOnes re atlvas en una trayectoria l'm ' .. , ' ,'
. . . ' ' ¡lgUlada'
ÚP; • en O la conseCUCIOn e a representaclOn» por ser «vo-
1 de 1a va luntad epor defi lllCIon
. " ,
;\fracas
c~mo algo. sI~gular. La p.lellltud de sus altendades CÓIi'fé~ >,~!i1 .,JuntatIs, un asa to
111, o,i" mo,
.. a oi "que "
raneas es lImItada, redUCIda a un lugar en la cola de la ,hist~~ " "' tructllralmente Imposible de consegUIr».!! 51: es ImposIble
El futuro de los lugares en desarrollo ya está :atieinado¡éne¡'~ :~eSnoce~lo todo. Cada viaje en tren (por hablar de esta minu-
presente de~arrollado (a p~sar de que, d~da l~,dlllá~ica;g§é~l~, ¡pc,o convertiría en una pesadilla si tuviésemos que sentirnos

dora de deslgualda~ propia de ~a globahzacIOn capItah~tái';pJ'}t: ~ ,cu!paolespor no haber sido capaces de reconocer la totalidad
supu:sto ~o lo este). Su espacIO .(de m~nera bastante '.]f!e~~);¡ en cuya coexistencia coetánea nos hemos visto im-
para Imagmar un futuro alternatIvo esta constreñia,0 l1'I\6P:Wi ~~c4aos¡i!pero ~ste tema pue~e ser ~lanteado de otra manera:
imaginar el espacio entendido como tiempo. Unaa¿tit~a~" C0n10 un cambIO de perspectiva. Ehasson, desde una trayec-
atenta sobre el carácter más-quc-único del espacio ¿'recháZf~ ro¡'¡i~fi,losófica diferente pero relacionada, habla de «mirarse
aquella relegación de la diferencia contemporánea .~l J~a.;aq~y;y: ~~?!ni;m9 sensitivamente».!2 Se trata de cambiar el ángulo de
la conjunción del espacio en el tiempo. " ,' J;;¡ó~:;': deJ~nzarte a ti mismo a lo espacial, tal como Bergson
En los temas dc la globalización y de la geopólítica'ii6'i ,"PUd0 haber dicho. Es la conciencia vívida de la dimensión de la
son los únicos donde se dan estas estratagemas.~oessoll' cOétaneida~;
''rt.'ti,:dh", " ,( la apertura imaginativa del espacio a los tiempos.
un «ellos» en oposición a «nosotros» lo que da l~gar J~meson ha escrito de manera muy sugerente acerca de la
m aniobras. Las imaginaciones de los turistas pueden >'R(SUperncialidad de la época postmoderna, pero habitualmente
el mismo tipo de cosas: aquel paraíso vacacional «~tempo lio/alt~t~a:ti;va propuesta no es sino un retorno a la narrativa
aquel <<lugar olvidado por el tiempo»; el emigrante
su ,antiguo .hog~r (q.l~e ahora. y.a es irreconocible:Yan~ ';!' fut.
''''',.,9.. :Predric Jameson (1991), Postmodernism or The Cultural Logic 01 Late
allI). En.l~ IInagma~IOn, los VIajes «de :uel~a.a casa» son, aR~
I <Londres: Verso [Hay traducción al castellano: El Postmodernismo o la
nudo VIajes en el tIempo y en el espacIO: VIajeS al pasado. ," '," ¡~u tural del capitalismo avanzado, Buenos AireS: Paidós, 1991).
, ' .
los lugares avanzan sin ti. La nostalgia o un conJunt~ "'''
Á '1CÓeC"¡;¡
'~'GaJGn1~rJ.e~n-Paul Sartre (198!~, La Nausée. Oeuvr:s Romanesc¡ues. .París:
1991l' p. 67 [Hay traducclOn al castellano: La nausea. Madnd: Alianza,
tatÍvas que no tenga en consideración este hecho, Ir
los demás tengan su capacidad de acción, les nieg a .el , e~ g'~meson (1991); p. 362.
. c onvlerte
' .coetaneo
, y dlferen~ .' ,.,,2001 (f~ll rOleets.n· Olafur Eliasson. Nueva York; The Museul11 oE Modera Art,'
J
oc sus h'Istonas. su espacIO , eto reVIsado en 2002).

192 193

.....
moderna específica. Mientras que para la primera . cipios tan genéricos como este serían, igualmente,
espacio y nada de tiempo, para la segunda, yo diría es, ~od~ porque eI mun do es espeCl'fi co y esta' estructu-
'pon. JS,
tiempo (una única historia) y nada de espacio (para ei es to.~\) desiaualdades . Importa quién se mueve y cómo te
, 1 . 1 ) A . 1 resto d fado po r t>
coetaneos, para as voces nva es. sumIr a coetaneid d e
espacio es rechazar que la mirada imaginativa sea Un ,~~~l ~~e;~~oJ1ladismo ta~bién es el ma~tra de ~~s n.eo?iberal~s; e!
pasar página desde la temporalidad única de la moder ~~Ple '. 1financiero esta en constante clrculaciOn; la l11dustna es
caPI~t~l (.y qué decir de los derechos de emigración?).
¡
la instantaneidad postmoderna. Se trataría de un situ: ad a
· d
me diO ' l'
e osimu tlp 1es d ' contemporaneos.
evemres , se en El ~gfasis e~1 l
\,0 atJ ·c
os ' di' d' d
~lempos e espaclO es un recor atono . e
y ello significa, de nuevo, que el espacio no es unas ' o_a;encia. Esto tiene mucho que ver con un reto espacIal,
· El mapa no es el espaciO.
fi Cle. ' Es una representación del
uper_'
d
~o q~e plantea la cuestión de la l1egociación.)
pacio-tiempo~ Los mapas del tiempo de mi p " ,. es- .' a'

pian de las cosas en un momento dado (<<Hayal medlodía;\


Predice un frente ocluido proveniente de Islanqia y grand
chaparrones pero con algo de sol en Kirkcudbright. L~l~Ye: os,dif~,fentes vientos que nos afectan en el pueblo de Cataluña
l ' da de las isobaras nos dice que las cosas van a cambiid~Laé ';~ílita;¡¡ una especie de orientación sensitiva. Desde el sur
bajas presiones se extenderán por todo el Reino Unido»). 'A puede llegar un fresco escalofrío que permite reconocer que,
medida que los frentes atraviesan el territorio (que, a su ve; , ¡,:aya?zadala primavera, todavía queda nieve en los Pirineos; la
avanza y se desplaza arriba y abajo), cada lugar los e~phime~:~' :ti:Máii~ada trae ráfagas de mar. Son recordatorios de! lugar de
ta sucesivamente: tras un amanecer seco que deviene húm~do e~ie lugar en e! marco extenso de las cosas. Mi periódico infor-
en e! este de Inglaterra, en Irlanda de! Norte, por el contrario, ma,de;que «hay temperaturas muy altas por lo que es habitual
está aclarando. Una pluralidad de días meteorológicos. , 4 , ,. época del año». Durante el anterior fin de semana,
~jentos del sur han traído consigo e! calor del Sáhara, dejando
"a'Turquía meridional con un calor sofocante de más de 35°C
(Otro paréntesis déspués desplazarse hacia el norte a través de Europa
El reconocimiento de que todo está constitutivamente enpro~ . y Rusia Occidental. Estamos, como dicen, todos
ceso no implica (o no debería implicar), de ningún modo, con- Interconectados. Recuerdo que aquella tarde de Chernobyl
siderar la movilidad únicamente como opuesta a la es~abi1~daQ,) yoest~,~~detrás de mi ventana con la mirada perdida hacia las
como algo fugaz más que asentado, como una huida fre~Fe a Y'preguntándome qué es lo que me estarían trayendo.
un compromISO. hi El. espacio de tantas trayectorias, la simultaneidad de
La movilidad es un tema esencial de nuestra época;i! La"m~11 Sto~las,'vividas hasta hoy, también es el producto de aque-
co .
vilidad, el nomadismo, los flujos: un espacio de flujos reemR d.' 1I d neXlOnes: constantemente desconectado por nuevas
za un espacio de lugares; redes en vez de territorios. Per~ tO eso
ega as
sie ' ,constantemente a la espera de estar determinado (y
.. ( . ripclon .
e11 o son descnpClOnes preCIsas o no) y no son pres c ;ri" , lllpre.' pu . d etermll1ac
. es, ll1 . i) o por Ia C011strucClOn
" d e nuevas

194 195
relaci ones, Así pues, este espacio siempre está, en cier " Ael O, TIEMPO Y RESPONSABIUDAD POLÍTICA
' b d ( ' b' b ' to Sen'"
d o, maca a o SI len «aca ar» no esta entre Sus objef tí-1, ESl'{]NA ERA DE DESIGUALDAD GLOBAL':'
realmente fuese posible cortar una tajada a través del ~:~s), ~.i;, ~N ,'
estaría (en este sentido) llena de agujeros, de discontinu'dIllPti~. Doree
n Massey
de intentos inconclusos de primeros encuentros', de esp" 1 ~d~§,

en construcClon, «Todo está conectado con todo lo d a: 10


Introducción
puede ser un saludable recordatorio político de que t:dlllas~¡i l • gumento central de esta conferencia' es muy sencillo: la
"1
que hagamos tiene lmp"lcaClOnes mas , extensas de las que ' o,lo,
E a:ra en la que se conceptualiza el espacio es de fundamen-
' 1 P ' "1 qU!Za ' Es rel E . l'lCaCIOnes
.
habltua mente reconocemos, ero esto es mutl sicondu!t;,'1t J1Ial1 . .
~. 'iI1portanCla. evante, sto'tiene Imp tanto
una visión de un holismo ya constituido. Más bien s,.... e trat~ed
a ' ea :11 '1~ manera de enfocar las ciencias sociales, en particular la
que siempre
. hay conexiones por hacer,
. yuxtaposiciones
' us't'l"as
e ografía de! desarrollo, y en la forma en que construimos los
para !~teractuar o, por el contrano, l~zos potenc~ale;~ q~~.»o , ,ge l' .
i osicionamientos po ItlCOS y nos comprometemos con e os.
11
debenan establecerse nunca. El espacIO, pues, as! eritendídti ' ' ~e t;ata, pues, de un planteamiento teórico y muy general. Sin
no es una simultaneidad ya completada en la que ,. ~.o4asJ~ éñIb~rgo, e! objetivo de esta conferencia solo pretende centrar-
interconexiones ya han sido establecidas, en la que cualq'uler se en algunos de los aspectos de dicho planteamiento general,
parte ya está relacionada con cualquier otra parte, SieI1,}pr~,hiy;" en concreto los que se refieren a cuestiones de desigualdad en
cabos sueltos. Si tuvieses que hacer un mapa que tuviese efce- ' n~~~tro mundo actual, neoliberal y globalizado. Además, todo
tivamente las características de este espacio, sería posible.Rlle ellQhos llevará a considerar la noción de responsabilidad polí-
quedase en nada. ,. ';1" tica en un mundo como este.
Y es en los términos de compromiso entre estas traye~1ijli "Es importante, sin embargo, que planteemos, en primer
torias crUzadas donde radica la política, la producti~idad, las" ' lugar, algunas propuestas básicas generales relacionadas con
preguntas, las expectativas, el potencial para la sorpresa~ la"cenceptualización del espacio. 2 Hay tres, como podre-
m~~ ,ve\ a continuación. La primera es que el espacio es un

,N"': © Erd~unde, Univcrsitat Bonn, Bonn, 2006. Traducido por Abel Albet y
~Ja Beriach del original inglés «5pace, time and political responsibility in the
· IIIJs~of global ~nequality", Er4kunde} 60(2);,Pp, 89-95 (2006), ' "
soh '. GEsta sene de conferenCias esta orgamzada por el Grupo de InvestJgacJOn
· de Be eografí~ del Desarrollo del Departamento de Geografía de la Universidad
· ,.9,o¡~:nMLa pnmera «Conferen~ia Internacional,,fue impartida por la profesora
"Inter ' . assey, de la Open Umverslty, el 27 de Jumo de 2005. La ConferenCia
dp¡~aCJOníll.tJtulada «Petróleo imperial" , fue impartida ellO de julio de 2006 por
2 e~or MJchael Watts, de la Universidad de California en Berkeley.
SOn ex'pl sta~propuestas y parte de los argumentos que se plantean a continuación,
de estos Ora os con más detalle en Massey (2005), Una versión previa de algunos
aspectos también puede hallarse en Massey (1999).

196 197
producto de las prácticas, las relaciones, las conexio , " una explo ración qu e también ayudará a dar vida a
s ,
desconexiones. Hacemos espacio a lo largo de nuest nes~Jas i;¡'·'eva· slva
' roposiciOnes . ' d as alpnnCIplO.
mencIOna ' "
" l l b l
y a todas las escalas, de lo mtimo a o g o a. Actualrn ras\'ld ~,
' .",Jas.treS p
, ente es '
propuesta se acepta de manera genera IZada, pero a rne' !id" ~~., 'Y
1
., l ' 1" nu o~. ' , . iones evasivas
tiene mas en cuenta en a teona que en a practica. La se ~ ,~" :rmagltlaC
afirmación es que el espacio es la dimensión de la rnult~l~* la estrategia adoptada más a menudo cuando hay que
dad. EVI'd entemente, sm . espaclO ' no pue d e h ab er rnultipll"'/~!\lPle¡, .~ W veZ rse al reto di ' y en especia
e espaCIO, . l I
ante d el
e tema
• . " Clu¡¡Q f '~ nften ta
(en el sentido simple de l~ eXI~tenCla ~~ mas de unaCOsa).:SiQ .;k:1.'~ , eesarroJlo, es convertir el espa~'io en ti~,m?oJ la geografía en
embargo, esta propuesta Implica tamblen lo contr. ario q·u·eSílI ·.. o.,e¡~.1·. h' d torz. 'a ASI', para poner un ejemplo !aCll, cuando se plan-
multiplicidad no,ruede habe: e~p.aciO. En otras pa~~br~s,si~".~ t:aii'cuestiones relativas a la pobre~a ~ ,la desigualdad qu.e
• o' , o

fica que el espaciO y la multiplIcIdad son CO-CO?s\ftutiY()s¡'~ ori,~.o 1(~ kdan en la forma ac~ual de globalIzaciOn (tal vez e~ Mall,
tercera ~ropu~s:a se desprende de las dos anten9re~, Y:$so,q~ o 'vr1'Nicaraguao. Mozamblque), la respuest~ suele constr~1lrse en
el espaciO esta siempre en proceso, que nunca ter~Ina,:, nulÍcá t¡j °a nOClOnes como «van por detras», «danos tiempo»,
es un holismo completo. Dicho en términos má~. pra':;tif~; : . : V'an ,a ponerse al dia». Del mismo modo, también es una
siempre ha.y conexiones y :elaciones que est~~ aúnpor:hG~oi;o'M.~:;(~ctiS~)Eomún cl~sificar a los países o regiones como de-
o no culmI~adas., E~ espaciO e.s una producclOn en ~ur~o'!iL.:~:, sarrdllad?s o en vlas de ~esa~rollo. !, de nue~o, tanto en la
consecuenCia esta siempre abierto al futuro y, por lo o~¡o, . o . ;, ~tapolí~of;ca como en las CienCIas SOCIales, los dIscursos hacen
siempre abierto a la responsabilidad y la política, l? quá{'de ", o@'!!"~só (d~ '"m!mera implícita o explicita) de las grandes narra-
vital importancia para comprender los planteami¿ntos ~~t~ ~~JiJás modernas, como la de Progreso o la de los Modos de
citados. ' . , \,; ~";' 0!fJjt; Pt~duccióh.
Es posible que, de manera intuitiva, estas afirmacio~es.;;'!ii, . "'En todas estas formulaciones, se lleva a cabo una opera-
parezcan evidentes. Pero, de hecho, implican una ,forfl};3 .d~~1!\ o¡6n ¿oncreta en relación con la conceptualización subyacente
conceptualizar el espacio que se presenta c~mo .un ver~aae~~~ . de~:espacio y del tiempo. En todas ellas, toda la geografía
desafío, a menudo subestimado, para las CIenCIas soc!aIS~:Y,tN"deslgual :del mundo se reorganiza eficazmente (imaginativa-
tal vez, para la geografía en particular, para el comP:91P!5.~~1 o' me!~te~en una secuencia histórica. La geografia (que, según
político y para la práctica de la vida cotidiana. Ade~as,p~~~ :I~;ip~oposiciones antes citadas, es una simultaneidad espacial
cisamente porque se presenta como un reto, es colVUIl, q~~et"m, o ~~~~rencias) se convierte en historia (entendida como una
t
.
todos los ámbItos antes menClOna . d os (' . so ciales. hpOil
CIenCias !'.
·~." I,:/
°Secuenci
0>:,0 ,'" o
1) E
" a,j'inea, l
n otras pa abras: '
se realIzan .
dos operaclO-
·
ca, vida cotidiana) se adopten conceptuallzaClone
. s alternaU~o '.' nes En' l
f' :¡SQJtrf' dlido"d primer ugar está la destrucción de la contemporanei-
. . , . 1" )
(como ImagmaciOnes lmp 1Cltas para eVl ar 't este desa
!ti '
10•. :, .
. d': SO, o .¡;1("'; "
el espa'
i CIO. E n segund I e'Igua1 d e Importante
o ugar, ' -y
. . . 1 mun o . 'o "Vnsecue . d I ' .
«pequeñas mamobras » que hacen que VIVIr en e 'd 1esP''.0''''r¡¡ ' o jfsingi¡1 ,ncJa e a pnmera-, la temporalIdad se reduce a lo
más fácil, pero que no afrontan directamente el.reto . :dorid~,' nollo)r. solo hay una secuencia histó rica (un modelo de desa-
ill
cio. La siguiente sección explora dos de esas «Irnag . " y la definen los que están «delante» (hay una sola voz)

198 199
ya veces, tal v~z muy a men udo, l~ ae,ep tan ~os que se d' ',2, "'I"'i.,n 't forma d~ ,menospr ecio; se niega la ~coetaneidad», 3 (Y
van por «detras», El r esultado mas mmed1ato y ev'd ICe q\le '" ."N(IV< Es tilla i opinlOn, nos afecta tanto como mtelectuales preo-
es ta maniobra es qu e los países o regiones que está 1 ente dN! v~t;>t' eSeo, ell mor las relaciones globales Norte-Sur, como miem-
en esta secuenCia, no tienen
" 'b 'l'd
11l nguna p OS1 lIad (preci
n «d ett, 1
, a8~ wQ~" w. ctIP.
adaS P I ' d d),
, ' ) d fi ' , satnen s ca rrientes de a SaCIe'a d ' e1espacIO . en tiempo
,
n o tienen «espaciO» para e mr un cammo propio. Su fu te, , bro s dos consecuenCias e convertIr
está predefinido , Tal vez ellos no desearían seguir el ~~~ , ' Esta nto eliminar su naturaleza esencial), es decir, de negar
que encab ezan los «desarrollados», Esta maniobra o ecam~o (yporl~;ación en la producción de la desigualdad y en la reduc-
, " de 1a d'f
pa1abras, esta conceptua11zaClOn '
1 erenCla espacial
' n Olias " laj/llP I '1' 1 11
,w ., 'de las diferenCIas a SItuar as en aque a suceslOn 1stonca,
"h" '
secuenCIa , tempora1, es una f orma d e d eC1r ' que no hay ningu""w COIlIa: ¡¡¡'~¡¡¡¿'11 ClOn d 1 d f' "
' " lican la supreslOn e os esa lOS et1cos y po 1t1COS,
(l " l' ' A m b as
'
a1ternat1va, na
~,.~
,W. i
,,;,
JlIIp b"
• den tam len,
d 1" , 1
e conceptua 1zaClOnes part1cu ares y eva-
@" "."" ''' . depen ,
Hay, " además, otras, consecuencias de esta conv'erSloil :' ,': <'<, ",',' , " .,
e/i"i"~ 1jY;'Slvas '
del espacio y tiempo, , ,
del ,espacIO en tIempo, L~ ?~lmera consecue,ncia~s quei.ná , este punto es necesano, sm embargo, hacer una acla-
se, tlCne en cuenta la p~slblhdad (algunos dlrían .?~<el,~ec~d:,'1l't""t ración ,importante, Esta propue~ta no, ~s, en absoluto, un
eVIdente») de que la deSIgualdad en el mundo se es,t á p~ó~u" ~~ ' iÍJ". , jrgum~.p.to en contra de cualquzer nOClOn de «progreso» o
ciendo ahora, y de que, además, se produce como un ,he~~~ ti:~~:,«desarr~llo», Evidentemente, el agua limpia siempre es mejor
estr~ctural de est~ forma de ~lobalización. Esta im~g¡,n.aci~{¡~ "i:~¡qus; el ~,?ua s~cia, Los problemas con estos con~eptos, que
evaSiva concreta Ignora los efectos de las actuales formas 'Qe', ,,' " , . est~ ' plallteamlento pretende destacar, afectan pnmeramente
«conexión » {el espacio como relaciones, prácticas),loqti¿~ ,~f ¡"~lIasingul~ridad de la forma que asumen y, además, la cuestión
su vez, no solo hace menos probable que la mayoría de íósm;'!;~ "d;quién ~efine dicha forma. El objetivo es, más bien, señalar
«otros» puedan «ponerse al día», sino que también octllra ¡¡¡¡'J~~~ '. '¡adific~ltad aparente que existe para reconocer de verdad un
hábilmente la implicación del mundo « desarrollado» ,eñ 'lt ijj~;!rr"'i'tl pi~sente desigual y espacialmente diferenciado y nuestra im-
producción de esta desigualdad actual, (Aquí efupiez.u!~ :~%('tJ~plicaciónen él, e indic~r cuáles son las acciones que se adoptan
plantearse el tema de la responsabilidad al que se volver~~I'B'I!¡!l,,~"h:!?itua:lmente, qué «cosmologías políticas» se conjuran para
final de este trabajo,) evJtar afrontar este elemento del desafío del espacio,4
La segunda consecuencia de esta maniobra ima:ginativa :%it¡''''',~',fr~mbi~n hay que reconocer que esta transformación del
que convierte el espacio en tiempo es más difícil de expres,~ i~",?pa~lodltiempo siempre ha sido cuestionada desde el mismo
Consiste en evidenciar cómo la forma en que se enmarcanJ~,i¡~,j~¡nbltopolítico internacional. Así, se ha argumentado, persua-
diferencias entre los lugares (países, regiones) se reduce, sesq~;, "
viza y se hace menos urgente, con menos presión, (Entre.IOS1t~~1 ~
ricos del Reino Unido o Alemania, por ejemplo, y los pobr~s.. '~ Icliel~'e~o~~: la coetaniedad, véase Fabian (1983), El planteamiento de Fabian se
, ' , I d 'f '
de Mah o G uatema a,) Esta 1 erenCla se re y ," (llI
le
duce se colo~a en ' t\~avés clal~ente a la antropol<;>gía y a la forma en q~e ella const~uye (en parte
!liste maniobras con el espacIO y el tiempo) su objeto d e estudiO, Con todo ,
aquella misma sucesión histórica, Y ello, a su vez, pr~ducldea. '"! 4~~~~~rosos paralelismos COI~ la ge~&rafía del d<;sarrol,lo., .
' b 1 ' 1 ' 1
ef ecto a so u tamente crUCIa : se mega a PoS!
'C1'0
' 11 de 19ua a (1983)
.', .
ncepto de «cosmologla palmea" tamblen es ta obtel11do de Fablan

200 201
sivamente, que esta lucha para establecer una histori . V spués de estudiar detalladamente este prim er ejemplo
poránea propia fue fundamental tanto para los mO:icO~tel1l:J! ;" "' , :ginación evasiva, el segundo caso se puede tratar d e
de ¡1'b eraCIOn
' , naCIOna
' l (es deClr,
' en e1 am' b'Ito de la rulent; ,os· ·~'t .de 1111a mUC ho mas'b reve, A qU'I 1o presentamos, en parte, para
inmediat~) como para la teorizació~ de la escuela depen~~~t~Ca '.' l f~:car el hecho d~ que hay mu~has concep,tualizaciones al.,
ta (es decIr, en una de las posturas lllte!ectuales detrá d tlS: . d tivas del espacIO que no se ajustan de 11lnguna manera a
luchas),5 .
s e es
' as
!f
. ropuestas esta bl eCl'das desde el principio y que, cada una
terna
' 1 ' , - d' b'
. H. ~y un u. tImo punto lmporta?te a ana Ir so re esta il1la: ' "a suPmanera, tra t an de eVI't ar e1 reto (o~ mas
"las , co~cretamente,
glllacIOn evasIva (y que puede aplIcarse, de hecho, a tod ' L ' , 'ecros del reto) que plantea el espacIO, El nuc!eo de esta
. . b' as liIS asp l' , , . 1
ima~i~aci~~es de :ste tipo). Este ~s ~ue, SI le~ es cierto queja /2 ~ segunda c~nceptua IzaCIOn eva,sIv: es a estrategia de pensar
movIlIzaCIOn domlllante y hegem011lca de esta Imaginación . ¡ ,Jet eshacto como una superficze, Esto ocurre en una gran va-
está " " t w " r .
generalmente en manos de los poderosos -líderes globale' 'f\ tI'edad de maneras. En conversaCIOnes informales yen escritos
. s en ¡ d h h 'v '
Occidente, el FMI Y la OMe, etc. - , tambIén es cierto que estas , d,iyersos (y. e ec o en gran parte de textos escritos en las
imaginaciones acaban infiltrándose en nuestras vidas diarias ;;,,'¡'¡, ciencias,soclales no geográficas), se supone que el espacio es
Por o:ra part:, esto es un efecto, i.gual de in::por~ant? !.plant~ , ~f '!il ~quivalente al paisaj~ de «ahí fuera», a la superfici~ de la tierra
ademas retos llltelectuales y polItICOS todavla mas dlfleIles"Yn' I' ,:cy;elmar que se extienden a nuestro alrededor. Slll duda, en
ejemplo concreto que podría ~!udar a ilustrar todo estoJop~,,;:,j:~'t' , eSte~~so existe un~ con~~ión con la co~~rensi?n filosófica de~
demos encont~ar en la re~l~~cIO,n.de George W ~ush." ,a",la.:. c~.a. . '~.' .•..',•l·.. '.'(.• , . :e. spaClO como la dlmenslO,n de la exteI~SlOn (.r~lIentras que ~q~l
Blanca, Una lmea de analtsls tlplCa de los medIOS <~hb~rales. , '" ~ell1os destacado el e~pa.clO como la dunenslOn de la multlp!t-
de izquierdas en el Reino Unido establecía que los queha:b~.w·" cldad). De un modo slmIlal~ a veces se hace referencia al hecho
votado a favor de este presidente formaban parte de un ,pas~~o 'e" ' de viajar como un «viaje a través del espacio», Uno se sienta
arcaico. Estaban «pasados de moda», ¿cómo se podían soste~e~;';I: en un tren en movimiento, por ejemplo, y mira un paisaje en
tales creencias (so~re la fa~ilia, la ~eligión, la sexualid,~d,;,)en~ " e,l~ue .~na mujer limpia un desa?üe. 6 Para el viajero del tren,
siglo XXI? Entendtan su «dlfe~enC1a» c~mo al?o temporal:; ~!~ .¡H :mu!er queda atrapada en un Instante, congelada en esa ac-
postura, en otras palabras, mega la diferenCIa, que realment~ !1" ~.' mIentras el t~en avanza. Ella forma parte del «espacio de
existe; muestra una falta de respeto (y e! respeto es un correla,¡~.:, e '.' . . p fuera)~, concebIdo como una superficie en la que se viaja.
. .
de! reconOCImIento de la coetanelC , al'Ignór:das
. 1ad ). 'T'l.am b'len, "',;ii," · ',<''Ji' Or el Cont' '1lecho, para l
rano, y de ' este mOVImIento
a mUjer . . de
. 'b'd 1 d
relaclOnes que han contn Ul o a a pro UCClon e es a " d t s pOSICIO" [ Í' Inplar el des .. f
,¡,T :\~ l" ir ' ' d '
ague arma parte e una VIda, de un momento en
nes se priva de la posibilidad de aplicar cualquier políti~a..so . e:.' f'.' d~at~~yectoria en curso. Ella está, podríamos decir, a punto de
, d' ' ,", '" saparecer (pr . , . . .
los que tIenen una postura e este tIpO, " I!!: 'm. ( , eClsamente, para VIajar) para VISItar a su herma-

