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Clasificación de pruebas

El artículo 776 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) indica que son admisibles en el
proceso todos los medios de prueba que no sean contrarios a la moral y al derecho,
en especial los siguientes:
I. Confesional.
II. Documental.
III. Testimonial.
IV. Pericial.
V. Inspección.
VI. Presuncional.
VII. Instrumental de actuaciones.
VIII. Fotografías y, en general, aquellos medios aportados por los
descubrimientos de la ciencia.
Así, las pruebas deberán ofrecerse en la audiencia de conciliación, demanda y
excepciones, y ofrecimiento y admisión de pruebas, acompañadas de los elementos
necesarios para su desahogo, ya que de no realizarse así, la JCA podrá desechar
las que no tengan relación con la Litis (controversia) planteada o resulten inútiles o
intrascendentes, siempre expresando el motivo de ello.
I. Prueba confesional
Se define a la confesión como el reconocimiento expreso o tácito que hace una
de las partes de los hechos que le son propios, relativos a cuestiones controvertidas
o que le perjudican.
En materia laboral, la prueba confesional es trascendental, ya que es el acto que se
lleva a cabo a través de la absolución de posiciones; esto es, responder a las
preguntas que implican la afirmación o la negación de un hecho controvertido. La
ley laboral distingue dos clases de confesión: la de parte y la de hechos propios.
Con fundamento en el artículo 786 de la LFT, la confesión de parte es aquella en la
que cada parte persona física (actor o demandado) podrá solicitar, se cite a su
contraparte para que concurra a absolver posiciones. Sólo cuando se trate de
personas morales, la confesional se desahogará por conducto de su representante
legal.
El artículo 787 de la LFT indica que en la confesión de hechos propios, las partes
podrán solicitar que se cite a absolver posiciones, personalmente a los directores,
administradores, gerentes y, en general, a las personas que ejerzan funciones de
dirección y administración en la empresa o establecimiento, así como a los
miembros de la directiva de los sindicatos, cuando los hechos que dieron origen al
conflicto les sean propios, y se les hayan atribuido en la demanda o contestación; o
bien, que por razones de sus funciones les deban ser conocidos.
Para que se presenten a la audiencia de desahogo de pruebas, la JCA deberá
ordenar se cite a los absolventes personalmente o por conducto de sus apoderados,
apercibidos de que en caso de no presentarse el día y la hora indicada, se tendrán
por confesos de las posiciones que se les articulen; es decir, por ciertos lo hechos.
De acuerdo con el artículo 790 de la LFT, el desahogo de la prueba confesional se
ajustará a lo siguiente:
Las posiciones (preguntas) que exhiba el actor o demandado en el momento de la
audiencia, reunirán los requisitos siguientes:
Formularse en forma oral o por escrito.
Ser realizadas libremente, pero deberán concretarse a los hechos controvertidos.
No ser insidiosas o inútiles. Las primeras tienden a ofuscar la inteligencia del que
ha de responder, para obtener una confesión contraria a la verdad; son inútiles
aquellas que versan sobre hechos que hayan sido confesados, o que no están en
contradicción con alguna prueba o hecho fehaciente que conste en autos o sobre
los que no exista controversia.
La persona que responda a las posiciones que se le formulen, manifestará "bajo
protesta de decir verdad" que responderá por sí mismo, de palabra y sin la presencia
de su asesor, ni asistido por persona alguna. No podrá utilizar borrador de
respuestas pero se le permitirá que consulte simples notas o apuntes, previa
autorización de la JCA.
Cuando las posiciones sean formuladas oralmente, se harán constar textualmente
en el acta que elabora la JCA; cuando sean formuladas por escrito, éste se mandará
agregar a los autos, será firmado por la persona que formuló las posiciones
(articulante) y la que respondió (a la que se le denomina absolvente).
Las posiciones antes de ser formuladas serán calificadas y cuando no reúnan los
requisitos anteriores, la JCA las desechará asentando en autos el fundamento y
motivo concreto en que apoye su resolución.
El absolvente contestará las posiciones afirmando o negando; también podrá
agregar las explicaciones que juzgue convenientes o las que le pida la JCA; las
respuestas también se harán constar textualmente en el acta respectiva.
Si el absolvente se niega a responder o éstas son evasivas, la JCA, de oficio o a
instancia de parte, lo apercibirá en el acto, de tenerlo por confeso, si persiste en
ello.
