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DIVINO AMOR, LA DEMORA DEL ADVENIMIENTO Y LA

MISIÓN DE LA IGLESIA

Un caluroso día de verano, un niño de trece años estaba sentado en un barril de madera en los
frescos pasillos de una vieja tienda de Vermont. A las dos en punto, el viejo reloj del abuelo
colgado en la pared, empezó a repicar. Pero el mecanismo se apiñó y el reloj continuó
golpeando. En su decimonoveno golpe el joven se levantó de repente y corriendo hacia la calle
empezó a gritar, "¡Nunca había sido tan tarde!" "¡Nunca había sido tan tarde ni para los
estudiantes de la profecía bíblica!"

En su segunda epístola, el apóstol Pedro insta a la preparación del corazón para la venida de
Cristo (2Ped. 3:11-3). El apóstol hace énfasis en tres puntos significativos: (1) como vives
afecta lo que crees y lo que crees afecta como vives, (2) la demora del advenimiento no ha
ocurrido debido alguna falla por parte de Dios y (3) es posible apresurar el Advenimiento.

El estilo de vida determina la teología


Pedro hace referencia a su primer punto significativo en los versículos 3-4, "Sabiendo primero
esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias.
Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?" En efecto, ellos están diciendo, "No
va a venir". Esto se revela en la última parte de su pregunta: "Porque desde el día en que los
padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio de la creación."

La pregunta, en sus mentes, ya ha sido contestada. No están esperando una respuesta. Son
burladores y así la pregunta no está fuera de la deshonestidad, de la genuina sinceridad.

Pero note que estos "burladores" caminan "según sus propias concupiscencias." Los hombres y
mujeres persiguiendo sus propios deseos, hacen la pregunta, "¿Dónde está la promesa de su
advenimiento?". Su estilo de vida determina su teología. Su moralidad (o falta de ella) dicta lo
que creen y niegan la inminencia del Advenimiento.

Este pasaje introduce el hecho de que nuestra forma de actuar comúnmente determina lo que
creemos, mientras es verdad que lo que nosotros creemos sinceramente determina como
actuamos. De esta forma si yo estoy fascinado por las concupiscencias que me cautivan en
televisión, si los deportes dominan mi pensar, si el materialismo me agarra, o si mi principal

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objetivo en la vida es hacer dinero, estos intereses afectaran mi actitud hacia la pronta venida de
Cristo.

Además de esto, claro, lo que creo acerca de la segunda venida debe tener un impacto en mi
estilo de vida. Hay una sutil forma de pensar acerca del Advenimiento que también puede
despertar nuestro ardor y entusiasmo en el regreso de Jesús tanto como en un estilo de vida
mundanal. El razonamiento viene así: No hace ninguna diferencia si Cristo viene en 25, 50, 100
o 1000 años. ESA NO ES TU PREOCUPACIÓN. TU PREOCUPACIÓN ES SIMPLEMENTE
ESTAR LISTO.

Puede sonar bien en la superficie, pero sus efectos pueden despertar la moral de la iglesia. Es
como decirle a un estudiante de medicina, "Sus tablas de estado llegaran este año o el próximo o
hasta el otro. Tal vez puedan llegar en cinco años; sólo alístate". ¡Hay algo acerca del
reordenamiento de prioridades cuando ves la inminencia de un evento! El hecho del evento
condiciona tu comportamiento.

Un sentido del Advenimiento cercano siempre ha espoleado a la iglesia. Un sentido de que


Cristo viene pronto siempre ha guiado a la oración, al compromiso y al reavivamiento. La
iglesia siente una urgencia y canaliza su tiempo, energía y fondos a la actividad evangelística y
misionera. Hay algo acerca de la inminencia. Hay algo acerca de la pronta venida del Salvador.

Note quien dice, "¿Dónde está la promesa de su advenimiento?", burladores. Note quien
dice, "Mi Señor se tarda en venir" (Mat. 24:48); El siervo malvado, no el siervo inteligente. Así
que aquellos entre nosotros quienes dicen ese tiempo no hace diferencia, y el Señor está
demorando su venida, y el no vendrá en 50 o 100 años, no están clasificados con el siervo
inteligente en las Escrituras.

¿Por qué demora?