. ¡ reseJlCJ ~
5, El reciente libro de D avid Slater Geopo!itics and che post-co!onUl·!oes~
este argumento de manera especia lmente clara y de él tam bién extra;/l~C\ glo~'
toQef~~assey \2005) profundiza co n más detall e en es te ejemplo clásico, Conecta
' qUese cs~nb~atnlento más amplio so bre la conexión entre espacio y representación,
la geografía del desarroll o, especialm ente la necesidad de aprender e u . a, ,eee tan a menud o en la fil osofía,
'¡';

202 203
na y ha estado p ensando durante días «antes de que llJ. . . un agente activo y, así, se priva al «otro» de una agencia
necesariamente tengo que 1, ' ese desague»,
Implar ,. e Va"la 'autónoma y de una h"Istona propIa,
co¡tlo , Esta re 1ación con la
Lo que queremos destacar es que, por supuesto e .
cuV' a "fi' b' ,
a d rnidad es Slgl1l catlva, ya que tam len caractenza la Ima-
"
' se lllo .~ JllO e . d I '
mento captado a través de la ventana de1 tren no seco 1~ .'i . ' ..3C1.'Ón evaSIva e espacIO que se ha detallado en el primer
sino que es parte de una hIstona " en curso, y pasa lO' ' mi nge a' ;" gtJ1 lo (la converSIOn
p'
" d I ' en e1 tIempo),
e espaclO ' En ese caso
" d h ' t- N
con todos 1os «paISajeS e a 1 uera» , o es una superfi , ....¡ Slllo . ' e¡c¡tl uestiona an as «gran es narratIvas » e I
, b I d ' d d
a mo '
ermdad,
sino una constelaClón' d e trayectonas ' en curso, Por otra ptle' se eubsuncJOn
1 , ' d e mu'1 tIp '1 es h"Istonas en una SOla 1 trayectoria
' 1 arte, as 'd'
no se trata solo de las trayectonas de os seres humanos SI...' '. " poniendo, aSI, un etermlllado modelo de desarrollo o de
'fi' ,notlil d ' 1 1 '
también de las de los ~o-, umanos ---:- os e I CIO~, ~~. ~,! .~rbof~s,.! j! .~•. . progr~~p' En es:e segun o, eJem,p o ,a mamobra crucial es
h 1 d
las rocas, todo en movlllllento, cambIando, conv1rtlendose, Es l·' ¡:jwr a los demas de agencIa e hlstona, Y esto, de nuevo, se
esa multiplicidad de trayectorias 10 que es importante capturar ¡ [ogra a través de una reconceptualización implícita del espacio
-no viajar a través del espacio concebido como una superficie ! .de tal manera que se evitan aspectos planteados por el desafío
continua, sino viajar a través de relatos, .,' ! J~'T!'. " ~el cspacio (en concreto la existencia simultánea de «otros»
También existen otras maneras e~ las que funci~n~~~!i,~ ,iutón?mos), P,or el contrario, aquÍ se propone que elespacío
conceptualización implícita del espacIO como una supeifiHé.es una ,dimensIón que atraviesa relatos/trayectorias, pero no
Por ejemplo, a menudo hay, una confusión, o elisión, entre para estabilizarlos en una superficie en la que las vidas de los
los mapas y el espacio -es decir, entre la superficie del mapa demás están quietas, y en la que los trastornos inherentes a
y la dimensión del espacio en sí. Esto, de nuevo, sir;re!! p~i ic, Jamuhiplicidad están suturados en la coherencia, El espacio
convertir el espacio en un todo completo (en contra'st4ú.c¡¡}~;"W. .en este sentido, intrínsecamente imbuido con el tiempo,
los argumentos establecidos al comienzo de este trabajo, que' El espacio es una simultaneidad de trayectorias inacabadas y
proponían que el espacio estaba siempre en pro~eso d,e, pw- encu,rso"
ducción), Encontramos, sin embargo, una mamfest~c~on de . " SI~1 tiempo es la dimensión del cambio, entonces el espacio
esta imaginación evasiva que es de especial importancl~:~~~; ,Y1,~',. e~ ~~dlmenslón de la multiplicidad contemporánea, Además,
el desarrollo de la geogra fla, ' Es la 'lmagmaclOn ' ' , ,de \1~ ""'; queseIc".r\
;;;' , . ,'¡,<,se
."',;,trata' d e ~~aI mu 'up l'lCI'd ad de trayectonas
' de procesos, no
llama «los viajes de descubrimiento», En esta ImagmaclOn,~ecos~s estatlCas, El espacio es, por lo tanto, la dimensión de
, ' l
Hernan C,o~tes cru~a, e espaclO e
' (1 Al' t' o hasta lo que
t an ,IC " ca ítal ,d~ .
9,SOCIal Plant 1
básicas::'
'1 l' ' , '
ea as pre~u~t~s SOCIa es, po I~lcas y eUcas mas
,
se convertma en MexIco) y llega a Tenochtltlan, la p, ,,.,. ( l.. .•... ~como vamos a VIVIr Juntos? El espaclO nos presenta la
, ' , , 1 h te actIVO ' e
los aztecas, En esta lmagmacIOn so o ay un agen !!" "' c- '&!~""¡¡'!j
exIstencIa de 1 d
",<,',¡i0~ , os emas,
'
, 1 que tuero.
viajero), Implícitamente, se conceptua1Izan a os fi ' eS.
I super ele
~pacio,
, " , d
«descubIertos» como SI estUVIeran SItua os en a , "'csen tiempo, identidad, subjetividad
' 1" mo SI estuV'l .
pacial que se ha cruzado e, Imp lCItamente, co , 'ación
esperando la llegada del viajero, Se trata de una Imagtnebido te', recon ceptua1"lzaClOn
!!sta , d I ' re husa
e espacIO ' categoncamen-
, '
colonial clásica, en la que solo e1 co1Olllza or
' d es ~one , ,. .
. " Contrapo ner e1 espacIO ' y el tIempo
' conSI'd eran 'd o1os mas'

204 205
bien. COl~O una unida~ , dep endi entes uno .del otro (para .sin ern~arg?, ~n los últimos años l:a ap'arecido en ~a
explIcaClon de esto, vease M assey, 2005). Sm embargo~n.~., da sOClal-Clenufica una reconceptuahzacIOn que podna
portante insistir en sus especificidades y no recaer e~ eS.l~,
CI1
ag ion ar esta posición: las subjetividades e identidades son
· .
tetra d ImenSIOna l'd
I ad'111 d I'f erenCla
. d a. D e 'Igua1 Importa
. . ª.
.', ' cIen cu.est ialmente re laClona
' 1es. L b
as personas no o'tIenen su ser
. . d 1 'fi 'd d d nCla e ese I1C l ' . , . .
que en este reconocimiento e a esp eCl CI a e cada II ,.,t" . .
s de partlClpar en a mteraCCIOn smo que, en gran medl-
. 1 d . ,
espacIO se e conce a tanta atenclOn co m o a uemp? D' 1 . no al ;, ante 'd 'd d b' . 'd d
nuestro ser, nuestra I enU a y nuestras su )etlvl a es se
las razones para insistir en este p u nto es que en est;s'Úl~a de ; ' da, stituyen en y a través de los compromisos, las conexiones
- 1 dI ' " 1 linos , con . 1 " d' ., 1. 1 d
anos, en a gunas ramas e as ClenClas SOCla es se Obs e.rv a::u·. ·,'I$!, ' '1'.• :':;'.".".".' desc.o.neXlOnes, as practicas e mteracclOn. E Impu so .e
tendencia a centrarse en el tiempo, en la memoria yen ' na " yte cambio proviene de muchas direcciones, muchas de ellas
. . . , M' 1
Cierta mtrospeccIOn. 1 p anteamlento
' . ' Una .. . . es · l' . l ' " f' .
no va Contra esas p'r"':"~'''''',', ."Ib l,;~"ciilÍnente po ltlcas como os mOVimIentos emmlstas, antl-
.
, . .

cupaciones, sino en el hecho que debería haber una atenció . ....f . racistas y postcoloniales.
11
complementaria hacia el espacio y lo exterior. ' '0. ;, j';' r Esd nueva reconceptua1ización posee el potencial de
En filosofía y e~ o.tr~s discipli~as h~y una larga t,r.·adic.i.ó.h.,..··.I.,:.d. '.".'.:.'.:.'.0. , pla. lltear. . una s.er~e de cuestiones. En pri.mer lugar, signifi.ca q~e
de entender la subjetiVidad y la Idenudad en térgtinos.'dé,.;¡ tanto la;espacialIdad como la temporalIdad de nuestras IdentI-
tiempo y de temporalidad. Además, se las considera~d~ói4 :'> d~des y subjetividades son consecuencias (somos, en esencia,
un~ di~ensión «i~terna». Tal concepción puede encóntr,~ile\'lt;~!'fiei~ment.os ~e~tro de una geografía configuracional, :r:ás am-
en ambItos muy dIspares: Merleau-Ponty (1962), a pes~rdesuo !,y, PlIa ydlstnbUlda). En segundo lugar, plantea la cuestIOn de lo
enorme interés por el compromiso, afirma que «hay 'qu~ eil1t'w :'i i¡;'queA la geografía de las relaciones a través de la cual cualquier
i

tender el tien:po como suje~o y el sujeto como tiemP.o;0 ..'qpl~!~'Oir'''oj jdeI;lti~ad se establece y se ma~~iene. !n tercer ,lugar, plantea
Deleuze escnbe sobre «el tIempo como la base del slgmfica~~ , (deben~plantear) nuestra relacIOn polluca y SOCIal hacia aque-
y de la experiencia» (d. Goodchild, 1996). Elizabeth GroSz'' ¡ . Uas geografías a través de las cuales nos construimos. En otras
(1995), como parte de su crítica hacia este posici?I}~mie~~~" pal:br~l~' ~~pieza a esbozarse la cuestión de la geografía de la
refleja las propuestas de Luce Irigaray (1993) qUIen :plantea . responsabIhdad .
el tiempo como la proyección de «su» interior, conc~Ptl!áIt~~:' . :,,'Por:supuesto, ya existen estudios sobre las geografías de
introspectiv.o .. : «La interior~dad del tiempo ~~tá relac:onatt0\;{"J~ ~;dentI4ad. Sin e~barg~, como ya se ha expli~ado .anterior-
con la extenondad del espacIO».7 Esta afirmaclOn podna es " . nte, la tendenCia ha SIdo a centrarse en el llltenor, en el
relacionada con la concepción de la imaginación del esp,~~~I~ : re?pnociplÍento de las multiplicidades internas, la dispersión
. . d i
como «extenor», examma a en a seCCIOn antenor. ' " o Incluso
(1999 ¡I( ola fragmel:tacIOn
. , d e l a 1'd ent!'d a d '
. FIOna Ro b'mson
Glob) .P?ne en pnmer plano este concepto en su libro
al~zmg Care, en el que propone separar el concepto
de:,lii.(Cllld d 1
.. .. , ' Iriuata~r fa T a o a as personas» de su abrumador anclaje en lo
7. No es aho ra ITIIl11 ten cIOll adoptar la 1l11ea argumental que, segun tIO
, . '. . '
G rosz, r e1aCIOna es ta comrap OSICIOn entre espac IO y tie mpo con ,
' P déb
la cues n er:: lar y en lo local. La preocupación de la mirada interior
O
constitución del gén ero. IllP rtante, ya que surgió de la necesidad d e combatir el

206 207
esencialismo, insistir en hibridaciones internas, etc. relación a la temporalidad y a la historia, el filósofo
mo movimiento se ha dado en relación con la . Bergson escribió sobre «sumergirse en el pasado», una
entidad geográfica específica: el lugar. Una vez es 'de autoposicionamiento que permitiría atar los hilos
sentido global de lo local se ha tendido a poner la comprometerse más específicamente. Aquí se pro-
sus hibridaciones, 10 global dentro de 10 local y las parecido: sumergirse en el espacio y tomar concien-
nes éticas y políticas de la hospitalidad. Una vez . ¡ás configuraciones de trayectorias, vidas, prácticas, etc.
aspectos «internos» son de vital importancia. en todo el planeta y en las cuales nos establecemos
Sin embargo, hay otra cara de la geografía de la de las cuales estamos hechos. Gracias a esta mayor
ción relacional de la identidad, de un sentido conciencia es que es posible priori zar.
Se refiere a las relaciones que funcionan
identidad. Y ello a su vez plantea una ética y una p
espacio, responsabilidad
amplias y distanciadas.
Un problema inmediato es que esta preo de identificar esas prioridades y de enfocar la
relaciones externas de la identidad puede ser de la identidad de dentro a fuera, por así decirlo,
consecuencia, desmotivadora. Es sencillamente extraer del libro de Moira Gatens y Genevieve
nacer, y mucho menos asumir y explicar, todos los 999) Collective imaginings. En este, Gatens y Lloyd
los cuales cualquier persona, o cualquier lugar, está la noción de responsabilidad que adjetivan como
con el mundo. De hecho Jean-Paul Sartre (1981) lo' spinozista» y que tiene características de
criticado por Fredric Jameson (1991). Sartre lucha IUlIallUdU, de corporalidad y de extensión. En el contexto
esa sensación de simultaneidad (esa noción de . de esta obra, son de particular interés la primera y la
relatos aún sin terminar que yo utilizo aquí para . a. En pocas palabras, una responsabilidad
espacio) y empieza a fijarse en «otras cosas que implica que se deriva de nuestra relación constÍtuti-
preciso momento». Jameson lo considera una tarea demás. La relación con las proposiciones acerca de
añade que esta imposibilidad solo puede generar el alización del espacio es evidente. Además, una res-
to de culpa por saber que se están dejando al '~~,!.~l1uad que tiene la característica de la extensión implica
aspectos. Es, dice, solo una pérdida de tiempo. Por limita a 10 inmediato o local. De la misma manera,
J ameson está en lo cierto al afirmar que un intento de de manifiesto la discusión sobre las geografías
lista exhaustiva es inútil pero por otro lado, esa no es la la identidad.
fundamental. Lo relevante es, más bien, la actitud, el pación concreta de Gatens y Lloyd es la exten-
je de la concepción de uno mismo, la posición con tiempo. Son filósofas australianas interesadas en
mundo. Yo diría que, potencialmente, se trata de una de responsabilidad colectiva hacia la sociedad abo-
muy geográfica, una apertura a una implicación más p"'-'to r parte de los australianos blancos actuales y según el
el mundo, una manera de abrirse hacia el exterior. , asa ocle estos últimos en Australia. Escriben: «Al compren-

208 209
der cómo nuestro pasado pervive en nuestro presente t L segunda reflexión surge de la yuxtaposición de los ar-
.. , all1b" a l ' .
comprendemos las demandas de responsabIlIdad por el ,len, , en toS de Gatens y L oyd con una nueva pOSICIón expre-
que llevamos con nosotros, el pasado en el que se hanfoPasado ~ gu;
nuestras identidades. Somos responsables del pasado no rll1ado
que, COI110 individuos hemos hecho, sino por lo que~i P~tlo .
t\05 por Iris Marion Young (2003). Young abordó la cuestión
sa responsabilidad en un artículo subtitulado «Talleres clan-
de tl y responsabilidad política». Su compromiso empírico
, . . Oll1os.des d 1 b' . J .
Como geografa, mI pregunta a esta perspIcaz observaci" olítico abor a a responsa IllOad de los consumIdores de
¿puede esta dimen.sión temporal de la. responsabilida~n es: ro~Estados Unidos c,on los trabajadores de los talleres clan-
paralela en el espaCIO y en el presente? SI «el pasado sigu d stinos en otros paIses del mundo. Una vez más, y ahora
·· 1a d'Istancla
nuestro presente», tam blen . espaCIa. 1Impli~adat',
' e en ''(!i " ge re~~do con otras pa1a bras, se trata de una extensIón . del
ne que estar en nuestro «aquí», .' le ,1 " :!nc~pto de responsabilidad, pero en este caso la extensión
Así pues, esto sería una posible forma de estapleser.u ,. es e~rlícitamente espacial. La preocupación de Young es pa-
política configuracional de responsabilidad para la ilaihi~lt~~sát', según sus propias palabras, «de la culpa a la solidaridad»
y los efectos de una geografía más amplia de las relaciones: ' (este es el título principal de su artículo). Contrapone culpa y
través de las cuales estamos hechos. Además, servirí<l,!, de ;basé Í1!',~; i$i}li,gafidad. En el caso de la culpa, según ella, si algunos son
y forjaría una conceptualización del espacio entendido coffi'~ '''I, culpables, otros son en consecuencia absueltos. En cambio no
una construcción continua a través de la práctica de las rela~iQ: ,es asÍen el caso de la solidaridad (o de la responsabilidad polí-
nes dentro de una multiplicidad coetánea. 'I'i" , üca):'iEn este último caso no hay un culpable reconocible sino
En estos últimos años se han presentado muchas disculpas . ;. más bien una cadena de acciones ordinarias -la firma de los
por errores históricos (tal vez es una manera de consbgUir¡ e¡'~f~ f@rmtÍlarios, los proyectos de investigación, el diseño de anun-
objetivo de Gatens y Lloyd: alejarse de la vacuidad de' ~lgunQs' cies, las pequeñas inversiones, la compra de ropa procedente
de estos.) Sin embargo, hacer frente a los errores ?,~~.fe~f~~', · ~~los talleres de explotación- que establecen la desigualdad
inclusive los que siendo inaccesibles se centran en él espacIo . en el mundo actual. Hay, pues, similitudes entre las propuestas
más que en el tiempo, es todo un reto diferente y, e~ mu~hos ~ •. . " de Yo~ng! las de Gatens y Lloyd, ya que en ambos casos la
sentidos, más complicado. Así que una vez más se eVldertelaJa'~.' ;:,·,' preocupaclón se basa en la responsabilidad «extendida». Sin
distinción entre espacio y tiempo y, de nuevo, es el espacio el . embargo, Young no vincula la responsabilidad a la identidad
que se presenta como un reto. . ~n~;~isma forma que Gatens y Lloyd. Ella lo especifica, más
. Sobre esto se pue.d.en extrapolar c.uatro ,t'do;,." '¡e~~~nen términos d~ participación en los procesos estructura-
Pnmero, una responsabIlIdad que es relacIOnal en e~j' ;;~ ~f. ;.,.\1' . ... 'd' . . ' su caso los pIocesos estructurales que van desde nuestra
indicado por Gatens y Lloyd (y que se refleja en la concep~:~~f "' :~ ~cotidiana a la desigualdad global. En otras palabras, la
lización ~:l espa;:io suge:id~ ~quí~ per? en la cual la ex~~:~I~' i)Q~~::~za d~ la relación de la conectividad es diferente según
es geograbca mas que tllstonca, lmphca la compens~.i! en ¿lE namlentos.
. . d ' 1 1
pOSICIOnes eSlgua es y, por o menos, un rep an 1 teamlentO . n tercer
lidad ' . Iu gar, en su d'ISt1i1CIOI1
. . , entre cu 1pa y responsabi-
la producción de esas mismas posiciones. polItlca, Young se dedica explícitamente a las distintas

210 211
implicaciones de la extensión en el tiempo, por Un 1 , "ji:¡i OS pues, ante un reto del espacio. Se trata del pleno
a
la extensión en el espacio, por el otro. La culpa, die ad , y de . "f,sta:iento de! espacio como la dimensión de lo social (el
~g~
·
mente se re fi ere a una acción o evento que ha aeab derq1, . Je~p~.o~~onlÜ multiplicidad). Se trata del desafío de nuestras
consecuencia, tiende a ser retrospectiva. Tiene que va a y, en ' . espacI~aciones actuales, corrientes y constitutivas y, por lo
pasado. De hecho, parece ser precisamente de esto /de; t~,~el ÍJ1:~el're de nuestra implicación colectiva en los resultados de
Gat~ns y ~loyd tratan de escapar a.l,vincular la responsab~iq\fe t~~o"nterrelación (lo espacial como relacional). Y se trata de
a la ldenudad. Para ellas, la cuestlOn (el tratamiento d d~~d " ~,,:, as~bjlidad de adoptar una postura configuracional abierta
el pasado a los aborígenes de Australia) no está cerrad a o e~ la pO f¡'or (reconocer que e! espacio está re-creándose de ma-
II e¡¡te
sencilla razón de que dicho tratamiento continúa en el ap'. P~rla. ,;. continuada) y por lo tanto, de nuestra responsabilidad
'b'len e1tema no esta'cerra
d o (y por lo tanto resen· llera
te. Pero mas e . ",' .
. d . l' d / ' por):11o" f, ,
··ont¡.
nuamos sien o lmp lca os responsa b'l es) porque las'w ,aee·· IOnes
del pasado (por otros) forman parte de lo que nos hace se~lo j} .i.. '! • ., ,

que somos. Esto sería un avance muy útil. !! ' ", , ReferenCIas bIbhograficas
Sin embargo, hay un cuarto paso en el planteami~iit¿;¡ ?'SERGSON, Henri (1910), Time and free will. Londres: Muirhead
pues hay otra diferencia significativa entre la responsabilidaJ' ',. Library of Philosophy.
con la distancia temporal y la responsabilidad en el.pres~~~ ;i:FÁB!~N, ~ohannes (1983), Time and the Other: how anthropology
espacialmente distanciado. Es e! hecho de que las reparacio~ makú its object. Nueva York: Columbia University Press.
nes de los acontecimientos pasados presentan dichos a<;(])hi'e;¡rr , GAJt.~S, ~oira y LLOYD, Genevieve (1999), Collective imaginings:
cimientos como si hubieran sido «anormales». La esclavitud, Spmoza, past ~~d presento Londres: Routledge.
e! holocausto o el trato a los aborígenes merecen atenci6nde i",Pg?DC~ILD, PhllIp (1996), Deleuze and Guattari: an introduction
,. b' d . . . ' " tb the polzttcs of de,ire. Londres: Sage.
a1gun upo por ha er Sido• eSVlaClOnes de un comportarru . en-
, .,. ','!
GRO
" ,'
·S.',.z , .E
..,.1'Iza bet h (1995)
. , Space, tIme,
. and '
perverslOn: 1
essays on tne
to normal
• •
y aceptable.
, • •
Slll embargo, en el caso de la respoh- '
"' "
p"'
o 'l¡'t'¡'c!!<
o
ofb d' L d R
o les. 011 res: out e ge.1 d
s~blhdad polmca ?e las rela~lOnes actuales, a me~udo ~s:rre- !N ,~~GARl\Y, Luce (1993), The ethies of sexual difference. Ithaca:
Clsamente la prop~a «normahdaC1» la que debe ser lmpugn.ada¡, 'i", iH'~o¡'riell University Press. Publicado inicialmente como Éthique
En el caso de deSIgualdad en el mundo actual, la normalidad dda ¡différence sexuelle. París: Les Éditions de Minuit 1984
es e! desastre. Como Young dice, «En una infracci~n [.. ~] la . [Existe traducción al castellano: Ética de la diferencia ;exual.
concepción de la responsa~ilidad, lo que se ~o~:ldera u~ :;¡'~i'JAM~astellón: E!lago, 2 0 1 0 ] . . .
mal, es generalmente concebido como una deSVlaClOn de un . , . •. o~, ~rednc (1991), Postmodermsm, oy, the cultural logzc of late
línea básica. Implícitamente, se asume una situación nonn~l ,:e,cap¡ta!zsm. Durham: Duke University Press [Existe traducción al
de fondo que sea moralmente aceptable casI"d 1 ' p' rotra ·
1 ea.» o
,,' castellano'. Elp osmo d "
ermsmo o 1a [,. · 1tura Ide1 caplta
ogzca cu . l'¡smo
, l' aVanz d B
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' d [E xlste
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' ' a1 caste 11 ano: La náuse Ues.
11 Parí.
Ga11 lmar .~:
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Alianza, 1981]. a. adrid;
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; ~'~"l'iitireIl1os Y aprenderemos unos de otros» (nota de pren-
colllP .. " d e1 8 d e JU
de la GLA,"'" . l'10 d e 2005 ).
and polítical responsibility", Dissent, primavera; pp. 39-44.
Sl "tivingstone situó a Londres en el contexto más amplio del
de;~rroll.o de las ciudades europeas en general, y de las ciuda-
Reconocimientos ¡,y:,d~~"(¡~¡,!,odo el mundo.
!'<>rWi,:{J;f' ¡¡fU :'
Algunas versiones y partes de esta conferencia han sido pre_ , .si volvemos la vista atrás, cuando hace unos doscientos años
sentadas en la Conferencia Inaugural «David M.Smith< en 'las ciudades europeas empezaron a crecer de manera efecti-
la Universidad Queen Mary de Londres, noviembre dd004' . , va y cuando los campesinos dejaron sus tierras para buscar
la Conferencia Stice, en la Universidad de Washingt~~,máfo . :;u;,futuro en las ciudades, hubo un dicho que afirmaba «el
de 2005; la Conferencia Plenaria Inaugural, en el dbi~gtérq, . ' !Ii~i':~i~~ de la ciudad te hace libre» de manera que la gente que
anual de ANPEGE, Fortaleza, septiembre de 2005. Mi agradeci: ha venido a Londres, de todo tipo de razas, credos y colo-
miento a todos ellos. El texto de ANPEGE está incluido en una res, han venido por esta razón. Esta es una ciudad en la que
próxima publicación, titulada provisionalmente Panorama .,;puedes ser tú mismo mientras no dañes a nadie. Puedes vivir
da Geografia Brasileira compilada por Jase Borzilc~.~i~9gá,?~, 'JiI,,;yida según tu propia elección sin que sean otros los te di-
Silva, Luiz Cruz Lima, Denise Elias, Eustógio Danta,;'" editaaa
por ANNABLUME en Sao Paulo.
lo
ga~ que tienes que hacer. Es una ciudad en la que puedes
abuzar tu propio potencial. Es nuestra fortaleza y esto es
lo que los terroristas pretenden destruir. ..
~
l~ri '~i~ So~ndings, Londres, 2006, Traducido por Abel Albet y Núria Benach del
. (í~); Ingles «London I?Slde-out:, S?,mdmgs: a J?urna~ of poltt¡es and culture, 32
~elia lP'
62-71. El modismo mgles «l11S1de-out" tiene diversos slgruficados: dar la
drásti e adentro hacia fuera, conocer algo en profundidad, o estar en un estado de
;: reorganización,
electo" N,!":
GLA Son las siglas de la Greatcr London Authority, organismo no
Londre~~ea o en 1999 y encargado de elaborar el planeamiento estratégico de
y apoyar la labor del alcald e y de la Asamblea de Londres,

214 215
Este año, por prim era vez en la historia de 1 '" En la manif:staci~n de T~afalgar /Square, Ben Okri
dad, 1a mayona / de Ia po bl aCIOn ' en ciudadesa hu
' / VIve J Itlanh,' . em a al que el habla cambIado el tItulo por el de «Un
continua creciendo y yo digo a ,aq:lellos qUe . tUl pO Londres»: «Aquí vive la gran música de la humani-
este espantoso ataque, ya sea SI SIguen para. Standard, 15 de julio de 2005). La candidatura
por aquí o en algún lugar en el extranjero q' ,1" había sido construida entorno a reivindicaciones de
/ . ' Ue Ve tr1
Proxlma semana como enterramos a nuestros mUen ",; a,.: a cultural y étnica; existe la campaña Respect (actual-
'"
como lloramos su muerte, pero que vean tambie' ' o,s ~ Rise) contr~ el racismo: Todo e~lo no ha sido tan solo
n en'est '
mismos días la llegada de nuevas personas a est Os ,/", ión simpbsta de multlculturahsmo, una proclama en
para convertirla en su propio hogar y llamarse a st UJlaveZ un poco de armonía feliz: la postura de Livingstone
londinenses y poder hacerlo gracias a aquella libt:rT!>rl,.I' ~~~alos e atentados ha sido firme en su rechazo a someterse a
ser ellos mismos ... (ibíd.) ¡jesuO'e I'ones para la exc l ' / y la repreSIOn,
USIOn . / y en su d '
eterml-
,rl'S
continuar con sus críticas allí donde políticamente
La pasión de Livingstone resonó en contundente p~na. Reconoce que esto puede ser una negociación
ante la sinceridad artificial de Tony Blair. Ken ,'rlo el lugar.
bien y del mal, sino de política basada en lo real. S~ ci;ito que podrían decirse muchas más cosas acerca de
so con la diversidad y la hospitalidad alcanzó una coi~ esto, y Ken personalmente ha hecho un gran esfuerzo
tras las elecciones generales algunos meses ante~, 'en ',lasque:, ,eii',pensar en estos temas. Efectivamente, en los meses que si-
habían predominado los deprimentes debates negativos~s~br~ ' guí~fonalos atentados, el «multiculturalismo» se convirtió, de
la inmigración y el asilo. " ' , ,' 'nuéVo,en un concepto controvertido. También es importante
Esos sentimientos tenían una base en la calle. Las encues¡al' refe!~nciar que estas afirmaciones (<<Esta ciudad es el futuro»),
muestran cómo los londinenses valoran mucho la mezcla,cul- en!lasingularidad del futuro al que ellas se refieren, podrían ser
tural y étnica de Londre~ y la perciben como algo esen . en sÍ, mismas como un gesto imperialista: nuestro futuro
identidad de Londres. j A principios de este añoZhe " universal. (Hay, de hecho, un único futuro, e inclu-
publicó un suplemento especial: «Londres: el rnurtd0 pasar por Londres y por otros lugares, puede sin
sola ciudad. Una celebración especial del lugar 11lJs . existir en un mundo en el que existan también otros
lita de la Tierra» (del 21 de enero de 2005). Tras los 'Preferiría leer estas palabras, pues, como una afirma-
terroristas, el Evening Standard de Londres sacó un~ .. ,.~ecompromiso político. No solo como una descripción
especi~l ~on el titular «Lon~/res Unido», y en el rtm~cUl~, IIlComo
'!;;, . una reIVIll '. d'lCaCIOn
. / para pOSICIOnarse
. . a1 f rente de a1-
(<<la bIblIa de la programaclOn semanal de los espec ,~ sita &fin
ció 'd tipO de l' / k' h' /"
pecu lar ran Illg Istonco, SIlla como una afi rma-
· / ' d / . 1 nte «Nue . '> "n e que Londres se postula por algo, por un tipo de futuro
d e L on d res» ) l a pnmera pagl11a eCla Slmp eme , ¡ i I !
fu lera conllevando la posibilidad de que esto pueda
. . ' , 2 d abril 'de }tiro en medio de un mundo todavía diverso y plural.
1. Veas e, por ejemplo, MORI (2004), What a Londoner?
¡S e .
estudio realizado para la Comisión sobre la Gobernanza de Londres. ,2tros lugares, otras ciudades, serán diferentes.

