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vendedoras pertenecen a un sector que está embargo, cómo se producen estas diferencias.
experimentando rápidos cambios, por lo menos La presencia abrumadot.a de esas mujeres,
en términos de su composición. situadas en puntos urbanos críticos para la dis-
En mi opinión. el problema fundamental del tribución y el procesamiento de productos, afecta
libro es que adolece de falta de imaginación y al resto de la población urbana. En las ciudades,
profundidad teórico-analítica. Aunque Babb se podemos encontrar vendedoras en casi cualquier
plantea interrogantes de interés, no llegamos a parte; interactúan con vendedores y compradores,
saber, por ejemplo, si existe lo que podríamos cooperan económicamente, se comunican entre
llamar una cultura particular de las vendedoras sí, envían a sus hijos a la escuela, tocan cienos
que se defina a partir de un sistema de val ores tipos de música y, de vez en cuando, celebran
y una ideología específicos. Las investigaciones fiestas y se organizan con fines políticos. A través
en otras capitales departamentales y provincia- de la descTipción de los conflictos por pago de
les muestran que existe una cultura rica y diná- arbitrios surgidos entre vendedoras y autoridades,
mica, creada en cierta medida a partir de espa- y mediante la enumeración de las actividades de
cios compartidos entre las esferas rural y ur- los sindicatos, Babb ilustra lo que sería un análi-
bana, y construida sobre relaciones fundadas en sis que utilizase una verdadera antropología urba-
el carácter étnico, la condición de género y la na. Sin embargo, la autora depende demasiado
clase social. Estos espacios y los lazos que las del lente reductor de las explicaciones económi-
vendedoras tienden entre las esferas rurales y cas. No presta igual atención a las políticas cul-
urbanas pueden contener significados políticos turales de las vendedoras y sus acciones políti-
y culturales. Aunque se cuentan entre las perso- cas más sutiles que son, sin embargo, importan-
nas más pobres del sector informal, tales mujeres tes y que podrían constituir elementos de con-
constituyen una fu erza económica importante que ciencia de clase o de resistencia contra el Esta-
entraña ciena capacidad de desafío en el terreno do, contra la estructura de relaciones de género '
político y cultural . Ellas permiten que la econo- o de conciencia étnica existentes . Por ejemplo,
mía nacional con sus severos problemas de Babb explica el resentimiento de las vendedoras
distribución siga funci onando en favor de la más establecidas y urbanizadas hacia las vende-
poblac ión urbana. Al mismo tiempo, a pesar de doras que han llegado recientemente del campo
que carecen de representación política formal, tan solo en términos de competencia económica.
podrían constituir una amenaza de envergadura Una interpretación más compleja que la simple
para el orden político, especialmente si formaran "competencia económica" entre vendedoras
alianzas con los campesinos o si llegasen ~- "antiguas" y "nuevas" sería que cada uno de
agruparse en un frente unido. estos grupos expresa situaciones étnicas distin-
Babb ofrece una revisión completa de la bi- tas. El conflicto por intereses económicos ex-
bliografía pero poco crítica en tomo a la pro- presaría así relaciones de poder diferentes cuyo
ducción mercantil simple y el papel de las fundamento radicaría en conflictos interétnicos.
mujeres como vendedoras que carece, sin El libro, no muy especializado, se dirige a un
embargo, de perspectiva cTítica. Le falta desarro- público general. Sienta las bases para que las
llar su propio punto de vista. También muestra preguntas de Babb sean exploradas con mayor
que el género es una fuerta imponante en las profundidad.
vidas de las vendedoras. Hay una jerarquía de LJ.S.
ocupaciones que se relaciona estrechamente con
el género : los hombres ocupan los mejores
puestos en los sectores formales e informales; BAKEWELL, Peter. Plata y empresa en el
cienos tipos de productos son vendidos más por Potosí del siglo XVII. "La vida y época de
hombres que por mujeres, y los hombres y las Antonio López de Quiroga" . Excma. Dipu-
mujeres establecen distinciones entre trabajo tación Provincial de Pontevedra, 1988, 180 pp.
