Curso de magia AMA-2002. Juegos y Técnicas con MONEDAS.

Sergio Cisneros

PEQUEÑO LÉXICO PARA LA MAGIA CON MONEDAS.

A fin de despejar las dudas que pudieran suscitarse al leer las descripciones
que siguen, he aquí la definición de los términos más empleados:

DEDOS:
 Primer dedo: índice.
 segundo dedo: mayor.
 tercer dedo: anular o corazón.
 cuarto dedo: meñique, auricular o pequeño.
 pulgar: dedo gordo.
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FALANGES:
 primeras, próximas.
 Segundas, medianas, falanginas.
 Terceras, distales, falangetas.

Borde interno: lado o costado del dedo que mira hacia el eje de la mano.
Borde externo: lado o costado del dedo contrario al anterior.
Puntas de los dedos: extremidades de los mismos (terceras falanges).
Base de los dedos: nacimiento de los mismos. Parte en donde los dedos se unen
con la mano.
Dedos mediales: segundo y tercer dedos (mayor y anular).
Articulaciones: nudillos.

MANO:
 Eminencia tenar: conjunto de músculos del pulgar.
 Eminencia hipotenar: conjunto de músculos del meñique.
 Talón de la mano: pulpejo. Parte posterior de la mano cercana a la
muñeca que abarca las dos eminencias musculares de la mano. Este
término, aunque no técnico, se emplea mucho, por ser muy gráfico.

MOVIMIENTOS DE LA MANO O DEDOS:

 Flexión: acción de cerrar la mano .
 Extensión: acción de abrir la mano.
 Pronación: movimiento del antebrazo para presentar el dorso de la mano.
 Supinación: movimiento del antebrazo para presentar la palma de la
mano.
 Volver la mano: girar la mano tanto. Mover la mano de forma que si
estaba palma arriba, vuelve palma abajo y al contrario.
 Castañetear: sonido que se produce haciendo que el dedo mayor resbale
con fuerza sobre el pulgar y choque en el pulpejo de la misma mano.
 Chasquido: castañeta.
 Capirotazo: extensión brusca del pulgar que antes se ha sujetado con el
índice.

MONEDAS:
 Canto: borde de una moneda (anterior, posterior, externo o izquierdo,
que interno o derecho).
 Caras: superficie plana, que muestra la efigie.
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 Cruz: superficie contraria a la cara de una moneda.

 Estrías: surcos en la superficie del canto de la moneda. A veces en lugar
de surcos son estrellas.
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I. OCULTACIONES

En materia de ocultación de monedas, ocupa el papel más importante, toda la

que se refiere al empalme de monedas: acción y efecto en virtud de la cual una
moneda se mantiene oculta, para el público, en la palma de la mano.

Esta definición se corresponde con el concepto clásico de empalme (también

denominado, empalme ordinario), y todos los tratados de magia con monedas
empiezan con la descripción y la técnica de este empalme, que, sin ser difícil,
requiere un largo aprendizaje. Si, además, se le acompaña de largas
explicaciones de lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse, ya tenemos el
primer paso para que el neófito abandone el intento de la magia con monedas
por considerarla muy difícil.

Aquí también se empieza por el empalme, pero no por el clásico sino por otras
dos versiones más simples y no por ello menos útiles: el empalme en el
nacimiento el pulgar (a la italiana) y el empalme de los dedos. Con ellos el
neófito, podrá ya practicar, desde sus comienzos, numerosos efectos en los
que se requiere el empalme, y se sentirá con ánimos para enfrentarse con la
técnica del empalme clásico.

Las monedas también se puede ocultar en el dorso de la mano, lo que da origen

a los denominados empalmes en el dorso de la mano, a los pinzamientos y a las
transferencias de un tipo de empalme a otro.
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EMPALME ENTRE LOS DEDOS:. Este es, probablemente, el empalme más

fácil y natural de todos. La moneda se tiene en la base de los dedos medio y
anular reunidos y ligeramente flexionados como se muestra en la figura 1.

Si usted se coloca ante un espejo con los brazos relajados colgando a sus
costados, se dará cuenta que sus dedos se recurvan interiormente con toda
naturalidad. Si se sitúa una moneda en la posición descrita arriba, se
mantendrá sin movimiento suplementario de los dedos. Aprisione la moneda con
el esfuerzo suficiente para mantenerla es ese lugar, pues si usted aprieta
demasiado, la mano no tendrá un aspecto natural. Con una moneda así
disimulada, puede usted sin embargo, hacer chasquear los dedos y servirse de
la mano casi tan libremente como lo hace con normalidad.