216 217
Por el momento, sin embargo, yo tan solo q . d oder de todo tipo salen de aquí hacia todo el mundo
, . . UIero r
car un umco punto, que es que esta actItud posit' ~lllat~· . edan el destino de otros lugares con lo que se hace en
diversidad es reivindicada como esencial en la ita ~aci~la ' ..I,CIO Esta es la otra geogra f'la: 1a «geograf'la externa» d el
''l'"

Londres; es algo de lo que la mayoría de 10ndinensentIdad de Es una geografía que vale para cualquier lugar, pero que
sentirse muy or.gullos~s (y .ello sin ignorar lare~~d~:r:cen importante en un lugar como Londres.
abundantes mamfestaclOnes mtolerantes y racistas)' tes y' debates recientes sobre la identidad nos hemos apar-
· 'd 1 1/ . , y es ,1~ Ende nociones rel"
h asta Clerto punto, asuml o por a po Itlc'a y a menud . ~o, atlvas a m.d':VI'd uos ~IS
. 1ad~s y nos hemos
o reco .
do y celebrado en las artes. Es una de las formas.. (qu d. '" g¡~, "':;,nt~dQhacia una comprenSlOn de la IdentIdad como algo
.. e Ur "".
un cierto período tras los atentados fue algo prepond . ante . relacional, algo construido más que nunca an-
. /' erante)
en 1as que L ond res se pIensa a SI mIsma como una « \,-I.J traV'és de nuestras interacciones con los demás. Elmisl11.0
. 1 a~
mundial». Además resulta po íticamente interesante . J . '." '. ' ' :'l'~~nilaecambios se han dado en relación con la identidad del
timulante- porque se trata de una reivindicaciÓn s6b~Sf~ Y'así pues, la manera en que esta mirada ha sido desarro-
lugar que resulta ser abierta más que delimitada, hospital: a menudo se ha concentrado entorno a las implicaciones
más que excluyente, siempre en evolución más que ~t~;na;,;': a'la construcción interna de la identidad, las multiplici-
nada de 10 que sigue pretende contradecirlo. . dades y fragmentaciones internas, y así sucesivamente. Y lo
nÚsmo ha pasado con la identidad del lugar: actualmente es
;f. ;:-
'4,~~Q .amfliamente aceptado que todos los lugares son híbri-
~f.

fd~s 'que aebemos ser críticos con las nociones que presentan
.'
Con todo, lo que me gustaría explorar acerca de este imagina- alas comunidades como algo homogéneo. Todo ello también
rio sobre el lugar que es compartido por tantos londine,{!ses,es 'es un avance positivo (excepto cuando es repetido como un
cómo esto puede ser generalizado. !x sin consideración alguna de las dificultades y comple-
En primer lugar, esta es una visión interna, y también in- pdades reales que implica). Pero todavía hay otra geografía, la
ternalizada, de la ciudad. Trata de la hospitalidad, acerca :de Jeografía de las relaciones externas, de las que dependen las
aquellos que vienen a «nosotros», sobre los extranjeros ' 4e~ff~., ~,.",:igeiltidades. incluyendo las identidades de los lugares. ¿Cómo
de nuestras fronteras. Apela a la noción de villes-franchú'de esto en nuestras actitudes y nuestras políticas
Derrida. 2 Y esto es fantástico. Sin embargo, las geografías,de al lugar?
los lugares no tratan solo acerca de lo que hay dentr? d~,ey~s. tendencia a la introspección es incluso más evidente
Una geografía del lugar más compleja reconoce tambi'én}as . pasamos a mi segunda observación acerca de las carac-
conexiones que salen desde «aquí»: las vías de intercan;blfs, 'p ' s de Londres como futuro multicultural del mundo.
las inversiones, las influencias políticas y culturales; bs <,g,~~ a- . ::orq:ue Londres no es solo multicultural. También es, por
J~~~o, un núcleo central de la producción, el mando y la
• 5 Londres: ne ~~on de lo que hemos convenido en llamar globalización
2. Jacques Derrida (2001), On cosmopolitanism and forgtVenes. ,
Routledge. ' o eral. También fue en Londres donde muchos de sus ras-

218 219
gas fueron concebidos por primera vez. La City de L "l'.; , . que viene a hacer estragos en los lugares locales. Y es
toda la vasta e intrincada infraestructura cultural y ec on~re~}' . " e~t~r.t1~ue a menudo sucede así. Consecuentemente, las po-
que la rodean, es crucial para el neoliberalismo. Enonollllsa , \.JtOI~rto resultantes en muchas ocasiones derivan en estrategias
un 30% de la facturación diaria global de intercambi tO~no a: ' Iítlca:defender» los lugares frente a lo global. Estas estrategias
nacionales se da en Londres; Londres tiene más del~~~nter:v;) ta re tienden a dar cobijo a una multitud de ambigüeda-
mercado de activos financieros globales; el 70% del t °ldeI, slefllPolíticas, pero en el caso de Londres (y de lugares como
a
eurobonos se intercambian en Londres .. . y así sucesi:: d:....J~s ~res de los que, en mayor o menor grado, existen muchos)
. . lllen':;q 't,fM!1 . ' l' d d .
11 f
te. P or su parte, enorme d e 1as N aClOnes Unidas ' b"P21" f"'·i' principIO Slmp lsta no pue e sostenerse e mnguna mane-
' .
el Desarrollo Humano elabora 1as estadIstlcas «habitual . '
So re este, d 11 1
"' , . Londres es uno e aque os ugares en os que se genera la
1
acostumbran a ser tan negativas que se hace difícil saber ' cóe.~*l!!~! . :~I\;i~3ba11tación capitalista, con su desregulación, privatización
acometerlas. Las 500 personas más ricas del mundo poseen: . «liberalización». Aquí también encontramos «la producción
que los 416.000.000 más pobres. Y no es tan solo una cíiestióJ11i0ir~a14e 10 global».
de los super-ricos: el gasto anual en perfumes por parte de 'j~~ , . Así, junto con la celebración del multiculturalismo y de las
europeos supera los 7.000.000.000 de dólares, nece~~ri~s pa¿,~if"f::p.oIN:fas a~tirracistas: en una gran p.arte de los .Iondinenses ~e
proveer de acceso a agua potable a 2.600.000.000 de ,personas'Y' daún perslstente olvldo de las relacIOnes extenores (las habl-
Londres es un nodo crucial en la producción de un mundo ' tua1~s incursiones de los grupos globales, las actividades de las
cada vez más desigual. Cuando Ken Livingstone dic~ que".ilaiJ;f>:;~ültin~cionales y del sector financiero de Londres) de las cua-
gente viene a esta ciudad debido a la libertad que ofrece .pará ' les depende el mismísimo carácter y existencia de Londres.
«ser ellos mismos», tiene razón. Pero la gente tam~.iém~n~,~~ ~,~Ií¡ El ~ctual Plan de Londres supone un ejemplo perfecto de
cuentra aquí su forma de vida también debido a otras razones. . ¡r¡odo ello. 3 Así, tomando específicamente en consideración la
Vienen debido a la pobreza y porque sus formas de sustento './ ~~gnowía de esta ciudad, la identidad de Londres en tanto que
han desaparecido en la vorágine de la globalización neolibéiahr ',h~f~li4ad2mundial es entendida en términos de su poder finan-
(y otros muchos millones se quedaron por el camino). Y, c~roo: ,,~~~ro. Todavía más: este poder global financiero es presentado
mínimo, debemos interrogarnos sobre si en Londre~ ,radu;~~r",,'" i{~í~~WBlemente como un éxito. No hay ninguna reflexión acerca
algunas de las causas de estas cosas. .. \ . ' " de su Íntima relación con el imperialismo y el colonialismo. 4
.. Así pues, todo ello no,s cue~tiona cual es nuestr<1;~~sPo~.~!¡~;R:;\4(i¡:'t~Pl~n go ofrece ningún .análisis crítico sO,bre la~ relaciones
blhdad ante estas. geograftas ablertas de11u?:r. La mayor p:: " d{~~ales de poder que sos~enen e~ta categ?na de clU~ad mun-
de los planteamlentos acerca de la relaclOn entre. «el 1 g l~@t ' no busca desenmaranar el hIlo de dIchas relaciOnes por
local» y la globalización imaginan los lugares local\~s co~, .
productos de la globalización (<<la producción global de .10 °a
·
cal»). Es un p lanteamlento aCl men te ,haclaliiá~
que se des l'lza f"l un ' ~
Sttat" Greater Londo n Authority (2004), The London Plan: Spatial Development
conceptualización de lo local corno víctima de l~ globa ente . , . ·~g1or Greate: London. Londres: Greater London Authority.
/ka/io' fntho ny Ktng (1990), Global cites: post-imperialism and the internationa-
ción. Así, la globalización es vista como una espeCIe de ag¡~ . no London. Londres: Routledge.

220 221
todo el mundo ni se pregunta de qué son resp b' d ' de los mismísimos procesos que han contribuido a
. onsa le.
plantea mnguna pregunta acerca de las conexio s, llo.Se ~1t~lldres «se reinvente» (London Plan; p. 13) desde el de-
,. 1 . d nes ent .
po d er economlCO y as creCIentes esigualdades qu :,J,te,esté
e se d
,,'_
"
;í;!q~C L los años 1970 y 1980. ¿Se trata, entonces, de otra cara
todas partes del mundo. Por el contrario, el Pla . an'e¡¡
de
!e/íVc dres como «el futuro del mundo»? ¿Es que Londres
· . ,. 11 . n tiene e Id koll ~
o bjetIvo e~onomlco centra a :xpansIón de Londres co ,' , g~;', ~bíéll representa esto.
der finanCIero global. Cabe senalar que, en este asp lUo po..
.'E 1' ecto, el pL
d e L ond res no es ~na excepCIOno sto es o habitual. Al e '11'
;:~ :¡.
~:-

sobre los lugares, mcluyendo los planes sobre los lu P ,1l$a,t~'


. d" 11 gares I'~': '
sle~~re nos que am~~ «cIrc~nsc~lt?S a ugar». E~ partd....I.~., , " podemos imaginar una política del lugar más allá del
ContO , 1
tensIOn entre una P?lltlca terntonah:a?a y un muh'dot~~~é~¡~ , "i'1lu-? Lb que SIgue a contmuaClOn son SO O unas pocas re-
¿ . .,,

estructurado en flUJOS. Pero en la practIca ello significa ti :~'ones, pero se basan en muchas campañas y argumentos que
esta ciudad que también es, y de muchas ~¡f¡ene:n desarrollando. Ciertamente, cabría señalar de entrada
e incluso radical, tenemos y alimentamos la producción d . . se:'1\a abrumadora priorización de la City financiera y de los
mismísima bestia. " , qu . impltca
ie¡:wres . d os que caracterIza. ban l '
a prImera " dI
verSlOn e
(De hecho, la mayor parte de las críticas local~~'!!est~ il~deiondres ya ha sido parcialmente suavizada en respuesta
se han centrado, de una manera acertada pero qui¡á demaSia" ~'Jáscríticas del comité de evaluación (establecido por la Greater
do limitada, sobre los efectos que tendrá para la ciudad tt~~aori {1\uthority para recibir las alegaciones sobre el Plan),
misma.) d~decasi' todas las partes del espectro político. Las razones para
Ken mencionó, en su discurso del 8 de julio, aq1,lel hecho,!! '1~¡oJ!ítka ,):arían, desde los peligros de convertirse en demasiado
hoy tan bien conocido, que ahora «por primera vez en la '~{ , .d~endiente de un solo sector económico hasta las desigualdades
taria humana, la mayoría de la gente vive en ciu~.~des»:" fl ' .(taJ¡!oes'paciales como sociales) que dicha priorización exclusi-
buena parte, esta urbanización masiva es una ccinsecuenCii,')j ;§a,géner~dentro de la misma área metropolitana. Londres es el
de las formas actuales de globalización; ciertameI1.te, lásciu~, luliarcop. mayores desigualdades dentro del Reino Unido, pero
dades son, por muchas razones, algo crucial paraelpfoy.~~i,f ! igualdad interna está estrechamente relacionada con su
neoliberal. Pero las ciudades actúan de muchas , diferéilteS , económica y su papel global. Pero que yo sepa, no
maneras dentro de dicho proyecto. El mayor crecimie ninguna crítica a las prioridades que el Plan concedía a los
la población urbana se ha dado en el conjunto ¿¿paíse~ , ef" globales de su rol global. Las críticas se centraron en los
Sur, y en el «planeta de ciudades miseria» que Mike Dav1S:J~: ectos sobre la misma ciudad.
5
documentado de manera tan contundente. Tales lugares ay;fpor otra parte, algunas formas en las que el Plan de
'Odres muestra tanto esta perspectiva abierta al exterior como
'i","lf~:
,. ¡'M,.
reco nacimIento
" de que Londres es lo que es debido a lo que
,r, . 26' UN-I12bíiaf sucede 1
5. Mike Davis (2004), «Planet of slums», New LeJc Rev¡ew, '5 t ' of~
(2003), The challenge o[ che slums. Londres: UN- Habitat (2004), ca e
de en e mundo entero, a la vez que debe responder ante sus
world's cities 2004/2005 . Barcelona: World Urban Forum, , '." Ctos. Esto es eVI'd ente en re1aClOn
" con e1cam b'10 cl'lmatICo
,. (y,

222 223

J
de manera más amplia, a los temas ambientales)' a . - ~:r'<'--' 0f ntes proyectos, y pretende analizar la industria pe-
qu e no solo la política debe gestionar los impa~t~ll~ S~P,!a:n
. .·.t,.'...ea ~l
.:.".••...:.1..... \I:'.aé ere y los sectores en los que influye haciéndolo desd e
climático so bre Londres sino que debe trabajar par ~call\bi(jl'$ ~:~' ,¡fíroJ¡fertaes ángulos, pero focalizando en el papel de Londres.
,.,.,. " ."

. . .- a redu . ~" derefl l' d .


propIa contnbuclOn.de. Londres a la generación de dicho c~i~ 10 ¡; ,P:¡ 'M'" (oyecto. re aCIona o es «Rec?~d~n~o Sa:o~WIwa:. el
b1ema. De manera SImIlar, la Food Strategy pone s . p~?- , ¡.,V~ príal VivIente».7Se trata de una llllcIatIva artIstlca públIca
·
en los efectos glo b a1es d e1 consumo alImentario de "l ".
. . . IIL atene¡'on ...;!! JY' il 1O
e0. ecordar
, e1 d'eCImo
. . . d
al11versano e I ' . de Saro-
a eJeCUCIón
p~antea.explícitament~ qu~ debe asumir su responsabil:¡~es t ", :~;:a la que se le dio un gran lan~amiento inicia~ en prin:ave-
d~chos lm~actos (en ~er~ll1n~: de rec~rsos, de transpOrt~; r~?r 'id ríde2005en la sede del AyuntamIento, co~ un dlscur~o l11a~­
mb1e de ahmentos, ehmmaclOn de resIduos, etc.) y para ' ~' i•..,... . 1,Itl f' 1del alcalde. No se trata de un «memonal» que mIra haCIa
. proll1Q:. l".~~W·; gil a ', ' . .
ver una mayor conciencia y respeto sobre todos los 'elé ,. "'{:." ';5' ,más bien busca elevar ell11vel de concienciación acerca
. . '". , rn~lltQs :',;l" ,.atr ' ". ,', . . . .
de la cadena alImentana global. De esta forma, las"estratw:,,; ,".l.""''delaS'imphcaclOnes globales que tIene esta dependenCIa de la
emergentes de Londres indican lo que debe hacerse;') .~::\,'f~~íuiiad, eh relación con el petróleo y su posicionamiento en
Una estrategia que reco~oce l~s :fectos glo~~le~ ~lqti~i~t'¡.J,~~to .~~!~ sede de t.al cantidad de poder petrolero. ~ay muchas
emanan de Londres no debena, de l11ngun modo~ estar deier_ .'.,; campanas de este tIpO, y muchas de ellas son pequenas, pero su
minada por el gobierno local; más bien, de 10 que se trata~e~:t;\iÍ!'~~ ' 'il§~b¡etivo es ver más allá del lugar local, trazar sus implicaciones
cialmente es de cómo concebimos nuestras responsabilidá¡tet'~~%i, !;fpÓr'lodo el mundo. Algunos proyectos se relacionan con cam-
(y có~o actuamos ante ellas) ~~bre nuestras id~ntid~,des qg¡lo"l ; ;,,~: r;a~0de tipo ecologista. Algunos permiten relacionar grupos
«londInenses» (o como partIcIpes de cualqUIer otro 1~!W)¡':'I\ ' ~:especIficos de Londres con otros de otras partes del mundo:
Existen, por ejemplo, campañas sobre ciertos aspedos 'a~'J¡t ¡~,, · . porejémplo, la gente de la comunidad nigeriana se relaciona
economía que resultan ser importantes para Londres Y"P,$ ·.'.\!i4;;~on~l,proyecto sobre Saro-Wiwa. Es una forma de pensar el
ciertas empresas que tienen su sede en Londres p~ro2onunlÍlulticulturalismo hacia afuera.
énfasis especial en su rol global. Por ejemplo, lasconÍparuas ...."\~'.iO, de nuevo, podría ser posible crear, quizá en el ámbito
petroleras y gasistas: concentran, de una forma úotra;#¿1tsi i~~t:< delF0w,Social de Londres, un énfasis especial en la solidari-
una cuarta parte de la actividad de la bolsa de Londres;,'~iep" ,;l?' .:i~¡.d;9con las luchas en otras partes del mundo cuyas batallas les
y BP tienen sus sedes centrales en Londres; Lond~~ses ~gm~ . ·.",.,retr~rela~tonan a empresas que tienen su sede en Londres. Una
pletamente dependiente del petról.e~. Y un buen númer~d~~;~' '~':~r:~~ili(l;id ~bvia, dad~ que Londres fue elluga: de nacimien-
campañas se han enfocado en relaCIon con este hech(j), totp~ 'i1: ,; l,~ tantas Ideas relaCIOnadas con la des regulaCIón, sería la de
:

d.01o como punto d e partl'dla para p lantealmentos


. mas , affinhos. crear relac' - l'" ,
r1?:¡ a ~§t '".ii.:á~'¡; . : • ~?nes con campanas contra a pnvatlzaCIOn forzad a
Existe, por ejemplo, el proyecto «Desenmarañando la,~: . servICIOS públicos en los países del Sur Global.
del Carbón» organizado por PLATFORM. 6 Incluye un a
~
7 'IIVrw
.
:rem~mbersarowiwa.com. Las campañas sobre la extracción de petró-
,Ita en'o
'lÍlyos V?ontlandla condujeron a la ejecución de Ken Saro-Wiwa y ocho colegas
6, www.carbonweb.org y www.platformlond on.org. ' ease Ken Wiwa (1996), "The murd er of Ken Saro-Wiwa», Soundings, 2.

224 225
Quizá, también, el alcalde o la Asamblea de públicos y los obreros más mal pagados del sector
podrían dar apoyo a globalizaciones alternativas duras penas pueden sobrevivir, y ha sido necesario in-
cambiar el tipo de acuerdos comerciales y financie' gran abanico de estrategias para posibilitar una contra-
de los cuales funciona actualmente la globalización ctecuada. Esto significa, entre otras cosas, que Londres
ejemplo, la posibilidad de sumarse a la alianza crecieht ita dependencia masiva de la mano de obra extranjera,
ridades locales y regionales que rechazan seguir la~ e u la del Sur Global. Es dependiente, por ejemplo, de los
del AGCS.':-::- Las «zonas sin AGCS» están floreciená o , sanitarios procedentes de África y Asia. Estos paí-
países europeos. O existe el tema del comercio ju~t9i teado su formación y no pueden permitirse perder
ejemplo, una campaña de ciudades y pueblos p()F.ef . Así, resulta que India, Sri Lanka, Ghana y
justo (Bristol es miembro de dicha campaña). ,¡ están subvencionando la reproducción de Londres.
significa no solo por beber café sino también por Ubvención perversa, que fluye desde los pobres hacia
el lugar donde el café es negociado. Fue e! GLC':-::-::- 9 Este es un tema difícil porque puede convertirse muy

años 1980 quien fundó el Twin Trading, una en una negativa racista a los derechos de inmigración.
mayor que llevó la política local del comercio Just9"] Medact, que se refiere al Reino Unido en su conjun-
la política del consumo.8 Aquel mismo GLC tambié~" indica en la nota a pie de página número 9), sugiere,
muy diversas maneras, la «contraglobalización» iniéiu\l<\ con los trabajadores sanitarios de Ghana, que los
movimiento sindical, contribuyendo al contacto sanitarios (e! ghanés y el británico), incluyendo
dores de diferentes partes de! mundo. organizaciones sindicales, podrían ser pensados
Un último ejemplo, que concentra diversos de solo sistema y que e! Reino Unido podría pagar una
mientas que estoy intentando mostrar. En parte lIl11zación al sistema ghanés por e! subsidio perverso que
samente a la manera a través de la cual hoy fluye en la dirección opuesta.
una ciudad mundial, resulta muy difícil a haber otros muchos enfoques. Pero este es intere-
ue transforma lo que de otra forma podría ser consi-
una ayuda a Ghana (con todas las connotaciones
<- N.T.: La Asamblea de Londres (London Assembly) es un .de condicionali.dad, beneficencia y relaciones de
miembros electos encargados de fiscalizar la labor del alcalde.
,,-,,- N_T.: Siglas del Acuerdo General sobre el Comercio de
,un tema de cumplimiento de una obligación. 10 Se di-
inglés), de la Organización Mundial del Comercio_
"".". N.T.: GLC son las siglas del Greater London Council,
bito metropolitano encargado de la gestión de diversos servicios Mensah, Maureen Mackintosh y Leroi Henry (2005), "The 'skills
Creado en 1965, fue disuelto en 1986 por el gobierno r~n<prvidor,ae professionals fr0111 the developing world: a framework for poliey
Thatcher. Londres, Medact, www.medact.org/content/Skills%20drain/Mensa
8. A pesar de que la inicitiva "Ciudades por el Comercio %202005.pdf.
Fundación Comercio Justo necesariamente va más allá del consumo Mackintosh, «Aid, restitutioll and international fiscal redistribu-
que es, efectivamente, una de las razones para organizarlo a , reflections in the context of rising health professional migra-
para un debate sobre este tema, la entrevista de Jo Littler a Chve 'uunIC,c'''n presentada en el congreso anual de la Asociación de Estudios
Soper, "Consumers: agents of change?» en Soundings, 31 (2005). 7-9 de septiembre de 2005.