Pedro discute en términos claros la demora del Advenimiento. Él dice, "Mas, oh amados, no
ignoréis esto: que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día." La
evaluación del tiempo para Dios es diferente a la mía.

Pedro está diciendo que Dios tiene una tabla del tiempo divina. Si usted estudia las profecías
relacionadas con la primera venida del Señor, verán que Jesús vino a tiempo. "Venido el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo" (Gal. 4:4); "a su tiempo murió por los
impíos" (Rom. 5:6)

Cuando Jesús es bautizado en cumplimiento de Daniel 9, Él dice "El tiempo es cumplido" (Mar.
1:14-15). Cuando el reloj profético marcó la hora, el Mesías vino la primera vez. Pedro dice en
efecto, que Dios tiene una tabla de tiempo profética, y cuando el reloj marque la hora profética,
Cristo vendrá.

Ahora Pedro explica la aparente demora del Advenimiento, "El Señor no tarda su promesa,
como algunos la tienen por tardanza; si no que es paciente con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos precedan al arrepentimiento" (ver. 9). Pedro explica que para
Dios, una demora, es una naturaleza de largo sufrimiento.

Me gustaría que usted considerara la demora del advenimiento a la luz de un Dios sufriendo y a
la luz de un amor sufriendo. Cuando Jesús estaba colgado en el Calvario, reveló que Dios
prefería sufrir que dejar que tu y yo nos perdiéramos. La cruz es una revelación a nuestros
apagados sentidos, de tal forma que Dios preferiría sufrir la agonía del pecado y sufrir la

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segunda muerte que dejar que nos perdiéramos. La demora del Advenimiento revela un Dios
que sufre en amor.

Seguido pensamos en la demora del Advenimiento en términos de nuestro sufrimiento en un


mundo de perversos, un mundo donde hay Bosnios y Gerzegovinos y Somalíes; en un mundo
donde hay hambruna, angustia y niños explotados. Pero la demora del Advenimiento revela que
Dios prefiere sufrir que permitir que una persona se pierda.

Piense en ello de esta forma: Nos vemos unos a otros y seguido decimos, "¿Cómo va tu día?"
"Mi día está bien". ¿Cómo estuvo el día de Dios hoy? Dios fue a 10,000 funerales hoy y aun
más, irá a otros 10,000 mañana. Y él ama a cada uno de aquella gente más que de lo que tú
puedas posiblemente amar a tu hijo o hija. El corazón de amor de Dios sufre con cada persona
postrada en un hospital muriendo de cáncer. En una forma que nunca podré entender, Jesús en
su ministerio del Santuario, carga con nuestras aflicciones.

Dios lleva la pena de cada mujer cuyo esposo se ha ido con otra. Dios lleva la agonía de cada
mujer quien ha sido golpeada hasta que sus ojos se amorataron y su nariz sangró, porque su
marido es un alcohólico y la golpea. Dios lleva el dolor de cada pareja cuyo hijo nació muerto.
Dios lleva el dolor, en una forma que yo no puedo entender, de cada joven que choca
violentamente con el vidrio de su auto destrozado. Y el Advenimiento se demora, porque Él
prefiere seguir sufriendo que cortar la salvación de alguno que pudiera ser salvo. La demora del
Advenimiento nos afecta, pero piense como afecta a Dios.

En el gran Día de Gracias cuando Dios venga, se sentará a la mesa, y verá tu lugar y mi lugar. Y
si esa silla está vacía, habrá un vacío en su corazón que es siempre indescriptible. La demora del
Advenimiento no es porque Dios aumentó el tiempo, es porque está alcanzando a la gente. La
demora del Advenimiento es porque Jesús en su amor prefiere sufrir como el intercesor de la
humanidad y experimentar el dolor corporal que el pecado cósmico y universal trae; que tener
que perder gente que pudo haber sido salvada.

Cuando el periodo de prueba termine, no terminará porque la misericordia de Dios haya


finalizado. El fin del periodo de prueba es más bien la declaración por parte de Dios que si la
puerta del Santuario permaneciera abierta, no habría ninguna diferencia porque cada persona
está completamente lista para la cosecha. El que es justo, sea justo todavía; el que es injusto, sea
injusto todavía (Apoc. 22:11). La puerta del periodo de prueba no se cerrará hasta que todos
hayan hecho su última, irrevocable y completa decisión. El advenimiento se demora no porque
las promesas de Dios hayan fallado, sino porque su amor es implacable, su misericordia alcanza
para salvar a los hombres y mujeres.