El traslado de la moneda tenida en el empalme ordinario o a la italiana a esta

posición se puede lograr durante un ligero desplazamiento de la mano o cuando
ella cuelga con naturalidad a lo largo de su cuerpo.

EMPALME A LA ITALIANA: La moneda se pinza por su canto en el pliegue

que se forma en la base del pulgar cuando se aproxima este dedo contra la
base del índice, figura 1. La moneda no debe estar demasiado apretada con el
fin de que el pulgar tenga una posición tan natural como sea posible.

Para situar la moneda en este lugar, cojala entre las extremidades del índice y
mayor, Figura 2. Curve los dedos interiormente hasta que el borde de la
moneda toque con la parte alta de la palma, cerca de la horca del pulgar,
después baje el pulgar y pince la moneda por su canto, Figura 3. Enderece los
dedos.
Para hacer pasar una moneda tenida a la italiana al empalme ordinario, curve el
mayor y el anular hacia la palma, a la vez que desciende el pulgar (lo que lleva a
la moneda más cerca de la palma). apoye las extremidades de estos dos dedos
contra la cara de la moneda y presiónela contra la palma.

EMPALME CLÁSICO: Este empalme es, prácticamente, la base de toda la

prestidigitación con monedas y si tu técnica del empalme no es buena, tu magia
con monedas no dejará de ser mediocre. desde luego, hay muy buenos efectos
con monedas, para los cuales no se precisa el empalme, pero si deseas
sobresalir en esta especialidad no tienes más remedio que dominar el método
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clásico. Y conste, que no basta con saber mantener una moneda en el empalme,
sino que hay que usar el método con inteligencia y efectividad.

El aprendiz hallará, en el método que se describe a continuación, las

suficientes observaciones para evitar los malos hábitos tan fáciles de adquirir
y difíciles de corregir. El secreto consiste en la práctica. No progresaras si no
prácticas.

a) Como mantener la moneda:

Las líneas fundamentales del empalme clásico son sencillas; la dificultad
estriba en que deben emplearse músculos que raramente se utilizan.
Si mantienes tu palma hacia arriba, plana, observarás que hay dos músculos más
pronunciados (tenar e hipotenar), uno en la base y prolongación del pulgar, y
otro en la base y prolongación del meñique, que tienden a formar una V con el
vértice en la parte inferior (apuntando a la muñeca). Estos dos músculos son los
que sostienen la moneda cuando se quiere empalmada. Cuanto más pequeña sea
la moneda, más cerca del vértice de la V deberá alojarse (si utilizas peniques
ingleses, o medios dólares, u otra moneda de unos treinta milímetros el punto
apropiado para empalmar coincide con el centro de la palma de la mano).

Para conseguir el "tacto" del empalme, coloca una moneda en la concavidad de

la palma, entre los dos músculos citados. Junta las puntas de los dedos pulgar e
índice de dicha mano, y mantén los demás dedos alineados junto al índice. Te
será más fácil si aprietos la moneda contra la palma de la mano mediante el
índice de la otra mano (Figura 1).

Ahora, contrae los músculos de la base del pulgar y del meñique, uno hacia el
otro, hasta que puedas notar cómo los dos músculos, de forma suave, pero
firme, agarran la moneda, que formará un puente sobre la convexidad de la
mano.

IMPORTANTE: No dejes que el espacio comprendido entre los dedos pulgar e

índice, tenga forma caída, o se abra; debe permanecer perfectamente circular
(ver Figura 1), o tan circular como puedas. Esto es importante porque esta
posición forzará a los músculos a trabajar con propiedad para empalmar la
moneda con naturalidad. Al comienzo, en tus primeros intentos, será mucha la
presión que realices con la punta del pulgar y del índice; esta tensión irá
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cediendo a medida que vayas dominando los músculos, controlándolos para

"trabajar" correctamente en el empalme.
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Finalmente, vuelve la mano boca abajo y observa si la moneda se sostiene en su

posición. Si no es así, sigue ensayando hasta que encuentres un punto en el que
la moneda se sostenga con seguridad.

Tu mano, al principio, puede parecer, y sentirla, agarrotada, pero si la

mantienes tal como se ha descrito, se parece a una posición natural y con aire
relajado. Para mantener el espacio entre el índice y pulgar, de forma circular
(tal como se indicó antes) ello obliga a doblar el pulgar. Prueba a estirarlo y
compara la posición en que queda la mano. (Figura 2).