226 227
I""f;l:

rige d.irectamente al caso de las geografías externas d . y ECONOMÍA EN EL MOMEN TO ACTUAL':-


~v~- -

' b' , . d' eSlgua:l


l am len es Importante porque, me lante este plante . es:t " ' Massey
se nos obliga a una re-imaginación del lugar: mira de ~llllento, t voreert
afuera; reconoce no solo lo exterior que hay dentro si entro a
" l " ,f no tarn
¡ ~¡. ombatir el espacio neoliberal hay que pensar la ideología y
blen o mtenor que esta uera. "~"7' i :iParae orrÚa de otra manera. Tal y como yo lo entiendo, el aná-
Por el momento, no obstante, todo esto no es ni tan 1 '." f: la~Conyuntu ral que hemos estado debatiendo recientemente en
debate político vivo entre los londinenses. No es un teSO OUn í. ~SlS C~rtgs se refiere a movimientos estructurales profundos.! No
se considere esencial para la identidad de este lugar. pomda, ,~ue
·emo '~.¡.·.f!3M~~O~l1diréctamente relacionado con el parlamento y los partidos
celebrar la llegada de ghaneses a Londres como parte de la ; ~ í' ésta . . . d
' l ' líúcos, aunque las aCCIOnes y los aconteCImIentos es arrolla -
" Pero no resegUlmos
.. 1as l'meas que conecta gran
mezc1a etmca.
. .' . '..
' .,'
~. con
! O
P por e . stoS puedan ser la chispa que desencadenen enormes
el resto del mu~do m c~estlOnamos los efectos que tien~íi,afu; % dos . f l"
ti¡ ~bios:¡ Un en o~ue coyu~tura ~os permIte eXaml?~r os
1 :no-
Nos es necesano globahzar de alguna manera este clamorl~~~'" f:¡~tririúerttoS de las dIferentes mstanClas en una formacIOn SOCIal y
con respecto al multiculturalismo. Todos los ejemplos ante. l.,. en-las fuerzas sociales potenciales. Para la izquierda, la pregunta
riormente descritos son menores pero necesitamos e~t~tipo'd~ . .es!,¿v~ a', haber un momento de ruptura -y si podemos contri-
cosas para contribuir a promocionar una mirada hacia ~g~f~ .' ,Jíllf:;provocarlo- en el que diferentes instancias entren en crisis
un tener consciencia de las geografías más abiertas y de las r~~ . ábran paso a un cambio en el equilibro del poder social?
ponsabilidades del lugar. Es más: en el lugar, en Lon9:res;¡t~ ,En terminos de esta estructura de la coyuntura, lo más ca-
vez estos temas hayan empezado a debatirse, empezat,i n tódo¡ .tístico (especialmente en el sentido de ser lo que implica
ellos a ser controvertidos, cosa que contribuirá a entique~r . lI)ayor desgaste para la izquierda) es que nos enfrentamos a
la política interna del lugar, a multiplicar las líneas del deb,~te una'1 "\1)crisis económica continuada en el Reino Unido, pero,
",)\~
sobre qué tipo de «lugar» debe ser negociado. Sería un retq;a .mo veremos, aunque hay brechas, no se ha producido una
la actual exoneración de «10 local» en el marco de una pdlítica crisiS' real en la formación ideológica que describe Stuart Hall
global crítica, y el comienzo del desarrollo de una política de en'es.~e ilp.úmero.':-':- Por lo tanto, no ha habido un cambio sig-
lugar más allá dellugar. ;(¡;'

Este artículo se basa en charlas impartidas en el Foro S9~


. : ©.Soundings, Londres, 2011 . Traducido por Núria Benach y Abe! Albet del
(~~~)~l Inglés «Ideology and economics in the present moment», Soundings, 48
Europeo (2005); en el Instituto de Arte Contemporáneo com?~f~~ ~{¡ ,pp. 2?-39.
la serie « London Talks » que se desarrolló en paralelo a la expo~ .. ,,¡¡;1;}. E~te'ensayo es parte de una serie de Soundings, véase Hall y Massey, en
I,f~umero 44. El presente ensayo se basa también en e! análisis más general de
«London in Six Easy Steps: Six Curators, Six Weeks, Six Persped¡~es~ 6
lIalIs~ en el debate de la mesa redonda de! núm~r? 45. N .T.:. Se refiere a Stuart
ICA Londres, del 16 de agosto al 25 de septiembre de 2005; Y~n. e. .' dDo~ %een Massey (2010), «Interpretmg the CnsIS», Soundmgs, 44; pp. 57-71;
serie de conferencias del Café Diplo de Le Monde Diplo!llat~9u;h: Y.aSaíin'D as~ey (2010), «The pol!tical strug&le ahead », Soundings, 45; pp. 6-18
. d .( d " , 'd s de Dore 'taho/' aVlson; Stuart Hall; Mlchael Rustm & Jonath an Rutherfo rd (2010) ,
L os p 1anteamzentos e tras) on .0 teonco estan extraz o h" 01 >, rt a tIme of coalition», Soundings, 45; pp. 19-31 .
Massey For Space. Sage, 2005, y de Doreen Massey «Geograp ¡es Só~ndin e refiere al texto de Stll art Hall (2011), "The neoliberal revolution»,
gs, 48; pp. 9-27.
responsability», en Geografiska Annaler, vol. 86B (1), 2004.

228 229
nificativo en e: equilibrio d e las fuerzas sociales ( , " , ruinos puramente económicos no podíamos volver
t1 ter
caso, lo ha habido en favor de los sectores más elitis y en todó ' que e de siempre» (aunque de hecho parece que, a ?rar:-des
habido fracturas en e! sentido común hegemónico ~a~). No ha " 3,íl o robablemente eso es lo que suceda), en termmos
todo caso, ha virado también hacia la derecha). Ade e ,cu~en tPg?~' :~os pronto fue, en gran medida, «lo de siempre».
.., . b d masco
se argumen~a a c~n~mUaCI?~, sm ~ or ar seriamente i;f~Q grandes preguntas se enterraron; dejaron de ser
hegemonía Ideologlca sera Imposible romper el do " . . cttia} , t S Y el debate quedó reabsorbido en e! viejo sentido
· , . ffiln¡O dI regun a , .
actua1dlscurso economlCo. ' e P ún de siempre.
CO¡1l~f propia respuesta (y creo que la de otros) a este acto de
, I (y a la transformación de otros asuntos relacionados:
El armazón ideológico
6na crisis de la banca se transformó en una crisis de
En este ensayo quiero centrarme en e! argumento ide~ló' ':' ,,! ivo gasto gubernamental?) fue un airado «¿cómo sucedió
. dos motivos: en gtC0. 4e',
hacer1o aSI'por elces ., .
esta estructura. Y qUIero '" ?» Pero por supuesto eso no solo «sucedlO»: la base Ideo-
' . ,'" Pruner e"O ..
1ugar, porque parece que, como argumentare, eXiste un se había venido preparando durante años. La derecha,
real para una contestación efectiva y en segundo muy amplio, lo había trabajado mucho. El discurso
parece que en esta crisis hay una intersección bastan~e;panlG\llar naturalidad de las fuerzas de! mercado había ganado hacía
y compleja entre lo económico y lo ideológico, que no sólo~' (véase más abajo). Había habido un ataque continuado
interesante por sí misma sino que, además, puede ofrec~r ~p6r. a'lostrabajadores del sector público (a sus salarios, sus pensio-
tunidades para una implicación política provechosa. ' supuesta seguridad laboral. .. ). Naturalmente, entonces
Así, en primer lugar, existió un momento en píenai~plOj oposición política o de partido. El Partido Laborista
sión financiera en el que surgieron preguntas que iban más 'alIá v mostrarse en contra porque él mismo estaba implica-
de lo económico. Estas iban más allá del mero hecho de que los ' 1taunque muy rara vez oímos señalar que los taries fueran
principios básicos del neo liberalismo se mostraran poco~ó~· entusiastas defensores de los principales pilares del sistema en
dos. Iban más allá de la hostilidad hacia los banqueros:-p~! los laboristas mismos se habían comprometido- en su
mencionar y cuestionar la filosofía de la codicia e i~ter'~s,p~~~ ' ¡ceridencia general con las finanzas, su rechazo a regu-
sonal que cimentó su riqueza y nuestra crisis. No era sóloun,~ , de manera seria, etc. A menudo se habla de la complici-
hostilidad a los bonos y cosas de este tipo sino que se trataba de de los laboristas pero el problema real -y e! efecto de su
un sentido rechazo hacia esta manera de ser que noS ha "e;a.do ...plicidad en términos coyunturales- iba mucho más allá
a esta situación. Surgieron preguntas sobre el marco ideol?:.glCO , a las finanzas que habitualmente se señala. El New
omen
global de la vida, así como preguntas de tipo ético. por m ",:, se adhirió totalmente al «TINA»,':' es decir que no hay
tos se vislumbró la posibilidad de que los fundamentoS , manera mejor de hacer las cosas, que debemos resignar-
gicos de la propia economía pudieran ser sacados a la luz. " a
. l'd d pareCl
Al cabo de unos meses esta repentma c afl a d de '~
haberse obscurecido. Aunque existía un amplio ae¡per o l' 'N:r,: Siglas de «There Is No Alternative», es decir, «no hay alternativa».
"

230 231
nos. Redujeron la política a la administración «<lo q . , r algO que ha sido llamad.o .Blue ~~bo~r. ':. Está todo 10 r:-
es lo que funciona», etc.). y como resultado fracasa~e ltn~Orta cu!a te al «programa de la felICIdad»:" " Mas a la derecha estan
· . l' . on rOt fe rell Blond Y Jesse Norman.':'~":' Incluso la Big Society':":":-O:'
d amente en marcar d lstanClas po ltlcas. Esto es 111 h Un.
profundo que una implicación en determinadas po~~' o 'J1~ Cameron, aunque pueda ser una tapadera para los recortes
. , d " HICas S '~¡!~:')~lo es), está pensada de tal manera que se propone romper el
trata d e1 mIsmo armazon e nuestras lmagmaciones ' Ol"'~ , e
y la inmensa mayoría de los medios de comunicaciónPtarnlt~~s'. ; (1 'miento de desinterés y de despersonalización de la gente
han compartido esta visión. No están seriamente abiert len se!ltl
que los tories atribuyen al Estado aunque ello sea en reali-
. . , f d 1 1 Os a Un leSO
d d'rnucho mas , caractenstlco
" d e una fil oso f'la d e merca d o que
cuestlOnamlento mas pro un o o a as voces a ternativa d
izquierd.a. De hecho, t.ant~ titular~dad
,la como la estruc~r:~:a ve como individuos preformados que interaccionamos
. ) e ameron sueña ' que
los medIOS de comumcaClOn debenan ser una prioridad 'lo a través di'
!lOS
e mtercam b'10' monetano.
cho mayor para la izquierda en el debate político, Su imp:u. . , ~Oyvida más allá del PIB ...
h a 'd
SI o enorme tanto en genera 1(su "
aqmescencla casi cto
universal a Pese a los análisis y propuestas tan insuficientes que se
con la postura de «los recortes son necesarios») co~o en cántf "cen desde estos ámbitos (tema al que volveremos más
pañas concretas (por ejemplo, el escándalo de los ga~t,9s de':los a~te), lo que su propia existencia parece evidenciar es que
miembros del parlamento utilizado para desviar la ate~ciqñl:a~ll' indicios de que no todo va bien con la actual hegemonía
los bancos). En otras palabras, que el eclipse de los asunt~t táéológica. Hay inquietud. La batalla ideológica puede que
ideológicos que la crisis financiera había puesto al d~scubierto aún esté abierta.
momentáneamente no fue una casualidad; fue un resultado ,1
!i~
político.
Así pues, la posibilidad de un enfrentamiento ideológico ,j" • N.T.: Se refiere a la tendencia iniciada por Maurice Glasman, dentro del
parecía haber pasado de largo. Quizás, pensamos nosotros,·ha- Partido Laborista británico; sugiere que los laboristas recuperarán el voto de la
i; cl,ase ,~~dia y trabajadora si proponen políticas más conservadoras en aspectos so-
bían conseguido cerrarlo todo de nuevo. O quizás no, p<;>rque il.2a,l;,semternaclonales (sobre la inmigración y crimen, sobre la provisión y gestión
parece que hay cambios muy profundos en marchaqt1¡eévh, de servicios públicos frente al estado del bienestar considerado excesivamente
~atizado, etc.).
dencian un descontento continuo. Incluso los partidos pBlíi' '~.T.: En 2011 David Cameron (primer ministro británico desde 2010)
cos y aquellos que están en su órbita parecen reconocerlo:oEstá,;,;~,~ " o el 'establecimiento de un «programa de la felicidad" a partir de una en-
el debate en los círculos próximos al Partido Laborista sobre,~ ~:a a más de 200.000 ciudad~n?s británicos que permi~iría a las autorida,des
, s comparar el grado de fehcIdad de sus habitantes e Implementar políticas
Good Society. ':. Está el intento de G lasman y compañía de artI" corre;toras al respecto.
serv d N.T.: Jesse Norman es el director de ResPublica, influyente thznk tank con-
IOn a or.~ PhIlhp Blond es teólogo del seminario «Radical Orthodoxy»; ambos
. ' C~ÑI e,rados los ideólogos del concep~o Bi~ ~ociety. . .
. , ' basada lánico .T.. La B¡g SOClety es una estrategIa polmca del Partido Conservador bn-
':. N.T.: Se refiere a la propuesta política del Partido Laboris~a bntan~coatfavé5 . !Ocial )reseftada antes de las elecciones generales de 2010 y fundada en la acción
en la reciprocidad mutualidad y solidaridad, a la búsqueda del ble~ co~u~onesdel Ptete~d~ re orma de los servicios públicos y el empoderamiento comunitario.
"
de un equilibrio de intereses entre la gobernanz~ empresan~ Y a
. l I s InStltUCI
sector público y del privado. Es, de hecho, la replrca labonsta a la B g
dJ
't'
i socie", , Cl ,
h la renunc . dI'" b" d 1 h I '
U~llJamos So' lal a uno e os pnnClplOS aSlcos e t atc l~r.lsmo (<<~so que
:., ,,' . ~< tientes y co cledad, no eXiste,») y reconduclf el partido haCia pOSlClOnes mas cons-
partido conservador. ., ,,,, A mprometldas con las neceSidades y los deseos de las personas,

f
233
232
El segundo motivo para centrarse aquí en lo 'd
1 ea l' .
11; ·.L ·a concreta a lo económico, esta es una caracterización
'(i. t . eIlCI
que la forma de intersección de lo económico y lo ideogl~O}S " ,$re¡edebe acompañar~e de muchas .reservas. P~r~ :mpeza.r, en la
es bastante específica de este momento coyuntural. B 0lo.glC9 '0[1;>' ;.f'qtle 'J''' en que «neohberal» descnbe una pOSlClOn relacIOnada
sos aspectos que están relacionados co~ ello. ay dl\>~r. , ,.' ¡Iled;a ~olítica econór~:lica, en las tres .últimas décadas ha sid.o
Para empezar, una de las característIcas ma's SOr .' ,,;;1$.... ," '.'.'.' foil ctrI'na que ha sIdo usada selectivamente, que ha permI-
d'

prend ""'" . %~", o


de las últimas tres décadas, las de la hegemonía neolib lentes " ~a or ejemplo, legitimizar las privatizaciones y los recortes
manera en la q~,e «lo ~c.onó.mico~ ~e ha eliminad9.deeíaa~sesla , " 'irudf~:srrvicios ~~blicos; y q:le ha sido dis~retamente ignorada
de la contestaclOn pohuco-Ideologlca. Esto fue Un p'u ',' {~r~:. '. eJI. do no era uul para los mtereses dommantes. 2 Cuando el
" d . nto Cen
~ra1~ara.: 1esta bl eClmlento e una narratIva particular Yde
' cUan
i" • dI' ., 1 d
';ii" ropiocapital necesIta e a mtervenclOn estata o e su SI lOS
b 'd '
Illevltablhdad. Fue un aspecto central del TINA de Tllatéh ; ",,; ~¡~:' .¡, ,,'" ~esde infraestructuras al rescate de los bancos o a las nece-
como tambié~ lo fue del discurso de moderniiación de e~i:; .:, .•· sidades del. Sudeste de,Inglaterra-, las ~?nsignas del neolibe-
(que solo P?dla ser de una for~a), y es actualmente,el ancl~¡~~~!4~;r;¡J~raljsmq.,~e Igno:an ..: este es el pun~o Cf1UC?: l? que r:almente
las declaraCIOnes de Osborne'" cuando recorta el sector públi. retende la aCtIvaCIOn de una teona econom1Ca partIcular es
co, cuando afir~a q~e realmente no lo q~iere hac~.~i) pe{1~lqH~ :,!,~,~a~isfa~f: int~rese: concretos. La respuesta a la afirma~ión de
no hay otra opClOn silla plegarse a la neceSidad económica'.:P~r" !~'!" ~la;necesldad mevltable de los recortes, pues, no es solo que
supuesto, todo son afirmaciones con la intención d~ reforz,ar, ' , ~;'sean id,e,ológicos sino que están destinados a servir ciertos
un determinado sentido común. Siempre hay altern~tivas':p'b~fli'~','0 vt'IDiéres¿s 'en detrimento de otros. La lucha, al final, tanto si se
líticas. ,'" vuelve políticamente visible como si no, es entre los intereses
Una respuesta a este argumento en relación con la aqt\laL";,,,~!~i dq. dift;rentes grupos sociales, lo cual nos lleva al centro de la
austeridad es la de que ésta no es necesaria sino ideolÓgica. . . !.@J cuestión sobre si esta incomodidad actual puede convertirse en
y se trata de un argumento correcto hasta cierto pueto. 'Pero T;~.,T'i~nmo~ento de ruptura coyuntural real.
también hay que ir más allá. En una respuesta así, laformá~Jó'n '¡'$,;Hi \!¡t;~l;l¡As(que esto es el punto crucial. Sin cuestionar la idea de
ideológica a la que se hace referencia es el neoliberalism&1k . ~ue lo económico es una especie de fuerza externa no podre-
hecho todo el período de hegemonía que siguió a lidisqlué;Rh,p,.~>~I\I~as; c~mbiar los términos del debate. En este marco, quizás
del acuerdo socialdemócrata de postguerra se acostumbr¡t ~ . , e¡supuesto clave sea que los mercados son naturales, que las
denominar como «neoliberal». Yo misma lo he llfl!ladg;~~ . ,.i;,~~~z~~,del mercado son una fuerza de la naturaleza. El modo
muchas veces y estoy de acuerdo con el argumento al respecto " ne! que ello penetra en el sentido común es asombroso. Esto
que Stuart Hall realiza en este número.';":' Pero inc~~so en eJ ~ler~.o tanto en las pequeñas negociaciones de las vidas co-
i> .. tldIanas d e I
os 'In d"d UI os d e 1a 1"
. b'd
IVI uos, 1m ogIca fi nanClera,
.
J,t:, C°tno en los grandes movimientos continentales cuando «los
.. • ' . " dai~n .el
,,' N . f.: Se refiere a George Os borne, des de 2010 M!I11strO de fIaeteO "
gobierno conservador de David Cameron. I rion" '-:--
vo 6-18,2. Doreen Massey (2010), «The political struggle ahead», Soundings, 45; pp.
Yo' N .T.: Se refiere al texto de Stuart Hall (2011), «The neoliberal re u
Soundings, 48; pp. 9-27.

234 235
'1
!
I

mercados» recorren Europa presionando una , lo estático, en el individuo en vez de en el grupo


otra para llevar a cabo sus propias ,políticas . Qeconl°rn.,ía q en:do -to dos estos aconteCimientos
¡je .. . . .m depen d'lentes,
Ue
dos son naturales es algo tan arraigado en la oSrn.erCa_ . y subsumidos en un marc~ c~pitalista, han demos-
pensamiento que incluso el hecho de que no seestru,CtUt¡\dél una fértil base en la que los Cimientos de las finanzas
a mas
supuesto raramente es puesto de relieve. Por su ' 'i;:,ig~,e ll" han podido florecer y afianzarse popularmente.
" PUest 9' , ,~
trata de un s~nt1do :omun nu~vo. Karl Polanyi enTh;no,,~
Transformatzon alzo la voz bnllantemente Contra eU Greát
. 1de comportamiento
lllve . .m d"d 1 o, tant
IVI ua como a nivel s .' 1 ",' o a
. OCia p
en este momento parece espeCialmente extraordinari ' . ero los términos de este dominio ideológico implica
suasivo. 3 ih;¡r brusco en el debate político, incluyendo los térmi-
Una de las razones es el dominio estructural del s ' , del,debate sobre la economía. Supone atacar el tema total-
. 1 ' P 1 d
nanclero en a economla. or un a o, a misma natura"l, '
l '
i ' Jlf\e
ectorfi.,
J: desde otro lugar. Por ejemplo, cuestionar la supuesta
' d
1as fi nanzas esta acor e con e tiempo: sus aparentes inmater , ezaue ~:'r~lidad de los mercados -incluso señalando que es un
lidad, ligereza y desapego, su facilidad de significa ir más allá de la democracia social
su carácter de puro intercambio, el carácter tormUla¡;lVll actual. «Democracia social» ha significado
proceso de «producción». En todos estos aspectos, las .fin1;: niUchas ~osas a lo largo del tiempo, pero lo que es crucial en
zas encajan con el momento ideológico (aunque sea de'mane~ . ~iinaginario actual es la formulación de que es necesario in-
distorsionada y distorsionadora). De modo que cuestionar el . en los mercados cuando sus efectos son nocivos. Pero
dominio de las finanzas en la economía y en la geog~afí;¿,~~: las cartas boca arriba desde el principio. Acepta la
este país (lo que es algo necesario de todos modos) podtíasig? f<l;'inia,gmación de los mercados como «ahí afuera» y de los acto-
nificar también cuestionar algunos elementos profundamente fés'sóéiales, tales como los gobiernos, como interventores de
establecidos en la imaginación hegemónica. Pero las fin~zas ~a;fuerza externa. (Esto, claro está, es justamente lo contra-
van acorde con el tiempo precisamente porquei~fl~t~~ .en:;: . formulación de Polanyi). Cuestionarlo cambiaría la
otros acontecimientos que han tenido lugar de manetá]rt:cl~, de la economía: ya no es una fuerza natural ni la
pendiente, en la ideología y en la cultura. Todos estos c~tp~io$ . sino un gran abanico de relaciones sociales que
surgieron en la década de 1960 y después de las caractenst,I,~as algún tipo de coordinación.
clásicas del acuerdo socialdemócrata han sido cruciales ahora. 'I Un cambio así es lo que se necesita. Actualmente el gnteso
El énfasis en la flexibilidad, la diferenciación y el ~;?xt~~~;~~ público tiene lugar en un terreno delimitado por los
, el'New Labour. El reto ideológico debería ser redefinir
. Unidgjde Oc ' .ambito político, estableciendo nuestro propio terreno y
3. Hay una extraña ironía aquí. En el mundo anterior (e~ el ~:lild l neOÚgo
la producción material, la izquierda tuvo que forzar la imagmaClO e fstá des'
n
a
da aslonando una (re)definición de las distancias políticas, más
más allá de la persona/propietario/capitalista hacia «el sistema». A.hor :ab!e,dt asy
personalizado, y definitivamente el sistema, pero se concibe como lfi~ uc ,
n..r mejor delimitadas, y el tipo de sociedad y los intereses
loe repr
tal manera que es difícil ver los intereses en juego. , !.~sentamos. Para esto vale la pena luchar.

236 237
A continuación presentamos una breve introdu . , .0 necesidad y (iii) un reflejo de la dificultad general de
· potencia
ám bHos . 1es de tra baJo.
' CCIO n a
' tres " 5~rJ1lar aceptación pública para las ideas de la izquierda.
bb~~e~ de los motivos que explican esta dificultad para ob-
ndhesiones es que, en la medida en que las ideas de la
¿Para qué sirve la economía?
a son escuchadas tienden a (o tienen que) argumen-
En primer lugar, como respuesta a las habituales y b" •
n el terreno político de la política económica existente.
. l' . " b a Urnd se e , no cuestIOna. do contmua
. , .Imperturbabl e;
preguntas que restnngen a ImagmacIOn ásicamentea lo as . \' ntido comun
tenemos ahora, podemos responder con una gran pr " que El,s:!l1ueve de su profunda sedimentación en los términos
«¿Para qué sirve la economía?».4 Como ya se ha ap~gundta: llO Stados de lo social para convertirse en político en el sentido
.mc1uso C ameron h a sona
.
- do que i'
l o que' ImpOrta es alg !
que el PIB. El problema es que a mayoría de la gente 'qu . .<
ntao
0_ e
Jcaiscutible. Es esta naturaleza del argumento general lo que
. '~equ~ cuestionarse. ¿Y si empezáramos en otro lugar?
.
presa ta les pensamIentos parece buscar a1go agradable Y 's~~ ex-, '~";;i.Y si preguntásemos para qué sirve una economía? ¿Y si
que aña dzr · a «1o economlCO».
" D e h ec h o, 1o que d~beríaes1ar
, aVe " ( , al centro del escenario, por ejemplo, el asunto del
sobre. el :apete son las for:na~ de orga~i~ación, 1a',~'én~el'l~i~i~ii" de las personas, y su actual infravaloración? Sin duda
las pnondades de lo economlCO. ¿Que tIpo de economía'que,'. afectaría a los insatisfechos con la actual estructura de
remos? ¿Qué queremos que ofrezca? . 'J': 1lI~' . senpuueptos. Ello plantearía la pregunta de por qué, si todos
De hecho hay mucho trabajo realizado sobre model~~ que valoramos tanto estas cualidades, son tan poco
alternativos para la economía británica (véanse, por ejemplo;" prioritarias y están tan mal pagadas. Interesaría a las mujeres,
la «new economics foundation»,::' el New Political Economy 'qtie,:actualmente son las más afectadas por los recortes. Es una
Group,::'::' el Green New Deal,::'::'::' etc.). No faltan ideas. Lane~ :cuestión clara para el sector público. Esto haría más compren-
gación constante a que alguien pueda tener alguna alternativa ' sibleslas ideas de los diferentes modelos económicos, porque
que ofrecer es (i) errónea, (ii) parte de la estrategia política de ituarÍan en un ámbito ideológico diferente. Incluso en los
económicos actuales, se argumenta que los efectos
de la inversión en cuidado es más probable
4. Algunas de las ideas de este apartado se inspiran en los excelentes Hl"UCLLdn en el ámbito local y sin lugar a dudas se
del New Political Economy Group (new-political-economy-network@google.~o
ups.com). ' , U~Stnbuyen regionalmente de manera más equitativa que los
" N .T.: Se refiere al think-and-do tank independiente fundado en 1986 Y
1 d;'Ia,inversión en casi cualquier otro sector. Pero sobre todo
dedicado a inspirar y realizar propuestas efectivas de bienestar económico para"as
~dcaría la cuestión de la economía en un ámbito ideológico
perso.nas y el pl~neta. . . ,, " . . reo ,de .
,,' N.T.: Ll11ea de I11vestlgaclOn so bre economla polmca en el ma táS l" erente y en una priorización diferente de valores. El mismo
Compass, grupo de presión britán ico dedicado a elaborar ideas y propu~cica ocra 'JIPO d~ argumentación valdría para priorizar la sostenibilidad
para individuos u organizaciones que pretendan una sociedad más dem
e igualitaria. 6anz<1
"~o N.T.: Se trata de un think tank cuyos objetivos son restablec~i la cO bello y estas ideas con el desafío al supuesto de la naturalidad
de los ciudadanos en las posibilidades de construir un mundo I11á~ JustO Y, ".",¡.~.'
es mercados también echa por tierra el otro elemento del
re direccionar el uso del capital hacia prioridades públicas y sostembl :,

238 239

...
_-
1
rl
JI.

imaginario económico hegemónico: el curioso secu ' . 'ales desde el acuerdo socialdemócrata de postguerra
' h enclal' , " SOCl '
que deman d a que pnmero agamos crecer la econo' lSlllo Jos l que llamamos neoliberal, ha sido el cambio fundamen-
distribuyamos, De hecho, hay diferentes modelo~a y luegO basta ~ naturaleza de esta articulación, En esencia, la igualdad
miento», con implicaciones de distribución muy d:f«creci- , !~ e~ aderrotada, sin lugar a dudas, por e! liberalismo,
' 1 ' , di " 1 erent
(mc uso una somera comparaClOn e os períodos <id W' ..e~ ~ ha s~tsirnple aumento de la desigualdad económica bajo el
y Thatcher lo demostraría), Dicha reorientación tam~" llson do actual es uno de los indicadores de ello, La incapa-
porciona un marco en el que e! gasto y la regulaciónlen pro- 3~t~ patológica del New Labour de referirse a la redistribu-
conSI'd erarse POSItiVOS,
', como parte de 1a construcción Puedan
d . c~/a es otfO. Después está el aumento de la importancia del
sociedad, Puede ayudar a pens,ar la sociedad como u~ t¿~~na ' "oll ~ de la elección individual (ligado con la ridiculización
de alguna manera, como colectIvo (como la noción der~e ' ,!~, ", erar'de!colectivismo; véase más abajo), e incluso de los dis-
, 1d ' 1 d I ' . . rv¡CI0"
naClOna e sa u como seguro ca ectlvo, corrio un el~ine ' ',' g~;sos de! rnulticulturalismo en lugar de los de clase (aunque
" d
en 1a construcClOn e oipu
' bl'!Ca.) , nto' cU;~enían, de hecho, razón para substituirlos). Está la prioriza-
n de la forma electoral por encima de la sustancia política.
Jo expresa de manera brillante en relación con las elec-
Igualdad y libertad
generales en el Reino U nido:

"tThe Guardian hizo la sorprendente declaración -el 1


, mayo, ni más ni menos- de que e! tema central de las
iones era la reforma de! sistema electoral [... ] la idea
1V'de que en medio de la mayor crisis económica desde la
década de 1930, la demanda de la reforma electoral debería
ser el asunto definitorio es algo bastante extraordinario.
, estamos, cargados con enormes deudas que forzarán
, recortes -en empleos, prestaciones, pensiones y
. niveles de vida- sobre ciudadanos totalmente inocentes, y
: el gran tema de! momento es [ ... ] ¡la reforma electoral!6

y las mismas actitudes son evidentes en el ám-


llacIonal, donde la retórica de la «democracia» se ha
convertido en una tapadera para el liberalismo: las interpreta-
, aradoX•
5, Véanse las páginas 2-3 de Chantal Mouffe (2005), The democratlBCP
•' areelon.a: . ~
Londres-Nueva York: Verso [trad,cast.: La paradoja democrattca. " '. ' 6. ~obin Archer (2011), «Leading Laboup>, Guesr Editorial, Renewal, 19(1);
Gedisa, 2003].