remunerado y trabajo no remunerado atribu-
yéndoles diferentes significados y valores. Sus
datos sugieren que estas di stinciones no se deben Los trabajos de Bakewell han constituido un
únicamente a diferencias en la formación de la aporte fund amental para la historia de la minería
identidad a panir del género; intervie nen tam- colonial americana. Luego de su estudio so bre
bién poderosas diferencias ideológicas pro- Zacatecas, el historiador inglés dedicó varios años
duc idas socialmente. Babb no nos explica, sin al análisis de la minería potosina cuyos resulta-
tocar aquí. No cabe duda de que la minería por no sólo reside en eso sino en la incorporación de
sí sola difícilmente hubiese podido llevar a cabo la temática indígena en el p¡oceso de conforma-
ni siquiera las tareas iniciales de exploración. ción de la ciudad de La Paz. Es más, la pecu-
Para el caso de México, es evidente que este liaridad de aquella urbanización no podría en-
capital fue financiado largamente (en el siglo tenderse sin la activa participación india. Eso
XVIII) por grandes comerciantes de la ciudad explica que el tema central de la investigación
de México que, a través de ciertas prácticas haya sido el de seguir la evolución de los grupos
mercantiles y del uso de enlaces matrimoniales étnicos en La Paz desde 1790 hasta 1900, inten-
con los mineros más destacados, lograron domi- tando establecer las modalidades y consecuen-
nar el mercado de capitales y, por tanto, consti- cias que tuvo su inserción en el proceso urbano.
tuirse en los mayores beneficiarios de la pro- La ciudad de La Paz ha establecido una rela-
ducción minera. Para el caso del Perú, sin em- ción dialéctica tanto con la población indígena
bargo, las formas de operación del crédito minero no urbana como con las zonas rurales adyacen-
son todavía un enigma, aunque resulta evidente tes, soportes socioeconómicos y políticos de las
que el hecho de que la Casa de Moneda es- ciudades, hecho que conduce a una heterogenei -
tuviese localizada en Potosí constituye una dife- dad social y cultural, resultado del ensambla-
rencia importante respecto del caso mexicano. miento del núcleo tradicional urbano con los te-
En este sentido, es de sumo interés la descripción rritorios de las parroquias indígenas. Eso conlleva
que hace el autor de los pormenores del escán- un doble proceso de "unificación étnica", a la
dalo de adulteración de la moneda en la década vez que un fenómeno de creación de una iden-
del 40, en donde se puede ver con claridad cómo tidad, de una "etnogénesis". La ciudad se con-
figuras como Gómez de la Rocha combinaban vierte así en un medio privilegiado para la inter-
las actividades de "aviador", mercader de plata acción entre grupos y en el espacio de tal con-
y la de funcionario de la Casa de Moneda. Las fluencia durante largos períodos que van borran-
medidas correctivas, al parecer, afectaron pro- do ciertas diferencias entre los sectores involu-
fundamente la composición de los "aviadores" crados. De alú que para la autora esta interac-
potosinos, cuyos créditos habrían sido escasos y ción no se defina como asimilación o fusión sino
caros en la segunda mitad de la centuria. Las como interferencia cultural mutua cuya hetero-
actividades de López de Quiroga como mercader geneidad le permite enfatizar la dinámica interna
de plata nos pueden ser útiles para entender las del desarrollo paceño frente a las tendencias
nuevas condiciones del mercado de capitales en historiográficas dependentistas.
Potosí luego del fraude monetario. La temática referida se aborda en cinco partes
Debemos agradecer a Peter Bakewell la apari- que contienen tanto una breve explicación de la
ción de este nuevo estudio sobre Potosí, aunque importancia económica de La Paz, de su creci-
hay que lamentar que la presente edición ado- miento demográfico y de la manera en que éste
lezca de una mala diagramación y de una deplo- se ha manifestado en su expansión urbana como
rable traducción que dificulta innecesariamente un análisis de la organización espacial y territo-
la lectura. Existe una edición en inglés (Albu- rial de las comunidades indígenas y de su pos-
querque: University of New Mexico Press, 1989) terior desaparición ante la instauración de un
para aquellos que quieran salvar este obstáculo. régimen de propiedades parcelarias. La dinámica
M.S. y la evolución de La Paz, en consecuencia, se
encuentran marcadas por la apropiación de los
territorios indígenas por parte de la ciudad y sus
habitantes. Este fenómeno, iniciado en el siglo
BARRAGAN, Rossana. Espacio urbano y XVIII, supone un debilitamiento de estructuras
dinámica étnica, La Paz en el siglo XIX. His- y grupos, como el de los campesinos indígenas,
bol, La Paz, 1990, 313 pp. y al mismo tiempo el surgimiento de otros, como
el de artesanos y comerciantes. Se produce, por
tanto, el desarrollo de un mestizaje cuyo esce-
El texto de Rossana Barragán, se centra en nario más importante ha sido el de la ciudad de
las características que asume el desarrollo ur- La Paz y del que no se puede desligar su iden-
bano paceño desde fines del siglo XVlll hasta tidad y particularidad. El crecimiento urbano
fin es del siglo XIX, abordando así un aspecto socavó la base de la estructura comunitaria, por
apenas estudiado en Bolivia. Pero su novedad lo que sus miembros se vieron obligados a trans -