Una vez puedas mantener la moneda en posición, y con seguridad, sin ninguna
exagerada presión en la punta de los dedos índice y pulgar, el paso siguiente
consiste en mover la mano, como si no tuviera empalmada moneda alguna. Toma
objetos, fuma cigarrillos, escribe, ata un cordón de zapatos, etcétera. Si
manipulas cartas, prueba de empalmar una carta en la mano que tienes
empalmada ya una moneda.

b) Corrección de malos hábitos:

Hay malos hábitos que traicionan la postura normal de una mano, cuando ésta
tiene una moneda empalmada. He aquí los más frecuentes:

Figura 3. Mantener la mano con los dedos extendidos y muy separados. (pata de
ganso) Sólo sirve para llamar la atención sobre esa mano, y no demostrar que
está vacía, a pesar de ello.

Figura 4. Mantener tieso el pulgar, es otro vicio muy frecuente. A veces apunta
como un gancho, y otras como si fuera un imán que atrajera al meñique. La
tendencia a estirar el pulgar se debe a una excesiva contracción de los
músculos en su base. Mantén el pulgar ligeramente doblado. Cuando tienes la
mano suelta y relajada, nunca está tieso el pulgar.

Figura 5. Por otra parte, el meñique, a veces, parece tener "ideas propias" y
desea sobresalir. Tal postura podrá ser artística en terminadas ocasiones, pero
es absolutamente inaplicable en aquellos casos en los que se pretende es la
naturalidad. Para evitarlo, mantenido unido al anular.
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Figura 6. Teniendo la moneda empalmada, la mano debe estar bastante plana si

el pulgar está alineado junto al índice.

c) Empalme de varias monedas:

Cuando domines el empalme de una moneda, prueba a sostener más de una. Cada
moneda debe quedar un poco desplazada de la anterior (Figura 7). En supuestos
normales nunca tendrás que empalmar más de seis monedas.

d) Colocación de la moneda en el empalme:

El movimiento básico es el siguiente: sostén la mano con la palma hacia arriba, y

coloca la moneda en la punta de los dedos anular y medio. Da la vuelta a la mano
hasta que quede palma abajo. Al mismo tiempo, dobla los dedos hacia la palma
de la mano, hasta colocar la moneda en la posición correcta de empalme. Esto
debe hacerse en una fracción de segundo.

e) Realización del empalme:

Mantén la moneda, por uno de sus extremos, entre el pulgar y los dedos índice
de la mano derecha, mostrándola al espectador (Figura 8). Di que vas a colocar
la moneda (mira la moneda, y muévela para llamar más la atención al
espectador) en la mano izquierda. Levanta la mano izquierda, palma hacia
arriba, colocándola un poco a la izquierda y detrás de la mano derecha. Mira la
mano izquierda. Mientras haces esto, la mano derecha se va hacia la mano
izquierda.

Mientras, el pulgar e índice dejan caer la moneda que descansará sobre los
dedos medio y anular, que la llevarán al empalme. Las puntas del pulgar e índice
siguen unidas, y el meñique sigue los movimientos de los dedos medio y anular
(Figura 9).

La moneda estará empalmada antes de que la mano derecha alcance la mano

izquierda. El movimiento de la mano hacia la izquierda esconde los pequeños
movimientos del empalme, y si has llamado la atención hacia la mano izquierda,
el espectador está mirando esta mano y no la derecha. cuando ésta llega a la
mano izquierda, sus dedos se doblan "para recoger la moneda", y los de la
derecha se estiran (Figura 10). Pon toda tu atención a la mano izquierda Olvida
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que tienes una moneda en la mano derecha, que se aportará, caerá a lo largo de
tu cuerpo, tomará un objeto, etcétera. Mira tu mano izquierda por espacio de
un par de segundos. Debes parecer convencido de que la moneda está en tu
mano izquierda, si quieres convencer a los demás. Recuerda que esto es
importante en cualquier caso o manipulación con monedas.

Estimamos de mucho interés las observaciones de Roger Krause para la

realización de empalme.

"Para engañar a gente entendida con este pase, proceda de la siguiente manera:
la moneda a empalmar se sujeta con la punta de los dedos derechos, pulgar,
corazón y anular". Muestre la moneda situada en dicha posición y luego relaje
totalmente la mano, al mismo tiempo que atrae la atención hacia la mano
izquierda. En este preciso instante la moneda se aprieta lentamente en el
interior de la palma de la mano, donde queda sujeta. Luego, vuelva a adoptar la
posición de la mano exactamente como si realmente aún tuviera la moneda
cogida entre las yemas de los dedos. Extienda la mano hacia los espectadores
como si, nuevamente, quisiera mostrar la moneda. En realidad, antes de que
puedan fijarse bien en la mano, la situará sobre la mano izquierda, aumentada,
y simulará depositar la moneda en su interior. La lógica que encierran estos
movimientos es la de que el pase se ejecuta mientras la atención del público
está dirigida hacia otro lugar. La moneda no debe empalmarse en el momento
en que pretende introducirla en el interior de la mano, ya que en dicho
momento todas las miradas están fijas en ella. Se ve muy poco natural que los
dedos se curven hacia el interior de la mano cuando se supone que los está
abriendo para abandonar la moneda que sujetaban.