240 241

~
r,"\ )
"J,I
I
ciones de los gobiernos occidentales sobre los a' " '
, . Contee¡' '.~
de ~tros paises (desde Chll1a hasta Venezuela) se Ce tnlent~S;i'. ercer ámbito de trabajo es la colectividad, cuya pérdi-
cluslvamente en evaluar su estatus «democrático» (e~tra:nel(l~~ t tre los muchos aspectos de lo ideológico que podrían
nes que a menudo son totalmente equivocadas) e Ignor . aluacio_ "f, ellEsta pérdida ha sucedido en términos de la colecti-
el resto, .incluso aunque se ~ayan hecho grandes r~r,~oq() oino forma material y en términos de la colectividad
en redUCIr la pobreza. Del mismo modo, la interp p ?:esos e arte legítima del imaginario político, y representa otro
, '. , retacIO d
hechos recIentes en el Norte de, Afnca ! en Oriente Med~ "~' p más del dominio creciente del individualismo que,
ha elaborado totalmente a partir de la Idea de «desh o~e upues to , es parte del giro hacia el liberalismo.
. acerse d
(algunos) dlctador~s». El enorme descontento pOr 'l~,p0br :f&~ ? ssto .t S evidente de muchísimas maneras. Tomemos por
y el desempleo ha Sido borrado del mapa. En lugar dela t~"~ él casa del Partido Liberal Demócrata. Es común la
nología de la democracia que se esgrime en todos estos 'c ~',
l '

de los liberales económicos en su propio partido, jun-


es el liberalismo lo que realmente se prioriza; de heÉh6~ ~¡ihas muestras de simpatía hacia «los socioliberales».
discursos dicen poco sobre el contenido de la tradición de ',entras que los socioliberales podrían estar a favor de
crática entre cuyos principios esenciales está el de~,~ igu~l;O~ 'fiBf"ri1llcna~Jibertades Y de hecho de una mayor igualdad, conciben
,1 Este paso de la igualdad al liberalismo es central en el CariíblO cosas en términos individualistas y ridiculizan cualquier
que ha tenido lugar en la articulación de lo económico ylo . " , splectivo para llegar a ello. En el debate de la mesa re-
lógico, Es central en el cambio operado desde el acué'rdodt: ,p\J)- , p~blicado en el número 45 de Soundings, Stuart Hall
guerra hasta el actual. De hecho, el neoliberalismo repre~entauta óque «los liberales demócratas son más progresistas.
;1 1
amenaza para las instituciones democráticas. 7 Y vicey;ersa. ~Tr~~, son)ri1ás progresistas, no más de izquierdas», y apuntó que
este cambio plantearía de nuevo la pregunta de para qué srrVé,1a «siempre ha tratado el individuo privado, el indivi-
economía. También podría ayudarnos a centrarnos en :~!!mur~~;1 r¡;:g~aJ¡smo».9 Es extremadamente importante reconocerlo. (Por
mativo divorcio, en los electores potenciales de izquieroas, eptt'e silbuesto.también tiene que ver con el cambio de la igualdad al
la clase trabajadora y la (llamada) clase media progresi~~a.8 " discutido anteriormente.) Para mencionar de nue-
'{<f"\;jV,
un autor al que me he referido anteriormente, vale la pena
'aradóx. ,w."er a la discusión de Polanyi sobre la supresión de las «com-
7, Véase la página 6 de Chantal Mouffe (2005), The dem9,cratt,c ,p 'Holl:!! ' ;,,'biálí¿io " 1.1 "
Londres-Nueva York: Verso [trad,case La paradoja democrática, Bare 1;" ""'t r' ,ne~» en, e Slg o XIX. Entonces tamblen se hablaba mucho
Gedisa,2003]., , , ' 'b Ed Milibánd , ; , ~dISIl1111UCIÓn de la pobreza, pero también de una supresión
8 No hay espaclO para profundIzar aql1l, pero mIentras cscn 0'1': a ",~'lImult' d 1 d' , 11
, .' d b b rdeado por los oponentes del New Labor y grupOS de , p~,l~~')" I/¡"(C~l",Ji¡¡ anea e os me lOS con los que los pobres podIan evar a
esta SIen o om a ( recisamente " S caDO . ,
mandelsoniana, sus opiniones están siendo exageradas por la prens3 P , amente de una accIón política. El discurso de los liberales demócratas
" l
d e los su b u r b'lOS d e1 s~,'r Exc USIV
liberal, para escuchar los sentllTIlentos b 'en el esct·
modo receptivo, esto no admite la posibilidad de que los pohncos ca~, 16) InCtó"so ,1

nario político (véase de nuevo el excelente artículo de Archer, de la nbotano'aqu¡; un F--:::-___


más importante es un argumento so b re po lmcas ' ' 'd' 'd 1 (un so or
In IVI ua es , 'o' n alterna' f
soborno allí; no se trata de dar un sa 1to) que Ia constrUCclOn,
" de una VISI
lamente,
, -, "llbo'9,Salty
u '
D 'd
.aV1 son, Stuart Hall, Michacl Rustin y Jonathal1 Ruther ord (2010),
tiva, de un tipo diferente de sociedad, que podría afianzarse mas amp I t In a tIme of coalition», Soundings, 45; pp, 19-20,

242 243

~
1'11~

y del New Labour es efectivamente una manera d b ' , .J tipo de cambio por el que yo abogaba anteri ormente
mismo resultado, no por ley sino por rechazo de['o te~erel este:: ya he aRunta~~ también, salir del ~er~eno ne~l~beral
. , col
popu1ar de 1a aCClOn ' (espeCIa
ectlVa . 1mente porp '" .;1IUaglU •
, ,arló' 1i'~o cuestión ldeologlca y a la vez economlCa. QUlzas Ed
sindicatos). El famoso editorial hostil de The Guard~rte de los es'uoa d al insIstIr
. . en tomarse su tIempo
. y en ree1aborar 1os
,t:li baU ,
puesta a Len McCluskey';' fue el punto álgido (el má~6e?i~~~ ~~ eUto S, esté embarcado en ello. Sin lugar a dudas, todas
todo ello. Se permite la compasión hacia los pobres ~Jo) de arguiJl ces hostiles que urgen rapidez también presionan para
1a documentaclOn" (muy ef ' ) so bre 1a pobreL;a, pero
ectlVa ' aSI-!.''
COill
', ~. esas .~~ de manera superficial, es decir a hacer más «políticas»
estos comentaristas- debe tratarse como parte de la le . l' r~a;a
. gl§ aéJó
~ce( mismo campo ideológico. Sin duda, también, el Partido
que ellos proponen y de mnguna manera a través de la ~ . n tP~ ri.~Ea encontrará que es difícil llevar a cabo cambios im-
ganización colectiva de las propias personas, especialme~~~;c;'k" L~rt:~tes sin una presión externa al partido. Y aquí la emer-
forma de sindicatos. JO La ~orma ~e la cole~tividad e\~á carri~¡a:: po . de una multitud de voces de base aporta algo de espe-
do y de hecho debe cambIar. Estan emergIendo nuevos .ti 'raJlZa: to que es seguro es que es necesario redefinir el terreno
or~a~ización ,c.olectiva, los. cuales son. ese~ciale: ?ara co~ségu'~ a través de esta intersección clave entre lo ideológico y
objetivos pOhtlCOS y cambIar la conSCIenCIa pohtlca, F',Ii'f ,t y en favor de diferentes intereses sociales. Sólo
podría vislumbrarse un cambio serio en el equilibrio
de poder.
<) Conclusión ");',JS:

Refiriéndose al Partido Laborista antes de las últimas!.~Ie~.


ciones generales, cuando ya sabían que habían perdido}fHalI
ha argumentado que tenían dos opciones: «Una era moverse
de manera clara hacia una dirección diferente yquizá:;!:~star
fuera del poder durante un tiempo bastante largo pa~a p~a~r·
,( construir una hegemonía alternativa. Y la otra era seguir .p~·
ticipando en el terreno neo liberal, y escogieron esta,'1íltim~~:g
, , "","'-

':' N.T.: Se refiere al secreterio general del iníluyente sindicato anglO;


~~.~
10 Hay excepciones al no reconocimiento de la colectividad,)a ,P~ll\~I;
hoy en día es la asociación London Citizens. Pero la propia London C!t1~e~ibl
muestra contraria a los sindicatos en el discurso de sus portavoces, Y esta t~e de
afectada por problemas políticos (como los sindicatos) que debería,n;r6t~nCÍáS
manera más pública, Constantemente se ataca a los sindicatos por sus e el
percibidas, En cambio, London Citzens es idealizado. , Jopa¡hall
11 Véase la p, 30 de Sally Davidson, Stu~rt Hall, Michael R~sun [9-31,
Rutherford (2010), «Labour m a time of coalltlOll», Soundzng s, 45, PP' ,,, . ""

244 245

~
l1li"':"""

LoNDRES, DICIEMBRE DE 2011':'

poreen'Massey

hace un frío terrible y se está levantando viento. Tras un


suave, nos dicen que el invierno puede ser severo.
roto varios huesos del pie, de manera que estoy recluida
minúsculo piso, cuidada y abastecida por mis amigos.
ari~mento, en un tercer piso, está rodeado de ventanas,
decido. pI sol ahora está alcanzando su posición en el solsticio
J~~~ierno encarado hacia el sur y los pájaros que, proceden-
ie$.4el ,norte y del este de Europa, migran aquÍ para pasar el
i"'In~~rn~ ya se están acomodando.
e,Este suave encarcelamiento me lleva a estar extrañamente
al~;daa~i momento presente, que ahora considero «el mundo
:'1 ceferjsr~:,De manera evidente, este momento parece ser de
'cnsis lreal para las economías del Atlántico norte y para el mo-
delo:que ,han estado siguiendo durante las últimas tres décadas.
La.implosión bancaria de hace unos pocos años se ha contagia-
':,n"'~~;laja cleuda soberana; las contradicciones en la estructura del
~ro :parecen, en el momento en que estoy escribiendo esto,
!!rr~9Iubles; la insistencia individual de cada poder nacional en
promover políticas de austeridad (castigando a los pobres por
ltna ,'. ,
, ,' .;f!SIS que ellos no han causado y aprovechando la opor-
~lI1g~~'para recortar en el sector público) parece sumarse a la
'....On.,h.l:J 1 d " / 1 Y d d
e crecimiento; y aSI un argo etc. , e to os

247

Il1o...-
".,........
;1 ,',

m o dos, ¿realmente queremos crecer? La confe ' , ' ,,"', " ,:f,: de interpretació n que no tenga en cuenta,dicho sentido
rencla ' , ,'\'~~ J',." ro ' , '
clima que se celebra en Durban justo este mes sobre .~l ,.: jOteo, choca con la 111comprenslón y la incredulidad.
vez más, ha evitado tratar de manera seria la c~:;sece qUe, u~:W:'i" cort~:no se aproxima al mom ento actual siguiendo las gran-
. 1 d - , d 1
C111a, e ano que estamos causan o e a medio 1 qUe
b" Se ,
av<:,.: .,,$1 'a"s
P'''I: ", de 1os concep t '
os gramsClanos, "
su caractenst1caes- d
am lent " 'J 'jjOe
cs
este modelo de «crecimiento». En otras palabr . 1 "e c()"n ""U ,1 (en el sentido de plantear los retos más difíciles para la
as. e m 'd " ( " e9Ua , f
financiero/neoliberal de los últimos 30 años está ' o elo" " ~a . da), es que nos en rentamos a una grave crisis económi-
!

. . que e'1'
una cnsIs mIsmo h a genera d o. L o que ha cO Inmerso ' ,'i/"
~n ',
' ' lZqlll~r , ' . . d 1f " ' d 1"
' , ¡ , o no a una cnSIS e a ormaclOn 1 eo oglca egemol1lca. 1
h "
. . nsegu1do( ' ~per h ' " .
que, de hecho, era su obJetIVO), es un mayor enriqu . .*' y ,",;; ,lo'tan to , no ay l1lngun momento potenCIal de ruptura en
de los ya privilegiados y la consolidación de la hegeecln.;t:¡~to"" Plor,.e 'las crisis de los diferentes niveles de la formación social
,. ' ' mOllla'Q ¡ ¡ ¡ 'e 'q" . .
la elIte, 'e " trehlcen y establezcan la base para un cambIO en el eqUl-
, Ademá:, ?tra consecuencia del hech~ d~ tener que estaren ' )~k ,~¿I poder social. Produc~r. dicho n:or~ento de ru~tura
casa. estas ultImas semanas .es que he aS1~I11lado muchatinf6i~" liJiSüp@ne no sol~ .rechaz~r l~ pol:t1ca eco~omlca y las posIbles
[/ mac1ón procedente de ~edIOs d~ comul1lcación populares': h!t,'~' ¡ ,aIidas. de la ~nsls econom1~a, S1110 cuestIOnar f~ontalmente el
escuchado mucho la radIO, por ejemplo. Y, aunque ya lo"sab( " séilcido comun actual, atacandolo desde cualqUler lugar, pro-
lo que me ha in:p~ctado de maner~ particularmentefue~~~~;fi :' '~, "' 'pó1ii~i1do alt~rnativas entre as?ect~s inconmen~u.rabJes (una
absoluta compllCldad de la mayona de estos poderosos'rlieaiitt~" ~f' sociedadmovlda por el beneficlO pnvado, la avanC1a y la com-
de comunicación con la hegemonía neo liberal. Estos rnedi~s:)!:¡~¡.¡", petici;yiq,ad individualista o una sociedad construida en torno
de comunicación funcionan en base a un sentid~~omú~ pr;~ \,, ~por ej(emplo, la ayuda mutua y lo colectivo). Ello implica
establecido. Se trata de un sentido común que aSume que ld~ !(, íéá~azarpolíticas tales como la administración tecnocrática y
«mercados» son algo natural, una especie de fuerzas natut'a1~, ' ;" dát.,ull'salto y redefinir el ámbito político. Supone una demar-
cuyos orígenes están más allá de lo social (y, pues,wás !~lIá ',q~~~én ~efronteras políticas.
lo político). Como consecuencia lógica, dicho se~tido camíÍn : ", ..Por lo tanto, estamos en un momento que requiere un serie
asume que nuestros problemas económicos sonsusCéptiblés ' l'~tácticas de choque de la imaginación, que desplacen el sen-
de soluciones tecnocráticas (de ahí el ascenso depap adem '!~ ~~"º,co~ún existente sedimentado y que abran la posibilidad a
9;' ,
en Grecia, de Monti en Italia, etc.); en otras pab;Rr~!~~;se.:~!~ ;¡i*¡! ~~fs~~maneras de pensar. Es en este contexto en el que Occupy
eliminado «lo económico» de la esfera de la confront~:Jo~ } (Occupy the London Stock Exchange) ha sido siO'nificati-
política. Se trata de un sentido común que asume, segúrt'las,f -
1
,,:~;"A;l menos en el contexto del Reino Unido, ciertar:ente ello
. pa1ab ras d e nuestros po l'It1COS
nlcas . b nta11lCOS
. " conservadores, ,." IJaJorzado
", . '{'/~ ,!i!""tlli" i! a que h ayan sa l'd loa ¡a pal estra' .
Ciertas cuestIOnes
. E d' se lOten ta
q ue «todos vamos en el mIsmo barco» . s eClr, n~ .~ '¡''' 's
· ana ISI
(ni t:n s.olo se co.n~e~pla la p.osibilidad) de real Izar ;:dase~¡~e
en termmos de dlvlslOnes SOCiales y, mucho menos, . d del ~
~. , Uestra revista Sounclings: a jOllma l o[ policics an cl culture ha intentado
" 1 t baja ores ,
trata de un sentido comun que asume que os ra , 1 j'jef
ar en este t''po d e ana' 1'lSIS
~áJ , V"
, coy untura l '
gramsclano en re 1aClOn
' , con e1momento
' bl' y " ente Cua qu ~ti~ y~nse, por ejempl o, H all y Massey (20 10); Massey (2010); Davison, Hall,
sector pu 1CO son una carga. aS1 suceSlvam . utherford (2010) y M assey (201 la).

248 249
,I

I
~
l

(algunas de ellas grandes cuestiones) que anter¡' .. II1poral con VBS, «justo despu és de que se colgaran las
, orruent h '.
quedado escrupulosamente S111 formular. e abíáti' .¿tl t~" pancartas sobre la okupación, los trabajadores de UBS
SO

El domingo voy a salir de mi piso durant ' , ra de enfrente bajaron todas las persianas de sus ofici-
' ven d ra' 1 e
h oras, Un amIgo para1evarme al Bancoeunasde ,la . po,' ~~ ac ún Walter y Owen, 2011). Finalmente, e! edificio oku-
El Banco de las Ideas se encuentra en un edifici~ ocu~ Iqie.~~.;: ~e;á situado justo fuera de la zona de la autoridad local de
formalmente okupado por Occupy LSX. 2 El edl'fi' pado Y'" es oración de Londres (dominada por finanzas), en uno
, , . CIO es ' . '
me,. tler:,e muchas hablta~lOnes y ha estado vacío duenOt" barrios más pobres de! país; es una especie de reproche
vanos anos. Pero es propiedad de UBS, un importa btan~ "de IO~ al a lo largo de la frontera de dicha autoridad local y ante
. nte an
global que ha sido rescatado por los contribuyentes O ~ ~ esPi~;oces desigualdades que e! predominio financiero no ha
'1' 1 '
LSX ut1lza e espacIO en parte para ayudar a aquello .
. CcUpy ' tas.n. o sino agravar dentro de la capital nacional (Massey, 2007/
instalaciones hari sido cerradas (centros comunitarios J's cd~Yas, hee
tolO). Se trata d e una concepClOn " y d e un uso extremad amente
de I'nfanCla,. c1u b es d e Jovenes
" ) a causa d i ' deb'd
e os reCOrtes ar mes ' .¡;~ticados e intrincados del espacio como parte integrante de
a la política de austeridad del gobierno, pero ta;ffibién,c~'¡ o~ política.
espacio abierto flexible para seminarios, debates e, ífi.te~carnh en la que vamos a tomar parte e! domingo
de ideas. Es un brillante instrumento para e! desa~r<>'l1ol;a~ parte de uno de los muchos grupos de trabajo estable-
bates que surgen y prosperan con las prácticas materia1esde la álamparo de Occupy LSX, y su objetivo es precisamente
actividad política. reflexionar sobre este tema de la espacialidad. Se centra en la
Para mí, la espacialidad de la okupación de! edificio es algo fetación entre espacio y democracia. Se trata de una actividad
muy llamativo. Un espacio no utilizado se pone en uso para ,~úscula entre tantas otras en medio de la confusión y con el
un fin que contrasta tremendamente (y políticamente) con'su intento de trascender e! debate sobre la crisis económica hasta
función anterior. El edificio está en e! corazón de! Londres fi· . al debate sobre las grandes políticas subyacentes. Las
nanciero (la City) . y si cada okupación que se da en el mundo ,. incluyendo las ideas sobre e! espacio ahora son, sin
tiene su propia especificidad, en términos de su det0nante,'y~t alguna, cruciales.
la particularidad de su trayectoria, la especificidad de"OcC'urY
LSX radica, como seguramente debería ser, en que .~eha con~ , ~:. ~:. ~:-

centrado en e! sector financiero de Londres. Además, concre~


tamente la sede londinense de UBS está situada enfrente del ~I 'propio emplazamiento original de la okupación de LSX,
edificio 'okupado, en una especie de enfrentamiento espac!al IUnto a la catedral ele San Pablo, suscita un gran número de
inmediato. (Se dijo que mientras los okupas querían negOCIar CUestiones sobre la relación entre espacio y democracia.)

~
,11/' ~~bería remarcarsc qu e aquí solo voy a plantear aspec tos de la democracia
' e Walkery eIC~; Irecta. Hay Illuchas otras esferas potenciales p,ua profundizar en la de-
2, Para una relato periodístico acerca de este Banco de 1deas, veas ."
Owen (2011), rat¡zación, concretamente quizás el lugar de trabajo,

250 251

.....
l'
Originariamente, la intención era montar el carnp cuando vuelven a sus casas, hay charlas y debates ...
te a la Bolsa de Londres, pero ello no fue perrnitida~eIt}O - pues, que el espacio de Occupy LSX es «democrático»
sultó ser un espacio privado (aunque parezca una o p . sentido de, por una parte, interrumpir el espacio
normal). Esta privatización de antiguos espacios y, por la otra, contribuir al desarrollo de sujetos
rante décadas de neo liberalismo, y en contraste COt1~
pios socialdemócratas previos, se ha convertidoeri*~s argo, hay otros dos aspectos de este espacio que
de debate candente tanto en la Tent Universi ' n importantes cuestiones sobre la democracia. En
Banco de Ideas. El espacio público, en el esta ubicación concreta, y la denominación de
de la palabra, tal y como ha sucedido con otros como LSX, es también la afirmación de un anta-
sector público, ha sido objeto del ataqueneolih\;l una clara frontera política, contra la City financiera
Occupy LSX se trasladó y montó el campamentb y lo que significa. La Declaración de Principios
junto a las escaleras de la catedral de San Pablo. s LSX empieza afirmando que «el sistema actual es
este emplazamiento se ha convertido en una afilulac » y en un punto posterior afirma que «queremos
presencia de una corriente de pensamiento que estructural». Precisamente, nos apremia a «dar un
entorno. una nueva manera de pensar. De hecho el reque-
La misma apariencia física del campamento de tomar una decisión desconcertó en la catedral
cuestionamiento: las tiendas de campaña, simbóll~alIlem lo que provocó que dos clérigos de alto rango
mildes bajo la altísima solidez de piedra de Dios i~:'~l de la Iglesia, que mostraron más compren-
El poder simbólico de las tiendas de campaña cons~ (el derecho a) la protesta, dejaran sus empleos. Sin
local, a ras de suelo, en cuclillas, radica precisam~~.h~ con el propio sector financiero, con el corazón del
incongruencia sin pretensiones. Además,el campapi~m( l~t:t'llismo global y con el 1%,':- este antagonismo no se
es, por supuesto, más «local», en el sentido de bordado directamente. La City financiera no ha generado
localmente, que el capital financiero y la religióncB!re seria; como el personal de UBS, frente al Banco
se asienta; la interconexión global es impresionarlte.': bajó -las persianas.
mente también es mucho más abierto que los edificiu.? j~egundo lugar, y en contraposición con ello, el espa-
cieros. Las personas vienen de todas partes, no -a interna del campamento es el de la política
en la puerta, por supuesto no hay puerta, los en las asambleas diarias llevada a cabo mediante
democracia directa. Tras criticar el sistema actual y

,,- N .T.: Movimiento activista por el que estudiantes y profesores


el funcionamiento de universidades alternativas en carpas instaladas.
4. Teresa Hoskyns, arquitecta y urbanista, habló sobre es.te Se refiere a la enorme concentración de riqueza que posee el! % de las
reunión, contrastando el neoliberalismo con el período anteno r partir esta constatación, el movimiento Occupy popularizó el eslogan
social. 99%" como denuncia de que la inmensa mayoría de ciudadanos está
5. También hay un campamento en Finsbury Square. precio de los errores de una reducida minoría.

252 253
tacharlo de «no democrático e inJ'usto» '. que aquí hay una intrincada e importante co-
. ye}{¡glr 1
tra democracia que representa a las em '. . e las teorías políticas y las conceptualizaciones del
presas e
persona,s», el punto final de la I?eclaración de n del lugar. En concreto, diferentes enfoques sobre la
que «aS1 es como es la democraCIa». - -....,l;In.~_· . están relacionados, aunque a menudo de manera
La referencia aquí parece ser e~ propio ~'l1plaZa . ' '~W<­ el modo en el que imaginamos el lugar y el es-
Occupy LSX y sus asambleas. Y, clertament . nuento:'d¡;;;'iJ!
..r. ' f e, eJempl:~
manera eJ ectzva una orma de democracia ( r ,' 1lQC;U) foque sobre la democracia propuesto por Hardt y
pondiente de espacio/lugar). Pero yo diría 'q~ su ei1 .
. . 2005), por eJemp . 1o, concuerd a con i ',
a nOClOn
. 1 . , ' e es
ma partlcu ar y qUlzas -y este es el motl.·. .v¿ r l alcanzado a través de la democracia directa al
' C ea-solo
las formas que necesItaremos para construir un tU'\"" . , .... l
'h ·· las asambleas de Occupy LSX y subyace
de sociedad. Diferentes tipos dédemocfaéia de los experimentos en democracia que se han
tes tipos de trabajo y, yo diría, implican y en el marco del movimiento de los foros socia-
tipos de espacios y lugares. Este modo de nemocr. . ·. . • .di
·aCla' ;ya se ha mencionado, puede acarrear asunciones
.' '
que lleva a consen~o ~lan~~a asumir uno o,f~s ase~~~sfp~ social y deseos universalmente inmanentes.
a
lado, a pesar de la ll1VltaclOn «¡Ven y únete nosotiós!\t\, y este es el punto clave, necesariamente, estruc-
hace al final de la Declaración de Principios, asume . hay estas implicaciones cuando este modelo de
sión del enemigo con el que uno nunca podr~;l se asume como el único posible. Como Gilbert
(en otras palabras: no es realmente un espacio apunta, «es esta idea fundamental de democracia
-y si se considera la única forma de democracia real~aS1 de todos por parte de todos' lo que separa a
que al final puede haber un consenso uniyersal~indus(),itc . de otros filósofos políticos postestrucruralis-
sus propios antagonistas estructurales y poli~icos;J~aa:,~~ . . Y ello conlleva la noción de totalidad;
que se basa tanto en la posibilidad de una totalidad
como de un inmanentismo esencialista. Loque n01nclu:Y~es
este tipo de apasionados conflictos de valoie~ 'i e . Guattari, Foucault, Lyotard y Laclau y Mouffe
son simplemente reconciliables (el conflicto con _ una tendencia importante. Todos ellos se alejan
nanciero , con el 1% , el conflicto de clases). Esta nec~ld~Jl de toda noción de sociedad como una to-
mantener abierta la posibilidad de conflicto,re~l IRechazan toda visión que pudiese conceptualizar
razones por las que la gente defiende una democracIa iones sociales en un contexto dado como partes
.,; sentativa (en oposición a una democracia directa) para t?do singular gobernado por una fuerza general, un
los mecanismos para una gestión no violen~,!l de L_
1;

Un destino histórico. En lugar de eso, ellos ven


dos. Según este último punto de vista, la I~ea . nes sociales como constituidas por configura-
entendida como hegemónica en vez de tot~l~zante y. Complejas y contingentes de elementos. (Gilbert,
mantiene abierta la posibilidad de contestaClO n. 01-102) .