II. Prueba documental
El documento se conceptúa como el escrito que prueba, acredita o hace constar
alguna cosa, mediante el cual el hombre expresa sus ideas a través de la palabra
escrita; por tanto, el documento siempre es producto de la actividad humana que
alguien suscribe o elabora. La ley laboral distingue dos tipos de documentos, los
públicos y los privados. Con fundamento en el artículo 795 de la LFT son
documentos públicos aquellos cuya formulación está encomendada por la ley a un
funcionario investido de fe pública, así como los que expida en ejercicio de sus
funciones; mientras que, según el artículo 796 de la LFT son documentos privados
los que no reúnen las condiciones anteriores, como ejemplo se tienen a los
expedidos por particulares.
Los documentos privados originales deberán presentarse por quien los tenga en su
poder, para después, solicitar la devolución del original previa copia certificada en
autos. Cuando se presenten documentos en copia simple o fotostática y éstos sean
objetados, se podrá solicitar la compulsa o el cotejo con el original. Se entiende por
compulsa la copia o el traslado de una escritura, instrumento o auto, sacado
judicialmente y cotejado con su original; y por cotejo, confrontar una cosa con otra
para compararlas teniéndolas a la vista.
Cuando los documentos provengan de un tercero ajeno al juicio y sean impugnados,
serán ratificados en su con-tenido y firma por el suscriptor; es decir, por el autor del
documento privado que coloca al pie del escrito su firma o huella digital. Los
documentos procedentes del extranjero deberán ser acompañados de su
traducción, sin perjuicio de que la JCA nombre un traductor oficial, pero sólo harán
fe en juicio si se encuentran legalizados por las autoridades diplomáticas o
consulares; en cambio, los documentos públicos expedidos por las autoridades de
la Federación, estados, Distrito Federal o de los municipios, harán fe en el juicio sin
necesidad de legalización.
En términos del artículo 804 de la LFT, el patrón tiene obligación de conservar y
exhibir en juicio los documentos siguientes:
Contratos individuales de trabajo que se celebren, cuando no exista contrato
colectivo o contrato ley aplicable.
Listas de raya o nómina del personal, cuando se lleven en el centro de trabajo, o
recibos de pagos de salarios.
Controles de asistencia, cuando se lleven en el centro de trabajo.
Comprobantes de pagos de participación de utilidades, de vacaciones, de
aguinaldos, así como las primas a que se refiere la ley laboral.
El incumplimiento a lo anterior, establecerá la presunción de ser ciertos los hechos
que el actor exprese en su demanda, sólo en relación con dichos documentos, salvo
la prueba en contrario.
III. Prueba testimonial
La doctrina señala que es testigo toda persona distinta a las partes (actor o
demandado) y de sus representantes legales que tienen conocimiento de los hechos
controvertidos. En esta prueba, las partes sólo podrán ofrecer un máximo de tres
testigos por cada hecho controvertido que se pretenda acreditar, indicando el
nombre y el domicilio; cuando exista algún impedimento para presentarlos de forma
directa, se deberá solicitar a la JCA que los cite, señalando la causa o el motivo
justificados que impidan presentarlos.
En términos del artículo 815 de la LFT, el desahogo de la prueba testimonial se
desarrollará de la manera siguiente:
Las partes están obligadas a presentar a sus testigos, quienes se deberán identificar
cuando así se les solicite y en caso de no hacerlo en el momento de la audiencia,
la JCA les concederá tres días para ello.
Los testigos serán examinados por separado mediante interrogatorios formulados
oralmente; se les protestará para que se conduzcan con verdad, advirtiéndoles de
las penas en que incurren los testigos falsos; se hará constar el nombre, edad,
estado civil, domicilio, ocupación y lugar en que trabajan y después se procederá a
considerar su declaración.
Las partes realizarán las preguntas en forma verbal y directa, sólo se admitirán
aquellas que tengan relación directa con los hechos controvertidos en el juicio, estas
preguntas serán articuladas de forma concisa y clara, evitando preguntas insidiosas
que traten de crear confusión entre los testigos, no deberán ser sugestivas o
sugerentes; es decir, que la misma pregunta contenga la afirmación o la negación
del hecho controvertido.
En primer término se interrogará a la persona que presentó la prueba testimonial y
después a las demás partes. Todas las preguntas y respuestas que se realicen se
harán constar en autos escribiéndose textualmente.
Al concluir el desahogo de la prueba testimonial se solicitará al testigo la razón de
su dicho; es decir, la justificación del conocimiento que tiene sobre los hechos. El
testigo, una vez que conoce su declaración, firmará al margen de las hojas. Después
se continúa con las tachas a los testigos que son las causas que invalidan o
disminuyen el valor probatorio de las declaraciones de los testigos, las cuales deben
ser formuladas oralmente.