Apresurando el Advenimiento
El tercer punto de Pedro es la posibilidad de apresura el día del Advenimiento de nuestro
Señor. Note lo que dice, desde que vivimos en el borde del Advenimiento, y viene rápidamente,
como un ladrón, viendo que toda la naturaleza será disuelta, ¿Qué tipo de personas debemos
ser? Pedro dice: "Lo que crees impacta tu vida. Esperando y apresurándoos".

¿Es posible apresurar el advenimiento? Es posible, pero viene un punto en la historia cuando los
eventos cataclísmicos se despliegan. Así que, cada semilla llega a la cosecha y el carácter se
desarrolla rápidamente en una hora de crisis. Por tanto, aunque la iglesia pueda apresurar el
advenimiento, la iglesia no puede demorarlo. Dios es soberano. Y últimamente Dios toma el
control. Hay un punto en los días de Noé cuando el carácter fue completamente desarrollado.

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Aquellos quienes estuvieron del lado de Dios permanecieron así; y quienes no lo estuvieron,
permanecieron en la oposición. Y la puerta del arca que había estado abierta fue cerrada. Esa
acción no indicó un cese de la misericordia de Dios, sino que cada semilla había sido cosechada.
Cada ser humano ha hecho su decisión irrevocable y final.

¿Qué puede hacer la iglesia para apresura la venida de Dios? Las Escrituras muestran tres cosas.

Oración
En la oración del Señor somos instruidos para orar "Venga tu reino" (Luc. 11:2). ¿Estas orando
de rodillas todos los días para que venga el reino de Jesús? El libro de Apocalipsis termina con
la oración de Juan "Ven (rápidamente), Señor Jesús" (Apoc. 22:20). ¿Por qué orar por un rápido
regreso de nuestro Señor? Eso por lo cual oras, más deseas. Eso por lo cual oras, (bajo el
Espíritu Santo) crea en ti un deseo de cumplimiento. Mientras estamos de rodillas abriendo
nuestros corazones ante Dios, se desarrolla una reorientación de nuestras prioridades, y somos
alzados de la niebla de este mundo.

Arrepentimiento
Ahora, encontramos el llamado de arrepentimiento en los versículos 9,11. El Señor desea
que "todos procedan al arrepentimiento" y vivan vidas devotas. El arrepentimiento es un cambio
de actitud acerca de mi condición personal ante Dios. El llamado del fin del tiempo a la santidad
en un llamado del final del tiempo para el arrepentimiento que me trae ante el Señor y dice
"Dios, sin ti no soy nada". "Dios, sin ti voy a ser llenado de egoísmo. Sin ti seré llenado de
crítica, chisme, enojo, amargura y placer. Dentro de mi hay semillas que están retrasando el
advenimiento. Busco tu perdón y un cambio de vida porque yo he, tal vez inadvertidamente,
perpetuando tu sufrimiento".

Prioridades re - ordenadas
Pedro dice, reordena tus prioridades para que puedas salir de un mundo perdido e ir con
Jesucristo, ("apresurándoos para la venida de Dios"). El mismo Maestro dice, "Y será predicado
este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles: entonces vendrá
el fin." (Mat. 24:14)

Los eventos en tiempos recientes de Europa del Este no son meramente eventos fortuitos en la
historia secular, sino son parte de un plan divino que indica que este es el tiempo de la iglesia
para establecerse en la complacencia de Laodicea.

En una forma maravillosa Dios ha abierto puertas en el mundo. Y el abrirá puertas en tu


vida. ¿Hay alguien por quien estés orando? ¿Hay alguien en tu comunidad que te preocupa su
alma? Necesito estar relacionado con ganar almas, no sólo por el alma de otras personas, sino
por la mía.

Sin un involucramiento, el crecimiento de mi propio espíritu está atrofiado. Sin esto, mi propia
vida espiritual esta desbaratada. Sin eso, la vida se vuelve egoísta.

Dios te esta guiando a tí y a mí a una santidad del fin del tiempo. Nos está guiando a una
profunda oración, a un profundo arrepentimiento y profunda preocupación por las almas y a
reordenar nuestras prioridades.

Autor: Pr. Mark Finley.

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