254 255
Sin duda, p ara Hardt y Negri las diferenCi en relación con la política y la democracia dan por
existiendo y continuarán produciéndose en a.SI . . ' otras proposicioncs igualmente contrastadas sobre el
, « a nI
pero no serán del tipo de antagonismos polític¿ ... do ello opera cn muy distintas maneras, pero vaya
que
la resolución consensual. En cambio, estas difet solo dos.
nan ante el trasfondo de la asumida producción rím er lugar, está el concepto de «espacio liso» avanza-
do común» o lo universal concrcto. ~arc1t y Negri. Para Mouffe, que a veces se toma lo es-
Por el contrario, Mouffe y Laclau, otros dos ~~y en serio, el concepto dc «espacio liso» se relaciona
estructuralistas de lo político que se han de lo político, lo que para ella implica la lucha
damente por cuestiones acerca de la de las fronteras políticas entre posiciones irreconcilia-
argumentos contra este universal inmanente.
«universal» tiene que producirse, y será por lo ldm(j) 'hl~
mente y geográficamente específico. Y esta de Hardt y Negri de un espacio liso globalizado
lugar a través de luchas por la hegemonía que ¡lo puede dar cuenta de la naturaleza plural del mun-
corazón de lo político como siempre abiertas :'[.i.] Su idea de una "democracia absoluta», un estado
ción. Se trata de una distinción clave. Así, según hmanencia radical más allá de la soberanía, donde
forma de autoorganización de la multitud
Aquí está la clave teórica real de los debates un orden estructurado en torno al poder, es
neos: ya sea que afirmemos la posibilidad de postmoderna de desear un mundo reconciliado,
lidad que no esté construida ni mediatizada p do en el que el deseo habría triunfado por encima
o bien que afirmemos que toda universalidad ?rden, en el que el poder inmanente constituyente
depende de una construcción histórica hecha g multitud habría derrotado el poder trascendente
heterogéneos. Hardt y Negri aceptan la primera o del Estado y en el que lo político habría sido
va sin dudarlo. (Laclau, 2001: 5) UlIllIlauo. (2005: 115)

Laclau y Mouffe, por supuesto, y yo estaríaW He . en consonancia con mi propia crítica (en Massey,
con ellos, no aceptan esta alternativa. ' ge la marcada dicotomía propuesta entre espacio liso
Ahora, incluso con este esbozo abreviado y .. estriado. También Featherstone, aunque no quiere
de los contrastes existentes entre estas dos posiclUu ,," ea Una definición de antagonismo tan marcada como
nidas en el marco de la filosofía política, es posible (véase más abajo), considera que el concepto de
propias y muy diferentes implicaciones para la liso es problemático desde el punto de vista político,
ció n del espacio y del lugar. Es una corriente de que oculta «el cambio y la negociación contestada de
(y de política) que no muy a menudo es tratada demaRe y,[ias de actividad política» (2008: 97). De hecho para
plícita, pero de hecho estas proposiciones· . a de este oscurecimiento de sus múltiples trayectorias

256 257

Í' --~ - --- •


constituyentes, el espacio liso privilegia lo temp 1 , ta para formar un elemento de lo que ella dice que es
, o~;~
hecho, espaczo. ~s,de , redicnte necesario de la pasión en la política,
Pero es el segundo conjunto de implicacio n ,¡Ahora,
ng , de estas d'lversas actltu
detras ' des ante 1a 1'd ent1hca-
'r

de estas filosofías políticas diferentes lo que res~; espaciales'! , del lugar se encuentran otras conceptualizaciones igual-
, 'fi ' l I t a ser ",'
slgm catlvo para e contexto actua , Tiene que Ve "'as . diversas acerca del lugar mismo, Así pues, detrás del re-
conceptualizaciones (implícitas) del lugar. r COn SUs lI1en~ de Bardt y Negri hacia la política exclusivista y singular
ha
De lo que se trata fundamentalmente aquí es de 1 . , ' f ; identificación del lugar encontramos una especie de acep-
'd
tenCla, y Ie a natura1eza potencIa,' l d e cualquier ident'fiael{¡s
'1, - )e '~n incondicional de los mismos mitos del lugar como cohe-
1 caCIÓ
con el lugar como una base, una arena donde desarroll n '[aCll'a_como lealtad a nuestra identidad nacional singular, por
renC
, ' d' 1 ' . L
po1ltlca ra lca progreSIsta, « ugar» aquí se utiliza d'" "
ar\lna
°
'emplo, que la «gente local» forma un grupo coherente (un
modo muy general. Puede referirse al Estado-nación o e un, e¡ en el que cree tanto el espectro político de derechas como
barrio local. Hardt y N egri rechazan toda política que se
. f d 'd 'fi . , , , nee
JJln de izquierdas)- para posteriormente rechazarlo, Pero ello
en torno a cua1qUler orma e 1 entl caClon terntbria1.6 :-Lós F"',i¡¡:ni5ca aceptar el viejo relato, la vieja construcción política,
lugares son una de las muchas formas de identidades heredada lugar como una comunidad no dividida, No obstante, como
preestablecidas, las certezas modernistas de contención, :'q~: ., trabajos sobre la reconceptualización del lugar han
debemos evitar para conseguir la liberación (véase, por ejem- "ln0strádo, los lugares (tanto si son estados-nación como barrios
plo, Hardt y Negri, 2001), Algunas de las razones ~,~e Hardt lQcales) raramente están libres de confrontación, Tienen que
y Negri dan para este rechazo son importantes: la natura:í~za bnstruirse políticamente como tales, Por ejemplo, la identidad
frecuentemente irreflexiva de esta identificación, la manera en ¡,nacional es una constmcción hegemónica nacida de la política
la que puede llevar a políticas exclusivistas de lugar (~omo por ~ctiva, (De hecho, la identificación de enemigos externos, a los
ejemplo las políticas contra los inmigrantes) o a las hOstilidades "que Hardt y N cgri se oponen con toda la razón, es precisamente
entre lugares, por ejemplo, (De hecho, estas son justa~~ntel~~ ¡.unmedio para conseguirlo,) Los lugares y las identidades de los
razones de los intentos que se han dado en las últimas décadas ¿lugares no son totalizados sino hegemonizados, En este sentido,
de reconceptualizar de manera radical el lugar, inchlyendo el hay ninguna certeza de identidad, De hecho podría soste-
mío,) Por el contrario, Mouffe, aunque reconoce est~s difisul- , ,,~~rse-dando la vuelta por completo al argumento de Hardt
tades políticas, apremia a ello más que a traspasar toda ,l~ta :YNegri- que esto hace que los lugares sean escenarios muy
temática a una política reaccionaria, e insta a que dicha polítlc~ cuados para el enfrentamiento político,
reaccionaria sea puesta en cuestión, de manera que dichas f~r­ >r En cambio, y quizás irónicamente, el tipo de democracia
'd'¡" •• ,
mas de «pertenencia» puedan reconvertirse en una direcClOn . Ir~cta consensual de las asambleas de Occupy, o de los foros
~oclales, o de las multitudes de Hardt y Negri, depende de una
llUagen del lugar como coherencia. Aquí no hay fronteras de
' cialmente~
' 1 • d l'
6, Su postura a1 respecto, en ocasIOnes comete a gun es lZ, espe uJltO 'ial1t~g?nismo político. A menos que uno sostenga que una su-
relación con los «lugares locales», pero es coherente en lo que respecta a este p
culminante territorial del poder constituido, el Estado -nación,
POSICIón de inmanencia y la posibilidad de totalización deben

258 259

.......
r
r
-en la práctica, y como sucede en el espacio de 1 ' , parte del mundo en la que se dan tanto serios expe-
. b . a asaltlbl
d e Occupy- constrUirse so' re una reumón de pe
'd 1a umc
. 1ad h eterogénea de los 1
ea .~oa ntOS con múltiples formas de democracia como una
leas afi nes. No tienen
. rsonas COIl
,rImeciencia de la relación entre estas formas de democracia
. ugaresh
redados normales -tanto SI son estados-nación com b . e~ cOosconstrucción social de espacio la forman los países de la
locales- a través de los cuales vivimos nuestras vida~ d~r~los rosa» en América Latina (Massey, 2011 b; 2012). Unos
Sin embargo, y tal como se demostró en Occupy di' hlarras. OS ejemplos podrían ilustrarlo. Así pues, para retomar el
, e Os lu
gares consensuales pueden hacer una enorme COntrib . , - pOCurnento sobre nuestra identificación con el lugar (Hardt y
a provocar el debate democrático y a desarrollar indi ~dclon arg . . b d
NegÓ sostienen que es una certeza que tiene que a an onar-
'.
democratIcos. Pueden 11 evar 1as preguntas a un mundo VI Uos
' , . Mouffe responde que necesitamos fundamentarnos en la
amplio y tener un efecto ejemplificador por su propia m mas
' . 1 '1 anera s~sión de la pertenencia al lugar para construir una política
d e operar. No o b stante, en este tIpO oe ugar no habrá víncul Progresista), podría mirarse el caso de Venezuela. Chávez ganó
con el antagonista político. o ksélecciones en 1998 con el Polo Patriótico. Pero no era un
Es esto, como hemos visto, a lo que se opone Mouffe. Su ~patriotismo» con un contenido preestablecido. El objetivo,
filosofía política acarrea una noción de lugar que siempreest~,Z;;. orecÍsamente, era cuestionar el contenido hegemónico existen-
abierta al enfrentamiento, y un enfrentamiento tal que fue~;a ' Co'mo Stoneman (2008: 62) afirma,
una elección entre maneras de proceder inconmensuralJles:7",.
Yo sostendría que este es el tipo de elección que necesitam~s El tipo de nacionalismo radical de Chávez [ ... ] consiguió
tratar en este momento coyuntural. También sostendría que la desplazar el antiguo imaginario de la nación y extenderlo
, mayoría de los lugares corrientes, y muy especialmente los es- a grupos sociales y raciales más amplios. Él [... ] tomó la
tados-nación, son de este tipo. Sin embargo, todavía se puede historia (reubicando las figuras de Simón Bolívar y Simón
dar un paso más allá en el argumento, ya que esta pasión delu- . Rodríguez) y sustituyó la antigua idea de la nación por
gar (<<pertenencia») a la que Mouffe apela, necesita clarlficarse otra más igualitaria.
y rearticularse. Más que cualquier tipo de lealtad incon~icion~Lw
o pasiva hacia el lugar, de 10 que esta pasión debería ir~táré( . ·gsto es, precisamente, la identificación con el lugar como
precisamente acerca de esta negociación cuestionada: ddo ' . '. como objeto de la lucha política, como una apuesta
que significa este lugar, de nuestras responsabilidades de estar ' , crucíal de la lucha política. De hecho, Stoneman sostiene que
situados, de 10 que la identificación hegemónica con este lugar los bolivarianos tuvieron tanto éxito en ello que la oposición
debería realmente significar. tuVo que cambiar su línea de ataque pasando a afirmar que
Chávez no era demócrata. «Evidentemente, es más fácil ganar
~. ::- ;:-
Un debate en términos claramente delimitados de 'democracia
., ) a través Ys. dictadura' que en el controvertido terreno de los argumen-
7. El argumento de Mouffe es que e~ el lugar (aquí el Estado-na~lOn ~abe eO
de dIchos mecal1lsmos como la democraCla representatlva, el antagonIsmo " ~~s sobre la división social de la riqueza y el poder» (2008: 62).
el agonismo. . orsupuesto, es esta última lectura, y línea de ataque, 10 que el

260 261

........
~j'
1:, ':0;"
~: I

I grueso de ¡os medios de comunicación y los políticos


europ
', Occupy así como otras intervenciones políticas semejan tes
han parodiado. eos de frentan constantemente a temas relacionados con la nece-
0, de nuevo, en un gran número de países latino amen. s~td de excluir. La distinción entre una frontera política an ta-
nos progresistas se reconocen y fomentan múltiples f Ca-
Ortn
Sl a
ista Ylos desacuerdos que son susceptibles de negociación,
de democracia desde la base popular, las cuales van lU' ,a~, goP iernpre es totalmente clara (véase Featherstone, 2008). Las
de la mera participación hasta alcanzar el poder de ini a.s ~lJa 11°1 sciones entre las organizaciones de base por un lado, y el
. d'f C1atlVa a y e1go b'lerno por otro a menu do son tensas y con fl'lC-
re tado
del protagomsta. Esto toma 1 erentes formas en cada E
de los países; son un ejemplo de ello los consejos COlUu u¡no ':as. Pero todo ello puede verse como una parte integrante
na es
locales venezolanos basados en el lugar. Aquí tanto la n ' . tt dinámica de los experimentos políticos progresistas. Lo
raleza como la espacialidad ?el poder de~ocratico son d~~~~ ue es fascinante y ciertamente productivo es la coexistencia
rentes de los de la democraCla representatlva. En esta últi ' Je diferentes formas de democracia, cada una con sus propios
el poder (el poder para votar) es individual y tiene tende~~' tipos de e~pacialidades. Todo ello. no solo enriquece la cultura
a producir una verticalidad de a.rriba aba~o .. En los consejo: democrática de manera general S1110 que cada una puede de-
y en otras estructuras autogestlOnadas Similares a niveld~' semp~ñar diferentes funciones (por ejemplo, el desarrollo de
barrio, el énfasis está en el poder que se mueve de :~bajo a ,!;;'¡;na ciudadanía democráticamente sofisticada, el trato dado a
arriba, en la construcción de relaciones horizontales dentro oponentes políticos a lo largo de marcadas líneas de enfrenta-
del barrio, en el poder para hacer más que en el poder utili- miento) y, en el mejor de los casos, cada uno puede fortalecer
zado simplemente para votar, y en la colectividad más que , alos demás y exigirles responsabilidades. Ciertamente ilustran
en la voz individual. Pero, también, está el intento de pi\¡- i.~;'!a ,~strecha relación que existe entre la política democrática y
rinacionalidad en Bolivia, el dificilísimo y polémico intentO ' 'la espacialidad.
de incluir formas radicalmente distintas de ver el mundo,
incluyendo diferentes formas de democracia, dentro de un
objetivo de coexistencia. "
Todos estos experimentos en América Latina so~tental~- '+; qAvIsoN, Sally; HALL, Stuart; RUSTIN, Michael y RUTHERFORD,
vos y están plagados de dificultades, pero son más ncos, mas' Jonathan (2010), «Labour in a time of coalítion», Soundings, 45;
complejos y más imaginativos que la mayoría de los que se pp. 19-31.
están llevando a cabo en Europa. Además, debido a ques e cen- FEAT.HERSTONE, David (2008), Resistance, space and political identi-
tran en la práctica demuestran -como los espacios de qccuPY , ' t¡~s. Oxford: Wiley-Blac~wel!. ,
LSX- las complejidades y los matices de los tipos 'ideales Jeremy (2008), Antlcapltal¡sm and culture. Oxford: Berg.
apuntados en el apartado anterior. Los consejos comunales, " S Stuart y MASSEY, Doreen (2010), «Interpreting the crisis»,
'd . d d
conce b 1 os .como espaClos
. d' onsensu~ t ¡.¡ Oundmgs, 44; pp. 57-71.
. e emocraCla irecta ., cd ellos, a l AROT,le
M' h aeIyN EGRI, A ntomo . (2001) Empire. Cambridge
y autodefimdos
, por la misma gente que partiCipan
. e sua1es l'," (Mass)'
•. Harv ar d U' .
lllverslty ress [d'
P .'1
tra UCClOn a easte I1 ano:
veces estan llenos de desacuerdos . Los espaciOS consen :;' Imperio. Barcelona: Paidós, 2002].

262 263

........
a - -- --
- (2005), Multitude. Londres: Penguin [traducción 1 " ' , CONCEPTOS TEÓRICOS Y PRÁCTICA
Multitud. Barcdona: Debate, 2004]. a castel!arió: .' poLÍTICA: APORTACIONES DE DOREEN
LACLA U, Ernesto (2001), «Can immanence explain social s MASSEY PARA ENTENDER Y ESTAR
Diacritics, 31(4); pp. 3-1 0. truggl es ?,;, ENELMUNDO
MASSEY, Doreen (2005), For space. Londres: Sage.
(2007), World city. Cambridge: Polity Press [Publicado '
con una nueva introducción: «After the Crash». Trad e~ ~OlO When I say «1», does it
casteilano: Ciudad Munditd. Caracas: Fundación" ed~Cpl?n al inelude things around it?
!tonal 1
perro y la rana; 2008]. e When I say «1», doesn't it
(2010), «The political struggle ahead», Soundings, 45; pp. 6-18 inelude unknown mountains and rivers?
(2011 a), «Ideology and economics in the prese Smtim . 'j.
I1 Lee Ufan, Stand Still a Moment (200 1)
Soundings, 48; pp. 29-39 [traducción al castellano en Abel ~~~¡d
y Núria Benach, . Doreen Massey. Un sentido global del ,, ',tugaT.,
et
Barce Iona. Icana: 2012; pp. 229-245]. ',., ,"¡.
(2011 b), «Espacio y sociedad: experimentos con la e~p~fialidad ~I'vebeen thinking about <space' for a long time» [He estado
del ?oder rde la democ~acia», e? Anton~o G. Gonzál~z (ed.), ' ':pe~;~do sobre el 'espacio' durante mucho tiempo]. Con esta
Latznoamerlca: laboratorlo mundzal. Madnd: La Oficina de Arte', arranca For Space, la elaborada y personalísima reflexión
y Ediciones; pp. 29-55. " . 'w,t teÓ~ica que Massey publicó en 2005 en la que compendia sus
(2012), «Learning from Latin America», Soundings, 50; pp. ,131- ., y trabajos anteriores. Un arranque sospechosamente
141. " '.""~\~~,
tri~¡al que, como en las mejores novelas de aventuras, anticipa
MOUFFE, Chantal (2005), On the Politica!. Londres: Routl~dge ,[t~a­
, up desarrollo argumental complejo que logra atrapar al lec-
ducción al castellano: En torno a lo politico. Buenos Air~~¡: Fondo!!'
tor cuando las piezas aparentemente sueltas de la trama van
de Cultura Económica, 2007]. "
STONEMAN, Rod (2008), Chávez: the revolution ~vill not b~ttele'lii-:" Yéncajando progresivamente. Pero, además, aquella afirmación
sed. Londres: Wallflower Press. . inicial resulta importante aquí porque nos parece que contiene
WALKER, Peter y OWEN, Pau! (2011), «Squatters createB~hk df mucho de definitorio de la personalidad y la obra de la misma
Ideas in offices vacated by bailed-out VBS», The Guardian,19 !i Mas~ey. Su llaneza no solo se manifiesta en su trato personal;
de noviembre; p. 12. es también, cuando escribe, un posicionamiento público.
'. Siempre a medio camino entre lo académico y lo político,
t
,. '. ::Massey ha escrito y publicado prolíficamente aunque, como
ella misma afirma, dedica menos tiempo a escribir y a publi-
car/que a pensar. Imposible imaginarla ante un teclado con
~n ~apel (o una pantalla) en blanco, Doreen Massey trabaja
~laeas, las moldea, las compara con otras, las pone frente
a reute, las expone, las retoma de nuevo tras ser discutidas.

264 265

I
1
A menudo sus textos parecen estar dotados de una p I ' rIlO las desigualdades regionales, la globalización o las espe-
/" d 1 u saciÓ
ntmlca: pnmero ... segun o .. . tercero ... a pulsación que n c~ccidades locales. Abordaremos aquí la relevancia científica
parece escuchar fruto de la ordenación de las ideas re ~no C1J1
oJítica de conceptos que 1Jan tem'd o una gran In
'fluenCla
' y
. fi . d d'
en sus In mtos cua ernos e anotaclOnes que tarde o t
partIda
.s f ~ incluso la identifican intelectualmente, tales como «di-
. / 1 .
no se convertlran en etra Impresa.
empra
.- q~ianes espaciales del trabajo», «sentido global del lugar»
Por otro lado, Massey afirma pensar sobre un «es . ;tI «geomernas/ de1 po d en>,'Junto a a1gunas pOSlClOnes
.. ta1 vez
entre COInI'11 as para In
. d'lcar ya d e entra d a que va a mostr
paCiO». o enoS llamativas pero que constituyen la columna vertebral
1 ~ sU pensamiento: su visión relacional del espacio (según la
' d fi . . / / . 1 arse
com b atlva ante una e mClOn umca o natura del término L
reflexiones sobre el espacio, bajo diferentes prismas pero s: as
pre con la misma intención de romper con esa visión. d~:~
rr cual los objetos en el e,spa~i~ deben .ser reinterpret.ados como
productos de la orgal11ZaClOn espaCial de las relaclOnes) y sú
nante cerrada, estática y por tanto sin pegada política, son l i mirada compleja y libre de prejuicios de las relaciones sociales
que han dominado el pensamiento de Doreen Massey duran' atse huyendo de todo esencialismo constreñidor.
más de 30 años y las que la han situa do en la vanguardi<tdelas ,i2'.;,nfinalmente, en tercer lugar, queremos mostrar la faceta de
ideas geográficas haciendo gala de uno de los pensaml~n~0s;k )¿izeen Massey más cercana al compromiso político en los
más atractivos, innovadores e influyentes en la geograf~~;ien ,,?!,múltiples niveles en los que lo ha ejercido. Pese a su impre-
todas las disciplinas sociales, a las que ha urgido a intluirllá: "'siünante trabajo académico de corte teórico, Massey nunca ha
complejidad del espacio en sus formulaciones. quer:ido teorizar desde la nada; como ella misma afirma, sus
En este último capítulo nos proponemos recorrer de nue- fuentes de inspiración no pueden estar más cerca de lo inme-
vo la trayectoria de Doreen Massey, esta vez ya no a través de ' diata, a menudo no son sino pequeñas situaciones cotidianas.
su recorrido biográfico e intelectual, sino a través de tres gran- ILa realidad que la inspira es, después de todo, la destinataria
des cuestiones en las que su aportación y su posicionamiento final de su trabajo, así que no tendría mucho sentido que la
han sido fundamentales. ,teo,rfa procediera de ninguna otra parte. En este apartado se-
En primer lugar, su visión de la geografía, no solo~pmo .\~a\¡lr.emos su compromiso con el feminismo, omnipresente en
disciplina académica sino en cuanto a su relevancia pa,rl é,~" su trabajo pese a contar en su haber con escasos estudios
tender los problemas y los retos del mundo actual, m~s ,allá ~specíficos sobre mujeres; abordaremos también su com-
de las fronteras científicas, no digamos ya disciplinares.Un~ 'promiso con Londres, la ciudad en la que reside desde hace
visión que, en sus manos, demanda un enfoque particular que d~cadas y en la que ha desarrollado la mayor parte de su acti-
se resiste siempre a colocar lo teórico en un plano separado de VISmo político, con especial atención a su reflexión sobre los
10 empírico, de lo «real» o, simplemente, de lo necesario. momentos de profunda crisis actual del capitalismo (una crisis
. d ra
En segundo lugar, Doreen Massey es una gran f orJa o eConómica que, desde la izquierda, afirma Massey, hay que
de conceptos, no solo meras palabras sino auténticas ~~ev;s . ~onvertir en una crisis política para cuestionar radicalmente la
maneras de mirar, 10 que le ha permitido aproximarse de~~a~ ' J~tura neoliberal hegemónica del estado actual de las cosas); y
innovador a muchos de los grandes retos de nuestra SOCI~ . n~Imente, nos haremos eco de sus trabajos en países lejanos

266 267
como Ni caragua, México o Venezuela, en los que si " disciplin a global y comprometida
mostrado una actitud de máximo respeto y de intelllpre ha sey nunca se ha distinguido por hacer un defensa a ul-
'1 11 . 'd ercarn.b·
entre 19ua es pero que e 1an permltl o poner a prueba lO 1t Masza ele su d·ISClp . l111a
·· 'b·len se 113 es f orzado por
smo que mas
¡ lra
n
pensar sus propuestas teóricas. y re-
1,""., porcionar conceptos que ten leran puentes y pu d·¡eran ser

¡ pro
'

¡;j·leS a otras ramas del saber. No propone, sin embargo, una


La Geografía importa 1" ~:~olución inmediata de todas las fronteras disciplinares, algo
, le le parece tan ingenuo como peligroso, sino que se decanta
j ,qU
Si alguna frase conmovía a los autores de este libro e ¡ af transgredir creativamente esas fronteras (Massey, 1999c).
. d d· ... n sus
tlempos e estu lantes U11lversltanos, esta no era -otra " (;be:~rodo qU,e si de~ende la geografía. es porque, en última
«Geogr~ph~ matters!», la Geog~afía .imp~rta. !ítulo;d~~un~~: distancia, esta defendIendo una determmada manera de ver el
las pu bhcacIOnes de la Open U 11lVerslty, 1 smtetlzaba en s610 d ' " iIlundo más que una disciplina académica particular con toda
palabr~s po~encial:
.el r.a no de un~ discip~ina la~trada
por sigl~: SU carga de historia y de relaciones de poder.
de servICIOS allmper~ahsmo revestidos de mocUldad, sino de una Dicho así, la relevancia de la geografía como saber, dice
manera de ver y d: ,SItuarse ante el mundo. Porq~e «G~PB~a:phy Ir ~a;~ey, debería estar fuera de toda duda en el momento pre-
matters!» es tambIen una llamada a defender la Importancia de ":¡int~: la crisis de la actual forma de globalización, las dramá-
las preguntas que la geografía siempre se ha formulado, inde- ticas' desigualdades entre países y en el interior de ellos, o la
pendientemente de la fortuna de las respuestas proporcionadas crisis ambiental y el cambio climático ... todas son cuestiones
en cada momento; a señalar, en definitiva, los urgente~ itemas ~ 4~e'((iequieren del análisis geográfico más agudo. Más aún,
geográficos que están hoy sobre la mesa pendientes de.r~cibir ¡¡cáoa vez se hace más evidente la necesidad de integrar los co-
propuestas de solución. La misma llamada que se encüe~tra e~ , ¡¡Ócimientos del mundo «físico» con los del mundo «social».
el título de su trabajo teórico más reciente, For Space, una obra Massey señala que la geografía es una de las pocas disciplinas
no «sobre el espacio» sino una obra para resaltar las «posibilida- que podría ocupar ese espacio entre las ciencias humanas y
des y potencialidades que el espacio permite» (Anderson, 2008:
\>Iá~~iencias naturales para tratar de esos complejos problemas
229). El trabajo de Massey a lo largo de su dilatada carrera no:ha .i amqientales que enfrenta hoy el mundo. Pero la consolidada
pretendido, en definitiva, sino buscar nuevas formas de cpncep~ Aivisión entre ciencias «humanas» y ciencias «físicas» ha aca-
tualizar las cuestiones relacionadas con el espacio, el lugar y la bado también por reflejarse en una creciente distancia entre
naturaleza para buscar cómo integrar esos pedazos dispersos ~e " 'la geografía física y la geografía humana, distancia con la que
nuestra experiencia en una aproximación del mundo que .;/~assey se muestra escéptica y, por las razones señaladas, in-
ta su interpretación y, claro, su transformación. CUSO perpleja (Massey, 1999a: 261).
, Su propia perspectiva sobre la geografía apunta a una re-
1 Conceptualización del tiempo y del espacio (<<espacio-tiempo»
1, El capítulo de introducción a esta obra ha sido tradu cido al castellano en el . pOr utilizar su propio término) en la que estas dos dimensiones
presente volumen. " ~~ . .
. o no se contraponen S1110 que se constItuyen mutuamen-