Si, ahora, quieres hacer desaparecer la moneda no lo hagas a palo seco.

"¡Miren, se fue!". Dale teatralidad y misterio, abre los dedos uno a uno, o finge
lanzar la moneda al aire...

Un consejo final, acerca de los ángulos de observación. El mejor maestro es un

espejo. Mira, prueba, varias posiciones de la mano con una moneda empalmada,
y mira cuáles son buenas. Observa cual es la separación ideal entre el pulgar e
índice; es el punto débil de los ángulos, en este empalme.

En el dominio del empalme clásico la naturalidad es la cosa más importante. Si

la mano que oculta la moneda no se mantiene con naturalidad, la atención se
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concentra en ella y el efecto falla. Primeramente, desarrolle la habilidad de

mantener una moneda en la palma. En estos primeros momentos no te
preocupes de que la mano pueda adoptar una postura forzada; la naturalidad
vendrá más adelante. Practica el empalme cuando realices otras tareas:
mientras lees, mientras comes o incluso mientras conduces tu coche. Después
de poco tiempo descubrirás que los músculos de la mano se han desarrollado de
tal manera que harán el mantenimiento de la moneda más fácil. ahora es cuando
debes aprender a tener la mano con naturalidad. La consciencia de lo que estás
realizando debe ser vencida, Es decir, el empalme debe ser algo inconsciente.

Cuando emplees el empalme clásico en un efecto, utiliza esa mano para

gesticular, chasquear dedos, subirte las mangas, o para mantener visiblemente
otra. Es un hecho comprobado de que el público cree que la mano sólo puede
contener una cosa. Así que si la mano con la moneda empalmada sostiene un
objeto visible tal como una varita, un lapicero, un vaso o incluso otra moneda,
no (parece que falta alguna hoja)
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II. DESAPARICIONES

La desaparición de una moneda, su técnica, es pieza fundamental dentro del

arte numismático, tanto es así, que muchas de las formas de hacer
desaparecer una moneda constituye en sí mismas, verdaderos efectos mágicos.
A pesar de ello, entendemos que una desaparición no debe constituir el
"efecto" pretendido por el mago. Una desaparición, pura y simple, es desde
luego, milagrosa, pero en contados casos la desaparición debe ser la meta
perseguida por el mago. Si una moneda desaparece es para reaparecer en otro
sitio, para transformarse o multiplicarse. guarda, celosamente el arte de
desvanecer monedas, y considérala como un medio para conseguir un fin de
mayor entidad mágica.

En un primer plano se estudian las técnicas de desaparición consistentes en

mantener oculta la moneda en una mano distinta a la que el espectador cree que
debe estar; en el siguiente se verán las desapariciones llamadas "completas",
es decir, que permite enseñar libremente, ambas manos, ya que la moneda ha
pasado a ocultarse en otros lugares.

Desaparición a la italiana:

Enseña la moneda mantenida entre el índice y el mayor derechos, Figura 1.

Coloca tu mano izquierda abierta delante de la moneda y a su abrigo, curva los
dos primeros dedos derechos al interior y empalma la moneda a la italiana en
la mano derecha, figura 2. endereza rápidamente el índice y el mayor y cierre
los dedos izquierdas sobre ellos. Desplaza el puño izquierdo hacia la izquierda
como si te llevaras la moneda que sostenían los dedos derechos que ahora están
separados. Según todas las apariencias la moneda está ahora en el puño
izquierdo (en realidad la está a la italiana en la mano derecha). Gira el puño
izquierdo, palma arriba. Simultáneamente, transfiere la moneda empalmada en
la mano derecha de la italiana al empalme clásico en la palma. Haz chasquear los
dedos sobre el puño izquierdo cerrado. Es una forma sutil de decir (sin hablar)
que no hay ninguna moneda en la mano derecha. Abre la mano izquierda y
enseña que la moneda se ha esfumado.