IV. Prueba pericial
La prueba pericial es desahogada por peritos que son personas especializadas
que cuentan con conocimientos especiales sobre alguna ciencia, técnica o arte,
mediante la presentación de un dictamen pericial; cuando la profesión o el arte esté
reglamentada, el perito acreditará estar autorizado conforme a la ley de la materia.
Con fundamento en el artículo 823 de la LFT la prueba pericial deberá ofrecerse
indicando la materia sobre la que deba versar, exhibiendo el cuestionario respectivo,
con copia para cada una de las partes. La JCA podrá designar al perito que
corresponda al trabajador, en cualquiera de los casos siguientes:
Si no hiciera nombramiento de perito.
Si designándolo no compareciera a la audiencia respectiva a rendir su dictamen.
Cuando el trabajador lo solicite, por no estar en posibilidad de cubrir los honorarios
correspondientes.
El artículo 825 de la LFT señala que el desahogo de la prueba pericial se desarrolla
en los términos siguientes:
Las partes (actor o demandado) presentarán a su perito el día de la audiencia, salvo
cuando la JCA realice la designación.
Los peritos protestarán el desempeñar su cargo conforme a la ley y rendirán su
dictamen; a menos que por causa justificada soliciten, se señale nueva fecha para
rendir su dictamen.
La prueba se desahogará con el perito que concurra, excepto cuando suceda lo
indicado en el numeral anterior, por lo que la JCA señalará nueva fecha, y dictará
las medidas necesarias para que comparezca el perito.
Las partes y los miembros de la JCA podrán realizarle a los peritos las preguntas
que juzguen convenientes.
En caso de existir discrepancia en los dictámenes, la JCA designará un perito
tercero en discordia.
V. Prueba de inspección
La inspección es el acto procesal por el cual el juez tiene conocimiento directo y
sensible de alguna cosa u objeto, relacionada con la controversia y es desahogada
por el actuario. La parte que ofrezca la inspección deberá precisar su objeto, el lugar
donde se practicará, los periodos que abarcará, así como los objetos y documentos
que serán examinados; al ofrecerse la prueba deberá hacerse en sentido afirmativo,
fijando los hechos o cuestiones que se pretenden acreditar con la misma.
Una vez admitida la prueba de inspección por la JCA, ésta señalará día, hora y lugar
para su desahogo, en caso de que los documentos y objetos se encuentren en
poder de alguna de las partes, se apercibirá que de no exhibirlos, se tendrán por
ciertos presuntivamente los hechos que se tratan de probar. Cuando se encuentran
en poder de personas ajenas a la controversia se aplicarán medidas de apremio.
Con fundamento en el artículo 829 de la LFT, el desahogo de la prueba de
inspección se celebra de la manera siguiente:
El actuario que realice el desahogo de la prueba, se ajustará a lo ordenado por la
JCA.
El actuario requerirá se le pongan a la vista los documentos y objetos que deban
inspeccionarse.
Las partes y sus apoderados pueden concurrir a la diligencia de inspección y
formular las objeciones u observaciones que estimen pertinentes.
De la diligencia se levantará acta circunstanciada, que firmarán los que en ella
intervengan, la cual se agregará al expediente, previa razón en autos.
VI. Prueba presuncional
Según el artículo 830 de la LFT la presunción es la consecuencia que la ley o la
JCA deducen de un hecho conocido para averiguar la verdad de otro desconocido.
La prueba presuncional se clasifica en legal y humana, la primera se presenta
cuando la ley la establece expresamente; y hay presunción humana cuando de un
hecho probado se deduce otro que es consecuencia de aquél. Las partes al ofrecer
la prueba presuncional, indicarán en qué consiste y lo que pretende acreditar con
ella.
VII. Prueba instrumental
Se define a la prueba instrumental como el conjunto de actuaciones que obren en
el expediente formado con motivo del juicio, la JCA estará obligada a considerar las
actuaciones que obren en el expediente del juicio.
VIII. Fotografías
Aun cuando la LFT no establece un procedimiento específico que describa la forma
y los requisitos que deberán reunir las fotografías cuando se ofrezcan como
pruebas, es menester indicar que en el desahogo éstas son perfectamente válidas
y aceptables para probar los hechos controvertidos, desde luego, cuando se ponga
en duda su confiabilidad habrá que acompañarlas de un medio de
perfeccionamiento para comprobar su autenticidad, como puede ser la prueba
pericial en fotografía; o bien, ofrecer la testimonial de la persona que la tomó.

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