268 269

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te. Ahí resid e la base para una aproxi mación COmú d . ' r a ras de suelo
feorlza
la geografía y en diálogo con el resto de disciplin n .entro de : ntraposición entre ciencias físicas y humanas y entre es-
.. . as CIen 'fi
para abordar la compleJ1dad de la realIdad a analizar: ti , ~a$ y~o tiempo, no son las únicas que Mass ey se ha propuesto
P~cl~ionar Y superar a lo largo de su carrera. Su trabajo huye
El concepto de espacio que quiero defender es . . es
un .eu tanternente del uso de dicotomías consolidadas per o
sostiene que el espacio es abierto y dinámico Es d ? qUe coosmente cuestlOna . das, I "
ta es como economICO-CU 1tura1, re-
. . ' eClr [ ]
el «espacIo » no puede ser un SIstema cerrado: no es :'; . rara. . 1 l ' l ' 1 d'f
,' , dI' .... estatl_' (i'l;i("'~;óoal-l!1ternaclOna , c ase-genero, genera -partIcu ar, 1 eren-
ca, no es e1c1aSICO «corte a traves e tIempo», De he "li' _homogéneo. Tampoco la oposición entre teoría y práctica,
la imaginación del espacio como sistema-cerrado/cortC,:o, ~e treabstracción y realidad, funcionan en un trabajo que se
~y través-del-tiempo
. niega la posibilidad
. de Uni{emp ,
;>~ m~
'\¡¡~l~- en ' /', . d' f 1 f
di~tingue preCIsamente por transgre Ir esas asas ronteras
ii,¡ dad real, ya que no hay mecanismo para ir de un COrte a ,,' 'ue convierten en categorías estancas lo que no son sino cons-
otro. (Massey, 1999a: 264) ifA
~rÚc~iones de una única realidad (Smith, 1986: 350).
Se ha señalado que aunque sus ideas académicas puedan
Esa concepción dinámica del espacio, que ron¡gF c8n 1 ~llega/a ser bastante sofisticadas desde el punto de vista teórico,
tradicional oposición kantiana entre espacio y tieriltó, '~k~r~ hun~a dejan de ser prácticas y «siempre están con los pies sobre
geografía e historia, es la que permite a Massey desplegar t~do ,d ~lsuelo» (Wi11s en Spatial Delights, 2009). De hecho, los trabajos
un cuerpo conceptual propio y aplicarlo a situaciones con<!i-~i\:" ¡líd~ Massey siempre parten de una fuerte base empírica, siempre
tas a propósito de la globalización, los lugares y las regiones, ~decantan por el estudio de la situación concreta, por el análisis
El espacio es concebido, en definitiva, como el producto,de . Intensivo de los fenómenos como base para la elaboración de hi-
las interrelaciones, como la esfera de 10 heterogéneo, com¿en pótesis, de nuevas teorías. Esta elección no es nada trivial porque
N(,
construcción continua. eIlr dependerá, lógicamente, el resultado que más tarde se ob-
Esta misma perspectiva es la que permite un compr~fi{iso tenga. En un memorable pasaje del libro que Massey editó junto
del investigador con su objeto de estudio, porque los estudios ' Meegan (1985), se exponían las preguntas cruciales que
de lugares concretos: investigador debería formularse al iniciar su trabajo:

Se hacen siempre con algún propósito, con algún ~rj~!ivq ¿Qué tipo de explicación se está buscando? [ ... ] El objeti-
en mente. Tanto si es teórico como político, cultural o ,de! vo es ¿identificar patrones o procesos? [ ... ] ¿Son las cate-
tipo que sea, siempre hay un punto de vista específic~;No gorías utilizadas coherentes con ese objetivo? [ ... ] ¿De qué
puede estudiarse todo, y hay muchas maneras de veCiun modo pueden ser generalizables las conclusiones? (Massey
lugar; no existe un «retrato de una región» que sea com- y Meegan, 1985: 170)
pleto .. . [Los lugares] no están «ahí fuera» esperando"a ~,e~
descubiertos; son nuestras (y de otras personas) construc- el ,Porque de las respuestas a esas preguntas iniciales depende
ciones. (Allen, Massey y Cochrane, 1998: 2) tIpo de resultado alcanzado después.

270 271

..,..--
Su posición no era ajena a los postulados d I ' . , hts, 2009), La pregunta es cómo, desprovistos de una
real!sta que ~ro~usiera Sayer °.984), en la que d:f~ g~O~rafía pef¡g
paCldad explIcatIva de profundIzar en las situa ' . dl a laca."" ratl'va previa donde ir interpretando nuestros pedazos de
'd Clones p .. o,ar ación, po demos 1'd en tI'fi car esos procesos mas
' genera-
1ares. Ah on d an d o en la 1 ea de que generalizar n 1 artleu~ . for m
o es o '. ¡Jl La respuesta, esperable, de Massey es que para encontrar
que explicar, Sayer abogaba por buscar elemento
. .,
1.l11J.slJ}9
. s exp le' , ]es.. arCO general no hay otra receta que el trabajo empírico,
a partIr de la exploraclOn de casos particulares e t d' atl\Tos
"d ad . L a VlSIOn
.. , meto d ológica de
' M s u lados en , ese ~e la proximidad a lo concreto es precisamente 10 que
to el a su comp 1eJ1 uerencia la gran h"lstona d
'¿Porq e a granI '
narrativa.
· d ' . ., ' assey t<Un '
poco esta b a leJos, por otra parte, el rechazo 'de las ": " ~i ;

narrativas propio del postestructuralismo o del POstgr<J,~des


nismo. Edward Soja, gran defensor dé un postmoéle~~~J~@;.
radical ~ue contase con una visi.ó?, espacializada de la re~~~:
llegaba mcluso a presentar la VlSlOn de Massey cg mo en ,t i»! ,F;
sintonía con esa postmodernización de la geogr~fía.Co:ta
habitual entusiasmo, Soja se refería a diversos tr~~ajos~ü:u
su p~r~cer con;partían esa p~rspectiva: «N os diceri 'q~e la ;'~;~
graÚa Importa, que el espacIO y el lugar marcan una diferenei~
crítica, que nous sommes tous géographes!» (Soja;~987: 2s'9)P '
Massey puntualiza, sin embargo, que el rechazo ~las
grandes narrativas y a no querer asumir grandes marco~ ex~ , ;~;'1CR'¡i,::'

plicativos (tales como «progreso», «modernidad», «modos' aé


producción», etc.), posiciones estas tan características delpen-
samiento postmoderno (y también, claro está, de las g't!ogt,¡ífías
postestructuralistas que rechazan el espacio como algo estático
y lo asocian en cambio con el dinamismo y la heterogeg.eicl~~)~;,
no debe impedir ver el contexto más amplio y las implicacio~
nes generales de lo que uno analiza. Porque «unagr~,~.,~~(a­
ción» (a big story) no es lo mismo, afirma Massey, que «una
gran narrativa (a grand narrative)>> en la que, después ~e.t~~O, " Las ,aportaciones de Masscy son esenciales para entender uno de los debates
siempre se sabe el final (sea este el progreso, la globahz~flOn, . ~~e enla geografía y la teoría social de la década d~ ,los 1990: el, papel de la sir:gu -
el comunismo ... ); en una gran narración, lo único que sa~es ': ad local ante los retos de la llamada "globaJ¡zaclOn» y las cntlcas a las expilca-
Cio~es ~ las teorías universales y universalizantes. Para Massey pensar e interpretar
es que hay «procesos importantes (big things)>> que tienen~~, !JIterrnmos l
!JI" Ocaiesdy e« lugar» no lmp
' 1 'lCa a Igo reaCCIOnarIO
' . o excepcIOna
. l'lsta SI. se
gar en el mundo y que te permiten situarte en un nivel m~Y?~
nd e
tQhe el sentido y la especificidad del lugar como algo construido a partir de la
que el de las interrelaciones de tipo micro (Massey e~IjI,~patUl nC:eción (en un tiempo-espacio comprimido) de una constelación particular de
sociales que catalizan en un lugar específico, [Foto: A, Albet]

272
273
Aportaciones conceptuales por dejarse llevar en exceso, supuestamente, por un
Las propuestas conceptuales de Massey sobre el en las redes, los flujos y lo cambiante y por estar más
contribuido a transformar lo que 30 años atr' en lo personal y en las relaciones sociales que en los
. .. . 1 . as se smOS Y las macroestructuras subyacentes.
sm sIquIera cuestIOnar o, como cIerto. Como h Y al1 l . _
acertadamente Ash Amin, una idea ampliamente"'" a "" Curiosamente, en otras ocaSIOnes, se ha senalado que era
acp,,,-' ."
la actualidad como la de que el espacio ocupaiu . , <;<tencÍa en las especificidades del lugar la que no daba
cent.ral en la constin~ción de lo .social no era pa~: IJOSIl';t:-: adecuadamente a ese espacio de flujos «más global»
obvIa entonces (Amm en Spatzal Delights, 2009). et al., 2008). Ni uno ni otro tipo de críticas toman en
ha logrado, efectivamente, formular ideas sobr~; eI. ue el pensamiento relacional persigue precisamente la
ciudades, las regiones, las localidades y el espa~:~ ' . de todo (lo micro y lo macro, lo contingente y
un modo completamente nuevo. En los años 19 ", tuclOnalizado) de modo que cualquier planteamiento
eran contemplados bien como entidades his ' a su separación seria necesariamente inadecuado.
productos únicamente de su propio pasado 0V~<::ll, ;en sey, no hay (y no debe haber) contradicción entre
nos momentos de efervescencia neopositivista, COfuo dicotomía que señalara Manuel Castells (1989) entre
abstractos en una superficie geométrica. Miss de lugares y espacio de flujos. Su reconceptualización
aproximación completamente diferente, fue . consiste precisamente en pensarlo relacionalmente
más contribuyó a politizar ese espacio a través la existencia de entidades territoriales tales como
fundamentales; el espacio como producto de las regiones, lugares ... Se trata, en definitiva, de no
como esfera de lo múltiple y como siempre en LlaUUller los territorios y las relaciones sino de pensar los
(véase Massey, 1999b y 2006a y también, relacionalmente. Que las críticas hayan llovido de
Massey, 2005). ,,';'1,
frentes (por poner un acento excesivo en lo local o por
1. El espacio es definido como el producto del,¡~;in sobre todo en las conexiones y en los flujos) no hace
laciones e interacciones a todas las escalas: «el esp~~ilq strar con más claridad aún la potencia interpretativa
producto de las prácticas, las relaciones, las conex}()~e concepción relacional del espacio, en la ,q ue no puede
desconexiones. Hacemos espacio en el devenir der~ lo que pasa a nivel global sin examinar cuidadosa-
vidas» (Massey, 2006b). El espacio es así contempla~,~ 'il,í!0.;~ lugar, y viceversa.
una manera esencializada como algo pre-existente, si~o .c~,p;~.> . espacio es también la esfera que posibilita la existencia
modelado a través de las relaciones existentes. Así, las i~é1~"@t~t ¡cidad, la que permite la coexistencia de lo hetero-
dad es, los sujetos, los espacios, no pre-existen sino qug s~Xlt' no solo eso sino que el mismo espacio está constitui-
construyendo a partir de las relaciones con otros suj~WSrfX~ ' su parte, por múltiples dinámicas y fuentes a partir de
otros espacios; esta es la base de la concepción relaclO~al;;'d; se forman las ciudades y las mismas regiones: el legado
. que M assey propone. E ' " relaClOn
' al. ' ha SI o las influencias externas, las fuerzas institucionales,
espacIO sta VlSlOn ;,, 0' ~,/
criticada en ocasiones, particularmente desde la geogr~f¡aeco ' conexiones entre lugares, las relaciones sociales locales, etc.

274 275
El espacio es, pues, la dimensión de la multiplicidad 1 . . como una dimensión atemporal (Massey, 2003), reto-
sión de lo social. Así que la cuestión política funda ' a qll1len~ , d ~ la idea foucaultiana que negaba que el espacio fuera
p 1antea d a por la mIsma· .
eXIstencIa. c1e1 espacio:«. cóll1entál es'1 'a ll
ÍJ!a ;ra superficie plana y muerta. Al contrario, para remar-
. . . . . . . ~ El < ll10 Va'"
a VIVir Juntos; a conVIVIr, ca-exIstIr ( espacio no f ' "105 tipa. tarn ente lo opuesto, Massey afirma que el espacio es un
"car Jtl a través de una mIna
S
desafIO, (y el pacer 1 y 1a responsa b'l' s o rec 1
1 ldad) de la existe ;S ,~ "
. , da de ,h'lstonas
. que ocurren en un
, otros» '(M1 assey, s. f) .. E n una concepcIOn . ' como esta! 1nCIa'. de corte ento determinado: «a simultaneity of stories so far» (una
. ,e anal¡'
debe hacerse «desde abaJo», para poder seguir la existe . SlS ~O~taneidad de historias hasta ahora) (Massey, 2003).
sJ)Iltl ' 1 ,. d . ,
·
re d es y re l aCIOnes y d etectar 1a p llit· al'd
1 a !
de
d d e actores ,OCia ¡f¡"! t ,ti'defensa ( e estas tres caractenstlCas e espacIO esta pre-
.. 1 1 1 E
defi llltlVa, «lacen» os ugares. s una muestra clara d ,l, ! qUe, en
te en toda la obra de Massey, cuyo objetivo ha sido siempre
concepcIOn " dll e , ugar su fi' Clentemente so fi' stlcada y cuidadel1na ' solo repensar 1
seo " SIlla tam b'len
a teona , exammar
. y va1orar sus
' " ,', osa DO 1 , . l' .
como para tener en cuenta a 1os. actores, 1a hlstoria y lasinsf~ 'plicaciones para a practIca po ltlca.
tuciones propias de cada lugar sm levantar los pies del su~lo l;~, ¡jIl Massey ha sido no solo innovadora en enfoques y visio-

a la vez, sin olvidar que todo espacio se ha forjado a través


.
l'' e
nes, sino que también ha propuesto, cuando las palabras le han
las relaciones con otros espacIOS, con otros actores.!!Elti!~spa:cio ~fait~4~, algunos neologismos que no deberían ensombrecer
se plantea pues como una arena política, en que las relaciones las p~ofundas y creativas propuestas conceptuales que hay
de poder no son reducibles únicamente a las de los poderosos tras ellos. Destacamos a continuación tres conceptos de gran
sino que se visibilizan también en la ausencia de pod~r Y5H las, poder analítico y de gran influencia en el mundo intelectual y
aspiraciones a un poder colectivo y verdaderamente democrá- que han llegado ya a identificarse plenamente con su persona:
tico (ahí reside la potencia política de un concepto tan propio las divisiones espaciales del trabajo, el sentido global del lugar
de Massey como el de las «geometrías del poder»). y¡la,~ geometrías del poder.
3. Este espacio, múltiple y producto de las relaci(me~ es,
en consecuencia, algo que no está cerrado ni acabado sino que
está siempre en construcción, en constante proceso ~,~ for;ma-
ción. Ya se ha señalado cómo Doreen Massey ha defendido;~~h !É0 í!~Massey se refiere a menudo a sus orígenes en el norte de
gran vehemencia una visión de la geografía en la que ~1.e,spac!O Jng!aterra, el área más deprimida económicamente del Reino
1m y el tiempo están íntimamente unidos. Su contraposlclO~~ tan , VUlgo frente al pujante sudeste que concentra todo el poder
consolidada tras siglos de identificación de lo temporal!con'io !Ic;Sconómico y político. El «problema regiona!», decía Massey,
dinámico y de lo espacial con lo estático, es cuesti~na~a Y re- ! erasi~ll1pre contemplado como un hecho geográfico, como algo
planteada por ella mediante el conc~pto de ~(eSpaClO-t1~mpO;' J~esi~plemente existía, como si las re~iones ~eprimidas fueran
con el que se pretende mostrar que Slll espacJO no hay;pemh. !t' ,algun 1l10do responsables de su propIO destmo. De modo que
no hay producción de historia, no hay posibilidad de cam l~ ~~~ezó por hacerse a sí misma la pregunta más simple: ¿qué re-
político (Massey, 2006a). Una de las ideas que con mayo: !u~e da~IOn,hay entre las diferencias geográficas de las diversas partes
on
za ha querido combatir Massey es precisamente esa nO Cl e palS? (Massey, 1973; 1979). Pronto llegó a la conclusión de

276 277

n'i ;1
~
que lo que aparecían como hechos en los mapas no
. '.
"p
eran s· c.
." Stl manera de a~ordar las c~lestione~ e~onóI?icas (l~ indus-
producto de relacIOnes de producclOn estructuradas ene! . i" ~~Pe ·cs
· · ··· o el Reino Umdo) requena, ademas, 1l1clUlr cuestIOnes de
cio y, en definitiva, de que no se podía pensar en eléX· .·.(iI; d .pa».•. esocial, político e ideológico, prefigurando en muchos sen-
.; . 1 b d 1 d ; lto e u ·
reglO n S111 pensar en a po reza e as emas. "J;" '..••. •. . ~~... posicionamientos posteriores en geografía y en ciencias
Massey escribe Spatial Divisions of Labo ur en ~l' ~;W)k¡
. .. . d .1 1 . COnteJ(
. en general.
to de 1a 111tensa cns.lS m ustna que e Reino Uniq0 s" ; Retomando su trabajo anterior, Massey remarcó que había
durante los años 1970 y 1980; el libro analiza 10sef~~t>¡.~fr~.9 analizar la organización espacial de las relaciones de pra-
la reestructuración económica tuvo en las ciudades "y~S~U~ y no solo describir los resultados de ella, sugiriendo
nes británicas. Pese a su referencia a un lugar y .uiLti ~§10- la adopción de un enfoque radicalmente diferente.
. d ll'b h d d ......\ ..... e¡u
d etermma o, e 1 ro a emostra o tener, no ob~t~9t~fr de llegar a formular teorías explicativas era menos
considerable «longevidad» (publicado en 1984, fue· f.~;~d más creativa y, sobre todo, mostraba la importancia de
en 1995) así como una importante capacidad de se;'~Üli atención a lo concreto, de buscar explicaciones sobre el
en contextos diferentes (Phelps, 2008: 84). En est2/¡~:e1.~i~ y no solo de confiar en la capacidad interpretativa de
ello no nos deja de parecer un ejemplo de cómo f~'~:iio~~~ de la acumulación capitalista (caso de la restructura-
«método» de investigación empleado por Massey; e.q;¡¡~14~ e la industria británica). La influencia, dice Peck (Spatial
partir del estudio de uno o diversos casos en profunc\}?~~' 2009), fue enorme, el libro llegó a ser considerado
conclusiones alcanzadas pueden ser iluminadoras J~~~~':~iI: una «Biblia» que cambió para siempre la Geografía
otras situaciones. En este caso, mostrando la import~.~f~~~:
lo que llamó las «diferent~s divisiones es?aciales del:\ia~¡~j8;') «nueva manera de pensar», de entender las interco-
en el proceso de prodUCCIón como el ongen de 10s ·<)p~cJ.blp~ , viajó allende de la geografía y penetró en todas las
"I~/'

mas regionales»' i;%':' sociales. Su gran lección fue la de entender los pro-
La publicación de Spatial Divisions of Labour t';);yo económicos enraizados en las prácticas locales, prefigu-
impacto tremendo y marcó un cambio de p algunos de los grandes debates de la teoría social de los
damental en la geografía económica (Callard, 2004; 1990: la afirmación del papel de lo local y de lo único, que
2008). No es de extrañar, ya que el libro contenía la mano con la crítica a las explicaciones totalizantes.
capacidad de integrar temas y enfoques diferentes lograba mostrar, a través del análisis empírico, cómo
de Massey: la teoría marxista huyendo de tendencias y leyes pre-
Hunadas para analizar una realidad compleja y establecer
Es a la vez una crítica de la teoría de la localización )) las relaciones sociales de producción son a la vez rela-
geografía económica existente y una nueva ap- espaciales de producción, 2) la estructura del capitalis-
para entender el desarrollo económico desigual. Es ~.~•. (¡;« reproduce la diferenciación espacial, 3) el capitalismo es
de force teórico y a la vez una exploración empíric~;aeta­ pn1rf!1 odo de producción espacialmente diferenciado (Clark,
llada de este enfoque teórico. (Phelps, 2008: 83) /1~.~5: 290). Massey dejaba claro que no renegaba del análisis
(vii

278 279

~
marxista de clase para interpretar las relaciones de " , la segunda edición a que el libro fue criticado tanto por
, - 1 producc" ' eI1 1 L'
p ero poma su empeno en mostrar a estructura esp '1 IOn,. ser marxista como por no ser o SUllClentemente, (Phelps,
,
re 1aClOnes ' / y en 1a UtI'l'd
d e pro d UCClOn I ad de caneeaCJa l'de eSas' 2008: 86)
desarrollo d eSlgua1en termmos / ' 1 IZar}!1
' d e estructuras espaci
ptua
, 'L ' " a es,y 1
que era muy slgnmcatIvo en su aprOXImaCIón, no co' b'" o , Si para los autores más comprometidos con los enfoques
' " / espaCIa
concepto d e« d IVlslOn ' 1d e1tra b'aJO» como Unnce
t'
la" el , ¡{istas faltaba mayor profundización en la categorías mar-
, ' decualqUler
expltcatIvo ' f arma d e d es arrollo desigual erllllUo ¡¡lar 1 M /
, as para otros autores o que assey propoma no era S1l10
'
' , l 1
«la hIstona muestra que as razones por as que el desar II
porque ,to;
J¡¡st ,
a e a VIeja geogra f ía reglOna
, d di' ,
a versión apenas reVIsa ' 1, Lo
~esigual toma un forma determinada c~mbian a l~, larg~Od~ u~ rtú es que el libro vio la luz en un contexto científico en el
tIempo» (Massey, 1994: 111), No era ajena a esa B'osici6nl ' e rápidamente progresarían huevos enfoques que buscaban
influencia de los ' planteamientos gramscianos que M~s ,a ,
sey
,q~ecisamente salvar esa distancia entre lo general y lo parti-
muestra ya desde principios de los 1980 sobre el necesario co- ~ular. En la geografía británica, Spatial Divisions of Labour
nocimiento de la base real de cada sociedad, Como remarcaba ' fue clave en el desarrollo de los «locality studies» (estudios de
Richard Peet en su revisión de las polémicas cieniífifas qe',la MrÍó'calidades) que se propusieron debatir los efectos locales de
década de los 1980: " "~';J!, procesos de reestructuración económica y que marcarían
' t~da una época en la geografía británica, Muestra de ello fue
Massey se decanta por otro tipo [respecto al marxismo] de la puesta en marcha de un importante programa de investi-
explicación, con similaridad es con el realismo, que reco- " ' en el Reino Unido, el programa Changing Urban and
noce los procesos causales subyacentes pero querÍ'01os ye J\egwual Systems (CURS), con el objetivo de valorar el impacto
como operando de modo aislado, porque son precisamente ' ,cambio económico a nivel nacional y local y contribuir al
esas combinaciones variables las que producen la variedad di;eño de políticas gubernamentales (Cooke, 1989),
y la unicidad [ .. ,] Para Massey, tanto lo general como lo Polémicas del momento al margen y visto desde la perspec-
específico son esenciales para el análisis y la acción;{Peet, Aiva: de hoy, toda su teorización mostraba ya con claridad aque-
1998: 177) , 1' concepción relacional del espacio a la que nos referíamos
, anteriormente, y que Massey ha venido proponiendo larga-
A través de su libro, Massey se distanciaba tanto de los aná- mente (como ella misma señalaba en su intervención en Spatial
lisis que perseguían explicaciones universales como de los que se f?elights, y tomando prestada la frase de su amigo Stuart Hall,
centraban en la descripción de lo particular: . ~.~ Veces llega a ser embarazoso leer textos antiguos y ver que
5~islempre dices más o menos lo mismo! ») según la cual el espacio
El intento de Massey de superar la separación epistem~­ ~ano es aquel contenedor que alberga o en el que suceden cosas,
lógica entre lo nomotético y lo idiográfico en geograf~a ~In? que es el resultado de procesos que se extienden desde la
humana fue por sí mismo el principal detonante de las c~­ IntImidad del propio cuerpo a todo el globo: «el espacio no tiene
ticas recibidas, La misma Massey se refería años más tar e Una esencia permanente» (Anderson, 2008: 230),

280 281

1 I
~-----------------------
Un sentido global del lugar

Massey empezó a reflexionar de manera aún tná Y"


sobre este pensamiento relacional a partir de 198~i
se produjo en toda Europa un violento estallidod~~¡
de las especificidades del lugar (limpieza étnica
Yugoslavia y de la Unión Soviética) y emergiero:
nacionalismos y localismos. El lugar se asoció
la exclusión, con una noción cerrada. Massey
mente en ese momento «A Global Sense of Place»
artículo académico sino que pretende llevara la
ca la noción de los lugares como producidos
es decir, que su especificidad era el resultado,
de su no aislamiento. Ante el avance de pos' .
reaccionarias, «A Global Sense of Place» era un
contra el esencialismo del lugar, que estaba siendo Massey paseando por Kilburn High Road, Londres, una estampa
do como un espacio con fronteras cerradas y londinense que ilustra a la perfección su pensamiento sobre el espacio
tóricamente a través de su propia historia interna. de interacción social. [Foto: N . Benach]

Massey afirma una visión de lo local fruto de las


otros espacios, las cuales son, en definitiva, las que le
dado su forma y su personalidad actual. Porque la idea chando mano de su conceptualización de lo local, «A
dimensiones local y global perfectamente Sense of Place» era también, en el mejor estilo de
apenas sentido por separado, que puede resultar casi . , un intento de mostrar cómo la afirmación del senti-
la actualidad no 10 era tanto entonces, ha afirmado 'i el lugar puede dar lugar a la construcción de alternativas
la propia Massey. 'hrhr>resistas que reconocieran la especificidad local pero que
En aquel artículo, publicado de manera signifi defendieran de un modo excluyente sino reconociendo
revista de opinión política (Marxism Today), apenas que dicha especificidad se había construido a través
na de páginas le permitían viajar a su entorno más larga historia de relaciones con otros lugares. No había
multicultural Kilburn londinense) para mostrar la lll~,\,~~,~~"'< defenderse de otros lugares sino de la desigualdad y de
de los flujos globales, ante los cuales, naturalmente, '~~t~-:-<, 'I~r'¡njusticia. El concepto, la expresión, de «un sentido global
ba Massey, no todo el mundo estaba posicionado del ~,!sn:~; ilellugar>>, ha quedado ya en el imaginario geográfico como
modo. En la globalización, unos pocos controlan el p~gces?, Una muestra de transgresión de la dicotomía local-global. Lo
algunos más hablan de ello, y otros muchos sufren sus5gnsec tIBe aparentemente parecía una contradicción en los términos
cuenClas. ¡(¿cómo puede ser global algo local?) no hacía sino mostrar y