He aquí la manera de transferir la moneda de la italiana al empalme clásico:

Curva los dos dedos mediales interiormente hacia la superficie plana de la
moneda empalmada a la italiana, el pulgar derecho desciende ligeramente
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arrastrando la moneda al interior de la mano. Los dedos del medio conduce la

moneda de la italiana al empalme clásico al abrigo del castañeteo de los dedos.
Todos los manipuladores de monedas deberá aprender este pase, no pues le
encontraran numerosas aplicaciones.

El torniquete:

La mano izquierda palma hacia arriba, sostiene una moneda por sus cantos
entre las yemas de los dedos izquierdos y el pulgar, inclinando ligeramente
hacia arriba la parte posterior de la moneda con el fin de que los espectadores
puedan ver bien su superficie, figura 1. adelanta la mano derecha palma hacia
el suelo, los cuatro dedos juntos, estirados y casi rectos, la última falange de
cada uno de ellos ligeramente recurvada hacia el suelo, por encima de la
moneda. El pulgar ligeramente separado, pasa por debajo entre el pulgar y los
dedos izquierdas. Eleva y cierra la mano derecha, que parece apropiarse de la
moneda tenida por la mano izquierda, pero le obligas a la moneda a dar una
media vuelta hacia delante mientras cae en la base dignos dedos mayor y anular
izquierdo donde se recibe mediante el empalme de los dedos. Figura 2.

Mantén los dedos reunidos durante esta acción, si no, los espectadores podían
darse cuenta de la moneda. Desplaza la mano derecha hacia la derecha,
girándola durante movimiento para quedar los dedos hacia arriba y
concentrando tu atención fija sobre ella. Gira la mano izquierda dorso a los
espectadores, e indica con el índice, la mano derecha que hace el gesto de
"pulverizar" la moneda con los dedos. Abre la mano derecha y enséñela vacía.
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Esta manipulación es particularmente útil para hacer desaparecer varias

monedas a la vez.

El torniquete como cambio:

Puede utilizarse igualmente el torniquete para cambiar una moneda por otra. En
este caso ten una moneda disimulada en el empalme de los dedos derechos
mientras enseñas ostensiblemente otra, con la mano izquierda. Adelanta la
mano derecha por encima de esta moneda como para tomarla, pero ejecuta el
pase y consérvala en la mano izquierda mientras que la mano derecha se cierra
y se aleja con la moneda que ya tenía empalmada en los dedos. El "torniquete"
puede ser utilizado para efectuar un cambio de color (empleando una moneda
de cobre y otra de plata) o simplemente para cambiar una moneda prestada por
una de las suyas.

Utilizando este pase puede cambiarse una pila de monedas de plata por una de
cobre. Como se ve, las posibilidades de empleo son abundantes.

Desaparición de Dai Vernon:

Mantén la moneda entre las extremidades del pulgar e índice derechos, de

forma que la máxima superficie de aquella sea visible. Colócala sobre la palma
de la mano izquierda como indica la figura 1.

Cierra lentamente los dedos izquierdas, conservando juntos los unos con los
otros y extendidas las falanges segunda y tercera, es decir la flexión se
efectúa en la articulación situada entre la primera y segunda falanges. De esta
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forma las yemas de los dedos izquierdas tocaran las falanges medianas de la
mano derecha, como en la Figura 2.

En el instante que se alcanza esta posición, y no antes, extiende el mayor y el

anular derechos sobre la moneda. El movimiento se oculta por los dedos
recurvados de la mano izquierda, Figura 3.

Las yemas de los dedos izquierdas siempre están en contacto con las segundas
falanges de los dedos derechos; desplaza ahora, la muñeca derecha hacia
delante basculando sobre los extremos de los dedos izquierdos y las falanges
medianas de los derechos, Figura 4.

La moneda, en este estadio, reposara plana sobre las yemas del mayor y anular
derechos los cuales están ligeramente replegados hacia la palma.

Desplaza la mano derecha, un poco hacia delante, haciéndola tomar la posición

indicada por la figura cinco y termina de abatir los dedos izquierdas contra la
palma.
Desde esta posición relaja la mano derecha, dejándola caer al costado, pero
bajo ningún motivo realice cualquier movimiento con los dedos derechos para
empalmar la moneda. Al mismo tiempo, eleve lentamente la mano izquierda y
adopte el gesto de flotar los dedos sobre la moneda para hacerla desaparecer.
Finalmente, abre la mano izquierda y enséñala vacía, mientras tu atención está
concentrada en lo que realiza la mano izquierda, lleva la moneda a la palma de la
mano derecha y eleva la mano indicando con el índice la mano izquierda vacía.
(de The Greater Magic).