282 283

J
l'

f
demostrar esa concepción del espacio como algo abie !1sabilidad de Londres en ella (como <<nodo en las geo-
, ., rto het
rogeneo y en construcClOn. ' e- resP~as del poder de la globalización») es un buen exponente
¡¡le trt
Sin embargo, señala Massey que tras «A Global S '. " trabajo a este respecto. Pensando en el Londres en el que
. .
PI ace» progresivamente ~~of
empieza a tener la sensación de ' ,,' ~~ .
, . . y trabaja es precisamente como Massey 11 ega a un fi no
solo había expuesto «la mitad del cuadro», de que d lq~e ~l~~isis de los orígenes de la crisis y del papel de dicha ciudad
modo había estado contribuyendo a una cierta o~ a ~n ¡¡na o «cuna del neoliberalismo» (Massey, 2006a).
·· d seslO co rll
por escar bar y buscar exp lIcaClOnes entro de los lugar . n'
empieza . a tra b apr a I ea d e centrar 1a atención enes. y '
. con l'd
· ' l ' . Geometrías del poder
re l aClones mas amp laS que mantienen to dos los lugareesas
' ,
sobre todo, en la responsabilidad que unos lugares tienen ~~ ' COrllO se ha señalado anteriormente, la obra de Massey ha sido
respecto a otros. de gran influencia en las ciencias sociales y también en la esfera
Además de celebrar el movimiento, la mezcla y el ,lPulticui,: .' ide :las ciencias políticas (en parte gracias a su larga y fructífera
turalismo hay que interrogarse también por los efectos ,sobre~ ,amistad y trabajo con la politóloga Chantal Mouffe), en espe-
estos otros lugares: lo que ella ha llamado outward lookini,'n'ls;; 'cial en lo relativo al papel del poder en la construcción de una
la mirada hacia fuera (Massey, 2006a). Ahí ha acuñado otió~ ',práctica social espacializada: es decir, lo que ella ha denomina-
términos que nos parecen de gran relevancia: «las geografías do como «las geometrías del poder». Massey ha polemizado
de la responsabilidad» o «la política del lugar mas allá dél lu~ repetidamente, siguiendo las formulaciones críticas de Mouffe,
gap> (politics of place beyond place). A partir del trabajo ddas con las teorizaciones de Hardt y N egri que, según Massey, re-
filósofas feministas Moira Gatens y Genevieve Lloyd (1999) chazan toda política del lugar al preconizar el éxodo y la deser-
sobre la responsabilidad actual frente a los hechos históricos, , ción de la instituciones políticas existentes y de las formas de
Massey desarrolla un paralelismo sobre la responsabilidad democracia no representativas (Mouffe, 2005; Massey, 2011b;
frente a los hechos geográficos, lo que la lleva de nue~? a,:lf En su lugar, y en acuerdo con la posición mostrada por
cuestión de 10 local y lo global. Massey afirma que los l}lga,~e:~; Massey defiende estrategias de implicación para de-
no son simples receptores del impacto de lo global (no ¡ son'1a~ 1 ' sarticular la hegemonía política, para crear nuevas formas de
«víctimas») sino que también son parte activa contribuyend~ a articulación que transformen las geometrías del poder (Mouffe
la forma actual de la globalización. Aunque, desde luego, unoS diría «construir cadenas de equivalencias a través de lo global y
lugares contribuyen más que otros, tienen diferente grado de lo local de una manera multipolar»). En otras palabras, ambas
responsabilidad de la situación. i defienden la necesidad de una democracia real participativa sin
ASÍ, reforzando la unión original de dos términos que se 1 ren~~c~ar por ello a las vías de influencia y de intervención que
han presentado como contrapuestos, ya no se trata de que :0 , POSibIlIta la democracia electiva
local sea el producto de lo global, sino de que la forma d~ .0 I d !l En sus primeros abordajes ~ la cuestión de las geometrías
global es resultado también de lo local. El ejemplo de la Crlst ;!.,elpoder (en «A Global Sense of Place» de 1991 yen «Power-
financiera global de las primeras décadas del siglo XXI y a t. Geollletry and a Progressive Sense of Place» de 1993), Massey
f
284 285
I
\\
pretendía combatir el concepto de aniquilación d 1 slJ formulación original las concepciones de las geom e-
por el tiemp o o de «compresión tiempo-espacio»e poder y del mismo poder, se referían a la forma espa-
llamó H arvey (1989) . Argumentaba Massey que el las relaciones de poder de un modo bastante abstracto
de Harvey (una compresión homogénea del espacio~un('",.;:::'; Iih1S1camente fundamentado en su propia concepción del
movimiento y a la comunicación a través del espacio) como relacional, múltiple y en construcción. Cuando
al espacio un carácter pasivo que no contemplaba s~ , to de geometrías del poder fue incluido como uno de
metría del poder», según la cual «los diferentes --- . de la revolución bolivariana, ya había adquirido
diferentes individuos estaban situados de maneras territorial política que la misma Massey ha co-
rentes ante esos flujos e interconexiones» (1993: 61 y debatido, tal como se señala más adelante.
la globalización, recordaba Massey, implica el
desigualdades tanto sociales como geográficas y, po~
posicionamiento muy diferente de las personas y de
ante ellas. cosa remarcaron repetidamente los invitados a la
de celebración de la obra de Doreen Massey que, con
re de Spatial Delights, se celebró en 2009, fue la indi-
laollldad de la intelectual con la activista. Massey siempre
esto entender el mundo, sí, pero también y sobre
transformarlo (Wills en Spatial Delights, 2009). Para
Rustin, Massey siempre ha estado comprometida
IOIHICamente, como persona y como geógrafa, como si no
tenido nunca la necesidad de separar una cosa de la
sus perspectivas geográficas a sus escritos y a
política, y llevando sus perspectivas políticas a su
(Rustin en Spatial Delights, 2009).
se sitúa explícita e intencionadamente «más allá de
de la academia» no sin interrogarse antes sobre
hacerlo, qué papel adoptar, qué responsabilidad asumir.
hace con la máxima crítica frente al trabajo elaborado
'onalmente desde la academia para ser «diseminado»
o» en el ámbito público (Massey, 2008 : 493). Como
%,;:'<t mis ma señala, no es que haya que estudiar lo que pasa en la
calle, ¡es que los temas surgen en la calle! Para Massey la mane-
ra,de tener influencia en la esfera política es a través del mismo

286 287

i
~'\¡
compromiso político en sus d iversas maneras y g d ,< . mucho en común. En 1989 estos dos aclamados geóg ra-
ra Os A. (lene ublicaron sendas obras que obtuvieron un amplio reco-
p resentaremos algunas facetas en las que ha dado m . qUí
cómo su papel como intelectual tenía t ambién llna t uedstras. de fas Im
iento : The Condition of Postmodernity y Postmodern
. . f "
p o 1ítica: en sus pOSICIOnes emllllstas, en su activis
ra UCCt'
l o~.
m o «oc 1
~~graphies, respecti:a~ente. Con el ,t~tulo de «Flexible
.
en el Londres d onde reside y en sus colaboraciones «,'. <a .);
Con Otr :
Se#sm», Massey publico en 1991 un durlSlmo alegato contra
terntonos. Os as dos grandes obras yesos dos grandes autores que, pese
• • <

s
<

e su enorme Y positiva contribución, no dejaban de ser, decía


li Massey, profunda e inconscientemente sexistas. La falta de
El femi nismo como antiesencialismo
atención tanto al feminismo como movimiento como a lo que
Massey siempre ha sido feminista, lo que se hizo más e 'd .~ las feministas habían defendido durante décadas y, sobre todo,
< .. < VI en-
te tras su paso por la elitista Oxford, donde sintió en c ;; el tono adoptado por parte de dos de los intelectuales pro-
propia . 1a do bl e opreSlOn
., de c1ase y d '
e genero. ame
El antiesencii. ,gresistas más reconocid,o~ e influyentes, enojó ,enormemente
lismo (que afirma hab er aprendido de Althusser) ha nutrido .", a Massey que se l110stro ll1usualmente dura y aspera. Su voz
su visión de los grupos sociales cuya construcciónqebe más!·2' < 'de enfado y probablemente no fue del todo comprendida
a la organización espacial de las relaciones sociales 'que tí~ "!porque en su argumentación iba más allá de 10 que académi-
ninguna característica intrínseca. Su feminismo militantéestá camente se podía esperar. Tal como se decía en una reseña a
relacionado precisamente con esta visión y no con una dedica.>: " propósito de su colección de ensay os Space, Place and Gender:
ción a «estudios de género ». í; «Podría decirse que sus ensayos son académico-personales,
Para Massey hacer geografía feminista siempre ha supues- , <que lo académico y lo personal son inseparables, que uno es
to mucho m ás que una dedicación a los estudios de género; la integral al otro. Esto sería una geografía con perspectiva de
perspectiva feminista debería estar siempre presente en cual- género [gendered geographyJ » (Slater, 1995).
quier trabajo, es una manera de hacer las cosas. «Yo quieto
feministas en todas partes, en física nuclear, en geomorfología¡ J.'iI,

, ~.ondres: militancia y responsabilidad


en geografía humana, etc. Estudiarlo todo como femini~ta, ,rio;~
solo estudiar las mujeres y el género» (Massey et al.;' 2009: < E~1Londres es donde Massey ha desplegado una actividad polí-
405). En consonancia con ello, no se ha significado espe- : tica más explícita. En los años 1970, no solo estaba activamente
cialmente por publicar artículos sobre t emas de género o en implicada en el movimiento feminista, sino que también actuó
defensa explícita o exclusiva de posiciones feministas, lo que Como experta en el comité de políticas del Partido Laborista.
sorprende a veces en una autora que se d eclara explícitamente Massey explica sus dificultades para situarse ahí políticamente
feminista. .. (elJa se hallaba muy a la izquierda de las posiciones oficiales del
Quizá un momento en el que hizo más patentes sus Po.s.ld partido) y teniendo que hacer de su propia presencia (<<una chica
V1
cio n es fue en u n episodio d e encendida polémica con Da . rubia bajita que ni siquiera llevaba traje ... )} se describe a sí mis-
H arvey y Edward Soja, amigos con los que, por otra parte, ma} toda una afirmación de clase y de gén ero (Massey, 2008).

288 289

~
Ya en los años 1980, uno de las momentos que D rentemente un libro sobre Londres (aunque no es propia-
Massey y sus compañeros de batallas recuerdan aÚn ho oreen mente sobre Londres, advierte Massey, sino sobre temas que
mayor satis . ' fue e1 de su partiCipaCión
. f aCCion ' " en el Gy Con. Londres ha hecho surgir), recoge muchos de los aspectos que
. B d 1b / . d reater de han preocupado en su dilatada carrera. De su libro se han
L ond on E nterpnse oar, e razo economiCO el Greater L n
don Council, que Margaret Thatcher aboliría a medola do Os- ¡hecho numerosos elogios, muchos de ellos relacionados con
de la ,déc~da par.a contrarrestar el e~orme. peso político de la V 'su capacidad de haber elaborado un texto que de gran agudeza
metropohs londmense. Massey explica lo importante y difícil teórica, con intención política y accesible al lector no especia-
a la vez que fue tener que estar obligada a adoptar posici _ lista, mostrando en buena medida el tipo de contribución que
nes constructivas y de responsabilidad. Massey no admite ~ puede ser útil socialmente. Precisamente en 2006 condensó sus
ninguna manera que toda esa dificultad de construir pOlítica: argumentos en el artículo «London inside-out» publicado en
desde abajo, debiendo negociar con múltiples frentes a la Vez Soundings (y traducido al castellano en este volumen) a partir
pero aspirando a orientarlas hacia una dirección más progre~ de sus intervenciones en el Foro Social Europeo y otros foros
sista, pueda responder a la etiqueta de «trabajo aplicaqo>~ J(que ae debate público. .
supondría la existencia de una trabajo o teorización previ~que </vA Massey dedica parte de su esfuerzo a mostrar que el éxito
luego se aplica sin más). Bnanciero y económico de la ciudad está relacionado con la
Es una constante en Massey el hecho de que sus trabajos no ~P~ciente pobreza y desigualdad en el mundo y que no puede
sean concebidos como una elaboración desde la academia que Blvidarse lo que significa ser una metrópolis de éxito en estos
luego puede aplicarse en la práctica. La no unidireccionalidad . úempos de neoliberalismo y globalización (Peck, 2008: 375).
del trabajo es visible incluso en su papel central en Soundings: Para entender a Londres, uno debe entender lo que pasa más
A ¡oumal of Politics and Culture, una revista no académica ~llá de Londres mostrando la «otra mitad del cuadro» del sen-
(aunque con un peso muy destacado de profesores universi- tido global del lugar: «esta es la otra geografía, la geografía ex-
tarios entre sus colaboradores) y con voluntad explícit~\f, de . ''tterna por decirlo así, de un sentido global del lugar» (Massey,
intervención en los debates políticos del momento. A l~.ve~, l~ ~ 2007: 7).
revista contempla también la organización de seminario?, :l fo';i' Hay que añadir, sin embargo, que World City ha recibido,
ros de debate etc. con la intención de fomentar una verdadera Ipor otro lado, críticas de diversa índole, algunas relacionadas
comunicación. Ahí se justifica más que nunca tal vez la dife- con la propia concepción del espacio de Massey, otras de tipo
renciación que Massey establece a menudo entre académico e más político, incluso algunas de marcados tintes personales.
intelectual, y que obliga a utilizar palabras y planteamientos Ejemplo de la primera es la realizada por Taylor et al. (2008) en
que sean útiles en la práctica política. la que se abunda en la contraposición entre espacios de flujos y
Londres ha sido el detonante de su reflexión teórica a lo espacios de lugares, situando a Massey exclusivamente preocu-
a
largo de décadas y lo ha sido de nuevo de manera central. ,pada por los segundos y remarcando la escasa importancia que
raíz de la reflexión sobre la responsabilidad de la metrópolts Concede a las redes y a las jerarquías urbanas en la constitución
financiera en un mundo global. En World City (2007), apa- la metrópolis mundial.

290 291
ll!l!"

iticar los aspectos mejorables d e la obra (tablas, mapas ... )


II cr que se muestra disgustado por todo el enfoque adoptado
r Massey para presentar «su» ciudad mundial, en el que echa
RO falta mayor atención al contexto histórico, a la jerarquía
~bana global, o a la comparación con otras ciudades globales
citar solo algunos aspectos.
Aunque todas (o casi todas) las críticas deben ser vistas
H:
" 'íempre como saludables, lo cierto es que nos parece detectar
J-r
. ~na cierta incomprensión desde el mundo académico hacia el
tipo de trabajos que a veces Massey realiza en los que delibe-
radamente rompe con el corsé académico y con la obligación
,de demostrar su conocimiento de talo cual contribución para
¿óncentrarse en aquello que realmente quiere transmitir, a me-
iJao sin distinguir entre una audiencia académica y una que
Jno lo es. Phil Hubbard (2008) la califica como una de las pocas
Intervención de Jamie Peck acerca del libro World City de Do're~n 'M,~~sW'
('1,

durante el acto de homenaj e Spatial delights. An engagement with tI;e w¿~k ~f «intelectuales públicas» genuinas en la geografía británica, una
Doreen Massey celebrado en Londres el 11 de marzo de 2009. Detrás de él, Ash ' 'caracterización con la que ella misma seguramente se sentiría
Amin, y al fondo John AlIen. [Foto: Spatial DelightsJ ,¡,')'
cómoda, y que alude a un rol social que trasciende el estrecho
marco universitario. En este caso, la indagación sobre el papel
, '
de Londres en el sistema global lleva a Massey a reflexionar
Dada la intencionalidad abiertamente política del plan- sobre los cambios acaecidos en el mundo en los últimos 30
teamiento de Massey, no es de extrañar por otra part,e que años. Spatial Division of Labour había sido escrito antes del
no todo el mundo esté de acuerdo con su planteamieht'Q ,~i ~Pi~ríodo de dominio financiero, en el final del período fordista,
vea viables sus propuestas. Darel Paul (2008) se pregbrlia; ' i'il"ijc,Mando el capital intentaba salir de la crisis expandiéndose geo-
por ejemplo, hasta qué punto el internacionalismo local que ,gráficamente y no tuvo aún en cuenta la coyuntura de los 1980,
pregona Massey (el sacrificio que debería hacer la metrópO- la'década crucial de cambio, cuando las finanzas establecieron
lis imperial por un sentido de solidaridad y ciudadanía) sería su dominio global, lo que tendría efectos determinantes en los
asumible por los propios habitantes de Londres. Tampoco " . 30 años siguientes.
comparte la visión de la ciudad como el lugar de resistencia Esta perspectiva es la que tomó íXlorld City:
y movimiento políticos: «La ciudad mundial es tal vez el úl-
timo sitio en el que deberíamos esperar la revolución» (Paul, Nos dicen que la actual crisis es global y que proviene de
2008: 638). John Rennie Short (2008), que no oculta su escasa Estados Unidos (en otras palabras: «no nos culpen»). Es
simpatía por Massey, dedica su reseña de íXlorld City no solo ciertamente global en sus repercusiones y ciertamente el

292 293

¡
~
detonador inicial fueron los mercados hipotecari d Jos principios básicos de la tradición democrática; llega
'i

Estados Unidos -aunque fácilmente podía ha~s en .los , e firmar Massey sin ambages que «el neoliberalismo es
. otra cosa. P ero las precon d'IClOnes
cua1qmer . para er
11 sIdo
' íl a amenaza para las instituciones democráticas» (Massey,
tina
enormes cambios culturales producidos fueron ee o, l?s '" Z01 1a : 37). y en tercer lugar, abogando por recuperar el
.
mventados y creados en elRemo' Umdo, . en la' fC'
n Parte'" ~jj~1i,j ntido perdido de colectividad, tanto a nivel cultural como
' . . h 'd 1 f 1 Ity
Lon dres, cuya umca ventaja a SI o a a ta de r,egul " "',
, aeIon
de ¡;~f S~lítico, minado por décadas de individualismo, a partir de
(Massey, 2009: 141) ' . 'jj fa~ensibilidad hacia las nuevas formas de colectividad q ue
están emergiendo. Y, como siempre, la reflexión debe servir
En los últimos años, y publicando mayormente en revis para el ~ebate y p.ara la acción. La ?;isma Massey estuvo
' . S d' M ' h
no aca d eml~~s. como o~~ zngs, . assey , a entrado de ple-
tas compartiendo sus ldeas en la ocupaClOn de las escaleras de
no en el anallSls de la cnSlS financlera global (Massey, 2010' la catedral de San Pablo de Londres en octubre de 2011 para
2011a). Uno de los aspectos en los que ha puesto mayor énfasi; ~referirse a las dramáticas consecuencias del dominio del
es en el examen de una coyuntura marcada por la heg~mon:ía seCtor financiero en los últimos 30 años y, en especial, a la
ideológica neoliberal y en el de las posibilidades existenté~' ~i~vasión de la imaginación» que lastra las posibilidades de
para contribuir a crear un momento de ruptura que ,Il1~di­ id~as y lecturas alternativas.
'>.',5:;
fique el equilibrio del poder social. Para Massey, el ; te~reRO
ideológico que domina los análisis de la crisis ha sido abonado
,-Latinoamérica: viajes de ida y vuelta
durante décadas con la impagable ayuda de los medios de co-
municación, consiguiendo que lo económico haya adquirido Las experiencias de trabajo y de compromiso político fuera
una naturaleza de inevitabilidad hasta dejarlo fuera de toda de su propio país, señala la propia Massey, han constituido
posibilidad de debate político. Por ello, la única posibilidad de un gran reto para pensar de qué manera y en qué posición
empezar a cambiar las cosas (de crear un momento de ruptura debía situarse ante ellas. Sus vivencias en Nicaragua, México,
coyuntural, diría Massey) pasa por cambiar la idea de lo,: ~8j9- .~,~dáfrica o Venezuela la forzaron a pensar muy bien el papel
nómico como una especie de fuerza natural externa $o9re lajo/, ,que, como intelectual occidental, podía desempeñar. Hay que
que no se puede discutir. ', " ,remarcar, como recuerda Massey, que toda esta experiencia fue
y lo que Massey pretende es precisamente abrir el terre- realizada más desde el ángulo de la cooperación y el apren-
no para la discusión. En primer lugar, cuestionando las ideas, ,dizaje mutuo que no desde la posición de una experta que
aceptadas sin objeción, a propósito del crecimiento econó- asesorara las líneas a seguir en estos contextos diferentes y con
mico (y especialmente, de su secuencialidad: primero crece- problemáticas tan diversas. Quizá por ello, su paso por estos
mos, luego redistribuimos). En segundo lugar, poniendo en países apenas dejó publicaciones más allá de algunos informes
duda la falsa equiparación entre igualdad y libertadque?a y textos diversos, incluso convertido a veces en interesante
llevado a censurar por «poco democráticas» las experienSf as , ~~terial didáctico como muestran algunos ejemplos recogidos
igualitarias de otros países, olvidando que la igualdad eS u~o ·;,rn.los textos docentes de la Open University.

294 295

....
T

La experiencia ve nezolana co nstituye quizá una ex . conllevaba una revisión sin p recedentes del ordenamiento
inesp erada po r la misma Massey, por el papel tan protacepc~ón 1 lítico-territorial del país. El concepto de «geometría del
" do su concepto de geometn'as del poder. EgonlSta
qu e 1l a a dqUIn P~der» de Massey había sido, pues, adoptado como motor de
ticular, a partir de la llamada inicial del p ropio alcalde C n par-
. d' aracas
.r revolución bolivariana. La emoción de la geógrafa estaba
Massey se VIO confrontada muy lrectamente con el uso d " ) .astificada: «no hay nada como intentar utilizar uno de tus
,)tI
'd d
1 eas por parte e otras personas y en contextos absoluta
e sUs ropio s conceptos en una situación política real» (Massey en
te diferentes de los que las originaron. Para su propia sorpmen-
/ , . resa
~patial Delights, 2009). Un concepto profundo pero abstracto,
las geo metnas del poder hablan SIdo adoptadas como uno d) encontraba así una manera de expresarse en la práctica a través
los ejes de actuación política del gobierno de Chávez. e de una reestructuración rotunda de la organización territorial
El momento de perplejidad (<<¿Viste? ... el cuarto fibtor .. . ~tyo objetivo era cambiar la naturaleza del poder, reforzando
¿viste?» le decía un acompañante al pasar delante de una valla stl dimensión popular y comunal, lo cual levantó, como era de
publicitaria en Caracas que se hacía eco de las nuevas geome- esperar, no pocos frentes de resistencia política. No hay duda
trías del. poder como uno de los cinco motores de la revolución de que los conceptos geográficos y la conexión entre espacio
venezolana, Massey, 2008: 492) fue rápidamente seguido por la o/poder tantas veces presentada y reivindicada por Massey
reflexión de cómo viajan los conceptos y cómo son utilii~dos ' h~tbían calado de verdad en la estructura gubernamental ve-
de formas nuevas hasta no ser propiamente «de nadie» en ' ~x­ nezolana. El propio discurso del presidente Chávez en su
clusiva; «así es cómo la teoría se desarrolla», afirma Massey, «y presentación del proyecto de Reforma Constitucional ante la
así es como cobra importancia» (2008: 497). Asamblea Nacional (2007) parecía estar imbuido de una curio-
Pero ¿de qué mo do llegó y cómo fue adoptado el concep- ~a dosis de «geograficidad»:
to inicial de geometrías del poder? En sus escritos, Massey se
refería a la complejidad de la noción de espacio y poder en una Miren, el territorio y su organización político-territorial
situación política concreta para teorizar con la idea de que el tiene un peso sumamente grande a la hora de pretender
espacio es producto de las relaciones que siempre están imbui- hacer cambios revolucionarios. Una revolución no puede
das de poder, y que el poder mismo tiene su cartografía (de~de serlo realmente si no enfoca el problema geográfico y de la
el espacio doméstico hasta el espacio global). En Venezuela distribución del poder político, económico, social, militar
todo eso encuentra una traducción concreta particular. sobre su espacio [ ... ] la geografía somos nosotros, noso-
Hugo Chávez se había alzado con el poder en 1998 Y tros somos parte de la geografía, incidimos sobre ella y ella
desde las elecciones de 2006, la construcción del «socialis~,o incide sobre nosotros. Incide, sobre todo tiene un peso
del siglo XXI» fue proclamada como la tarea prioritaria. Con muy grande en las relaciones económicas, en las relaciones
la finalidad de acelerar la marcha hacia el socialismo, Chávez políticas, en la cultura. (Chávez, 2007)
anunció la puesta en acción de «cinco motores constituyen-
t es», el cuarto de los cuales era «Nueva Geometría del poder: Y, concretamente, la propuesta de «sacudir el territorio»,
el reord enamiento socialista de la geopolítica d e la nación» Como la llamó el propio Chávez, consistía en una nueva de-

296 297

~
____111_
~

~
finición de las estructuras político-administrativas a tod (¡Il ella, el «poder popular» requiere establecer las reglas de
escalas (reforma que sería rechazada en referéndum com as las g la ción entre diferentes entes y en el interior de los mismos
te de la constitución pero que fue implantada a través d o par-
, . . e Otras
::í comO aclarar los términos en los que se ejerce el poder en
Vlas legIslativas). da caso. Otro ejemplo que pone Massey es que en aquella
Según los numerosos críticos de la propuesta, no obst ~eforma Constitucional la nueva geometría del poder daba
esta era una mera propuesta 1'd eo 1"oglca que perseguía Conc
ante ' ucho poder al presidente al ser una geometría de relaciones
trar, centralizar y monopolizar el poder económico (Estab
en-
~ poder bastante centralizada (tal como denunciaba airada-
2007; Banko, 2008) y la geometría del poder no sería sino: a, mente la oposición antichavista); y aunque esta puede tener el
contrapeso del creciente poder popular, este tiene una tempo-
U na confusa adaptación del discurso de la geografía radi- ralidad diferente: «aunque la estructura formal (los poderes del
cal, que si bien concibe al territorio como una categoría presidente) se establece en poco tiempo, el desarrollo de una
estratégica, para entender y superar las contradicciones cultura política adecuada necesita mucho tiempo y exige tra-
que emergen de los actores sociales, también rechaza la bajo político.» (Massey: s.f.). Y lo más interesante del caso es
concepción piramidal del poder, pues defiende el princi- que todas estas observaciones, Massey las realiza en la propia
pio de subsidiariedad territorial y las especificidades de Venezuela y a través de materiales que no son ni gubernamen-
los gobiernos locales en los contextos globales [ ... ] En el tales ni académicos sino escritos que circulan y son debatidos
fondo se trataba de imponer una nueva división político- por la opinión pública.
administrativa sin referentes en la historia del país, creada La reforma territorial de Venezuela, atrevida, arriesgada y
desde arriba, una estructura paralela que redujera las com- no exenta de contradicciones, como tantos aspectos de la re-
petencias, funciones y recursos a los gobernadores de los volución bolivariana y del gobierno de Chávez, es un ejemplo
estados federales y los alcaldes de los municipios. (Rojas de aquellos problemas hartamente complejos, con una presión
López y Pulido, 2009) mediática brutal en su contra y ante los cuales lo más cómodo
es no adoptar una posición definida. Y no obstante, con sus
La misma Massey (2011 b) se ha manifestado a menudo dudas y reservas, el compromiso de Massey con Venezuela ha
como críticamente simpatizante del proyecto bolivariano de constituido una muestra de cómo la «intelectual pública» ha
Chávez y, en particular, con la aplicación del concepto de geo- sentido que debía correr los riesgos que ello implicaba (de ser
metría del poder a la realidad interna venezolana. Por ejemplo, mal interpretada, de ser criticada, de caer incluso en contradic-
un objetivo de la revolución bolivariana con el que Massey ciones personales). Porque Massey demuestra con su trabajo y
naturalmente simpatiza es dar voz a los que nunca antes la con su actitud vital que si la geografía debe tener la relevancia
han tenido mediante el establecimiento de entes territoria- y la proyección pública a la altura de su nivel de elaboración
les de base (por ejemplo, los llamados consejos comunales). teórica, los conceptos teóricos deben ser probados, enrique-
Sin embargo, se afana Massey a señalar que no basta con la cidos o modificados en la pd.ctica: deben ser, necesariamente,
definición de entes territoriales para lograr ese objetivo: se- conceptos de ida y vuelta.

298 299

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